Esta semana estudiaremos la visión de Apocalipsis 12
y su relación con la iglesia remanente. Para ello, debemos interpretar y esclarecer los símbolos de esta visión (la mujer, el dragón, el hijo varón, etc.) El capítulo se divide, como veremos a continuación, en tres partes bien diferenciadas:
Primera parte: Los versículos 1-6
describen la visión de la mujer que da a luz al hijo varón y es atacada por el dragón. Segunda parte: Los versículos 7- 14 describen los mismos eventos, centrándose especialmente en la acción del dragón. Esta parte acaba con el mismo periodo profético que la primera. Apéndice: Los versículos 15-17 van más allá de las dos partes, describiendo la acción del dragón después de los 1.260 días o tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo. Aparece el remante. Apareció en el cielo una gran señal: una mujer Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se estando encinta, clamaba con dolores de parto, en halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado la angustia del alumbramiento. También apareció fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de devorar a su hijo tan pronto como naciese. Y ella nuestros hermanos, el que los acusaba delante de dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por hierro a todas las naciones; y su hijo fue medio de la sangre del Cordero y de la palabra del arrebatado para Dios y para su trono. Y la mujer testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por la muerte. Por lo cual alegraos, cielos, y los que Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y sesenta días (vs. 1-6) del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al agua como un río, para que fuese arrastrada por hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la la gran águila, para que volase de delante de la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón serpiente al desierto, a su lugar, donde es había echado de su boca. Entonces el dragón se sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra un tiempo (vs. 7-14) contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo (vs. 15-17) Es la IGLESIA DE DIOS compuesta por los verdaderos creyentes en las diversas etapas de su historia (Isaías, 54: 5-6; 2ª de Corintios, 11: 2)
Está vestida del sol, que es Cristo
(Malaquías, 4: 2; Apocalipsis, 1: 16)
Lleva una diadema de victoria
(Apocalipsis, 2: 10)
Tiene doce estrellas que pueden
representar tanto al pueblo de Dios en el Antiguo Pacto (las 12 tribus) como en el Nuevo (los 12 apóstoles) En el versículo 1 representa al pueblo de Dios que esperaba ansioso la venida del Mesías, con sus pies cimentados sobre el sistema de sacrificios del Santuario que era sombra y reflejo de la obra de Cristo, así como la luna refleja la luz del sol (Hebreos, 8: 5) En los versículos 6 y 14 representa a la iglesia perseguida. Evidentemente, es Jesús, el Mesías prometido, que ascendió a los cielos (versículo 5) y fue glorificado (versículo 10) Como se explica en el propio capítulo, es Satanás (vs. 9) que arrastró a la tercera parte de los ángeles en su rebelión (vs. 4), que fue expulsado del cielo (vs. 8) y, tras la glorificación de
Cristo, exiliado definitivamente
a la tierra (vs. 10-13) El agua representa “pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas” (Apocalipsis, 17: 15) y una inundación de aguas representa una invasión de gente (Daniel, 9: 26) Satanás “inundó” a la iglesia verdadera con gente no convertida, corrompiéndola y provocando una persecución contra los que abrazaban la verdad. Los verdaderos creyentes tuvieron que ocultarse en el desierto (lugares con poca gente), como les ocurrió a los Valdenses y a otros grupos de creyentes. 1 Hay una guerra en el cielo de donde son expulsados Satanás y sus ángeles.
“Y su cola arrastraba la tercera “Después hubo una gran batalla en el
parte de las estrellas del cielo, y cielo: Miguel y sus ángeles luchaban las arrojó sobre la tierra” (vs. 4) contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo” (vs. 7-8) 2 Jesús nace en el seno de la iglesia y es arrebatado por Dios al cielo, donde es glorificado. En ese momento, Satanás es exiliado definitivamente a la Tierra sin tener ya el acceso al cielo que tenía antes (Job, 1: 6) “Y el dragón se paró frente a “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente la mujer que estaba para dar antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual a luz, a fin de devorar a su engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, hijo tan pronto como y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces naciese. Y ella dio a luz un oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha hijo varón, que regirá con venido la salvación, el poder, y el reino de vara de hierro a todas las nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque naciones; y su hijo fue ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros arrebatado para Dios y para hermanos, el que los acusaba delante de nuestro su trono” (vs. 4-5) Dios día y noche… Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (vs. 9-10, 12) 3 Satanás intenta destruir la iglesia de Dios por un periodo de 1.260 años. El desierto ayuda a la mujer.
“Y la mujer huyó al “Y cuando vio el dragón que había sido
desierto, donde tiene arrojado a la tierra, persiguió a la mujer lugar preparado por que había dado a luz al hijo varón. Dios, para que allí la Y se le dieron a la mujer las dos alas de sustenten por mil la gran águila, para que volase de doscientos sesenta delante de la serpiente al desierto, a su días” (vs. 6) lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (vs. 13-14) Este periodo de persecución aparece en Daniel y Apocalipsis bajo distintas expresiones:
Apocalipsis, 11: 2; Apocalipsis, 13: 5. Ya que son periodos proféticos, debemos aplicar aritmética profética: Un día = 1 año (Números, 14: 34; Ezequiel, 4: 6) Un mes = 30 días = 30 años Un año = 360 días = 360 años Mil doscientos sesenta días 1.260 años 1.260 días = 1.260 años
Tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo 1.260 años
1 + 2 + ½ = 3 ½ tiempos = 3 ½ años Tiempo = año, del arameo ‘iddan, que la versión de los LXX traduce directamente como año (Daniel, 4: 16) Tiempos = 2 años. La palabra aramea para “tiempos” significa “dos tiempos”.
3 ½ años x 360 días = 1.260 días = 1.260 años
Cuarenta y dos meses 1.260 años
42 meses x 30 días = 1.260 días = 1.260 años
3½ años = 42 meses = 1.260 días/años
Periodo de dominación de la Iglesia apóstata que persiguió duramente a todo aquel que se oponía a sus enseñanzas, usando para ello el poder civil. “Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis, 12: 15-17) La mujer (la iglesia de Dios) es ayudada por la tierra (no el desierto) que impidió que el torrente de falsos creyentes y la persecución la destruyese. Esto ocurrió a partir de 1620 cuando los “Padres Peregrinos” llegaron a América en el navío Myflower donde pudieron adorar a Dios con libertad de conciencia en un nuevo mundo. Así, 178 años antes de cumplirse el fin de la persecución, ésta fue acortada.
“La persecución contra la iglesia no continuó durante todos los 1260
años. Dios, usando de misericordia con su pueblo, acortó el tiempo de tan horribles pruebas. Al predecir la "gran tribulación" que había de venir sobre la iglesia, el Salvador había dicho: "Si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados." (S. Mateo 24: 22). Debido a la influencia de los acontecimientos relacionados con la Reforma, las persecuciones cesaron antes del año 1798” E.G.W. (El Conflicto de los Siglos, capítulo 16, pg. 309-310) Satanás manifiesta su ira contra una parte de la iglesia de Dios: “el resto de la descendencia de ella” (vs. 17) ¿Quiénes son? ¿qué características tienen?
1. Surgen a partir de 1798.
2. En la “tierra” que ayudó a la mujer: América. 3. Guardan los mandamientos de Dios. 4. Tienen el testimonio de Jesucristo que “es el espíritu de la profecía” (Apocalipsis, 19: 10) La Iglesia Adventista aparece en la historia en la primera mitad 1 del siglo XIX, pocos años después de 1798.
La Iglesia Adventista nace en Norteamérica, desde donde se
2 extiende a todo el mundo.
La Iglesia Adventista enseña a guardar todos los mandamientos
3 de la ley de Dios.
4 La Iglesia Adventista reconoce el don de
profecía en la hermana Elena Gould White. Igualmente, reconoce que ha de manifestarse un amplio don de profecía en el seno de la iglesia como una de las señales del fin (Joel, 2: 28) “El pueblo remanente de Dios, los que se destacan delante del mundo como reformadores, deben demostrar que la ley de Dios es el fundamento de toda reforma permanente, y que el sábado del cuarto mandamiento debe subsistir como monumento de la creación y recuerdo constante del poder de Dios. Con argumentos claros deben presentar la necesidad de obedecer todos los preceptos del Decálogo. Constreñidos por el amor de Cristo, cooperarán con él para la edificación de los lugares desiertos. Serán reparadores de portillos, restauradores de calzadas para habitar” E.G.W. (Conflicto y Valor, 20 de septiembre)