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NÚMERO 27

DICIEMBRE DE 2006

ISSN 1696-7208

DEPOSITO LEGAL: SE – 3792 - 06

AULAS INTERACTIVAS

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María Dolores Lobato Martín

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
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Cambios, nos hemos ido acostumbrando a contemplar nuestro sistema

educativo inmerso en un proceso continuo de cambios, sucediéndose paralelos a la

transformación de la sociedad española, tanto en el orden cualitativo (

democratización de la enseñanza, reconocimiento de la pluriculturalidad de las

distintas nacionalidades que componen España, ingreso en la Unión Europea...),

como cuantitativo ( aumento del tiempo de escolarización obligatoria, aparición de

nuevas etapas, ciclos formativos...) Se han superado retrasos históricos y estamos

envueltos en un proceso de modernización, a través de la incorporación de las

tecnologías de la información y la comunicación, así como el impulso del

conocimiento de los idiomas.

Nuestras aulas también están cambiando, actualmente conviven en las escuelas

alumnos y alumnas con una alta motivación para aprender junto a otros con

dificultades de aprendizaje, con diferentes capacidades de tipo físico, psíquico o

sensorial, con aquellos que por su pertenencia a familias desfavorecidas se

encuentran en situación de riesgo, niños y niñas de diferentes etnias y culturas...; son

numerosas las personas que están llegando a nuestra región buscando una vida mejor,

experiencia bien conocida por los andaluces y andaluzas que debido a vicisitudes

económicas tuvieron que emigrar .El perfil es muy dispar, con una atención de

niveles curriculares muy diferentes, un ambiente que dificulta las relaciones entre

iguales, problemas de convivencia, baja autoestima, fracaso escolar... Los

profesionales de la enseñanza encuentran bastantes obstáculos en su quehacer diario,

todo ello dificulta el trabajo en la clase, así como la organización del centro.
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Muchas son las desigualdades con las que se encuentra la educación, ¿ cómo

podemos compatibilizar el principio de igualdad ?

Decía Santos Guerra (1995) “ que nos formamos desde la diversidad y en la

diversidad, que la diversidad constituye un referente de la educación democrática y

que entendida y practicada de forma enriquecedora constituye la esencia de la

educación, la escuela debe salir al encuentro, sin ningún tipo de discriminación ni

segregación, de las diferencias que presentan los alumnos, entendiéndolas como

posibilidad de enriquecimiento colectivo y no como problema .Bajo este

planteamiento no cabe ni ignorar la diversidad ni tampoco actuar para tratar de

eliminarla”.

Así mismo , la Ley de Solidaridad en la educación establece objetivos

encaminados a mejorar y contemplar las condiciones de escolarización del alumnado

que presenta necesidades educativas especiales, a potenciar la asunción de valores

inherentes en la interculturalidad que permitan desarrollar en la comunidad educativa

actitudes de respeto y tolerancia hacia los grupos minoritarios. También se pone de

manifiesto que esta fuente de diversidad y pluralidad cultural ha de atenderse

impulsando y promoviendo mecanismos y estrategias concretas que potencien en los

centros educativos los valores y actitudes referidos.

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Las respuestas educativas al dilema igualdad – diversidad han sido

múltiples, partiendo de los principios de normalización e integración escolar se ha

ofrecido atención educativa al alumnado con necesidades educativas especiales para

que desarrolle el máximo posible de sus capacidades, se disponen medidas de

individualización de la enseñanza y accesibilidad al currículo, medidas específicas de

eliminación de barreras arquitectónicas, empleo de medios y sistemas alternativos,

según requiera cada caso.

No obstante, el marco planteado requiere poner en marcha actuaciones de

compensación capaces de atender las necesidades y situaciones actuales,

contemplando medidas de diversa índole: curriculares, pedagógicas, de organización

de espacios, tiempos, agrupamientos del alumnado de forma flexible...que ayuden a

compensar el desfase curricular que pueda presentar el alumnado en situación de

desventaja socioeducativa.

Es necesario buscar formas alternativas en la organización escolar que difieran

de las tradicionales y que permitan mayores posibilidades de aprendizaje y, en este

sentido, el trabajo en grupos interactivos nos permite apostar por la igualdad

educativa como forma de combatir la desigualdad.

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Ramón Flecha García y Lidia Puigvert defienden que “el principio básico de

este procedimiento es ampliar el intercambio de conocimientos mediante una trama

de interacciones entre el alumnado y entre el alumnado y las personas adultas que

estén en el aula. Este intercambio de conocimientos no sigue un formato o

secuenciación preestablecida, sino que lo establece el propio alumnado a partir de su

propia experiencia. La mayoría de las veces, las explicaciones que ofrecen los niños o

niñas que acaban de efectuar un aprendizaje determinado son mucho más ilustrativas

que las que puede realizar el mismo profesorado. El alumnado suele utilizar un

lenguaje más próximo y tiene la experiencia de aprendizaje mucho más reciente, con

lo cual, suele explicar a sus compañeros y compañeras mucho mejor los ejercicios”.

Con esta forma de proceder se fomentan en todo momento actitudes de solidaridad y

cooperación que permiten que el alumnado tenga posibilidades de conseguir los

aprendizajes requeridos.

El sistema que se suele utilizar en los grupos interactivos consiste en establecer

divisiones entre el alumnado, que más que discriminar capacidades en el aula

pretende la mezcla de ellas en cada una . De esta forma, los equipos serían muy

diversos y flexibles, porque el número lo dará la aceptación e implicación de los

alumnos en el proceso; un buen número con el que comenzar sería el de dos

componentes, si bien debería ir aumentando progresivamente para que no se cierre el

círculo de trabajo. En cada grupo delegaremos responsabilidades que les den la

libertad para desarrollar los contenidos de la forma más conveniente.

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El tiempo irá dando la mayor adecuación de autonomía, porque es evidente que

debemos mantener desde el principio ciertas normas generales (que deben ser

planificadas con anterioridad estudiando las circunstancias concretas de la clase) para

la correcta coordinación de los grupos dentro del aula.

La intervención de un segundo maestro sería bastante conveniente en este

planteamiento. Desde la distribución de los espacios en el aula hasta la atención

particularizada a cada equipo es fundamental, y la experiencia está demostrando que

cuando el profesorado trabaja conjuntamente los resultados mejoran, aparte del hecho

de que estamos sirviendo de modelo a los alumnos, que toman como referencia la

coordinación entre los maestros para organizar sus propios grupos. Las actividades a

realizar también resultan más enriquecedoras con dos puntos de vista y el

funcionamiento adquiere mayor dinamicidad. Evidentemente, la aplicación de este

sistema requiere de una formación permanente del profesorado en atención a las

vicisitudes que vayan surgiendo, teniendo en cuenta la novedad que supondría en los

colegios la implantación de esta nueva forma de proceder.

Los primeros resultados están demostrando que cada niño o niña se va

integrando cada vez más en el conjunto de la clase a pesar de sus diferencias

particulares. La idea de pertenencia a un grupo consigue que tanto los más adaptados

como los que están necesitando más tiempo se mantengan constantemente activos y

atendidos, y ya no sólo por la labor del maestro, sino a través de sus propios

compañeros. El trabajo de cada uno termina cuando acaba el del resto, y observamos

que de este modo se están ayudando y respetando más puesto que ahora todos se

sienten implicados y se prestan colaboración y apoyo.


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Esto es sorprendente porque con otros métodos vemos que las diferencias que

van apareciendo en nuestra sociedad acaban o bien en confrontación o si no terminan

asimilándose por la propia indiferencia mutua.; ninguno de estos dos caminos lleva

realmente a una aceptación plena, es destacable por ello el interés de la reflexión que

se propone aquí.

Existen asignaturas más propicias para trabajar en los grupos interactivos. El

funcionamiento diario, los conflictos que surjan, el trabajo para adaptación de los

antiguos métodos y espacios del colegio, la aceptación del alumnado, todos estos

condicionantes sugieren ir con un ritmo progresivo, aunque firme. Sería necesario

comenzar el sistema poco a poco, en ciertas materias, para comprobar unos primeros

resultados y desde ahí continuar el trabajo hacia otras asignaturas, viendo los éxitos y

también las carencias a solventar. Parece Conocimiento del Medio una asignatura

apropiada para los comienzos, es la que se ha empleado por nuestra parte, aunque

sólo es una sugerencia.

El trabajo cooperativo entre iguales favorece la movilización de esquemas de

conocimiento y el aprendizaje significativo, por cuanto provoca la confrontación de

puntos de vista y la aparición de conflictos socio–cognitivos . De esta manera puede

asegurarse la funcionalidad del aprendizaje escolar, es decir, que las competencias y

los conocimientos que se adquieran en el aula puedan ser utilizados en cualquier

situación de la vida cotidiana que lo requiera ( Junta de Andalucía, 1.992).

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Como expresa esta cita, la relevancia de lo aprendido en la escuela para la

desenvoltura que estos futuros adultos van a tener en sociedad es importante. Con el

funcionamiento de las aulas en equipos cooperativos mejoramos la asimilación de

valores de responsabilidad, tolerancia y solidaridad, tan esenciales ante los cambios

en los que actualmente estamos inmersos; se trabaja también la expresión oral; los

niños y niñas aprenden a construir sus propios aprendizajes; se adquieren

conocimientos para aprender a coordinarse con otras personas muy diferentes. La

población activa se mueve cada vez más en parámetros de especialización y trabajo

interdisciplinar, con lo que es fundamental que desde edades tempranas los alumnos y

alumnas comprendan que desde su individualidad y particularidades pueden

adaptarse perfectamente al mundo contemporáneo, y sean capaces de sentirse

integrados y útiles sin renunciar nunca a su propia diversidad, bien con el sistema

propuesto en este texto o con otros que persigan objetivos comunes.

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