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u La doctrina ‘Las ciencias propiamente dichos, les que so ha con- ‘venido en denominar posilipa, ac presentan como ottos tantos puntos do vista sobre In walidad, puntos de vista exteriores y periferios, Nos delan fuera de Ins cosas, limitindose a abordartas do lejos. La viskin que an de celles se parece a Ins porspoctivas sumarias ‘que obtenemos de rma eludad cuando le miramos, bajo diversas angulos, dese lo alto de tas eotinas que Ia ro- ean, Ni siquiera esto: pues, muy pronto, por un pro- feso de Ia abstraccin, las vistas eoloreadas coder st ugar @ eroquis exqueméticas, hasta a simples notes convenclonales, do un uso més prictico y midis rapido, Asi las clenclas quedan prisioneras det simbolo, com todo lo que su uso trac consigo de inevitable relat ad. Pero ta Filosofia pretende descender al interior de To real, postrse en ef eljeto. seguir sus mil roteos y rupliegues, obtoner de él un sentimiento dinveto ¢ ‘mediato, penetrar hasta el gorazin su iutianidad eons rete no se contenta con un anlisis quiere una ine Hay una exitencia que, desde ol pr ‘cemos mejor y com mis seguridad que euslquier otra ; thay um easo privilegiado en que el esfuerzo de simpatia reveladora nos es natural y cast fll; bay uaa realidad fl menos do Ia qyo noe apaderamos por dentro, que ppereibimos Interiormente, profundamente. Esta retli- ad, somos nosotros mismos. Realidad tiplea, por donde eonviene eomenzar el estudio, La Psicolagia 108 pone en contacto directo con ella; luego ta Mctatisien inteata generalizar ente contacto. Pero silo puede ine tentarse tal goneralizzcién sl ante todo estamos farnl- Harizndos eon Jo real on el punto en que mu acceso 106 ‘std inmediatomente ablerto. Del sarintertor hacia ol see exterior : tal es, pies Ia ruta que debe seguir el pe sneniente del fildsito, eConocerse a st mismo: Ia antigua méxima ha continuado siondo Ia divisa de Ia Filosofia desde $i- crates, I divlsa que sefiala por lo monos si momento inieial, aquel en que, desvidncose hacia Ie profundided icin st trabajo propio de penetracién, cia continia extendiéndose en super- Ficie. Cada fildsofo 2 su vex hia dado un comentario y tuna aplicacin dle esta viela divisa. Pero Bergson, ms que ningin otro, renueva profundamente su sentido, Jo aulsmo que todo Jo que toca, ¢ Cusl era Ia interpreta : cidn corriente antes de al? Para no hablar mas que del iltima siglo, puede decirse que, bajo In influcncia de Kant, la critica se preseupaba sobre todo de distin- ‘gait In apostactin del sujeto en el acto de eonod lento, de establecer que perebimos lus cosas a través de determinadas formas representativas tomadas de ‘nuestra constituctn propla, Tal era, todavia ayers Ja imancea clasien de eonsiderar ol problema, Pues Lien ; extn actitud es proeisamente la que, por une marelia en seitide conteario que continaard siéndole familiar en cl curso de sus investigasiones, ha destrnido. Bergson. Nos hia parecido, die (1), que existin motive para plantearse cl problema inverse, y preguotarse si los ‘estados més aporentes del mismo yo, que nosotros fereemos aprchender directament, no seni pereibi- dog en ln mayorin de los easos a través do detersainadas formas temadas del mundo exterior, el cunl nos devel- vvetia ani lo que nosotros le hemos prestado. A priort, parece bastante verosimil que las casas ocurran asl. Porque suponiondo que las formas de que hablames, y ‘las cuales adaptaros la materia, procedan completa ‘mente del esptite, parvce diffeil hacer una aplicacion tonstante de alias a los obfetex, sin que 6sto8 pronto Ins linpregnen de su propio color: uilizando entonces, ‘estas formas para cl conocimiento de nuestra propia Yersona, os exponemos a tomar por la colorscion misma del yo un refleo del mareo donde lo colocames, 6 decir, en definitiva, dol mundo exterior, Pero por ‘lemos ir mide lejos, y affemar que formas apliables ‘Tas cosas no podtdn scr completamente obra nues- (0) at sr dots nonediteb eteece, consti, a inovann ux noe que tales formes deben resultar de una trans suecidn entre 1a materia y el espeitw que si nosotros ‘amos mucho a esta materia, sin duda Teeibinos algo le ella; y que asi, cuando intentames posesionarnos uevamente de nosotros mismos después de una excur- sién por el mondo extetior, ya no tenemos las manos Tres. Para evitar esta consceucncla, habria, ex verdad, un subterfugio viable, que consistiria ex sostener por principio una absoluta analogia, una sinitud exacia centre In realidad interna y las cosas de fuera. Las for- mas que convionen a las unas convendrian entonces jgualimente a la otra. Puro ebservad ya que tal princl- pio conmstituye, en primer término, una tesis metafisien euyn aflemacion previa seria iegitimy aventar como postilado rnetodologico. Obsérvese em segulda, y ante todo, que sobie este punto la experieaela es decisiva y raniliesta mfs,clarameate cack dia el fracaso de Jas teortas que guleren asimilar et mundo de la conciencia al'de 1a materia, que quieren calcar Ia Psicologia sole la Fisica. Se trata de «drdenes diferentes. El utillje de In primera no es transportable a Ja seguada. Se im- pone, por tanto, Ia acitud adoptala por Bergson. Nos- otros dcheinos realizar un esfuerzo, un trabajo de re- forma, para levantar ol velo de simbolos que eavuelve aucstra habitual ropresentactin del yo, que nos oculta asi a nucstras propias miradas, para volvernos a excone ‘rat por fin tal eomo somos realmente, inmediatamente, ‘ex lo mix Intimo de nosotmos mismos, Este extuerzo, sate trobajo son necessrisy porgue, ¢ para contemplar 1 yo en su pureza original, In Psleologia debe eliminar 6 cortegle delerminadas formes quo ostentan la. marca. ‘sible del mundo exterior» (1), Cues son estas fore mas? Limitemonos a Ine principales, Las cosas se nos apmrecea como unidaces enumerables yuxtapucstas en ol espacio. Compencm una multiplicidad mumérien y ‘espacial, un palvo de términos entre Ios cuales se ata Dlccen nexas geométricos. Espacio y niimero ; he aq as das formas de Inmovitidad, 10s dos esquernas, willsis euya obsesin debemos olvidac, Yo no digo (que no haya ningcn sitio por asignarles aun ene mundo Interse, Pero sw adovuacion es tanto menor & medida (que nos Internamas mats en cl corazbn de a vida psieo- glen, 8 que hay, en efecto, muchos planos de venefencte, cesenlonados en profundidad, que seialan todos los gr dos entre el pensamniento puro y In aexi6n corporal y ‘los quo Interesa a 1a veo cada fenbmeno del espirta, ‘asl epetido a mil olturas como Jos arménieos de un tnlsmno sonido, 0, silo preferi, a vida espritual no se macstia en superficies uniformemente transparentes, sino que surge como una ola primernmente répida, poco a poco desplegada en haz, que atravicsa diversos, ‘estados, desi el chorro sombrlo y abundante del ms~ nantial hasta la dispersion luminosa de las gotitas que flotan en el sre; y cada uno de sus modos ofrece a sit vex un earicter somejante, no siendo mismo més que tun hillla del haz total. Esta es sin dud, ta ica cen A) salar des does nuns de te cose, comes ea. tral y generatia del admirable libro initulado Malitre et Mémoire. Yo bien quisiera que me fuese posible condensar aqui su substancfa, haeer sentir su asombroso Poder de sintesis, que logra sublimar toda una metafi- sin y estrechatia con wn poder tan fuerte que el eriterio ‘acaba por hallarse ex Ia disvusion de algunos heehos Thumildes rvlativos « la fislologla del cerebro. Pero si rigor téenico y su misma eoneisién, unidos a su riquozn, lo hacen irresumible ; por eso me limita a indiear bre- ‘vernente sus conclasiones, Por poco que blaenemos de mélodo positive, e¢ preciso coufesar que existe, ante todo, un mundo inte- rior, una aelividad esplriteal distinta de la materia y de su mecanismo, Ninguna quimien cerebral, ninguna danza de dtemos equivale al menor pensamionte — {qué digo? —, aa menor sonsacién. Algunos, es clettoy hhan asentado una tosis de parallismo, segin ta cual ‘eula fenémeno del espititu comespende punto por panto a wn fexdmeno del cerebro, sin adit nada, sin {nflule en su eurso, no husiendo mls que traduclelo ex otra lengua, de tal manera que wna mirada bastante pempleaz para seguir hasta en sus poqustios episodios as revolucioncs moleenlares y los efluvios de propa- ‘gacién nervioss,Ioerin «In ver en lo mvs seerete de Ia coneiencia asociada. Pero quién podri diseutie que tuna tesis de este género no et, em realidad, sino wna hipétesls que solvpasa Fnfinitamente los datos clertos ite Ia biologln sewnal y que no pucde formutarse mis que descontanco las deseubrimlentos futures en una Airecclon preconechida ? Digimosto de una vez? esto no 5 verdaderamente una tesis de ciencin positive, sino una tesis metafisica, en el sentido enojosd de eate ‘términe. A lo samo, su valor no podria ser hoy més que ten valor de intoligibilidad. Ahora bien este valor no Yo ysee. ; Como comprender una concianola despro- vista de cfieacia y, por lo mismo, sin vincales con 10 teal, especie de fosforescencin que, subrayando el eon- torno de Tas vibraciones cerebral. a como por tilagro, con su resplandor misterioso e initil, a due plicar Ia imagen con elertos fenémenes ya completos lla? Bergson decendid al terreno do ta diaée- tica y, hablando a sus adversaios en su lengua farni- line, desarticalé bajo sus ojos el « paralogismio psico- fisioligice +: sélo a condicién de mezelar ea un mismo Giscurse dos sistemas de notacioncs incompatibles dealisma y realism — s¢ Vega « enuncar Ie teas Dparlolsts, Esta argumeniacléa eauss impresion, tanto ‘mds euanto. que se adaptaba a la forma habitual de las Aiscuslones entre filivofos. Pero una prusha mds poste tiva y mas categirica se detenvuelve a lo largo de ‘Matiire et Mémoire, Sobre el ejemplo preciso del ro- ‘everdo analizado hasta su cltimo fondo, Bergson aprehende en Io vivo y mide la separactin quo existe centre elma y cuerpo, entre espiritu y materia, Lego, poniendo ea prictica Io que ha dicho ea otro lugar sobre la ereacién de conceplos nuevos, llega a cone clair —son sus mfsmas expresiones —y que dabe exis- tir entre el hesho psieoligleo y su substrate. cersbral tuna rvlaclin sid generts, que no emi Ja determiinactén dll no por cl otro, ni it Independencia reefproca, ni o finovann 2 moe tn pods ds at por equ nversamwat af 4 simple conan pa 0 play us espnde a inguno de Toy concept Pecos ue In ahunacdln pene mucsio acti jit quo puede fecmulnse aprosinacamnle en eaten {Dade an esade pel, In pte snzable de este estado, la goo #6 teadia, yor aid del custo o por algunas aceon da utp, et Sore Seatada eh el cents el reo es indopendnto de wo ene eqevalene ceviral, De tee quo Tloie face ur dads pon crertoces ‘hee wind peoliglon eresion, pte na ston tuslequlcra, Son etd pseligion que Uanan to ts do eomin el stn equa lr, nw SEO Inara pian caer nachos cute, pero no toot Teo teapot a geanrens cent soe teat Haden, No pada concise al mec tna fproenncén een mdgenes que dapnumen como base de, No no repeacniamor ee mage, tam Yo, sn sastentara con in ibn gue YR fe ets fore Ne nc otnes ne e Ge el ee oe mnlandbe moviniente que pusian reproduce, Late shez, slo se be, of lo ropretado eb Stone, Sapo eta hem men pest I image. Saponed angen ao vas quai un marge, Ge Spa mnye an aru ol Yeammieao, Aa ol Bulle eta Site jragaise de Pop sen ded ‘ademage de 190 Tensamiento es relativamente Ubre © Indeterminado fon relaciéa a ta actividad cercbral que lo condi- siona, pues ésta no expresa mas que Tas articataciones ‘motoras de la idea, y Ios articulaciones pueden set les mismas para ideas absolutomente diferentes. Y, sin. em- Dargo, no se trata de usa libertad completa ni de una Indetexminacion absoluta, va gue una idea evalquiera, sogida al ssar, no presentara los artienlaciones desea dos, Ea una palabra, ninguno de Jos ennceptos simples, que In Filosofia nos surninstea, podria expoesar la rela ion buseada, pero esta relacitn parece surgit eam bias lante claridad de In experiencia. » El-mlsmo anilisis de los lechos nos enseia cbmo se srdenon los planes de coueleneta de que hablaba hace tun momento, la ley sogua la eual ae disttibuyea y la sigaifieacién quo so osigna a su etcalonamiento, Om amos los miltples fatermediarios para ne mae mas quo los polos extremos deta seri. Facllmente tinngiine ‘as una separacion demasiado estrieta entre el gesto y el sueio, enlze Ia acelin y ol penssmfents, enite el ewerpo y el ospltltu. No, se dan dos superficie pla- tas, sin espesor nl transiciin, yuxtapuestas a niveles Aiferentes$ sino quey yor usa insensible gradacién de profundidad croviente y de materialidad dcoreclente, fe pasa de un término a otro. Los eatacteres cambian, continuarsente durante ¢l eurso de este trénsito, ¥ ene tonces, nuestro problema Iniclal se plantea nueva ‘meale ante nosotros, mis agiide que nunca: les fore mga de mimero y de espacio g eoneverdan igualmente en tailos Tos planes de cexclaeia on foouano 1 noe Consideremos of més exterior de estos planos vite Je, el que finda con to de afuera, el que rece directa ‘mente [as impresionos do Ja reclidad externa, Vivimos enstalmente en Ia supesticie de nosotros mismics, en Ja dispersi¢n mumérien y espacial cel discurso y del gesto. Nuestro yo profando esti como recubietto por lina eovteza densa, endueeida pot la wees una nara Tia de hibitos: yaxtapuastos, Inmdviles, enumerables, ast como cosas distintes y silidas, de contornos pre= isos, do relactones maguinales. Dor la representacién {de lor fendmenos que acaceon en es corleea muerte adguleren valor, sobre todo, el eapacio y el mist, Es preciso vivir, ex efecto —Vivir In vide eomun ¥ cotidiana— con nuestro cuerpo, ea nuestros meen ‘nignos Iubituales ands que con el verdadero fondo dle nosotros rnismas, Nuesten atencién sc delira, pues, ‘comnmente, por ana fnclingeién natura, hacia el var lor practico, hacia la funcién stl de nuestros estados interioes, hacia el objeto pillign do que son el signa, Inacia el efecto que en el extesfor produerm, hacia los estos yor los cuales 10s oxpresamos en ol espacio. Un promedio socal de les modelidades indivicuales nos fnteresa més que la incomumleable originalidad de nus tra vida profundo, Tas frases del lenguale vlenen, poe ‘tra parte, ofrecer otros tantos euntros simbétices alrededor de los cuales cristalean los grupos de meca- xhamos motares montados por el hilo, anicos cle- rientos ususles de nucstras determinaciones internss, Peto ol rorantiento sovial ha hecho esos mecanismos motores casi Idénticos en todos los hombres. De abi, Iritese de sexsactones, sentimientos a Ideas, esos resi= duos weulros, desecedos, incoloros, que se mucsttan Jncrtes on la aupetticie de nosotros mismos, + como Tes holes mucrtas sobre ol ayia de un estanque > C). Ast el progrese vivid Ueselonde al tango ale cosa ma fejable. Espacio y momero se apoderan de él Ex um conjunto de étemos yastapuestos, eamblnselones que se establecen y se desinteyran, fuerzas qe 8¢ eompo~ rien mieninioatente ; y para representar este conjomto, conecptas. petriflendos, dlaMdeticamente manipalables ‘goin fichas : fe aqui toto To que a no tardar subsiste 1 lo que fad movimfento y vid. Muy otra parece In rentidael verdaderoments inte or, muy otras 09 caniclevisticas profundes. Nady desde luego, de exantitativa Ia iatensidad de on estado psicoligico no es wna dimonslon: se sustrae ala medida, Ti Kssai sur tee données imnéiides de ta cometence se inlein con In prucha de esta affrmacion capital. aSe trata de us estado simple, como, por ejemple, una Sonsel6n de Tux 0 de peso ? Su intensidad se reduce Acuna determinada eyalidad © satiz que nos sefnla ‘aprosimadamente, por una asoclucion de ideas y gra- as @ muestia experienela pAlguilda, la dimenstin de Ja essa objetiva ee donde emana. ¢ Se trata, por el ccontraria, de un estado compleja, como esas impresio~ nes de alogda 0 de tristeza profundas, que se apeeran, de nosotros por completo, que nos invade y nos dejan bsortos'! Lo qqte nogotras dencrnnatios su intensidad (0) va ee es donna tata pi 12, ‘Ro expross ands que el sentimfenta confuso de un pro- reso eualitativo, de una riqueza excelente, « Por ejem- lo, un oscuro deseo ha Megado a ver puco x poco una puniim profunda, Verdis que la débilintensldad de este lesen consistia primeramente en gue o8 pareein aislado Y como exiratioa todo el resto de vuesten vida interna. Pero poco « poco ha penetracla un mayor mimera de slementos piquicas, Uiéndalos. por desta as, com st propio colors y he aqui que vaestro junto de vista sobre cl conjtinto de las cosas patese shora aber cambinde. No es cierto que os dals cuenta de ona pasion profinda, una vea eontenida, per a hecho de fue los mistuoy obletos no profucen ya en vosotras Ia sigma Smpresion ? Todas wuestras sensaciones, todas vuestras ideas os parecen remozadas: e¥ come una aueva infancia (1). Nada existe da Ia homogoneldad que es propin de la magaited, la condielén neeesatia de Ta medida, que doja transparontar cl meas en seno del mds, Nada tampoco de enumemble, nada de ‘ua multiplieidad numérica desplegada en el espacio, Nuostrs estados internos forman sas coutinuidad cua Iitativa se profongas y se funden los anes on los ottos : se agrupan en acurdes cada una de enyas notas eon tiene una resonunela de todo el confunto: se relean de Thalos de Infinitos matices, que, progeesivarente, eolo- rean 1 contenido total de la conciencin ; viven cada tuna en el seno de todo. a'¥o suy olor de rosa ponla Condilae en boca de su estatua: esta frase traduce (Soest, le. exastamente In verdad Inmodiat, ast que la observse sion se hace bastante Ingenua y simple para alcanzar 4 dato puro. Kn un sople que pass, yo respira mi Infancia en un temblor de hojas, ex wm reliejo de Ina hallo una serie infinita de reflexiones y de en- suoios. Un pensanutento, un sentimiento, un acto pur fien revelar toda vin china Mig idoasy mis sensaciones se asemajan a mi. g Como serian posiles tales hoehos Sila vided eniltiple del yo xo presentara ol carkcter eseucial de vibrar toda ella en el fondo de cada una de Tas partis que el analisis discierne 0, mejor dicho, alimita en ella? Todas las doterminaciones psiguicas fe envitelven y se Implican reefprecamnente, ¥ que el alma esté, as presente en abssluto en enda wna de sis ssctas —sus sentimicntos, por ejemplo, 0 sus idecs en sus sensacioncs, sus reeuerds en sus pereepciones, 808 ‘voluntades en sus evidencias— es el principio justifien: live de Ins mctiforas, ol manontlat de toda poesa, ts ‘verdad que Ia filesofin modcena proclama cada ali eon mda vigor bajo el nombre de Samaneneia del pen ssumiento, c! hecho que explien nuestra responsstilidac! moral fieate 1 nuestras afeceiones ya nuestrax mis fe, o8 lo inejor de nosctros, rns ersenclass y5 final ya quo gracias a ello poderes darnos verdaderumente sin reserve, ¥ cs Jo que constituye In unidad real de suestra persona, Entremos alin ands adelante en Ios reliros escon- dot de las altoas. Nos encoutramos on es8s regiones ‘de erepusoitos ¥ de ensuotio donde se elabora mucstro ‘yo donde brota el raudal que somos uowotros, en lo se cereta y tibia intimidad do Ios tveblas feeundas donde Horabia muestra vida naclente. Las distinciones han aldo. La palabra ya na vale, Se eyen totar misterio- samente los manantiales de Ia conciencia, eomo un ine visible temblar de agua viva a través do la sombre musgosa de las grutas. Mo disuelvo en la slegria dal evenir. Me abandono a Ta deliela de ser una realidad que brota, Ya no st sl veo perfumes, sizcspiny sonidos © sk sahorvo colores, 3 Amio® g Pienso ? La euestion ya no significa nada para mi. Yo mismo y por completo soy cada uun de mis actitudes, cada una de mls vasla~ clones, ¥ no es que ml vista sea turbia o mf atenclia perezosa. Pero he recobrad el contacto con Ta resiad pura, cayo esencial movimiento no admite winguan Forma de niimero. Quien ast hace el esfusrza wecenatio, aunque sOlo sex por ua instante fugitive — en un ser verdladeramento vinterior ¥y apro- fando», dse desoutre, baja la més simple apariencia, raudales infinitos de riquera insospeelada ; el sitme de sa duraciin se amplifien y nfina sus nelos Hegan ser mis comseientes; y, ea To que Te parla primer mene brusea eortadusa o Jatida Tnstantince, diseierae lranslelones eummplojas do matiees Inensiblemente gra duados, transclones musleales llenas de imprevistas re ‘yusltas ¥ de sinuosas mare Asi, cuanto mis descenclemos Iss profundidades do Tn conciencia, menos convienen esos esquemse de soparaelém y de Inmovillded cue som las formas de ¢s- patio y de namero. EL munite interior es al de In cali- ddad pure, No tiene nada de homogencidad mesurable, para eonvertirse navia parecldo a un conjunto de elementos de estructura fatomion, Los fenémenas que el andlisis distingue en 1 no son uniades componente, sine fases. ¥ solo en el momento en gue alloran a Ta supedicte, en que 8° pox nen en euntacts con el exterior, en quo se encarnon en Aiscursos yan gestoa, resaltan ndaptables a cllos las categorias de Ta materia, En el fondo, la realidad npa> rece cone una corieate ieisterrumpida, wt impslpae Ie temblor de maticosfluidamente eambiantes, un flujo perpetuo do ondus fayuess y funslldas que se resuelven. sin chaque Jas unas en les otras. Todo cambla en ella sin cesar y el estedo en oparicnela mas pesistente es ya un cambio, puesto que dir y que envejere. Sélo Se dibujan constancioe por la materiaizncién de la costumnbne o por el efeelo de uns simbolizaetia price lica, Sobre estu, justamente, Insiste Bergson (1) ‘La apunuate dlseontinaldad de ta vide psicoldgton fobedene, puss, a que ancstra atenclén se fija en ella ‘por nna serie de aelas dseamtinuns: donde 9 hay ss fyae ana pendiente suave, creemos advertir, sigufendo ty los In Hea quebrada sle nuestros wotos de stench eldaitos de usa eseatera, Es verdad que niestra vila ssicoldgica esté Mena de cosas inprovistos. MIL in Tentes surgen, que parceen romper con lo que les pre= evil y no tener eonexién com Io que les sigue. Pero Ia diseoatianidad de sus apavicionrs se desea sobre la continuidad de un fondo ea el que se dibujan y al cual eben los misiuas intervalos que Tos separua : son Los (a) Leimatonenerke, pg. redobles de thmior que estallan de vez en cuando on 14 Sinfonia. Nussta atencin se fia en ellos porque lain leresan mis, peto cada une de ellos ex conducido por la masa flda de nusstra exfstencia psteoligien enters Cada uno de ellos no es mas que el punto mejor Humi- nado de una zona movedizn que eomprende toto lo ‘que sentinses, pensamos, qaeremios, todo lo ue nasotres somos, enfin, en un momento dado. Ksta zona enters conslituye en reslidad, nuestro estado. Ahora bion 5 de Tos estados est dafinidas puede dceirse que no som ele ‘montos ditintes So conthnion unos a otros en una. cortionte sin fin. 0 Y¥ no cresis, por olta paste, que tal deseripeién r= presente solamente o sobre todo auestsa vida sentim tal, Razin y pensumieato partisipan del mismo caric- ter, ast quo ponctramos on su profundidad viva, ya so trate do invenein ereaiona o de e208 jucios primordin~ Tes que orientan nuestra actividad. Si alguna estabilis ‘dod aris fine te manifesta en eli, es eoino un pore manenea de direceiin, porque nuestro pasado nos queda presoate Porque nosotros estamos datados de memoria, y stn ex gua, en suona, meats eansoteristen ro88 profunda, Por la memoria, en efecto, nasotras recenias, tos entiquccemos incesuutomente de nosotros mistnos De ahi proczde Ja naturaleza complatamente original dal eambio que nos constituye. | Pero es aqul donde 0s preclaolibertanse de las nepeezentaclonesfaraiates 1 ED sentido eoniin no sabe pensar el mevimiente. Se Fora del una concepeién estitica y To destruye al detenerto 9 protexte de yetlo mejor, Definite como orden de po- ficlones, por tna ley generutcla, por un borae o tabla ‘de corresponcencla entre Ingares ¢ instantes go ¢s,cX cL fondo, davio ya echo de antemano ? 4n0 es eonfun- tir ka Layestoria y el trayeeto, las puntos atravesados yl travesla de los puntos, ol resultado del génesis y el ‘énosis del resultado, on sume, la cantidad de exten ‘ian depositads on ol curso dl pesaje y Ia eualidad del pasaje que desaralla esta extension ? Asi desaparcee Ja movilidad misma del movimiento, que es su esen- da, El maismo erer comin existe respecte al tiempo. Et pensomlento nalltico y dissursivo no sabo vor ex {@ mis quo un rosario do cofncidonelas cada una do clloa inatanténens, nn cron ligico de aelactones. Se ima- gina cl conjunto de elas coma una regla grachuada en Tw que se dsaliza — cursor geométrico—ase punta lumi rnogo que Homamos ol presente. Coafigura ast ol iempo al expacia, «especie do cunrta dimension + (1), a por Jn menos to reduce a no set mis que un eaquema abs tuncta de sacesién, avia sin fond, sin orilas, que eon in fuerza asigaable, en una direceién que no es posh Ile defiuir» (2). Es que lo quiere homogéne, ¥ todo oda homogeaeo et espacio, «puesto que, camo ka ux rmogeneldad eonsisto agat en Ia ausenela de toda exa- ‘iaad, no 2-¥e ebmo dos formes do ls homoginen pucden aistingvirse nna de otra (3). 1) But eine dosaee tama (a) rtedneio @ tr atapryoiu (8) ater les dando mde, pi a ® teovano 2 now May ofra so muestra la duracién verdadera, la de- raciin vivida. Es ln heterogencidad pura. Sopocta ail grados diversos de tonstén o de relajactén, y su ritmo waria sin cesar. K)sllenelo magico do las noehes tranqutlas 0 ef desorden aloeado de una tempostad, Ja Alegria inmnévil del éxtasiso la confusion de una edlera desencadenada, una ascension ardua hacia wna verdad Lificl © un desconso ligero de un prine/pfo Iuminoso a ‘conseeuenchas que se desarrollan sin dificultad, una exi- sis moral © un dolor lonelnante cvocan intuiciones del todo ineomparahles entre si, ¥ no hay aqul instantes que se elinean, sino fases que so prolongan y se com enctran, cuyn sucesion no tone nada de una sustitue én punto por punto, slno que, por el contrarlo, se parece « una rvsolueldn musical de acordes por acordes. Y¥ en esta meodia siempre nueva que constituye rues tra vida Interior, cada momento contiene como unk ‘esonancia o un ¢co de las momentos pasados. «5 Qué somos nosotros, en efecto, qué es nuestro carder, sino Ja eondensacion de la historia que hemos vivide desde tauestro naclmlento, antes de nuestro mismo maei- ralento, ya que aportamas con nosotros disposiciones prenaturales ? Sin duda no pensames més que cou una pequefia parte de nuestro pasado: pero descamas, que- remes, obramos con nuestro paste entero, indluida 1a curvatura iniolal de nuestra alma > (1 De all que nuestra duracin es irreverale, de abi su novedad per- tua, ya que cada uno de Ins eatades que atraviesa A) Leinen crake, pape 56 envaelve el recuerdo do todos los estados anteriores. Y vemos asi, en dafinitiva, eémo, para un ser dotaio de memoria, eexistie consiste en cambiar, cambiar en madurarse, madueasse en erearse indetinidamente a st inno » (0). Con esta férmala, Renos avjut frente ol problema car pital ante el cus se encuentran Psleclogin y Bietaliiea cl problema de la libertad. La solusiin que expone Bergson seiiala uno de Tes puntos eulminantes de su ‘losofi. Desde esta eumabre se lumina para ételenigrna el ser infer. ¥ os et centro a donde yan a convergit taidas Ins lines do wu investigaclén, 2.Qud 8 Ia lbertad ? 4 Qué dobe entenderse bajo esta palatra ? Fijaos on la contestaclén que vais a dat, "Toda definicion propiamnente dicha implicard de antera- rola ters del determininmo, ya que, so pean de circulo vicloso, expresard necesatiamente 14 libertad em fre clon de lo que no os ella. © la libertad psicoligica ex una, apariencia flusorin, estes rel, s6lo podemos aprebene erin per intuiciin, no por andlisle a la Tuz de un sentie tmiento inmediato, Porque una realidad se compruch {¥ no ae coustraye : y nos ballamos aqu', como none, en tuna de esos cireunstaneias ea que la labor del fiosoto cconsate en ervar alga concepto nuevo, en ver de ater nerse a wna comblnacién de clerientos antesiores. EL hombre es libre, dice ol sentido comin, en la me~ aids en gue sw accién no depeade mis que de st mismo. ‘Somos Tibet, dice Bergson (2), cuando nuestros actos @) ietatn exter p 8 (BD eel sue ks sone iondafen det arlene, pe 21. emanan de nuestra personalidad enteca, euande Ja ex: presan, euado tienen eon ella esa indetizible semejanza, ‘que se encuentra a veoas cntro la obra y cl artista.» Dos concepeiones que so equivalen, dos formulas cons tus, ; Por qué buscar otra oosa ? Es verdad que esto es reduce a earacterizar el acto libre por sa misma origt- ratldad en el sentido etimoldgico de Ia palabra :1o que no ea, en el fondo, sino otra manera de declaratlo inconmensurable con todo concepto, refractario a de- Jame incluir em nlnguaa definicton. Pero, sin embargo ‘no €3 dato el unico verdadero dato inmediato? Que muestra vida ospinitual scm accién verdaders, capa de Independencia, de iniciativa, de novedad irreductble, no simple efecio propagado desde fuera, no simple pro- longacién del mecanismo exterior, y que sea mucstra hasta el punto de constituir en cada momento, park quien sabe ver, wa Invunei6n esenolalmente ineompa- rable y nueva: the aqui Jo que nos In hace eonsidcrae como libre, he aqui lo que representa para nosotros el nombre de libertad. Asi ententida—y decididariente x sal e6mo hay que entenderla —, 1a libertad e8 cosa profunda: no In busquemcs mis que en les grandes Aecisiones solemnes que comprometon nuestra vida, n0 en los pequeios gestos familias que su mlsina insig- nifcaneia somete a todas lus Influenolas amblentes, 1 todos los ilitos disperses a nuestro alrededor ; la Nibertad es cosa rara : muchos viven y anueren gin hae betta conoeido manca la libertad es casa gue compatta infinidad de grados y matices: ella te mide por nuestro oder de interiovidad ; la libertad es algo que se hace fen nosotros sin cesar : nosotros somos liberales mis que Tibnes; Ja libertad, on fir, es cosa de duvacida, no de ‘espacio y de almero, no de improvisacién ni de de toto: 8 lize el acto desde largo tiuapo preparado, el ‘acto grivido de toda nuestra historia, que eae como ‘un fruto maduro de nuestra vida anterior. Peto g.cémo eslablecer una verficacton positiva de ston conceptos ? j Cémo apartar ol peligro de iusién La prueba consistira en una crition de las teorias adversas, junto con una observacién directa de la rea- Tidad psieoogion desembarazada de tes formas engatio- sas que falsean su percepoion comin, Fail sera, a este respecto, retumir en algunas palabras la dialéstien do Bergson, EL primer obsticulo que encuentra la afirmactén de rauestra libertad proviene del determinism fisico. La denela positiva, dicen, nos presemta el univers como ‘una inmensa transformaclén homogénes, conservando una exacta equlvalencia entre el punto de partida y el punto de legada. Ast ; coma seria posible sta creaciéa vverdadera que se qulete persibir en el acto denominado libre? Pero la universalidad del mecanismo na sy en e] Tondo, mis que una hipttesis que todavia noesaits Aemostraciin. Enyuelve, por una parte, la concepelén paralelista cuya caducidad hemos rveonoctde. ¥, por ‘otra parte, claro esté que no puede ser sufiiente, Por lo menos exige, en efecto, que haya en algin sitio un principio de posicléu por donde sea daso una ¥ex lo gue Iuggo se conservara. En realidad, el curso de los feno- menos manifesta of juego de tres tendencias concerta- das tendensia ala vonservactén, indudableinente, pero también tondencia a la calda, como en lx degradaeién ‘e la cnorgia, y tentenci al progreso, como en ln ov9- Iueton Dlologica. Hnoor do Ta eonservacton ln union loy 4e Ins cosas implica. un arbitrario deereto por el eal som desigrados los tinicas aspectos de Jo real que esti- sams ilies 5 Con qué derecho puede exclutse, as, ‘con al estuerzo vital, sontimlenta mismo de la Uber tod, tan vivaz. en nosots0s ? Podtin decirse, es verdad, que nneatra vida expini- tual, si no es simple prolongacién del meeanisme ex ferios, proceds, 20 obslante, segiln ux mecanihme inerno, igualmente rigurose, wunque de ua genera fer vente, Soria In hipétests da una especle de mocanlsmo psieolégien, hipétesis que, bajo muchos aapeetas, parece In del sentida comtin, No ho de insistir en eatn, dese pes de tantas eviticas ya hechas, La vealidad inte Hor —Innumerable —o Lene naa de un weslonae alento de térmluok distintos donde pueda desbordarse fx easende una equsalidnd nocesitada do olfo, El canismo eon que sofiames sélo tiene verdadero sentido — ya que, sin embargo, tene uno —respecto a los izau en muestra cur feniémenies supedicales que #0 N ‘teza mucrta, es deel, respoeto a] satOmata que some ce la vida cotidiana, Admito que dé cuenta de nues- tran acelones eomunes, pore lo que aqui se diseute es nucstra conclencia profunda, no cl juego de nuestros bites. materializades. Sin hacer, pues, mie Hacapié acerca de esta cuss tion bastarda, vayamis al exanien diteeto tele, ralle pensson co ded psicagoa Intima. Todo est dispuesto para eonelasiOn. Nuestra durnclin, quo se autre ineesante- mente de ai misma, epotlando siempre un factor de rovedad inductible, pide que yn estado cualuiern, aunque foes supeficiaimente Idéntico, se repita et profundidad, «Jamés volveremos « tener nuestra alma de esta noche.» Cada uno de nuestros movimientos continua slondo esencladmente nico. Bs algo nuevo aque se afade al parade superviviente : no solamente algo mucvo, sino algo imprevisible, 2Como_ babler, cn efeeto, de una peevislin que no aca simple conje= tra, ebm consebir una dotermiuacion extrioseea y ne eesitante, cuando al veto aaciente formu unidad con Jn mma sonhada de sus condiclones, cuando étas no son eomplotas mis que en el umnbral do Ta acelin que ‘comicnza, insluyenda To que ella aporta de frreduct- lemeate original, por su fecka misma, en nuestra his totia ? Séto nos explicamos, wile prevemos fuera de lompo, rotrospoctivamente, evando ol gesto realizade tra calda en ot plano de In motertu Asi muestra ida interior es trabajo de ereaetOu dae radorat faves de maduracién lento, que vienen a ser termluadas de vex cn euando por erisis de invexcién lieradars. Sin duda la mateia esta alli, bajo las es peels de la exatumatns, como un peligro de automa tismo, que nos acecha a enda lnstente y s0 apudera de nnagottos al menor deseuida. Pero ella no representa ur notuttos sais que el residua de la existenca, fa cada mortal de Ja realidad que se deshaco, el desfallecimento el gesto creador que vuslve a caer ex Ia inescing y 2 Aooeans ne new el fonda de nuesteo ser comtinia siendo Iihertad que breta, libertad para Ia que, ex derecho, ef mecanisma mismo no ¢6 sino un medio de aceiéa, Alora blon : esta eoneopelén gua huss de nosotros ‘una exeopelin singular dentro de fa Naturaleza, un fm- perio dentro de wn impetlo? Es To qe nos queda por 1 Hiemos procure sorprender ol ser en nosottos mle mas: ¥ se nas he mostrada como devenlts progresoy tyecimiento, trabajo incesante de maduraekin eteadora en una palabra, como duracién. 3 Es preciso concluit también otro taato respecto al sur exterior, a Ja exe toncla en general? Considoromos, do todus Jas zelldades exterun, Ia rms Yeeina de nosotros: muestre cuerpo. La conoec- ros a la vez désde fucra por Jas percepeicnes y desde dentro por las afecciones. Ks, pues, para nuestra ‘cesta, un caso privilgiado. Por analogia, adumés, ‘studlaremes al mismo ompo los douts euerpos vl- ‘viontes, que wna Indueslon de eada die nos mucstea ims 0 menos semelontes al nucstro. Ahora bien 5 4 cue les som Jos caracteres clstintivas de estos nuevas 7ea- lidades ? Mucho taejor que los ebjetos inonginicos,esda ‘uua de ells poseo une individualidad verdadera; miene ‘ras los primeros gasl no so dollinitom rats quo on rcla- ‘ifm a las neccsldades do los sagundas ¥, por tonto, no constituyen seres en sl, sles acusan una porerosa, dad interior, que su prodigiosa complicacién no ‘nae ands que submyar: forman confuntos natural: mente verrados. Es0s eotos no son conjuntos do partes yustapcstas ; son organisms, e+ desi, sistemas de Fancioncs solidarias, en los gue cada detalle implica el coujuato, em lox que los diversos elementos se com ponctran, Estos urganfsmes earntlan y £0 modiliean «in oeearj so dice quo no son solamente, sino que vtven you vida e3 Ta Inestabilidad misma, algo fugaes una ‘orients continnn, Hsta fugacidad snintereumpida no ‘nada de comparable a ua movitsiento geométrieo: un sucesiém sitmada de Tose, eas una de les cuales soutlone Ja resonanela de Ladas las que precoten ¢ cada estado ubsiste en ol estado sigufontes la vida corporal fs ya memoria; el ser vivlente se cargu de su pasado, hace hola de nieve consign mismo, se abre en él ua ro gis tro ea ol que se inscribe el tipo cress y eavejece. En fin, a pesar de las semelanzas, ol euerpu vislente ontinda slondo slanpro wna espceio clo Inveneién oly solutamonte original y unica, porque no kay das ojom- plates completamente Igueless y apavees, entre los hjelos ineries, depésito de indetersinacién, centro de xpontaneidad, de contingencia, de acckin -verdadera como sl, en ol curso de Tos feubmenos, nada pudlera produelrse roalmonte nuevo mis que por su modiselén. Tales son les tenloncias caracteristicas de In vida, tales Jos aspectos que ell presenta a la chservacion inmo- liata. Lo mismo si la actividad espritual preside ine sonseleute a la evolucién Lologlca que si simplemente Ja prolongs, os indadable que Yolvemos a encontrar ‘qut y allé tos rasgos esenciates de le duracion er a ‘oovano an nov ero acabo de decir individualidads. ,Fs,en eecto, tuna de la sofales dstintas do Ia vida ? Sabido es, sin embargo, cusn diflell cs definite con rigor. Ea ninguna porte, ni siquiera en el hombre, se realizn plenament Yyexisten sores, sada fragmento de los cusles regenert In wnidad completa, en los que In individnalided py reoe completamente ilusoria, Esto es evidente, pero ‘hos encontramos agat en el orden dela Biclogia, donde Jy precisiones geométrieas no son correntes, donde Ia realidad s0 define menos por la poseslén de deter- ‘minados caracteres que por su tendencia a acen- ‘tuaulos. La individualided Se manifiesta especialmente ‘como tendencia ; al considerarla ast, nadie puede nogar ‘que alla constituye, en efecto, una de Ins tendencias Tundamentalos de la vida. Lo que oeurre es quo la tendenela a ta individuaclon queda en todas partes, ¥ siempre equiliheeda, y, por tanto, limitads. por una iendencia antaginicn, Ia tendencia ala asocincién, sobre todo Ia Lendencia a la reproduceita. Ello representa tna reclifienelin neeesaria en nuestro andlsis. La Naturaleza, ajo muchos aspectos, parece dosinteresarse de los in viduos. «La vida aparece como una cortiente que va de ‘germen a germea por mediaciOn de un organisms des- ‘rrollado + (I). Diviase que éste Glo juega el papel de tun lugar de tréusite, Lo que importa es mas bien la con~ Linuldad de progeeso del cual Jos individaas no som nts que fasestransltorias. Entre estas fase, por otra parte, nig exlsten divisorias preetsas, sino que cata un se 0 ricer, pie 20 seve ye fundsinsenablemente ena siguiente. Hl yer- dadero problema de In herencia, 410 consste en saber cimo y hasta qué punto ua ausvo individuo se destaca ‘elon individuos goncradores? Et weradero mistrio de Ja hevenela g no es senso Jn diferensi, y no a semie- Jaman, quo se gevan de un térino otto? Sea To que fuere de su solucin, todas les fascs individuals se poloogan matuamente y se eompenetran. Kxlate una menor de It raza por Ta eval incesantemente ep sso se acumula y se conserva. La historia de la vida so incarpora a su presente, ¥ ah radica precisamente In razin tltima de esa perpetun novedad que nos sor- prendia hace un momento, Las earacteres de la evolu Gin bilgca son al los mismes que los dl progress hhumano. Volvemos n encontear de nuevo ea la duracion I eondicién misoa do Jo eal. «Beto entonces ya no es peclo Dablar de a wide en general cowso de an abse ‘ruedion, © como do una shuple ribrica bajo Ia cual sc Antetbe a tos los sees vivlentes» (1). A ala, por contraric, pertenece la funcién resizndace primor- Hs una corviente muy real que pasn de genera- cm generacin, ogaaiza y atravicna algunos euet- os, mo se detiene 0 uo se extingue en ninguno, Por lo tanto, una conclusiia so vilumbiea ya ea su ford, la readad ro deveait. Pero sernlante tesis choca ablertamente con todas muestra iets fara res, De at unn Smperiosn necesidad de sometetla a la prueba de wa exanion eto y de wna verlicalin pos TG Eetton enue, py, 28 teocaan un noe BL sentido comua, deciamos hace poe, contiene suliyacente unu metafisiea que Yo anima ¢ Informa. ‘Segia esta motatsiea, a la inversa de lo que seabamon de prvaentir 10 real en su iltimo fondo es inmovilidad, ‘ermanencia. Coneepeiin del todo estitica, que ve en ser precisamente lo contrario dal deventr's no se dee ven parece decir, ms que ea la medida ea que no 86 0 es, por otra parte, que esta conoepelén pretend negar el movimlento. Pero se lo representa bajo cl pecto do una oscllacin en torno a tipos invariable, de ‘un torbellino quo gta en torna a wn mismo panto, Cada fendmeno se le aparece como uni transformacién, con ‘equivalencia del panto de partida y del punto do We ada, de tal manera que el mundo adopta la forma de ‘un equilisio eterno en el que sada se erea, nada se x. No es monestec instarla mucho part rever tUrla.a Ia vioja idea do wn retorno celien que lo retituye todo a sus condiclones originarias, Todo se concibe ‘asl, a imagen de Ia periodicidad astrondmica. Una trepitaciin de tomes, en la que sélo importa eler- tas einvariaciones » que son tradueldas por nuestros sistemas de ecuaciones : ie aqui to que queda det Uunivemo desde este momento desvanccida «en humo slgebraicos. No hay, por consigulente, nada de més ni de menos on el efeeto que en el grupo de las causas ; {¥ Ia relacln causal thende hacla la identidad como Iineia su asintota, Semejante eoneepeién de Ia Naturaleaa daria mo- tivo a numerosas objeciones, aunque no so Lratase mis ‘que de Ia materia inorginica. Yala simple Fisica man festa Ja Inguficlencia de una ccneepelda puramente niecantelsta. Et raudat de los fonémenos corre en un sentido irreversible y obedece a un ritmo determinado. Si quiero prepararme un vaso de agua azucarada, or mis que haga, debo esperar que el aztear se di suelva » ({}. Se trata de hechos de los cuales no da cuenta ¢l puro mecanismo, ya que no considera sino relaciones estaticameate concebidas, reduce el tiempo ‘8 una medida, como um denomiuador comin de las ssucesfones coneretes, un deteraiinado nimero de eoln- tdoneins de Ios que toda verdadera pre dogradando. Al lado de algo que permanece cons- ‘ante, el mundo eontiene tambien algo que se gnsta, que se disipa, que se agota, que se desiace, Es mis: un fragmento de motal, en su estructura molecular, eon: serva Illa indeleble de Tas operaciones a que se Le hha somtida : hay, dicen tos fislcos, una «memoria de Jos slides s. He agul otros tautos datos muy posit! ‘vos que deja escapar el puro mecanisme. Ademas, {no es previso que establezeamas ante todo Yo que luego fe contervavd 0 se dageadard ? De abt otra nspecto. de Tes cosas: el aspecto génesis y creaciin; de hecho (i) Seaton etre, pg 0. ‘eomprobames ol esfuerzo ascendeite do la vida voua uma roulidad no menos bulllante que Ja Inerela miecd- nlea, En dotinitiva, un doble movimiento de ascensiin ¥ de flescenso: tales apzrecen a Ja cbservacién inme- Giata In vida y In moterin. Estas dos cortientes se fucuentran, Iuchum entre si: es of drama de Ja evalu dn, euyo seutldo expresd un dla magnificamente Barge som prodisando ol lugar eminonte que pertenoe al hombre en Ia Nuturaleza ‘No pueto considerar la evolucfon genstal y ol prox eso de Ta vida en el eunjunto del munco organiza, Ja coordingcién y la subordinacién dela funciones vi= tales unss a otras en un mismo ser vivlente, Ins rae clones que la Palcologla y In Fislologia combinadss, pparcesn pbligadas a ostablecce entre la actividad este bral y el pensarsiento en el horsbre, sin Megara la com clusién de que ia vida es un inmenso esfuerzo intentado por el pensamidito para obtener de ka matedia algo ‘que 4 materia no qulslera datle, La materia es ierte i ln sedo doa nccosldad ; provode meetnieaments, Parece que ol pensamiento trata de aprovecharse de esta aptitud merdniea de Ja materia, utilizala para acciones, convertir asi en movinnientos eontingntes ea. el espacio y en improvisibles acontediuientor ex el ompo Lodo lo que ella trac consigo do enorgta crea~ ora —por Io mencs toda Io que esta enengia tiene de realizable y de exteririeable, Sabin y Inboriasamente asiontoia comaplicaciéa. sake conpliensién parade: ‘yar Ja Tibertad de Tn ngessidad, para componerse uns materia tan sutil, tan mévil, quo Ja tis fad Tega a nantenerso on equllitio, por una yerdadera paratoja fislen y gracias a an esfuorze quo no podea durar uke cho tiempo, sobre esta misma movilidad. Piro el pensa- siento se alla eogita en In toampa, Hl tori! sobs tl cual se ha colocado ae apolera ee 6! y lo aurastra, quedando al fin prisiouoro de los mecanismos que el sso ha moutads. Bt automatismo se apoders de ol, ¥, por ua inevitable olvide dal fin que so habla fijado, la Vida, que no dehin ser més que un medio ortentado «us Fin superior, se contume por completa en un es wore pora couservaise a sl misiia, Desde el sus hu tilde de los soret ongantzados hasta os vertebrados superiorea Iamodiatamente situnos antes quo ol hout- be, oxistimas a una tentativa siempre frasteada, slem- por conliswata com un arte cada ver més sablo. 1 hombre ba teiucfado com iifealtad, por otra parte, ¥ do un modo tan ineompleto, quote busta un momento de pato y de InatoneiOn para que el automatiszno vuclva a apoderarse de al, Ha tluafads, sin embargo.» (). ‘Afiade Pergaon en otro Tngor (2): ‘Con eb hicmbve, Ia eonciencia some Ia endena Hn el hombre, y solo en e hombre, se Jibera Ja coneien- cla, Tods In hislovie de Ia vida, linata agul, habia sido a de un esfuerz0 de ta cuneloncla para vlevar la mae tesla, ya de un aplstamionte mls o menos complato dle In consioncia por ln rnateria que eaia sabre clla, La ) alba de te Site foangase ds Patric, ein de 2 ae mayo e191 Gl ft ena gy 250-25 * “Sousanp ono feimpresa era patadgjiea—sl es que puede hablarse qu, como no sea por mettfora, de empresa y de es fuerze, Se trataba de eronr con le materia, que es Ia neeesldad misma, vn instrnmento de Iibertnd, de fa bricar uno meesniea que triunfase del mecanismo, ¥ de utilizar ol detertinisme de la Natucalera para passe a través dv las mallas de la red que habla tendide, Peru, ex todos os casos moos en ot oaabre, Ja conch cia go ha dojado enger cn la red euyas mollas queria travesar. Ha continando sfenco cautlva ce los mex canismos que habia montado, El automatismo, al que prelendia alraor en ol xontida de Ja ibertad, se arrolla alrededor do ella y Ta siesta, La conslonela earece do fuorza para sustraorse a él, porque la energla Ne que habia hrelio prosiskin para olguncs actos se utiliza ‘eal Lola en conservar cl equlibrie fnfinitarnente suti cialnente inestable, a que hn eonducida la materia Mus cl hombre’no sélo conserva su miiquiza, sino que Mega « servirse de ella como le place. Debe esto sin dua a Ie supectoridad dp su. cerebro, que le permite construit uin-nimero ilimitado de mecanismes moto- eee a ere eee slencla un cuerpo Inmaterlal donde encarnorse y Ta roleva ast de ponerse exstusivamento sebre los exerpos materiales cuyo efluvio le arrastrarin desce Iuego y le cengullria pronto. Lo dobe a la vida soral, que alma- eens y conserva Tos esfuerzes come ol Tenguaje ab maceiia el pensamiento, ja as! un aivel medio al que o Jos Individuos deberén clevarae de un vuslo y, por esta cexcitaolon inieial, implde que los meilloeres se duet san e ineita a los mejores a subir més alto. Pero nues- tuo corebro, nuéslim saciodad y auestro Ienguaje no ‘som mis que los signos exteriors y diversos do una sola y misma superioridad interna, Hllos dicen, exda uno ‘au manera, el éxito tinien, exeapeionnl, que Ja vida ha sleanzado en un momenta dco de su evoluctén, Tradween la diferencia de naturaleza, y na solamente 1a do grado, que separa al hombre del resto de Ta. ani rmalidad, Nor dejan adivinar que sl, al extremo del fancha trampolia sobre el cual la vida thebia ompron- dda su aevancgury todos fon devi han deseendido, por cevcrda tendida demasiado sit, unleamente eLhosilre ba sallads el obsticwlo. » ero no por ella el hombre esta sislado en Ja Nae ‘urntece: ‘Como el mts pequofia grano do polvo os sulldasts te toda aucstro sistema golnn, arrastrado eon él en le movimiento indiviso de deseenso que es Ie mate= Nalldad mista, gst todos los sores organizadas, slesde tl mad humid al eats elovado, desde los primeros ori- genes de la vida basta ol tiompo cn que nos exeuntra- tas, y en todes los lugares coma en todos los tiempos, rio hacen nis que hacer sensille a los ofos un Impulse Si iento de ta materia, y, cn 31 Snverso del mo rmlsmo, lndivisible. Todos los seres vivas se sostienen, 4 todas eoden al misuno formidable impulso. Et uimal toma ga punto de apoyo en Ja planta, el hombm exe boalga sobre Ta anfmalidad, y Ia hrmanlded eater, ex al espacio y eu ol tiempo, es ux iamenso ¢jérsito que ialopa al lado de eada uno de nosotros, delante y ds ts de nosotros, en uni carga arzebaladora, eapoz de lerribar tovas las resistencias y de saltar muckos chs- wlos, basta quizh el dea muerte (1) ‘Vemos as! sobre qué amplias y Jejanas conclusiones va a eorase la nueva filosoia, Ea las piginas que raeaho de eitar, de una posta tan poderosa,resuona pra fundo y pura su acento original Algunus de sus tos! capitales estan ademas sefialadas en elles, Prro abora mporla descubsir su sida infrnestructura de hechos. Y ante todo, el hecho de la evolucién biclogica Por qué ha sido tomads como fundamento dl sis- tena ? 4 Es realmente un echo, o aeaso no os mils que luna teotia ms 0 menos confeturable y plausible? CObsecvemos, en primer lugar, que 1a tesis evolucto- sista ge presenta por o menos conto umn instrimento de coordinacién y de Investigacion admitido en muesloos digs por todos los sabios y echazado solamuate bajo Ja Insplaelim do Ideas preconecbidas que no tiauen rca do clontificns: y st nelortn on el papol que so le ‘confi, esto sn dade, es yaa prucha de que responde ‘algo veal. Por ora parte, paede irse ms lejos. « La idea del transformismo est4 ya en germen ea la clasi- legeldn natural de los seres onganizados. EI natura ists aprosiina, ea efeeto, unos a olzos los organises que so asemolan, tugga aivida ol grupo on suberupos dentro de Tos custes Ia semojanza es mayor ain, ¥ as (2) Liat efatree, pg 206-204, sucesivamente: @ lo lange de la operacién, los carace ores dal grupo aparecen come temas generales sole los eusles cada uno de los subyrupos eJeeutarla sus ‘ariacfones particulores. Pues ble tales procsaaente Ia relneién que eneortmmos, en el mundo animal y cn el mundo vegetal, entre lo que engendra ¥ Jo que && fengendralo: solze el caiamazo que el antepasade tansnite a sus dascendieates, y que los poseen ex comin, cada tno pone su bordado original» (). Es lerto que podemes preguntaros s1 el método de fi lineidn permite Hogar a distinciones tan grandes como aguellas de que nos haze testigos la yariedad de ins especies, Peto Ja Embrioloyia esta abt para responder tstrdntones eomo cada dia se Hepa las formes mis cexoclsas y rhs complelas de Ja vida partiendo de for- ‘mgs ru clemontalee sy la Paleontotogia, a medida gue se desenvuelve, nos hace asistr al misino especticulo tena historia universal de In vida, como sl Ta sueaetin de Las fases que atraviesa el embsion no fuese mis que tun Tecuesdo y un resumen de todo el pasado del exel tha sada. Ademds, Tos fondmionos de mutaciones brus- as, rvientemente abservados, conten a hacer mds ficiimente inteliginle esta concepeién que so. Ipone por tantas razoues,dismrinuyendo la importaneln do los Inganas aparentes en la coatinuidad gencaldglen, Ast toda nuestra experiencia wth orieatada en el mismo sentlde, Hay certldunbres que uo som mis que centvos fe probabiidedes eoneunentes : hay verdaes que silo = som detesminadss por linegs de heshot, pero determi nadas sufielentereato por su latesecelda, por su eon ‘veryencla, ¢ Asi se mide In distancia do un punto Inae- caulble, mixandelo slternativamente desde los panto quo ae tiene acceso x (1), g No serh éste el eso ? Pa rece tanto mis inevitable alimanlo cuanto que ol len guale transformista os el Gxleo que puods hablar Ja Diologis actual, La evolueléa, on efecto, puede muy bo or transpucsta, poro no suprimida, yn que, en todo e280, quedaria siempre el hecho ostensible de que Jas foumas vivas encontradas en estado de vestigios en In sueesién geoligica de los terreuos, se eolocan por In aie nidad ralural de sus earsetores en un orden de swce- sion paneln a la de los edudes, Bn realidad no formu Tames, pues, une hpétcels al sontar desde ol principio Ja aflemnolin evoliclonista, Pero conviene eonechie bien su objeto, tha evoluciént La palabra se halla hoy en todas pars tes, Pero gy lt Idea verdadera? j Que rara es | Interro- gucmus a fos astréuomos autorcs de hipotests onamo- gonieas y sus fleclones de nebulosa primitiva; a los fisicos que imaginan, mediante la degradacién de la tenergia y la disipaciim del movimiento, el reposo finsl el meno material en la Jnorcia de un equate house ‘gene 5 alos bidlogos y u toa pslodlogos enemigos de las espocies Lijas v intoresatos por la Mistoria ancestral. Lo Ggue se preocupan de diseernir en In evolucion, es Ja ine Agencia persiatente de rina causa inicfal uon vex dada ; Bolt det See franpaen de Ping 2 db aye 1802 es la atrnecida de un fin inmévil; es un has de leyes ante fa elernidad euyo cambio Mega a sex desprusiate como una apatiensia. Yel que eoncibe ol unlveaso como tan edifisio do relaclones Inmutablos, nigga eon st mé= todo lu eveluclén de que habla, ya que la transforma, en un efecto calculable, producida nceesatiamente por tun jogo regulado de condiciones gencrativas, ya que admite impliitameate ol eardeter Hasotlo de un ovenir gue no afiade nada a To dado. La finelidad misma, si conserva su nombre, no le salva de si error, porque finalidad para A ma ex mas que eficiencia proyectada en lo pervenin Ast le vemos fijar etapas, mavear dpocas, inserter medion, colveat Fnderos alia: os, destruir slompro al mavinilento al detenenle ante sus miradss, Asl, por otra parte, obramos todos por ‘una inelinacton instintiva. Nuestro enncepto de ey, bajo su forma eibica, no os gencral: no representa sivo Ia ley de coexistenca, la ley de mecauisine, la readin cestiticn euize dos términes muméafeamento dispar; ¥y para eomprender ls oveluelém nos sora preciso inven- tor sin duda un nuevo te de ley : a ley en Ia dutacién, In rdadon dinimica, Parque puede concsbirse—y g.n0 5 cllo preciso —que exista una evolusién de Ine Te yos naturales, que éstas no dellnan nunca més que un fstado de cosas momentines, que sean cn el fondo como eftfcs dererminadas en cl flujo del devenir por fel onouentre de eardientes eentrapucstas, «Las leyes, dice Bontrous, soa el eauce por donde pasa el to- do los Koehos: ellos lo han abierlo, aunque Jo sigan.» Ved, no obstanto, Ins teor'as comunes de Ia

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