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Las políticas de salud mental de la OMS han evolucionado pero aún no satisfacen las necesidades de la población. La inversión económica es insuficiente, lo que resulta en una falta de personal y servicios para satisfacer las necesidades de tratamiento. Esto incluye limitaciones en la frecuencia de sesiones y una dependencia excesiva de la farmacología en lugar de un enfoque más integral. Se necesitan más esfuerzos de prevención e intervención temprana para abordar los problemas de salud mental relacionados con las crisis socioeconómicas.
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REFLEXIÓN CRÍTICA SOBRE POLÍTICAS EN SALUD MENTAL DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
Las políticas de salud mental de la OMS han evolucionado pero aún no satisfacen las necesidades de la población. La inversión económica es insuficiente, lo que resulta en una falta de personal y servicios para satisfacer las necesidades de tratamiento. Esto incluye limitaciones en la frecuencia de sesiones y una dependencia excesiva de la farmacología en lugar de un enfoque más integral. Se necesitan más esfuerzos de prevención e intervención temprana para abordar los problemas de salud mental relacionados con las crisis socioeconómicas.
Las políticas de salud mental de la OMS han evolucionado pero aún no satisfacen las necesidades de la población. La inversión económica es insuficiente, lo que resulta en una falta de personal y servicios para satisfacer las necesidades de tratamiento. Esto incluye limitaciones en la frecuencia de sesiones y una dependencia excesiva de la farmacología en lugar de un enfoque más integral. Se necesitan más esfuerzos de prevención e intervención temprana para abordar los problemas de salud mental relacionados con las crisis socioeconómicas.
REFLEXIN CRTICA SOBRE POLTICAS EN SALUD MENTAL DE LA
ORGANIZACIN MUNDIAL DE LA SALUD
Las polticas vigentes que rigen la organizacin y gestin de la Salud
Mental en la Organizacin de la Salud (OMS) han evolucionado de forma considerable hasta nuestros das, sin embargo, esto no garantiza que las necesidades respecto a la salud mental de la poblacin estn cubiertas. Si se prev un aumento considerable en enfermedades mentales de aqu a unos aos, es evidente que este servicio no cumple los objetivos de los que parte y lo que es peor, la poblacin tiene mayor probabilidad de tener enfermedades mentales. La base del problema se podra localizar en varios aspectos: inversin econmica, no cumplimiento con los programas de salud mental establecidos, objetivos mal planteados, falta de personal que pueda cubrir todas las necesidades de la poblacin o minusvaloracin de este tipo de enfermedades por parte del sistema de salud, dando prioridad a otros mbitos sanitarios. Uno de los objetivos ms recientes en la OMS sobre la Salud Mental es la propuesta de atender estas enfermedades en Atencin Primaria. A pesar de los cambios que se estn realizando en el sistema de salud para cambiar el concepto de enfermedad mental propio de los hospitales psiquitricos, estos no son suficientes para cubrir las necesidades de la poblacin. Esta falta de servicios se ve reflejada en la falta de atencin en los enfermos. Para las personas con una enfermedad mental que ve limitada su vida considerablemente, es inconcebible que la frecuencia de sesiones de tratamiento se vea limitada a 1 o 2 visitas al mes. Las investigaciones van encaminadas a que los mejores resultados vienen determinados por la frecuencia de las sesiones de tratamiento para fomentar una activa participacin del paciente y que la sintomatologa disminuya de tal modo que la persona recupere lo antes posible. Esto hace que los servicios sanitarios en el mbito psicolgico no cumplan con sus objetivos y las personas tengan que requerir servicios privados para su tratamiento. Esta falta de servicios viene originada de una falta de inversin en atencin sanitaria mental, dado que en muchas ocasiones las enfermedades mentales se biologizan y se les intenta dar solucin mediante la farmacologa, sin tener en cuenta que los frmacos en ocasiones ni son necesarios, ni van a solucionar el problema, sino solo atenuar los sntomas. Evidentemente, esto no es un objetivo de la OMS, sin embargo, es lo que se hace hoy en da en la atencin primaria de los trastornos mentales ms comunes como es la depresin y la ansiedad. Por otro lado, esta mala gestin, tanto en pases pobres por defecto, como en pases ricos por su inadecuada utilizacin, debera ser investigada a fondo, con el objetivo de que se establezcan los planes de salud adecuados a una mejora en el servicio de salud mental que se adapte a las
necesidades reales de los pacientes. Adems sera muy importante, dada la
situacin actual en la sociedad, que se hiciera especial hincapi en hacer planes de prevencin, ya que la epidemiologia y los estudios prevn un mayor nmero de enfermos a corto plazo. Respecto a las polticas de Salud Mental en la Unin Europea, en el documento Hacia una estrategia de la Unin Europea en materia de salud mental, creo que no estn bien fundamentados los motivos por los que la salud mental es un objetivo a tratar en Europa. Me parece que el hecho de que la buena salud mental de la poblacin ayude a conseguir objetivos propuestos por la comunidad es algo positivo y consecuente de tener una salud adecuada, pero no me parece que ste tenga que ser uno de los motivos que lleven a mejorar la atencin de los pacientes. Por encima de todo est la persona, su derecho a tener una vida digna y su bienestar. Creo que esto conlleva a una despersonalizacin en los pacientes, vindolos como un impedimento que frena el desarrollo establecido por la sociedad y no como personas necesitadas de una actuacin especfica por parte de profesionales que mejoren su situacin incapacitante. Si se parte de principios as desde la OMS, se puede entender que los servicios no sean los adecuados y que aunque se est luchando por el cambio, sigamos estancados en etiquetas y discriminacin por esta visin del enfermo. Por otro lado, dadas las circunstancias de crisis en la mayor parte de Europa, sera conveniente revisar todos los objetivos a conseguir ya que las necesidades de la poblacin varan respecto a las condiciones sociales a las que nos enfrentamos. La situacin laboral, econmica, aumento de vctimas por violencia de gnero, abuso de sustancias, aumento de muertes por suicidios, trastornos de ansiedad, el desempleo, etc. Todo esto est afectado gravemente a la sociedad, lo que muchas veces se somatiza en enfermedades metales que terminan por incapacitar a la persona. En este mbito, los planes de intervencin para prevenir o dar apoyo en esos momentos, proporcionara las herramientas necesarias para impedir que su situacin empeore por una enfermedad mental. Tambin es cierto que esto puede ser una utopa, en el sentido de que sera inabarcable una atencin como la que describo y al mismo tiempo a tal cantidad de poblacin. En el modelo asistencial de la Reforma Psiquitrica contemplan el abordaje asistencial como un modelo biopsicosocial, pero es cierto que el tratamiento solo farmacolgico, que es el que se proporciona la mayora de las veces, no contempla tanto lo social, sino proporcionar un alivio rpido al paciente, que tendr que asistir al poco tiempo por el mismo problema o acudir a un servicio privado. En cuanto a la Ley General de Sanidad, an existen varios puntos que no estn implantados completamente. An no existe una equiparacin entre enfermedades fsicas y mentales, cuando es evidente que muchas enfermedades fsicas surgen como respuesta del organismo a un estrs elevado por ejemplo, dando lugar a patologas como lceras de estmago, erupciones en la piel, dificultades en el trnsito intestinal, problemas
musculares, hipertensin, etc. Quiz contemplar esto de una forma ms
especfica por un lado mejorara de forma eficaz el problema del paciente, no supondra un coste tan elevado a la seguridad social pruebas tan especficas y costosas que conllevan protocolos en enfermedades fsicas de distintos rganos, y se intervendra en la raz del problema. Creo tambin que aunque la atencin a domicilio ahora mismo est evolucionando, todava queda mucho por hacer en este campo. El hecho de la reforma psiquitrica tuvo como objetivo evitar el internamiento de los pacientes para no empeorar su estado entre otras causas, sin embargo, la hospitalizacin a largo plazo tambin conlleva en el paciente efectos negativos sobre su salud mental. El hecho de que se implante un buen programa de atencin a domicilio para trastornos mentales graves facilitar su mejora y les proporcionar una mejor calidad de vida en un ambiente seguro y favorable para ellos. Por otro lado, tambin debera hacerse ms nfasis en la investigacin para rehabilitar a enfermos mentales graves. Es cierto que los programas actuales dan buen resultado pero a menudo la no adherencia al tratamiento supone un gran problema. A pesar de todas las crticas hay que reconocer que en Europa tenemos un mejor servicio de salud mental respecto a otros pases, pero eso no justifica que no haya que seguir investigando y mejorando los servicios, en definitiva, para mejorar la calidad de vida de los pacientes que requieran estos servicios.