Вы находитесь на странице: 1из 94

Gestión ambiental en el feedlot

Guía de buenas prácticas


Aníbal J. Pordomingo INTA Anguil La Pampa Argentina 2003
2
Gestión ambiental en el feedlot
Agradecimientos: El autor agradece los aportes de información y la crítica del D
r. Ernesto Viglizzo (Coordinador del Programa Nacional de Gestión Ambiental de I
NTA).
Gestión ambiental en el feedlot
3
PROLOGO DEL COORDINADOR DEL PROGRAMA DE GESTION AMBIENTAL
Este no es un aporte más dentro de la producción tecnológica del INTA. Es una co
ntribución novedosa, innovadora e intemporal. Es novedosa e innovadora porque ab
orda, por primera vez en el país, la solución integral de un problema ambiental
típico de la ganadería intensiva. Pero no lo hace de una manera tradicional; se
vale en cambio de un camino tecnológico crítico que no tiene demasiados antecede
ntes en la tecnología agropecuaria nacional. Y es intemporal porque su esencia n
o es efímera ni coyuntural. Perdurará porque sus principios conceptuales son per
manentes. Y será referencia inevitable para quienes deban enfrentar el desafío d
e diseñar y operar sistemas ganaderos cada vez más intensivos. La gestión ambien
tal moderna del sector rural tiene una lógica que intenta ser asimilada por el I
NTA. La buena práctica para un médico consiste en diagnosticar la enfermedad, pr
escribir el tratamiento adecuado y producir el alta médica una vez que la enferm
edad ha sido curada. Encontrando un símil en la medicina, la «salud ambiental» d
e nuestra producción agropecuaria demanda también 1) instrumentos confiables y s
ensibles de diagnóstico, 2) prescripciones o guías de buena práctica para resolv
er, con fundamento científico, los problemas diagnosticados, y 3) protocolos de
certificación agro-ambiental que garanticen la «salud ecológica» final de los pr
ocesos productivos. Todo ello enmarcado en la búsqueda de un mayor valor comerci
al para los bienes producidos. Dentro de esa lógica, esta guía de buena práctica
tiene el atributo de abrirnos un camino poco explorado. No es una revisión bibl
iográfica tradicional ni un simple listado de prescripciones técnicas. Es una ve
rdadera herramienta de decisión que, con un sólido bagaje de conocimiento expert
o incorporado, «dialoga» inteligentemente con el usuario y le guía por caminos q
ue le llevan a la solución del problema. Es prioridad para el INTA que este enfo
que encuentre su réplica en investigadores y técnicos ocupados en resolver otras
problemáticas equivalentes de la gestión ambiental agropecuaria. Echemos a anda
r. Sin duda, abriremos nuevos caminos...... Ernesto F. Viglizzo Coordinador Inte
rino Programa Nacional de Gestión Ambiental del INTA
4
Gestión ambiental en el feedlot
Prólogo
Para una gestión ambiental apropiada en planteos intensivos se hace necesario id
entificar las áreas de riesgo para controlar o reducir sus efectos. En el feedlo
t de bovinos para carne, el área de mayor riesgo ambiental lo constituye la cont
aminación localizada de suelos y aguas, tanto subterráneas como superficiales, e
mergente de la acumulación de deyecciones y movimiento de efluentes. En un segun
do nivel podríamos ubicar la contaminación del aire y la degradación del paisaje
. La estrategia de minimización y control de riesgos de deterioro ambiental en e
l feedlot comienza con la elección de la región y luego del sitio con condicione
s adecuadas para la instalación de sistemas intensivos. Los aspectos a tener en
cuenta incluyen las características hidrológicas y topográficas; así como tambié
n económicas y demográficas. Posteriormente, la textura del suelo, las pendiente
s y la profundidad de la napa freática definirán el diseño de los corrales, trat
amientos de pisos y estructuras de recolección de efluentes y estiércol. Todo el
manejo de excretas y efluentes debe planificarse para maximizar la captura y pr
ocesamiento de los mismos en superficie y minimizar la infiltración con nutrient
es contaminantes. En esta guía se proveen elementos para el diseño de los corral
es de alimentación y de los sistemas de captura, contención y tratamiento de efl
uentes líquidos y estiércol; elementos que apuntan a eliminar o reducir el escap
e de contaminantes hacia el ambiente, en particular hacia los recursos hídricos,
a partir de un buen diseño de corrales y de recolección de excretas. Se sugiere
n también posibles usos de las excretas recolectadas poniendo énfasis en la efic
iencia de re-captura de nutrientes en biomasa vegetal. Adicionalmente, se provee
n pautas para la ubicación y el contralor con el objeto de minimizar efectos ind
eseables sobre áreas urbanas o de alta sensibilidad social. Estos aspectos se an
alizan en forma relativa a la escala de producción para que, aunque sin dejar de
identificar el riesgo, se pueda proceder con racionalidad a la hora de dimensio
nar los efectos potencialmente deletéreos sobre el ambiente y la sociedad de una
instalación destinada al engorde intensivo. Lejos de agotar el tema sobre el di
seño de instalaciones y manejo de efluentes, esta guía pretende introducir un te
ma de relevancia creciente y ya impostergable para la competitividad de la ganad
ería intensiva en la Argentina. Aunque esta guía está orientada para aportar en
la arquitectura de feedlots a instalarse, los conceptos vertidos y sugerencias p
ueden ser de utilidad para replantear sistemas actualmente en funcionamiento. Fi
nalmente, la misma podría servir de insumo en el desarrollo e implementación de
pautas oficiales para la gestión ambiental de engordes intensivos.
6
Gestión ambiental en el feedlot
Índice
Prólogo ........................................................................
........................................... 3 Gestión ambiental en el feedlot ..
............................................................................ 7 Q
ué es un feedlot?...............................................................
................................ 8 Guía para la instalación de feedlots ........
........................................................... 9 1. Elección de la
región y del sitio .............................................................
............ 11 1.1. Elección de la región .....................................
.................................... 12 1.2. Elección del sitio ................
................................................................ 17 2. Evaluació
n de la vulnerabilidad ambiental del sitio .....................................
...... 22 3. Pautas y pasos para el diseño del feedlot .........................
............................ 29 3.1. Relevamiento preliminar del sitio .........
............................................. 32 3.2. Análisis de la factibilida
d ambiental ................................................. 33 3.3. Diseño del
feedlot .......................................................................
....... 34 3.3.1. Estructuras de alimentación y manejo .........................
........... 36 3.3.1.1. Corrales de alimentación ...............................
................. 38 3.3.1.1.1. Tamaño .........................................
.......................... 38 3.3.1.1.2. Disposición ...........................
...................................... 38 3.3.1.1.3. Piso y pendientes .........
.............................................. 38 3.3.1.1.4. Comederos .........
.................................................... 39 3.3.1.1.5. Bebederos ...
............................................................ 44 3.3.1.1.6. Lomas
en los corrales .............................................. 45 3.3.1.1.7. So
mbra ....................................................................... 47
3.3.1.1.8. Protecciones ........................................................
... 50 3.3.1.1.9. Refugio ......................................................
.............. 50 3.3.1.1.10. Materiales y construcción ........................
.................. 51 3.3.1.1.11. Calles de alimentación .......................
...................... 51 3.3.1.1.12. Calles de los animales ...................
......................... 52 3.3.1.2. Corrales de recepción ....................
................................ 53 3.3.1.3. Corrales de enfermería ............
....................................... 54 3.3.2. Estructuras de captura y manej
o de efluentes y estiércol ...... 54 3.3.2.1. Manejo de efluentes líquidos .....
.................................... 56 3.3.2.1.1. Area de captura y drenajes ..
.................................. 58 3.3.2.1.2. Sistema de sedimentación ......
................................ 59 3.3.2.1.3. Sistema de almacenamiento .......
........................... 63 3.3.2.1.4. Sistema de evaporación ...............
.......................... 69 3.3.2.2. Manejo del estiércol ....................
................................... 69 3.3.2.2.1. Estimación de la producción ..
................................. 71 3.3.2.2.2. Acumulación ....................
...................................... 71 3.3.2.2.3. Alomado en el corral ......
....................................... 72 3.3.2.2.4. Limpieza de los corrales .
........................................ 73 3.3.2.2.5. Apilado fuera de los corr
ales ................................... 74 3.3.2.2.6. Compostaje ..............
.............................................. 75 3.3.2.2.7. El vermicompuesto .
................................................ 76 4. Fertilización con líquido
s y estiércol .............................................................. 77
4.1. Riego con efluentes líquidos ..............................................
............... 79 4.2. Abonado con estiércol ..................................
..................................... 82 5. Pautas para la habilitación y el con
trol público ........................................... 87 Bibliografía........
................................................................................
................... 95 Gestión ambiental en el feedlot
7
Gestión ambiental en el feedlot
Guía de buenas prácticas
La producción animal de Argentina ha transitado en la última década un camino de
transformaciones y procesos de intensificación de los sistemas de producción. E
ntre otros, la alimentación intensiva de bovinos a corral ha crecido instalándos
e en varias regiones del país, particularmente en la región pampeana. Ese sistem
a de producción ha encontrado espacios en planteos más complejos, agrícolo-ganad
eros en el mismo campo como estrategia de diversificación, o ha sido introducido
como alternativa especializada por inversionistas. A esa primera etapa le suced
e ahora una segunda de ajustes tecnológicos a nuevos escenarios a los que se sum
a la dimensión ambiental. En los países competidores de Argentina, con economías
agro-alimentarias de significación geopolítica, la gestión ambiental ha dejado
de ser un camino paralelo a la gestión económica, y frecuentemente de dirección
opuesta, para constituirse en parte del sistema de producción incorporando no só
lo restricciones, sino garantías de calidad y ventajas competitivas. En ese sent
ido, es importante que la producción animal intensiva, en Argentina, transite ha
cia un nuevo estatus ambiental que le permita capitalizar la experiencia interna
cional para fortalecer el posicionamiento de sus productos en el mercado interno
e internacional. El presente manual intenta introducir la problemática de la in
stalación y manejo de feedlots bajo un perfil ambientalmente saludable. Se prete
nde que el mismo sirva, por un lado como guía para el estudio de la factibilidad
ambiental de la instalación de sistemas intensivos para bovinos para carne y, p
or otro, para identificar carencias de información y legislación para desarrolla
r herramientas o políticas que permitan generar un producto sano en un ambiente
saludable. La guía de buenas prácticas es una herramienta de ayuda a la toma de
decisiones. Trata de sintetizar en la información disponible y proveer recomenda
ciones -pasos a seguir, alertas y procedimientos- ordenados en función de una es
tructura para el plano operativo de una actividad o proceso particular. Aunque n
o resuelve todas las incógnitas concernientes a un problema o actividad, aporta
un vínculo entre la investigación y la aplicación de la tecnología a distintos n
iveles en la toma de decisiones. Anibal J. Pordomingo
8
Gestión ambiental en el feedlot
Qué es un feedlot?
Un feedlot de bovinos para carne es un área confinada con comodidades adecuadas
para una alimentación completa con propósitos productivos. Esta definición no in
cluye encierres temporarios para destetar terneros, encierres por emergencias sa
nitarias, climáticas, u otros encierres transitorios. Las instalaciones para aco
pio, procesado y distribución de alimentos se las considera parte de la estructu
ra del feedlot (Sweeten, 2000; NSW Agriculture, 1998). Los requisitos para la in
stalación de feedlots previstos en países con historia en ganadería intensiva se
han establecido en función de los requerimientos del propio sistema (factores i
ntrínsecos) y del entorno o ambiente (factores extrínsecos). Los primeros apunta
n a producir, eficiente y consistentemente, un producto sanitariamente seguro y
de la calidad deseada por el mercado. Los segundos, a atender las demandas del e
ntorno para evitar la degradación ambiental por contaminación de suelos, agua y
aire con agentes tóxicos y patógenos, y por erosión de suelos o de la riqueza pa
isajística. La rigurosidad con respecto a este segundo grupo de requisitos depen
de de la política ambiental de cada país. En los países europeos las restriccion
es y requisitos son más altos que en otros, y mayores aún en los países con alta
densidad de población e historia de contaminación en el pasado (ej. Holanda vs
España). En EEUU, Canadá y Australia la legislación para la instalación de feedl
ots es variable en su rigurosidad y depende del Estado en cuestión, particularme
nte de la presión social y del riesgo potencial de los recursos naturales. En to
dos estos países existen normativas estatales con pautas y requisitos para
el diseño y la aprobación de la instalación de feedlots en función de la escala
productiva, las características del sitio y del entorno ambiental y social. El E
stado aprueba la instalación y monitorea la generación de emisiones y sus efecto
s. En todos los casos para el inicio de la actividad se requiere de una evaluaci
ón previa con aprobación técnica por parte de agencias oficiales pertinentes. El
grado de complejidad de las presentaciones está ligado a la escala productiva y
la vulnerabilidad del sitio. En Argentina, la legislación de las provincias es
inexistente o incipiente con respecto a la instalación de feedlots por lo que lo
s proyectos iniciados, en su gran mayoría, no han tenido en cuenta aspectos ambi
entales o sociales más que los directamente asociados a la calidad del producto
o a la eficiencia de producción. En algunos casos, reacciones sociales han impul
sado algunos cambios o ajustes del manejo de efluentes y olores en establecimien
tos en producción. Sin embargo, se carece de una historia de adecuación y ajuste
s permanentes para remediar o prevenir efectos posteriores. En el contexto argen
tino y con la experiencia internacional, la imposición de requisitos y restricci
ones debería orientarse desde el alerta y la prevención de efectos para evitar l
a engorrosa y costosa tarea de la remediación ambiental y la reubicación o redis
eño de los feedlots. Este trabajo plantea, a continuación, una guía para introdu
cir los rudimentos para la gestión ambiental en el diseño y el manejo de los fee
dlots para bovinos para carne.
Gestión ambiental en el feedlot
9
Guía para la instalación de feedlots acordes con una adecuada gestión ambiental
El siguiente esquema resume los capítulos temáticos que deberían abordarse en el
proceso de la instalación de feedlots. El proceso comienza con el conocimiento
de las condiciones de elegibilidad de una región primero y luego del sitio concr
eto, la evaluación integral de las condiciones del mismo y el diseño de las inst
alaciones para producción y manejo de efluentes. Paralelamente, se requerirá del
conocimiento de las pautas y exigencias para el registro, la habilitación y el
control público de la gestión, si así se lo exige, en la legislación regional. E
n tal sentido se hacen algunas sugerencias en esta guía.
1 2 3 4
Elección de la región y del sitio
5
Pautas para la habilitación y el contralor público
Evaluación de la vulnerabilidad ambiental del sitio
Pautas para el diseño del feedlot.
Uso de efluentes y estiércol
10
Gestión ambiental en el feedlot
1. Elección de la región y del sitio
12
Gestión ambiental en el feedlot
1.1. Elección de la región
1
Aptitud comercial
1. Provisión de insumos
2. Mercados
3. Escala de producción
2
Aptitud ambiental
1. Clima: a. Temperaturas b. Precipitaciones c. Heladas d. Vientos 2. Aguas: a.
Presencia y ubicación de acuíferos b. Recursos hídricos superficiales c. Profund
idad de freáticas d.Calidad de aguas de bebida
3. Geografía y suelos
4. Paisaje
5. Escala regional
6. Densidad de población
Gestión ambiental en el feedlot
13
1.1. Elección de la región
La ubicación de un feedlot exige del análisis de la factibilidad física a dos es
calas diferentes, una de nivel regional y otra de nivel local. Aunque en varios
aspectos ambos niveles se superponen, no todos los elementos a tener en cuenta e
stán contenidos en ambos niveles. La elección de la región debe considerar aspec
tos relacionados con la aptitud ambiental de regiones geográficas y con el conte
xto económico y social para el desarrollo de la actividad. Esta escala permite v
isualizar efectos o consecuencias y riesgos regionales de medio a largo plazo y
que no serían detectables desde el nivel de predio o sitio. A la inversa, limita
ntes o potencialidades a nivel del sitio pueden no ser perceptibles a escala reg
ional. Podría ocurrir que se den condiciones a nivel de región pero que el sitio
seleccionado sea inadecuado por características particulares. También podría re
sultar adecuado un sitio seleccionado pero la región tener características poco
apropiadas. Superado el filtro de la aptitud a nivel regional debe realizarse el
estudio de aptitud de sitio antes de iniciar aspectos del diseño de las instala
ciones. A la inversa en cambio, no sería apropiado suponer aptitud regional a pa
rtir de condiciones aceptables en un sitio o predio. A nivel de región, la insta
lación depende de: 1) la aptitud comercial de la región asociada a la factibilid
ad de provisión de insumos, acceso a mercados de productos, escala del emprendim
iento y las características demográficas (distribución y densidad de población),
y 2) la aptitud ambiental incluyendo las condiciones regionales de clima, aguas
, topografía, edafología y densidad de emprendimientos intensivos.
mentación. El fácil acceso al alimento y el costo de ponerlo en el feedlot son d
eterminantes del éxito del emprendimiento. Un feedlot que engorda 1000 novillos
en forma permanente durante el año requiere al menos de 3500 toneladas de grano,
equivalentes a 2 camiones de 30000 kg cada uno por semana. Aunque en la mayoría
de los casos existirán instalaciones para el acopio de granos, la seguridad de
su provisión y el costo del transporte son elementos de suma relevancia. En Arge
ntina, la ubicación de los feedlots que se han instalado en la última década ha
coincidido con las regiones de producción de granos o en sus áreas marginales. A
unque las regiones más secas se adecuarían mejor a la actividad del engorde en c
orral, el costo del flete de granos podría comprometer la factibilidad económica
. En segundo lugar, los caminos compatibles con un fácil acceso para los camione
s y la provisión de agua de bebida para los animales son otros aspectos a tener
en cuenta, aunque menos restrictivos, comparados con el anterior.
1.2. Mercados para los productos
Sería conveniente que el movimiento de los animales hacia el frigorífico de faen
a sea el más corto posible para evitar costos de transporte, riesgos y deterioro
de los animales. Sin embargo, las distancias de hasta 800 km son frecuentes en
los envíos para faena en Argentina. Dentro de estos límites, el lugar de destino
de los animales para faena es una condicionante secundaria, comparada con la de
insumos. Esta variable no constituiría una limitante en la Argentina, particula
rmente para los engordes que se instalan en la región pampeana o su periferia.
1.3. Escala del feedlot
1. Aptitud comercial 1.1. Provisión de insumos
La mayor limitante relacionada con los insumos se centra en el costo de la ali-
El tamaño del feedlot o escala debe ser evaluada mediante un estudio de su facti
bilidad física y económica. El incremento de la escala reduce la incidencia de l
os costos fijos, particularmente los costos de amortización de instalaciones y d
e administración. La naturaleza y estructura de costos no se estudia en esta pub
licación pero se recomienda realizar un
14
Gestión ambiental en el feedlot
exhaustivo estudio de factibilidad antes de iniciar el emprendimiento, debido a
la alta variabilidad de las relaciones de ingreso/costos de los sistemas intensi
vos de Argentina.
2. Aptitud ambiental
En los feedlots establecidos a cielo abierto y con corrales de piso de tierra la
interacción entre el ambiente y el sistema intensivo es muy alta. El ambiente a
fecta y condiciona la salud y el crecimiento de los animales y, por otro lado, l
os animales afectan el ambiente. Los bovinos pueden engordarse en sistemas inten
sivos en un amplio rango de climas. Sin embargo, económicamente el rango puede s
er menos amplio. En la medida en que la temperatura ambiental aumenta por encima
de los 21oC decrece la eficiencia productiva. En climas muy calurosos es necesa
rio utilizar razas cebuínas y en climas fríos las razas británicas se adaptan me
jor y son más productivas (Ames, 1981). La eficiencia productiva se beneficia cu
ando se produce sobre suelos secos, bien drenados y en ambientes templados. El b
arro permanente en los corrales, el viento persistente y la lluvia recurrente in
crementan los requerimientos energéticos de los animales para sostener su masa c
orporal. Se ha medido un incremento de hasta 33% en los requerimientos energétic
os debido a las actividades físicas adicionales en las que se ven involucrados l
os animales bajo situaciones ambientales marginales (anegamiento y lluvias), en
desmedro del aumento de peso (Church, 1989). En general, las regiones preferidas
para establecer feedlots son las templadas semiáridas o subhúmedas, con suelos
francos, de buena capacidad de compactación y pendientes moderadas. En algunos p
aíses con bastas regiones templadas (Nueva Zelanda, Australia, EEUU) se recomien
da ubicar los feedlots Gestión ambiental en el feedlot
2.1. Clima
en áreas de baja precipitación. Se recomienda seleccionar áreas con menos de 750
mm de precipitación anual, particularmente si éstas ocurren durante momentos de
alta intensidad de engorde (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 2000). En las regio
nes con precipitaciones mayores se sugiere la incorporación de superficies prote
ctoras sobre sectores de los corrales, sobre los comederos y sobre las lomas de
estiércol, para ofrecer lugares secos a los animales y evitar la producción exce
siva de barro, proteger la calidad y la palatabilidad del alimento y reducir el
lavado y movimiento del estiércol con el escurrimiento de aguas superficiales. L
os vientos pueden crear una limitante adicional en determinadas regiones, por di
rección o intensidad. La dirección de los vientos debe tenerse en cuenta para ev
itar la ubicación de feedlots en sectores en que las emisiones de olores y polvo
s terminen afectando el aire de ciudades u otras poblaciones. Existen estrategia
s para reducir la emisión de olores pero no para su eliminación por lo que sería
recomendable evitar la ubicación de feedlots en regiones de alta concentración
de población o en la proximidad de centros urbanos. La concentración de feedlots
en un área aumenta la generación de olores con el aumento de la escala o cantid
ad de animales en encierre. Es conveniente planear regionalmente los límites o p
osibilidades de carga para evitar la degradación del aire.
2.2. Aguas
La instalación de estos sistemas intensivos debería proponerse en regiones que n
o pongan en riesgo a acuíferos subterráneos o recursos hídricos superficiales, p
articularmente aquellos que alimentan cuencas en utilización directa. El diseño
del sistema de captura de efluentes permite reducir significativamente la contam
inación emergente pero no eliminarla, especialmente si crece la escala regional.
La profundidad de la freática, la infiltración en los corrales y el escurrimien
to su-
15
perficial son los principales elementos a tener en cuenta. En este sentido, las
regiones secas (semi-áridas) serían deseables por una baja producción de líquido
s (bajas precipitaciones), acuíferos profundos o escasos y alta evaporación. En
esas regiones la producción neta de efluentes líquidos puede ser inferior a la m
itad de la generada en regiones húmedas. Por su parte, la calidad del agua de be
bida debe ser analizada antes de decidir sobre la aptitud de una región. Aunque
el agua puede variar en calidad y cantidad entre sitios, es frecuente que exista
n regiones de calidad variable. En las regiones semiáridas de Argentina este asp
ecto es muy relevante y condicionante de la instalación de emprendimientos de al
ta demanda. Por ejemplo, en una región en la que se instalan feedlots con capaci
dad total para 100.000 animales en engorde simultáneo podría requerirse entre 3
y 4 millones de litros diarios, demanda que no es menor si se considera que esa
cantidad de animales podría concentrarse en 300 a 500 ha. En la región semiárida
pampeana debe considerarse primariamente el contenido excesivo de sales totales
, sulfatos, flúor y arsénico (Fac. Agr. UNLPam, comunic. Personal)? Elementos qu
e pueden comprometer el consumo o la absorción de otros elementos como calcio, m
agnesio, cobre, zinc, cobalto, hierro y manganeso).
1998). Las pendientes generales no deberían superar el 4 ó 5%, porque a mayores
de éstas la velocidad del escurrimiento se torna erosiva y se hace muy difícil d
e reducir con estructuras económicas. El costo de adecuación de sitios quebrados
con altas pendientes puede tornar al sitio en inviable o de alto riesgo ante ll
uvias torrenciales. Aunque a nivel de sitio, la alternativa de adecuación del fe
edlot sea viable, a nivel de región se corren altos riesgos de procesos de erosi
ón en masa y de difícil corrección por lo que sería inaceptable a esa escala. La
experiencia internacional indica que los feedlots deberían instalarse en region
es con baja probabilidad de inundación (probabilidad inferior a 1 ocurrencia cad
a 100 años), la profundidad mínima a la freática sugerida para la instalación de
feedlots con corrales de tierra compactada es de 1 m para suelos francos y mayo
r para suelos sueltos (arenosos), especialmente si no se cuenta con la adición d
e arcillas como alternativa para impermeabilizar terrenos (NSW Agriculture, 1998
; Sweeten, 1990 a). En Argentina existen regiones de gran irregularidad topográf
ica (ej.: mosaico de depresiones y lomas en el Oeste de Buenos Aires), de suelos
con muy baja estructura y de textura gruesa (áreas medanosas del Este de La Pam
pa y oeste de Buenos Aires) o de niveles freáticos muy próximos a la superficie
(sectores de la depresión del río Salado en Provincia de Buenos Aires), en las q
ue es dificultoso encontrar sitios para establecer feedlots en condiciones ambie
ntalmente aceptables. Asimismo, la captación y almacenamiento de efluentes no es
condición suficiente para minimizar el impacto ambiental. Pautas recomendables
incluyen como necesario contar, en la proximidad del feedlot, con superficies de
tierra susceptibles de ser regadas sistemáticamente con efluentes líquidos y un
programa de uso del estiércol en otros predios o mercados (Sweeten, 1990 a). La
aptitud regional debe tener en cuenta esta necesidad y posibilidad.
2.3. Geografía y suelos
La región debe contar con condiciones geográficas y edáficas adecuadas para la c
onstrucción del sistema captación y manejo de efluentes y utilización posterior
de efluentes líquidos. Debe ser analizada por sus condiciones naturales para con
tener y minimizar la infiltración y el escurrimiento. Si las características top
ográficas o edáficas (profundidad de freáticas, permeabilidad de los suelos, o l
as irregularidades del terreno) no permiten contener los excedentes de nutriente
s (potenciales contaminantes) debería replantearse la aptitud de la región (Cole
man et al., 1971; NSW Agriculture,
16
Gestión ambiental en el feedlot
2.4. Paisaje
El efecto sobre el paisaje regional es otro aspecto de relevancia creciente en e
l momento de la instalación de estos sistemas de producción. La opinión puública
, mayoritariamente urbana, encuentra frecuentemente a los feedlots como una pert
urbación indeseable o degradante del ambiente. A nivel de región, las recomendac
iones en la legislación vigente de estados o países con historia de engorde a co
rral (Agriculture, 1998; USEPA, 1987) promueven la planificación a nivel de área
o región del diseño del paisaje incluyendo implantación de bosques, parquizacio
nes y cortinas forestales.
ción, del diseño y del contralor en la medida en que los emprendimientos superen
los 1000 animales de capacidad. Sin embargo, esta sugerencia no impide se regul
e a capacidades menores cuando la sensibilidad del sitio así lo impone (proximid
ad a acuíferos o cuencas hídricas, centros poblados, parques industriales, parqu
es recreativos o culturales, etc.) Será competencia de la administración pública
regional definir la reglamentación pertinente para controlar la escala regional
(concentración de animales por unidad de superficie de uno o varios feedlots).
Aunque estas definiciones son altamente dependientes del suelo y del ambiente, c
uando la suma de animales supera los 10.000 en instalaciones próximas debería ge
nerarse un plan de uso y monitoreo que incluya una estrategia de ordenamiento re
gional de instalaciones y de monitoreo de la contaminación.
2.5. Escala
En la medida en que se incrementa el tamaño del feedlot en cantidad de animales,
aumentan las externalidades y los riesgos de degradación ambiental (contaminaci
ón de aguas y aire, deterioro del paisaje) por sus efluentes y emisiones. El dis
eño de las estructuras permite reducir sustancialmente el riesgo de contaminacio
nes. Sin embargo, el costo de esa contención puede tornar inviable el emprendimi
ento en regiones de alta sensibilidad. Por ello sería conveniente partir de regi
ones que debido a sus características geográficas (ubicación), topográficas, hid
rológicas y demográficas sean de alta capacidad de acogida de excedentes y permi
tan instalar sistemas económicamente viables y de bajo compromiso ambiental. La
definición del tamaño o escala es siempre subjetiva y dependiente de la historia
de las regiones y concentración de sistemas intensivos. En Argentina no existen
antecedentes de ordenamiento en función de escalas. Se propone incrementar la r
igurosidad de la ubica-
2.6. Densidad de población
La densidad de población en una región puede convertirse en una restricción insa
lvable para la instalación de feedlots. La presión urbana por áreas recreativas,
paisajes y demanda de recursos hídricos incrementa los requisitos y controles p
ara impedir eventuales deterioros ambientales que pudieran poner en riesgo la ca
lidad de vida y la salud humana. Por motivos preventivos, sería conveniente que
los feedlots estén a más de 10 km de ciudades y se evite la cercanía (no menos d
e 5 km) a cuencas hídricas subterráneas o superficiales que provean de agua a ta
les centros. Asimismo, deben extremarse las prevenciones con respecto a la ubica
ción por la producción de olores indeseables.
Gestión ambiental en el feedlot
17
1.2. Elección del sitio
1
Aptitud ambiental
Suelo: a.Topografía y pendientes b.Textura c .Profundidad a freática
2
Aptitud para la distribución de las instalaciones
Ubicación geográfica: a. Proximidad a acuíferos y recursos hídricos superficiale
s b. Dirección de vientos c. Proximidad a áreas pobladas o de alto tránsito d. P
roximidad a centros recreativos y culturales e. Proximidad a otros feedlots
Distribución de superficies: a. Superficies de corrales de alimentación y manejo
de animales b. Superficies del sistema de manejo de captación y almacenamiento
de efluentes y estiércol. c. Superficies para aplicación de efluentes líquidos.
d. Áreas para accesos y movimientos de camiones
18
Gestión ambiental en el feedlot
1.2. Elección del sitio
1. Aptitud ambiental
Entre los efectos del planteo intensivo sobre el ambiente, debemos tener en cuen
ta las condiciones de la topografía y el suelo, el potencial contaminante de las
deyecciones, la degradación del aire originada en la emisión de olores y polvos
, y la degradación del paisaje por la misma estructura intensiva del sistema.
tud de los suelos para generar pisos de baja infiltración, las características e
dáficas del sitio deben ser relevadas cuidadosamente elaborándose un mapa topogr
áfico y edáfico. La profundidad mínima de la freática es el tercer elemento disc
riminante a nivel de sitio. Si bien es cierto, la tecnología de acondicionamient
o de suelos y la manipulación de la escala (concentraciones bajas de animales) p
ermitirían reducir efectos, en términos generales sería conveniente descartar si
tios con profundidades inferiores a 1 m dado los riesgos de contaminación a los
que se expone al lugar.
1.1. Topografía y suelo
Si la ubicación del feedlot expondrá el ambiente a la degradación por erosión o
contaminación debido a que no se dan las condiciones mínimas requeridas para man
ejar los efluentes generados, será necesario replantear primero el sitio e, incl
usive, la región en muchos casos. Conjuntamente con el diseño de los corrales de
berían planificarse las instalaciones para el manejo de las emisiones líquidas y
sólidas. La topografía y las pendientes son el primer aspecto a tener en cuenta
en la elección del sitio y seguidamente la capacidad de compactación del suelo
para limitar la infiltración y conducir el escurrimiento (Sweeten, 1988b). El si
tio elegido debe permitir un escurrimiento lento y sostenido (sin embaucamientos
) por lo que las pendientes no deberían superar el 4 ó 5% y tener un destino def
inido hacia un sistema de tratamiento y almacenamiento de la escorrentía (NSW Ag
riculture, 2998). La posibilidad de compactar el suelo para reducir al mínimo la
infiltración y luego mantener una capa impermeable construida de suelo-estiérco
l compactado por los mimos animales es fundamental en la elección del sitio. Los
suelos de textura gruesa, arenosa, de bajo contenido de materia orgánica inicia
l son difíciles de estabilizar sin el agregado de arcillas o cementos. De ser po
sible, conviene elegir suelos finos y factibles de alcanzar compactaciones inten
sas y estables. En este sentido, aunque seleccionada la región entre otras condi
ciones, por la aptiGestión ambiental en el feedlot
1.2. Ubicación geográfica
La ubicación geográfica a nivel de sitio importa en la proximidad a áreas sensib
les, ya sean recursos hídricos, centros poblados, recreativos, culturales o de a
lto tránsito. En primer lugar la proximidad a cuencas hídricas subterráneas o su
perficiales debería superar los 5 km, teniéndose en cuenta conjuntamente con las
restricciones de magnitud de las pendientes. En este aspecto, juega un rol cent
ral la escala regional (cantidad y tamaño de feedlots) ya que la contribución de
uno al riesgo de contaminación no será independiente de la del entorno. En segu
ndo lugar, la ubicación con respecto a los vientos es otra condicionante. La pro
ducción de olores desagradables en el feedlot puede reducirse pero es imposible
de eliminar. La ubicación dependerá del sentido de los vientos predominantes y s
u frecuencia, pero se recomienda que se mantenga una distancia de al menos 5 km
desde poblaciones urbanas y 1 km desde cascos de campos (Watts y Tucker, 1993b;
NSW Agriculture, 1998). El sentido deberá permitir que los vientos mas frecuente
s alejen los olores de los centros poblados. Se recomienda también que se implan
ten cortinas forestales en la periferia del feedlot, particularmente del lado de
las poblaciones para
19
desacelerar el movimiento de vientos en esa dirección. El orden, la higiene de l
os sitios de acumulación de alimentos, residuos o excrementos, la eliminación de
lagunas no planificadas y de animales muertos reduce la producción de olores in
deseables. Watts y Tucker (1993 a,b) determinaron emisión de olores en feedlots
bien drenados versus pobremente drenados. Las diferencias entre ambos resultaron
muy altas. Un pequeño sector mal drenado puede provocar más olor que todo un fe
edlot bien drenado. Las precipitaciones pueden crear condiciones anaeróbicas y c
on ello promover fermentaciones de estiércol o residuos en 2 a 3 días aumenta la
emisión de gases productos de las fermentaciones generando olores desagradables
de 50 a 100 veces mayor intensidad que las emisiones diarias en suelos secos. E
n feedlots instalados en climas secos, el movimiento permanente de los animales
remueve suelo en sectores de poca compactación. En sectores de acumulación, los
materiales de poco peso (partículas de estiércol y suelo fino) son fácilmente le
vantados por el viento, poniéndose en movimiento masas de polvo que pueden ser u
na molestia importante (Sweeten, 1982). Para reducir esa fuente, es conveniente
limpiar le estiércol de los corrales, en especial en los sectores de acumulación
tales como la proximidad a los comederos y debajo de los cercos. El riego por a
spersión de corrales es muy poco frecuente en corrales de muchos animales. En al
gunos sistemas intensivos se ha utilizado esta herramienta para reducir polvo y
bajar la temperatura del aire en días muy cálidos (Sweeten, 1988). En adición, e
l movimiento de vehículos de transporte dealimentos y su preparación (molido, qu
ebrado, etc.) y trabajos de construcción edilicia o corrales generan polvos, fre
cuentemente también muy molestos para la gente y los animales. En presencia de m
ucho polvo es conveniente regar las áreas de alto tránsito antes de ser utilizad
as y durante su uso si la pro-
ducción de polvo continúa. La incorporación de césped en sectores de bajo tránsi
to reduce la producción de polvo. Se sugiere que el sitio seleccionado se encuen
tre a distancias mayores de 3000 m de rutas u otras vías de tránsito frecuente (
NSW Agriculture, 1998; USEPA, 1987). Se recomienda la forestación y el parquizad
o de los sectores de oficinas y de descarga y procesado de alimentos, la parquiz
acion de sectores, el orden y la limpieza de las instalaciones y la eliminación
apropiada de desperdicios, animales muertos y otras formas de deterioro del pais
aje.
2. Aptitud para distribuir las instalaciones 2.1. Distribución de superficies
En la medida en que se incrementa el tamaño del feedlot en cantidad de animales,
aumentan las externalidades y los riesgos de degradación ambiental con efluente
s. En el mismo sentido, se hace necesario diseñar adecuadamente la distribución
y proporciones de las instalaciones para facilitar la distribución cómoda de los
animales en corrales de alimentación, el movimiento de los animales y de los ca
miones o mixers de alimentación, y prever un sistema de manejo de efluentes y es
tiércol. El sitio debe permitir la ubicación del sistema de tratamiento y conten
ción o almacenamiento de efluentes. La posibilidad práctica de incorporar al fee
dlot una estructura de manejo de efluentes es una condicionante básica del sitio
exigida en la legislación de países con tradición en engorde a corral (USA, Aus
tralia, Canadá). Se debe contar con espacios para la construcción de los canales
colectores y las lagunas de decantación, evaporación y de almacenamiento de efl
uentes y de sectores para el apilado del estiércol. Si las características geogr
áficas o edáficas (la profundidad de la freática, la permeabilidad, la textura y
la estructura del suelo, o las irregularidades del terreno) promueven la infilt
ración en la superficie
20
Gestión ambiental en el feedlot
del feedlot o en áreas anexas, o impiden su conducción hacia lagunas de almacena
miento se torna inviable el sitio (Coleman et al., 1971; Elliott et al., 1972; N
SW Agriculture, 1998; Sweeten, 1988b). Adicionalmente, es necesario que el sitio
ofrezca un área adicional para utilizar, a manera de riego sistemático, los efl
uentes recolectados (Sweeten, 1990). El área para riego deberá contar con un tam
año mínimo de acuerdo con la escala del feedlot y las condiciones ambientales y
edáficas. Es necesario conocer la capacidad de acogida o capacidad de asimilació
n de efluentes que posee el suelo (capturar y ceder sin desbordar o perder). El
suelo debería tener profundidad, textura y pendientes compatibles con un program
a de alta eficiencia de captura de excedentes en biomasa vegetal y su posterior
cosecha (forraje en pastoreo mecánico), y exponer a pérdidas despreciables por l
ixiviación o escurrimiento superficial. En la medida en que se encuentran limita
ciones en el suelo debe ampliarse el área sobre la cual se asperjará el excedent
e y las estrategias de alimentación para reducir la emisión de nutrientes y elem
entos contaminantes. El programa de uso de efluentes líquidos deberá contar tamb
ién con especies vegetales seleccionadas
por su alta capacidad de captura de nutrientes (esencialmente nitrógeno y fósfor
o) en biomasa aérea y adaptación a amplios rangos de salinidad de aguas (Sweeten
, 1990b). Por su parte, la naturaleza sólida o semisólida del estiércol removido
de los corrales permite analizar alternativas no económicamente viables para el
caso de los efluentes líquidos. El programa de uso de excrementos sólidos puede
analizar y proponer alternativas como la venta de estiércol, compost o vermicom
puesto y la distribución en lotes de agricultura como fertilizante orgánico (Swe
eten y Mathers, 1985). Aunque en los primeros años el apilado del estiércol o em
parvado permite posponer el análisis de sus posibles destinos, el planteo de alt
ernativas es conveniente (y en muchos países obligatorio) preverlo desde el comi
enzo del emprendimiento.
2.2. Disponibilidad de agua
Por último, es conveniente relevar antes de iniciar inversiones en estructura la
calidad y cantidad de agua de bebida teniendo en cuenta la dimensión del feedlo
t incluyendo probable expansiones. Aunque la cuestión del agua se menciona tambi
én a nivel regional, es necesario confirmar la existencia de agua de calidad ade
cuada para evitar sorpresas indeseables posteriormente.
Gestión ambiental en el feedlot
21
2. Vulnerabilidad ambiental del sitio
22
Gestión ambiental en el feedlot
2. Evaluación de la vulnerabilidad ambiental del sitio
Ha dimensionado la vulnerabilidad ambiental de su proyecto de feedlot?

No
El Cuadro 2.1 permite visualizar las variables de mayor relevancia a tener en cu
enta en la selección del sitio. En el Cuadro 2.2 se incluye una lista, con la in
formación que sería conveniente disponer para juzgar la elegibilidad del sitio y
definir aspectos del diseño asociados al ambiente.
Se consideran como sitios óptimos para la instalación de feedlots (a cielo abier
to sobre tierra) a los calificados como de baja vulnerabilidad (ver Cuadro 2.1).
Condiciones de vulnerabilidad media o alta no excluyen el emprendimiento, excep
to aquellas de carácter irreversible, marcadas con banderas. La condición de rev
ersibilidad exige, sin embargo, de adecuaciones del diseño para reducir su impac
to ambiental.
Seleccionado el sitio acorde a propiedades básicas deseables, se requiere de la
definición de la escala por sus implicancias en el diseño del feedlot y el manej
o de sus efluentes Realice un estudio de factibilidad para definir la escala a l
a que desea producir.
Ver Estructuras de corrales y manejo de efluentes
(Este manual no provee metodología para el estudio económico.)
24
Gestión ambiental en el feedlot
2. Vulnerabilidad ambiental del sitio
Por la naturaleza intensiva y espacialmente concentrada del engorde a corral, la
factibilidad ambiental de un feedlot debe concentrarse en el estudio de los pos
ibles efectos de contaminación
potencialmente emergente. En los pasos que se sugieren a continuación se propone
un análisis de las condiciones predisponentes (Cuadro 2.1).
Cuadro 2.1. Vulnerabilidad del sitio a la contaminación o degradación ambiental
bajo 1. Profundidad de la napa 2. Ubicación topográfica > 2m área alta > 2 km
Riesgo medio 1a2m área con pendientes 1 a 2 km
alto < 1m depresión < 1 km
3. Proximidad a recursos hídricos 4. Pendientes 5. Probabilidad de anegamientos
6. Tipo de suelos
>1% o < 4% < a 1c/50 años Arcillosos, limosos, profundos, c/perfil petroc. < 600
mm templadas > 8 km > 3 km opuesto al dirección de poblaciones
4 al 6 % 1 c/20 a 50 años Francos o arenoso francos profundos c/perfil petroc. 6
00 a 1200 mm. tropicales 5 a 8 km 1 a 3 km cambiantes
<0.25% o > 6% > 1 c/20 años Arenosos, sin perfil petrocácico > 1200 mm. Extremas
altas < 5 km < 1 km en la dirección de poblaciones urbanas
7. Precipitación anual 8. Temperaturas 9. Proximidad a áreas urbanas o culturale
s 10. Proximidad a rutas 11.Dirección de los vientos predominantes
Banderas grises señalan estatus de condicionante irreversible y limitante excluy
ente de las variables sobre la viabilidad del proyecto.
Gestión ambiental en el feedlot
25
La selección de las variables de mayor relevancia y sus rangos de referencia par
a la calificación de la vulnerabilidad del sitio descripta en el cuadro 2.1 ha s
ido realizada a partir del relevamiento de normativas internacionales vigentes (
Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia), y su adecuación por parte del autor
a las condiciones argentinas. Las variables a observar incluidas en el cuadro no
excluyen otras de interés particular o local que puedan ser discriminantes de s
itio a esas escalas. Se describe brevemente la relevancia de cada variable consi
derada. 1. Profundidad de la napa freática: La contaminación de aguas subterráne
as y superficiales es el riesgo de mayor relevancia ambiental en la instalación
de sistemas intensivos. Se propone que la profundidad mínima tolerable desde la
superficie al estrato freático sea de 1 m citada frecuentemente en la bibliograf
ía internacional para tipos de suelos y ambientes (NSW Agricultura, 1998; Sweete
n, 2000; USEPA, 1987). Este requisito podría ser revisado en planteos donde un h
orizonte sub-superficial duro y continuo (tosca, roca, etc.) impongan una barrer
a a la infiltración en profundidad. Por otro lado, podría ser insuficiente si la
textura de suelo es muy gruesa (arenosa) y la capacidad de retención hídrica es
limitada. 2. Ubicación topográfica: Es conveniente ubicar el área del feedlot e
n sitios altos con buen drenaje, definido en una dirección, teniendo en cuenta e
l sitio de colección y almacenamiento de efluentes líquidos. Es importante que l
as pendientes generales impidan el anegamiento de corrales, pero por otro lado,
no se generen escorrentías erosivas. Asimismo, el sitio de contención del escurr
imiento no debería ser un bajo sin salida, sino un sector donde el almacenamient
o tiene posibilidad de desborde en una dirección que no comprometa a sectores se
nsibles o recursos hídricos. La instalación en lugares bajos debería ser desesti
mada por el riesgo de la acumulación de efluentes, el anegamiento y la contamina
ción de napas (TWC, 1987; USEPA, 1973).
3. Proximidad a cuencas hídricas o recursos hídricos superficiales: El escurrimi
ento superficial o sub-superficial puede contaminar cuencas hídricas. Aunque la
calidad del suelo, el tamaño del feedlot, la cantidad e intensidad de las precip
itaciones y las pendientes son variables a tener en cuenta en la dimensión del r
iesgo de contaminación de cuenca, distancias de 1 km son sugeridas como mínimas
tolerables. Para incrementar el margen de seguridad, particularmente en regiones
con pendientes pronunciadas y suelos de escasa retención hídrica sería convenie
nte superar los 2 km de distancia para feedlots de hasta 5000 animales de capaci
dad y los 5 km para los de mayor capacidad (NSW Agriculture, 1998). 4. Pendiente
s: Las pendientes son necesarias para conducir el escurrimiento superficial y ev
itar el anegamiento o encharcamiento e infiltración en el área del feedlot. Sin
embargo, cuando superan el 5% la escorrentía luego de una lluvia se hace difícil
de manejar y requiere de una estructura de canales colectores y drenajes de alt
o costo. Asimismo, la erosión en piso de corrales es alta y poco controlable. En
el otro extremo, los sitios sin pendiente o con pendientes menores al 2% son mu
y susceptibles al anegamiento y a la infiltración excesiva, máxime si el suelo e
s de textura gruesa (franco arenosa) (NSW Agriculture, 1998). 5. Probabilidad de
anegamientos: Debido a los riesgos de infiltración y contaminación a los que ex
pone el anegamiento, se recomienda ubicar el feedlot en sitios con baja probabil
idad de anegamiento natural, por combinación de buen drenaje natural y muy baja
probabilidad de precipitaciones intensas. Se sugiere como de baja vulnerabilidad
a los sitios donde el anegamiento es improbable o su probabilidad sea inferior
a 1 evento cada 50 años. Una probabilidad de un evento cada 20 a 50 años sería a
ceptable si el diseño contempla el manejo de tal situación en su estructura de c
ontención de excedentes. Un sitio con probabilidad de anegarse cada 20 años serí
a no recomen-
26
Gestión ambiental en el feedlot
dable debido al riesgo de contaminación a la que expone a los recursos hídricos
(Sweeten, 2000; NSW Agriculture, 1998; USEPA; 1973). 6. Tipo de suelos: El tipo
de suelo debe permitir una alta compactación superficial, ofrecer alta estabilid
ad al tránsito animal y baja porosidad. Los suelos arcillosos son preferibles a
los francos o arenosos. Los de textura arenosa no son los adecuados. Son suelos
de baja capacidad de compactación, baja estabilidad, alta permeabilidad y alta i
nfiltración. Este tipo de suelos exige de la adición de arcillas y limos para re
ducir su permeabilidad. El perfil petrocálcico (tosca) reduce la infiltración en
el sitio pero el escurrimiento de lixiviados por sobre la masa de tosca no gara
ntiza la reducción de la infiltración en profundidad debido al agrietado frecuen
te e interrupción de los estratos petrocálcidos. 7. Precipitación anual: Se pref
ieren regiones de baja precipitación anual y de lluvias de baja intensidad. En r
egiones de 600 mm o menos la evaporación anual es altamente eficiente para reduc
ir los volúmenes de líquido recogidos en el área del feedlot. La estructura de m
anejo de efluentes resulta más simple que en regiones con precipitaciones mayore
s, pudiendo plantearse sistemas aeróbicos solamente. En regiones húmedas, por en
cima de los 1200 mm anuales, el manejo de efluentes se torna complejo, en su rec
olección y almacenamiento, y en el tratamiento del piso de los corrales. No serí
a aconsejable instalar feedlots en esos ambientes. En las regiones con precipita
ciones intermedias (entre 600 y 1200 mm) la instalación es posible, pero debería
tenerse en cuenta la magnitud de la misma en años húmedos. 8. Temperaturas: Los
climas de templados o templado-fríos son preferibles para procesos de engorde i
ntensivo. Los riesgos de incremento de emisiones aumentan con las temperaturas.
Se deberían descartar planteos en regiones con tem-
peraturas extremadamente altas combinadas con alta humedad ambiental. 9. Proximi
dad a áreas sensibles: La distancia a áreas urbanas depende de la sensibilidad s
ocial y ambiental. La opinión pública con respecto al confinamiento de animales,
los olores y la proximidad a recursos hídricos o cuencas condicionan las distan
cias. Se sugieren distancias superiores a los 8 km para evitar conflictos con ce
ntros urbanos, áreas recreativas o rutas de alto tránsito por posibles emisiones
con potencial contaminante. El riesgo es considerado alto y de ubicación no rec
omendable cuando las distancias son inferiores a 5 km. A esas distancias, las al
ternativas prácticas para la remediación de efectos o para la adecuación de inst
alaciones resultarían insuficientes. Distancias entre 8 y 5 km pueden considerar
se aceptables cuando se incluyan estrategias de minimización de emisiones (parti
cularmente suelos secos) en áreas de bajo riesgo (regiones secas) y no se arries
guen recursos hídricos superficiales o sub-superficiales (NSW Agriculture, 1998;
USEPA, 1973). 10. Distancias a rutas o caminos de alto tránsito: La distancia a
vías de alto tránsito está asociada a la seguridad pública y al concepto de pai
saje. En primer lugar, la presencia de sistemas intensivos, con movimientos de a
nimales y camiones próximos a una ruta incrementan los riesgos de accidentes por
imprevistos o distracciones. En segundo lugar, la vista de instalaciones de ali
mentación en confinamiento no se integra a paisajes deseables para caminos o rut
as de alto tránsito. La implantación de cortinas forestales se sugiere frecuente
mente para reducir la vista de planteos intensivos muy expuestos sobre rutas, pe
ro la mejor opción es la instalación del feedlot a una distancia prudencial de l
as rutas asfaltadas, aquí sugerida de al menos 3 km (Sweeten, 2000). Distancias
menores deberían contemplar estrategias para mejorar la imagen y la seguridad an
te los movimientos o imprevistos (escape de animales, accidentes de camiones, et
c.).
Gestión ambiental en el feedlot
27
11. Dirección de vientos: Es importante que la ubicación con respecto a los vien
tos predominantes sea tal que la probabilidad para que los olores alcancen a cen
tros poblados sea baja o infrecuente. La
orientación con respecto a los vientos predominantes es fundamental dada la alta
sensibilidad de la sociedad a los olores indeseables (USEPA, 1987).
Cuadro 2.2. Información insumo para verificar la aptitud del sitio
Información climática Registros estacionales y anuales de precipitaciones promed
io Magnitud de la mayor lluvia en 50 años Magnitud de las precipitaciones del pe
rcentil 20% superior Dirección y frecuencia de los vientos predominantes Evapora
ción media anual y estacional Temperaturas mensuales medias, mínimas y máximas d
el aire Información edáfica Profundidad de la freática Mapa de freáticas en años
de precipitación extrema Textura del suelo Probabilidad de anegamiento del siti
o Presencia y profundidad hasta el perfil petrocálcico o rocoso Relevamiento top
ográfico y magnitud de las pendientes Información geográfica Imágenes satelitale
s del sitio en momentos climáticamente contrastantes en la estación de mayores p
recipitaciones Distancia a recursos hídricos superficiales Distancia a una cuenc
a hídrica de abastecimiento de centros poblados Distancia a centros poblados urb
anos y rurales Distancia a reservas o monumentos naturales y culturales Proximid
ad a rutas de alto tránsito Información del proceso productivo Factibilidad del
proyecto de localizarse en el sitio elegido Distancias a las fuentes de insumos
de producción (alimentos y animales) Distancias a los frigoríficos o mercados de
venta en pié Sistemas de producción comunes en la región Legislación Reglamenta
ciones sobre contaminación y degradación ambiental de ámbito provincial y munici
pal Reglamentaciones internacionales de posibles destinos del producto fuera del
país.
28
Gestión ambiental en el feedlot
3. Pautas y pasos para el diseño del feedlot
30
Gestión ambiental en el feedlot
3. Pautas y pasos para el diseño del feedlot
A. Relevamiento preliminar del sitio
2
1
B. Factibilidad ambiental del sitio elegido
3
C. Diseño de las instalaciones del feedlot
32
Gestión ambiental en el feedlot
3.1. Relevamiento preliminar del sitio
Pasos para la ubicación de un sitio ambientalmente factible
1 2
Ubicar un sector alto con condiciones apropiadas de suelo (alta compactación)
6 7
Determinar la disponibilidad y calidad de agua para bebida de los animales
Relevar la dirección natural del movimiento de aguas superficiales y el destino
final de movimientos extraordinarios de agua de escorrentía
Estimar distancias y ubicación geográfica con respecto a poblaciones, rutas u ot
ras áreas sensibles
3 4 5
Caracterizar el sentido de las pendientes y la ubicación posible de lagunas de a
lmacenaje
8 9
Ubicar predio para regar con efluentes líquidos almacenados en lagunas de conten
ción
Verificar de manera preliminar las superficies a disponer para la instalación de
los corrales, caminos y drenes
Verificar condiciones de suelo e hidrología de la superficie a regar con efluent
es. Verificar el sentido y consecuencia de la escorrentía de ese sector
Comprobar profundidad de freáticas y presencia de hor izontes duros sub-superfic
iales
10
Realizar un plano o esquema preliminar de distribución incluyendo: a) área de co
rrales, b) área de lagunas de almacenamiento de efluentes, c) sector de apilado
de estiércol, D) área de riego con efluentes líquidos, y e) otras instalaciones
(planta o silos de acopio y procesado de alimento y corrales de manejo.
Gestión ambiental en el feedlot
33
3.2. Análisis de la factibilidad ambiental del sitio elegido
11
Analizar la coherencia entre la posible distribución de superficies, hidrología,
topografía y edafología del terreno con la escala (cantidad de animales) previs
ta. Con la información de escala, superficies e hidrología, estimar:
Producción de estiércol
Demanda de agua para bebida Producción de efluentes líquidos
12
Verificar el tamaño mínimo del predio a regar teniendo en cuenta el máximo eflue
ntes a recolectar, las limitaciones edáficas y los cultivos factibles
13
Rectificar la ubicación del sector de apilado del estiércol
34
Gestión ambiental en el feedlot
3.3. Diseño del feedlot
Relevamiento topográfico Realizar un relevamiento de detalle para ubicar:
14
1. Estructuras de alimentación y manejo de animales a) los corrales de alimentac
ión, b) calles de alimentación y de movimiento de los animales, c) instalaciones
de acopio y procesamiento de granos, y corrales de manejo. 2. Estructuras de ca
ptura y manejo de efluentes y estiércol a) canales primarios, secundarios y terc
iarios, b) las piletas o lagunas de sedimentación y almacenamiento
Ver "Estructuras" (pg. 37 y subsiguientes)
Plano de instalaciones para animales
15
Confeccionar un plano con la distribución de corrales de alimentación y manejo (
carga y descarga, enfermería, tratamientos sanitarios) Identificar los circuitos
de tránsito de alimentos y de los animales
16
Plano de instalaciones y manejo de efluentes líquidos Confeccionar un plano deta
llando el sentido del drenaje en cada corral, la distribución de los drenajes o
canales primarios, secundarios y terciarios, la ubicación y dimensiones de las l
agunas de sedimentación y almacenamiento Describir el circuito de los efluentes
hasta las lagunas de almacenamiento. Acompañar plano en detalle de las caracteri
sticas de la construcción de canales y lagunas y la información hidráulica corre
spondiente
Gestión ambiental en el feedlot
35
C. Diseño del feedlot (cont.)
17
Plano de distribución de agua de bebida Construir un plano con la distribución d
el agua de bebida (ubicación de bebederos, puntos de bombeo y tanques de almacen
amiento).
18
Adecuación de pendientes de sectores de corrales, caminos, drenajes y canales pa
ra conducir escurrimientos a estructuras de contención (lagunas).
Programa de obras
Acondicionamiento y compactación de pisos de corrales, calles y otros
Obra de distribución de agua
Sistema de sedimentación, tratamiento y almacenamiento de efluentes
Instalaciones anexas: Planta de almacenaje y procesado de alimentos Corrales de
manejo Otros (oficinas, galpones, forestaciones)
36
Gestión ambiental en el feedlot
3.3.1. Estructuras de alimentación y manejo de animales
Dispone de los corrales actualmente o debe plantear su diseño?

Verifique si las condiciones de las instalaciones existentes si se adecuan a las
sugerencias presentadas en este capítulo
No
Escala del feedlot (cantidad de animales a alimentar en forma simultánea).
Información que deberá utilizar en el diseño:
Características climáticas medias y extremas del sitio
Características edáficas y topográficas
A. Definiciones de nivel primario Corrales de alimentación
Corrales de recepción
Corrales de enfermería
B. Definiciones de nivel secundario
Otras estructuras de manejo y administración
Gestión ambiental en el feedlot
37
Estructuras (cont.)
a. Definiciones de nivel primario
Aspectos a tener en cuenta Tamaño Disposición Pisos y pendientes Comederos Bebed
eros Lomas en los corrales Sombra Protecciones Refugio Materiales y construcción
de los corrales Calles de alimentación Calles de los animales (Ver páginas sigu
ientes)
Corrales de alimentación
Corrales de recepción
Corrales de enfermería
Estructuras de: b. Definiciones de nivel secundario 1. Almacenamiento y procesad
o de alimentos (silos, galpones, planta para molido o mezclado) 2. Extracción y
provisión de agua (bombas sumergibles, molinos, tanques, etc.) 3. Corrales de en
cierre (para tratamientos, pesada, y carga y descarga de animales) 4. Administra
ción (Las características de estas instalaciones no se incluyen en este manual)
38
Gestión ambiental en el feedlot
3.3.1.1. Corrales 3.3.1.1.1. Corrales de alimentación
1. Tamaño Los corrales de feedlot a cielo abierto, donde los animales pasan todo
su tiempo y son alimentados, se construyen sobre piso de tierra compactado y de
berían permitir un espacio mínimo de 15 a 20 m2 por animal para que el confinami
ento no los incomode. Superficies mayores no generarían inconvenientes (hasta 40
m2), sin embargo corrales muy grandes exponen a un mayor movimiento y también a
l desperdicio de superficies. Deberían planearse para tamaños de lotes no mayore
s de 250 animales livianos (novillitos o vaquillonas) y no más de 200 novillos g
randes en terminación (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 2000). 2. Disposición La
disposición de los corrales en la geografía del terreno constituye el primer pas
o en el diseño. Se debería considerar primero las posibilidades de drenaje desde
cada corral y la colección de efluentes en una vía de drenaje común hacia una l
aguna de decantación y laguna de almacenamiento de efluentes. Luego se procederá
al diseño espacial de los corrales. Se sugiere que los corrales sean de 60 m de
frente por 50 o 60 de fondo, con una capacidad para 200 a 250 animales. Los 60
m de frente permiten ubicar el comedero en ese frente contando con 30 cm de espa
cio de comedero por animal para un número de 200 animales. Ese diseño rectangula
r o cuadrado de los corrales no es sin embargo una condición excluyente de otros
diseños ajustados a la topografía, pudiendo los corrales tomar formas diversas
adecuados a la pendientes siempre que se respete el espacio mínimo necesario de
comedero por animal confinado (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 2000). 3. Piso y
pendientes El relevamiento de las pendientes en el área del feedlot constituye e
l primer paso en la elección del sitio para la ubicaGestión ambiental en el feed
lot
ción de los corrales. Es conveniente que el piso sea lo más compactado posible y
tenga pendiente general (2 a 4 %) en el sentido opuesto a la ubicación del come
dero para que el agua de lluvia y excrementos líquidos tenga una salida rápida d
el corral. Ello evitará el encharcamiento y anegamiento. Debe particularmente pr
otegerse el área próxima al comedero incrementando incluso la pendiente en ese s
ector si existe el riesgo de lluvias frecuentes o de alta intensidad. Pendientes
inferiores al 2% exigen de alomados en los corrales y remodelado del terreno pa
ra dirigir escurrimientos. Pendientes superiores al 4% pueden exponer al escurri
miento descontrolado y a la erosión hídrica ante precipitaciones intensas (NSW A
griculture, 1998). El suelo debería ser el más firme posible para que los efluen
tes líquidos movilizados por la lluvia no infiltren. En primer lugar la infiltra
ción provoca anegamientos y compromete el espacio disponible para el animal, dif
iculta el movimiento de los animales y expone a afecciones de patas y prepucio p
or estar en contacto con ese medio húmedo y sucio permanentemente. El anegamient
o afecta además directamente al consumo y a la eficiencia de conversión. Los ani
males comerán menos y convertirán ineficientemente debido al gasto energético ad
icional de moverse en un medio anegado. En segundo lugar, la infiltración transp
orta nutrientes excretados y contamina las aguas subterráneas. La contaminación
de napas por esta vía es el principal motivo de deterioro ambiental provocado po
r las instalaciones de alimentación de bovinos a corral (NSW Agriculture, 1998;
Sweeten, 2000). El piso del corral se construye generalmente de tierra bien comp
actada para reducir la permeabilidad al mínimo, idealmente a infiltración cero.
Reutilizan equipos de alta compactación como rolos pata de cabra de alto peso es
pecífico. Un emparejado y nivelado previo puede ser necesario para evitar sector
es quebrados o pozos que reduzcan el área del corral
39
como que expongan a amontonamientos y golpes entre animales. Es fundamental que
el suelo sea compactable, de baja permeabilidad y estable a los cambios de humed
ad. Tampoco serían convenientes, las superficies demasiado duras como los pisos
de cemento o muy endurecidos con piedra o tosca por sus efectos sobre el animal.
Las superficies muy pedregosas resultan frecuentemente en patas lastimadas, her
idas infectadas, problemas de articulaciones de las patas y limitaciones al movi
miento (NSW Agriculture, 1998). En casos con limitaciones severas por suelo muy
suelto de tipo arenoso, rocoso o con alto contenido de arcillas inestables, serí
a conveniente remover los primeros 15 cm y aportar suelo franco mezclado con arc
illas de mayor estabilidad a los cambios de humedad. Esta práctica resulta frecu
entemente demasiado costosa y obliga a revisar el sitio o incluso la región. 4.
Comederos La ubicación, tamaño y forma de los comederos son responsables en gran
parte del éxito en el engorde a corral. El espacio de frente de comedero destin
ado por animal es el primer condicionante del consumo y de la producción. El esp
acio de comedero a asignar por animal dependerá del tamaño de los animales, la n
aturaleza de la dieta (húmeda o seca), las condiciones de accesibilidad al comed
ero y factores climáticos, sin embargo, se considera que 30 cm de frente de come
dero son suficientes, no limitantes de la productividad. Ese frente mínimo permi
te que entre el 65 al 75% de los animales tengan acceso simultáneo a los comeder
os (NSW Agriculture, 1998).
No sería necesario tener espacio para el 100% de los animales en forma simultáne
a, ya que no todos intentarán comer al mismo tiempo (a diferencia de la suplemen
tación en pastoreo). Por motivos de higiene, protección del piso y de funcionali
dad en la distribución es importante que los comederos estén sobre uno de los la
dos del corral y no dentro del mismo. Aunque ello imposibilita que ambos lados d
el comedero puedan ser utilizados por el animal y exige de una mayor longitud de
comedero, los aspectos prácticos de la alimentación lo justifican. Es necesario
que los carros de alimentación, mixers o camiones de distribución alimenten de
la forma más limpia posible, permanezcan siempre limpios y no sean expuestos a l
a contaminación con
60m
50m
2,5%
corrales
comederos
2 a 4% de pendiente Camino de tránsito con alimento o animales
Diseño y ubicación espacial de los corrales
40
Gestión ambiental en el feedlot
efluentes o excrementos, para evitar el traslado o transmisión de enfermedades,
contaminaciones, o comprometer la palatabilidad del alimento. En planteos precar
ios o transitorios, donde se alimenta dentro de los corrales, el tractor y mixer
han sido el principal factor de destrucción de piso, anegamientos y complicacio
nes en el acceso de los animales a los comederos, incluso responsables de accide
ntes con los animales o con los comederos (golpes, quebraduras de patas y costil
las, etc.). Los comederos deberían coincidir con el sector más alto del corral o
al menos en un área donde no se corre riesgos de acumulación de agua y formació
n de barro. En los casos en los que se levanta el centro de los corrales con lom
as de tierra para aumentar el área seca en los corrales, debería asegurase que e
l agua fluya en la dirección opuesta a los comederos (NSW Agriculture, 1998). Au
nque la forma y material de los comederos variará mucho en función del costo, al
gunos elementos que aportan a la funcionalidad e higiene deben tenerse en cuenta
. El comedero debe permitir un acceso fácil del animal a la comida y la recolecc
ión de la misma sin esfuerzo por parte del animal. Para ello es conveniente que
el interior del comedero sea lo más liso posible, de caras internas redondeadas,
sin ángulos que dificultan al animal la recolección del alimento o la limpieza
rápida. En su exterior es deseable que sea de caras o lados rectos, Ello facilit
a la limpieza rápida hasta el suelo, evitando la acumulación de alimento y excre
mentos debajo del comedero o adherido a sus lados por dificultad de acceso. Esto
ocurre con comederos demasiado convexos (más anchos arriba que abajo, de secció
n semicircular o apoyados sobre patas con áreas libres). Es preferible levantar
el interior del comedero si se estima que quedará muy profundo, con mampostería.
En los casos en que los costos obligan al uso de comederos del tipo bandeja, de
berían despejarse del piso lo suficiente como para poder limpiar sin dificultad
(NSW Agriculture, 1998).
Es conveniente compactar muy bien o proveer un piso de cemento o entoscado de al
menos 3 m de ancho a la manera de guardapolvo en todo el largo del frente de co
medero. Ese sector será un área de alta presión y mucho movimiento de los animal
es acercándose y alejándose del comedero. En suelos comunes, frecuentemente aren
osos en nuestra región, ese sector se erosiona rápidamente, se hace pozo y se an
ega si previamente no ha sido preparado (levantado, enriquecido con cementos o a
rcillas o entoscado) para soportar la acción de los animales. Esta vereda de cem
ento deberá permanecer limpia por lo que se sugiere una pendiente del 10% y un e
spesor de 10 a 15 cm, si se fabrica de cemento. En adición, sería conveniente co
nstruir un escalón de 10 a 15 cm de alto y 30 a 40 cm de ancho, a lo largo de to
do el comedero, del lado del corral. Esta estructura desalienta a los animales a
pararse paralelos al comedero por tiempos largos evitando el exceso de otros al
comedero, como también a retroceder y apoyarse, rascarse, golpear o defecar sob
re los comederos (NSW Agriculture, 1998). El área de la calle en contacto con la
cara externa del comedero debería permanecer bien limpia. Para ello la calle de
be poder limpiarse con facilidad por lo que es conveniente que la cara exterior
del comedero sea plana y vertical en 90º con respecto al suelo, caras apertura h
acia fuera o redondas dejan áreas difíciles de limpiar contra el área de contact
o del comedero con el suelo. El alimento que se acumula se descompone rápidament
e y, además de ser un foco de putrefacción y desarrollo de enfermedades, genera
olores indeseables que pueden alejar a los animales del comedero y afectar el co
nsumo voluntario. Algunas experiencias proponen incluso como conveniente dar una
pequeña inclinación hacia el corral a la pared exterior (pared que da a la call
e de alimentación) para reducir la posibilidad de contacto con partes móviles de
implementos de limpieza con la pared (NSW Agriculture, 1998).
Gestión ambiental en el feedlot
41
Los comederos deberán llevar por encima una protección de hierro, madera o alamb
re que opere de cerco, eliminando la posibilidad de que los animales se metan en
los comederos, que desperdicien el alimento y que salten por encima. No existen
diseños fijos de protectores, los modernos se hacen de una sola línea de caño o
dos de hierro dispuestas por sobre el comedero, del lado del corral o por sobre
aproximadamente el centro del comedero a 40 o 50 cm (ajustable si fuera posible
) de altura desde el borde interno del comedero. En el caso de doble línea de hi
erro podría instalarse en forma oblicua (corte transversal), quedando la línea i
nferior a 35 cm (en línea vertical desde en centro superior del comedero). Ello
permite un mejor acceso del animal al alimento y previene el desaprovechamiento
del alimento por cabeceo, pero exige de una mayor estructura. Es posi20 a 30 cm(
ajustable)
ble también la confección con alambre, reforzando la línea más baja con doble hi
lo de acero. Toda estructura deberá sostenerse de la pared del lado del corral y
dejar la exterior (del lado de la calle) sin obstrucciones y limpia para repart
ir homogéneamente el alimento. En el caso de los comederos construidos en el mis
mo sitio, los postes podrán ser embutidos en la misma pared del comedero. Estos
postes sostendrán una estructura de material y forma variables, confeccionados m
uy simples con un solo caño, vigas de madera, alambre, cable de acero o hierro.
En las figuras se sugieren algunos diseños y formas, aunque cada sistema adoptar
á la que considere más práctica. Debe, sin embargo, asegurarse que la barrera no
imponga limitantes a la recolección y la deglución del alimento en ninguna cate
goría animal a utilizar (NSW Agriculture, 1998).
Protector de cabeceo y sa ltos Comedero
40 a 50 cm (ajustable)
A
65 cm 45 cm 65 a 70 cm Calle de alimentación
Corra l 6% pendiente
50 cm
2,50 a 3 m guardapolvo Pared externa inclinada hacia el corral
B
Corra 30 a 40 cm 10 a 15cm
Calle de alimentación
Corte transversal para el diseño de comederos con pared externa vertical (A) ó p
ared externa inclinada hacia adentro y con vereda desnivel (B). (Adaptado de NSW
Agriculture, 1998.)
42
Gestión ambiental en el feedlot
(Foto de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998).
(Foto de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998)
Gestión ambiental en el feedlot
43
(Fotos de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998).
44
Gestión ambiental en el feedlot
5. Bebederos El libre acceso al agua limpia y fresca es fundamental para sostene
r un buen consumo y engorde. El consumo de agua depende de la categoría y tamaño
del animal, la dieta y fundamentalmente de la humedad y temperatura ambiente. S
e recomienda la instalación de dos bebederos separados dentro de cada corral (co
n capacidad para 200 a 250 animales). No es conveniente utilizar bebederos muy p
rofundos o de gran volumen. El agua retenida por mucho tiempo permanece generalm
ente más sucia, menos fresca. Los animales beben mejor de bebederos poco profund
os con alto caudal que renueva rápidamente el agua disponible. Adicionalmente, b
ebederos poco profundos son más fáciles de limpiar y sufren menos roturas. El fr
ente de bebedero a disponer por animal es muy relativo al caudal y factores ante
s citados, pero se sugiere utilizar al menos 3 cm de bebedero por animal. El dis
eño de la provisión de agua deberá tener capacidad para ofrecer con seguridad al
menos 70 litros por animal y por día en verano y la mitad de ese volu-
men en invierno, para animales grandes (vacas o novillos en terminación). Frecue
ntemente se utiliza como referencia el valor de 7 litros por cada 50 kg de peso
vivo. La reserva de agua y el caudal deberán preverse para ofrecer el agua deman
dada diariamente en un período no superior a 8 horas (período que generalmente s
e inicia con un alto consumo a la hora de ofrecido el alimento de la mañana. En
los sistemas que alimentan dos y tres veces por día, el consumo de agua sigue la
curva de consumo de alimento, pero se destaca el consumo agua de la mañana lueg
o del primer ofrecido de alimento (NSW Agriculture, 1998). Además de servir a un
a mejor distribución de los animales en el corral reduciendo la presión sobre lo
s comederos, el alejamiento del comedero evita que los animales lleguen a abreva
r con mucho alimento en la boca y ensucien el agua. Sería también conveniente qu
e los bebederos tengan un drenaje de limpieza entubado subterráneo de alto cauda
l y conectado o desembocado en el sistema de drenaje de los corrales. Ello evita
ría tirar agua en el mismo corral en el momento
El bebedero debería localizarse en la mitad del corral más alejada del comedero,
al menos 10 metros del mismo y no debería ser compartido entre corrales para ev
itar presiones sobre los lados del corral. Ello reduce los contactos entre lotes
y las posibilidades de agresiones y también de contagios. Sería conveniente se
provea de un guardapolvo de cemento o suelo compactado, preparado para soportar
la acción de las patas de los animales y la alta presión animal, cubriendo un ár
ea de hasta 2 m desde el bebedero (NSW Agriculture, 1998).
Gestión ambiental en el feedlot
45
de lavado del bebedero, particularmente si se están limpiando con animales en mi
smo corral (NSW Agriculture, 1998). 6. Lomas en los corrales Cuando las pendient
es han sido previstas y la superficie corregida a pendientes entre el 2 y 6%, no
se requieren lomas interiores para proveer a los animales de superficies secas
y limpias. Sin embargo en corrales con muy poca pendiente (0 a 2 %) se debe recu
rrir a las lomas para mantener áreas drenadas. Estas lomas funcionan además de s
istema rompevientos dada la rugosidad que imponen a todo el área de corrales del
feedlot. Las lomas permanentes deben construirse con suelo susceptible de ser c
ompactado y resistente a la tracción
(NSW Agriculture, 1998; Sweeten et al., 1985). Se sugiere que las lomas tengan u
n ancho de al menos 2 m, y una altura de 1 m en el área de la cresta. Sus lados
no deberán ocupar todo el corral, sino construirse con una pendiente de 1 en 5.
Deberá además tenerse en cuenta la exposición de las mismas con respecto al fluj
o de efluentes del corral para evitar generar obstáculos al drenaje del corral,
evitar generar sectores críticos (como construcciones muy próximas a los lados d
el corral) que reduzcan el área útil del corral o sean de riesgo para los animal
es. Debería además contemplarse la exposición para servir de reparo de los vient
os predominantes.
Calle de alimentación
60 m
Comedero
Vereda o guardapolvo
50 m
Loma más de 2 m de ancho y 1m de altura en la cresta
Pendientes
Calle de tránsito de los animales
Canal de drenaje Sentido del drenaje
Ubicación y características de la loma en el corral en función del flujo de eflu
ente. Adaptado de NSW Agriculture, 1998.
46
Gestión ambiental en el feedlot
Ubicaciones posibles de las lomas en los corrales dependiendo de las pendientes,
exposiciones al sol y del movimiento del agua de escurrimiento superficial. Ada
ptado de (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 1979).
Gestión ambiental en el feedlot
47
7. Sombra La sombra provee enfriamiento y alivio térmico en regiones donde las t
emperaturas exceden frecuentemente los 35ºC y la humedad ambiental es elevada. L
as temperaturas altas resultan generalmente en menor consumo de alimento. Las ra
zas de origen cebú toleran mejor las altas temperaturas. Por su parte, los anima
les con mayor grado de terminación (cobertura grasa) sufren fácilmente de stress
térmico. El grado de saturación y movimiento del aire son factores centrales en
la eficiencia refrigerante de la sombra. El diseño de la sombra deberá permitir
una remoción rápida y permanente del aire. Debe tenerse en cuenta que la presen
cia de sombra es un factor de concentración de animales, heces y humedad. La dis
po-
sición de la sombra deberá permitir una alta eficiencia en el uso de la misma, e
l alejamiento de los comederos en lo posible y también un secado del suelo. Área
s con sombra permanente son más húmedas y concentradoras de heces. Generalmente
las sombras extendidas de norte a sur son más secas que las de este a oeste. Se
sugiere que el área de sombra a lograr debería ser de 1,5 a preferiblemente 4 m2
por animal, aunque ello depende de numerosos factores, principalmente del tipo
y rigurosidad del calor y de la categoría animal (Church, 1989; NSW Agriculture,
1998). Para evitar restringir el movimiento del aire y alcanzar proyecciones de
sombra significativas se sugiere que las estructuras de sombra tengan al menos
4 m de altura y anchos de no mayores a los 12 m,
Comedero Calle de alimentos
1a2m
6a8m
12 m 8 a 12 m
Tamaños sugeridos y ubicación de sombras artificiales
48
Gestión ambiental en el feedlot
(Foto de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998)
Ubicación de sombras con el sol ubicado hacia el lado oeste
Gestión ambiental en el feedlot
49
(Foto de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998)
(Foto de A.J. Pordomingo, INTA Anguil)
50
Gestión ambiental en el feedlot
con corredores de aire (áreas sin sombra) de al menos 15 m entre franjas. Los ma
teriales de matriz tramada en plástico negro tipo “media sombra”, comunes en el
mercado, son suficientes. Se sugiere utilizar los materiales con no más de 80% d
e cobertura en la matriz del material, los de mayor densidad tienden a retener a
gua y sufren roturas luego de una lluvia. Es conveniente que la sombra se pueda
recoger o retirar en los meses fríos para no limitar la exposición al sol. 8. Pr
otecciones Forestaciones en cercos próximos a los corrales proveen también de ba
rreras al viento reduciendo la incidencia del viento en climas fríos y lluviosos
o muy ventosos o incluso como oferentes de sombra. Sin embargo, debe tenerse en
cuenta la ubicación y las características de la masa arbórea. Los árboles de ho
ja permanente deben evitarse en las barreras al este y al norte, los de hoja cad
uca serían los indicados para esos sectores ya que voltean las hojas en invierno
y no limitan el ingreso de energía solar en esa época. Los lados sur y suroeste
y oeste pueden protegerse con árboles siempre verdes que representan una barrer
a permanente a los vientos del sur, fríos y frecuentes en invierno. Las forestac
iones se plantean como barrera cuando incorporan más de una línea de árboles. La
separación entre estos dependerá mucho del tipo de árbol, pero desde el punto d
e vista práctico no deberían tener menos de 3 m entre árboles por las limitantes
de la maquinaria para limpiar el área (malezas, ramas, etc.) o realizar trabajo
s culturales sobre los árboles. Otros aspectos a considerar en el distanciamient
o son los relacionados con la competencia entre árboles y la altura a lograr. A
densidades altas, las alturas pueden ser mayores pero es menor el desarrollo lat
eral de las plantas y su resistencia. Por otro lado, cortinas muy densas pueden
provocar una disminución excesiva del flujo de aire y ser motivo de incremento d
e temperatura, humedad, plagas y olores. Se sugiere que el grosor Gestión ambien
tal en el feedlot
de la cortina no debería exceder 3 veces la altura de la misma. En la medida que
la cortina crece en densidad y grosor la pared al viento es mayor, el movimient
o de aire a través de la misma es menor y, aunque el ascenso de aire en la cara
expuesta al viento es máximo, el descenso de la masa luego de pasada la cresta d
e árboles es muy rápido reduciéndose el tamaño del área protegida. El ancho de u
na cortina o cinturón de árboles no debería superar las 7 filas en un ancho de 4
5 m. La protección que se alcanza cubre aproximadamente entre 10 a 20 m desde la
cara interna de la cortina. Las cortinas multi-específicas e incluso con arbust
os permiten incrementar la efectividad rompe-vientos de la barrera (NSW Agricult
ure, 1998). Adicionalmente, los bosques o plantaciones pueden proponerse para in
crementar la evaporación de aguas y reducción del nivel de freática a través de
la evapotranspiración de la masa arbórea en áreas con drenaje pobre o comprometi
das con freáticas altas. Finalmente, las plantaciones en cortinas o en bosques p
ermiten mejorar la imagen de todo el área por su efecto enriquecedor del paisaje
. La protección cubierta o refugio no es frecuente en nuestro pais. En algunas r
egiones con mucha rigurosidad climática podrían ser consideradas. El refugio pro
tege de inclemencias extremas como tormentas severas, nevadas, vientos muy fuert
es o temperaturas muy altas y recurrentes. . El refugio debe permitir entre 1 a
1,2 m2 por animal, debe estar abierto al norte o noreste y dimensionarse como pa
ra que la luz solar acceda hasta el fondo del mismo en el día más corto del invi
erno. La altura debería ser de al menos 2,50 m en la parte posterior, por lo que
la anterior será mayor y dependiente de la latitud y practicidad de la instalac
ión. La pared posterior debería tener ventanas de ventilación o aberturas perman
entes para permitir la circulación del aire (NSW Agriculture, 1998).
9. Refugio
51
10. Materiales y construcción de los corrales
Los corrales pueden ser construidos con una gran variedad de materiales. En arge
ntina se utiliza comúnmente el alambrado común para bovinos basado en alambre de
acero, postes y varillas de madera o hierro, pero pueden utilizarse caños, made
ras o cables de acero. Debería evitarse la utilización de materiales agresivos a
l animal como el alambre de púas, hierros o maderas con aristas agudas o puntas
que puedan provocar heridas. Las estructuras de cable de acero son las que más r
esisten la presión permanente de los animales y requieren de escaso mantenimient
o. Los cercos ciegos con barricadas de materiales diversos o empalizadas son poc
o frecuentes por su costo y por impedir el movimiento del aire y la ubicación de
los animales de movimientos externos.
Los cercos entre corrales y la periferia pueden ser de 4 a 6 líneas de hierro, c
able o tubo. Cuando se realizan de alambrado convencional, 6 líneas son comunes.
La altura del cerco dependerá del tipo de animal, aunque frecuentemente se las
encuentra de la altura del alambrado tradicional, sería conveniente sean de 1,40
a 1,50 m de alto para posibilitar el encierre de todo tipo de ganado bovino. Se
sugiere también que el hilo o línea inferior esté a 30 o 40 cm desde el nivel d
el piso para categorías grandes y entre 20 y 30 en categorías chicas. Cuanto más
cerca del piso está la cerca, mayor es la dificultad de limpieza debajo de la m
isma y la posibilidad de romperla con máquinas. La ubicación de las calles de al
imentación depende de la distribución de los corrales. Por estas calles transita
el alimen-
11. Calles de alimentación
Comedero
1 a 1,2 m2/animal 40 m 8 a 10 m
2,50 m
Depende inclinación del sol con respecto a la vertical
Ubicación sugerida y corte transversal del diseño de refugios. (Adaptado de NSW
Agriculture, 1998).
52
Gestión ambiental en el feedlot
Ubicación del refugio (NSW Agriculture, 1998).
to, son las denominadas “limpias” y deberían corresponderse con los sectores más
altos del predio, con drenaje en un sentido (alejándose de las instalaciones de
preparación de alimentos y de alto tránsito) y abovedadas para que no acumulen
agua y barro. La calle de alimentación debería permitir el tránsito cómodo de do
s transportes de alimento en sentido opuesto para ir y poder regresar por la mis
ma sin verse obligado a transitar por calles sucias. El ancho frecuente es de al
menos de 5 a 6 m. Las calles por las que transitan los animales (o calles sucia
s) hacia los corrales de alimentación o viceversa son calles que se ubican sobre
el lado opuesto a los comederos. Son más sucias, están expuestas al tránsito de
los animales y sus excrementos. Están en áreas mas bajas y en ellas también coi
ncide la estructura de recolección de los efluentes líquidos de los corrales. En
ellas (a sus lados) deberían planearse los canales colectores del
drenaje de los corrales en tránsito hacia una laguna de decantación. Deberían ta
mbién ser abovedadas para que permanezcan secas y sequen rápido luego de una llu
via. En estas calles es muy importante el diseño de la pendiente general para ev
itar que se encharquen y aneguen. En planteos de encierre que no han tenido en c
uenta el flujo y manejo de escurrimientos y efluentes, frecuentemente se observa
n charcos o lagunas que inutilizan las calles e incluso avanzan sobre los corral
es. Debido a los movimientos frecuentes de los animales en un feedlot y a la alt
a concentración por unidad de superficie, si los traslados no se logran con tran
quilidad y de forma fluida, el nerviosismo se generaliza y se expone todo el fee
dlot a trastornos del comportamiento, alteraciones de la rutina y finalmente a d
epresión o irregularidad en el consumo. El estrés generalizado puede terminar en
depresión inmunológica y en avance de enfermedades diversas. Es conveniente que
12. Calles de los animales
Gestión ambiental en el feedlot
53
estas calles sean lo suficientemente anchas para traslados cómodos pero también
posibles de ser bloqueadas con las mismas tranqueras de acceso a los corrales. U
n ancho de al menos 3,5 a 4 m sería el indicado. Ello facilita los movimientos d
e hacienda sin exponer a escapes de animales y corridas no deseables. Tampoco es
deseable tener que usar demasiadas personas para cerrar calles o cortar el ingr
eso de los animales a determinados lugares. Es preferible que esos bloqueos ocur
ran con tranqueras a las que los animales ya están habituados. Si fuera posible
por la infraestructura y el tamaño de los grupos, sería conveniente que esos mov
imientos de animales los realice una sola persona y evitando en todo momento la
presencia de perros (NSW Agriculture, 1998).
se deberían tener en cuenta los aspectos de diseño comentados para los corrales
de alimentación, excepto que el espacio disponible por animal podría ser de la m
itad porque los animales estarán transitoriamente en estos corrales. Deben tener
comedero y agua y ser de fácil ingreso y egreso, como una calle de acceso del c
arro de alimentación al comedero. En estos corrales se ingresa con los animales
que recién llegan al feedlot. Es el lugar donde descansan, se los alimenta o die
tas fibrosas (alto contenido de henos o silajes) y desde donde se los lleva al c
orral del manejo para vacunaciones, implante, curaciones, marcado, señalada, cas
traciones, control de parásitos u otros tratamientos. Generalmente un lote sin p
roblemas sanitarios no debería permanecer más de una semana en este corral para
ser trasladado a los corrales definitivos. En algunos casos de orígenes dudosos
respecto de enfermedades se puede utilizar estos corrales para imponer una “cuar
entena” a los animales mientras se los acostumbra allí a la dieta de alto conten
ido de grano.
Los corrales de recepción son corrales que se deben ubicar en la cercanía de los
corrales de manejo y tratamiento de los animales, generalmente también conectad
os al muelle de descarga. En su diseño
3.3.1.2. Corrales de recepción
Calle de distribución del alimento
Calle de drenajes y movimiento de animales
Esquema de las calles entre corrales (NSW Agriculture, 1998).
54
Gestión ambiental en el feedlot
Es conveniente tener al menos un corral de este tipo. Los corrales de recepción
sirven también para tener transitoriamente animales que han sufrido algún trasto
rno metabólico (acidosis), heridas u otro tipo de afección pasajera, pero no aqu
ellos con enfermedades infecciosas que puedan contaminar el corral y luego conta
giar tropas que ingresan al predio. Para animales enfermos se construyen los cor
rales de enfermería u hospital. Son corrales que deben tener rápido acceso desde
los corrales de manejo pero deberían estar aislados del movimiento de los anima
les sanos. Se deben ubicar preferentemente alejados de los corrales de alimentac
ión y de los de recepción. Se deben planear con espacios similares a los de rece
pción y con un diseño similar en comederos y provisión de agua. Estos corrales s
e destinan a animales enfermos con manifestaciones clínicas de enfermedades infe
cciosas y que se encuentran en tratamiento. Se planifican al menos un par de ell
os con una capacidad para 30 a 50 animales. En estos corrales los animales perma
necen entre 15 y 25 días dependiendo del tipo de tratamiento. Luego del tratamie
nto de una afección infecciosa, los corrales deberían ser limpiados y desinfecta
dos con cal u otro desinfectante total o de amplio espectro (NSW Agriculture, 19
98). Se debería disponer de 3 a 5 m2 por animal y una pendiente de 2 al 5%. Debe
n ser de piso firme y seco cuyos lavados o efluentes no accedan al área de los c
orrales de alimentación aunque finalmente terminen en la misma laguna de almacen
amiento de efluentes. Frecuentemente se les incorpora un refugio de las caracter
ísticas antes descripas y si las condiciones de piso en el refugio pudieran pone
r en riesgo la higiene en el refugio, es conveniente construir un piso de cement
o rugoso con buena pendiente hacia fuera. Es importante además ubicar estos corr
ales de tal forma que sea factible y simple el acceso con vehículos para tratar
a algún animal en el lugar o su traslado.
3.3.2. Estructuras de captura y manejo de efluentes y estiércol
3.3.1.3. Corrales de enfermería
El manejo de efluentes líquidos y estiércol requiere del diseño de estructuras d
e captura o concentración, recolección, procesamiento y reuso o dispersión de la
s excretas (Figura 3.1). La información sobre la escala del feedlot (cantidad de
animales a contener) y sobre las características topográficas, edáficas, hidrol
ógicas y climáticas del sitio constituye la base del diseño. El objetivo debe se
r la contención y manejo de los efluentes líquidos y sólidos para reducir al mín
imo los escapes al medio y el proceso debería iniciarse con la estimación de los
volúmenes a generar y consecuentemente a contener, tanto en líquidos como en só
lidos. En los feedlots a cielo abierto, los efluentes líquidos son generados a p
artir de las deyecciones y el aporte de agua de las precipitaciones. El área del
feedlot, las precipitaciones y las condiciones del suelo o piso de los corrales
(textura, compactación y pendientes) definen el volumen de líquidos (Figura 3.1
). El sistema de captura de efluentes tendrá sentido si se corresponde con un bu
en diseño topográfico y tratamiento del piso de los corrales para reducir al mín
imo la infiltración y facilitar el escurrimiento controlado (NSW Agriculture, 19
98). De manera similar, los volúmenes de sólidos generados (estiércol) deben ser
estimados, y luego planificado su manejo de acuerdo con pautas que permitan max
imizar la retención de nutrientes y otros elementos con potencial contaminante e
n la masa de estiércol, minimizando su movilización no controlada, y preparando
su traslado fuera de los corrales y su uso posterior. Las guías de procedimiento
para el manejo de efluentes líquidos (pg.56) y sólidos (pg.70), respectivamente
, que se presentan en este manual permiten arribar rápidamente a la determinació
n de las condiciones necesarias de sitio y de estructura para diseñar un sistema
de manejo de efluentes.
Gestión ambiental en el feedlot
55
Corrales de manejo Protección permanente de vientos Traslado de estiércol a trin
cheras de almacenaje
Protección estacional de vientos
Corrales de alimentación
Remoción del estiércol
Escorrentía superficial
Recolección de efluentes del área afectada al feedlot
Loma de estiércol
Recolección de efluentes de los corrales
Aplicación de estiércol en lotes agrícola
Sedimentos acumulados
Pileta de sedimentación
Lagunas de aerobicas de Laguna anaerobica sedimentación y evaporación de almacen
amiento
Lote de aplicación de estiércol como fertiliza nte orgánico -predio no próximo a
l feedlot -
Lote de riego con aspersión de efluentes – predio próximo al feedlot -
Retorno de aguas del drenaje de lotes bajo riego con efluentes
Figura 3.1. Esquema de una estructura de manejo de efluentes líquidos (circuito
azul) y de estiércol (circuito marrón) en el diseño de un feedlot
56
Gestión ambiental en el feedlot
3.3.2.1. Manejo de efluentes líquidos
Calcular la producción anual de líquidos en un año húmedo (del 10% más húmedo de
los últimos 20 años)
Decidir sobre el diseño del sistema de contención de efluentes
El sitio posee alta capacidad de evapración? o
La región es de alta evaporación neta (bajas precipitaciones y alta luminosidad
solar), la precipitación es menor a 600 mm anuales, la evaporación potencial es
superior a 1500 mm anuales. Considerar:
La región es de baja evaporación neta (altas precipitaciones y baja luminosidad
solar) la precipitación supera los 600 mm anuales, la evaporación potencial es i
nferior a 1000 mm anuales Considerar: Pasos a seguir para el diseño del sistema
de manejo de efluentes líquidos. Ver pg. 60 y subsiguientes
Lagunas o piletas aeróbicas en serie
Lagunas aeróbicas y anaeróbicas
Destino: Fertilización con efluentes líquidos Desarrollo de un programa (ver pg.
82)
Gestión ambiental en el feedlot
57
(Cont.) Esquema base del sistema (recolección, procesamiento y almacenamiento de
efluentes líquidos)
Area de captura de efluentes líquidos (area de feedlot) (ver detalles pag. 62) L
aguna aeróbica
Sistema de sedimentación (por metodología de diseño ver pag. 61 a 65)
Laguna aeróbica
Laguna aeróbica
Laguna aeróbica
Laguna aeróbica
Almacenamiento a. Sistema de baja evaporación
Laguna aeróbica
Almacenamiento a. Sistema de alta evaporación
Ver pautas para el cálculo de volúmenes y diseño del sistema de almacenamiento e
n pag. 65 a 70.
58
Gestión ambiental en el feedlot
Manejo de los efluentes líquidos
Las instalaciones para el manejo de efluentes se componen de un sistema de recol
ección de los líquidos en escurrimiento superficial a través de una estructura d
e drenajes primarios y secundarios colectores y su captura en sistemas de tratam
iento (decantación de sólidos, reducción de materia orgánica y evaporación de ag
ua) y almacenamiento para su posterior uso (riego).
1. Área de captura y drenajes
Se entiende por área de escurrimiento de efluentes a la superficie de todo el fe
edlot que recibe o captura líquidos, lo que finalmente deberán ser conducidos y
tratados evitando su infiltración o movimiento descontrolado. El área deberá inc
luir: área de corrales de alimentación, recepción y enfermería, área de corrales
y manga de manejo o tratamientos, caminos de distribución de alimento y de movi
miento de animales, áreas de almacenamiento y procesamiento de alimentos, áreas
de acumulación de heces de la limpieza de los corrales, áreas de silajes, área d
e lavado de camiones. En algunos casos el área de corrales recibe los efluentes
de los sectores destinados al almacenamiento y procesado de alimentos, en otros
estos sectores no comparten la misma pendiente por los que sus escurrimientos de
ben ser conducidos por vía independiente hacia las lagunas de decantación y alma
cenamiento. Adicionalmente, debe tenerse muy en cuenta cualquier posible ingreso
de escurrimientos externos al área del feedlot, pendientes arriba, que pudieran
1.1. Área de captura
incrementar la cantidad de agua a drenar. Ante la posibilidad de ganancia de efl
uentes es necesario desviar esa carga antes de que ingrese al área de feedlot. D
e lo contrario se pierde control de los volúmenes que se recogerán y se incremen
tan los costos de la estructura de efluentes (se requerirán lagunas más grandes)
como los riesgos de erosión del piso y el deterioro de las instalaciones. Estos
sistemas de desvío de escurrimientos deben ser diseñados con salida permanente
en drenaje hacia canales colectores y descarga en áreas más bajas con mucha vege
tación, lagunas con salidas que retoman el cauce natural de las aguas luego de p
asado el sector del feedlot, o lagunas de decantación y almacenamiento que pudie
ren ofrecer agua para riego u otros usos. El sistema de drenajes debería se conc
ebido para: i) evitar el ingreso de escurrimientos superficiales al área del fee
dlot, ii) crear un área de escurrimiento controlado, iii) colectar el escurrimie
nto del área del feedlot y transferirlo, vía sistemas de sedimentación, a laguna
s de decantación y sistemas evaporación, y iv) proveer sistemas de sedimentación
para remover sólidos arrastrados en el líquido efluente, con el objeto de manej
ar los efluentes y proteger los recursos hídricos locales de la contaminación, e
vitar la formación de barros y sectores sucios propicios para el desarrollo de p
utrefacciones, olores y agentes patógenos. El control de la escorrentía, la eros
ión y los sedimentos dentro de los corrales están determinados por la pendiente,
la longitud de los corrales, las características de la superficie, y la compact
ación de la interface suelo: estiércol. Para asegurar buenos drenajes, minimizar
los movimientos de tierra y controlar la erosión y el movimiento de sedimentos
es conveniente que la pendiente se encuentre entre el 2 y 4% (NSW Agriculture, 1
998). Pendientes superiores al 4% incrementan
1.2. Drenajes
1.2.1. Dentro de los corrales
Gestión ambiental en el feedlot
59
los riesgos de erosión. El largo de los corrales no debería exceder los 70 m y s
er más cortos en la medida en que se incrementa la pendiente. Los bebederos debe
rían estar cerca de las vías de drenaje del corral para evitar que el agua rebal
se o salpicaduras de los bebederos por los animales recorra o se distribuya en l
a superficie del corral incrementando los riesgos de deterioro del piso. En ese
mismo sentido, los bebederos deben ser construidos de material u otro recurso só
lido, resistente a las roturas y pérdidas frecuentes. Adicionalmente, la tierra
y material fecal acumulado debajo de los cercos o lados de los corrales es motiv
o de embanque del agua impidiendo el tránsito libre hacia los canales de drenaje
. Es conveniente limpiar con frecuencia (mensual, bimensual o de acuerdo con la
necesidad) debajo de las costas para evitar ese efecto. El drenaje de efluentes
entre corrales debería ser parte de un diseño que contempla la recolección de to
dos los efluentes y su direccionamiento hacia una laguna de decantación. En los
feedlots grandes, con varias filas de corrales, los canales primarios de drenaje
confluyen en canales secundarios de mayor capacidad y diseñados para soportar u
n tránsito de mayor caudal. Éstos finalmente confluyen en uno central que desemb
oca en el sistema de sedimentación, previo al ingreso al sistema de almacenamien
to. Los canales primarios en los que drenan los corrales pueden ser de tierra co
mpactada o de cemento. Los segundos son más seguros y eficientes, toleran veloci
dades mayores de tránsito del agua y auto-limpiantes (se sugiere 3m/s; NSW Agric
ulture, 1998), pero más costosos. Los de tierra son más simples pero el agua tra
nsita más lentamente y exigen mayor mantenimiento y limpieza. Estos canales no d
eberían acumular vegetación. Esa vegetación desacelera el tránsito de material,
acumula materia orgánica, provoca estancamiento del agua. La limpieza
de estos canales vegetados es muy agresiva sobre las paredes y las remueve expon
iéndolas a la erosión. El cálculo del tamaño y pendientes de estos canales (prim
arios, secundarios o colector central) depende de los volúmenes a transportar y
el contenido de sólidos. En el diseño se sugiere que se tenga en cuenta la canti
dad de agua a conducir recogida de una lluvia definida de alta intensidad y cant
idad de una frecuencia de 20 años. Los canales de drenaje construidos en cemento
podrían diseñarse para velocidades de 3m/s y los de tierra para velocidades no
superiores a los 0,6 m/s, dependiendo del tipo de suelo presente. Se sugiere que
los canales secundarios y colector central tengan paredes con pendiente de 1:3,
una distancia libre al pelo de agua de 0,3 m y un mínimo de profundidad efectiv
a de 0,6 m (NSW Agriculture, 1998).
1.2.2. Entre corrales
2. Sistema de sedimentación
Estos sistemas están diseñados para detener el escurrimiento y permitir la decan
tación de materiales sólidos antes de ingresar el líquido a las lagunas de evapo
ración y almacenamiento. Su función es reducir la acumulación de sedimentos y ev
itar el colmatado de las lagunas posteriores. Disponer de dos o varias estructur
as de sedimentación sería conveniente para poder limpiar unas mientras se utiliz
an la otras, aunque ello dependerá de la frecuencia de lluvias en la región y lo
s costos (Sweeten, 2000; NSW Agricultura, 1998; Swanson et al., 1973; Lott, 1995
). Los tipos de sistemas de sedimentación se clasifican en lagunas de sedimentac
ión o decantación, depresiones y terrazas, variando en profundidad y tiempo de r
etención de los líquidos. Las lagunas son de más de 1,5 m de profundidad y no ne
cesariamente descargan luego de una lluvia. Las otras formas (depresiones y terr
azas) son menos profundas (0,50 a 1 m) y por su menor capacidad rebalsan y desca
rgan en el sistema de evaporación o en
60
Gestión ambiental en el feedlot
D
D
D
D
D
D
D
D
Canal de drenaje de efluentes Calle de tránsito de animales
Diagrama del diseño del flujo de efluentes en escurrimiento superficial (NSW Agr
iculture, 1998). la laguna o pileta de almacenamiento con mucha frecuencia (Swee
ten, 1985b; Lott, 1995). El sistema debe desacelerar el agua para lograr una sed
imentación de al menos el 50% de los sólidos. Debe ser fácil de limpiar con maqu
inaria por lo que el piso debe estar muy bien compactado y estabilizado para pod
er trabajar aún con humedad. Se sugiere incluso la incorpoGestión ambiental en e
l feedlot ración de una lámina de 30 cm de arcilla mezclada con suelo y compacta
da para impedir la infiltración y la posible contaminación de la freática. Se su
giere que se logre un suelo con una conductividad hi-7 dráulc i ia nferi a 10 cm
/s, consideránor dose a partir de este valor una “desconexión hidráulica” en el
perfil (TNRCC, 1995). Además de la descarga normal entre
61
la laguna de sedimentación y la evaporación o de almacenamiento, debería planear
se un vertedero de desborde para que en caso de que la laguna se llene muy rápid
amente se pueda dirigir del excedente hacia las otras lagunas. Se sugiere tambié
n la construcción de disipadores para reducir la velocidad de ingreso de los efl
uentes a la laguna de sedimentación. La velocidad flujo del agua en la laguna de
sedimentación no debería superar los 0,005 m/s, la altura de lado libre por enc
ima del pelo de agua sería de 0,9 m. Los sistemas de sedimentación deberían ser
diseñados para contener el máximo flujo de 24 horas una tormenta de la mayor int
ensidad en 20 a 25 años (Sweeten, 2000; TNRCC, 1995). De toda el agua que ingres
a por lluvia al área del feedlot, la cantidad que escurre es menor al 100% de la
misma, una fracción se evapora y otra es retenida y se absorbe en el suelo. En
sectores
Relevamientos en feedlots de EEUU (Gilberson et al., 1980, 1981; Clark et al., 1
975 ) y de Australia (Lott, 1995) ha determinado alta variabilidad en la cantida
d de escurrimiento en relación a las precipitaciones ocurridas (entre el 20 y el
50%), proporción que varía con el tipo de suelo, las pendientes y la humedad am
biental. Lott et al. (1994 ,b) determinaron que se requieren de hasta de 20 mm d
e lluvia para provocar movimientos de escorrentía en varios feedlots de Australi
a. Si se utiliza un coeficiente de escorrentía de 0,8 para corrales, calles y ot
ros sectores duros y 0,4 para áreas con vegetación graminosa, el cálculo del vol
umen de laguna a construir sería (metodología sugerida Lott y Skerman, 1995; cit
ado por NSW Agriculture, 1997). Se plantea a continuación, a manera de ejemplo,
el cálculo de una laguna de sedimentación para un feedlot con capa
V = Qp (l/w)λ/v (Lott y Skerman, 1995) Donde:
  
V = Vo umen de ef uentes a contener en e sistema de sedimentación (m3)  Qp = Tas
a de ingreso
 (m3/s)
 para una tormenta de a
 intensidad máxima esperab e cada 20 
años.
 /w = re ación entre a ongitud y
  e ancho en a dirección de f ujo en
a aguna a construir v = ve ocidad de f ujo (m/s); máximo
 = 0,005
 m/s λ = facto
r esca ar. Lambda (λ) es un factor que tiene en cuenta a acumu ación de sedimen
tos y a frecuencia de remoción:
Sistema
 de sedimentación
  Depresión
 Terraza
 Laguna de decantación compactados com
o os corra es y as ca es a infi tración  es baja y es mayor en
 áreas vegetada

s o de poco tránsito. Frecuentemente os va ores uti izados en os cá cu os son
de 0,60 a 0,85 para os primeros y 0,35 a 0,5 para os segundos. /w 2a3 8 a 10
2a3
λ
2,5 1 6
 
cidad para 5000 anima es (según metodo ogía sugerida por Lott y Skerman,
 1995; c
itado por The NSW Inter.-Departamenta Committe of intesive anima industries, 1
997).
62
  
Gestión ambienta en e feed ot
  
Capacidad:
 = 5000 anima es Área de captura en e feed ot (Area) = 12 ha Área de
corra es = 7,5 ha Caminos, drenajes y otros = 4,5 ha Áreas con  vegetación gramin
osa = 0 ha Coeficiente de escorrentia (CE) = 0,8 Longitud   área = 0,46 km Anc
de
ho de área = 0,26  km Pendiente = 9 m/km Intensidad de a uvia = 54 mm/hora Pr
ecipitación tota (Ppt) = 42 mm = 0,042 m Tiempo de concentración de agua (Tca)
= 42 mm/(54 mm/hora)*60 min/hora = 47 minutos = 2820 segundos. Qp = Area (m2) P
pt (m) CE./Tca
 = Qp = 120000 m2 0,042
 m 0,8/2820 s = 1,43 m3/s Re ación  entre e
argo y e ancho de a aguna ( /w) = 3 Se uti iza para este ejemp o como  facto
r esca ar a correspondiente para una aguna  de sedimentación,
 según e cuadro
 p
recedente:
  λ = 6 Máximo permisib e de ve ocidad de f ujo (v) = 0,005 m/s Cá cu o
de vo umen mínimo a contener: V=Qp (λ/w)λ/v  = 1,43*3*6/0,005
  = 5148 m3 Dada a
acumu ación de só
 idos estas agunas o pi etas
 tienden  a co matado rápido por
o que deben ser impiadas con frecuencia. E materia que precipita rápidamente 
es e más pesado conteniendo
 tierra y nutrientes de mayor densidad. La acumu ac
ión por tiempos pro ongados  genera
 fermentaciones, o ores  desagradab es y es un
medio propicio para e desarro o de enfermedades  y
  p agas. Sería conveniente
 qu

e no transcurran
 mas de 3 semanas de acumu ados os íquidos en estas agunas u
ego de una uvia y menos  de 1 semana
 si se dispone de sistemas
 de evaporación
  a
ntes de ingresar
 a a aguna
 de a macenamiento (NSW Agricu ture,
  1998).  E f ujo
de os íquidos hacia as otras agunas debería   ser contro ab e no
 so o por des
borde sino por medio de una compuerta   regu ab e para evitar acumu ar e sobrenad
ante por tiemGestión ambienta en e feed ot
 
Datos de feed ot:
   
pos demasiado pro ongados en esta aguna impidiendo su secado y impieza. En os
sistemas modernos  de manejo de ef uentes se propone a incorporación de una bat
ería de varias agunas de sedimentación más pequeñas  y poco profundas (70 a 50 c
m),
 que operan
 de  decantadores y evaporadores  a mismo tiempo, permiten un desac
e erado de os ef uentes  y ofrecen una amp ia superficie de evaporación
 (Sweeten

, 2000). La disponibi idad de varias (4 a 6) permite  por un ado desviar a gunas
para proceder
 a su impieza. Por otro ado, se ogra un  período mayor de perman
encia de os ef uentes y una mayor  precipitación de so utos en agunas de tránsi 
to antes de terminar
 en as de
 a macenamiento.
  Este sistema de batería de aguna
s permite
 que a carga de só idos  de os ef uentes que ingresan a as agunas de
a macenamiento sea considerab emente menor y su eficiencia sea mayor. Determina  
ciones experimenta
  es han  demostrado
 que estos
 sistemas
 pueden retener e 70 a
80%
 de os só  idos tota es co ectados con os ef uentes  de escorrentía superfici  
a de feed ot (Swanson et a ., 1977). Loudon et a . (1985) indicaron que a ve
ocidad de tránsito de os íquidos debería ser inferior  a os 0,3 m/s para que o
curra a decantación  de só idos en suspensión.
 Una a ternativa a as agunas de
sedimentación es a construcción de cana es de tierra que por tamaño y pendiente 
funcionen de sedimentadores. En esta  opción os cana  es se construyen más amp i
os que  os comunes co ectores  de ef uentes  desde  os corra es y con pendiente co
ntro ada, inferior  a 1%. E ingreso de os ef uentes en estos cana es, sin ace 
eración en  cana es previos,
  permite iniciar un proceso de decantación rápido ue
go de una uvia. E íquido conducido  por estos cana es es vertido en una agun
a de evaporación
 o directamente
  en a de a macenamiento
 si a primera
 no se just
ifica por e tamaño de feed ot. En a boca de vertedero a  a aguna es conveni
ente construir una ma a de matriz de hierro, caños vertica es o maderas que

Datos c imáticos:
 
Cá cu os:
63
    
opere de fi tro grueso para reducir  a ve ocidad de os íquidos en ese  punto e
impida e ingreso de materia es argos y de bajo densidad que puedan  uego obstr
uir sistemas
 de
  riego u otros. Estos sistemas requieren de una
 impieza frecuent

e y e  contro de estancamiento.
  Se pretende un movimiento ento  de os ef uent
es y a decantación
 de os so utos pero no un estancamiento  y en agunado. Se deb
e evitar que
 os cana es se conviertan  en agunas de a amcenamiento.  Por otra pa
rte, en e diseño de este tipo de cana es se debe tener en cuenta  os vo úmenes 
a mover e os y  a capacidad de todo e sistema para evitar os desbordes y e a
negamiento
 de ca es o banquinas.  Otra
 condición necesaria
 es e impermeabi- iza
do de os mismos para evitar a infi tración y a ixiviación  de nutrientes con
potencia
 contaminante. En as  condiciones
 optimas,
  esta a ternativa ha  permitid
o a canzar sedimentaciones de 75 a 80% de os so utos (Swanson et a ., 1977; L
oudon et a ., 1985).

3. Sistema
 de a macenamiento
    
En a tota idad de  a superficie de feed ot as pérdidas por infi  tración deber
ían ser mínimas
 y as producidas por
 evaporación
 dependerán
  de tiempo de perman
encia de agua en a superficie de  feed ot  y en as agunas precedentes. Los di
seños de mayor seguridad contemp an una re ación entre agua de escorrentía/  prec
ipitada de 0,7 a 0,8 (NSW Agricu ture,  1998). Otros menos exigentes uti izan va
ores re aciones
 de 0,3 a 0,5 (Phi ips, 1981). Sin embargo,   estos ú timos se com
binan con
 e uso frecuente y sistemático en riego. Desde a aguna  de sedimentac
 
ión e íquido  f uye hacia os sistemas
 de evaporación y fina mente
 hacia
 as a
gunas de a macenamiento.  Estas agunas
 se diseñan para
 contener
 os íquidos y s
us funciones son: a) a captura de a escorrentía de feed ot para minimizar a
po ución de sue o y os recursos hídricos,
  
(Foto de G. Johnson en NSW Agricu tura Feed ot Manua , 1998)
64
  
Gestión ambienta en e feed ot
  
b) e a macenamiento de agua de escurrimiento para  su posterior  uso en  riego, c
) e tratamiento
 de agua recogida antes de su ap
 icación, d)
 a reco ección de
agua
 ef uente para continuar evaporación.  Las agunas de a macenamiento deben s
er o suficientemente grandes como para a macenar ef uentes por períodos extenso  
s, de un año o mayores (Sweeten, 1988b). Deberían  ser capaces de contener e ba
ance agua  entre ingresos
 por escorrentía y sa  idas por riego y evaporación en un
año de percenti
 90% más húmedo. Los reba ses
 deberían ser infrecuentes.
 E ta
maño en vo umen variará  entre 10 y 20 veces
 e tamaño de de as de sedimentació
 
n, variación particu
 armente debida a a precipitación  anua esperab  e, as pérd
idas por infi tración y por evaporación,   y os usos de agua acumu  ada (Sweeten, 
2000). Toda a superficie
  de as agunas deberá estar bien se
 ada con arci as
u otros materia es, inc uso p ástico o cemento para evitar a infi tración  y co
ntaminación
  de freáticas (Wa ker,
 1995). Un mínimo de 1 m de profundidad ibre h
asta e pe o de agua  es deseab  e. Sería conveniente también  construir un vertede

ro para dirigir e sentido de desborde  de una tormenta de a magnitud de as qu
e se repiten cada 50 años, de ta forma  que a descarga no provoque  ve ocidades
erosivas (NSW Agricu  ture, 1998). E diseño debe tener en cuenta
 a pérdida de c
apacidad
 por acumu ación
 progresiva de sedimentos.  Entre e 20
  50% de os s
y e
ó idos que ingresan a sistema de sedimentación  f uyen
 hacia a aguna de a mace
namiento. Esta pérdida depende de a tasa de acumu ación y de a de remoción. Au
nque frecuentemente
  poco
 visib e, e movimiento de sedimentos y sue o desde e á
rea de feed ot con a escorrentía es importante y debe ser minimizado.  Determin
aciones en Nebraska (EEUU) sobre  feed
 ots
 con infi tración contro ada, indican m
ovimientos Gestión ambienta en e feed ot
    
de 10 a 40 mm de sue o por a superficie  tota de feed ot cada año (Sweeten et
a ., 2000).
 En EEUU
 se recomiendan  uti  izar  va  ores de 32 a 38 mm de profundidad
por e área  de feed ot para ca cu ar e vo umen
 de sedimento que deberá  captur
arse en e sistema
 de
  manejo de ef uentes y e vo umen que  ocupará e sedimento,

en particu
 ar en a aguna o sistema  de sedimentación  (G ibertson et a , 1979ª)
.Las agunas
 de tratamientos
 de ef uentes y de a macenamiento  tienden a autose 
ado
 de piso en e tiempo si a compactación inicia ha sido suficiente y e s
ue o no es excesivamente arenoso (Sweeden, 1988b). Estudios conducidos  en Ca ifo
rnia (Robinson,
 1973)  determinaron
 una reducción de 100 veces en a conductivida
d hidráu ica de sue o de agunas de sedimentación uego de 6meses deuso, proc
eso
 que se ace era con e mayor contenido o agregado de arci as  (Phi ips y Cu
ey, 1985).
 Estudios
 conducidos por varios autores (Lehman
 y C ark, 1975; Lehman
et a ., 1970; C ark, 1975) han detectado escaso o nu o enriquecimiento nitratos 
por debajo de 1 m de profundidad en fondos de agunas desedimentación  y a mace
namiento que  habían sido tratados
 y compactados con arci a expandib e. En un es
tudio simi  ar, Smith et a . (1994) encontró
 ausencia
 de enriquecimiento  con nitr
atos a os 3 m de profundidad  en 3 feed ots de a región de Amari o, Texas,  en
EEUU. Por su parte, Mi er (1971) detecto   enriquecimiento
 con nitratos en e áre
a de inf uencia de 22 feed ots en  as p anicies  a tas de Texas cuando a profund
idad de a freática se ubicó  en e rango de os 30 a 90 cm. Sweeten et a . (1990
, 1995) encontraron nive es de nitratos de 0,25  a 9,1 mg/L en  pozos de agua en
e área de 26 feed ots en a región  de Amari o, Texas. Las agunas deben ser ta
mbién
 de fáci
 acceso para  su impieza ya que habrá que remover
 periódicamente
 e
materia sedimentado. E sedimento  es en parte estiérco y sue o, variando en
proporciones entre 50 a 70 % en so idos biodegra-
65
   
dab es y 30 a 50% sue o (Sweeten  et a ., 1981). En
 base seca, e contenido de nu
trientes (N, P y K) es simi ar a estiérco en e feed  ot (sobre base seca) (Swe 
eten, 1990  a,b, Sweeten y Amosson, 1995). Extraídos
 os íquidos por bombeo, e
materia remanente  se encontrará
 depositado
 en áminas o costras con contenidos  
humedad variab es entre e 25 y e 80%,
 dependiendo de tiempo  de secado y e c
ima. En c imas muy secos y ca idos a evaporación es muy a ta y se han registrad
o os va ores más bajos de humedad.  Debe tenerse en cuenta que superando  conteni 
dos de humedad de 70 % en cua quier residuo  orgánico resu ta imposib e contro a
r as fermentaciones y a generación de o ores (Sweeten ,2000). La extracción de
sedimento puede hacerse inmediatamente  de retirado e sobrenadante o esperar u
n desecado
 mayor y mover  menos agua. E o depende de as condiciones c imáticas
y de equipamiento para a remoción de sedimentos. En a gunos  casos
 e tipo de m
aquinaria exige de una barro acuoso  para poder remover e materia (equipos de s
ucción), en otros os equipos (pa as o barredores mecánicos) son mas eficientes
con
 materia seco (Sweeten y McDona d,  1979; Lindemann et a ., 1985). En estos ú
timos se deberá deshidratar
 hasta a canzar contenidos de humedad  de 60% o meno
s. Para ace erar a desecación puede ser necesario  romper a estructura
 aminar

o encostrado de sedimento. La frecuencia de impieza de estas agunas de a mace
namiento
 se define en términos de  años (frecuentemente entre  1 y 3) y depende de
a cantidad de sedimento  acumu ado, a producción
 de o ores emanados de proceso

s fermentativos en e estiérco asociado a sedimento,  a detección de infi trac
iones o de necesidades
  de arreg os estructura es.  La eficiencia de captura  de se
dimentos
 en as agunas anteriores
 se vera
 ref ejada
 en a tasa de acumu ación d
e os mismos en esta aguna. E materia semisó ido co ectado pue-
   
de uti
 izarse para ferti ización  de potreros
 de a misma manera que con e estié 
rco recogido de os corra  es o de as pi as de a macenamiento,
 o bien puede a m
acenarse en dichas pi as. En a medida en que as agunas tengan  oportunidad de
secarse
 y e materia
 decantado
 pueda ser removido,
  se reduce a generación
 de o
ores desagradab es y e riesgo  de desarro o de p agas  y patógenos. E o demand
aría de un diseño  que contemp e más de una  aguna de a macenamiento para permiti 
r e secado
  y impieza de una mientras a otra está en funcionamiento.  Se c asif
ica a as agunas en: a) Lagunas   de retención
 o aeróbicas:  Se uti izan  para rete
ner en forma
 temporaria e íquido ef uente hasta
 su ap icación  a a tierra a tr
avés de riego. b) Lagunas anaeróbicas  o facu tativas.
 Se uti izan para
 conserva

r ef uentes por tiempos  pro ongados y permitir e tratamiento parcia de agua a
ntes de su uso. Las agunas de tipo  aeróbico tendrán profundidades de 1,5 m o me
nos (NSW  Agricu ture, 1998).
 Son agunas con mayor capacidad que as anaeróbicas
para a degradación  de a materia orgánica. Las de tipo anaeróbico son de profu
ndidad superior  a os 1,5 m, frecuentemente
 entre 2,5 y 4 m. Por menor superfici
e expuesta  a evaporación tota es menor, pero e área ocupada  es también menor.
En estas agunas continúan  procesos
  de degradación de a materia orgánica pero 
a un ritmo muy inferior a de as agunas sedimentación  y evaporación o de a mac
enamiento
 en aeróbico,  a degradación
 oxidativa en os primeros centímetros desd
e a superficie de a masa íquida y en profundidad predominan as fermentacione
s. Oxidaciones
 y fermentaciones
 de a materia orgánica son necesarias para reduc
ir e contenido tota de materia y destruir agentes   patógenos, pero pueden gener
ar otros y promover emisiones gaseosas por vo ati ización (N y S), degradantes d
e aire. La incorporación
  de sistemas de aireación permite degradación Gestión a
mbienta en e feed ot
66
    
aeróbica y reducir
 a emisión
 de o ores indeseab
 es pero a a ternativa más econ
ómica es genera mente e uso intermitente
 de  os íquidos y a remoción periódic
a de sedimento.
 Las tendencias actua es en os diseños
 modernos indican una pre
ferencia por a construcción de mayor número
 de agunas de escasa profundidad
 pa
ra maximizar a precipitación de so utos, a degradación  aeróbica
 de a materia
orgánica
 y  a evaporación
 de agua (Sweeten, 2000). E vaciado y impieza frecuen 
te de as agunas
 de a macenamiento reduce as emisiones fermentativas, de o ore
s desagradab es.
 
Profundidad a pe o de agua: hasta 1,5 m.
Lagunas anaeróbicas:
 
Ancho: 40 a 60 m Largo: 50 a 70 m Profundidad
 a pe o de agua: 1,5 a 4 m c. Dete
rminar e período de a macenaje:
 E diseño de as agunas depende de sistema ad
optado. Si se opta por a construcción de una batería de agunas  aeróbicas,
 a c
apacidad tota de contención deberá definirse
 de  acuerdo con os vo úmenes netos
a retener,
 descontada a evaporación anua  de os ingresos estimados anua mente
, menos
 e uso anua . La incorporación  de agunas en serie puede ser progresiva, 
en a medida en que se acumu  a ef uente. Por otro  ado,
 si se opta por agunas 
anaeróbicas como sitio de a macenamiento fina , as agunas aeróbicas se p anear
án para contener
 en máximo escurrimiento  durante 6 meses,
 para drenar
 e exceso
hacia as agunas
 anaeróbicas.
 Con e transcurso de tiempo, e
 íquido acumu ad
o pierde
 ca idad como
 ferti izante y se incrementa
 e desarro o de  agentes inde
seab es. E uso, uego de  6 meses
 de acumu
 ación sería recomendab e. En páginas 
67 a 68 se profundiza e aná isis de  os e ementos básicos para e diseño de  as
estructuras de manejo de ef uentes íquidos. Se sugieren as pautas para a con
strucción de as insta aciones de manejo.
   
3.1. Pasos para e diseño de sistema a macenamiento (NSW Agricu ture, 1998)
   
a. Estimar e vo umen a contener: Determinar  e área de captura de ef uentes Det
erminar e va or de a precipitación  anua
 tota correspondiente
 a promedio de
10% de os años más húmedos  de os ú timos 20 años. Se eccionar
 un coeficiente
de escorrentía
 Determinar a evaporación anua estimada para
 as condiciones
 c i
máticas de año antes descrito. b. Definir e número de agunas  de a macenamient

o a construir: Se recomienda
 p anificar  más de una  aguna de os tipos se eccion
ados de acuerdo con a producción de íquidos y a capacidad de evaporación  de
a región, comunicadas
  entre sí. Estos diseños
 permiten
 un mejor contro de os v
o úmenes y faci ita a impieza. Tamaño de as agunas:  Los tamaños son variab e
s. Los citados a continuación se sugieren por faci idad de construcción y manejo
:

3.2. Un ejemp o
Lagunas aeróbicas: Ancho: 50 a Largo: 60 a
60 80
m m
   
A efecto de integrar  a información presentada precedentemente
  se desarro
 a e
siguiente
 ejemp o. E factor de mayor incidencia  en e vo umen de ef uente gene
rado
 es  a precipitación
  anua
 . En segundo ugar inciden a superficie de a cua
se co ecta e ef  uente y a capacidad
 de evaporación
 neta (evaporación-precipi
tación)
 anua de medio. Sobre a base de un p anteo
  de capacidad
 para 1200 anim
a es y 2 ha de superficie de feed ot se estimó e  vo umen de ef uente generado y
se propuso
 un diseño de contención a través
 de agunas aeróbicas y anaeróbicas.
Se rea izó
 e ejercicio para tres nive es de evaporación neta de 300, 500 y 900
mm anua es, que se correspon-
  
Gestión ambienta en e feed ot
67
  
Cuadro 3.1.
 Efecto
 de a capacidad de evaporación
 neta de ambiente sobre a mag
nitud de ef uente retenido y e tamaño de os  sistemas de evaporación, tratamie 
nto y a macenamiento de ef uentes en  un feed ot con capacidad para 1200 anima es
y una superficie de captura de ef uentes de 2 hectáreas. Región sub-húmeda 800
1300 500 20000 0.7 11200

húmeda
 Precipitación,
 mm Evaporación anua , mm Evaporación neta,  mm Superficie d
e feed ot, m2 Coeficiente
 escorrentía Ef uente generado, m3 A macenamiento aeró
bico Número
 de agunas
 Ancho, m Largo,
 m Superficie, m2 Profundidad,
 m Captación
de ef uente, m3/ aguna Capacidad de sistema, m3 Capacidad
 anua , m3 Permanenci

a, meses Evaporación/ aguna, m3 Evaporación, m3 Ef uente que egresa, m3 A macena
miento anaeróbico Número
 de agunas
 Ancho, m Largo, m Superficie, m2 Profundidad 
, m Captación de ef uentes, m3/ aguna Captación de sistema, m3 Evaporación/ agu
na,
 m3 Evaporación, m3 Ef uente retenido, m3 m3/ aguna Evaporado/producido,
 % Ef
uente retenido/producido, % Ef uente retenido por anima , m3 1000 1300 300 2000
0 0.7 14000
seca 600 1500 900 20000 0.7 8400
2 50 70 3500 1 3500 7000 14000 6 525 2100 11900 2 40 50 2000 3 6000 12000 600 12
00 10700 5350 23.6 76.4 8.9
2 50 60 3000 1 3000 6000 12000 6 750 3000 8200 2 40 50 2000 2 4000 8000 1000 200
0 6200 3200 44.6 55.4 5.2
2 40 60 2400 1 2400 4800 9600 6 1080 4320 4080 1 40 40 1600 2 3200 3200 1440 288
0 2640 2640 68.6 31.4 2.2
68
  
Gestión ambienta en e feed ot

derían  a tres ambientes diferentes, respectivamente
  (Cuadro 3.1). Se describen 
os e ementos tenidos en cuenta para e caso de ambiente más húmedo citado en e
cuadro anterior:
 
1. Datos de esca a y c ima
   
- Superficie de feed ot (inc uye capacidad  para 1200 anima es en corra  es, corra
es de tratamientos y enfermería
  e insta
 aciones de  preparación de a imentos, ca
es de distribución  y cana es reco ectores de ef uentes) = 2 ha. - Precipitació 
n anua en año de percenti 90 más húmedo  = 1000 mm. - Evaporación anua estima 
da para
 e año
 citado
 = 1300 mm. - Vo umen anua de escurrimiento esperab e a a
sa ida de a pi eta de sedim entaci = 20000 m 2 x 1m precipitaón ción x 0,7 CE
= 14000 m3. - CE = Coeficiente
  de escorrentía o de eficiencia de captura de esc
urrimiento superficia
  . E rango
 frecuente
 varia entre 0,5 y 0,8; dependiente de
condiciones  de sue o para a infi tración
 rápida, pendientes  de terreno, temp
eratura
 de ambiente e intensidad de uvias. - Se propone a construcción de 2
agunas aeróbicas
 de 1 m de profundidad de ef uente con una capacidad de retenci
ón de ef uentes por e periodo de 6 meses: Capacidad de sistema aeróbico = 7000
m 3 Superficie
 de agunas aeróbicas = 7000m3/ 1m profundidad  = 7000 m2. Superfi 
cie por aguna  = 7000 m2/2 = 3500 m2 o ( 50 m x 70 m). - Vo umen egresado anua m
ente de as agunas aeróbicas = 14000 m3 – (1300 mm egreso por evaporación – 100
0 mm ingreso por precipitaciones)/ 1000 mm/m x 7000 m2 = 2100 m3.

berá contener = 5950 m3 (aproximadamente   = 6000 m3). - Las agunas serán de  3 m
de profundidad de ef uente por o que a superficie mínima de cada una de e as
seria = 6000 m3 /3 = 2000 m2 (40 m x 50 m). - Descontada a evaporación que tend
rá ugar durante e año, estas agunas podrían ser diseñadas para contener 5350 
m3 o de una superficie de 1785 m2 (40 x 45  m), pero  debe tenerse  en cuenta a pé
rdida
 de vo umen por precipitación
  de so utos y a imposibi idad de remover  todo

e  materia durante e bombeo  o impieza. E mismo
 comentario  es vá ido para a
s agunas  aeróbicas. Fina mente, a cantidad  de iquido reco ectado en e sistem
a de a macenamiento uego de un año como  e citado será de 10700 m3 (14000 m3 in
gresados menos 3300 m3 evaporados),   vo umen que deberá  ser
 consumido anua mente
en riego u otros usos. De acumu ar o, deberá  amp iarse a capacidad de a macenam
iento de sistema.  Puede observarse  en e Cuadro 5 e efecto directo
 de a preci
pitación sobre a generación  de ef uentes
 y e efecto opuesto
 de potencia de e
vaporación neta. En c imas húmedos e efecto evaporante de ambiente es poco re
evante
 y e sistema de ef uentes no puede  confiar en este proceso  para reducir v
o úmenes significativamente.
  Por otro ado, a producción
 de ef uente es mucho m
enor en un c ima seco y e sistema de evaporación es a tamente eficiente en redu
cir vo umen de íquido  emergente debido a una  mayor evaporación potencia . En re
giones húmedas as  agunas
 anaeróbicas
 de a macenamiento por tiempos pro  ongados
serían inevitab
 es, a igua que un programa de uso sistemático   uentes í
de ef
quidos. En c imas secos por e contrario, un sistema que contemp e agunas de se
dimentación y aeróbicas sería suficiente.
  
2. Cá cu o de sistema aeróbico
  
3. Cá cu o de sistema
 anaeróbico
- Vo umen de ef uentes ingresando = 14000 m3 – 2100 m3= 11900 m3. - Se propone
a construcción de 2 agunas por o que cada una de e as de-
  
Gestión ambienta en e feed ot
69
 
4. Sistema de evaporación adiciona (opciona )   
E proceso de evaporación de agua es necesario para reducir os vo úmenes  a a ma
cenar y manejar
 posteriormente.
  La evaporación  se inicia en os corra es  y conti 
núa hasta
 uego de ap icado e ef uente en e riego por aspersión. En os cana e
s y agunas
 de sedimentación
 constituyen una buena superficie de evaporación. En
as  agunas de a macenamiento) ocurre una evaporación importante. Sin embargo,
en c imas húmedos y feed  ots grandes puede ser necesario incorporar  un sistema d
e evaporación  adiciona
 . Este
 tendrá como principio una amp ia superficie de exp
osición de os íquidos a a energía  so ar (Sweeten,
 2000). E proceso
 de decant

ación de so utos continúa  en esta aguna por o que se deberá p anificar a a te
rnativa de secado
 y impieza periódica. Esos sistemas de  evaporación  se incorpor
an en a sa ida de  sistema de sedimentación, previo  a ingreso a as agunas de
a macenamiento. C ásicamente,  se trata de una aguna muy poco profunda (0,50m
 o
menos de profundidad de ef uente)  que permita exponer a a evaporación a canti
dad de ef uentes generados en e
   
feed
 ot durante  6 meses a 1 año. Su eficiencia depende de c ima, de a disponib 
i idad de sue o apropiado para a construcción de un sistema  impermeab e y de a
información hidro ógica para asegurarse que es posib e evaporar  eficientemente.
Un vertedero con  compuerta,
 o tubos de descarga regu ab e deberán comunicar
  est
e sistema con e de a macenamiento  de íquidos. Se recomienda una a tura ibre d
e 0,5m
 y también
  como en os otros casos se debería incorporar un vertedero  de r
eba se hacia a aguna de a macenamiento para que en caso de sobrecarga e  desbo
rde ocurra en un sentido previsto y a ve ocidades no erosivas (NSW Agricu ture,
2000).
 
Manejo de estiérco    
Dependiendo de a digestibi idad  de a dieta, un feed ot de 5000 cabezas  puede p
roducir entre 6000 y 9000 tone  adas de estiérco anua mente. Un novi o de 450kg
produce un promedio de 38 itros  o 27 kg de excrementos
  húmedos
 (orina y heces)
por
 día, con una variación de 25% dependiendo de c ima, e consumo de agua y
e tipo de dieta. La reducción
  
Estimación de a producción anua de estiérco (PAE,  kg MS) = PAE = PV·(PDH·MSH 
+ PDO·MSO)·MSE-1·ERE·EUF·AN·D
  Se requiere para
 e o información sobre: E peso v
ivo (PV) medio de os anima es en engorde, a estimación de  a producción promed
io diaria de estiérco por anima en
 heces (PDH; kg/día) a producción
 diaria de
orina por anima (PDO, kg/día),  e contenido de
 materia seca de as heces (MSH,

%) e contenido
  de MS de a orina
 (MSO, %), e contenido
 de materia seca
 en e
estiérco
 a momento de a reco  ección (MSE,  %), a eficiencia de reco  ección de
 estiérco (ERE,
 %),  a uti ización  anua de
 esa capacidad potencia
 (EUF, %),
a capacidad de feed ot (AN, anima es), y a duración media de os engordes (D,
días).
70
  
Gestión ambienta en e feed ot
   
Guía de procedimiento para e diseño de manejo de estiérco
 
3.3.2.2. Manejo de estiérco
 
Conoce a cantidad de estiérco que generará?
NO
     
Proceda a cá cu o de a producción de estiérco de acuerdo a a ecuación descri
pta en pg. 73
SI

Ha previsto a frecuencia de extracción?
NO

Para definir a frecuencia de extracción ver sugerencias en pg. 73 a 76
SI
 
Verifique si a frecuencia previ sta coincide con as recomendaciones de pg. 73
a 76
 
Ha definido a forma de a macenamiento?
NO
  
Para reso ver a forma de a macenamiento ver sugerencias en pg. 73 y subsiguient
es
SI
   
Verifique si e sitio y  a forma de a macenamiento
 previstos coinciden con as r
ecomendaciones (ver api ado fuera de os corra es, pg. 76)
SI
  
Ha definido e destino de estiérco ?
NO
 
Verifique si e destino previsto se encuadra en os usos recomendados (pg. 76, 7
8 y cap. 4)
Ver usos o destinos recomendados (pg.77, 78 y cap. 4)
  
Gestión ambienta en e feed ot
71
   
de a producción tota de heces es e primer factor  reductor de po ución. Las di
etas de baja fibra se caracterizan por digestibi idades mayores y menores emisio
nes.

1. Estimación de a producción
  
La estimación
 de a producción de heces  está sujeta a as variaciones  debidas
 a
ba ance de nutrientes
 en función
 de os requerimientos  de anima , de a digest
ibi idad y de consumo de a imento  y agua, pero e factor de
 mayor incidencia es
e peso
 vivo
  (PV, kg). Pero, a os términos de diseño de sistema se sugiere  b
asar os cá cu os en a ecuación  que se deta a a continuación (NSW Agricu
 ture,
1998). Ejemp  o: Si se asumen  as re aciones presentadas abajo como va ores medi 
os aceptab es, puede  conc uirse que un feed ot con capacidad para 1000 anima es
por año, un uso de 80% de esa capacidad, un período de engorde medio de 320 día
s y un peso vivo medio de 350 kg, produce 852,5 tone adas  de MS de estiérco /año
. Producción diaria de heces frescas = 3,4 a 3,8 % de peso vivo Producción diar
ia de orina = 1,2 a 1,8 % de peso vivo Contenido de materia seca en  heces = 20
a 30% Contenido de materia seca en orina  = 3a4% Eficiencia
  de reco ección = 70%
Contenido de materia seca en estiérco = 70% En  os feed ots comunes,  a cie o ab
ierto y piso de tierra compactada, se remueven  as excretas só idas una o dos ve
ces a año. Desde  producido
 hasta
  su reco ección,
 se produce una evaporación sig
nificativa
 de materia
 feca
 , a canzándose
 va ores de 70 a 80% de materia seca
en a mayoría de os feed ots  de c imas subhúmedos y secos. Se remueve aproximad
amente 1 tone ada  por anima y por  año -estimación grosera  y muy afectada  por e
tipo de anima , a dieta, e c ima y a frecuencia de impieza-. Con e desecad
o
     
y e pisoteo de os anima es, e materia pierde vo umen, se concentra y densifi
ca incrementándose
 su peso específico (Amosson  et a , 1999;  ASAE, 1988). Cuanto
mayor es e período de
 permanencia  de os excrementos
 en os
 corra es, mayores s
on
  as pérdidas  de e ementos móvi es como e nitrógeno y e potasio y
  menor es e
va or ferti izante de este materia  (E iott et a ., 1972).  Para e amente, con
a mayor permanencia promedio de as excretas  en e corra se incrementan as e
misiones
 de potencia
 es contaminantes  de aire, de sue o y  agua. Aproximadam
e
ente a mitad  de nitrógeno y 2/3 de potasio contenido en os excrementos se en
cuentra
 en  a fracción íquida. E fósforo excretado
 se encuentra
  casi en su tot
a idad en a excreta só ida. En ese contexto, a pérdida de os íquidos  reduce
e va or de excremento   y expone
 e sitio a a contaminación. En a medida en qu
e a carga anima  de os corra es se incrementa, aumenta a producción
 de heces

por corra , y a necesidad
 de impiezas  más frecuentes, por o que aumenta a ca
ntidad de materia removido por anima , aunque es de menor peso específico (Amos
son et a ., 1999; Lott, 1994 a).

2. Acumu ación
   
La mayor acumu ación de estiérco  ocurre en os sectores adyacentes  a os comede
ros. En esas áreas,  también e contenido  de humedad es mayor.  E ritmo de  produc
ción es mayor
 a de secado. En años uviosos,
 y
 especia mente en insta aciones

con prob emas de escurrimiento o drenajes,  as impiezas periódicas en e área a
nexa a os comederos reducen prob emas de anegamiento,
 suciedad y expresión de a
fecciones
 de as patas y enfermedades
 (NSW Agricu
 ture, 1998). E  otro sector de
a ta concentración de heces es e contiguo  a os
 bebederos. Se e suma aportes
de agua por orina. Es un sector donde os anima es frecuentemen-
72
  
Gestión ambienta en e feed ot
  
te orinan.
 También se aportan agua os reba ses por desperfectos  o sa picado des
de os  mismos bebederos que os anima  es
 producen. Las impiezas frecuentes redu
cen as acumu aciones de materia  feca
 húmedo y prob emas posteriores. Debajo d
e os a ambrados
  o cerco de  corra ocurren también
 acumu aciones importantes  de
materia  feca . Esa acumu ación  opera de emba se de aguas obstruyendo
  e movimi

ento de  a escorrentía en e momento de uvias y se  produce e en agunado  de o
s corra
 es. Ese encharcado
 reduce
 e área de  corra es, favorece e ab andamiento
de piso, a infi tración y a erosión  de  o. Si persiste por mucho tiempo
sue
se ofrece un medio propicio para e desarro o de bacterias, hongos e insectos (
moscas, mosquitos, etc.), a producción  de o ores de fermentación y putrefacción 
y e  desarro o de enfermedades de as patas.  E área de contacto  entre e bord
e de guardapo
  vos o vereda de cemento o sue o-cementado  y e piso de tierra de
corra sue e ser otro espacio de erosión y acumu ación de heces y agua. Es conv
eniente vigi ar este  sector permanentemente. En caso de un deterioro visib e es 
necesario aportar  e materia
  de tierra y piedra o tosca y compactar o bien, de
o contrario os anima es  o remueven rápidamente. Fina mente, en e sector de so
mbras, especia mente en as sombras dispuestas de este a oeste, se generan  áreas
de sombra permanente. En esos sectores se concentran os anima  es y a producci
ón de heces es mayor que en otros. Puede ocurrir una acumu ación importante de e
stiérco  que será  necesario remover o dispersar con mayor frecuencia que en e r
esto de corra .
   
amontona,
 compacta  y a oma dándo  e formas redondeadas  de fáci  acceso para os a
nima es. En esa oma continúa a descomposición  de materia  y e secado por eva
poración.
 La acción microbiana
  aeróbica y a evaporación de agua
  reducen a 50%
a cantidad
 de materia en e tiempo.
 En su parte exterior,
 a oma permanece s
eca y os anima es se  suben a e  a para echarse o a canzar un
 ugar drenado  y má
s seco durante una  uvia.
 Esas omas sirven para reducir e espesor
 de manto d
e excretas
 en e corra y a remoción de materia acumu ado en  ugares críticos
de mismo
 (cercos, comederos,
 bebederos
 y sombra), favorecer
 e  drenaje y promov
er
 e secado rápido de piso. Por a preferencia  por ugares  a tos
 que  os anima
es demuestran,  también sirve
 de dispersor  de os anima
 es en e corra  . E emp
eo de estas
 omas reduce
  a necesidad de impieza de os corra es. A menos, es
factib e espaciar as  impiezas a
  períodos de
 dos o tres años, o cuando se hace 
necesario reducir e tamaño de  a oma en e corra . Permite
 también reducir  os
costos de remoción,
  particu
 armente si se contrata e servicio. Para que a om
a de materia feca cump a su función deber ser confeccionada con pro ejidad, en
dimensiones adecuadas (ver  omas
 en capítu o de estructura) para no ocupar  una
superficie importante
  de corra o ubicarse en sectores donde se impida e drena

je rápido  de corra
 . Debe
  ser bien compactada y mantenerse
 seca. Si no se ogra
estabi izar, os anima es a dispersarán rápidamente  y os efectos ser contrapr

oducentes
 por a distribución
 de materia  sue to que se producirá en todo  e cor
ra , exponiendo a encharcamiento,
 a  a retención de agua uego de una uvia  y
a movimiento  masa de a excreta y a formación de un barro fétido.
 En e caso
de remover omas por su a tura o tamaño, debería  compactarse
 e área removida nu
evamente y evitar que sea un sector donde os anima es puedan
  
3. A omado en e corra    
A gunos feed ots, especia mente en ugares sin pendientes,  uti izan como a terna
tiva para incorporar
 pendientes
 y compactar
 e estiérco  e amontonado
  de mismo
un sector de corra . E estiérco se Gestión ambienta en e feed ot
73
  
trabajar
 con sus patas o cabezas af ojando e resto. Iniciada  a remoción
 de una
oma se debería
 remover su tota idad. Si se optara
 por uti izar
 a misma  para r
enive ar e piso o dar e pendiente, debería mezc arse con sue o adiciona  de
 bue 
na capacidad de  compactación y compactarse  enérgicamente.
  Aunque e uso de as
omas en corra es ha sido frecuente en os  feed ots de hemisferio  norte, no se r
ecomienda
 diseñar corra  es pensando en oma de  estiérco como
 estrategia de mane
jo de as excretas y de  drenaje. Son preferib es  a corra
 es anegados o encharca
dos y con materia feca  distribuido
 por todo e corra sin secar  ni compactar.
 
Pero deberían ser só o una so  ución
 para diseños
 pobres, evitab
 es en o posib e
. La retención
  de estiérco  en os corra es por varios cic os  de engorde (años)
reduce e va or ferti izante de
 ese materia
 (u otros posib es usos), mantiene
una a ta carga de excretas en os corra  es con o que
 se incrementan  as emision
es contaminantes de aire, agua y sue o, en especia si coinciden  uvias extraor
dinarias y períodos fríos, de baja evaporación, y se  incrementa e riesgo de det
erioro
  de patas y enfermedades
 infecciosas. Entre as formas de contaminación, e
o or indeseab  e es a manifestación de más corto p azo. La producción de ácido
s grasos vo áti es, a dehídos, a coho  es, su furos  de hidrógeno y amonio,  en pro
cesos fermentativos ocurridos en e materia feca , se incrementa  con a cantida
d si a pérdida
  de humedad no es rápida. Retirado e estiérco
 de corra  , su des
tino es a ap icación directa como ferti izante en un cu tivo, e api ado y prod
ucción de compost para su uso posterior como abono o en generación de sub-produc
tos.
     
impiar
 os corra es. En feed  ots grandes
 sue en uti izarse  autocargadores
 con c
epi os raspadores  fronta es. Norma  mente se impian
 os corra es cuando están v
acíos
 entre sa idas y entradas
 de
  otes de anima
 es. Se deberían  impiar dentro
de
 os 5 días uego de  sa ido e ote  de anima  es para evitar e encostrado   con
a humedad
 diaria y uvias
 eventua es. Si
 a cantidad de materia acumu
 ado exc
ede
 os 15 o 20 cm de a tura y ocurren  uvias,
  puede comenzar
 un f ujo masa de
a excreta (movimientos simi ares a os de a ava vo cánica)   que ensucia  todo
a su paso, congestiona drenes y compromete   e acceso  a as ca es  y corra  es. Es
te es otro motivo para mantener  impios os corra es. La natura eza de a excret 
a acumu ada condiciona e procedimiento  de impieza.  La acción de  os anima es r
esquebraja
 permanentemente  as costras superficia
 es y promueve
 e desecado de 
sue o. Sin embargo, si a capa de materia orgánico acumu ado se encuentra  a tam
ente compactada y seca,  será conveniente,  antes de proceder con as pa as de rem
oción,
 resquebrajar
 e manto
 superficia con equipos
 cortadores
 (ro os con cuchi 
as) y uego proceder  a amontonado
 y carga de  materia . En a gunos casos  a c
arga directa con pa a fronta es posib e, pero e manto deberá superar os 10 cm
de espesor (Lott, 1994 a). De o contrario  se corre e riesgo de  romper a inte
rfase endurecidade sue o estiérco  . Esa capa de sue o-estiérco , de 2,5 a 5 cm
de espesor
 y se adora de  a superficie (Sweeten,  2000), opera de barrera a a i
nfi tración
 y protege de a contaminación  y de a erosión
  y debe  ser preservada. 
La fa ta de compactación  e impermeabi
 ización de
 os sue os o a ruptura de a
mencionada capa, es  e principa motivo de infi tracióny contaminación  de freát
icas (Mie ke et a , 1976;  Barrington y Jutras,
 1983; E iott et. a , 1972). Estu
dios conducidos en Ca ifornia (A geo et a ., 1972) determinaron nive es de nitra
tos de 60 a 180 ppm a 50 cm
 
4. Limpieza de os corra es
   
La remoción
  frecuente
 de estiérco  y su ap icación  directa en a tierra maximiz
a e va or ferti  izante,  reduce os riesgos de po ución  de aguas  y aire y reduce
e costo de os dob es manipu eos. Cargadores con pa a fronta se uti izan comn
mente para
74
  
Gestión ambienta en e feed ot
    
de
 profundidad, apenas superioresa os nive es de os sue os adyacentes a feed 
ot. En Nebraska, Schuman  y McCa a (1975) determinaron  nive es de 7,5 ppm en  o
s primeros
 10 cm de sue o y menos de 1 ppm a os 20 cm. En e mismo estudio, os
nive es de amoníaco fueron de 35  ppm en os primeros 5 cm  de profundidad y de 2
ppm a os 10 cm.  Dantzman  et a . (1983) reportaron
 simi
 ares efectos sobre e  c
ontenido de sa es en sue os arenosos  de F orida.
 En  os primeros
 25 a 30 cm e c
ontenido de materia  orgánica a canzó 15% y e de  sa es tota es a 4000 ppm en 10
a 15 años de feed ot permanente. Sin embargo, a  os 50 cm de profundidad  e cont
enido de materia
 orgánica no había cambiado y e contenido de
 sa es era de 500 p
pm. Ante e riesgo de romper a, es preferib  e dejar materia  y rea
 izar una comp
actación mecánica  para homogeneizar.
 En e caso de quebrar  a o evantar a es nec
esario revisar os nive es topográficos  y compactar e sue o nuevamente,  inc uso
con e  agregado de sue o de a ta capacidad  de compactación.
 En os casos en que
por a to contenido de humedad, a  impieza no resu  tare
 muy efectiva
 o fuese ir
rea izab e será necesario
  reducir a carga anima de os corra es para reducir
a presión sobre e  sue o húmedo.  Si esta  situación es recurrente, deberá  tenérse
a en cuenta en e diseño de as insta aciones para contar con corra es vacíos,
fusib es en momentos de mucha precipitación y riesgo de encharcamiento.
   
estiérco se acumu a en trinchera, api ándo  o en capas para  permitir mayor evapo 
ración y acción microbiana aeróbica  con e objetivo de ograr reducir su vo umen 
y contenido
 de agua, especia mente si se está removiendo  húmedo
 de os corra  es
(Pawe , 1994). E tamaño y a forma  de as pi as de estiérco  es variab e y
 no
existen demasiadas pautas para e o. Se  rea izan api ados en a forma  de hi era

s de 5 a 6 m de ancho por 2 a 3 m de a tura en su cresta y por e  argo que e s
itio permita. Entre  as hi eras  deberá dejarse una distancia de a menos 4 a 6 m
para
 poder
 circu ar con pa as tractores.
o  Es necesario mantener   a aerobiosis

en as pi as de estiérco y e menor nive de humedad  posib e. E api ado de can
tidades grandes y con a ta humedad (por encima de 50%) favorece a putrefacción
y puede
 generar combustión espontánea.  Ante dudas con respecto a a distribució
n en áminas y su compactado para  e iminar aire es conveniente mantener  trichera
s más bajas (menos de 2 m de a to; Sweeten, 2000). Se debería rea izar determina
ciones de temperatura   entre os 50 cm a 1 m de  profundidad para prevenir riesgos 
de combustión.
 E ugar de de ubicación de as trincheras
 debe ser un sito a to
, no anegab e y con pendiente
 definida
 hacia un cana reco ector  de drenaje con 
ectado a sistema co ector de ef uentes. Es conveniente  que  a profundidad a a
freática
 supere e 1,5 m. Con respecto a tipo de sue o y e proceso  de compacta
ción e caben as mismas observaciones que a os corra es de a imentación.  Debe

también
 preverse una ubicación estratégica
 con  respecto  a diseño actua de fee
d ot o de su expansión
  para no b oquear o comp icar e movimiento de camiones o
anima es, o e fáci acceso para depositar y extraer e estiérco .
  
5. Api ado fuera de os corra es
      
E api ado de estiérco fuera de os corra es,  reco ectado en pi as en forma de 
trinchera es a estrategia  más común.
 Se se ecciona un sitio de baja permeabi id
ad y buen drenaje,  inc uido en e área cubierta por e sistema  de drenajes de f
eed ot para que os ef uentes íquidos  que
 se generen en e
  mismo escurran hacia
e sistema de conducción  de ef uentes  íquidos y hacia  as agunas
 de sedimenta
ción, evaporación y a macenamiento. E Gestión ambienta en e feed ot

5.1. Monitoreo de ca idad y contaminación
    
Es conveniente monitorear a ca idad de estiérco periódicamente (anua mente) p
ara verificar cambios (pérdidas) de
75
  
nutrientes, minera es,  humedad y materia
 orgánica.
  E estiérco tiende a perder 
materia orgánica, e ementos so ub es o vo áti es (N; P, K, S y Na, principa  ment
e) y humedad en e tiempo (NSW Agricu ture, 1998; Lott, 1994 a). Aunque  as pérd
idas por vo ati ización pueden ser significativas
  en a gunos  casos, as de ixiv
iación y escurrimiento
 constituyen as más re evantes
 por e riesgo de contamina
ción oca izada de aguas. Se debería iniciar  e proyecto con una caracterización
de sitio
 donde se acopia e estiérco : a) ubicación topográfica,  b) textura de
sue o hasta
 1 m de profundidad, y c) profundidad mínima de a napa
 freática (N 
SW Agricu ture, 1998). Las determinaciones  periódicas
 deberían
 inc uir:
 a) aná i
sis de contenido
  de N, P, K, sa es tota es y co iformes  de  estiérco ; y b) aná
isis anua es de contenido de de N y P en e perfi de sue o (5, 50 cm y 1m de p
rofundidad).
    
mi as de ma ezas. Es esencia sembrar e materia  orgánico con microorganismos 
para compost ( ombrices) de origen comercia o con compost en  formación que os
contiene.
 Se formarán  cordones de 1 a 1,80 m de a to. La pi a debe poder ser mez
c ada e invertida a menos cada 3 semanas. Esa inversión promueve a aireación  y
recuperación
 de condiciones aeróbicas.  En presencia  de oxígeno aumenta  a tempe
ratura y a deshidratación  y reduce a emisión de o ores (Sweeten et a ., 1988 a
) Para ograr una esteri  ización
 efectiva de patógenos es necesario ograr que
a temperatura se e eve a por o menos 55oC durante 3 días consecutivos   o a 53oC
por 5 días.
 Temperaturas
 de 60 a 70 0C serían idea
 es para
 e iminar a mayoría
 d
e a f ora potencia mente patógena y as semi as de ma ezas (Wiese et a ., 1998
). La temperatura
 debe ser monitoreada
 a aproximadamente  60  cm de profundidad en
a pi a para asegurarse
 que e efecto  térmico sobre
 a f ora patogénica es e d
eseab
 e. La re ación C:N que ofrece e estiérco  (10 a 15:1) es baja para e ide
a en compostaje (30:1) (Sweeten, 1988ª), por o que seria conveniente incorpora
r fuentes de carbono como rastrojos de cosecha u otros residuos con mucha fibra. 
La masa de compost debe  a canzar nive es de pH, humedad contenido de meta  es pe
sados, contenido de  sa , fósforo, potasio y otros
 agentes con potencia contamin

ante acordes con as reg amentaciones para e comercio de compost.  Esta reg amen 
tación será propia de cada región o país. La mayor desventaja de compost  es e
costo de a maquinaria
  y a mano de obra necesaria. También durante e proceso s
e pierde por vo ati ización
 una importante
  cantidad de nitrógeno cuando se  parte
de estiérco de feed  ot porque
 a re ación  carbono:
 nitrógeno es genera mente
 b
aja en ese materia . Por un ado se estabi iza e contenido de nitrógeno de
6. Compostaje
      
En as trincheras
 o pi as de acumu ación de estiérco fuera de os corra es pue 
de promoverse a producción de compost. En ese caso,  será necesario mantener as
condiciones
 de aireación
 y humedad adecuadas.
 E compost producido puede ser ut
i izado como
 ferti izante orgánico por a propia empresa o vendido
 a terceros (J
ones et a ., 1995;
 Sweeten, 1985,1988 a). La mayor ventaja de compostaje en med
io aeróbico es a producción de un producto
 estab e que
 puede ser conservado y t
ransportado
 sin tener que soportar
 o ores desagradab  es ni mover un materia dif
íci de manejar y atrayente a as mosca (NSW Agricu ture, 1998). Las condiciones
deseab es son: a) un nive de humedad (inferior a 35 a 40%), y b) un tamaño un
iforme de partícu a, de textura
 friab e, reducido
 en vo umen
 y peso. E composta
je aerobio destruye además a mayoría de os patógenos y as se-
76
  
Gestión ambienta en e feed ot
    
ferti izante orgánico, pero por otro se pierde va or ferti izante de estiérco .

7. E vermicompuesto
      
Una a ternativa adiciona
 en a uti ización de estiérco es a producción de ve
rmicompuesto.
 Se a imentan
  ombrices
 de a ta capacidad de consumo de materia org
ánica con e materia , as que o consumen produciendo biomasa en vermes y un re
manente semi humificado
  
y homogéneo.
  E vermicompuesto
  es un buen acondicionador
 de sue o y ferti izante
( os deta es sobre a tecno ogía para generar ombricompuestos  han sido  amp ia
mente
 difundidos en bib iografía pertinente
 por o que no se a desarro a en de
ta e en esta guía).
 La biomasa de ombrices puede ser uti izada
 inc
 uso como
 su
p emento anima . Contiene una composición en aminoácidos simi ar a a de a carn
e, excediéndo a en contenido proteico (61% vs 51%).
  
Gestión ambienta en e feed ot
77
   
4. Ferti ización con ef uentes íquidos y estiérco
78
  
Gestión ambienta en e feed ot
  
4. Ferti ización con  íquidos
 y estiérco
4.1.  Riego con ef uentes íquidos   
ef uente a regar deben ser ca cu ada. En a gunos  casos será necesario inyectar   a
gua común
 a riego
 para
 di uir  a carga de sa es y nutrientes,
 y ajustar a a a
asimi ación de os cu tivos (C ark et a ., 1975 a,b; C ark, 1975b). La uniformid
ad de distribución
   de agua  es esencia para no generar
 áreas de sobrecarga, por
otro ado e c ima y e tipo de cu tivo definen a cantidad a incorporar  y a e
ficiencia de uso de agua y de os nutrientes.  En ambientes con a ta capacidad  d
e evaporación, c imas cá idos, os ef uentes a regar pueden  ser menores  en vo
 um
en pero más concentrados. En os casos de c imas  temp ados, por otro ado, a ev
aporación puede ser escasa y consecuentemente  a evapo-transpiración
 de grandes
cantidades
 de
 agua sería e principa objetivo. Así, se se eccionarán distintos
cu tivos, a gunos con a ta producción de materia seca y a ta eficiencia de conve
rsión de agua  en biomasa aérea para retener nutrientes  (ej. maíz o sorgos), esce
nario de c imas cá idos, o se se eccionarán  cu tivos  de baja eficiencia  de produ
cción de biomasa por unidad de agua uti izada (ej.  as eguminosas) (Wa
 ingford 
et a ., 1994; Butchmaker,
  1973). En estos sue os irrigados
  con ferti
 izantes í
quidos, a movi idad  de  os nutrientes
 es potencia mente a ta por o que se reco 
mienda disturbar e  sue o en a menor medida posib e. Las abranzas  ace eran a
minera ización  de a materia orgánica y aumentan a movi idad de os nutrientes
(Harman
 et a ., 1994).
 Es conveniente
 disponer de un re evamiento topográfico   de

área y de perfi  de sue o a regar. Entre as condiciones
  deseab
 es de  sue o
a regar se inc uirían: Capacidad
 de carga hidráu
 ica
 de sue o,
 permeabi idad e
n a superficie, baja sa inidad a través de perfi , bajo nive de
    
E objeto de estab ecer áreas a regar  con os ef uentes consiste  en minimizar  o
s riesgos de contaminación con os íquidos emanados de feed ot a través de a
generación
  de un uso económico de agua, nutrientes  y materia orgánica a macenad
os en a aguna de a macenamiento.  Los cu tivos o pasturas producidos bajo riego
serán se eccionados  por su a ta capacidad de retención de
 nutrientes  en biomasa
aérea y a faci idad de cosecha mecánica de forraje (C ark et a .,  1975 a; Swe
eten, 2000). Si  a cosecha fuera por medio de
 pastoreo directo,
 e retorno de n
utrientes a ote es muy  a to y se
 reducen a capacidad de sitio para aceptar
 r
iegos frecuentes
 con íquidos ef uentes de a ta carga de
 nutrientes
 en so ución
(particu armente
 fuentes
 nitrogenadas y azufradas  de a ta movi idad). La capacid
ad de sue o de asimi ar nutrientes es crucia . Los sue os arenosos tienen  una m
uy baja capacidad de retención  de nutrientes,
 os más francos o arci osos tiene
n mayor capacidad. En e diseño de a superficie  a regar debe tenerse en cuenta
a cantidad
 de agua
 a dispersar, ca cu o que debería  hacerse teniendo en cuenta
e vo  umen a co ectar en un año correspondiente
 a 90%
 más húmedo conocido en o
s ú timos 50 años de sitio.  Dado que e  aporte por uvias es también important
e en esas condiciones ye riego debe p anificarse en base a déficit hídrico, 
a cantidad de agua de uvia  deberá ser  sumada
  a os aportes y, en función de a
demanda anua de os cu tivos, se  ca cu ará a superficie
 mínima a disponer   par
a no generar
 excedentes que resu ten en a acumu ación de residua es en a agun
a de a macenamiento. La tasa  de carga anua de
 nitrógeno,
 fósforo, demanda bioqu
ímica de oxígeno (DBO), sa es y carga hidráu ica de
80
  
Gestión ambienta en e feed ot

sodio bajo contenido de nitratos, a ta capacidad de adsorción  de fósforo, freáti
ca profunda (más de 1 m), ausencia  de estratos endurecidos
 imitantes de a prof
undidad antes de metro de perfi  . Se sugiere que e área: no tenga antecedentes

de inundación no exista en a proximidad recursos  hídricos superficia es o dren
ajes no dimensionados para recibir excedentes de área a regar sea homogénea,  a
s pendientes sean suaves o inexistentes. Será  también necesario rea izar muestre

os periódicos de nutrientes  y física de sue os para detectar: Acumu ación  de a g
unos nutrientes, desba ances de e ementos nutrientes,  incrementos
 de sa inidad y
de sodio, necesidad de yeso para reducir e efecto de a to contenido de sodio (
natricidad), y necesidad de avado para reducir sa inidad.
  
1.1. Ca idad de os ef uentes
    
Las características de a dieta,  a frecuencia e intensidad de  as uvias, e t
amaño y diseño de os corra es y a frecuencia  de impieza de as excretas condi
cionan a cantidad  y composición
 de ef uente. E Cuadro  4.1 muestra resu tados
medios
 de aná isis de ef uentes generados  durante una uvia sobre  áreas de feed
ot. Los nive  es de nitrógeno varían  en e rango de 20 a 400 mg/ itro, mayoritar
iamente
 en a forma de amonio. La sa inidad (medida en CE) varía
 en 2 a 15 dS/m
y as concentraciones
 de sodio (en SAR) de  2,5 a 16. Los nive
 es de fósforo
 se u
bican en e rango de 10 a 150 mg/ itro y os só idos tota es entre os 2000 y 1
5000 mg/
 itro  (NSW Agricu ture, 1998; Marek et  a ., 1994). La carga  de nutriente
 
s de os ef uentes es comúnmente  inferior a a demanda
 de os cu tivos uti izab
es en un área de riego, a menos en  términos
 anua
 es. Sin embargo, no puede ajus
tarse e riego a Gestión ambienta en e feed ot
   
a demanda
 de nutrientes, sino a a de agua  (Powers et a ., 1973).   Si se uti iza
ra e  primer
 criterio, se podría exceder a carga  hídrica to erab e y se promove
ría  a ixiviación
 y a
 escorrentía.
  Adiciona  mente,
 se expondría
 a incrementos

de
  a sa inidad a nive es
 into erab es por  as p antas.
 E grado de sa inidad de
ef uente tipo de feed ot es demasiado  a to para  e riego directo.  Determinacio

nes rea izadas en EEUU indican que ef uentes  a macenados en agunas de
 a macenam
iento pueden a canzar conductividades  e éctricas
 de hasta 15 dS/m. E mayor   cont
ribuyente a ese  nive de sa inidad es e c oruro de potasio, seguido de c oruro
de sodio y e de amonio. E agua comúnmente  uti izada para
 riego tiene entre 0,
6 y 1,4 dS/m y es muy segura desde e punto de vista de riesgo de sa inización 
cuando su CE es  inferior a os 0,8 dS/m,  pero por sobre  os 2,5 dS/m es to erada 
por pocos cu tivos y pasturas.  La sa inidad reduce  a producción   de forraje,
  a
eficiencia
 de captura de os nutrientes  y degrada a ca idad de sue o en e a
rgo p azo. Muy probab  emente
 en todos  os casos se deberá di uir con agua de baj
o contenido de sa es tota es si se p antea cubrir  déficit hídricos con agua prov
eniente de ef uentes
 de feed ot (Marek
 et  a ., 1994, 1995; Sweeten, 1976). Tenie
ndo en cuenta os factores ambienta es y
 os de ca idad de ef uente antes citad
os,
 e rango de ap icaciones es muy amp io. Varía
 entre  100 y 1000 mm anua es. E
riesgo de acumu  ación
 de sodio se acentúa
 en os va ores mayores, con efectos

degradantes
  de sue o. Con ese tipo de ámina
  anua es conveniente prever avado
s de sue o y un sistema de drenajes de ote bajo riego como para contener y ma
nejar os excedentes
1.2. Programa de uso y monitoreo
     
E manejo de ef uente íquido debería p antear  un programa
 de uso. Se istan a
continuación aspectos a tener en cuenta en e diseño de programa
 y a monitorear
previo y posterior a as ap icaciones. Sería conveniente a opinión
81
  
Cuadro
 4.1. Contenido
 de nutrientes mg/ itro en ef
 uentes de
 feed ot contenidos
en agunas de a macenamiento Austra ia 1 Texas P anicies a tas2 2470 1100 180 45
1145 230 180 20 1000 4,2 4,5 -
Sur3 145 43 445 256 99 72 623 4,6 4,5 -
   
Só idos tota es DQO DBO Nitrógeno Fósforo Potasio Sodio Ca cio Magnesio C oro SA
R CE (dS/m) pH
1 2
2100 500 148 40 460 260 100 72 620 4,6 4,5 8
   
NSW Agricu
 ture (1998) C ark et a . (1975b) 3 Sweeten et a . (1981) CE = Conduct
ividad e éctrica (medida de sa inidad),
 dS/m = deciSiemens/m, DQO = Demanda quím
ica de oxígeno. DBO =Demanda bio ógica de oxígeno, SAR = Re ación de absorción d
e sodio .
  
técnica de un especia ista en riego
 y ferti ización para ajustar
 e programa.
  An
tes de ap icar: - Determinar e contenido de N, P, K y sa es tota es de ef uent
e. - Determinar as características
 de textura de sue o y su capacidad de reten

ción hídrica.
 - Re evar
 e régimen
 hídrico de sitio a regar - Describir e ba a
nce hidro ógico probab e. - Se eccionar
 cu tivos a uti izar y justificar su inc
usión en función de su potencia para capturar nutrientes en biomasa
      
vegeta . - Determinar
 e nive de ap icación de ef uente máxima anua posib e de 
acuerdocon a capacidad de captura de nutrientes en sue o y vegetación y os í
mites impuestos por e contenido
   de sa es. - Asignación de superficies.
 Con a i
nformación precedente ca cu ar a superficie a regar. - Se eccionar a superfici
e de acuerdo con pautas recomendadas con  respecto a: a) textura de sue os, b) pe
ndientes, c) distancias a centros pob ados, d) distancia a acuíferos superficia
es y pozos de agua, e) profundidad mínima de a freática, f) capacidad de evapot 
ranspiración y captura de nutrientes por os cu tivos y g) precipitación en a e
stación de crecimien-
82
  
Gestión ambienta en e feed ot
   
to y anua . - Confeccionar
  un p ano con a ubicación topográfica  de a superfici 
e a regar.
 Inc uir ainformación
 citada arriba. - Describir  a tecno ogía  de o
s cu tivos a desarro ar y os momentos convenientes de ap icación de os ef uen
tes íquidos. - Definir e sistema de cosecha y destino de forraje a producir.
 
nutriciona
 es debidos a carencias
 o efectos competitivos
  entre e ementos  que res
u ten en carencias
 o acumu aciones toxicas para as p antas como para os consum
idores de forraje generado.

4.2. Abonado con estiérco

Luego de ap icaciones recurrentes:   
- Determinar
 periódicamente
  (anua
 mente) e contenido de N, P, K, sa es tota es,
y e pH en e perfi  de sue o a os 0 a 20, 20 a 60 y 60 a 1m de  profundidad. E
aná isis de a evo ución de os contenidos de nutrientes  y sa es permitirá  hac
er correcciones en a dosificación  y momento
 de ap icación para prevenir ixivia
ción de contaminantes y sa inizacion de sue o. · Determinar contenido   de nutrie
ntes
 en pozos de agua y acuíferos
  superficia es · Determinar e perfi nutricion
a  (macro y micro-minera
 es re evantes: N,  P, S, K, Ca, Mg, Bo, Mo,  Se,  Zn, Mn,
A y Cd) de os forrajes  producidos en e ote  y contenidos en e sue o. Estos a
ná isis permitirán a identificación de desba ances
 
Una tone ada de excrementos de bovinos de feed ot contiene cerca  de 5 kg de  nitr
ógeno,
 1 kg de fósforo
 y 4 kg de potasio. Si no se considera a fracción íquida
, e excremento resu ta en 2,5 kg de nitrógeno,  1 kg de fósforo y 0,8 kg de
 pota
sio (1kg K2O). Determinaciones
 en varios feed ots de EEUU indicaron que e excre
mento promedio de feed ot contiene entre 2 y 2,5% de nitrógeno,  0,3 a 0,8 % de f
ósforo y 1,2 a 1,8 %de potasio en base seca (Mathers et a ., 1971, 1973;  Arringt
on y Pachek,
 1981; Sweeten y Amosson, 1995). Investigaciones austra ianas (NSW A
gricu ture, 1998) sugieren rangos de 0,7 a 3% de nitrógeno, 0,2 a 1,4%  de fósfor
o, 0,7 a 4% de potasio sobre base seca y un contenido de humedad de 9 a  54% pa
ra cá
 cu os de mínimos o máximos según se o requiera. A manera de ejemp o adici
ona , en e Cuadro 4.2  se resume información
 de composición
 química de muestreos
rea izados en feed ots de Austra ia (NSW Agricu ture, 1998).

Cuadro 4.2. Contenido de nutrientes en excreta de feed ot (base seca)1
Nutriente Materia seca, % Nitrógeno,  % Fósforo, % Potasio, % Magnesio, % Azufre,
% Carbono orgánico, % Sodio, % C oro, % Zinc, ppm pH
1
Promedio 70,50 2,19 0,83 2,51 0,98 0,49 12,00 0,69 1,50 154 6,63
Rango 50 a 90 1a3 0,4 a 1,3 1,5 a 4 0,5 a 1,3 0,2 a 0,7 5 a 16 0,3 a 1,3 0,7 a 2
,3 80 a 283 5,5 a 8,6
    
Información de50 muestras ana
 izadas de feed ots de sur de Queens and, Austra
ia (Evan Powe , NSW Agricu ture, 1998).
  
Gestión ambienta en e feed ot
83
       
E c ima,  a dieta, e tipo de insta aciones y a impieza afectan a composició 
n fina  de a excreta acumu ada en os corra es. Debido a esta gran variabi idad
en os contenidos,
 particu  armente de nitrógeno,  es conveniente producir  inform
ación
 oca para ajustar as estimaciones  de as concentraciones de e ementos
 en
a excreta recientemente producida y  a que se remueve periódicamente de os co 
rra es. La primera  permitirá conocer  as diferencias  que se pierden por vo ati i
zación, o disue ta en os ef uentes  íquidos vía ixiviación o movimiento superf
icia . La segunda ca ificará a composición  de a excreta que se pretende introd
ucir en un programa de uso.  Como reg
 a genera
 se sugiere disponer de 1 ha a fer
ti izar cada 20 a 25 anima es en e feed ot, en sistemas  de secano.
 En áreas baj
o riego, con cu tivos  de mayor intensidad,
  se uti iza una re ación de 1 ha por  c
ada 10 a 15 anima es. Si se imp ementan  a gunas prácticas de manejo y manipu aci
ón de as dietas podrían reducirse as emisiones  de nitrógeno
 en as excretas y
consecuentemente
 podría
 incrementarse
 e
 número   de anima es por superficie
 a
 fer
ti izar (Satter et a ., 1998). A igua  que e p anteo de uso de íquidos, os c
u tivos producidos
 en e área ferti izada deben ser  cosechados y extraídos  de p
redio. E pastoreo  directo extrae a una tasa muy enta, no compatib e con un p a
nteo de ferti izaciones recurrentes.  Podría
 ser más seguro disponer de
 una super
ficie
 mayor y tener así mayor f exibi  idad en a forma  de cosecha de  forraje.  E
monitoreo
  de os efectos de a ap icación sobre
 as propiedades de sue o y so
bre a ca idad  de aguas es necesario para rea izar ajustes en a tasa, forma y m
omento
 de ap icación de estos ferti izantes orgánicos. Ap icaciones de 8 a 15 to
ne adas de excreta (en base seca) provee suficiente   nitrógeno para a mayoría de
os
 cu tivos en secano y retrasa o evita a sa inización. Ap icaciones de 22 to
ne adas de excremento por hectárea, con 35 a 50% de
 
humedad, proveen a base nutriciona de maíz, sorgo o trigo bajo riego (Mathers 
y Stewart, 1984). Se recomienda genera mente ferti izar de acuerdo con  os reque
rimientos
  de nitrógeno
 o demanda de agua de os cu tivos (NSW  Agricu
 ture,
 1998)
. E cá cu o de as ap icaciones  dependerá
  de
 a demanda de cu tivo y a cantid
ad de nutrientes disponib es en e sue o. E exceso de estiérco  resu ta en  ixi
viación y movimiento
 superficia  de nutrientes e incrementa e riesgo de sa iniz
ación.
 Nive es de 70 a 100 tone adas por  hectárea han permitido producciones sin
imitantes nutriciona es  en varios cu tivos de sorgo y maíz, pero cantidades  su
periores han deprimido os rendimientos, provocado sa inización, daño a a produ
cción y contaminación
   por ixiviación  (Stewart
 y Meek, 1977). Debe tenerse  en cu
enta en os cá cu os a disponibi  idad de  os nutrientes
 aportados
 por e abono.
Los
 nutrientes
  estarán accesib es para os cu tivos cuando
 a materia orgánica 
ap icada a sue o sea degradada y os nutrientes   sean iberados  en formas  so ub
es. Este proceso  no es instantáneo,
 so
 amente a mitad  de nitrógeno ap icado es
tará disponib e para  e cu tivo
 en e primer año. E remanente, de degradación m
ás enta, se va iberando  en os años sucesivos por a acción microbiana.
 La efi
ciencia de captura de nitrógeno  por a vegetación ocurrirá en os meses  crec
de
imiento vegetativo de a p anta, poco ocurre   durante meses fríos o de cu tivos e
n dormancia.
 Asimismo, e nitrógeno es e e emento de mayor movi idad,
 se vo ati
iza, ixivia o escurre y pierde en e agua de superficie   si no se o captura
  en
biomasa vegeta . Es conveniente ferti izar en a ínea  de siembra de  os cu tiv
os para aumentar  a eficiencia de captura
 y reducir  as pérdidas por ixiviación
. En cuanto a potasio  aportado,  e abono de feed  ot contiene nitrógeno  y potasi
o en re aciones  simi ares a as requeridas por a mayoría de as p antas, por o
que a ferti izar por requerimien-
84
  
Gestión ambienta en e feed ot
 
tos de nitrógeno con excreta  bovina se ferti iza también  con potasio en as prop
orciones
 deseab es. Las a tas cargas   de potasio en e  agua son  raramente un prob
ema en as áreas de riego por a a ta capacidad de   os sue os de retener potasi 
o. Sin
 embargo, como  para os otros nutrientes, e e emento
 debe integrarse a a
so ución  acuosa de sue o para poder ser capturado por a matriz co oide y rete
nido.
 E abono
 orgánico aporta también cantidades
  importantes de fósforo. Este e
emento es e menos móvi , poco susceptib   e a a  ixiviación  pero puede incremen
tar su tasa de migración cuando e sue  o excede as posibi idades de absorción y
retención
  de nutriente.  Las ferti izaciones recurrentes con excreta incrementa
n e nive de fósforo  de sue o. Existe riesgo de sobrecarga de fósforo, particu
armente en sue os con imitada  capacidad de retención
 hídrica. En esos casos  po
dría ser conveniente
 ferti izar de acuerdo con a demanda
 de fósforo y comp emen
tar a posib e carencia  de nitrógeno con  una ferti izante químico (ej. urea). En
esos
  mismos casos, as rotaciones con eguminosas
  permitirían también
 mejorar e
ba ance de nitrógeno
 sin deteriorar
 e de fósforo.
 La ferti ización  distribu
ida en varias ap icaciones
 esca onadas favorece  a respuesta,  aumenta a eficien
cia de captura  de  os nutrientes y reduce os riesgos  de ixiviación  y movimient
o superficia por  uvias. La incorporación  a sue o con una abranza superficia

también mejora a eficiencia   de uso de  os nutrientes,
 en particu ar de nitró 
geno por reducir
 su vo ati ización y ace erar  a nitrificación.
 Dados os vo úme
nes de ap icación, deben tenerse  en cuenta os posib es movimientos con precipit
aciones y escorrentías en e potrero,  pudiéndose generar  sectores de déficit y o
tros de sobrecarga, siendo estos  ú timos  también os topográficamente más bajos
y de menor profundidad de sue o hasta e nive freático.
    
Con a ap icación de abonos orgánicos  a respuesta
 más rápida y visib e es a ni
trógeno, uego a fósforo  y a os otros e ementos que se aportan y pudieran esta
r en déficit en e sue o (Mathers  y Stewart, 1984; Sweeten, 1979, 1984). Frecuen
temente se menciona a as ap icaciones de abonos como correctores también de  def
iciencias
 de micronutrientes y capacidad  buffer. Las mejores respuestas a a fer
ti ización orgánica se verifican en sue os de textura franca con bajos  nive es d
e nitrógeno y fósforo. Aún en esas  condiciones se recomienda ferti izar con e m
ínimo necesario
  para retardar e incremento excesivo de fósforo,
 e inc uso pensa
r en e comp emento con urea  u otro  oferente
 de nitrógeno so amente. Existe un e
fecto postergado o residua  de a ap icación de abonos orgánicos que debe ser te
nida en  cuenta en e ajuste de ferti idad en años sucesivos (Mathers et a ., 197
5). E monitoreo de macronutrientes como azufre,   magnesio, potasio y sodio es ne
cesario para evitar excedentes perjudicia es. E aporte de micro-nutrientes  en e
stas ap icaciones
 es menos re evante desde e  riesgo de contaminación y b oqueo
de otros e ementos. Por otro ado, es factib e que se pueda dar una mejora de a
estructura
 edáfica (mayor  capacidad
  de retencion
 de nutrientes y agua) debido a
os aportes de  estiérco a sue o, pero ta efecto no se detectará hasta pasado
s 4 o más cic os o años (Mathers y Stewart, 1981; Sweeten y Mathers,  1985). Las
pendientes de ote constituyen otro factor condicionante  de a magnitud y frecu
encia de as ap icaciones de abonos íquidos o só idos. En otes con pendientes 
mayores
 a 1,5% y que serán sujetos de ferti izaciones  recurrentes con ef uentes
íquidos o estiérco
 , sería conveniente
 construir a macenamientos
 de tierra o b
ordes en os ados hacia donde a escorrentía superficia se dirige, si dicho es
cape pone en riesgo recursos hídricos u otra construcción próxima (NSW Agricu tu
ra, 1998; Lott, 1994b). Esa
  
Gestión ambienta en e feed ot
85
  
bordura servirá
 de
 a macenamiento tempora permitiendo que e agua encuentre  una
vía de sa ida p aneada previamente..
 Franjas de vegetación natura o imp antada
que operen de barrera adiciona ayudan también  a retardar y disminuir e escurr
imiento. Fina mente, se debería evitar ferti izaciones con abonos orgánicos en á
reas de pendiente con distancias
 menores de 100 m a cursos o fuentes  de agua. Ta
mpoco se debe ap icar ef uentes  íquidos o estiérco en áreas de a ta recarga de
acuíferos
 ni sobre sue os sa inos (Mathers y Stewart,
 1984; Paine,1973;
 Lehman
y C arck,
 1975). Por ú timo, se debería evitar otes  para ferti ización con esti
érco que se encuentren muy próximos a sectores  pob ados o de recreación.
  est
E
iérco
 recientemente distribuido genera o ores que pueden resu tar muy mo estos
a as personas si a
 
incidencia por proximidad  o magnitud es a ta (NSW Agricu ture, 1998)  . Es import
ante
 tener en cuenta e sentido de os vientos
 predominantes  y a época de ferti
ización. La incorporación inmediata en e sue o reduce e efecto. La homogeneid 
ad de distribución
 es otro factor, amontonamientos
  de excrementos pro ongan  a p
roducción de o ores. Si se distribuyen íquidos, a aspersión rea izada
 o más p
róxima a sue o evitará a deriva con e viento y e transporte de o ores a área
s vecinas.
4.2. Programa de uso y monitoreo
     
E manejo de estiérco
 debería
 p antear un programa de uso semejante a p antea
do para e uso de ef uentes íquidos (ver pag. 80 4.2). Sería conveniente a opi
nión técnica de un especia ista en ferti ización con abonos para ajustar e prog
rama.
86
  
Gestión ambienta en e feed ot
    
5. Pautas para a habi itación y e contro púb ico
88
  
Gestión ambienta en e feed ot
     
Pautas para a habi itación y e contra or de a gestión de feed ots
   
Esca a inferior
 a os 1000 anima es de capacidad La comprobación de a ausencia
de conf ictos
 entre
 a información so icitada precedentemente con os índices de
baja vu nerabi idad de sitio  provistos en Cuadro 2.1, sería condición  suficient

e para a aprobación
 y e registro de
 feed ots de esca a igua o inferior a os
1000 anima es de capacidad. Los feed ots de esta  esca a no estarían sujetos  a un
programa de seguimiento de gestión ambienta  posterior
 a
 su aprobación,  o que
no impide a agente púb ico pertinente a visita e feed ot cuando este o consi
dere conveniente.
      
Contro de gestión en función de a vu nerabi idad de sitio y a esca a (ver cu
adro 5.1, pag.) 94 y subsiguientes
   
Esca a superior
 a os 5000 anima es de capacidad La comprobación de a ausencia 
de conf ictos entre a información
  so icitada precedentemente  para esa esca a co
n os índices de baja vu nerabi idad de sitio según e  Cuadro 2.1, será condició
n necesaria
 pero no suficiente para a aprobación  y e registro  de feed ots de e
sa esca a. La empresa deberá proveer  os p anos de diseño de os sistemas de man
ejo de ef uentes y estiérco  y os programas de manejo y monitoreo de excremento
s, os que deberían
 ser eva uados y aprobados
 de acuerdo con pautas previamente
fijadas por as administraciones
 oca es (pautas que
 deberán fijarse  y hacerse c
onocer previamente
 a as empresas). E agente
 púb ico
 de contra or debería deman
dar de as empresas un informe anua  de estado de os principa
 es indicadores
  d
e a gestión ambienta . Sin exc usión de monitoreo por e agente púb ico de a
gestión ambienta .
  
Esca
 a de 1000 a 5000 anima es de capacidad La comprobación de a ausencia de co
nf ictos
 entre a información  so icitada precedentemente  para e rango o esca a
de os 1000 a 5000 anima es con os índices de baja  vu nerabi idad de  sitio segú
n e  Cuadro
 1.1, se procederá
 a a aprobación y e registro  de feed ots de esa e
sca a. E agente púb ico de contra or debería  proponer a a empresa
 un cronogram
a de monitoreo anua de as variab es de ca  idad
 de agua y sue o descriptas en e
cuadro, asociadas a a gestión ambienta de feed ot.
90
  
Gestión ambienta en e feed ot
 
Cuadro 5.1. Requisitos
 sugeridos
 para a gestión  púb ica  sobre exigencias
 de inf
ormación
 para e registro y a aprobación de a insta ación de feed ots en funci
ón de a esca a de producción 
Esca a (cantidad de anima es) A <1000 1 Empresa (identidad) 2 Ubicación  (Descrip
ción) 2.1. Catastra 2.2. Geográfica 2.3. Distancias a centros  pob ados 2.4. Dis
tancias a rutas y caminos 2.5 Distancias a áreas industria es 2.6. Distancias a
áreas de agricu t. bajo  ri go e 2.7. Distancias a reservas  natura es 2.8. Distan
cias a monumentos
  cu tura es 2.9. P ano de ubicación
 en a región 2.10. Imagen s
ate ita de sitio 3 Superficie (ha) 3.1.  Tota afectada,
 ha 3.2 Área de corra e
s,
 ha 3.3. P ano de ubicación de insta aciones 4 C ima 4.1.1. Precipitación anua

media(mm) 4.1.2. Precipitación máxima anua de período 90% más húmedo de os
ú timos
 50 años 4.1.3. Precipitación de máxima intensidad 4.2. Evaporación media
anua (mm) 5. Topografía 5.1.  Descripción
 de sitio y de pendientes 5.2.  P ano t
opográfico 5.3. Imagen sate ita en año de a ta precipitación 6. Sue o 6.1.  Desc
ripción de textura y estructura 6.2. Descripción de tratamientos de sue o 6.3.
Contenido de nutrientes en sue o hasta 1m 6.4. Programa de monitoreo contaminant
es B 1000 a 5000 C >5000
-
-
-
-
-
-
-
-
-
 
7. Aguas 7.1. Profundidad de freática 7.2. P ano de freáticas 7.3. Aná isis quím
ico anua de freáticas 7.4. Programa
 de monitoreo químico de freáticas 7.5. Dist
ancia
 a acuíferos superficia
 es 7.6. Distancia a puntos de bombeo de agua 7.7. A
ná isis químico
 anua
 de aguas 7.8. Programa de
 monitoreo de aguas superf. 8 Man
ejo de ef uentes íquidos
 8.1. Descripción
 de sistema
 de manejo 8.2. Ubicación
de agunas
 en e feed ot 8.3.P ano esquemático de sistema 8.4. Descripción
 bre
ve de
 os destinos
 8.5. Deta e de usos 8.6. Programa de manejo 9 Uti ización de
ef uentes íquidos 9.1. Superficie a regar (ha) 9.2. P ano geográfico y topográ
fico 9.3. Descripción de sue o 9.4. Profundidad mínima de freáticas 9.5. Proxim
idad acuíferos superficia es 9.6. Programa  de
 monitoreo químico
 anua 10. Manejo
de estiérco 10.1. Descripción
 de a
  reco ección
 y
 api ado 10.2. Ubicación de
as trincheras de estiérco 10.3. Cá cu o de os vo úmenes producidos 10.4.  Desc
ripción topográfica
 y edafo ógica de sitio 10.5.
 Descripción breve de os desti

nos
 10.6. Deta e de usos 11 Manejo de anima es muertos 11.1. Descripción de a
e iminación de cadáveres. 11.2. Ubicación de sitio  11.3. Registro de casos y ca
usas 12 Manejo sanitario 12.1. Descripción de os  tratamientos comunes 12.2.
 Cro
nograma sanitario 12.3. Listado de drogas a uti izar 12.4. Programa de e iminaci
ón de envases
-
-
-
-
-
-
-
-
 
La información
 identificada con debería ser so icitada con carácter
 de ob igator
io para eva uar, aprobar y registrar a insta ación de feed ot.
92
  
Gestión ambienta en e feed ot
     
5. Pautas para habi itación y e contro   púb ico de a gestión ambienta 
E contro de a gestión  ambienta
 de feed
 ot debería ser de interés   de a empr
esa y de sector púb  ico. E sector púb ico debería generar a egis ación corre
spondiente
 para e contro
 de una buena gestión ambienta . En ese sentido, sin e
xc uir pautas particu ares de cada administración, se propone a continuación  e
siguiente procedimiento:
 Uti
 izar en
 primer término
 como
 guía para a determinac 
ión de a factibi idad de a insta ación de feed ots as pautas sugeridas en e 
Cuadro 5.1 (pg. 90), teniendo en cuenta  principa mente e  criterio  de reversibi
idad u oportunidad de corrección  de as condiciones
 de a ta vu nerabi idad que s
on independientes de a esca  a (dimensión)  de feed ot. Seguidamente,
  se
 debería
tener en cuenta a esca a para definir e grado de deta e de contro de gesti
ón. E cuadro 5.1 propone a c asificación  en tres categorías (A = feed ot con c
apacidad para engorde simu táneo igua o menos  de 1000 anima es , B = capacidad 
entre 1000 y 5000, C = más de 5000). En e cuadro se indica con  un punto a info
rmación o documentación
  a proveer por  as empresas para cump  imentar pautas míni 
mas para definir a vu nerabi idad de sitio y su  contro posterior. Los feed ot
s tipo A tendrían menos exigencias en cuanto  a a información a proveer para su 
inscripción y posterior monitoreo que os de tipo B o C. Las exigencias  para os
de tipo A estarían restringidas a su ubicación física y potencia es riesgos de
contaminación
 de recursos hídricos. La información  a requerir  a as empresas  ser
ía de tipo descriptivo de aspectos  esencia
 es que hacen a a vu nerabi  idad de
sitio. Debido a a magnitud de a esca a no sería  necesario
 proveer p anos y pr
ogramas de manejo y monitoreo. Sin embargo, e nive de exigencias po-
   
dría verse incrementado si e número de feed ots y a cercanía entre e os incre
mentan e riesgo de una cuenca, recursos hídricos, región, etc. Provista a info
rmación requerida y verificada  a ausencia de conf ictos entre  a normativa y e
proyecto, se registraría
 e feed ot y otorgaría una habi itación permanente.
  La
s exigencias
 para os de tipo B crecen en = grado de deta  e para ca ificar a v
u nerabi
 idad de
  sitio, con sus posib es efectos
 regiona es. Surge como demanda
exp ícita
 e p anteo de manejo y uso de ef uentes. Adiciona mente,  se sugiere
que e agente de contro proponga un programa  de monitoreo
 de ca idad de aguas a
rea izar con carácter preventivo. A igua que en e caso anterior, provista a
información
  pertinente y verificada a ausencias  de conf ictos con a normativa 
ega se procedería a otorgamiento de una  icencia permanente. Por ú timo, os
de tipo C deberían
 proveer información   deta ada de ubicación a nive de predio
y región (p anos e imágenes
 sate ita es), de diseño  de insta aciones y programa
s para e manejo y e uso de ef uentes y estiérco . Para su mejor organización y
gestión posterior, sería conveniente  que para e otorgamiento  de permiso  o ic
encia a este
 tipo de feed ot, a autoridad competente
 e abore un protoco o a seg
uir para a insta ación  y operación
 de feed ots tipo C, que permita a as empres

as cump imentar
 en e tiempo
 as pautas para una adecuada  gestión ambienta . Dic
ho protoco o debería inc uir os tiempos y formatos para a presentación y poste 
rior aprobación inc uyendo os proyectos o programas  de: a) Ubicación  e insta ac
iones, b) Estructura de captura, procesamiento  y a macenamiento de íquidos y es
tiérco , c) Información y capacitación de persona , d) Programa  de monitoreo
 de
aguas subterráneas
  y escurrimiento,  d) Programa de uso de ef
 uentes íquidos y
estiérco , e) E iminación de anima es muertos y residuos pe igrosos.
  
Gestión ambienta en e feed ot
93
   
Cada proyecto será un requisito parcia para e otorgamiento  definitivo de a i
cencia
 de operación.
 Los cuatro primeros
 deberían ser a condición principa par 
a e inicio de as actividades y e otorgamiento de una icencia provisoria.  A
cabo de dos años  a empresa  deberá presentar y a canzar a aprobación de os  otr
os dos para comp etar  su icencia
 definitiva.
 E programa de monitoreo
 imp
 ica
a presentación
 anua de aná isis
 de ca idad de aguas en e área
 de feed ot y se
ctores
 de a macenamiento de ef uentes. Para dicho programa, a administración pú
b ica deberá proveer
 pautas
 para su diseño y seguimiento. Habiéndose aprobado e
sitio y habi itado e diseño, e monitoreo

debería tener un ro preventivo para proponer  ajustes
  o adecuaciones de estructu
ra y no sería
 de carácter punitivo.
 Fina mente, as icencias deberían ser revoc
ab es si e agente  de contro  detectara procesos de deterioro ambienta de natur
a eza irreversib e o anorma idades en a gestión que no se condice con os proce
sos pautados
 en os programas de uso y monitoreo previstos.La revocación  y susp
ensión de icencias deberá seguir  un procedimiento desarro  ado por a autoridad
competente. La instancia de a revocación definitiva de a icencia debería abo 
rdarse cuando se han agotado as instancias de reversión de efectos o daños y a
adecuación de as insta aciones o procesos.
94
  
Gestión ambienta en e feed ot

Bib iografía  
Ames, D.R., S.E. Curtis, D. Po in, G.L. Hahn, B.A. Young y R.E. McDowe  . 1981.

Effect of Environment on Nutrient  Requirements
 of Domestic Anima s. Nationa Aca
demy
 Press. Washington, D.C.
 A geo JW, E
 am CJ, Martinez A y Westing
 T. 1972.
 Fe
ed ot air, water, and  soi ana ysis: Bu etin D, How  to Contro Feed ot Po utio
n. Ca ifornia Catt e Feeders Association,  Bakersfie d, CA. Amosson  SH, Sweeten
 J
M y Weinheimer
 B. 1999. Manure  hand ing characteristics of high
 p ains feed ots.
Specia Report. Texas Agricu  tura Extension Service, Amari o, TX. Arrington R
M y Pachek CE. 1981. Soi  nutrient content of manures
 in an arid
 c imate. Confer
ence on Confined Anima  Production
 and Water Qua ity. GPAC Pub ication 151. Grea
t P ains Agricu
 tura Counci , Denver, CO. pp 259—266. ASAE (American Society of
Agricu tura Engineers). 1988. Manure  production and characteristics. ASAE D-38
4-1. American Society of  Agricu
 tura Engineers, St. Joseph,  MI. Barrington, SF
y Jutras PJ. 1983. Soi sea ing by manure in various soi types. Paper 83—4571.
American
 Society of Agricu  tura Engineers, St. Joseph, MI. Butchbaker,   AF 1973.
Feed ot runoff disposa on grass or crops. L-1053.  Texas Agricu  tura Extension
Service, Texas
 A&M
 University DPE-752 I, Great P ains Beef Catt e Feeding Handb
ook, Amari o. C ark RN. 1975. Seepage beneath feedyard runoff catchments.  In: M
anaging Livestock Wastes, Proceedings of the  Third
 Internationa Symposium on Li
vestock Wastes.
 American
 Society of Agricu tura Engineers, St. Joseph,  MI, pp 2
89—925. C ark RN, Gi bertson CB  y Duke HR. 1975a. Quantity and qua ity of beef f
eedyard runoff in the Great  P ains. In: Managing Livestock Wastes, Proceedings o
f the
 third
 Internationa Symposium on Livestock Wastes.
 American Society of Agr
icu tura Engineers,
 St. Joseph, MI, pp 429—431. C ark  RN, Schneider
 AD, Stewart
BA 1975b.
 Ana ysis
 of runoff from southern
 Great P ains feed ots.
 Trans ASAE 15
(2):3
 9-.322.
 Co
 eman, EA, Grub W, A bin, RC, Meenaghan GF, We s DM. 1971. Catt
e feed ot po ution study—interim report no. 2. WRC-71-2. Water Resources Cente
r, Texas Tech
 University, Lubbock, TX. Dantzman,
 CL, Richter MF y Martin FG. 198
3.
 Chemica e ements
 in soi s under catt e pens. 3 Environ Qua 12(2):164—168. E
iott, LF, McCa a TM, Mie ke LN, Travis TA. 1972. Ammonium,  nitrate  and tota 
nitrogen in the soi water of
 feed ot and fie d soi profi es. App Microbio  23
:810—813.
 Gi bertson,
 CB, C ark RN, Nye JC y Swanson NP. 1980. Runoff contro  fo
r ivestock feed ots: state of the  art. Trans ASAE  23(5):1207—1212. Gi bertson, 
CB, Nienaber JA, IL Gartrung  JA, E is  JR. y Sp inter WE. 1979a. Runoff contro
comparisons for commercia beef feed ots. Trans ASAE 22(4):842—849.
96
  
Gestión ambienta en e feed ot
  
Gi
 bertson, CB, Nye JC, C ark RN y Swanson  NP. 1981 Contro ing runoff from  feed
ots—a state  of the art. Ag Info Bu etin 441. U.S. Department  of Agricu ture, A
gricu tura Research Service, Washington, DC. Jones,  OR, Wi is WM, Smith SJ y S
tewart
 BA. 1995 Nutrient cyc
 ing of catt e feed ot
 manure and composted
 manure a
pp ied to southern high p ains dry ands. In:  Stee e K (ed) Anima Waste and the
Land-Water Interface.  Proceedings of Anima Waste in the Land-Water Interface Co
nference, Fayettevi e, AR, Ju y 16—19.  Lewis, Baton Rouge, pp  265—272.
 Lehman,
OR y C ark RN. 1975. Effect of catt e feedyard runoff on soi infi tration rates
. J Environ Qua 4(4):437—439. Lehman, OR, Stewart BA y Mathers AC. 1970.  Seepag

e of feedyard runoff water im pounded in  p ayas. MP-944. Texas Agricu tura Expe
riment Station, Texas A&1 University, Co ege Station,  TX. Lott, SC, Watts PJ y
Burton JR. 1994b. Runoff from Austra ian catt e feed ots. In: Ba  ancing Anima P
roduction and the Environment,
 Proceedings, Great
 P ains Anima
 Waste Conference
on Confined Anima  Production
 and Water Qua ity. GPAC Pub ication
 151. Great P
ains Agricu tura Counci  , Denver, CO. pp 47—53. Lott, SC, Powe E y Sweeten JM
. 1994a. Manure co ection,  storage
 and spreading. In: Watts PJ, Tucker R (eds)
Designing Better
 Feed ots.
 Queens and Department of Pri mary Industries, Toowoom
ba, Queens and, Austra  ia. Loudon, TL, Jones DD, Peterson JB, Backer  LF, Bragger
MF, Converse JC, Fu hage CD, Lind  ey JA, Me vin SW, Person
 HL, Schu te DD y Whi
te RK 1985. Livestock Waste Faci ities Handbook. MWPS- 8, 2nd Ed. Midwest P an
Service, Iowa State Univer sity, Ames, IA, pp 2.1—2.2; 5.1—5.9.  Marek, TH, Harma
n WL
 y Sweeten
 JM 1994. Irrigation and
 runoff water qua
 ity imp ica tions
 of hig
h oad,
 sing e frequency (HLSF) app ications of feed ot manure.
 In: Ba
 ancing An
ima Production and the Environment,
 Proceedings, Great
 P ains Anima
 Waste Conf
erence on Confined Anima Production  and Water Qua ity. GPAC Pub i cation 151. G
reat P ains Agricu tura Counci , Denver, CO. pp 199—124. Marek, TM, Harman WL y
Sweeten JM 1995. Infi  tration and water  qua ity inferences of high oad, sing e
frequency HLSF) app ications of feed  ot manure. In: Proceedings,  Innovations an
d New Horizons in Livestock and Pou try Manure  Management, Vo . 1, September 6—7
, 1995, Austin, Texas. Texas  Agricu tura Extension Service and Texas Agricu tur
a Experiment Station, Co ege Station,   TX, pp 162—169. Mathers,
 AC y Stewart  BA
. 1971.
 Crop production and soi ana ysis as affected by app ication of catt e f
eed ot waste. In: Livestock Waste Management, Proceedings of the  Second Internat
iona Symposium on Livestock Wastes. American Society of Agricu tura Engineers
, St. Joseph, MI, pp 229—231,
 234.
 Mathers, AC  y Stewart BA. 1981. The effect of
feed ot manure on soi physica and chemica properties. In:  Livestock Waste: A
Renewab e Resource, Proceedings of the Fourth  Internationa
 Symposium on Livest
ock Waste, 1980. American Society of Agricu tura Engineers, St. Joseph,  MI, pp
159—162. Mathers, AC y Stewart BA. 1984. Manure effects on crop yie ds and soi
properties. Trans ASAE 27(4): 1022—1026.
  
Gestión ambienta en e feed ot
97
 
Mathers AC, Stewart BA y Thomas  JD. 1975. Residua and annua rate effects of ma
nure on grain sorghum  yie ds. In: Managing Livestock Wastes, Proceedings of the
Third Internationa
 Symposium on Livestock Wastes, 1975. American Society of Agr
icu tura Engineers, St. Joseph, MI. Mathers AC, Stewart  BA, Thomas  JD y B air
BJ. 1973.  Effects of catt e feed ot manure on crop yie ds and soi conditions.
 T
echnica Report 11. USDA Southwestern Great P ains Research Center, Bush and, TX
. Mathers
 AC, Thomas JD, Stewart BA y Herring JE. 1980. Manure and inorganic  fer
ti izer effects on sorghum and sunf ower growth on iron-deficient soi . Agron J
72:1025—
 1029. Mie ke LN y Mazurak AP. 1976. Infi tration of water  on a catt e f
eed
 ot. Trans ASAE 19(2):34 —344. Mie
 ke LN, Swanson NP
 y McCa a TM. 1974.
 Soi
profi e conditions
 of catt e feed ots. i Environ
 Qua 3(1):14—17.
 Mi er WD.
1971. Infi
 tration rates and groundwater qua ity  beneath catt e feed ots, Texas 
high p ains. Fina Report 16060 EGS. Water Qua ity Office, U.S. Environmen ta P
rotection
 Agency,
 Washington, DC. Nienaber JA, Gi bertson  CB, K opfenstein TJ, P
a m SD y McCa a TM.  1974. Anima  performance and ot surface conditions as  affe
cted by feed ot s ope and anima densities.  In: Proceedings, Internationa
 Lives
tock Environment  Symposium,
 Linco
 n, NE, pp 130—137. NSW Agricu ture, 1998. The
New
 South Wa es feed  ot manua . The Inter-Department Committee
 on Intensive
 Anim
a Industries (Feed ot Section) (2nd ed.): Update  98/I.  Phi  ips PA y Cu ey JLB
. 1985. Groundwater  nutrient
 concentrations
 be ow sma -sca e earthen manure sto
rage. In: Agricu  tura Waste Uti ization
 and Management, Proceedings of the Fift 
h Internationa Symposium on Agricu tura Wastes.  American Society of Agricu tur 
a Engineers, St. Joseph, MI, pp 672—679. Phi ips RL. 1981. Maps of runoff  vo u
mes from feed ots in the United States. In: Live stock Waste: A Renewab e Resour
ce, Proceedings of the Fourth  Internationa Sympo sium on Livestock Waste.  Ameri
can Society of Agricu tura Engineers,  St. Josepk,
 MI, pp 274—277. Powe EE.
 19
94. Economic management
 of feed ot manure. Fina Report, Parr. 2. Evan Powe Ru
ra Consu tants, Da by, Queens and, for Meat Research Corporation con tract M.08
7, Sydney,  NSW, Austra ia. Powers WL, Herpich  RL, Murphy  LS, Whitney  DA, Manges
HL y Wa ingford GW. 1973. Guide ines for and disposa of feed ot agoon water.
C-485. Cooperative  Ex tension Service,  Kansas State University, Manhattan,  KS.

Schuman GE y McCa a TM 1975 Chemica
 characteristics of a feed  ot soi profi e.
Soi Sci 119(2):113—118. Shuy er LR, Farmer  DM,
 Kreis RD y Hu a ME. 1973. Envir

onment protecting
 concepts of beef catt e feed ot wastes management. Nationa En
vironmenta
 Research Center, Office  of Research and Deve  opment, U.S. Environmen
ta Protection Agency, Cor va is, OR. Smith  Si, Sharp ey AN, Stewart  BA, Sweete
n JM y McDona d T.  1994.  Water qua ity imp ications of storing feed ot waste in
southern Great P ains p ayas. In:
98
  
Gestión ambienta en e feed ot
  
Ba
 ancing Anima Production and the Environment,
 Proceedings, Great  P ains Anima

Waste Conference on Confined Anima  Production
 and Water Qua ity. GPAC Pub ica
tion 151. Great P ains Agricu tura Counci , Denver, CO. pp  267—270. Swanson NP,
Lorimor JC y Miejke LN. 1973. Broad basin terraces for  s oping catt e feed  ots.
Trans ASAE
 16(4):746—749. Swanson NP, Mie ke LN y E is JR. 1977. Contro of be
ef feed ot runoff with a waterway. ASAE Paper 77-4580.  American Society of Agric

u tura Engineers, St. Joseph,   MI. Sweeten JM. 988a. Composting manure and s ud

ge. L-2289. Texas Agricu tura Exten sion Service,  Texas A&M University,  Co ege
Station, TX. Sweeten JM. 1988b. Groundwater   qua ity protection for ivestock fe
eding operations.B- 1700. Texas Agricu tura Extension Service, Texas A&M Unive
rsity System, Co ege Station,  TX (revised 1992). Sweeten   JM. 1990b. Feed ot run
off characteristics for and app ication In: Agricu tura and Food Processing Wa
stes, Proceedings of the 6 Internationa Symposium on Agricu tura  and Food Proc
essing Wastes, Chicago, IL, pp 168—184. Sweeten  JM. 992.
 Catt e feed ot waste m
anagement
 practices for water and air po u tion contro
 . B-1671, Texas Agricu t
ura Extension Service, Texas A&M University, Co ege Station,   TX. Sweeten JM y
Amosson SB.  1995. Manure
 qua ity and economics. In: Tota
 Qua ity Manure Managem
ent Manua . Texas Catt e Feeders Association,  Amari o, TX.  Sweeten  JM, Marek TH
y McReyno ds D. 1995a. Groundwater qua ity near two catt e feed ots in the Texa
s high p ains. AppI Eng Agric 1 1(6):845  Sweeten JM y Mathers AC. 1985. Improvin
g soi s with ivestock manure. 3 Soi Water Conserv
 40(2):206—2 10. Sweeten JM y
McDona
 d RP. 1979. Resu ts of TCFA environmenta and energy survey— 1979. Texas
Catt
 e Feeders Association, Amari o, TX. Sweeten JM, Pennington HD,
 Sea e D, W
i son R, Seymour RM, Wyatt AW, Cochran IS y Auvermann BW. 1990. We water  ana y
sis from 26 catt e feedyards
  in Castro, Deaf Smith, Parmer, and Randa counties 
, Texas. Texas Agricu tura Extension  Ser vice, Texas A&M University  System,
 Co 
ege Station, TX. Sweeten JM, Saf ey LM y Me vin SW. 1981. S udge remova  from
agoons and ho ding ponds: case studies. In:  Livestock Waste: A Renewab e Resourc
e, Proceedings of the Fourth  Internationa Symposium on Livestock Wastes. Americ
an Society of Agricu tura Engineers, St. Joseph, MI, pp 204—210. Sweeten JM y
Wo fe ML 1994 Manure and Wastewater Management Systems for  Open Lot daiiy  operat
ions. Trans. ASAE 37(4): 145—1154. Sweeten JM. 1976. Di ution of feed ot runoff
. MP-1297. Texas Agricu tura Extension Service, Texas A&M  University,
 Co ege S
tation, TX.  Sweeten
 JM. 1979. Manure management for catt e feed
 ots. L-1094. Tex
as Agricu tura Extension Service, Texas
 A&M University,  Co ege Station, TX. Sw

eeten JM. 1984. Uti ization
 of catt e manure  for ferti izer. In: Baker  FH, Mi e
r ME (eds) Beef Catt e Science  Handbook, Vo . 20. Westview Press, Bou der, CO. p
p 59-74. Sweeten JM, Parne  CB, Shaw 8W  y Auvermann BW. 1998. Partic e size dis
tribution Gestión ambienta en e feed ot
99
 
of catt e feed ot dust emissions. Trans ASAE 41(5): 1477—1481. Sweeten  JM,
 Sokor
a GL, Seymour RM, Hickey MG, Young SM. 1995b. Irrigation of catt  e feed ot runof
f on winter wheat (extended abstract). In: Proceedings, Anima Waste and the Lan
d-Water  Interface Conference. University of Arkansas Water Re sources Center, Fa
yettevi e, AR, pp 14—16. TNRCC . 1995.  Concentrated anima feeding operations.
Contro of certain activities by ru e. Texas Natura Resources Conservation Comm
is sion. Tex Reg June 30, 20(50):4727—4742.  TWC (Texas Water Commission).
 1987.
Contro of certain activities by ru e. Chapter 321, Texas Natura Resources  Cons
ervation Commission. Tex  Reg March 17, 20(50):904—909. U.S.
 Environmenta
 Protec

tion Agency. 1973 Deve opment document for proposed eff uent imitations guide i
nes and new source performance standards for the feedbots point source  category.
EPA-440/1-731004. EPA,  Washington, DC, pp 59—64.
 U.S. Environmenta Protection
Agency. 1993. Nationa po utant discharge e imination system genera  permit and
reporting requirements for discharges from concentrated anima feeding operatio
ns. Fed Reg, February 8, pp 7610—  7644. Wa ker J. 1995. Seepage contro from was
te storage ponds and treatment  agoons. In: Proceedings, Innovations  and New Hor
izons in Livestock and Pou try Manure Management  Conference, Vo . 1, September 6
—7, 1995, Austin, Texas. Texas Agricu tura Extension Service  and Texas Agricu t
ura Experiment
 Station, Texas A&M Univer sity System, Co ege Station, TX, pp 7
0—78.
 Wa ingford GW, Murphy LS,  Powers WL, Manges HL 1974 Effect of beef feedbo
t agoon water on  soi chemica properties—growth and composition of corn forage
. J Environ Qua 3(1):74—78. Watts PJ, Jones  M, Lott SC, Tucker RW y Smith RJ. 1
992. Odor measurement  at a Queens and feed ot. ASAE Paper 92-4516. Presented at
the Internationa
 Winter Meeting of the
 American Society of Agricu tura Enginee
rs, Nashvi e, TN, December 15—17.We s DM, Co eman EA, Grub W, A bin RC y Meen
aghan GF. 1969. Catt e feed ot po ution study—Interim Report No. 1. WRC-69-7. W
ater Resources  Center, Texas Tech  University, Lubbock, TX. Wiese AF, Sweeten JM,
Bean BW,
 Sa isbury CD
 y Chenau t EW. 1998.
 High temperature composting of catt
e feed ot manure ki s weed seeds. App Eng Agric 14(4):377—380.  Watts PJ y Tuck
er RW. 1993a. The creation  and reduction of odour at feed ots. Workshop
 on Agric
u tura Odours,  Austra ian Water and Wastewater Association and C ean Air Societ
y of Austra ia and New Zea and, pp 3.1—3.14. Watts PJ y Tucker  RW. 1993b. The ef
fect of ration on waste management and odor contro in feed ots. In:  Recent Adva

nces in Anima Nutrition in Austra ia, 1993. University of New Eng and, Armida e
, NSW, pp 117—129.
100
  
Gestión ambienta en e feed ot

Вам также может понравиться