El mundo globalizado, sobre todo en la esfera de la producción, nos presenta

un espacio social cada vez más complejo y con múltiples campos cada vez
más autónomos

Lo cual se suma a un fenómeno de “estallido social” que pretende

reconstruir la ciudadanía y la democracia como modelo de organización
social y política con fuertes dosis de libertad y participación en procesos
de decisiones.

Desde el mundo laboral, la imagen más clara, en cuanto a la construcción de

actores sociales es el debilitamiento de las organizaciones sindicales en el
escenario de las luchas sociales.

Estos cambios se manifiestan en una transformación estructural de la

relación laboral, fundada especialmente en el surgimiento de obreros
más autónomos que buscan por medio de la terciarización abrirse paso
en el competitivo mundo laboral.

Todos los cambios que se presentan en el mundo laboral y

especialmente en las relaciones laborales tienen efectos significativos en
la cultura social y en la constitución de actores colectivos.

Augusto varas. Democratización y políticas públicas. En Cambio social y

políticas públicas. Raúl Urzúa.

Democratización y políticas públicas:

Los profundos cambios económicos del último tiempo han redefinido la

relación entre Estado y sociedad, sobre todo en países donde los
cambios han sido a nivel estructural.

Las antiguas funciones del estado hoy día han sido asumidas casi
por completo por el mercado.

El Estado hoy solo se manifiesta de manera reguladora

En este contexto, el desarrollo de las políticas públicas también han

cambiado tanto en su naturales como en sus prioridades.

Las políticas públicas son menos envolventes y más focalizadas.

Su tratamiento es más técnico y menos político, lo que las

desprende de connotaciones valóricas e implicancias sistémicas.
 De esta manera las políticas públicas se deben relacionar con
nuevas formas de acción y participación política, ya que no solo
responden a los requerimientos económicos de las sociedades.

Las políticas públicas deben hacer frentes a nuevas demandas de

carácter económico-político, como la equidad social y la igualdad
de oportunidades.

Por tanto, la democratización política de un gobierno es

considerado en la medida en que también democratiza (cuanto a
mayor participación ciudadana) los procesos de formulación e
implementación de las políticas públicas.

La función política (de las políticas publicas) se puede agrupar en tres

dimensiones:

1. La construcción del interés público

2. La capacidad para armonizar intereses corporativos
3. Las potencialidades para permitir la participación ciudadana.

La construcción de lo público:

La reducción del espacio público se ve reforzada por el desbalance en

las relaciones institucionales entre el Ejecutivo, el parlamento y los
partidos políticos.

Fundamentalmente ha existido un debilitamiento de las instancias

de representación (parlamento y partidos políticos) frente a la
concentración histórica del poder político en el Ejecutivo.

Esta situación debilita los mecanismos de participación y

representación política, apareciendo el mercado como agente de
satisfacción de los intereses ciudadanos.

El desbalance ha generado un déficit de espacio político para la

emergencia de lo público, lo cual ha tenoido dos repercusiones:

a. Modificación de los ámbitos institucionales en los cuales

se desarrolla el debate público.

El debate se desarrolla en torno a políticas públicas

muy circunscritas

Estas, están por sobre los grandes proyectos de

desarrollo nacional

Además son la expresión de intereses políticos

específicos, donde los actores colectivos pierden
mucho terreno de acción, lo que se traduce en la
falta de un debate nacional
 La agenda pública se construye sobre las bases de
intereses “públicos”, organizados según las
prioridades de quienes las desarrollan.

b. Falta de una visión sistémica, que impide una real

apropiación societal de los principales valores y
compromisos políticos.

Se dificulta la construcción social de un país con un

proyecto político definido.

Los asuntos se definen con autonomía,

construyendo un gran mosaico de problemas
independientes unos de otros.

Hoy es indispensable discutir el problema de la estable participación social en

las políticas públicas, situación compleja cuando estas surgen de intereses
multisectoriales.

Es fundamental coordinar diversos intereses, más aún cuando los

problemas son multidimensionales, ya que estos no pueden ser
resueltos de manera aislada.

El Estado debe explicitar un compromiso participativo, creando espacios

de participación en todo el espectro multisectorial

Pero además debe hacer un seguimiento e identificar las contrapartes

más relevantes en cada subsistemas de interacciones, con las cuales
genera mayores vínculos.

Otra contribución de las políticas públicas a la democratización pasa por su

capacidad de armonizar intereses corporativos.

La formulación e implementación de las políticas públicas debe

incorporar y articular intereses privados que no tienen necesariamente
representación política directa.

La peor forma de integrar y articular intereses corporativos es la

integración implícita de las demandas de los grupos de poder al margen
de procesos institucionales.

Fundamentalmente por el poder que adquieren los poderes

fácticos en el proceso.

Se pierde con la transparencia que debe actuar la administración

pública.
Los procesos de democratización necesitan la articulación e integración de
manera explícita e institucionalizada de intereses corporativos que no tienen
necesariamente una representación política dentro del Estado democrático.

La democratización requiere de la expresión institucionalizada de los

intereses corporativos dentro de la toma de decisiones.

La acción no institucionalizada de los intereses corporativos erosiona el

fundamento democrático de las instituciones representativas y genera
corrupción.

Por lo tanto la democracia debe incluir los intereses corporativos de

forma institucionalizada en el proceso de toma de decisiones políticas.

Ej: Consejos asesores, Representación legal de las

corporaciones.

Las políticas públicas deben integrar en un solo campo de acción la

administración del Estado y la ciudadanía vinculada a ellas.

Esta acción integradora se realiza de dos maneras:

1. Procesos de modernización de la Gestión pública

2. Proceso de descentralización, otorgando a los gobiernos locales y
regionales mayor autonomía para decidir políticas y asignar recursos.

En este contexto el ciudadano es más que un solo beneficiario de las políticas

públicas, sino que es un actor relevante en el proceso de construcción de las
mismas.

La participación ciudadana en la evaluación de las políticas públicas puede

optar tres formas:

1. La transparencia o relación comunicativa entre el Estado y la

sociedad

La transparencia hace accesible las políticas públicas a la

ciudadanía
La información de la ciudadanía es fundamental para que ella
forme parte del proceso.
La transparencia otorga un rol a la ciudadanía en la fiscalización
y/o corrección de las políticas adoptadas.

2. La responsabilización, que es el vínculo entre agentes/agencias del

Estado y la ciudadanía.

Se refiere a asumir las agencias/agentes asuman las

responsabilidades por las políticas públicas asumidas,
sancionando y/o corrigiendo actuaciones.
3. La fiscalización que puede poner en movimientos mecanismos
existentes o crear nuevos para la inspección ciudadana.

Mecanismos institucionales como la Contraloría General de la

República o la Fiscalía Nacional; el recurso de protección