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rase que se era un colorido ave, de nombre Cuco el Abejaruco, que viajaba
una tarde de mayo desde frica hacia el Norte en busca de alimento y
aventuras. Sus amigos le haban dicho que en Espaa haba unos humedales
RAMSAR preciosos para comer como un marqus, as que no dud ni un
momento.
Iba feliz como una perdiz haciendo cabriolas por el aire cuando, de pronto
COF, COF, COF!! PUAJJJ! PERO QU REPUGNANCIA ES ESTA?! COF, COF!
NO PUEDO RESPIRAR! COFFF!
Sin comerlo ni beberlo, el valiente abejaruco se vio inmerso en una monstruosa
nube gris que ola fatal, no le dejaba ver y apenas respirar. Justo cuando crea
que no haba salvacin para su pobre alma, apareci una misteriosa ave, toda
de negro, que empez a hacerle seas a lo lejos.
Casimirlo: Pero qu haces colega!!! Cmo se te ocurre salir hoy con
el smog que hace?
CUCO: COF COF, el qu?, el esmof???
Casimirlo: El smog! La boina negra de contaminacin que cubre la
ciudad. Espera, t no eres autctono verdad?
CUCO: Qu va, to. Yo soy migratoria y vengo de frica en busca de un
humedal RAMSAR.
Casimirlo: Jojojo, pues en menuda te has metido. Corre, sgueme a m y
nos posamos en la terraza de aquel edificio.
(Se posan sobre un edificio)
CUCO: Jo qu asco, estoy todo sucio. Perdona, no me he presentado. Me
llamo Cuco el Abejaruco.
Casimirlo: Bienvenido a Madrid! Yo soy Mirlo Casimirlo. No te
preocupes demasiado, aqu es lo normal, aunque lo de hoy es
exagerado Fjate que hasta a los humanos les han obligado a ir ms
despacio con los coches para reducir esta pasada de contaminacin Y
estn que echan chispas.
CUCO: Pues me parece fantstico. Hay que ser guarro para tener el aire
as.
Casimirlo: Y qu piensas hacer ahora?
CUCO: Pues descanso un rato y me voy, yo aqu no me quedo.
dispersado por todas partes. Parece que todo responde a un plan para devolver
a la ciudad su diversidad y mejorar el ecosistema. De momento ya hay seres
humanos que estn saliendo con pancartas a la calle para agredecer a los
animales que hayan dado este paso. Los nios han dejado sus tablets y han
salido armados con lupas para seguir los regueros de hormigas que ocupan las
aceras. Seguiremos informando.
Y esta es la historia de cmo dos pequeas aves con nada o muy poco en
comn, quisieron cambiar la ciudad y lo lograron.
Y colorn colorado, este cuento no se ha acabado.
An queda mucho por hacer!