» aber Diaz
‘mprendido. Ahora intento arrojar un poco de luz sobre el tema. No
4elhimen, sino det obetacul,
Cada libro surge de imprevisibles choque de fvereas. Varios i
pulsaron mi pensamiento y mis dedos. Lectura, eireunstancias 9
personas que, aunque lo ignoren, me indujeron a experimentar, 1
Sisto colneidir, Se trata de filosofiade Ia ienci, pero también de
‘looofa de la cultura, de una propuesta erica que difiere de la he
‘rominica, pes no elo atiende las condiciones de posbilidad hist.
‘del conocimiento cientfico, sino tambica dela manera de captar-
‘os a nosotros mismos, alos otros y a lo otro. Intento aclarar mi
postura y explicitar la fuentes. Ala lacgo del texto procuro sepir
luna secuencia de ideas, per cada capitulo oapartado esuns entrada
posible, Al final dl libro he agregado un anexo con eoneeptosele-
‘montales del conocimientocentiicn.
Finalmente me gustaria agradecer al deseo que, hace unos aos,
‘mo hizo produce el libro de Been erica al que me refiero on estas
ptlabras introductorias. Fue una ineursion en el mundo de alter.
tra, Hoy me reterritorializo nuevamente en la toria y me entrego
otra vera os lectores ectudioso, con quienes espero volver formar
‘ntimulantes méquinasflocotico-deseantes,
ED.
1. ,Qué es la epistemologia?
1. Bl sentido multiple de la verdad
Jap6o, siglo x1, senderosen el bosque, Un samurai eamina lena
‘mente delante de‘un caballo bianeo al que conduee por las riendas.
Canto de pjares. Rayos de sol que atraviesan el fllajey ailan en la
ralesa, Lor medallones de lz tran trasieida el velode una mujer
posada en la aonturs. La tela se delina hasta los pequedos pies que
Selatan la nobleza de su duet. La monturay el armamento brian.
Una especie de paz emana dela armonia de Ins cosas. Pero el dolica-
‘do equilibrio se quiebra. La narracién interrumpe su secuencia. Hay
falgo que la cdmara no captd yal encendcrse nuovamente nos devela,
lence. EL hombre muerto, in mujer vielada, as armas no estén, el
‘sombrero de len el suelo, elde ella cuelga desgarrado de un arbusto
solitario
CComiensa Rashomon, de Akira Kurosawa,
jurado a cargo del easo que no we deja ver~escucha diferentes
versiones del scontecimiento:
* Un humildeleiador dice haber encontrado al samurai sin vid.
[Agrega que 20 vio a la mujer, tampoco al eaballo, ni las armas.
La vita deelara no suber como murié su marido y acusa a un
tpstemaog empire, sunlit, maton yo jibes, die
‘da Cara hasta Hal Hope ingen » Has Taicerbach, Ra Puppet,
inet Nagel aeeome alo naeresirslsan ome Soap Seen, Woalang Sig
‘lle, ark Meals y alguns represetanies ie een ise Gat
‘chan lg erase nn qo intent earn ena ae
“Camndy habla de eropne rece ota ean conan
‘hele paar en germane angles porge ello igrare "ret ric
a rancor en eral See den epinansoga desta dla iors
Feria de ln serpin hare Cabo meotnar tac seperate:
‘She Thomas Kab yal sustraco Poa Peabeed hain ena epitome
‘ada oa Metra, De toes mode; en western
See epee drat gan parte lipo ya oe er nya do
loecentis delas concn dares yete varie epctomdagos
Enns genase son tes para acl y para la ended. Aga se
‘nena eben a perinne premolar de "verdad
‘ral dado la song dea edad’ ie ses dead he que we sora
‘Shige eomoer lar peat» ser Di
‘dejan de ver metsforas del mundo. Pero ay algo que parece irrefuta-
‘le las comunidades cientifcas proponen e imponen experimentos
evalor universal, aunque se trata dona univerealidad expueete al
rengo de que se demueatre lo canteari ose, por imprevisibles gol-
‘ee dol destino, sea sustituida por otra
‘Veamos un ejemplo desde la ciencia. Promediando el siglo xD, la
‘omunidadcienifiea aordabs en que ls proceos fermentatives obe-
ectan al accionar de componentes meramente quimicos. Pero Louis
‘Panter (1822-1805) deseabrié elementos bildgicos en la produccign
el feido etico, oponigndose asf a las verdades cientifcas entonces
vigentos que coineldian en rechazar a den de algntipe de infiven-
‘a do la organizacidn y la vida en esos proceaot. Al analizar Ia pro-
‘duce de écdo dctico por fermentacién Pasteur disens pruebas para
‘que eu objeto de estudio demostrara su temple vital ¥,no sin enften-
tar duras acusacionese iracundos ataques de parte de sus oponen-
tos, logré imponer su innovacién. Se aeepté finalmente la aecién de
‘icroorganismos en la fermentacién que produce elcid Icio. A
partir de los experimentos ~y la luchas de poder~delcientific fran:
{sno sélo se resovié un enigma crucial sino que tambiga se do paso
‘una nueva diseplina In bioquimica.
Pero nada le cayé de regalo al centifico de Lille, que debia Iuchar
on varios frentes al mismo tiempo: ene aboratori, abrindose paso
‘entre el marasmo de datos empiricos borrosos, mientras atisbaba,
Dosibles confirmaciones de sus hipdtesis; en la comunidad cientifica,
‘debatiendo contra quienes defendfan la naturaleza puramente qui-
‘mica de los fermentoa y lo convertian en blanco de sus chieanas a¢8-
<émicas; en el plano politico, al que apelaba recorddndole a las ato.
‘idades que las guerras perdidas por eu pala correspendian con el
desinterés de los gobermantes por la investigacién cientifica, mien-
‘tras que las ganadas le debian mucho a las inversianes estatales en
{nvestigacién. La apelacion a lo helio para snerementar subsidios &
lninvostigacin ya habia sido utilizada por Galileo Galley sereite-
‘6 varias veces en a historia. De hecho, muchos desarrooseientif
cos se deben a la rivalidad entre los pucblos, Es desir que lo interno
“el logro de nuevos conocimientos~ esta directamente penetrado por
loextern.
'Elempeio de Pasteur en imponer sus innovaciones corra parejo
con aa eafuerzo lentfca. De nada valdra lo actondo en In soledad
el laboratoro si sus resultados no eircalaban por Is wociedad. Se
‘ropuso entoncesdivulgar personalmente sus hallazgos, BstableciS
» fortaleiéinfluencias. Cuando, finalmente, us experimentos fue-
obs i eiteagtst a
‘on asumidos por la comunidad,
‘émico aumente seasiblemente
‘De hecho, una vez aceptada la accién do microorganismos en la
ermentacia que produce elcid lctioo, Pasteur fue requerido para
mejores cargot en Paris ycont6 con medios de excolencia para otros
‘experiments con resultados no menos espectaculares. Sus éxitos ein
‘ifces fueron premiados por la mejora en las condiciones de vida, en
‘general, y por el rédito personal traducid, entre otras dstinciones y
‘consideraciones, en el otorgamiento dela Legién de Honor yel roeo-
rocimiento personal del emperador Napolein i, primero, y del pre-
sideate de Francia despuce, En épocas de declinncion de lag noble-
as europeas, omiensa a expandirse un nuevo linaje, el dela fiencia,
El funeral de Pasteur tavo lugar en el palacio de Versalles.
Esto no le quita un dpieo do mérito @ su aporte, pero marca un
santos y un despues, ex decir, un acontecimiento que no ropercute
Sinjeamente en el desarrollo del eonocimiento, o historia interna de
In-ciencia, sino también en In externa, es decir ea las prdcticas socla-
‘con toda su carga de poder, étiva yprestgio.
En Ia mayoria de las innovaciones cientificas hay ingredientes
similares alas viisitades del caso Pasteur: hipétosis audaces, anta-
fgonismoe profesionales,epelacin al mejoramiento dela defensn de
Estado como justifacién de inversiones en investigncién, proten-
sin de ecuanimidad o de superioridad moral del eonocimiento. En
fin, se encuentra rigor investigativ, pero también poder, étic, de-
00, prestigio, politica y algo mis.
‘imaginendo como telon de fondo la historia de la ciencia, si se
piensa en los miles de estudiantes que cada afto ingresan al sste-
‘ma cientfico recibiendo na visién despoitizada de ese sistem:
‘hay que coneluir que estamos ante une gigantesca operacién de en:
cubrimienta
su poder simbolico,académico eco
8. Eplstemologia ampliada entre la historia interna y la
historia externa de la ciencia
‘Ast put, los peqveios organisms del laboratorio de Lille no sélo
onmovieron las lorias y las préeticas cientificas sine también In
vida de Pasteur, que no entré sin compadiaen la historia: también
los fermentos ecbre los que investgaba sufrieron viisitudes. Para
\desconcierte del propio Pasteur, en 1880 lo fermentos que ya se ha-
‘ian impuesto como organismos vivos se convirtieron nuevamente2 Esther Dine
‘en agentes quimios. Al abordarlos de manera diferente de como lo
hhabla hecho Pasteur en 1858, produjeron otra realidad, o asi lo pare
a ala luz de la recién nacida cencia de las enzimas, que son eom-
‘Puestos quimioos actuantos en los procesos fermentatives (Latour,
£2001: 181). Pero el devenir de la investigacién determiné que las en
zimas son preducidas por organiamas Vives. Asi se reat] logro de
Pasteur, aunque actoslmenteexistensintesis artficiales de algunas
‘Pero independientemente de este avatar histérico-cientifio, Pas
‘eur postulaba que el orgen y Ia evolucion de cirtas enfermedades
fran andlogos alos procesos fermentatives. Consideraba que exis-
tan enfermedades que ve producen por el staque de agentes etiologi-
cos provedentes del exterior del organismo, # la manera de los
igérmenes que invaden la leche y eaunan wa fermentacién logrd
emostrar que existen microorganismoe en el polvo atmosféico que,
‘cuando encuentran un Ingar propicio con abundante alimento (como
los ealdos nutritives), prolifera. Su pestura fue muy resstida por
clentificos de todo el mundo.
‘Uno de los principales razonamientos aducidos en su contra era
que el papel desempenado por los gérmenes en Ia enfermedad
‘era secundario y eareeia de importancia. La posibilidad de que tn
puado de microorganismos fuera caper de matar a organisms al-
‘amente desarrollados resultaba ineoneebible. La histaria que sigue
‘es por demas conocida, asi como ha vigencin de gran parte del acevo
‘tecnocientifico aportado por Pasteur
‘Abora bien, a partir de los dispositivos de saber-poder que se atis-
ban detrés de esta semblanaa histéria, eabe proguntarse sobre la
pertinencia de la dvisién eon fines de eatudio, ontre historia extor-
‘ha ¢ interna dea ciencia como orientadora del andlisis dels veoria
yas préeticas eientficas. Porque, como queda claro en el paradig
tien cazo de Pasteur, si el eentiico se hubiera dejado avarallar
por sus oponentes, por la criteas insidioeaso por los obatéculos (20
Slo epistemologios) que debiéafrontar, gus teorias no habrian tras-
cundido. Exstian pocas psibilidadas por iertode que la verdad triun-
fara por sf misma. Necesté poder para impaner su verdad y sta, a
su ver, le pesibilité mayor cieulacién por los entrecruzamientos de
‘furans institucional.
Bvidentemente el ndeleo gnoseolsgico, al que denominamos “in-
terno’ interactia con la supuesta exterioridad
En El mereader de Venecia, de Shakespeare, c] moreader n0 pue-
4 tomar una libra do carne del euerpo de su deudor porque la ley
eke pitta a
permite cortar un trozo de carne al que no paga, pero impide que se
Serrame sangre. ¥ como no se puede cortarearne viva sin desangrar,
Shylock no puede cobrar Algo similar ocurre cuando se uplica la na-
van de Oocam para dlimitar el aleance de la opistemologi
En la eonstrvceién del conocimiento incide la integridad de Ia
‘maquina social. Hsto vale tanto para quienes “cortan” hacia el inte-
‘or de laeieneia como para quienos “cortan® hacia el entorno. Tam
bien existon djsciplinas preseupadas po lo contextos no cientificos
de las investigaciones, Sus estudio se dirigen hacia los factores es
pecificamente politico-soriales relacionados con la emprosacioati-
fa, mantenigndose en el extremo opuesto al internalismo."
‘Sin embargo tambien hey corrientes tedrieas que explora una
slternativa 2 In polaridad y borran limites mis que estableverlos,
fomo la antropelogia dela clencia que opera sabre la complejdad de
Jos emprendimientos cienifices." Brano Latour (2001: 183), espe
ialista en estudioe sobre Ia eiencia, considera que Gnicamente Ia
‘desatenciéa y el desouid de los multiple instrumentos de andlisis,
texplican que se pueda defender un modelo que epone el contexto al
8H lief nominit Gullo de Ona (1256184), osierao ar seuss
cerns mee andar ln "canie experiential quel univer ho
‘Steals on trios qo gaan oes nda, pe ata no ay,
{ragga interme nar ent lo plas us eos Pa hla
‘Knits abl teensy oa come oe por exam ented uniera
‘mtr dea ae prin Spleen hmbs en nt cs on do,
thw cnt agregar us rar ome La explo oliane Ia eaaj de Osa”
‘ingore bon mali coeepcin nessa in ae en eer
Nnaimpea.
10-Bee prior dels slog dl venininta dane. 1929 Kael Mann
im ple Idclagay tote don soaiers go ln solute daberia apa
{eh tne eek din ote ecient
‘abitraexern) expend uel ty cntest oS jute (pertene-
‘lente a ante etra opla nono dominio le epetemslogrCEdheve-
1 Laantrplagl dr sees tie amada “esto sobre lec sees
caps inant dor artesian cern Soren ingie 38
Mferrandes coments gue oera en lta‘ progrea furs en fesaegt
{Ei Secouiens anion, ek gbe Dad Boro ano ar plonre Iara
ino cnometndaega doesn represutata, ene tres por reno Lao
oer amp del reat» constrciviono sxe, npizedo por Ses Par
tracy prs iro Sma rine owcontenido para evitar sbordar la hetarogénea y variada labor de los
tlentificos. Concentrarse en un aolo aspocta del quchacer cientiico
es como construir un telén de acere que separara alas ciencias do los
{Factores “extracientioos”
‘Se trata entonces de saltar ese muro teérico y sumergise en las
‘estribaciones, a veces caéticas, de los precesos eognostitives; on
Jas indeelinables afereiones humbanas y en la ineidencia de los ele-
mentos no humanos que forman parte de esta complejidnd
‘Adhiero a esa posici y propongoaplicar conceptos epistemolégi-
‘0s para abordar objetos de estudios que van mis alld de la forma de
Jos enunciados o la racionalidad de ls métados, tales camo el andi
sis del deseo, la relacin entre los cuerpos o, en general, laineidencia
de lacieneia no aéloen la cultura sino también en la naturaleza. En,
teste sentido oriento mi propio andliss desde una mirada filoséfica.
38 decir, desde el andlisis y la elaboracién de eanceptos propios de
‘una filosofia de la ciencia y la cultura que, como tal, se preocupa del
‘nileo duro dela ciencia, pero sin sislaro de entretajido de fuerza,
‘en el quese produce y desarrella. Me guiala premita de que la racio
ralidad del conocimiento, aun la mds estrita yrigurosa, hunde aus
‘afces en luehas de poder, factoros econémicos, connotacionesétiea,
‘fecciones, pasione, idearios colectivos, intereses personal y pli
raldad de nstriontes que no ebtdn ausentes, por certo ene] xitoo
cl fracago de las teorias.”
‘Creo que la rampa de lanzamiento hacia est “epistemologia am-
pliada alo poltico-social” no ha de perder de vista ni los antoceden-
{es historios de la diseptina, ni los eonceptos de los pioneres de la
filosoffa de la ciencia, Sobre ellos trazo algunas pinesladas en ol s-
frundo eapttalo de este libro.
4.1La gaya técnica
{Azaso noes cl ciontificismo un miedo al pesimismoy una escapa-
torla frente a él”, sepregunta Nietzsche en EI necimiento de a trage:
12. La presente preps (Is que denamine “epee amps" no oon
{echt de nanan ene sn ne deb con la ls een ene
‘Sraur enced fn ena anlna epctcaments last externa de cooe
mlnesesen minor gui epatos sped Dasara amar
iQ 0 a epintemologie? s
dia, Se impone aclarar que “pesimismo", en este contexto, no tiene
‘onnotaciones negstivas ni peyorativas, ya que Niotzache concibe un
pesimismo de a frtaleza, sina predilecion intelectual por los desa-
Fos de laexiatencia, Paa predlecsin surgiria de una salud desbor-
dante, de una plenitad de vida propia de épocas grupos que no
Sstentan contra lor impulsos vitales. Hse libro refiere a lo griegos
‘cuando todavia su cultura no se habia follizado con el coreé de una
fazén expulsora de excitaciones vitales. Nietzsche piensa en Ia cul-
fura griega arcaic, en la que el impetu de eso pueblo admitia la
tensign entre lo apolineo y lo dionisiaco. Ha eambio, sus sucosores,
los griegos eldsios, rechazardn a Dioniso y se entregarsin al dominio
hhegeménieo de Apo, el dios que hiere de lejos porque todo lo me-
diatiza a través de la raz6a (Nietzsche, 1980).
‘Baiste una aparente eontradieein entre una afirmacién de las
primeras paginas de El nacimiento de la tragedia ye contenido dela
fbra, que ee edit por primera vex en 1871; en su tercera ediciin
(1886) el gofo le agregs tna intcedueeién que titulé “Ensayo de
lautocrtica” Ahi ae dice que Ia tarea de ese libro es dlucidar el
problema de la ciencia y que se plantea un problema nuevo, inédito
hasta entonces: el do ia eloncia concsbida como problematica, como
diseutible y -aunque no esta explicit se podria agregar como "de-
tadente”
a inca decadent pera contrac de a cna lage gue
se anume con una perspectiva humana, histories, oponiéndose a la
Ciencia moderna sutoproclamada tniversal y verdadera. El saber
tentonces eer doeadente cuando priva de sentido a quien no se rige
por los estrctot parametros logico-racionalesexigidos por In trad
‘in iustrada. La ciencia jovial, por el entrario, seria propulsora de
plurelided de sentidos, afirmativa de la existencia y promotora
‘e ibertad. Considero que, en realidad, el acontecimiento fundamen:
tal de £2! naciméento dela trogedia os la reflexién sobre la vida, la
muerte y la cienea: la vida en tanto productora de individuaciones,
[a muerte como establecedora de unidad, y el anbelo de una ciencia
rufractaria a las eodifieaciones anquilosantes. Nietzsche (1980: 27)
te reflee a un libro imposible, porque “el problema dela ciencia no
[ued ser eonocida en el terreno de a ciencia [del saber)” Apartirde
flo, eabe coneluir que el contenido explicit de libro es circunstan-
12, Vlas elton de Ande Sache Psely “Braye de terion% Eater Die
cial Serfan circunstanciales entonces as referencias « Wagner oScho-
Dpenhauer, at omo a los grieges, sus dieses, sus poetas y sus floso-
fog. Pues in concentracién de ese texto, su densidad conceptual, pro-
viene dela delimitacién que se establece entre el teritaria del arte y
el de la sioncia,
‘Mejor dicho al alae que el. arte el siltimo reducto de Dioniso
Nietzsche estd dejando al descubierto los limites de la ciencia, por-
gue ella comienza ali onde termina el arte. Las regiones apolineas
lindan con las dionsiacas. Esta seria una explcacion posible (ana
Interpretacin) de! afirmacisn nietescheana noerea de El acimiento
dela tragedia como acceso a una comprensién profunda dela proble-
métiea dela clencia, Ba ou autoriten dice:
Se tata don libro [I nacimiento del rage que ha
satisfac alos snejores de su tempo, Yu por eso deberia ser
{ratado con certadoferonca; a pom de ello no gure repri-
‘mir del todo el decir end desagradable se me aparece ahora,
‘liciodi ation despute ante unon con sna von, ln veces
‘mds exigentes, perequene sean ruslto mde ons tarpoce
‘mas extratos a equolataren an quo este tmeraro lio ost
‘or vex primera aceroaae~ver la clenla oon Indice dle
ita, ye rt, con nde la vida, (Nietache, 198029)
[ieteache tuvo una intaicién que le permits captarlacieneia como
‘acontecimiento surgido desde las relaciones de poder y relacionado
con a ticay ln estética, Considers ademés que las fronteras del arte
Wel lgaren el que deja de ser arte~ estén establecidas por la racio-
nalidad, la formalizacién y la Vigica. Baas fronteras eireunvalan y
cexcluyen los sentidos el deseo, la materialidad ye] azar. La racona-
Tidad cientfia seria ol imite rocoto contra el que se estrellan las
‘vumllsosns oles del arte, Este reafirma la vida, mientras el conoci-
‘miento cientifico modem la diseca, entre otras cosas, al fermalizar
Jos enunciados sobre la realidad y al esforzarse por imponer como
vverdades lo queen ultima instancia no son més que metaforas Mien
14. tea muted, acrrealg snr xa que protuce adv Wg en
Treats Leip hinp hea (190), arenes qu Wiest rebere
‘pecteamonte ss peopsicones Vaiss os hecos el und pro lo
{eslmentfmpatante para la ase lot y el ete d a 22
‘hcntarta mas ilar nites es ea tras rnd en ie
Gaver Ieepstensega? a
tras Ta ei se prencupn on extender I vida cualquier preci,
ate se empesa en reairmiria con su fre.
‘Nistacho visumbr coneepssaimenta el comieno, «ves incon-
fehl, do aquln conoimienton gue nesta cule considers
‘oes inontaminaos, sion cients. Foss on camo, parts
ds iavestgncionesepirea y is recor en concepts Hoss
Seu Nettche ure su dens come dando danearines, Pouca as
Gheplegé através Ge lon archives, lon tstimonis, los doeumentce,
Its monuments somos Foes prodjeratstraciones de ea
{egornssletwcheanee Taming, por jempl,e aurpimiento 8 as
‘Steias scales partie petens qu, en prsmora stand,
{cern no tener anda que ver con la cienia, com ol encore, a
Vigleniay cl eastge Al haber de elle, Focal et mostrando
Tos limiene lesen eciaes, a como a hablar de os mitos
{gnegoe Nietasche mocstra lo Wntes dn aconaidadveidental
fn general
{x oncptos los ceo intsfioe ntractan can sujet po-
cate no con unsijeto hteirioo Forman parts dlcledescopio el
hve porden varia en cualquier momento, Baas varacones son
feo que permiten que oe emncepon, le cbieton ys autos mismas
(Ginn thimoe, en tanta astortepresentacin eae) pueden lo
tira desoporcar, emo desaparee en los linites el mar un ero
{nado en in arena
‘No cbntante, a pesar dal prosentinient térco do Foucault,
vambre como alts de sto dels dispinas scales ain noha
enapreidyampow ol eprtarstoe de a chenci tl como Nita
‘hele conod Puss sigue send solemn yemniprsente, com hege
tnoni chr eualguer otro pode saber Per lator ext demos-
trade que In clenca noe independiente del eta da cles
28 Mt Foca, adems et rs terre adn aig apc
relat dl oer (70 y Vary oir 77 mpectvaant, ans de
‘ralerentes dices jets uo extend largo des ita rfeenal.
1 Boa expen vt rma del ald Lr peer Tacos yw eee ab
Nombre cn ej ead dole ceca ral lal ot oe eri aw
Cabs rete de elsteme foci spr nil SD, uote evar
‘Eiapo dein cna tan rt tas po saber constr tron eon
fue oapen el lumen hla que aimee scape e esta deExiste un punto en l que un vistago de Ia ciencia, que en af mis-
mo es poder, se cousolida do manora proverbial e trata de la téent
a, que forma parte de un dispositivo en el que interactian conor.
miento, préctieas cientifieas, agentes humanos y no humanos
(naturaleza y artefactos), intereses eorporatives, econdmicor, pliti-
05, simbelics (ideclogias, imaginarios,religiones)y Ia idea de cons-
‘rueeign como elemento predominant
‘Ahora bien, al aislar Ia problemitica de la técnica con fines de
andlisis, o¢ cae inevitablemente en la confrontacién “ciencia-téeni-
cn”. Es aqut donde, a partir de mediados del siglo 2, se produce una
‘tarsign. Hasta cea épora ~mal que ien~ ee acepes que la investign-
‘idm hsica es independiente dela apicaciontéenica.¥ ve acepts en
contra de las evidenciashistoricas, va que la mayoria de los grandes
Aesarrolles cientificns surgieron de problemas que exigian solucio-
‘es téenieas, tales como urgencias de salud, cima, transporte, in
usta, comunicacién y guerra, entre otros aconteceres que ocupen
‘ala cioncia. Pero a partir de la invencién de las eomputadoras, la
‘obtencién de la fsidn atémicay el desarrollo de Ia ingenierin godt
a, por nombrar sole algunos ejemplos paradigméticns, queda claro
‘que:no existe investigacién basiea "incontaminada” de tenica
“Entiendo que seria un reduccionismo de sent cantrario al mo-
derno proclamar que nsestra époea esta rignada por In téeniea y no
por la ciencia, Ambas forman parte de un agenciamiento complejo.
Pero asi come la madernidad se centré fundamentalmente en In