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MODERNIDAD www. modemidadyabsolesconcia blogspot.com ay Osalesoentia ‘modernidadyobsoloscencia@gmal.com Miguel A. Chavez Autor EL RELATIVO EFECTO DE LA OBSOLESCENCIA 1 de julio de 2016 Me encuentro inmerso en todo un proceso de introspeccién, autocri- tica y renovacién. Todo junto, al mismo tiempo, y disparado por los mig mos elementos basicos. Empecemos por partes. Estoy estudiando desde hace algunas semanas para obtener la certificacién internacional CompTIA A+, que es una de las certificaciones més importantes y prestigiosas en el mundo de la tecnologia de informacién, o informitica, como se le conocfa cuando yo me inicié en el fascinante y dindmico mundo de las computadoras. En el. proceso de estudiar para esta certificacién, me estoy poniendo al dia en los més recientes avances tecnoldgicos en materia de hardware, que es la primera parte de este curso intensivo en tecnologfas de la infor- macién. Y al mismo tiempo, me he dado cuenta de que todas, absolutanen- te todas las tecnologias que se encontraban en 1a cfispide del desarro- Llo tecnolégico cuando me inicié en este mundo, hoy no son mds que no- tas a pie de pagina, mencionadas Gnicamente como contexto histérico en la descripeién de los descendientes modenros de esas tecnologias, pero que invariablemente son descritas con el elegante pero al mismo tiempo peyorativo anglicismo de Una tecnologia "Legacy", 0 "heredada", como la traducen algunos au tores de habla hispana, es una tecnologia que ya ha sido superada por un nuevo y mejorado invento que hace lo mismo, pero mejor, 0 con mayor capacidad, eficacia o precisidn, 0 todo eso y més. La tecnologia "Lega~ cy" (y lo pongo intencionalmente entre comillas) se convierte entonces en una forma obsoleta de hacer las cosas, que poco a poco (0 quizdés no MODERNIDAD vw modemnidadyobsolescencia blogspot.com Ly sclescen AA moderidadyobsolescencia@gmal.com Miguel A. Chavez Autor =2s de forma tan pausada, sino mds bien intempestivanente) seré reemplazada por la nueva tecnologia y condenada ignominiosamente al cubo de basura de 1a historia, para ser vista como una simple curiosidad, una muestra de lo rudimentaria y primitiva que era la tecnologia en tiempos de los ancestros... aunque no hayan pasado mAs que unos pocos aiios desde el mo mento en que esa tecnologia hoy mirada con desdén o ldstima, a su vez reemplazara a 1a tecnologia que 1a precedié. Es 1a historia de la vida, y Seguramente es una de las razones por las que el gran Octavio Paz al- guna vez dijo que los objetos industriales no tienen otro futuro que el basurero. De hecho, me da curiosidad pensar qué habrfa dicho Paz sobre el de sarrollo tecnolégico y 1a acelerada obsolescencia de los dispositivos electrénicos en general, y de procesamiento de informacién en particu- lar. Al menos los objetos industriales a los que se referfa Paz estaban agraciados por el uso que hacfan los disefiadores de las tendencias ar- tfsticas en boga cuando elaboraban los primeros planos y diagramas de sus creaciones; asf podemos ver, por ejemplo, cémo el elegante Art Decd influye, est presente y es reconocible en todos los objetos industria~ les fabricados desde mediados de los afios 1930 y hasta el estallido de Ja Segunda Guerra Mundial, a inicios de los aiios cuarenta. Y eso que el climax del Art Decé como corriente art{stica tuvo eu momento a finales de los afios veinte; de ahi que Paz dijera que los objetos industriales se afanaran en copiar las tendencias artisticas y acabaran convirtiéndo Jas en "lugares comunes estéticos". Pero al menos los objetos industria Jes se afanaban en incorporar al menos algiin elemento artistico en sus disefios, cosa que diffcilmente se podria decir de las computadoras o de cualquier otro dispositivo electrénico de procesamiento de informacién, MODERNIDAD wn modernidedyabsolescencia blogspot.com ay OUsolescencia ‘modernidadyobsolescenciag@gmalcom con la posible excepeién de los productos disefiados por cierta empresa de tecnologia con sede en 1a californiana ciudad de Cupertino. Y no lo digo precisamente porque sea fan de Apple; me gustan sus productos y reconozco sus aportaciones al mundo de 1a tecnologia, pero me temo que son demasiado, digamos, tecnolégicos (por no decir caros) para mi gus~ to. Pero es que comparando, digamos, una vieja Apple iMac G3, con sus estilizadas formas, su cubierta de plastico transparente en diferentes colores, y su concepto de integracién total de componentes en una sola unidad, con las voluminosas, nada agraciadas y estorbosas computadoras personales "PC" de 1a Epoca, todas moldeadas en pléstico en un insf{pi- do color beige (que invariablemente se volvia amarillo bajo los efec- tos de la luz), es necesario reconocer que la vieja manzanita era, en efecto, un objeto, si no artistico, al menos estéticamente agradable a la vista. ¥ sin embargo, 1a iMac G3, que sigue siendo una computadora esté- ticamente hermosa, hoy, quince afios después, es un auténtico f6sil in- formético, una reliquia que lejos de despertar admiracién en los moder nos usuarios de computadoras, en el mejor de los casos provoca comenta rios burlones cuando observan su voluminoso monitor con cinescopio CRT © su reducida capacidad de memoria, comparada con los estandares moder nos. Esa computadora dificilmente podria correr los programas informé— ticos modernos, lo cual usualmente es una sentencia de muerte para una computadora. Y ahi entra 1a disyuntiva que Octavio Paz decfa que cons- tituia la Gnica fuente de belleza de un objeto industria! si sirve o no. Y es donde Paz dice que un objeto industrial, cuando deja de ser- vir, se convierte en desperdicio y s6lo tiene un destino: el basurero. a MODERNIDAD ww modemidadyobsolescencia blogspot.com ay Obsclescenct mademidadvobsolescenciag@amaicom Miguel A. Chavez Autor Pero, jesto es asi? iTiene que ser asf? {En verdad es preciso vol- ver a pasar cada pocos afios por 1a misma curva de aprendizaje, realizar de nuevo le misma inversiGn de tiempo, esfuerzo, y hasta dinero reempla zando todo lo ya existente, para comprar nuevas cosas con las que, des- pugs de todo, vamos a acabar haciendo las mismas tareas que hacfamos ya con nuestras tecnologias "Viejas"? jRealmente existe una verdadera nece sidad de tirar a la basura todo lo viejo y volver a comenzar desde ce~ ro? 10 mis que una “necesidad" se trata de una "necedad", un capricho o un deseo inculeado por los medios publicitarios y el percibido deber de mantener un cierto estatus social que se deriva del tipo de posesiones materiales que tenemos comparadas con las cosas que tienen los demfs? Esto podria ser el tema de una muy interesante tésis. Yo en lo per sonal siempre he sostenido que 1a obsolescencia, sobre todo cuando se refiere a equipos tecnolégicos, es algo relativo. Y mi justificacién es que sin importar que ya haya una nueva versién del mismo tipo de arte— facto tecnolégico, eso no necesariamente significa que la versién ante- rior ya no pueda seguir resolviendo las necesidades de sus usuarios, so bre todo si esas necesidades no han cambiado sustancialmente con el pa~ so del tiempo. Volvamos al ejemplo de 1a iMac G3, 0 de cualquier computadora per- sonal producida, digamos, en los Gltimos veinte ajios. Tecnolégicamente, se trata de dispositivos no s6lo obsoletos, sino ya completamente supe— rados por las nuevas tecnologfas. Pero si lo que necesitas hacer con tu computadora es simplemente navegar por Internet, o escribir cartas y co rreos electronicos, estrictamente hablando lo Gnico que necesitas es un MODERNIDAD ww. moderidadyobsolascencia blogspot.com aw Nscleseencia ‘modernidadyobsolescencia@gmallcom dispositive que pueda correr algin navegador ms 0 menos decente 0 un programa de procesamiento de textos, y nada mis. Bajo esas especifica~ ciones tan basicas, cualquier computadora corriendo Windows XP y utili zando Firefox, 0 el mismo Internet Explorer, puede cumplir con el obje tivo de forma bastante decente, a pesar que los fabricantes de softwa~ re, comprensiblemente, estén empefiados en decir que el sistema operati vo es obsoleto, es "inseguro" (un término muy vago y poco relevante si Jo vemos desde el punto de vista de un usuario basico cono el que des- cribimos). Claro, los avances en programacién harén que algunas nuevas paginas Web no sean compatibles ya con el navegador que se puede utili zar en 1a computadora, y el hecho de que el sistema operativo ya haya sido "deshauciado" por su fabricante hard eventualmente que los dends fabricantes de software dejen de desarrollar herramientas para Windows XP, pero eso en si no significa que la computadora que corre ese siste ma operativo ya no sirva para nada. Entonces, jen qué momento un dispositivo electrénico, o una compu tadora, cumple el destino final que le reserva Octavio Paz a los obje- tos industriales? Simple; como dice e1 Nobel de Literatura, "en el mo- mento en que dejan de servir". Pero afin aqui hay matices: si el dispo- sitive dej6 de servir debido a que sufrié una falla catastréfica y ya no es posible obtener repuestos para repararlo, o si el costo de arre- glarlo es mayor o casi igual a lo que costarfa reemplazarlo con algo nuevo, entonces sf, es casi irremediable admitir que Paz tiene razén y que nuestro viejo dispositivo ha cumplido su ciclo y debe dirigirse al cubo de 1a basura, MODERNIDAD Pero si el dispositivo dejé de funcionar porque la parte intangi- ble, el software, ya no est4 a la altura de los requerimientos impues- tos por las nuevas versines, todavia existen alternativas para seguir aprovechando el dispositive electrénico y demorar, aunque sea un poco, que se convierta en uno mas de los millones de elementos contaminantes que tanto daiio le hacen a nuestro planeta. Por ejemplo, podriamos buscar versiones alternativas de software que nos permitan utilizar nuestra vieja computadora casi como si usé~ ramos los programas "oficiales". El impresionante desarrollo “de los programas “ablertos", como Linux y Open Office, hacen posible seguir utilizando computadoras realmente antiguas de forma préductiva, por lo menos hasta que sus circuitos integrados colapsen catastréficamente por el daiio térmico acumulado en todos sus aiios de servicio. © bien se podrfan dedicar a tareas ms sencillas, pero que pueden ser realizadas con total confiabilidad sin necesidad de contar con las G1timas versiones de 1a tecnologfa. Por ejemplo, hoy fui a cierto cen- tro comercial a hacer las compras de la semana, y al hacer mi pago pu- de ver que las terminales de punto de venta siguen utilizando “Windows XP, Y eso est bien, porque aunque se trata de dispositivos que mane- jan transacciones monetarias, no se encuentran conectados més que a la ved interna de la tienda, y no son vulnerables a los tan temidos ata— ques cibernéticos asociados a Internet, y que fueron uno de los princi pales argumentos a favor de la cancelacién final del soporte a Windows XP después de mas de quince afios de buenos servicios. Por supuesto, llegard un momento en que el software actual ya no esté a la altura de nuestras necesidades y tengamos que cambiarlo, lo MODERNIDAD que a su vez casi con toda certeza significard que tendremos que can- biar también nuestros dispositivos electrénicos, porque “las nuevas versiones de los programas ya no podran utilizarse en los modelos an- ticuados de computadora. Y entonces tendremos que decidir si le dare~ nos la oportunidad al viejo dispositive de seguir funcionando en otra parte, quizés dondndolo a alguien que lo pueda utilizar, 0 si “1leg6 Ja hora de mandarlo al relleno sanitario. Entonces mi hipdtesis sobre la obsolescencia tecnolégica es que se trata de algo totalmente relativo. Mientras tus dispositivos elec trénicos o informaticos te sigan siendo Gtiles, mientras sean capa- ces de satisfacer tus necesidades, y mientras no sufran de una falla catastréfica que signifique su destruccidn ffsica, no hay realmente una raz6n para deshacerse de lo que ya tienes para volverlo a com= prar todo otra vez. Quizés esta idea se ve influenciada por mis propios hébitos tec noldgicos. Miro a mi alrededor, mientras separo la mirada de la :é- quina de escribir IBM Wheelwriter en la que estoy escribiendo estas palabras. Estoy escuchando misica proveniente de un aparato de soni- do al que esta conectada una tornamesa, que reproduce uno de mis ca~ si seiscientos discos LP. En los estantes est buena parte de mi bi- blioteca, asi como mi coleccién de discos compactos y de pelfculas en formato DVD. Mi computadora portétil, una Sony Vaio de casi diez aiios de antigiiedad pero que, contrario a lo que decfa el fabricante, es perfectamente capaz de correr Windows 10, se encuentra grabarido 1a misica del disco LP y convirtiéndola en archivos digitales en for mato MP3, lo que me permitird escuchar mis viejas canciones sin da- MODERNIDAD iar los cada vex més frgiles discos de vinil, o desgastar las cada vez mas diffciles de encontrar agujas del fonocaptor. ¥ mi méquina de escribir consentida, mi Remington 12 de 1924, reposa pacientemen te en una repisa, esperando su turno de escribir el! préximo ensayo de este ludita teenolégico que todavia encuentra satisfaccién y uti lidad en los viejos dispositivos analégicos y digitales. Muchos de mis viejos discos LP tienen su contraparte digital en Ja coleceién de discos compactos. Afios atrés caf en la tranpa de la nodernidad y volvf a comprar mi misica en CD, porque era el nuevo y mejorado dispositivo que ofrecfa una claridad incomparable en un me~ dio virtualmente indestructible. Sf, asf los anunciaban, cosa que al paso del tiempo comprobamos que no necesariamente era cierta; pero esa es otra historia. ‘También 1legué a tener una importante coleccién de peliculas en formato VHS, que luego fueron reemplazadas, en su mayoria, por su e~ quivalente digital en DVD. Pero después se presenté el nuevo formato BluRay con mayor calidad de imagen, y fue entonces que caf en cuenta de que si me hacia de uno de esos nuevos aparatos, iba a tener que volver a gastar un dineral reemplazando cosas que eran perfectamente funcionales y que satisfacfan totalmente mis necesidades. Asi descu- bri el paradigma de 1a obsolescencia relativa que es la base de mis actitudes actuales hacia 1a tecnologia en general. En conclusién, la obsolescencia tecnolégica es algo totalmente relativo y subjetivo. No estamos obligados en ningtin momento a reem plazar nuestros objetos tecnolégicos por nuevas versiones si lo que tenemos adn nos resulta funcional. Y mientras nuestros objetos tecno~ Légicos sigan funcionando, podemos ejercer el méximo poder del consu~ midor, ejerciendo nuestro derecho a ser nosotros quienes decidamos el momento en que nuestra tecnologfa se vuelve obsoleta y debe ser reen~ plazada, 0 si podemos seguir utilizando nuestros dispositivos en ta~ reas y aplicaciones (tiles para nosotros y que no requieran de mayores caracterfsticas ni mejor funcionalidad. Escrito en una maquina de escribir IBN Wheelwriter 6784, una m& quina de escribir que si bien no es un modelo totalmente analdgico, no tiene relacién alguna con los modernos dispositivos conectados a Internet. Y no le hace falta. Ah, por cierto, Este texto fue justifi cado de forma manual a ambos mirgenes. Y hay quien piensa que eso es una capacidad exclusiva de las computadoras con costosos programas. Modernidad y Obsolescencia ixico, julio de 2016.

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