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Universidad de Valparaíso

Facultad de humanidades

Instituto de historia

Carrera de Sociología

Ensayo sociología de la educación


Breve revisión teórica sobre funcionalismo y marxismo en la educación.

Alumno: Rodrigo Cifuentes Hurtado.

Profesor: Marcos Rodríguez W.


EL problema educacional sin duda es fundamental en la sociología clásica y
contemporánea, ésta al surgir como disciplina interesada principalmente en los cambios
sociales sufridos por los efectos de la modernidad en occidente, busca entender las
estructuras sociales y su transformación histórica, en la cual la reproducción de ideas y
practicas tecnológicas, para el desenvolvimiento de los grupos humanos en el medio
ambiente en el que se despliegan es de una importancia capital.

A partir de la sociología clásica podemos considerar las dos vertientes que atravesarán,
bajo una gran gama de variables histórico-intelectuales, la sociología en general hasta
nuestros días , y así mismo la sociología de la educación, estas son ; el funcionalismo y
el marxismo. Estas dos tendencias son relevantes ya que nos hablan de dos visiones del
mundo que convergen en algunos aspectos, pero que en síntesis son divergentes, hasta
el punto que en el siglo XX llegaron a ser programas políticos en algunos países , más
allá de las discusiones de pureza teórica en la aplicación de éstos programas . Pero lo
que se pretende aquí es, identificando esta irrupción de la modernidad en la vida
social, es apreciar como se aborda la división social del trabajo desde estas visiones,
apoyándonos en acercamientos desde las dos escuelas, guardando la proporción de la
gran cantidad de publicaciones al respecto, para luego lograr dar con una visión más
actual.

Ahora bien, un elemento muy relevante dentro de lo que es el tratamiento de la


educación en la modernidad , en la misma línea del cambio político impulsado por la
revolución francesa -que cambia la noción de Estado, llegando a los Estados
nacionales- es el “trabajo”, como elemento económico típico de las sociedades, y la
reflexión de lo pedagógico puede ser fructífera en un contraste entre marxismo y
funcionalismo, lo que lleva a las visiones de la división social del trabajo en las
sociedades capitalistas .

La visión de Durkheim, proviene de los comienzos de la sociología como disciplina


científica y academizada, que posteriormente se convertiría en el funcionalismo. Nos
habla desde un país en el cual se están llevando a cabo una serie de cambios relativos a
dejar atrás el antiguo orden sociopolítico, anterior a la revolución francesa. Se
representa la educación francesa en la formación del Estado nacional, un orden

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republicano y democrático, y en general una sociedad que está cambiando. Este cambio
Durkheim lo identifica de manera bastante contundente al describirnos una educación
que busca la moralización de los individuos, y la diferenciación para la división social
del trabajo, en una sociedad que ha transitado de un tipo de solidaridad mecánica a una
más compleja de tipo orgánica. Donde los individuos se diferencian en “funciones” y
“roles” dentro del complejo social en el que se desenvuelven. De este modo la
educación hacia los mas jóvenes por parte de los mas viejos en la sociedad debe, o
mejor dicho, tiene por “objetivo suscitar y desarrollar en el niño cierto número de
estados físicos, intelectuales y morales, que exigen de él la sociedad política en su
conjunto y el medio especial, al que está particularmente destinado” (Durkheim, 2006:
pp. 74). Consecuentemente estamos en presencia de una sociedad con un nuevo orden
de producción, una diferenciación social y una creciente racionalización de la vida y las
relaciones en el ámbito del trabajo, en fin, nuevas formas de organización social. En
cuanto a lo laboral Durkheim no indica:

“Cada profesión, en efecto constituye un medio sui generis que reclama


aptitudes particulares y conocimientos especiales, en las que predominan
ciertas ideas, ciertas costumbres, ciertas maneras de ver las cosas; y como al
niño se le debe preparar en vista de la función que será llamado a desempeñar,
la educación, a partir de una cierta edad, ya no puede seguir siendo la misma
para todos los sujetos a quienes se aplica” (Durkheim: 2006, pp.70).

De esta visión de la educación se desprende otro aspecto que es relevante para la


sociología y el presente análisis, el que apunta a la tensión entre el individuo y la
sociedad en una realidad donde éste se puede o no sentir parte de un conjunto social,
esto en relación al individualismo creciente en los sistema políticos más liberales como
el francés, Durkheim no indica que “el antagonismo que con excesiva frecuencia se ha
admitido que existe entre la sociedad y el individuo, no corresponde a nada en los
hechos…El individuo, al querer a la sociedad, se quiere a sí mismo. La acción que ésta
ejerce sobre él, señaladamente por medio de la educación, no tiene de ningún modo,
como objeto, como efecto, comprimirle, disminuirle, desnaturalizarle; sino, por el
contrario, engrandecerle y hacer de el un ser verdaderamente humano” (Durkheim:
2006, pp.84).

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Estamos sin duda frente a un modelo voluntarista de la acción social, donde los
individuos, y el estado en términos educativos teniendo el Estado como referencia la
constante irreprochabilidad científica, se sienten, si son socializados de manera
correcta, en la condición de llevar acabo todos su mas “profundo sentido de altruismo,
autodisciplina, deber y satisfacción, y al mismo tiempo frenar el egoísmo y moderar los
apetitos insaciables” (Zeitlin, 1997, pp. 293).

De esta manera es posible señalar que al referirnos a la teorización y los


planteamientos de Durkheim referidos a la educación, estamos refiriéndonos a ésta
como uno de los elementos indispensables en la mantención de los sistemas sociales y
culturales, en resumen, y siguiendo los cánones de la ciencia como marco rector de la
acción pedagógica se persigue el “equilibro del sistema social” como señala el
funcionalismo.

Por otro lado, en la vertiente marxista, reparamos en lo que expone Althusser con
respecto a los aparatos ideológicos del Estado, los cuales se presentan dentro de un
análisis de lo ideológico, entendido por el autor como una representación que se genera
en la sociedad a parir de la praxis en las formas sociales de producción, esto se refleja
en una visión nítidamente materialista en los mismos escritos de Marx:

“Tanto las condiciones jurídicas como las formas políticas no podían


comprenderse pos sí mismas ni a partir de que ha dado en llamarse el
desarrollo general del espíritu humano, sino que, por, por el contrario, radican
en las condiciones materiales de vida” (Marx: 1985, pp.66).

El devenir histórico, según Althusser, va generando la preponderancia ideológica de la


clase dominante, que vela por el aseguramiento de la reproducción de las relaciones de
producción. El Estado posee dos aparatos en la llamada superestructura social , que
vendrían a ser dos formas concretas en que se da la dominación ; el represivo que se
basa en la violencia física y su monopolio estatal, y el ideológico donde se encarna de
manera más significativa la estructura jurídica política e ideológica mencionada más
arriba. De este modo la hipótesis del autor es que la diversidad de los Aparatos
ideológicos del Estado es reproducir las relaciones de producción de tipo capitalista; es
decir la división social del trabajo y la dominación de la clase alta.

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En la sociedad avanzada existe una evolución desde la iglesia como articulador de la
educación, al eje de la escuela, donde se transmite la ideología y se generan sujetos
(diferenciados). El aparato mas adecuado para esto, dentro de una gama en los
distintos ámbitos de la realidad social, es el aparato ideológico escolar (el sistema de
las distintas “escuelas”, públicas y privadas), que históricamente, y precisamente por la
irrupción del capitalismo burgués superó la combinación Iglesia-familia. Este se
encarga de encausar según el extracto social a los niños para su futura vida laboral, en
una estructura social que va desde el proletariado urbano y rural, los puestos de
pequeños y medianos cuadros a empleados o funcionarios, además de pequeños
burgueses.
Cabe destacar que estas ideologías no son sólo la realización de la ideología en
general sino que son el resultado de una interrumpida lucha de clases, primero contra
antiguos dominadores, como en el ascenso de la burguesía al poder y después en las
luchas contra las clases explotadas dentro del sistema de relaciones capitalistas de
producción.

Finalmente y de manera lo mas sintética posible, podemos apreciar que ambas líneas
teóricas discuten la división social del trabajo, pero en contextos y posturas teóricas
distintas. Althuser desde el estructuralismo y la teoría del conflicto social apunta a un
contexto industrial avanzado, con una visión crítica de las conformaciones sociales y
culturales en cuanto al poder y las luchas de clases que conllevan el acceso a éste.
Durkheim desde una naciente sociología y sistemas políticos “nacionales” nos habla
de la integración social resultante de la educación, requerida para el progreso, donde el
análisis de corte marxista es rechazado resueltamente:

“La significación de las clases y los estratos socioeconómicos apenas se


percibe, en forma muy oscura, dentro del esquema educacional de Durkheim. Al
igual que en la división social del trabajo, los contempla como fuerzas
coordinadas, no como grupos con intereses antagónicos” (Zeitlin: 1997,
pp.291).

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Sin duda estamos frente a una maximalización de la sociedad por parte de la naciente
teoría funcionalista de Durkheim, postura no muy diferente de los planeamientos
marxistas , que en esta misma línea nos hablan de una estructura social preponderante,
pero refiriéndose a la ideología como elemento central en la dominación del hombre
por el hombres, donde la educación, en lo que Althuser llama aparatos ideológicos del
Estado, es la piedra angular para mantener el Estado y su control por parte de la clase
dominante. Desde esta perspectiva marxista se puede decir que “Durkheim hipostasia
la <sociedad> por razones claramente ideológicas. Lo que más le preocupa es la
solidaridad y el orden sociales; por ello debe negar todo antagonismo entre el
individuo y la sociedad” (Zeitlin: 1997, pp.292).

En conclusión es posible llegar a un esfuerzo por esclarecer esa confrontación, y por


que no llegar a una complementariedad que se da entre estas dos perspectivas o líneas
teóricas sociológicas de corte clásico, en los temas relativos a la educación, en un telón
de fondo connotado por la irrupción en un momento de formación, del capitalismo en su
forma moderna (siglo XIX en adelante), y posteriormente el post-industrialismo con la
sociedad de masas y el desarrollo de los medios de comunicación .
Las dos hablan del conflicto social, pero lo abordan teóricamente de maneras distintas,
lo que en cierto modo da lugar a una discusión con respecto a posturas políticas en la
generación del conocimiento sociológico, que en ultima instancia al hablar de educación
estatal o privada, tema preponderante en la actualidad, llega a ser los mas relevante en
cuanto al desarrollo nacional y equitativo socialmente. Actualmente, en la sociedad de
la información, donde el análisis del sociólogo Alain Touraine nos puede ayudar, ya
que irrumpe un elemento no abordado de forma significativa por los autores señalados
mas arriba ( Durkheim y Althusser), que es el Sujeto. Touraine nos habla de la
necesidad de una escuela para el Sujeto, en un contexto de sociedad programada,
haciendo alusión a una “desmodernización” en la sociedad:

“Como vivimos en sociedades de cambio, riesgo, mezcla y también


desocialización y aislamiento, tenemos que fortalecer en cada uno la capacidad
de vivir activamente el cambio. Si recurrimos únicamente a principios de oren,
no haremos sino aumentar la distancia social entre quienes pertenecen a las

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categorías centrales y quienes viven en las zonas periféricas, dominadas por la
inseguridad y la dependencia” (Touraine: 2000, pp.279).

Desde esta perspectiva es posible proponer una necesaria reflexión con respecto a la
heterogeneidad en la sociedad actual, y el espacio de encuentro de experiencias que
presenta la escuela…la educación como tal , tanto en términos teóricos como prácticos,
esto para superar las rígidas diferencias sociales que generan la inequidad y
atomización de los grupos sociales en relación a la calidad y alcance poblacional de la
educación, esto para pensar en un cambio de los determinismos , que desde el ámbito
educativo, desborda a todos los ámbitos de la sociedad , he ahí la gran importancia del
análisis que lleva a cabo la sociología de la educación.

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Bibliografía consultada

• Marx, Karl, “Prólogo de la "Contribución a la crítica de la Economía Política”,


En: “Historia y elementos de la sociología del conocimiento” / Irving L.
Horowitz, editorial universitaria de Buenos Aires; Buenos Aires, 1974.
• Irving Zeitlin: (1997). “Ideología y teoría sociológica” .Buenos aires:
Amorrortu editores.

• Touraine, Alain : (2000). “¿Podremos vivir juntos?”.México: Fondo de Cultura


Económica.

• Durkheim, Émile (2006). “Educación y sociología”.mexico D.F: Colofón S.A.

• Althusser, Louis: (1974). “ideología y aparatos ideológicos del Estado”.


Buenos Aires : Editorial nueva visión .

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