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• 1 Definición de feudalismo
• 3 Antecedentes
• 4 El vasallaje y el feudo
○ 5.2 La caballería
• 6 Economía feudal
• 8 Véase también
• 9 Enlaces externos
• 10 Bibliografía
○ 10.1 Notas
Definición de feudalismo
Antecedentes
A partir del siglo X no queda resto de imperio alguno sobre Europa. La realeza,
sin desaparecer, ha perdido todo el poder real y efectivo, y sólo conserva una
autoridad sobrenatural remarcada por las leyendas que le atribuyen carácter
religioso o de intermediación entre lo divino y lo humano. Así, el rey no
gobierna, sino que su autoridad viene, a los ojos del pueblo, de Dios, y es
materializado e implementado a través de los pactos de vasallaje con los
grandes señores, aunque en realidad son éstos quienes eligen y deponen
dinastías y personas. En el plano micro, los pequeños nobles mantienen
tribunales feudales que en la práctica compartimentalizan el poder estatal en
pequeñas células.
Un nuevo poder
La Iglesia Católica abarcadora de todos los bienes llamados limosnas,
conocedora de la fragilidad de los reinos y del poder que ella misma tiene en
esa situación, durante los concilios de Charroux y de Puy consagra a los
prelados y señores como jefes sociales y sanciona con graves penas la
desobediencia de estas normas. Los señores, a partir de ese momento,
"reciben el poder de Dios" y deben procurar la paz entre ellos, pacto que deben
renovar generación tras generación.
En los países donde la dominación romana duró más tiempo (Italia, Hispania,
Provenza), las ciudades se conservan, si bien con menor importancia numérica,
pero a salvo de señoríos. En los países, más al norte, donde los romanos se
asentaron menos tiempo o con menor intensidad, la reducción de la población
en las ciudades llegó a hacer desaparecer los pocos núcleos importantes que
había y el feudalismo se implanta con más fuerza.
El vasallaje y el feudo
Un vasallo arrodillado realiza la inmixtio manum durante el homenaje a su
señor, sentado. Un escribiente toma nota. Todos están sonrientes.
Dos instituciones eran claves para el feudalismo: por un lado el vasallaje como
relación jurídico-política entre señor y vasallo, un contrato sinalagmático (es
decir, entre iguales, con requisitos por ambas partes) entre señores y vasallos
(ambos hombres libres, ambos guerreros, ambos nobles), consistente en el
intercambio de apoyos y fidelidades mutuas (dotación de cargos, honores y
tierras -el feudo- por el señor al vasallo y compromiso de auxilium et consilium
-auxilio o apoyo militar y consejo o apoyo político-), que si no se cumplía o se
rompía por cualquiera de las dos partes daba lugar a la felonía, y cuya
jerarquía se complicaba de forma piramidal (el vasallo era a su vez señor de
vasallos); y por otro lado el feudo como unidad económica y de relaciones
sociales de producción, entre el señor del feudo y sus siervos, no un contrato
igualitario, sino una imposición violenta justificada ideológicamente como un
quid pro quo de protección a cambio de trabajo y sumisión.
El homenaje y la investidura
El homenaje era un ritual por el que un señor concedía un feudo a otro hombre
de la clase privilegiada a cambio de unos servicios y prestaciones,
generalmente de orden militar.
La figura del Homenaje adquiere mayor relevancia entre los siglos XI al XIII,
destinándose la parte más noble del castillo para ello, la torre, y en el
ceremonial participaban dos hombres: el vasallo que, arrodillado, destocado y
desarmado frente al señor[6] con las manos unidas en prueba de humildad y
sometimiento, espera que éste le recoja y lo alce, dándose ambos un
reconocimiento mutuo de apoyo y un juramento de fidelidad. El señor le
entregará el feudo en pago por sus servicios futuros, que generalmente
consistía en bienes inmuebles: Grandes extensiones de terreno, casi siempre
de labranza. El juramento y el vasallaje será de por vida.
Junto con el feudo, el vasallo recibe los siervos que hay en él, no como
propiedad esclavista, pero tampoco en régimen de libertad; puesto que su
condición servil les impide abandonarlo y les obliga a trabajar. Las obligaciones
del señor del feudo incluyen el mantenimiento del orden, o sea, la jurisdicción
civil y criminal (mero e mixto imperio en la terminología jurídica reintroducida
con el Derecho Romano en la Baja Edad Media), lo que daba aún mayores
oportunidades para obtener el excedente productivo que los campesinos
pudieran obtener después de las obligaciones de trabajo -corveas o sernas en
la reserva señorial- o del pago de renta -en especie o en dinero, de circulación
muy escasa en la Alta Edad Media, pero más generalizada en los últimos siglos
medievales, según fue dinamizándose la economía-. Como monopolio señorial
solían quedar la explotación de los bosques y la caza, los caminos y puentes,
los molinos, las tabernas y tiendas. Todo ello eran más oportunidades de
obtener más renta feudal, incluidos derechos tradicionales, como el ius prime
noctis o derecho de pernada, que se convirtió en un impuesto por matrimonios,
buena muestra de que es en el excedente de donde se extrae la renta feudal
de forma extraeconómica (en este caso en la demostración de que una
comunidad campesina crece y prospera).
Los eclesiásticos
La caballería
La obligación primordial del vasallo era cumplir con los deberes militares, sobre
todo la defensa del señor y sus bienes, pero también la defensa del propio
feudo y de los siervos que en él se encontraban. Una obligación pareja era
aportar una parte mínima de los tributos recaudados al señor para
engrandecer sus propiedades. El caballero no tenía en realidad un dueño, ni
estaba sometido a poder político alguno, de ahí que se encontrasen caballeros
que luchaban en las filas de un rey un día, y al siguiente en las de otro. Su
deber real era para con el señor a quien le unía un espíritu de camaradería.
Los no privilegiados
El más numeroso grupo lo forman los campesinos libres, que trabajan la tierra,
generalmente ajena, o pequeñas parcelas propias. Entre éstos sigue habiendo
diferencias, según se sea labrador que dispone de una yunta de bueyes o mero
peón. En algún caso singular, campesinos libres llegan a poseer grandes
extensiones que les permitirán más tarde llegar a la condición de
terratenientes y, de ahí, a nobles, pero serán situaciones excepcionales.
Viñateros Campesinos
Siega del heno, podando. Psalterio vendimiando.
Campesino cavando
con guadaña. Weinbau, hacia Psalterio Weinbau,
Psalterio Hunter,
Psalterio Hunter, 1180. hacia 1180.
hacia 1170.
hacia 1170.
Campesinos Oficios de la
Campesinos
separando el grano Campesino construcción.
segando.
de la paja con trillos arreando mulas de Ilustración del siglo XI
Ilustración del
manuales. carga. Biblia (Construcción de la
siglo XIV
Ilustración del siglo Maciejowski, hacia torre de Babel, del
(Tacuinum
XIV (Tacuinum 1250. Maestro del
sanitatis).
sanitatis). Pentateuco).
Los villanos
Economía feudal
Las invasiones que sufre Europa durante más de cien años (normandos,
musulmanes, eslavos) con la caída del Imperio romano y el posterior
debilitamiento del Imperio carolingio frenarán la actividad económica hasta las
puertas del año 1000.
Las ciudades que abrían las puertas al comercio y a una mayor libertad de
circulación, veían incrementar la riqueza y prosperidad de sus habitantes y las
del señor, por lo que con reticencias pero de manera firme se fue diluyendo el
modelo. Las alianzas entre señores eran más comunes, no ya tanto para la
guerra, como para permitir el desarrollo económico de sus respectivos
territorios, y el rey fue el elemento aglutinador de esas alianzas. El feudalismo
alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir de
entonces inició su decadencia. El subenfeudamiento llegó a tal punto que los
señores tuvieron problemas para obtener las prestaciones que debían recibir.
Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico (scutagium, ‘tasas por
escudo’) a cambio de la ayuda militar debida a sus señores; a su vez éstos
tendieron a preferir el dinero, que les permitía contratar tropas profesionales
que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas y eran más disciplinadas
que los vasallos. Además, el resurgimiento de las tácticas de infantería y la
introducción de nuevas armas, como el arco y la pica, hicieron que la caballería
no fuera ya un factor decisivo para la guerra. La decadencia del feudalismo se
aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los Cien Años, las
caballerías francesa e inglesa combatieron duramente, pero las batallas se
ganaron en gran medida por los soldados profesionales y en especial por los
arqueros de a pie. Los soldados profesionales combatieron en unidades cuyos
jefes habían prestado juramento de homenaje y fidelidad a un príncipe, pero
con contratos no hereditarios y que normalmente tenían una duración de
meses o años. Este ‘feudalismo bastardo’ estaba a un paso del sistema de
mercenarios, que ya había triunfado en la Italia de los condotieros
renacentistas.
Véase también
• Monarquías feudales
Enlaces externos
Bibliografía
Notas
5. ↑ Witold Kula Teoría económica del sistema feudal; Perry Anderson, op.
cit.
6. ↑ Quien jure fidelidad a su señor debe tener siempre presente las seis
palabras siguientes: incolume, tutum, honestum, utile, facile, possibile.
Sano y salvo para que no cause daño alguno al cuerpo de su señor.
Seguro, para que no perjudique a su señor revelando su secreto o
entregando las plazas fuertes que garantizan su seguridad. Honesto,
para que no atente a los derechos de su señor o bien a otras
prerrogativas insertas en lo que considera su honor. Útil, para que no
dañe sus posesiones. Sencillo y posible, para que no haga difícil a su
señor el bien que podría hacer fácilmente, y a fin de que no haga
imposible lo que hubiese sido posible a su señor. Es justo que el vasallo
se abstenga de este modo de perjudicar a su señor. Pero con sólo esto
no se hace digno de su feudo, pues no basta con abstenerse de hacer el
mal, sino que es necesario hacer el bien. Importa, pues, que en los seis
aspectos indicados proporcione fielmente a su señor consilium et
auxilium, si quiere aparecer como digno de su beneficio y probar la
fidelidad jurada. También el señor debe, en todos sus dominios, pagar
con la misma moneda al que le juró fidelidad. Si no lo hiciere, sería
considerado de mala fe con pleno derecho, al igual que el vasallo que
fuese sorprendido faltando a sus deberes, por acción o por omisión,
sería culpable de perfidia y perjurio. Carta de Fulberto de Chartres a
Guillermo, Duque de Aquitania (h. 1020) en Ganshof, F.L., El Feudalismo,
op. cit.
AGRICULTURA MEDIEVAL
Agricultura
Las actividades relacionadas son las que integran el llamado sector agrícola.
Todas las actividades económicas que abarca dicho sector tienen su
fundamento en la explotación de los recursos que la tierra origina, favorecida
por la acción del hombre: alimentos vegetales como cereales, frutas,
hortalizas, pastos cultivados y forrajes; fibras utilizadas por la industria textil;
cultivos energéticos; etc.
Contenido
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• 1 Historia
• 2 Actualidad
• 3 Tipos de agricultura
• 6 Políticas agrarias
• 7 Véase también
• 8 Bibliografía
• 9 Notas
• 10 Enlaces externos
Historia [editar]
El cambio del buey por el caballo como animal de tiro fue el resultado de dos
avances tecnológicos —el uso de la herradura y el desarrollo de la collera—
que permitían al caballo tirar de mayores cargas más fácilmente. Esto aumentó
la eficiencia del transporte por tierra, tanto para el comercio como para las
campañas militares, y sumado a la mejora general de la red de carreteras
aumentó las oportunidades comerciales para las comunidades rurales mejor
comunicadas. En algunas zonas con tierras especialmente fértiles, se introdujo
la rotación de cultivos de tres hojas (rotación trienal, asociando un cereal de
primavera o una leguminosa a un cereal de invierno), lo que reducía al 33 en
vez de al 50% la necesidad de barbecho frente al sistema de año y vez,
aumentando la producción y haciéndola más diversificada. La posibilidad de
abonado, muy restringido, estaba restringida a la disponibilidad de ganadería
asociada, que, en las zonas y periodos en que se incrementó, tuvo un
importante impacto en la vida campesina, aunque no siempre positivo para los
agricultores, cuyos intereses estaban en contradicción con los de los
ganaderos, habitualmente de condición privilegiada (el Concejo de la Mesta y
asociaciones ganaderas similares en los reinos cristianos peninsulares). El
ejemplo de los monasterios, especialmente de la orden benedictina expandidos
por toda Europa occidental (Cluny y Císter), extendió prácticas agrícolas, de
gestión de las propiedades y de industria alimentaria. En zonas de Europa
meridional (la Sicilia y la España musulmanas), los árabes introdujeron mejoras
agrícolas, especialmente en sistemas de regadío (norias de Murcia, acequias de
Valencia), el aprovechamiento de las laderas (bancales de las Alpujarras),
zonas inundables (arroz) y el cultivo intensivo de huertas, con la generalización
de los frutales mediterráneos (naranjos, almendros) y todo tipo de verduras,
que caracterizarán el estereotipo de la alimentación de los campesinos
sometidos de estas zonas, de origen musulmán, frente a los conquistadores
cristianos (villano harto de ajos llamaba Don Quijote a Sancho).
Durante el Antiguo Régimen los países del sur y este de Europa prolongaron el
sistema económico feudal, especialmente en la agricultura, pudiéndose hablar
de una refeudalización evidente desde la crisis del siglo XVII, en que se
reafirmó la posición predominante de los señores frente a los campesinos, que
seguían siendo la inmensa mayoría de la población, pero que no tenían
posibilidad de iniciar la acumulación de capital necesaria para la
transformación agraria. En cambio, en la Europa noroccidental, especialmente
en Holanda e Inglaterra, los cambios sociales y políticos (revolución burguesa)
se vieron acompañados en el campo por una revolución agrícola previa a la
revolución industrial del siglo XVIII, que intensificó los cultivos, aumentando los
rendimientos gracias a mejoras técnicas y productivas (rotación de cultivos de
cuatro hojas de Waasland; aperos de Jethro Tull) y a la introducción de nuevos
cultivos.[4]
Actualidad [editar]
Siglo XX, especialmente con la aparición del tractor, las exigentes tareas de
sembrar, cosechar y trillar pueden realizarse de forma rápida y a una escala
antes inimaginable. Según la Academia Internacional de Ingeniería de EE.UU, la
mecanización agraria es uno de los 20 mayores logros de la ingeniería del siglo
XX. A principios del siglo XX, en EE.UU. se necesitaba un granjero para
alimentar de 2 a 5 personas, mientras que hoy, gracias a la tecnología, los
agroquímicos y las variedades actuales, un granjero puede alimentar a 130
personas. El costo de esta productividad es un gran consumo energético,
generalmente de combustibles fósiles.
Además de comida para humanos y sus animales, se produce cada vez con
más amplia utilidad tales como flores, plantas ornamentales, madera,
fertilizantes, pieles, cuero, productos químicos (etanol, plásticos, azúcar,
almidón), fibras (algodón, cáñamo, lino), combustible (biodiésel, el propio
etanol, que ahora ya se está obteniendo del maíz), productos biofarmacéuticos,
y drogas tanto legales como ilegales (tabaco, marihuana, opio, cocaína).
También existen plantas creadas por ingeniería genética que producen
sustancias especializadas (como, por ejemplo, el maíz transgénico, que, al
igual que la obtención de etanol, está modificando la economía de los cultivos
de esta planta y la vida de las comunidades que de ella siguen dependiendo).
Tractor Lamborghini.
Las maquinarias son elementos que se utilizan para dirigir la acción de fuerzas
de trabajo a base de energía; por su parte en el campo agrícola, los
mecanismos a motor que se emplean en estas labores aligeran la producción y
mejoran las técnicas de cultivo. Entre las máquinas agrícolas más utilizadas en
las labores del campo se mencionan:
• Tractor: es una máquina agrícola muy útil, con ruedas o cadenas
diseñadas para moverse con facilidad en el terreno y potencia de
tracción que permite realizar grandes tareas agrícolas, aun en terrenos
encharcados. Tiene dos pedales de freno y está acondicionando para
halar rastras. Hay dos tipos de tractores: el de oruga, de gran estabilidad
y fuerza, y el de ruedas, capaz de desplazarse hasta por carreteras;
posee mayor velocidad que el de oruga.
Los equipos agrícolas son un grupo de aparatos diseñados para abrir surcos en
la tierra, desmenuzar, fumigar y fertilizar en el suelo.
• Carretillas: son cargos pequeños que tienen una rueda y sirven para
cargar y descargar material agrícola, sea arena, tierra, abonos.
• Regaderas: son envases de metal con depósito para agua, con un tubo
que termina en una pieza redonda con muchos agujeros pequeños; sirve
para regar plantas.