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Al igual que su dueño, el perro necesita una dieta equilibrada. Esto significa
unos niveles adecuados de proteínas, grasa, carbohidratos, 13 tipos diferentes
de vitaminas y 20 de minerales para mantenerle en condiciones óptimas. Para
que la dieta sea lo más equilibrada posible, todos estos nutrientes deben estar
presentes en las cantidades adecuadas y en proporciones correctas. Una dieta
a base de carne magra no es suficiente. Sus antepasados consumían en su
totalidad carne de presa. Los huesos, los órganos internos, el contenido del
intestino, la piel y el pelo proporcionaban los nutrientes esenciales de los que
carece la carne magra.
Preparación de la comida
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Artículo sobre la nutrición 02
Los huesos son una buena fuente de calcio, aunque los perros que llevan una
dieta equilibrada, ya obtienen el calcio que necesitan. Sin embargo, a los perros
les encanta roer huesos de vez en cuando, son sabrosos, ejercitan las
mandíbulas, les ayudan a tener los dientes limpios y los mantienen ocupados
durante horas. A los cachorros sólo se les debería dar huesos con tuétano, ya
que éstos no se astillan ni les causan serios problemas internos. Jamás le dé a
un perro huesos de pollo o de conejo, una chuleta o las espinas del pescado.
Cocer los huesos de 5 a 10 minutos es una buena idea, pero si los hierve
durante más tiempo podrán volverse quebradizos e inapropiados. De manera
que nunca le ofrezca al perro el hueso del cordero que ha sobrado de la
comida. La mejor solución sería utilizar artículos masticables como huesos
especialmente diseñados con una fórmula que mantendrá las encías y los
dientes del perro sanos.
Evitar la sobrealimentación
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