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‘oT Febrero Fi HOGAR Vi LA ESCUELA Para {a mujer, ta « dulzura es el me- i ss. -sugerir: he Va gran saga a jor medio de te jest, e preci: nner razon. "We Maisterse to qué inte, COLABORADORES DE “EL HOGAR ¥ Sefiora Teresa Gonzélez de Fanning +7 Amalia Puga de Losada_ Dra. Laura E. Rodriguez Dulanto » Esther Festini Senorita Dora Mayer Miss Elsie Wood » Grace Garnahan Srta. AmandaVel Asquez(argentina) » Marfa Jestis Alvarado . Carlos Wiesse Enrique Guzmén y Valle Agustin T. Whilar Isidoro Poiry Ignacio La Puente Moisés Rodriguez Dulanto Felipe Merkel Wenceslao Molina # Froildn Sanchez Rodriguez Luis Miro Quesada Gonzalo Pineda Iglesias Luis Ego Aguirre * LA ESCUELA” | Sefior Francisco Garefa Calderon »» Federico Blume ‘ », Rodolfo Zavala Eduardo J. Steane », Ricardo Garcia Rossel] », Carlos Monje Pedro 8, Zullen Julio Castaneda Mejfa Elias Samanez Salvador M. Cavero Eduardo Llosa on Espinoza Rar Tne PMc tins Companeho. ar: ; » ” ” » x yy * Horacio Urteaga Antolino Alvarado Ano I—Naim. 3 LIMA-PERU ‘ebrero 1” de 1909 » Ev. Hocar y Se 4 La EscuEta* ¢ sp SS ee REVISTA PEDAGOGICO-LITERARIA Directora: Elvira Garcia y Garcia Instruyamos 4 nuestros nifios Si al formar la individualidad del nifio, vemos que no es posible sepa- rar la instruccién dela educacién, porque aquélla forma uno de los factores de mas importancia, para. educar, yeamos en que cousiste la instruccién y como debemos consi- derarla, desde él punto de vista, de lo que mas conviene al niio, instruccidn consiste en la ad- quisicién de nociones nuevas, que den una idea perfecta de lo que es el hombre, los objetos qnele rodean y los fené6menos que se realizan en su alrededor. Nada de lo que el in- dividuo es, ni de lo que ha de ser- virle, le debe ser desconocido; y no puede penetrarse dela verdadera esencia de las cosas, quien sea ig- norante. Para adquirir esa suma de eono- mientos, indispensable para eono- cer todos los secretos de la vida, deben ponerse en ejercicio inmedia— to y progresivo las facultades inte- lect de cuyo desenyolmiento depet el grado de saber que al- can ndividuo, porque median- te ellas, se estableceré una relaci¢ intima, entre el ser interno (qu cE DIRECCION: = VALLADOLID (NP 83 Secretaria: Rebeca Catter mamos espfritu) y cuanto pasa fue- ra de él Las relaciones entre cada indivi~ duo, y cada uno de los érdenes de cosas, no pueden fijarse de manera eficaz, sino con elauxilio de una ob- servaciOn prolija y const bre la manera como aparecen ¥ se desenvuelven las facultades de ob- servaciéu y de meditaciéu. Esta labor no puede ni debe ser aislada, sise quiere que sea fructifera; pues debe atenderse 4 la lenta evolucién, que ofrecen las otras facultades, cu- ya base reside en las primeras, pero que, por sus miiltiples aplicaciones, ofrecen una importancia mas gran- de aun. Tal pasa con In induccidn, Jageneralizaei6n y la coordinaci6n. a instruccién del nifio no debe encaminarse sino en el sentido que marque la observacién hecha sobre el despertar de estas facultades. En los primeros anos debe prescindirse, de cuanto constituya las ideas me- ramente abstractas, para dar la Sate Sa 4 aquellas, en las que el sstimonio de los sentidos, al mis- mo tiempo gue no da lugar 4 du- das de niu; peur’, permite ad- quirir nociones fundadas en la ob- vacion y la experieneia, Yor regia general, la instruceisn EL Hi ——— que se de, debe estar dirigida de tal modo, queaquéllo que se trata de en- sefar, esté en perfeeta armonfa con la eapacidad intelectual del nino, 4 fin de que, pueda asimilar lenta ) provechosamente, todas aquellas ideas, que formaran su contingente de saber. Esas ideas trasvasadas asi, con gran facilidad 4 Ja inteli- gencia infantil, se quedardn allf, convirtiéndose luego en sustanc propia la que s6lo asi ser nutritiva. Las ideas, eminentemente abs- tractas, que son del t6do incom- prensibles para la débil capacidad del nifio, no le sera posible retener- las, porque no le penetran, y 4 du- Tas penas, 4 costa de grandes es- fuerzos, s6lo aleanzaré A recordar las palabras, no pudiendo pasar de allf, porque esta marcado el Ifinite de lo posible, en su fuerza de reten- cin y de comprensién. La instrucci6n, que el nifio reciba, ha de estar en correlacién con su edad primero, y en seguida con sus aptitudes especiales. y con el medio én que gravite. Cnalqniera que sea la organizacién 4 que se sujete, siempre debe ser ante todo, objeto ¥ motivo preferente de educacién, en tanto que se dirija 4 cada uno en sus relaciones con el individuo, con Ja familia y con los maestros. Lallemand se resuelve por asunto tan delicado de esta manera: “La republica, en su interés mismo, debe dar gratuitamente 4 todos los ni- fos que la necesiten, una _perfecta educacién, la que esté mas en ar- monfa con su organizacién y sus aptitudes. Después de la escuela siguen los hospicios, las salas de asilo, hasta las escuelas especiales, para aquellos que lo hayan mereei- do en atencién 4 su comportamien-— to especial. Segin los result obtenidos, se atendera 4 cada wu: rente, procurando- Je un porvenir feliz, como Jus! 0 pre mio por sus obras meritorias, Con mucha raz6n afirma el autor citado, la extension general que de- be aleanzar la instrucci6n; pero de- be tenerse en cnenta, que en todo se ha de proceder dela practica la teorfa, de los sentidos al pensa- miento, de los hechos particulares filasleyes generales, para volver en seguida 4 las leyes de la apliea- cién. Puede pues, asegurarse que Jos conocimientos que recibe la in- teligencia del nifio, evando no si- guen este proceso, quedan vagando inuy por la superficie, para escapar- se en seguida. oe Entre los primeros conocimientos que se trasmitan al nio, han de es cogerse aquellos que sean de inte- rés general, en todo tiempo, y en cualquiera situaci6n quese atravie- se, La marcha quese sigaen su ad- quisicion ha de ser tal, que cuanto se adquiera sirva para el resto de la vida, cualquiera que sea el pun- to en que se detengan los estudios. Han de extenderse ademas 4 todas Jas ranas de utilidad practiea, tan- to para el individuo como para la sociedad en general, sin perder nun- ca de vista las aplicaciones morales Y politicas de que son susceptibles. Renouard, juzgando este impor- tante problema, desde otro punto de vista, dice: “La ignoraneia, es ante todo, la ineapacidad de discer- nir el bien y el mal, lo verdadero y Jo falso, lo Util y lo nocivo.” i “La ciencia por excelenciaes la de la vida; muchos la poseen, bien que vueltos extraiios 4 los medios onli urios de cultura i Beaute intelectual; éstos de la experiencia y elnombre de ig- 1e nos sabios, de algunos lite- de mauer EL HOGAR Y LA ESCUBLA ratos, sin conyiecién ni ereencias.” El estuerzo general debe ser com- batir la ignorancia y esti lucha 86- lo puede emprenderse instruyendo al nifo. Blignorante es una espe- cie de ser neutro, cuyos actos, obra de un instinto sin regla y_ sin guia, carecen de responsabilidad. Hay que perdonarle muehas cosas por: que en bnen ntimero de vee no sabe lo que hace; pero no es extra- Tio, que se convierta en una amena- za social permanente, quien puede atacar con s actos mal inspira- dos y peor dirigidos. Esto habla muy alto 4 favor del deber impe Tioso que todos tienen, de trab: para introducir rayos de luz, en ese aos ininteligente, hasta transfor- marlo en wna fuente de produccién, que beneticie al mayor nfimero El deber de destruir los prejuicios que sostienen la ignorancia, se ex- tiende 4 todos sinexcepcién, porque los frutos cosechados,aprovecharan 4 todo el elemento social. No hay excusa, que pueda aceptarse para restringir los medios de propagar Ja instrucci6n, puesto que el resul- tado inmediato serfa la desorgani- zacion y la decadencia social. La ignorancia aisla dela sociedad 4 aquellos, que vuelve incapaces de comprender cl rol que deben desem- pefar. Laindiferencia jes peor aun quelaignorancia misma: ésta aisla el raz6n y seca el alma, Sabe donde esta el mal y no procura reme- diarlo; conoce la regla, que debe aplicarse y la tratasinembargo, co- mo sino existiera. No establece comparacién entre la manera de _juzgar las cosas y el cémo éstas “se presentan. Todo le es igual, que _se practique lo bueno 6 lo malo, lo justo 6 lo injusto. Se _ La intima solidaridad que asocia 81 la educaci6n 4 la instruceién, vuel- ve 4 éxta indispensable para la ad- quisicidn de la primera, Sin embar- go una buena educacién es la con- secuencia necesaria € inevitable de una completay bien dirigida ins- truecién. Obra interminable seria el entrar en los detalles del programa, que serfa necesario confecclonar, para redueir las distintas faces de lo qua progresivamente sellama educaci6n primaria, secundaria y superior, La ensefianza primaria debe ini- ciarse 4 los siete afios, con ligeras nociones de lectura, escritura dibu- jo y msica. La edad en quecorres- ponde comenzar, esen efecto, la que se relaciona con el desenvolvimlen- to mas enérgico dela facultades mf- micas, oral es y escritas. Ensefar 4 leer al nifio, antes de aleanzar esta edad, es una labor del todo fmproba, por mas que su as- pecto efectista, halague la vanidad de madres y maestras inexpertas. El nifio para aprender 4 leery sobre todo, para comprender lo que lee, hace un esfuerzo muy grande, cual- quiera que seael método, que se em- plee en su aplicaci6n. Estando pues probado, que ese rtabajo, exige una buena suma de esfuerzos, no debe iniciarse en la primera infan- cia, que como es sabido apenas ter- mina 4 los siete afos, manifestan- dose con la caida de los primeros dientes y la aparicién de los segun- dos; en este perfodo de transicién, que tan delicado suele ser en al: gunos nifios, es inereible el gasto de energfas que derrocha el nifo, en cambio de otras nuevas que ad: quiere. si ig contemplaal nifo y se preocupa por asegurarie un porvenirleliz, deintro- ducirloen esa labor serfa y trase dental, como es la deensenarle a leer. Si consideramos, casi como un de. lito de Jesa-infancin, el ejercitar 4 un nifo de pocos anos, en la pac te labor de aprender a leer, 4edmo juzgaremos la de obligar al nino, (ue aprendid A traducir esos signos en temprana edad, 4 que sreite en el aprendizaje delecciones de me- moria?—Vemos multitud de nifos de seis (siete atos, que Tenan su cartapacio delibros de volumen res- petable, de los que tienen que apren- derse las sacramentales definiciones, realas y divisiones, que en seguida han de repetir con entera fide idad en los exdmenes 6 en el seno dela familia, donde le escuchan la madre: envanecida y la abuelita extasiada de esa precocidad infantil, sin pen- sar en que yan insensiblemente la- brandole un mal, porno saber amar ni comprender bien al nino. Cualquiera persona que haya vi- vido frecuentemente entre ninos, habra observado, con cuanta faci dad recuerda el niio, los nombres, el uso y la aplicacién de todas las cosas, que le sirven en la préctica, de la vida; asf mismo, puede hacer comparaciones con los estue~zos de reenerdo, que se ve obligado a ha- cer para repetir mas tarde los tér- minos, desde el momento que no se vale de las aplicaciones practicas de los objetos tnicamente, sino de Josestudios superiores de las Cien- cias Naturales. El estudio de estas Ciencias, con el preludio que tienen hoy en las Lee- ciones de Cosas, aplicadas 4 la prée- tica, contribuye mucho 4 despertar Ja inteligencia del nino, levandole un verdadero caudal de con los que podré dar ap, tos titiles ci6n inmediata. La facilidad que tiene el nifio, pa. ya que las impresiones nuevas Te de. j deros, y que al mis — jen rasgos dur mo tiempo sus cultades de expre. amente sién reproduzean inmec y trasformen en os, favorece Jnejor que en ninguna otra edad, estudio de la Geografia. Los ma” pas empleados en li ensefianza ¥log” que se reitaré luego en reprodn- cir, le fijan la posicion exacta y has. ta la imagen de los rios, las monta. as, los lagos & & no olvidando fa- mente esta ensehanza, que llegara — A constituirle un verdadero esparei miento cuando esté bien di Este estudio, convenientemente He yado, cond ice al dehistoria, por la indicacién de las épocas del deseu- brimiento de cada porcién terrestre, y la descri ycién de cada localidad, — con loshabitantes que allf seeneuen. tran. Por el estudio del lenguaje. la ins truccién elemental conduce en pri? mer lugar al estudio de la Gramati* ca, en relacién con la lengua decada uno. En suma, la indicacién del mayor ntimero de objetos y de los fenéme nos que pueden ser presentados al nifio, debeestar acompanada de la manera de observarlos. La obser: vaeion, en efecto, no debelimitarseé la simple contemplacién del objeto 6 del fenémeno; es preciso adem dirigir la atencién sobre la ne dad de comparar los unos sobre otros, sealos caracteres principa’ les de un mismo objeto. sea estos aa fotros. & &. 2 ‘ara dirigir la i i6n eaten igi He instruccién de Inta los seres y los objetos, sefaline dolos con sus nombres respective sacudiéndose de las concepeiones fer tiqnistas y de las fibulas segtin los que explicaba los fendmenos que he: rian sus sentidos. Ya en lasegunda infaneia, esos fendmevos le hieren, y su inteligencia puede distinguir, Como sus manilestaciones estitn li gadas dla existencia de los objetos 4 tal sustancia, y comosutaltade preparacidn constituye esas indivi dualidades sin intervencion de po tencias exteriores. Exvima GAROLA Y GARCEA. gGalevia de +— mujeres celebres RY LA BSCUBRLA ——_—_=_=—$—$—<——— 83 —— cambio, texas dexgracindas mufe Sin distinci6n de culto nide nacionali- dad, lox medios que puedan rehabilita las. Asi ha conseguido apartar del c minodel vicio, 4 contenares de mujeres 4 quienes. las. circunstancias, las mals Compnntas, sl apetito brutal del hombre y la misoria, habian precipitado por tan bscabrosos Senders. Mio. Bogulot pudo haber disfrutado, como toda mujer de gran posicién 8o- cial, de une vida tranquila, eonfortable yapacible; sin embargo, ha preferido consagrarse Ala humanidad doliente é imperfecta, Nola ha Hevado al cumpli- miento desu noble misién, fnieamente: Ja idea religiosa, ni tampoco ha ereido encontrar allf une serie de distracciones, que como todas Ins mundanas, satislic ciera sus momentos de ; no, s6lo la ha impulsado una especie de necesidad invencible de sar », en obsequio de los demas, Asf, re¢ una, de esas des- graciadas, constituye para ella. su ma~ Yor felicidad. No obstante lo delicado de su salnd, se la ve sin cesar en demanda de nuevos medios para, mejorar la. condicién mo- ral y material de las mujeres desgracia- das. Para reunir mayores sumas, que hagan frente 4 su gran empresa, estudid muy seriamente esta cuestién haciendo: conocer sus investigacionesy procnrando Ja solucién desus delicados problemas en Jos numerosos py frecuentes viajes que em- pores En 1885 asistié al Congreso de Roma; en 1887 al de Lausana; en 1888 asistié, como tinica francesa, al Congre- so Feminista de Washington. Asf con todos estos méritos ha sido cuidada, aclamada, tratada como embajadora, y nombrada, como uno de los cinco miem- bros dei Comité permanente del Consejo Internacional, nomhramients nido an bteen a ane oe pane ha te- mitista establecido, durante cidn de C) 7 nny men

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