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» aber Diaz ‘mprendido. Ahora intento arrojar un poco de luz sobre el tema. No 4elhimen, sino det obetacul, Cada libro surge de imprevisibles choque de fvereas. Varios i pulsaron mi pensamiento y mis dedos. Lectura, eireunstancias 9 personas que, aunque lo ignoren, me indujeron a experimentar, 1 Sisto colneidir, Se trata de filosofiade Ia ienci, pero también de ‘looofa de la cultura, de una propuesta erica que difiere de la he ‘rominica, pes no elo atiende las condiciones de posbilidad hist. ‘del conocimiento cientfico, sino tambica dela manera de captar- ‘os a nosotros mismos, alos otros y a lo otro. Intento aclarar mi postura y explicitar la fuentes. Ala lacgo del texto procuro sepir luna secuencia de ideas, per cada capitulo oapartado esuns entrada posible, Al final dl libro he agregado un anexo con eoneeptosele- ‘montales del conocimientocentiicn. Finalmente me gustaria agradecer al deseo que, hace unos aos, ‘mo hizo produce el libro de Been erica al que me refiero on estas ptlabras introductorias. Fue una ineursion en el mundo de alter. tra, Hoy me reterritorializo nuevamente en la toria y me entrego otra vera os lectores ectudioso, con quienes espero volver formar ‘ntimulantes méquinasflocotico-deseantes, ED. 1. ,Qué es la epistemologia? 1. Bl sentido multiple de la verdad Jap6o, siglo x1, senderosen el bosque, Un samurai eamina lena ‘mente delante de‘un caballo bianeo al que conduee por las riendas. Canto de pjares. Rayos de sol que atraviesan el fllajey ailan en la ralesa, Lor medallones de lz tran trasieida el velode una mujer posada en la aonturs. La tela se delina hasta los pequedos pies que Selatan la nobleza de su duet. La monturay el armamento brian. Una especie de paz emana dela armonia de Ins cosas. Pero el dolica- ‘do equilibrio se quiebra. La narracién interrumpe su secuencia. Hay falgo que la cdmara no captd yal encendcrse nuovamente nos devela, lence. EL hombre muerto, in mujer vielada, as armas no estén, el ‘sombrero de len el suelo, elde ella cuelga desgarrado de un arbusto solitario CComiensa Rashomon, de Akira Kurosawa, jurado a cargo del easo que no we deja ver~escucha diferentes versiones del scontecimiento: * Un humildeleiador dice haber encontrado al samurai sin vid. [Agrega que 20 vio a la mujer, tampoco al eaballo, ni las armas. La vita deelara no suber como murié su marido y acusa a un tpstemaog empire, sunlit, maton yo jibes, die ‘da Cara hasta Hal Hope ingen » Has Taicerbach, Ra Puppet, inet Nagel aeeome alo naeresirslsan ome Soap Seen, Woalang Sig ‘lle, ark Meals y alguns represetanies ie een ise Gat ‘chan lg erase nn qo intent earn ena ae “Camndy habla de eropne rece ota ean conan ‘hele paar en germane angles porge ello igrare "ret ric a rancor en eral See den epinansoga desta dla iors Feria de ln serpin hare Cabo meotnar tac seperate: ‘She Thomas Kab yal sustraco Poa Peabeed hain ena epitome ‘ada oa Metra, De toes mode; en western See epee drat gan parte lipo ya oe er nya do loecentis delas concn dares yete varie epctomdagos Enns genase son tes para acl y para la ended. Aga se ‘nena eben a perinne premolar de "verdad ‘ral dado la song dea edad’ ie ses dead he que we sora ‘Shige eomoer lar peat » ser Di ‘dejan de ver metsforas del mundo. Pero ay algo que parece irrefuta- ‘le las comunidades cientifcas proponen e imponen experimentos evalor universal, aunque se trata dona univerealidad expueete al rengo de que se demueatre lo canteari ose, por imprevisibles gol- ‘ee dol destino, sea sustituida por otra ‘Veamos un ejemplo desde la ciencia. Promediando el siglo xD, la ‘omunidadcienifiea aordabs en que ls proceos fermentatives obe- ectan al accionar de componentes meramente quimicos. Pero Louis ‘Panter (1822-1805) deseabrié elementos bildgicos en la produccign el feido etico, oponigndose asf a las verdades cientifcas entonces vigentos que coineldian en rechazar a den de algntipe de infiven- ‘a do la organizacidn y la vida en esos proceaot. Al analizar Ia pro- ‘duce de écdo dctico por fermentacién Pasteur disens pruebas para ‘que eu objeto de estudio demostrara su temple vital ¥,no sin enften- tar duras acusacionese iracundos ataques de parte de sus oponen- tos, logré imponer su innovacién. Se aeepté finalmente la aecién de ‘icroorganismos en la fermentacién que produce elcid Icio. A partir de los experimentos ~y la luchas de poder~delcientific fran: {sno sélo se resovié un enigma crucial sino que tambiga se do paso ‘una nueva diseplina In bioquimica. Pero nada le cayé de regalo al centifico de Lille, que debia Iuchar on varios frentes al mismo tiempo: ene aboratori, abrindose paso ‘entre el marasmo de datos empiricos borrosos, mientras atisbaba, Dosibles confirmaciones de sus hipdtesis; en la comunidad cientifica, ‘debatiendo contra quienes defendfan la naturaleza puramente qui- ‘mica de los fermentoa y lo convertian en blanco de sus chieanas a¢8- <émicas; en el plano politico, al que apelaba recorddndole a las ato. ‘idades que las guerras perdidas por eu pala correspendian con el desinterés de los gobermantes por la investigacién cientifica, mien- ‘tras que las ganadas le debian mucho a las inversianes estatales en {nvestigacién. La apelacion a lo helio para snerementar subsidios & lninvostigacin ya habia sido utilizada por Galileo Galley sereite- ‘6 varias veces en a historia. De hecho, muchos desarrooseientif cos se deben a la rivalidad entre los pucblos, Es desir que lo interno “el logro de nuevos conocimientos~ esta directamente penetrado por loextern. 'Elempeio de Pasteur en imponer sus innovaciones corra parejo con aa eafuerzo lentfca. De nada valdra lo actondo en In soledad el laboratoro si sus resultados no eircalaban por Is wociedad. Se ‘ropuso entoncesdivulgar personalmente sus hallazgos, BstableciS » fortaleiéinfluencias. Cuando, finalmente, us experimentos fue- obs i eiteagtst a ‘on asumidos por la comunidad, ‘émico aumente seasiblemente ‘De hecho, una vez aceptada la accién do microorganismos en la ermentacia que produce elcid lctioo, Pasteur fue requerido para mejores cargot en Paris ycont6 con medios de excolencia para otros ‘experiments con resultados no menos espectaculares. Sus éxitos ein ‘ifces fueron premiados por la mejora en las condiciones de vida, en ‘general, y por el rédito personal traducid, entre otras dstinciones y ‘consideraciones, en el otorgamiento dela Legién de Honor yel roeo- rocimiento personal del emperador Napolein i, primero, y del pre- sideate de Francia despuce, En épocas de declinncion de lag noble- as europeas, omiensa a expandirse un nuevo linaje, el dela fiencia, El funeral de Pasteur tavo lugar en el palacio de Versalles. Esto no le quita un dpieo do mérito @ su aporte, pero marca un santos y un despues, ex decir, un acontecimiento que no ropercute Sinjeamente en el desarrollo del eonocimiento, o historia interna de In-ciencia, sino también en In externa, es decir ea las prdcticas socla- ‘con toda su carga de poder, étiva yprestgio. En Ia mayoria de las innovaciones cientificas hay ingredientes similares alas viisitades del caso Pasteur: hipétosis audaces, anta- fgonismoe profesionales,epelacin al mejoramiento dela defensn de Estado como justifacién de inversiones en investigncién, proten- sin de ecuanimidad o de superioridad moral del eonocimiento. En fin, se encuentra rigor investigativ, pero también poder, étic, de- 00, prestigio, politica y algo mis. ‘imaginendo como telon de fondo la historia de la ciencia, si se piensa en los miles de estudiantes que cada afto ingresan al sste- ‘ma cientfico recibiendo na visién despoitizada de ese sistem: ‘hay que coneluir que estamos ante une gigantesca operacién de en: cubrimienta su poder simbolico,académico eco 8. Eplstemologia ampliada entre la historia interna y la historia externa de la ciencia ‘Ast put, los peqveios organisms del laboratorio de Lille no sélo onmovieron las lorias y las préeticas cientificas sine también In vida de Pasteur, que no entré sin compadiaen la historia: también los fermentos ecbre los que investgaba sufrieron viisitudes. Para \desconcierte del propio Pasteur, en 1880 lo fermentos que ya se ha- ‘ian impuesto como organismos vivos se convirtieron nuevamente 2 Esther Dine ‘en agentes quimios. Al abordarlos de manera diferente de como lo hhabla hecho Pasteur en 1858, produjeron otra realidad, o asi lo pare a ala luz de la recién nacida cencia de las enzimas, que son eom- ‘Puestos quimioos actuantos en los procesos fermentatives (Latour, £2001: 181). Pero el devenir de la investigacién determiné que las en zimas son preducidas por organiamas Vives. Asi se reat] logro de Pasteur, aunque actoslmenteexistensintesis artficiales de algunas ‘Pero independientemente de este avatar histérico-cientifio, Pas ‘eur postulaba que el orgen y Ia evolucion de cirtas enfermedades fran andlogos alos procesos fermentatives. Consideraba que exis- tan enfermedades que ve producen por el staque de agentes etiologi- cos provedentes del exterior del organismo, # la manera de los igérmenes que invaden la leche y eaunan wa fermentacién logrd emostrar que existen microorganismoe en el polvo atmosféico que, ‘cuando encuentran un Ingar propicio con abundante alimento (como los ealdos nutritives), prolifera. Su pestura fue muy resstida por clentificos de todo el mundo. ‘Uno de los principales razonamientos aducidos en su contra era que el papel desempenado por los gérmenes en Ia enfermedad ‘era secundario y eareeia de importancia. La posibilidad de que tn puado de microorganismos fuera caper de matar a organisms al- ‘amente desarrollados resultaba ineoneebible. La histaria que sigue ‘es por demas conocida, asi como ha vigencin de gran parte del acevo ‘tecnocientifico aportado por Pasteur ‘Abora bien, a partir de los dispositivos de saber-poder que se atis- ban detrés de esta semblanaa histéria, eabe proguntarse sobre la pertinencia de la dvisién eon fines de eatudio, ontre historia extor- ‘ha ¢ interna dea ciencia como orientadora del andlisis dels veoria yas préeticas eientficas. Porque, como queda claro en el paradig tien cazo de Pasteur, si el eentiico se hubiera dejado avarallar por sus oponentes, por la criteas insidioeaso por los obatéculos (20 Slo epistemologios) que debiéafrontar, gus teorias no habrian tras- cundido. Exstian pocas psibilidadas por iertode que la verdad triun- fara por sf misma. Necesté poder para impaner su verdad y sta, a su ver, le pesibilité mayor cieulacién por los entrecruzamientos de ‘furans institucional. Bvidentemente el ndeleo gnoseolsgico, al que denominamos “in- terno’ interactia con la supuesta exterioridad En El mereader de Venecia, de Shakespeare, c] moreader n0 pue- 4 tomar una libra do carne del euerpo de su deudor porque la ley eke pitta a permite cortar un trozo de carne al que no paga, pero impide que se Serrame sangre. ¥ como no se puede cortarearne viva sin desangrar, Shylock no puede cobrar Algo similar ocurre cuando se uplica la na- van de Oocam para dlimitar el aleance de la opistemologi En la eonstrvceién del conocimiento incide la integridad de Ia ‘maquina social. Hsto vale tanto para quienes “cortan” hacia el inte- ‘or de laeieneia como para quienos “cortan® hacia el entorno. Tam bien existon djsciplinas preseupadas po lo contextos no cientificos de las investigaciones, Sus estudio se dirigen hacia los factores es pecificamente politico-soriales relacionados con la emprosacioati- fa, mantenigndose en el extremo opuesto al internalismo." ‘Sin embargo tambien hey corrientes tedrieas que explora una slternativa 2 In polaridad y borran limites mis que estableverlos, fomo la antropelogia dela clencia que opera sabre la complejdad de Jos emprendimientos cienifices." Brano Latour (2001: 183), espe ialista en estudioe sobre Ia eiencia, considera que Gnicamente Ia ‘desatenciéa y el desouid de los multiple instrumentos de andlisis, texplican que se pueda defender un modelo que epone el contexto al 8H lief nominit Gullo de Ona (1256184), osierao ar seuss cerns mee andar ln "canie experiential quel univer ho ‘Steals on trios qo gaan oes nda, pe ata no ay, {ragga interme nar ent lo plas us eos Pa hla ‘Knits abl teensy oa come oe por exam ented uniera ‘mtr dea ae prin Spleen hmbs en nt cs on do, thw cnt agregar us rar ome La explo oliane Ia eaaj de Osa” ‘ingore bon mali coeepcin nessa in ae en eer Nnaimpea. 10-Bee prior dels slog dl venininta dane. 1929 Kael Mann im ple Idclagay tote don soaiers go ln solute daberia apa {eh tne eek din ote ecient ‘abitraexern) expend uel ty cntest oS jute (pertene- ‘lente a ante etra opla nono dominio le epetemslogrCEdheve- 1 Laantrplagl dr sees tie amada “esto sobre lec sees caps inant dor artesian cern Soren ingie 38 Mferrandes coments gue oera en lta‘ progrea furs en fesaegt {Ei Secouiens anion, ek gbe Dad Boro ano ar plonre Iara ino cnometndaega doesn represutata, ene tres por reno Lao oer amp del reat» constrciviono sxe, npizedo por Ses Par tracy prs iro Sma rine ow contenido para evitar sbordar la hetarogénea y variada labor de los tlentificos. Concentrarse en un aolo aspocta del quchacer cientiico es como construir un telén de acere que separara alas ciencias do los {Factores “extracientioos” ‘Se trata entonces de saltar ese muro teérico y sumergise en las ‘estribaciones, a veces caéticas, de los precesos eognostitives; on Jas indeelinables afereiones humbanas y en la ineidencia de los ele- mentos no humanos que forman parte de esta complejidnd ‘Adhiero a esa posici y propongoaplicar conceptos epistemolégi- ‘0s para abordar objetos de estudios que van mis alld de la forma de Jos enunciados o la racionalidad de ls métados, tales camo el andi sis del deseo, la relacin entre los cuerpos o, en general, laineidencia de lacieneia no aéloen la cultura sino también en la naturaleza. En, teste sentido oriento mi propio andliss desde una mirada filoséfica. 38 decir, desde el andlisis y la elaboracién de eanceptos propios de ‘una filosofia de la ciencia y la cultura que, como tal, se preocupa del ‘nileo duro dela ciencia, pero sin sislaro de entretajido de fuerza, ‘en el quese produce y desarrella. Me guiala premita de que la racio ralidad del conocimiento, aun la mds estrita yrigurosa, hunde aus ‘afces en luehas de poder, factoros econémicos, connotacionesétiea, ‘fecciones, pasione, idearios colectivos, intereses personal y pli raldad de nstriontes que no ebtdn ausentes, por certo ene] xitoo cl fracago de las teorias.” ‘Creo que la rampa de lanzamiento hacia est “epistemologia am- pliada alo poltico-social” no ha de perder de vista ni los antoceden- {es historios de la diseptina, ni los eonceptos de los pioneres de la filosoffa de la ciencia, Sobre ellos trazo algunas pinesladas en ol s- frundo eapttalo de este libro. 4.1La gaya técnica {Azaso noes cl ciontificismo un miedo al pesimismoy una escapa- torla frente a él”, sepregunta Nietzsche en EI necimiento de a trage: 12. La presente preps (Is que denamine “epee amps" no oon {echt de nanan ene sn ne deb con la ls een ene ‘Sraur enced fn ena anlna epctcaments last externa de cooe mlnesesen minor gui epatos sped Dasara amar iQ 0 a epintemologie? s dia, Se impone aclarar que “pesimismo", en este contexto, no tiene ‘onnotaciones negstivas ni peyorativas, ya que Niotzache concibe un pesimismo de a frtaleza, sina predilecion intelectual por los desa- Fos de laexiatencia, Paa predlecsin surgiria de una salud desbor- dante, de una plenitad de vida propia de épocas grupos que no Sstentan contra lor impulsos vitales. Hse libro refiere a lo griegos ‘cuando todavia su cultura no se habia follizado con el coreé de una fazén expulsora de excitaciones vitales. Nietzsche piensa en Ia cul- fura griega arcaic, en la que el impetu de eso pueblo admitia la tensign entre lo apolineo y lo dionisiaco. Ha eambio, sus sucosores, los griegos eldsios, rechazardn a Dioniso y se entregarsin al dominio hhegeménieo de Apo, el dios que hiere de lejos porque todo lo me- diatiza a través de la raz6a (Nietzsche, 1980). ‘Baiste una aparente eontradieein entre una afirmacién de las primeras paginas de El nacimiento de la tragedia ye contenido dela fbra, que ee edit por primera vex en 1871; en su tercera ediciin (1886) el gofo le agregs tna intcedueeién que titulé “Ensayo de lautocrtica” Ahi ae dice que Ia tarea de ese libro es dlucidar el problema de la ciencia y que se plantea un problema nuevo, inédito hasta entonces: el do ia eloncia concsbida como problematica, como diseutible y -aunque no esta explicit se podria agregar como "de- tadente” a inca decadent pera contrac de a cna lage gue se anume con una perspectiva humana, histories, oponiéndose a la Ciencia moderna sutoproclamada tniversal y verdadera. El saber tentonces eer doeadente cuando priva de sentido a quien no se rige por los estrctot parametros logico-racionalesexigidos por In trad ‘in iustrada. La ciencia jovial, por el entrario, seria propulsora de plurelided de sentidos, afirmativa de la existencia y promotora ‘e ibertad. Considero que, en realidad, el acontecimiento fundamen: tal de £2! naciméento dela trogedia os la reflexién sobre la vida, la muerte y la cienea: la vida en tanto productora de individuaciones, [a muerte como establecedora de unidad, y el anbelo de una ciencia rufractaria a las eodifieaciones anquilosantes. Nietzsche (1980: 27) te reflee a un libro imposible, porque “el problema dela ciencia no [ued ser eonocida en el terreno de a ciencia [del saber)” Apartirde flo, eabe coneluir que el contenido explicit de libro es circunstan- 12, Vlas elton de Ande Sache Psely “Braye de terion % Eater Die cial Serfan circunstanciales entonces as referencias « Wagner oScho- Dpenhauer, at omo a los grieges, sus dieses, sus poetas y sus floso- fog. Pues in concentracién de ese texto, su densidad conceptual, pro- viene dela delimitacién que se establece entre el teritaria del arte y el de la sioncia, ‘Mejor dicho al alae que el. arte el siltimo reducto de Dioniso Nietzsche estd dejando al descubierto los limites de la ciencia, por- gue ella comienza ali onde termina el arte. Las regiones apolineas lindan con las dionsiacas. Esta seria una explcacion posible (ana Interpretacin) de! afirmacisn nietescheana noerea de El acimiento dela tragedia como acceso a una comprensién profunda dela proble- métiea dela clencia, Ba ou autoriten dice: Se tata don libro [I nacimiento del rage que ha satisfac alos snejores de su tempo, Yu por eso deberia ser {ratado con certadoferonca; a pom de ello no gure repri- ‘mir del todo el decir end desagradable se me aparece ahora, ‘liciodi ation despute ante unon con sna von, ln veces ‘mds exigentes, perequene sean ruslto mde ons tarpoce ‘mas extratos a equolataren an quo este tmeraro lio ost ‘or vex primera aceroaae~ver la clenla oon Indice dle ita, ye rt, con nde la vida, (Nietache, 198029) [ieteache tuvo una intaicién que le permits captarlacieneia como ‘acontecimiento surgido desde las relaciones de poder y relacionado con a ticay ln estética, Considers ademés que las fronteras del arte Wel lgaren el que deja de ser arte~ estén establecidas por la racio- nalidad, la formalizacién y la Vigica. Baas fronteras eireunvalan y cexcluyen los sentidos el deseo, la materialidad ye] azar. La racona- Tidad cientfia seria ol imite rocoto contra el que se estrellan las ‘vumllsosns oles del arte, Este reafirma la vida, mientras el conoci- ‘miento cientifico modem la diseca, entre otras cosas, al fermalizar Jos enunciados sobre la realidad y al esforzarse por imponer como vverdades lo queen ultima instancia no son més que metaforas Mien 14. tea muted, acrrealg snr xa que protuce adv Wg en Treats Leip hinp hea (190), arenes qu Wiest rebere ‘pecteamonte ss peopsicones Vaiss os hecos el und pro lo {eslmentfmpatante para la ase lot y el ete d a 22 ‘hcntarta mas ilar nites es ea tras rnd en ie Gaver Ieepstensega? a tras Ta ei se prencupn on extender I vida cualquier preci, ate se empesa en reairmiria con su fre. ‘Nistacho visumbr coneepssaimenta el comieno, «ves incon- fehl, do aquln conoimienton gue nesta cule considers ‘oes inontaminaos, sion cients. Foss on camo, parts ds iavestgncionesepirea y is recor en concepts Hoss Seu Nettche ure su dens come dando danearines, Pouca as Gheplegé através Ge lon archives, lon tstimonis, los doeumentce, Its monuments somos Foes prodjeratstraciones de ea {egornssletwcheanee Taming, por jempl,e aurpimiento 8 as ‘Steias scales partie petens qu, en prsmora stand, {cern no tener anda que ver con la cienia, com ol encore, a Vigleniay cl eastge Al haber de elle, Focal et mostrando Tos limiene lesen eciaes, a como a hablar de os mitos {gnegoe Nietasche mocstra lo Wntes dn aconaidadveidental fn general {x oncptos los ceo intsfioe ntractan can sujet po- cate no con unsijeto hteirioo Forman parts dlcledescopio el hve porden varia en cualquier momento, Baas varacones son feo que permiten que oe emncepon, le cbieton ys autos mismas (Ginn thimoe, en tanta astortepresentacin eae) pueden lo tira desoporcar, emo desaparee en los linites el mar un ero {nado en in arena ‘No cbntante, a pesar dal prosentinient térco do Foucault, vambre como alts de sto dels dispinas scales ain noha enapreidyampow ol eprtarstoe de a chenci tl como Nita ‘hele conod Puss sigue send solemn yemniprsente, com hege tnoni chr eualguer otro pode saber Per lator ext demos- trade que In clenca noe independiente del eta da cles 28 Mt Foca, adems et rs terre adn aig apc relat dl oer (70 y Vary oir 77 mpectvaant, ans de ‘ralerentes dices jets uo extend largo des ita rfeenal. 1 Boa expen vt rma del ald Lr peer Tacos yw eee ab Nombre cn ej ead dole ceca ral lal ot oe eri aw Cabs rete de elsteme foci spr nil SD, uote evar ‘Eiapo dein cna tan rt tas po saber constr tron eon fue oapen el lumen hla que aimee scape e esta de Existe un punto en l que un vistago de Ia ciencia, que en af mis- mo es poder, se cousolida do manora proverbial e trata de la téent a, que forma parte de un dispositivo en el que interactian conor. miento, préctieas cientifieas, agentes humanos y no humanos (naturaleza y artefactos), intereses eorporatives, econdmicor, pliti- 05, simbelics (ideclogias, imaginarios,religiones)y Ia idea de cons- ‘rueeign como elemento predominant ‘Ahora bien, al aislar Ia problemitica de la técnica con fines de andlisis, o¢ cae inevitablemente en la confrontacién “ciencia-téeni- cn”. Es aqut donde, a partir de mediados del siglo 2, se produce una ‘tarsign. Hasta cea épora ~mal que ien~ ee acepes que la investign- ‘idm hsica es independiente dela apicaciontéenica.¥ ve acepts en contra de las evidenciashistoricas, va que la mayoria de los grandes Aesarrolles cientificns surgieron de problemas que exigian solucio- ‘es téenieas, tales como urgencias de salud, cima, transporte, in usta, comunicacién y guerra, entre otros aconteceres que ocupen ‘ala cioncia. Pero a partir de la invencién de las eomputadoras, la ‘obtencién de la fsidn atémicay el desarrollo de Ia ingenierin godt a, por nombrar sole algunos ejemplos paradigméticns, queda claro ‘que:no existe investigacién basiea "incontaminada” de tenica “Entiendo que seria un reduccionismo de sent cantrario al mo- derno proclamar que nsestra époea esta rignada por In téeniea y no por la ciencia, Ambas forman parte de un agenciamiento complejo. Pero asi come la madernidad se centré fundamentalmente en In

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