Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
La moderna intelectualidad no puede seguir en la encrucijada entre dos escuelas que, ambas,
excluyen el pensamiento: las iglesias, que se fundamentan sobre la fe ciega; y las
Universidades, que decretan los dogmas de nuestras nuevas creencias científicas.Mientras
todo conspira para ahorrar a nuestros contemporáneos el esfuerzo de pensar, es esencial que
una poderosa institución reavive la antorcha de las tradiciones que se pierden en el olvido.
Necesitamos pensadores y, por cierto, la Universidad no los forma. EL PENSADOR NO ES EL
HOMBRE QUE SABE MUCHO.Su memoria no está atiborrada de recuerdos que estorban. Es
un espíritu libre que no necesita ser catequizado o adoctrinado. El pensador se hace a sÍ
mismo: él es hijo de su obra. La Mas:. lo sabe y, por ende, evita de inculcar dogmas.
Contrariamente a las iglesias, la Mas:. no cree poseer la Verdad. La Mas:. se limita a poner en
guardia contra el error, luego exhorta a buscar la Verdad, lo Justo y lo Bello.
La Mas:. prueba repugnancia por las frases y las fórmulas de las cuales se apoderan las
mentes ordinarias, para adornarse con los oropeles de una sabiduría falsa.Ella quiere que sus
adeptos aprendan a pensar y, por consecuencia, propone su enseñanza solamente a través de
las alegorías y los símbolos.De esa manera invita a la reflexión, para que cada uno se dedique
a comprender y adivinar(1).Esforcémonos, entonces, QQ:. HH:., a volvernos adivinos (1) en el
sentido más elevado de la palabra.
(1) - Del latín "indivinare": Atribuir una certidumbre o una validez definitiva en el ámbito de
hechos absolutamente no comprobables mediante la experiencia inmediata y concreta.
Autor desconocido