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RACIONERO, SÁNCHEZ DRAGÓ Y SAVATER SON ALGUNOS

DE LOS INTELECTUALES DE MODA QUE EXPERIMENTARON
CON LSD DURANTE LA ÉPOCA MAS PSICODÉLICA
Hoy muchos están en la órbita del PP y ocupan cargos clave de la política
cultural, otros son intelectuales respetados o artistas reconocidos
internacionalmente. Pero hace casi tres décadas, los Racionero, Sánchez
Dragó, Savater, Mariscal, Barceló y Teddy Bautista formaban otra élite, la de
los aventureros psicodélicos que tomaban ácido lisérgico (LSD) para
traspasar fronteras. El libro ‘Spanish trip’, del historiador Juan Carlos Usó,
■ Portada del libro escrito repasa el uso de esta sustancia ilegal en nuestro país a lo largo del siglo XX.
por el historiador Juan
Carlos Usó en el que
repasa las experiencias
KIKO VENENO ‘psiquedélicas’ en la ALBERTO GAYO dor Javier Mariscal fueron algunos
España del siglo pasado. de los que vivieron experiencias
e acuerdan de la dietila- alucinógenas con LSD.

S mida del ácido lisérgico,

de la LSD, de lo que se
conoce en la calle como
tripi? Esta droga aluci-
nógena marcó la experiencia psico-
délica en los años 60 y 70 e influyó
profundamente en la literatura, la
LUIS RACIONERO
música y parte de la intelectualidad
personificada en la generación
beat, pero no fue una sustancia pa-
■ El ácido lisérgico se vende
impregnado en papel secante con los
dibujos más insospechados.
co, los que conformaron la genera-
El historiador y sociólogo Juan
Carlos Usó acaba de recopilar en
Spanish Trip, la aventura psique-
délica en España (editorial La Lie-
bre de Marzo) toda la historia de las
sustancias alucinógenas en nuestro
país, desde los estudios del doctor
Antonio Pagador con la mescalina
o la psilocibina en los años 20 has-
ta los chamanes del nuevo milenio.

trimonio de la contracultura ameri-
cana. Allí deslumbraron los Ke-
rouac, Ginsberg, Huxley y Bu-
rroughs, pero en España también
hubo psiconautas en busca de una
nueva fórmula de escrutar la mente
y vivir experiencias desconocidas.
FERNANDO SAVATER Hoy, muchos de aquellos que
viajaron a lomos del ácido lisérgi-
▲
ción tripi en España, ocupan pues- Curiosamente, uno de los perso-
tos clave en la élite cultural. Luis
Racionero, escritor recientemente
nombrado director de la Biblioteca
Nacional y que no pasa sus mejo-
res horas después de haber sido
acusado de plagio; el también es-
critor Fernando Sánchez Dragó,
director y presentador en TVE del
programa literario Negro sobre JAVIER
blanco y ahora sustituto de Racio- MARISCAL
nero al frente del Colegio Español
de París; el filósofo donostiarra
Fernando Savater, ensayista, cate-
drático y activista del colectivo
¡Basta Ya! contra la violencia de
ETA; el músico Kiko Veneno, el
pintor Miquel Barceló y el diseña-

TEDDY BAUTISTA

FERNANDO
SÁNCHEZ DRAGÓ
MIQUEL BARCELÓ

40 interviú 11 de junio de 2001 www.zetainterviu.com interviú 41

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El filósofo vasco Fernando Sava-
ter, en estos momentos luchador in-
fatigable contra el fascismo etarra,
comenzó su experiencia psicodéli-
ca en Madrid. En esta ciudad, otros
personajes dedicados a la música y
la literatura –Luis Eduardo Aute,
Víctor Erice, Leopoldo María Pa-
nero y Haro Ibars– entraron por la
▲
más le gustaban el alcohol, los po- Warhol. Veneno, según el historia- cido por la experiencia psiquedéli-
rros y los tripis. “El ácido lisérgico dor, describe la experiencia de un ca con el trance sentido durante la
me gustó mucho cuando lo había mal viaje en Memphis Blues: “El ejecución de determinados lien-
en su época (...) pero creo, por lo hombre-lluvia me dio dos remedios zos”. El artista mallorquín explicó
menos tras las últimas experiencias / que aliviaran mi locura. / El pri- en 1996 que estando en Malí traba-
que he tenido con él, que el produc- mero era un remedio sureño, el se- jó en una cueva en extrema concen-
to ya estaba, o bien degenerado, o gundo ginebra pura. / Como loco tración, “en un estado en el que yo
bien era más difícil acceder a él en hice una mezcla / que me estrangu- era realmente otro. Era parecido al
un carácter un poco más puro”. En ló el cerebro. / Y ahora veo a la LSD; entiendes todo, por qué fun-

najes que más aportaron a ese itine-
rario lisérgico fue Racionero, que
probó la LSD en California entre
1968 y 1970. Fue en Berkeley don-
de el novelista tomó por primera
vez una dosis, suministrada por Jo-
sé Luis Cazorla, que había sido
alumno suyo en Barcelona, como
reconoció el propio Racionero en
sus Memorias de California. Usó
recuerda que Racionero intentó re-
vivir en Barcelona “el hippismo ex-
quisito y la psiquedelia intelectua-
lizada que había conocido en Esta-
RACIONERO MONTÓ
EN SU CASA UN
‘ACID-PARTY’ QUE
TODAVÍA SE
Biblioteca Nacional dijo que hay
tres vivencias con el ácido que co-
rresponden a conceptos de la filoso-
fía oriental: “Las experiencias de
unidad, cambio y cesación del tiem-
po. La primera es una noción bási-
ca del hinduismo; la segunda, del
taoísmo, y la tercera, del zen”.
También atraído por las
corrientes orientales de
nueva espiritualidad, el
ensayista y presentador
Fernando Sánchez Dra-
gó fue otro de los psi-
conautas que tomaron
tripis desde una ver-
tiente más intelectual.
Según Juan Carlos Usó,
el ahora nombrado di-
rector del Colegio Espa-
ñol de París fue iniciado en
Roma por su amigo Francesco
Bartolí.
En los años 80, Sánchez Dragó
admitió que seguía tomando “más
puerta lisérgica.
Hacia mitad de los 80, cuando
empezó a extenderse la idea de que
la LSD estaba adulterada, Savater
incluyó entre las sustancias que
ADOLFO
MARSILLACH
esa misma línea se manifestaba –y gente más fea, / y he perdido el sen- ciona el mundo y el universo, y des-
así se recoge en Spanish trip– el tido del tiempo”. pués te queda el recuerdo de ha-
también escritor Jesús Ferrero, El músico Pau Riba, uno de los berlo entendido alguna vez, pero
quien lamentaba que las dosis que principales aventureros psiquedéli- ya no puedes repetirlo...”.
circulaban en el mercado negro no cos en España, relata cómo en 1969 Menos profundidad buscaron los
indujeran visión alguna: “Puede “fui a Formentera para probar el promotores de la Comuna Antina-
ser por dos cosas. Porque los áci- ácido. Era la época de los hippies y cionalista Zamorana, un colectivo
dos son peores, o porque nosotros dormíamos entre las rocas de la formado en París en el que destacó
hemos cambiado (...). Es decir, que playa o en lo alto de los árboles. el díscolo profesor Agustín García
la vida real estaba llena de un am- Hacíamos sopas psiquedélicas en Calvo, exiliado desde 1965. Entre
biente de alucinación y cualquier grandes calderas, tipo Astérix. los medios de la comuna para lu-
mínimo elemento te disparaba”. Luego estuve en Ibiza con un grupo char contra el Estado estaba el áci-
Igual que el actor y director de de amigos entre los que estaban Si- do, considerado como “un suntuo-
teatro Adolfo Marsillach aseguró sa, Batiste y Mariscal. Esto era en so regalo de los dioses”.
en la revista Fotogramas, cuando 1969. Mariscal probó su primer Jimmy Giménez-Arnau, ex mari-
iba a cumplir los 40, que la LSD ácido aquel fin de año”. do de Merry Martínez Bordiú, nieta
era su “vicio menor”, otros como En las Bellas Artes muchos han de Franco, y escritor que ahora co-
Kiko Veneno toparon con el ácido sido los influidos por el rito lisérgi- labora en tertulias, dijo a esta revis-
en California, y Teddy Bautista,
hasta hace unos días presidente de
co. Miquel Barceló –asegura Usó–
ha reconocido la importancia de
ta que tiene muy buen recuerdo de
los ácidos “porque nunca me dio
la Sociedad General de Autores de experiencias con LSD tanto en su un mal rollo. Con esta afirmación
España, en Nueva York de la mano trayectoria artística como en su no quiero hacer proselitismo. El
de algunos de los personajes que JIMMY GIMÉNEZ-ARNAU evolución personal, “equiparando ácido es como un gran microsco-
conformaban el círculo de Andy el estado de posesión extática indu- pio, te afecta a la capacidad del

RECUERDA HOY o menos un LSD al año”, y explicó

dos Unidos, pero fue imposible”.
Aquí corrían otros tiempos. Sin
embargo, sí organizó “un ‘acid-
party’ en su casa de Sant Martí
d’Empúries (Girona), con asisten-
cia de los miembros de la primera
redacción de ‘Ajoblanco’, que de-
rivó en un viaje colectivo tan me-
morable que todavía es recordado
25 años después”. Esta revista ha
comprobado que ya en Filosofías
del underground (1977), Racionero
reconocía que la experimenta-
ción con sustancias psicodé-
licas “se ha generalizado
desde los 60 y sólo sería
de desear que no fuera
preciso tener que po-
nerse fuera del Có-
digo Civil para ac-
ceder a estos pode-
rosos métodos de
conocimiento”. Y
aconsejaba que de-
ben ser médicos y fi-
lósofos los que pre-
parasen a la gente y les
acompañasen “en tan
importantes experien-
cias”. El hoy director de la
que para él “los alucinógenos han
sido muy importantes, lo que no
quiere decir que lo sean para los
Las alucinaciones del hidalgo
demás. Yo no hago ningún proseli-
tismo; incluso hay personas a las Tico Medina
que nunca se lo daría porque sé Principios de 1968. Tico Medina,
que sería fatal para ellas. Hay que el periodista granadino curtido
tener una determinada talla men- en mil batallas y entrevistador
tal, cierta preparación cultural, (...) compulsivo, era redactor jefe del
hace falta un tipo de persona muy
sólida para poder subirse a ese bó-
diario Pueblo. Estaba a punto de
dar un salto más en su carrera,
lido y no pegarse la hostia...”. había decidido probar LSD y
contarlo en el periódico. En Spa-
nish trip se reproduce parte de
aquel reportaje donde relataba
su experiencia psicodélica con el
ácido lisérgico y que le valió un
premio a la popularidad entrega-
do por Manuel Aznar, abuelo del
hoy presidente del Gobierno, Jo-
sé María Aznar.
Medina –premiado en marzo
de 2000 como Ingenioso Hidalgo
del Vino en Tomelloso– intentó
hace más de tres décadas obte-
ner LSD a través de un médico,
pero no lo consiguió y tuvo que
pagar 600 pesetas por una dosis
en el mercado negro. Así inició
su reportaje a modo de conclu-
sión: “No volveré al LSD. Jamás.
PAU RIBA
Ni el infierno, ni la gloria del ácido
25. Prefiero seguir hirviendo den-
tro de este hermoso purgatorio
de la vida. De mi vida de hombre
y de periodista. Éste es mi verda-
dero y fabuloso mundo psicodéli-
co. El de mi vocación y el de mi
oficio”. Pero lo más curioso es
leer cómo describió su viaje: “(...)
frío. Los pies helados. Un fuerte
olor. Olor a violetas, a muchas
violetas. Estoy triste. Se me van
abriendo infinitas ventanas en to-
do el cuerpo. No son ventanas fí-
sicas, es que se esponja el alma
(...), veo más. Mucho más, el na-
ranja otra vez. (...) Como si me
asomara a un tubo de cartón de
los calidoscopios de niño. Los co-
lores se arraciman, se desmele-
nan, se apelotonan. (...) La len-
gua me sabe a acero. Como si
estuviera chupando una vieja ho-
ja de afeitar oxidada. (...) Huelo a
India. A gloria y a estiércol. A per-
fume barato. Es como si me hu-
biera estallado una gran flor den-
tro y viera mejor, sintiera más.
(...) Doy un salto. A la calle. Todo
el mundo va vestido de formas
muy raras. Suena dentro de mí
Bob Dylan. (...) Tengo abiertos
todos los poros del cuerpo a to-
das las sensaciones. (...) Flores,
miles de flores, cientos de miles
de flores, millones de flores en
torno a mí, me salen de entre las
manos, de las orejas, del fondo
de mis bolsillos, de las vueltas
del pantalón. Son como esas flo-
res amarillas que a veces nacen
entre los riscos del volcán, cuan-
do acaba de llover en Fuerteven-
tura. (...) En ese espejo me miro.
(...) ¿Quién soy yo? ¿Quién es
ese tío? Desde luego, Tico Medi-
na. Sí, esto es claro. He vuelto
del largo y misterioso viaje”.
Después de aquella experien-
cia con el ácido lisérgico, el perio-
dista apostó por seguir haciendo
entrevistas. Y no paró.
SAVATER DEJÓ DE
TOMARLO CUANDO
SE DIJO QUE LOS
‘TRIPIS’ ESTABAN
ADULTERADOS
nervio óptico para fijarse en una
cosa olvidando circunstancias del
pasado, del presente y del futuro”.
De hecho, su libro de poemas La
soledad distinta tiene mucho que
ver con la LSD. “Mi primera expe-
riencia fue una cabronada. Fuimos
a una fiesta en Ibiza y para entrar
tenías que beberte un vasito con un
líquido. Desde la verja de entrada
a la puerta de la casa había unos
200 metros. Tardé más de siete ho-
ras en recorrer esa distancia...
Luego nos dijeron que aquel vasito
contenía mescalina, ácido y éxtasis
diluido en vodka. Jimmy rememora
aquella fiesta en una casa que
Merry tenía en el pantano de San
Juan. “Vinieron a buscarme en co-
che y me dijeron que íbamos a una
fiesta con ácidos. Allí la conocí”.

42 interviú 11 de junio de 2001 www.zetainterviu.com interviú 43