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ARQ.

ROBERTO ELIAS ARQ / DG / FAU / UNNE

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE DIBUJO A LAPIZ - TECNICA Y MEDIOS

INTRODUCCION

Es probable que el estudiante tenga una perspectiva equivocada del dibujo, por haber quedado
inconcluso su aprendizaje en algunas de sus etapas de formación, en la cual, por diversas razones fue
negado[1], lo que no impide la posibilidad de retomarlo, de abordar una nueva experiencia.
Se parte siempre de la base, de que la decisión es voluntaria (por libre determinación), que le depara
algún goce al practicarla (no sufrimiento) y, que esta satisfacción, se manifiesta en cada línea que traza,
aunque la figuración sea imperfecta; esto es vital en el inicio del nuevo proceso de aprendizaje, para evitar
nuevas frustraciones y su abandono definitivo.

Con la práctica de dibujo, se agudiza la mirada y mejoran las respuestas motrices y, consecuentemente
cambia la percepción, dado que estamos “aprendiendo a ver”, a ver para dibujar; con el tiempo, la relación
entre estos factores se armoniza cada vez más y, se empieza a dibujar mejor y con más detenimiento.
Con constancia, este ciclo se retroalimenta positivamente y, se produce, o experimenta, un cambio de
estado[2] al dibujar, sensación que consiste en estar totalmente inmerso en la tarea y, de haber perdido
la noción del tiempo (el alrededor no cuenta, pasa desapercibido y, dibujamos bien de aquí en más);
para que esto ocurra, hay que disponer del tiempo suficiente, el necesario para permitir la "desconexión"
con el entorno[3] (que nos distrae), hecho que varia con cada uno, pero que sugiere, como en todas las
actividades que se abordan sin experiencia, que hay que ser muy persistentes para lograrlo, persistencia
que no debe agotarse en el primer intento fallido, dado que es necesario tener un cambio de actitud frente
al aprendizaje.

La espontaneidad en el dibujo (hecho que se valora), se consigue con una práctica continua y esfuerzo
por superarse, en un tiempo que nunca termina, que jamás es suficiente. Hay que dejar de lado el
temor paralizante de hacer mal las cosas, porque la única forma de no equivocarse es recurriendo a
la inactividad total. Lo que se pretende, lo que se necesita para dibujar, es tratar de despojarse de
toda atadura y practicar-aprender con toda naturalidad, sin tratar de desistir la meta, con la perspectiva
suficiente que permita alcanzarla.

Si bien es posible dibujar con cualquier instrumento y soporte (lápiz y hoja en éste caso), muchas veces, la
mayoría, la dificultad se funda en una mala elección, por no haberse tenido en cuenta algunas cuestiones
funcionales que la condicionan, que son vitales a la hora de tratar de conseguir una buena adecuación
entre nuestras acciones y los instrumentos que las mediatizan.

DIBUJO A LAPIZ / CONSIDERACIONES GENERALES


El lápiz, con sus múltiples posibilidades, es un medio expresivo que se adapta a cualquier etapa de dibujo,
como ser, desde el desarrollo de una idea mediante croquis, o como técnica para una graficación definitiva
más detallada y realista. Es un recurso rápido y directo; con el podemos ejecutar una gama extensa de
tonos-valores y gran variedad de trazos, pudiendo esfuminarse en seco o con trementina, o lograr efectos
de tiza (pastel) con minas en barras prismáticas.
El lápiz de grafito o color, se puede combinar con otros medios como las aguadas (tintas aguadas,
acuarela, témpera), o con carbonilla, y pasteles.

DIBUJO A LAPIZ / El TRAZO

El trazo definitivo (dado que hay otro llamado de aproximación[4]) en los dibujos ejecutados con técnica
lineal, donde éste es protagónico, tratará de ser firme y de espesor constante[5], evitando el repaso y
controlando en lo posible el temblor producto de la inseguridad inicial ("temor a la hoja en blanco") o por
falta de práctica. Esta limpieza lineal se consigue con constancia, usando el instrumento más adecuado
para cada uno, después de analizar y experimentar diferentes medios que posibilitaran esa elección.
Para lograr calidad expresiva y lineal, hay que usar (la experiencia genera esta necesidad frente a las
múltiples situaciones que se presentan) diferentes espesores para tratar el dibujo, combinando diferentes
graduaciones, forma de mina, y presión del trazo.
Con el tiempo, si la práctica es prolongada, la seguridad y el estilo del dibujante surgirán
espontáneamente.

FACTORES QUE CONDICIONAN EL DIBUJO A LAPIZ

Para el dibujo a lápiz hay que considerar los siguientes factores, los cuales tienen limitaciones técnicas
diferentes y se modifican entre si, según la combinación de medios que se elija:

· Tipos de lápices---------------- a- de grafito


b- de colores-------I- comúnes
I- acuarelables
c- portaminas-------I- de 0.3 mm. a 0.9 mm.
I- de 2 mm. a (+)

· Usos específicos a- a mano, con elementos de precisión (regla"T",etc)----I- dibujo


técnico
b- a mano, sin elementos de precisión--------I- croquis
I- dibujo elaborado
· Tipos de Técnicas de configuración-------- a- lineal
b- tonal
c- mixta

· Usos en el dibujo----------a- para ejecutar líneas


b- para ejecutar detalles
c- para sombreados

· Formas de la minas---------a- afilada


b- redondeada
c- biselada
d- para lápiz usado de plano

· Tipos de papeles de dibujo-----a- para lápiz común, de grafito o color


b- para lápiz acuarelable (papeles para aguadas)

· Espesores de los papeles de dibujo-------de variados espesores (de menos grs. a más
grs.)

· Colores y texturas de los papeles de dibujo---------de diferentes colores y


texturas

· Tipos de bases de apoyo-----------a- dura


b- blanda
c- con textura
d- lisa

· Presión del trazo-------------diferentes presiones.

· Borrado--------a- directo sobre el papel------------------------I- con diferentes gomas de borrar


b- a través de plantillas de borrado I- con diferentes lápices borradores
c- raspado con elementos adecuados

· Humedad ambiente----------días secos o días húmedos


· Fijadores-------------------------uso o no, de rocío fijador

LAPICES DE MADERA / DE GRAFITO

En general, las diferentes marcas cubren con las graduaciones de sus lápices, los dos extremos de la
escala, y sus posibilidades intermedias.
En algunos lápices esta escala viene expresada en Nº, siendo el Nº3 el máximo de dureza, el Nº1 el
máximo de blandura, y el Nº2 representa el termino medio.
Las marcas que ofrecen mas posibilidades, rotulan la escala en Nº y Letras, siendo 8H y 8B sus limites, y
H – HB – F, sus graduaciones intermedias.
Otra posibilidad, es la que viene impresa en Letras únicamente, en la que H es el más duro de la escala,
B el más blando, y HB el intermedio.

4 ----------------- 2 ---------------- 1
8H---------2H – H –HB - F – B – 2B ---------8B
H ----- HB -----B

( duras) (intermedias) (blandas)

El uso de diferentes graduaciones en el dibujo dependerá de la expresividad de cada uno, y de la


consideración de algunos de los factores expuestos, como ser por ejemplo, la humedad ambiente que
exige para lograr una igual intensidad del trazo (como cuando estaba el día seco), una mayor presión,
o un cambio de graduación, debiéndose optar por minas más blandas. Así mismo, el uso de minas
extremadamente blandas, producen un trazo más fluido (se deslizan mejor sobre el papel), pero obligan a
usar fijadores para que no se corran las partículas (de mina) depositadas en el mismo.
A nivel expresivo, las diferentes graduaciones producen una valoración del trazo que les es característica;
esto se relaciona con el compuesto del material con que se fabrican las minas, y que se manifiestan
sobre el papel como rasgos cuyo grado de oscuridad, va de más negro (minas blandas) a menos negro
(minas duras); esta doble cualidad, combinada con la rugosidad del papel, les confiere una versatilidad
que las hace funcionales para los distintos usos.

LAPICES DE MADERA / DE COLORES: COMUNES Y ACUARELABLES


En los lápices de colores no se indica graduación alguna, y el Nº (si figura) indica el tono dentro de una
gama de colores, lo cual no es común (equivalencia tono-Nº)) para los distintos fabricantes; solo el uso
de diferentes marcas determinará cual es la que nos resulta más agradable al trazo, en esto, el papel
elegido, su grano, tiene mucho que ver.
Casi todos los lápices se "acuarelan" bien con trementina, y los solubles en agua vienen especificados
como acuarelables. Para diluirlos con trementina basta usar para el dibujo un papel medianamente
grueso; en todos los casos, una vez seca la pincelada (con agua o trementina), se puede volver a tratar
encima.
Los hay en cajas, o sueltos (este caso no es tan común) de muy buena calidad; si no se va a diluir el trazo
para conseguir un parcial efecto de acuarela, es más barato usar los comunes, que además dejan menos
polvo de mina sobre el papel, y no nos obligan a trabajar con papel especial para evitar la ondulación.
El uso de lápices de colores (o grafito), exige disponer de eficientes sacapuntas de diversos tipos.

LAPICES PORTAMINAS / de 0.3 a 0.9 mm.

Dentro de la gran variedad que ofrece el mercado, hay que elegir aquel que tenga más largo el extremo
terminal[6] por donde sale la mina; esto posibilita la ejecución de líneas con todo tipo de escuadras, reglas
“T”, plantillas, etc, sin importar su espesor, dado que siempre la mina está en contacto con el papel.
Los de mina fina (0.3 y 0.5 mm.) son instrumentos para trabajos de precisión con regla y escuadra; sea
el trazado con líneas definitivas o no, su característica más importante , es producir una línea de espesor
uniforme y fina, lo que hace innecesario el afilado de la mina. Esta misma característica, lo descarta
para el dibujo a mano alzada (sin elementos de precisión), donde se necesitan espesores de trazos y
resistencia a la presión con buen deslizamiento de mina sobre el papel; aun así, estos factores no lo
excluyen del dibujante experimentado, y para ciertos tipos de trabajos donde lo que interesa es producir
una síntesis con líneas finas de un solo espesor, o una lineal de base tenue, a la cual se le dará un
tratamiento expresivo con otros medios.
Las minas de grafito se consiguen casi siempre, en graduaciones 2B a 5H para lápices 0.3 - 0.5 - 0.7 -
0.9 mm.; en colores básicos, es factible conseguirlas para lápices de mina 0.5 - 0.7mm.

LAPICES PORTAMINAS / de 2 a 5 mm.

Conjuntamente con los lápices de madera, por los espesores de minas que permiten portar, son los más
aptos para el croquis. Con ellos se pueden obtener también diferentes formas de minas, y ejercer una
buena presión sobre el papel, generando un trazo que se adecua a cada caso y temperamento particular.
Se pueden adquirir todas las graduaciones en grafito, y algunas minas de colores esenciales.
Generalmente estos lápices vienen provistos de un afila minas extraíble en su extremo, que si funciona
bien, los hace muy versátiles.

GOMAS Y OTROS ELEMENTOS PARA BORRAR


Para los diferentes papeles y usos, hay una extensa variedad de tipos: duras y blandas, de goma o
de plástico; algunas especificadas expresamente para dibujo borran sin correr (tiznar) el grafito dado
que lo retienen, pero su uso resulta incómodo por la consistencia (tipo chicle); hay que experimentar
para detectar las que reúnen esta propiedad, las que generan pocos residuos de goma, y las que borran
levantando menos el papel pues no dificultan un posterior tratamiento.
El dibujo con lápices de colores es muy difícil de borrar (ídem con mina muy blanda de grafito); los errores
de pequeñas zonas, se pueden quitar mediante raspados (si el papel es bueno y lo permite) con hojas
afiladas adecuadas. Si hay que eliminar superficies mas grandes, es recomendable realizar un nuevo
dibujo. Un borrado reiterado, sobre todo con predominancia de técnica lineal, hace perder espontaneidad
al alterar el normal fluir del trazo. Hay que tratar de no cortar la continuidad de la ejecución; es preferible
realizar suavemente trazo sobre trazo con un lápiz de mina afilada hasta conseguir una conformación
aproximada, y luego construir (utilizando esa guía) las líneas definitivas con lápiz más blando, y enfatizar
lo que corresponda.
El borrado de zonas detalladas pequeñas, y para agregar reflejos de luz representados con el color de
fondo del papel, exige el uso de una plantilla especial delgada y calada que se fabrica para tal fin[7];
aplicada sobre las zonas en cuestión (se elige el orificio por su forma y medida), impide que la acción se
extienda a las adyacentes ya tratadas, y que se alteren por el tiznado (corrimiento del pigmento). De esta
manera se puede corregir en forma puntual y efectiva, evitando accidentes y economizando tiempo.
En la actualidad el uso de fotocopiadoras laser-color (ídem para las de B y N), permite la enmienda del
error con líquidos correctores blancos (no visibles en la copia) , o el pegado de papeles de igual color que
la hoja, y el posterior dibujado (sobre la zona arreglada, o sobre la fotocopia corregida). Para utilizar esta
técnica de borrado, hay que determinar primero si se presenta el original o la copia del dibujo, y trabajar
en consecuencia pensando en lo que la técnica instrumental posibilita, es decir, de antemano se debe
saber que en el original de copiado se unificarán todas las operaciones de transformación.

PAPELES DE DIBUJO A LAPIZ

En general, hay tres granulometrías básicas para dibujar a lápiz: gruesa, media, y fina. Estas diferentes
rugosidades de papel, se combinan con otros tantos tipos de texturas, espesores, durezas, y colores,
permitiendo amplias posibilidades de elección, según las preferencias y necesidades.
El grado de detalle registrado por el papel, varía con su aspereza (grano), la cual dificulta la continuidad
de la línea y produce una acumulación de pigmento suelto por desgranación de la mina sobre la superficie
del papel; así es que para cada caso en particular, se debe hacer una combinación de distintos afilados
de minas (formas diferentes) y graduaciones, y un plan de superposición de colores en el caso que la
representación fuera a color. Para situaciones especiales que lo requieran, se puede colorear previamente
con acuarela (técnica compatible), o con esfumados de polvo de mina, para tapar las oquedades y, luego
proceder con los lápices[8]. Esta combinación demanda tomar todos los recaudos necesarios para la
técnica de acuarela, y/o el esfumado en húmedo con trementina, como ser, el uso de papel adecuado y
su fijación previa para que no se ondule.
TONALIZADO A LAPIZ

Con el tonalizado (cualquiera sea su textura) se pueden lograr resultados de apariencia real, tanto con
lápices de grafito como de colores. Esto implica hacer actuar la luz sobre las formas, modificando la
tonalidad de las superficies, tanto en las luces (sectores iluminados o medios tonos) como en las sombras
(propias y arrojadas).
Es difícil lograr un extenso tono homogéneo aunque esto no sea tan frecuente, dado que, las sombras
se desvanecen en la luz, y las caras iluminadas no son totalmente homogéneas[9]por el mismo efecto.
El grano de la base de apoyo, cuando el papel es fino y la presión llega hasta la misma, es un factor
importante para este caso , como así también la forma de la mina a emplear[10], que produce un mayor
o menor contacto con la superficie del papel dificultando o facilitando su ejecución.
En el dibujo con lápices de colores, un tono no cubre a otro; la sumatoria de dos tonos diferentes
superpuestos produce un tercero, y así sucesivamente con la adición de un tercero, etc. La acumulación
de tonos (de un mismo color o diferentes), debe hacerse por capas, suavemente, tratando de no saturar
el papel, dado que si esto sucede, es imposible agregar más capas de color .
Al tener en cuenta lo anterior, impedimos quedarnos sin tonos para la sombra (de menor valor, el mas
oscuro), y que tengamos luego que corregir (no debemos olvidar que el borrado de lápices grasos como
los que estamos tratando, es engorroso); de aquí surge la importancia de efectuar previamente, un estudio
de la cantidad de tonos a emplear y de su ubicación en el dibujo (hacer una planificación), y consecuente
con esto, la adopción de un determinado tipo de papel y lápices adecuados. Para ejecutar varios matices
de un mismo color, visibles todos en el dibujo, hay que sombrear-tonalizar primero con el mas claro (el
de mayor valor), y luego con paciencia y suavemente, ir agregando los otros superpuestos parcialmente,
según el caso.
La ubicación de los tonos según el sentido de la luz, el grado de contraste entre los mismos que hemos
adoptado, condicionan la síntesis del dibujo. Un plan a dos tonos (luz máxima y sombra, ejecutadas como
fuere), representa el mayor grado de abstracción posible en técnica tonal o mixta.
Un fondo particular de color, se puede lograr con el sombreado de una textura, esfuminando polvo de mina
o de la propia textura (con o sin trementina), o con un determinado color de papel[11]. En todos los casos,
hay que evitar (al dibujar y una vez terminado el mismo) el corrimiento de los granos de polvo de minas
que se hallan en los .trazos (por tiznado), sobre todo cuando se dibuja con lápices blandos; el sopleteado
con sustancias fijadoras (probar varias) es imprescindible para trabajos de calidad e importancia, dado
que hay que tener en cuenta el tiempo que se invierte en los mismos.
1
[1]1- Por falta de estímulo en el momento adecuado, y/o por ser generalmente mejor valorada la razón, lo racional, en las etapas
de formación media, en detrimento del dibujo.

[2]2- Ver –Edwards, Betty - “Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro” – Edit. H. Blume.

[3]3- Este momento particular se genera en cualquier actividad cuando la concentración es máxima, baste recordar sensaciones
similares en otro contexto, como por ejemplo, cuando se está leyendo algo de nuestro agrado o no, pero concentrados, y suena
el teléfono, o tocan el timbre de nuestra casa, se recibe un sacudón que nos recuerda metafóricamente que estábamos en “el
limbo”, donde se pierde la noción del espacio-tiempo. Lo que hay que resaltar no es el hecho en sí, sino los resultados positivos ya
expresados, que se producen cuando se experimenta al dibujar.
[4]4- Trazo de aproximación, o de conformación tentativa (comúnmente usado por dibujantes experimentados que por el lego), es
aquel que se realiza suavemente con mina afilada hasta lograr una aproximación formal al modelo observado. Luego de esto, se
selecciona y repasa donde corresponda con el trazo definitivo. Generalmente no se borra el trazo primario, que luego queda oculto
por el tratamiento posterior, o pasa a formar parte de la expresividad final.

[5]- Algunos dibujantes o autores, no dan importancia a éste hecho, pues integra el estilo de cada uno, dado que se adecuan las
líneas a distintas posibilidades y fines, basta con ver los múltiples y variados dibujos que se realizan para comprobarlo. Pero una
cosa es evidente, las respuestas lineales se van “aplomando” con el tiempo (por la seguridad que da la experiencia) y se consiguen
los efectos valorados como positivos ya expresados, que forman parte generalmente, nos guste o no, del considerado buen trazo.
[6]- El extremo debe ser fijo para dibujo técnico; los de extremo retráctil (el “canuto” es el que se retrae) funcionan mal y son más
cortos. Los de cabezal retráctil (se retrae toda la cabeza del lápiz, no el “canuto”) son buenos como los fijos , pues no tienen el
problema que se presenta en los de extremo retráctil.

[7]- Su combinación con lápices borradores es muy efectiva.

8- No obstante, el texturado del papel siempre aflora al tratar la zona con lápices, y forma parte de la expresión del dibujo. De esta
manera, la elección del grano y el tipo de textura del papel, deben ser premeditadas, no casuales.

9- Por acción de la luz refleja.


[8]
[9]
[10]- La preparación-adopción de diferentes formas de minas, deben estar en función de adaptar los distintos tipos de granos de
papel, al grado de detalle del motivo y sus requerimientos de trazos.
Una mina afilada (independiente de su graduación) para ejecutar detalles, es coherente con un papel de grano fino que no dificulta
la continuidad del trazo.
Una biselada (chanfleada) sobre papel de grano medio o grueso, es apta para tonalizar en forma homogénea superficies de
considerable extensión, dado que se desliza por la parte superior de los granos, dejando sin tratar los huecos que ellos forman,
lo que contribuye a crear ese texturado característico del dibujo a lápiz, obtenido por el “punteado” con fondo del papel que
contribuye a emparejar la misma. Si se superponen varias capas, como en el caso del dibujo con lápices de colores, las mismas
se deben ir alojando suavemente (con la suavidad que le es característica a éste tipo de dibujo) en las imperfecciones del papel
(metafóricamente en los “picos” y en los “valles” del papel), tratando de no saturarlo como ya se dijo.
La mina redondeada, es consecuencia del uso primario de una afilada que se fue adaptando al trazo continuo, reiterado. Si las
circunstancias son normales (líneas sin ningún tipo de cualidad especial) es la forma de mina natural, hasta que llega al punto de la
necesidad de ser afilada. Hay que “sentirla”.
Cuando el lápiz es usado en forma “acostada” (muy común en los artistas plásticos), por esa característica forma de tomar el mismo
y de situarlo sobre el papel, la mina debe ser más larga. El uso continuo zigzagueante la va biselando en forma diferente al caso
anterior (donde el lápiz se sitúa normalmente a 45º respecto de la hoja). En general se usa para el tratamiento tonal de superficies
grandes que por su ubicación en el dibujo, no comprometen (por lo impreciso de los movimientos que se realizan) otros detalles más
elaborados, o simplemente, como una particular manera de agarre para dibujar en forma integral.

[11]- Si el fondo es extenso, ésta opción es muy importante, solo hay que adaptar la graficación asignándole la intensidad tonal
que le corresponde, dentro de la planificación total de tonos. Es posible también utilizarlo como color de material expuesto a la luz
(como el tono más iluminado, de mayor valor), y tratar el resto de las tonalidades en forma superpuesta, etc.

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