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Teoría y Práctica de la Comunicación II Cátedra Martini - Carrera de Ciencias de la

Comunicación - Facultad de Ciencias Sociales - UBA

Teórico 8/9/09
Segundo cuatrimestre 2009, noveno teórico

Teórico del 27/10/09

1) Concepciones previas (TRADICIONALES) de la identidad cultural

Objetivistas:

a. Esencialismo: la cultura es una segunda naturaleza y es algo dado a los individuos por herencia.
Es racial, biológica. El grupo étnico es un grupo de pertenencia.
b. Culturalismo: la identidad cultural preexiste al individuo que la recibe en tanto herencia a partir
de la socialización.
c. Primordialismo: la pertenencia al grupo étnico es primera y la más fundamental de todas las
pertenencias sociales. Se da en función de una genealogía común. Ej. Geertz.

Subjetivistas:

Lo que cuentan son las representaciones que los individuos se hacen de la realidad social y sus
divisiones. La IDENTIDAD CULTURAL es un sentimiento de pertenencia e identificación con una
colectividad más o menos imaginaria (v. Anderson). La identidad es variable. CASO EXTREMO: es
una elección individual arbitraria.

2) Concepción RELACIONAL y SITUACIONAL (Barth)

La identidad es SOCIAL, no cultural. Se construye en el interior de los marcos sociales que


determinan la posición de los agentes y orientan sus representaciones y elecciones. La ETNICIDAD es
producto del proceso de identificación en tanto ORGANIZACIÓN SOCIAL DE LA DIFERENCIA
CULTURAL.

La identidad surge en situaciones de CONTRASTE específicas entre grupos sociales. Una


identidad diferenciada solo puede ser resultado del intercambio con OTROS. Se construye
RELACIONALMENTE en una SITUACIÓN DE CONTACTO específica. Así surgen los RASGOS
DIACRÍTICOS como índices de las diferencias: color de la piel, vestimenta, lengua, costumbres.

La identidad se puede construir desde el propio grupo (ADSCRIPCIÓN IDENTITARIA/


autoidentidad) o la pueden construir los otros grupos más o menos poderosos (heteroidentidad). En este
caso hay relaciones de fuerza simbólica que pueden producir una IDENTIDAD NEGATIVA (v.
Bourdieu, violencia simbólica, autoridad, legitimidad). El ESTADO ha tenido históricamente el poder
de identificar SINCRÉTICAMENTE a sus ciudadanos (v. políticas inmigratorias y de alfabetización
masiva en Argentina).

La identidad cultural es, entonces, una modalidad de CATEGORIZACIÓN basada en la


distinción NOSOTROS/ELLOS como diferencia cultural.

Barth

Grupo étnico:

• son PORTADORES DE CULTURA (vs. esencialismo), no comparten una cultura común.


• Las formas culturales son ADAPTACIONES al CONTEXTO. Un mismo grupo genético puede
exhibir diferencias culturales según la región, variaciones dialectales, p.e.
• Son FORMAS DE ORGANIZACIÓN SOCIAL que se producen en la INTERACCIÓN a
través de la ADSCRIPCIÓN CATEGORIAL que clasifica. La categorización se realiza en
función de rasgos diacríticos (señales y emblemas de la diferencia) que son los que los actores
consideran significativos (no la suma de diferencias objetivas). Solo importa la adscripción del
sujeto, no su pertenencia objetiva a un grupo.

La IDENTIDAD ÉTNICA tiene una naturaleza INTERACCIONAL, es un recipiente organizacional


capaz de recibir diferentes contenidos culturales: los rasgos diacríticos y VALORES BÁSICOS
ORIENTATIVOS: normas de moralidad y excelencia según las cuales se juzga y se es juzgado.

Los LÍMITES ÉTNICOS definen al grupo y no al contenido cultural que encierra. Canalizan la vida
social dotando al grupo no solo de señales de identificación, sino también de una ESTRUCTURA DE
LA INTERACCIÓN que permite la persistencia de las diferencias culturales. Esa estructura de la
interacción consiste de un CONJUNTO DE PRECEPTOS que regulan las situaciones de contacto y
permiten su articulación, más un CONJUNTO DE SANCIONES que “protegen” ciertas zonas de la
cultura para mantener el límite étnico.

La identidad étnica es una especie de ESTATUS sobrepuesto a la mayoría de los demás estatus
sociales, que define las constelaciones posibles de estatus, es decir, de identidades sociales que puede
asumir un individuo con tal identidad (cfr. Wallerstein). Constriñe al sujeto en sus actividades, es
IMPERATIVA, es decir, no puede ser pasada por alto como otras definiciones de la situación (cfr.
Goffman).

Se suele agrupar a los grupos étnicos en grupos estereotipados, tiene un carácter NORMATIVO y
EXCLUYENTE/INCLUYENTE que produce diferencias culturales al mantener prescriptivamente los
límites étnicos.

3) Concepción HISTÓRICA (Anderson, Wallerstein)


La identidad es perdurable pero no inmutable. En ciertos contextos históricos esas identidades
se construyen como ETNIAS, RAZAS o NACIONES, desde proyectos hegemónicos o de dominación
clásica. Lo importante en estos procesos, p.e., en la Sudáfrica del Apartheid que analiza Wallerstein o
en el discurso etnocéntrico reproducido por el cine hollywoodense (v. Shohat y Stam) o en el discurso
académico y la literatura de viajes (Said) es la construcción de ALTERIDAD en tanto FORMA DE
DOMINACIÓN SIMBÓLICA y MATERIAL que opera a través del SENTIDO COMÚN. Por
supuesto hay NEGOCIACIONES y CONFLICTOS al interior de cada proceso hegemónico particular.
La PRODUCCIÓN DE DIFERENCIA es constitutiva de toda relación de DESIGUALDAD. Es el
conflicto de poder e intereses lo que marca diacrítica, indexical y simbólicamente la diferencia cultural,
racial o nacional.

Wallerstein: RAZA, NACIÓN y GRUPO ÉTNICO son categorías históricas que han sido utilizadas en
lugar de PUEBLO en diferentes contextos históricos debido a diferentes razones materiales de la
economía-mundo capitalista. La categoría de CLASE cruza ortogonalmente la categoría de pueblo, por
eso es rechazada.

RAZA= tradicionalmente, es una categoría genética dotada de forma visible. Desde la visión marxista,
se relaciona con la DIVISIÓN AXIAL del TRABAJO, organizada en la antinomia
CENTRO/PERIFERIA. El RACISMO surge de esta relación material de desigualdad (v. empresarios
japoneses como “blancos honoríficos” en Sudáfrica).

NACIÓN= tradicionalmente, es una categoría cultural vinculada a las fronteras del Estado. Son grupos
sociopolíticos. En realidad es una categoría ligada a la COMPETENCIA INTRA E INTERREGIONAL
(ONU). Se relaciona con la SUPERESTRUCTURA POLÍTICA de los ESTADOS SOBERANOS y las
relaciones interestatales. El Estado ha precedido a la nación y no a la inversa (como sostiene el MITO
NACIONALISTA).

GRUPO ÉTNICO= categoría cultural definida por comportamientos preexistentes, hereditarios. En


verdad se relaciona con la creación de ESTRUCTURAS FAMILIARES que permiten que parte de la
fuerza de trabajo se mantenga al margen de la estructura salarial en la acumulación de capital. Es la
MINORÍA de antaño. El concepto no es necesariamente numérico (GRUPOS MINORIZADOS). Hace
referencia al GRADO de PODER SOCIAL hacia adentro de los Estados nacionales. El Estado tiende a
tener UNA NACIÓN y MUCHOS GRUPOS ÉTNICOS, con diferentes grados de poder. Hay una
compleja jerarquía dentro del segmento trabajo (en oposición a capital) que hace que, aunque todos
sean explotados, haya grupos que PIERDEN MÁS PLUSVALÍA QUE OTROS (son más explotados).
La familia es la institución que permite esta situación porque existe una ETNIFICACIÓN de la fuerza
del trabajo dentro de las fronteras de un Estado. La familia inculca una IDENTIDAD ECONÓMICA
como parte de la identidad cultural. Esto permite legitimar la realidad jerárquica del capitalismo sin
cuestionar la igualdad formal ante la ley (nacionalidad).
Anderson: la conformación de los Estados nacionales modernos ha significado, además del fin del
régimen monárquico, el ASCENSO SOCIAL de las BURGUESÍAS NACIONALES. Por eso la teoría
del nacionalismo es un escollo para el marxismo y para la teoría liberal. NACIÓN y NACIONALISMO
son artefactos culturales creados a fines del siglo XVIII. ¿Cómo han llegado a serlo históricamente?

Con “espíritu antropológico” define NACIÓN como COMUNIDAD POLÍTICA


IMAGINADA COMO INHERENTEMENTE LIMITADA Y SOBERANA. “Comunidad” implica un
compañerismo profundo, horizontal (la “fraternidad” de la Revolución francesa). A su vez, todas las
comunidades son imaginadas, incluso las aldeas de contacto directo. Las comunidades no suelen
diferenciarse por ser o no inventadas sino por el estilo en que son inventadas. Renán dice que la esencia
de una nación es que todos los individuos tengan cosas en común tanto como que hayan olvidado las
mismas cosas. Gellner dice que el nacionalismo no es el despertar de las naciones a la autoconciencia
sino que inventa naciones donde no existen. Es “limitada” por las fronteras de las otras naciones y es
“soberana” porque retoma el concepto de la Ilustración y la Revolución Francesa: es el sueño de
libertad, su garantía y emblema es el Estado soberano, en detrimento del antiguo régimen.

Posibilitó su emergencia un CAMBIO fundamental en los modos de APREHENSIÓN del


MUNDO (V. MEDIACIÓN). En el medioevo el cristianismo era la representación del mundo, el
párroco, su intelectual orgánico (intermediario entre los feligreses y la divinidad).

La historia no se representa ya como una cadena interminable de causas y efecto o de


separaciones radicales entre presente y pasado. Nace la idea de SIMULTANEIDAD (“mientras tanto”),
conectada al desarrollo de las ciencias seculares y al surgimiento, en el siglo XVIII, de la novela y el
periódico, es decir, del CAPITALISMO IMPRESO.

4) Concepción de los Estudios Culturales: retomando la teoría de la HEGEMONÍA de Gramsci, Said,


Shohat y Stam y Ford analizan la identidad como construcción discursiva a través de TROPOS y
METÁFORAS en distintas mediaciones formales.

En Ford, que analiza el discurso académico -Cap. 2 de Navegaciones- la metáfora tiene dos funciones:
cognitiva y de control social. Desde América Latina propone la creación de contrametáforas como
forma de resistencia a la hegemonía global.

Said analiza el orientalismo, discurso sobre Oriente que produjo históricamente Occidente para
dominarlo simbólica y materialmente.

Shohat y Stam analizan el discurso eurocéntrico a través de tropos de animalización, infantilización,


etc., usados para construir a grupos minorizados en el cine comercial, que justifican la preeminencia de
la raza blanca y de los varones.

¿Cómo se resuelve el problema de hablar sobre el otro? ¿Es posible hacerlo sin ejercer violencia
simbólica? ¿Es traducible la voz del otro?
Said responde que hay que dar cuenta del posicionamiento abandonando la pretensión de neutralidad.
Shohat y Stam proponen el multiculturalismo policéntrico.

James Clifford revisa los modos en los que la antropología ha dado cuenta de la cultura y de la voz del
otro, los ha representado históricamente. Individualiza cuatro modos “modernos” de hacer etnografía
con sus respectivas formas de AUTORIDAD ETNOGRÁFICA, que es una estrategia que proporciona
la verdad en el texto y legitima al enunciador. Llama la atención acerca de que la etnografía debe
esforzarse por no representar a los otros como abstractos o ahistóricos y ser conciente de las relaciones
históricas específicas de dominación y diálogo entre antropólogo e informantes:

1) Autoridad experiencial: luego de años en los que el antropólogo y el etnógrafo eran personas
diferentes, el haber estado allí, el trabajo de campo comienza a cobrar un valor legitimante,
especialmente a partir de 1920. Las abstracciones antropológicas para ser válidas debían estar basadas
en descripciones culturales intensivas (observación participante) hechas por estudiosos calificados. El
etnógrafo comienza a ser también antropólogo y la figura del trabajador de campo fue legitimada; los
lenguajes nativos podían ser “usados” sin dominárselos del todo (los dos años de estadía
acostumbrados no eran suficientes para ello); se enfatiza el poder de la observación y aparecen las
abstracciones teóricas para dar cuenta de la “totalidad” de la cultura estudiada, sin necesidad de
extensos inventarios de costumbres, por ejemplo. Los textos producidos por este tipo de autoridad son
narrativas propias de extranjeros que penetran en una cultura: el mundo que se representa es subjetivo,
no dialógico o intersubjetivo, pues se basa en el conocimiento (indiciario) personal.

2) Autoridad interpretativa: se basa en la interpretación de las culturas como textos, influida por el
modelo filológico de la crítica textual. Se mira la cultura como un conjunto de textos a interpretar
(Ricoeur, Geertz). La textualización (conversión de los observado o registrado en texto) es
prerrequisito para la interpretación (construcción de corpus de análisis). Se inventa un autor
generalizado al perderse el contacto con la elocución original: “los entrevistados”, “los vecinos”, etc.
Los aspectos dialógicos y situacionales de la interpretación etnográfica tienden a desvanecerse en el
texto representativo final.

3) Autoridad dialógica: pone en primer plano la intersubjetividad de toda elocución, junto con su
contexto preformativo inmediato. El modelo del diálogo (Bajtín, Benveniste) subraya los elementos
circunstanciales e intersubjetivos. Pero la textualización sigue siendo “representación” del diálogo. Este
modelo desplaza pero no elimina la autoridad monológica, pero puede resistir mejor el impulso hacia la
representación autoritaria del otro.

4) Autoridad polifónica: surge de la búsqueda de nuevas formas de representar la autoridad de los


informantes, no del antropólogo. Las voces de los sujetos hablantes son representadas en un campo de
discursos múltiples. En estos textos se cita regular y extensamente a los informantes, y hasta se
comparte la autoría con ellos, de modo de construir una etnografía colaborativa. Se trata de una utopía
de la autoría plural en la que el mismo término “informantes” ya no es adecuado.

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