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Colegio Nacional de Economistas, A.C.

18 al 20 de febrero de 2010, Querétaro, Qro.

“HACIA LA REFORMA ECONOMICA  
PARA
REVITALIZAR EL PROYECTO NACIONAL”

Documento Base de 
Discusión

XVIII Congreso Nacional de Economistas

1
Colegio Nacional de Economistas, A.C.
XVIII Congreso Nacional de Economistas

(18 -20 de febrero, Querétaro, Qro.)

Documento Base de Discusión


ÍNDICE
Págs.

Presentación 2

I. “Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012”


Gobierno Federal 4

II. “México ante la Crisis: ¿Que hacer para crecer?”


Congreso de la Unión 10

III. “Agenda para el Desarrollo 2006-2020”


Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM 16

IV. “México hacia el 2025: Reflexiones y Propuestas”


Centro de Estudios Estratégicos Nacionales 22

V. “Acuerdo Nacional para el Desarrollo y Modernización


de México (programa 3x3)”
Consejo Coordinador Empresarial 28

VI. “México frente a la Crisis: Hacia un Nuevo curso de


Desarrollo”

2
Grupo Universitario de Trabajo (UNAM) 33

3
Presentación
El Colegio Nacional de Economistas, A.C. celebrará su XVIII Congreso Nacional de
Economistas, “Hacia la reforma económica para revitalizar el proyecto nacional”,
los días 18 al 20 de febrero de 2010, en la Ciudad de Querétaro, en un contexto
particularmente desafiante de la economía mexicana e internacional.

La celebración de este Congreso es una convocatoria para iniciar una amplia reflexión
nacional, mediante el debate argumentado y el diseño de propuestas de los economistas
mexicanos, en el marco de una participación amplia y plural de la sociedad, las
instituciones gubernamentales y políticas, para dar respuesta eficaz a la coyuntura de la
Nación, en una perspectiva inmediata y de largo plazo.

Un cuarto de siglo de semiestancamiento crónico, de incapacidad para generar los


empleos que demanda la sociedad, la pérdida constante de competitividad, fragilidad
fiscal, aumento de la deuda interna, desindustrialización y creciente dependencia
alimentaria y energética, desempleo, migración, aumento de la pobreza y desigualdad,
con sus consecuencias sociales y políticas, demandan con urgencia una revisión
profunda del paradigma seguido y el diseño e implantación de opciones alternativas.

Aunque estos hechos son reconocidos por todos los actores económicos, sociales y
políticos, no existe un consenso sobre sus causas profundas y posibilidades de
superación.

Esta realidad requiere ser analizada de manera integral, mediante un amplio debate en la
opinión pública que contribuya al establecimiento de compromisos de fondo por parte
de los actores económicos, sociales y políticos.

Con la celebración de este congreso y las actividades que sean acordadas en el mismo,
el Colegio Nacional de Economistas asume su responsabilidad ciudadana y profesional,
en el análisis de las raíces estructurales de la realidad económica, de su evolución y
perspectivas, para fundamentar con ello las propuestas de una política económica
alternativa.

Los cambios de la Nación demandan un convencimiento de la sociedad y de los poderes


públicos, sustentado en razones y argumentos. Las decisiones públicas requieren un
amplio debate y respaldo de la sociedad, no sólo por la necesidad de su legitimación,
sino porque esta participación ciertamente enriquecerá la sustancia y el compromiso
para la realización de las políticas públicas.

El congreso tiene como objetivo central reflexionar sobre las causas del debilitamiento
o extravío del proyecto de desarrollo nacional en las últimas décadas, y la formulación
de propuestas alternativas sobre las finalidades, políticas económicas y pactos
necesarios para restablecer la autodeterminación económica de la Nación.

El congreso se propone fortalecer el proyecto nacional de desarrollo de México como


Estado-Nación, en el contexto de la globalización. Se trata de responder a los retos
internos y de la mundialización de la economía desde una perspectiva propia, a partir de
nuestro proyecto de desarrollo nacional, en el que la autodeterminación económica se
constituye en base fundamental de la autodeterminación política y cultural de México
ante el mundo.

4
Es evidente que ceder la iniciativa y responsabilidad del desarrollo nacional a actores
externos, a través de la apertura al comercio e inversiones internacionales, no ha
producido ni producirá por sí misma, una dinámica de desarrollo nacional. La
concepción neoliberal está en bancarrota en México y el mundo.

Por ello se considera que las políticas de desarrollo nacional deben tener un alcance
integral, estar sustentadas en los mandatos constitucionales y responder de manera
eficaz a las demandas de la sociedad.

Se busca escuchar y tomar en cuenta a todas las voces e intereses, a partir de la premisa
del interés prioritario de todos en el fortalecimiento del proyecto nacional.

Las tres mesas que se han organizado obedecen al mismo propósito. La primera mesa se
analizará las cuestiones que requieren ser actualizadas para fortalecer el proyecto
nacional de desarrollo. En la segunda mesa se discutirán las propuestas de política
económica para el desarrollo integral de México, en la globalización, y en la tercera se
analizarán los componentes y responsabilidades necesarias para un nuevo pacto
económico, social y político del país.

Existe una implicación lógica entre las tres mesas, pues en la primera se busca
establecer las premisas y finalidades básicas que deben alcanzarse para fortalecer el
proyecto nacional de desarrollo, en tanto que en la segunda se plantearán las políticas
económicas necesarias para la realización de estos objetivos nacionales, y en la tercera,
la necesaria corresponsabilidad de los actores públicos, sociales y privados en su
realización.

Como marco de referencia y Documento Base de Discusión del Congreso, de sus tres
mesas de debate y del documento final que será discutido en extenso y concensado a
nivel nacional durante el lapso del próximo Consejo Nacional Directivo 2010-2012,
hemos invitado a participar en este Congreso a gobernadores de los partidos políticos
dominantes de nuestro país, además de importantes funcionario federales y por
supuesto, nos honrará con sus palabras de inauguración el Sr. Gobernador
Constitucional del Estado de Querétaro, Lic. José Eduardo Calzada Rovirosa. Como
conferencistas magistrales y en las mesas de debate, participarán destacados
representantes del sector empresarial mexicano, miembros de la comunidad
universitaria nacional, intelectuales y especialistas reconocidos, además de valiosos
miembros de los colegios de economistas de todo el país.

Para integrar el presente Documento Base de Discusión sobre el tema del Congreso:
“Hacia la Reforma Económica, para Revitalizar el Proyecto Nacional”, hemos
seleccionado, de entre los muchos diagnósticos y soluciones a la problemática nacional
que se han dado a conocer, aquellos que en forma imparcial y objetiva, hemos
considerado como los más representativos y de importantes actores y especialistas
mexicanos en la materia, cuyos resúmenes incorporamos a continuación en este
documento, como son los presentados públicamente por el Ejecutivo Federal (inciso I),
por el Congreso de la Unión (inciso II), por las más prestigiadas instituciones
académicas mexicanas de investigación y desarrollo (inciso III y IV), por el órgano
colegiado de mayor representatividad del sector privado nacional (inciso V) y por
último, por un Grupo de Trabajo de prestigiados miembros de la Universidad Nacional
Autónoma de México (inciso VI).

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I.“Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012”
(Gobierno Federal)
“El PND 2007.2012 establece una estrategia clara y viable para avanzar en la
transformación de México sobre bases sólidas, realistas y, sobre todo, responsables.
Está estructurado en cinco ejes rectores:

1. Estado de Derecho y seguridad.

2. Economía competitiva y generadora de empleos.

3. Igualdad de oportunidades.

4. Sustentabilidad ambiental.

5. Democracia efectiva y política exterior responsable.”

Eje 2. Economía competitiva y generadora de empleos

La finalidad de la política económica de la presente Administración será lograr un


crecimiento sostenido más acelerado y generar los empleos formales que permitan
mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos. Mejorar las condiciones de vida y las
oportunidades de todos, especialmente de aquellos que viven en la pobreza, es un
imperativo social. La insuficiencia de recursos económicos y la marginación impiden
satisfacer las necesidades básicas y limitan la participación plena de los ciudadanos en
los ámbitos político, social, económico y cultural. Sin oportunidades de empleo y de
participación plena en la marcha económica del país, no es posible alcanzar un
desarrollo humano integral. La creación de empleos favorece la estabilidad, la seguridad
pública y la interacción social respetuosa de los derechos de los demás. Al mismo
tiempo, el crecimiento económico debe darse sin sacrificar los recursos naturales,
respetando al medio ambiente y sin comprometer el bienestar de generaciones futuras.

La estrategia integral propuesta en este Plan, basada en cinco grandes objetivos y ejes
de acción, busca alcanzar un mejor desempeño económico. Cada eje de acción del Plan
está interrelacionado con el crecimiento y el empleo. El fortalecimiento del Estado de
Derecho y de la seguridad pública permitirá que los ciudadanos disfruten con
tranquilidad de los resultados de su esfuerzo. Una economía nacional más competitiva
brindará mejores condiciones para las inversiones y la creación de empleos que
permitan a los individuos alcanzar un mayor nivel de bienestar económico. La igualdad
de oportunidades educativas, profesionales y de salud es necesaria para que todos los
mexicanos puedan participar plenamente en las actividades productivas. La estrategia de
desarrollo económico cuidará el acervo natural del país y con ello evitará comprometer
el bienestar de generaciones futuras. La estrategia de desarrollo requiere también de una
gobernabilidad democrática que permita la convivencia de todos, de forma que se den
resultados positivos para transformar la realidad económica del país. Finalmente, una
política exterior responsable permitirá al país aprovechar las ventajas que brinda el
entorno global para alcanzar mayores niveles de crecimiento y bienestar.

Los problemas sociales, políticos y económicos del país están íntimamente


relacionados. Por ello, los grandes grupos de políticas públicas propuestos en este Plan
son complementarios para contribuir a la superación de los retos en materia de pobreza,

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marginación y falta de oportunidades en todos los ámbitos. De progresar en todos los
frentes, se podrá crear un círculo virtuoso: el mayor crecimiento económico generará
mejores oportunidades de empleo y mayor desarrollo humano, mientras que los avances
en el desarrollo social incrementarán la productividad de las personas. Asimismo, la
reducción de la pobreza y la creación de oportunidades contribuirán a una mayor
participación y estabilidad política y social así como respeto por el medio ambiente. Por
ello, se utilizarán todos los instrumentos del Estado, avanzando simultáneamente en los
cinco ejes de acción definidos en este Plan, con el fin de promover un crecimiento
económico sostenido y más acelerado, una elevada creación de empleos, y un desarrollo
humano pleno para todos los mexicanos.

Diagnóstico

En los últimos años, el crecimiento promedio de la economía mexicana ha sido


insuficiente para abatir los rezagos económicos y sociales a la velocidad deseada. Ante
esta situación es necesario generar nuevas condiciones para lograr que el producto y el
empleo tengan un crecimiento mayor al observado durante las últimas dos décadas.
Como resultado de los esfuerzos para fortalecer la economía del país esperamos lograr
un crecimiento anual del PIB del 5% al final del sexenio.

En ausencia de cambios importantes, el crecimiento de la economía mexicana será, en


promedio, de alrededor de 3.5 % por año, lo que implica un incremento per cápita
cercano a 2.4%. De mantenerse esta situación, tomaría 30 años duplicar el nivel de
ingreso por habitante. Una comparación con países como Chile, China, Corea del Sur y
Singapur deja claro que se puede acelerar el crecimiento económico a partir de la
implementación de políticas públicas adecuadas. Al mismo tiempo, la competencia
internacional implica que se necesitan acciones decididas para mantener la
competitividad: la pasividad solo llevaría a un mayor rezago.

Las estrategias delineadas en este Plan buscan un crecimiento del PIB per cápita de por
lo menos 20% de 2006 al 2012.

Para crecer a una tasa mayor, el país necesita incrementar la inversión y la


productividad. En México, el crecimiento de la productividad durante los últimos 45
años ha sido la mitad del observado en Chile y una cuarta parte del observado en Corea
del Sur, Irlanda y Singapur. Asimismo, la inversión en México ha sido sustancialmente
menor a la registrada en estos tres países durante el mismo lapso, y a la experimentada
en Chile en los últimos quince años, cuando ese país alcanzó un mayor crecimiento.

El diagnóstico anterior indica que, dada la prioridad de contar con una economía que se
encuentre, en 2012, entre las treinta más competitivas del mundo de acuerdo al Foro
Económico Mundial, con mayor crecimiento y capacidad para generar empleos, es
imperativo seguir una estrategia en tres vertientes:

• Inversión en capital físico: fomentar una mayor inversión física, para lo cual se
requieren condiciones económicas más competitivas. Las políticas públicas serán
conducentes a aumentar la rentabilidad de los proyectos, reducir los costos de
producción en territorio nacional promover la inversión en infraestructura, y limitar el
riesgo al que están sujetas las inversiones.

• Capacidades de las personas: la mejora en la cobertura y la calidad de los servicios de


salud y educación y el combate a la marginación son los elementos que permitirán a

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más mexicanos contar con un trabajo redituable y emprender proyectos más ambiciosos,
ampliando su abanico de oportunidades productivas.

• Crecimiento elevado de la productividad: para alcanzar un mayor crecimiento de la


productividad se requiere una mayor competencia económica y condiciones más
favorables para la adopción y el desarrollo tecnológico. La competencia económica crea
incentivos para la innovación por parte de las empresas, reduce los costos de los
insumos y los productos finales, incrementa la competitividad de la economía y mejora
la distribución del ingreso. Por su parte, la adopción y desarrollo de nuevas tecnologías
permite producir nuevos bienes y servicios, incursionar en mercados internacionales y
desarrollar procesos más eficientes. Esto redituará en una mayor producción y en
ingresos más elevados.

Inversión en capital físico

Al incrementar la inversión se promoverá una mayor tasa de crecimiento económico y


una creación de empleos más dinámica. Para ello, se necesita que los proyectos sean
más rentables, que estén sujetos a menores riesgos, y que se disponga de recursos para
realizarlos. Es pertinente aclarar que, en la actualidad, la mayor restricción consiste en
que la rentabilidad de la inversión es insuficiente, debido en parte a factores que elevan
los costos de producción en el país. La situación es diferente a la de hace seis años,
cuando la ausencia de recursos era una limitante sustancial. Hoy en día, si bien no todos
cuentan con acceso adecuado al financiamiento, la disponibilidad de recursos para la
inversión se ha incrementado de manera importante. Por ello, es imperativo proceder
con acciones para contribuir a elevar la rentabilidad de las inversiones y reducir el
riesgo de los proyectos productivos. También se debe continuar con la profundización
del sistema financiero, para que toda la población tenga acceso a los recursos que les
permitan participar en las actividades económicas.

Rentabilidad y riesgo de la inversión

La mejor forma de incrementar la rentabilidad de la inversión en toda la economía es


reduciendo los costos. Ello hace a las empresas mexicanas más competitivas y asegura
una mayor oferta de bienes a menores precios, con lo que las familias mexicanas
también se benefician. A menor riesgo, menor es el retorno requerido por los
inversionistas para realizar un proyecto. Un riesgo más bajo contribuye positivamente al
nivel de inversión ya que, en un ambiente de competencia, un riesgo más bajo se
traduce en menores precios. Las estrategias orientadas a alcanzar una mayor
rentabilidad y reducir el riesgo de la inversión se instrumentarán con base en los
siguientes lineamientos:

• Fortalecer el Estado de Derecho y la seguridad pública, garantizando certidumbre legal


y jurídica a las personas y a la propiedad.

• Mantener la estabilidad macroeconómica y fortalecer las finanzas públicas. La


incertidumbre macroeconómica y financiera es otra fuente importante de riesgo.

• Promover la competencia. La competencia económica permite que se reduzcan los


precios de los insumos y facilita que los consumidores tengan acceso a más bienes a
menores costos, incrementando el bienestar material de las familias.

• Simplificación administrativa y regulatoria.

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• Simplificación y estabilidad tributaria. Por tanto, es necesario establecer un régimen
tributario competitivo, sencillo y estable.

• Fomentar la productividad en las relaciones laborales. Esto es clave para una mayor
creación de empleos formales y para hacer frente a la creciente competencia mundial.

• Promover la inversión en infraestructura, ya que se trata de un factor fundamental en


la determinación de los costos de logística, así como para contar con una oferta
competitiva, suficiente y oportuna de los insumos necesarios para la producción.

• Continuar con la apertura comercial así como reducir el costo y los trámites de las
operaciones de comercio exterior.

• Asegurar una mayor y mejor intermediación financiera para incrementar la


disponibilidad de recursos crediticios para la producción. Esto se logrará promoviendo
mayor competencia en el sector, fortaleciendo el marco legal e impulsando una política
activa de la banca de desarrollo.

• Facilitar el manejo de riesgo. Será necesario incentivar el desarrollo de nuevos


instrumentos financieros que permitan a las personas y empresas diversificar y reasignar
sus riesgos.

• Transformar a las empresas públicas para hacerlas más eficientes y, de esta forma,
obtener menores costos de producción de insumos estratégicos.

• Diversificar las fuentes de crecimiento de la economía mexicana. Para reducir la


vulnerabilidad de la economía mexicana a las fluctuaciones de la economía de los
Estados Unidos, y asegurar un crecimiento más balanceado, es necesario continuar con
políticas que contribuyan al crecimiento de la demanda interna, en particular de las
pequeñas y medianas empresas, los sectores de vivienda, servicios, turismo y
agropecuario y del consumo doméstico.

Disponibilidad de recursos

La disponibilidad agregada de recursos no es la restricción inmediata más importante


para la inversión. Prueba de ello es que el ahorro interno se ha incrementado
sustancialmente y ha sustituido al ahorro externo en un contexto de niveles de riesgo
país y tasas de interés domésticas y externas ubicadas en mínimos históricos. Al mismo
tiempo que la inversión extranjera directa se ha mantenido en niveles elevados, se ha
dado un fenómeno de desendeudamiento neto con el exterior. Finalmente, el ahorro
financiero y el crédito al sector privado han mostrado una recuperación importante en
los últimos años. Sin embargo, es necesario sostener el dinamismo de la inversión para
asegurar que en el futuro existan los recursos suficientes y que todos los sectores de la
población y de la actividad productiva cuenten con un acceso adecuado a los servicios
financieros. Por lo anterior, es necesario continuar mejorando las condiciones de acceso
y oferta de servicios financieros para las pequeñas y medianas empresas, las familias de
menores recursos, el sector agropecuario, y los proyectos de infraestructura.

Mediante la aprobación por el Congreso de la Unión de la reforma del sistema de


pensiones de los trabajadores al servicio del Estado, se ha dado un primer paso que
tendrá un efecto significativo sobre el nivel de ahorro y la disponibilidad de recursos

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financieros. Además se necesitarán estrategias complementarias que se instrumentarán
con base en los siguientes lineamientos:

• Garantizar finanzas públicas sanas, ya que de no ser así se reducirían los recursos
disponibles para la inversión de las empresas y el crédito a las familias, incluyendo el de
vivienda.

• Contar con un sistema financiero profundo y eficiente, que otorgue un retorno


apropiado a los ahorradores, atienda a los sectores que no cuentan con un acceso
adecuado, y desarrolle nuevos productos y servicios.

En conclusión, la estrategia de reducir costos y riesgo, así como incrementar la


disponibilidad de recursos, es fundamental para aumentar la viabilidad de los proyectos
de inversión y el crecimiento económico. Los efectos sobre el bienestar son dobles: el
mayor crecimiento se traduce en más empleos y mejores salarios, mientras que los
menores costos y una mayor competencia hacen que se reduzcan los precios para los
consumidores y se mejore la distribución del ingreso.

Capacidades de las personas

La ampliación de las capacidades de los individuos contribuye directamente al


crecimiento, al bienestar y al desarrollo social. A su vez, promover la igualdad de
oportunidades es un imperativo social. Sólo así será posible lograr que más mexicanos
tengan una vida digna y satisfactoria. Por ello, el apoyo del Estado se centrará en
combatir directamente la pobreza y en facilitar que los individuos desarrollen sus
capacidades para que mejoren sus condiciones de vida mediante un esfuerzo
compartido. Para participar plenamente en las actividades productivas los ciudadanos
deben contar con un nivel mínimo de bienestar. Una educación de calidad y equitativa
facilita a los individuos que su esfuerzo se traduzca en mayores ingresos y les permite
una mayor libertad de elección. Sin lugar a dudas, la salud es también una condición
necesaria para una vida satisfactoria, personal y profesionalmente.

El diagnóstico sobre los problemas y limitantes existentes en la ampliación de


capacidades, así como las políticas a seguir para promover la igualdad de oportunidades
se describen en mayor detalle en la siguiente sección del Plan Nacional de Desarrollo.
Sin embargo, es relevante enfatizar que las acciones para mejorar las condiciones
sociales son parte de una estrategia integral que permitirá a la economía mexicana
incrementar su competitividad y con ello llevar a una mayor creación de empleos y
oportunidades.

Crecimiento elevado de la productividad

El nivel de adopción y desarrollo de tecnología depende, entre otros factores, de la


rentabilidad de los proyectos de inversión y del nivel educativo de las personas. Sólo
tiene sentido adquirir la maquinaria y equipo más avanzados si puede recuperarse la
inversión y ésta puede ser utilizada por individuos suficientemente capacitados y
flexibles. Asimismo, para desarrollar nuevas tecnologías es necesario contar con
científicos e ingenieros capaces de descubrir lo nunca antes imaginado. La adquisición y
desarrollo de la tecnología de punta permite a las empresas mantener su competitividad
tanto a nivel nacional como internacional.

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Además de las acciones necesarias para lograr una mayor rentabilidad de la inversión e
incrementar el nivel de educación, es necesario seguir estrategias y líneas de política
específicas para promover el avance tecnológico. Las estrategias orientadas a alcanzar
un mayor nivel de desarrollo científico y tecnológico se instrumentarán con base en los
siguientes lineamientos:

• Continuar con el proceso de apertura comercial y atracción de inversión extranjera


directa. Aranceles más bajos permiten adquirir maquinaria y equipo avanzados a
menores costos, mientras que la inversión extranjera directa transfiere al país aquellas
tecnologías que no están a la venta. Dado que tomará tiempo alcanzar niveles de
innovación propia comparables con los de los países más industrializados, la adopción
de tecnologías avanzadas es un primer paso para cerrar esta brecha.

• Proveer de un mayor apoyo directo a la investigación en ciencia y tecnología para el


descubrimiento de nuevas ideas, así como garantizar una adecuada propiedad
intelectual, dado el valor elevado de las ideas nuevas en un entorno propicio.

• Crear un vínculo estrecho entre el sector público, la academia y el sector empresarial.


Sólo así podrán plasmarse exitosamente los nuevos conocimientos en procesos
productivos.

• Facilitar el financiamiento de las actividades de ciencia, innovación y tecnología. Para


ello no basta el financiamiento público.

Asimismo, los ingresos petroleros constituyen parte importante de los ingresos


presupuestarios totales, lo cual implica que los ingresos del sector público están sujetos
a un elevado grado de incertidumbre. El empleo de fondos de estabilización permite
suavizar el gasto frente a fluctuaciones en los precios internacionales de los
hidrocarburos, pero es necesario complementar los mismos mediante fuentes más
estables de ingresos. Asimismo, el proceso de declinación del campo de Cantarell
representa un reto importante para las finanzas públicas y el sector energético. Aún
cuando se espera que el agotamiento de este importante yacimiento sea compensado con
el desarrollo de nuevos campos, es previsible que los costos de extracción se
incrementen, llevando a menores márgenes de la explotación del hidrocarburo.

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II.“México ante la Crisis: ¿Que hacer para crecer?”
(Congreso de la Unión)

Declaración de clausura

En el año de 2008, fue evidente que una severa crisis externa impactaría los principales
indicadores de nuestro país y el nivel de vida de la población.

Ante una situación de tal contingencia, el Congreso de la Unión adoptó en diciembre de


ese año, la decisión de convocar a los actores relevantes de nuestra sociedad y a
personalidades nacionales y del exterior, a compartir experiencias y reflexiones en torno
a los casos internacionales, analizar las soluciones que se estuviesen adoptando en otras
latitudes para hacerle frente a situaciones inéditas, y realizar propuestas respecto de las
capacidades y prioridades que fuesen susceptibles de adoptarse en nuestro país, ante el
convencimiento de que la mejor manera de enfrentar la crisis deriva de la unidad de
propósitos y el compartir objetivos comunes.

Es por ello que en diciembre de 2008 el Congreso de la Unión resolvió realizar el Foro
México ante la Crisis: ¿Qué hacer para crecer?, con los objetivos de:

1. Elaborar un diagnóstico para valorar los efectos de la crisis económica mundial en


México, enmarcado en los temas de: crecimiento económico y empleo y, seguridad
social en México.

2. Encauzar en un marco institucional el análisis sobre la crisis, contando con la


participación de representantes del Gobierno Federal, legisladores federales, actores
económicos y sociales representativos del país y expertos nacionales y extranjeros.

3. Construir en un ambiente de corresponsabilidad las medidas que deberán ser


aplicadas para atender los efectos más graves de la crisis.

Para la realización de este Foro se determinaron tres etapas: la primera de ellas se


compuso de dos sesiones, una realizada el 27 de enero de 2009, que tuvo sede en el
Alcázar del Castillo de Chapultepec con la participación de expertos internacionales y
altos servidores públicos del país, y la segunda efectuada el 29 de enero del año en
curso, realizada en el auditorio del edificio "E" de la Cámara de Diputados, donde se
dieron cita representantes de los sectores económicos y sociales del país.

La segunda etapa del Foro constó de dos días de sesiones: el 9 de febrero en curso, en la
que se abordó el tema de "Crecimiento económico y empleo" en las instalaciones de San
Lázaro de la Cámara de Diputados, en tanto que el 11 de febrero de 2009 se analizó el
tema de la "Seguridad Social en México" en el patio central de Xicoténcatl del Senado
de la República.

En cada una de las cuatro sesiones mencionadas se realizaron dos mesas de trabajo, con
un total de ocho, en las que participaron 40 especialistas en los temas planteados.

Por las dimensiones que ha adquirid la crisis mundial y su previsible impacto en México
podrían tener un efecto notoriamente adverso en el empleo, el crecimiento y las
expectativas de millones de mexicanos. Esta circunstancia no es propicia para acciones

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aisladas o desconcertadas. De manera unánime, los participantes en el Foro coincidieron
en el enfoque central de otras experiencias internacionales, en que hay que actuar rápido
para contener y aún anticipar las consecuencias inmediatas de una situación adversa y
para prevenir y paliar los efectos en el empleo, las actividades productivas y el nivel de
vida de la población.

En este sentido, las participaciones en el Foro realizadas por representantes del


Gobierno Federal, empresarios, líderes académicos, de opinión, gobernadores,
sindicalistas, campesinos y expertos, en concordancia con el Congreso de la Unión,
cumplen con el objetivo de fortalecer un ambiente de certidumbre en el país mediante la
generación de propuestas para encara la crisis, pero también para realizar cambios
estructurales mediante los cuales el país esté en condiciones de volver a crecer con
justicia y equidad.

Al respecto, a partir de las propuestas realizadas en las diferentes etapas del Foro
“México ante la crisis: ¿qué hacer para crecer?”, surgen una serie de conclusiones
estructuradas en tres niveles:

1. Reformas legislativas inmediatas o de corto plazo bajo el criterio de necesidad y


urgencia, para acelerar el ejercicio del gasto público con eficiencia y transparencia,
para promover y agilizar la inversión pública en infraestructura, mejorar la
eficiencia del sistema financiero, promover el crédito y adoptar medidas para
proteger el empleo, fortalecer la seguridad social y promover y regular la inversión
privada.

Estas reformas legislativas requieren de la acción inmediata del gobierno para


presentar las iniciativas correspondientes y del Congreso de la Unión para evaluarlas
y dictaminarlas en este periodo ordinario de sesiones.

2. Compromisos de mediano plazo, que involucran cambios sustantivos a leyes e


instituciones en las cuales los grupos parlamentarios establecen compromisos para
integrar una agenda de trabajo prioritario en los próximos meses.

3. Propuestas, recomendaciones y sugerencias que fueron presentadas por expertos e


invitados al foro para ser enviadas al Titular del Poder Ejecutivo.

4. Conclusiones del “Foro México ante la crisis” en materia de desarrollo económico,


empleo y seguridad social.

Es necesario aplicar medidas suficientes y oportunas para enfrentar los efectos


inmediatos de la crisis económica internacional, al tiempo de promover políticas de
cambios estructurales que garanticen el crecimiento económico de mediano y largo
plazo.

Las acciones deben traducirse en la creación de nuevos empleos, en la defensa del


ingreso de las familias y el crecimiento económico. Por lo anterior, hacemos del
conocimiento de la opinión pública la realización de las siguientes

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Reformas Legislativas

1. PRIMERA. Ley de Obras Públicas y servicios Relacionados con las Mismas y Ley
de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público.

OBJETIVOS: Agilizar el ejercicio del presupuesto y de las inversiones destinadas a


obras de infraestructura. Simplificar y agilizar los procesos de licitación y solventación
de inconformidades, sin menoscabo de la continuidad del proceso de asignación
correspondiente; así como, facilitar el ejercicio adecuado y oportuno del gasto,

Elevar el contenido nacional de las adquisiciones y obras públicas, o la mayor


participación de las pequeñas y medianas empresas. Crear el registro único de
proveedores y contratistas y el pago oportuno a los mismos.

SEGUNDA. Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores


Públicos

OBJETIVOS: Otorgar certidumbre jurídica a los servidores públicos en su desempeño.


Acotar los criterios que permitan la correcta interpretación y aplicación de la norma,
para facilitar la pronta ejecución del gasto.

TERCERA. Legislación en materia de comisiones y márgenes de intermediación.

OBJETIVOS: Conformar un paquete de medidas para aumentar la eficiencia del sector


financiero para reducir los márgenes de intermediación y las comisiones por el cobro de
los servicios financieros, a fin de que sean comparables a nivel internacional, con el
objeto de fomentar la canalización del crédito.

CUARTA. Legislación en materia de órganos de regulación económica (Ley Federal de


Competencia Económica, y Código Penal Federal).

OBJETIVOS: Otorgar mayores facultades a los órganos reguladores para que puedan
imponer multas económicas que sean comparables a las que se aplican
internacionalmente, especificar sanciones penales para casos de prácticas monopólicas
absolutas en todos los sectores y en todas las regiones, medios efectivos para que los
consumidores puedan reclamar daños y perjuicios, así como emitir opiniones sobre el
otorgamiento de concesiones y autorizaciones. Además, las resoluciones de dichos
órganos tendrán carácter vinculatorio.

QUINTA. Ley de Ciencia y Tecnología.

OBJETIVOS: Introducir el concepto de innovación tecnológica, mejorar los centros


públicos de investigación, crear organismos y herramientas específicas en materia de
fomento a la innovación.

SEXTA. Banca de desarrollo.

OBJETIVOS: Revisar la legislación fin de flexibilizar la capacidad de otorgamiento de


crédito y garantías al sector productivo, así como ampliar la gama de operaciones y
facilitar la toma de riesgos.

SÉPTIMA. Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, Ley del Seguro Social y Ley
del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores.
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OBJETIVOS: Aumentar el acceso a los beneficios por desempleo, incrementar y
redistribuir la cuota social a favor de los trabajadores de menores ingresos y flexibilizar
las aportaciones para ofrecer un mayor/ crédito a la vivienda.

Establecer una comisión de expertos que estudie y evalúe el sistema de capitalización


individual, considerando entre otros temas: el régimen de comisiones aplicado a las
cuotas; las aportaciones y la cuota social y, el régimen de inversión para que
preferentemente los fondos se canalicen al desarrollo nacional.

OCTAVA. Legislación en materia de abuso de la subcontratación laboral.

OBJETIVOS: Complementar las iniciativas existentes en el tema para combatir el


incumplimiento en el pago de las contribuciones a los institutos de seguridad social y
vivienda, además de evitar la evasión fiscal y el ocultamiento de las relaciones laborales
a través del abuso de las figuras jurídicas que se utilizan en la subcontratación laboral.

NOVENA. Ley General de Turismo.

OBJETIVOS: Revisar el marco jurídico de manera integral para impulsar la inversión,


la captación de divisas, la generación de empleos y el desarrollo regional.

DÉCIMA. Impulso al campo mediante un paquete integral de reformas.

OBJETIVOS: Mejorar el bienestar de la población rural y asegurar que la producción de


alimentos crezca a un ritmo mayor que el de la población y la demanda de los mismos.

Para esto, el Grupo de Trabajo para la Reforma Integral del Campo revisará el marco
jurídico y los demás instrumentos aplicables al campo.

Compromisos de mediano plazo

Adicionalmente a las acciones inmediatas anteriormente señaladas, existen otros temas


legislativos que requieren un mayor tiempo de discusión para procesar los acuerdos
Legislativos correspondientes.

1. Banco de México.

Ampliar las funciones del Banco de México para que se convierta en promotor del
desarrollo y del crecimiento económico.

2. Ley del Impuesto sobre la Renta (fondos soberanos).

Analizar los mecanismos para atraer inversiones provenientes de fondos soberanos


extranjeros.

3. Reforma Educativa.

Impulsar reformas al sector educativo que eleve la calidad, la eficiencia del gasto y la
cobertura de la educación.

4. Competitividad.

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Impulsar la competitividad del país como política de Estado a favor del desarrollo y el
crecimiento económico para competir con éxito en el mercado mundial, así como elevar
el nivel de vida de la población.

5. Energía y medio ambiente.

Adoptar esquemas más eficientes para aumentar la rentabilidad de las inversiones en


energías renovables.

6. Reforma laboral.

Promover un mercado laboral dinámico, eficiente y productivo, que impulse la


competitividad, la capacitación y la oferta de empleo, siempre salvaguardando los
derechos constitucionales de los trabajadores y su calidad de vida.

7. Política de acuerdos y tratados comerciales.

Revisar la política comercial para fortalecer el mercado interno, la generación de


empleo y la capacidad exportadora de la economía nacional.

8. Agenda social.

Establecer una política social de Estado que considere la simplificación y transparencia


en las reglas de operación; el establecimiento de un padrón único de beneficiarios; evite
la duplicidad y dispersión de los programas sociales; favorezca su bancarización y
descentralización, y dote de mayor autonomía al órgano de evaluación.

9. Ingresos públicos.

Diseñar una política fiscal que permita incrementar la participación de los ingresos
públicos no petroleros en el Producto Nacional.

Propuestas y recomendaciones presentadas en el foro para el ejecutivo federal.

Se enviarán al Ejecutivo Federal las recomendaciones emanadas del Foro que se


refieren a programas y políticas públicas susceptibles de ser mejoradas o fortalecidas,
para su consideración.

1. El país requiere un gran rescate social, que permita atacar directamente el asunto de
la desigualdad.

2. Ejercer el presupuesto de manera oportuna, eficiente y eficaz, considerando la


revisión de las reglas de operación de los programas.

3. Simplificar y desregular los trámites en los tres órdenes de gobierno que inhiben la
productividad.

4. Crear un Consejo de Inversiones que de manera eficaz se haga cargo de proyectos


específicos hasta el inicio de su operación.

16
5. Programa emergente de micro infraestructura con alto impacto regional y en empleo:
caminos rurales, canales de riego, carreteras vecinales, agua y saneamiento, entre otros.

6. Programa emergente de Infra estructura básica: mantenimiento de escuelas y


hospitales.

7. Favorecer la integración de cadenas productivas y la formación de proveedores a


partir del concepto de lo nacional.

8. Promover una inversión pública sin precedente en educación superior y en salud que
mejore significativamente la cobertura y la calidad de los mismos.

9. Llevar a cabo un acuerdo de Estado para diseñar un nuevo modelo económico de


crecimiento y desarrollo sustentable.

10. Crear un fondo de empresas juveniles

11. Fortalecer los programas dirigidos a las empresas de alta y mediana tecnología que
incluya prioritariamente el otorgamiento de capital-semilla.

12. Contar con un marco institucional que garantice condiciones elementales de


convivencia en sociedad, los derechos de propiedad, el cumplimiento de contratos, y
que ayude a alinear los incentivos de la sociedad hacia la acumulación de capital
humano e infraestructura.

13. Consolidar la cobertura educativa en dos direcciones: coordinar las instancias y


procesos de evaluación y acreditación; y procurar el acceso a recursos económicos para
los procesos de innovación educativa y de experimentación en las áreas de docencia e
investigación.

17
III.“Agenda para el Desarrollo 2006-2020”
(Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM)

La colección de 15 libros Agenda para el Desarrollo representa la culminación de un


esfuerzo realizado por destacados investigadores de las principales instituciones
académicas de nuestro país, que fueron convocados por el Instituto de Investigaciones
Económicas de la UNAM, para unir esfuerzos en un amplio proyecto denominado
Seminario Nacional Agenda del Desarrollo 2006-2020. El propósito fue, y es,
contribuir, desde una perspectiva universitaria, al análisis integral de los grandes
problemas económicos, sociales y ambientales de México, pero, sobre todo, contribuir a
la formulación de propuestas viables de políticas públicas capaces de superar el pobre y
errático desempeño mostrado por la economía mexicana durante las últimas décadas,
fortalecer la cohesión social de nuestra nación y abrir los cauces de un desarrollo
sustentable, incluyente y democrático

Durante los últimos 23 años (1983-2005), se ha observado en nuestro país una enorme
brecha entre el PIB realmente generado y el PIB susceptible de ser producido de
haberse mantenido la operación de la economía en un nivel cercano al pleno empleo de
sus capacidades productivas, ergo con una tasa de crecimiento cercana a nuestro
potencial (con su promedio histórico de 6.1% anual observado durante el periodo 1934-
1982, ciertamente inferior al 9.8% anual observado en China o al 7.6% observado en
Corea del Sur durante el último cuarto de siglo). La brecha representa una pérdida
acumulada de 8 millones 095 mil 629 dólares (a precios de 2005) durante el periodo
1983-2005.

El PIB mexicano en 2005 habría sido de un millón 709 mil 654.2 dólares, en lugar de
los 768, 958.5 millones observados; y el PIB per cápita, en lugar de los 7 mil 224
dólares observados en 2005, sería de 16 mil 063 dólares. En consecuencia, México
habría pasado a ser parte del club de países industrializados o de altos ingresos (al
cruzar la línea de 10 mil dólares de PIB per cápita). Esto fue lo que hizo, por ejemplo,
Corea del Sur, que al principiar los 80 tenía un PIB per cápita inferior al de México
(mil 893.2 dólares corrientes, contra 2 mil 514.7 dólares en México); pero en 2005
Corea alcanzó un PIB per cápita de 14 mil 646.3 dólares, cruzando así la línea que
separa a los países subdesarrollados de los países industrializados, mientras que México
permaneció hundido en el subdesarrollo.

Esta historia de nuestro pasado reciente (1983-2005) puede ser también la historia de
nuestro futuro. Si la economía mexicana mantiene la tasa media de crecimiento
observada en los últimos nueve años (de 1.82% anual), en el año 2020 México
continuará siendo un país subdesarrollado. Con un PIB por habitante de 8 mil 354
dólares anuales (a precios de 2005), inferior a los 10 mil dólares per cápita que marcan
la frontera del subdesarrollo.

Ahora bien, si la economía mexicana presenta una tasa media de crecimiento igual a la
observada durante los 23 años de experimentación neoliberal (2.38% anual durante el
periodo 1983-2005), entonces nuestro país alcanzará un PIB per cápita de 9 mil 071
dólares en 2020, de modo que al término de las primeras dos décadas del siglo XXI,
México continuará siendo un país subdesarrollado.

18
Si México se atreve a sacudirse los dogmas del Consenso de Washington -que han
regido las políticas económicas aplicadas durante los últimos 23 años- y opta por
diseñar endógenamente su propia estrategia de desarrollo e inserción eficiente en la
economía global, es perfectamente factible -como lo muestran las evidencias empíricas
internacionales de las economías exitosas, así como nuestra propia experiencia
histórica- que nuestra nación reencuentre el camino del crecimiento económico
sostenido, por lo menos a una tasa media similar a la observada bajo el modelo
económico precedente al neoliberal (lo cual no es exagerado, a la luz de la experiencia
internacional y de nuestras propias potencialidades). En este escenario, México
alcanzaría un PIB per cápita de 15 mil 493 dólares en 2020, dejando atrás el
subdesarrollo.

Este es el reto primordial de la Agenda del Desarrollo 2006-2020. El trabajo realizado


consiste, precisamente, en definir los grandes cursos de acción y las políticas públicas
que permitan superar el pobre y errático desempeño mostrado por la economía
mexicana durante el último cuarto de siglo, fortalecer la cohesión social de la nación y
abrir los cauces de un desarrollo sustentable, incluyente y democrático.

Sin pretender sintetizar toda la riqueza analítica y propositiva de los trabajos de


investigación que integran los quince volúmenes de la obra, apuntaremos algunas de sus
principales reflexiones y recomendaciones.

1) En virtud de que los procesos de globalización no generan espontáneamente, es


decir, por la simple acción de la “mano invisible del mercado”, un proceso de
convergencia económica, sino un ensanchamiento de las desigualdades entre
países pobres y ricos y entre estratos sociales perdedores y ganadores dentro de
cada país, México debe cambiar sustancialmente su actitud frente a los procesos
de globalización. En vez de un estilo pasivo de inserción en la mundialización, a
través de la liberalización económica a ultranza y de la reducción de las
funciones del Estado en la promoción activa del desarrollo, México debe
redefinir internamente, mediante políticas económicas y sociales activas, las
tendencias espontáneas del mercado mundial.

2) La hipótesis del fin de las ideologías y de la conformación de un modelo


económico único al que estarían convergiendo las naciones, no está validada por
las evidencias empíricas universales. No ha sonado el fin de la historia, ni está
suprimida la diversidad de estrategias de desarrollo e inserción en los procesos
globales. Por el contrario, las evidencias empíricas universales indican que
solamente los países que han ideado soberanamente sus propias estrategias
económicas en vez de someterse a las prescripciones del “pensamiento único”,
sintetizado en el Consenso de Washington, han conseguido una mejor inserción
en los procesos de globalización y han conseguido elevar aceleradamente sus
niveles de ingreso y bienestar.

En general, no ha existido un paraíso neoliberal en ninguna parte del mundo. Los


procesos exitosos de industrialización reciente o antigua, han incluido políticas de
fomento, caracterizadas por la prudente protección y liberalización comercial selectiva,
así como por un claro papel del Estado en el desarrollo económico y social, que no
coarta la acción de los agentes económicos privados, sino la apoya y estimula, que no
cancela las funciones primordiales del mercado, pero sí enfrenta las exigencias de un

19
desarrollo sostenido de largo plazo que el mercado por si sólo no resuelve
automáticamente.

No obstante estas regularidades o rasgos comunes, las evidencias empíricas


internacionales sugieren que no existe una fórmula única que conduzca hacia la
prosperidad: cada nación ha construido su propio camino hacia el desarrollo, en función
de sus tradiciones e instituciones, sus realidades y potencialidades, su audacia e
iniciativa histórica.

3) Después de casi un cuarto de siglo de experimentación del decálogo de políticas


económicas del Consenso de Washington, la prosperidad ofrecida a México por
los reformadores neoliberales brilla por su ausencia. Nuestro producto interno
bruto apenas ha crecido a una tasa media de 2.4% anual durante el periodo 1983-
2006; de modo que el PIB per-cápita apenas ha crecido a una tasa media del
0.7% anual. En contraste, bajo el modelo económico precedente al neoliberal,
que puede denominarse sin abuso modelo de la Revolución mexicana, basado en
la regulación del comercio exterior y en un relevante intervencionismo
gubernamental en el fomento económico, el producto interno bruto se
incrementó a una tasa media del 6.1% anual, de manera que, no obstante el
elevado crecimiento demográfico de aquel medio siglo, el PIB per-cápita
mexicano creció a una tasa media del 3.2% anual. Como referente externo, cabe
recordar que las exitosas economías del este de Asia, que aplicaron estrategias
económicas herejes al Consenso de Washington, lograron un crecimiento del
PIB per-cápita a una tasa media del 6.1% anual durante los años ochenta y del
5.7% anual durante el periodo 1997-2005.

4) Es necesario pasar a una visión integral de la estabilidad macroeconómica, que


comprenda tanto el control de la inflación y del balance fiscal, como la
estabilidad de las variables reales de la economía, el crecimiento sostenido del
PIB y del empleo.

La experiencia mexicana durante las tres últimas décadas, indica que lograr un
crecimiento económico rápido con fuertes rezagos cambiarios y elevados déficits
fiscales resulta a la larga costoso, porque la adicción al ahorro externo que tal
crecimiento genera, suele desembocar en crisis de balanza de pagos. Asimismo, el logro
del equilibrio de las cuentas externas y fiscales, conseguido mediante un drástico recorte
del gasto público promocional del desarrollo y una rígida restricción monetaria, resulta
tremendamente costoso por el desempleo y la subutilización de capacidades productivas
instaladas.

Así mismo, las estrategias macroeconómicas que erigen la estabilidad de los precios en
objetivo prioritario a ultranza, utilizando el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria,
altas tasas de interés y rígidas políticas de austeridad fiscal, desestabilizan el
crecimiento del PIB y del empleo, arrojando altísimos costos en términos de desperdicio
de capacidades productivas y humanas

5) La atención eficiente de las responsabilidades ineludibles del Estado en la


promoción activa del bien común (salud pública, formación de recursos
humanos, infraestructura, etc.) hacen necesario elevar considerablemente el
gasto público sobre bases sostenibles en el largo plazo, lo que implica
incrementar significativamente los ingresos tributarios del Estado. Para ello es
necesario ampliar la base de contribuyentes y de ingresos sujetos a tributación.
20
Además, es necesario mejorar considerablemente la fiscalización y combatir
resueltamente la evasión fiscal (recuérdese que diversas estimaciones sitúan entre 40%
y 60% la evasión tributaria, es decir, entre 4 y 6 puntos porcentuales del PIB).

Mediante este conjunto de acciones es perfectamente factible incrementar en más diez


puntos porcentuales del PIB la recaudación tributaria.

6) Para lograr el crecimiento sostenido a la tasa que requiere la economía mexicana


(más del 6% anual), es necesario elevar significativamente los coeficientes de
ahorro interno y de inversión. Para lograrlo es necesario “mediante adecuadas
señales enviadas a través de los mercados” compatibilizar las entradas de ahorro
externo con los objetivos macroeconómicos de competitividad cambiaria y tasas
de interés que incentiven la inversión física; así como desactivar o atemperar la
volatilidad de los pasivos externos de corto plazo, introduciendo los incentivos y
desincentivos adecuados.

Las evidencias empíricas internacionales apuntan hacia una relación de largo plazo
entre el incremento del ahorro interno y la expansión económica, sugiriendo un nexo
causal desde el crecimiento económico hacia el ahorro. En consecuencia, el camino
primordial para elevar el ahorro interno, no consiste en incentivar el desarrollo
independiente de la esfera financiera, sino en incentivar la inversión física (y, eo ipso, el
crecimiento económico) subordinando la esfera financiera a los intereses superiores de
la economía real, mediante eficaces regulaciones del sistema financiero, impulsando la
banca nacional de desarrollo y abriendo más amplios y mejores cauces para la entrada y
desarrollo de nuevos intermediarios financieros.

7) Es necesario desplegar una política industrial manufacturera con instrumentos


sectoriales de fomento y no solamente con instrumentos horizontales
(tratamiento igual a todos los sectores, ramas, regiones y empresas). Ninguna
evidencia indica que el mercado lleva a la convergencia en niveles de desarrollo
e industrialización, más aún cuando la diferencia tecnológica aporta la base de la
competencia para destruir al rezagado, a través de la innovación. La historia
económica muestra que tanto en Europa, Estados Unidos y más aún en Japón,
Taiwán o Corea del Sur, la industrialización exitosa derivó de especialidades
adquiridas a propósito e impulsadas con instrumentos sectoriales.

El impulso a la micro, pequeña y mediana industria, como parte de estos enlazamientos


productivos, es elemento central de una nueva estrategia de industrialización, cuyos
instrumentos, integrados en paquetes especiales para propósitos específicos

8) Siendo la industria energética una piedra angular del desarrollo futuro de


México, su expansión y modernización debe impulsarse con criterios e
instrumentos modernos de política industrial. El desarrollo de capacidades
tecnológicas y las externalidades espontáneas e inducidas que generan los
complejos energéticos deben ser revitalizados. En la industria petrolera es
necesario retomar el objetivo, hoy abandonado, de generar tecnologías propias,
cuya viabilidad está comprobada por experiencias de otros países en desarrollo
(v. gr. Petrobras en Brasil, como un líder tecnológico mundial en perforación
profunda)

El Estado debe seguir siendo responsable de la industria eléctrica. Sin privatizarla, es


posible la expansión y modernización de la industria con horizonte de planeación

21
estratégica de largo plazo. Su privatización no necesariamente mejoraría el servicio ni
reduciría las tarifas eléctricas: podría ocurrir exactamente lo contrario, como lo
muestran diversas experiencias internacionales. Los problemas actuales de la industria
derivan de la brusca caída de la inversión pública para su expansión y modernización.

9) Sin solución a los problemas del campo, la viabilidad económica del país está
comprometida. El sector agropecuario puede desempeñar importantes funciones
en el futuro de la economía: satisfacer la demanda interna de alimentos y
materias primas agropecuarias y generar excedentes exportables en los nichos
donde tenemos un lugar tradicionalmente fuerte en el mercado mundial
(hortalizas, café, etcétera), contribuyendo así a reducir presiones sobre el sector
externo; generar empleos adicionales en el medio rural, aligerando presiones
sobre el mercado de trabajo urbano; irradiar efectos multiplicadores sobre el
conjunto de la economía mexicana; preservar y mejorar el medio ambiente, pero
una economía agrícola dinámica sólo es factible mediante políticas sectoriales de
fomento:

10) La productividad y la riqueza de las naciones están determinadas


fundamentalmente por el desarrollo de las aptitudes de sus ciudadanos. Por eso,
la inversión en educación, capacitación, investigación científico-técnica, e
innovación tecnología constituye la más fructífera asignación de recursos que las
naciones pueden hacer para la construcción de su futuro.

Es necesario que los diseñadores de políticas públicas y sus operadores se percaten de


que el logro de la eficiencia competitiva no es cuestión de simple buena voluntad de los
empresarios. Cada uno quisiera ser el mejor del mundo en su respectivo campo.
Conseguirlo, sin embargo, requiere múltiples precondiciones que escapan de las
decisiones individuales.

Por eso, de la visión neoliberal que concibe la elevación de la eficiencia y la


competitividad de la planta productiva nacional como responsabilidad exclusiva de cada
empresario, sin que el Estado aporte o genere las condiciones externas —económicas e
institucionales— que lo hagan factible, hay que pasar a una visión realista donde el
Estado asuma y cumpla eficazmente sus responsabilidades en el desarrollo económico y
humano.

11) El pobre crecimiento económico que se ha observado durante las últimas


décadas ha traído consigo un escaso crecimiento del empleo formal y un
creciente desempleo encubierto en el sector informal (de baja tecnología y
productividad), lo cual ha provocado el ensanchamiento de las desigualdades en
la distribución del ingreso, el incremento de la pobreza y la migración al
exterior. Dada la dimensión de estos fenómenos, los programas para combatir la
pobreza (Pronasol, Progresa y Oportunidades) han resultado absolutamente
insuficientes para contrarrestar los costos sociales del pobre y volátil
crecimiento económico.

Por eso, la reducción de la desigualdad y la erradicación de la pobreza deben ser


concebidas no como algo extrínseco a la estrategia económica (como algo susceptible
de lograrse a través de simples mecanismos de compensación social), sino como algo
intrínseco al correcto funcionamiento de la economía, ergo como efecto natural de una
nueva estrategia de desarrollo realmente incluyente de toda la población en las tareas y
los beneficios del desarrollo.
22
12) Es necesario asumir congruentemente la visión moderna de los derechos
humanos, que va más allá de los derechos civiles (libertad de expresión, prensa,
etc.) y se extiende a los derechos económicos, sociales y culturales (derecho a
servicios de salud y educación, al trabajo, a una pensión digna, etc.). Desde
luego, el ejercicio de estos derechos supone la existencia de una política
económica que propicie la creación de riqueza, además de la existencia de
estructuras de poder que reflejen y protejan los derechos de las mayorías
nacionales.

13) Puesto que las desigualdades espaciales se han acrecentado durante las últimas
décadas, acentuándose dramáticamente la polarización entre regiones, son
necesarias políticas activas para reducir las desigualdades. Para ello, se requiere
una estrategia integral de desarrollo que incluya una geoestrategia nacional de
largo plazo (como país respecto a otros países) y una geoestrategia interna. En la
estrategia interior de desarrollo regional, la descentralización de las políticas
públicas y de las entidades gubernamentales encargadas de su ejecución; y, por
tanto, la descentralización de recursos y tareas de promoción económica y social
(es decir, de políticas industriales, agrícolas, de fomento turístico, servicios de
educación, salud, etc.) debe jugar un papel de alta relevancia. El propósito es
enfrentar de manera simultánea, desde el ámbito nacional (de un nuevo proyecto
endógeno de inserción en la economía mundial) y desde el ámbito regional (de
proyectos regionales endógenos de desarrollo), los efectos adversos y las
potencialidades de una inserción exitosa en la mundialización.

14) Lograr un crecimiento económico que conserve y enriquezca en vez de destruir


las bases naturales en las que inevitablemente se asienta la actividad humana,
constituye un parámetro y objetivo esencial de una estrategia consistente de
desarrollo sustentable, que es un imperativo de nuestro tiempo. Hoy día, la
degradación ambiental es una realidad cuyas expresiones se encuentran en
prácticamente todas las regiones de nuestro país, alcanzando en muchas de ellas
signos de gravedad que afectan nuestros recursos naturales y, por tanto, las
potencialidades del desarrollo económico nacional y la calidad de vida de la
mayoría de los mexicanos.

Por eso, el Estado debe asumir plenamente sus responsabilidades, normando y vigilando
la utilización racional de los recursos naturales y el mejoramiento ambiental.

15) La democracia en el verdadero sentido de la palabra es mucho más que


elecciones libres y transparentes. La verdadera democracia supone la
participación en la toma de decisiones, entre las que destacan aquellas que
afectan en mayor medida la vida diaria de la gente. Entre éstas se encuentran las
decisiones económicas, porque no sólo existen disyuntivas de políticas que
arrojan resultados distintos en términos de crecimiento económico (en el corto,
mediano y largo plazos), sino también resultados que afectan desigualmente a
las ramas de la producción y a los grupos sociales. De allí la importancia de
contar con instituciones públicas —especialmente de las hacedoras de políticas
económicas— que realmente encarnen los intereses generales de la nación y no
sólo sirvan a intereses especiales.

23
El gran cambio para consolidar la democracia consiste en pasar a un sistema político
donde “los habitantes perciban que se está gobernando para ellos y no para el bien de
unos pocos”. Este es, ciertamente, el gran reto del desarrollo mexicano.

24
IV.“México hacia el 2025: Reflexiones y Propuestas”
(Centro de Estudios Estratégicos Nacionales)

La disputa por la Nación no solo sigue vigente, sino que ha conducido a México a una
encrucijada histórica, en la que puede desaparecer como Estado Nación independiente,
con el riesgo de convertirse en un apartheid estadounidense.

En México prevalece uno de los capitalismos más irracionales, injustos y vulnerables


del mundo, lo que demanda reconstruir el proyecto histórico de los mexicanos en el
siglo XXI.

Se ha constatado de manera irrefutable la involución económica, social y política del


país en los últimos veinticinco años; el estancamiento estabilizador1,
desindustrialización, dependencia agroalimentaria, concentración del ingreso, crisis
fiscal sistémica, pérdida de competitividad, deterioro del mercado interno y del poder
adquisitivo del salario, pérdida de población, desigualdad, pobreza y concentración
económica, que caracterizan a la economía política mexicana y conducen al país a una
violencia creciente y multidimensional.

Este deterioro y los intereses en conflicto, explican la polarización social, política,


económica, regional e ideológica del país, así como su devaluada presencia
internacional.

El reconocimiento de estos síntomas no equivale a un diagnóstico, pues ello requiere


señalar causas y no sólo describir fenómenos. Estos hechos no constituyen realidades
aisladas, sino que son partes de un mismo todo.2

La ausencia de un diagnóstico consensuado sobre las causas de fondo que expliquen los
problemas nacionales, establece un límite objetivo a la construcción de acuerdos
políticos sobre el presente y futuro de la Nación, a la división y cooperación de los
poderes públicos y a la sustancia de los procesos electorales.

Sin embargo, es absolutamente claro que es necesario modificar el curso histórico de


México, como condición para garantizar la soberanía, libertades, derechos humanos y la
justicia en nuestro país.

No se trata de una cuestión solamente económica, ni de economía política, sino del


proyecto de desarrollo nacional: México requiere recuperar su independencia

1
De 1932 a 1982, durante medio siglo, el PIB de México creció en promedio el 6.5% anual, y el PIB per cápita
creció el 3% anual, con un crecimiento demográfico superior al 3%; y por otra parte, durante el ciclo neoliberal de
dependencia, de 1982 a la fecha, el crecimiento promedio ha sido del 2.3% del PIB, con un crecimiento del PIB per
cápita de 0.6% anual.
2
CENTRO DE ESTUDIOS ESTRATEGICOS NACIONALES. México hacia el 2010. Pensar y Decidir la Próxima
Década; Centro de Estudios Estratégicos Nacionales, Instituto Politécnico Nacional, Universidad Autónoma
Metropolitana, Editorial Noriega; México, 2000. Dos Volúmenes. Tomo I, 802 p; Tomo II, 507 p. El CEEN
promueve el pensamiento estratégico nacional, con la participación de universidades, organismos empresariales,
sindicales, campesinos y colegios profesionales.
MONTOYA Martín del Campo Alberto (Coord.). México hacia el 2025; Centro de Estudios Estratégicos Nacionales,
Instituto Politécnico Nacional, Universidad Autónoma Metropolitana, Universidad Iberoamericana, Editorial
Noriega, México, 2003. Dos Tomos.

25
económica, lo que no equivale a autarquía, sino al poder económico nacional, como
condición necesaria para recuperar la capacidad de crecimiento y desarrollo.

Si hace 200 años el horizonte histórico era la independencia, en el siglo XXI tiene que
ser la justicia, entendida como reconocimiento eficaz de la dignidad y libertad de todo
individuo; lo que exige una nación económicamente independiente.

Se propone como hipótesis causal de la involución del poder nacional, de la


dependencia económica y la desigualdad creciente y estructural, la imposición en
México de políticas e instituciones que contravienen los mandatos jurídicos, políticos y
éticos fundamentales de la Constitución del 17, y su sustitución por gobiernos que
asumen como responsabilidad principal, el garantizar los procesos globales de
acumulación y no el desarrollo justo de la sociedad mexicana.

El Estado mexicano ha firmado tratados internacionales en materia económica, que de


hecho prevalecen sobre la Constitución e impiden la adopción de políticas económicas
en función del desarrollo nacional, al establecer derechos asimétricos en beneficio de las
corporaciones globales, nacionales y extranjeras, sobre los organismos del Estado en las
áreas estratégicas, el sector social y las empresas de capital nacional.

Las bases de esta economía política dependiente, establecida el último cuarto de siglo,
que explicarían de conjunto la realidad nacional y sus tendencias, son:

1. Los derechos reconocidos a la inversión extranjera directa e indirecta, que sujetan al


Estado, la sociedad, empresarios, trabajadores y recursos naturales mexicanos, a la
acumulación de las corporaciones globales.

2. Los derechos de comercio que permiten a las corporaciones globales acceso al


mercado nacional, público y privado, en condiciones preferentes, dadas sus
condiciones, escalas y costos de producción.

3. El derecho de las grandes corporaciones de no pagar impuestos en México (y


posiblemente tampoco en sus países de origen), a través de los mecanismos de
consolidación fiscal y tratados para evitar la doble tributación.

4. La exigencia de pagar bajos salarios y desmantelar derechos sociales y laborales.

Estas bases han demostrado ser irracionales e injustas para el interés nacional.

Los gobiernos neoliberales mexicanos han establecido y llevado a la práctica políticas


públicas contrarias a la Constitución, cuyo objetivo deliberado es disminuir el poder
nacional, el abandono de la rectoría económica del Estado y su sustitución por el poder
tecnológico, financiero y de mercado de las corporaciones globales. No se trata de una
imposición externa absoluta, sino un acuerdo transnacional de poderes económicos y
élites políticas. Este poder económico concentrado, ha colonizado y usufructúa las
facultades y poderes públicos.3

La alianza de los grandes empresarios mexicanos con el proyecto estadounidense se


plasmó en el TLCAN y ello constituye el factor explicativo más importante del curso
que ha seguido el capitalismo mexicano en el último cuarto de siglo.
3
El neoliberalismo consiste en el abandono de los deberes del Estado nacional para promover la creación de riqueza;
su distribución social, y la justicia y equidad en la sociedad. No existe ahora un Estado mundial.

26
Esta alianza determina el comportamiento de los partidos políticos más importantes,
explica la selección de candidatos al poder ejecutivo y legislativo y el contenido de las
políticas públicas.

El resultado de este pacto transnacional se ha convertido en el determinante del pacto


social mexicano, en el cual se plasman los derechos y deberes de los mexicanos, en
relación al proceso de creación de la riqueza, la propiedad, y la aportación para los
bienes públicos, a través de las contribuciones fiscales.

La reforma neoliberal del Estado, orientada a la reducción y modificación de su


responsabilidad para promover la creación y distribución de la riqueza en México, y a
favor de la acumulación global, se ha llevado a cabo a través de los siguientes procesos:

1. Difusión obsesiva en la sociedad y la opinión pública, de una ideología fatalista y


determinista sobre la globalización, de pretendida aunque falsa base científica, que
convierte los medios en fines, y difunde falacias geopolíticas, sobre la supuesta
perfección y superioridad de los mercados, la supuesta neutralidad del Estado, el
determinismo del pensamiento único, y el ataque como irracional, de cualquier
propuesta de autodeterminación nacional en la economía. Esta ideología no sólo se
refuta con argumentos, sino con los actos de los países más ricos hacia lo interno de
sus sociedades, que son totalmente opuestos a sus exigencias hacia el mundo. El
desarrollo de los pueblos como fin, es sustituido por las utilidades y poder de las
corporaciones globales.

2. Vulneración y deterioro de la vida democrática y aumento del poder mediático.

3. Reducción del ingreso y gasto público y de las capacidades normativas del Estado, a
un nivel que no existe en ningún país desarrollado. En México el gasto público se
redujo del 44% del PIB en 1982 al 24% en 2009, mientras el promedio en los países
de la OECD es del 42% del PIB.

4. Reducción del poder del Estado nacional para imponer impuestos a las
corporaciones globales, nacionales y extranjeras, que no tributan lo mismo que en
otras partes del mundo y hace descansar el 75% de los ingresos tributarios (IVA,
ISR) en las personas físicas. Los ingresos tributarios en México son del 10% del
PIB, de 14% en América Latina y en promedio de 25% en la OECD. El ISR
empresarial pagado en México es del 2.5% del PIB, cuando es de 16% del PIB en
Japón.

5. Uso de la renta petrolera durante la década de los años 80 para dar servicio a la
deuda externa (10% del PIB); y después para compensar el déficit de recaudación de
las grandes corporaciones y de individuos con mayor riqueza.

6. Utilizar la renta petrolera para gasto corriente de manera irracional e inmoral, para
sostener un precario equilibrio macroeconómico. Del año 2000 al 2006 se extrajeron
la mitad de las reservas probadas (15,000 de 30,000 MDB); PEMEX pagó más de
250,000 MDD de impuestos, que no se invirtieron, sino que se destinaron al gasto
corriente, lo que constituye una traición al interés nacional.

7. Reducción de la inversión pública del 12.5% del PIB en 1982 al 4% actualmente, lo


que impide al Estado promover la inversión privada.

27
8. Socialización de las pérdidas de los rescates financieros y económicos hacia los
ciudadanos mexicanos y privatización de los beneficios por corporaciones
extranjeras. El quebranto bancario se hizo deuda pública de manera ilegal y se
cambió la ley para permitir 100% inversión extrajera, lo que condujo a la práctica
desaparición de la banca privada nacional; y su sustitución por un sistema de pagos
controlado por entidades financieras extranjeras, que obtienen ganancias
extraordinarias, no otorgan crédito a tasas competitivas y constituye un freno
estructural al desarrollo nacional.

9. Desmantelamiento de la política de fomento económico en todos los sectores y


ausencia de una política científica y tecnológica vinculada a la economía, y a las
necesidades y amplias posibilidades del país.

10. Desmantelamiento de la política comercial en función del desarrollo nacional, con el


objetivo de convertir a México en una potencia importadora y no exportadora. El
déficit comercial acumulado de 1998 a la fecha es superior a los 80 mil millones de
dólares; sin embargo si se excluyen la maquila y las exportaciones de crudo, éste
déficit hubiera sido del orden de 500,000 millones de dólares. El paradigma es
insostenible por sí mismo.

11. Privilegiar a importadores e inversionistas extranjeros, lo que ha reducido la


industria del país del 25% al 17% del PIB. Esta pérdida de cadenas industriales es
un límite decisivo para el crecimiento, pues el contenido importado para crecer no
es compensado por la IED. Altas tasas de crecimiento conducen a un desequilibrio
inmediato de la balanza comercial y de pagos, por lo que se mantiene un freno
permanente al crecimiento.

12. Reducción del poder adquisitivo del salario mínimo en un 70% en dos décadas, lo
que reduce el mercado interno y genera pobreza, pero que se mantiene como política
permanente, pues constituye el ancla definitiva de la política monetaria para
contener la inflación. El salario es la única mercancía con control de precios en
México, lo que explica la creciente desigualdad.

13. Uso de las divisas del país y remisión sin control de las utilidades de la IED.

14. Participación de la IED en actividades estratégicas reservadas por la Constitución al


Estado mexicano, y control de áreas estratégicas como la banca, infraestructura,
seguros, seguridad social, alimentación y servicios.

15. Reglas de competencia que legitiman la concentración económica, la operación de


mercados oligopólicos y sus utilidades extraordinarias.

16. Promoción de la dependencia alimentaria (importamos el 25% del maíz, 57% de la


carne de cerdo, 80% del arroz, 50% del trigo, primer importador mundial de leche),
lo que ha causado el aumento de seis millones en pobreza alimentaria en los últimos
tres años, elevando el número a veinte millones.

17. Promoción deliberada de la dependencia energética y el contratismo de empresas


extranjeras, violando la Constitución. El 70% de la exploración y extracción de
crudo la realizan empresas transnacionales; se importa el 40% de la gasolina, y el
40% de la electricidad se genera por empresas transnacionales, a un costo financiero
y de oportunidad extraordinario para los mexicanos.

28
18. Aumento de la deuda pública interna con un alto costo fiscal para el país.

19. La pérdida de soberanía económica, de capacidad de crecer, de aumentar empleos,


lo que genera una creciente marginalidad, exclusión y violencia social, conduce de
manera necesaria a la pérdida de soberanía política y militar.4

A esta condición del país, se debe añadir otra consideración estratégica: no es plausible
bajo ningún escenario, que el papel de PEMEX como compensador de los
desequilibrios inherentes a esta economía política dependiente, se pueda mantener hacia
el futuro.

La declinación de la producción y la reducción de la renta disponible por los aumentos


de los costos de extracción, reducirán de manera constante la aportación de divisas del
PEMEX al Banco de México (99% de las mismas), así como su aportación fiscal, que se
irá reduciendo del actual 38% del total del gasto público federal en los próximos años.
Ello se traducirá de manera necesaria en políticas contraccionistas muy severas, para
mantener el precario equilibrio macro.

Es tan grave la postración y debilidad estructural de la economía política mexicana,


subordinada a la acumulación global, que los mismos Servicios Económicos del Grupo
BBVA, estiman que México crecerá en promedio 2% anual durante los próximos
veinte años.5

México no puede crecer ni crear empleos y mejorar el ingreso de la sociedad con este
paradigma. La condición permanente de dependencia comercial, tecnológica, de
inversiones, monetaria, energética, alimentaria, industrial, cultural y militar, es
inaceptable e insostenible.

Aunque el actual orden social, económico y político ha beneficiado a un reducido


número de personas y corporaciones, es evidente que es insostenible y que no se
corregirá por sí mismo, sino a través de una ampliación del poder ciudadano, mediante
un amplio debate político nacional, argumentado, plural, con la participación de la
sociedad, para el diseño de decisiones de Estado orientadas a su transformación.

México es un Estado-Nación constituido a lo largo de los siglos, por individuos libres y


soberanos en sus decisiones, por lo que la modificación del actual estado de cosas no es
una opción, sino una necesidad histórica. México no es un territorio para que las
empresas globales realicen sus utilidades y vendan sus productos.
4
La estrategia para imponer la hegemonía estadounidense requiere la subordinación y control de las policías,
ejércitos, sistemas judiciales y partidos políticos de otras naciones, a los intereses y voluntad de los Estados Unidos.
El uso de la “guerra” contra el narco por parte de otros países, es el instrumento para la incorporación de los aparatos
militares y de seguridad extranjeros, en función de una amenaza cuyo origen se sitúa precisamente en los Estados
Unidos, quienes se asumen unilateralmente en nación “certificadora” de la conducta de dichos estados extranjeros.
Esta estrategia le permite a Estados Unidos tener a 1400 agentes en el territorio mexicano, para actuar en contra de la
economía criminal, pero que de manera necesaria son parte integrante de la red de inteligencia estadounidense sobre
la situación social, política y económica del país.
5
Jeanette Leyva Reus. “México crecerá 2% en promedio durante los próximos veinte años”. El Financiero.
Noviembre 12, 2009. P. 3

29
México tiene el imperativo y la posibilidad de ser una potencia económica sobre sus
propios méritos, para poder crecer de manera sostenible, ofrecer empleos a la actual y
futuras generaciones, distribuir el ingreso de manera equitativa, satisfacer sus
necesidades de alimentación, energía, salud, educación, transporte, servicios y
necesidades de la sociedad de la información sobre bases propias.

La nueva economía política de México como potencia económica con libertades,


inclusión social, equidad, democracia y respeto a los derechos humanos, requiere
revertir los procesos de los últimos veinticinco años, privilegiar la producción y no el
comercio internacional y a los actores económicos nacionales y no a los extranjeros, a
través de lo siguiente:

1. Fortalecer la identidad y cohesión social nacional, mediante la identificación de los


mexicanos sobre la base de sus intereses legítimos, como proyecto propio de futuro
ante las fuerzas de la globalización.

2. Restablecer la prelación de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos sobre las empresas y los poderes de la globalización.

3. Superar la ideología neocolonialista de dependencia hacia los Estados Unidos y


proponer como finalidad de los mexicanos llegar a ser una potencia económica
sobre la base del ahorro e inversión nacionales, el desarrollo de tecnologías, la
reindustrialización del país, la soberanía agroalimentaria y nutricional, la plena
operación y fortalecimiento de los organismos del Estado en los sectores
estratégicos y un nuevo pacto social sustentado en el aumento de la productividad en
todos los sectores y regiones y del reparto de la misma a los factores de la
producción y los impuestos para las responsabilidades públicas.

4. Establecer la democracia económica, la rectoría del Estado en la economía y una


planeación de la economía nacional a corto, mediano y largo plazos, mediante el
sistema nacional de planeación y un Consejo Económico y Social.

5. Un nuevo pacto fiscal que obligue a las empresas globales a pagar los mismos
impuestos que pagan en sus países,

6. Aumentar el ingreso/gasto del sector público a un 42% del PIB en 15 años, de


acuerdo al promedio del tamaño del sector público en los países de la OCDE.

7. Utilizar la renta petrolera exclusivamente para inversión en un plazo de 5 años.

8. Sustentar el crecimiento en el aumento del mercado interno y la restitución de las


cadenas industriales y de servicios de valor agregado.

9. La renegociación de los tratados comerciales e inversión, sobre la base de una


evaluación objetiva de sus contenidos jurídicos y de justicia, y en función de los
intereses nacionales.

30
10. Hacer equivalentes los mandatos del Banco de México con los mandatos de la
Reserva Federal estadounidense.

11. Movilizar y capitalizar al sector social de la propiedad y de la economía.

12. Impulsar el avance científico-tecnológico y el cambio de la industria nacional.

13. Rescatar el poder detonador de las compras de gobierno para las industrias y
servicios de capital nacional, especialmente de los organismos públicos.

14. Recuperar el carácter público de las instituciones de seguridad social y el ahorro de


los trabajadores.

15. Garantizar la soberanía agroalimentaria y nutricional sobre la base de los


productores nacionales.

16. Establecer un nuevo federalismo corresponsable que fortalezca al Estado nación y


cambie las actuales tendencias centrífugas de la globalización.

17. Protección de los recursos naturales, tierras, agua, mares, biodiversidad, bosques,
recursos minerales y estratégicos, para el desarrollo nacional y sobre la base de los
organismos públicos en las áreas estratégicas y de empresas del sector social y de
capital privado nacional.

18. Rescatar las infraestructuras y desarrollar las nuevas infraestructuras de la economía


del conocimiento, sobre la base de desarrollos tecnológicos propios y empresas de
capital nacional.

19. Desarrollar alianzas con los países de América del Sur, mediante inversiones
financieras conjuntas, en sectores energéticos y estratégicos como el transporte, para
equilibrar las relaciones económicas y políticas de México con otros países.

31
V. “Acuerdo Nacional para el Desarrollo y Modernización
de México (programa 3x3)”
(Consejo Coordinador Empresarial)
Los organismos que conforman el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) proponen
sacar adelante… “los acuerdos que hagan posible consolidar y hacer exitoso el actual
modelo económico, mediante ajustes que permitan multiplicar, reforzar y dar autonomía
a los motores que impulsan a nuestra economía”6…

Para el CCE México requiere de reformas que dependen de acuerdos esenciales y


compromisos que rebasen intereses partidistas o particulares, a través de impulsar un
consenso político que favorezca el bienestar general de la población.

La suma de esfuerzos de todos los actores políticos, para el CCE, deberá enfocarse hacia
un Acuerdo Nacional para el Desarrollo y Modernización de México, contenido en
el Programa 3 x 3 para el Desarrollo de México.

El Programa que propone el CCE, contiene 3 ejes rectores con 3 paquetes de medidas
prioritarias para cada uno, que se pretende sean aprobadas por la presente legislatura del
Congreso de la Unión, y se sustenta en la concepción de que estas medidas contribuyen
al crecimiento sostenido de la economía, y a la articulación del modelo económico y
político del país.

La tesis básica del CCE es que el modelo económico adoptado por México no es el
origen de los incipientes resultados económicos, sino la falta de decisiones necesarias
para que el modelo funcione y el país avance.

¿Por qué falla en México un modelo económico que en otros países sí funciona?, se
pregunta el CCE, y responde que la diferencia se debe en que en esos países –donde
impera un modelo de economía mixta, con mercados abiertos y responsabilidad social-
existe una mejor articulación entre los modelos económico, político, social y de justicia,
lo que permite que el Estado funcione con eficacia, al cumplirse las leyes y normas,
para potenciar los motores del crecimiento dando así viabilidad a los gobiernos y
bienestar a sus habitantes.

Falta en consecuencia, concretar las transformaciones en el entramado institucional y


político, partiendo de acuerdos, para logar ajustes al modelo que dé autonomía a los
motores que impulsan la economía.

En el diagnóstico del CCE, Petróleo y Exportaciones son los motores de la economía


mexicana desde la apertura comercial y la integración al mercado estadounidense,
generando dependencia y vulnerabilidad –que agravada por la crisis financiera y la
recesión mundial- han debilitado las finanzas públicas, así…”la ilusión de garantizar
nuestra soberanía por la vía de administrar la riqueza petrolera, a través de un
monopolio de estado, se ha desvanecido”7., por lo que es urgente corregir y diversificar
los mecanismos para impulsar el desarrollo.

6
Oficio del 27 de agosto de 2009, dirigido al Lic. Ángel Buendía Tirado, presidente del CNE, por el Lic. Armando
Paredes Arroyo L., presidente del CCE.
7
CCE, Acuerdo Nacional para el Desarrollo y Modernización de México, Programa 3x3. México, Agosto de 2009.
Pág.2

32
Para ello se requiere, según el CCE, de un modelo político que privilegie el diálogo y la
construcción de acuerdos; que haga funcional la desgastada arquitectura
institucionalidad y garantice el tránsito a una administración pública eficiente y
transparente.

Los ejes rectores del Programa 3x3 son:

I. Acciones para concretar cambios profundos en el modelo político,


institucional y de la administración pública;

II. Acciones para reforzar y multiplicar los motores del desarrollo


sostenible;

III. Acciones para mejorar el ambiente productivo.

Para alcanzar estos propósitos, se proponen 3 paquetes de acciones para cada eje.

Para el Eje I, se plantea:

1. Reforma del Estado

2. Democracia y Libertad

3. Seguridad y Estado de Derecho

Para el eje II, se considera:

1. Finanzas Públicas Sanas

2. Reforma Laboral

3. Reforma Educativa

Finalmente, para el Eje III, se propone:

1. Pobreza y desarrollo social

2. Energía y sustentabilidad

3. Competitividad

I. Para concretar cambios profundos en el modelo político, institucional y de la


administración pública, se plantea:

I.1.- La Reforma del Estado es el punto de partida para la transformación que requiere
el país. Ello incluye revisión de dimensiones y operación del congreso: reducción del
número de legisladores, reelección limitada de diputados y presidentes municipales,
iniciativa preferente, mecanismos para garantizar el equilibrio de poderes, sustitución
presidencial, transparencia y rendición de cuentas y fortalecer a la Auditoría Superior de
la Federación.

I.2.- La Democracia y Libertad son condiciones para el desarrollo que no pueden ser
administradas intermitentemente, por ello es necesaria una nueva reforma electoral (que

33
reestablezca la libertad de expresión) que ajuste el gasto y atribuciones del IFE, acotar
campañas, impulsar candidatos independientes, transparencia al interior de los partidos
y la segunda vuelta en la elección presidencial.

I.3.- Seguridad y Estado de Derecho son indispensables para progreso sostenible. Para
ello se propone la plena aplicación de la ley al afianzar la cultura de la legalidad y
combatir la impunidad; así como una reforma profunda de las instituciones de seguridad
pública y una transformación integral del sistema de justicia, revisar el esquema de
readaptación social, el Sistema Nacional de Seguridad Pública, del Ministerio Público y
mejorar las condiciones económicas y laborales del poder judicial.

II. Para reforzar y multiplicar los motores del desarrollo sostenible, se consideran las
siguientes acciones:

II.1.- Las Finanzas Públicas Sanas son indispensables para la función gubernamental,
por ello se requiere de un sistema hacendario sólido y competitivo que fomente
productividad, trabajo e inversión; promueva la creación de empresas, combata la
informalidad, amplíe la base de contribuyentes, mejore y simplifique la recaudación y
se lleve a cabo en los tres órdenes de gobierno para que cumplan con su tarea
recaudatoria.

Por el lado del gasto e inversión, se propone su asignación y ejercicio eficaz y


transparente para cumplir con las tareas de gobierno en materia de educación, salud,
seguridad, investigación e innovación tecnológica, infraestructura y seguridad social.
Así mismo, se propone que para sanear las finanzas públicas se atienda el problema de
las pensiones del IMSS, Pemex y CFE al igual que se hizo en el ISSSTE.

II.2.- La Reforma Laboral parte una nueva Ley Federal del Trabajo que fortalezca un
régimen laboral adecuado y flexible, que reconozca las necesidades del siglo XXI, que
debe estar dirigido a hacer atractiva la economía formal, a hacer más justa y profesional
la impartición de la justicia laboral, dar certeza a la inversión productiva, privilegiar la
conciliación y regular la vida sindical. La competencia de México debe ser con
capacidad, calidad y productividad de sus trabajadores, no con costos o salarios bajos.

II.3.- La Reforma Educativa es indispensable para dar un salto cualitativo y promover


la movilidad social, es clave para construir un país equitativo y competitivo, que premie
el talento, excelencia y creatividad con la participación positiva de maestros, fortalezca
al INEE, asuma los compromisos de la Alianza por la Calidad de la Educación y
reconozca los exámenes nacionales y un programa efectivo de becas, para apoyar la
expansión de la clase media con la preparación de educadores para el futuro.

III. Las acciones para mejorar el ambiente productivo y abrir oportunidades de


bienestar para los mexicanos incluyen:

III.1.- El combate a la Pobreza mediante el Desarrollo Social permite dar bases


distintas a este fenómeno en tanto se evita la subsidiaridad. Solo el crecimiento
económico a elevadas tasas, puede resolver la pobreza y ésta debe atacarse a través de

34
programas sociales que impulsen la creación de capital humano y con programas
temporales compensatorios, en tanto se transita hacia una economía moderna.

Para lograr lo anterior, se propone hacer una reingeniería de las dependencias,


programas y subsidios; sistemas de información que muestren claramente beneficiarios,
resultados, defina los sectores estratégicos y se generen nuevos polos de desarrollo en
zonas atrasadas, como el sur del país. Se debe avanzar a un sistema universal de salud y
de pensiones que estimule la formalidad

III.2.- Energía y Sustentabilidad. El crecimiento económico debe basarse en un


desarrollo limpio mediante el aprovechamiento de energías renovables.

Primeramente, se propone concluir la reforma petrolera para crear un mercado


energético, mediante la liberación de restricciones a la comercialización interna, a la
inversión privada y a la importación de derivados, a fin de romper el monopolio estatal
sin romper con el mandato constitucional. En segundo lugar, se plantea abrir
oportunidades a empresas mexicanas para que impulsen y participen en la cadena de
valor de la explotación petrolera, sin trastocar la constitución.

Escasez de agua y cambio climático, es el binomio que impacta también al ámbito


económico, por ello, es imperativo reducir las emisiones de gases de Efecto Invernadero
(GEI) y descarbonizar la economía, a efecto de contar con nuevas fuentes de energía,
seguridad alimentaria, disponibilidad de agua y materias primas, prevención de
enfermedades y reforzamiento de esquemas de protección civil.

Esto puede significar nuevas oportunidades para el desarrollo de nuevos negocios,


fuentes de empleo y cadenas productivas vinculadas a energías renovables; por lo que se
requiere de una política de Estado en materia de cambio climático como parte de una
política nacional de desarrollo empresarial; así como de una nueva Ley de Aguas
Nacionales para incrementar su disponibilidad, mediante más infraestructura y
regulación de su uso.

III.3.- La competitividad es el medio idóneo para amortiguar la crisis económica,


mediante la atracción de nuevas inversiones, por lo que necesita de insumos para la
producción a precios internacionales, la participación activa de la banca de desarrollo
que aliente el crecimiento y la capacidad de gestión de las PYMES y pleno acceso a
compras gubernamentales que fortalezcan el mercado interno. Igualmente, se requiere
de aprovechar las preferencias arancelarias y la innovación tecnológica para detonar la
eficiencia y productividad en el uso de recursos.

Para que funcionen los mercados se requiere fortalecer la competencia, así hay que
eliminar trabas burocráticas para crear empresas, simplificar regulaciones, regímenes
fiscales, laborales y de seguridad social, costos competitivos y menores riesgos para
incentivar la formalidad económica. Todo ello demanda también, de combatir prácticas
monopólicas que distorsionan los mercados sin satanizar a las grandes empresas,
liberalizar las restricciones a la inversión y abatir la brecha digital.

En paralelo, el CCE se manifiesta por la desregulación y la tala regulatoria para


combatir la corrupción y la opacidad, en áreas concretas: apertura de empresas,
permisos de construcción, registros de propiedad y constitución de garantías

35
inmobiliarias, a efecto de mejorar el ambiente de los negocios, y a través de fortalecer,
entre otros, la capacidad del congreso de valorar el impacto regulatorio de sus
decisiones y en especial a la COFEMER.

Conclusiones

Las reformas posibles y no las necesarias mantienen a la economía y el desarrollo del


país paralizado. La oportunidad de hacer un cambio real demanda implementar
soluciones de fondo que de no hacerse, podrían impactar la estabilidad económica y
social necesaria para el bienestar de los mexicanos. Es imperativo articular y reforzar el
modelo económico y político del país.

36
VI.“México Frente a la Crisis: :
Hacia un nuevo curso de Desarrollo”
(Grupo Universitario de Trabajo, UNAM)

A partir de la crisis iniciada en el otoño del 2008, y del Foro “México ante la Crisis:
¿Qué hacer para Crecer?, organizado por la Cámara de Senadores y Diputados en enero-
febrero 2009, un grupo de universitarios consideró que era necesario ir más allá del
debate para adelantar propuestas especificas orientadas a hacer frente a la crisis, que
además de integrar en forma sistémica, puntos en común y congruencias de los diversos
documentos existentes sobre el tema, nos permita alcanzar el potencial de desarrollo de
nuestra economía y el bienestar que el pueblo mexicano merece.

Para lograr lo anterior, este grupo de trabajo de universitarios, elaboró 12 documentos


base, que fueron discutidos en igual número de meses de trabajo con especialistas, de
abril a septiembre del 2009, produciéndose un documento propositivo síntesis de 34
cuartillas, cuyas contribuciones rectoras son principalmente los siguientes:

1) Visión de conjunto de la crisis global y de su impacto en la economía mexicana;

2) Análisis critico de la política económica vigente en México y de las alternativos


existentes;

3) La necesidad de que se implemente una política contracíclica con la mayor


prioridad, conectándola con una transformación del modelo de desarrollo,
articulando las bases para diseñar un nuevo curso para la nación;

4) El problema fundamental de la economía mexicana no es el déficit público, sino


la permanencia de una estrategia que induce el desmantelamiento del aparato
productivo nacional y perpetúa la desigualdad y la pobreza;

5) El imperativo de articular en un sólo enfoque integral las propuestas de reformas


fiscal, productiva, laboral y social;

6) Propuesta de creación de una Consejo Económico y Social;

7) Las propuestas de este documento incorporan las experiencias de la


recuperación y desarrollo económico instrumentadas en Estado Unidos, China,
Alemania, Brasil, para mencionar sólo algunas muy relevantes para México;

8) Se requiere la revaloración del papel del Estado en la economía, como actor


indispensable para terminar con los desequilibrios de nuestro país. Una lección
de la crisis es que para garantizar que los mercados funcionen de manera eficaz
y la economía crezca, se necesita contar con un régimen amplio y efectivo de
protección social y con un Estado fuerte, transparente, eficaz y que rinda cuentas
y,
37
9) Se cuidó la factibilidad, consistencia y congruencia de las distintas propuestas,
tanto las orientadas a la coyuntura de la crisis, como las dirigidas a resolver los
problemas estructurales de la economía y el bienestar de los mexicanos.

Además de los nueve puntos anteriores del documento síntesis, sus cuatro capítulos
contienen múltiples afirmaciones sobre México de gran valor, que son producto del
análisis integral, evidencia empírica y sentido social, como las siguientes:

I. La situación internacional:

• Los diversos gobiernos del mundo han recurrido a una combinación de


medidas ortodoxas y heterodoxas, para superar la crisis y recuperar el
desarrollo;

• Las fallas del mercado no se enfrentaron con suficiente energía desde el


sector público;

• La disputa económica contemporánea, es también una disputa de índole


política y de redefinición de políticas para salvaguardas el interés público;

• México debe tener sus propias definiciones, para resolver sus problemas de
desarrollo, concordantes con su interés nacional y sus propias características;

• La recuperación de la economía, cuyos problemas surgieron en el ámbito


financiero, ha de comenzar en la esfera productiva y del empleo;

• El estado mínimo deja de ser aspiración viable o razonable en términos


económicos y políticos, así como la confianza en la capacidad autocorrectiva
de los mercados;

• A su vez, las exitosas experiencias de muchos países asiáticos a lo largo de


los últimos sesenta años parecen marcar el regreso de las políticas
industriales y de empleo;

• Comienza el fin de la era de la desregulación y de la extrema libertad de los


mercados, y aumenta la convicción de que el crecimiento no tiene por que ir
acompañado de desigualdad o desempleo, y que un estado activista, con
mayores recursos y autonomía, es condición ineludible para la estabilidad y
el desarrollo de las economías

• De nueva cuenta, México ha de sufragar los costos de la adaptación al


cambio paradigmático que se viene encima, y asumir los riesgos que esto
conlleva, para no quedar otra vez rezagado del crecimiento y bienestar
internacional.

II. La macroeconomía de la crisis en México:

• La crisis ha hecho más evidente las severas deficiencias de la estrategia de


desarrollo impulsado a partir del cambio paradigmático de los años ochenta.

38
• Uno de los principales problemas de este cambio estructural, es que la
inversión privada no ha podido compensar, ni cualitativa, ni
cuantitativamente, la retracción deliberada de la inversión pública,
circunstancia que ha afectado la capacidad de crecimiento y empleo de la
economía mexicana y la fortaleza de su mercado interno;

• La falta de políticas de fomento ayuda a explicar la debilidad de la inversión,


demanda interna y la pérdida de dinamismo del mercado nacional;

• La baja eficacia de la banca comercial no puede explicarse sin la tacita


anuencia y permisibilidad de una escasa y eficiente regulación pública. Hay
omisiones normativas, institucionales y prácticas;

• Es imperativo replantearse el tema de la banca de desarrollo y su eficiente


actualización, para darle el papel protagónico que requiere la superación de
la crisis, la modificación de la estrategia de desarrollo y el mejoramiento de
la inversión, del empleo y del bienestar nacional.

• En el fondo, la fragilidad fiscal revela un problema político de primer orden,


que cuestiona la legitimidad del Estado Mexicano, para hacer cumplir a los
ciudadanos, sobre todos a los de mayores ingresos, de sus responsabilidades
cívicas básicas, como es la tributación.

• La necesidad de incrementar los ingresos tributarios de México, debe ser el


eje de la transformación social, de la materialización de un Nuevo Pacto
Social que combine la ampliación del bienestar para el conjunto de la
población, con la ampliación de las capacidades productivas y competitivitas
de la económica, el fortalecimiento de la convivencia armónica, la
democracia participativa y el Estado de Derecho.

• La revisión a fondo de las políticas macroeconómicas debe ser el primer


paso de una reforma integral que incluya las reformas sectoriales
correspondientes.

• Del panorama anterior se desprende la necesidad de un programa de


emergencia, así como de una visión de competitividad sistémica de la
economía mexicana que incluya aspectos macroeconómicos, sectoriales,
regionales, institucionales y microeconómicos, con una visión integral de
largo plazo.

III. Los saldos sociales de la política económica y la crisis en México:

• México cuenta hoy, con la oferta de trabajo de mayor peso relativo en su


historia: el 68% de su población se encuentra entre los 14 y los 64 años de
edad. México tiene ante si lo que se ha dado en llamar el “bono
demográfico”, que debe y puede aportar riqueza al país.

• El desempleo abierto se ha triplicado al pasar de 0.7 millones en 1991 a 2.3


en 2009. Las dos últimas décadas se han caracterizado por la reducción de la
capacidad para generar ocupación formal, sobreponiéndose a esto, el
problema adicional de la mayor precarización del trabajo y los salarios.

39
• La crisis en México esta siendo, de forma severa, una crisis de empleo y, por
tanto, de ingresos y de bienestar para las familias.

• Toda estrategia política para enfrentar y revertir la crisis, debe incluir


consideraciones explicitas sobre empleo y bienestar

• La desigualdad en la distribución del ingreso sólo se ha modificado


marginalmente en las últimas décadas, y ha sido reconocida nacional e
internacionalmente, como uno de los principales obstáculos para el
crecimiento económico y el desarrollo en México.

• La pobreza y la desigualdad están relacionadas con la fractura de los valores


que dan cohesión a la sociedad y en las expectativas negativas de amplios
sectores de la población, lo cual representa desafortunadamente, un caldo de
cultivo, y más aún, un vasto campo de reclutamiento para el crimen y la
delincuencia.

• De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares


2008 de INEGI, el Consejo Nacional de Evaluación de la Políticas de
Desarrollo Social, dió a conocer las cifras de incremento de la pobreza
absoluta y relativa en el país: los mexicanos en pobreza alimentaria pasaron
de 14.4 a 19.5 millones de personas entre 2006 y 2008 (de 13.8% a 18.2%),
esto es, se han generado más de 5 millones de pobres extremos adicionales,
en los primeros dos años de este sexenio, a los cuales debemos agregar los
de la crisis del 2009. México se hace un país más desigual y también más
pobre.

• La recuperación del Estado como actor fundamental de la política social y


garante de los derechos sociales; el combate a la pobreza y la reducción de la
desigualdad, deben ser los ejes de una amplia reforma social, que deberá
convocar a los diversos sectores de la sociedad mexicana, para enfrentar la
compleja agenda de los riesgos sociales emergentes. Se necesitan cambios
institucionales de modelo y de políticas, dentro de una estrategia integral de
desarrollo, sin lo cual, será muy difícil lograr avances sociales duraderos,
dentro de la feroz y egoísta competencia de la globalización económica
internacional.

IV. Propuestas de política:

La sociedad y el Estado más allá de la crisis: Hacia un Nuevo Modelo de Desarrollo.

• El país se encuentra en una situación de emergencia. Es urgente replantear el


modelo de desarrollo y reconstruir el aparato institucional mediante la
reforma del Estado. Asumir la emergencia económica y social constituye el
punto de partida para el diseño de una nueva forma de desarrollo, que
conlleve una progresiva redistribución social y regional del ingreso.

• Para cumplirlo se requiere un nuevo acuerdo colectivo. El Congreso de la


Unión, junto con el gobierno federal y los gobiernos estatales, deben ser
capaces de articular la cooperación entre actores económicos y sociales que
implica sacrificios de intereses particulares. Esas instancias de mediación

40
podrían articularse en torno a un Consejo Económico y Social participativo y
de opinión obligada.

México ante el mundo.

• México debe replantear su papel en la cooperación internacional que


favorezcan la recuperación económica y potencien la posición del país en el
contexto internacional. Contrarrestar los efectos del cambio climático,

• Unirse con los países emergentes de mayor relevancia, como China e India,
y en América Latina con Argentina, Brasil y Chile.

• Contribuir a una solución que respete los derechos humanos de los


migrantes, la reestructuración del comercio internacional, reorientando las
rondas de la OMC y replantear el TLCAN.

La Política Económica.

• Reforma fiscal. Son condiciones de la reforma fiscal integral que no se


limite a lo tributario; que haga explícitos los fines sociales y productivos que
reclaman y justifican una recaudación significativamente mayor, e incluya
compromisos claros sobre la utilización de los recursos y la rendición de
cuentas. Una reforma fiscal de amplia envergadura requiere de un nuevo
pacto social abiertamente redistributivo.

• Las utilidades de operación de Petróleos Mexicanos debieran utilizarse en


primer lugar en la expansión de la propia industria y en un segundo término
en inversiones productivas, sociales y de infraestructura.

• La reforma fiscal integral debe ajustarse a los siguientes principios


generales: Contribuir primero a la recuperación de la actividad y asegurar
más adelante la sustentabilidad fiscal. Mejorar el sistema de administración e
información tributarias, en especial la eficacia de la recaudación y la
rendición de cuentas.

• Impuesto sobre la renta: El ISR no debe ser sustituido, sino acentuarse su


carácter progresivo e integral. Ampliar la base gravable e incorporar al
régimen normal de tributación de las empresas a todas las actividades.

• Se deben eliminar los regímenes de excepciones y los tratamientos


especiales.

• Impuesto al valor agregado. No se considera que la actual sea una


circunstancia adecuada para plantear reformas al IVA, salvo el aplicable a
alimentos y medicinas.

• Otros impuestos. Una reforma fiscal integral debe examinar la oportunidad


de introducir gravámenes a las ganancias de capital, establecer un impuesto
patrimonial y gravar las transacciones financieras.

• Federalismo fiscal. Se requiere una coordinación fiscal que dé certeza y


seguridad a las entidades federativas.
41
• Un efectivo federalismo fiscal hace necesario incrementar la rendición de
cuentas en el uso de los recursos en todos los niveles de gobierno.

• Gasto público. Es importante hacer una revisión a fondo del gasto público, a
partir de un diagnóstico preciso y compartido sobre las áreas en donde
pueden aplicarse reducciones. Es preciso aumentar la transparencia y reducir
la discrecionalidad del gasto, poniendo énfasis en la fiscalización sobre
resultados.

• Debe aumentar el gasto en infraestructura y en programas sociales de alto


impacto y robustecerse la capacidad de auditoría plena por parte del Poder
Legislativo.

• Deben moderarse los sueldos de los funcionarios públicos y deben ser


eliminadas otras prestaciones no contempladas en la ley. Eliminar
subsecretarías, jefaturas de unidad y mandos superiores que no se justifican
para el ejercicio de sus funciones, así como oficinas de representación en
entidades federativas. La función de control interno del Ejecutivo deberá
recaer en la Auditoría Superior de la Federación.

• Política monetaria y sistema financiero: El Banco de México decidió al


principio de la crisis que el riesgo de la inflación seguía latente y tomó
acciones claramente insuficientes para estimular el crecimiento.

• Debe considerar objetivos de crecimiento y empleo, y no solamente de


inflación; que el Banco central redescuente papel de la banca comercial y de
desarrollo.

• El Banco de México, debe fortalecer el control sobre los intermediarios


financieros para evitar el lavado de dinero, el agiotismo y otras operaciones
ilícitas.

• Debe orientarse a la banca comercial para que otorgue crédito oportuno,


suficiente y a tasas competitivas a los sectores productivos. Debe recuperarse
la capacidad de la banca de desarrollo de realizar operaciones de primer piso
y emitir bonos de desarrollo que le aseguren un fondeo adecuado.

• Fortalecer un sistema nacional de Banca de Desarrollo consolidando fondos


dispares y operando con proyectos sectoriales: Nacional Financiera para el
desarrollo industrial; Financiera Rural para el campo, BANOBRAS para la
infraestructura y el federalismo, BANCOMEXT para el comercio exterior;
Federal Hipotecaria para la vivienda.

Políticas Sectoriales

• Infraestructura: El rescate y la ampliación de la infraestructura nacional


debe ser la prioridad de la inversión pública y privadas a partir de las
siguientes orientaciones básicas:

42
• Una planeación integral del desarrollo de proyectos en infraestructura. Las
bases de licitación de los proyectos y obras de la infraestructura han de
procurar la generación de encadenamientos productivos nacionales.

• Los programas de inversión en infraestructura deben servir para reactivar al


conjunto de la economía pero también tener como propósito directo la
creación masiva de empleo.

• Industria manufacturera. México debe afrontar la mayor crisis en la historia


de su sector manufacturero. De ahí que sea necesario: Recuperar como
instrumento de desarrollo la política industrial y de fomento productivo en
México

• Debe fomentarse la reconstrucción de las cadenas productivas nacionales y


la sustitución eficiente de productos importados. Reorientar la política de
atracción de la inversión extranjera directa hacia sectores que generen
empleos y exportaciones.

• Impulsar iniciativas público-privadas, con políticas de fomento selectivas de


la banca privada y una fortalecida banca de desarrollo, que atiendan las
necesidades del mercado nacional. Fomentar la educación y la capacitación
con el fin de elevar la productividad.

• Agricultura. México debe proponerse la autonomía alimentaria: Hacer


complementarias las políticas de fomento al desarrollo del sector
agropecuario, respecto a las que tienen como objetivo atender la solución de
problemas de desigualdad social del sector rural.

• Coordinar programas sociales con productivos, financieros,


medioambientales, recuperando experiencias viables de desarrollo rural en
zonas marginadas.

Hacia la Edificación de un Estado de Bienestar.

• Política social. México requiere un Estado capaz de garantizar derechos


sociales. Para avanzar en esta dirección se necesita revisar el conjunto
institucional del Estado así como revisar el pacto federal y construir un
federalismo social. Debe incluir reformas que permitan:

• Generar un diseño de políticas sociales más descentralizado. Impulsar


cambios institucionales en la organización, diseño y gestión de la política
social.

• Recuperar como un objetivo fundamental de la política social la


redistribución del ingreso, ya que hasta ahora el combate a la pobreza ha
sido su única prioridad. Ampliar la protección social a jornaleros agrícolas.

• Salud y seguridad social para todos. Los mexicanos deben de tener acceso a
la seguridad social independientemente de su condición laboral. Por lo
anterior:

43
• México debe transitar hacia un sistema de seguridad social integrada, con un
servicio único en salud y un servicio único de pensiones. Es necesario
incorporar a los trabajadores del sector informal a sistemas unificados de
salud y de pensiones. Se debe tender a que el financiamiento de la seguridad
social se haga con cargo a la imposición general,

• Educación, ciencia y tecnología. Es tiempo que las estructuras del Estado


Nacional reconozcan que México requiere más inversión en educación y no
ajustes presupuestales al sector. Entre otras medidas, se necesita:

• Una amplia reforma educativa al nivel básico y al medio y revisar las


políticas de formación y selección del profesorado, eliminando prácticas
clientelares y privilegiando objetivos académicos.

• Es fundamental incrementar el gasto público y privado en educación


superior y en ciencia y tecnología y ampliar la cobertura de la educación
media superior y superior.

• El empleo. Establecimiento de un seguro de desempleo moderno, vinculado


a esquemas de readiestramiento y reinserción laboral para los trabajadores
formales, que sea el inicio de una amplia reforma social y laboral en el país.
Se reconoce que es necesario poner al día nuestro marco laboral, el reto de
una verdadera reforma laboral es actualizar el contrato de trabajo.

• En términos de generación de empleos, México debe aprovechar el bono


demográfico incorporando a la población joven del país a la actividad
productiva. Para ello, han de diseñarse ambiciosos programas de
capacitación y aprendizaje y adiestramiento en el trabajo. Para impulsar el
empleo se requiere de diversas medidas, entre otras:

• Es imprescindible repensar nuestros empleos del futuro. Será preciso


sustituir los empleos perdidos en la maquila tradicional por empleos
vinculados al cambio tecnológico en sectores como el automotriz, el
energético y la infraestructura que el país requiere.

• Establecer objetivos cuantificables de creación de empleo formal, temporal y


permanente, en los proyectos de inversión del sector público.

• Entre las reformas necesarias en el campo de la regulación de las relaciones


laborales, la democracia sindical y de los derechos y garantías de los
trabajadores, se requiere asegurar una efectiva libertad de asociación
sindical, cuyo reconocimiento no esté en manos del Poder Ejecutivo.

• Revisar el diseño de un sistema de impartición de justicia laboral vinculado


al Poder Judicial de la Federación.

La cuestión juvenil.

• La política hacia los jóvenes debe ser una política del bienestar que articule
la acción del Estado que no corresponde por tanto a una dependencia o nivel
de gobierno, sino que tiene que entenderse como una estrategia integral y

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transversal, explícita del conjunto de las instituciones públicas. Se trata de
encontrar una articulación de desarrollo en los entornos familiar,
educacional, laboral y de condiciones de vida del barrio, calle o pueblo en
los que se desenvuelven los jóvenes,

• Establecer la inserción paulatina y constante de los jóvenes al trabajo y a la


capacitación. Contar con un sistema nacional de becas y apoyos en todos los
niveles educativos.

• Se debe diseñar una estrategia integral que impliquen las áreas de


sexualidad, alimentación, abuso de alcohol y drogas, así como los temas de
depresión, soledad, problemas afectivos y de relación social.

• Garantizar plenamente los derechos que las jóvenes tienen para decidir en
torno a las cuestiones de uso responsable de su sexualidad y de
reproducción.

• Se necesitan verdaderos programas de reinserción social y desarrollo social


para atender a los jóvenes que por, su condición de pobreza y marginación.
se vinculan a redes de violencia y delincuencia.

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