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1. Introducción
Todos los autores coinciden en calificar el tema del espacio como un contenido central
de Geografía. Los autores Capel y Urteaga al hablar de conceptos y postulados básicos
de la Geografía apuntan como uno de ellos el comprender la idea de que el
comportamiento de las personas y de los grupos sociales se adapta a la percepción
subjetiva del entorno y a las imágenes y mapas mentales del mismo.
Sin embargo a pesar de que es unánime la opinión de que la toma de decisiones de las
personas con respecto al espacio depende de cómo perciban ese espacio, cómo lo
representan, cómo lo vivan, son pocos los planteamientos didácticos que se hacen sobre
ese principio.
Éste es el punto de vista en que queremos centrarnos en este tema, cómo se desarrolla
en las personas la representación espacial de su entorno y el uso que podemos hacer de
ello en clase de Ciencias Sociales.
A estos estudios se les llama mapas cognitivos o mentales y se enmarcan dentro de los
estudios de Psicología Ambiental, ciencia que estudia las relaciones que se producen
entre las personas y su ambiente. En esta ciencia han influido profesionales de otros
campos, geógrafos, urbanistas, arquitectos, y se ha visto que el tema del espacio podía
enfocarse de manera más amplia. La Geografía de la Percepción surge por la
importancia que se le concede a los factores subjetivos del paisaje. La imagen individual
que se tiene de la ciudad influye en el comportamiento de sus habitantes. Esta teoría de
las relaciones de la persona con el ambiente que le rodea se aplicó en los años sesenta al
espacio urbano.
La llamada Escuela de Chicago fue la que llevó a cabo los estudios sobre la percepción
de la ciudad. La formación de la imagen parte de una percepción sensorial. Las personas
se fijan más en unos detalles u otros y elaboran sus propios mapas mentales. Un hito
fundamental en este nuevo campo fue la obra de Lynch “La imagen de la ciudad”, en la
que dice que la percepción de la ciudad se basa en la legibilidad de la misma y en la
preparación y conocimiento del sujeto. Los modelos de un ambiente específico que se
construyen a través de la experiencia reciben el nombre de mapa cognitivo o mental,
como ya hemos indicado.
Estos estudios son mucho más recientes que los anteriores. Se trata de una perspectiva
ecológica que contempla la interacción de la persona con el medio específico que la
rodea. Los ambientes del mundo real son diferentes de las condiciones en los
experimentos sobre el espacio abstracto. En el mundo real el observador es una parte
interactiva del ambiente y no sólo un observador pasivo. El ambiente envuelve al sujeto
y esto puede verse desde muchos puntos de vista a medida que se va estudiando. Así, se
ha estudiado , por ejemplo, cómo utilizamos el espacio como una manera de regular las
interacciones sociales, cómo ponemos control al acceso que las personas puedan tener
sobre nosotros, o el deseo de reducir el contacto con otras personas de otros espacios y
grupos sociales ...
El estudio del espacio subjetivo contribuye a crear conciencia espacial en las personas
en relación a su manera de percibir y valorar su entorno geográfico y a despertar su
sentido crítico respecto a la información geográfica, imágenes espaciales que reciben
permanentemente de los medios de comunicación de masas.
2. Mapas mentales
El mapa mental es la representación gráfica de un espacio conocido, que se va
desarrollando a través de la experiencia espacial, un constructo que abarca aquellos
procesos que hacen posible que la gente adquiera, codifique, almacene, recuerde y
manipule la información acerca de la naturaleza de su ambiente espacial”.
Por ejemplo, los elementos que resultan llamativos a los niños no tienen porqué ser los
mismos que los de los adultos. Un mojón típico en los mapas de los niños son las
tiendas de chucherías y los parques y los lugares de recreo. También hay diferencia
entre los mojones de los niños de diferentes medios. Para las personas adultas, hitos o
mojones son edificios o monumentos singulares, esculturas urbanas, edificios
hospitalarios, centros comerciales, cines etc...
La investigación parte de la línea de Piaget, pero quienes han estudiado este aspecto son
los autores Moore y Hart entre 1971-1981.
Estos trabajos parten de que hay que entender la interacción del sujeto de una manera
más amplia de lo que normalmente se ha hecho en el tema de la construcción del
espacio. Además del conocimiento que el sujeto tiene del espacio hay que considerar la
interacción que se establece en cuanto a la actividad que en él realiza, el uso que de él
hace y los sentimientos que experimenta hacia el entorno.
Según los autores citados, el desarrollo de los sistemas de referencia (información que
la gente utiliza para orientarse en el espacio) pasa a través de tres estadios de
diferenciación e integración crecientes, relacionados con los tres estadios evolutivos de
Piaget.
Quienes poseen las capacidades del pensamiento concreto son capaces de establecer
relaciones entre los elementos. Así, en esta etapa se dan la asociatividad, que permite
alcanzar los lugares por medio de rutas distintas; y la reversibilidad , que permite
representar las rutas en dirección opuesta a la que se ha experimentado.
Esto demuestra que el análisis evolutivo de los sistemas de referencia, antes citado, no
es aplicable sólo a cambios evolutivos en períodos amplios de tiempo, sino también en
períodos tiempo más corto.
Otra investigación: Sobre los mapas de 221 residentes en Ciudad Guayana
(Venezuela). Se encontraron mapas “secuenciales” y mapas “espaciales” . Los
“secuenciales son más primitivos que los “espaciales”. Y se encontró una relación
directa entre el tiempo de residencia en Ciudad Guayana y que el mapa fuera secuencial
o espacial.
Así, concluyendo, los datos que se disponen hasta el momento demuestran que se
produce un proceso ontogénico, o sea se reproducen los cambios evolutivos como en los
niños al enfrentarnos con un ambiente espacial nuevo aunque nuestra competencia esté
ya en el nivel más alto. La persona vuelve a pasar por todas las fases evolutivas de
las representaciones espaciales, aunque evidentemente, esta reconstrucción se haga
muy rápidamente.
Hay diferencias entre los mapas cognitivos de algunas personas. Las diferencias se
explican por algunas variables:
* Familiaridad con el entorno. Experiencia sobre él.
Las investigaciones demuestran que el grado de familiaridad con el ambiente determina
el nivel de representación de las personas. Pero el problema es que la familiaridad no se
refiere sólo a períodos de tiempo, meses, años, que la persona lleva en ese entorno, ya
que existen diferencias importantísimas entre el grado de experiencia, es decir, de
actividad que desarrolla cada persona dentro de un barrio o espacio. Así que para poder
predecir el nivel de representación de una persona además de conocer la etapa de
desarrollo en la que se encuentra es necesario saber el rango de actividad que le
caracteriza. Por rango de actividad se entiende el área espacial que recorre
habitualmente y la frecuencia con que lo hace. Puede haber personas que vivan en el
mismo barrio, de la misma edad pero que tengan una actividad distinta y probablemente
variará su nivel de representación.
* Medio de transporte.
Como ejemplo de lo anterior está el estudio realizado sobre esta variable. Los niños y
niñas que acudían a la escuela andando cada mañana hacían representaciones más
precisas que los que acudían en autobús. En la investigación realizada en Ciudad
Guayana también se vio que las personas adultas que viajan sólo en autobús producían
mapas fragmentados o dispersos, mientras que los conductores dibujaban mapas más
coherentes y estructurados.
Hay varias investigaciones que demuestran que el medio de transporte es una variable
importante que influye en la representación del espacio. Lo más favorable es andar, a
continuación conducir, y finalmente utilizar el transporte público.
* Sexo.
Las diferencias que se observan son en realidad dependientes de la diferente actividad
más que a la variable sexo. Donde las pautas educativas son diferentes para niños y
niñas nos encontramos con que el área espacial por donde se pueden mover libremente
las niñas es siempre inferior a la de los niños y esto lleva a que sus representaciones
sean menos evolucionadas y abarquen menos extensión que las de los niños.
Respecto a la edad se ha observado que hay evolución de los motivos que dan para
justificar la elección de un sitio como preferido o rechazado. Los más pequeños se
refieren a razones de tipo “social” referidas a que son sitios en que viven sus amigos, o
el colegio porque están los niños. Luego, cambian de motivos sociales a motivos de
“uso”, los sentimientos se explican en función de lo que se hace en los lugares; la plaza
porque juegan al balón, la cuesta porque van en bicicleta. Conforme se hacen más
mayores los niños sienten más atracción hacia los lugares que están más alejados y
normalmente no les dejan ir.
Hay diferencias entre el medio urbano y el rural. En el medio rural las preferencias son
estéticas; en el urbano, comerciales, prefieren ciertos lugares porque se compran cosas.
En el medio urbano hay niños que dicen que no les gusta el barrio; en el medio rural, no
sucede nunca.
Los motivos que explican los temores también son diferentes. En el medio rural se alude
al peligro que supone el río, los animales o perderse en el pinar. En el barrio las razones
del miedo son los gamberros, los gitanos y el tráfico.
Otros ejercicios sobre el entorno es evaluarlo diciendo lo que les gusta y lo que no,
dando una justificación. También, partiendo de los mapas cognitivos realizados en el
aula se pueden realizar juegos de simulación, viendo, por ejemplo, el impacto
ambiental que supondría la construcción de una autopista o un aeropuerto.
Para quienes tienen dificultades para interpretar y manejar mapas se puede planificar la
realización de maquetas con cartón, plastilina u otros materiales.
El barrio propio se suele representar mayor que otros. Referencias como el mar, montes,
río, no suelen aparecer. A veces, es difícil encontrar mojones. Se puede hacer una
descripción del itinerario habitual, observar diferentes ritmos de la ciudad, durante el
día, o la semana, en diferentes estaciones... Se puede mirar la ciudad desde lo alto y
contrastarlo con la visión esquemática del plano; hacer un reportaje de un viaje en
autobús a un barrio desconocido, y realizar fotografías; recopilar fotografías antiguas y
recientes , canciones; poner de manifiesto diferentes impresiones y visiones de la
ciudad, entrevistando a diferentes personas; estudiar actuaciones municipales; la red de
transporte; problemas; etapas de evolución, etc. etc.
* Itinerarios para realizar en parejas.
Imagina que tu compañera o compañero es un extranjero recién llegado a la ciudad.
Explícale mediante un croquis un recorrido: de la estación del Norte al CAT , en el
edificio del teatro Victoria Eugenia; o de la Parte Vieja a la oficina de Correos, etc.
Los itinerarios los fijaremos según la ubicación del centro de estudio. Luego se
intercambian los papeles con el fin de que todas las personas hagan mapas cognitivos.
* Paseos.
Imagina que ha llegado una amiga que no ha visitado nunca tu ciudad o pueblo y
quieres enseñarle los lugares que según tu criterio merece la pena ser visitados. Estaréis
desde las 11 de la mañana hasta las 17 h. de un domingo. Dibuja un itinerario teniendo
en cuenta que es día festivo. Señala los lugares que visitaréis, el tiempo aproximado de
la visita, medio de transporte, dónde comeréis, etc. sobre un plano de tu ciudad.
* Silueta de la ciudad.
La silueta de una ciudad es la máxima generalización posible de un mapa urbano, pero
no siempre comunica la imagen de la ciudad que representa. Dibuja la silueta de tu
ciudad en un folio y pregunta a cinco personas ajenas a tu clase si saben de qué se trata.
Comenta los resultados. Vuelve a hacerla pero utilizando algunos puntos de referencia,
mar, río, monte o comunicaciones...., pregunta de nuevo y comprueba si la reconocen
más fácilmente. ¿La silueta de tu ciudad se parece a alguna figura conocida?.
9. Bibliografía