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La Revolución a partir de la Reforma
Los grandes educadores PORTADA:
Pedagogía de San Isidoro de Sevilla "Vista del monasterio del Escorial"
Michel-Ange Houasse
SUPLEMENTO ESPECIAL
En torno a las
modalidades
no presenciales
Por: Ernesto Ávalos López
Con la creciente globalización y tecnologización del mundo actual, es decir, con la cada vez mayor interdependencia
entre los países de todo el orbe y la dependencia del hombre de la tecnología, particularmente con el gran desarrollo que
la computación y las comunicaciones han tenido en la última década, se ha acentuado la discusión sobre el valor
pedagógico de estas modalidades “alternativas”.
Por una parte, los apologistas de estas modalidades afirman que se deben romper los “paradigmas existentes”
(refiriéndose particularmente al modelo tradicional de enseñanza), que no se trata ya más de que el docente dicte
clases*, sino que ofrezca programas de estudio consistentes, sólidos, bien estructurados, que permitan que el alumno
realice un estudio o aprendizaje independiente, auto gestionado. Se argumenta que la ED es un sistema que pone en
contacto a miles de personas que de otra manera no podrían acceder a oportunidades educativas, con lo cual resulta ser
una gran ventaja no solo para el individuo, sino para la sociedad en su conjunto.
Por otra parte, hay muchos educadores que se muestran escépticos de las bondades y posibilidades de estas nuevas
propuestas pedagógicas, argumentando, no sin razón, que no se trata de un proceso educativo integral, que se sacrifican
los fines educativos en beneficio de los medios y que el aspecto formativo de la educación es prácticamente marginado
en estas modalidades. Se afirma que, en última instancia, estas formas de educación pueden adolecer de los mismos
males de que se acusa al sistema tradicional de enseñanza: pueden ser tan alienantes, ineficaces, onerosas, estáticas,
manipuladoras, etcétera, como lo pueda ser la educación formal.
Pero, independientemente de esta interesante discusión, en la cual posteriormente nos agradaría involucrarnos, la ED
“ya está aquí”, es ya una cuestión que no podemos ignorar y ante la cual toda institución educativa debe tomar posiciones.
MODALIDADES NO CONVENCIONALES
Frente a la educación convencional (entendida como el sistema según el cual el proceso enseñanza aprendizaje se da
al interior de una institución educativa, es decir, la educación que de manera formal y estructurada se ofrece en la
escuela) se levantan cada vez más pujantes las llamadas modalidades no convencionales o no formales. Educación a
distancia (ED), educación virtual (EV) y educación abierta (EA), son algunas de las denominaciones y modalidades que
son consideradas como “emergentes” para referirse a la
Por no presencialidad regularmente se entiende el hecho de que el sujeto de educación (discente) no tiene que estar
frente a un educador, por lo menos no en el sentido común, en un espacio y en un tiempo común, sino que esa relación
puede ser virtual. Al respecto cabe mencionar que esa no presencialidad es uno de los aspectos más críticos, ya que no
es fácil transformar una vivencia educativa como la que se adquiere en el salón de clase, en donde docente y discente
pueden compartir experiencias, intercambiar información, aclarar dudas, y hasta disfrutar de un agradable intercambio
humano, lo que favorece la interiorización no solo de conocimientos y habilidades, sino la adquisición de actitudes y
apropiación o clarificación de valores.La discrecionalidad o flexibilidad espacio temporal consiste en que el alumno se
encuentra fuera de la escuela, no está inserto en un aula convencional, en un espacio común, y por lo tanto no está
obligado a seguir un ritmo y un horario determinado o estricto, sino que las actividades de aprendizaje las puede realizar
ajustándose a sus propios tiempos y necesidades y en un lugar que puede ser remoto.
El uso de tecnología es un elemento central en este proceso educativo ya que la interacción maestro alumno está
“mediatizada”. Al no existir una relación directa entre ambos, los medios o recursos son el soporte a través el cual se
envían los contenidos necesarios para el aprendizaje del alumno. Los medios y recursos no solo tienen la función de
poner en contacto a ambas partes, sino que “suplen” la ausencia del profesor, razón por la cual es todavía más delicado
el asunto. Las modalidades no presenciales echan mano de múltiples recursos, tales como la TV, el video, la
videoconferencia, la radio, el audiocasette, software, internet, etcétera.
Finalmente, el aprendizaje independiente se refiere a que el estudiante por su propia cuenta y riesgo debe llevar la
total responsabilidad del su propio aprendizaje. El alumno debe conocer sus metas y administrar su esfuerzo para su
consecución, y esto implica que deberá tener la madurez y responsabilidad necesarias para trabajar de manera
independiente.
Otra cosa muy importante a considerar es que el papel que debe desempeñar el docente en estas modalidades es
vital, aunque diferente a los roles que tradicionalmente debe desempeñar. Llamado asesor, facilitador, orientador, etcétera,
la figura del docente no desaparece en estas modalidades, sin embargo su función no es ya más directiva, sino de apoyo
y estímulo al alumno, de supervisor de proceso y de estar en constante comunicación con sus alumnos para mantenerlos
motivados y comprometidos con su aprendizaje.
Sin movernos en un plano extremista entre las filias y las fobias, sino tratando de encontrar el justo medio, ahí donde
reina la virtud, es importante considerar que estas modalidades son dignas de tomarse en cuenta, sino como una opción
de educación integral, a lo menos como una valiosa opción para la instrucción. Es obvio que no se pretende lograr una
educación total, integral, del ser humano, pero por lo menos sí podemos poner en sus manos elementos suficientes para
desarrollar conocimientos, habilidades y hasta algunas actitudes que lo pongan en posibilidad de desenvolverse en su
medio laboral con mayor calidad.
Ante la evidente imposibilidad de atender la demanda de educación por parte de la población, tanto en instituciones
públicas como privadas, es de esperarse que las autoridades educativas a nivel nacional, así como las mismas instituciones,
den un fuerte impulso a estas modalidades, sin perder de vista nunca el modelo educativo institucional, ya que este debe
ser el guía de todos los procesos educativos.
Por supuesto, damos por descontado que la ED no es ni puede llegar a ser una amenaza contra la educación
escolarizada, mucho menos contra la figura del docente. Pero es importante tratar de desarrollar formas integradoras,
orgánicas, que utilicen las bondades y alcances de la tecnología aplicada al ámbito educativo para poner a disposición del
aprendiz los materiales y recursos suficientes para que pueda desarrollar un proceso de aprendizaje de calidad.
Por nuestra parte consideramos que esta es una opción retadora a la creatividad y capacidad del docente universitario,
pero siempre en calidad de modalidad alternativa, nunca sustitutiva. Particularmente nos parece que hay áreas neurálgicas
del proceso educativo que solo se lograrían con una relación directa entre discente y docente, por lo que es importante
que se tenga en cuenta esta relación cara a cara para el desarrollo de áreas afectivas y axiológicas.
* Al respecto, nos parece obvio que muchos de esos apologistas tienen una creencia equívoca, una idea
tergiversada, ciega, y a veces hasta sectaria o ideologizada, sobre el modelo tradicional de enseñanza, al
que tachan de pasivo, improductivo, intransigente, y que se basa casi exclusivamente en el argumento de
autoridad (“porque el maestro dice”), provocando una dependencia intelectual del educando. Por lo menos
en una sana pedagogía tradicional, todos esos elementos no solo son rechazados, sino combatidos de una
manera bastante propositiva.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
* Martínez Mediano, Catalina (1986), “Los sistemas de educación superior a distancia”, ICE-UNED,
España.
El autor es Lic. en Derecho y pasante de la Maestría en Educación por la U.A.G. Actualmente es jefe del departamento de Tecnología
Instruccional de la DAPA..
¿La coeducación
es la mejor alternativa?
Por: Ana Gabriela Díaz Medina y Ma. Del Rocío Reyna Camarillo
LAS DIVERSAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN ESCOLAR en que es posible reagrupar a los estudiantes, ponen de manifiesto la
necesidad de revisar continuamente la pertinencia de cada una de ellas, en cuanto a su mayor o menor contribución al
logro de los fines de la educación.
“La coeducación es una concepción de la educación que consiste en reunir a chicos y chicas en una misma escuela
y en las mismas clases, y en darles juntos una educación idéntica” (Breuse, 1972, p. 35). En el continente americano, la
idea de reunir a hombres y mujeres para recibir las mismas clases surgió por primera vez, según Aguilar (1990; 267), en
el siglo XVIII, en Estados Unidos de Norteamérica, en el marco de la industrialización creciente, en virtud de una
concepción optimista, racionalista y liberal de la naturaleza humana y de un absolutismo pedagógico por parte del estado,
como algo necesario para que la educación pudiera llegar a zonas pobladas y lejanas. A partir de ese hecho, la coeducación
ha ido en aumento, ya que, actualmente existen más escuelas coeducativas que las separadas por sexos, esto quizá sea
porque los alumnos y sus padres muestran preferencia hacia estas (Loduchowski, 1963).
Con respecto a la educación separada por sexos, la postura de la Iglesia Católica siempre ha sido a favor, esta ha
perdurado por casi veinte siglos (Caponnetto, 1995). En los tiempos actuales, la controversia sobre si los jóvenes deben
ser educados mejor por separado que juntos, resurgió en los años 30, en los países anglosajones.
Independientemente del tipo de organización escolar, los objetivos informativos de las asignaturas, su temática y
contenido son los mismos. Sin embargo, el perfil del maestro que debe formar a hombres y mujeres no lo es, surgiendo
la incógnita de si este debiera ser distinto para cada sexo.
* El presente trabajo
forma parte del marco
teórico de una profunda
investigación que
realizan las autoras
sobre el rendimiento
académico y el tipo de
organización escolar.
En cuanto a la evaluación del logro, Spence (1999), señala que las diferencias en el desempeño académico de
hombres y mujeres, residen en que las capacidades intelectuales y las características de la personalidad que afectan el
logro, se encuentran distribuidas en forma desigual entre los sexos, lo que reclama entonces distintos criterios, adecuados
para uno de ellos. Situación que se ofrece como reto para las escuelas coeducativas.
FUNDAMENTOS
La forma de conceptuar, organizar o practicar cualquier investigación educativa, está influida por el concepto de
hombre y la realidad circundante que se tenga. Cualquier teoría educativa, método o técnica son tan correctos y buenos
como correcta sea su definición de naturalesza humana y pertinentes a tal naturaleza sus resultados prácticos y morales.
En consecuencia, la única base firme para edificar una definición de Educación es el concepto de que el autor tiene de
hombre y en su relación con el universo.
La Revelación sobrenatural proporciona las siguientes verdades sobre la naturaleza del hombre: Este fue creado por
Dios a su imagen y semejanza, compuesto por cuerpo material y alma espiritual. Con una naturaleza caída a causa del
pecado original, la cual le dejó un intelecto menos capaz para alcanzar la verdad, una voluntad debilitada para buscar el
bien y una inclinación a los efectos desordenados. Con un destino sobrenatural, al que deben subordinarse todas las
cosas de este mundo (Redden y Ryan, 1961). Teniendo el hombre una naturaleza así descrita, entonces, se hace
necesaria la educación que lo ayude a perfeccionar lo imperfecto.
Para Redden y Ryan (1961; p. 53), la educación es: “La influencia deliberada y sistemática ejercida por la persona
madura sobre la inmadura, por medio de la instrucción, la disciplina y el desarrollo armonioso de todas las facultades del
ser humano, físicas, sociales, intelectuales, morales, estéticas y espirituales, de acuerdo a su jerarquía esencial, por y
para su uso individual y social, y dirigida a la unión del educando con su Creador como último fin”.
Como puede observarse, una educación verdadera es aquella que se nutre de todas las fuentes que le permitan
conocer al hombre completo. Estas fuentes pueden ser empírica y racional, natural y sobrenatural; su función es:
propiciar el conocimiento del hombre, su medio ambiente, su sociedad, su Creador y su destino; para formar una síntesis
que guíe inexorable, teórica y prácticamente, el proceso educativo.
NIVEL EDUCATIVO
El nivel educativo hace referencia a la estratificación del sistema educativo basado en criterios de carácter
psicodidáctico, pudiendo en nuestro país ser: inicial, preescolar, primario o básico, secundaria (medio básico) y bachillerato
(medio- superior) y superior, incluidos en este último los cursos de posgrado y especialización, con el cual termina la
enseñanza institucionalizada o formal.
Dicha estratificación se evidencia en la graduación que hacen las escuelas, del conocimiento y su organización en
ciclos didácticos continuos, edificados de acuerdo a las necesidades e intereses de las distintas edades de la vida y las
exigencias de un escalamiento ordenado de la cultura (Nassif, 1984).
Tanto la edad de los estudiantes como los contenidos y objetivos a cumplir, proporcionan las bases para la estructuración
de la educación en grados escolares. La primaria o elemental es la que se destina a los niños de seis hasta doce años,
corresponde a la tercera infancia, que es la fase propicia para la adquisición de conocimientos y desarrollo social
adecuado. “La enseñanza primaria tiene por objeto el desenvolvimiento del raciocinio y de las actividades de expresión
del niño, y de su integración en el medio físico y social” (Nerici, 1984, p. 66).
El niño recibe en la escuela primaria las técnicas básicas
que le permiten acceder a la cultura, tales como la lectura, la
Foto: Yéssica Velasco
La escuela constituye el segundo de los poderes educadores, el primero es la familia, ofrece ventajas como poder
educativo frente a las demás agencias pedagógicas, porque en ella la educación es intencional y sistemática, y por su
carácter de organización deliberadamente reguladora del obrar, por ello debe estar debidamente organizada para ejercer
su acción sobre los educandos.
La importancia de la organización escolar aparece, por tanto, como un problema de primer orden en el complejo
esquema de la educación actual, a la vez que constituye una de las partes principales de la planeación, se define así:
Noción técnica y administrativa que trata de reagrupar y articular los diversos elementos que concurren en el
funcionamiento interno de un sistema escolar, entre otros, el referido a la asignación de los alumnos a los distintos
grupos, grados, niveles (Santillana, 1990, p. 1066).
En lo que respecta a la reagrupación de los estudiantes, las escuelas pueden estar organizadas en grupos femeniles,
varoniles, mixtos o en coeducación, dependiendo de las normas, políticas y reglamentaciones de cada una de ellas.
Toda educación en grupo sería coeducativa, siguiendo el significado lato del término; pero el vocablo se ha concretado
en la terminología pedagógica, al hecho de que tanto niños como jóvenes de uno y otro sexo se eduquen en grupos
comunes y, bajo un mismo modelo educativo.
Como ya se mencionó, la coeducación apareció por primera vez en América, en Estados Unidos a finales del siglo
XVIII, siendo sus precursores Channing y H. Mann (1854). Se desarrolló con el auge de la ideología liberal salida de la
Ilustración, que pretendía reducir las diferencias de roles entre hombre y mujeres, esto en lo que respecta a la educación
pública, pues la privada solo respondió a este llamado hasta 1910, cuando por presión oficial esta se hizo coeducativa. La
primera institución coeducativa en Europa se fundó en Escocia, en el siglo XVII, extendiéndose progresivamente a
muchos de los países europeos.
La Reforma, con Lutero (1517), aportó a la realización de esta idea una contribución de calidad, lo que explica que
sea en los países de raza germánica y de educación protestante donde las escuelas coeducativas vieron primero la luz y
donde son más numerosas (Breuse, 1972, p. 63).
Entonces no es extraño encontrar que “Condorcet (1780), Fichte (1798), Pestalozzi (1775), Francke (1702), y más
cerca de nosotros Dewey (1910), Buytendijk (1956), Geheeb (1910) y Declory (1907), fueran ardientes protagonistas
de lo coeducativo en las escuelas de Odenwald y Ermitage” (Breuse, pp 63 - 64). Todos ellos con ideas progresistas,
fueron los iniciadores e impulsores del biologismo, metodomanía, paidocentrismo, relativismo, psicologismo, ecientismo,
especialismo, bibliolatría, individualismo y didactismo, en boga actualmente. Sin embargo, en esos países hubo a la par
pedagogos destacados que permanecieron escépticos a estas propuestas, entre ellos se encuentran Spalding (1840-
1916), Dupanlop (1802-1876), Newman (1801-1890), Mercier (1851-1926) y Wilmann (1839-1920), y más específicamente
su Santidad Pío XI, quien en su célebre encíclica La educación cristiana de la juventud, Divini Illius Magistri (1929),
expuso al mundo, en el apartado dedicado al sujeto de la educación, las razones por las que no es recomendable
coeducar, estableciendo con inspiradas palabras:
“Igualmente erróneo y pernicioso... es el método de la coeducación, cuyo fundamento consiste , según muchos de
sus defensores, en un naturalismo negador del pecado original y, según la mayoría de ellos, en una deplorable confusión
de ideas, que identifica la legítima convivencia humana con una promiscuidad e igualdad de sexos totalmente niveladora.
El Creador ha establecido la convivencia perfecta de los dos sexos solamente dentro de la unidad del matrimonio
legítimo, solo gradualmente y por separado en la familia y en la sociedad. Además, la naturaleza humana, que diversifica
a los dos sexos en su organismo, inclinaciones y aptitudes respectivas, no presenta dato alguno que justifique la promiscuidad
y mucho menos la identidad completa en la educación de los dos sexos. Los sexos, según los admirables designios del
Creador, están destinados a completarse recíprocamente y constituir una unidad idónea en la familia y en la sociedad,
precisamente en su diversidad corporal y espiritual, la cual por esta misma razón debe ser respetada en la formación
educativa” (Ratti, 1960, p. 38 - 39).
Esta postura, en la que se muestran los argumentos éticos y ontológicos del problema planteado, hace más urgente el
considerar las semejanzas y diferencias entre los sexos, así como todo lo que respecta a su formación en los diversos
modelos escolares.
La problemática de la coeducación tiene su origen en el intento de modificar el hecho de que a lo largo del desarrollo
cultural de la humanidad se haya tendido a identificar la educación y todo lo que concierne con los diferentes roles y
status sociales de las personas en función del sexo.
En este sentido, la escuela coeducativa pretende favorecer la comunicación intersexual partiendo de la premisa de
que la función comunicativa es una necesidad básica en el ser humano, ya que el hombre, como ser sexuado, no puede
prescindir en su formación del enriquecimiento que supone la relación complementaria con el otro sexo.
De ahí que “la finalidad de la coeducación resida en capacitar a los sujetos para el desarrollo de una mejor función
relacional” (Santillana, 1990, p. 268), lo cual exige la intervención o fomento intencional entre los sexos, por lo que a las
actividades escolares se refiere, así como a la consideración de la individualidad personal y sexual del conocimiento de
la psicología diferencial de los sexos, rasgos diferenciales, diferencias orgánicas que inciden sobe la conducta, rasgos
físicos, de intereses, de personalidad.
Con todo, y a pesar del consenso de que el sexo, en determinados aspectos, diferencia a los individuos y de que, en
consecuencia, la educación debe hacerse cargo de tales diferencias, el problema surge precisamente en la forma en que
la educación pueda adaptarse a tales diferencias. Por ello la alternativa entre coeducación - educación separada, lleva
implícita, más bien, consideraciones de otros muchos factores de carácter social, cultural, político o religioso. Sin em-
bargo, Gose (1996) explica cómo los maestros y autoridades han decretado un trato igualitario para hombres y mujeres
tanto en el rendimiento como en la disciplina. Sin duda un gran reto para la coeducación.
“Coeducar no es malo porque la mujer no merezca instruirse, ni porque carezca de aptitudes para ello. Tampoco
porque iría en contra del presunto carácter excluyente de un establecimiento, sostenido sin más en una mera cuestión de
reglamentos añejos Coeducar no es aconsejable, sencillamente, porque no es bueno mezclar al varón y a la mujer antes
de que estén preparados para la legítima convivencia, porque esa preparación se adquiere respetando sus diversidades,
cultivando sus especificaciones naturales, acentuando y perfeccionando sus diferencias propias y pertinentes. Coeducar
no es recomendable porque no es prudente anticipar en la adolescencia lo que exige la lentitud de la madurez, ni es cauto
uniformizar las necesidades propias de la masculinidad y de la femineidad; ni sensato homologar sus contrapuestas
expectativas, ni ético desconocerlas, ni pedagógico suprimirlas. Coeducar no es ponderable, en suma, porque “Dios los
creó varón y mujer”, ontológicamente iguales en tanto creaturas, pero diferentes en la exigencia y en la singularidad, y,
por lo tanto, necesitados de una educación que preserve aquellas distinciones”.
Como puede observarse, para este filósofo actual la coeducación no es recomendable porque atendiendo a la
verdadera naturaleza humana, que afirma que Dios creó al hombre y a la mujer iguales en cuanto a personas, pero
diferentes en cuanto a sus responsabilidades para que se desarrollaran y complementaran, se concluye que la educación
de hombres y mujeres debe ser diferente.
Así el estado de las cosas, considerar los modelos coeducativos o no, requiere de un análisis profundo y minucioso,
en el que debiera tomarse el sustento filosófico por encima del económico y práctico, y más allá de lo simplemente
metodológico y didáctico.
“La objeción más seria contra la educación conjunta de hombres y mujeres es la sospecha de un sexismo, anclado
estructuralmente en la coeducación laica, del que son víctimas las mujeres. La dominación de los jóvenes, apoyada de
hecho por el docente, obstaculiza sistemáticamente el desarrollo profesional y personal de las mujeres, y al mismo
tiempo, hace que se ejercite o practique el rol subordinado de esta” (Jürgen, 1996, p. 23).
Todo lo expuesto anteriormente, evidencia que las investigaciones en cuanto a la educación de hombres y mujeres, se
inclinan por que ambos sean educados para los roles que les corresponde desempeñar en la sociedad a la que pertenecen,
también resaltan las diferencias de comportamiento y capacidades propias de cada sexo, aunque pocas de esas
investigaciones relacionan el tipo de organización escolar con el rendimiento académico de los estudiantes.
LA COEDUCACIÓN
Actualmente se utilizan indistintamente los términos educación mixta y coeducación, por lo que
No es cauto
es importante enfatizar que este último se refiere a “la educación común de muchachos y muchachas
uniformizar en la misma escuela y en la misma clase, a las mismas horas, con los mismos métodos, las mismas
las materias de enseñanza, los mismos profesores y bajo la misma dirección general” (Ludochowski,
necesidades 1963, p. 105). En cambio, la educación mixta “se entiende como aquella que reciben los hombres y
mujeres en grupos y clases diferentes, pero en el mismo edificio escolar, bajo la misma dirección
propias de general y en el mismo horario” (Breuse, 1972, p.125).
cada sexo;
ni ético Como ya se dijo antes, la coeducación surgió teniendo como marco la Revolución Industrial, con
desconocerlas, la cual fue necesario integrar la mano de obra femenina, y esta empezó a ganar terreno en la
población económicamente activa y con ello, en muchas de las profesiones características de los
ni varones.
pedagógico
suprimirlas. Con la profesionalización de la mujer se hizo indispensable la existencia de escuelas que permitieran
dicha formación; en Estados Unidos fue más económico permitir que las muchachas ingresaran a
las instituciones existentes para varones (en el sistema oficial), que la creación de escuelas femeniles,
al implantar la coeducación y hacerla obligatoria en el sistema oficial y particular en este país, no se
valoraron las consecuencias que esto pudiera tener.
La controversia continúa, pues mientras para unos la coeducación no debió ser aprobada, para otros no es tan mala
cuando quienes la llevan a cabo reconocen sus peligros y procuran contrarrestarlos con la vida religiosa de la comunidad
parroquial (Breuse, 1972).
Como puede observarse, la coeducación procede necesariamente de una doctrina que afirma el valor específico
pero complementario de cada sexo, postula el reconocimiento de su igualdad y debe animar a los chicos y chicas a
participar en actividades igualitarias, mostrando características similares; las normas relativas al vestido, disciplina,
juegos y reglas deben ser iguales para los dos sexos. Para ello, los maestros no deben disculpar la rudeza masculina ni
reprimirla en las chicas.
“La coeducación es un proceso intencionado de intervenciones a través del cual se potencia el desarrollo de niños y
niñas partiendo de la realidad de dos sexos diferentes hacia un desarrollo personal y una construcción social comunes y
no enfrentados (Castago, 1996, p. 36). Pero es importante recordar que la convivencia de los sexos se recomienda en
edades maduras y no en los inicios, pues se corre el riesgo de desviar la misión de cada sexo.
Sin embargo, Breuse (1972) argumenta que este modelo debe comenzar desde el Jardín de infantes y continuar hasta
la Universidad. Esta continuidad es importante para su éxito, pues habituados a vivir juntos desde su más tierna infancia,
chicos y chicas evitarán una segregación de los sexos que les impida conocerse y los enfrente. Es una concepción de la
vida que implica una fe. Fe en que la colaboración durante toda la vida permitirá a los individuos de ambos sexos
conocerse mejor, situarse correctamente y hacer caer las barreras que se han levantado entre ellos. “Fe en la posibilidad
para los jóvenes de hacerse mujeres y hombres auténticos, prestos al diálogo y una cooperación sincera que debe
conducir a una cultura y verdaderamente humana” (Breuse,
Foto: Yéssica Velasco
La coeducación necesita de hombres y mujeres afectiva y socialmente maduros, provistos de un sólido equilibrio
interior, de personalidades que han resuelto sus problemas, sexuales sobre todo, y que lleven una vida sexual armoniosa...
educadores que pueden aliar la firmeza y la dulzura; que tienen tacto para no herir nunca, que respetan en la muchacha
o el muchacho, a la mujer o al hombre de mañana (Breuse, 1972, p. 132).
Sin duda que hoy este perfil laico es deseable en cualquier persona dedicada a la enseñanza, independientemente del
tipo de organziación escolar.
Por otra parte, en cuanto a planes y programas, según Breuse (1972), éstos deberán incluir además de los contenidos
curriculares, espacios específicos que permitan su socialización así como recursos didácticos que permitan el aprendizaje
personalizado y cooperativo. Es importante recordar que la socialización se da independientemente en la familia primero,
la iglesia y la comunidad después sin que para ello deban dedicarse espacios y tiempos específicos. El principal fin de la
escuela no debe reducirse a la socialización. Es decir, el profesor deja de influir deliberada y sistemáticamente sobre los
alumnos para convertirse en un igual, carente de autoridad; subjetivista y relativista en el manejo del currículum. Dejando
de ser la causa eficiente de la educación y, la persona madura y arquetípica a seguir por sus dicentes, y un ignorante de
la verdadera naturaleza del hombre.
La organización escolar será flexible en cuanto a programas y horarios, para que permita a cada niño avanzar de
acuerdo a su ritmo.
El edificio debe adaptarse a las necesidades humanas de socialización, con salas específicas para la discusión,
información, trabajo de grupos, investigaciones individuales, actividades creadoras, clubes de todo tipo y reuniones.
Todos estos locales son comunes (incluso los de la clase de cocina, corte y confección, economía doméstica y los
talleres). Las instalaciones de educación física y el comedor lo son igualmente excepto los sanitarios, los vestuarios y las
duchas (Breuse 1972). Como ya se dijo antes, esto evita la privacidad en las actividades correspondientes a cada sexo
y elimina las tareas propias de cada sexo al ponerlas a disposición de ambos.
En lo administrativo (Breuse 1972), es recomendable que la dirección esté confiada conjuntamente a un hombre y
una mujer que sepan asumir juntos la regulación psicológica en el equipo de educadores, alumnos y toda la comunidad
escolar. Sin embargo, es difícil encontrar un director con las cualidades requeridas para el puesto y las responsabilidades
que éste implica, al pedir dos personas que dirijan una institución la coeducación lo hace más complicado.
La coeducación postula que la dicha del individuo depende de las relaciones entre los sexos, la cual se prepara desde
la escuela por una larga amistad entre chicos y chicas, que se extenderá por toda su vida. Propone que los métodos
naturales son los más adecuados para colocarlos en condiciones de vida normales.
Se omiten en estos conceptos coeducativos: la naturaleza caída del hombre a causa del pecado original, la cual le dejó
un intelecto debilitado para encontrar la verdad, una voluntad menos capacitada para buscar el bien y una inclinación
natural al mal; la práctica de las virtudes, medios que lo llevarán a alcanzar su fin último.
Se toma a la escuela por su papel primordialmente socializador y, por ende, se le considera como una de las principales
fuentes de transmisión de la cultura -con todo lo que esto implica- ya que se le visiona como un poderoso recurso que
puede propiciar la formación de una cultura no sexista, y cambiar los esquemas preestablecidos y desiguales entre niños
y niñas futuros adultos, lo que sin duda podría lograrse a través de una verdadera educación, fundamentada en los
valores esenciales que permitan eliminar, hasta donde sea posible, aquellas actitudes de crueldad y dominio sobre las
mujeres, de indiferencia hacia lo que nos rodea o de la sobre valoración del dinero y los bienes materiales por encima de
todo.
RENDIMIENTO ACADÉMICO
Quien realiza cualquier actividad, siente el deseo de apreciar el resultado de sus esfuerzos, para saber si el producto
que está logrando reúne las características satisfactorias previstas o necesita modificar los procedimientos, materiales,
etc., de manera que alcance las metas propuestas.
La preocupación de verificar el aprendizaje debe ser permanente en el profesor, debiendo tener vigencia en todas las
circunstancias, de modo que se pueda proceder continuamente a la comprobación y rectificación de lo aprendido.
Verificación y corrección simultáneas, a fin de que el alumno no prolongue sus posibles deficiencias de aprendizaje. Esta
actividad es la parte final del proceso de la enseñanza el cual empieza con el planeamiento del curso. Por él se llega a
una conclusión acerca de la utilidad o inutilidad de los esfuerzos empleados en los trabajos escolares, tanto por el
docente como por el alumno, es la evidencia de lo que el alumno ha aprendido realmente (Monocayo, 1992). A través de
ella se llega a saber si la escuela está o no cumpliendo su misión y, principalmente si está enriqueciendo la vida del
educando. Además, ofrece la posibilidad objetiva de reorientar y recuperar a los alumnos que han quedado rezagados en
sus estudios.
El rendimiento académico según Nérici (1984: 461) es lo que el alumno adquirió durante un periodo de estudio,
siempre con referencia a una asignatura, o a un área de conocimiento. En cambio W. A. Kelly (1982: 401) lo define
como: El estado de las realizaciones obtenidas en clase y el grado en que se han alcanzado los objetivos didácticos,
revela los frutos de la labor extraordinaria dedicada específicamente a esta o aquella materia.
El rendimiento académico suele usarse como sinónimo de aprovechamiento escolar, sin embargo, el primero representa
el nivel de logro de un alumno mediante la evaluación de los objetivos educativos pretendidos. En cambio, el
aprovechamiento escolar es un término que expresa lo que el estudiante ha logrado interiorizar, hacer suyo, para su
beneficio o provecho; lo cual no es posible medir con precisión al término de una lección o de un curso.
En la verificación del rendimiento académico, el profesor es la persona idónea para emitir un juicio de valor objetivo-
subjetivo, ya que tiene un prolongado contacto con los alumnos, suficiente información sobre el desarrollo y el alcance de
las actividades de los mismos.
Castillo (1989) propone revisar una serie de factores que influyen en el rendimiento académico y su posible relación
con aspectos como la organización de las escuelas, estos factores pueden ser personales, académico-escolares y socio-
ambientales, entre otros.
Los factores personales más relevantes en el rendimiento académico son la inteligencia y la personalidad. la inteligencia,
según Castillo (1989), es una variable de peso considerable en el rendimiento de los alumnos, pero no constituye el único
factor ni el más determinate en el éxito escolar. Por su parte, la personalidad, en relación con el rendimiento, no llega
a alcanzar la misma trascendencia de la inteligencia.
Sin embargo, cuando Kelly (1982), habla del aspecto personalidad, se refiere al hombre completo, consecuentemente
constituido de un cuerpo con su perfección y belleza, o carencia de ello; y de un alma con las potencias mentales de la
inteligencia, la imaginación y la voluntad; incluye elementos como la herencia, el medio ambiente y por supuesto la
voluntariedad, entendida ésta como la formación del carácter. obsérvese que Castillo (1989), separa la inteligencia de la
personalidad, cuando en realidad la primera es parte de la segunda.
Por su parte, los factores académico-escolares están constituidos por un conjunto de elementos personales, materiales
y de circunstancias, que configuran la tarea educativa e instructiva en la escuela. Tanto los elementos personales,
especialmente la figura del profesor, como los materiales, metodológicos, organizativos y didácticos; pueden facilitar o
afectar el rendimiento de los alumnos.
La formación de un individuo depende, en gran medida, de la calidad de la institución escolar que integra dichos
elementos; y esta calidad se materializa en la preparación del profesorado, la metodología empleada, los modelos
organizativos, los medios y recursos didácticos utilizados, el tipo de centro y su funcionamiento (Castillo, 1989). Esto
significa, que para que haya un mejor rendimiento, no es suficiente considerar solamente la personalidad del educando,
antes bien, deben incluirse todos aquellos elementos personales y académicos que integran la vida escolar.
Así mismo, los factores socio-ambientales son el reflejo del entorno socio-cultural, que afecta al desarrollo del
aprendizaje del alumno y con ello a su rendimiento. El medio familiar, el desarrollo cultural, el nivel socio-económico y las
clases sociales son algunas de las variables más estudiadas en las investigaciones sobre rendimiento académico. En
cualquier caso, la influencia de los factores socio-ambientales va disminuyendo al aumentar la edad y nivel escolar de los
alumnos, debido a la autonomía personal frente a los determinantes ambientales (Castillo, 1989).
No obstante, la misión educadora de la familia es uno de los elementos intervinientes que hoy en día ha sido depositada
en otros agentes, como los medios masivos de comunicación, los coetáneos y la comunidad, entre otros; se ha dejado a
la escuela sola frente a la gran responsabilidad que representa la formación integral de niños y jóvenes.
La influencia multi factorial que afecta el rendimiento académico, obliga a considerar la presencia de dos o más de
ellos a la vez, en el momento de realizar investigaciones, recomiendan los expertos.
* Las autoras son egresadas de la maestría en Educación de la UAG y catedráticas de la Facultad de Pedagogía de la misma Institución.
EDUCACIÓN
EL PRESENTE ARTÍCULO TIENE EL OBJETO de describir cómo las sociedades, culturas y civilizaciones humanas han
conservado y difundido el conocimiento; estas etapas han crecido en cuanto al volumen de información y conocimiento
que transmitían y en ellas un signo distintivo, ha sido, indudablemente, el crecimiento del conocimiento desde las sociedades
antiguas (que transmitían sus conocimientos de manera oral, personalizada), sociedad de papel (que transmitía sus
conocimientos de manera generalizada, pero particular a ciertas regiones o comunidades), hasta la sociedad de la
información apoyada en las nuevas tecnologías y con capacidad de transmisión de los conocimientos de manera más
rápida y generalizada y a mayor cantidad de público, aún no encontrándose éste en la región o nación.
A través de la historia las civilizaciones se han identificado con los diversos medios y soportes que les permitían
conservar la memoria de su nación o civilización (arcilla, papiro, rollos, etc.), esta información disponible, era un medio
de información y educación, ya que permitía acercar la realidad a los alumnos, adicional a esto, conservaban los
conocimientos de una manera sagrada, privilegiada, incomunicada.
El nacimiento de la imprenta y la educación industrial y post industrial del siglo XIX y XX se caracterizaron por
métodos de enseñanza-aprendizaje basados en los libros de texto en papel, a este tipo de sociedad se le denomina la
“Sociedad del Papel”, porque su base de aprendizaje fue y es el libro y documentos en papel; actualmente los programas
de estudio contienen en su mayoría bibliografía en papel, siguiendo la hemerograf´ía en papel y finalizando con algunas
obras adicionales que pueden ser ocasionalmente vídeos y filminas.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han permitido que el conocimiento mundial esté más
cerca a nosotros, con lo que se posibilita la transferencia de conocimientos de una nación a otra y de una sociedad a otra
sin que excedan en esto muchos años, es decir la información y el conocimiento de otras latitudes está más cerca de
nosotros que en años o décadas anteriores, de tal manera que un descubrimiento en un país puede ser conocido en
cuestión de días o semanas.
Guinchat (1990) citando un dato de UNISIST precisa que “el conocimiento tecnológico se ha multiplicado por diez
cada 50 años desde hace más de 2,800 años. En 1950, el mundo contaba con 1’000,000 de investigadores e ingenieros;
en 1900 eran 100,000; en 1850, 10,000 y en 1800, 1,000".
Anderla (1973) citado por Guinchat (1990) establece que
Foto: Yéssica Velasco
SOCIEDAD DE PAPEL
Debido a su aumento exponencial, la información sustancialmente no era posible guardarla en medios físicos, de tal
forma que se inicia un intento desde los inicios del siglo XIX, para darle tratamiento a una gran cantidad de documentos
que debió ser revisada y actualizada permanentemente. Las universidades, tuvieron que modificar sus sistemas para
darle tratamiento y acomodo esa cantidad mayor de información.
La sociedad de papel, se basa en la industria del papel (editoriales, empresas gráficas, etc) y las Universidades, a su
vez, conformaban sus planes de estudio entre el aspecto práctico de las profesiones y los materiales en papel existentes
sobre su área del conocimiento (esencialmente el libro de texto).
Las bibliotecas desarrollaban métodos para instruir o adiestrar a los alumnos en el uso de la información contenida en
el papel y guardada en un espacio físico. Programas de todo tipo se formalizaban en las bibliotecas universitarias, para
enseñar a utilizar la información que contenía la biblioteca. Estos programas básicamente eran preparados por los
profesionales bibliotecarios y en raras ocasiones, se impartían de manera curricular en nuestro país.
Con lo anterior podemos establecer las principales características en el manejo de la información en la sociedad del
papel, es decir, información que era procesada de manera lenta, que era utilizada y aprovechada preferentemente por la
región o regiones que la producían; que era trasladada a otras sociedades para su aprovechamiento (la traducción de un
título en algunas ocasiones llevaba hasta diez años) y finalmente era trasmitida educativamente en forma de libro de
texto o anexada a la bibliografía que no era cambiada con la velocidad que cambiaba el conocimiento.
Estas universidades del siglo XX, se apoyaban principalmente en la actividad industrial, y basaban sus planes y
programas de estudio en libros de texto en papel, que a su vez contaban con bibliotecas universitarias con información
en papel y finalmente esas universidades elaboraban programas de formación de usuarios no curriculares, para enseñarles
a utilizar los medios guardados en papel.
En la transición de la sociedad del papel a la de información, el uso eficiente
de esta es la característica adicional.
Una de las características principales para el desarrollo de países como los Estados Unidos ha sido, sin lugar a dudas,
su cultura informativa y el tránsito rápido y eficiente que han realizado de la sociedad de papel a la sociedad de la
información, en donde éste es considerado un recurso más, adicional a los recursos tradicionales como recursos humanos,
equipos, etc..
Un dato ilustrativo al respecto nos lo ofrece Guinchat (1990), cuando menciona que existe una baja productividad
científica y técnica en los países cuyos recursos documentales e informativos son pobres, la producción científica por lo
tanto es muy desigual, es decir unos cuantos países en desarrollo, unidos producen sólo el 1% de la literatura científica
mundial.
SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
Las universidades y bibliotecas, enfrentan un nuevo reto, las primeras deben educar en la realidad basándose en
conocimientos que se actualizan de una manera rápida, y las segundas deben conservar y discriminar la información
sobre el conocimiento de la misma forma, es decir, no es posible tener un libro de texto, sin que ya se hayan producido
tres o cuatro con información más actualizada, en ocasiones el proceso de compra y disposición del libro, superan su
actualidad.
Nuestra cultura aún se encuentra inmersa en la sociedad del papel; el tránsito de la utilización del libro a la utilización
de nuevos sistemas de información es aún lento, y además se realiza sin una meta u objetivo definido. Es usual escuchar
al profesor que recrimina al alumno que obtiene información del “internet”, sin que en esta búsqueda exista una relación
entre lo obtenido y lo necesitado; no existe una cultura del manejo y uso adecuado de la información.
Lau (90), comenta que la sociedad, en la actualidad gira en torno a la cultura oral, en donde el texto impreso tiene un
valor bajo. Esto supone una desventaja para el sistema de educación superior, porque impide que el universitario, explore
medios informativos digitalizados, y si lo hace, no tiene objetivo, ni proceso en su búsqueda”.
La información es hoy en día uno de los recursos más importantes que puede tener una institución o nación; la toma
de decisiones basada en información, es uno de los objetivos centrales de las redes informativas educativas existentes a
nivel nacional e internacional; se pretende que el uso de la información en la educación, sea una práctica cotidiana, por
lo que, el saber utilizar y aprovechar la información, es uno de los elementos de la sociedad de la información.
En la sociedad de la información se ha cambiado la manera como la gente aprende; se han establecido canales para
manejar la información de manera veloz, en donde los sistemas remotos, contienen información de otros países que se
obtiene a través de la manipulación de un teclado.
Los recursos informativos para educar igualmente han cambiado desde la universidad presencial, hasta los sistemas
semipresenciales y a distancia. El método de enseñanza puede hoy en día variar, desde la presencia física del profesor
hasta la mediación de un tutorial o sofware temático. El proceso de aprendizaje se ha cambiado del escuchar al hacer,
de escribir apuntes a teclear en un computador personal, etc.
Las características de la sociedad de la información se basan principalmente , en una mayor cantidad de información
y conocimientos, los cuales son tratados con medios tecnológicos y telemáticas (nuevas tecnologías de la información y
la comunicación), distribuidos entre grupos, sociedades y naciones de una manera veloz, a través de los computadores
y actualizados de manera permanente.
Se habla ya de una sociedad del aprendizaje, apoyada por la información o las nuevas tecnologías, donde el paradigma
de la enseñanza, se traslada al paradigma del aprendizaje; se discuten estos temas estableciendo qué conocimientos,
habilidades y destrezas deberán tener los universitarios del futuro. (Adell, 1997)
El tránsito del libro en papel al documento digitalizado es la características esencial, de las nuevas tecnologías, en
donde lo adicional deben ser las habilidades para utilizar y discriminar una mayor cantidad de información.
En el Foro de la Sociedad de la Información a la Comisión Europea (citado por Adell, 1997), se afirma que “el cambio
hacia la sociedad de la información, se produce a una velocidad tal, que las personas sólo podrán adaptarse si la sociedad
de la información se convierte en la sociedad del aprendizaje permanente, esto debido a la cantidad de cambios e
innovaciones en los conocimientos”.
En esta transición de la sociedad del papel a la sociedad de la información, se tiene que dar igualmente una característica
adicional, que es la del uso eficiente de la información, ya que éste como otro recurso, tiene un período de vida y un valor
del tiempo. El uso de recursos adicionales al papel debe ser un reto para la sociedad del mañana, ya que cada día es más
usual, encontrar información en hiper texto en donde se puede seleccionar de manera rápida la parte de esa información
que es útil para un programa o una actividad escolar.
En el artículo denominado “La colaboración entre el personal docente e investigador y los bibliotecarios a la hora de
establecer planes de estudio para el próximo milenio -la experiencia de Estados Unidos”, la autora establece cómo las
nuevas tecnologías, los organismos de financiación y la competencia, obligan al personal docente a replantear el contenido
de los planes de estudio de la enseñanza superior, apoyándose en las nuevas tecnologías, en las bibliotecas electrónicas,
de tal manera que los estudiantes terminen sus carreras bien preparados para su participación en la sociedad de la
información”. (Rader, 1998)
Esta realidad de desarrollar planes de estudio que tengan incorporado información no solo en
papel, sino información electrónica y digitalizada que produzca ventajas competitivas, más acordes a la realidad y
producir egresados con la habilidad para seguir aprendiendo, es una de las preocupaciones de muchas de las instituciones
educativas en todo el mundo.
Lo anterior ha sido constante en los programas formativos para el uso de la información, en algunos casos con éxito
en nuestro país y en otros no, sin embargo en este momento es necesario desarrollar habilidades que permitan la
preparación completa y competitiva de los universitarios, actividad en la que deben involucrarse la academia y el centro
de información.
ANTECEDENTES DE LOS
PROGRAMAS DE FORMACIÓN
INFORMATIVA
El país que más se ha desarrollado en formación informativa universitaria es Estados Unidos de Norteamérica, ya
que la concepción de educador y bibliotecario apareció en la Universidad de Harvard entre 1877 y 1897; en esta época
y hasta 1910, alrededor de 20 instituciones educativas ofrecían cursos con valor curricular sobre investigación bibliográfica.
(Hernández, 1996)
En 1960, en el Colegio de Monteith de la Universidad del Estado de Wayne, Patricia Knapp (citada por Hernández,
1996), realizó un avance al plantear un programa en donde se conceptualizaba como objetivo, el que la biblioteca fuera
considerada un centro donde se produce el proceso de enseñanza al intentar que los alumnos desarrollaran un entendimiento
profundo de la biblioteca y aumentaran su habilidad para usarla.
Soria (1977), realizó un estudio en donde enfatizaba la relación profesor, alumno y biblioteca, que era indispensable
para el proceso de enseñanza-aprendizaje, y citando al Dr. Luis Garibay, establece como uno de los puntos de la reforma
educativa “enseñarle al estudiante a aprender constantemente y por iniciativa propia en dónde buscar conocimientos y
cómo integrarlos, en referencia a la biblioteca universitaria.
Lonngi (1983) establece que en el año de 1983, organismos internacionales trabajaban activamente en el establecimiento
de acciones tendientes a desarrollar habilidades para manejo de información, entre ellas se cita a la Asociación Europea
de Servicios de Información (EUSIDIC), la Federación Mundial de Ingenieros (FMOI), la Federación Internacional de
Documentación (FID), la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y la UNESCO.
Durante ese año se elaboraban manuales (Guidelines for Bibliographic Instruction in Academic Libraries de la
Association of College and Research Libraries; UNISIS (Programa de Información General de la UNESCO) producía
la Guide for Teachers de Evans, Rhoder y Keenan publicado por la UNESCO.
Culebra y Viives y Médina (1983) realizaron una investigación en 1983, para 32 escuelas del Distrito Federal, en
donde investigaron qué prácticas existían para desarrollar habilidades en los usuarios, concluyendo que los estudiantes
necesitan información para completar satisfactoriamente sus estudios y que los profesores e investigadores la necesitan
para llevar a cabo con eficiencia su trabajo. Igualmente que los usurarios requieren que se les "adiestre" para manejar
información.
Sosa (1988) analiza los diversos métodos utilizados para la formación informativa y establece sus ventajas y desventajas,
concluye que la educación y entrenamiento en el uso y manejo de información, debe hacer consciente al alumno de que
la información es un bien costoso, por lo que deberían existir programas que abarcaran el ámbito académico, a través de
los cuales se permitiera el óptimo aprovisionamiento y uso de la información científica y tecnológica para crear una
sociedad bien informada.
Hernández (1993) propone una sistematización del proceso de formación en información, en donde las entradas o
insumos están representados por los recursos (humanos, materiales, económicos) es decir, por el material documental,
en forma impresa o electrónica; el proceso o transformación ocurre cuando se analiza el material y se ordena para su
uso y las salidas o productos los representan por la información que se obtiene con ese ordenamiento, de tal forma que
la Teoría de Sistemas se aplica en los programas de formación.
Zamora (2000) determina una serie de competencias informativas que deben de poseer los alumnos de Educación en
todos sus niveles, en estos se enmarcan el desarrollar habilidades de manera gradual, desde nivel licenciatura hasta nivel
de post grado.
Finalmente en 1989 y después de varios años de estudiar las nuevas tecnologías de la información y su influencia en
el desarrollo de la educación la American Library Association (ALA) acuñó el término de alfabetización informativa, en
donde expresa cuáles son los requisitos que deberá poseer una persona que se considere alfabetizada en el uso y manejo
de información, a este reto varias universidades se han sumado.
Otros organismos internacionales como la UNESCO, estableciendo la necesidad de formalizar programas que habiliten
a los universitarios en el uso efectivo de la información.
LA ALFABETIZACIÓN INFORMATIVA
La alfabetización se define como “un proceso de formación del adulto analfabeto, por medio del cual debe ser posible
una estrecha vinculación de la enseñanza de la lectura, la escritura y el cálculo, con la capacitación para el trabajo y la
producción”,
La autora es licenciada en Administración y estudiante de la maestría en Educación por la U.A.G. Actualmente funge como Sria. Escolar de la
Coordinación de Humanidades y como catedrática de la facultad de Educación.
COMENTARIO
La influencia televisiva
Por: Daniel Aceves Rodríguez
En primer lugar, el hábito de pasar largo tiempo frente al televisor, va conformando la mente del niño y haciendo que
los patrones culturales y de conducta se amolden a ciertos estereotipos, cubriéndose así, el tiempo necesario para la
convivencia familiar, larealización de sus tareas escolares y domésticas.
Este hábito repercute de una manera directa para que el niño tome a la televisión como modelo para su forma de
pensar y conducirse en la vida, muy lejano ya a lo que en la escuela, con menos horas de atención al maestro, pudiese
lograr con sus alumnos, puesto que estos verán en las clases un sistema
tedioso y menos sugerente, encontrándose en la actualidad que el aula no
atrae la atención de los alumnos como lo hace el televisor. Por ello no es raro
que en las aulas y en el hogar encontraremos a niños y jóvenes, cada vez más
agresivos, con menor apego a los valores cívicos, éticos, sociales, con una
marcada tendencia a la llamada línea del menor esfuerzo y con una pérdida
del hábito de la lectura. En este sentido no es de extrañar que el promedio de
libros leídos al año por cada mexicano sea de dos, y que el mayor consumo de
lectura sea los "cómics" o revistas de la farándula con un contenido amarillista,
pornográfico y consumista.
Recientes investigaciones en Estados Unidos sobre programas de dibujos animados demostró que el 70% de estos
programas contienen escenas violentas, donde se promueve la agresión, demostrando así a los padres de familia que no
sólo por hecho de ser caricaturas deba pensarse, erróneamente, que son inofensivas.
También se encontraron serios defectos en la determinación de las categorías para orientar al auditorio en el tipo de
cartelera que se brinda, poniéndose así programación para adultos en horarios en que pueden ser observados por
personas de edades inapropiadas; en estos temas la situación para nuestro país no es tan diferente, ya que no sólo las
cadenas nacionales que de 14:00 a 21:00 horas transmiten programación infantil, sino también las caricaturas y programas
que se reciben en el sistema privado de televisión, presentan contenidos y escenas altamente dañinas para las mentes de
los pequeños televidentes.
"Se ha formado una generación de individuos producto del televisor, a los cuales ya no les interesa la abstracción,
están cada vez más acostumbrados a que todo se les dé ya preparado, quieren elaboraciones fáciles que se presenten
por medio de imágenes atractivas y deslumbrantes, tienen agilidad y destreza manual pero una gran pereza mental, que
se refleja después de largos años en que han estado pegados a un televisor".
El resultado de esto, será un joven con pocos proyectos en varios órdenes de la vida, su lenguaje es escaso, lleno de
modismo y con una terminología propia de los programas de moda, en pocas palabras Sartori nos indica que son jóvenes
con una mente un tanto atrofiada, por tanto sin sentido, producto de lo recibido en todos esos años.
Cierto que no toda la programación es nociva, y que la solución no está en tirar el televisor por la ventana, sino en
hacer conciencia del cuidado y la prudencia que los padres debemos tener al educar a nuestros hijos, limitándonos el
número de horas ante la el aparato y comprender que existen gran cantidad de programas que en lugar de ayudar al
crecimiento integral de los niños, los llevan a un retroceso en todos los órdenes. Asimismo nuestra función será también
presionar para que las cadenas televisivas tomen conciencia de la enorme responsabilidad que tienen ante la sociedad
para coadyuvar el desarrollo cabal del ser humano, y no para convertirse en un factor opuesto, que enajene las mentes
infantiles y confunda a la sociedad en general.
El autor es Q.F. B. por la UAG y estudiante de la Maestría en Filosofía. Actualmente es subdirector de EDUCON Patria.
CIENCIA
CONTINUAREMOS EN ESTA OCASIÓN TRATANDO aspectos referentes al pensamiento crítico, después de haber ya mencionado
en otros trabajos de esta misma revista, aspectos como el de “La Navaja Filosófica” (Nº 12) y “La Calidad de una
Prueba” (Nº 14). Ahora, queremos insistir en que la responsabilidad de una prueba recae en el proponente. En
palabras más sencillas, el que dice algo, debe encargarse de probarlo.
Existen una gran cantidad de charlatanes en áreas pomposamente llamadas “para-psicológicas” que lanzan (en
medios electrónicos o impresos) una gran cantidad de afirmaciones de la manera más ligera e irresponsable que uno se
pueda imaginar. Cuando un escéptico le pide que lo pruebe, o al menos que explique el mecanismo del fenómeno,
frecuentemente se escuchan una de estas dos respuestas:
Como veremos, es muy difícil probar que algo no existe, por lo que una afirmación no se puede aceptar simplemente
por la falta de pruebas en contra. Para poder aceptar la existencia de un fenómeno físico, se deben proporcionar
pruebas experimentales, repetibles, controladas.
Cuando algo funciona sin saber cómo, no constituye un conocimiento cientifico, o por lo menos no todavía, el cual se
expresa por medio de las causas, generalmente inmediatas. En el caso mencionado, se podría tratar de un conocimiento
empírico, el cual aunque es importante, no es científico. Además, el decir que ignoramos algo no es un punto a favor. El
decir que no sabemos, y de eso deducir que es
verdadero, es una falacia llamada “Argumento por
la Ignorancia” tratada de manera excelente por
Jonathan Adler.
De manera similar, si alguien afirma que Santa Claus vive en el Polo Norte, podríamos hacer una expedición para
buscarlo, pero al no encontrarlo, el proponente podría decir que se cambió al Polo Sur o que vive dentro de una montaña
inaccesible, o que es invisible, etc. Solamente es cosa de imaginación para sacar excusas, una tras otra. Como podemos
ver, es difícil probar que los renos no vuelan o que Santa Claus no vive en el Polo Norte. El proponente deberá entonces
traer un reno y hacerlo volar enfrente de un grupo de científicos preparados, e idealmente explicar cómo hace para volar
sin alas (¿propulsión a chorro?)
Otra razón para pedir que el proponente sea quien pruebe lo que dice, es simplemente por economía. Si alguien
afirma que hay gallinas en la Luna, otra persona, -que lo crea falso- ¿deberá gastar millones de dólares y años de tiempo
e investigación para rechazar esta loca propuesta? ¿Por qué debo yo de gastar mi tiempo y dinero en tratar de probar
falso lo que dice otro? Al fin y al cabo, si alguien va a la Luna y no encuentra gallinas, se encontrará en la misma posición
del que va al Polo y no ve a Santa Claus.
Otro punto que se puede tratar ampliamente, fue el presentado por un alumno de 9º semestre de Ingeniería, al discutir
sobre un programa de radio transmitido hace algunos años de manera local, donde participó el Dr. Ernesto Batistella,
entonces Director del Posgrado en Filosofía de la UAG, donde el tema principal eran los fenomenos psíquicos. Esta
persona pidió la palabra y de manera algo breve, preguntó: Y... por qué no?
Espero contar con su atención al próximo número de «Academia» donde trataremos este tema.
En el caso de los OVNI´s, incluso los que se dedican a coleccionar avistamientos de manera profesional, están de
acuerdo en que una gran cantidad de reportes se pueden explicar por medios mundanos, como globos, estrellas, aviones
etc. Pero insisten, en que siempre queda algún caso inexplicable y de aquí se aferran, exigiendo a los escépticos que lo
prueben falso. Si después de explicar centenares de casos queda alguno muy raro, podemos desecharlo como producto
del ruido en la comunicación humana, que puede presentarse como chismorreo, autoengaño, ganas de creer o como
sucedió con Don Quijote, que de tanto leer libros de caballerías (o de OVNI´s) se le secó el seso. Además, recuerde que
el proponente debe probarlo, no el escéptico.
El autor es Ingeniero Mecánico Electricista, Jefe del departamento de Física del Instituto de Ciencias Exactas de la U.A.G.
EL HUMANISMO EN EL EJERCICIO MÉDICO II
El humanismo en el currículum
Por: Catalina Gómez Magallón
Los derechos del paciente y el respeto a su dignidad, suelen ser asunto de acuerdos informales de políticas hospitalarias
y de la sensibilidad ética humanista del prestador de servicios de salud, mas que de preceptos legales o deontológicos. 5
A pesar de que la vigencia de los “Juramentos” de los médicos sobre su ejercicio profesional se fundamenta en la
ética y epistemología médica del “gran médico Hipócrates”, (quien trata siempre de suprimir el sufrimiento de cada
persona y la injusticia en la conducta humana), un rasgo que caracteriza la cultura de este siglo que ha terminado, es la
pérdida del ejercicio de los valores clásicos, destacándose la omisión de los principios de la ética hipocrática, la que ha
comenzado a ser olvidada sistemáticamente y remplazada por otros códigos que, al igual que aquella, cuidan o se
preocupan por el “ser enfermo”. 2
Un trabajo realizado en 1958 sobre los Juramentos Médicos de las escuelas de medicina de Estados Unidos de
Norteamérica y Canadá, refieren que casi el 98% de los textos hacen
referencia a procurar el bienestar del paciente y el 90% a evitar la
injuria.9
se habla más que nunca de la necesidad de una ética para los médicos
y otros profesionales de la salud, siendo los propios centros sanitarios
y las facultades de medicina, los que llevan la iniciativa en la mate-
ria.4
Todos los médicos en el nuevo milenio necesitan un lenguaje común con el cual describan sus aspiraciones y metas
dentro de un marco moral colectivamente entendido. Los actos virtuosos de un médico en lo individual propagan su
propia excelencia profesional y la capacidad de las instituciones de Medicina para llevarlo a cabo.10
En la actualidad la orientación en la educación médica se dirige principalmente a los aspectos físicos; el aprender
aspectos humanísticos no son parte del currículum de medicina1, de allí la necesidad que la educación deba ser orientada
a un orden moral objetivo, aunque haya enfoques que lo nieguen (utilitarismo, relativismo y emotivismo), los cuales la
sitúan fuera de la razón o la hacen depender de los resultados, convenientes o no, que se obtengan de las diversas
conductas.4
Autoridades en la materia declaran la urgencia de incluir el humanismo en los planes curriculares; para hacerlo,
sostienen, se requiere del conocimiento de las ciencias sociales, psicología y teorías culturales, enfatizar las habilidades
de reflexión y auto-conocimiento, así como actitudes de altruismo (habilidades y actitudes que pueden ser fomentadas
por medio de las ciencias humanísticas anteriormente señaladas).8
Los médicos en su capacitación deberán practicar tareas humanistas y analizar con expertos su desarrollo, ya que no
siempre pueden estar conscientes de practicarlas, además necesitarán mejorarlas, lo cual lo podrán lograr estando
convencidos de lo que es el humanismo e incorporarlo en la atención a sus enfermos.1,8
El médico en su función de maestro es siempre un modelo para el alumnado; la manera como se comporte ante sus
discípulos determinará en estos sus experiencias y les afectará en su futuro rol médico; puede ser buen o mal modelo de
conducta profesional y los alumnos se identificarán con las actitudes implícitas en sus estilos y métodos de enseñanza,
expresando posteriormente estas actitudes en las relaciones con sus pacientes.6
El médico como maestro, debe esforzarse en la enseñanza de las ciencias básicas para enseñar conceptos que
integren detalles; debe ayudar a los alumnos en el temor al
desconocimiento de gran cantidad de datos útiles en el estudio de la
medicina, pero debe también transmitir la ética y valores dentro de un
contexto de experiencias formativas tempranas 6 y establecer
estrategias curriculares con resultados mensurables.Para ello, a los
alumnos de medicina se les debe otorgar retos y darles el apoyo
necesario para que sean mejores como individuos y actúen sobre los
estándares de excelencia que les son requeridos10. Entendido es que
no es suficiente un solo curso dentro del currículum para la enseñanza
de las actitudes humanas; es concebido que el currículum formal,
informal u oculto, contribuyen a la formación de los valores o virtudes,
y que por tanto la meta de la enseñanza de los valores debe ser
entendida como una “Misión Institucional” de la profesión médica,
para lo que es necesario se contemplen bases formales o innovaciones
Foto: Dpto. de Producciones, ICB.
CONCLUSIÓN
El humanismo confiere dignidad y nobleza a la persona humana. La comprensión humana, el amor al prójimo, el
espíritu de sacrificio y el sentido del deber, deben ser las bases de la formación humanística del hombre de hoy.7
Humanismo significa alcanzar la plenitud del corazón del intelecto, no arrodillarse ante el ídolo del éxito material; es
saber dominar la técnica sin volverse sus esclavos, es comportarse en toda circunstancia como hombres y con amor a
los hombres7, para lo cual las instituciones educativas deben hacer hincapié en la relación médico paciente desde una
perspectiva humanitaria y compasiva, reforzar la adquisición de habilidades para la comunicación (sobre todo las de dar
a conocer malas noticias), así como alentar a los alumnos a pensar y expresarse humanísticamente 1. Aristóteles sostenía
que los educadores médicos, podían estimular al buen alumno a manifestar características que estuvieran definidas
dentro de un marco general del ejercicio de la medicina, el cual permitiría a todos los futuros médicos desarrollar sus
propios estilos personales.10
En un sistema en donde los incentivos económicos han sido configurados para hacer de los médicos y pacientes
rivales económicos, es difícil para cualquier paciente o médico sentir que sus valores constituyen la dignidad y que ésta
es el valor que no tiene precio y pertenece solo a las personas (Kant). Es difícil que en un sistema en donde la visita del
paciente se reduce a siete minutos, en donde los pacientes no pueden estar el tiempo suficiente para que los alumnos los
conozcan como personas, en donde las clínicas de pacientes ambulatorios limitan su tiempo para hablar con los enfermos
y sin tiempo para la enseñanza, en donde los médicos se resisten a sustituir sus propias experiencias de entrenamiento,
donde aumentan tiempo y restringen el trabajo; es difícil que en un ambiente así, los aspectos humanísticos mencionados
sean dirigidos.11
Esta es la crisis última en la enseñanza del humanismo empático en la educación médica. Si esto permanece por
mucho tiempo en la formación del médico, se tendrán efectos devastadores en la aplicación de la empatía y del humanismo
en la práctica médica.6
Es urgente, es una necesidad el favorecer el desarrollo de medios y recursos pedagógicos que alienten en los
profesionales de la salud, la adquisición de las habilidades y destrezas de comunicación para mejorar el vínculo médico-
paciente y llevar a la práctica médica los principios fundamentales de la ética médica actual.9
Comentario
Leyendo y reflexionando las citas anteriores y analizando algunos comportamientos de los médicos de hoy, solo resta
estar de acuerdo en que una gran mayoría, sea por las razones que sean (lucro, falta de honestidad, sistema, crisis,
incapacidad, etc.), atienden a sus pacientes no como personas que por el solo hecho de serlo tienen el derecho de ser
tratadas con dignidad, sino que las consideran elementos materiales que contribuirán a su éxito profesional, económico
o personal. Actualmente ya es una voz general de la sociedad el pedir un trato digno, ya ha sido menester para velar por
esto, la creación de asociaciones que normaticen, legalicen y cuiden por el cumplimiento de no hacer mal al enfermo.
Pero no es suficiente el legislar el derecho a un trato digno, sino además es menester el de analizar la educación formal,
informal y lo que refleja el currículum oculto de las Facultades de Medicina, para que a través de objetivos curriculares
y ejemplos de educadores médicos de los comportamientos en el ejercicio de la profesión, los alumnos de medicina
introyecten conductas y conocimientos percibidos a lo largo de su formación médica.
BIBLIOGRAFÍA
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Espiritualidad en el cuidado de los enfermos y sus familias. Rev Sanid Milit Mex. Vol 53, No. 5, Pág. 336-344.
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5.López de la Peña, Xavier A. 1999. El derecho al respeto de la dignidad de los pacientes. Gac Med Mex. Vol 135, No. 5 Pág. 545-547.
6.Marcus, Eric R. 1999. Empathy, humanism, and the professionalization process of medical education (Empatía, humanismo y el
proceso de profesionalización del a educación médica). Academic Medicine. Vol. 74, No. 11. Pág. 1211-1215.
7.Micheli Serra de, Alfredo. 1999. Humanismo en medicina. Homenaje a la memoria del maestro Ignacio Chávez en el vigésimo
aniversario de su fallecimiento. Gac Med Méx. Vol 135, No. 5. Pág. 523-526.
8.Miller Steven, Z. y Schmidt, Hilary J. 1999. The habit of humanism: a framework for marking humanistic care a reflexive clinical skill
(El hábito del humanismo: un antecedente para hacer del humanismo una habilidad de reflexión clínica). Academic Medicine. Vol 74, No.
7 Pág. 800-803.
9.Rancich, Ana María; Pérez Marta, Lucía; Gelpi, Ricardo Jorge y Mainetti, josé Alberto. 1999. Análisis de los principios éticos de
beneficiencia y de no-maleficiencia en los juramentos médicos, en relación con el Hipocrático. Gac Med Mex. Vol 135, No. 1. Pág. 345-
351.
10.Shelton, Wayne, 1999. Can virtue be taught? (¿Puede la virtud ser enseñada?). Academic Medicine. Vol 74, No. 6. Pág. 671-674.
HACE UNOS DÍAS, LA MAESTRA DE PRIMARIA de mi hija, nos obsequió a los padres de familia con dos cuartillas de una
lectura que a ella le pareció digna de difundir, por su contenido moral y espiritual.
El escrito en cuestión era una extraña mezcla de ideas religiosas orientales, que por cierto estaban mal referidas, y
algo de psicología motivacional con faltas de ortografía y algunos absurdos. Lo que me pareció curioso era que al final
se solicitaba enviar copias a los conocidos y amigos, como en aquellas “cadenas” de la suerte, para que te resulten los
negocios y obtengas sorpresas de la vida.
Me vino a la mente aquello de que “el que no conoce a Dios, a cualquier palo se le arrodilla”, y me pareció que si esa
maestra que cursó la escuela normal hace veinticinco años, se impresiona tan fácilmente por tonterías, entonces: ¿qué
tipo de personas se han instruido en el sistema educativo, que durante generaciones ha sido laico y aveces francamente
irreligioso? ¿Qué podemos esperar dentro de las escuelas públicas de los programas de formación moral sin fundamentos
y sin Dios?
Sócrates, expresaba que la ignorancia del bien llevaba a los hombres a hacer el mal.
“No es posible que un hombre, sabiendo que puede hacer cosas mejores que las que hace, haga sin embargo las
malas y deje las buenas”. “Ser inferior a sí mismo no es otra cosa que estar en la ignorancia; y ser superior no es otra
cosa que poseer la ciencia”.1
Cuando mis alumnos analizan el pensamiento de Sócrates, no dejamos de advertir que la acrasia, -debilidad moral de
hacer el mal conociendo el bien- es una realidad evidente.2
Pero Sócrates que vivía en una época cuya preocupación se centraba más en lo social que en lo personal, parece
ilustrarnos en un problema educativo de plena actualidad que podemos resumir en la siguiente tesis: La sociedad actual
no sabe distinguir el bien del mal, porque durante generaciones se le privó de la adecuada educación ética.
Es decir, existe plena ignorancia del verdadero bien y ello ha traído como consecuencia que la conciencia individual y
colectiva se ha deformado.
Estas afirmaciones también son tratadas por William Kilpatrick, haciendo énfasis en algunas de las causas del
analfetismo moral y la importancia que reviste en l a actualidad la formación del carácter en la educación y el retorno a
la educación tradicional.3
Luego entonces, la muy pregonada crisis de valores solamente es un efecto, y una de sus causas más importantes es
el abandono de los programas educativos de moral.
Ahora parece que la tendencia quisiera revertirse, porque los programas oficiales ya incluyen formación moral, pero
la ignorancia supina continúa, porque el enfoque adoptado sigue siendo trunco e inadecuado.
Pareciera que quienes diseñan los programas de educación ética fuesen psicólogos ateos que parten de bases falsas
sustentadas por Rousseau y fomentan métodos como la libre discusión de problemas morales, pero sin imponer conclusiones
objetivas y dejando a los alumnos sumidos en la ignorancia y tomando sus propias decisiones, argumentando la tolerancia
hacia todo, inclusive a las peores deformaciones morales.4
Lo que se requiere son verdaderos filósofos que puedan devolver el enfoque correcto a la muy manoseada ciencia de
los valores. Si los políticos y autoridades quisieran terminar con los graves problemas sociales como la corrupción , las
madres solteras adolescentes, los suicidios, etc., la solución está en sus manos: quitar la ignorancia que en mateia moral
padece la sociedad por medio de la educación ética bien orientada, comenzando por la niñez y la juventud. Esto quizá
llevaría un esfuerzo de generaciones, pero valdría la pena.
Mientras esto no suceda seguiremos encontrando egresados normalistas que difundan ideas absurdas, como la
astrología, los mantras, los ovnis y demás, y solamente cosecharemos los ciudadanos que formemos en nuestras aulas.
Es reconfortante que después de 24 siglos, sigamos contando con razones como las de Sócrates, que iluminen
nuestra ignorancia.
NOTAS
1.- Platón. “Diálogos”. Protágoras o de los Sofistas. Porrúa, Sepan Cuantos, No. 13, México, 1989. Pág. 140.
2.- Taylor, A. E. “El pensamiento de Sócrates”. Fondo de cultura Económica, Breviarios, No. 161, México, 1988. Pág. 117 - 144.
3.- Kilpatrick, William. “¿Por qué Juanito no puede discernir entre el bien y el mal”. IFIE, México, 1995.
La Revolución a partir
de la Reforma
Por: J. Fernando Sánchez Cu
DESPUÉS DE LA “EDAD MEDIA” (siglos XIII a XIV) se va a encontrar el “Renacimiento”, en la que se pueden distinguir dos
corrientes simultáneas contrapuestas:
1) La de los escolásticos, que tratan de mantener y perfeccionar la obra filosófica y cultural del siglo pasado,
basados principalmente en los lineamientos del Doctor Angélico. Ésta es la corriente que será derrotada ante el impulso
y respaldo propagandístico de su oponente. Por lo
tanto no vamos a entretenernos en ella, ya que
nuestro objetivo es presentar un panorama gen-
eral de las filosofías que dejaron su impronta en la
historia de la humanidad. Esto no significa que no
sea importante este movimiento, sino que no triunfó
históricamente hablando, aún cuando tampoco ha
sido eliminada totalmente.
Si recordamos un poco encontraremos que los sofistas fueron combatidos y destruídos por Aristóteles, y que se
conceptualiza este término, como mentira, falsedad, etc. Pues bien, los humanistas del Renacimiento volvieron sus ojos
a los griegos, pero no a los del esplendor filosófico de los grandes pensadores, sino de los primeros filósofos, los
materialistas, los sofistas que sobre todo, presentaban la forma de vida de la decadencia griega como el ideal de la
sociedad a lograr; este movimiento no se llevó a cabo en las clases bajas, sino en la alta sociedad donde se leía con
avidez esa literatura decadente y se reproducían en los banquetes y fiestas, los bacanales y comilonas de los griegos -
se llegó a la sensualidad, libertinaje y, aún, al homosexualismo.
“El humanismo de los siglos XIV, XV y XVI, al revivir el interés por la literatura clásica, griega y romana, presentó
a la vida de aquellos pueblos como un tipo ideal de humanidad con sus aspectos literarios, político y social, y puso los
cimientos de la civilización moderna contribuyendo, no poco, a allanar el camino de la Reforma. Al despertar el entusiasmo
por las lenguas muertas dio lugar a que los exagerados del movimiento fuesen causa de grave daño: Un cierto desprecio
por las lenguas vivas y determinado formalismo académico” (Espasa-Calpe)
Así, pues, se trata de un movimiento que tiene por finalidad poner en vigencia, nuevamente, el estilo de vida de las
sociedades paganas, pero no del esplendor, sino en sus aspectos decadentes y sensualistas (hedonistas) por lo cual
podemos denominarla “neopagana” con todo acierto y toda justicia.
En 1517 se suscita otro movimiento históricamente relevante: el protestantismo. Este va a iniciarse en Alemania
cuando Martín Lutero clava sus 95 tesis en la catedral de Wittemberg; inmediatamente se le van a unir Calvinio,
Zwinglio y otros.
¿Qué es lo que Lutero propone o pide en sus 95 tesis?, para entenderlo mejor hay que recordar el estado social
provocado por el humanismo en toda Europa; este estado de la sociedad había penetrado, desgraciadamente, también en
la Iglesia. No es posible, y tampoco es nuestra intención, negar que había prelados que leían a Homero en vez de la
Biblia, que en sus sermones (homilías) hablaban de esa vida en vez de la vida y enseñanzas de N.S.J. y la Santa Iglesia
Católica. Pues bien, Lutero va a protestar contra
este estado de cosas y va a proponer “soluciones”
tales como: Negar la autoridad papal y de la Iglesia
como única interpretadora fiel y confiable del
mensaje Divino; propone la supresión del voto de
castidad por no poderse llevar a la práctica (?); la
supresión del Santo Sacrificio de la Misa, la
legalización de la poligamia, la libre interpretación
de la Biblia, etc.
Otra dificultad que ha traído el protestantismo es su concepto del “Destino manifiesto”, según el cual todo ser
humano nace con su destino determinado por Dios, ya desde el mismo momento de su concepción está definida su
salvación (ir al gozar de Dios) o su perdición (irse al infierno); esta determinación divina se va a manifestar en “el éxito
que se tenga en los negocios”; por lo tanto se puede saber si se salvará o se perderá de acuerdo con los bienes
materiales que logre acumular en su vida, sin tomar en cuenta sus actos buenos o malos, o la forma de obtener esos
bienes materiales.
Esta perspectiva se vivió intensamente en Inglaterra donde el rey Enrique VIII fundó la iglesia anglicana porque el
Papa no quiso anularle el matrimonio con su esposa Catalina de Aragón para casarlo con su amante Ana Bolena; este
rey tuvo seis “matrimonios”durante su vida y fue el causante de grandes derramamientos de sangre. El anglicanismo se
extendió por todos los dominios (colonias) ingleses estructurando el estilo de vida pragmatista de esos pueblos.
En la actualidad existen numerosas sectas protestantes que luchan enconadamente por superar a las demás, y cada
una se cree la iglesia verdadera y se oponen a las demás en muchos aspectos más o menos importantes; siguen
haciendo proselitismo basados en la lectura de la Biblia y sus frases entresacadas de ella y bien memorizadas, pero poco
o nada (en la generalidad de sus seguidores), entendidas y razonadas; además, su constante lucha demuestra que no
siguen, en la práctica, el principio de la libre interpretación de la Biblia, ni conocen la historia del protestantismo o de su
secta específica.
Por su parte, la Iglesia Católica promovió la verdadera reforma Cristiana con el Concilio de Trento (1545-1563) sin
necesidad de llegar a las pugnas y guerras que produjo el protestantismo en toda Europa. Estas guerras trajeron por
resultado que Europa del Norte quedara sometida al protestantismo y diera origen a un nuevo estilo de vida que podríamos
llamar pragmático, ya que sólo mira al bienestar económico y material de la sociedad, pero en moral llega al liberalismo;
recuérdese que según Lutero, Zwinglio, Calvinio, etc. las acciones buenas o malas
que realiza el hombre no tienen ningún valor, ya que ha sido previamente marcado
para salvarse o perderse irremisiblemente.
Esta secta contribuyó a propagar los principios de la revolución y del racionalismo y liberalismo con todas sus
consecuencias contrarias a la religión y al orden social. En España se les conoció como “alumbrados” y su punto de vista
era la recepción directa de Dios en la iluminación del espíritu y la doctrina salvífica, terminando generalmente en los
desenfrenos de la carne. Participando del luteranismo e iluminismo creían que en el éxtasis o dexamiento no podían
pecar, ni aun venialmente.
“El iluminismo es el puente que enlaza la ideología del renacimiento con el escientisismo (*) del siglo XIX. En efecto,
el humanismo, naturalismo, criticismo aparecen en distinto grado en todos los representantes de este movimiento. En
Inglaterra figuran como corifeos: Lock, Berkeley y Hume; en Francia P. Bayle; en Alemania, donde llegó más tarde,
Lessing y Herder. El iluminismo contiene el germen, no las doctrinas positivas de renovación filosófica, pero sí las
tendencias radicales en todos los órdenes; cuando no se encontraron ingenios equilibrados, degeneró en las audacias del
filosofismo”.
Esta y otra información se encuentran en la mencionada enciclopedia. Reflexione un poco; este movimiento hablaba
de “madurez o moralidad”, pero ¿qué tipo de moral era la que buscaban con los desenfrenos de la carne a que llegaban,
con el despotismo de los superiores, con la negación del orden moral y civil que proponían? Es obvio que madurez y
moralidad se entendían como el derecho a hacer y deshacer a gusto y medida, propiciar el caos social y pervertir al
mundo en general, invirtiendo los valores morales, buscando el poder absoluto (mundial) con su perspectiva política.
____________
* ESCIENTISISMO: Tendencia materialista y naturalista que reclama para las
ciencias naturales la dirección moral e intelectual.
Desde el punto de vista doctrinal, tuvo sus antecedentes en el
Iluminismo. Todos ellos pensaban que era imposible admitir dogmas
o principios superiores a la razón. Entre los ideólogos se encontraban:
Carlos de Secondat, Barón de Montesquieu; Francisco María de
Aurouet, que usaba el pseudónimo de “Voltaire” (este fue el más
entusiasta y hábil propagador de ideas ajenas, incisivo enemigo del
Cristianismo y sólo se mostró revolucionario para la gente ilustrada);
Juan Jacobo Rousseau (quien fue, primero calvinista, se convirtió al
Catolicismo y de nuevo al protestantismo); era un promotor del
sensualismo y no de la razón, por lo que se decía enemigo del
racionalismo.
Ya en la revolución se pueden distinguir varios momentos de gran importancia; inicia con la reunión de los “Estados
Generales” convocados para reparar la economía de Francia. Los convocados se revelan contra el rey solicitando que
se establezca una nueva constitución que diera el poder a una cámara; al negarse el rey se refugian en “el juego de
pelota” y se juramentan a no separarse hasta dar esa nueva constitución a Francia. Los disturbios en la ciudad se
generalizan hasta que se “toma la Bastilla” que era el símbolo de la autoridad del rey (14-julio-1789); es conveniente
mencionar que ante el pueblo se enarbolaba la bandera de la opresión del rey sobre ellos, pero en la toma de la Bastilla
solo se encontraron dos locos y cinco criminales del orden común. Esto demuestra qué tan grande era la opresión del
rey, aunque era cierto que el país estaba mal económicamente, para eso se convocó a los Estados Generales; también
existía falta de buena dirección política.
Después sobreviene una etapa que se ha denominado “El gran miedo” provocado por la persecución de los que no
apoyaban decididamente a la revolución, se establecen los “tribunales revolucionarios” y se fusila o decapita a todos los
“enemigos de la revolución” - católicos, maestros, campesinos, etc.- llegando a miles de asesinatos sin un juicio o la
oportunidad de defensa. Se da, posteriormente la “declaración de los derechos humanos” - que los primeros en violarlos
fueron los mismos revolucionarios - y la “constitución civil del clero” que abolía el sacerdocio, permitía el matrimonio
del clero, el divorcio, el aborto, la desamortización de los bienes del clero, la negación a la propiedad privada y, el climax
se va a presentar cuando todo el pueblo francés asiste a adorar a la diosa razón, personificada por una prostituta, en el
altar mayor de la catedral.
Posterior a la convención nacional sobreviene la etapa del “terror” en que Robespierre -máximo dirigente de los
revolucionarios- empieza a guillotinar y a asesinar a los mismos revolucionarios con distintos pretextos (no ser
suficientemente radicales como él, oponerse a la revolución, sus ideas, etc. ). Al darse cuenta los dirigentes, de que tanto
apoyar la revolución como no hacerlo era riesgo para la vida, se
confabulan para matar a Robespierre el "9 de Termidor" (agosto 22 de
1795) y acaba, así, la revolución Francesa que sirve como preámbulo a
la llegada de Napoleón que difundiría los principios de ésta a todo el
mundo conocido.
Es en estos libros donde se encuentran las bases falsas de una evolución de la historia, la sociedad y el estado con
base en la lucha entre poseedores (burgueses producto de la revolución industrial) y los desposeídos (proletarios).
En 1917 Lenin, a la cabeza de los bolcheviques en Rusia, toma el poder de acuerdo con su postura sobre la praxis
comunista, que encontraba en la violencia el único camino para llegar al poder; según Lenin, el comunismo no se podía
sostener en el poder, sino a base de terror y la fuerza, por lo que al tomar el poder instituye la Tcheka o policía política
encargada de exterminar a los opositores; persiguió, al igual que los revolucionarios franceses, a católicos, sacerdotes,
profesores, etc. y heredó a Stalin un sistema sanguinario que tuvo, con éste, su período de más actividad al grado de que
algunos autores le llaman el más sanguinario de los hombres en la historia, todo porque tenía un sentimiento mesiánico de
poder.
Pues bien, esta ideología ha penetrado en la educación buscando atrapar a la juventud y a la sociedad en general en
una concepción materialista del hombre, en el ateísmo militante, en la lucha de clases, en un sistema económico que ha
demostrado su inadecuación y falsedad en el bloque comunista; es una interpretación histórica de la realidad basada en
la lucha de clases y el poder absoluto para una minoría dirigente y mentirosa. Pone como modelo de vida una sociedad
perfecta sin clases, que es imposible que se dé en la realidad humana, tratando de incitar a los jóvenes y adultos a la
violencia y al odio mediante el adoctrinamiento y la fanatización.
LOS GRANDES EDUCADORES EN LA HISTORIA
Pedagogía
de San Isidoro de Sevilla
Por: Mario Castañeda Rojas
SE LE CONSIDERA UN GRAN FORMADOR de clérigos y de seglares de todas las edades; desde los infantes, jóvenes y personas
maduras que acudían a sus centros educativos y formativos. A pesar de que fue un pedagogo compilador aportó mucho
a la educación, a la religión, a la ciencia, a la política y a la cultura en general.
Isidoro nace en el 556 en la región de Betis, en Sevilla, según lo afirma él mismo en su De viris Illustribus, Cap.
XLI, “Leander genitus, Patre Severiano Carthaginesis provinciae”, “Isidorus natione hispanus ex nova
Carthagine, ciu pater Severianus dominabatur”.
Sus padres murieron cuando Isidoro era pequeño, alrededor del 562. Al morir sus padres queda su educación a cargo
de su hermano, Leandro, quien lo enseña en la escuela del monasterio que él fundara.
Isidoro, alrededor de los treinta años, es ordenado sacerdote y al poco tiempo es abad del monasterio.
En 589, el joven sacerdote acompaña al obispo Leandro al Tercer Concilio de Toledo, en donde el rey adjura de sus
errores y aseguraría la unidad religiosa y social de su pueblo. Después emprende una reforma en el monasterio para
limpiarlo de los falsos monjes que abusaban de la buena fe de los pobladores, estafándolos y cometiendo toda clase de
atropellos, y contra aquellos monjes caprichosos que no querían estar en control de un obispo y que no practicaban la
paciencia y mortificación.
Se propone elevar la vida monástica en España y traza para ello unas reglas basadas en las de San Pacomio, San
Benito, San Jerónimo, San Agustín, Casiano y San Cesáreo de Arlés. El 3 de noviembre de 599, a la muerte de su
hermano Leandro, es aclamado obispo y desde entonces lleva al palacio episcopal la austeridad del claustro con la
sobriedad, la sencillez, la pobreza, comidas frugales y lecturas piadosas.
En noviembre del 619 reúne el Segundo Concilio de Sevilla. Lleva la Liturgia a la diócesis al máximo esplendor;
introduce la música en las funciones sacras y trata que todos las reciten, como lo hacen los monjes con el oficio divino
en los monasterios.
En el 612 sube al poder Sisebuto e Isidoro lo aconseja en todos los asuntos del gobierno y de la ciencia, teniendo así
gran influencia, uniendo el poder real o civil con el poder de la Iglesia, lo cual consolida la unidad nacional.
Recoge y ordena la legislación de las leyes godas, con las leyes romanas que sirvieron de base al Fuero Juzgo,
también interviene en el Derecho Canónico recopilando, ordenando y codificando los cánones y decretales dispersos y
fue durante varios siglos el código español del Derecho Canónico.
En el 633 convoca al Cuarto Concilio de Toledo en el que se dictaron las trascendentes leyes sobre la organización
y actividad pastoral de la Iglesia Hispánica, siendo el último y más
brillante acto de su brillante actuación pública.
SUS OBRAS
Estas Etimologías constan de veinte libros divididos de la siguiente manera: los tres primeros son una especie del
compendio del mismo plan de estudios que Isidoro implantó en su escuela de Sevilla, que nos da una idea de lo que
abarcaba la instrucción más esmerada y el método que se seguía.
El primer libro de “La Grámatica” o ciencia del hablar perfectamente. El segundo libro, titulado “La Retórica”
o ciencia del buen decir en las cuestiones civiles, para persuadir de lo justo y de lo bueno y “La Dialéctica” o disciplina
creada para discernir las causas de las cosas.
En el tercer libro, “De las cuatro disciplinas matemáticas”, expone el quadrivium: la Aritmética o disciplina de la
cantidad numerable, la Geometría o disciplina de las magnitudes y de las formas, la Música o la disciplina que habla de
los números en los sonidos, la Astronomía o disciplina que estudia el curso de los cuerpos celestes, de los signos de los
planetas y de todas las posiciones de las estrellas.
El cuarto libro, “La Medicina" ,trata de la medicina, de su nombre, de sus inventos, de las sectas de los médicos, de
los cuatro humores del cuerpo, etc.
El quinto libro, “Leyes y Cronológica” ,es la sistematización de los conocimientos de derecho de su época.
El sexto libro, “Libro y oficios eclesiásticos”, con contenido del Nuevo y Antiguo Testamento, de los vocablos y los
escritores de los libros santos de la biblioteca, etc.
En el séptimo libro, “Religión”, trata sobre Dios y las jerarquías del cielo y de la tierra; trata de Dios, del Hijo de
Dios, del Espíritu Santo, de la Trinidad, de los Ángeles, de los Patriarcas, de los Profetas, de los Apóstoles, de las
reliquias, de los mártires, de los clérigos, de los monjes, de otros fieles.
En el octavo libro, “La Iglesia y las herejías”, trata de las distintas herejías hasta entonces.
El noveno libro, “Las lenguas”, los pueblos, los reinos y los títulos oficiales.
El décimo libro es un “Diccionario”, ordenado alfabéticamente y
hace una breve explicación de su significado.
El décimo sexto libro, “Las piedras y metales”, trata de los polvos y arcillas de la tierra, de las glebas, de la aguas,
de las piedras vulgares, de las piedras preciosas, etc.
El décimo séptimo libro, “La agricultura”, contiene de los autores de las cosas místicas del cultivo de los campos,
de los cereales, de las legumbres, de las vidas, etc.
El décimo octavo libro informa sobre la vida de las ciudades de la época, las costumbres, las instituciones, de las
guerras, de los instrumentos bélicos, etc.
El décimo noveno libro, “La navegación”, la edificación e indumentaria, trata sobre las naves, sus partes, sus
ornamentos, etc.
El duodécimo libro trata sobre las comidas y bebidas, incluye los vasos para beber y guardar el vino y el agua, de los
aceites, de las luminarias y demás vasijas, los lechos y sillas, los vehículos y útiles de labranza.
Otra de sus obras es "Las Sentencias, que es una especie de Suma Teológica breve y ordenada de las verdades de
la fe y de la filosofía acerca de Dios, el hombre y el mundo y que fue durante algunos siglos el texto de los alumnos de
Teología. El segundo y tercer libro de esta obra es un tratado de ascética, contiene la sabiduría, la fe, la esperanza, la
caridad, la gracia, etc.
Su obra de las Diferencias trata sobre las diferencias entre palabras, es como un diccionario de antónimos, homónimos
y parónimos, que al pasar del latín al español quedaron sin interés alguno, aunque la segunda parte parece más interesante,
ya que trata de diferencias sobre términos religiosos, por ejemplo, eterno e inmortal; ángeles, demonios y hombres;
entre mente, razón, memoria y pensamiento; entre alma y cuerpo.
De natura rerum, obra hecha a petición del rey Sisebuto a quien le dedica un prólogo, es un tratado de Cosmografía,
comentando sobre el sol, la luna, los eclipses del sol y la luna, sobre si las estrellas tienen alma, cómo se sustenta la tierra
sobre los truenos.
El libro de los números discierne acerca de cada número, su
simbolismo, especialmente en las Sagradas Escrituras y varias
consideraciones con sabor pitagórico
Las Alegorías sobre el Viejo Testamento y una explicación del cantar de los cantares.
De ortu et obitud patrum, que trata del nacimiento y la muerte de nuestros padres, es una especie de ensayo de
historia sagrada donde nos presenta una serie de biografías sintéticas de los personajes del Antiguo Testamento.
Cronicon o Crónica Universal, obra histórica considerada fuente muy segura que se tenía en aquel periodo. Comienza
con el Génesis y es un resumen de los historiadores antiguos, Josefo, Justiniano, Rufo Festo, Eusebio de Cesárea, San
Agustín, San Jerónimo, Casiodoro, Paili Orosio, el obispo Idacio y de su contemporáneo Juan de Biclaro hasta el año
615.
Historia de las invasiones, donde narra las invasiones conocidas hasta ese entonces.
El ideal de perfección que consiste en la verdadera renuncia de sí mismo para revestirse de Cristo, en la práctica
de la abnegación, en la práctica de la pobreza, en la práctica de la humildad, en el trabajo, en la oración que es la
imitación de las penitencias, ayunos y vigilias.
Además de los trabajos rurales se dedicaron una gran parte del día al trabajo intelectual, tres o cuatro horas de
estudios en el verano y cinco o seis horas en el invierno, además de copiar las obras de su biblioteca.
Quería que reinase en su monasterio, en sus escuelas y en su diócesis la caridad, en la que cada uno tenía la
obligación de advertir al hermano si veía en él alguna falta, y si después de dos amonestaciones no se corregía, estaba
obligado de avisar al abad.
Quiso que sus clérigos fueran instruídos y santos como lo de-
scribe en su seminarista ideal
:
“Será puro y cristalino en sus palabras, en los ojos llenos
de una graciosa viveza, mesurado en sus juicios, despierto para
escuchar y pronto para responder. El movimiento de su cuerpo
ha de ser grave y equilibrado, no leve, agitado ni violento, su
andar ajeno a los meneos y actitudes ridículas de cómicos y
bufones. No olvide que el vicio tolerado se convierte en una
segunda naturaleza y que una deformidad natural se reforma
con industria” (cita de Pérez Urbel en San Isidoro de Sevilla).
CONCEPTO DE HOMBRE
Los alumnos recibían educación severa, en la piedad austera, en las ciencias sagradas y profanas; los castigos se
utilizaban para meter la ciencia en las cabezas reacias o desatentas. Los alumnos eran niños que se criaban en el
monasterio, estudiantes y clérigos, hijos de reyes y patricios que eran enviados para que recibieran la educación más
esmerada de su tiempo.
A todos sus alumnos les infundía el ideal de perfección, que consistía en la verdadera renuncia de sí mismo para
revestirse de Cristo, buscaba en ellos que se acercaran a las características del seminarista ideal que arriba se describió.
Se esforzaba en que no se les olvidara que un vicio largo y tolerado se convierte en una segunda naturaleza y que una
deformidad natural se reforma con la industria.
Además, los estudiantes deben vivir en comunidad bajo la vigilancia y tutela del primicerio o especie de maestro de
novicios.
Todos los jóvenes que admitía en el clero los tenía en una casa contigua a la Iglesia bajo la dirección de un anciano
que lo atestiguaba y era maestro de su inteligencia porque consideraba que “toda edad está desde la adolescencia
inclinada al mal, pero ninguna vida es menos segura que la de los adolescentes”, según escribió en uno de los cánones
del Concilio de Toledo (Núm. 24).
Imponía el temor de Dios, que tanto falta hoy en día, reprimir las ambiciones y promulgar la forma legal de las
elecciones futuras.
Los estudiantes deben comenzar por la Isagogue de Porfirio antes de emprender el estudio de una ciencia, debe
saber de qué se trata o de la misma filosofía, además del estudio de las Etimologías.
Los niños se servían de tablillas de cera, sobre las cuales trazaban con un punzón las letras que el maestro les
enseñaba. Al mismo tiempo aprendían
a contar, a memorizar los Salmos en su educación elemental y después el trivium y cuadrivium.
En la hora de su muerte los últimos consejos que da es que guarden la caridad entre todos, que no devuelvan mal por
mal, que nunca siembren cizaña en los pueblos.
El MAESTRO
EL PLAN DE ESTUDIO
A la instrucción elemental que consistía en aprender Salmos y a contar, etc., seguía el Trivium compuesto de tres
disciplinas: Gramática, Retórica y Dialéctica, luego se seguía con el Quadrivium que abarca las materias que Platón
consideraba para iniciarse en la Filosofía, Aritmética, Geometría, Música y Astronomía.
La enseñanza se hacía en latín que se hablaba en esa época y se completaba la cultura general con la enseñanza del
griego y del hebreo.
En este tipo de sistema educativo se dice de San Isidoro que huyó de la escuela sintiéndose incapaz de aprender todo
esto, hasta que reflexionó y comprendió que con empeño y constancia se logran las cosas. Después se dedicaban cada
uno a su carrera universitaria o al monasterio.
Una de las mayores preocupaciones de San Isidoro en esa época era la escuela. Preparaba con mucho cuidado los
programas de estudio y escribe obras escolares para los programas de estudio, era un pedagogo santo, sabio de edad
madura, solícito en el cuidado de los niños y de todo lo que se administraba.
ALGO DE SU ADMINISTRACIÓN
Ante los aspirantes a las órdenes sagradas, era severo conforme a la doctrina del Evangelio, sobre todo siguiendo a
San Pablo. No se le daba las órdenes a cualquiera.
Delimitó también los diversos oficios eclesiásticos y los deberes que
a cada uno atañen para que, sabiendo su obligación, puedan cumplirla
“La lección y la meditación mejor.
serán el principio de todo
aprovechamiento, pues si por la Hizo una legislación canónica estableciendo las jerarquías de los
una aprendemos lo que distintos templos, los derechos que sobre ellos tienen las personas que
han donado para la construcción, los límites jurisdiccionales y aquí, con
ignoramos, por la otra él, aparece el concepto de parroquia.
conservamos lo que aprendimos"
Su biblioteca comprende el Armarium donde guarda los libros, el
Codex que es para una obra de varios libros o tomos. Tomo es el que
está formado de folios superpuestos cosidos en el canto.
Intervenían para la formación de la Biblioteca los copistas que lo hacían sobre el pergamino.
Su biblioteca era una de las más completas y para reunir tanta información lo hacía de la siguiente forma:
Leía despacio y tomaba notas, llenaba cuadernos y más cuadernos con referencias de todo lo que le interesaba de
cada obra leída. Los modernos los acumulaba en un enorme fichero sobre Teología y ciencias religiosas, Filosofía,
Historia, Cosmografía, Física, Ciencias Naturales, Poesía, Medicina, de los Padres de la Iglesia como de San Juan
Crisóstomo, Tertuliano, San Jerónimo, Orígenes, Hilario de Poiteiers, San Agustín y su contemporáneo San Gregorio
Magno.
Sobre historia pagana a Suetonio, Salustio, Tito Livio, Julio César, Varrón en Historia Cristiana, a Orosio, discípulo de
Agustín y a Eusebio de Cesárea.
Las filosofías de Demócrito, Porfirio, Platón, Aristóteles, Epícuro, Heráclito, Lucrecio, Boecio, Casiodoro y Mario
Victorino, Plinio, Celso y Columella, Hipócrates, Galeno y Dioscórides.
En literatura: Virgilio, Cicerón, Catón, Horacio, Séneca, Cinna, Lucano, Catulo, Ovidio, Apuleyo, Ennio, Terencio,
Marcial, Aurelio, Prudencio y Clemente.
SUS MEDIOS
El amor, los maestros trataban de educar con todo el amor posible, pero si era necesario, les hacían probar las varas
y las palmetas de acuerdo a la situación y a cada uno de los casos.
SU MÉTODO
Les fija en la regla como han de estudiar, leyendo despacio y meditando sobre todo lo que leen. “La lección y la
meditación serán el principio de todo aprovechamiento, pues si por la una aprendemos lo que ignoramos, por la otra
conservamos lo que aprendimos: la lectura necesita del auxilio de la memoria y si ésta es tarda por naturaleza, se hace
más ágil por el ejercicio de la meditación frecuente” (Sentencias, Libro III, Cap. IX).
SUS FUNDAMENTOS
1. Fundamentos religiosos en los que destaca a Dios como Sumo Bien, al cual debe dirigirse todo acto educativo.
“Dios es el sumo bien porque es incorruptible y de ningún modo puede corromperse. La criatura es verdaderamente un
bien; pero no sumo, porque es inmutable; y por esto, aunque sea ciertamente bien, no puede ser sumo”. Establece
claramente la idea de Dios como un Ser eterno, simple, inmutable.
2. Fundamentos filosóficos identificados con Aristóteles y otros autores clásicos y cristianos contemporáneos.
Filosofía, para San Isidoro, es: “Conocimiento de las cosas divinas y humanas unido al deseo del bien vivir (“Etimologías,
libro II, Cap. XVI). En “Etimología” la define como amor a la sabiduría al estilo de Pitágoras”.
También habla de los silogismos dialécticos e hipotéticos, la división de las definiciones del libro de Mario Victorino,
los que son de 3 tipos: sustancial, noción y cualitativa; descriptiva, verbal, diferencia, etc.; tópicos para enseñar a
encontrar argumentos, los testimonios y sus modos como la autoridad de la naturaleza, las circunstancias, los dichos, los
hechos y las personas, y los opuestos distinguiéndolo de los contrarios: adversos, relativos, privación o por tendencia.
No vivos (“los seres que carecen de vida y movimiento, como las piedras”) ,vivos (“crecen y tienen movimientos,
sin sentidos como las hierbas y los árboles”), irracionales (“no sólo crecen y viven, sino también sienten, aunque no
discurran como las bestias”), mortales (“crecen, viven, sienten y discurren, pero son mortales como los animales, estos
son los hombres”), inmortales (“sienten, entienden y son inmortales tales como los ángeles”) y Dios que es inmutable,
infinito y simple, por quien toda la naturaleza es inspirada, movida, regida y gobernada (Diferencias, libro II, Cap. XXII).
Referente al mal se nota la influencia de San Agustín en él: “El mal no fue creado, sino inventado por el diablo; y por
esto nada es el mal, porque sin Dios nada es hecho y Dios no hizo el mal. No es que en alguna parte o en algún tiempo
existera el mal, de donde se hizo malo el diablo, sino que por su vicio, siendo ángel bueno se hizo malo por efecto de la
soberbia y por eso decimos rectamente que el mal fue inventado por él...Cuando una naturaleza buena se condena por
causa de la mala voluntad, esa misma voluntad mala es testigo de la naturaleza buena, porque en tanto atestiguó ser ella
buena, el no dejarla sin castigo en el mal...”
“Todos los males, como castigo por el primer pecado del primer hombre, se volcaron sobre el género humano, por eso
todo lo malo que vemos, en parte nos viene del pecado original, en parte de nuestras culpas” (Sentencias, libro I, Cap.
IX).
Hace una certera distinción entre el cuerpo y el alma. “La vida del cuerpo es el alma y la vida del alma es Dios. Y
así como el cuerpo está muerto sin el alma, así el alma sin Dios está muerta”.
“El alma del hombre no es el hombre, sino solamente es hombre el cuerpo que fue hecho de la tierra habitando el
alma en el cuerpo; de esa participación con la carne, recibe el nombre de hombre, como el Apóstol llama al hombre
interior alma, no carne, pues fue creado a imagen de Dios”.
“Las virtudes reales son particularmente dos: justicia y piedad; pero más es de alabar en los reyes la piedad, pues la
justicia es de por sí severa” (Sentencias, Libro IX, Cap. III).
Los fundamentos epistemológicos los acumuló San Isidoro de Sevilla desde la Teología dogmática hasta los tratados
de medicina o de las piedras preciosas, de los instrumentos agrícolas.
Define las ciencias. Relaciona la ciencia de la Psicología con la teología “Hay que dejar a la ciencia de la divinidad
el saber cómo y cuándo las almas por ella creadas se juntan con los cuerpos formados de antemano” (Adversus
Judeaos, Cap. LXI).
Distingue el alma y el espíritu y su relación mutua: “El alma es la vida misma del hombre, da sentido y movimiento al
cuerpo, el espíritu en cambio es cierta fuerza o potencia racional del alma misma, por la cual en la ley natural está por
encima de los demás animales”. “Toda alma puede ser espíritu y sin embargo no es alma, los ángeles son espíritus y
tampoco son almas”. (Ibid.)
También distingue el alma y el cuerpo “El alma es sustancia incorpórea, intelectual, racional, invisible, movible e
inmortal, de origen desconocido, sin que ofrezca en su naturaleza cosa mixta. En cambio el cuerpo es sustancia visible,
movible, mortal, con germen de vicio y materia de barro terreno. El alma como criatura espiritual tiene principio y
desconoce el fin. El cuerpo por lo mismo consta de 4 elementos fuego, agua, aire y tierra al verse descompuesto con la
partida del alma, torna al origen de donde salió (Ibid, Cap. XXVI).
Distingue en el alma la mente, la razón, la memoria y el pensamiento. “Es la mente la parte esencial del alma, de la
que procede la inteligencia”. “La razón es cierto movimiento del alma que, aguzando la visual de la mente, discierne lo
verdadero de lo falso”. (Diferencias, libro II, Cap. XXII). La memoria conserva lo pasado, la mente mira el porvenir y
el pensamiento se cela en lo presente” (Ibid, Cap. XXIV).
Respecto al hombre y a los brutos (animales) encuentra diferencias substanciales. “El hombre es un animal compuesto
de cuerpo y alma viviente, formado en trabazón espiritual, subsiste con la mente y la voluntad del libre arbitrio, capaz de
vicios y virtudes.
"El bruto es animal irracional, mortal, animado por impulso de la carne y sangre. Su alma pues se disuelve al par de
la carne tras la muerte” (Ibid, Cap. XVI).
Sobre la doctrina jurídica que influyó en ésta materia tiende a lo democrático porque toma en cuenta que el pueblo ha
decretado las leyes , asumiendo los caracteres de honestidad, justicia, posibilidad, conformidad con la naturaleza y las
costumbres de la Patria. Divide el derecho en natural y civil o de gentes.
Sobre las matemáticas, la define como ciencia doctrinal que considera la cantidad abstracta. Las especies de
matemáticas las clasifica en cuatro: Aritmética, Geometría, Música y Astronomía o disciplinas de las cantidades numerales
3. Fundamentos políticos con los cuales busca la formación de ciudadanos prudentes y gobernantes sabios y
justos.
Se imponía el temor de Dios, reprimir las ambiciones y promulgar la forma legal. “Si alguno rompiese el juramento
que ha hecho de conservar la vida del rey, por el bien de la Patria y del Imperio gótico; si alguno atentare contra su vida
y lo despojase del poder; si alguno, en fin, por una ambición tiránica osare usurpar el trono, sea anatema delante de Dios
y de sus ángeles y separado de la Iglesia Católica y de la sociedad de los fieles, con todos sus cómplices y no entre a
formar parte con los justos, sino que sea condenado con el diablo y sus ángeles en los eternos suplicios”, (citado por
Pérez de Urbel, en "San Isidoro de Sevilla", p. 245). Pero también le daba su lugar a los reyes: “Oh rey... que ninguno de
vosotros dicte una sentencia en las causas capitales, sino que se asesore con el voto del pueblo y el parecer de los
jueces... Y vele nuestra última decisión”. “Si alguno de vosotros se rebela contra la ley y ejerce contra vasallos un
imperio cruel y tiránico, que el anatema del Señor caiga sobre él” (Ibid) como sucedió en el juicio de Suintila que fue
culpable y condenado a la degradación civil y pérdida de sus bienes.
“Los poderes seculares están bajo la disciplina de la religión y como quiera que están ligados por el vínculo de la fe,
de modo que sus reyes prediquen la fe de Cristo y conserven con buenas costumbres la predicación de esa misma fe”
(Sentencias, Libro III, Cap. LI).
EN CONCLUSIÓN
Es el último padre de la Iglesia de Occidente, pocos tienen la gloria que tiene San Isidoro de Sevilla de adjudicársele
la educación de la sociedad Cristiana en los primeros siglos. Es colocado a media distancia entre los grandes obispos
fundadores de las Iglesias de Occidente.
Fue un restaurador y animador, un pedagogo incomparable y doctor universal de todo un milenio, con un sistema
educativo en que lo mas importante son los valores religiosos y morales y lo demás es añadidura.
Fue famoso con su primer centro de sabiduría y de la virtud en la península en la que reúne la escuela de Sevilla
alumnos de todas las regiones de España, niños, jóvenes y clérigos enviados por sus obispos, jóvenes patricios, hispano
romanos y príncipes godos.
En su misión de pedagogo, no sólo de su escuela sino de su pueblo; busca, recoge, condensa, clasifica, conserva y
transmite de manera sistemática todo, poniendo orden, claridad y precisión, es decir todo un tesoro para la posteridad,
como ya lo describimos en sus obras literarias.
BIBLIOGRAFÍA
* Pérez y Grial. “Obras completas de San Isodoro de Sevilla”. Madrid.
* “Diccionario del hogar católico”. Juventud, Madrid, 1962.
* “Etimologías”. Texto y notas de José, Oroz Peta.
* Quiles, Ismael. “San Isidoro de Sevilla”. Espasa Calpe, México, 1965.
P
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
or medio del conocimiento ingenuo cualquier
persona puede constatar, en relación al 1.- Principios de: Neuroanatomía y Neurofisiología Clínicas/
lenguaje, que de todos los seres de la realidad Manter y Gatz. Sid Gilmán y Sarali Winams Newman/M.M./
México/1994/Pags. 153-247.
únicamente el ser humano es capaz de manifestar
2.- Tratado de Fisiología Médica/ Guyton- Hall/9° ed./
sus pensamientos y emociones. Para cualquier per- Interamericana/México/1997/Pags. 793-804.
sona ingenua le es evidente que este hecho 3.- Tratado de Psicología/ Samuel Vargas Nontoya/Porrúa,
determina una distinción de naturaleza entre el S.A./México/1979/Págs. 386-408.
4.- Filosofía 5 año/J. Rafael Faria Pbro/Librería Voluntad/
hombre y el resto de los seres de la realidad. Para Colombia/1963/Págs. 50-70.
la persona rústica es evidente la relación estrecha 5.- Tratado de Lógica/Aristóteles/Ed. Porrúa, S.A./México/
entre los seres de la realidad, su aprehensión por 1977/Págs. 40-67.