Вы находитесь на странице: 1из 13

manual

Se lo recuerda sobre todo por su trágico final en la


batalla de Trafalgar (1805). Estuvo en aquella ocasión
bajo las órdenes del jefe de escuadra Baltasar Hidalgo de
Cisneros, y con Francisco Javier de Uriarte y Borja como
Capitán de Bandera. Tras una dura y heroica lucha fue
capturado por los ingleses en muy malas condiciones, con
más de 200 muertos y 100 heridos. Los ingleses pusieron
todo su empeño en salvarlo y llevarlo al puerto inglés de
Gibraltar, siendo remolcado por las fragatas HMS Naiade
y HMS Phoebe. Sin embargo, finalmente se hundiría a
unas 25 ó 28 millas al sur de Cádiz el 24 de octubre.
Fragata de tres mástiles construida en 1931 y buque
escuela de la Academia Naval Italiana. Su diseño está
basado en un buque del siglo XVIII, con dos cubiertas de
artillería. Tiene una anchura de 50 pies y su interior es
muy elegante.
Debe su nombre al famoso navegante y cartógrafo italiano
que daría nombre al Nuevo Mundo. Este barco fue botado
en 1931, y antes del inicio de la II Guerra Mundial
efectuó campañas de instrucción por el norte de Europa.
Desde su puesta en funcionamiento no ha cesado de
realizar viajes de este tipo, a excepción de los años 1940,
1944 (por enfrentamientos bélicos), 1964 y 1973 (por
reformas).
Los cruceros de instrucción a bordo de este velero suelen
durar una media de 100 días, la armada italiana dispone
además de un segundo navío para adiestrar a suboficiales,
el "Palinuro". Ambos son asiduos visitantes del puerto de
Cádiz.
El "Eagle" fue el velero alemán "Horst Wessel", nombre de un
joven nazi. En los astilleros Blohm & Voss de Hamburgo, el 12 de
junio de 1936, fue lanzado el velero "Horst Wessel", que hoy
sirve de buque-escuela al U.S. Coast Guard. A la ceremonia
asistió el propio Hitler ya que se trataba del primero de cuatro
veleros iguales, ordenados por él para instruir a los futuros
oficiales de la Kriegsmarine de Alemania. Tras la rendición de
Alemania, el velero terminó en Bremerhaven, dónde fue recibido
como presa de guerra por el comandante Gordon Mc Gowan, del
Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, y una pequeña
dotación de oficiales y tripulantes. El velero "Eagle" es hoy uno de
los orgullos tradicionales del Servicio de Guardacostas de Estados
Unidos. Según sus jefes, la formación de sus oficiales a bordo de
un velero es de tal calidad, que el costo de la manutención del
velero en las excelentes condiciones en que se encuentra, se
justifica plenamente y el origen de la adquisición, su condición de
presa de guerra, enorgullece a los ciudadanos de Estados Unidos
que ven en ese buque el testimonio de su valentía durante la
guerra.
El proyecto de construcción del barco nace con un Real Decreto
de 17 de abril de 1925, destinándose para ello un presupuesto de
7.569.794 pesetas y con el fin de sustituir a su predecesor, el
buque escuela Minerva. Tomó el nombre de Juan Sebastián de
Elcano en recuerdo del ilustre marino vasco. Su botadura tuvo
lugar el 5 de marzo de 1927 siendo su madrina Carmen Primo de
Rivera, hija del presidente del gobierno. Su primer viaje
transoceánico fue la vuelta al mundo en dirección opuesta a la
ruta Magallanes-Elcano. Desde entonces ha realizado otras
nueve, así como setenta y dos cruceros de instrucción,
recorriendo más de millón y medio de millas náuticas por todos
los mares del planeta. En él se han formado generaciones y
generaciones de oficiales de marinos de la Armada, navegando
con el viento y ayudados por el sextante y el compás. En su ya
larga trayectoria, el barco ha soportado numerosos temporales en
cualquiera de sus numerosas manifestaciones (pamperos, ciclones,
huracanes, tifones, monzones ,etc.), luchando contra olas de
quince metros de altura y vientos de más de ciento sesenta
kilómetros por hora.
Alrededor de las doce de la noche del 18 de septiembre de 1895
los habaneros que gozaban del frescor de un paseo alrededor del
castillo de la Punta sintieron un inusitado estruendo que venía del
mar. Pocos minutos, después desesperados gritos inundaron la
tranquilidad que reinaba a la entrada del puerto y el agua
comenzó a agitarse, a bullir. Cientos de cuerpos humanos se
debatían en un tremendo esfuerzo por sobrevivir al mar, a la
oscuridad y a la voracidad de los tiburones, numerosos por
aquellos tiempos.
Los curiosos comenzaron a aumentar y cuentan que más de una
dama perdió el sentido ante los gritos despavoridos de los
marineros al ser devorados vivos por los escualos. La tragedia se
desató sobre la Fidelísima.
El crucero español "Sánchez Barcaíztegui" había sido envestido
por el vapor "Mortera" y hundido en pocos minutos apenas a unos
metros del Morro. Murieron 31 personas en este desastre,
mujeres perdieron a sus esposos, niños a sus padres, la Marina a
varios de sus mejores soldados y oficiales: las calles de La
Habana se vistieron de luto

Crucero Sánchez Barcáiztegui


Su dotación era de más de 1.000 hombres, y mientras estuvo
navegando lo mandaron 43 capitanes de navío e izaron su insignia en él
31 almirantes.
Se convirtió en la más célebre unidad de la Marina de Guerra
española, de la que fue su buque insignia durante casi cuarenta años,
en los que sufrió no pocas reformas para mantenerlo operativo.
Fue dado de baja el 17 de diciembre de 1975. Hubo intentos por
parte de las ciudades de Barcelona, Cádiz, Santander, Las Palmas,
Santa Cruz de Tenerife y Ferrol, que se interesaron en salvarlo del
desguace e iniciaron gestiones para lograr su cesión y convertirlo en
buque museo. Ninguna llegó a fructificar, siendo finalmente
desguazado en 1977.
En 1980, una de las cuatro hélices del crucero fue entregada a la
ciudad de Santa Cruz de Tenerife para su exposición en parque público
conservándose además:
Un cañón de 120mm en Las Palmas de Gran Canaria.
Una de las torretas de 203 mm en la ENM de Marín.
El mobiliario de la Cámara del Almirante en la ENM de Marín.
La campana del buque, el telémetro y la caña del timón en el Museo
Naval del Ferrol.
El 12 de diciembre de 1936 a las 1420 horas, el submarino “C-
3”, perteneciente a la Flota Republicana, se hundió en las
proximidades del puerto de Málaga arrastrando consigo a 37 de
los 40 miembros de su dotación, incluyendo a su comandante,
alférez de navío Arbona. Ambos bandos combatientes ofrecieron
versiones oscuras y sesgadas por la inevitable propaganda de
guerra.
Una vez liberados los archivos de guerra de la Marina alemana,
se ha conocido con certeza que la causa del hundimiento fue el
torpedeamiento de la unidad por parte del submarino alemán
“U-34”, mandado por el teniente de navío Harald Grosse, en
cumplimiento de la Operación “Ursula”, ordenada por la máxima
autoridad naval alemana.
Sin embargo ninguno de los supervivientes o testigos del
hundimiento reconoce haber escuchado la explosión que sigue al
impacto de un torpedo, por lo que este debió impactar sin hacer
explosión ocasionando de cualquier modo la pérdida del
submarino.
El 9 de marzo de 1895 zarpó de Cádiz hacia a Tánger el "Reina
Regente", en lo que sería su última misión, devolver la embajada
del Sultán a Marruecos. El día se amaneció con fuerte viento,
cielo muy nublado y mar picada, pero su comandante, el capitán de
navío Francisco Sanz de Andino, deseaba regresar de inmediato
para poder acudir al día siguiente a la botadura del crucero Carlos
V. Ya en aguas del estrecho, se vio parar al "Regente" y luego dar
grandes bandazos en medio del temporal de fuertes vientos del
S.O. En los días siguientes se emprendió la búsqueda con la
esperanza de encontrarlo resguardado en algún puerto africano,
pero la desgracia se confirmó días después, al encontrarse en las
playas de Tarifa y Algeciras algunos restos del naufragio. Sus 420
tripulantes desaparecieron con el buque. La mayor pérdida de
vidas humanas en la Armada, con la excepción del hundimiento del
Baleares.
El Vizcaya fue enviado a Nueva York a principios de 1898 como
intercambio con la visita "amistosa" del Maine a La Habana.
Después de la destrucción del Maine, volvió a España y se unió a la
flota de almirante Cervera. Muy pronto el Vizcaya volvía a cruzar
el Atlántico por última vez. Fue bloqueado en Santiago de Cuba con
el resto de la fuerza de Cervera. El Vizcaya fue la segunda nave
en salir del puerto el 3 de julio de 1898. Sufriendo el fuego
americano durante la batalla de Santiago, encajó 4 obuses de 203
mm, 9 de calibre medio y 12 de calibre ligero. El capitán Antonio
Eulate encalló el Vizcaya en las rocas cerca de Aserradero, en las
cercanías de Santiago y se entregó para evitar mayores pérdidas
de vidas de su tripulación. Cuando el capitán Eulate fue traído
herido a bordo del Iowa, echó un vistazo a su navío ardiente, y
levantando la mano en saludo dijo: "Adiós, Vizcaya". Como si fuera
una señal, el compartimiento delantero del crucero estalló en
cuanto las palabras salieron de sus labios.. Aún hoy puede
observarse a lo lejos desde la carretera Granma, cerca de
Aserradero, en el mar, una de sus silenciosas torretas con su
cañón.
La noche del 8 al 9 de octubre de 1938 la aviación nacional
atacaba el puerto de Barcelona, una de las bombas alcanza al
C-1 provocando su hundimiento. Aunque pudo ser reflotado y
sacado a dique seco para reparaciones, ya no volvería a la
guerra, y fue capturado por los nacionales el 26 de enero del
39 cuando tomaron la Ciudad Condal. El submarino estaba
preparado con explosivos para demolerlo evitando que cayese
en manos nacionales pero los republicanos no llegaron a
destruirlo.
Este final y este hundimiento hace que el C-1 aparezca en
nuestras secciones de “Mapa de hundimientos” aunque no sería
el final definitivo. En la posguerra fue seleccionado para su
recuperación por la Comisión de Salvamento de Buques. Se le
realizó “gran carena” en 1941 y se reincorporó a la Armada.
El 30 de enero de 1950. Terminó sus días como buque blanco
en unos ejercicios de tiro de los buques de superficie y
posteriormente sería desguazado.
Con él, desaparecería del Arma Submarina el nombre de Isaac
Peral hasta 1971 en que fue heredado por el S-32.

Isaac Peral
Vela latina
o triangular
Palo de
mesana Palo mayor Palo trinquete

Vela
cuadrada

bauprés

Carabela
El "Baleares" desaparecióIDA
a 18.8.2009
las 05:08 horas, del día 6 de marzo
de 1938, a 65 millas del cabo de Palos, arrastrando consigo a
788 hombres, "un contralmirante, un capitán de navío, un capitán
de fragata, cuatro capitanes de corbeta, 30 oficiales, 62
suboficiales, 32 cabos y 657 hombres de marinería, infantería de
marina, maestranza, etc." 5, sin duda el mayor desastre de un
buque en la historia de la Marina española (téngase en cuenta que
en esta acción murieron más hombres que en todas las
operaciones navales de la Guerra de 1898).
A las 07:20 horas, reaparecen los cruceros nacionalistas,
iniciándose el traslado de los heridos. El "Canarias" permanece
con las máquinas en marcha y no arría ningún bote, en previsión
de un posible ataque, que efectivamente llega a las 08:58 horas,
cuando una formación de 9 Tupolev SB-2 "Katiuska" bombardea
los buques, llevándose la peor parte el "Boreas" donde hubo un
muerto y cuatro heridos. Triste y duro tributo para una acción
tan desinteresada. Fueron rescatados 435 hombres.
Música; Marinero por Alicia y Nubes Grises

Вам также может понравиться