Aqui y alli
La primera categoria de relaciones
(pespunteado, cambios de nivel, vi
tas, estrechamientos, recintos, ete.)
se refiere a la interaccién entre un
aqui conocido y un también cono-
cido alli. La segunda categoria,
cuya explicacién se indica en la pé-
gina 49, se refiere a un aqui conoci-
do y aun alli desconocido.
En la parte alta del Nash’s Re-
gent’s Park, el arco divisorio sirve
para proporcionar la debida sensa-
cién de crecimiento y de simplic
dad dentro de la intrincacién més
simple, La quizé desproporcionada
altura del arco nos impele a apartar
la vista del relativamente modesto
patio y a dirigirla hacia la noble fa-
chada principal del edificio. Una
parte de la composicién actéia en
contra de la otra para intensificar el
efecto total, Mi visualizacién, abajo,
del plano para Cambridge de Hawk-
smoor, incluye esta escena vista des-
de Great St. Mary's y a lo largo de
la reformada Trinity Street, En ella
contemplamos, partiendo del gran
foro de Hawksmoor, otra plaza,
cuya individualidad, direccién y ca-
récter_quedan inequivocamente es-
tablecidas por los dos monumentos.
Como contraste, la calle discurre
plicidamente, pasado Senate House
¥, discretamente, se prolonga en la
Iejanfa, (Esto no debe ser entendido
como una eleccién entre dos posibi-
lidades sino, simplemente, como
una demostracién del impacto vi-
sual del esquema de Hawksmoor.)
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Aqui y alli
Una casa acaba de ser construida en un terreno
llano, Es un objeto que se levanta sobre una super-
ficie plana. En el interior de la casa hay habitacio-
nes, volimenes de espacio; pero éstos son inapre-
ciables desde el exterior. Todo lo que vemos desde
fuera es el objeto. Muchas casas, construidas una al
lado de otra, forman calles y plazas. Encierran
espacio, con lo que a los volimenes y espa
riores habré que afladir un nuevo factos
espacios exteriores. Pero si bien los volimenes in-
tetiores, las habitaciones, quedan perfectamente
justificados por el simple sentido funcional y de
proteccin de la edificacién, no disponemos de una
ian simple justificacién para los espacios/volime-
nes exteriores. Son algo accidental o marginal.,0
no?
En un mundo estrictamente materialista, lo que
nos rodea guarda cierta semejanza con un rio que
discure entre pefias. Las pefias son los edificios y,
el rio, la circulacién —rodada y de peatones— que
corre ‘entre ellos. Sin embargo, este concepto de
corriente de flujo, es en realidad falso, por cuanto
la gente es, por naturaleza, posesiva. Un grupo de
gente de pie en una acera, tomando el sol o char-
lando, coloniza el lugar, obligando a los demés que
circulan por la calle a dar la vuelta al grupo. La vida
social no est confinada, Ginicamente, a los interio-
res de las casas. En. cualquier sitio en el que la gente
se retina para conversar, ya sea la plaza de un mer-
cado 0 el foro, hay algo que expres lo que deci
mos y que proporciona identidad a la actividad: el
mismo mercado, un punto focal, una avenida per-
fectamente delimitada, etc. Dicho de otro modo, el
exterior se halla tan vinculado a los espacios como
el interior, pero por razones distintas, por razones
que le son propias.
Debemos abogar, pues, por un exterior con con-
tornos articulados; algo que no sea, simplemente,
una parte de la superficie del terreno por la que
circulan hombres-hormigas y vehiculos, y en la que
se han ido plantando largas filas de edificios, uno al
Jado del otro. En consecuencia, en vez de unos
alrededores y contornos disformes, basados tinica-
mente en el principio del flujo, estimamos que fo
que debe perseguirse son unos contornos articula-
dos, resultantes de interrumpir precisamente dicho
flujo y canalizarlo, dejando libres de él las plazas
del mercado, los paseos y las plazas (y sus deriva-
ciones de orden menor).
El resultado de esa articulacin de la ciudad en
secciones perfectamente identificables no es otro
que la creacidon de un AQUI y la admision de un
ALLL; y precisamente una adecuada manipulacion
de estos dos conceptos espaciales es, en gran parte,
Jo que da origen al drama urbano, Los croquis
de las siguientes paginas contribuirin a poner de
relieve alguno de los més importantes aspectos de
la utilizacin del espacio en la escena urbana.potas
Aqui y alli
Un recinto obra del hombre,
por muy simple que sea, di-
vide lo que nos rodea en un
AQUI y un ALLI. En la par-
te de acd de este arco, en
Ludlow, Inglaterra, nos ha-
amos en el presente, en un.
mundo exento:de complica-
ciones, en nuestro mundo.
En el otro lado, es ya otra
cosa, pues ese espacio tiene
“algo” que le es propio, una
vida independiente. Y asi
como un méstil que sobresa~
Ie por detrés de unos ed
cios nos sugiere, inmediata-
mente, la idea de mar (vasto,
interminable, inmenso), la
torre de la iglesia convierte
un simple “cierre” visual
(abajo, a la izquierda) en un
drama de Aqui y Alli (aba-
jo, a la derecha),
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