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LA PRIMERA PRESIDENCIA Enero de 1979

Spencer W. Kimball
N. Eldon Tanner
LIAHONA Número 1 Año 25
Marión G. Romney

CONSEJO DE LOS DOCE


Ezra Taft Benson índice
Mark E. Petersen
LeGrand Richards
ARTÍCULOS DE INTERÉS GENERAL
Howard W. Hunter 2 El hogar ideal..., presidente Marión G. Romney
Gordon B. Hinckley 5 Preguntas y respuestas
Thomas S. Monson 9 El Evangelio y yo, Ariana y Sandra Bertossi
Boyd K. Packer
Marvin J. Ashton
10 La hermana que aprendió a leer..., Irma
Bruce R. McConkie de Mackenna
L. Tom Perry 12 Las tribulaciones de Elizabeth Francis Yates
David B. Haight 18 La prueba de la adversidad, presidente Ezra Taft
J a m e s E. Faust
Benson
COMITÉ ASESOR 29 Mi primer compañero mayor, Elouise Bell
J a m e s E. Faust 34 Sistemas de escritura..., John L, Sorenson
Paul H. Dunn
M. Russell Ballard
38 La abnegación, élder Vaughn J. Featherstone
44 Los descubrimientos... sobre los mayas,
EDITOR DE LAS REVISTAS James S. Packer
J a m e s E. Faust
48 Solución al crucigrama de octubre de 1978
REVISTAS INTERNACIONALES
Larry Hiller, Editor gerente
SECCIÓN PARA LOS JÓVENES
Carol Larsen 15 La confianza, una clave para el testimonio,
Annette Parkinson
EDITORA RESPONSABLE
DE LIAHONA SECCIÓN PARA LOS NIÑOS
Raquel R. V. Tokarz 21 La entereza de un niño, Margery Cannon y
DIRECTOR DE ARTE Lurene Wilkinson
Roger W. Gylling 25 El Club del Buen Vecino, Mary S. Divers
PRODUCCIÓN
28 Página para colorear
Norman F. Price NOTICIAS DE LA IGLESIA
Kay Watson
47 Nuevas estacas en Latinoamérica
DIRECTOR
ADMINISTRATIVO
Veri F. Scott

©1979 by the Corporation of the


President of The Church ot J e s ú s
Christ of Latter-day Saints.
All rights reserved

LIAHONA/ENERO de 1979 1
termina con una oración, tanto familiar
E n un hogar ideal de Santos de los
Últimos Días, presiden padres que
han sido sellados por el poder del Sa-
como individual; en él se enseña y se
practica el Evangelio de Jesucristo me-
cerdocio, y si los hijos no nacieron bajo diante el precepto y el ejemplo, y se
el convenio, habrán sido sellados a sus honra el Sacerdocio.
padres. Cada miembro de dicha familia Los miembros de un verdadero hogar
pagará un diezmo justo. mormón, son leales el uno al otro; se
En un verdadero hogar de Santos de aman, respetan y sostienen mutuamente.
los Últimos Días, cada día principia y Los Santos de los Últimos Días tene-

Mensaje de la Primera Presidencia

El hogar ideal
para los Santos de los
Ultimos Días
por el presidente Marión G. Romney
Segundo Consejero en la Primera Presidencia

2
mos un concepto del matrimonio que di- rita de nuestra comunidad que ame el
fiere del de cualquier otra persona; para evangelio y desee sus bendiciones, de-
nosotros, el matrimonio es, como para searía casarse en cualquier otra manera.''
muchas personas, el comienzo de una (Journal of Discourses, 11:118.)
familia terrenal; pero es también el co- Ya he mencionado que un hogar de
mienzo de una familia eterna. El esposo y Santos de los Últimos Días, es aquél en
la esposa han sido sellados mediante el donde se paga un diezmo justo. Concer-
Santo Sacerdocio y mediante el Santo niente al diezmo, el presidente Brigham
Espíritu de la Promesa a fin de que su Young, dijo:
unión continúe durante las eternidades; "El Señor instituyó el diezmo; se
sus hijos les pertenecerán para siempre. practicó en los días de Abraham, Enoc y
La realización de esta esperanza, es para Adán... quisiera simplemente decir esto
los Santos de los Últimos Días el con- a los que profesan ser Santos de los Últi-
cepto del cielo. mos Días: Si descuidamos el pago de
Dicho concepto inspira a los futuros
novios a llevar vidas limpias y puras;
saben, como solía decir el presidente
David O. McKay, "que aunque sabemos
que el casamiento en el templo es un
convenio digno y esencial, lo funda-
mental son la dignidad y pureza perso-
nales de los prometidos, las cuales se
determinarán durante sus años de no-
viazgo, antes del casamiento mismo . . .
La felicidad de la vida conyugal co-
mienza en el noviazgo, no cuando se
efectúa la ceremonia del matrimonio.
Una vida pura es esencial para que el
matrimonio en el templo tenga éxito".
Vosotros, los que os habéis casado por
las leyes de los hombres y que no habéis
sido sellados, deberíais establecer el ma-
trimonio en el templo como vuestra meta;
haceos merecedores de ello, viviendo las
normas del evangelio; buscad la ayuda
del Señor en vuestra preparación, y
después, en alguna forma, id al templo y
sed sellados.
En una ocasión, el presidente Brigham
Young dijo:
"Si comprendiera su importancia,
cada joven de nuestra comunidad haría
cualquier sacrificio o esfuerzo para ca-
sarse en la manera debida mediante el
Sacerdocio, en el templo; ninguna seño-
LIAHONA/ENERO de 1979 3
LIAHONA El hogar ideal para los Santos de los Últimos Días

nuestros diezmos y ofrendas, recibire- ante el juez de mi pueblo." (D. y C.


mos el castigo del Señor; esto se cumplirá 68:33.)
al pie de la letra. Si descuidamos el pago El presidente Joseph F. Smith, dijo lo
de nuestros diezmos y ofrendas, descui- siguiente:
daremos otras cosas, y esto continuará "En el hogar debidamente ordenado
acrecentándose hasta que el Espíritu del se pone el fundamento mismo del reino
Evangelio se encuentre completamente de Dios, de la rectitud, del progreso, del
lejos de nosotros, y quedemos en las ti- desarrollo, de la vida eterna y del au-
nieblas, y sin saber adonde vamos." mento eterno en el reino de Dios. No
(Discourses of Brigham Young, edición debe ser difícil considerar el hogar con la
1951, pág. 174.) más alta reverencia y pensamientos
Todo verdadero hogar mormón, es un exaltados, si puede fundarse sobre los
hogar de oración. La primera instrucción principios de pureza, de cariño verda-
que el Señor dio a Adán y Eva después dero, de rectitud y justicia. El hombre y
que ambos fueron expulsados del Jardín, la mujer que tienen perfecta confianza el
y que se hizo constar por escrito, fue el uno en el otro, y que determinan obede-
mandamiento de "que adorasen al Señor cer las leyes de Dios en sus vidas y cum-
su Dios" (Moisés 5:5). Desde aquel en- plir la medida de su misión en la tierra, no

"En el hogar debidamente ordenado se pone el


fundamento mismo del reino de Dios, de la rectitud, del
progreso, del desarrollo, de la vida eterna y del
aumento eterno en el reino de Dios."
—Presidente Joseph F. Smith

tonces hasta la actualidad, este manda- estarían y nunca podrían estar contentos
miento divino se ha repetido con más sin el hogar. Sus corazones, sus senti-
frecuencia que cualquier otro. Las fami- mientos, sus mentes, sus deseos, se in-
lias y los miembros de la Iglesia que no lo clinarían naturalmente hacia el estable-
cumplan, lo hacen a su propio riesgo. cimiento de un hogar y familia y reino
"Ora siempre", dijo el Señor, "para propios, hacia la colocación de los ci-
que salgas vencedor; sí, para que venzas mientos del crecimiento eterno y poder,
a Satanás, y para que te escapes de las gloria, exaltación y dominio por los si-
manos de los siervos de Satanás, quienes glos de los siglos." (Doctrina del
apoyan sus obras." (D. y C. 10:5.) Evangelio, págs. 297-298.)
"Y un mandamiento les doy: Quien no El cielo es tan solamente una extensión
cumpla con sus oraciones ante el Señor, de los hogares ideales de ios Santos de los
cuando sea tiempo, será tenido en cuenta Últimos Días.
4
El Evangelio y yo
por Ariana y Sandra Bertossi

Amar a Jesucristo, es amar su Evangelio, Amar a Jesucristo, es amar Su vida y sufrimiento,


Es llevar pura la mirada que ha visto Su sonrisa, Es despertar la aurora que duerme en las tinieblas,
Es tener los labios dulces de repetir Sus palabras, Es sentirse florecido como colina en primavera,
Es volar sobre los abismos de la vida, con alas, Es olvidar que existe la voz helada del invierno,
Es sentir dulzura en momentos de tremenda amargura, Y dirigirse hacia la cumbre £in que ya nada nos detenga
Es darse a El, simplemente, como quien da una caricia. Dando gracias, y honra, y loas a Dios, el Padre Eterno.

Amar a Jesucristo, es amar las buenas nuevas, Amar a Jesucristo, es amar Su sacrificio y redención,
Es llevar Su luz reflejada en nuestras pupilas, Es ver sobre la tierra la huella viva de Su amor,
Es tener entre las manos todo el azul del cielo, Es hablar de El con el follaje, con el rocío y el gorrión,
Es ir a El por los caminos iluminados del silencio, Es ser feliz sencillamente con el aroma de la flor,
Es vivir absorbido por el más bello de los sueños, Es comprender por qué se canta al ofrecer un sacrificio,
Es escuchar su palabra sobre la tierra y en el viento. Es explicarse sin asombro por qué florecen los espinos.

Amar a Jesucristo, es amar Su divino ministerio, Amar a Jesucristo, es amar toda Su obra,
Es encontrarse de pronto, sin un motivo, sonriendo, Es convertir en resplandor la sangre del martirio,
Es sorprenderse, llorar calladamente, en silencio, Es el hallar un gozo nuevo con un corazón desconocido,
Es compartir la maravilla de un hermoso secreto, Es deshacerse de ternura bajo Sus ojos pensativos,
Es ser transparente como el cristal del Evangelio, Es suspirar con la fe de que El oiga el suspiro,
Es recoger en el mundo la espiga madura para el Maestro. Es un llevar la cruz, para ir con El al infinito.

Amar a Jesucristo, es amar Sus enseñanzas. Ariana y Sandra Bertossi tienen


Es sentirse luminoso con la luz de las estrellas, respectivamente 15 y Maños, ypertenecenal
Es sentirse palpitante como gaviota que vuela, Barrio 5a de la Estaca de Montevideo Oeste,
Es descubrir lirios en la dureza de la piedra, Uruguay. Con este poema, las hermanas
Es buscar la dulzura cautiva en el panal de abejas, Bertossi ganaron un concurso efectuado por
Es ser lanza en cada pecho, y llave que abra toda puerta. la estaca para los jóvenes del Sacerdocio Aaronico.

LIAHONA/ENERO de 1979 9
Las muchas experiencias diarias de vivir
el evangelio y amar al Señor, se La hermana que
encuentran escritas en el corazón de
cada Santo de los Últimos Días y son aprendió a leer
comunes a muchas personas. Comparta
con otros miembros de la Iglesia las el Libro
experiencias que hayan fortalecido su
testimonio: respuestas a oraciones, de Mormón
bendiciones del Sacerdocio, influencia por Irma de Mackenna
de familiares o amigos cariñosos, etc.
Envíelas a:

Liahona Magazine
50 East North Temple
Salt Lake City, Utah 84150
U.S.A.
— ¡Hermana, ya sé leer! Aceptó el libro como si fuera una piedra
La miré sorprendida. Las pequeñas arrugas preciosa, le puso una cubierta protectora, y lo
de su rostro se contrajeron en una amplia colocó sobre su mesa. Frecuentemente, lo
sonrisa. En ese momento, estábamos tomaba en sus manos temblorosas, y lo
almorzando juntas todas las hermanas de la acariciaba; y muchas veces lloraba, porque
Sociedad de Socorro, de la rama de Quilpué. tenía un tesoro invalorable del cual no podía
— Pero . . .hermana Medina. . . —atiné a disfrutar.
balbucear— Yo no sabía. . . Llegó un día en que no pudo soportar más
—¡Ah, no! —me respondió— Yo no esa situación; entonces se arrodilló y le
quería que nadie supiera. ¡Me avergonzaba suplicó al Señor que la ayudara a conocer los
tanto! tesoros de aquel libro, que no permitiera que
La hermana Ana de Medina era una ella quedara en tinieblas estando como estaba,
anciana, sonriente y amigable, que siempre tan cerca a la luz.
llegaba a la Iglesia respirando con dificultad, Después, le pidió a su hija que le leyera la
porque sufría del corazón. Era viuda, y primera frase, solamente la primera. "Yo,
ninguno de sus hijos había querido aceptar el Nefi, nací de buenos padres . . . " La repitió
evangelio. Viajaba en ómnibus para asistir a dos, tres, muchas veces; observó
las reuniones, y casi siempre iba sola. cuidadosamente cada palabra para ver cómo
— Hermana — le pregunté —, ¿por qué no estaba formada, y estudió su significado; así,
me dijo que no sabía leer? Con mucho gusto las fue memorizando todas.
hubiera ido a su casa para enseñarle. Luego le pidió a su hija que le leyera la
—Muchas gracias, hermanita. Sé que lo segunda línea, e hizo lo mismo con aquélla,
hubiera hecho. Pero aprendí a leer con el repitiéndola muchas veces y estudiando cada
Libro de Mormón, y gracias a la ayuda del palabra hasta que su estructura le quedó
Señor. grabada en la memoria. Lentamente, línea por
Yo estaba fascinada. Aquella hermana línea, continuó en la misma forma hasta que
asistía fielmente a la Sociedad de Socorro, y fue capaz de reconocer algunas palabras que
siendo yo la maestra de Vida Espiritual, en se repetían en las escrituras. Pronto comenzó
repetidas ocasiones le había pedido que leyera a comprender el orden de construcción en la
alguna escritura. Ella invariablemente me gramática española; aprendió también a
contestaba con una sonrisa: analizar las sílabas y a combinar las letras,
— Perdóneme, hermana. No puedo. asociándolas con los sonidos que conocía.
Pero yo no sabía si era porque no veía bien, Su dedicación era asombrosa. Día tras día,
o porque hubiera olvidado sus anteojos. y línea por línea, fue aprendiendo a leer su
Después, me dijo que cuando ella era niña amado Libro de Mormón. Y por fin llegó el
no se le daba mucha importancia a la maravilloso momento en que se dio cuenta de
educación en una muchacha, y sus padres no que podía leer cualquier parte del libro. ¡ Había
la habían mandado a la escuela; sólo le habían aprendido!
enseñado las tareas propias de un ama de casa. Desde aquel instante, la hermana Medina
Cuando los misioneros llegaron a su casa, leyó todo el Libro de Mormón con verdadera
ella los escuchó atentamente, y sintió que le sed de conocimiento; después, leyó Doctrinas
decían la verdad. Después que se fueron, le y Convenios, deleitándose con la sabiduría de
pidió a su hija que le leyera los folletos que le sus muchos mensajes inspirados.
habían dejado. En esa forma continuó La hermana Medina ya se ha ido de este
recibiendo las lecciones, y los misioneros mundo, pero yo todavía puedo ver su rostro
jamás llegaron a darse cuenta de que su feliz y animado cuando, cada vez que nos
investigadora no sabía leer, pues memorizaba encontrábamos, se regocijaba hablándome de
todo. Finalmente, llegó el momento en que algo nuevo que había leído.
hablaron del Libro de Mormón, le dejaron un La hermana Mackenna es Presidenta de la
ejemplar y le pidieron que lo leyera. Sociedad de Socorro en la Estaca de Quilpué,
¡Entonces comenzó su angustia! Chile.

LIAHONA/ENERO de 1979 11
Las tribulaciones de
ELIZABETH
FRANCIS
YATES
uedo decir que he visto el resultado de En ese entonces tenía setenta y dos años, y
la mano del Señor sobre Su pueblo en cinco años después había de morir. Pero la
muchos momentos", escribió Elizabeth dulzura y sencillez de su paciencia y fe no
Francis Yates en 1905. Hubo épocas en que se eran resultados de la vejez, sino que su testi-
requería tener mucha fe para pensar que monio había sido probado por las aflicciones,
nuestros enemigos no triunfarían . .. pero refinado por el sufrimiento, y vuelto a probar
puedo decir con el salmista que 'joven fui, y muchas veces.
he envejecido, y no he visto justo desampa- Había crecido en un culto hogar inglés,
rado' (Sal. 37:25)." cuyos miembros pertenecían a la Iglesia de

12
Inglaterra; siendo todavía una adolescente, se car a las niñas llevándoselas consigo a Lon-
sintió confundida por el contraste entre lo que dres; la ley lo protegía, y no hubo nada que
enseñaba la Biblia sobre el bautismo, y lo que ella pudiera hacer para impedírselo.
se ponía en práctica en su propia religión; por Aun así, no vaciló. Sus últimas dudas se
este motivo, no le resultaba placentero asistir habían disipado en el preciso instante de su
a las reuniones. bautismo cuando, fijando la mirada en las
Cuando tenía quince años se casó, y des- negras aguas del río, a medianoche del 4 de
pués del nacimiento de su primera hija oyó diciembre de 1851, pensó que no podría se-
hablar por primera vez de los mormones. Al guir adelante con su propósito. "Pero me
principio no le interesó, pues aunque no es- pareció que una voz me decía: 'No hay otro
taba satisfecha con su religión, "al menos, camino'." Y con inalterable fe, dio aquel
era muy respetable", según sus propias pa- paso.
labras. ' 'Después todo cambió para mí. La venda
Sin embargo, por cortesía no tuvo valor de había caído de mis ojos, vi que el plan del
rechazar un folleto que le ofrecieron un día, y evangelio era glorioso, e hice convenio con
que en una tarde lluviosa comenzó a leer. mi Padre Celestial de que aunque se cernie-
Muy pronto se absorbió en la lectura del de- ran sobre mí oscuras nubes, aunque mis
bate que había tenido lugar entre John Taylor amigos se convirtieran en mis adversarios,
y algunos ministros religiosos franceses. con Su ayuda, estaría siempre dispuesta a
"Cuando terminé de leerlo, dije en voz servirlo. Desde entonces, he tratado de cum-
alta: ' ¡Gracias al Señor, he encontrado al fin plir mi promesa en medio de mis debilidades.
el verdadero camino.' " Muchas veces he cometido errores, y he dicho
Después de eso asistió a una reunión donde o hecho cosas de las cuales me he arrepen-
se explicó la misión terrenal de José Smith. tido; pero jamás he dudado de la veracidad
Decir que mi corazón estaba lleno de gozo, del evangelio ni tratado de poner obstáculos
es expresar pobremente los sentimientos que en el camino de otras personas."
me embargaban; no podía dejar de pensar Elizabeth pasó los seis años siguientes en
que el único camino era arrepentirme de mis una ciudad llamada Bath, viviendo con la
pecados y recibir el bautismo; también sabía familia Yates, cuyo hijo Thomas estaba
que mis familiares se opondrían tenazmente cumpliendo una misión, y gastando su exiguo
cuando lo supieran, y que mis amigos me salario en la infructuosa búsqueda de sus
abandonarían o me tratarían con frialdad. hijas.
Todo esto sucedió, pero fue aún peor de lo ' 'Después de muchos años de ayunar, orar
que yo había supuesto." y derramar muchas lágrimas, el Señor abrió
Estas últimas palabras,' 'aún peor de lo que el camino para que yo pudiera viajar a Sión.''
yo había supuesto", encierran una agonía Este viaje lo hizo con la familia Yates,
imposible de imaginar. Fue una forma muy inmediatamente después de regresar Thomas,
modesta de expresar las tribulaciones que su- luego de cumplir una misión de seis años y
frió como consecuencia de su decisión: su medio. No sabemos cuánto dolor le costó
madre le prohibió volver a entrar en el hogar alejarse de Inglaterra, puesto que su único
paterno; su marido le dijo que tendría que comentario es:
elegir entre su familia y su nueva religión. En "Rogué fervientemente a Dios que me
medio de sollozos de angustia, Elizabeth se ayudara en la larga y tediosa jornada que
rehusó a negar su testimonio, por lo que él la tenía ante mí, para que no murmurara pro-
abandonó con sus cuatro niñitas. Ella encon- testas ni me quejara de nada, aunque encon-
tró empleo en una hilandería, y mientras tra- trara grandes peligros en mi camino; y El
bajaba tenía junto al telar en una cesta a su respondió a mis oraciones, porque no tuve
niña más pequeña; de esta forma pudo man- motivo alguno para murmurar, sino que todo
tener a sus hijas. Pero, al ver que su decisión el tiempo mi corazón estuvo lleno de grati-
era inquebrantable, su marido regresó a bus- tud."

LIAHONA/ENERO de 1979 13
LIAHONA Las tribulaciones de Elizabeth Francis Yates

Pero su hijo relató más tarde lo que ella, por que puedas pensar que estoy aquí por motivo
su carácter lleno de paciencia y fe, omitió de alguna oportunidad en que tú te hayas
decir. Durante todo el viaje estuvo indis- quejado de no tener todo lo que quisieras.
puesta con mareos y malestar producidos por Créeme, querida mía, que ése no es el caso.
el movimiento del barco y tan enferma que No recuerdo ni una sola vez en que tú hayas
estuvo a punto de morir. dicho algo que pudiera ser tomado como una
En julio de 1863, Elizabeth contrajo ma- queja.... Mi amor, yo amo nuestro humilde
trimonio con Thomas Yates en el Estado de hogar, te quiero a ti, mi amada esposa, y a
Nebraska, y aquella misma tarde ambos co- nuestros amorosos hijitos. Por sobre todas las
menzaron su travesía hacia el Oeste de los cosas en la tierra, amo tu compañía; y no hay
Estados Unidos. Cuando al empacar sus per- nada que me brinde más placer y felicidad en
tenencias, Elizabeth se dio cuenta de que no este mundo, que estar contigo."
tendría lugar de llevar su baúl en la carreta, Sin embargo, el gran amor que se tenían y
recordando las hermosas piezas de porcelana que ambos sentían por sus cinco hijos, no
que estaban en él y que ella había envuelto y podía mitigar el profundo dolor de su corazón
guardado tan cuidadosamente, decidió hacer al recordar a sus otras hijas. Thomas, su único
el viaje caminando a fin de dejar lugar para el hijo, recordaba oírla llorar muchas veces en
baúl, y lo hizo "con el corazón lleno de gra- las noches; cuando le preguntó el motivo de su
titud".
llanto, ella le respondió con sencillez:
' 'Muchos derramaron lágrimas de gozo al
' 'Es que pensaba en unas niñitas que dejé
contemplar por primera vez la ciudad de los
en Inglaterra, hace muchos años."
santos."
Aunque no lo menciona, con seguridad ella Tampoco sus hijas la habían olvidado.
se encontraba entre los que derramaron aque- Susan, que sólo tenía siete años cuando su
llas lágrimas. padre se la llevó, huyó de la casa después de
La misma paciencia y sentimiento de gra- cumplir los once y buscó refugio junto a una
titud que había puesto en práctica anterior- familia mormona, con la esperanza de poder
mente, sirvieron para que el amor del matri- encontrar alguna pista del paradero de su
monio se profundizara día a día. Louise, una madre. La más pequeña de las niñas ya había
de sus hijas, que fue la séptima presidenta de muerto, y otra de sus hermanitas murió un
la Mesa General de la Sociedad de Socorro, tiempo después. Alrededor de 1870, un mi-
recordaba claramente la angustia de su madre sionero conoció a Susan Williams, y habló de
en el día en que un gato hizo caer el preciado ella a la familia de Thomas y Elizabeth. A
juego de porcelana, haciéndose trizas. Poco pesar de la escasa información y de la enorme
tiempo después llegó al Territorio de Utah el distancia, poco tiempo después madre e hija
primer juego de loza, encargado por su ma- se reunían en Utah.
rido para ella; ciertamente, aquella fue una Susan no cejó en su empeño de encontrar a
gran demostración del amor y la considera- su otra hermana. Su padre, sabiendo que la
ción que él le tenía, puesto que esos eran buscaban y determinado a que jamás volviera
tiempos en que la familia luchaba por mejorar a ver a su madre, la sacó de Inglaterra lle-
su posición económica. En esa época, Tho- vándola, irónicamente, a los Estados Unidos,
mas era obispo y Elizabeth servía como pre- posiblemente ignorante de que su ex esposa
sidenta de la Sociedad de Socorro. vivía allí. Un poco más tarde Susan la encon-
Otra tierna demostración de su amor, es tró, por medio de un aviso en el periódico
una carta que él le escribió mientras trabajaba local, y ella viajó a Utah para reunirse con su
lejos de su hogar para la compañía del ferro- madre y sus hermanos. Luego, aquellas cua-
carril. No sabemos cuáles serían los senti- tro hijas fueron selladas en el templo a Tho-
mientos que ella le habría expresado en su mas y Elizabeth.
carta, pero de él han quedado estas amorosas Como diría esta extraordinaria mujer: "No
"Otra cosa que me preocupa, mi amor, es he visto justo desamparado".

14
La confianza, A medida que iba yo creciendo, habiendo
nacido de padres miembros de la Iglesia,
una clave solía sentirme un poco celosa de los conver-
sos, pues a mis ojos, éstos parecían obtener su
para testimonio muy fácilmente. Nací en Utah,
Estados Unidos; me crié en el seno de una
el testimonio
por Annette Parkinson
familia activa en la Iglesia y siempre se me
había enseñado el evangelio; no obstante,
L1AH0NA La confianza, una clave para el testimonio

"Me acosaba el temor de que pudiese engañarme,


que poseía un testimonio, en lugar de realmente

pese a todo lo que había oído concerniente a la dían a mi mente algunas escrituras respecto a
fe, en realidad no sabía lo que ésta era ni la la manera de obtener respuestas de Dios y
manera en que podría aplicarla a mi vida. A llegué a reparar entonces que todas ellas
pesar de todas las reuniones de testimonios a mencionaban que, a fin de recibir cualquier
las que había asistido, yo no poseía un testi- cosa de Dios, la persona debe primeramente
monio, ni tampoco podía descubrir la manera ejercer la fe. A pesar de que lo había escu-
de obtenerlo. Había orado, había leído las chado antes, esta vez me impresionó con una
Escrituras, y hecho todas las cosas que nor- fuerza indescriptible; fue entonces que des-
malmente se nos aconseja hacer, pero no lo- cubrí que no tenía fe, y que ni siquiera com-
graba ver en qué forma podría adquirir esa fe y prendía lo que era. Y pude darme cuenta de
ese testimonio de los que tanto había oído que a fin de obtener un testimonio de Dios, de
hablar. Por varios años no me preocupé Jesucristo y de José Smith, tenía primera-
mucho al respecto, ya que di por sentado que a mente que descubrir lo que era la fe.
medida que fuese creciendo naturalmente lo Decidí buscar las definiciones de la fe; la
obtendría. Sin embargo, a pesar de que cre- mejor que encontré, fue la de Hebreos, capí-
cía, continuaba en la misma situación; por fin, tulo 11:
me gradué en secundaria e ingresé a la uni- "Es, pues, la fe la certeza de lo que se
versidad de Brigham Young, pero aún seguía espera, la convicción de lo que no se ve."
sin tener testimonio del evangelio. La leí una y 'otra vez, y medité en ella
Recuerdo haber estado presente en reu- durante un tiempo considerable, pero seguía
niones de testimonios donde los jóvenes de mi sintiéndome desconcertada y confusa; aque-
edad se ponían de pie y expresaban senti- llas palabras no tenían ningún sentido para
mientos al respecto; empecé a sentirme como mí.
una pigmea entre gigantes espirituales. Había Por fin, en un hermoso día veraniego,
muchos que en realidad sabían menos que yo mientras caminaba por los jardines de la uni-
con respecto a las cosas del evangelio, pero versidad gozando de la claridad del cielo y los
sus testimonios brillaban y sobresalían. tonos delicados del verde follaje a mi alrede-
En el transcurso del año, el deseo de saber dor, de pronto me sentí impresionada por un
la verdad se fue acrecentando, hasta que por importante descubrimiento. Había leído
último decidí que tenía que descubrir de una muchas palabras con respecto al tema de la fe,
vez por todas, si yo efectivamente creía en pero ninguna de ellas había penetrado mi co-
Dios y en la Iglesia. razón, ninguna me había proporcionado un
A medida que meditaba el problema, acu- sentimiento de lo que la fe habría de ser; mas

16
de que llegara acaso a autoconvencerme de
obtener uno mediante el Espíritu Santo."

en aquella ocasión, una palabra penetró las tada, recuerdo haberme dicho mentalmente:
paredes de mi corazón hundiéndose en lo '' ¡El Señor ha dado respuesta a mis oracio-
profundo; sentí como si a través de la palabra nes! ¡Ahora sé que El vive; ahora realmente
confianza, comenzara repentinamente a vis- sé que vive!" El sentimiento fue hondo y
lumbrar lo que la fe era en realidad. profundo, sin embargo dulce y tranquilo;
A fin de obtener fe, tenía que aprender a sabía que Dios vivía, ¡y cuan feliz me sentía!
confiar en nuestro Padre Celestial; tenía que Naturalmente, esto no fue el fin de mis
tratar de creer que Dios me amaba lo sufi- luchas; aún necesitaba saber si Jesucristo era
ciente como para revelarme esa verdad, y que en realidad mi Salvador, si José Smith era un
El no permitiría que Satanás ni ninguna per- Profeta, si el Presidente de la Iglesia es un
sona me engañaran; de este modo, si el Profeta. Aún tenía mucho que aprender,
evangelio era verdadero, El me lo haría saber. muchas oraciones que decir, muchos ayunos
Me acosaba el temor de que pudiese enga- que efectuar, así como meditar muchas es-
ñarme, de que llegara acaso a autoconven- crituras, discursos de conferencias y otros
cerme de que poseía un testimonio, en lugar consejos. Sin saberlo, las palabras de Alma,
de realmente obtener uno mediante el Espíritu que están en el capítulo 32 del Libro de Mor-
Santo. Más que cualquier otra cosa, temía y món, en donde El compara la fe a una semilla
aborrecía la idea de tal decepción. El sólo viviente, estaban cumpliéndose para mí.
pensar en depositar esa confianza en Dios me Había plantado la semilla el día en que me
parecía casi tan atemorizante como saltar al había dado cuenta de que necesitaba confiar
vacío, y esperar que alguien estuviese allí en el Señor; la semilla ciertamente había em-
para salvarme. Sin embargo, me daba cuenta pezado a ensanchar mi alma y a iluminar mi
de que si deseaba obtener un testimonio, ten- entendimiento; al principio, tuve temor de
dría que hacer algo al respecto. plantarla; pero desde entonces, mi compren-
Descubrí que obtener fe no es algo que se sión del evangelio se ha magnificado y he
logre de la noche a la mañana; pero sincera- recibido un testimonio de muchas cosas.
mente traté de sentir y ejercer confianza en el A partir de aquel momento he luchado
Señor. Con el transcurso del tiempo, algo muchas veces y aún me encuentro luchando
hermoso empezó a ocurrir en mi interior; un para fortalecerme y obtener un conocimiento
día, mientras me encontraba sentada en la más perfecto de Dios. No es un camino fácil
cama, me embargó un sentimiento que nunca de seguir, pero las bendiciones eternas que se
había notado; no obstante, no era un senti- logran a lo largo del mismo, hacen que el
miento totalmente nuevo. Estando allí sen- esfuerzo valga la pena.

LIAHONA/ENERO de 1979 17
La prueba de la
adversidad
por el élder Ezra Taft Benson
Presidente del Consejo
de los Doce

T odos tenemos nuestras vicisituo.es. A


quien el Señor ama, corrige. Es gracias a
los golpes de la adversidad, que los seres
inicial de 16 hectáreas de tierra virgen. Deci-
dieron cultivar melocotones*, por lo tanto,
nivelaron el terreno, plantaron los árboles, y
humanos aprenden las lecciones que ayudan a luego se dieron a la tarea de regarlos y cui-
forjar hombres y mujeres fuertes, y no a las darlos hasta que llegara el tiempo de la cose-
circunstancias que rodean el pináculo del cha. Esa primavera en particular, la huerta se
éxito. En la hora del triunfo se encuentra el convirtió en un mar de flores, y parecía como
mayor peligro del hombre; y a veces, es pre- si fuesen a tener una abundante cosecha; pero
ciso que éste sufra sus reveses de fortuna para una noche, sin ninguna advertencia, hubo una
que logre apreciar las bendiciones de que helada que prácticamente acabó con toda la
goza, así como para que pueda desarrollar un cosecha en cierne. El joven no asistió a la
carácter fuerte y valeroso. Iglesia el domingo próximo, ni el siguiente, ni
Recuerdo bien a una joven pareja que hace el subsiguiente; por fin, su buen obispo fue a
algunos años empezó a dedicarse a la agri- ver lo que sucedía; lo encontró en el campo, y
cultura; eran de circunstancias económicas le dijo:
modestas, pero habían podido hacer el pago *Melocotones: Duraznos.

18
—John, no lo hemos visto en la Iglesia por poco en la despensa, y por lo menos una parte
varias semanas; ¿qué pasa? ¿Tiene algún de nuestro abastecimiento de un año en re-
problema? serva. No nos moriremos de hambre, y habrá
John respondió: otra cosecha.
—No, obispo, no volveré a ir. ¿Cree que Al despedirnos, le dije a mi esposa:
puedo adorar a un Dios que permite que esto —¡Qué espíritu tan maravilloso!
me suceda? En otra oportunidad, regresábamos a nues-
Y luego, procedió a explicar al obispo lo tra casa, y al pasar por una ciudad, nos detu-
que había ocurrido. Naturalmente, éste tam- vimos en una tienda para comprarles unas
bién se afligió, y así lo expresó a John; y galletas a los nietos. ¿Y a quién pensáis que
mientras miraba la tierra por un momento, le me encontré en la acera? Pues al hermano
dijo: Yost. Le pregunté:
—John, estoy seguro de que el Señor sabe —¿Que anda haciendo por aquí?
que usted no puede producir los mejores du- —Hermano Benson —respondió—, es
raznos después de la devastación dejada por la nuestro día de asistir al templo.
helada; pero también estoy seguro de que El Y le dije:
sabe que no se puede producir los mejores —Parece que las crisis no lo desalientan en
hombres sin que éstos experimenten las con- absoluto, ¿verdad?
trariedades que provocan, entre otras cosas de Entonces me enseñó una lección, al con-
la vida, las inclemencias del tiempo; y El está testarme:
interesado en producir hombres, no duraznos. —Hermano Benson, cuando nos sobre-
Y bien, John asistió a la Iglesia al domingo vienen las vicisitudes es cuando más necesi-
siguiente, y con el paso del tiempo, tuvo me- tamos el templo.
jores cosechas. Más tarde, llegó a ser obispo Cuando nos agobian las tribulaciones es
en la Iglesia. cuando más necesitamos a la Iglesia y el
Recuerdo también la ocasión en que asistí a evangelio. Me siento feliz de que sea posible,
una reunión en el Estado de Idaho, hace varios para cualquier hombre o mujer que posea un
años; era patrocinada, en parte, por la Uni- testimonio de la divinidad de esta obra, ha-
versidad de dicho Estado. Fue una reunión cerle frente a cualquier tribulación, y aún
mravillosa; después que concluyó, saludaba mantener firmes su espíritu y su fe. Vi a
yo a algunos de los agricultores que se encon- miembros de esta Iglesia en Europa, inme-
traban presentes, cuando vi que entre ellos se diatamente después de la Segunda Guerra
encontraba el hermano Yost, a quien le pre- Mundial, la guerra más espantosa que se co-
gunté: noce en la historia de las naciones modernas,
—Hermano Yost, ¿cómo van las cosas en cuando éstas habían caído económicamente;
la granja? vi a miembros de esta Iglesia, siendo algunos
El hermano Yost respondió: de ellos los únicos sobrevivientes de familias
—Creo que bien, hermano Benson, aunque que en una ocasión fueron felices y prósperas,
en tres días perdí aproximadamente 20.000 con sus hogares destruidos y todos los demás
dólares. miembros de la familia muertos en la guerra; y
—¿Cuál es el problema.. . otra helada? seguían adelante, solos. Los vi, y los escuché,
—le dije. cuando se ponían de pie, expresaban su testi-
—Sí —respondió—, nos arruinó comple- monio de la divinidad de esta obra y daban
tamente la cosecha del trigo. Aún tenemos un gracias a Dios por sus bendiciones, las ben-

LIAHONA/ENERO de 1979 19
LIAHONA La prueba de la adversidad

dic iones de la eternidad del convenio del ma- alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán
trimonio, la convicción de que la familia con- más que un momento;
tinúa más allá del velo, de que hay una vida Y entonces, si lo sobrellevas debidamente,
después de la muerte, de que en el más allá, Dios te ensalzará; triunfarás sobre todos tus
para aquellos que vivan dignamente, será enemigos.
feliz la reunión con los seres queridos. Tus amigos te sostienen, y te saludarán de
Sí, con la ayuda del Señor y las bendiciones nuevo, con corazones fervientes y manos de
de Dios, podemos hacer frente a cualquier amistad." (D. y C. 121:7-9.)
vicisitud que nos pueda sobrevenir; cada cri- Ved la promesa. Y luego esta leve amo-
sis puede redundar en nuestro beneficio y nestación:
bendición, y nos hará más fuertes, más va- "No eres aún como Job; no contienden en
lientes y más semejantes a Dios. Muchas contra de ti tus amigos, ni te acusan de trans-
personas han experimentado tribulaciones en gredir, como a Job." (D. y C. 121:10.)
estos últimos días. A esto sigue una promesa:
Frecuentemente pienso en el profeta José "La esperanza de los que te acusan de
Smith, a quien considero el Profeta más ad- transgresión será disipada, y sus proyectos se
mirable que haya vivido sobre la faz de la desvanecerán como desaparece el rocío ante
tierra, con la excepción de Jesús, a quien los cálidos rayos del sol naciente." (D. y C.
representó y sirvió. Pienso en sus aflicciones 121:11.)
y tribulaciones, las cuales acudieron a mi En otra ocasión, el Señor manifestó al
mente cuando visité por primera vez la cárcel Profeta lo siguiente:
de Liberty, y también más tarde, cuando fui "Desde los cabos de la tierra inquirirán tu
allí por segunda vez. Recordaréis que cuando nombre; los necios de ti se burlarán, y el
se encontraba en esa cárcel inmunda, rodeado infierno se encolerizará en contra de ti; en
de hombres despreciables, no por un período tanto que los puros de corazón, los sabios, los
de días ni semanas, sino de meses, por último, nobles y los virtuosos constantemente busca-
cuando parecía que ya no podía soportar más, rán consejo, autoridad y bendiciones de tu
exclamó: mano." (D. y C. 122:1-2.)
"Oh Dios, ¿en dónde estás? y ¿dónde está Y luego, el Señor pronunció esta impor-
el pabellón que cubre tu escondite? tante declaración:
¿Hasta cuándo se detendrá tu mano, y "Si te echan en el foso o en manos de
desde los cielos eternos verá tu ojo, sí, tu ojo homicidas, y eres condenado a muerte; si eres
puro, los sufrimientos de tu pueblo y de tus arrojado al abismo; si las bravas olas conspi-
siervos, y penetrarán sus llantos tus oídos? ran contra ti; si el viento huracanado se hace tu
Sí, oh Señor, ¿hasta cuándo sufrirán estas enemigo; si los cielos se ennegrecen y todos
injurias y opresiones ilícitas, antes que tu co- los elementos se combinan para atajar la vía; y
razón se ablande y se llenen tus entrañas de si, sobre todo, las puertas mismas del infierno
compasión hacia ellos? se abren de par en par para tragarte, entiende,
Acuérdate de tus santos que sufren, oh Dios hijo mío, que por todas estas cosas ganarás
nuestro: y tus siervos se regocijarán en tu experiencia, y te serán de provecho.
nombre para siempre." (D. y C . 121:1-3,6.) El Hijo del Hombre se ha sometido a todo
El Profeta recibió la respuesta en una reve- esto. ¿Eres tú mayor que El?" (D. y C.
lación , con estas palabras: " Hijo mío, paz a tu 122:7-8.)

20
Sección para tos niños

La entereza de un niño
por Margery S. Cannon y
Lurene G. Wilkinson

Había llegado el invierno; monto- visitar a la familia Smith. Alvin y


nes de nieve cubrían las montañas y Hyrum, los niños mayores, lo vieron
redondeaban la forma de los árbo- llegar y corrieron a su encuentro
les. Era la clase de tiempo que uno mientras gritaban excitados las
esperaría dos días antes de Navidad buenas nuevas: "¡Tenemos un nuevo
en Sharon, Estado de Vermont. bebé!" "¡Es un varón! ¡Es un varón!"
Cerca de la medianoche las pocas Todos rieron mientras se acerca-
casas de campo diseminadas entre ban a la pequeña casa de madera a
las colinas estaban a oscuras, con través de la ventisca. Sofronia, la
excepción de la de los Smith en hermanita más pequeña, miraba por
donde todavía brillaba una lámpara. la ventana con la nariz aplastada
Aunque se trataba de la época de contra el vidrio. El dueño de casa
Navidad, no era común ver una luz a abrió la puerta para dejarlos pasar y
horas tan avanzadas de la noche. condujo al vecino para que viera al
Pero ese 23 de diciembre de 1805 recién nacido, que dormía pacífico
había ocurrido allí algo maravilloso: en brazos de la madre.
había nacido un niño. —Bueno, ¡qué me dicen! —ex-
Al día siguiente llegó un vecino a clamó el recién llegado quitándose el
LIAHONA/ENERO de 1979 21
LIAHONA La entereza de un niño

—Siempre será uno más para


ayudarles en el trabajo de la granja
—comentó uno de los presentes.
Sin embargo, cuando Lucy acari-
ciaba el suave cabello del bebé, no
lo imaginaba siendo un granjero,
sino un líder y un hombre poderoso;
luego ella sonreía al pensar en sus
sueños. El era igual a cualquier otro
niño de una familia de granjeros, na-
cido en un lugar apartado de Ver-
mont, y no había razón para pensar
que pudiera ser conocido fuera de su
vecindario.
Ni siquiera en sus sueños más
descabellados, Lucy podía haber
pensado que el pequeño José se to-
paría con el odio de la gente y que,
no obstante desportaría tal admira-
ción, que milllones de personas lo
seguirían y se diría de él: "Fue noble
en todos sus hechos y casi divino".
Sí, había nacido un niño y "el Señor
tenía sus ojos sobre él".
El niño crecía y era fuerte y sano;
pero cuando tenía seis años todos
ios niños de la casa contrajeron
fiebre tifoidea; después, a él co-
menzó a hinchársele una pierna
causándole tanto dolor que a duras
penas lo podía soportar. Pasado el
tiempo, un día sintió que alguien
conversaba en la puerta de calle, y
pensó que era el doctor que lo aten-
sombrero —¡otro varón! día; pero en seguida escuchó la voz
—Sí,—dijo Lucy— y se llamará de Rebecca Perkins que estaba ha-
José como su padre. blando con su madre.
Como entonces no había teléfo- —Aquí le traigo pan de miel recién
nos, los vecinos eran quienes se horneado.
encargaban de hacer correr la voz; —Muchas gracias Rebecca.
de manera que cuando el visitante se —Supuse que podría ser de al-
retiró, se encaminó a la tienda del guna ayuda.
lugar para dar la noticia a los hom- José sabía que esto ayudaría. Su
bres y jóvenes que acostumbraban a madre estaba muy cansada pues
reunirse allí para conversar al calor tenía que atenderlos a él, a sus her-
de la estufa. manos y a su hermana Sofronia, que
—La familia Smith tiene otro varón dormía sólo de a ratos a causa de la
—anunció. fiebre. Esta había estado enferma

22
noventa días, llegando casi al borde
de la muerte.
—He sabido que José todavía se
siente mal —le oyó decir a la señora
de Perkins.
—Sí; hace algunas semanas que
está muy enfermo. A causa del tifus y
lafiebre se le produjo una infección
en el hombro, que el doctor tuvo que
cortar; pero ésta reapareció nueva-
mente localizándosele en una
pierna. Allí le hizo una incisión hasta
el hueso tratando de aliviar la infec-
ción, pero la tiene todavía muy roja e
hinchada.
José oyó que su padre explicaba:
—Hemos considerado prudente
llamar a un concilio de cirujanos para
consultarles el caso. Ahora estamos
esperando su respuesta.
José pensó: "Esperar. . . siempre
esperar". Cada uno había hecho
todo lo que podía, y él lo sabía. Hasta
su hermano mayor, Hyrum, le había
sostenido la pierna día y noche, tra-
tando de aliviar su sufrimiento; pero
el dolor persistía. Hasta que un día el
niño había gritado con desespera-
ción: "Padre, ¿cómo puedo soportar
esto?"
En aquel momento, el padre le
anunció:
—Los doctores están llegando.
Rebecca saludó rápidamente
deseándoles buena suerte, al tiempo
que Lucy invitaba a los doctores a
pasar a otro cuarto.
—Señores, ¿qué pueden hacer
para curar la pierna de mi hijo?—les
preguntó.
Por un momento no hubo ninguna
respuesta; luego uno de los cirujanos
dijo con el tono más suave que pudo:
—No podemos hacer nada . . . su
pierna es incurable y para salvarle la
vida es absolutamente necesario
amputar.
Lucy se cubrió la boca con las

LIAHONA/ENERO de 1979
LIAriONA La entereza de un niño

manos como para acallar el grito que Necesitará alguna ayuda para poder
brotó en su garganta. pasar por esto!
—¡No! ¡No a mi pequeño José! José alcanzó la mano de su padre
Luego comenzó a recordar los y tirando de ella hizo sentar al cor-
días en que el médico había dicho pulento hombre a su lado sobre la
que Sofronia no viviría; en que estaba cama.
tan próxima la muerte que él había —El Señor me ayudará . . . pasaré
dejado de visitarla. Ellos oraron pi- por esto.
diendo un milagro . . . y éste ocurrió. De manera que el grande y curtido
Con la cabeza entre las manos, la granjero envolvió con sus brazos el
madre de José volvió a orar rogando cuerpo dé su pequeño hijo y lo
por otro milagro. apretó contra su corazón.
Cuando levantó la cabeza, dijo Comenzó la operación. Esta fue
serenamente: larga y penosísima, sin ninguna me-
—Doctor, ¿no va a hacer otra dicina para mitigar el dolor, sólo el
prueba? Usted no debe cortarle la consuelo de aferrarse a su padre. En
pierna hasta no haber hecho otro in- un momento dado la madre oyó sus
tento para salvársela. gritos y volvió corriendo a la casa.
Después de consultarse, los mé- —Oh, mamá, vuélvete, vuélvete;
dicos decidieron tratar de quitar el no quiero que entres. Trataré de ser
hueso infectado. Lucy fue a buscar fuerte si tú te vas —exclamó con un
algunas sábanas limpias para co- sollozo.
locar dobladas debajo de la pierna Cuando terminó la terrible opera-
enferma, mientras los doctores le ción, Lucy se paró vacilante en la
explicaban a José lo que iban a puerta del cuarto, sin animarse a
hacer. Y como no había anestesia formular las preguntas que tembla-
para amortiguar el dolor, llamaron a ban en sus labios. Su marido, soste-
la madre: niendo los hombros de su hijo con
—Traiga algunas cuerdas para ternura, la miró y tendió su otra mano
atarlo a la cama, y también un poco hacia ella.
dé coñac o vino para darle; el dolor En un segundo Lucy cruzó la ha-
será casi intolerable. bitación y tomando la mano de su
Pero José protestó diciendo que esposo se arrodilló junto a la cama
no quería ninguna clase de licor, ni de su hijo. ¡Cuan pequeño y pálido
que lo ataran a la cama. se veía! ¡Qué quieto estaba!
—Mamá, quiero que salgas del Desde la oscura profundidad de
cuarto. Papá puede soportarlo, pero su agotamiento. José la oyó llegar,
tú que has estado llevándome en sintió su caricia suave pero vacilante;
brazos y cuidándome por tanto abrió sus ojos y su penetrante mirada
tiempo estás casi agotada. azul borró la ansiedad del rostro de
Y agregó con los ojos llenos de su madre.
lágrimas: El doctor se secó la transpiración
—Papá se sentará en mi cama y de la frente.
me sostendrá en sus brazos; en- —Se pondrá bien —dijo, sacu-
tonces yo haré lo que sea necesario diendo la cabeza con satisfacción.
para que puedan sacar el hueso. José sabía que el Señor estaba
Uno de los doctores objetó: con él. Sus oraciones habían sido
—¡El niño es demasiado pequeño! contestadas; su pierna sanaría.
24
El Club del Buen Vecino
por Mary S. Divers

Hacía sólo dos semanas que personas haciendo cosas para


Gustavo y Diana no iban a la escuela, ayudarlas.
y las largas vacaciones de verano ya —¡Esa sí que sería una
les parecían interminables. sorpresa!—dijo Gustavo riendo.
—¿Qué podemos hacer Diana? Pensó en la idea por un minuto y
—preguntó Gustavo—, estoy luego sugirió—: Podemos llamar a
cansado de hacer siempre los esto el "Club del Buen Vecino". ¿Qué
mismos juegos. debemos hacer para comenzar?
—Yo también. Quizás podamos —Podríamos comenzar aquí, en
formar un club —sugirió Diana. casa. ¿Qué se necesita hacer?
—Esa es una buena idea—asintió —¡Ya sé! Papá quiere poner en la
Gustavo—. ¿Qué clase de club? calle los cubos de basura que están
—Bueno—contestó la niña—, en el garage.
podríamos formar un club de trabajo. —¡Fantástico!—exclamó Diana.
—Yo no quiero trabajar—dijo el Esa noche, a la hora de la cena el
jovencito—eso no es divertido. papá dijo:
—Pero puede serlo; todo depende —Hoy ha ocurrido algo muy
de la clase de trabajo que hagas. extraño. Los cubos de la basura
—¿Como qué?—preguntó él con estaban en la calle y el garage
curiosidad. estaba tan limpio que casi no lo
—Muchas cosas—respondió la reconocí. Pero lo más extraño es esta
niña—. Podemos dar sorpresas a las nota que estaba adherida a la puerta.

LIAHONA/ENERO de 1979 25
LIAHONA El club del buen vecino

ayudarla a ella; cuando vuelva a la


casa seguramente estará cansada.
—¡Entonces vamos!—asintió
Diana con entusiasmo.
Cuando la madre de Jorge volvió a
la casa, miró a su alrededor
sorprendida.
—Esto es maravilloso—dijo—.
Ahora podré descansar un poco
hasta la hora de la cena. ¿Quién
puede haber sido el que tuvo la
gentileza de hacer esto por mí?
Cuando fue a la cocina a preparar
la cena, encontró una nota sobre la
mesa: "Aquí estuvo el Club del Buen
Vecino".
Jorge sonrió feliz al ver la mirada
de placer que hacía brillar los ojos de
su madre, pero no dijo nada.
—¿Qué podemos hacer hoy
Se notaba perplejo pero Jorge?—preguntó Gustavo al día
complacido, mientras leía: "Aquí siguiente.
estuvo el Club del Buen Vecino". —No lo sé—replicó él—. Quizás
Gustavo y Diana cruzaron a través de podamos preguntar a algún otro si
la mesa una disimulada sonrisa. deseaformar parte de nuestro club, y
A la mañana siguiente fue de visita a lo mejor pueda darnos una idea.
Jorge, el amigo de Gustavo. Estaba —No podemos preguntarle a
buscando algo para hacer, de Estela—dijo Diana—; está recién
manera que los chicos le hablaron operada de las amígdalas.
acerca del Club del Buen Vecino y lo —Entonces Estela es quien
que habían hecho. necesita ayuda—exclamó Jorge—.
—¡Esa es una gran ideal—dijo Hagamos algo por ella.
Jorge—¿Puedo unirme al club? Esa misma tarde sonó el timbre en
—Por supuesto—contestó la casa de Estela. Cuando su madre
Gustavo—. ¿Conoces a alguien que fue a ver quién llamaba, encontró
necesite ayuda? una caja envuelta en un hermoso
—Sí, conozco. Mi abuela estuvo papel y también una nota adjunta
toda la noche con dolor de muelas, que decía: "Aquí estuvo el Club del
así que mi mamá la llevó al dentista Buen Vecino".
esta mañana temprano y no tuvo —Tienes un regalo del Club del
tiempo de lavar los platos ni de Buen Vecino—le dijo a Estela.
tender las camas antes de —¿Qué es?—preguntó Estela.
irse—explicó Jorge—; podríamos —Por qué no lo abres tú misma

26
para ver lo que es—le sugirió su Poco tiempo después de haber
madre. comenzado las clases, la madre de
—¡Oh!—dijo Estela mientras abría Estela comentaba un día con el
la caja—¡Es un libro de cuentos! anciano señor Tévez:
Ahora, tendré algo para hacer hasta —¿Qué piensa que puede haber
que esté bien nuevamente. pasado con el Club del Buen Vecino?
Con el transcurrir de los días y las Nadie ha tenido sorpresas en toda la
semanas, el Club del Buen Vecino semana.
crecía. Cada miembro tenía una En los ojos del anciano se
nueva idea para hacer algún servicio encendió una chispa de picardía. El
secreto. Antes de que pasara mucho había observado calladamente y
tiempo todo el vecindario hablaba de había descubierto el secreto de los
las hermosas sorpresas y las notas chicos, de manera que le dijo a la
provenientes del Club del Buen buena señora lo que sabía.
Vecino. —Ahora que los niños han vuelto a
El anciano señor Tévez, quien la escuela, no tienen tiempo de hacer
tenía que ayudarse con un bastón todas las cosas de las que hemos
para caminar y no podía agacharse gozado durante el verano.
muy bien, le contó al padre de Jorge La madre de Estela se lo dijo a la
que alguien le había limpiado el madre de Diana y ésta se lo
jardín. comunicó a la madre de Silvia; y
La madre de Estela le dijo a la cuando quisieron acordar, todos se
madre de Diana que justo antes que enteraron del secreto del Club del
se desencadenara una gran Buen Vecino; y todos estuvieron de
tormenta de verano, le habían acuerdo con que debían agradecer
recogido y doblado con esmero la al club todo su trabajo.
ropa que tenía tendida. Los planes se hicieron
La señora de Muñoz, que vivía secretamente, y el sábado siguiente
sola, le mencionó a su vecina que por la tarde invitaron a todos los
mientras dormía la siesta alguien miembros del club a una fiesta en
había barrido el vestíbulo de su casa casa del señor Tévez.
y limpiado el polvo de los muebles. Después que todos llegaron, el
Cuando la madre de Silvia volvió dueño de casa les pidió que se
del hospital a la casa con su nuevo sentaran y él salió de la habitación,
bebé, encontró al llegar un hermoso volviendo pocos minutos después
ramo de flores para ella, junto con la seguido por todas las personas que
acostumbrada nota que decía: 'Aquí habían recibido ayuda durante ese
estuvo el Club del Buen Vecino". verano.
De este modo, los miembros del Mientras todos decían a coro
Club del Buen Vecino estuvieron "Gracias, Club del Buen Vecino", los
ocupados todo el verano, y casi sin niños se miraban sorprendidos unos
que se dieran cuenta habían a otros. Y en esta manera maravillosa
terminado las vacaciones. terminó un verano feliz.

LIAHONA/ENERO de 1979 27
Página para colorear
El Señor prepara 16 piedras para que el hermano de Jared y
su pueblo tengan luz en sus embarcaciones, para atravezar el
gran océano
MI PRIMER
COMPAÑERO
MAYOR
por Elouise Bell

L os sábados por la mañana era cuando los


misioneros de los distritos cercanos iban a
la casa de la misión a proveerse de ejemplares
dilla, una libreta negra con las charlas misio-
nales en la otra, y en la mano un lápiz rojo que
trabajaba diligentemente.
del Libro de Mormón, folletos, cintas graba- Quiso la casualidad que termináramos
das y otros materiales relacionados con la nuestras respectivas tareas al mismo tiempo:
prédica del evangelio; las oficinas de la mi- yo saqué de la máquina el informe completo,
sión se llenaban entonces de élderes y misio- contemplándolo con satisfacción, en el pre-
neras que intercambiaban ideas y noticias, ciso instante en que él cerraba sus libros.
mientras esperaban que les llegara su turno de — Bueno, élder — le dije — ,ya ha estado
recoger lo que necesitarían para la semana. en la misión unos tres meses. ¿Qué tal le va?
Junto a la puerta de mi pequeña oficina, El sonrió, casi como si lo hiciera para sí.
donde me encontraba llenando informes tri- —No, hermana, he estado en la misión
mestrales, estaba sentado aquella mañana el mucho más tiempo.
élder Richard Ericson. Tenía el libro de la —¡Ah, sí! —le respondí— Ya sé que es-
"Combinación Triple" abierto sobre una ro- tuvo ocho semanas en el centro de capacita-

LIAHONA/ENERO de 1979 29
LIAHONA Mi primer compañero mayor

ción para aprender el idioma. Pero eso . .. Mientras me hablaba, me contemplaba


El me interrumpió. fijamente con mirada serena. Hubo algo en su
— No. No me refería a eso. Lo que quise expresión que me hizo tranquilizarme y sen-
decir es que yo empecé mi misión dos meses tarme en un banco bajo, junto a él.
antes que todos los demás misioneros que —No es mi intención darte un sermón,
salieron junto conmigo. hijo. Sé que estás bien preparado para la mi-
Pensé si habría sido transferido desde otra sión; has hecho todo lo necesario para prepa-
misión. A pesar de que me enteraba de todos rarte. No recuerdo si te lo he dicho última-
los pormenores de los misioneros, no había mente, pero quiero que sepas que estoy muy
oído decir nada de él. O quizás se hubiera orgulloso de ti.
enfermado, por lo que habrían tenido que Sus palabras me conmovieron, y tuve que
mandarlo a su casa por un tiempo, y después hacer como que me ataba los cordones de los
hubiera regresado a la misión.. . zapatos, para disimular las lágrimas. El con-
— Bueno, élder, me doy por vencida. No tinuó:
deje que la curiosidad me mate. Ya he oído la — Pero una misión es difícil, aun para los
reputación que tiene como misionero excep- mejores muchachos, y para adaptarse hay que
cional; incluso, se corren rumores de que muy pasar por una serie de frustraciones y proble-
pronto será compañero mayor. ¿Tiene esto mas que un joven de tu edad no conoce toda-
algo que ver con los dos meses extra en la vía. Supongo que es bueno para el espíritu
misión? Cuénteme, por favor. soportar algunas frustraciones, porque eso lo
Y esto es lo que me relató: ayuda a progresar; pero cuando es más de lo
' 'El día en que recibí el llamamiento para la que una persona puede tolerar, entonces
misión, sentí que era el más feliz de mi vida interfiere con su misión, lo confunde, y
hasta ese momento; no había ningún otro puede...
acontecimiento importante que pudiera —Pero, papá.. . tú afirmaste que estoy
comparársele. Mi padre y yo estábamos solos preparado.
en casa, pues mi madre y mis hermanas ha- —En los aspectos más importantes, lo
bían ido a pasar dos meses con mi abuela. estás; has honrado tu Sacerdocio, has sido
Inmediatamente, llamé a mamá para darle la activo en el quórum, has estudiado en tus
noticia. Acababa de colgar, cuando entró mi clases de seminario e instituto. A lo que me
padre. refiero es, más bien, a detalles que, aparente-
— ¡Caramba, papá! Todavía no lo puedo mente, no tienen mucha importancia. Tu
creer. Mamá se quedó muy contenta con la madre y yo nos hemos esforzado por ense-
buena noticia. ¡Me parece mentira! — repetí, ñarte a ser responsable; y lo eres. .. \casi
mientras daba un salto y hacía una pirueta. siempre! — agregó con una sonrisa de picar-
— ¿Te gustaría empezar tu misión inme- día — Pero a tu madre le gusta malcriarte un
diatamente? — me preguntó mi padre con voz poco...
calma. — ¡Vamos, papá! —protesté.
—¡Ya lo creo! ¡Quisiera empezarla ma- — Es así. Y no me parece mal. Sólo qui-
ñana mismo! Quisiera poder ir mañana al siera prevenirte contra la cantidad de peque-
centro de capacitación de idiomas y en se- ñas sorpresas que te aguardan cuando estés en
guida, tomar el avión para.. . la misión; si tú y yo empezamos a preocu-
— No — me interrumpió mi padre — Te parnos por ellas ahora, te adaptarás a la vida
estoy hablando en serio. ¿Te gustaría empezar de misionero mucho más fácilmente. Pienso
tu misión ahora mismo? que, puesto que estaremos solos en lo que
— ¿Ahora?... Pero, papá, la carta dice: resta del verano, podríamos vivir como si
"Debe presentarse en la Casa de la Misión el fuéramos compañeros de misión y ver qué
20 de marzo" . . . No creo que permitan a sacamos de ello. ¿Qué te parece?
nadie ir antes de la fecha que ellos indican . . . Se recostó en su silla, y esperó mi res-
—No, no quiero decir en la Casa de la puesta.
Misión, sino acá mismo, en nuestra casa. — No te entiendo muy bien papá. ¿Quieres

30
decir, como si tú fueras el compañero mayor, mentado. Usted estudió nutrición, y sabe muy
y yo el menor? ¡Sería fantástico! Pero, ¿qué bien cuáles son los cuatro grupos alimenticios
haríamos? ¿Salir a repartir folletos? ¡Me que se necesitan en cada comida: productos
imagino la cara que pondrían nuestros veci- lácteos, carne o alguna otra proteína, frutas o
nos, al vernos aparecer en la puerta muy for- vegetales, y cereales. Eso es lo que tiene que
malmente vestidos de traje y corbata! comer de ahora en adelante. En cada comida.
— No, no te hablo de salir a predicar. Ya te Adelante con ese desayuno, élder.
darás cuenta mañana de lo que te quiero decir. Mientras revisaba frenéticamente nuestras
Ahora, es hora de irnos a domir — Con estas provisiones, mirando por encima del hombro
palabras se levantó y se aprestó a salir del de vez en cuando hacia donde él estaba, me
cuarto. preguntaba qué habría pasado con mi callado
—Bueno, ya voy. Miro un programa de y placentero padre.
televisión que me interesa, y . . . Sin lágrimas, pero con bastante sudor y
—No más televisión esta noche, — me dijo alguna que otra gota de sangre (me hice un
él—. Es hora de irse a dormir, élder. corte en un dedo), me las arreglé para poner
Algo que observé en la expresión de sus en la mesa los cuatro grupos alimenticios a las
ojos mientras me hablaba, me hizo pregun- siete de la mañana; y me sentía muy orgulloso
tarme cómo sería este nuevo compañero de mi hazaña. Mi padre no dijo nada; sólo se
mayor que había obtenido. arrodilló junto a su silla y habló con el Señor,
La voz, clara y segura, me sacó de mi como lo había hecho cada mañana desde que
profundo sueño: yo estaba en el mundo, y estoy seguro de que
— ¡Es hora de levantarse! desde mucho antes. Después de comer,
Me senté en la cama sobresaltado. ¡Qué guardamos las cosas y lavamos lo que había-
raro! Papá siempre pasaba por mi dormitorio mos ensuciado. Papá me dijo:
en puntas de pies para no despertarme. En- — Sentémonos acá, élder; es hora de estu-
tonces, mis ojos se toparon con el reloj. ¡Las diar. Sé que tienes que trabajar en la tienda
seis de la mañana! Me dejé caer en la cama por las mañanas, lo cual te deja las tardes
otra vez. libres. He hablado con el obispo para que nos
—¡Déjate de bromas, papá! —le grité, cambiara las asignaciones de orientación fa-
mientras me daba vuelta hacia la pared. miliar, y le gustó mucho mi plan. Esta es la
En ese momento, la puerta se abrió súbita- lista de las nuevas familias.
mente. Le eché una mirada al papel que me tendía.
— ¡Salga de la cama, élder! Y apúrese a —¡Por favor, papá! ¡En esta lista debe estar
prepararse, tan pronto como termine de decir el nombre de cada miembro inactivo del ba-
su oración. Tiene que estar en la cocina dentro rrio!
de veinte minutos. —No, no de cada uno de ellos —me res-
La puerta se cerró suavemente, y yo me pondió seriamente — . Pero son suficientes
quedé mirándola boquiabierto. para mantenernos ocupados. Quiero que
Cuando finalmente pude arrastrarme hasta examines la lista esta tarde; piensa en las
la cocina, la mesa estaba lista pero no se veía familias, y en lo que podemos hacer para
desayuno preparado. Papá estaba sentado ayudarlas. Piensa especialmente en los her-
junto a la ventana, leyendo las Escrituras. El manos B . .., pues iremos a visitarlos esta
sol se filtraba por entre las cortinas, e ilumi- noche y tú darás la lección. Bueno, hijo, es
naba las plantas que mamá tenía allí. hora de que me vaya. Nos iremos un poco
— Hoy te toca preparar el desayuno — me antes de las cinco. Yo prepararé la cena, ya
dijo sonriendo ampliamente. Y al verme sacar que tú tienes que preparar la lección.
una botella de leche, agregó — : No. Con un Supongo que en aquella primera reunión en
vaso de leche no basta para el trabajo que debe casa de los B . . . yo estaba bastante confun-
hacer un misionero. Escúcheme con atención, dido. Todo me salió mal. Les prediqué, en
élder, porque sólo le voy a decir esto una vez. lugar de hablar con ellos simplemente.
Es sumamente importante que esté bien ali- Cuando el dueño de casa encendió un cigarillo

LIAHONA/ENERO de 1979 31
LIAHONA Mi primer compañero mayor

— estaba seguro de que lo hacía a propósito trotábamos. Además, me lavaba la ropa,


para fastidiarnos —, empecé a toser en forma limpiaba mi cuarto y tenía un presupuesto
incontrolable (involuntariamente, lo ase- establecido para cada centavo que ganara. No
guro). Le pregunté a una de las hijas cómo le puedo decir que me entusiasmara mucho el
iba en la escuela, sin recordar que la habían horario que teníamos —levantándonos a las
suspendido. Fue realmente terrible. cinco y media de la mañana y yéndonos a la
A la mañana siguiente, papá comenzó la cama antes de las once —, pero sentía que me
segunda parte del programa. En vez de des- estaba convirtiendo poco a poco en un mi-
pertarme a las seis, entró en mi cuarto a las sionero. Me había llegado la hora de saber lo
cinco y media completamente vestido . . . con que es la humildad.
ropa de gimnasia. Evidentemente, pensaba —El domingo próximo tenemos una asig-
que mi estado físico no era muy bueno. nación especial — me dijo mi padre a mitad
— Los misioneros caminan mucho, espe- de la semana — . Le pedí al obispo que nos
cialmente en el país donde tú vas — me dijo, permitiera presentar el servicio sacramental
mientras caminábamos rápido hacia las coli- en una casa de reposo para ancianos. Estare-
nas que estaban detrás de nuestra casa —. Y mos solos los dos para hacer todo, así que yo
ahora.. . dirigiré, tu ofrecerás la primera oración, yo
¿Y ahora?, pensé. Ahí estábamos, empe- tocaré el piano, y tú dirigirás los himnos; entre
zando a trotar en la oscuridad, sin que siquiera los dos bendeciremos y pasaremos el sacra-
disfrutáramos del sol por compañía. ¿Qué mento, ambos daremos discursos, y yo ofre-
podía significar aquel "y ahora"? ceré la última oración.
— Queridos hermanos — comenzó a decir, Por cierto que no me hizo nada feliz la idea
tratando de tomar aliento entre una y otra de visitar una casa de reposo; me desagradaba
frase, — , nos sentimos muy felices de darle la atmósfera de hospital de esos lugares, y
la bienvenida al élder Ericson, que es un aquélla en particular quedaba bastante alejada
nuevo misionero en nuestra rama, y nos gus- de casa. Pero decidí "poner al mal tiempo,
taría que nos dijera unas palabras. Quizás el buena cara" y actuar como un misionero.
élder Ericson pueda hablarnos brevemente Al llegar con papá el domingo al lugar de
sobre la fe. destino, comprendí que mi problema era pre-
El "élder Ericson" hizo un gesto de re- cisamente ése: estaba sólo tratando de actuar
signación y empezó a dar un discursito de dos como un misionero, pero dentro de mí seguía
minutos y medio sobre la fe. Al finalizar su siendo el mismo muchacho entusiasmado con
magnífico sermón campestre, el élder Eric- los deportes y acostumbrado a la vida feliz y
son, padre, volvió a decir: fácil. Estaba totalmente desprevenido para lo
—Queridos hermanos, mañana el élder que encontraríamos allí. El lugar era moderno
Ericson nos dará un verdadero discurso sobre y limpio, decorado en colores claros y con un
el tema de la fe. personal alegre y sonriente. ¡Pero los pacien-
Aquella noche, el "compañero menor" se t e s ! . . . Lo que me impresionó no fue ver sus
pasó horas estudiando las Escrituras, un libro caras arrugadas y descoloridas, ni su andar
de concordancia de las mismas y otro escrito lento, arrastrando los pies . . . los que podían
por José Smith sobre el tema pertinente. Pero caminar; tampoco fue el hecho de observar
a la mañana siguiente, me quedé muy satis- que no parecían tener nada para hacer, fuera
fecho con mi discurso. de estar sentados mirando al vacío. Lo que
Muy pronto nuestra rutina estaba estable- realmente me sobrecogió fue lo terriblemente
cida: salimos a trotar todas las mañanas, yo solos que parecían. En algunos lugares, se
preparaba un desayuno con los cuatro grupos veían amigos o familiares que visitaban a
alimenticios día por medio, y una cena con los algún paciente; y éstos se notaban completa-
cuatro grupos alimenticios en los días inter- mente diferentes de los demás. Pero la mayo-
medios; visitábamos regularmente a nuestras ría de ellos estaban como aislados, aun entre
familias; dedicaba las noches a preparar los sí. Comprendí que en aquel lugar, la condi-
"discursos" que tendría que dar mientras ción social de una persona no se medía de

32
acuerdo con el dinero que tuviera, ni con la "algo".
ropa que llevara, ni con su fortaleza física o su Recorrimos parte del camino de regreso en
cultura. La condición social allí dependía de silencio. Yo meditaba, contemplando las co-
que uno tuviera alguien que lo visitara y se linas que nos rodeaban.
interesara en su bienestar. —Papá —le dije—, ése es el verdadero
Nuestra reunión se llevó a cabo en un pe- propósito de la obra misional, ¿verdad? Las
queño cuarto de recreo; la congregación es- demás cosas, como el horario, el ejercicio, la
taba formada por unos veinte pacientes, sen- memorización de escrituras, todo lo demás
tados frente a nosotros en sillas de ruedas o de es . . . es como . . .
jardín, algunos con bastones o muletas re- Me interrumpí, porque no sabía como ex-
costados a su lado. presarlo.
— Mis queridos hermanos . . . — comenzó —Son sólo medios para llegar a un fin
mi padre. — completó él mis pensamientos —. La salud
Sentado junto a él, empecé a contemplar física, la mente preparada, el conocimiento
uno a uno los rostros que nos rodeaban. Poco del plan del evangelio; la disciplina que te
a poco, éstos se fueron iluminando con son- permita seguir adelante, aun cuando estés fa-
risas, los ojos brillantes detrás de los anti- tigado o frustrado, todo esto no es más que los
cuados lentes. Cuando me paré para ofrecer la medios que te ayudan a usar el Sacerdocio que
primera oración, olvidé todas las oraciones tienes.. .
"de fórmula" que había dicho en mi vida; — ¡Para bendecir a la gente! — concluí yo,
incliné la cabeza y, después de un momento maravillado—. Bendecir de verdad a las
de silencio, comencé a suplicar a nuestro personas, haciendo que su vida sea diferente,
Padre Celestial que bendijera a aquellas per- ayudándolos a encontrar el camino hacia la
sonas, que les diera todo lo que necesitaran vida eterna..."
para iluminar su espíritu, alegrarles el cora- — ¡Élder Ericson! ¡Vamos! Tenemos una
zón y capacitarlos para permanecer firmes reunión inmediatamente después del al-
hasta el fin, hasta que pudieran volver a reu- muerzo, ¿se acuerda? —lo llamó su compa-
nirse con El. ñero desde el vestíbulo de la casa de la misión,
Continuamos con el programa. Cantamos, mientras luchaba por ponerse el abrigo, con
sus trémulas voces siguiendo las nuestras; un brazo cargado de libros y folletos.
bendecimos y pasamos el sacramento, que — Ahora comprendo, élder — le dije sua-
ellos tomaron lentamente, con manos tem- vemente— En realidad, usted empezó la
blorosas. Sentí que el Espíritu aumentaba y misión antes que todos los demás.
nos envolvía, como dos cálidos brazos que — Bueno — dijo él, poniéndose el abrigo y
nos rodearan. Y comprendí con sorpresa que envolviéndose una bufanda alrededor del
no estábamos solos en aquel cuarto, que nin- cuello—, digamos que pasé por algunas frus-
guna de aquellas personas estaba sola. Sus traciones en casa, en lugar de pasarlas en la
rostros podían ser arrugados, viejos y cansa- misión; aprendí a adaptarme a una rutina,
dos, pero se veían serenos y radiantes, espe- fácilmente y sin pensarlo. Me habitué antes de
cialmente después de pasar la Santa Cena. la misión a levantarme temprano, comer ali-
Cuando papá empezó a hablar, ellos escu- mentos nutritivos, estudiar las Escrituras,
charon atentamente, sin los murmullos, los mantenerme en buen estado físico y mental,
bostezos y la inquietud que estábamos acos- preparar discursos, y otras cosas. Pero, aún
tumbrados a observar en nuestro barrio. Es- más importante que toda esta preparación,
cuchaban embelesados la serena y agradable tuve una breve visión, un vislumbre del mo-
voz de mi padre, y se podía notar que bebían tivo que existe para hacer todo eso. Aprendí
sedientos de sus palabras, que les daban un que vale la pena poner todo nuestro esfuerzo
consuelo que el mundo no puede ofrecer. Un en la obra; y lo aprendí gracias a mi padre — y
estremecimiento me corrió, desde los talones agregó con un guiño —: ¡Mi primer compa-
hasta la nuca. Aquel día, el Espíritu Santo ñero mayor!
pasó a ser para mí Alguien, en lugar de Cinco segundos después se había ido.

LIAHONA/ENERO de 1979 33
Sistemas de
escritura entre
los pueblos
del Libro
de Mormón
por John L. Sorenson

central y sur de México, y al norte de


C omo Santos de los Últimos Días, sa-
bemos algo con respecto a la antigua
escritura que se utilizaba en el continente
Centroamérica. En dicha región, se han
descubierto más de media docena de sis-
americano por lo que hemos leído en el temas diferentes pero afines. Durante
Libro de Mormón, y podemos comple- varias generaciones, los expertos han
mentar este conocimiento con los datos tratado, con poco éxito, de descifrar los
que los expertos han obtenido concer- antiguos sistemas de escritura jeroglífica.
niente al mismo tema. La mayoría de las civilizaciones anti-
Los únicos sistemas auténticos de es- guas no empleaban el alfabeto; en vez de
critura que positivamente se sabe hayan ello, ultilizaban una sola figura o sím-
sido usados antiguamente en el hemisfe- bolo, ya fuera para una sílaba, o para una
rio occidental, se encontraban en la parte palabra o significado enteros. A este úl-

Los escritos que aparecen en el Libro de Mormón suenan


como un sistema ideográfico, con unos pocos símbolos que
representan sonidos
quería mucha experiencia y conoci-
miento para llegar a comprender el sis-
tema escrito. La gente común no dispo-
nía de tiempo para ser instruida en tales
asuntos; por lo general, sólo los sacer-
dotes y algunos de los que integraban la
clase gobernante aprendían el complejo
sistema.
El sistema descrito en el Libro de
Mormón parece ser un sistema ideo-
gráfico con algunos símbolos que repre-
sentan sonidos. Cuatrocientos años
después del nacimiento de Cristo, Mo-
La mayoría de estos símbolos
comunicaban una ¡dea princjpal... el
roni refirió que escribían en ' 'caracteres"
significado tenía que aclararse mediante a los cuales llamaron "egipcio refor-
el contexto o un símbolo adicional. mado" (Mormón 9:32-33). Esta escri-
tura nefita parece haber sido complicada
y un tanto ineficaz. Mormón dijo lo si-
guiente:
"Hay muchas cosas que no podemos
escribir de acuerdo con nuestro idioma."
(3 Nefi 5:18.) Su hijo Moroni se lamentó
timo sistema se le llamaba escritura ante el Señor, diciendo:
"ideográfica" (representación de ideas). "Y no nos has concedido escribir sino
Un sistema ideográfico se componía de poco, a causa de la torpeza de nuestras
cientos, o aun miles de signos distintos, manos . . . cuando escribimos, vemos
uno por cada palabra o idea. Los sistemas nuestra debilidad, y tropezamos al colo-
de escritura china y egipcia eran de este car nuestras palabras." (Éter 12:24-25.)
tipo; así también lo eran el maya y los de Como resultado, fue una tarea difícil
otros pueblos del Nuevo Mundo. El nú- dominar el sistema.
mero de jeroglíficos egipcios era de El rey Benjamín recalcó a sus tres hijos
aproximadamente 750, casi la misma cuan importante era que fueran instruidos
cantidad que el de los primeros esquemas "en todo el idioma de sus padres" (Mo-
centroamericanos. síah 1:2-4), el cual comprendía "la
La mayoría de estos símbolos comu- ciencia de los judíos y el idioma'', o sea,
nicaban una idea central; el diseño de la los caracteres escritos, "de los egip-
huella de un pie podría significar "pie", cios". (1 Ne 1:2.) Es muy factible que
pero a la vez, podría significar "ir" o esta difícil enseñanza explique el porqué,
' 'jornada'', de manera que el lector tenía en otra ocasión, "algunos eran ignoran-
que intentar dilucidar exactamente qué tes a causa de su indigencia, al paso que
significaba el diseño. El significado tenía otros recibían amplia instrucción por
que aclararse ya fuera en base al contexto motivo de sus riquezas" (3 Nefi 6:12).
o mediante la adición de otro símbolo. A primera vista, parece haber una gran
Había caracteres que representaban so- diferencia entre los jeroglíficos del egip-
nidos en algo semejantes a un alfabeto; cio reformado de Moroni y los antiguos
pero esa técnica, la cual utilizamos todo jeroglíficos de los pueblos americanos,
el tiempo, nunca se perfeccionó ni utilizó aunque los mayas, después de todo, se
extensamente. Como resultado, se re- basan en los mismos principios que los de
LIAHONA/ENERO de 1979 35
LIAHONA Sistemas de escritura entre los pueblos del Libro de Mormón

los egipcios que Lehi llevó consigo de En otra ocasión, repitió la descripción
Palestina. Naturalmente, los caracteres de las columnas verticales, agregando:
específicos eran continuamente modifi- "Todo concluía en una tosca delinea-
cados, y, tal como lo explicó Moroni, ción de un círculo, dividido en varios
"han sido transmitidos, y los hemos al- compartimientos, arqueado con diversas
terado conforme a nuestra manera de marcas singulares y evidentemente co-
hablar" (Mormón 9:32); con todo, la piado del calendario mexicano publicado
denominación "egipcio reformado", no por Humbolt, pero copiado de tal forma
es una mala descripción. que no revelara esa fuente". (Com-
Nuestra única manera de llegar a saber prehensive History ofthe Church, por B.
cómo eran los signos del egpicio refor- H. Roberts, 1:100-107.)
mado, se encuentra en la copia de An- En vista de que Anthon es el único
thon: siete líneas de caracteres que se testigo que nos dejó una descripción de lo
supone que Martin Harris copió de las que vio, nos vemos obligados a llegar a la
planchas del Libro de Mormón y mostró conclusión de que el aspecto que presen-
a un tal profesor Anthon. No sabemos taban las planchas del Libro de Mromón
con cuánta exactitud fueron copiadas, y se semejaba en cierta manera a un códice,
de hecho, ni siquiera sabemos cuál lado con sus columnas verticales de jero-
de la copia es el principio del escrito. glíficos.
Más tarde, el profesor Anthon describió El sacerdote católico Diego de Landa
lo que había visto, de la siguiente ma- describió los libros de Yucatán, México,
nera: poco después de la conquista española:
"Los caracteres estaban dispuestos en "Estas gentes también emplearon
columnas, semejantes a modo de escribir ciertos caracteres o letras, con los cuales
china. . . y toda clase de letras, más o escribían en sus libros sus antiguos
menos torcidas, ya fuera por causa de asuntos y ciencia, y mediante éstos y
inhabilidad en el arte o por el diseño en dibujos, y ciertas señales en dichos di-
sí, parecían entremezcladas con diversas bujos, comprendían sus asuntos, hacían
delincaciones de medias lunas, estrellas, que otros los comprendieran, y se los
y otros objetos naturales, terminando por enseñaban. Encontramos un gran nú-
construir, en suma, una aproximada re- mero de libros escritos en estos caracte-
presentación del zodíaco mexicano." res. " (Relación de las cosas de Yucatán.

Los libros mayas eran hechos de la corteza de un árbol


parecido a la higuera
Traducción libre.) dientes conservó no solamente su regis-
Pero para Landa y otros sacerdotes tro (en dos volúmenes, uno para la histo-
españoles, aquellos libros eran del de- ria y otro para sus asuntos religiosos: 1
monio, de manera que quemaron cuantos Nefi 9:3-4, 2 Nefi 4:14), sino también el
les fue posible arrebatar a los nativos, de su padre. Los descendientes de Laman
' 'lo cual les causó gran dolor'' a éstos, ya y Lemuel, quienes necesitaban el registro
que los libros eran considerados entre sus de Lehi para probar su derecho al go-
posesiones más preciadas. bierno, afirmaban que Nefi les había ro-
Aquellos libros mayas estaban hechos bado su soberanía; por consiguiente,
de papel que se elaboraba con la corteza deseaban destruir a los nefitas y sus re-
de un cierto tipo de higuera; una hoja gistros. (Véase Alma 54:16-25, y Enós,
grande de este material se doblaba, a ver. 14.) Después, hubo registros sepa-
modo de acordeón, de manera que una rados de la gente de Senifi (Mosíah25:5),
parte, o todo, se pudiese abrir. Cada la línea de Alma (Alma 63:16), la de
"página" de información era separada Helamán (Helamán 16:25), y muchos
de la siguiente, a su derecha o a su iz- otros, todos los cuales Mormón combinó
quierda, por un pliegue. Por otra parte, en el volumen que tenemos en la actua-
en el centro de México, los documentos lidad desde el Libro de Mosíah hasta el
por lo general se enrollaban. Libro de Moroni.
El Libro de Mormón describe libros de Desde luego, toda la escritura no se
papel así como planchas de metal. En la hizo en papel o planchas de metal; los
ciudad de Ammoníah, los inicuos go- monumentos de piedra grabados (' 'este-
bernantes no sólo quemaron vivos a los las") eran también familiares a los pue-
hombres, mujeres y niños que creían en blos del Libro de Mormón. Los versícu-
las palabras de Alma y Amulek, sino que los 20 al 22 de Omni hablan de Corián-
' 'también trajeron sus anales que conte- tumr, el último rey de los jareditas, quien
nían las Santas Escrituras, y los arrojaron grabó en una piedra grande un relato de
al fuego para quemarlos y destruirlos". su pueblo y el fin de éste, así como el
(Alma 14:8, 14. Nótese, además, en origen de su linaje. (Éter 1: 6-32 y 10:32
Alma 63:12 que los " grabados'' de metal indican que las 24 planchas de oro jare-
se distinguen de los registros escritos, los ditas relatan la historia de solamente un
cuales debieron de haber sido de papel.) linaje, y no de todo el pueblo.)
El doctor Robert Carmack ha descrito En los últimos 20 años, los expertos
las historias tradicionales conservadas han demonstrado que la estela maya en
por los pueblos quichés de Guatemala. realidad representa la "conquista, su
Cada linaje tenía su propio libro, histo- humillación como prisioneros, los casa-
riador y amanuense; su libro registraba la mientos reales y la descendencia real"
historia y la leyenda que explicaba su (como recientemente lo explicó el doctor
origen, su derecho al gobierno y su pa- Michael Coe) en vez de la astrología y
rentesco con las gentes que los rodeaban. cronología, como pensaban anterior-
En estos sagrados volúmenes también se mente los expertos. La piedra grabada de
predecía el futuro; una gran cantidad de Coriántumr sirve muy bien como una
estas anécdotas tradicionales fueron historia de un linaje real.
preservadas en forma oral, aunque sola- Aun cuando tenemos mucho que
mente se han preservado tres libros que aprender con respecto a las antiguas es-
datan de la época prehispánica. crituras de América, sabemos lo sufi-
Todo esto se asemeja mucho al Libro ciente como para desear más luz y cono-
de Mormón. Nefi y su línea de descen- cimiento sobre este tema tan fascinante.
LIAHONA/ENERO de 1979 37
LA ABNEGACIÓN
por el élder Vaughn J. Featherstone
del Primer Quórum de los Setenta
D urante los pasados meses he tenido una
de las oportunidades más gloriosas de
servir en la Iglesia como presidente de mi-
entrenador del equipo cómo lograba tal éxito,
a lo que él replicó simplemente: "Les he
enseñado a superar la barrera del dolor''.
sión. Esta experiencia me ha guiado al tema Un élder en nuestra misión ha sufrido algu-
que deseo tratar aquí. nos problemas de salud de cierta seriedad;
El Salvador dijo: padece de una alergia a la piel, además de
"El que halla su vida, la perderá; y el que bronquitis y sinusitis. Cuando yo llegué a la
pierde su vida por causa de mí, la hallará." misión, él estaba durmiendo más tiempo por
(Mateo 10:39. Cursiva agregada.) las mañanas, por temor de debilitarse y así
Durante su visita a los habitantes de este contraer influenza; cuando regresaba a su
continente, declaró: cuarto a la hora del almuerzo, dormía una
" . . . bienaventurados los pobres de espí- siesta por un par de horas para prevenir un
ritu que vienen a mí, porque de ellos es el posible resfrío o gripe. Mientras tanto, su
reino de los cielos." (3 Nefi 12:3. Cursiva compañero sufría de frustración y un día me
agregada.) comunicó su problema.
Además, en los últimos días, ha dicho: Yo llamé al médico de aquel misionero, el
"Mando, y los hombres no obedecen; re- cual me dijo: "Pues bien, su estado de salud
voco, y no reciben la bendición. es malo, pero es mejor de lo que era cuando
Entonces dicen en sus corazones: Estaño es llegó al campo misional; sin embargo, no creo
la obra del Señor, porque sus promesas no se que vaya a experimentar grandes cambios, no
cumplen. Pero ¡ay de tales! porque su re- obstante las horas que trabaje". Invité al élder
compensa viene de abajo y no de arriba." (D. a mi oficina y le dije que para mí sería prefe-
y C. 58:32-33.) rible verle contraer la gripe de una vez por
La abnegación es uno de los rasgos de ca- todas, a verlo en aquel constante temor. Ha-
rácter más distinguidos y que es evidente en blamos del principio de sufrir en silencio, de
los mejores hombres que conozco. Es un simplemente salir a trabajar y hacer lo que el
rasgo que muchos jóvenes han adquirido. Señor requiere. Le dije: "El doctor dice que su
Algunos años atrás, cuando el equipo de na- condición no va a cambiar, y que no será
tación de la Universidad de Yale superaba mu- afectada en manera alguna por la cantidad de
chas marcas mundiales, alguien preguntó al trabajo que usted haga. Hemos hecho y esta-

' 'Vosotros, mis jóvenes amigos que os estáis


preparando para la misión, recordad que aunque esta
es una de las experiencias más gloriosas de la vida, no
es gloriosa porque sea fácil... La mayor satisfacción
la experimentará aquel misionero que tenga la
voluntad de practicar la abnegación."

LIAHONA/ENERO de 1979 32
LIAHONA La Abnegación

mos haciendo lo que puede hacerse. ¿Por qué ejemplo de abnegación.


no aprende a sufrir sus problemas de salud, Otro misionero tenía la espalda muy débil,
silenciosamente, sin mencionarlos a nadie?" lo que lo hacía padecer de constante dolor. El
Afortunadamente, él aceptó el consejo y lo no sabía que yo conocía su condición. Aquel
puso en práctica, convirtiéndose desde en- joven amaba tanto su trabajo que había man-
tonces en uno de los mejores misioneros en la tenido en secreto sus dolores por temor de que
misión. Al cabo de un período de seis sema- se le relevara de su llamamiento.
nas fue avanzado a compañero mayor para Había un joven admirable, que habiéndose
capacitar a otros y luego a líder de distrito. dañado ambas rodillas en una competencia
¡Qué gran misionero es ahora! Ha descubierto deportiva, había solicitado al anterior presi-
cómo sufrir en silencio y la forma de cumplir dente de la misión una bendición especial,
con su trabajo, y se ha convertido en un gran que le permitiera seguir adelante por otro año

"Me esforcé entre el gentío para llegar a su lado, y le


dije: ¿Podría usted mirarme directamente a los ojos y
prometerme que podré bautizar a diez personas?"
entero, pero cada paso que daba, lo daba con personal se verifique automáticamente. Un
sufrimiento. Cuando lo entrevisté antes de su joven a quien sus padres o su novia persuadan
relevo, me rogó que le diera autorización para a que cumpla una misión contra su voluntad, o
permanecer dos años más en la misión. a quien se le ofrezca alguna "recompensa"
La vida misional no es fácil. Requiere ab- especial a recibir al término de la misma es
negación, esfuerzo físico y mental, madurez, víctima de un gran perjuicio. No es necesario
autodominio, espiritualidad, y una actitud extender una oferta o una recompensa a un
muy firme y positiva. Se requiere que un élder élder; tales cosas son insubstanciales. La
sea un hombre, y no un niño. Una misión de- mayor satisfacción la experimentará aquel
manda un régimen de vida verdaderamente misionero que tenga la voluntad de practicar
espartano, lo que a su vez requiere tanto la la abnegación. La recompensa vendrá de
habilidad para sobreponerse a todo, como una Aquel en cuyo servicio nos hayamos embar-
dedicación total. cado. No hay recompensa ni premio que
Vosotros, mis jóvenes amigos que os estáis pueda compararse al pago recibido de la mano
preparando para la misión ,t recordad que del Señor de la viña.
aunque ésta es una de las experiencias más La abnegación puede aparecer bajo muchos
gloriosas de la vida, no es gloriosa porque sea aspectos diferentes; puede manifestarse en la
fácil, sino por las satisfacciones que brinda; postergación de ciertas metas tales como el
pero éstas no provienen de lo atractivo del proseguir estudios o contraer matrimonio;
llamamiento, ni de la atención personal, ni de generalmente, requiere un cometido firme de
los elogios que los miembros os extiendan estudiar las Escrituras y las discusiones mi-
desde el momento en que sois llamados, ni del sionales, en lugar de disfrutar de programas
hecho de que se os envíe a un lugar exótico. de televisión y películas cinematográficas;
No es un período durante el cual el progreso también exige que se ahorre el dinero para la
LIAHONA La Abrogación

misión, en vez de gastarlo para satisfacer monial cuando yo me casara. Y ahora no


gustos personales. solamente le será imposible efectuar la cere-
Cuando el individuo cede satisfaciendo sus monia, sino que incluso le será imposible
propios deseos, puede convertirse en adicto al verme llegar al altar. Yo los quiero a él y a mi
desenfreno en todas las formas, tal como otros madre con todo mi corazón, pero sé que debo
se vuelven adictos a las drogas, la nicotina o el seguir el consejo del Profeta y casarme en el
alcohol. La lectura de materiales pornográfi- templo."
cos convierte al lector en adicto a los mismos, Miles de personas escuchan a los misioneros
y para cesar esta práctica se requiere un gran y creen en la veracidad del Libro de Mormón y
autodominio y el sufrimiento de síntomas de de José Smith; sin embargo, cuando se ponen
desintoxicación tan graves como aquellos a considerar los muchos supuestos placeres de
causados por el abandono de hábitos tales la vida que van a tener que negarse, piden a
como fumar y beber. El juego, el mirar tele- los misioneros que no regresen.
visión en exceso, la gula, el dormir en dema- Muchos hay que no pueden negarse a sí mis-
sía, las fantasías descontroladas, la lujuria, el mos la satisfacción física de un cigarrillo, un
proferir improperios, los cuentos y las bromas vaso de licor, u otros vicios; así, en un mo-
de mal gusto, el vestir inmodestamente, la mento que jamás olvidarán en la eternidad,
mentira, el engaño, el jugar a las cartas, todos desechan la oportunidad de seguir los pasos
ellos forman hábitos. Por otra parte, una vida de Jesús y de convertirse en coherederos con
de abnegación desarrolla fortaleza de carác- El en el Reino de nuestro Padre.
ter, integridad, salud, autodominio, con- Hace poco, un sábado temprano por la
fianza, y pundonor. mañana, fui al aeropuerto para despedir a dos
La actual generación de jóvenes en la Igle- élderes. Un tal hermano Jackson también fue
sia está expuesta a los dos grandes extremos. ese día a decir adiós a uno de aquellos jóve-
El mundo se está polarizando, y la distancia nes. En el momento en que el élder se apres-
entre los polos es inmensa. Nuestra juventud taba a abordar el avión, el hermano Jackson le
no está buscando la vida confortable; no es la estrechó la mano y con lágrimas en los ojos, le
fascinación de lugares exóticos lo que con- dijo: "¿Recuerdas el día en que te estabas
vence a nuestros jóvenes de salir como mi- comportando mal y te dije que salieras de mi
sioneros. Es la vida de servicio al prójimo, el clase de la Escuela Dominical y que no re-
deseo de incrementar la espiritualidad, la gresaras nunca más?" El misionero queda-
búsqueda de la pureza de corazón; es el ha- mente respondió: "Sí, hermano". Ei her-
cerse partícipes de la causa del Maestro, el mano Jackson le dijo entonces: "¡Gracias a
deseo de estar involucrados en una causa que Dios que regresaste!"
demanda el cometido total de la mente y del Recibí una carta de un élder que servía en
alma. Buenos Aires, Argentina:
Conocemos una dulce joven que se ha ' 'Seis meses antes que terminara la misión,
convertido a la Iglesia, cuyo padre es ministro usted habló durante nuestra conferencia de
en la Iglesia Bautista. En una ocasión dirigí la misión en Buenos Aires. En esa ocasión, sentí
palabra a un grupo de jóvenes adultos para que el espíritu descansaba sobre mí con tal
aconsejarle con respecto al casamiento en el fuerza, que luego me sentí compelido a tratar
templo, como el presidente Kimball nos ha de obtener una promesa de usted; me esforcé
pedido que hagamos. Más tarde, durante una entre el gentío para llegar a su lado, y le dije:
reunión de testimonios, ella dijo: '¿Podría usted mirarme directamente a los
"Yo soy conversa a la Iglesia. Mi padre es ojos y prometerme que podré bautizar a diez
ministro bautista, y casi se le destrozó el co- personas?' No recuerdo si esas fueron exac-
razón cuando me bauticé en la Iglesia Mor- tamente mis palabras, pero sé que expresaban
mona. La única esperanza a la cual él se el deseo que entonces sentía. El problema era
aferraba para salvar a su 'descarriada' hija, que mi misión iba llegando a su término y yo
era la de poder celebrar la ceremonia matri- no había bautizado a nadie. Usted me miró

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directamente a los ojos y me prometió con una directivo, no convierte a una persona en un
voz llena de seguridad que si yo era absoluta- líder... si se desea ser un verdadero líder, es
mente fiel, y trabajaba con todo mi corazón, necesario tener capacidad para defender a
poder, mente y fortaleza, iba a bautizar a diez solas los principios, valor para resistir el ais-
personas. En el fondo de mi ser tuve la certeza lamiento que muchas veces se produce como
de que usted no podía equivocarse, y también resultado, y fortaleza para no rendirse. Para
supe que había recibido la promesa que bus- tener capacidad directiva, se necesita tener
caba. visión."
Y así, trabajé con todo mi corazón y con Hay una anécdota que perdura en la famosa
todo mi poder, mente y fuerza, y mi misión Universidad de Harvard, en la que se cuenta
concluyó después de dos años de denodado que LeBaron Russell Briggs, quien por mucho
esfuerzo. El Señor me bendijo, y la promesa tiempo fue el amado decano de la universi-
se cumplió. Durante casi dos años no había dad, una vez preguntó a un estudiante porqué
bautizado a nadie, pero el último sábado de mi no había cumplido con lo que se le había
misión, mi compañero y yo descendimos a las asignado. "No me sentía muy bien, señor",
aguas y abrimos la puerta del reino de Dios respondió el estudiante. "Hijo mío", le dijo
para quince hermosos y arrepentidos hijos de el decano,' 'es posible que llegue el día en que
nuestro Padre Celestial.'' descubra usted que la mayor parte del trabajo
La promesa que yo hice en esa ocasión fue que se hace en el mundo, lo llevan a cabo
algo fácil de hacer y podría haberla hecho personas que no se sienten muy bien."
cualquier líder del Sacerdocio. Lo que ocurrió
fue que aquel élder captó la visión del servicio Aquellos que en verdad han puesto en
totalmente desinteresado, de la abnegación, y práctica en su vida los principios de la abne-
así alcanzó sus metas. gación, encuentran que es fuente de mucho
' 'Es indispensable que los líderes se sujeten mayor gozo y satisfacción que lo que les
a una disciplina más estricta que la que se brindaría la acumulación de bienes materia-
espera de otros. Aquellos que están en primer les.
lugar deben ser los primeros en hacer méri- A través de mi vida he tenido toda clase de
tos." (Autor desconocido.) experiencias, pero siempre que he puesto en
Alguien ha dicho: "Las verdaderas cuali- práctica la abnegación, he notado que una
dades del buen director se encuentran en fortaleza especial revitalizaba todo mi ser y he
aquellos que estén dispuestos a sacrificarse sentido la gran proximidad de mi Padre Ce-
por una causa lo suficientemente valiosa lestial; esto me ha hecho experimentar un
como para que se le dedique la más absoluta sentimiento cálido de bienestar. Sé que esta
fidelidad. El ocupar simplemente un cargo virtud es un principio verdadero.

La espiritualidad nos impulsa a conquistar los obstáculos y adquirir fortaleza. Una de


las experiencias más sublimes de la vida es la de ver cómo se desarrollan nuestras faculta-
des y la verdad se expande en nuestra alma.
Presidente David O. McKay

LIAHONA/ENERO de 1979 43
pueblo y los científicos. Los indios no po-
dían haber salido jamás de su estado
salvaje. En esos días, los habitantes de
los Estados Unidos podían creer en
cualquier cosa menos en una "civiliza-
ción india", pese a las evidencias obteni-
das por los conquistadores, las cuales se
ignoraban o se trataban como jactancias
de los españoles para atraer la publici-
dad. Los eruditos y los historiadores se
aferraron a sus ideas anticuadas, bur-
lándose de los esfuerzos de Stephens.
En realidad, él contaba con muy pocas
evidencias para oponer a estas afirma-
ciones, no obstante lo educado que era y
la solvencia económica con que con-
taba. Esta falta de información, le hacía
sentir algún escepticismo, pero sus es-
peranzas eran muy grandes como para
dejarse vencer por el desaliento. Final-
mente, en compañía de un amigo, Fre-
deric Catherwood, se embarcó en direc-
ción a América Central.
Su primera meta, Copan, era una in-
significante aldea de chozas de barro.
Pero ya estaban cercanos al descubri-
miento. Un guía del lugar los condujo a
través de la jungla hasta la ribera de un
río; del otro lado, se levantaba una pared
de piedra de treinta metros de altura: los
límites de la antigua ciudad de Copan, y
los comienzos de una nueva era en la
historia. Después de atravesar rápida-
mente el río, treparon por la pared y se
encontraron en medio dé las ruinas de
una civilización olvidada.
"Abriéndonos camino a través de la
espesura", relata Stephens, "encontra-
mos una columna cuadrada de piedra,
de unos cuatro metros de altura, escul-
pida en los cuatro lados... eran obras de
arte... algunas, similares a los mejores
monumentos egipcios.
Según los historiadores, América es-
taba poblada por salvajes. Pero los sal-
vajes jamás habrían podido levantar
estas estructuras, jamás habrían podido
esculpir estas piedras. Cuando les pre-
guntamos a los indios si sabían quiénes
lo habían hecho, su indiferente respuesta

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LIAHONA Esta es su sección

fue '¡Quién s a b e ! . ' " profundo y Stephens estaba cada Vez


Tampoco los historiadores hubieran más fascinado por él. Sobre las ruinas de
podido contestar mejor aquella pre- Palenque, escribió:
gunta. Mientras Copan y los mayas se "Allí estábamos, frente a los restos de
elevaban hasta un nivel superior de arte y un pueblo peculiar, pulido y educado,
cultura, Europa se hundía en las tinieblas que había pasado por todas las etapas
del oscurantismo. Aquéllos conquista- características del surgimiento y la caída
ban la jungla y levantaban en Yucatán de las naciones: alcanzaron su edad de
ciudades que eran como gemas pre- oro, y luego declinaron y desaparecie-
ciosas en un collar; pero sus acciones y ron, completamente ignoradoá Los esla-
su historia eran para el Viejo Mundo tan bones que los unían a la familia humana
impenetrables como las selvas que los se cortaron y perdieron, y esto es lo único
rodeaban. que ha quedado de su paso por esta
Alrededor del 900 d. de J,, los mayas tierra. En la historia del mundo nada me
desaparecieron del escenario histórico, había impresionado más que el espec-
súbita y misteriosamente; y durante táculo de aquella ciudad, en una época
1.000 años Copan permaneció hundida grande y hermosa, y ahora destruida,
en la espesa selva hondurena, hasta el desolada y perdida; descubierta por ac-
descubrimiento de Stephens, en 1939. cidente, tapada por la maleza, y sin si-
Stephens y sus compañeros no pu- quiera un nombre que la distinguiera."
dieron verlo todo en esa oportunidad, La dedicación de los dos exploradores
pues la jungla era casi impenetrable; por es asombrosa. En lugar de quedarse
lo tanto, se concentraron en estudiar los cómodos y seguros en su casa, pasaron
ídolos, o estelas, que encontraban a flor hambre, enfermaron de malaria, sufrie-
de tierra. Se trataba de enormes monoli- ron los ataques de insectos, extremas
tos, cubiertos de increíble profusión de incomodidades, encuentros cercanos
figuras esculpidas, tanto humanas, como con la muerte. ¿Y qué lograron?
de animales y flores. Estos monumentos, Stephens está considerado como uno
erigidos en memoria de acontecimientos de los grandes arqueólogos, y su contri-
desconocidos para nosotros, son una bución a la historia corre paralela a la del
evidencia silenciosa del genio y el arte descubridor de Troya.
del pueblo maya. Desde nuestro punto de vista, la im-
Durante los dos años siguientes, portancia de sus hallazgos es mayor aún
Stephens y Catherwood se dedicaron a y, aunque él y el Profeta jamás se vieron,
descubrir y examinar las ruinas de la historia del Libro de Mormón es visi-
Copan, Palenque, Uxmal, Chichón Iza, y blemente reforzada por el testimonio
otros cuarenta sitios de la civilización material de los descubrimientos de
maya. El misterio se hacía cada vez más Stephens.
Noticias de la Iglesia

NUEVAS México
ESTACAS EN Jorge D. Arrevilla fue sostenido como
Presidente de la nueva Estaca de Ta-
LATINOAMÉRICA pachula, México, en el mes de agosto de
1978. Sus consejeros son Enrique
Sánchez y Francisco C. Tercero.
La nueva estaca, formada de la Misión
Argentina de México-Villahermosa, comprende los
barrios Primero, Segundo, Tercero,
En el mes de agosto de 1978, se formó Cuarto, Quinto y Sexto de Tapachula.
en Buenos Aires, Argentina, la nueva El presidente Arrevilla es maestro, y se
Estaca Merlo. Como presidente de la convirtió a la Iglesia en 1960; el presi-
estaca fue sostenido Enrique A. Ibarra, dente Sánchez, de 35 años, es también
con Horacio Michalek y José Luis maestro de primaria y secundaria, y se
Molnar como consejeros. unió a la Iglesia en julio de 1962; y el
La nueva estaca contaba con 2.044 presidente Tercero, de 26 años, trabaja
miembros en el momento en que fue or- en un banco y se bautizó en junio de
ganizada de la Estaca de Buenos Aires 1963, en Tapachula.
Oeste, y se compone de los barrios Ter- La conferencia de estaca fue presidida
cero de Buenos Aires, Castelar, San An- por el élder Howard W. Hunter, del Con-
tonio de Padua, Libertad y Moreno, y la sejo de los Doce, con la asistencia del
Rama González Catán. élder William R. Bradford, del Primer
El presidente Ibarra, de 32 años, es Quórum de los Setenta.
Director del Instituto de Religión de la El nuevo presidente de la Estaca de
Iglesia en Buenos Aires; el presidente Poza Rica es el hermano José M. López;
Michalek, de 34 años, es pediatra; y el sus consejeros son Javier Cárdenas y
presidente Molnar, de 34 años, trabaja Quintiliano Montiel.
para una compañía técnica. El presidente López, de 31 años, es
También en agosto de 1978, se cam- operador en una compañía petrolera; el
bió la presidencia de la Estaca de Bue- presidente Cárdenas, de 48 años, tiene
nos Aires Oeste. Su nuevo presidente es un taller de reparación de vehículos, es
el hermano Ricardo O. Michalek, y Juan converso a la Iglesia y se bautizó en no-
Carlos Cittadini y Emilio Vergelli son viembre de 1970; también el presidente
sus consejeros. Montiel es converso a la Iglesia, habién-
El presidente Michalek, de 34 años, es dose bautizado en abril de 1972, y tra-
pediatra; el presidente Cittadini, de 48 baja como maestro de escuela.
años, trabaja paraJa oficina del Obis- El élder William R. Bradford, del Primer
pado Presidente en'Argentina; el presi- Quórum de los Setenta, presidió en la
dente Vergelli, también empleado de la conferencia de estaca, asistido por el
Oficina del Obispado Presidente, tiene élder Agrícol Lozano, Representante Re-
47 años. gional del Consejo de los Doce.
El élder G. Homer Durham, del Primer
Quórum de los Setenta, presidió en la
conferencia de estaca, y fue asistido en
Honduras
la tarea por los élderes Robert E. Wells, En julio del año pasado se formó en
del Primer Quórum de los Setenta, y Juan Honduras la segunda estaca, la Estaca
C. Avila, Representante Regional del de Tegucigalpa. El presidente de la
Consejo de los Doce. nueva estaca es José M. Domínguez, y

LIAHONA/ENEROde1979 47
LIAHONA Noticias de la Iglesia

sus consejeros son Jorge A. Sierra y Ora Perú


L. Justice.
La estaca se organizó del Distrito de En el mes de agosto de 1978 se reor-
Tegucigalpa, y consiste de los barrios ganizó la presidencia de la Estaca Li-
Primero, Segundo y Tercero de Teguci- matambo de Lima, Perú. Philippe
galpa, Primero y Segundo de Kennedy, Jacques Kradolfer fue sostenido como
Primero y Segundo de Comayaguela, y la Presidente de la estaca, en lugar del
Rama de Choluteca. La estaca contaba presidente Mario Perotti que pasó a ser
con 2.454 miembros en el momento de su Representante Regional del Consejo de
formación. los Doce. Sus consejeros son Ernesto A.
El presidente Domínguez, de 41 años, Cahua y Jorge Salazar.
es converso a la iglesia, habiéndose El presidente Kradolfer, de 26 años, es
unido a ella en 1965; trabaja como con- converso a la Iglesia y se bautizó en di-
tador. El presidente Sierra se convirtió a ciembre de 1974, en Suiza; el nuevo pre-
la Iglesia en junio de 1965, y trabaja como sidente es gerente de una compañía
administrador de una compañía; el pre- manufacturera. El presidente Cahua, de
sidente Justice, de 36 años, también 38 años, también converso a la Iglesia,
converso a la Iglesia, se bautizó en fue bautizado en abril de 1975, en Lima;
Puerto Rico en 1963, y es Gerente gene- es contador. El presidente Salazar, de 35
ral de la compañía Arco de Centroamé- años, se unió a la Iglesia en marzo de
rica. 1963, y trabaja como asistente social en
La nueva estaca se organizó bajo la Lima.
dirección del élder William R. Bradford, El élder Gene R. Cook, del Primer
del Primer Quórum de los Setenta, con la Quórum de los Setenta, presidió en la
asistencia del élder Benjamín Parra, Re- conferencia de estaca, asistido por el
presentante Regional del Consejo de los élder Roberto Vidal, Representante Re-
Doce. gional del Consejo de los Doce.
Dos jóvenes bailarines danzan la Polca
del Norte durante uno de sus programas.

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