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Sylvia Plath TRES MUJERES La torre de los tiempos cuatro TRES MUJERES SYLVIA PLATH Traducci6n y noticia introductoria de Carmen Boullosa MI PRIMER DIA EN BL SALON Dis LA PAMA La torre de los tiempos 4 México, D.F. 1979 Con la cabeza metida en un horno, la Ilave del gas abierta y la puerta y las ventanas de la cocina sella- das con toallas, Sylvia Plath muere en Londres la mafiana del 11 de febrero de 1963 a los 31 afios de edad. Tenia dos hijos: Frieda y Nick, ninguno de los cuales cumplia todavia los tres afios. Pero no es su legendaria vida lo que a todos nos asombra sino su trabajo como poeta, por los poemas de Ariel, principalmente, inolvidables por su desnudez y su certeza. Tres mujeres es un poema sobre la maternidad. A pesar de que el lenguaje y las obsesiones que aparecen a todo lo largo sean muy similares en las tres voces, podemos encontrar tres personajes: la esposa y madre, la secretaria y la joven, y con ellas tres distintas alternativas —o destinos, para aquél que las crea ver sin disyuntivas—, tres distintas refle- xiones acerca de la maternidad y del aborto. Traduje este poema para una puesta en escena dirigida por Julio Castillo, con el grupo de las Som- bras Blancas. Ellos nos mostraran como una lectu- ra puede darle literalmente vida a un poema. Carmen Boullosa En escena: un pabellon de maternidad y sus alrededores PRIMERA VOZ: Soy lenta como la tierra. Soy muy paciente Girando en mi tiempo, soles y estrellas Me miran con atencion. El interés de la luna es mas personal: Pasa y pasa de nuevo, luminosa como una enfermera, éSiente pesar por lo que vaa ocurrir? No lo creo. Sélo esta asombrada ante la fertilidad. Cuando me muestro, soy un gran acontecimiento. No tengo que planearlo, ni siquiera ensayarlo. Lo que ocurre en mi, ocurrira sin que se espere. El faisan se yergue en la colina, Se esta arreglando sus plumas pardas. No puedo evitar sonrefr ante aquello que conozco. Las hojas y los pétalos me esperan, Estoy lista. SEGUNDA VOZ: Cuando lo vi por primera vez, ese pequefio brote rojo, no lo cre posible. Observé a los hombres caminar frente a mi en la oficina: ieran tan planos! ' Habia algo en ellos como carton; ahora sé qué es: Esa plana, plana \lanura de la que proceden interminablemente Ideas, destrucciones, palas mecanicas, guillotinas, salas blancas de alaridos ~Y los angeles frios, las abstracciones. 1) pesar de que la palabra flat, como dice el original en inglés, tenga més semas que la palabra plano o ilano, opté por dejarla asi por la recurrencia de-ella en el poema, 1 Me senté en mi escritorio, en mis medias, mis tacones altos Y el hombre para quien trabajo se rid: “Qué has visto algo horrible? Te has puesto de repente tan palida.’”” No dije nada. Vi muerte en los arboles desnudos, una ausencia. No lo podia creer. éEs tan dificil Para el espiritu concebir una cara, una boca? Las letras proceden de estas teclas negras, y estas teclas negras proceden De mis dedos alfabéticos, ordenando las partes, Partes, trozos, engranes, miltiplos brillantes, Me muero mientras me siento. Pierdo una dimensién. En mis ofdos hay trenes que braman, ipartida! ipartida! El riel plateado del tiempo se vacia en la distancia. El cielo blanco vacfa su promesa, como una taza. Estos son mis pies, estos ecos mecanicos, Tac, tac, tac, casquetes de acero. Se me encuentra carente. Esto es una enfermedad que Ilevo a casa. Esto es una muerte. De nuevo, esto es una muerte. éEs el aire, Las particulas de destrucci6n, lo que aspiro? éSoy un pulso Que disminuye y disminuye mientras encara al angel frio? Es esto mi amante entonces? ¢Esta muerte? éEsta muerte? Siendo nifia amé un nombre corroido por Ifquenes. Es este entonces el tinico pecado, este viejo amor muerto ala muerte? TERCERA VOZ2: Recuerdo el minuto en que lo supe con seguridad. Los sauces se helaban, : El rostro en el estanque era bello, pero no era mio— Tenia una apariencia consecuente, como todo lo demas Y todo lo que pude ver fue peligros: palomas y palabras, Estrellas y Iluvias de oro — iconcepciones! iconcepciones! Recuerdo un ala blanca, fria Y el gran cisne con su apariencia terrible Viniendo hacia mi, como un castillo, desde lo alto del rio. Hay una serpiente en cada cisne. 12 Paso de largo; su ojo tenfa un sentido negro. Vi en él al mundo —pequefio, mezquino y negro, Cada pequefia palabra enganchada a cada pequefia palabra y el acto al acto. Un dia calido y azul habia florecido en algo. No estaba lista. Las blancas nubes encabritandose A mi lado tiraban de mi en cuatro direcciones. No estaba lista. No sentia reverencia. Pensé que podria rehusar la consecuencia— Pero era demasiado tarde para eso. Era demasiado tarde, y la cara Continuaba dandose a si misma forma, con amor, como si yo estuviera lista. SEGUNDA Voz: Ahora es un mundo de nieve. No estoy en casa. Qué blancas son estas sdbanas. Las caras no tienen rasgos. Son calvas e imposibles, como las caras de mis hijos, Esos pequefios enfermos que a mis brazos evitan. Los otros nifios no me atafien: son terribles. Tienen demasiados colores, demasiada vida. No se estan quietos, Silenciosos, como el pequefio vacio que cargo. He tenido oportunidades. Lo he intentado e intentado. He injertado la vida en mi como un organo extrafio, Y he caminado cuidadosamente, precariamente, como haciendo algo extrafio. He intentado no pensar demasiado. He intentado ser natural. He intentado estar ciega de amor, como otras mujeres, Ciega en mi cama, con mi querido y dulce ciego, Sin buscar, a través de la oscuridad impenetrable, la cara de otro. No busqué. Pero aun asi la cara estaba ahi, La cara del que no nacié que amé sus perfecciones, La cara del muerto que sélo podia ser perfecto 13 En su paz sencilla, s6lo podrfa asf conservarse sagrado. Y habia otros rostros. Los rostros de las naciones, De los gobiernos, parlamentos, sociedades, Los rostros sin rostro de los hombres importantes. Son estos hombres los que me preocupan: iSon tan celosos de todo aquello que no sea plano! Son dioses celosos ‘ Que quisieran e] mundo entero plano porque ellos lo son. Veo al Padre conversando con el Hijo. Tanta Ilanura no puede sino ser sagrada. “Hagamos un cielo” dicen. “Aplanemos y limpiemos la espesura de estas almas.”” PRIMERA VOZ: Estoy en calma. Estoy en calma. Es la calma que antecede a algo horrible: EI minuto amarillo previo a que el viento camine, cuando las hojas Voltean sus palmas, sus palideces. Esta tan silencioso aqui. Las sdbanas, las caras, estan blancas y detenidas, como relojes. Las voces retroceden y se adelgazan. Sus jerogl{ficos visibles Se adelgazan como pantallas de pergamino para mantener fuera al viento. iTrazan tales secretos en arabe, en chino! Estoy adormilada y café: soy una semilla a punto de romper. Este color es mi yo muerto y es insensible: No desea ser més 0 diferente. El creptisculo me cubre con un manto azul, como a Marfa. iOh color de la distancia y del olvido! — éCuando sera el mintuo en que el Tiempo se rompa Y la eternidad lo abrace y yo me ahogue por completo? Hablo conmigo misma, s6lo conmigo, al margen— Limpiada e impregnada por los desinfectantes, dispuesta para el sacrificio. 14 La espera pesa sobre mis parpados. Yace como el suefio, Como un mar inmenso. Lejos de aqui, lejos de aqui, siento la primera ola jalar Su carga de agon fa hacia m{, ineludible, como marea. Y yo, una concha, haciendo eco en esta playa blanca, Doy la cara a voces abrumadoras, al terrible elemento, TERCERA VOZ: Soy una montaifia entre montaifias. Los doctores se mueven entre nosotras como si nuestra enor- Atemorizara la mente. Sonrien como tontos. (midad Aellos hay que culpar por lo que soy y lo saben. Abrazan su Ilanura como a una especie de salud. éY qué si se encontraran de pronto sorprendidos, como yo lo fui? Enloquecerian por ello. ¢Y si dos vidas se escurrieran entre mis muslos? He visto la sala limpia y blanca con sus instrumentos. Es un lugar de alaridos, No es alegre. “Aqui vendras cuando estés preparada.”” Las luces de la noche son planas lunas rojas. Estan aturdidas de sangre. No estoy preparada para que ocurra nada. Debi haber asesinado esto que me asesina. PRIMERA VOZ: No hay milagro més cruel que éste. Soy arrastrada por caballos, los cascos de fierro. Me mantengo. Me mantengo hasta el fin. Logro terminar el trabajo. El ttinel oscuro, a través del cual las visitas se arrojan, Las visitas, las manifestaciones, las caras asombradas. Soy el centro de una atrocidad. éDe qué dolores, de qué penas me estaré haciendo madre? éPuede tal inocencia matar y matar? Me sorbe la vida. Los arboles se marchitan en la calle. La Iluvia es corrosiva. La siento en mi lengua, y a los horrores factibles, 15 Los horrores que esperan y haraganean, las madrinas despreciadas i ‘ Con sus corazones que hacen tic-tac, con sus maletines de instrumentos. | Seré una pared y un techo protegiendo. i Seré un cielo y una colina de bien ioh, déjenme serlo! Un poder esta creciendo en m/, una vieja tenacidad. Me estoy desgajando como el mundo. Ahi esta esta negrura, Este ariete de negrura. Cruzo mis manos sobre una montafia. El aire esté denso, Se ha puesto denso por este trabajo. Soy usada, Machacada en el uso. Mis ojos son prensacos por esta oscuridad. No veo nada, SEGUNDA VOZ: Me acusan. Suefio en masacres. Soy un jardin de agonias rojas y negras. Las bebo, . Odidndome, odiando y temiendo. Y ahora el mundo concibe Su término y corre hacia él, con los brazos tendidos amorosamente. El amor a la muerte lo enferma todo. Un sol muerto mancha el papel periddico. Es rojo. Pierdo vida tras vida. La oscura tierra se las bebe. Ella es de todos el vampiro, asi nos mantiene, Nos engorda y es buena. Su boca es roja. La conozco, la conozco intimamente— Vieja cara de invierno, vieja y estéril, vieja bomba de tiempo. i 2 Los hombres la han usado mezquinamente. Se los comera. Comerd, comera, comer al final. EI sol se esta metiendo. Me muero. Creo una muerte. PRIMERA VOZ: éQuién es este nifio, azul, furioso, brillante y extrafio como si se hubiera arrojado de una estrella? iSe ve tan enojado! 16 Llegé volando al cuarto, un grito Pegado a sus talones. El color azul empalidece. Es humano después de todo. Una roja flor de loto se abre en su vasija de sangre; Me estén cosiendo con seda, como si yo fuera una tela, Qué hicieron mis dedos antes de asirlo? Qué hacia mi coraz6n con su amor? Nunca he visto algo mas claro. Sus prpados son como la flor de lila Y suave como una mariposa, su aliento. No desistiré. No hay engafio u ocultamiento en él. Que asf se conserve, SEGUNDA Voz: Ahi est la luna en la ventana alta. Se ha terminado, iComo Ilena el invierno mi alma! Y esa luz caliza Depositando sus escamas blancas en las ventanas, las ventanas de oficinas vacias, De salones de clase vacios, de iglesias vacias, iOh, tanto vacio! Hay este paro. Este terrible paro de todo, Estos cuerpos amontonados alrededor mio ahora, estos durmientes polares— 2Qué rayo azul, lunar, escarcha sus suefios? Lo siento entrar en mi, ajeno, frio, como un instrumento. Y en su extremo esa cara dura, desesperada, esa boca abierta en O, Abierta en su gesto de sufrimiento perpetuo, Es ella quien arrastra este mar de sangre negra de vuelta Mes tras mes, con sus voces de fracaso. Estoy tan desvalida como la mar? atada a su cabo, Estoy agitada. Agitada e inutilizada, Yo, también, creo cadaveres, ?Enel original se habla de un mar en femenino, dato que lamentablemente no pesa igual que nuestra mar, 17 Me iré hacia el norte. Me mudaré a una larga negrura. Me veo a mf misma como una sombra, ni hombre ni mujer, Ni una mujer, feliz de ser como un hombre, ni un hombre Lo suficientemente romo y plano como para no sentir una carencia. Yo siento una carencia Enderezo mis dedos, diez estacas blancas. Observa, la oscuridad gotea por las rendijas. No puedo contenerla. No puedo contener la vida. Seré una heroina de lo periférico. No seré culpada por los botones cafdos, Por los hoyos en los talones de los calcetines, por las mudas caras blancas De las cartas sin respuesta, enterradas en un compartimiento de cartas. No seré acusada, no lo seré. El reloj no me encontrara anhelando, ni estas estrellas Que aferran en su sitio abismo tras abismo. TERCERA VOZ: La veo en mi suefio, mi nifia roja y terrible. Llora a través del vidrio que nos separa. Llora y esta furiosa. Sus Ilantos son ganchos que se agarran y rasgan como garfios. Es con estos ganchos que ella trepa a mi atencion. Llora por la oscuridad, o por las estrellas Que a tal distancia de nosotros brillan y giran. Pienso que su cabecita esta tallada en madera, Es una madera roja y dura, con los ojos cerrados y la boca totalmente abierta. Y desde la boca abierta emite gritos agudos Que arafian mi suefio como flechas, Que arafian mi suefio y penetran en mi costado. Mi hija no tiene dientes. Tiene la boca ancha. Profiere sonidos tan oscuros que no puede ser buena. PRIMERA VOZ: éQué seré lo que nos arroja estas almas inocentes? 18 Observa, estén tan exhaustos, todos arrumbados En sus camillas de lona, sus nombres atados a sus mufiecas, Pequefios trofeos de plata para los que han venido desde tan lejos. Hay algunos con el pelo espeso y negro; hay otros calvos. Sus colores de piel son rosados 0 I {vidos, morenos 0 rojos; Estdn empezando a recordar sus diferencias. Me parece que estén hechos de agua; no tienen expresion. Sus rasgos estén durmiendo, como luz en agua quieta. Son los verdaderos monjes y monjas en sus hdbitos idénticos. Los veo Iloviendo como estrellas en la tierra— En India, Africa, América, estos seres milagrosos, Estas pequefias imagenes puras. Huelen a leche. Las plantas de sus pies estdn intactas. Son caminantes del aire, ¢Puede la nada ser tan prédiga? Aqui esta mi hijo. Su ojo inmenso es de ese azul general y comtin. Voltea hacia mf como una pequefia, ciega planta luminosa. Un Ilanto. Es el gancho del que cuelgo. Y son un rio de leche. Soy una tibia colina. SEGUNDA VOZ: No soy fea. Incluso soy bonita. El espejo me devuelve una mujer sin deformidad alguna. Las enfermeras me devuelven mi ropa y una identidad. Es comtin, me dicen, que esto ocurra. Es cémun en mi vida y en la vida de otras. Soy una de cinco, algo asi. No estoy sin esperanza. Soy tan bella como una estadistica. Aqui esta mi ldpiz labial. Trazo sobre mi la vieja boca. La boca roja que guardé con mi identidad. Hace un dia, dos dias, hace tres dias. Fue un viernes. Ni siquiera necesito un dia libre; puedo ir a trabajar hoy 19 mismo. Puedo amar a mi marido, que entenderd Que me amard a través de la mancha de mi deformidad Como si yo hubiera perdido un ojo, una pierna, una lengua. Y asi me pongo en pie, con la vista un poco borrosa. Asi me marcho. Sobre ruedas, en lugar de piernas, sirven igual de bien, Y aprendo a hablar con los dedos, no con la lengua. El cuerpo se las ingenia. EI cuerpo de una estrella marina puede regenerar sus brazos, Y los tritones son prédigos en piernas. Y que yo sea Igualmente prédiga en lo que me hace falta. TERCERA VOZ: Ella es una pequefia isla, dormida y en paz, Y yo soy un barco blanco anunciando: adiés, adiés. El dia es brillante. Esta muy apesadumbrado. Las flores en este cuarto son rojas y tropicales. Han vivido encerradas en vidrio toda su vida, han sido cuidadas esmeradamente. Ahora encaran un invierno de sébanas blancas, de caras blancas. Hay muy poco que llevar en mi maleta. Esta la ropa de una mujer gorda que desconozco. Esta mi peine y mi cepillo. Hay un vacio. Soy tan vulnerable de repente. Soy una Ilaga saliendo del hospital. Soy una herida a quien le estan permitiendo salir. Dejo atras mi salud. Dejo a alguien . Que debiera adherirse a mi: desato sus dedos como si fueran vendas: me voy. SEGUNDA voz: Soy yo de nuevo. No hay cabos sueltos. Estoy desangrada, palida como la cera, no tengo ligaduras, Soy plana y virginal, lo que implica que nada ha ocurrido, Nada que no pueda ser borrado, arrancado, raspado, empezado de nuevo. 20 Estas cortas ramas secas no piensan reverdecer, Ni estos secos, secos canales suefian con Iluvia. Esta mujer que me encuentra en las ventanas —es pura. Tan pura que es transparente, como un espiritu. Qué timidamente sobreimpone su nitido yo Al infierno de las naranjas africanas, de los puercos colgados de sus pezufias. Esta aplazando la realidad. Eso soy yo. Soy yo— Probando la amargura entre mis dientes. La incalculable malicia de cada dia. PRIMERA VOZ: éCuanto tiempo podré ser una pared, manteniendo fuera al viento? Suavizar el sol con la sombra de mi mano, Interceptar los rayos azules de una luna fria? Las voces de la soledad, las voces de la tristeza Lamen mi espalda ineluctablemente. éCémo podra suavizarlos, este pequefio canto de cuna? éCuanto podré ser una pared cercando mi propiedad verde? éCuadnto mis manos Ser un vendaje para su herida, y mis palabras Brillantes pajaros en el cielo, consolando, consolando? Es una cosa terrible Estar tan descubierto: es como si mi corazon Se pusiera una cara y saliera a caminar al mundo. TERCERA VOZ: Hoy las universidades estan ebrias de primavera. Mi toga negra es un pequefio funeral: Ensefia que estoy seria. Los libros que cargo se abren sitio a mi lado. Tuve una vieja herida una vez, pero esta sanando. Sofié con una isla, roja de Ilantos. Fue un suefio, y no significé nada. 21 PRIMERA VOZ: Flores de amanecer en el gran olmo afuera de la casa. Los vencejos estan de regreso. Estan gritando como cohetes de papel. Oigo el sonido de las horas Ampliarse y morir en los setos. Oigo el mugido de las vacas. Los colores se vuelven a hacer plenos y la himeda Hierba humea al sol. Los narcisos abren caras blancas en el huerto. Estoy tranquila. Estoy tranquila. Estos son los claros colores brillantes del cuarto de los nifios, Los patos que hablan, los corderos alegres. Soy simple de nuevo. Creo en los milagros. No creo en estos nifios terribles Que lastiman mi suefio con sus ojos blancos, sus manos sin dedos. No son mios. No me pertenecen. Debo meditar sobre la normalidad. Debo meditar en mi pequefio hijo. No camina. No dice ni una palabra. Aun esta envuelto en fajas blancas. Pero es rosado y perfecto. Sonrie tan frecuentemente. . . He empapelado su cuarto con grandes rosas, He pintado corazones pequefios en todo. No le pido que sea excepcional. La excepcion es lo que interesa al demonio. Es la excepcién lo que trepa la triste colina Ose sienta en el desierto y lastima el corazon de su madre. Le pido que sea normal, Que me ame como lo amo, Y que se case con lo que quiera y donde él lo ordene. TERCERA VOZ: Mediodia caluroso en las praderas. Los rantinculos Se queman y se consumen, y los amantes Pasan, pasan. 22 Son negros y planos, como sombras. iEs tan hermoso no tener ligaduras! Soy tan solitaria como la hierba, &Qué es lo que extrafio? éLo encontraré alguna vez, sea lo que fuere? Los cisnes se han ido. Atn el rio Recuerda lo blancos que eran. Los persigue con sus luces. Encuentra sus formas en una nube.

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