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1) El documento analiza la única mención que Lacan hace a la "violencia" en su seminario "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis".
2) Lacan se refiere a la violencia como un "dominio" (Herrschaft) que la pulsión ejerce sobre un "objeto" para lograr satisfacción más allá del principio de placer.
3) La violencia no implica agresión, sino la incorporación del objeto para asegurar el goce, siguiendo el camino que la pulsión traza en su retorno
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En el presente trabajo se establece una relacion entre el concepto de violencia y el de pulsion a partir del seminario 11 de Jacques Lacan
1) El documento analiza la única mención que Lacan hace a la "violencia" en su seminario "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis".
2) Lacan se refiere a la violencia como un "dominio" (Herrschaft) que la pulsión ejerce sobre un "objeto" para lograr satisfacción más allá del principio de placer.
3) La violencia no implica agresión, sino la incorporación del objeto para asegurar el goce, siguiendo el camino que la pulsión traza en su retorno
1) El documento analiza la única mención que Lacan hace a la "violencia" en su seminario "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis".
2) Lacan se refiere a la violencia como un "dominio" (Herrschaft) que la pulsión ejerce sobre un "objeto" para lograr satisfacción más allá del principio de placer.
3) La violencia no implica agresión, sino la incorporación del objeto para asegurar el goce, siguiendo el camino que la pulsión traza en su retorno
El presente trabajo es un intento por relacionar de manera clara el
concepto de violencia al de pulsin en Lacan, a la altura de su seminario Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanlisis, de 1963, para lo cual localizamos la nica mencin que hace al significante violencia. Esto ocurre en la pgina 190, clase XIV, La Pulsin Parcial y su Circuito, en donde al referirse a la pulsin sado-masoquista dice: () en este texto1 tenemos la clave, el nudo, de lo que tanto ha obstaculizado la comprensin del masoquismo. Freud articula de la forma ms firme que el dolor nada tiene que ver con el punto de partida de la pulsin sadomasoquista. Se trata de una Herrschaft, de una Bewltigung, de una violencia ejercida sobre qu? -sobre algo que carece a tal punto de nombre que Freud decide y, a la vez, vacila, en dar como su primer modelo, en conformidad con todo lo que aqu les expongo, la violencia que ejerce el sujeto sobre s mismo, en aras del ejercicio de un dominio. Est referencia a la violencia nos parece sumamente interesante pues en este momento Lacan va avanzando casi a la letra sobre el texto freudiano Pulsiones y Destinos de pulsin (1915), lo que le permite trabajar la referencia tanto a las pulsiones parciales como al concepto de objeto a, que ha introducido plenamente en este seminario. Es as entonces que, de acuerdo a la cita anterior, podemos observar que para referir a la violencia toma antes dos significantes freudianos, el
Se refiere al texto de Freud, Pulsiones y destinos de Pulsin, de 1915, que Lacan
recomienda traducir como La Pulsin y sus vicisitudes.
primero de ellos Herrschaft, sustantivo alemn que puede descomponerse
en:
Herr: Seor, que en su acepcin no solo hace referencia a la
manera respetuosa de referir al hombre de cierta edad, sino que conserva claras reminiscencias al seor feudal.
y Schaft: Ovejas.
En definitiva la conjugacin de ambas palabras forma Herrschaft que
quiere decir Reinar, Dominar. Habra que destacar finalmente que ese Schaft no solo completa el significante, sino que ms bien da el lugar a un otro sobre el que se reina. El otro significante referido es Bewltigung, que en espaol significa superacin o dominio, lo que sirve de apoyatura para lo que el analista francs intenta probar. La pregunta de Lacan ubica el momento en el que se introduce la posibilidad de dolor segn Freud para la pulsin sado-masoquista, quedando en claro que esto solo puede suceder en tanto el circuito pulsional ha logrado enlazar a otro, quedando l mismo el sujeto-, como trmino de la pulsin. De esta forma la pulsin logra una transgresin al principio del placer, permitindose la meta (Ziel), que es la satisfaccin. Dice Lacan en la misma pgina citada: El sujeto se dar cuenta de que su deseo no es ms que un vano rodeo para pescar, engarzar, el goce del otro en la medida en que al intervenir el otro, el sujeto se dar cuenta de que hay un goce ms all del principio del placer. (1963, p. 190) Es decir que, la verdadera mira del deseo es el otro al que se fuerza ms all de su implicacin en la escena. Con ello se logra, dice Lacan, ir ms all del principio del placer, el principio econmico freudiano garante de mantener a los estmulos alejados. As mismo podramos agregar que de esta forma lo que hacer verdaderamente la pulsin es engarzar al otro o lo que ya podramos llamar con mayor asertividad su objeto que es aqu el Schaft antes mencionado-, con la finalidad de obtener dicha satisfaccin. Dicho de otra manera, esta es la manera que tienen las pulsiones parciales de instalarse en el lmite de una homeostasis sin dejar por ello de estar capturadas por la sexualidad.
Entonces, la referencia a la violencia es entendida aqu no en el
sentido de una agresin de tipo imaginaria que se subleva adems en contra de un orden social simblico instituido, sino ms bien como el circuito por el que la pulsin parcial lograr una satisfaccin ms all del Real-Ich, para lo que se hace necesaria la inclusin del otro en dicho circuito. Si volvemos aqu a Pulsiones y destinos encontramos que con notoria claridad Freud refiere una vez ms a la separacin entre yo-no yo, sujeto-mundo exterior, para decir que histricamente las pulsiones yoicas de auto conservacin han odiado lo externo en tanto fuente de estmulos que se perciben nocivamente. Pero sin embargo, cuando es ubicable en el exterior un objeto al que amar, fuente de placer, el movimiento es el de incorporacin del mismo. Leemos: Como vimos, el objeto es aportado al yo desde el mundo exterior
en
primer
trmino
por
las
pulsiones
de
auto
conservacin; y no puede desecharse que tambin el sentido
originario del odiar signifique la relacin hacia el mundo exterior hostil, proveedor de estmulos. () Lo exterior, el objeto, lo odiado, habran sido idnticos al principio. Y si ms tarde el objeto se revela como fuente de placer, entonces es amado, pero tambin incorporado al yo, de suerte que para el yo-placer purificado el objeto coincide nuevamente con lo ajeno y lo odiado. (Freud, 1915: p. 131) Es claro ahora que esta construccin respecto de la violencia no se refiere, como dijramos antes a la agresividad imaginaria, sino por el contrario a la manera en que se ejerce el amor segn Freud, el camino que la pulsin sigue en su retorno para asegurarse el goce que es siempre su meta y para la cual necesita del otro, o ms bien, de su objeto. La violencia, por lo menos esta que describe aqu Lacan como un dominio Herrschaft- en definitiva busca incorporar este objeto, provocando lo que podramos pensar como un hacer en el borde del principio del placer, para adjudicarse esa transgresin de goce que la pulsin solicita cada vez. Bibliografa:
Freud, S. (1915), Pulsiones y Destinos de Pulsin, Buenos Aires: Ed.