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Hacia una apertura

política del campo


comunicación-educación nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 164-179

Uriel Espitia Vásquez*


y Carlos Eduardo Valderrama H.**
El artículo se propone contribuir a la superación de algunos de los reduccionismos que han caracterizado el campo de
la comunicación-educación y, al mismo tiempo, ampliar el horizonte político del mismo. Plantea como idea central que una
mayor comprensión del lugar de la información y el conocimiento en la producción de lo ciudadano, en la construcción de
lo local y en los procesos de resistencia, así como el reconocimiento de ciertas prácticas culturales y procesos de subjetivación
y socialización que devienen política, ayuda a generar nuevas prácticas, que eventualmente podrían llevar a reconstituir el
poder social y crear mundos alternativos desde la diferencia.
Palabras clave: comunicación, educación, ciudadanía, sociedad de la información, políticas de lugar.

O artigo propõe contribuir para a superação de alguns dos reducionismos que têm caracterizado o campo da comunicação-
educação e, ao mesmo tempo, ampliar seu horizonte político. Planeja como ideia central que uma maior compreensão do
lugar da informação e o conhecimento na produção do cidadão, na construção do local e nos processos de resistência,
assim como o reconhecimento de certas práticas culturais e processos de subjetivação e socialização que se transformam
em política, ajuda a gerar novas práticas, que eventualmente poderiam levar a reconstituir o poder social e criar mundos
alternativos a partir da diferença.
Palavras-chaves: comunicação, educação, cidadania, sociedade da informação, políticas de lugar.

The article intends to contribute to overcome some reductionisms that have characterized the communication-education
field and, at the same time, broaden its political horizons. It states that a through learning about the importance of
information and knowledge in the production of city issues, in the construction of locality and in the resistance processes, as
well as the recognition of certain cultural activities, and some subjectivization and socialization processes which become
politics, will collaborate in generating new practices which would lead to the social power reconstitution and build some
alternative worlds based on the difference.
Key words: communication, education, citizenship, information society, local policies.

ORIGINAL RECIBIDO: 25-II-2009 – ACEPTADO: 19-III-2009

* Psicólogo. Especialista en Comunicación-Educación. Candidato a Magíster


en Investigación en Problemas Sociales Contemporáneos. Docente/investi-
gador de la línea de Comunicación-Educación del IESCO-Universidad Cen-
tral (Bogotá - Colombia). E-mail: uespitiav@ucentral.edu.co
* * Sociólogo. Magíster en Sociología de la Cultura. Doctorando del Programa
sobre la sociedad de la información y el conocimiento de la Universidad
Abierta de Cataluña. Docente/investigador de la línea de Comunicación-
Educación del IESCO - Universidad Central (Bogotá - Colombia). E-mail:
cvalderramah@ucentral.edu.co

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E l campo de la comunicación-
educación es un campo en perma-
ticas significaron aperturas y bús-
quedas democráticas. El campo ha
lo cual se desconocen las “otras edu-
caciones” (Trilla, 1993); entre otras1.
nente movimiento. No es un magma estado acechado por una serie de re-
petrificado, estático, que se susten- duccionismos, como equiparar la co- Tiene razón Huergo cuando afir-
ta en seguridades disciplinarias y municación a la dimensión mediática, ma que los
apotegmas consuetudinarios. Es un con lo cual se desconoce la compleji-
campo relacional que en su propia dad y densidad comunicativas de la nombres “pedagogía de la
constitución abre nuevos horizontes sociedad actual; la reducción que re- comunicación” o “de los medios”,
y proyecta nuevos caminos. sulta de una tecnologización e “comunicación educativa”, “edu-
instrumentalización de los procesos cación para los medios” o “para la
Si bien está hecho de cier- recepción”, “mediaciones edu-
tas tradiciones de diverso cativas”, “educomunicación”,
orden, es claro que permanen- parecen aludir más a la poten-
temente se inventan otras que cialidad inmanente de los con-
responden y se adelantan a los ceptos con relación a [sic]
tiempos turbulentos del presen- cómo se “juega” en la sociedad
te. Hace una década, Huergo (o en prácticas institucionales
y Fernández (1999) nos habían o de organizaciones), que a la
señalado que la confluencia y densidad y espesor de un cam-
la tensión conflictiva entre tra- po que crece al ritmo de la
yectorias teóricas y trayectorias complejidad, la conflictividad
prácticas, tanto del proyecto y cierta persistencia de la crisis
moderno de la escolarización orgánica en nuestras socieda-
como de los proyectos eman- des (2009).
cipadores, trazaron las coor-
denadas topográficas de la En esta medida, el pre-
comunicación-educación. sente artículo quiere aportar
a la discusión y a la apertu-
Coordenadas que cruzan ra en algunos aspectos que
ciertos espacios o ciertos ám- consideramos claves de la
bitos. Espacios institucionales relación comunicación-edu-
educativos, espacios mediá- cación, de manera que po-
tico-tecnológicos y espacios damos contribuir a superar
socio-comunitarios (Huergo, algunos de esos reduccio-
2009), o los ámbitos de la co- nismos y a ampliar el hori-
municación en la educación, zonte político del campo.
la educación en medios y el
que resulta del cruce de la
educación con las nuevas tec- Alberto Blanco (México 1951), de su libro Un año de Hacia un estado
nologías de la información y la bondad, Cuadernos de la Orquesta núm. 6, México 1987. de la cuestión
comunicación (Valderrama,
2000). Todo ello atravesado por la comunicativo-educativos, con la cual Antes de bosquejar algunas lí-
reflexión sobre los modos de agencia- se les despoja de su dimensión crítica, neas que pensamos están abriendo
miento del propio campo tanto en lo creativa y política; el comunica- el horizonte de la comunicación-
teórico como en las prácticas de for- cionismo que ontologiza la comunica- educación, vamos a señalar breve-
mación del sujeto político. ción como el motor y el contenido mente y de manera esquemática las
último de la interacción social (Mar- principales “coordenadas” desde las
Sin embargo, no todas las con- tín-Barbero, 2003); la reducción de lo cuales se ha venido delineando, es-
figuraciones teóricas ni todas las prác- educativo a la institución escolar, con pecialmente en Latinoamérica.

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Podemos decir que, analítica- el cual se tratan de establecer rela- y, en esa medida, con mayores nive-
mente, el campo se ha venido con- ciones comunicativas horizontales y les de legitimidad y validez, lo hacen
figurando a través de cinco nodos dialógicas en el proceso enseñanza- en ámbitos diferentes a la institución
de tensión en los cuales confluyen aprendizaje (Freire, 1999; Kaplun, escolar (Martín-Barbero, 2002, 2003).
tanto las trayectorias teóricas como 1987; Gutiérrez y Prieto, 1996). Así mismo, el sentido y el lugar que
las trayectorias prácticas y profesio- ocupa el conocimiento en la educa-
nales de las que nos hablan Huergo El segundo nodo de tensión ata- ción y la pedagogía tradicionales ha
y Fernández (1999). ñe al quiebre de las instituciones tra- sido duramente cuestionado: se co-
dicionales. Lo instituido en el marco mienza a poner en duda el saber en
Un primer nodo es el que atañe de Occidente como proyecto de tanto un conjunto de informaciones
a la tensión entre el proyecto de familia, de partidos políticos, de Igle- acumuladas e inmodificables que
escolarización de la modernidad y sia y de escuela, cede paulatinamen- pueden ser transmitidas unidi-
los proyectos emancipadores de pe- te, o por lo menos se ve seriamente reccional y verticalmente; se cues-
dagogías que podríamos tildar gené- confrontado, a dinámicas instituyen- tiona el libro como el único lugar del
ricamente como pedagogías críticas. tes que interpelan la idea de familia almacenamiento y soporte de la cir-
El primero de estos proyectos aboga nuclear, deslegitiman los partidos po- culación del saber; y se reconocen
por la habilitación para el trabajo y líticos por la vía del vaciamiento de otros soportes en la medida en que,
la moralización del sujeto apelando su propio proyecto (Martín-Barbero, como lo mencionamos anteriormen-
a las estrategias del disciplinamiento 2003), minan el sentimiento de ho- te, se reconocen otros lenguajes que
y del control; contempla a la escue- mogeneidad religiosa al tiempo que representan otros saberes diferentes
la como la única voz autorizada de hacen proliferar multiplicidad de del saber científico.
lo que se considera culto y de lo que prácticas espirituales y, por último,
se cree es la moral legítima (para cuestionan la escolaridad en tanto El cuarto nodo de tensión está
nuestro caso la moral cristiana); se reafirman las viejas deudas del pasa- relacionado con el lugar de la
fundamenta en las ideas de progreso do: los sistemas educativos de los información, la comunicación y el
y desarrollo como el camino ineludi- países del Tercer Mundo y de Latino- conocimiento en la sociedad con-
ble de las sociedades y considera la américa, en particular, aún no han temporánea, y especialmente, lo que
educación como el pilar para lograr- cumplido con lo mínimo aceptable en han implicado para los descen-
lo; favorece y legitima la racionali- términos de acceso, cubrimiento y ca- tramientos en la educación y la co-
dad y el conocimiento científico en lidad educativa, disminución de la municación (Orozco, 2001, 2002 y
desmedro de otros saberes, otras ló- deserción escolar, elevación de logros 2004). Dado que la información y la
gicas y formas de conocimiento; y, educativos, erradicación de la segre- comunicación forman parte impor-
finalmente, desplaza la cultura oral gación tanto urbano-rural como por tante del conjunto de factores cons-
por la cultura escrita (Martín-Bar- estratos socioeconómicos (Martín- titutivos y constituyentes de la
bero, 1996), basándose a su vez en Barbero, 1996; Hopenhayn, 2003)2. sociedad actual, en tanto que esta-
modelos comunicativos transmi- Deudas que adquieren mayor com- mos inmersos en un medio con una
sionistas y unidireccionales en la plejidad pues “deben ser enfrentadas alta densidad comunicativa, que los
relación pedagógica docente-estu- simultáneamente con los nuevos de- procesos de comunicación y las prác-
diante. Los segundos han buscado safíos que plantean las transformacio- ticas comunicativas son cada vez
el reconocimiento de la integra- nes en la organización del trabajo, la más complejos gracias a la media-
lidad del ser humano y, a su vez, la cultura y el desempeño ciudadano” ción de las tecnologías y las técni-
convergencia de diversas culturas (Tedesco y López, 2002: 56). cas, y que la semiotización de la vida
en la institución escolar; el reco- cotidiana es cada vez más creciente
nocimiento de diversos lenguajes; Una tercera fuente de tensión –estamos rodeados cada vez más no
presuponen la existencia y validez que configura el campo de la comu- sólo de cosas que poseen significa-
de otras formas de conocimiento y nicación-educación se relaciona con do sino de cosas que poseen más de
la existencia de un sujeto pedagó- el conocimiento mismo. Muchos de un sentido–, el reto que se le pre-
gico activo, poseedor de experien- los saberes que hoy circulan en la so- senta al sistema educativo y a los dis-
cias vitales y saberes propios, con ciedad, con creciente funcionalidad tintos agentes escolares es cómo

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superar la formación instrumental y rencias al concepto sociedad de la En términos generales, la Carta
eficientista de las tecnologías de la información se remiten a 1975 cuan- plantea que
información y la comunicación do “la Organización de Cooperación
(TIC), de manera que vayamos “más y Desarrollo Económico OCDE una Sociedad de la Información
allá de los aparatos, viéndolos en la adopta el término asesorado por al- es aquella que mejor desarrolle
perspectiva de la transformación cul- gunos de los gurúes de la liberaliza- sus potenciales y mejor realice
tural que éstos producen en las sub- ción de las telecomunicaciones”. sus aspiraciones. [y] Para ello
jetividades, en el saber, en nuestra Burch, en una reconstrucción que debemos asegurarnos que las
manera de pensarnos como colecti- hace sobre los términos sociedad de Tecnologías de la Información
vos” (Rueda y Quintana, 2004: 231 la información/sociedad del conoci- sirvan como soporte para econo-
y ss.) y que, además, podamos ins- miento, afirma sobre el primero de mías en desarrollo, mejoren la
taurar procesos que desarrollen la ellos que esta expresión asistencia social y promuevan la
creatividad de los/as estudiantes en cohesión social, así como refuer-
la generación de estrategias de con- reaparece con fuerza en los años cen el potencial democrático,
trol, almacenamiento, producción, 90, en el contexto del desarrollo incrementen la transparencia y
circulación, uso y aplicación de los de Internet y de las TIC. A par- responsabilidad de los gobiernos,
diversos saberes e informaciones. tir de 1995, fue incluida en la promuevan los derechos huma-
agenda de las reuniones del G7 nos y la diversidad cultural y
Finalmente, la tensión inherente (luego G8). Se ha abordado en adopten estabilidad y paz inter-
a la construcción de las subjetivi- foros de la Comunidad Europea nacional (Carta de Okinawa,
dades. La idea del sujeto pedagógi- y de la OCDE y ha sido adopta- 2000).
co concebido como “alguien que da por el gobierno de los Estados
aún no es” (sujeto aplazado), como Unidos, así como por varias Sin embargo, según se afirma en
un sujeto inacabado que llega a la agencias de las Naciones Uni- el documento, para que esto se haga
institución escolar y debe ser mol- das y por el Grupo Banco Mun- realidad es necesario, por un lado,
deado, que no sabe el qué ni el para dial. Todo ello con gran eco defender algunos principios como la
qué de su formación, como un suje- mediático. A partir de 1998, fue protección de los derechos de pro-
to lleno de carencias (no tiene ex- elegida, primero en la Unión piedad intelectual, liberalizar las
periencia, no posee conocimientos, Internacional de Telecomuni- telecomunicaciones, comprometerse
no tiene moral, etc.), es cuestiona- caciones y luego en la ONU, a no utilizar programas piratas, pro-
da por la idea de un sujeto activo, como el nombre de la Cumbre mover políticas fiscales coherentes,
lleno de experiencia, poseedor de Mundial a realizarse en 2003 y entre otras medidas; y, por otro, tra-
saberes, diverso en su subjetividad, 2005 (2006)3. zar unos objetivos para aprovechar
que tiene distintas percepciones es- los beneficios potenciales de las tec-
pacio-temporales y entabla diferen- Sin embargo, fue en una cum- nologías de la información en el
tes formas de relacionarse con el bre del G-8 que se realizó en fomento de la competencia, promo-
mundo a través de múltiples lengua- Okinawa en 2000, cuando se deci- cionar una mayor productividad y
jes diferentes del escrito o de la dió impulsar lo que allí denomina- crear y sostener el crecimiento eco-
verbalización formalizada. ron como “sociedad global de la nómico y el empleo significativo.
información”. En esta ocasión, los
países allí reunidos trazaron un plan Esta apuesta política, como pro-
Líneas de fuga y firmaron la famosa Carta de yecto hegemónico de construcción
Okinawa sobre la Sociedad Global de un modelo de sociedad de la in-
Ciudadanía y sociedad de la de la Información, que es el docu- formación, se terminó de apuntalar
información y el conocimiento mento que contiene los linea- en la “Cumbre mundial sobre la so-
mientos políticos y estratégicos de ciedad de la información de Gine-
Según Beatriz Busaniche (2004), la construcción de esta sociedad, bra-Túnez”, 2003-2005. En dicha
en su texto Hackeando la “sociedad desde la perspectiva de los poderes cumbre, se reafirma que la educa-
de la información”, las primeras refe- hegemónicos. ción, el conocimiento, la información

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y la comunicación son esenciales mentar la creación de infor- autores afirman que estos cambios,
para el progreso, la iniciativa y el mación, aplicaciones y servicios conceptuales y prácticos, están re-
bienestar de los seres humanos, y que relevantes a escala local que re- lacionados con los procesos de
las tecnologías de la información y la dunden en beneficio de los países globalización, con la crisis del Esta-
comunicación (TIC) no sólo tienen en desarrollo y los países con eco- do-nación, con el impacto de las
inmensas repercusiones en práctica- nomías en transición; e) apoyar nuevas tecnologías de comunicación
mente todos los aspectos de nuestras la “ampliación” de los programas y que, en consecuencia, la respues-
vidas, sino que ellas brindan oportu- piloto basados en las TIC que ha- ta de la sociedad civil ha sido la
nidades sin precedentes para alcanzar yan arrojado resultados exitosos; desafección ciudadana, una menor
niveles más elevados de desarrollo. f) promover la utilización de las confianza en el sistema político y un
Se hace un llamado TIC en el sector público como descentramiento de las prácticas de
una prioridad, considerándola la ciudadanía en relación con el
a la comunidad internacional como una esfera esencial para las Estado y del sistema político. En
para que se fomente la trans- intervenciones al desarrollo basa- efecto, afirma Hopenhayn (2005:
ferencia de tecnología en con- das en las TIC; sin perder la refe- 222) que el procesamiento de las
diciones de mutuo acuerdo, rencia al tema de la Cumbre demandas ciudadanas se deslocaliza
incluidas las TIC, para que se (UIT, 2005: 71). espacialmente, en el sentido de
adopten políticas y programas diseminarse en una pluralidad de
que ayuden a los países en desa- En síntesis, la construcción de campos de acción, de espacios de
rrollo a poner la tecnología al ser- la SIC desde los poderes hege - negociación de conflictos, territorios
vicio del desarrollo, entre otras mónicos (G-8 y OCDE), tiene como e interlocutores; y esto debido a que
cosas mediante la cooperación telón de fondo la sociedad de la “microfísica del poder” genera
técnica y la creación de capaci- mercado, el neoliberalismo y la des- “microfísicas de resistencia”, a que
dades científicas y tecnológicas regulación del sector de las teleco- la complejidad de las sociedades mo-
para colmar la brecha digital y municaciones como una de las dernas y posmodernas diversifica tan-
del desarrollo (UIT, 2005: 67). acciones estratégicas, la educación to el contenido de las demandas
instrumental, el consumo masivo de como la expresión política de los ac-
Adicionalmente, se definen al- las TIC, la eficiencia y eficacia en tores, a que la ciudadanía se juega
gunos prerrequisitos para que los el ejercicio político, etc. Los funda- menos en demandas “agregables” en
países del Tercer Mundo accedan a mentos últimos de este proyecto si- grandes sindicatos y partidos políti-
los mecanismos de financiación: guen siendo la idea de progreso, la cos, y cada vez más en temas de la
idea del desarrollo (y su variante, el vida cotidiana y del mundo simbólico.
a) establecer políticas e incenti- desarrollo sostenible) y la idea de que
vos en materia de reglamentación el desarrollo tecnológico (en este Para el caso específico de Amé-
destinados a facilitar el acceso caso de las TIC) va a traer más bien- rica Latina, ya desde hace más de
universal y reactivar la inversión estar, más democracia, más prospe- una década, Norbert Lechner había
del sector privado; b) definir y re- ridad. Aquí los problemas no son los llamado la atención sobre las trans-
conocer el papel clave de las TIC de la participación4, los de la justi- formaciones de la política, afirman-
en las estrategias nacionales de cia y la equidad, los de la pobreza, do que también aquí actúa,
desarrollo y en su elaboración, etc., sino los de eficiencia y eficacia
según proceda, junto con ciber- gubernamental. en mayor o menor grado, un con-
estrategias; c) desarrollar ca- junto de megatendencias que
pacidades institucionales y de Ahora bien, en este mismo es- están configurando un nuevo
implementación para facilitar la cenario, se constata por parte de contexto. El predominio absoluto
utilización de los fondos naciona- muchos analistas (Giddens, 1995; de la economía capitalista de
les de servicio/acceso universal y Beck, 1993; Salvat, 1996; Fleury, mercado y los procesos de glo-
estudiar más a fondo esos meca- 2003; Hopenhayn, 2005), una serie balización, el colapso del comu-
nismos, así como los destinados a de transformaciones del ejercicio nismo y el sistema bipolar, el
movilizar recursos internos; d) fo- político y de la ciudadanía. Estos rendimiento del Estado, el nuevo

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“clima cultural” y la misma pre- ponder a las demandas políticas y so- estatus adquirido-otorgado e inscri-
eminencia de la democracia libe- ciales, tanto de actores tradiciona- ta en el marco de los derechos y los
ral conforman un nuevo marco les como de otros emergentes ajenos deberes, se nos presenta como estre-
de referencia para cualquier polí- al pacto corporativo vigente, y por cha. Pensamos que es necesario con-
tica. No se trata, sin embargo, de “las dificultades para que los acto- tinuar construyendo un sentido
un simple marco de condiciones res políticos tradicionales –élites nuevo de ciudadanía –y, en conse-
externas. Cabe suponer, por el económicas, tecnoburocracia, orga- cuencia, de formación ciudadana–,
contrario, que cambia, no sola- nizaciones corporativas, partidos que contemple epistemológica y po-
mente el contexto de la polí- líticamente el hecho de que
tica sino la política misma existe un nuevo modo de ac-
(Lechner, 1996: 8). tuación de los individuos en
la escena política, modo que
Los rasgos más sobresalien- se encuentra caracterizado
tes de este cambio son, según por “su capacidad de consti-
el autor, el descentramiento de tuirse como sujetos de de-
la política, es decir, el debilita- manda y proposición en
miento y la restricción de la diversos ámbitos vinculados
política institucionalizada con con su experiencia: desde la
respecto al lugar que ocupaba nacionalidad y el género
en la organización social; la hasta las categorías labora-
informalización de la política, o les, y las afinidades cultura-
sea, “la política realmente les” (Mata, 2002: 66).
existente desborda las relacio-
nes formalizadas del sistema Sin embargo, este nuevo
político, permeando los límites horizonte de sentido no
entre lo político y lo no políti- apuntaría, como lo proponen
co” (Ibíd.: 13); y, finalmente, algunos autores, a ampliar
la crisis de los partidos políticos, simplemente el espectro de
en tanto carecen de discurso los derechos y deberes ciu-
y de estrategia frente a las dadanos, tales como el de-
grandes transformaciones de recho a disponer de las
la sociedad contemporánea. nuevas tecnologías, a ser
educado en TIC, a conectar-
En un trabajo más re- se a Internet, a tener un co-
ciente, Fleury reconoce que rreo electrónico, a establecer
América Latina está vivien- redes electrónicas, a que el
do un proceso de transforma- Estado las utilice para crear
ción sin precedentes en nuevos empleos, etc. El asun-
términos económicos, políti- to es mucho más de fondo.
Alberto Blanco (México 1951), de su libro Un año de bondad,
cos, culturales y sociales que Cuadernos de la Orquesta núm. 6, México 1987. No sólo porque el marco de
se desarrollan en un contexto la ciudadanía en términos de
de globalización de la economía y “de políticos– se adapten a la nueva si- derechos y deberes se nos aparece
profundas transformaciones políticas y tuación, en la cual los intereses so- hoy como un marco estrecho, como
culturales que articulan estructuras y ciales dejan de constituirse al lo mencionamos, sino porque lo que
procesos supra y subnacionales en una interior [sic] del Estado” (Ibíd.: 143). está en juego son las nuevas formas
nueva configuración del poder” (2003: de producción del espacio público,
129). La autora también constata Es evidente que en este escena- del espacio del ejercicio de la ciu-
que dicha crisis se agudiza por la in- rio, la ciudadanía tradicional, es dadanía, de la construcción de lo
capacidad gubernamental para res- decir, aquella entendida como un local y de su necesaria conexión con

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lo global, y, por consiguiente, las tal y eficientista de las TIC. Para ello, lítico, sino que su diseño mismo es
nuevas formas de producción del es necesario reconocer que la tec- inherentemente político (Winner,
sujeto político o ciudadano. nología no es autónoma en “un do- 1987).
ble sentido: por un lado, no se
Es claro, entonces, que en este desarrolla con autonomía respecto a De esta manera, el ejercicio ciu-
marco, las nuevas y posibles prácti- fuerzas y factores sociales, y, por otro, dadano pasa por hacer evidentes los
cas ciudadanas no se circunscriben no es posible aislarla de la cultura presupuestos claves desde donde se
a una especie de tecnologización de en que se integra y sobre la que ac- construye un paradigma tecnológi-
la política y de la ciudada- co, que para nuestro caso,
nía. Estar conectados a se apoya en por lo menos dos
redes tecnológicas no signi- principios. El primero, se
fica automáticamente ma- relaciona con la idea de de-
yor participación ni mayor sarrollo. En efecto, el hori-
calidad de la misma. Parti- zonte de sentido bajo el cual
cipar en red de los sistemas se mueven muchos de los
de gobierno (e-gobierno), países del Tercer Mundo es
cuando las redes están he- el del paradigma occidental
chas para mayor eficiencia del desarrollo y el progreso.
y eficacia en los trámites Paradigma que supone el
administrativos, no puede modelo capitalista de pro-
ser sinónimo de una nueva ducción y la incorporación
ciudadanía. Es decir, la ciu- de la técnica y la tecnología
dadanía no puede estar como instrumentos orienta-
circunscrita a un uso ins- dos a la producción tanto de
trumental de las tecnolo- bienes de capital como de
gías de la información y la mercancías en general. El
comunicación. progreso, además de suponer
una linealidad en los proce-
Es evidente, también, sos de las sociedades, des-
que la ciudadanía debe ir taca primordialmente la
más allá de la lógica del dimensión técnica de las
consumo tecnológico. La mismas. Así, el “progreso”
brecha digital se encabalga técnico se sustenta en la
y se asienta sobre brechas cualificación instrumental
socioeconómicas más pro- de la población y en la
fundas, más injustas. El innovación tecnológica. El
acceso a los bienes tecnoló- segundo aspecto, que de al-
gicos no puede ser, en la guna manera ya se perfila en
perspectiva consumista y al Alberto Blanco (México 1951), de su libro Un año de bondad, el anterior, es la idea de que
ritmo de las grandes corpo- Cuadernos de la Orquesta núm. 6, México 1987. los artefactos tecnológicos y
raciones de la industria tec- la tecnología en general, son
nológica, de la comunicación y el túa; forma parte integral de ésta, factores independientes del desarro-
entretenimiento, la punta de lanza contribuye a conformarla y es a su llo histórico de las sociedades. Si una
para superar los altos índices de po- vez conformada por ella” (Rueda, perspectiva asume que con la incor-
breza, el analfabetismo y la margi- 2007: 94). De manera más específi- poración en unas realidades locales
nación en esta sociedad. ca, es necesario reconocer el carác- de ciertos artefactos tecnológicos,
ter político de la tecnología, en el que no han sufrido ninguna suerte
El ejercicio ciudadano pasa tam- sentido de que ella no sólo puede de adaptación sociocultural y nin-
bién por superar un uso instrumen- ser usada como un instrumento po- guna labor de apropiación crítica de

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ellos, se pueden solucionar proble- entonces de formar un ciudadano que sugerir caminos de conocimiento no
mas estructurales de injusticia e ini- posea las habilidades procedimen- desarrollistas, ni modernizantes o
quidad sociales, de desigualdad tales para acceder a una información fraccionadores de lo real, que con-
socioeconómica y de invisibilización de carácter instrumental (cómo ha- tribuyan a la re-construcción de va-
y sometimientos de tipo cultural, es cer determinados trámites o encon- rios mundos, o a la invención de una
porque en el fondo se cree no sólo trar una información política, etc.), multiplicidad de “otros mundos y
que la tecnología posee un carácter tal y como se fundamentan algunas mundos de otro modo” que animan
neutro, sino que es capaz por sí sola propuestas de participación ciudada- a los movimientos sociales y de
de causar un determinado impacto na en e-gobierno, sino que posea las antiglobalización6, a ciertas corrientes
sobre los grupos sociales que acce- condiciones cognoscitivas, sensibles del feminismo y del ambientalismo, a
den a ella a través de una apropia- y comunicativas (comprensivas, na- las teorías de la complejidad y la
ción meramente instrumental. rrativas y dialógicas) adecuadas para auto-organización, y al programa
constituirse como sujeto crítico y modernidad/colonialidad, entre otras
Por ello, creemos que la forma- propositivo. perspectivas de resistencia.
ción del sujeto en general, y del ciu-
dadano en particular, adquiere Prácticas del campo Una de las formas en que cobra
nuevos sentidos que el sistema edu- comunicación-educación expresión esa perspectiva del cam-
cativo tradicional no puede cumplir po es el examen reflexivo y crítico
aisladamente. Una esfera pública Mientras que el imaginario de de la compleja mediación que exis-
global implica un ejercicio de la par- la sociedad de la información pare- te entre prácticas sociales, dominios
ticipación cualitativamente diferen- ce haber contribuido a seguir formu- de saber y redes de poder, pues no
te, con horizontes de referencia más lando la comunicación como un pocas veces los poderes hegemónicos
amplios, con criterios que integren asunto instrumental, distintivo del han agenciado, a través de la co-
la tensión entre lo local y lo global. desarrollo tecnológico y como una municación y la educación, estrate-
En ese sentido, el ciudadano de la supuesta vía para la reorganización gias globales de intervención social
sociedad actual es aquél que, a tra- social –funcional respecto a una en proyectos para el desarrollo local
vés de la obtención y la producción modernidad capitalista que se o regional con gran impacto en las
de información, y la generación de globaliza–, en América Latina, des- matrices culturales. Así, se configu-
saberes específicos, es capaz de re- de mediados de los años ochenta, los ra una posición política de creación
conocer los contextos culturales y estudios en comunicación han gana- de mundo, que consciente o incons-
socio-políticos dentro de los cuales do legitimidad académica al ser cientemente, tiende a gobernar y a
construye su significación y su ac- referidos de manera directa al desor- sujetar en función de “un” estado de
tuación política. Es decir, es aquél denamiento y reestructuración ge- realidad y de “una” cosmovisión de
capaz de generar un diálogo de neralizada de las sociedades, a las vida. Pero desde una reflexividad
saberes entre las distintas culturas, diferencias culturales, a la cons- crítica propia del campo comunica-
que sabe reconocer, comprender y trucción de subjetividades y a las ción-educación, que interroga lo
visibilizar los universos simbólicos veloces transformaciones de la político de tales procesos, se com-
que le dan sentido y legitiman las cotidianidad 5. prende que con esas tecnologías de
acciones políticas concretas, situa- control, se auspician formas de pen-
das en el tiempo y en el espacio, así La búsqueda de alternativas a sar, sentir y actuar específicas, en
este sea virtual. las últimas tendencias de la “globa- desmedro de otras tantas que se
lidad imperial y colonial” y a sus in- invisibilizan y se excluyen (Durán,
En fin, se trata de formar un ciu- tereses económicos, militares e 2004: 31).
dadano que pueda no sólo tener ac- ideológicos, constituye un marco
ceso y consumir información a través donde el campo de la comunicación- Es por eso que Huergo (2005)
de las TIC, sino que pueda y sepa educación ha encontrado caminos utiliza los términos de “planificación
procesar, generar y transformar la de articulación con otras perspecti- y gestión”, sin que constituyan una
información en saber significativo vas críticas afines a la idea de re- aplicación sistemática de ciertos
social y políticamente. No se trata pensar las ciencias sociales para principios generales “sobre” los pro-

ESPITIA VÁSQUEZ, U., Y VALDERRAMA H., C. E.: HACIA UNA APERTURA POLÍTICA DEL CAMPO COMUNICACIÓN-EDUCACIÓN N ÓMADAS 171
cesos comunicativo-educativos o resignificar su accionar político constituyen en una especie de pana-
para la producción de un “mode- como gestación de procesos colecti- cea, las tecnologías digitales podrían
lo” que los separe de los fenóme- vos con los otros (Huergo, 2005), jugar un papel preponderante, ya que
nos históricos, políticos y culturales donde, dada la injerencia cada vez la difusión de sus lógicas, ligada a los
que les sirven de contexto y los más habitual y profunda de los ac- cambios en las sensibilidades, ritua-
atraviesan, ya que son acciones tores trasnacionales en lo local, y lidades, socialidades e institucionali-
políticas que median de forma com- frente a los modelos impuestos por dades, aunado a dinámicas de
pleja entre las instituciones, las una sociedad o formación cultural resignificación y atemperamiento,
prácticas sociales, los dominios de determinada, se precisa de la capa- modificaría de forma sustancial los
saber y las redes de poder. cidad de agencia de los actores lo- procesos de producción, la experien-
cales y de prácticas reflexivas de cia, el poder y la cultura hasta el pun-
No obstante, cuando estas prác- auto-gestión, para que en medio de to de permitir repensar lo político, lo
ticas circunscriben de manera las voces de otros, la apropiación de ecológico y lo social.
reductora lo educativo a la esco- tales procesos colectivos consista en
larización, la comunicación a los poblarlos con sus propias intencio- Como plantean Hardt y Negri
medios o a la tecnología educativa, nes y acentos, pero a la vez, traba- (2000: 259), el ciberespacio es
o se reduce el campo comunicación- jando por el entrecruzamiento de las entendible como una infraestructu-
educación a un análisis semiótico o matrices culturales de los grupos ra híbrida que combina un mecanis-
hermenéutico, o a proyectos prácticos sociales y sociedades donde tienen mo oligopólico y otro democrático
no reflexionados o sistematizados; lugar estas prácticas (Yúdice, 2004). que operan según dos diferentes
devienen “acciones estratégicas” con- modelos de redes. Allí es posible di-
tra el otro (más que con, para o sobre Las perspectivas instrumentales ferenciar redes jerárquicas: con gra-
el otro), porque se las aísla de la de la gestión del campo comunica- dos de control centralizado, rangos,
conflictividad sociocultural y de sus ción-educación, desconocen el pro- planeación activa, metas y reglas
pugnas por la significación, de cons- ceso paradójico de constitución del particulares de comportamiento, su-
truir relaciones vinculantes libera- sujeto social, es decir, su carácter jetas a la tiranía del tiempo lineal y
doras y de posibilitar la expresión y la tanto heterónomo como su potencial a estructuras arborescentes. Y
expresividad de las subjetividades e para la auto-organización. Esta do- mallas, redes de enjambres o multi-
identidades. ble condición, tal y como lo ha plan- plicidades descentralizadas y no-
teado Edgar Morin, implica un jerárquicas, donde acciones de
Esta perspectiva fue la que pri- trabajo de dependencia energética, múltiples agentes interactuando
mó en las teorías de la comunica- informativa y organizativa respecto dinámicamente, siguiendo reglas
ción-modernización-progreso, donde del mundo exterior, o más cabalmen- locales y una lógica no piramidal,
la comunicación-agente del cambio te, una auto-eco-organización que ocasionan la emergencia de compor-
social se estableció como salida para contempla la emergencia de proce- tamientos macro-estructurales, or-
el “subdesarrollo”, aportando a la sos multidimensionales e interactivos, denados y anárquicos a la vez, que
racionalización de los comporta- aprehensibles por un pensamiento no no precisan de un plan o una inteli-
mientos y a la difusión de actitudes racionalista, reflexivo, creativo y gencia centralizante para la toma de
modernas en el ámbito de la planifi- polifónico. decisiones, y que son favorables a la
cación familiar, la innovación en los heterogeneidad, la diferencia y la di-
métodos agrícolas, la alfabetización De allí que el pensamiento utó- versidad (Escobar, 2005).
y las nuevas tecnologías educativas pico encuentre en la teoría de la com-
(Mattelart, 1993). plejidad el potencial para establecer Políticas culturales de las
lógicas de auto-organización en los organizaciones y movimientos
En cambio, si se inscribe la colectivos y movimientos sociales, sociales
gestión del campo comunicación- constituidos alrededor de ciertas
educación en una perspectiva no prácticas vinculadas con redes socia- La forma relacional de construc-
conductista, organizacional, geren- les. Vale la pena mencionar que, sin ción del campo comunicación-edu-
cial o administrativista, se puede que pensemos que por sí mismas se cación en interfaz con la cultura y

172 N ÓMADAS NO. 30. ABRIL 2009. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


la política, también se ha generali- narios sociales y las identidades (Es- vimiento zapatista; en el uso de TIC
zado respecto de otros temas claves cobar, Álvarez y Dagnino, 2001: 24). para la organización de las marchas
de investigación para las ciencias contra los foros de la globalización
sociales en Latinoamérica. En lo que El concepto de política cultural neoliberal; o en las nuevas perspec-
respecta al análisis del asociacio- permite visualizar que en los proce- tivas impulsadas alrededor del Foro
nismo y la movilización de las orga- sos de las organizaciones y movimien- Social Mundial, como la Minga/
nizaciones populares urbanas y de los tos sociales, existe una lucha por la Mutirão Informativa de Movimien-
nuevos movimientos sociales, Torres interpretación que busca resignificar tos Sociales y la Mutirão de Comu-
(2007) y Escobar, Álvarez y nicación de América Latina
Dagnino (2001) coinciden y el Caribe (MUTICOM).
en que las formas asocia- Estas iniciativas resaltan la
tivas y de participación po- importancia de la comuni-
lítica en los procesos de cación solidaria, la demo-
democratización después de cratización de los medios, el
la década de los ochenta, uso masivo de Internet, la
generalizaron la problemati- afirmación del derecho a la
zación de las identidades comunicación a través de
colectivas y culturales, los veedurías y observatorios de
lenguajes y los símbolos; tam- comunicación, colectivos
bién transformaron las agen- de “alfabetización” mediá-
das de las políticas públicas tica, agrupaciones de pro-
y los modos de apropiación y ductores independientes,
resignificación de nociones organizaciones de usuarios
como sociedad civil, democra- y el movimiento del soft-
cia, ciudadanía, participación, ware libre, para asumir la
desarrollo y derechos, y lle- comunicación como un es-
varon, en últimas, a recon- pacio estratégico de la lu-
siderar la relación entre cha social que también
cultura y política. precisa de otra “agenda so-
cial en comunicación”.
Asumiendo la insepara-
bilidad de los significados y En sus intervenciones
las prácticas, hoy se acepta sobre políticas públicas gu-
que todos los movimientos bernamentales, las organi-
sociales, “nuevos” y “viejos”, zaciones y movimientos
agencian, en mayor o me- sociales construyen políticas
nor grado, políticas cultura- culturales democratizadoras
les que no son equivalentes de la sociedad, que mues-
a las políticas públicas ni a Alberto Blanco (México 1951), de su libro Un año de bondad,
tran el aspecto político de
las prácticas políticas do- Cuadernos de la Orquesta núm. 6, México 1987. la cultura “porque los sig-
minantes, como tampoco nificados son elementos
privativas de los movimientos abier- el poder social a través de prácticas constitutivos de procesos que, implí-
tamente “culturales”, sino nuevas culturales con efectos políticos, don- cita o explícitamente, buscan dar
formas de hacer política por parte de de también hay que incluir sus nuevas definiciones al poder social”
una multiplicidad de actores, pre- estrategias de alfabetización, educa- (Escobar, Álvarez y Dagnino, 2001:
ocupados por la construcción de al- ción y el uso alternativo de distin- 26), que desestabilizan significacio-
ternativas más democráticas de tos medios de comunicación, como nes dominantes. Para Torres (2007:
sociabilidad que impacten los sen- se ha resaltado en las “formas gue- 296), al igual que los movimientos
tidos de la subjetividad, los imagi- rrilleras de comunicación” del mo- sociales, las organizaciones popula-

ESPITIA VÁSQUEZ, U., Y VALDERRAMA H., C. E.: HACIA UNA APERTURA POLÍTICA DEL CAMPO COMUNICACIÓN-EDUCACIÓN N ÓMADAS 173
res son decisivas en la construcción tidades impuestos por los modos y ám- la reorganización de los discursos so-
de identidades sociales, ya que ex- bitos tradicionales en los que se con- ciales ante el desencantamiento sim-
panden la necesidad de participa- figura la cultura y la política de bólico de la política (Martín-Barbero,
ción, transforman la cultura política representación. Esta resignificación 2003: 446).
vigente y posibilitan el surgimiento de lo político no se da por fuera de
de nuevas subjetividades populares, ciertos escenarios, donde las TIC y Pese a que sus políticas culturales
trascendiendo la esfera estatal y los medios masivos de comunicación son localizadas, numerosas organiza-
proyectándose a toda la sociedad tradicionales juegan un papel media- ciones y movimientos sociales preten-
porque, antes y después del den adquirir dimensiones
nuevo contexto generado regionales, nacionales y glo-
por la crisis del Estado de bales a través del uso de las
bienestar y la expansión tecnologías de la comunica-
neoliberal, las luchas en los ción y la información, articu-
territorios urbanos populares lados en redes, donde estas
han tenido un carácter pro- plataformas tecno-simbólicas
gresista, gracias a proyectos están en tensión entre lo que
de autogestión y luchas las tecnologías permiten ha-
reivindicativas generadores cer, las maneras de apropiar-
de tejido asociativo, de sen- las y usarlas, y las prácticas
tidos de pertenencia como discursivas donde los colec-
“sectores populares”, como tivos expresan sus sentidos
defensores de los derechos propiamente políticos. Si la
humanos, de los intereses de comunicación dinamizada
los jóvenes y de las mujeres con tales recursos comienza a
o protectores del medio am- tornarse conscientemente
biente, lo que constituye política, es posible que esa
una base sociocultural para construcción conjunta de
otras dinámicas de articu- sentidos, o la semiótica de lo
lación desde lo local y lo político, pase a definir agen-
sectorial. das públicas, de participación
y empoderamientos, y que
Esta formación de nue- además, redefina las propias
vos conceptos de lo polí- prácticas sociales: rutinas de
tico en la investigación acción, dinámicas organi-
sobre movimientos sociales, zacionales, incorporación de
muestra que la política no hábitos, relación con el en-
solo tiene lugar en espacios torno, con el otro, prácticas
institucionales delimitados discursivas. Hasta el punto
(los partidos y el Estado, que de que ciertos movimientos
privatizan la esfera pública Alberto Blanco (México 1951), de su libro Un año de bondad, políticos y organizaciones se
Cuadernos de la Orquesta núm. 6, México 1987.
al emerger como institucio- consideren medios de comu-
nes separadas de la colectividad e ins- dor dado el estatuto paradigmático nicación, o medios de comunicación
tituidas de tal manera que aseguran que adquirió la densificación cotidia- virtuales y no virtuales de carácter
constantemente esa separación), sino na de la comunicación mediática y popular, que devienen organizaciones
también en relaciones sociales el dominio de los aparatos, la com- sociopolíticas (Valderrama, 2008).
proclives a la reinvención de la polí- prensión de los comportamientos y las
tica, mediante la puesta en práctica identidades sociales de los sujetos, la En la medida en que se renueva
de relaciones de igualdad y de eman- producción social de sentido en la la cultura política y se reconoce la
cipación respecto de sentidos e iden- creciente visibilidad de lo urbano y existencia de una política cultural

174 N ÓMADAS NO. 30. ABRIL 2009. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


en los términos antes mencionados, Se realza que en sus particula- des-occidentalizar la emancipación
se hace necesaria una revisión crí- res formas de acción y en la dispa- social, explorando, por ejemplo, en
tica de las políticas públicas, de las ridad política de sus intereses, las claves de las políticas culturales
prácticas sociales y de los ejercicios existe una heterogeneidad de ex- de las organizaciones y movimientos
profesionales de comunicación y periencias de producción de saberes sociales una posible potencialidad
educación, de manera que se explo- y de apropiación de conocimientos, epistémica y ético-política de sus
ren los conflictos y ambigüedades que al ser incorporados, situados y saberes situados y los alcances que
que surgen alrededor de los dife- desplegados en función del recono- tendrían de llegar a constituirse
renciales de poder y saber en la he- cimiento de los propios aconteci- como políticas de lugar. Sin embar-
terogeneidad del género, en las mientos y contextos compartidos go, es claro que esas prácticas
religiosidades, en la identidad sexual con distintas fuerzas, devendrían subalternas necesitan de una inge-
y en la dimensión generacional en alternativas para reconstituir ima- niosidad constante para construir
los colectivos sociales. ginarios basados-en-lugar y mundos sentidos críticos al discurso institui-
locales, los cuales do del desarrollo, pues tras la bús-
Políticas de lugar y prácticas de queda de alternativas a ese modelo,
comunicación constituyen una forma emergen- se precisa de un trabajo colaborativo
te de política, un nuevo imagina- con los actores sociales, con el fin
La metáfora fundadora del pen- rio político en el cual se afirma de establecer cuáles son las lógicas
samiento moderno es la idea temporal una lógica de la diferencia y una complejas y contradictorias de ad-
del progreso, de la cual se derivaron posibilidad que desarrollan mul- hesión, de bifurcación y de oposi-
diversas concepciones del desarrollo, tiplicidad de actores y acciones ción, ya que pueden terminar
pero tras un “giro espacial” ocurrido que operan en el plano de la vida reproduciendo los discursos hegemó-
en las ciencias sociales, se insiste diaria. En esta perspectiva, los lu- nicos sobre el cambio social (creci-
ahora en la importancia de investi- gares son sitios de culturas vivas, miento económico, necesidades
gar las relaciones sociales existentes economías y medio ambientes básicas, desarrollo humano, sosteni-
en el espacio, sobre todo porque las antes que nodos de un sistema ble o participativo), o resignificarlos
tecnologías de la producción, de la in- capitalista global y totalizante (Es- a partir de los sentidos locales
formación y de la comunicación, arti- cobar, 2005: 41). atribuidos a lo que cuenta como po-
culadas con la globalización, han lítico y transformador en ciertos te-
reestructurado la práctica social y la Por otra parte, tras el fracaso de rritorios, o finalmente, fraguar
experiencia personal y colectiva al las soluciones modernas para la ma- rupturas mucho más radicales frente
crear simultaneidades temporales en- yor parte de los problemas contem- a los imaginarios modernos del cre-
tre puntos muy distantes en el espacio. poráneos, la generalización de una cimiento, el progreso y el desarrollo.
“sociedad del riesgo” y la universa-
Frente a la discutible desapari- lización y naturalización del imagi- Una reapropiación del lugar
ción del espacio o a la inevitable nario del desarrollo que nos conduce como forma de espacio vivido, pro-
desterritorialización en el nuevo hacia un caos ambiental global, se ductor de identidades y espacio de
modelo de globalidad de la moder- señala que esta crisis de la moder- construcción de mundos culturales
nidad capitalista, en la teoría social nidad capitalista se arraiga en sus engranados con ambientes específi-
contemporánea se debaten las posi- modelos de pensamiento, en sus cos, exige reconocer la localización
bilidades o imposibilidades de la maneras depredadoras de conocer, de una multiplicidad de formas de
igualdad (justicia social en general) de concebir y de transformar el mun- política cultural, donde lo cultural
y de la diferencia, y si en las prácti- do, lo que ha mostrado la importan- se vuelve precisamente político (Es-
cas de los movimientos y organiza- cia de desplazarse hacia formas cobar, 2005: 176), hasta el punto de
ciones sociales aferradas al lugar, se plurales de conocimiento y a visibili- que luchas históricas duraderas
construyen formas de auto-organi- zar otros saberes y visiones de mun- (como las de los indígenas y los
zación no jerárquicas, pese a que do que han sido sistemáticamente afrodescendientes) ligadas a terri-
están surcadas por diferencias de desconocidas. Tras esa búsqueda, torios, a derechos, a factores étnicos
clase, etnia, género y generación. también hay preocupación por cómo y a la defensa de la biodiversidad,

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conducen a construir el lugar como fía, emisoras, periódicos, canales de mados, políticos de turno, iglesias o
un proyecto de crítica radical al po- televisión comunitarios y cine-foros, esferas sociales) como tampoco
der que precisa de una gran varie- la comunicación y la cultura se con- sucumbir a los de la cooperación in-
dad de prácticas, articulaciones y vierten en herramientas de resisten- ternacional que de manera descon-
artefactos culturales que involucran cia cultural contra los impactos del textualizada ofrece ayuda para
varios tipos de mediaciones (simbó- conflicto armado, gracias a que es- agenciar un “desarrollo” de diversos
licas, lingüísticas y otras “herramien- tos medios “participativos”, “alterna- apelativos; constituirse en opciones
tas de agencia”). Por ello, es clave tivos” o “ciudadanos”, a través de de vida en medio del conflicto, es-
valorar el potencial de ciertos usos procesos de apropiación simbólica pecialmente para niños/as y jóvenes
expresivos, vinculantes y liberadores que involucran una re-codificación que así pueden hacerse partícipes de
alrededor de la apropiación y pro- del entorno y del propio ser, le per- grupos escolares de radio, escuelas
ducción crítica con medios de miten a la gente volver a narrar, a audiovisuales infantiles y colectivos
comunicación y tecnologías digi- interpretar, a recordar y a compartir juveniles de comunicación, y de este
tales, que contribuyan a la confi- con otros las nuevas cotidianidades modo ir conformando “generaciones
guración de redes sociales glocales permeadas por las masacres, el des- de relevo” de tales experiencias; y
para repensar lo político, lo ecoló- plazamiento forzado, el silencia- transformar las mentalidades sobre
gico y lo social, y para la confor- miento y la prohibición de reuniones, el conflicto armado y sus actores,
mación de posibles comunidades de asociaciones o de hacer presen- creadas por los medios de comuni-
inteligentes subalternas, incluso ar- cia incluso en los espacios públicos. cación masivos y por las institucio-
ticuladas como una red mundial de Estas prácticas contribuyen así a la nes educativas, con el propósito de
movimientos sociales (Ibíd.: 209, democratización de la comunica- reconfigurar perspectivas y enfoques
221, 227). Por tanto, la vinculación ción, en tanto permiten la apropia- más amplios e incluyentes que los
identidad-cultura-territorio en las ción de formas de producir signos, que histórica y socialmente se han
políticas de lugar, implica proce- códigos, imágenes y sonidos para establecido sobre el conflicto colom-
sos de resistencia, reapropiación, contar la realidad en sus propios tér- biano, pero también distantes del
reconstrucción y reinvención de minos y en medio de interacciones maniqueísmo y el mesianismo en
nuevas posibilidades de ser en el cotidianas que involucran una serie boga en el continente.
lugar y ser en redes globales (Es- de relaciones sociales fuertemente
cobar y Harcourt, 2002: 3). ancladas a lugares, haciendo posi-
ble la recomposición de las redes de A modo de conclusión
En el contexto del conflicto ar- sentido y la construcción de visio-
mado colombiano, donde distintos nes alternativas de futuro. Frente a los reduccionismos que
tipos de fuerzas se disputan el control amenazan con la petrificación o con
de recursos, territorios y poblacio- Tales prácticas afrontan, según la construcción de prácticas socia-
nes, ocasionando un desplazamien- Tamayo (2008), múltiples desafíos les antidemocráticas en el seno del
to forzado masivo, las políticas de cuando entrelazan la comunicación, campo comunicación-educación,
lugar que incluyen estrategias co- lo político y los intereses que las una mayor comprensión del lugar de
municativo-educativas, contribuyen animan en tanto organizaciones so- la información y el conocimiento en
a confrontar y revertir “geografías del ciales: ayudar a construir relatos que la producción, de las formas de cons-
terror localizadas”, incluso desde den cuenta de “otras voces” del con- trucción de lo local y la localización
prácticas de presencia versátil e flicto; construir esferas públicas lo- de lo global en los procesos de resis-
itinerante que controvierten las for- cales y regionales incluyentes que tencia, de la manera o maneras
mas de vivir el lugar impuestas por realcen los derechos políticos y so- como ciertas prácticas culturales y
actores armados (Garzón, 2008). ciales; consolidar sus propios meca- procesos de subjetivación y sociali-
nismos narrativos y estéticos, en zación devienen política, y de las
Como parecen probarlo varias tanto que posturas políticas enmar- formas como operan las mediaciones
prácticas de colectivos de comuni- cadas en contextos de significación; asociadas con la interrelación
cación barriales y municipales que no dejarse cooptar por los intereses comunicativa propiciada por la re-
desarrollan experiencias con fotogra- de sectores diferenciados (grupos ar- volución tecnológica; permiten no

176 N ÓMADAS NO. 30. ABRIL 2009. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


sólo descifrar las hegemonías antide- prácticas ciudadanas de participa- sociedades del saber, se han usado como
contraposición a la perspectiva hegemó-
mocráticas de la globalización eco- ción diferentes a la ciudadanía tra-
nica, informacionista e instrumental de
nómica que mundializa la exclusión dicional y de procesos de resistencia la sociedad de la información.
de las culturas, sino al mismo tiem- globales. Sin embargo, no todas las
4 Por lo menos, no los de una participa-
po, ayuda a comprender, académica organizaciones sociales afianzadas en ción que vaya más allá de lo formal en
y políticamente, la crisis de repre- lugares y que usan medios de comu- la selección de los gobernantes o de la
sentación relacionada con el senti- nicación, ni en todo momento, le ejercida en el marco estrecho de una
ciudadanía entendida como un conjun-
do mismo de las instituciones y con apuntan a generar procesos favora- to de derechos y deberes (ciudadanía
la participación política que dina- bles a la igualdad ni a convertirse como estatus).
miza nuevos sentidos de ciudadanía. en vías de expresión, vinculación y 5 Para los intereses del campo, no es des-
emancipación. Afirmar lo contrario deñable el desfase teórico-práctico en-
En este marco, entonces, uno de sería ver procesos de resistencia en tre el paradigma de las mediaciones
socioculturales fundamentado por los
los retos para el campo de la comu- cualquier experiencia. así llamados “estudios culturales lati-
nicación-educación consiste en la noamericanos” y las prácticas de co-
ampliación o desborde de la idea municación popular, que, por ejemplo,
aún mantienen concepciones fun-
tradicional de formación ciudadana, damentalistas sobre lo popular, y una
de manera que se asuma que la for- Citas pretendida omnipotencia de los medios
mación del sujeto político pasa por masivos como instrumento de domi-
nación ideológica.
reivindicar la multiplicidad cultu- 1 Huergo y Fernández (1999) mencionan
ral, el conocimiento local, el papel además el imperialismo pedagógico y el 6 Como aclara Mato (2001), el conflic-
interpretacionismo como dos formas de to entre las perspectivas neoliberales y
de los movimientos de base y el po- reducir la relación comunicación-educa- anti-neoliberales, presentado como
der popular en la deconstrucción del ción en términos pedagogizantes o globalización versus anti-globalización
imaginario del desarrollo (relanzado semiotizantes, respectivamente. es muy problemático, porque el movi-
miento anti-neoliberal o de globaliza-
ahora como el acceso y la universa- 2 A manera de ejemplo, y según el “Infor- ción de la solidaridad, es global por la
lización de las TIC). me sobre tendencias sociales y educati- amplia participación mundial de acto-
vas en América Latina” de 2008 de la res, y globalizador, porque su lucha a
OEI y UNESCO, podemos decir que si escala planetaria coincide en una in-
Al resaltar la dimensión política bien en América Latina la tasa de escola- terdependencia global de las socieda-
de lo cultural y la dimensión cultu- ridad (para 2006) de los niños entre los des y las culturas.
ral de lo político, la noción de políti- siete y los doce años alcanza ya 98%, no
ca cultural visibiliza el ejercicio del ocurre lo mismo en las siguientes edades,
pues entre “los adolescentes de 14 años,
poder desde las prácticas culturales, la tasa de escolarización es menor a 90%
mostrando cómo se reconstituye el y a los 17 años, un tercio de los jóvenes
Bibliografía
poder social y se crean mundos al- ya no asiste a la escuela [...] [y] menos de
ternativos desde la diferencia. Re- la mitad logra completar el nivel medio”.
Por otro lado, algunos países de la región APPADURAI, Arjun, 2001, La modernidad
cientes análisis de esas políticas aún alcanzan altas tasas de analfabetis- desbordada: dimensiones culturales de la
culturales, ambientales y sociales, mo: Nicaragua (20.2%), Guatemala globalización, Buenos Aires, Fondo de
dinamizadas por las organizaciones (25.2%), Honduras (17.3%), El Salva- Cultura Económica.
y movimientos sociales, paulatina- dor (16.4%), entre otros. Los índices de BECK, Ulrich, 1993, La invención de lo polí-
población con educación primaria incom- tico, Buenos Aires, Fondo de Cultura
mente construidas desde procesos pleta son demasiado altos: Colombia Económica.
activos de trabajo, de apropiación y (24%), México (23%), Bolivia (35.9%),
de mediación cultural de los medios Nicaragua (44.3%), El Salvador (40.2%), BURCH, Sally, 2006, “Sociedad de la infor-
por citar algunos. Ver http://www.siteal. mación/sociedad del conocimiento”, dis-
de comunicación y las nuevas tec- ponible en: <http://www.vecam.org/
iipe-oei.org/informetendencias/informe
nologías, de prácticas narrativas de tendencias2008.asp. article518.html>.
reconocimiento corporal, de cons- BUSANICHE, Beatriz, 2004, “Hackeando la
3 Existe también un debate entre sobre el
trucción de sentidos cotidianos de uso y el sentido de las expresiones socie- ‘sociedad de la información’”, disponi-
pertenencia y de procesos de movi- ble en: http://docs.hipatia.net/hack
dad de la información y sociedad del cono-
socinfo/, consultado en julio de 2008.
miento o desplazamiento espacial; cimiento, el cual, si bien es importante,
no lo podemos desarrollar en este texto. CASTELLS, Manuel, 1999, La era de la in-
muestran la configuración de polí- formación. Economía, sociedad y cultura,
Baste decir que sociedad del conocimien-
ticas de lugar, construcción de otras to, incluso sociedades del conocimiento y Vol. I, La sociedad red, México, Siglo XXI.

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