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-La verdad es que no. A rni, desde pequerio, 10 que me interes6 fue
la comunicaci6n y la creatividad. Y
en ello estuve hasta que, estando
trabajando como director de planificaci6n y desarrollo de la multinacional Exxon en Venezuela, decidf regresar a Estados Unidos -hablo del
ana 1970-, donde monte una agencia de publicidad. Fue en esa epoca
cuando ernpece a interesarme por
el mundillo esoterico y, en especial,
por el fen6meno de la intuici6n -que
aqui suelen lIamar clarividencia-, en
tanto tenia la impresi6n de que en
realidad constitufa, simplemente, un
sistema de comunicaci6n mas avanzado que los convencionales.
Fue entonces cuando comenzaron a ocurrirme cosas extrarias y,
por ejemplo, ernpece a recibir interiormente
informaciones
que
siempre
se relacionaban
con el
cuerpo. EI caso, para no alargar-
I
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-Hay que tener en cuenta dos cosas a ese respecto: primero, que no
elige el ego, nuestra personalidad externa, sino el alma. Y segundo, que
cada encarnaci6n, cada vida, representa s610 un pestarieo, un abrir y cerrar de ojos, en el contexto de la eternidad. Porque el alma es inmortal y
reencarna una y otra vez de manera
indeHnida. En suma, encarnamos una
y otra vez para comprender la Vida en
su totalidad. Y no se puede comprender 1- que primero no se conoce. De
ahi la 16gica de que debamos conocer
y vivenciar todo tipo de experiencias.
Por otra parte, ya he dicho que el
dolor, el sufrimiento y la enfermedad,
incluso un accidente, no son sino un
fuerte "grito" por no haber escuchado antes los mensajes que nos di6 la
Vida. Porque si los hubiesernos escuchado, entendido y asumido, no habria hecho falta que esas experiencias se hubiesen presentado para hacernos reaccionar indicandonos asi
que algo va mal.
-Eso supone afirmar que toda
perdida de salud tiene siempre una
causa no ffsica.
-La buena salud es el estado natural del hombre. En mi opini6n, de hecho, podria decirse que en realidad
s610 existe una enfermedad: la sordera espiritual. Y es esa sordera que