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LA GUERRA DEL PROCURADOR

Sentí temor cuando me dijeron que Chávez le había declarado la guerra a


Colombia. Recordé que mi padre me decía que si llegaba la guerra, había que
comer hasta ratas. Pero por loco que esté o parezca el Presidente de
Venezuela, lo de la guerra era un alboroto que no llegó a ningún lado.

Sin embargo, hay alguien en el país que ha estado hablando de guerra desde
hace algún tiempo y es nada menos y nada más que el Procurador Alejandro
Ordoñez. Estuve mirando su libro y encontré que habla de “una verdadera
guerra con una auténtica planificación estratégica, táctica y operativa” y se
refiere a una revolución cultural que él mismo vaticina preocupado, cuya
finalidad es “disolver los principios y valores sobre los que se funda la familia
cristiana, su carácter heterosexual, indisoluble y fecundo”.

Sobresaltada por los anuncios proféticos de las líneas de Ordoñez, me


pregunté - como en toda guerra- quiénes son los enemigos y luego encontré
que señala a la ONU, UNESCO, UNICEF, OMS y PNUD y una constelación de
organizaciones no gubernamentales como el magisterio formador del
pensamiento hegemónico que conduce a la conformación de una Aldea Global
que transgrede instituciones tradicionales de nuestra cultura como la religión, la
familia y la Patria.

En el texto, el Procurador Ordoñez, parece muy preocupado porque se esté


atacando esa idea de familia, matrimonio y sexo tal como la habíamos
concebido hace 2000 años y se esté negando la existencia de un orden natural
previo a la voluntad humana.

El Procurador está convencido de que pasamos de un terrorismo político a un


terrorismo moral. Según esta misma lógica creo que debe sentir que la
perspectiva de género debe ser igual al gas mostaza, que la anticoncepción
algo muy parecido a una AK47.en mano enemiga y que los derechos sexuales
y la salud sexual y reproductiva deben ser un escuadrón Mirage comandado
por guerreros suicidas.
La Procuraduría es la entidad que representa a los ciudadanos ante el Estado.
Me pregunto cómo puede representar este procurador a una persona
homosexual, por ejemplo, o a una mujer divorciada. Cómo representa a todos
aquellos que se salen de ese orden preestablecido que pregona en su texto.
¿Cómo representa a una niña que ha sido violada y que decide interrumpir el
embarazo de acuerdo a lo que dice la ley?

Ha de ser muy mesurado este señor Procurador, si a pesar de tener que la idea
de que una guerra se avecina, es capaz de ser objetivo para representar los
derechos humanos de los ciudadanos cobijados por acuerdos internacionales y
por la Corte Constitucional. Me tiene confundida el Procurador, no sé si debo
empezar a cazar ratas o no.

El libro de Alejandro Ordoñez me recordó a un personaje de Jaime Garzón


llamado Godofredo. Muy cómico por cierto. Voy comprendiendo por qué en
Facebook hay un grupo que se llama Monseñor Procurador se equivocó de
profesión. ¿Será por eso que es tan importante ir al curso de orientación
profesional antes de escoger la carrera?

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