III CERTAMEN NACIONAL DE POESA VILLA DE CASTELLAR DE

SANTIAGO

LAS HERMOSAS AMBICIONES

Su voz,
orfebrera muda en las sombras,
misterio que en la noche anuda
las gargantas
de muchas madres anteriores,
abastece de memoria
a los extraviados, a los insignes,
aquellos hombres de cuyas races
an podemos consignar
hermosas ambiciones como tmulos
excavados
en lo ms profundo de sus sueos.
Guardan la vigilia de las estatuas,
remolonean en el pavimento
ahora sutilmente agradable
al paso de ms suavidad que antao,
espan en los rincones del viento
para ofrecer a la maana suave
la claridad impuesta del sol,
para avivar ese sentimiento
de los hombres ms enteros
que ya atravesaron la frontera
hasta constituir un muro,
esos pilares,
porque su alma est en el goce
de la madera, en las murallas
contaminadas de la cal,
en el xido de las manos
que pasaron de generacin
en generacin
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con la humildad propia de los objetos

que nos sirven
y en los que nunca reparamos
si no es para achacarles la culpa
de nuestros males
o servir de estante
para las hermosas ambiciones.
Este vuelo que ofrece el alma
esta noche,
cuando en las calles ya no forja
la luz del sol ninguna expiacin,
cuando las lgrimas de la luna
componen voces, sueos,
recordatorios de bordes agrietados,
componen esa celestial msica
de espera,
esa orquestacin amarga
entre respiracin y respiracin
de lo que la maana,
la azul maana, recoger
como luz de primavera.
Qu hermosas ruinas dijiste,
con la voz blanca
de la que duerme en su fantasa feliz,
la mujer que construye ojos
segn la escena,
la que disimula todo el desagrado
del mundo en la composicin
de una esperanza
que superponer a la desgracia,
que se asla para dejar pasar el mundo
cuando el peso de las olas
y la inundacin del miedo
haran posible para ella renunciar
a las hermosas ambiciones.
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