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En el capítulo se narran los orígenes de la psicología comunitaria en dos ámbitos: América latina y Canadá y los Estados Unidos. Se lo hace así porque la historia de la psicología ha sufrido un fenómeno de reidentificación efectuado a partir de la manera en que los textos producidos en los EE.UU
En el capítulo se narran los orígenes de la psicología comunitaria en dos ámbitos: América latina y Canadá y los Estados Unidos. Se lo hace así porque la historia de la psicología ha sufrido un fenómeno de reidentificación efectuado a partir de la manera en que los textos producidos en los EE.UU
En el capítulo se narran los orígenes de la psicología comunitaria en dos ámbitos: América latina y Canadá y los Estados Unidos. Se lo hace así porque la historia de la psicología ha sufrido un fenómeno de reidentificación efectuado a partir de la manera en que los textos producidos en los EE.UU
En este captulo se narran los orgenes de la psicologa comunitaria en
dos mbitos: Amrica latina y Canad y los Estados Unidos. Se lo hace as porque la historia de la psicologa ha sufrido un fenmeno de reidentificacin efectuado a partir de la manera en que los textos producidos en los EE.UU., y acrticamente adoptados en el resto de nuestro continente, presentan el desarrollo de esta subdisciplina cientfica. Por tal razn decid describir cmo surgi el campo psicolgico comunitario en nuestros pases, presentando los desarrollos bastante cercanos en algunos aspectos, a pesar de que en los inicios latinoamericanos surgi la tradicional dificultad para la transferencia de conocimientos que ha caracterizado a la disciplina en muchos lugares de nuestro continente y tambin de Europa, Asia y frica (lo cual no ha impedido que se hayan alzado voces crticas). Al presentar eso que he llamado en otro lugar, "vidas paralelas" (Montero, 1994d), he querido resaltar cmo al atender a las necesidades propias de nuestras poblaciones, la psicologa pudo producir una forma de quehacer que ha generado mtodos y teoras, a la vez que ha producido respuestas para los problemas de estas sociedades. Y que ello se ha producido a veces antes, otras simultneamente, otras poco despus que algo semejante o equivalente estaba ocurriendo en el ms paradigmtico de los centros del poder-saber. Se presentan, as, las condiciones de desarrollo inicial de la psicologa comunitaria latinoamericana, sus fases de desarrollo, su carcter predominantemente social en sus orgenes (por cuanto en nuestras latitudes se desprende principalmente de la psicologa social), si bien luego se han fortalecido las ramas de la salud comunitaria, de la psicologa ambiental comunitaria y de la psicologa educativa comunitaria, entre otras. Finalmente, se analiza con mayor detalle el caso venezolano, no slo por ser el que mejor conozco, sino por mostrar la complejidad del campo comunitario y cmo en l pueden competir, enfrentarse y coexistir varias tendencias, generando a la vez
una cultura comunitaria que construye modos de ser y de estar, de
vivir y de pensar, a partir de la experiencia de hacer con los otros, de producir cambios a partir del trabajo en conjunto. Este captulo presenta una descripcin de lo que es el objeto y una referencia general al mtodo de la psicologa comunitaria. Si bien todo este libro se refiere a ella, aqu se precisan la denominacin y las caractersticas definitorias de esta rama de la psicologa, que marcan su carcter orientado hacia la transformacin social y personal, dinmico, contextualizado, participativo, poltico, preventivo, generador de una praxis que al intervenir produce resultados concretos y reflexin terica, consciente de la diversidad de carcter temporal y espacial proveniente del relativismo cultural. Se sealan asimismo las relaciones y diferencias con otras formas de aproximacin a las comunidades, tales como el desarrollo comunal, al igual que sus 39 Lo aqu descrito configura un modelo de accin, delinea tambin una praxis de reflexin crtica y es parte de una corriente, de un modo de hacer ciencia y de hacer especficamente psicologa que integra un paradigma, es decir, un modo de produccin y organizacin del conocimiento y un modo de comprender al mundo y a los seres humanos. Tal modelo ha surgido en una psicologa de la accin para la transformacin, en la cual investigadores y sujetos estn del mismo lado en la relacin de estudio, pues ambos forman parte de la misma situacin. El paradigma as construido es analizado en sus cinco dimensiones: ontologa, epistemologa, metodologa, tica y poltica; se sealan las caractersticas que las configuran y se muestra la perspectiva holista y de relacin, sobre la cual se fundamenta. Se discuten aspectos ticos concernientes no slo a la prctica de la psicologa comunitaria, sino a sus productos y al tema de la autora y coautora del conocimiento. Se destaca la episteme de la relacin con su concepcin de una ontologa y una epistemologa en las cuales la relacin es el mbito fundamental de la construccin del ser, del conocimiento y de la tica como fundamento de los modos de relacionarse y de la praxis comunitaria. Cuadro 4 Estructura del paradigma de la construccin y la transformacin crtica mbito
Preguntas caractersticas Ontologa El sujeto (activo) del
conocimiento o ser del conocimiento, que es tanto el agente externo como el interno. El ser del objeto que es conocido o lo que son las cosas: la realidad que es construida y transformada por los seres humanos. Cmo definen la comunidad sus propios miembros? Cules son, segn ellos, sus problemas, deseos, necesidades, expectativas y recursos? Qu saben las personas de la comunidad sobre su situacin? Qu saben los agentes externos sobre la comunidad y sus miembros? Quin o qu es conocido? Epistemologa Relacin entre sujetos cognoscentes (psiclogos y personas interesadas de la comunidad) y la comunidad, sus intereses y problemas. La construccin del conocimiento por parte de agentes externos e internos. El estudio crtico de la psicologa comunitaria, del trabajo comunitario realizado en cada caso y del conocimiento producido. Intercambio de saberes. Cul es la naturaleza de la relacin entre ambos agentes de cambio y la comunidad, sus intereses y problemas? Qu se aprendi, qu se ense? A quin(es)? 51Maritza Montero El paradigma de la psicologa comunitaria y su fundamentacin tica y relacional Metodologa Los modos de produccin del conocimiento. Ampliacin de las vas para producir conocimientos, introduciendo mtodos participativos, biogrficos y cualitativos centrados en la bsqueda del sentido, en la solucin de problemas y en la transformacin de circunstancias especficas. Qu se debe hacer, y cmo, para producir conocimiento? Quin(es) debe(n) hacerlo? Cmo producir formas de intervencin y de evaluacin que respondan a las caractersticas de cada comunidad? tica Juicio de apreciacin aplicado a la distincin entre el bien y el mal. La concepcin del otro y su lugar en la produccin y en la accin del conocimiento. Reflexividad. Quines son los participantes provenientes de la comunidad?Quines son los agentes externos? Cules son sus intereses (en cada caso)? Cul es el lugar del agente interno en la produccin de conocimiento?Cul es el lugar del agente externo?Para qu se conoce? Quin conoce? Qu se hace con el conocimiento producido por los agentes internos? Qu tipo de relacin existe entre agentes externos e internos? Poltica
Organizacin de la comunidad de acuerdo con sus intereses, objetivos
y procesos. Sealamiento de aspectos psicolgicos e informacin sobre ellos por parte de los psiclogos. Respeto de derechos y cumplimiento de deberes y obligaciones por ambos tipos de agentes. Toma de decisiones reflexiva. Problematizacin, concientizacin, desideologizacin. Hay formas de exclusin en la comunidad? Para quin es el conocimiento?Cules son los efectos del conocimiento? Son conscientes las personas interesadas en la comunidad de sus derechos y deberes ciudadanos y para con la comunidad? Hay compromiso tanto de los agent Este captulo muestra una visin panormica del recorrido hecho por la psicologa comunitaria en la sustentacin terica de su prctica y de sus conceptos. Para ello se presenta en primer lugar cmo en sus inicios esta rama de la psicologa se apoy en algunos desarrollos hechos por la psicologa social de la poca (aos sesenta y setenta), tales como las teoras de la atribucin de causalidad, cuyas descripciones conductuales presentaban anlisis en trminos de procesos psicosociales, que permitan ubicar algunos aspectos presentes en personas miembros de comunidades para comprender fenmenos tales como la apata o la desesperanza. Aunque hay que decir que tales explicaciones atributivas fueron rpidamente desechadas por la naciente subdisciplina. Simultneamente, en Amrica latina se busc un apoyo terico que permitiese comprender esos fenmenos contextualizndolos en su perspectiva social econmica y poltica. Los manuscritos de juventud de Marx y Engels, los aportes de Freir a la educacin popular y de Fals Borda a la sociologa crtica, as como el punto de vista fenomenolgico, aportaron conceptos fundamentales. Se describen los primeros desarrollos tericos generados en los Estados Unidos y en Amrica latina (corriente ecolgico-cultural y psicologa del desarrollo), v se presentan luego las influencias y relaciones terico-prcticas actuales: la interaccin de mutua alimentacin entre psicologa comunitaria y psicologa de la liberacin y el carcter crtico propio de los desarrollos psicolgicos comunitarios que caracterizan a esta psicologa desde
sus orgenes. Los aportes de este movimiento de construccin de una
praxis reflexiva son presentados a lo largo del captulo. Finalmente se muestra un ejemplo de construccin terica y epistemolgica generada a partir del contexto revisado crticamente, que si bien se define como centrado en los pequeos cambios, termina mostrando cmo, a partir de ver lo que sucede en el entorno especfico y de actuar en funcin de las fuerzas que lo mueven, se puede hacer una psicologa generativa, creyendo que slo se modula la ya existente. El grfico que sigue presenta un resumen grfico de las influencias tempranas, las influencias centrales y las interrelaciones habidas en el desarrollo de la psicologa social comunitaria en Amrica latina. Este captulo trata del carcter valorativo intrnseco a la generacin de la psicologa comunitaria, la cual desde sus inicios y en todos los mbitos de su surgimiento ha mostrado estar orientada por valores que ha hecho explcitos tanto en su prctica como en sus teoras. De esa manera, la psicologa comunitaria manifiesta una concepcin tica y paradigmtica que opta por definir los aspectos normativos y valorativos que guan su accin y que suponen una concepcin del ser humano, de la sociedad en que vive y de la sociedad en la que podra vivir, y una concepcin de la relacin de produccin de conocimiento. Ellos motivan y dirigen la normatividad en la accin, a la vez que definen la meta a alcanzar. Los valores de la psicologa comunitaria estn relacionados con los principios que han moldeado su constitucin y sobre los cuales influyen. De hecho, hay una interrelacin constitucional entre unos y otros. Se los puede clasificar en relacionados con el ser y relacionados con el hacer de los actores comunitarios, pero entendiendo siempre que el ser y el hacer no estn separados y que principios y valores actan conjuntamente. Los textos y, en general, las obras relativas a este campo del conocimiento no siempre dedican un espacio especial a discutir o analizar los valores que orientan a la psicologa comunitaria -aunque en la mayora de ellos se pueden encontrar menciones relativas a los que se han tratado en este captulo-, en particular aquellos tendientes a lograr la transformacin en funcin del bienestar, el desarrollo de una condicin
social basada en la libertad, la justicia, el respeto, la solidaridad, la
participacin, el compromiso, la autonoma y el logro de formas armoniosas de equilibrio con el entorno. Junto con la organizacin de los valores y principios antes mencionada, se discute igualmente la que hacen Nelson y Prilleltensky (2003), en personales, relacionadores y colectivos. Asimismo, se alega la necesidad no slo de hacer explcitos los valores que orientan la praxis comunitaria, sino tambin de que esa praxis sea coherente con ellos, sealando algunos pasos para verificar tal aspecto. Y finalmente se discuten los peligros inherentes a ese quehacer y "quedecir" que despliega sus valores y su orientacin tica, exponindose en consecuencia a la puesta en evidencia de las contradicciones y a su verificacin en la praxis. Sin mencionarla explcitamente, en este captulo se ha hablado de la puesta en prctica de eso que se ha llamado la "utopa comunitaria" (Prado, 1997, entre otros). Si consideramos las utopas positivas (y parto de que sta tendra ese carcter) como parte de los sueos que reflejan las expectativas de las sociedades, entonces no slo debemos considerarlas como aquello que carece de un lugar fsico en el cual asentarse (u-topos en griego, "no lugar"), sino como orientadoras metodolgicas de la accin de transformacin social. En ese sentido, este captulo ha pretendido ser un resumen de la praxis comunitaria, presentando qu se entiende por el oficio de psiclogo comunitario y cmo se espera que sean los profesionales de la subdisciplina, en qu consiste su quehacer, sobre qu reas especficas se ha volcado principalmente y cmo se procura formarlos. Para ello, me he apoyado fundamentalmente en la prctica tanto propia como de colegas exitosos. Esa formacin acompaa siempre la enseanza acadmica sistemtica con la prctica del trabajo comunitario. Eso he hecho y eso he visto hacer. Tambin he visto prcticas paternalistas y estudios escindidos, en los cuales por un lado va la "teora" (usado ahora el trmino en el sentido vulgar de conocimiento desprovisto de contacto con una base en la accin concreta) y, por otro, una serie de prcticas desprovistas de sentido, de carcter episdico. Pero esos casos no vienen a cuento, pues aqu se ha tratado del quehacer en la psicologa
comunitaria, para lo cual a lo ya dicho se ha sumado una revisin
somera de los aportes sealados por la literatura y provenientes de la experiencia. Si bien es fcil reconocer y admitir que existe algo que podra y debera llamarse sentido de comunidad, a la hora de definir ese algo, la cosa parece complicarse bastante. Esa complicacin responde a la complejidad que caracteriza al concepto de comunidad y, por extensin, contaminacin o experiencia, a todo lo que se relaciona con el trabajo comunitario. Casi podra decir que no es de extraar que al tratar de definir qu es el SdeC se caiga en el sentido de identi1 dad. Entonces el asunto se hace ms claro. No porque se haya definido por fin ese elusivo concepto ni porque ahora podamos decir "he aqu el SdeC" y podamos sealar alguna imagen, algn bulto, algn objeto o poner uno de esos ejemplos que todo lo iluminan, sino porque al toparnos con el concepto de identidad es posible explicar la indefinicin del SdeC. La identidad es uno de esos objetos que Baudrillard (1983) ha llamado fatales, es decir, aquellos indefinibles, inasibles, impenetrables, insoportables, que escapan a los intentos de quien pretende analizarlos, pues se niegan a descomponerse; que se burlan de quien aspira a sintetizarlos, porque evaden la posibilidad de unificacin; y que una y otra vez asaltan, se entrometen, atraviesan e impregnan la labor de investigacin. Objetos que estn en todas partes, porque no pertenecen en exclusividad a ninguna. En este captulo se ha discutido el concepto de comunidad, presentando una definicin que conjuga tres elementos fundamentales en la constitucin de una comunidad: cierto tipo de relaciones entre personas, que muestran caractersticas propias de una situacin sociohistrica, econmica, espacial y cultural y que estn marcadas por la proximidad fsica, psicolgica, afectiva y habitual de la interaccin, sin que ello llegue a los niveles de intimidad de los grupos de pares o de la familia, ni a los de competitividad y coordinacin de los equipos deportivos, por ejemplo. Igualmente, se ha tratado de mostrar cmo comunidad y sentido de comunidad son parte de un
mismo fenmeno, en el cual la copresencia de uno y otro constituyen
un objeto social complejo, y se determinan mutuamente. Este captulo trata de fenmenos psicosociales propiamente comunitarios: habituacin, familiarizacin, problematizacin, desideologizacin, naturalizacin y desnaturalizacin, concientizacin y conversin. Se analiza cada uno de ellos mostrando cmo operan en la comunidad y cules son sus efectos. En el caso de la habituacin, se analiza asimismo la nocin de habitas, por considerar que ella configura estructuras estables de comportamiento, no discutidas, ni conscientemente asumidas, que son fundamentales para que surjan procesos tales como la habituacin, la naturalizacin y la ideologa. Se muestra, as, cmo hay procesos que tienden a mantener un cierto estado de cosas y cmo hay otros (problematizacin, desnaturalizacin, desideologizacin, concientizacin) que buscan romper con la tendencia entorpecedora de las transformaciones comunitarias. Este tipo de procesos transformadores ocupa un importante lugar en el trabajo psicolgico comunitario y de hecho configura su ncleo central, pues mientras una forma de vida, de ser, de estar, sea considerada negativa o indeseable, pero a la vez sea vista como inevitable, es posible que sea poco lo que se haga para cambiarla. Por eso es necesaria la problematizacin y con ella el movimiento de reflexin que revela la relacin entre conversin, conciencia e influencia social. El proceso de conversin no es ni bueno ni malo, es parte del juego de fuerzas que se da entre comunidades y sociedad, entre diversas formas de presin y de tensin, y forma parte del juego dialctico entre ellas y el proceso de concientizacin. Por esta razn, se estudian tambin la influencia de la conciencia y la presencia de la inconsciencia en los procesos de cambio social. Finalmente, se hace referencia a la importancia de considerar la afectividad en todos los procesos antes mencionados y en el trabajo psicolgico comunitario en general, mostrando sus funciones y su unin indisoluble con los aspectos cognoscitivos y la accin.