0 оценок0% нашли этот документ полезным (0 голосов)
46K просмотров56 страниц
El presente documento está dirigido a todas las personas honorables que luchan día a día por mantener íntegros sus principios éticos y morales frente al fuego de la corrupción que arde cada vez más en todos los confines de la pradera.
La ética es una necesidad para todo ejecutivo, trabajdor del sector empresarial, pero también para los funcionarios y servidores públicos del gobierno central y los gobiernos subnacionales.
Todo profesional debe desarrollar una ética que defina la lealtad que le debe a su trabajo, profesión, organización, compañeros de labor y sobre todo a la Constitución Política del Éstado.
Las normas de la ética permiten definir actuaciones y relaciones profesionales como buenas o malas.
Lo bueno se refiere a que la profesión constituye una comunidad dirigida al logro de una fin: la prestación de un determinado servicio de calidad.
hay tres tipos de imperativos éticos de los profesionales: (1) competencia, (2) servicio al cliente y (3) solidaridad.
En el Perú y otros países del mundo, los cargos públicos deberían ser ocupados no por personas famosas, carismáticas o polémicas, sino más bien por las más capaces y leales a la constitución política y con amplio sentido de justicia para su pueblo.
Aristóteles escribió en su Política: “No siempre ocurre que quienes participan del poder sean personas competentes.” En efecto, en la ocupación de cargos públicos, ya sea en la política y/o en la función pública se puede observar que hay personas no sólo incompetentes para el cargo, sino desleales para con el país y la gente a la que deben servir además de carecer de sensibilidad humana y de un espíritu de justicia.
El presente documento está dirigido a todas las personas honorables que luchan día a día por mantener íntegros sus principios éticos y morales frente al fuego de la corrupción que arde cada vez más en todos los confines de la pradera.
La ética es una necesidad para todo ejecutivo, trabajdor del sector empresarial, pero también para los funcionarios y servidores públicos del gobierno central y los gobiernos subnacionales.
Todo profesional debe desarrollar una ética que defina la lealtad que le debe a su trabajo, profesión, organización, compañeros de labor y sobre todo a la Constitución Política del Éstado.
Las normas de la ética permiten definir actuaciones y relaciones profesionales como buenas o malas.
Lo bueno se refiere a que la profesión constituye una comunidad dirigida al logro de una fin: la prestación de un determinado servicio de calidad.
hay tres tipos de imperativos éticos de los profesionales: (1) competencia, (2) servicio al cliente y (3) solidaridad.
En el Perú y otros países del mundo, los cargos públicos deberían ser ocupados no por personas famosas, carismáticas o polémicas, sino más bien por las más capaces y leales a la constitución política y con amplio sentido de justicia para su pueblo.
Aristóteles escribió en su Política: “No siempre ocurre que quienes participan del poder sean personas competentes.” En efecto, en la ocupación de cargos públicos, ya sea en la política y/o en la función pública se puede observar que hay personas no sólo incompetentes para el cargo, sino desleales para con el país y la gente a la que deben servir además de carecer de sensibilidad humana y de un espíritu de justicia.
El presente documento está dirigido a todas las personas honorables que luchan día a día por mantener íntegros sus principios éticos y morales frente al fuego de la corrupción que arde cada vez más en todos los confines de la pradera.
La ética es una necesidad para todo ejecutivo, trabajdor del sector empresarial, pero también para los funcionarios y servidores públicos del gobierno central y los gobiernos subnacionales.
Todo profesional debe desarrollar una ética que defina la lealtad que le debe a su trabajo, profesión, organización, compañeros de labor y sobre todo a la Constitución Política del Éstado.
Las normas de la ética permiten definir actuaciones y relaciones profesionales como buenas o malas.
Lo bueno se refiere a que la profesión constituye una comunidad dirigida al logro de una fin: la prestación de un determinado servicio de calidad.
hay tres tipos de imperativos éticos de los profesionales: (1) competencia, (2) servicio al cliente y (3) solidaridad.
En el Perú y otros países del mundo, los cargos públicos deberían ser ocupados no por personas famosas, carismáticas o polémicas, sino más bien por las más capaces y leales a la constitución política y con amplio sentido de justicia para su pueblo.
Aristóteles escribió en su Política: “No siempre ocurre que quienes participan del poder sean personas competentes.” En efecto, en la ocupación de cargos públicos, ya sea en la política y/o en la función pública se puede observar que hay personas no sólo incompetentes para el cargo, sino desleales para con el país y la gente a la que deben servir además de carecer de sensibilidad humana y de un espíritu de justicia.