Aníbal J. Pordomingo INTA Anguil La Pampa Argentina 2003 2 Gestión ambiental en el feedlot Agradecimientos: El autor agradece los aportes de información y la crítica del D r. Ernesto Viglizzo (Coordinador del Programa Nacional de Gestión Ambiental de I NTA). Gestión ambiental en el feedlot 3 PROLOGO DEL COORDINADOR DEL PROGRAMA DE GESTION AMBIENTAL Este no es un aporte más dentro de la producción tecnológica del INTA. Es una co ntribución novedosa, innovadora e intemporal. Es novedosa e innovadora porque ab orda, por primera vez en el país, la solución integral de un problema ambiental típico de la ganadería intensiva. Pero no lo hace de una manera tradicional; se vale en cambio de un camino tecnológico crítico que no tiene demasiados antecede ntes en la tecnología agropecuaria nacional. Y es intemporal porque su esencia n o es efímera ni coyuntural. Perdurará porque sus principios conceptuales son per manentes. Y será referencia inevitable para quienes deban enfrentar el desafío d e diseñar y operar sistemas ganaderos cada vez más intensivos. La gestión ambien tal moderna del sector rural tiene una lógica que intenta ser asimilada por el I NTA. La buena práctica para un médico consiste en diagnosticar la enfermedad, pr escribir el tratamiento adecuado y producir el alta médica una vez que la enferm edad ha sido curada. Encontrando un símil en la medicina, la «salud ambiental» d e nuestra producción agropecuaria demanda también 1) instrumentos confiables y s ensibles de diagnóstico, 2) prescripciones o guías de buena práctica para resolv er, con fundamento científico, los problemas diagnosticados, y 3) protocolos de certificación agro-ambiental que garanticen la «salud ecológica» final de los pr ocesos productivos. Todo ello enmarcado en la búsqueda de un mayor valor comerci al para los bienes producidos. Dentro de esa lógica, esta guía de buena práctica tiene el atributo de abrirnos un camino poco explorado. No es una revisión bibl iográfica tradicional ni un simple listado de prescripciones técnicas. Es una ve rdadera herramienta de decisión que, con un sólido bagaje de conocimiento expert o incorporado, «dialoga» inteligentemente con el usuario y le guía por caminos q ue le llevan a la solución del problema. Es prioridad para el INTA que este enfo que encuentre su réplica en investigadores y técnicos ocupados en resolver otras problemáticas equivalentes de la gestión ambiental agropecuaria. Echemos a anda r. Sin duda, abriremos nuevos caminos...... Ernesto F. Viglizzo Coordinador Inte rino Programa Nacional de Gestión Ambiental del INTA 4 Gestión ambiental en el feedlot Prólogo Para una gestión ambiental apropiada en planteos intensivos se hace necesario id entificar las áreas de riesgo para controlar o reducir sus efectos. En el feedlo t de bovinos para carne, el área de mayor riesgo ambiental lo constituye la cont aminación localizada de suelos y aguas, tanto subterráneas como superficiales, e mergente de la acumulación de deyecciones y movimiento de efluentes. En un segun do nivel podríamos ubicar la contaminación del aire y la degradación del paisaje . La estrategia de minimización y control de riesgos de deterioro ambiental en e l feedlot comienza con la elección de la región y luego del sitio con condicione s adecuadas para la instalación de sistemas intensivos. Los aspectos a tener en cuenta incluyen las características hidrológicas y topográficas; así como tambié n económicas y demográficas. Posteriormente, la textura del suelo, las pendiente s y la profundidad de la napa freática definirán el diseño de los corrales, trat amientos de pisos y estructuras de recolección de efluentes y estiércol. Todo el manejo de excretas y efluentes debe planificarse para maximizar la captura y pr ocesamiento de los mismos en superficie y minimizar la infiltración con nutrient es contaminantes. En esta guía se proveen elementos para el diseño de los corral es de alimentación y de los sistemas de captura, contención y tratamiento de efl uentes líquidos y estiércol; elementos que apuntan a eliminar o reducir el escap e de contaminantes hacia el ambiente, en particular hacia los recursos hídricos, a partir de un buen diseño de corrales y de recolección de excretas. Se sugiere n también posibles usos de las excretas recolectadas poniendo énfasis en la efic iencia de re-captura de nutrientes en biomasa vegetal. Adicionalmente, se provee n pautas para la ubicación y el contralor con el objeto de minimizar efectos ind eseables sobre áreas urbanas o de alta sensibilidad social. Estos aspectos se an alizan en forma relativa a la escala de producción para que, aunque sin dejar de identificar el riesgo, se pueda proceder con racionalidad a la hora de dimensio nar los efectos potencialmente deletéreos sobre el ambiente y la sociedad de una instalación destinada al engorde intensivo. Lejos de agotar el tema sobre el di seño de instalaciones y manejo de efluentes, esta guía pretende introducir un te ma de relevancia creciente y ya impostergable para la competitividad de la ganad ería intensiva en la Argentina. Aunque esta guía está orientada para aportar en la arquitectura de feedlots a instalarse, los conceptos vertidos y sugerencias p ueden ser de utilidad para replantear sistemas actualmente en funcionamiento. Fi nalmente, la misma podría servir de insumo en el desarrollo e implementación de pautas oficiales para la gestión ambiental de engordes intensivos. 6 Gestión ambiental en el feedlot Índice Prólogo ........................................................................ ........................................... 3 Gestión ambiental en el feedlot .. ............................................................................ 7 Q ué es un feedlot?............................................................... ................................ 8 Guía para la instalación de feedlots ........ ........................................................... 9 1. Elección de la región y del sitio ............................................................. ............ 11 1.1. Elección de la región ..................................... .................................... 12 1.2. Elección del sitio ................ ................................................................ 17 2. Evaluació n de la vulnerabilidad ambiental del sitio ..................................... ...... 22 3. Pautas y pasos para el diseño del feedlot ......................... ............................ 29 3.1. Relevamiento preliminar del sitio ......... ............................................. 32 3.2. Análisis de la factibilida d ambiental ................................................. 33 3.3. Diseño del feedlot ....................................................................... ....... 34 3.3.1. Estructuras de alimentación y manejo ......................... ........... 36 3.3.1.1. Corrales de alimentación ............................... ................. 38 3.3.1.1.1. Tamaño ......................................... .......................... 38 3.3.1.1.2. Disposición ........................... ...................................... 38 3.3.1.1.3. Piso y pendientes ......... .............................................. 38 3.3.1.1.4. Comederos ......... .................................................... 39 3.3.1.1.5. Bebederos ... ............................................................ 44 3.3.1.1.6. Lomas en los corrales .............................................. 45 3.3.1.1.7. So mbra ....................................................................... 47 3.3.1.1.8. Protecciones ........................................................ ... 50 3.3.1.1.9. Refugio ...................................................... .............. 50 3.3.1.1.10. Materiales y construcción ........................ .................. 51 3.3.1.1.11. Calles de alimentación ....................... ...................... 51 3.3.1.1.12. Calles de los animales ................... ......................... 52 3.3.1.2. Corrales de recepción .................... ................................ 53 3.3.1.3. Corrales de enfermería ............ ....................................... 54 3.3.2. Estructuras de captura y manej o de efluentes y estiércol ...... 54 3.3.2.1. Manejo de efluentes líquidos ..... .................................... 56 3.3.2.1.1. Area de captura y drenajes .. .................................. 58 3.3.2.1.2. Sistema de sedimentación ...... ................................ 59 3.3.2.1.3. Sistema de almacenamiento ....... ........................... 63 3.3.2.1.4. Sistema de evaporación ............... .......................... 69 3.3.2.2. Manejo del estiércol .................... ................................... 69 3.3.2.2.1. Estimación de la producción .. ................................. 71 3.3.2.2.2. Acumulación .................... ...................................... 71 3.3.2.2.3. Alomado en el corral ...... ....................................... 72 3.3.2.2.4. Limpieza de los corrales . ........................................ 73 3.3.2.2.5. Apilado fuera de los corr ales ................................... 74 3.3.2.2.6. Compostaje .............. .............................................. 75 3.3.2.2.7. El vermicompuesto . ................................................ 76 4. Fertilización con líquido s y estiércol .............................................................. 77 4.1. Riego con efluentes líquidos .............................................. ............... 79 4.2. Abonado con estiércol .................................. ..................................... 82 5. Pautas para la habilitación y el con trol público ........................................... 87 Bibliografía........ ................................................................................ ................... 95 Gestión ambiental en el feedlot 7 Gestión ambiental en el feedlot Guía de buenas prácticas La producción animal de Argentina ha transitado en la última década un camino de transformaciones y procesos de intensificación de los sistemas de producción. E ntre otros, la alimentación intensiva de bovinos a corral ha crecido instalándos e en varias regiones del país, particularmente en la región pampeana. Ese sistem a de producción ha encontrado espacios en planteos más complejos, agrícolo-ganad eros en el mismo campo como estrategia de diversificación, o ha sido introducido como alternativa especializada por inversionistas. A esa primera etapa le suced e ahora una segunda de ajustes tecnológicos a nuevos escenarios a los que se sum a la dimensión ambiental. En los países competidores de Argentina, con economías agro-alimentarias de significación geopolítica, la gestión ambiental ha dejado de ser un camino paralelo a la gestión económica, y frecuentemente de dirección opuesta, para constituirse en parte del sistema de producción incorporando no só lo restricciones, sino garantías de calidad y ventajas competitivas. En ese sent ido, es importante que la producción animal intensiva, en Argentina, transite ha cia un nuevo estatus ambiental que le permita capitalizar la experiencia interna cional para fortalecer el posicionamiento de sus productos en el mercado interno e internacional. El presente manual intenta introducir la problemática de la in stalación y manejo de feedlots bajo un perfil ambientalmente saludable. Se prete nde que el mismo sirva, por un lado como guía para el estudio de la factibilidad ambiental de la instalación de sistemas intensivos para bovinos para carne y, p or otro, para identificar carencias de información y legislación para desarrolla r herramientas o políticas que permitan generar un producto sano en un ambiente saludable. La guía de buenas prácticas es una herramienta de ayuda a la toma de decisiones. Trata de sintetizar en la información disponible y proveer recomenda ciones -pasos a seguir, alertas y procedimientos- ordenados en función de una es tructura para el plano operativo de una actividad o proceso particular. Aunque n o resuelve todas las incógnitas concernientes a un problema o actividad, aporta un vínculo entre la investigación y la aplicación de la tecnología a distintos n iveles en la toma de decisiones. Anibal J. Pordomingo 8 Gestión ambiental en el feedlot Qué es un feedlot? Un feedlot de bovinos para carne es un área confinada con comodidades adecuadas para una alimentación completa con propósitos productivos. Esta definición no in cluye encierres temporarios para destetar terneros, encierres por emergencias sa nitarias, climáticas, u otros encierres transitorios. Las instalaciones para aco pio, procesado y distribución de alimentos se las considera parte de la estructu ra del feedlot (Sweeten, 2000; NSW Agriculture, 1998). Los requisitos para la in stalación de feedlots previstos en países con historia en ganadería intensiva se han establecido en función de los requerimientos del propio sistema (factores i ntrínsecos) y del entorno o ambiente (factores extrínsecos). Los primeros apunta n a producir, eficiente y consistentemente, un producto sanitariamente seguro y de la calidad deseada por el mercado. Los segundos, a atender las demandas del e ntorno para evitar la degradación ambiental por contaminación de suelos, agua y aire con agentes tóxicos y patógenos, y por erosión de suelos o de la riqueza pa isajística. La rigurosidad con respecto a este segundo grupo de requisitos depen de de la política ambiental de cada país. En los países europeos las restriccion es y requisitos son más altos que en otros, y mayores aún en los países con alta densidad de población e historia de contaminación en el pasado (ej. Holanda vs España). En EEUU, Canadá y Australia la legislación para la instalación de feedl ots es variable en su rigurosidad y depende del Estado en cuestión, particularme nte de la presión social y del riesgo potencial de los recursos naturales. En to dos estos países existen normativas estatales con pautas y requisitos para el diseño y la aprobación de la instalación de feedlots en función de la escala productiva, las características del sitio y del entorno ambiental y social. El E stado aprueba la instalación y monitorea la generación de emisiones y sus efecto s. En todos los casos para el inicio de la actividad se requiere de una evaluaci ón previa con aprobación técnica por parte de agencias oficiales pertinentes. El grado de complejidad de las presentaciones está ligado a la escala productiva y la vulnerabilidad del sitio. En Argentina, la legislación de las provincias es inexistente o incipiente con respecto a la instalación de feedlots por lo que lo s proyectos iniciados, en su gran mayoría, no han tenido en cuenta aspectos ambi entales o sociales más que los directamente asociados a la calidad del producto o a la eficiencia de producción. En algunos casos, reacciones sociales han impul sado algunos cambios o ajustes del manejo de efluentes y olores en establecimien tos en producción. Sin embargo, se carece de una historia de adecuación y ajuste s permanentes para remediar o prevenir efectos posteriores. En el contexto argen tino y con la experiencia internacional, la imposición de requisitos y restricci ones debería orientarse desde el alerta y la prevención de efectos para evitar l a engorrosa y costosa tarea de la remediación ambiental y la reubicación o redis eño de los feedlots. Este trabajo plantea, a continuación, una guía para introdu cir los rudimentos para la gestión ambiental en el diseño y el manejo de los fee dlots para bovinos para carne. Gestión ambiental en el feedlot 9 Guía para la instalación de feedlots acordes con una adecuada gestión ambiental El siguiente esquema resume los capítulos temáticos que deberían abordarse en el proceso de la instalación de feedlots. El proceso comienza con el conocimiento de las condiciones de elegibilidad de una región primero y luego del sitio concr eto, la evaluación integral de las condiciones del mismo y el diseño de las inst alaciones para producción y manejo de efluentes. Paralelamente, se requerirá del conocimiento de las pautas y exigencias para el registro, la habilitación y el control público de la gestión, si así se lo exige, en la legislación regional. E n tal sentido se hacen algunas sugerencias en esta guía. 1 2 3 4 Elección de la región y del sitio 5 Pautas para la habilitación y el contralor público Evaluación de la vulnerabilidad ambiental del sitio Pautas para el diseño del feedlot. Uso de efluentes y estiércol 10 Gestión ambiental en el feedlot 1. Elección de la región y del sitio 12 Gestión ambiental en el feedlot 1.1. Elección de la región 1 Aptitud comercial 1. Provisión de insumos 2. Mercados 3. Escala de producción 2 Aptitud ambiental 1. Clima: a. Temperaturas b. Precipitaciones c. Heladas d. Vientos 2. Aguas: a. Presencia y ubicación de acuíferos b. Recursos hídricos superficiales c. Profund idad de freáticas d.Calidad de aguas de bebida 3. Geografía y suelos 4. Paisaje 5. Escala regional 6. Densidad de población Gestión ambiental en el feedlot 13 1.1. Elección de la región La ubicación de un feedlot exige del análisis de la factibilidad física a dos es calas diferentes, una de nivel regional y otra de nivel local. Aunque en varios aspectos ambos niveles se superponen, no todos los elementos a tener en cuenta e stán contenidos en ambos niveles. La elección de la región debe considerar aspec tos relacionados con la aptitud ambiental de regiones geográficas y con el conte xto económico y social para el desarrollo de la actividad. Esta escala permite v isualizar efectos o consecuencias y riesgos regionales de medio a largo plazo y que no serían detectables desde el nivel de predio o sitio. A la inversa, limita ntes o potencialidades a nivel del sitio pueden no ser perceptibles a escala reg ional. Podría ocurrir que se den condiciones a nivel de región pero que el sitio seleccionado sea inadecuado por características particulares. También podría re sultar adecuado un sitio seleccionado pero la región tener características poco apropiadas. Superado el filtro de la aptitud a nivel regional debe realizarse el estudio de aptitud de sitio antes de iniciar aspectos del diseño de las instala ciones. A la inversa en cambio, no sería apropiado suponer aptitud regional a pa rtir de condiciones aceptables en un sitio o predio. A nivel de región, la insta lación depende de: 1) la aptitud comercial de la región asociada a la factibilid ad de provisión de insumos, acceso a mercados de productos, escala del emprendim iento y las características demográficas (distribución y densidad de población), y 2) la aptitud ambiental incluyendo las condiciones regionales de clima, aguas , topografía, edafología y densidad de emprendimientos intensivos. mentación. El fácil acceso al alimento y el costo de ponerlo en el feedlot son d eterminantes del éxito del emprendimiento. Un feedlot que engorda 1000 novillos en forma permanente durante el año requiere al menos de 3500 toneladas de grano, equivalentes a 2 camiones de 30000 kg cada uno por semana. Aunque en la mayoría de los casos existirán instalaciones para el acopio de granos, la seguridad de su provisión y el costo del transporte son elementos de suma relevancia. En Arge ntina, la ubicación de los feedlots que se han instalado en la última década ha coincidido con las regiones de producción de granos o en sus áreas marginales. A unque las regiones más secas se adecuarían mejor a la actividad del engorde en c orral, el costo del flete de granos podría comprometer la factibilidad económica . En segundo lugar, los caminos compatibles con un fácil acceso para los camione s y la provisión de agua de bebida para los animales son otros aspectos a tener en cuenta, aunque menos restrictivos, comparados con el anterior. 1.2. Mercados para los productos Sería conveniente que el movimiento de los animales hacia el frigorífico de faen a sea el más corto posible para evitar costos de transporte, riesgos y deterioro de los animales. Sin embargo, las distancias de hasta 800 km son frecuentes en los envíos para faena en Argentina. Dentro de estos límites, el lugar de destino de los animales para faena es una condicionante secundaria, comparada con la de insumos. Esta variable no constituiría una limitante en la Argentina, particula rmente para los engordes que se instalan en la región pampeana o su periferia. 1.3. Escala del feedlot 1. Aptitud comercial 1.1. Provisión de insumos La mayor limitante relacionada con los insumos se centra en el costo de la ali- El tamaño del feedlot o escala debe ser evaluada mediante un estudio de su facti bilidad física y económica. El incremento de la escala reduce la incidencia de l os costos fijos, particularmente los costos de amortización de instalaciones y d e administración. La naturaleza y estructura de costos no se estudia en esta pub licación pero se recomienda realizar un 14 Gestión ambiental en el feedlot exhaustivo estudio de factibilidad antes de iniciar el emprendimiento, debido a la alta variabilidad de las relaciones de ingreso/costos de los sistemas intensi vos de Argentina. 2. Aptitud ambiental En los feedlots establecidos a cielo abierto y con corrales de piso de tierra la interacción entre el ambiente y el sistema intensivo es muy alta. El ambiente a fecta y condiciona la salud y el crecimiento de los animales y, por otro lado, l os animales afectan el ambiente. Los bovinos pueden engordarse en sistemas inten sivos en un amplio rango de climas. Sin embargo, económicamente el rango puede s er menos amplio. En la medida en que la temperatura ambiental aumenta por encima de los 21oC decrece la eficiencia productiva. En climas muy calurosos es necesa rio utilizar razas cebuínas y en climas fríos las razas británicas se adaptan me jor y son más productivas (Ames, 1981). La eficiencia productiva se beneficia cu ando se produce sobre suelos secos, bien drenados y en ambientes templados. El b arro permanente en los corrales, el viento persistente y la lluvia recurrente in crementan los requerimientos energéticos de los animales para sostener su masa c orporal. Se ha medido un incremento de hasta 33% en los requerimientos energétic os debido a las actividades físicas adicionales en las que se ven involucrados l os animales bajo situaciones ambientales marginales (anegamiento y lluvias), en desmedro del aumento de peso (Church, 1989). En general, las regiones preferidas para establecer feedlots son las templadas semiáridas o subhúmedas, con suelos francos, de buena capacidad de compactación y pendientes moderadas. En algunos p aíses con bastas regiones templadas (Nueva Zelanda, Australia, EEUU) se recomien da ubicar los feedlots Gestión ambiental en el feedlot 2.1. Clima en áreas de baja precipitación. Se recomienda seleccionar áreas con menos de 750 mm de precipitación anual, particularmente si éstas ocurren durante momentos de alta intensidad de engorde (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 2000). En las regio nes con precipitaciones mayores se sugiere la incorporación de superficies prote ctoras sobre sectores de los corrales, sobre los comederos y sobre las lomas de estiércol, para ofrecer lugares secos a los animales y evitar la producción exce siva de barro, proteger la calidad y la palatabilidad del alimento y reducir el lavado y movimiento del estiércol con el escurrimiento de aguas superficiales. L os vientos pueden crear una limitante adicional en determinadas regiones, por di rección o intensidad. La dirección de los vientos debe tenerse en cuenta para ev itar la ubicación de feedlots en sectores en que las emisiones de olores y polvo s terminen afectando el aire de ciudades u otras poblaciones. Existen estrategia s para reducir la emisión de olores pero no para su eliminación por lo que sería recomendable evitar la ubicación de feedlots en regiones de alta concentración de población o en la proximidad de centros urbanos. La concentración de feedlots en un área aumenta la generación de olores con el aumento de la escala o cantid ad de animales en encierre. Es conveniente planear regionalmente los límites o p osibilidades de carga para evitar la degradación del aire. 2.2. Aguas La instalación de estos sistemas intensivos debería proponerse en regiones que n o pongan en riesgo a acuíferos subterráneos o recursos hídricos superficiales, p articularmente aquellos que alimentan cuencas en utilización directa. El diseño del sistema de captura de efluentes permite reducir significativamente la contam inación emergente pero no eliminarla, especialmente si crece la escala regional. La profundidad de la freática, la infiltración en los corrales y el escurrimien to su- 15 perficial son los principales elementos a tener en cuenta. En este sentido, las regiones secas (semi-áridas) serían deseables por una baja producción de líquido s (bajas precipitaciones), acuíferos profundos o escasos y alta evaporación. En esas regiones la producción neta de efluentes líquidos puede ser inferior a la m itad de la generada en regiones húmedas. Por su parte, la calidad del agua de be bida debe ser analizada antes de decidir sobre la aptitud de una región. Aunque el agua puede variar en calidad y cantidad entre sitios, es frecuente que exista n regiones de calidad variable. En las regiones semiáridas de Argentina este asp ecto es muy relevante y condicionante de la instalación de emprendimientos de al ta demanda. Por ejemplo, en una región en la que se instalan feedlots con capaci dad total para 100.000 animales en engorde simultáneo podría requerirse entre 3 y 4 millones de litros diarios, demanda que no es menor si se considera que esa cantidad de animales podría concentrarse en 300 a 500 ha. En la región semiárida pampeana debe considerarse primariamente el contenido excesivo de sales totales , sulfatos, flúor y arsénico (Fac. Agr. UNLPam, comunic. Personal)? Elementos qu e pueden comprometer el consumo o la absorción de otros elementos como calcio, m agnesio, cobre, zinc, cobalto, hierro y manganeso). 1998). Las pendientes generales no deberían superar el 4 ó 5%, porque a mayores de éstas la velocidad del escurrimiento se torna erosiva y se hace muy difícil d e reducir con estructuras económicas. El costo de adecuación de sitios quebrados con altas pendientes puede tornar al sitio en inviable o de alto riesgo ante ll uvias torrenciales. Aunque a nivel de sitio, la alternativa de adecuación del fe edlot sea viable, a nivel de región se corren altos riesgos de procesos de erosi ón en masa y de difícil corrección por lo que sería inaceptable a esa escala. La experiencia internacional indica que los feedlots deberían instalarse en region es con baja probabilidad de inundación (probabilidad inferior a 1 ocurrencia cad a 100 años), la profundidad mínima a la freática sugerida para la instalación de feedlots con corrales de tierra compactada es de 1 m para suelos francos y mayo r para suelos sueltos (arenosos), especialmente si no se cuenta con la adición d e arcillas como alternativa para impermeabilizar terrenos (NSW Agriculture, 1998 ; Sweeten, 1990 a). En Argentina existen regiones de gran irregularidad topográf ica (ej.: mosaico de depresiones y lomas en el Oeste de Buenos Aires), de suelos con muy baja estructura y de textura gruesa (áreas medanosas del Este de La Pam pa y oeste de Buenos Aires) o de niveles freáticos muy próximos a la superficie (sectores de la depresión del río Salado en Provincia de Buenos Aires), en las q ue es dificultoso encontrar sitios para establecer feedlots en condiciones ambie ntalmente aceptables. Asimismo, la captación y almacenamiento de efluentes no es condición suficiente para minimizar el impacto ambiental. Pautas recomendables incluyen como necesario contar, en la proximidad del feedlot, con superficies de tierra susceptibles de ser regadas sistemáticamente con efluentes líquidos y un programa de uso del estiércol en otros predios o mercados (Sweeten, 1990 a). La aptitud regional debe tener en cuenta esta necesidad y posibilidad. 2.3. Geografía y suelos La región debe contar con condiciones geográficas y edáficas adecuadas para la c onstrucción del sistema captación y manejo de efluentes y utilización posterior de efluentes líquidos. Debe ser analizada por sus condiciones naturales para con tener y minimizar la infiltración y el escurrimiento. Si las características top ográficas o edáficas (profundidad de freáticas, permeabilidad de los suelos, o l as irregularidades del terreno) no permiten contener los excedentes de nutriente s (potenciales contaminantes) debería replantearse la aptitud de la región (Cole man et al., 1971; NSW Agriculture, 16 Gestión ambiental en el feedlot 2.4. Paisaje El efecto sobre el paisaje regional es otro aspecto de relevancia creciente en e l momento de la instalación de estos sistemas de producción. La opinión puública , mayoritariamente urbana, encuentra frecuentemente a los feedlots como una pert urbación indeseable o degradante del ambiente. A nivel de región, las recomendac iones en la legislación vigente de estados o países con historia de engorde a co rral (Agriculture, 1998; USEPA, 1987) promueven la planificación a nivel de área o región del diseño del paisaje incluyendo implantación de bosques, parquizacio nes y cortinas forestales. ción, del diseño y del contralor en la medida en que los emprendimientos superen los 1000 animales de capacidad. Sin embargo, esta sugerencia no impide se regul e a capacidades menores cuando la sensibilidad del sitio así lo impone (proximid ad a acuíferos o cuencas hídricas, centros poblados, parques industriales, parqu es recreativos o culturales, etc.) Será competencia de la administración pública regional definir la reglamentación pertinente para controlar la escala regional (concentración de animales por unidad de superficie de uno o varios feedlots). Aunque estas definiciones son altamente dependientes del suelo y del ambiente, c uando la suma de animales supera los 10.000 en instalaciones próximas debería ge nerarse un plan de uso y monitoreo que incluya una estrategia de ordenamiento re gional de instalaciones y de monitoreo de la contaminación. 2.5. Escala En la medida en que se incrementa el tamaño del feedlot en cantidad de animales, aumentan las externalidades y los riesgos de degradación ambiental (contaminaci ón de aguas y aire, deterioro del paisaje) por sus efluentes y emisiones. El dis eño de las estructuras permite reducir sustancialmente el riesgo de contaminacio nes. Sin embargo, el costo de esa contención puede tornar inviable el emprendimi ento en regiones de alta sensibilidad. Por ello sería conveniente partir de regi ones que debido a sus características geográficas (ubicación), topográficas, hid rológicas y demográficas sean de alta capacidad de acogida de excedentes y permi tan instalar sistemas económicamente viables y de bajo compromiso ambiental. La definición del tamaño o escala es siempre subjetiva y dependiente de la historia de las regiones y concentración de sistemas intensivos. En Argentina no existen antecedentes de ordenamiento en función de escalas. Se propone incrementar la r igurosidad de la ubica- 2.6. Densidad de población La densidad de población en una región puede convertirse en una restricción insa lvable para la instalación de feedlots. La presión urbana por áreas recreativas, paisajes y demanda de recursos hídricos incrementa los requisitos y controles p ara impedir eventuales deterioros ambientales que pudieran poner en riesgo la ca lidad de vida y la salud humana. Por motivos preventivos, sería conveniente que los feedlots estén a más de 10 km de ciudades y se evite la cercanía (no menos d e 5 km) a cuencas hídricas subterráneas o superficiales que provean de agua a ta les centros. Asimismo, deben extremarse las prevenciones con respecto a la ubica ción por la producción de olores indeseables. Gestión ambiental en el feedlot 17 1.2. Elección del sitio 1 Aptitud ambiental Suelo: a.Topografía y pendientes b.Textura c .Profundidad a freática 2 Aptitud para la distribución de las instalaciones Ubicación geográfica: a. Proximidad a acuíferos y recursos hídricos superficiale s b. Dirección de vientos c. Proximidad a áreas pobladas o de alto tránsito d. P roximidad a centros recreativos y culturales e. Proximidad a otros feedlots Distribución de superficies: a. Superficies de corrales de alimentación y manejo de animales b. Superficies del sistema de manejo de captación y almacenamiento de efluentes y estiércol. c. Superficies para aplicación de efluentes líquidos. d. Áreas para accesos y movimientos de camiones 18 Gestión ambiental en el feedlot 1.2. Elección del sitio 1. Aptitud ambiental Entre los efectos del planteo intensivo sobre el ambiente, debemos tener en cuen ta las condiciones de la topografía y el suelo, el potencial contaminante de las deyecciones, la degradación del aire originada en la emisión de olores y polvos , y la degradación del paisaje por la misma estructura intensiva del sistema. tud de los suelos para generar pisos de baja infiltración, las características e dáficas del sitio deben ser relevadas cuidadosamente elaborándose un mapa topogr áfico y edáfico. La profundidad mínima de la freática es el tercer elemento disc riminante a nivel de sitio. Si bien es cierto, la tecnología de acondicionamient o de suelos y la manipulación de la escala (concentraciones bajas de animales) p ermitirían reducir efectos, en términos generales sería conveniente descartar si tios con profundidades inferiores a 1 m dado los riesgos de contaminación a los que se expone al lugar. 1.1. Topografía y suelo Si la ubicación del feedlot expondrá el ambiente a la degradación por erosión o contaminación debido a que no se dan las condiciones mínimas requeridas para man ejar los efluentes generados, será necesario replantear primero el sitio e, incl usive, la región en muchos casos. Conjuntamente con el diseño de los corrales de berían planificarse las instalaciones para el manejo de las emisiones líquidas y sólidas. La topografía y las pendientes son el primer aspecto a tener en cuenta en la elección del sitio y seguidamente la capacidad de compactación del suelo para limitar la infiltración y conducir el escurrimiento (Sweeten, 1988b). El si tio elegido debe permitir un escurrimiento lento y sostenido (sin embaucamientos ) por lo que las pendientes no deberían superar el 4 ó 5% y tener un destino def inido hacia un sistema de tratamiento y almacenamiento de la escorrentía (NSW Ag riculture, 2998). La posibilidad de compactar el suelo para reducir al mínimo la infiltración y luego mantener una capa impermeable construida de suelo-estiérco l compactado por los mimos animales es fundamental en la elección del sitio. Los suelos de textura gruesa, arenosa, de bajo contenido de materia orgánica inicia l son difíciles de estabilizar sin el agregado de arcillas o cementos. De ser po sible, conviene elegir suelos finos y factibles de alcanzar compactaciones inten sas y estables. En este sentido, aunque seleccionada la región entre otras condi ciones, por la aptiGestión ambiental en el feedlot 1.2. Ubicación geográfica La ubicación geográfica a nivel de sitio importa en la proximidad a áreas sensib les, ya sean recursos hídricos, centros poblados, recreativos, culturales o de a lto tránsito. En primer lugar la proximidad a cuencas hídricas subterráneas o su perficiales debería superar los 5 km, teniéndose en cuenta conjuntamente con las restricciones de magnitud de las pendientes. En este aspecto, juega un rol cent ral la escala regional (cantidad y tamaño de feedlots) ya que la contribución de uno al riesgo de contaminación no será independiente de la del entorno. En segu ndo lugar, la ubicación con respecto a los vientos es otra condicionante. La pro ducción de olores desagradables en el feedlot puede reducirse pero es imposible de eliminar. La ubicación dependerá del sentido de los vientos predominantes y s u frecuencia, pero se recomienda que se mantenga una distancia de al menos 5 km desde poblaciones urbanas y 1 km desde cascos de campos (Watts y Tucker, 1993b; NSW Agriculture, 1998). El sentido deberá permitir que los vientos mas frecuente s alejen los olores de los centros poblados. Se recomienda también que se implan ten cortinas forestales en la periferia del feedlot, particularmente del lado de las poblaciones para 19 desacelerar el movimiento de vientos en esa dirección. El orden, la higiene de l os sitios de acumulación de alimentos, residuos o excrementos, la eliminación de lagunas no planificadas y de animales muertos reduce la producción de olores in deseables. Watts y Tucker (1993 a,b) determinaron emisión de olores en feedlots bien drenados versus pobremente drenados. Las diferencias entre ambos resultaron muy altas. Un pequeño sector mal drenado puede provocar más olor que todo un fe edlot bien drenado. Las precipitaciones pueden crear condiciones anaeróbicas y c on ello promover fermentaciones de estiércol o residuos en 2 a 3 días aumenta la emisión de gases productos de las fermentaciones generando olores desagradables de 50 a 100 veces mayor intensidad que las emisiones diarias en suelos secos. E n feedlots instalados en climas secos, el movimiento permanente de los animales remueve suelo en sectores de poca compactación. En sectores de acumulación, los materiales de poco peso (partículas de estiércol y suelo fino) son fácilmente le vantados por el viento, poniéndose en movimiento masas de polvo que pueden ser u na molestia importante (Sweeten, 1982). Para reducir esa fuente, es conveniente limpiar le estiércol de los corrales, en especial en los sectores de acumulación tales como la proximidad a los comederos y debajo de los cercos. El riego por a spersión de corrales es muy poco frecuente en corrales de muchos animales. En al gunos sistemas intensivos se ha utilizado esta herramienta para reducir polvo y bajar la temperatura del aire en días muy cálidos (Sweeten, 1988). En adición, e l movimiento de vehículos de transporte dealimentos y su preparación (molido, qu ebrado, etc.) y trabajos de construcción edilicia o corrales generan polvos, fre cuentemente también muy molestos para la gente y los animales. En presencia de m ucho polvo es conveniente regar las áreas de alto tránsito antes de ser utilizad as y durante su uso si la pro- ducción de polvo continúa. La incorporación de césped en sectores de bajo tránsi to reduce la producción de polvo. Se sugiere que el sitio seleccionado se encuen tre a distancias mayores de 3000 m de rutas u otras vías de tránsito frecuente ( NSW Agriculture, 1998; USEPA, 1987). Se recomienda la forestación y el parquizad o de los sectores de oficinas y de descarga y procesado de alimentos, la parquiz acion de sectores, el orden y la limpieza de las instalaciones y la eliminación apropiada de desperdicios, animales muertos y otras formas de deterioro del pais aje. 2. Aptitud para distribuir las instalaciones 2.1. Distribución de superficies En la medida en que se incrementa el tamaño del feedlot en cantidad de animales, aumentan las externalidades y los riesgos de degradación ambiental con efluente s. En el mismo sentido, se hace necesario diseñar adecuadamente la distribución y proporciones de las instalaciones para facilitar la distribución cómoda de los animales en corrales de alimentación, el movimiento de los animales y de los ca miones o mixers de alimentación, y prever un sistema de manejo de efluentes y es tiércol. El sitio debe permitir la ubicación del sistema de tratamiento y conten ción o almacenamiento de efluentes. La posibilidad práctica de incorporar al fee dlot una estructura de manejo de efluentes es una condicionante básica del sitio exigida en la legislación de países con tradición en engorde a corral (USA, Aus tralia, Canadá). Se debe contar con espacios para la construcción de los canales colectores y las lagunas de decantación, evaporación y de almacenamiento de efl uentes y de sectores para el apilado del estiércol. Si las características geogr áficas o edáficas (la profundidad de la freática, la permeabilidad, la textura y la estructura del suelo, o las irregularidades del terreno) promueven la infilt ración en la superficie 20 Gestión ambiental en el feedlot del feedlot o en áreas anexas, o impiden su conducción hacia lagunas de almacena miento se torna inviable el sitio (Coleman et al., 1971; Elliott et al., 1972; N SW Agriculture, 1998; Sweeten, 1988b). Adicionalmente, es necesario que el sitio ofrezca un área adicional para utilizar, a manera de riego sistemático, los efl uentes recolectados (Sweeten, 1990). El área para riego deberá contar con un tam año mínimo de acuerdo con la escala del feedlot y las condiciones ambientales y edáficas. Es necesario conocer la capacidad de acogida o capacidad de asimilació n de efluentes que posee el suelo (capturar y ceder sin desbordar o perder). El suelo debería tener profundidad, textura y pendientes compatibles con un program a de alta eficiencia de captura de excedentes en biomasa vegetal y su posterior cosecha (forraje en pastoreo mecánico), y exponer a pérdidas despreciables por l ixiviación o escurrimiento superficial. En la medida en que se encuentran limita ciones en el suelo debe ampliarse el área sobre la cual se asperjará el excedent e y las estrategias de alimentación para reducir la emisión de nutrientes y elem entos contaminantes. El programa de uso de efluentes líquidos deberá contar tamb ién con especies vegetales seleccionadas por su alta capacidad de captura de nutrientes (esencialmente nitrógeno y fósfor o) en biomasa aérea y adaptación a amplios rangos de salinidad de aguas (Sweeten , 1990b). Por su parte, la naturaleza sólida o semisólida del estiércol removido de los corrales permite analizar alternativas no económicamente viables para el caso de los efluentes líquidos. El programa de uso de excrementos sólidos puede analizar y proponer alternativas como la venta de estiércol, compost o vermicom puesto y la distribución en lotes de agricultura como fertilizante orgánico (Swe eten y Mathers, 1985). Aunque en los primeros años el apilado del estiércol o em parvado permite posponer el análisis de sus posibles destinos, el planteo de alt ernativas es conveniente (y en muchos países obligatorio) preverlo desde el comi enzo del emprendimiento. 2.2. Disponibilidad de agua Por último, es conveniente relevar antes de iniciar inversiones en estructura la calidad y cantidad de agua de bebida teniendo en cuenta la dimensión del feedlo t incluyendo probable expansiones. Aunque la cuestión del agua se menciona tambi én a nivel regional, es necesario confirmar la existencia de agua de calidad ade cuada para evitar sorpresas indeseables posteriormente. Gestión ambiental en el feedlot 21 2. Vulnerabilidad ambiental del sitio 22 Gestión ambiental en el feedlot 2. Evaluación de la vulnerabilidad ambiental del sitio Ha dimensionado la vulnerabilidad ambiental de su proyecto de feedlot? Sí No El Cuadro 2.1 permite visualizar las variables de mayor relevancia a tener en cu enta en la selección del sitio. En el Cuadro 2.2 se incluye una lista, con la in formación que sería conveniente disponer para juzgar la elegibilidad del sitio y definir aspectos del diseño asociados al ambiente. Se consideran como sitios óptimos para la instalación de feedlots (a cielo abier to sobre tierra) a los calificados como de baja vulnerabilidad (ver Cuadro 2.1). Condiciones de vulnerabilidad media o alta no excluyen el emprendimiento, excep to aquellas de carácter irreversible, marcadas con banderas. La condición de rev ersibilidad exige, sin embargo, de adecuaciones del diseño para reducir su impac to ambiental. Seleccionado el sitio acorde a propiedades básicas deseables, se requiere de la definición de la escala por sus implicancias en el diseño del feedlot y el manej o de sus efluentes Realice un estudio de factibilidad para definir la escala a l a que desea producir. Ver Estructuras de corrales y manejo de efluentes (Este manual no provee metodología para el estudio económico.) 24 Gestión ambiental en el feedlot 2. Vulnerabilidad ambiental del sitio Por la naturaleza intensiva y espacialmente concentrada del engorde a corral, la factibilidad ambiental de un feedlot debe concentrarse en el estudio de los pos ibles efectos de contaminación potencialmente emergente. En los pasos que se sugieren a continuación se propone un análisis de las condiciones predisponentes (Cuadro 2.1). Cuadro 2.1. Vulnerabilidad del sitio a la contaminación o degradación ambiental bajo 1. Profundidad de la napa 2. Ubicación topográfica > 2m área alta > 2 km Riesgo medio 1a2m área con pendientes 1 a 2 km alto < 1m depresión < 1 km 3. Proximidad a recursos hídricos 4. Pendientes 5. Probabilidad de anegamientos 6. Tipo de suelos >1% o < 4% < a 1c/50 años Arcillosos, limosos, profundos, c/perfil petroc. < 600 mm templadas > 8 km > 3 km opuesto al dirección de poblaciones 4 al 6 % 1 c/20 a 50 años Francos o arenoso francos profundos c/perfil petroc. 6 00 a 1200 mm. tropicales 5 a 8 km 1 a 3 km cambiantes <0.25% o > 6% > 1 c/20 años Arenosos, sin perfil petrocácico > 1200 mm. Extremas altas < 5 km < 1 km en la dirección de poblaciones urbanas 7. Precipitación anual 8. Temperaturas 9. Proximidad a áreas urbanas o culturale s 10. Proximidad a rutas 11.Dirección de los vientos predominantes Banderas grises señalan estatus de condicionante irreversible y limitante excluy ente de las variables sobre la viabilidad del proyecto. Gestión ambiental en el feedlot 25 La selección de las variables de mayor relevancia y sus rangos de referencia par a la calificación de la vulnerabilidad del sitio descripta en el cuadro 2.1 ha s ido realizada a partir del relevamiento de normativas internacionales vigentes ( Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia), y su adecuación por parte del autor a las condiciones argentinas. Las variables a observar incluidas en el cuadro no excluyen otras de interés particular o local que puedan ser discriminantes de s itio a esas escalas. Se describe brevemente la relevancia de cada variable consi derada. 1. Profundidad de la napa freática: La contaminación de aguas subterráne as y superficiales es el riesgo de mayor relevancia ambiental en la instalación de sistemas intensivos. Se propone que la profundidad mínima tolerable desde la superficie al estrato freático sea de 1 m citada frecuentemente en la bibliograf ía internacional para tipos de suelos y ambientes (NSW Agricultura, 1998; Sweete n, 2000; USEPA, 1987). Este requisito podría ser revisado en planteos donde un h orizonte sub-superficial duro y continuo (tosca, roca, etc.) impongan una barrer a a la infiltración en profundidad. Por otro lado, podría ser insuficiente si la textura de suelo es muy gruesa (arenosa) y la capacidad de retención hídrica es limitada. 2. Ubicación topográfica: Es conveniente ubicar el área del feedlot e n sitios altos con buen drenaje, definido en una dirección, teniendo en cuenta e l sitio de colección y almacenamiento de efluentes líquidos. Es importante que l as pendientes generales impidan el anegamiento de corrales, pero por otro lado, no se generen escorrentías erosivas. Asimismo, el sitio de contención del escurr imiento no debería ser un bajo sin salida, sino un sector donde el almacenamient o tiene posibilidad de desborde en una dirección que no comprometa a sectores se nsibles o recursos hídricos. La instalación en lugares bajos debería ser desesti mada por el riesgo de la acumulación de efluentes, el anegamiento y la contamina ción de napas (TWC, 1987; USEPA, 1973). 3. Proximidad a cuencas hídricas o recursos hídricos superficiales: El escurrimi ento superficial o sub-superficial puede contaminar cuencas hídricas. Aunque la calidad del suelo, el tamaño del feedlot, la cantidad e intensidad de las precip itaciones y las pendientes son variables a tener en cuenta en la dimensión del r iesgo de contaminación de cuenca, distancias de 1 km son sugeridas como mínimas tolerables. Para incrementar el margen de seguridad, particularmente en regiones con pendientes pronunciadas y suelos de escasa retención hídrica sería convenie nte superar los 2 km de distancia para feedlots de hasta 5000 animales de capaci dad y los 5 km para los de mayor capacidad (NSW Agriculture, 1998). 4. Pendiente s: Las pendientes son necesarias para conducir el escurrimiento superficial y ev itar el anegamiento o encharcamiento e infiltración en el área del feedlot. Sin embargo, cuando superan el 5% la escorrentía luego de una lluvia se hace difícil de manejar y requiere de una estructura de canales colectores y drenajes de alt o costo. Asimismo, la erosión en piso de corrales es alta y poco controlable. En el otro extremo, los sitios sin pendiente o con pendientes menores al 2% son mu y susceptibles al anegamiento y a la infiltración excesiva, máxime si el suelo e s de textura gruesa (franco arenosa) (NSW Agriculture, 1998). 5. Probabilidad de anegamientos: Debido a los riesgos de infiltración y contaminación a los que ex pone el anegamiento, se recomienda ubicar el feedlot en sitios con baja probabil idad de anegamiento natural, por combinación de buen drenaje natural y muy baja probabilidad de precipitaciones intensas. Se sugiere como de baja vulnerabilidad a los sitios donde el anegamiento es improbable o su probabilidad sea inferior a 1 evento cada 50 años. Una probabilidad de un evento cada 20 a 50 años sería a ceptable si el diseño contempla el manejo de tal situación en su estructura de c ontención de excedentes. Un sitio con probabilidad de anegarse cada 20 años serí a no recomen- 26 Gestión ambiental en el feedlot dable debido al riesgo de contaminación a la que expone a los recursos hídricos (Sweeten, 2000; NSW Agriculture, 1998; USEPA; 1973). 6. Tipo de suelos: El tipo de suelo debe permitir una alta compactación superficial, ofrecer alta estabilid ad al tránsito animal y baja porosidad. Los suelos arcillosos son preferibles a los francos o arenosos. Los de textura arenosa no son los adecuados. Son suelos de baja capacidad de compactación, baja estabilidad, alta permeabilidad y alta i nfiltración. Este tipo de suelos exige de la adición de arcillas y limos para re ducir su permeabilidad. El perfil petrocálcico (tosca) reduce la infiltración en el sitio pero el escurrimiento de lixiviados por sobre la masa de tosca no gara ntiza la reducción de la infiltración en profundidad debido al agrietado frecuen te e interrupción de los estratos petrocálcidos. 7. Precipitación anual: Se pref ieren regiones de baja precipitación anual y de lluvias de baja intensidad. En r egiones de 600 mm o menos la evaporación anual es altamente eficiente para reduc ir los volúmenes de líquido recogidos en el área del feedlot. La estructura de m anejo de efluentes resulta más simple que en regiones con precipitaciones mayore s, pudiendo plantearse sistemas aeróbicos solamente. En regiones húmedas, por en cima de los 1200 mm anuales, el manejo de efluentes se torna complejo, en su rec olección y almacenamiento, y en el tratamiento del piso de los corrales. No serí a aconsejable instalar feedlots en esos ambientes. En las regiones con precipita ciones intermedias (entre 600 y 1200 mm) la instalación es posible, pero debería tenerse en cuenta la magnitud de la misma en años húmedos. 8. Temperaturas: Los climas de templados o templado-fríos son preferibles para procesos de engorde i ntensivo. Los riesgos de incremento de emisiones aumentan con las temperaturas. Se deberían descartar planteos en regiones con tem- peraturas extremadamente altas combinadas con alta humedad ambiental. 9. Proximi dad a áreas sensibles: La distancia a áreas urbanas depende de la sensibilidad s ocial y ambiental. La opinión pública con respecto al confinamiento de animales, los olores y la proximidad a recursos hídricos o cuencas condicionan las distan cias. Se sugieren distancias superiores a los 8 km para evitar conflictos con ce ntros urbanos, áreas recreativas o rutas de alto tránsito por posibles emisiones con potencial contaminante. El riesgo es considerado alto y de ubicación no rec omendable cuando las distancias son inferiores a 5 km. A esas distancias, las al ternativas prácticas para la remediación de efectos o para la adecuación de inst alaciones resultarían insuficientes. Distancias entre 8 y 5 km pueden considerar se aceptables cuando se incluyan estrategias de minimización de emisiones (parti cularmente suelos secos) en áreas de bajo riesgo (regiones secas) y no se arries guen recursos hídricos superficiales o sub-superficiales (NSW Agriculture, 1998; USEPA, 1973). 10. Distancias a rutas o caminos de alto tránsito: La distancia a vías de alto tránsito está asociada a la seguridad pública y al concepto de pai saje. En primer lugar, la presencia de sistemas intensivos, con movimientos de a nimales y camiones próximos a una ruta incrementan los riesgos de accidentes por imprevistos o distracciones. En segundo lugar, la vista de instalaciones de ali mentación en confinamiento no se integra a paisajes deseables para caminos o rut as de alto tránsito. La implantación de cortinas forestales se sugiere frecuente mente para reducir la vista de planteos intensivos muy expuestos sobre rutas, pe ro la mejor opción es la instalación del feedlot a una distancia prudencial de l as rutas asfaltadas, aquí sugerida de al menos 3 km (Sweeten, 2000). Distancias menores deberían contemplar estrategias para mejorar la imagen y la seguridad an te los movimientos o imprevistos (escape de animales, accidentes de camiones, et c.). Gestión ambiental en el feedlot 27 11. Dirección de vientos: Es importante que la ubicación con respecto a los vien tos predominantes sea tal que la probabilidad para que los olores alcancen a cen tros poblados sea baja o infrecuente. La orientación con respecto a los vientos predominantes es fundamental dada la alta sensibilidad de la sociedad a los olores indeseables (USEPA, 1987). Cuadro 2.2. Información insumo para verificar la aptitud del sitio Información climática Registros estacionales y anuales de precipitaciones promed io Magnitud de la mayor lluvia en 50 años Magnitud de las precipitaciones del pe rcentil 20% superior Dirección y frecuencia de los vientos predominantes Evapora ción media anual y estacional Temperaturas mensuales medias, mínimas y máximas d el aire Información edáfica Profundidad de la freática Mapa de freáticas en años de precipitación extrema Textura del suelo Probabilidad de anegamiento del siti o Presencia y profundidad hasta el perfil petrocálcico o rocoso Relevamiento top ográfico y magnitud de las pendientes Información geográfica Imágenes satelitale s del sitio en momentos climáticamente contrastantes en la estación de mayores p recipitaciones Distancia a recursos hídricos superficiales Distancia a una cuenc a hídrica de abastecimiento de centros poblados Distancia a centros poblados urb anos y rurales Distancia a reservas o monumentos naturales y culturales Proximid ad a rutas de alto tránsito Información del proceso productivo Factibilidad del proyecto de localizarse en el sitio elegido Distancias a las fuentes de insumos de producción (alimentos y animales) Distancias a los frigoríficos o mercados de venta en pié Sistemas de producción comunes en la región Legislación Reglamenta ciones sobre contaminación y degradación ambiental de ámbito provincial y munici pal Reglamentaciones internacionales de posibles destinos del producto fuera del país. 28 Gestión ambiental en el feedlot 3. Pautas y pasos para el diseño del feedlot 30 Gestión ambiental en el feedlot 3. Pautas y pasos para el diseño del feedlot A. Relevamiento preliminar del sitio 2 1 B. Factibilidad ambiental del sitio elegido 3 C. Diseño de las instalaciones del feedlot 32 Gestión ambiental en el feedlot 3.1. Relevamiento preliminar del sitio Pasos para la ubicación de un sitio ambientalmente factible 1 2 Ubicar un sector alto con condiciones apropiadas de suelo (alta compactación) 6 7 Determinar la disponibilidad y calidad de agua para bebida de los animales Relevar la dirección natural del movimiento de aguas superficiales y el destino final de movimientos extraordinarios de agua de escorrentía Estimar distancias y ubicación geográfica con respecto a poblaciones, rutas u ot ras áreas sensibles 3 4 5 Caracterizar el sentido de las pendientes y la ubicación posible de lagunas de a lmacenaje 8 9 Ubicar predio para regar con efluentes líquidos almacenados en lagunas de conten ción Verificar de manera preliminar las superficies a disponer para la instalación de los corrales, caminos y drenes Verificar condiciones de suelo e hidrología de la superficie a regar con efluent es. Verificar el sentido y consecuencia de la escorrentía de ese sector Comprobar profundidad de freáticas y presencia de hor izontes duros sub-superfic iales 10 Realizar un plano o esquema preliminar de distribución incluyendo: a) área de co rrales, b) área de lagunas de almacenamiento de efluentes, c) sector de apilado de estiércol, D) área de riego con efluentes líquidos, y e) otras instalaciones (planta o silos de acopio y procesado de alimento y corrales de manejo. Gestión ambiental en el feedlot 33 3.2. Análisis de la factibilidad ambiental del sitio elegido 11 Analizar la coherencia entre la posible distribución de superficies, hidrología, topografía y edafología del terreno con la escala (cantidad de animales) previs ta. Con la información de escala, superficies e hidrología, estimar: Producción de estiércol Demanda de agua para bebida Producción de efluentes líquidos 12 Verificar el tamaño mínimo del predio a regar teniendo en cuenta el máximo eflue ntes a recolectar, las limitaciones edáficas y los cultivos factibles 13 Rectificar la ubicación del sector de apilado del estiércol 34 Gestión ambiental en el feedlot 3.3. Diseño del feedlot Relevamiento topográfico Realizar un relevamiento de detalle para ubicar: 14 1. Estructuras de alimentación y manejo de animales a) los corrales de alimentac ión, b) calles de alimentación y de movimiento de los animales, c) instalaciones de acopio y procesamiento de granos, y corrales de manejo. 2. Estructuras de ca ptura y manejo de efluentes y estiércol a) canales primarios, secundarios y terc iarios, b) las piletas o lagunas de sedimentación y almacenamiento Ver "Estructuras" (pg. 37 y subsiguientes) Plano de instalaciones para animales 15 Confeccionar un plano con la distribución de corrales de alimentación y manejo ( carga y descarga, enfermería, tratamientos sanitarios) Identificar los circuitos de tránsito de alimentos y de los animales 16 Plano de instalaciones y manejo de efluentes líquidos Confeccionar un plano deta llando el sentido del drenaje en cada corral, la distribución de los drenajes o canales primarios, secundarios y terciarios, la ubicación y dimensiones de las l agunas de sedimentación y almacenamiento Describir el circuito de los efluentes hasta las lagunas de almacenamiento. Acompañar plano en detalle de las caracteri sticas de la construcción de canales y lagunas y la información hidráulica corre spondiente Gestión ambiental en el feedlot 35 C. Diseño del feedlot (cont.) 17 Plano de distribución de agua de bebida Construir un plano con la distribución d el agua de bebida (ubicación de bebederos, puntos de bombeo y tanques de almacen amiento). 18 Adecuación de pendientes de sectores de corrales, caminos, drenajes y canales pa ra conducir escurrimientos a estructuras de contención (lagunas). Programa de obras Acondicionamiento y compactación de pisos de corrales, calles y otros Obra de distribución de agua Sistema de sedimentación, tratamiento y almacenamiento de efluentes Instalaciones anexas: Planta de almacenaje y procesado de alimentos Corrales de manejo Otros (oficinas, galpones, forestaciones) 36 Gestión ambiental en el feedlot 3.3.1. Estructuras de alimentación y manejo de animales Dispone de los corrales actualmente o debe plantear su diseño? Sí Verifique si las condiciones de las instalaciones existentes si se adecuan a las sugerencias presentadas en este capítulo No Escala del feedlot (cantidad de animales a alimentar en forma simultánea). Información que deberá utilizar en el diseño: Características climáticas medias y extremas del sitio Características edáficas y topográficas A. Definiciones de nivel primario Corrales de alimentación Corrales de recepción Corrales de enfermería B. Definiciones de nivel secundario Otras estructuras de manejo y administración Gestión ambiental en el feedlot 37 Estructuras (cont.) a. Definiciones de nivel primario Aspectos a tener en cuenta Tamaño Disposición Pisos y pendientes Comederos Bebed eros Lomas en los corrales Sombra Protecciones Refugio Materiales y construcción de los corrales Calles de alimentación Calles de los animales (Ver páginas sigu ientes) Corrales de alimentación Corrales de recepción Corrales de enfermería Estructuras de: b. Definiciones de nivel secundario 1. Almacenamiento y procesad o de alimentos (silos, galpones, planta para molido o mezclado) 2. Extracción y provisión de agua (bombas sumergibles, molinos, tanques, etc.) 3. Corrales de en cierre (para tratamientos, pesada, y carga y descarga de animales) 4. Administra ción (Las características de estas instalaciones no se incluyen en este manual) 38 Gestión ambiental en el feedlot 3.3.1.1. Corrales 3.3.1.1.1. Corrales de alimentación 1. Tamaño Los corrales de feedlot a cielo abierto, donde los animales pasan todo su tiempo y son alimentados, se construyen sobre piso de tierra compactado y de berían permitir un espacio mínimo de 15 a 20 m2 por animal para que el confinami ento no los incomode. Superficies mayores no generarían inconvenientes (hasta 40 m2), sin embargo corrales muy grandes exponen a un mayor movimiento y también a l desperdicio de superficies. Deberían planearse para tamaños de lotes no mayore s de 250 animales livianos (novillitos o vaquillonas) y no más de 200 novillos g randes en terminación (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 2000). 2. Disposición La disposición de los corrales en la geografía del terreno constituye el primer pas o en el diseño. Se debería considerar primero las posibilidades de drenaje desde cada corral y la colección de efluentes en una vía de drenaje común hacia una l aguna de decantación y laguna de almacenamiento de efluentes. Luego se procederá al diseño espacial de los corrales. Se sugiere que los corrales sean de 60 m de frente por 50 o 60 de fondo, con una capacidad para 200 a 250 animales. Los 60 m de frente permiten ubicar el comedero en ese frente contando con 30 cm de espa cio de comedero por animal para un número de 200 animales. Ese diseño rectangula r o cuadrado de los corrales no es sin embargo una condición excluyente de otros diseños ajustados a la topografía, pudiendo los corrales tomar formas diversas adecuados a la pendientes siempre que se respete el espacio mínimo necesario de comedero por animal confinado (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 2000). 3. Piso y pendientes El relevamiento de las pendientes en el área del feedlot constituye e l primer paso en la elección del sitio para la ubicaGestión ambiental en el feed lot ción de los corrales. Es conveniente que el piso sea lo más compactado posible y tenga pendiente general (2 a 4 %) en el sentido opuesto a la ubicación del come dero para que el agua de lluvia y excrementos líquidos tenga una salida rápida d el corral. Ello evitará el encharcamiento y anegamiento. Debe particularmente pr otegerse el área próxima al comedero incrementando incluso la pendiente en ese s ector si existe el riesgo de lluvias frecuentes o de alta intensidad. Pendientes inferiores al 2% exigen de alomados en los corrales y remodelado del terreno pa ra dirigir escurrimientos. Pendientes superiores al 4% pueden exponer al escurri miento descontrolado y a la erosión hídrica ante precipitaciones intensas (NSW A griculture, 1998). El suelo debería ser el más firme posible para que los efluen tes líquidos movilizados por la lluvia no infiltren. En primer lugar la infiltra ción provoca anegamientos y compromete el espacio disponible para el animal, dif iculta el movimiento de los animales y expone a afecciones de patas y prepucio p or estar en contacto con ese medio húmedo y sucio permanentemente. El anegamient o afecta además directamente al consumo y a la eficiencia de conversión. Los ani males comerán menos y convertirán ineficientemente debido al gasto energético ad icional de moverse en un medio anegado. En segundo lugar, la infiltración transp orta nutrientes excretados y contamina las aguas subterráneas. La contaminación de napas por esta vía es el principal motivo de deterioro ambiental provocado po r las instalaciones de alimentación de bovinos a corral (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 2000). El piso del corral se construye generalmente de tierra bien comp actada para reducir la permeabilidad al mínimo, idealmente a infiltración cero. Reutilizan equipos de alta compactación como rolos pata de cabra de alto peso es pecífico. Un emparejado y nivelado previo puede ser necesario para evitar sector es quebrados o pozos que reduzcan el área del corral 39 como que expongan a amontonamientos y golpes entre animales. Es fundamental que el suelo sea compactable, de baja permeabilidad y estable a los cambios de humed ad. Tampoco serían convenientes, las superficies demasiado duras como los pisos de cemento o muy endurecidos con piedra o tosca por sus efectos sobre el animal. Las superficies muy pedregosas resultan frecuentemente en patas lastimadas, her idas infectadas, problemas de articulaciones de las patas y limitaciones al movi miento (NSW Agriculture, 1998). En casos con limitaciones severas por suelo muy suelto de tipo arenoso, rocoso o con alto contenido de arcillas inestables, serí a conveniente remover los primeros 15 cm y aportar suelo franco mezclado con arc illas de mayor estabilidad a los cambios de humedad. Esta práctica resulta frecu entemente demasiado costosa y obliga a revisar el sitio o incluso la región. 4. Comederos La ubicación, tamaño y forma de los comederos son responsables en gran parte del éxito en el engorde a corral. El espacio de frente de comedero destin ado por animal es el primer condicionante del consumo y de la producción. El esp acio de comedero a asignar por animal dependerá del tamaño de los animales, la n aturaleza de la dieta (húmeda o seca), las condiciones de accesibilidad al comed ero y factores climáticos, sin embargo, se considera que 30 cm de frente de come dero son suficientes, no limitantes de la productividad. Ese frente mínimo permi te que entre el 65 al 75% de los animales tengan acceso simultáneo a los comeder os (NSW Agriculture, 1998). No sería necesario tener espacio para el 100% de los animales en forma simultáne a, ya que no todos intentarán comer al mismo tiempo (a diferencia de la suplemen tación en pastoreo). Por motivos de higiene, protección del piso y de funcionali dad en la distribución es importante que los comederos estén sobre uno de los la dos del corral y no dentro del mismo. Aunque ello imposibilita que ambos lados d el comedero puedan ser utilizados por el animal y exige de una mayor longitud de comedero, los aspectos prácticos de la alimentación lo justifican. Es necesario que los carros de alimentación, mixers o camiones de distribución alimenten de la forma más limpia posible, permanezcan siempre limpios y no sean expuestos a l a contaminación con 60m 50m 2,5% corrales comederos 2 a 4% de pendiente Camino de tránsito con alimento o animales Diseño y ubicación espacial de los corrales 40 Gestión ambiental en el feedlot efluentes o excrementos, para evitar el traslado o transmisión de enfermedades, contaminaciones, o comprometer la palatabilidad del alimento. En planteos precar ios o transitorios, donde se alimenta dentro de los corrales, el tractor y mixer han sido el principal factor de destrucción de piso, anegamientos y complicacio nes en el acceso de los animales a los comederos, incluso responsables de accide ntes con los animales o con los comederos (golpes, quebraduras de patas y costil las, etc.). Los comederos deberían coincidir con el sector más alto del corral o al menos en un área donde no se corre riesgos de acumulación de agua y formació n de barro. En los casos en los que se levanta el centro de los corrales con lom as de tierra para aumentar el área seca en los corrales, debería asegurase que e l agua fluya en la dirección opuesta a los comederos (NSW Agriculture, 1998). Au nque la forma y material de los comederos variará mucho en función del costo, al gunos elementos que aportan a la funcionalidad e higiene deben tenerse en cuenta . El comedero debe permitir un acceso fácil del animal a la comida y la recolecc ión de la misma sin esfuerzo por parte del animal. Para ello es conveniente que el interior del comedero sea lo más liso posible, de caras internas redondeadas, sin ángulos que dificultan al animal la recolección del alimento o la limpieza rápida. En su exterior es deseable que sea de caras o lados rectos, Ello facilit a la limpieza rápida hasta el suelo, evitando la acumulación de alimento y excre mentos debajo del comedero o adherido a sus lados por dificultad de acceso. Esto ocurre con comederos demasiado convexos (más anchos arriba que abajo, de secció n semicircular o apoyados sobre patas con áreas libres). Es preferible levantar el interior del comedero si se estima que quedará muy profundo, con mampostería. En los casos en que los costos obligan al uso de comederos del tipo bandeja, de berían despejarse del piso lo suficiente como para poder limpiar sin dificultad (NSW Agriculture, 1998). Es conveniente compactar muy bien o proveer un piso de cemento o entoscado de al menos 3 m de ancho a la manera de guardapolvo en todo el largo del frente de co medero. Ese sector será un área de alta presión y mucho movimiento de los animal es acercándose y alejándose del comedero. En suelos comunes, frecuentemente aren osos en nuestra región, ese sector se erosiona rápidamente, se hace pozo y se an ega si previamente no ha sido preparado (levantado, enriquecido con cementos o a rcillas o entoscado) para soportar la acción de los animales. Esta vereda de cem ento deberá permanecer limpia por lo que se sugiere una pendiente del 10% y un e spesor de 10 a 15 cm, si se fabrica de cemento. En adición, sería conveniente co nstruir un escalón de 10 a 15 cm de alto y 30 a 40 cm de ancho, a lo largo de to do el comedero, del lado del corral. Esta estructura desalienta a los animales a pararse paralelos al comedero por tiempos largos evitando el exceso de otros al comedero, como también a retroceder y apoyarse, rascarse, golpear o defecar sob re los comederos (NSW Agriculture, 1998). El área de la calle en contacto con la cara externa del comedero debería permanecer bien limpia. Para ello la calle de be poder limpiarse con facilidad por lo que es conveniente que la cara exterior del comedero sea plana y vertical en 90º con respecto al suelo, caras apertura h acia fuera o redondas dejan áreas difíciles de limpiar contra el área de contact o del comedero con el suelo. El alimento que se acumula se descompone rápidament e y, además de ser un foco de putrefacción y desarrollo de enfermedades, genera olores indeseables que pueden alejar a los animales del comedero y afectar el co nsumo voluntario. Algunas experiencias proponen incluso como conveniente dar una pequeña inclinación hacia el corral a la pared exterior (pared que da a la call e de alimentación) para reducir la posibilidad de contacto con partes móviles de implementos de limpieza con la pared (NSW Agriculture, 1998). Gestión ambiental en el feedlot 41 Los comederos deberán llevar por encima una protección de hierro, madera o alamb re que opere de cerco, eliminando la posibilidad de que los animales se metan en los comederos, que desperdicien el alimento y que salten por encima. No existen diseños fijos de protectores, los modernos se hacen de una sola línea de caño o dos de hierro dispuestas por sobre el comedero, del lado del corral o por sobre aproximadamente el centro del comedero a 40 o 50 cm (ajustable si fuera posible ) de altura desde el borde interno del comedero. En el caso de doble línea de hi erro podría instalarse en forma oblicua (corte transversal), quedando la línea i nferior a 35 cm (en línea vertical desde en centro superior del comedero). Ello permite un mejor acceso del animal al alimento y previene el desaprovechamiento del alimento por cabeceo, pero exige de una mayor estructura. Es posi20 a 30 cm( ajustable) ble también la confección con alambre, reforzando la línea más baja con doble hi lo de acero. Toda estructura deberá sostenerse de la pared del lado del corral y dejar la exterior (del lado de la calle) sin obstrucciones y limpia para repart ir homogéneamente el alimento. En el caso de los comederos construidos en el mis mo sitio, los postes podrán ser embutidos en la misma pared del comedero. Estos postes sostendrán una estructura de material y forma variables, confeccionados m uy simples con un solo caño, vigas de madera, alambre, cable de acero o hierro. En las figuras se sugieren algunos diseños y formas, aunque cada sistema adoptar á la que considere más práctica. Debe, sin embargo, asegurarse que la barrera no imponga limitantes a la recolección y la deglución del alimento en ninguna cate goría animal a utilizar (NSW Agriculture, 1998). Protector de cabeceo y sa ltos Comedero 40 a 50 cm (ajustable) A 65 cm 45 cm 65 a 70 cm Calle de alimentación Corra l 6% pendiente 50 cm 2,50 a 3 m guardapolvo Pared externa inclinada hacia el corral B Corra 30 a 40 cm 10 a 15cm Calle de alimentación Corte transversal para el diseño de comederos con pared externa vertical (A) ó p ared externa inclinada hacia adentro y con vereda desnivel (B). (Adaptado de NSW Agriculture, 1998.) 42 Gestión ambiental en el feedlot (Foto de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998). (Foto de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998) Gestión ambiental en el feedlot 43 (Fotos de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998). 44 Gestión ambiental en el feedlot 5. Bebederos El libre acceso al agua limpia y fresca es fundamental para sostene r un buen consumo y engorde. El consumo de agua depende de la categoría y tamaño del animal, la dieta y fundamentalmente de la humedad y temperatura ambiente. S e recomienda la instalación de dos bebederos separados dentro de cada corral (co n capacidad para 200 a 250 animales). No es conveniente utilizar bebederos muy p rofundos o de gran volumen. El agua retenida por mucho tiempo permanece generalm ente más sucia, menos fresca. Los animales beben mejor de bebederos poco profund os con alto caudal que renueva rápidamente el agua disponible. Adicionalmente, b ebederos poco profundos son más fáciles de limpiar y sufren menos roturas. El fr ente de bebedero a disponer por animal es muy relativo al caudal y factores ante s citados, pero se sugiere utilizar al menos 3 cm de bebedero por animal. El dis eño de la provisión de agua deberá tener capacidad para ofrecer con seguridad al menos 70 litros por animal y por día en verano y la mitad de ese volu- men en invierno, para animales grandes (vacas o novillos en terminación). Frecue ntemente se utiliza como referencia el valor de 7 litros por cada 50 kg de peso vivo. La reserva de agua y el caudal deberán preverse para ofrecer el agua deman dada diariamente en un período no superior a 8 horas (período que generalmente s e inicia con un alto consumo a la hora de ofrecido el alimento de la mañana. En los sistemas que alimentan dos y tres veces por día, el consumo de agua sigue la curva de consumo de alimento, pero se destaca el consumo agua de la mañana lueg o del primer ofrecido de alimento (NSW Agriculture, 1998). Además de servir a un a mejor distribución de los animales en el corral reduciendo la presión sobre lo s comederos, el alejamiento del comedero evita que los animales lleguen a abreva r con mucho alimento en la boca y ensucien el agua. Sería también conveniente qu e los bebederos tengan un drenaje de limpieza entubado subterráneo de alto cauda l y conectado o desembocado en el sistema de drenaje de los corrales. Ello evita ría tirar agua en el mismo corral en el momento El bebedero debería localizarse en la mitad del corral más alejada del comedero, al menos 10 metros del mismo y no debería ser compartido entre corrales para ev itar presiones sobre los lados del corral. Ello reduce los contactos entre lotes y las posibilidades de agresiones y también de contagios. Sería conveniente se provea de un guardapolvo de cemento o suelo compactado, preparado para soportar la acción de las patas de los animales y la alta presión animal, cubriendo un ár ea de hasta 2 m desde el bebedero (NSW Agriculture, 1998). Gestión ambiental en el feedlot 45 de lavado del bebedero, particularmente si se están limpiando con animales en mi smo corral (NSW Agriculture, 1998). 6. Lomas en los corrales Cuando las pendient es han sido previstas y la superficie corregida a pendientes entre el 2 y 6%, no se requieren lomas interiores para proveer a los animales de superficies secas y limpias. Sin embargo en corrales con muy poca pendiente (0 a 2 %) se debe recu rrir a las lomas para mantener áreas drenadas. Estas lomas funcionan además de s istema rompevientos dada la rugosidad que imponen a todo el área de corrales del feedlot. Las lomas permanentes deben construirse con suelo susceptible de ser c ompactado y resistente a la tracción (NSW Agriculture, 1998; Sweeten et al., 1985). Se sugiere que las lomas tengan u n ancho de al menos 2 m, y una altura de 1 m en el área de la cresta. Sus lados no deberán ocupar todo el corral, sino construirse con una pendiente de 1 en 5. Deberá además tenerse en cuenta la exposición de las mismas con respecto al fluj o de efluentes del corral para evitar generar obstáculos al drenaje del corral, evitar generar sectores críticos (como construcciones muy próximas a los lados d el corral) que reduzcan el área útil del corral o sean de riesgo para los animal es. Debería además contemplarse la exposición para servir de reparo de los vient os predominantes. Calle de alimentación 60 m Comedero Vereda o guardapolvo 50 m Loma más de 2 m de ancho y 1m de altura en la cresta Pendientes Calle de tránsito de los animales Canal de drenaje Sentido del drenaje Ubicación y características de la loma en el corral en función del flujo de eflu ente. Adaptado de NSW Agriculture, 1998. 46 Gestión ambiental en el feedlot Ubicaciones posibles de las lomas en los corrales dependiendo de las pendientes, exposiciones al sol y del movimiento del agua de escurrimiento superficial. Ada ptado de (NSW Agriculture, 1998; Sweeten, 1979). Gestión ambiental en el feedlot 47 7. Sombra La sombra provee enfriamiento y alivio térmico en regiones donde las t emperaturas exceden frecuentemente los 35ºC y la humedad ambiental es elevada. L as temperaturas altas resultan generalmente en menor consumo de alimento. Las ra zas de origen cebú toleran mejor las altas temperaturas. Por su parte, los anima les con mayor grado de terminación (cobertura grasa) sufren fácilmente de stress térmico. El grado de saturación y movimiento del aire son factores centrales en la eficiencia refrigerante de la sombra. El diseño de la sombra deberá permitir una remoción rápida y permanente del aire. Debe tenerse en cuenta que la presen cia de sombra es un factor de concentración de animales, heces y humedad. La dis po- sición de la sombra deberá permitir una alta eficiencia en el uso de la misma, e l alejamiento de los comederos en lo posible y también un secado del suelo. Área s con sombra permanente son más húmedas y concentradoras de heces. Generalmente las sombras extendidas de norte a sur son más secas que las de este a oeste. Se sugiere que el área de sombra a lograr debería ser de 1,5 a preferiblemente 4 m2 por animal, aunque ello depende de numerosos factores, principalmente del tipo y rigurosidad del calor y de la categoría animal (Church, 1989; NSW Agriculture, 1998). Para evitar restringir el movimiento del aire y alcanzar proyecciones de sombra significativas se sugiere que las estructuras de sombra tengan al menos 4 m de altura y anchos de no mayores a los 12 m, Comedero Calle de alimentos 1a2m 6a8m 12 m 8 a 12 m Tamaños sugeridos y ubicación de sombras artificiales 48 Gestión ambiental en el feedlot (Foto de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998) Ubicación de sombras con el sol ubicado hacia el lado oeste Gestión ambiental en el feedlot 49 (Foto de G. Johnson en NSW Agriculture Feedlot Manual, 1998) (Foto de A.J. Pordomingo, INTA Anguil) 50 Gestión ambiental en el feedlot con corredores de aire (áreas sin sombra) de al menos 15 m entre franjas. Los ma teriales de matriz tramada en plástico negro tipo “media sombra”, comunes en el mercado, son suficientes. Se sugiere utilizar los materiales con no más de 80% d e cobertura en la matriz del material, los de mayor densidad tienden a retener a gua y sufren roturas luego de una lluvia. Es conveniente que la sombra se pueda recoger o retirar en los meses fríos para no limitar la exposición al sol. 8. Pr otecciones Forestaciones en cercos próximos a los corrales proveen también de ba rreras al viento reduciendo la incidencia del viento en climas fríos y lluviosos o muy ventosos o incluso como oferentes de sombra. Sin embargo, debe tenerse en cuenta la ubicación y las características de la masa arbórea. Los árboles de ho ja permanente deben evitarse en las barreras al este y al norte, los de hoja cad uca serían los indicados para esos sectores ya que voltean las hojas en invierno y no limitan el ingreso de energía solar en esa época. Los lados sur y suroeste y oeste pueden protegerse con árboles siempre verdes que representan una barrer a permanente a los vientos del sur, fríos y frecuentes en invierno. Las forestac iones se plantean como barrera cuando incorporan más de una línea de árboles. La separación entre estos dependerá mucho del tipo de árbol, pero desde el punto d e vista práctico no deberían tener menos de 3 m entre árboles por las limitantes de la maquinaria para limpiar el área (malezas, ramas, etc.) o realizar trabajo s culturales sobre los árboles. Otros aspectos a considerar en el distanciamient o son los relacionados con la competencia entre árboles y la altura a lograr. A densidades altas, las alturas pueden ser mayores pero es menor el desarrollo lat eral de las plantas y su resistencia. Por otro lado, cortinas muy densas pueden provocar una disminución excesiva del flujo de aire y ser motivo de incremento d e temperatura, humedad, plagas y olores. Se sugiere que el grosor Gestión ambien tal en el feedlot de la cortina no debería exceder 3 veces la altura de la misma. En la medida que la cortina crece en densidad y grosor la pared al viento es mayor, el movimient o de aire a través de la misma es menor y, aunque el ascenso de aire en la cara expuesta al viento es máximo, el descenso de la masa luego de pasada la cresta d e árboles es muy rápido reduciéndose el tamaño del área protegida. El ancho de u na cortina o cinturón de árboles no debería superar las 7 filas en un ancho de 4 5 m. La protección que se alcanza cubre aproximadamente entre 10 a 20 m desde la cara interna de la cortina. Las cortinas multi-específicas e incluso con arbust os permiten incrementar la efectividad rompe-vientos de la barrera (NSW Agricult ure, 1998). Adicionalmente, los bosques o plantaciones pueden proponerse para in crementar la evaporación de aguas y reducción del nivel de freática a través de la evapotranspiración de la masa arbórea en áreas con drenaje pobre o comprometi das con freáticas altas. Finalmente, las plantaciones en cortinas o en bosques p ermiten mejorar la imagen de todo el área por su efecto enriquecedor del paisaje . La protección cubierta o refugio no es frecuente en nuestro pais. En algunas r egiones con mucha rigurosidad climática podrían ser consideradas. El refugio pro tege de inclemencias extremas como tormentas severas, nevadas, vientos muy fuert es o temperaturas muy altas y recurrentes. . El refugio debe permitir entre 1 a 1,2 m2 por animal, debe estar abierto al norte o noreste y dimensionarse como pa ra que la luz solar acceda hasta el fondo del mismo en el día más corto del invi erno. La altura debería ser de al menos 2,50 m en la parte posterior, por lo que la anterior será mayor y dependiente de la latitud y practicidad de la instalac ión. La pared posterior debería tener ventanas de ventilación o aberturas perman entes para permitir la circulación del aire (NSW Agriculture, 1998). 9. Refugio 51 10. Materiales y construcción de los corrales Los corrales pueden ser construidos con una gran variedad de materiales. En arge ntina se utiliza comúnmente el alambrado común para bovinos basado en alambre de acero, postes y varillas de madera o hierro, pero pueden utilizarse caños, made ras o cables de acero. Debería evitarse la utilización de materiales agresivos a l animal como el alambre de púas, hierros o maderas con aristas agudas o puntas que puedan provocar heridas. Las estructuras de cable de acero son las que más r esisten la presión permanente de los animales y requieren de escaso mantenimient o. Los cercos ciegos con barricadas de materiales diversos o empalizadas son poc o frecuentes por su costo y por impedir el movimiento del aire y la ubicación de los animales de movimientos externos. Los cercos entre corrales y la periferia pueden ser de 4 a 6 líneas de hierro, c able o tubo. Cuando se realizan de alambrado convencional, 6 líneas son comunes. La altura del cerco dependerá del tipo de animal, aunque frecuentemente se las encuentra de la altura del alambrado tradicional, sería conveniente sean de 1,40 a 1,50 m de alto para posibilitar el encierre de todo tipo de ganado bovino. Se sugiere también que el hilo o línea inferior esté a 30 o 40 cm desde el nivel d el piso para categorías grandes y entre 20 y 30 en categorías chicas. Cuanto más cerca del piso está la cerca, mayor es la dificultad de limpieza debajo de la m isma y la posibilidad de romperla con máquinas. La ubicación de las calles de al imentación depende de la distribución de los corrales. Por estas calles transita el alimen- 11. Calles de alimentación Comedero 1 a 1,2 m2/animal 40 m 8 a 10 m 2,50 m Depende inclinación del sol con respecto a la vertical Ubicación sugerida y corte transversal del diseño de refugios. (Adaptado de NSW Agriculture, 1998). 52 Gestión ambiental en el feedlot Ubicación del refugio (NSW Agriculture, 1998). to, son las denominadas “limpias” y deberían corresponderse con los sectores más altos del predio, con drenaje en un sentido (alejándose de las instalaciones de preparación de alimentos y de alto tránsito) y abovedadas para que no acumulen agua y barro. La calle de alimentación debería permitir el tránsito cómodo de do s transportes de alimento en sentido opuesto para ir y poder regresar por la mis ma sin verse obligado a transitar por calles sucias. El ancho frecuente es de al menos de 5 a 6 m. Las calles por las que transitan los animales (o calles sucia s) hacia los corrales de alimentación o viceversa son calles que se ubican sobre el lado opuesto a los comederos. Son más sucias, están expuestas al tránsito de los animales y sus excrementos. Están en áreas mas bajas y en ellas también coi ncide la estructura de recolección de los efluentes líquidos de los corrales. En ellas (a sus lados) deberían planearse los canales colectores del drenaje de los corrales en tránsito hacia una laguna de decantación. Deberían ta mbién ser abovedadas para que permanezcan secas y sequen rápido luego de una llu via. En estas calles es muy importante el diseño de la pendiente general para ev itar que se encharquen y aneguen. En planteos de encierre que no han tenido en c uenta el flujo y manejo de escurrimientos y efluentes, frecuentemente se observa n charcos o lagunas que inutilizan las calles e incluso avanzan sobre los corral es. Debido a los movimientos frecuentes de los animales en un feedlot y a la alt a concentración por unidad de superficie, si los traslados no se logran con tran quilidad y de forma fluida, el nerviosismo se generaliza y se expone todo el fee dlot a trastornos del comportamiento, alteraciones de la rutina y finalmente a d epresión o irregularidad en el consumo. El estrés generalizado puede terminar en depresión inmunológica y en avance de enfermedades diversas. Es conveniente que 12. Calles de los animales Gestión ambiental en el feedlot 53 estas calles sean lo suficientemente anchas para traslados cómodos pero también posibles de ser bloqueadas con las mismas tranqueras de acceso a los corrales. U n ancho de al menos 3,5 a 4 m sería el indicado. Ello facilita los movimientos d e hacienda sin exponer a escapes de animales y corridas no deseables. Tampoco es deseable tener que usar demasiadas personas para cerrar calles o cortar el ingr eso de los animales a determinados lugares. Es preferible que esos bloqueos ocur ran con tranqueras a las que los animales ya están habituados. Si fuera posible por la infraestructura y el tamaño de los grupos, sería conveniente que esos mov imientos de animales los realice una sola persona y evitando en todo momento la presencia de perros (NSW Agriculture, 1998). se deberían tener en cuenta los aspectos de diseño comentados para los corrales de alimentación, excepto que el espacio disponible por animal podría ser de la m itad porque los animales estarán transitoriamente en estos corrales. Deben tener comedero y agua y ser de fácil ingreso y egreso, como una calle de acceso del c arro de alimentación al comedero. En estos corrales se ingresa con los animales que recién llegan al feedlot. Es el lugar donde descansan, se los alimenta o die tas fibrosas (alto contenido de henos o silajes) y desde donde se los lleva al c orral del manejo para vacunaciones, implante, curaciones, marcado, señalada, cas traciones, control de parásitos u otros tratamientos. Generalmente un lote sin p roblemas sanitarios no debería permanecer más de una semana en este corral para ser trasladado a los corrales definitivos. En algunos casos de orígenes dudosos respecto de enfermedades se puede utilizar estos corrales para imponer una “cuar entena” a los animales mientras se los acostumbra allí a la dieta de alto conten ido de grano. Los corrales de recepción son corrales que se deben ubicar en la cercanía de los corrales de manejo y tratamiento de los animales, generalmente también conectad os al muelle de descarga. En su diseño 3.3.1.2. Corrales de recepción Calle de distribución del alimento Calle de drenajes y movimiento de animales Esquema de las calles entre corrales (NSW Agriculture, 1998). 54 Gestión ambiental en el feedlot Es conveniente tener al menos un corral de este tipo. Los corrales de recepción sirven también para tener transitoriamente animales que han sufrido algún trasto rno metabólico (acidosis), heridas u otro tipo de afección pasajera, pero no aqu ellos con enfermedades infecciosas que puedan contaminar el corral y luego conta giar tropas que ingresan al predio. Para animales enfermos se construyen los cor rales de enfermería u hospital. Son corrales que deben tener rápido acceso desde los corrales de manejo pero deberían estar aislados del movimiento de los anima les sanos. Se deben ubicar preferentemente alejados de los corrales de alimentac ión y de los de recepción. Se deben planear con espacios similares a los de rece pción y con un diseño similar en comederos y provisión de agua. Estos corrales s e destinan a animales enfermos con manifestaciones clínicas de enfermedades infe cciosas y que se encuentran en tratamiento. Se planifican al menos un par de ell os con una capacidad para 30 a 50 animales. En estos corrales los animales perma necen entre 15 y 25 días dependiendo del tipo de tratamiento. Luego del tratamie nto de una afección infecciosa, los corrales deberían ser limpiados y desinfecta dos con cal u otro desinfectante total o de amplio espectro (NSW Agriculture, 19 98). Se debería disponer de 3 a 5 m2 por animal y una pendiente de 2 al 5%. Debe n ser de piso firme y seco cuyos lavados o efluentes no accedan al área de los c orrales de alimentación aunque finalmente terminen en la misma laguna de almacen amiento de efluentes. Frecuentemente se les incorpora un refugio de las caracter ísticas antes descripas y si las condiciones de piso en el refugio pudieran pone r en riesgo la higiene en el refugio, es conveniente construir un piso de cement o rugoso con buena pendiente hacia fuera. Es importante además ubicar estos corr ales de tal forma que sea factible y simple el acceso con vehículos para tratar a algún animal en el lugar o su traslado. 3.3.2. Estructuras de captura y manejo de efluentes y estiércol 3.3.1.3. Corrales de enfermería El manejo de efluentes líquidos y estiércol requiere del diseño de estructuras d e captura o concentración, recolección, procesamiento y reuso o dispersión de la s excretas (Figura 3.1). La información sobre la escala del feedlot (cantidad de animales a contener) y sobre las características topográficas, edáficas, hidrol ógicas y climáticas del sitio constituye la base del diseño. El objetivo debe se r la contención y manejo de los efluentes líquidos y sólidos para reducir al mín imo los escapes al medio y el proceso debería iniciarse con la estimación de los volúmenes a generar y consecuentemente a contener, tanto en líquidos como en só lidos. En los feedlots a cielo abierto, los efluentes líquidos son generados a p artir de las deyecciones y el aporte de agua de las precipitaciones. El área del feedlot, las precipitaciones y las condiciones del suelo o piso de los corrales (textura, compactación y pendientes) definen el volumen de líquidos (Figura 3.1 ). El sistema de captura de efluentes tendrá sentido si se corresponde con un bu en diseño topográfico y tratamiento del piso de los corrales para reducir al mín imo la infiltración y facilitar el escurrimiento controlado (NSW Agriculture, 19 98). De manera similar, los volúmenes de sólidos generados (estiércol) deben ser estimados, y luego planificado su manejo de acuerdo con pautas que permitan max imizar la retención de nutrientes y otros elementos con potencial contaminante e n la masa de estiércol, minimizando su movilización no controlada, y preparando su traslado fuera de los corrales y su uso posterior. Las guías de procedimiento para el manejo de efluentes líquidos (pg.56) y sólidos (pg.70), respectivamente , que se presentan en este manual permiten arribar rápidamente a la determinació n de las condiciones necesarias de sitio y de estructura para diseñar un sistema de manejo de efluentes. Gestión ambiental en el feedlot 55 Corrales de manejo Protección permanente de vientos Traslado de estiércol a trin cheras de almacenaje Protección estacional de vientos Corrales de alimentación Remoción del estiércol Escorrentía superficial Recolección de efluentes del área afectada al feedlot Loma de estiércol Recolección de efluentes de los corrales Aplicación de estiércol en lotes agrícola Sedimentos acumulados Pileta de sedimentación Lagunas de aerobicas de Laguna anaerobica sedimentación y evaporación de almacen amiento Lote de aplicación de estiércol como fertiliza nte orgánico -predio no próximo a l feedlot - Lote de riego con aspersión de efluentes – predio próximo al feedlot - Retorno de aguas del drenaje de lotes bajo riego con efluentes Figura 3.1. Esquema de una estructura de manejo de efluentes líquidos (circuito azul) y de estiércol (circuito marrón) en el diseño de un feedlot 56 Gestión ambiental en el feedlot 3.3.2.1. Manejo de efluentes líquidos Calcular la producción anual de líquidos en un año húmedo (del 10% más húmedo de los últimos 20 años) Decidir sobre el diseño del sistema de contención de efluentes El sitio posee alta capacidad de evapración? o La región es de alta evaporación neta (bajas precipitaciones y alta luminosidad solar), la precipitación es menor a 600 mm anuales, la evaporación potencial es superior a 1500 mm anuales. Considerar: La región es de baja evaporación neta (altas precipitaciones y baja luminosidad solar) la precipitación supera los 600 mm anuales, la evaporación potencial es i nferior a 1000 mm anuales Considerar: Pasos a seguir para el diseño del sistema de manejo de efluentes líquidos. Ver pg. 60 y subsiguientes Lagunas o piletas aeróbicas en serie Lagunas aeróbicas y anaeróbicas Destino: Fertilización con efluentes líquidos Desarrollo de un programa (ver pg. 82) Gestión ambiental en el feedlot 57 (Cont.) Esquema base del sistema (recolección, procesamiento y almacenamiento de efluentes líquidos) Area de captura de efluentes líquidos (area de feedlot) (ver detalles pag. 62) L aguna aeróbica Sistema de sedimentación (por metodología de diseño ver pag. 61 a 65) Laguna aeróbica Laguna aeróbica Laguna aeróbica Laguna aeróbica Almacenamiento a. Sistema de baja evaporación Laguna aeróbica Almacenamiento a. Sistema de alta evaporación Ver pautas para el cálculo de volúmenes y diseño del sistema de almacenamiento e n pag. 65 a 70. 58 Gestión ambiental en el feedlot Manejo de los efluentes líquidos Las instalaciones para el manejo de efluentes se componen de un sistema de recol ección de los líquidos en escurrimiento superficial a través de una estructura d e drenajes primarios y secundarios colectores y su captura en sistemas de tratam iento (decantación de sólidos, reducción de materia orgánica y evaporación de ag ua) y almacenamiento para su posterior uso (riego). 1. Área de captura y drenajes Se entiende por área de escurrimiento de efluentes a la superficie de todo el fe edlot que recibe o captura líquidos, lo que finalmente deberán ser conducidos y tratados evitando su infiltración o movimiento descontrolado. El área deberá inc luir: área de corrales de alimentación, recepción y enfermería, área de corrales y manga de manejo o tratamientos, caminos de distribución de alimento y de movi miento de animales, áreas de almacenamiento y procesamiento de alimentos, áreas de acumulación de heces de la limpieza de los corrales, áreas de silajes, área d e lavado de camiones. En algunos casos el área de corrales recibe los efluentes de los sectores destinados al almacenamiento y procesado de alimentos, en otros estos sectores no comparten la misma pendiente por los que sus escurrimientos de ben ser conducidos por vía independiente hacia las lagunas de decantación y alma cenamiento. Adicionalmente, debe tenerse muy en cuenta cualquier posible ingreso de escurrimientos externos al área del feedlot, pendientes arriba, que pudieran 1.1. Área de captura incrementar la cantidad de agua a drenar. Ante la posibilidad de ganancia de efl uentes es necesario desviar esa carga antes de que ingrese al área de feedlot. D e lo contrario se pierde control de los volúmenes que se recogerán y se incremen tan los costos de la estructura de efluentes (se requerirán lagunas más grandes) como los riesgos de erosión del piso y el deterioro de las instalaciones. Estos sistemas de desvío de escurrimientos deben ser diseñados con salida permanente en drenaje hacia canales colectores y descarga en áreas más bajas con mucha vege tación, lagunas con salidas que retoman el cauce natural de las aguas luego de p asado el sector del feedlot, o lagunas de decantación y almacenamiento que pudie ren ofrecer agua para riego u otros usos. El sistema de drenajes debería se conc ebido para: i) evitar el ingreso de escurrimientos superficiales al área del fee dlot, ii) crear un área de escurrimiento controlado, iii) colectar el escurrimie nto del área del feedlot y transferirlo, vía sistemas de sedimentación, a laguna s de decantación y sistemas evaporación, y iv) proveer sistemas de sedimentación para remover sólidos arrastrados en el líquido efluente, con el objeto de manej ar los efluentes y proteger los recursos hídricos locales de la contaminación, e vitar la formación de barros y sectores sucios propicios para el desarrollo de p utrefacciones, olores y agentes patógenos. El control de la escorrentía, la eros ión y los sedimentos dentro de los corrales están determinados por la pendiente, la longitud de los corrales, las características de la superficie, y la compact ación de la interface suelo: estiércol. Para asegurar buenos drenajes, minimizar los movimientos de tierra y controlar la erosión y el movimiento de sedimentos es conveniente que la pendiente se encuentre entre el 2 y 4% (NSW Agriculture, 1 998). Pendientes superiores al 4% incrementan 1.2. Drenajes 1.2.1. Dentro de los corrales Gestión ambiental en el feedlot 59 los riesgos de erosión. El largo de los corrales no debería exceder los 70 m y s er más cortos en la medida en que se incrementa la pendiente. Los bebederos debe rían estar cerca de las vías de drenaje del corral para evitar que el agua rebal se o salpicaduras de los bebederos por los animales recorra o se distribuya en l a superficie del corral incrementando los riesgos de deterioro del piso. En ese mismo sentido, los bebederos deben ser construidos de material u otro recurso só lido, resistente a las roturas y pérdidas frecuentes. Adicionalmente, la tierra y material fecal acumulado debajo de los cercos o lados de los corrales es motiv o de embanque del agua impidiendo el tránsito libre hacia los canales de drenaje . Es conveniente limpiar con frecuencia (mensual, bimensual o de acuerdo con la necesidad) debajo de las costas para evitar ese efecto. El drenaje de efluentes entre corrales debería ser parte de un diseño que contempla la recolección de to dos los efluentes y su direccionamiento hacia una laguna de decantación. En los feedlots grandes, con varias filas de corrales, los canales primarios de drenaje confluyen en canales secundarios de mayor capacidad y diseñados para soportar u n tránsito de mayor caudal. Éstos finalmente confluyen en uno central que desemb oca en el sistema de sedimentación, previo al ingreso al sistema de almacenamien to. Los canales primarios en los que drenan los corrales pueden ser de tierra co mpactada o de cemento. Los segundos son más seguros y eficientes, toleran veloci dades mayores de tránsito del agua y auto-limpiantes (se sugiere 3m/s; NSW Agric ulture, 1998), pero más costosos. Los de tierra son más simples pero el agua tra nsita más lentamente y exigen mayor mantenimiento y limpieza. Estos canales no d eberían acumular vegetación. Esa vegetación desacelera el tránsito de material, acumula materia orgánica, provoca estancamiento del agua. La limpieza de estos canales vegetados es muy agresiva sobre las paredes y las remueve expon iéndolas a la erosión. El cálculo del tamaño y pendientes de estos canales (prim arios, secundarios o colector central) depende de los volúmenes a transportar y el contenido de sólidos. En el diseño se sugiere que se tenga en cuenta la canti dad de agua a conducir recogida de una lluvia definida de alta intensidad y cant idad de una frecuencia de 20 años. Los canales de drenaje construidos en cemento podrían diseñarse para velocidades de 3m/s y los de tierra para velocidades no superiores a los 0,6 m/s, dependiendo del tipo de suelo presente. Se sugiere que los canales secundarios y colector central tengan paredes con pendiente de 1:3, una distancia libre al pelo de agua de 0,3 m y un mínimo de profundidad efectiv a de 0,6 m (NSW Agriculture, 1998). 1.2.2. Entre corrales 2. Sistema de sedimentación Estos sistemas están diseñados para detener el escurrimiento y permitir la decan tación de materiales sólidos antes de ingresar el líquido a las lagunas de evapo ración y almacenamiento. Su función es reducir la acumulación de sedimentos y ev itar el colmatado de las lagunas posteriores. Disponer de dos o varias estructur as de sedimentación sería conveniente para poder limpiar unas mientras se utiliz an la otras, aunque ello dependerá de la frecuencia de lluvias en la región y lo s costos (Sweeten, 2000; NSW Agricultura, 1998; Swanson et al., 1973; Lott, 1995 ). Los tipos de sistemas de sedimentación se clasifican en lagunas de sedimentac ión o decantación, depresiones y terrazas, variando en profundidad y tiempo de r etención de los líquidos. Las lagunas son de más de 1,5 m de profundidad y no ne cesariamente descargan luego de una lluvia. Las otras formas (depresiones y terr azas) son menos profundas (0,50 a 1 m) y por su menor capacidad rebalsan y desca rgan en el sistema de evaporación o en 60 Gestión ambiental en el feedlot D D D D D D D D Canal de drenaje de efluentes Calle de tránsito de animales Diagrama del diseño del flujo de efluentes en escurrimiento superficial (NSW Agr iculture, 1998). la laguna o pileta de almacenamiento con mucha frecuencia (Swee ten, 1985b; Lott, 1995). El sistema debe desacelerar el agua para lograr una sed imentación de al menos el 50% de los sólidos. Debe ser fácil de limpiar con maqu inaria por lo que el piso debe estar muy bien compactado y estabilizado para pod er trabajar aún con humedad. Se sugiere incluso la incorpoGestión ambiental en e l feedlot ración de una lámina de 30 cm de arcilla mezclada con suelo y compacta da para impedir la infiltración y la posible contaminación de la freática. Se su giere que se logre un suelo con una conductividad hi-7 dráulc i ia nferi a 10 cm /s, consideránor dose a partir de este valor una “desconexión hidráulica” en el perfil (TNRCC, 1995). Además de la descarga normal entre 61 la laguna de sedimentación y la evaporación o de almacenamiento, debería planear se un vertedero de desborde para que en caso de que la laguna se llene muy rápid amente se pueda dirigir del excedente hacia las otras lagunas. Se sugiere tambié n la construcción de disipadores para reducir la velocidad de ingreso de los efl uentes a la laguna de sedimentación. La velocidad flujo del agua en la laguna de sedimentación no debería superar los 0,005 m/s, la altura de lado libre por enc ima del pelo de agua sería de 0,9 m. Los sistemas de sedimentación deberían ser diseñados para contener el máximo flujo de 24 horas una tormenta de la mayor int ensidad en 20 a 25 años (Sweeten, 2000; TNRCC, 1995). De toda el agua que ingres a por lluvia al área del feedlot, la cantidad que escurre es menor al 100% de la misma, una fracción se evapora y otra es retenida y se absorbe en el suelo. En sectores Relevamientos en feedlots de EEUU (Gilberson et al., 1980, 1981; Clark et al., 1 975 ) y de Australia (Lott, 1995) ha determinado alta variabilidad en la cantida d de escurrimiento en relación a las precipitaciones ocurridas (entre el 20 y el 50%), proporción que varía con el tipo de suelo, las pendientes y la humedad am biental. Lott et al. (1994 ,b) determinaron que se requieren de hasta de 20 mm d e lluvia para provocar movimientos de escorrentía en varios feedlots de Australi a. Si se utiliza un coeficiente de escorrentía de 0,8 para corrales, calles y ot ros sectores duros y 0,4 para áreas con vegetación graminosa, el cálculo del vol umen de laguna a construir sería (metodología sugerida Lott y Skerman, 1995; cit ado por NSW Agriculture, 1997). Se plantea a continuación, a manera de ejemplo, el cálculo de una laguna de sedimentación para un feedlot con capa V = Qp (l/w)λ/v (Lott y Skerman, 1995) Donde:
V = Vo umen de ef uentes a contener en e sistema de sedimentación (m3) Qp = Tas a de ingreso (m3/s) para una tormenta de a intensidad máxima esperab e cada 20 años. /w = re ación entre a ongitud y e ancho en a dirección de f ujo en a aguna a construir v = ve ocidad de f ujo (m/s); máximo = 0,005 m/s λ = facto r esca ar. Lambda (λ) es un factor que tiene en cuenta a acumu ación de sedimen tos y a frecuencia de remoción: Sistema de sedimentación Depresión Terraza Laguna de decantación compactados com o os corra es y as ca es a infi tración es baja y es mayor en áreas vegetada
s o de poco tránsito. Frecuentemente os va ores uti izados en os cá cu os son de 0,60 a 0,85 para os primeros y 0,35 a 0,5 para os segundos. /w 2a3 8 a 10 2a3 λ 2,5 1 6
cidad para 5000 anima es (según metodo ogía sugerida por Lott y Skerman, 1995; c itado por The NSW Inter.-Departamenta Committe of intesive anima industries, 1 997). 62
Gestión ambienta en e feed ot
Capacidad: = 5000 anima es Área de captura en e feed ot (Area) = 12 ha Área de corra es = 7,5 ha Caminos, drenajes y otros = 4,5 ha Áreas con vegetación gramin osa = 0 ha Coeficiente de escorrentia (CE) = 0,8 Longitud área = 0,46 km Anc de ho de área = 0,26 km Pendiente = 9 m/km Intensidad de a uvia = 54 mm/hora Pr ecipitación tota (Ppt) = 42 mm = 0,042 m Tiempo de concentración de agua (Tca) = 42 mm/(54 mm/hora)*60 min/hora = 47 minutos = 2820 segundos. Qp = Area (m2) P pt (m) CE./Tca = Qp = 120000 m2 0,042 m 0,8/2820 s = 1,43 m3/s Re ación entre e argo y e ancho de a aguna ( /w) = 3 Se uti iza para este ejemp o como facto r esca ar a correspondiente para una aguna de sedimentación, según e cuadro p recedente: λ = 6 Máximo permisib e de ve ocidad de f ujo (v) = 0,005 m/s Cá cu o de vo umen mínimo a contener: V=Qp (λ/w)λ/v = 1,43*3*6/0,005 = 5148 m3 Dada a acumu ación de só idos estas agunas o pi etas tienden a co matado rápido por o que deben ser impiadas con frecuencia. E materia que precipita rápidamente es e más pesado conteniendo tierra y nutrientes de mayor densidad. La acumu ac ión por tiempos pro ongados genera fermentaciones, o ores desagradab es y es un medio propicio para e desarro o de enfermedades y p agas. Sería conveniente qu
e no transcurran mas de 3 semanas de acumu ados os íquidos en estas agunas u ego de una uvia y menos de 1 semana si se dispone de sistemas de evaporación a ntes de ingresar a a aguna de a macenamiento (NSW Agricu ture, 1998). E f ujo de os íquidos hacia as otras agunas debería ser contro ab e no so o por des borde sino por medio de una compuerta regu ab e para evitar acumu ar e sobrenad ante por tiemGestión ambienta en e feed ot
Datos de feed ot:
pos demasiado pro ongados en esta aguna impidiendo su secado y impieza. En os sistemas modernos de manejo de ef uentes se propone a incorporación de una bat ería de varias agunas de sedimentación más pequeñas y poco profundas (70 a 50 c m), que operan de decantadores y evaporadores a mismo tiempo, permiten un desac e erado de os ef uentes y ofrecen una amp ia superficie de evaporación (Sweeten
, 2000). La disponibi idad de varias (4 a 6) permite por un ado desviar a gunas para proceder a su impieza. Por otro ado, se ogra un período mayor de perman encia de os ef uentes y una mayor precipitación de so utos en agunas de tránsi to antes de terminar en as de a macenamiento. Este sistema de batería de aguna s permite que a carga de só idos de os ef uentes que ingresan a as agunas de a macenamiento sea considerab emente menor y su eficiencia sea mayor. Determina ciones experimenta es han demostrado que estos sistemas pueden retener e 70 a 80% de os só idos tota es co ectados con os ef uentes de escorrentía superfici a de feed ot (Swanson et a ., 1977). Loudon et a . (1985) indicaron que a ve ocidad de tránsito de os íquidos debería ser inferior a os 0,3 m/s para que o curra a decantación de só idos en suspensión. Una a ternativa a as agunas de sedimentación es a construcción de cana es de tierra que por tamaño y pendiente funcionen de sedimentadores. En esta opción os cana es se construyen más amp i os que os comunes co ectores de ef uentes desde os corra es y con pendiente co ntro ada, inferior a 1%. E ingreso de os ef uentes en estos cana es, sin ace eración en cana es previos, permite iniciar un proceso de decantación rápido ue go de una uvia. E íquido conducido por estos cana es es vertido en una agun a de evaporación o directamente en a de a macenamiento si a primera no se just ifica por e tamaño de feed ot. En a boca de vertedero a a aguna es conveni ente construir una ma a de matriz de hierro, caños vertica es o maderas que
Datos c imáticos:
Cá cu os: 63
opere de fi tro grueso para reducir a ve ocidad de os íquidos en ese punto e impida e ingreso de materia es argos y de bajo densidad que puedan uego obstr uir sistemas de riego u otros. Estos sistemas requieren de una impieza frecuent
e y e contro de estancamiento. Se pretende un movimiento ento de os ef uent es y a decantación de os so utos pero no un estancamiento y en agunado. Se deb e evitar que os cana es se conviertan en agunas de a amcenamiento. Por otra pa rte, en e diseño de este tipo de cana es se debe tener en cuenta os vo úmenes a mover e os y a capacidad de todo e sistema para evitar os desbordes y e a negamiento de ca es o banquinas. Otra condición necesaria es e impermeabi- iza do de os mismos para evitar a infi tración y a ixiviación de nutrientes con potencia contaminante. En as condiciones optimas, esta a ternativa ha permitid o a canzar sedimentaciones de 75 a 80% de os so utos (Swanson et a ., 1977; L oudon et a ., 1985).
3. Sistema de a macenamiento
En a tota idad de a superficie de feed ot as pérdidas por infi tración deber ían ser mínimas y as producidas por evaporación dependerán de tiempo de perman encia de agua en a superficie de feed ot y en as agunas precedentes. Los di seños de mayor seguridad contemp an una re ación entre agua de escorrentía/ prec ipitada de 0,7 a 0,8 (NSW Agricu ture, 1998). Otros menos exigentes uti izan va ores re aciones de 0,3 a 0,5 (Phi ips, 1981). Sin embargo, estos ú timos se com binan con e uso frecuente y sistemático en riego. Desde a aguna de sedimentac
ión e íquido f uye hacia os sistemas de evaporación y fina mente hacia as a gunas de a macenamiento. Estas agunas se diseñan para contener os íquidos y s us funciones son: a) a captura de a escorrentía de feed ot para minimizar a po ución de sue o y os recursos hídricos,
(Foto de G. Johnson en NSW Agricu tura Feed ot Manua , 1998) 64
Gestión ambienta en e feed ot
b) e a macenamiento de agua de escurrimiento para su posterior uso en riego, c ) e tratamiento de agua recogida antes de su ap icación, d) a reco ección de agua ef uente para continuar evaporación. Las agunas de a macenamiento deben s er o suficientemente grandes como para a macenar ef uentes por períodos extenso s, de un año o mayores (Sweeten, 1988b). Deberían ser capaces de contener e ba ance agua entre ingresos por escorrentía y sa idas por riego y evaporación en un año de percenti 90% más húmedo. Los reba ses deberían ser infrecuentes. E ta maño en vo umen variará entre 10 y 20 veces e tamaño de de as de sedimentació
n, variación particu armente debida a a precipitación anua esperab e, as pérd idas por infi tración y por evaporación, y os usos de agua acumu ada (Sweeten, 2000). Toda a superficie de as agunas deberá estar bien se ada con arci as u otros materia es, inc uso p ástico o cemento para evitar a infi tración y co ntaminación de freáticas (Wa ker, 1995). Un mínimo de 1 m de profundidad ibre h asta e pe o de agua es deseab e. Sería conveniente también construir un vertede
ro para dirigir e sentido de desborde de una tormenta de a magnitud de as qu e se repiten cada 50 años, de ta forma que a descarga no provoque ve ocidades erosivas (NSW Agricu ture, 1998). E diseño debe tener en cuenta a pérdida de c apacidad por acumu ación progresiva de sedimentos. Entre e 20 50% de os s y e ó idos que ingresan a sistema de sedimentación f uyen hacia a aguna de a mace namiento. Esta pérdida depende de a tasa de acumu ación y de a de remoción. Au nque frecuentemente poco visib e, e movimiento de sedimentos y sue o desde e á rea de feed ot con a escorrentía es importante y debe ser minimizado. Determin aciones en Nebraska (EEUU) sobre feed ots con infi tración contro ada, indican m ovimientos Gestión ambienta en e feed ot
de 10 a 40 mm de sue o por a superficie tota de feed ot cada año (Sweeten et a ., 2000). En EEUU se recomiendan uti izar va ores de 32 a 38 mm de profundidad por e área de feed ot para ca cu ar e vo umen de sedimento que deberá captur arse en e sistema de manejo de ef uentes y e vo umen que ocupará e sedimento,
en particu ar en a aguna o sistema de sedimentación (G ibertson et a , 1979ª) .Las agunas de tratamientos de ef uentes y de a macenamiento tienden a autose ado de piso en e tiempo si a compactación inicia ha sido suficiente y e s ue o no es excesivamente arenoso (Sweeden, 1988b). Estudios conducidos en Ca ifo rnia (Robinson, 1973) determinaron una reducción de 100 veces en a conductivida d hidráu ica de sue o de agunas de sedimentación uego de 6meses deuso, proc eso que se ace era con e mayor contenido o agregado de arci as (Phi ips y Cu ey, 1985). Estudios conducidos por varios autores (Lehman y C ark, 1975; Lehman et a ., 1970; C ark, 1975) han detectado escaso o nu o enriquecimiento nitratos por debajo de 1 m de profundidad en fondos de agunas desedimentación y a mace namiento que habían sido tratados y compactados con arci a expandib e. En un es tudio simi ar, Smith et a . (1994) encontró ausencia de enriquecimiento con nitr atos a os 3 m de profundidad en 3 feed ots de a región de Amari o, Texas, en EEUU. Por su parte, Mi er (1971) detecto enriquecimiento con nitratos en e áre a de inf uencia de 22 feed ots en as p anicies a tas de Texas cuando a profund idad de a freática se ubicó en e rango de os 30 a 90 cm. Sweeten et a . (1990 , 1995) encontraron nive es de nitratos de 0,25 a 9,1 mg/L en pozos de agua en e área de 26 feed ots en a región de Amari o, Texas. Las agunas deben ser ta mbién de fáci acceso para su impieza ya que habrá que remover periódicamente e materia sedimentado. E sedimento es en parte estiérco y sue o, variando en proporciones entre 50 a 70 % en so idos biodegra- 65
dab es y 30 a 50% sue o (Sweeten et a ., 1981). En base seca, e contenido de nu trientes (N, P y K) es simi ar a estiérco en e feed ot (sobre base seca) (Swe eten, 1990 a,b, Sweeten y Amosson, 1995). Extraídos os íquidos por bombeo, e materia remanente se encontrará depositado en áminas o costras con contenidos humedad variab es entre e 25 y e 80%, dependiendo de tiempo de secado y e c ima. En c imas muy secos y ca idos a evaporación es muy a ta y se han registrad o os va ores más bajos de humedad. Debe tenerse en cuenta que superando conteni dos de humedad de 70 % en cua quier residuo orgánico resu ta imposib e contro a r as fermentaciones y a generación de o ores (Sweeten ,2000). La extracción de sedimento puede hacerse inmediatamente de retirado e sobrenadante o esperar u n desecado mayor y mover menos agua. E o depende de as condiciones c imáticas y de equipamiento para a remoción de sedimentos. En a gunos casos e tipo de m aquinaria exige de una barro acuoso para poder remover e materia (equipos de s ucción), en otros os equipos (pa as o barredores mecánicos) son mas eficientes con materia seco (Sweeten y McDona d, 1979; Lindemann et a ., 1985). En estos ú timos se deberá deshidratar hasta a canzar contenidos de humedad de 60% o meno s. Para ace erar a desecación puede ser necesario romper a estructura aminar
o encostrado de sedimento. La frecuencia de impieza de estas agunas de a mace namiento se define en términos de años (frecuentemente entre 1 y 3) y depende de a cantidad de sedimento acumu ado, a producción de o ores emanados de proceso
s fermentativos en e estiérco asociado a sedimento, a detección de infi trac iones o de necesidades de arreg os estructura es. La eficiencia de captura de se dimentos en as agunas anteriores se vera ref ejada en a tasa de acumu ación d e os mismos en esta aguna. E materia semisó ido co ectado pue-
de uti izarse para ferti ización de potreros de a misma manera que con e estié rco recogido de os corra es o de as pi as de a macenamiento, o bien puede a m acenarse en dichas pi as. En a medida en que as agunas tengan oportunidad de secarse y e materia decantado pueda ser removido, se reduce a generación de o ores desagradab es y e riesgo de desarro o de p agas y patógenos. E o demand aría de un diseño que contemp e más de una aguna de a macenamiento para permiti r e secado y impieza de una mientras a otra está en funcionamiento. Se c asif ica a as agunas en: a) Lagunas de retención o aeróbicas: Se uti izan para rete ner en forma temporaria e íquido ef uente hasta su ap icación a a tierra a tr avés de riego. b) Lagunas anaeróbicas o facu tativas. Se uti izan para conserva
r ef uentes por tiempos pro ongados y permitir e tratamiento parcia de agua a ntes de su uso. Las agunas de tipo aeróbico tendrán profundidades de 1,5 m o me nos (NSW Agricu ture, 1998). Son agunas con mayor capacidad que as anaeróbicas para a degradación de a materia orgánica. Las de tipo anaeróbico son de profu ndidad superior a os 1,5 m, frecuentemente entre 2,5 y 4 m. Por menor superfici e expuesta a evaporación tota es menor, pero e área ocupada es también menor. En estas agunas continúan procesos de degradación de a materia orgánica pero a un ritmo muy inferior a de as agunas sedimentación y evaporación o de a mac enamiento en aeróbico, a degradación oxidativa en os primeros centímetros desd e a superficie de a masa íquida y en profundidad predominan as fermentacione s. Oxidaciones y fermentaciones de a materia orgánica son necesarias para reduc ir e contenido tota de materia y destruir agentes patógenos, pero pueden gener ar otros y promover emisiones gaseosas por vo ati ización (N y S), degradantes d e aire. La incorporación de sistemas de aireación permite degradación Gestión a mbienta en e feed ot 66
aeróbica y reducir a emisión de o ores indeseab es pero a a ternativa más econ ómica es genera mente e uso intermitente de os íquidos y a remoción periódic a de sedimento. Las tendencias actua es en os diseños modernos indican una pre ferencia por a construcción de mayor número de agunas de escasa profundidad pa ra maximizar a precipitación de so utos, a degradación aeróbica de a materia orgánica y a evaporación de agua (Sweeten, 2000). E vaciado y impieza frecuen te de as agunas de a macenamiento reduce as emisiones fermentativas, de o ore s desagradab es.
Profundidad a pe o de agua: hasta 1,5 m. Lagunas anaeróbicas:
Ancho: 40 a 60 m Largo: 50 a 70 m Profundidad a pe o de agua: 1,5 a 4 m c. Dete rminar e período de a macenaje: E diseño de as agunas depende de sistema ad optado. Si se opta por a construcción de una batería de agunas aeróbicas, a c apacidad tota de contención deberá definirse de acuerdo con os vo úmenes netos a retener, descontada a evaporación anua de os ingresos estimados anua mente , menos e uso anua . La incorporación de agunas en serie puede ser progresiva, en a medida en que se acumu a ef uente. Por otro ado, si se opta por agunas anaeróbicas como sitio de a macenamiento fina , as agunas aeróbicas se p anear án para contener en máximo escurrimiento durante 6 meses, para drenar e exceso hacia as agunas anaeróbicas. Con e transcurso de tiempo, e íquido acumu ad o pierde ca idad como ferti izante y se incrementa e desarro o de agentes inde seab es. E uso, uego de 6 meses de acumu ación sería recomendab e. En páginas 67 a 68 se profundiza e aná isis de os e ementos básicos para e diseño de as estructuras de manejo de ef uentes íquidos. Se sugieren as pautas para a con strucción de as insta aciones de manejo.
3.1. Pasos para e diseño de sistema a macenamiento (NSW Agricu ture, 1998)
a. Estimar e vo umen a contener: Determinar e área de captura de ef uentes Det erminar e va or de a precipitación anua tota correspondiente a promedio de 10% de os años más húmedos de os ú timos 20 años. Se eccionar un coeficiente de escorrentía Determinar a evaporación anua estimada para as condiciones c i máticas de año antes descrito. b. Definir e número de agunas de a macenamient
o a construir: Se recomienda p anificar más de una aguna de os tipos se eccion ados de acuerdo con a producción de íquidos y a capacidad de evaporación de a región, comunicadas entre sí. Estos diseños permiten un mejor contro de os v o úmenes y faci ita a impieza. Tamaño de as agunas: Los tamaños son variab e s. Los citados a continuación se sugieren por faci idad de construcción y manejo :
3.2. Un ejemp o Lagunas aeróbicas: Ancho: 50 a Largo: 60 a 60 80 m m
A efecto de integrar a información presentada precedentemente se desarro a e siguiente ejemp o. E factor de mayor incidencia en e vo umen de ef uente gene rado es a precipitación anua . En segundo ugar inciden a superficie de a cua se co ecta e ef uente y a capacidad de evaporación neta (evaporación-precipi tación) anua de medio. Sobre a base de un p anteo de capacidad para 1200 anim a es y 2 ha de superficie de feed ot se estimó e vo umen de ef uente generado y se propuso un diseño de contención a través de agunas aeróbicas y anaeróbicas. Se rea izó e ejercicio para tres nive es de evaporación neta de 300, 500 y 900 mm anua es, que se correspon-
Gestión ambienta en e feed ot 67
Cuadro 3.1. Efecto de a capacidad de evaporación neta de ambiente sobre a mag nitud de ef uente retenido y e tamaño de os sistemas de evaporación, tratamie nto y a macenamiento de ef uentes en un feed ot con capacidad para 1200 anima es y una superficie de captura de ef uentes de 2 hectáreas. Región sub-húmeda 800 1300 500 20000 0.7 11200
húmeda Precipitación, mm Evaporación anua , mm Evaporación neta, mm Superficie d e feed ot, m2 Coeficiente escorrentía Ef uente generado, m3 A macenamiento aeró bico Número de agunas Ancho, m Largo, m Superficie, m2 Profundidad, m Captación de ef uente, m3/ aguna Capacidad de sistema, m3 Capacidad anua , m3 Permanenci
a, meses Evaporación/ aguna, m3 Evaporación, m3 Ef uente que egresa, m3 A macena miento anaeróbico Número de agunas Ancho, m Largo, m Superficie, m2 Profundidad , m Captación de ef uentes, m3/ aguna Captación de sistema, m3 Evaporación/ agu na, m3 Evaporación, m3 Ef uente retenido, m3 m3/ aguna Evaporado/producido, % Ef uente retenido/producido, % Ef uente retenido por anima , m3 1000 1300 300 2000 0 0.7 14000 seca 600 1500 900 20000 0.7 8400 2 50 70 3500 1 3500 7000 14000 6 525 2100 11900 2 40 50 2000 3 6000 12000 600 12 00 10700 5350 23.6 76.4 8.9 2 50 60 3000 1 3000 6000 12000 6 750 3000 8200 2 40 50 2000 2 4000 8000 1000 200 0 6200 3200 44.6 55.4 5.2 2 40 60 2400 1 2400 4800 9600 6 1080 4320 4080 1 40 40 1600 2 3200 3200 1440 288 0 2640 2640 68.6 31.4 2.2 68
Gestión ambienta en e feed ot
derían a tres ambientes diferentes, respectivamente (Cuadro 3.1). Se describen os e ementos tenidos en cuenta para e caso de ambiente más húmedo citado en e cuadro anterior:
1. Datos de esca a y c ima
- Superficie de feed ot (inc uye capacidad para 1200 anima es en corra es, corra es de tratamientos y enfermería e insta aciones de preparación de a imentos, ca es de distribución y cana es reco ectores de ef uentes) = 2 ha. - Precipitació n anua en año de percenti 90 más húmedo = 1000 mm. - Evaporación anua estima da para e año citado = 1300 mm. - Vo umen anua de escurrimiento esperab e a a sa ida de a pi eta de sedim entaci = 20000 m 2 x 1m precipitaón ción x 0,7 CE = 14000 m3. - CE = Coeficiente de escorrentía o de eficiencia de captura de esc urrimiento superficia . E rango frecuente varia entre 0,5 y 0,8; dependiente de condiciones de sue o para a infi tración rápida, pendientes de terreno, temp eratura de ambiente e intensidad de uvias. - Se propone a construcción de 2 agunas aeróbicas de 1 m de profundidad de ef uente con una capacidad de retenci ón de ef uentes por e periodo de 6 meses: Capacidad de sistema aeróbico = 7000 m 3 Superficie de agunas aeróbicas = 7000m3/ 1m profundidad = 7000 m2. Superfi cie por aguna = 7000 m2/2 = 3500 m2 o ( 50 m x 70 m). - Vo umen egresado anua m ente de as agunas aeróbicas = 14000 m3 – (1300 mm egreso por evaporación – 100 0 mm ingreso por precipitaciones)/ 1000 mm/m x 7000 m2 = 2100 m3.
berá contener = 5950 m3 (aproximadamente = 6000 m3). - Las agunas serán de 3 m de profundidad de ef uente por o que a superficie mínima de cada una de e as seria = 6000 m3 /3 = 2000 m2 (40 m x 50 m). - Descontada a evaporación que tend rá ugar durante e año, estas agunas podrían ser diseñadas para contener 5350 m3 o de una superficie de 1785 m2 (40 x 45 m), pero debe tenerse en cuenta a pé rdida de vo umen por precipitación de so utos y a imposibi idad de remover todo
e materia durante e bombeo o impieza. E mismo comentario es vá ido para a s agunas aeróbicas. Fina mente, a cantidad de iquido reco ectado en e sistem a de a macenamiento uego de un año como e citado será de 10700 m3 (14000 m3 in gresados menos 3300 m3 evaporados), vo umen que deberá ser consumido anua mente en riego u otros usos. De acumu ar o, deberá amp iarse a capacidad de a macenam iento de sistema. Puede observarse en e Cuadro 5 e efecto directo de a preci pitación sobre a generación de ef uentes y e efecto opuesto de potencia de e vaporación neta. En c imas húmedos e efecto evaporante de ambiente es poco re evante y e sistema de ef uentes no puede confiar en este proceso para reducir v o úmenes significativamente. Por otro ado, a producción de ef uente es mucho m enor en un c ima seco y e sistema de evaporación es a tamente eficiente en redu cir vo umen de íquido emergente debido a una mayor evaporación potencia . En re giones húmedas as agunas anaeróbicas de a macenamiento por tiempos pro ongados serían inevitab es, a igua que un programa de uso sistemático uentes í de ef quidos. En c imas secos por e contrario, un sistema que contemp e agunas de se dimentación y aeróbicas sería suficiente.
2. Cá cu o de sistema aeróbico
3. Cá cu o de sistema anaeróbico - Vo umen de ef uentes ingresando = 14000 m3 – 2100 m3= 11900 m3. - Se propone a construcción de 2 agunas por o que cada una de e as de-
Gestión ambienta en e feed ot 69
4. Sistema de evaporación adiciona (opciona ) E proceso de evaporación de agua es necesario para reducir os vo úmenes a a ma cenar y manejar posteriormente. La evaporación se inicia en os corra es y conti núa hasta uego de ap icado e ef uente en e riego por aspersión. En os cana e s y agunas de sedimentación constituyen una buena superficie de evaporación. En as agunas de a macenamiento) ocurre una evaporación importante. Sin embargo, en c imas húmedos y feed ots grandes puede ser necesario incorporar un sistema d e evaporación adiciona . Este tendrá como principio una amp ia superficie de exp osición de os íquidos a a energía so ar (Sweeten, 2000). E proceso de decant
ación de so utos continúa en esta aguna por o que se deberá p anificar a a te rnativa de secado y impieza periódica. Esos sistemas de evaporación se incorpor an en a sa ida de sistema de sedimentación, previo a ingreso a as agunas de a macenamiento. C ásicamente, se trata de una aguna muy poco profunda (0,50m o menos de profundidad de ef uente) que permita exponer a a evaporación a canti dad de ef uentes generados en e
feed ot durante 6 meses a 1 año. Su eficiencia depende de c ima, de a disponib i idad de sue o apropiado para a construcción de un sistema impermeab e y de a información hidro ógica para asegurarse que es posib e evaporar eficientemente. Un vertedero con compuerta, o tubos de descarga regu ab e deberán comunicar est e sistema con e de a macenamiento de íquidos. Se recomienda una a tura ibre d e 0,5m y también como en os otros casos se debería incorporar un vertedero de r eba se hacia a aguna de a macenamiento para que en caso de sobrecarga e desbo rde ocurra en un sentido previsto y a ve ocidades no erosivas (NSW Agricu ture, 2000).
Manejo de estiérco Dependiendo de a digestibi idad de a dieta, un feed ot de 5000 cabezas puede p roducir entre 6000 y 9000 tone adas de estiérco anua mente. Un novi o de 450kg produce un promedio de 38 itros o 27 kg de excrementos húmedos (orina y heces) por día, con una variación de 25% dependiendo de c ima, e consumo de agua y e tipo de dieta. La reducción
Estimación de a producción anua de estiérco (PAE, kg MS) = PAE = PV·(PDH·MSH + PDO·MSO)·MSE-1·ERE·EUF·AN·D Se requiere para e o información sobre: E peso v ivo (PV) medio de os anima es en engorde, a estimación de a producción promed io diaria de estiérco por anima en heces (PDH; kg/día) a producción diaria de orina por anima (PDO, kg/día), e contenido de materia seca de as heces (MSH,
%) e contenido de MS de a orina (MSO, %), e contenido de materia seca en e estiérco a momento de a reco ección (MSE, %), a eficiencia de reco ección de estiérco (ERE, %), a uti ización anua de esa capacidad potencia (EUF, %), a capacidad de feed ot (AN, anima es), y a duración media de os engordes (D, días). 70
Gestión ambienta en e feed ot
Guía de procedimiento para e diseño de manejo de estiérco
3.3.2.2. Manejo de estiérco
Conoce a cantidad de estiérco que generará? NO
Proceda a cá cu o de a producción de estiérco de acuerdo a a ecuación descri pta en pg. 73 SI
Ha previsto a frecuencia de extracción? NO
Para definir a frecuencia de extracción ver sugerencias en pg. 73 a 76 SI
Verifique si a frecuencia previ sta coincide con as recomendaciones de pg. 73 a 76
Ha definido a forma de a macenamiento? NO
Para reso ver a forma de a macenamiento ver sugerencias en pg. 73 y subsiguient es SI
Verifique si e sitio y a forma de a macenamiento previstos coinciden con as r ecomendaciones (ver api ado fuera de os corra es, pg. 76) SI
Ha definido e destino de estiérco ? NO
Verifique si e destino previsto se encuadra en os usos recomendados (pg. 76, 7 8 y cap. 4) Ver usos o destinos recomendados (pg.77, 78 y cap. 4)
Gestión ambienta en e feed ot 71
de a producción tota de heces es e primer factor reductor de po ución. Las di etas de baja fibra se caracterizan por digestibi idades mayores y menores emisio nes.
1. Estimación de a producción
La estimación de a producción de heces está sujeta a as variaciones debidas a ba ance de nutrientes en función de os requerimientos de anima , de a digest ibi idad y de consumo de a imento y agua, pero e factor de mayor incidencia es e peso vivo (PV, kg). Pero, a os términos de diseño de sistema se sugiere b asar os cá cu os en a ecuación que se deta a a continuación (NSW Agricu ture, 1998). Ejemp o: Si se asumen as re aciones presentadas abajo como va ores medi os aceptab es, puede conc uirse que un feed ot con capacidad para 1000 anima es por año, un uso de 80% de esa capacidad, un período de engorde medio de 320 día s y un peso vivo medio de 350 kg, produce 852,5 tone adas de MS de estiérco /año . Producción diaria de heces frescas = 3,4 a 3,8 % de peso vivo Producción diar ia de orina = 1,2 a 1,8 % de peso vivo Contenido de materia seca en heces = 20 a 30% Contenido de materia seca en orina = 3a4% Eficiencia de reco ección = 70% Contenido de materia seca en estiérco = 70% En os feed ots comunes, a cie o ab ierto y piso de tierra compactada, se remueven as excretas só idas una o dos ve ces a año. Desde producido hasta su reco ección, se produce una evaporación sig nificativa de materia feca , a canzándose va ores de 70 a 80% de materia seca en a mayoría de os feed ots de c imas subhúmedos y secos. Se remueve aproximad amente 1 tone ada por anima y por año -estimación grosera y muy afectada por e tipo de anima , a dieta, e c ima y a frecuencia de impieza-. Con e desecad o
y e pisoteo de os anima es, e materia pierde vo umen, se concentra y densifi ca incrementándose su peso específico (Amosson et a , 1999; ASAE, 1988). Cuanto mayor es e período de permanencia de os excrementos en os corra es, mayores s on as pérdidas de e ementos móvi es como e nitrógeno y e potasio y menor es e va or ferti izante de este materia (E iott et a ., 1972). Para e amente, con a mayor permanencia promedio de as excretas en e corra se incrementan as e misiones de potencia es contaminantes de aire, de sue o y agua. Aproximadam e ente a mitad de nitrógeno y 2/3 de potasio contenido en os excrementos se en cuentra en a fracción íquida. E fósforo excretado se encuentra casi en su tot a idad en a excreta só ida. En ese contexto, a pérdida de os íquidos reduce e va or de excremento y expone e sitio a a contaminación. En a medida en qu e a carga anima de os corra es se incrementa, aumenta a producción de heces
por corra , y a necesidad de impiezas más frecuentes, por o que aumenta a ca ntidad de materia removido por anima , aunque es de menor peso específico (Amos son et a ., 1999; Lott, 1994 a).
2. Acumu ación
La mayor acumu ación de estiérco ocurre en os sectores adyacentes a os comede ros. En esas áreas, también e contenido de humedad es mayor. E ritmo de produc ción es mayor a de secado. En años uviosos, y especia mente en insta aciones
con prob emas de escurrimiento o drenajes, as impiezas periódicas en e área a nexa a os comederos reducen prob emas de anegamiento, suciedad y expresión de a fecciones de as patas y enfermedades (NSW Agricu ture, 1998). E otro sector de a ta concentración de heces es e contiguo a os bebederos. Se e suma aportes de agua por orina. Es un sector donde os anima es frecuentemen- 72
Gestión ambienta en e feed ot
te orinan. También se aportan agua os reba ses por desperfectos o sa picado des de os mismos bebederos que os anima es producen. Las impiezas frecuentes redu cen as acumu aciones de materia feca húmedo y prob emas posteriores. Debajo d e os a ambrados o cerco de corra ocurren también acumu aciones importantes de materia feca . Esa acumu ación opera de emba se de aguas obstruyendo e movimi
ento de a escorrentía en e momento de uvias y se produce e en agunado de o s corra es. Ese encharcado reduce e área de corra es, favorece e ab andamiento de piso, a infi tración y a erosión de o. Si persiste por mucho tiempo sue se ofrece un medio propicio para e desarro o de bacterias, hongos e insectos ( moscas, mosquitos, etc.), a producción de o ores de fermentación y putrefacción y e desarro o de enfermedades de as patas. E área de contacto entre e bord e de guardapo vos o vereda de cemento o sue o-cementado y e piso de tierra de corra sue e ser otro espacio de erosión y acumu ación de heces y agua. Es conv eniente vigi ar este sector permanentemente. En caso de un deterioro visib e es necesario aportar e materia de tierra y piedra o tosca y compactar o bien, de o contrario os anima es o remueven rápidamente. Fina mente, en e sector de so mbras, especia mente en as sombras dispuestas de este a oeste, se generan áreas de sombra permanente. En esos sectores se concentran os anima es y a producci ón de heces es mayor que en otros. Puede ocurrir una acumu ación importante de e stiérco que será necesario remover o dispersar con mayor frecuencia que en e r esto de corra .
amontona, compacta y a oma dándo e formas redondeadas de fáci acceso para os a nima es. En esa oma continúa a descomposición de materia y e secado por eva poración. La acción microbiana aeróbica y a evaporación de agua reducen a 50% a cantidad de materia en e tiempo. En su parte exterior, a oma permanece s eca y os anima es se suben a e a para echarse o a canzar un ugar drenado y má s seco durante una uvia. Esas omas sirven para reducir e espesor de manto d e excretas en e corra y a remoción de materia acumu ado en ugares críticos de mismo (cercos, comederos, bebederos y sombra), favorecer e drenaje y promov er e secado rápido de piso. Por a preferencia por ugares a tos que os anima es demuestran, también sirve de dispersor de os anima es en e corra . E emp eo de estas omas reduce a necesidad de impieza de os corra es. A menos, es factib e espaciar as impiezas a períodos de dos o tres años, o cuando se hace necesario reducir e tamaño de a oma en e corra . Permite también reducir os costos de remoción, particu armente si se contrata e servicio. Para que a om a de materia feca cump a su función deber ser confeccionada con pro ejidad, en dimensiones adecuadas (ver omas en capítu o de estructura) para no ocupar una superficie importante de corra o ubicarse en sectores donde se impida e drena
je rápido de corra . Debe ser bien compactada y mantenerse seca. Si no se ogra estabi izar, os anima es a dispersarán rápidamente y os efectos ser contrapr
oducentes por a distribución de materia sue to que se producirá en todo e cor ra , exponiendo a encharcamiento, a a retención de agua uego de una uvia y a movimiento masa de a excreta y a formación de un barro fétido. En e caso de remover omas por su a tura o tamaño, debería compactarse e área removida nu evamente y evitar que sea un sector donde os anima es puedan
3. A omado en e corra A gunos feed ots, especia mente en ugares sin pendientes, uti izan como a terna tiva para incorporar pendientes y compactar e estiérco e amontonado de mismo un sector de corra . E estiérco se Gestión ambienta en e feed ot 73
trabajar con sus patas o cabezas af ojando e resto. Iniciada a remoción de una oma se debería remover su tota idad. Si se optara por uti izar a misma para r enive ar e piso o dar e pendiente, debería mezc arse con sue o adiciona de bue na capacidad de compactación y compactarse enérgicamente. Aunque e uso de as omas en corra es ha sido frecuente en os feed ots de hemisferio norte, no se r ecomienda diseñar corra es pensando en oma de estiérco como estrategia de mane jo de as excretas y de drenaje. Son preferib es a corra es anegados o encharca dos y con materia feca distribuido por todo e corra sin secar ni compactar.
Pero deberían ser só o una so ución para diseños pobres, evitab es en o posib e . La retención de estiérco en os corra es por varios cic os de engorde (años) reduce e va or ferti izante de ese materia (u otros posib es usos), mantiene una a ta carga de excretas en os corra es con o que se incrementan as emision es contaminantes de aire, agua y sue o, en especia si coinciden uvias extraor dinarias y períodos fríos, de baja evaporación, y se incrementa e riesgo de det erioro de patas y enfermedades infecciosas. Entre as formas de contaminación, e o or indeseab e es a manifestación de más corto p azo. La producción de ácido s grasos vo áti es, a dehídos, a coho es, su furos de hidrógeno y amonio, en pro cesos fermentativos ocurridos en e materia feca , se incrementa con a cantida d si a pérdida de humedad no es rápida. Retirado e estiérco de corra , su des tino es a ap icación directa como ferti izante en un cu tivo, e api ado y prod ucción de compost para su uso posterior como abono o en generación de sub-produc tos.
impiar os corra es. En feed ots grandes sue en uti izarse autocargadores con c epi os raspadores fronta es. Norma mente se impian os corra es cuando están v acíos entre sa idas y entradas de otes de anima es. Se deberían impiar dentro de os 5 días uego de sa ido e ote de anima es para evitar e encostrado con a humedad diaria y uvias eventua es. Si a cantidad de materia acumu ado exc ede os 15 o 20 cm de a tura y ocurren uvias, puede comenzar un f ujo masa de a excreta (movimientos simi ares a os de a ava vo cánica) que ensucia todo a su paso, congestiona drenes y compromete e acceso a as ca es y corra es. Es te es otro motivo para mantener impios os corra es. La natura eza de a excret a acumu ada condiciona e procedimiento de impieza. La acción de os anima es r esquebraja permanentemente as costras superficia es y promueve e desecado de sue o. Sin embargo, si a capa de materia orgánico acumu ado se encuentra a tam ente compactada y seca, será conveniente, antes de proceder con as pa as de rem oción, resquebrajar e manto superficia con equipos cortadores (ro os con cuchi as) y uego proceder a amontonado y carga de materia . En a gunos casos a c arga directa con pa a fronta es posib e, pero e manto deberá superar os 10 cm de espesor (Lott, 1994 a). De o contrario se corre e riesgo de romper a inte rfase endurecidade sue o estiérco . Esa capa de sue o-estiérco , de 2,5 a 5 cm de espesor y se adora de a superficie (Sweeten, 2000), opera de barrera a a i nfi tración y protege de a contaminación y de a erosión y debe ser preservada. La fa ta de compactación e impermeabi ización de os sue os o a ruptura de a mencionada capa, es e principa motivo de infi tracióny contaminación de freát icas (Mie ke et a , 1976; Barrington y Jutras, 1983; E iott et. a , 1972). Estu dios conducidos en Ca ifornia (A geo et a ., 1972) determinaron nive es de nitra tos de 60 a 180 ppm a 50 cm
4. Limpieza de os corra es
La remoción frecuente de estiérco y su ap icación directa en a tierra maximiz a e va or ferti izante, reduce os riesgos de po ución de aguas y aire y reduce e costo de os dob es manipu eos. Cargadores con pa a fronta se uti izan comn mente para 74
Gestión ambienta en e feed ot
de profundidad, apenas superioresa os nive es de os sue os adyacentes a feed ot. En Nebraska, Schuman y McCa a (1975) determinaron nive es de 7,5 ppm en o s primeros 10 cm de sue o y menos de 1 ppm a os 20 cm. En e mismo estudio, os nive es de amoníaco fueron de 35 ppm en os primeros 5 cm de profundidad y de 2 ppm a os 10 cm. Dantzman et a . (1983) reportaron simi ares efectos sobre e c ontenido de sa es en sue os arenosos de F orida. En os primeros 25 a 30 cm e c ontenido de materia orgánica a canzó 15% y e de sa es tota es a 4000 ppm en 10 a 15 años de feed ot permanente. Sin embargo, a os 50 cm de profundidad e cont enido de materia orgánica no había cambiado y e contenido de sa es era de 500 p pm. Ante e riesgo de romper a, es preferib e dejar materia y rea izar una comp actación mecánica para homogeneizar. En e caso de quebrar a o evantar a es nec esario revisar os nive es topográficos y compactar e sue o nuevamente, inc uso con e agregado de sue o de a ta capacidad de compactación. En os casos en que por a to contenido de humedad, a impieza no resu tare muy efectiva o fuese ir rea izab e será necesario reducir a carga anima de os corra es para reducir a presión sobre e sue o húmedo. Si esta situación es recurrente, deberá tenérse a en cuenta en e diseño de as insta aciones para contar con corra es vacíos, fusib es en momentos de mucha precipitación y riesgo de encharcamiento.
estiérco se acumu a en trinchera, api ándo o en capas para permitir mayor evapo ración y acción microbiana aeróbica con e objetivo de ograr reducir su vo umen y contenido de agua, especia mente si se está removiendo húmedo de os corra es (Pawe , 1994). E tamaño y a forma de as pi as de estiérco es variab e y no existen demasiadas pautas para e o. Se rea izan api ados en a forma de hi era
s de 5 a 6 m de ancho por 2 a 3 m de a tura en su cresta y por e argo que e s itio permita. Entre as hi eras deberá dejarse una distancia de a menos 4 a 6 m para poder circu ar con pa as tractores. o Es necesario mantener a aerobiosis
en as pi as de estiérco y e menor nive de humedad posib e. E api ado de can tidades grandes y con a ta humedad (por encima de 50%) favorece a putrefacción y puede generar combustión espontánea. Ante dudas con respecto a a distribució n en áminas y su compactado para e iminar aire es conveniente mantener trichera s más bajas (menos de 2 m de a to; Sweeten, 2000). Se debería rea izar determina ciones de temperatura entre os 50 cm a 1 m de profundidad para prevenir riesgos de combustión. E ugar de de ubicación de as trincheras debe ser un sito a to , no anegab e y con pendiente definida hacia un cana reco ector de drenaje con ectado a sistema co ector de ef uentes. Es conveniente que a profundidad a a freática supere e 1,5 m. Con respecto a tipo de sue o y e proceso de compacta ción e caben as mismas observaciones que a os corra es de a imentación. Debe
también preverse una ubicación estratégica con respecto a diseño actua de fee d ot o de su expansión para no b oquear o comp icar e movimiento de camiones o anima es, o e fáci acceso para depositar y extraer e estiérco .
5. Api ado fuera de os corra es
E api ado de estiérco fuera de os corra es, reco ectado en pi as en forma de trinchera es a estrategia más común. Se se ecciona un sitio de baja permeabi id ad y buen drenaje, inc uido en e área cubierta por e sistema de drenajes de f eed ot para que os ef uentes íquidos que se generen en e mismo escurran hacia e sistema de conducción de ef uentes íquidos y hacia as agunas de sedimenta ción, evaporación y a macenamiento. E Gestión ambienta en e feed ot
5.1. Monitoreo de ca idad y contaminación
Es conveniente monitorear a ca idad de estiérco periódicamente (anua mente) p ara verificar cambios (pérdidas) de 75
nutrientes, minera es, humedad y materia orgánica. E estiérco tiende a perder materia orgánica, e ementos so ub es o vo áti es (N; P, K, S y Na, principa ment e) y humedad en e tiempo (NSW Agricu ture, 1998; Lott, 1994 a). Aunque as pérd idas por vo ati ización pueden ser significativas en a gunos casos, as de ixiv iación y escurrimiento constituyen as más re evantes por e riesgo de contamina ción oca izada de aguas. Se debería iniciar e proyecto con una caracterización de sitio donde se acopia e estiérco : a) ubicación topográfica, b) textura de sue o hasta 1 m de profundidad, y c) profundidad mínima de a napa freática (N SW Agricu ture, 1998). Las determinaciones periódicas deberían inc uir: a) aná i sis de contenido de N, P, K, sa es tota es y co iformes de estiérco ; y b) aná isis anua es de contenido de de N y P en e perfi de sue o (5, 50 cm y 1m de p rofundidad).
mi as de ma ezas. Es esencia sembrar e materia orgánico con microorganismos para compost ( ombrices) de origen comercia o con compost en formación que os contiene. Se formarán cordones de 1 a 1,80 m de a to. La pi a debe poder ser mez c ada e invertida a menos cada 3 semanas. Esa inversión promueve a aireación y recuperación de condiciones aeróbicas. En presencia de oxígeno aumenta a tempe ratura y a deshidratación y reduce a emisión de o ores (Sweeten et a ., 1988 a ) Para ograr una esteri ización efectiva de patógenos es necesario ograr que a temperatura se e eve a por o menos 55oC durante 3 días consecutivos o a 53oC por 5 días. Temperaturas de 60 a 70 0C serían idea es para e iminar a mayoría d e a f ora potencia mente patógena y as semi as de ma ezas (Wiese et a ., 1998 ). La temperatura debe ser monitoreada a aproximadamente 60 cm de profundidad en a pi a para asegurarse que e efecto térmico sobre a f ora patogénica es e d eseab e. La re ación C:N que ofrece e estiérco (10 a 15:1) es baja para e ide a en compostaje (30:1) (Sweeten, 1988ª), por o que seria conveniente incorpora r fuentes de carbono como rastrojos de cosecha u otros residuos con mucha fibra. La masa de compost debe a canzar nive es de pH, humedad contenido de meta es pe sados, contenido de sa , fósforo, potasio y otros agentes con potencia contamin
ante acordes con as reg amentaciones para e comercio de compost. Esta reg amen tación será propia de cada región o país. La mayor desventaja de compost es e costo de a maquinaria y a mano de obra necesaria. También durante e proceso s e pierde por vo ati ización una importante cantidad de nitrógeno cuando se parte de estiérco de feed ot porque a re ación carbono: nitrógeno es genera mente b aja en ese materia . Por un ado se estabi iza e contenido de nitrógeno de 6. Compostaje
En as trincheras o pi as de acumu ación de estiérco fuera de os corra es pue de promoverse a producción de compost. En ese caso, será necesario mantener as condiciones de aireación y humedad adecuadas. E compost producido puede ser ut i izado como ferti izante orgánico por a propia empresa o vendido a terceros (J ones et a ., 1995; Sweeten, 1985,1988 a). La mayor ventaja de compostaje en med io aeróbico es a producción de un producto estab e que puede ser conservado y t ransportado sin tener que soportar o ores desagradab es ni mover un materia dif íci de manejar y atrayente a as mosca (NSW Agricu ture, 1998). Las condiciones deseab es son: a) un nive de humedad (inferior a 35 a 40%), y b) un tamaño un iforme de partícu a, de textura friab e, reducido en vo umen y peso. E composta je aerobio destruye además a mayoría de os patógenos y as se- 76
Gestión ambienta en e feed ot
ferti izante orgánico, pero por otro se pierde va or ferti izante de estiérco .
7. E vermicompuesto
Una a ternativa adiciona en a uti ización de estiérco es a producción de ve rmicompuesto. Se a imentan ombrices de a ta capacidad de consumo de materia org ánica con e materia , as que o consumen produciendo biomasa en vermes y un re manente semi humificado
y homogéneo. E vermicompuesto es un buen acondicionador de sue o y ferti izante ( os deta es sobre a tecno ogía para generar ombricompuestos han sido amp ia mente difundidos en bib iografía pertinente por o que no se a desarro a en de ta e en esta guía). La biomasa de ombrices puede ser uti izada inc uso como su p emento anima . Contiene una composición en aminoácidos simi ar a a de a carn e, excediéndo a en contenido proteico (61% vs 51%).
Gestión ambienta en e feed ot 77
4. Ferti ización con ef uentes íquidos y estiérco 78
Gestión ambienta en e feed ot
4. Ferti ización con íquidos y estiérco 4.1. Riego con ef uentes íquidos ef uente a regar deben ser ca cu ada. En a gunos casos será necesario inyectar a gua común a riego para di uir a carga de sa es y nutrientes, y ajustar a a a asimi ación de os cu tivos (C ark et a ., 1975 a,b; C ark, 1975b). La uniformid ad de distribución de agua es esencia para no generar áreas de sobrecarga, por otro ado e c ima y e tipo de cu tivo definen a cantidad a incorporar y a e ficiencia de uso de agua y de os nutrientes. En ambientes con a ta capacidad d e evaporación, c imas cá idos, os ef uentes a regar pueden ser menores en vo um en pero más concentrados. En os casos de c imas temp ados, por otro ado, a ev aporación puede ser escasa y consecuentemente a evapo-transpiración de grandes cantidades de agua sería e principa objetivo. Así, se se eccionarán distintos cu tivos, a gunos con a ta producción de materia seca y a ta eficiencia de conve rsión de agua en biomasa aérea para retener nutrientes (ej. maíz o sorgos), esce nario de c imas cá idos, o se se eccionarán cu tivos de baja eficiencia de produ cción de biomasa por unidad de agua uti izada (ej. as eguminosas) (Wa ingford et a ., 1994; Butchmaker, 1973). En estos sue os irrigados con ferti izantes í quidos, a movi idad de os nutrientes es potencia mente a ta por o que se reco mienda disturbar e sue o en a menor medida posib e. Las abranzas ace eran a minera ización de a materia orgánica y aumentan a movi idad de os nutrientes (Harman et a ., 1994). Es conveniente disponer de un re evamiento topográfico de
área y de perfi de sue o a regar. Entre as condiciones deseab es de sue o a regar se inc uirían: Capacidad de carga hidráu ica de sue o, permeabi idad e n a superficie, baja sa inidad a través de perfi , bajo nive de
E objeto de estab ecer áreas a regar con os ef uentes consiste en minimizar o s riesgos de contaminación con os íquidos emanados de feed ot a través de a generación de un uso económico de agua, nutrientes y materia orgánica a macenad os en a aguna de a macenamiento. Los cu tivos o pasturas producidos bajo riego serán se eccionados por su a ta capacidad de retención de nutrientes en biomasa aérea y a faci idad de cosecha mecánica de forraje (C ark et a ., 1975 a; Swe eten, 2000). Si a cosecha fuera por medio de pastoreo directo, e retorno de n utrientes a ote es muy a to y se reducen a capacidad de sitio para aceptar r iegos frecuentes con íquidos ef uentes de a ta carga de nutrientes en so ución (particu armente fuentes nitrogenadas y azufradas de a ta movi idad). La capacid ad de sue o de asimi ar nutrientes es crucia . Los sue os arenosos tienen una m uy baja capacidad de retención de nutrientes, os más francos o arci osos tiene n mayor capacidad. En e diseño de a superficie a regar debe tenerse en cuenta a cantidad de agua a dispersar, ca cu o que debería hacerse teniendo en cuenta e vo umen a co ectar en un año correspondiente a 90% más húmedo conocido en o s ú timos 50 años de sitio. Dado que e aporte por uvias es también important e en esas condiciones ye riego debe p anificarse en base a déficit hídrico, a cantidad de agua de uvia deberá ser sumada a os aportes y, en función de a demanda anua de os cu tivos, se ca cu ará a superficie mínima a disponer par a no generar excedentes que resu ten en a acumu ación de residua es en a agun a de a macenamiento. La tasa de carga anua de nitrógeno, fósforo, demanda bioqu ímica de oxígeno (DBO), sa es y carga hidráu ica de 80
Gestión ambienta en e feed ot
sodio bajo contenido de nitratos, a ta capacidad de adsorción de fósforo, freáti ca profunda (más de 1 m), ausencia de estratos endurecidos imitantes de a prof undidad antes de metro de perfi . Se sugiere que e área: no tenga antecedentes
de inundación no exista en a proximidad recursos hídricos superficia es o dren ajes no dimensionados para recibir excedentes de área a regar sea homogénea, a s pendientes sean suaves o inexistentes. Será también necesario rea izar muestre
os periódicos de nutrientes y física de sue os para detectar: Acumu ación de a g unos nutrientes, desba ances de e ementos nutrientes, incrementos de sa inidad y de sodio, necesidad de yeso para reducir e efecto de a to contenido de sodio ( natricidad), y necesidad de avado para reducir sa inidad.
1.1. Ca idad de os ef uentes
Las características de a dieta, a frecuencia e intensidad de as uvias, e t amaño y diseño de os corra es y a frecuencia de impieza de as excretas condi cionan a cantidad y composición de ef uente. E Cuadro 4.1 muestra resu tados medios de aná isis de ef uentes generados durante una uvia sobre áreas de feed ot. Los nive es de nitrógeno varían en e rango de 20 a 400 mg/ itro, mayoritar iamente en a forma de amonio. La sa inidad (medida en CE) varía en 2 a 15 dS/m y as concentraciones de sodio (en SAR) de 2,5 a 16. Los nive es de fósforo se u bican en e rango de 10 a 150 mg/ itro y os só idos tota es entre os 2000 y 1 5000 mg/ itro (NSW Agricu ture, 1998; Marek et a ., 1994). La carga de nutriente
s de os ef uentes es comúnmente inferior a a demanda de os cu tivos uti izab es en un área de riego, a menos en términos anua es. Sin embargo, no puede ajus tarse e riego a Gestión ambienta en e feed ot
a demanda de nutrientes, sino a a de agua (Powers et a ., 1973). Si se uti iza ra e primer criterio, se podría exceder a carga hídrica to erab e y se promove ría a ixiviación y a escorrentía. Adiciona mente, se expondría a incrementos
de a sa inidad a nive es into erab es por as p antas. E grado de sa inidad de ef uente tipo de feed ot es demasiado a to para e riego directo. Determinacio
nes rea izadas en EEUU indican que ef uentes a macenados en agunas de a macenam iento pueden a canzar conductividades e éctricas de hasta 15 dS/m. E mayor cont ribuyente a ese nive de sa inidad es e c oruro de potasio, seguido de c oruro de sodio y e de amonio. E agua comúnmente uti izada para riego tiene entre 0, 6 y 1,4 dS/m y es muy segura desde e punto de vista de riesgo de sa inización cuando su CE es inferior a os 0,8 dS/m, pero por sobre os 2,5 dS/m es to erada por pocos cu tivos y pasturas. La sa inidad reduce a producción de forraje, a eficiencia de captura de os nutrientes y degrada a ca idad de sue o en e a rgo p azo. Muy probab emente en todos os casos se deberá di uir con agua de baj o contenido de sa es tota es si se p antea cubrir déficit hídricos con agua prov eniente de ef uentes de feed ot (Marek et a ., 1994, 1995; Sweeten, 1976). Tenie ndo en cuenta os factores ambienta es y os de ca idad de ef uente antes citad os, e rango de ap icaciones es muy amp io. Varía entre 100 y 1000 mm anua es. E riesgo de acumu ación de sodio se acentúa en os va ores mayores, con efectos
degradantes de sue o. Con ese tipo de ámina anua es conveniente prever avado s de sue o y un sistema de drenajes de ote bajo riego como para contener y ma nejar os excedentes 1.2. Programa de uso y monitoreo
E manejo de ef uente íquido debería p antear un programa de uso. Se istan a continuación aspectos a tener en cuenta en e diseño de programa y a monitorear previo y posterior a as ap icaciones. Sería conveniente a opinión 81
Cuadro 4.1. Contenido de nutrientes mg/ itro en ef uentes de feed ot contenidos en agunas de a macenamiento Austra ia 1 Texas P anicies a tas2 2470 1100 180 45 1145 230 180 20 1000 4,2 4,5 - Sur3 145 43 445 256 99 72 623 4,6 4,5 -
Só idos tota es DQO DBO Nitrógeno Fósforo Potasio Sodio Ca cio Magnesio C oro SA R CE (dS/m) pH 1 2 2100 500 148 40 460 260 100 72 620 4,6 4,5 8
NSW Agricu ture (1998) C ark et a . (1975b) 3 Sweeten et a . (1981) CE = Conduct ividad e éctrica (medida de sa inidad), dS/m = deciSiemens/m, DQO = Demanda quím ica de oxígeno. DBO =Demanda bio ógica de oxígeno, SAR = Re ación de absorción d e sodio .
técnica de un especia ista en riego y ferti ización para ajustar e programa. An tes de ap icar: - Determinar e contenido de N, P, K y sa es tota es de ef uent e. - Determinar as características de textura de sue o y su capacidad de reten
ción hídrica. - Re evar e régimen hídrico de sitio a regar - Describir e ba a nce hidro ógico probab e. - Se eccionar cu tivos a uti izar y justificar su inc usión en función de su potencia para capturar nutrientes en biomasa
vegeta . - Determinar e nive de ap icación de ef uente máxima anua posib e de acuerdocon a capacidad de captura de nutrientes en sue o y vegetación y os í mites impuestos por e contenido de sa es. - Asignación de superficies. Con a i nformación precedente ca cu ar a superficie a regar. - Se eccionar a superfici e de acuerdo con pautas recomendadas con respecto a: a) textura de sue os, b) pe ndientes, c) distancias a centros pob ados, d) distancia a acuíferos superficia es y pozos de agua, e) profundidad mínima de a freática, f) capacidad de evapot ranspiración y captura de nutrientes por os cu tivos y g) precipitación en a e stación de crecimien- 82
Gestión ambienta en e feed ot
to y anua . - Confeccionar un p ano con a ubicación topográfica de a superfici e a regar. Inc uir ainformación citada arriba. - Describir a tecno ogía de o s cu tivos a desarro ar y os momentos convenientes de ap icación de os ef uen tes íquidos. - Definir e sistema de cosecha y destino de forraje a producir.
nutriciona es debidos a carencias o efectos competitivos entre e ementos que res u ten en carencias o acumu aciones toxicas para as p antas como para os consum idores de forraje generado.
4.2. Abonado con estiérco
Luego de ap icaciones recurrentes: - Determinar periódicamente (anua mente) e contenido de N, P, K, sa es tota es, y e pH en e perfi de sue o a os 0 a 20, 20 a 60 y 60 a 1m de profundidad. E aná isis de a evo ución de os contenidos de nutrientes y sa es permitirá hac er correcciones en a dosificación y momento de ap icación para prevenir ixivia ción de contaminantes y sa inizacion de sue o. · Determinar contenido de nutrie ntes en pozos de agua y acuíferos superficia es · Determinar e perfi nutricion a (macro y micro-minera es re evantes: N, P, S, K, Ca, Mg, Bo, Mo, Se, Zn, Mn, A y Cd) de os forrajes producidos en e ote y contenidos en e sue o. Estos a ná isis permitirán a identificación de desba ances
Una tone ada de excrementos de bovinos de feed ot contiene cerca de 5 kg de nitr ógeno, 1 kg de fósforo y 4 kg de potasio. Si no se considera a fracción íquida , e excremento resu ta en 2,5 kg de nitrógeno, 1 kg de fósforo y 0,8 kg de pota sio (1kg K2O). Determinaciones en varios feed ots de EEUU indicaron que e excre mento promedio de feed ot contiene entre 2 y 2,5% de nitrógeno, 0,3 a 0,8 % de f ósforo y 1,2 a 1,8 %de potasio en base seca (Mathers et a ., 1971, 1973; Arringt on y Pachek, 1981; Sweeten y Amosson, 1995). Investigaciones austra ianas (NSW A gricu ture, 1998) sugieren rangos de 0,7 a 3% de nitrógeno, 0,2 a 1,4% de fósfor o, 0,7 a 4% de potasio sobre base seca y un contenido de humedad de 9 a 54% pa ra cá cu os de mínimos o máximos según se o requiera. A manera de ejemp o adici ona , en e Cuadro 4.2 se resume información de composición química de muestreos rea izados en feed ots de Austra ia (NSW Agricu ture, 1998).
Cuadro 4.2. Contenido de nutrientes en excreta de feed ot (base seca)1 Nutriente Materia seca, % Nitrógeno, % Fósforo, % Potasio, % Magnesio, % Azufre, % Carbono orgánico, % Sodio, % C oro, % Zinc, ppm pH 1 Promedio 70,50 2,19 0,83 2,51 0,98 0,49 12,00 0,69 1,50 154 6,63 Rango 50 a 90 1a3 0,4 a 1,3 1,5 a 4 0,5 a 1,3 0,2 a 0,7 5 a 16 0,3 a 1,3 0,7 a 2 ,3 80 a 283 5,5 a 8,6
Información de50 muestras ana izadas de feed ots de sur de Queens and, Austra ia (Evan Powe , NSW Agricu ture, 1998).
Gestión ambienta en e feed ot 83
E c ima, a dieta, e tipo de insta aciones y a impieza afectan a composició n fina de a excreta acumu ada en os corra es. Debido a esta gran variabi idad en os contenidos, particu armente de nitrógeno, es conveniente producir inform ación oca para ajustar as estimaciones de as concentraciones de e ementos en a excreta recientemente producida y a que se remueve periódicamente de os co rra es. La primera permitirá conocer as diferencias que se pierden por vo ati i zación, o disue ta en os ef uentes íquidos vía ixiviación o movimiento superf icia . La segunda ca ificará a composición de a excreta que se pretende introd ucir en un programa de uso. Como reg a genera se sugiere disponer de 1 ha a fer ti izar cada 20 a 25 anima es en e feed ot, en sistemas de secano. En áreas baj o riego, con cu tivos de mayor intensidad, se uti iza una re ación de 1 ha por c ada 10 a 15 anima es. Si se imp ementan a gunas prácticas de manejo y manipu aci ón de as dietas podrían reducirse as emisiones de nitrógeno en as excretas y consecuentemente podría incrementarse e número de anima es por superficie a fer ti izar (Satter et a ., 1998). A igua que e p anteo de uso de íquidos, os c u tivos producidos en e área ferti izada deben ser cosechados y extraídos de p redio. E pastoreo directo extrae a una tasa muy enta, no compatib e con un p a nteo de ferti izaciones recurrentes. Podría ser más seguro disponer de una super ficie mayor y tener así mayor f exibi idad en a forma de cosecha de forraje. E monitoreo de os efectos de a ap icación sobre as propiedades de sue o y so bre a ca idad de aguas es necesario para rea izar ajustes en a tasa, forma y m omento de ap icación de estos ferti izantes orgánicos. Ap icaciones de 8 a 15 to ne adas de excreta (en base seca) provee suficiente nitrógeno para a mayoría de os cu tivos en secano y retrasa o evita a sa inización. Ap icaciones de 22 to ne adas de excremento por hectárea, con 35 a 50% de
humedad, proveen a base nutriciona de maíz, sorgo o trigo bajo riego (Mathers y Stewart, 1984). Se recomienda genera mente ferti izar de acuerdo con os reque rimientos de nitrógeno o demanda de agua de os cu tivos (NSW Agricu ture, 1998) . E cá cu o de as ap icaciones dependerá de a demanda de cu tivo y a cantid ad de nutrientes disponib es en e sue o. E exceso de estiérco resu ta en ixi viación y movimiento superficia de nutrientes e incrementa e riesgo de sa iniz ación. Nive es de 70 a 100 tone adas por hectárea han permitido producciones sin imitantes nutriciona es en varios cu tivos de sorgo y maíz, pero cantidades su periores han deprimido os rendimientos, provocado sa inización, daño a a produ cción y contaminación por ixiviación (Stewart y Meek, 1977). Debe tenerse en cu enta en os cá cu os a disponibi idad de os nutrientes aportados por e abono. Los nutrientes estarán accesib es para os cu tivos cuando a materia orgánica ap icada a sue o sea degradada y os nutrientes sean iberados en formas so ub es. Este proceso no es instantáneo, so amente a mitad de nitrógeno ap icado es tará disponib e para e cu tivo en e primer año. E remanente, de degradación m ás enta, se va iberando en os años sucesivos por a acción microbiana. La efi ciencia de captura de nitrógeno por a vegetación ocurrirá en os meses crec de imiento vegetativo de a p anta, poco ocurre durante meses fríos o de cu tivos e n dormancia. Asimismo, e nitrógeno es e e emento de mayor movi idad, se vo ati iza, ixivia o escurre y pierde en e agua de superficie si no se o captura en biomasa vegeta . Es conveniente ferti izar en a ínea de siembra de os cu tiv os para aumentar a eficiencia de captura y reducir as pérdidas por ixiviación . En cuanto a potasio aportado, e abono de feed ot contiene nitrógeno y potasi o en re aciones simi ares a as requeridas por a mayoría de as p antas, por o que a ferti izar por requerimien- 84
Gestión ambienta en e feed ot
tos de nitrógeno con excreta bovina se ferti iza también con potasio en as prop orciones deseab es. Las a tas cargas de potasio en e agua son raramente un prob ema en as áreas de riego por a a ta capacidad de os sue os de retener potasi o. Sin embargo, como para os otros nutrientes, e e emento debe integrarse a a so ución acuosa de sue o para poder ser capturado por a matriz co oide y rete nido. E abono orgánico aporta también cantidades importantes de fósforo. Este e emento es e menos móvi , poco susceptib e a a ixiviación pero puede incremen tar su tasa de migración cuando e sue o excede as posibi idades de absorción y retención de nutriente. Las ferti izaciones recurrentes con excreta incrementa n e nive de fósforo de sue o. Existe riesgo de sobrecarga de fósforo, particu armente en sue os con imitada capacidad de retención hídrica. En esos casos po dría ser conveniente ferti izar de acuerdo con a demanda de fósforo y comp emen tar a posib e carencia de nitrógeno con una ferti izante químico (ej. urea). En esos mismos casos, as rotaciones con eguminosas permitirían también mejorar e ba ance de nitrógeno sin deteriorar e de fósforo. La ferti ización distribu ida en varias ap icaciones esca onadas favorece a respuesta, aumenta a eficien cia de captura de os nutrientes y reduce os riesgos de ixiviación y movimient o superficia por uvias. La incorporación a sue o con una abranza superficia
también mejora a eficiencia de uso de os nutrientes, en particu ar de nitró geno por reducir su vo ati ización y ace erar a nitrificación. Dados os vo úme nes de ap icación, deben tenerse en cuenta os posib es movimientos con precipit aciones y escorrentías en e potrero, pudiéndose generar sectores de déficit y o tros de sobrecarga, siendo estos ú timos también os topográficamente más bajos y de menor profundidad de sue o hasta e nive freático.
Con a ap icación de abonos orgánicos a respuesta más rápida y visib e es a ni trógeno, uego a fósforo y a os otros e ementos que se aportan y pudieran esta r en déficit en e sue o (Mathers y Stewart, 1984; Sweeten, 1979, 1984). Frecuen temente se menciona a as ap icaciones de abonos como correctores también de def iciencias de micronutrientes y capacidad buffer. Las mejores respuestas a a fer ti ización orgánica se verifican en sue os de textura franca con bajos nive es d e nitrógeno y fósforo. Aún en esas condiciones se recomienda ferti izar con e m ínimo necesario para retardar e incremento excesivo de fósforo, e inc uso pensa r en e comp emento con urea u otro oferente de nitrógeno so amente. Existe un e fecto postergado o residua de a ap icación de abonos orgánicos que debe ser te nida en cuenta en e ajuste de ferti idad en años sucesivos (Mathers et a ., 197 5). E monitoreo de macronutrientes como azufre, magnesio, potasio y sodio es ne cesario para evitar excedentes perjudicia es. E aporte de micro-nutrientes en e stas ap icaciones es menos re evante desde e riesgo de contaminación y b oqueo de otros e ementos. Por otro ado, es factib e que se pueda dar una mejora de a estructura edáfica (mayor capacidad de retencion de nutrientes y agua) debido a os aportes de estiérco a sue o, pero ta efecto no se detectará hasta pasado s 4 o más cic os o años (Mathers y Stewart, 1981; Sweeten y Mathers, 1985). Las pendientes de ote constituyen otro factor condicionante de a magnitud y frecu encia de as ap icaciones de abonos íquidos o só idos. En otes con pendientes mayores a 1,5% y que serán sujetos de ferti izaciones recurrentes con ef uentes íquidos o estiérco , sería conveniente construir a macenamientos de tierra o b ordes en os ados hacia donde a escorrentía superficia se dirige, si dicho es cape pone en riesgo recursos hídricos u otra construcción próxima (NSW Agricu tu ra, 1998; Lott, 1994b). Esa
Gestión ambienta en e feed ot 85
bordura servirá de a macenamiento tempora permitiendo que e agua encuentre una vía de sa ida p aneada previamente.. Franjas de vegetación natura o imp antada que operen de barrera adiciona ayudan también a retardar y disminuir e escurr imiento. Fina mente, se debería evitar ferti izaciones con abonos orgánicos en á reas de pendiente con distancias menores de 100 m a cursos o fuentes de agua. Ta mpoco se debe ap icar ef uentes íquidos o estiérco en áreas de a ta recarga de acuíferos ni sobre sue os sa inos (Mathers y Stewart, 1984; Paine,1973; Lehman y C arck, 1975). Por ú timo, se debería evitar otes para ferti ización con esti érco que se encuentren muy próximos a sectores pob ados o de recreación. est E iérco recientemente distribuido genera o ores que pueden resu tar muy mo estos a as personas si a
incidencia por proximidad o magnitud es a ta (NSW Agricu ture, 1998) . Es import ante tener en cuenta e sentido de os vientos predominantes y a época de ferti ización. La incorporación inmediata en e sue o reduce e efecto. La homogeneid ad de distribución es otro factor, amontonamientos de excrementos pro ongan a p roducción de o ores. Si se distribuyen íquidos, a aspersión rea izada o más p róxima a sue o evitará a deriva con e viento y e transporte de o ores a área s vecinas. 4.2. Programa de uso y monitoreo
E manejo de estiérco debería p antear un programa de uso semejante a p antea do para e uso de ef uentes íquidos (ver pag. 80 4.2). Sería conveniente a opi nión técnica de un especia ista en ferti ización con abonos para ajustar e prog rama. 86
Gestión ambienta en e feed ot
5. Pautas para a habi itación y e contro púb ico 88
Gestión ambienta en e feed ot
Pautas para a habi itación y e contra or de a gestión de feed ots
Esca a inferior a os 1000 anima es de capacidad La comprobación de a ausencia de conf ictos entre a información so icitada precedentemente con os índices de baja vu nerabi idad de sitio provistos en Cuadro 2.1, sería condición suficient
e para a aprobación y e registro de feed ots de esca a igua o inferior a os 1000 anima es de capacidad. Los feed ots de esta esca a no estarían sujetos a un programa de seguimiento de gestión ambienta posterior a su aprobación, o que no impide a agente púb ico pertinente a visita e feed ot cuando este o consi dere conveniente.
Contro de gestión en función de a vu nerabi idad de sitio y a esca a (ver cu adro 5.1, pag.) 94 y subsiguientes
Esca a superior a os 5000 anima es de capacidad La comprobación de a ausencia de conf ictos entre a información so icitada precedentemente para esa esca a co n os índices de baja vu nerabi idad de sitio según e Cuadro 2.1, será condició n necesaria pero no suficiente para a aprobación y e registro de feed ots de e sa esca a. La empresa deberá proveer os p anos de diseño de os sistemas de man ejo de ef uentes y estiérco y os programas de manejo y monitoreo de excremento s, os que deberían ser eva uados y aprobados de acuerdo con pautas previamente fijadas por as administraciones oca es (pautas que deberán fijarse y hacerse c onocer previamente a as empresas). E agente púb ico de contra or debería deman dar de as empresas un informe anua de estado de os principa es indicadores d e a gestión ambienta . Sin exc usión de monitoreo por e agente púb ico de a gestión ambienta .
Esca a de 1000 a 5000 anima es de capacidad La comprobación de a ausencia de co nf ictos entre a información so icitada precedentemente para e rango o esca a de os 1000 a 5000 anima es con os índices de baja vu nerabi idad de sitio segú n e Cuadro 1.1, se procederá a a aprobación y e registro de feed ots de esa e sca a. E agente púb ico de contra or debería proponer a a empresa un cronogram a de monitoreo anua de as variab es de ca idad de agua y sue o descriptas en e cuadro, asociadas a a gestión ambienta de feed ot. 90
Gestión ambienta en e feed ot
Cuadro 5.1. Requisitos sugeridos para a gestión púb ica sobre exigencias de inf ormación para e registro y a aprobación de a insta ación de feed ots en funci ón de a esca a de producción Esca a (cantidad de anima es) A <1000 1 Empresa (identidad) 2 Ubicación (Descrip ción) 2.1. Catastra 2.2. Geográfica 2.3. Distancias a centros pob ados 2.4. Dis tancias a rutas y caminos 2.5 Distancias a áreas industria es 2.6. Distancias a áreas de agricu t. bajo ri go e 2.7. Distancias a reservas natura es 2.8. Distan cias a monumentos cu tura es 2.9. P ano de ubicación en a región 2.10. Imagen s ate ita de sitio 3 Superficie (ha) 3.1. Tota afectada, ha 3.2 Área de corra e s, ha 3.3. P ano de ubicación de insta aciones 4 C ima 4.1.1. Precipitación anua
media(mm) 4.1.2. Precipitación máxima anua de período 90% más húmedo de os ú timos 50 años 4.1.3. Precipitación de máxima intensidad 4.2. Evaporación media anua (mm) 5. Topografía 5.1. Descripción de sitio y de pendientes 5.2. P ano t opográfico 5.3. Imagen sate ita en año de a ta precipitación 6. Sue o 6.1. Desc ripción de textura y estructura 6.2. Descripción de tratamientos de sue o 6.3. Contenido de nutrientes en sue o hasta 1m 6.4. Programa de monitoreo contaminant es B 1000 a 5000 C >5000 - - - - - - - - -
7. Aguas 7.1. Profundidad de freática 7.2. P ano de freáticas 7.3. Aná isis quím ico anua de freáticas 7.4. Programa de monitoreo químico de freáticas 7.5. Dist ancia a acuíferos superficia es 7.6. Distancia a puntos de bombeo de agua 7.7. A ná isis químico anua de aguas 7.8. Programa de monitoreo de aguas superf. 8 Man ejo de ef uentes íquidos 8.1. Descripción de sistema de manejo 8.2. Ubicación de agunas en e feed ot 8.3.P ano esquemático de sistema 8.4. Descripción bre ve de os destinos 8.5. Deta e de usos 8.6. Programa de manejo 9 Uti ización de ef uentes íquidos 9.1. Superficie a regar (ha) 9.2. P ano geográfico y topográ fico 9.3. Descripción de sue o 9.4. Profundidad mínima de freáticas 9.5. Proxim idad acuíferos superficia es 9.6. Programa de monitoreo químico anua 10. Manejo de estiérco 10.1. Descripción de a reco ección y api ado 10.2. Ubicación de as trincheras de estiérco 10.3. Cá cu o de os vo úmenes producidos 10.4. Desc ripción topográfica y edafo ógica de sitio 10.5. Descripción breve de os desti
nos 10.6. Deta e de usos 11 Manejo de anima es muertos 11.1. Descripción de a e iminación de cadáveres. 11.2. Ubicación de sitio 11.3. Registro de casos y ca usas 12 Manejo sanitario 12.1. Descripción de os tratamientos comunes 12.2. Cro nograma sanitario 12.3. Listado de drogas a uti izar 12.4. Programa de e iminaci ón de envases - - - - - - - -
La información identificada con debería ser so icitada con carácter de ob igator io para eva uar, aprobar y registrar a insta ación de feed ot. 92
Gestión ambienta en e feed ot
5. Pautas para habi itación y e contro púb ico de a gestión ambienta E contro de a gestión ambienta de feed ot debería ser de interés de a empr esa y de sector púb ico. E sector púb ico debería generar a egis ación corre spondiente para e contro de una buena gestión ambienta . En ese sentido, sin e xc uir pautas particu ares de cada administración, se propone a continuación e siguiente procedimiento: Uti izar en primer término como guía para a determinac ión de a factibi idad de a insta ación de feed ots as pautas sugeridas en e Cuadro 5.1 (pg. 90), teniendo en cuenta principa mente e criterio de reversibi idad u oportunidad de corrección de as condiciones de a ta vu nerabi idad que s on independientes de a esca a (dimensión) de feed ot. Seguidamente, se debería tener en cuenta a esca a para definir e grado de deta e de contro de gesti ón. E cuadro 5.1 propone a c asificación en tres categorías (A = feed ot con c apacidad para engorde simu táneo igua o menos de 1000 anima es , B = capacidad entre 1000 y 5000, C = más de 5000). En e cuadro se indica con un punto a info rmación o documentación a proveer por as empresas para cump imentar pautas míni mas para definir a vu nerabi idad de sitio y su contro posterior. Los feed ot s tipo A tendrían menos exigencias en cuanto a a información a proveer para su inscripción y posterior monitoreo que os de tipo B o C. Las exigencias para os de tipo A estarían restringidas a su ubicación física y potencia es riesgos de contaminación de recursos hídricos. La información a requerir a as empresas ser ía de tipo descriptivo de aspectos esencia es que hacen a a vu nerabi idad de sitio. Debido a a magnitud de a esca a no sería necesario proveer p anos y pr ogramas de manejo y monitoreo. Sin embargo, e nive de exigencias po-
dría verse incrementado si e número de feed ots y a cercanía entre e os incre mentan e riesgo de una cuenca, recursos hídricos, región, etc. Provista a info rmación requerida y verificada a ausencia de conf ictos entre a normativa y e proyecto, se registraría e feed ot y otorgaría una habi itación permanente. La s exigencias para os de tipo B crecen en = grado de deta e para ca ificar a v u nerabi idad de sitio, con sus posib es efectos regiona es. Surge como demanda exp ícita e p anteo de manejo y uso de ef uentes. Adiciona mente, se sugiere que e agente de contro proponga un programa de monitoreo de ca idad de aguas a rea izar con carácter preventivo. A igua que en e caso anterior, provista a información pertinente y verificada a ausencias de conf ictos con a normativa ega se procedería a otorgamiento de una icencia permanente. Por ú timo, os de tipo C deberían proveer información deta ada de ubicación a nive de predio y región (p anos e imágenes sate ita es), de diseño de insta aciones y programa s para e manejo y e uso de ef uentes y estiérco . Para su mejor organización y gestión posterior, sería conveniente que para e otorgamiento de permiso o ic encia a este tipo de feed ot, a autoridad competente e abore un protoco o a seg uir para a insta ación y operación de feed ots tipo C, que permita a as empres
as cump imentar en e tiempo as pautas para una adecuada gestión ambienta . Dic ho protoco o debería inc uir os tiempos y formatos para a presentación y poste rior aprobación inc uyendo os proyectos o programas de: a) Ubicación e insta ac iones, b) Estructura de captura, procesamiento y a macenamiento de íquidos y es tiérco , c) Información y capacitación de persona , d) Programa de monitoreo de aguas subterráneas y escurrimiento, d) Programa de uso de ef uentes íquidos y estiérco , e) E iminación de anima es muertos y residuos pe igrosos.
Gestión ambienta en e feed ot 93
Cada proyecto será un requisito parcia para e otorgamiento definitivo de a i cencia de operación. Los cuatro primeros deberían ser a condición principa par a e inicio de as actividades y e otorgamiento de una icencia provisoria. A cabo de dos años a empresa deberá presentar y a canzar a aprobación de os otr os dos para comp etar su icencia definitiva. E programa de monitoreo imp ica a presentación anua de aná isis de ca idad de aguas en e área de feed ot y se ctores de a macenamiento de ef uentes. Para dicho programa, a administración pú b ica deberá proveer pautas para su diseño y seguimiento. Habiéndose aprobado e sitio y habi itado e diseño, e monitoreo
debería tener un ro preventivo para proponer ajustes o adecuaciones de estructu ra y no sería de carácter punitivo. Fina mente, as icencias deberían ser revoc ab es si e agente de contro detectara procesos de deterioro ambienta de natur a eza irreversib e o anorma idades en a gestión que no se condice con os proce sos pautados en os programas de uso y monitoreo previstos.La revocación y susp ensión de icencias deberá seguir un procedimiento desarro ado por a autoridad competente. La instancia de a revocación definitiva de a icencia debería abo rdarse cuando se han agotado as instancias de reversión de efectos o daños y a adecuación de as insta aciones o procesos. 94
Gestión ambienta en e feed ot
Bib iografía Ames, D.R., S.E. Curtis, D. Po in, G.L. Hahn, B.A. Young y R.E. McDowe . 1981.
Effect of Environment on Nutrient Requirements of Domestic Anima s. Nationa Aca demy Press. Washington, D.C. A geo JW, E am CJ, Martinez A y Westing T. 1972. Fe ed ot air, water, and soi ana ysis: Bu etin D, How to Contro Feed ot Po utio n. Ca ifornia Catt e Feeders Association, Bakersfie d, CA. Amosson SH, Sweeten J M y Weinheimer B. 1999. Manure hand ing characteristics of high p ains feed ots. Specia Report. Texas Agricu tura Extension Service, Amari o, TX. Arrington R M y Pachek CE. 1981. Soi nutrient content of manures in an arid c imate. Confer ence on Confined Anima Production and Water Qua ity. GPAC Pub ication 151. Grea t P ains Agricu tura Counci , Denver, CO. pp 259—266. ASAE (American Society of Agricu tura Engineers). 1988. Manure production and characteristics. ASAE D-38 4-1. American Society of Agricu tura Engineers, St. Joseph, MI. Barrington, SF y Jutras PJ. 1983. Soi sea ing by manure in various soi types. Paper 83—4571. American Society of Agricu tura Engineers, St. Joseph, MI. Butchbaker, AF 1973. Feed ot runoff disposa on grass or crops. L-1053. Texas Agricu tura Extension Service, Texas A&M University DPE-752 I, Great P ains Beef Catt e Feeding Handb ook, Amari o. C ark RN. 1975. Seepage beneath feedyard runoff catchments. In: M anaging Livestock Wastes, Proceedings of the Third Internationa Symposium on Li vestock Wastes. American Society of Agricu tura Engineers, St. Joseph, MI, pp 2 89—925. C ark RN, Gi bertson CB y Duke HR. 1975a. Quantity and qua ity of beef f eedyard runoff in the Great P ains. In: Managing Livestock Wastes, Proceedings o f the third Internationa Symposium on Livestock Wastes. American Society of Agr icu tura Engineers, St. Joseph, MI, pp 429—431. C ark RN, Schneider AD, Stewart BA 1975b. Ana ysis of runoff from southern Great P ains feed ots. Trans ASAE 15 (2):3 9-.322. Co eman, EA, Grub W, A bin, RC, Meenaghan GF, We s DM. 1971. Catt e feed ot po ution study—interim report no. 2. WRC-71-2. Water Resources Cente r, Texas Tech University, Lubbock, TX. Dantzman, CL, Richter MF y Martin FG. 198 3. Chemica e ements in soi s under catt e pens. 3 Environ Qua 12(2):164—168. E iott, LF, McCa a TM, Mie ke LN, Travis TA. 1972. Ammonium, nitrate and tota nitrogen in the soi water of feed ot and fie d soi profi es. App Microbio 23 :810—813. Gi bertson, CB, C ark RN, Nye JC y Swanson NP. 1980. Runoff contro fo r ivestock feed ots: state of the art. Trans ASAE 23(5):1207—1212. Gi bertson, CB, Nienaber JA, IL Gartrung JA, E is JR. y Sp inter WE. 1979a. Runoff contro comparisons for commercia beef feed ots. Trans ASAE 22(4):842—849. 96
Gestión ambienta en e feed ot
Gi bertson, CB, Nye JC, C ark RN y Swanson NP. 1981 Contro ing runoff from feed ots—a state of the art. Ag Info Bu etin 441. U.S. Department of Agricu ture, A gricu tura Research Service, Washington, DC. Jones, OR, Wi is WM, Smith SJ y S tewart BA. 1995 Nutrient cyc ing of catt e feed ot manure and composted manure a pp ied to southern high p ains dry ands. In: Stee e K (ed) Anima Waste and the Land-Water Interface. Proceedings of Anima Waste in the Land-Water Interface Co nference, Fayettevi e, AR, Ju y 16—19. Lewis, Baton Rouge, pp 265—272. Lehman, OR y C ark RN. 1975. Effect of catt e feedyard runoff on soi infi tration rates . J Environ Qua 4(4):437—439. Lehman, OR, Stewart BA y Mathers AC. 1970. Seepag
e of feedyard runoff water im pounded in p ayas. MP-944. Texas Agricu tura Expe riment Station, Texas A&1 University, Co ege Station, TX. Lott, SC, Watts PJ y Burton JR. 1994b. Runoff from Austra ian catt e feed ots. In: Ba ancing Anima P roduction and the Environment, Proceedings, Great P ains Anima Waste Conference on Confined Anima Production and Water Qua ity. GPAC Pub ication 151. Great P ains Agricu tura Counci , Denver, CO. pp 47—53. Lott, SC, Powe E y Sweeten JM . 1994a. Manure co ection, storage and spreading. In: Watts PJ, Tucker R (eds) Designing Better Feed ots. Queens and Department of Pri mary Industries, Toowoom ba, Queens and, Austra ia. Loudon, TL, Jones DD, Peterson JB, Backer LF, Bragger MF, Converse JC, Fu hage CD, Lind ey JA, Me vin SW, Person HL, Schu te DD y Whi te RK 1985. Livestock Waste Faci ities Handbook. MWPS- 8, 2nd Ed. Midwest P an Service, Iowa State Univer sity, Ames, IA, pp 2.1—2.2; 5.1—5.9. Marek, TH, Harma n WL y Sweeten JM 1994. Irrigation and runoff water qua ity imp ica tions of hig h oad, sing e frequency (HLSF) app ications of feed ot manure. In: Ba ancing An ima Production and the Environment, Proceedings, Great P ains Anima Waste Conf erence on Confined Anima Production and Water Qua ity. GPAC Pub i cation 151. G reat P ains Agricu tura Counci , Denver, CO. pp 199—124. Marek, TM, Harman WL y Sweeten JM 1995. Infi tration and water qua ity inferences of high oad, sing e frequency HLSF) app ications of feed ot manure. In: Proceedings, Innovations an d New Horizons in Livestock and Pou try Manure Management, Vo . 1, September 6—7 , 1995, Austin, Texas. Texas Agricu tura Extension Service and Texas Agricu tur a Experiment Station, Co ege Station, TX, pp 162—169. Mathers, AC y Stewart BA . 1971. Crop production and soi ana ysis as affected by app ication of catt e f eed ot waste. In: Livestock Waste Management, Proceedings of the Second Internat iona Symposium on Livestock Wastes. American Society of Agricu tura Engineers , St. Joseph, MI, pp 229—231, 234. Mathers, AC y Stewart BA. 1981. The effect of feed ot manure on soi physica and chemica properties. In: Livestock Waste: A Renewab e Resource, Proceedings of the Fourth Internationa Symposium on Livest ock Waste, 1980. American Society of Agricu tura Engineers, St. Joseph, MI, pp 159—162. Mathers, AC y Stewart BA. 1984. Manure effects on crop yie ds and soi properties. Trans ASAE 27(4): 1022—1026.
Gestión ambienta en e feed ot 97
Mathers AC, Stewart BA y Thomas JD. 1975. Residua and annua rate effects of ma nure on grain sorghum yie ds. In: Managing Livestock Wastes, Proceedings of the Third Internationa Symposium on Livestock Wastes, 1975. American Society of Agr icu tura Engineers, St. Joseph, MI. Mathers AC, Stewart BA, Thomas JD y B air BJ. 1973. Effects of catt e feed ot manure on crop yie ds and soi conditions. T echnica Report 11. USDA Southwestern Great P ains Research Center, Bush and, TX . Mathers AC, Thomas JD, Stewart BA y Herring JE. 1980. Manure and inorganic fer ti izer effects on sorghum and sunf ower growth on iron-deficient soi . Agron J 72:1025— 1029. Mie ke LN y Mazurak AP. 1976. Infi tration of water on a catt e f eed ot. Trans ASAE 19(2):34 —344. Mie ke LN, Swanson NP y McCa a TM. 1974. Soi profi e conditions of catt e feed ots. i Environ Qua 3(1):14—17. Mi er WD. 1971. Infi tration rates and groundwater qua ity beneath catt e feed ots, Texas high p ains. Fina Report 16060 EGS. Water Qua ity Office, U.S. Environmen ta P rotection Agency, Washington, DC. Nienaber JA, Gi bertson CB, K opfenstein TJ, P a m SD y McCa a TM. 1974. Anima performance and ot surface conditions as affe cted by feed ot s ope and anima densities. In: Proceedings, Internationa Lives tock Environment Symposium, Linco n, NE, pp 130—137. NSW Agricu ture, 1998. The New South Wa es feed ot manua . The Inter-Department Committee on Intensive Anim a Industries (Feed ot Section) (2nd ed.): Update 98/I. Phi ips PA y Cu ey JLB . 1985. Groundwater nutrient concentrations be ow sma -sca e earthen manure sto rage. In: Agricu tura Waste Uti ization and Management, Proceedings of the Fift h Internationa Symposium on Agricu tura Wastes. American Society of Agricu tur a Engineers, St. Joseph, MI, pp 672—679. Phi ips RL. 1981. Maps of runoff vo u mes from feed ots in the United States. In: Live stock Waste: A Renewab e Resour ce, Proceedings of the Fourth Internationa Sympo sium on Livestock Waste. Ameri can Society of Agricu tura Engineers, St. Josepk, MI, pp 274—277. Powe EE. 19 94. Economic management of feed ot manure. Fina Report, Parr. 2. Evan Powe Ru ra Consu tants, Da by, Queens and, for Meat Research Corporation con tract M.08 7, Sydney, NSW, Austra ia. Powers WL, Herpich RL, Murphy LS, Whitney DA, Manges HL y Wa ingford GW. 1973. Guide ines for and disposa of feed ot agoon water. C-485. Cooperative Ex tension Service, Kansas State University, Manhattan, KS.
Schuman GE y McCa a TM 1975 Chemica characteristics of a feed ot soi profi e. Soi Sci 119(2):113—118. Shuy er LR, Farmer DM, Kreis RD y Hu a ME. 1973. Envir
onment protecting concepts of beef catt e feed ot wastes management. Nationa En vironmenta Research Center, Office of Research and Deve opment, U.S. Environmen ta Protection Agency, Cor va is, OR. Smith Si, Sharp ey AN, Stewart BA, Sweete n JM y McDona d T. 1994. Water qua ity imp ications of storing feed ot waste in southern Great P ains p ayas. In: 98
Gestión ambienta en e feed ot
Ba ancing Anima Production and the Environment, Proceedings, Great P ains Anima
Waste Conference on Confined Anima Production and Water Qua ity. GPAC Pub ica tion 151. Great P ains Agricu tura Counci , Denver, CO. pp 267—270. Swanson NP, Lorimor JC y Miejke LN. 1973. Broad basin terraces for s oping catt e feed ots. Trans ASAE 16(4):746—749. Swanson NP, Mie ke LN y E is JR. 1977. Contro of be ef feed ot runoff with a waterway. ASAE Paper 77-4580. American Society of Agric
u tura Engineers, St. Joseph, MI. Sweeten JM. 988a. Composting manure and s ud
ge. L-2289. Texas Agricu tura Exten sion Service, Texas A&M University, Co ege Station, TX. Sweeten JM. 1988b. Groundwater qua ity protection for ivestock fe eding operations.B- 1700. Texas Agricu tura Extension Service, Texas A&M Unive rsity System, Co ege Station, TX (revised 1992). Sweeten JM. 1990b. Feed ot run off characteristics for and app ication In: Agricu tura and Food Processing Wa stes, Proceedings of the 6 Internationa Symposium on Agricu tura and Food Proc essing Wastes, Chicago, IL, pp 168—184. Sweeten JM. 992. Catt e feed ot waste m anagement practices for water and air po u tion contro . B-1671, Texas Agricu t ura Extension Service, Texas A&M University, Co ege Station, TX. Sweeten JM y Amosson SB. 1995. Manure qua ity and economics. In: Tota Qua ity Manure Managem ent Manua . Texas Catt e Feeders Association, Amari o, TX. Sweeten JM, Marek TH y McReyno ds D. 1995a. Groundwater qua ity near two catt e feed ots in the Texa s high p ains. AppI Eng Agric 1 1(6):845 Sweeten JM y Mathers AC. 1985. Improvin g soi s with ivestock manure. 3 Soi Water Conserv 40(2):206—2 10. Sweeten JM y McDona d RP. 1979. Resu ts of TCFA environmenta and energy survey— 1979. Texas Catt e Feeders Association, Amari o, TX. Sweeten JM, Pennington HD, Sea e D, W i son R, Seymour RM, Wyatt AW, Cochran IS y Auvermann BW. 1990. We water ana y sis from 26 catt e feedyards in Castro, Deaf Smith, Parmer, and Randa counties , Texas. Texas Agricu tura Extension Ser vice, Texas A&M University System, Co ege Station, TX. Sweeten JM, Saf ey LM y Me vin SW. 1981. S udge remova from agoons and ho ding ponds: case studies. In: Livestock Waste: A Renewab e Resourc e, Proceedings of the Fourth Internationa Symposium on Livestock Wastes. Americ an Society of Agricu tura Engineers, St. Joseph, MI, pp 204—210. Sweeten JM y Wo fe ML 1994 Manure and Wastewater Management Systems for Open Lot daiiy operat ions. Trans. ASAE 37(4): 145—1154. Sweeten JM. 1976. Di ution of feed ot runoff . MP-1297. Texas Agricu tura Extension Service, Texas A&M University, Co ege S tation, TX. Sweeten JM. 1979. Manure management for catt e feed ots. L-1094. Tex as Agricu tura Extension Service, Texas A&M University, Co ege Station, TX. Sw
eeten JM. 1984. Uti ization of catt e manure for ferti izer. In: Baker FH, Mi e r ME (eds) Beef Catt e Science Handbook, Vo . 20. Westview Press, Bou der, CO. p p 59-74. Sweeten JM, Parne CB, Shaw 8W y Auvermann BW. 1998. Partic e size dis tribution Gestión ambienta en e feed ot 99
of catt e feed ot dust emissions. Trans ASAE 41(5): 1477—1481. Sweeten JM, Sokor a GL, Seymour RM, Hickey MG, Young SM. 1995b. Irrigation of catt e feed ot runof f on winter wheat (extended abstract). In: Proceedings, Anima Waste and the Lan d-Water Interface Conference. University of Arkansas Water Re sources Center, Fa yettevi e, AR, pp 14—16. TNRCC . 1995. Concentrated anima feeding operations. Contro of certain activities by ru e. Texas Natura Resources Conservation Comm is sion. Tex Reg June 30, 20(50):4727—4742. TWC (Texas Water Commission). 1987. Contro of certain activities by ru e. Chapter 321, Texas Natura Resources Cons ervation Commission. Tex Reg March 17, 20(50):904—909. U.S. Environmenta Protec
tion Agency. 1973 Deve opment document for proposed eff uent imitations guide i nes and new source performance standards for the feedbots point source category. EPA-440/1-731004. EPA, Washington, DC, pp 59—64. U.S. Environmenta Protection Agency. 1993. Nationa po utant discharge e imination system genera permit and reporting requirements for discharges from concentrated anima feeding operatio ns. Fed Reg, February 8, pp 7610— 7644. Wa ker J. 1995. Seepage contro from was te storage ponds and treatment agoons. In: Proceedings, Innovations and New Hor izons in Livestock and Pou try Manure Management Conference, Vo . 1, September 6 —7, 1995, Austin, Texas. Texas Agricu tura Extension Service and Texas Agricu t ura Experiment Station, Texas A&M Univer sity System, Co ege Station, TX, pp 7 0—78. Wa ingford GW, Murphy LS, Powers WL, Manges HL 1974 Effect of beef feedbo t agoon water on soi chemica properties—growth and composition of corn forage . J Environ Qua 3(1):74—78. Watts PJ, Jones M, Lott SC, Tucker RW y Smith RJ. 1 992. Odor measurement at a Queens and feed ot. ASAE Paper 92-4516. Presented at the Internationa Winter Meeting of the American Society of Agricu tura Enginee rs, Nashvi e, TN, December 15—17.We s DM, Co eman EA, Grub W, A bin RC y Meen aghan GF. 1969. Catt e feed ot po ution study—Interim Report No. 1. WRC-69-7. W ater Resources Center, Texas Tech University, Lubbock, TX. Wiese AF, Sweeten JM, Bean BW, Sa isbury CD y Chenau t EW. 1998. High temperature composting of catt e feed ot manure ki s weed seeds. App Eng Agric 14(4):377—380. Watts PJ y Tuck er RW. 1993a. The creation and reduction of odour at feed ots. Workshop on Agric u tura Odours, Austra ian Water and Wastewater Association and C ean Air Societ y of Austra ia and New Zea and, pp 3.1—3.14. Watts PJ y Tucker RW. 1993b. The ef fect of ration on waste management and odor contro in feed ots. In: Recent Adva
nces in Anima Nutrition in Austra ia, 1993. University of New Eng and, Armida e , NSW, pp 117—129. 100