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LA ECOLOGIA DEL DESARROLLO HUMANO Urie Bronfenbrenner PAIDOS TRANSICIONES Titulo original: The Ecology of Human Development Publicado en inglés por Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts y Londres Traduccién de Alejandra Devoro Supervisién de Ignasi Vila Cubierta de Diego Feijéo ‘Quedan rigurosamente prohibidas, sin Is autorizacién escrita de los titulares del «copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio © procedimiento, comprendidos la reprografia y el tratamiento informitico,y la distribucion de cjemplares de ella mediante alquiler o préstamo piiblicos. © 1979 by the President and Fellows of Harvard College © 1987 de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibérica, S.A., Mariano Cubi, 92 - 08021 Barcelona y Editorial Paidés, SAICE, Defensa, 599 - Buenos Aires http://www.paidos.com ISBN: 84-493-1086-5 Depésito legal: B-4.206/2002 Impreso en Grifiques 92, S. A., ‘Av. Can Sucarrats, 91 - 08191 Rubj (Barcelona) Impreso en Espajia - Printed in Spain Indice Introduccién . Prdlogo . PRIMERA PARTE UNA ORIENTACION ECOLOGICA 1, Objeto y perspectiva . 2, Conceptos. bisicos SEGUNDA PARTE LOS ELEMENTOS DEL ENTORNO. 3. Naturaleza y funcidn de las actividades molares , . 4. Las estructuras interpersonales como contextos del desarrollo humano . : : 5. Los roles como contextos del desarrollo humano | TERCERA PARTE ANALISIS DE LOS ENTORNOS, 6. EI laboratorio como contexto ecoldégica : . 7. Las instituciones infantiles como contexto del desarrollo humano . 8. La guarderia y el preescolar como contextos del desarrollo hu- mano Fe ee CUARTA PARTE MAS ALLA DEL MICROSISTEMA . 9. El mesosistema y el desarrollo humano . 10. El exosistema y el desartollo humano 11. El macrosistema y el desarrollo humano . Bibliograffa, 6 1 1 4 ee Indice de autores . : Indice analiftico . 11 15 21 23 35 63 65 77 105 129 131 155, 187 231 233 261 281 315 335 339 Introduccién Goethe, que comenté con sabiduria tantos aspectos de la experiencia hu- mana, dijo con respecto a nuestras tentativas de comprender al mundo: «Todo ha sido pensado antes, lo dificil cs volver a pensarlo» A esto le agregatia yo (suponiendo que Goethe también hubiera dicho algo en este sentido, pero sin darse cuenta de su descubrimiento) que las ideas sélo son importantes en funcién de lo que se pueda hacer con ellas. Demé- crito suponia que el mundo estaba formado por patticulas atémicas. Aparte de su error al pasar por alto las implicaciones de suponer que todos los Ato- mos se mueven en la misma direccién, a la misma velocidad, su inteligente conjetura sobre Ja estructura atémica de Ja materia no tuvo el mismo impacto que el redescubrimiento de Rutherford (con la cémara de ionizacién) en el afio 1900, En resumen, una idea es poderosa en funcién de lo que se pueda hacer con ella, Hace unos cien afios, varios eruditos comenzaron a pensar que seria posible comprender Jos procesos psicoldgicos del hombre Ilevando a cabo experimentos que copiaran las técnicas de precisién, explicitas, cuant y de anilisis de datos que habian impulsado a las ciencias fisicas hast zar un lugar tan prominente en los asuntos humanos, Esta idea suele atribuir- se a Wilhelm Wundt, aunque la ciencia de Ja psicologia nacié casi simulté- neamente en universidades de Alemania, Londres, Cambridge (Massachusetts) y Kazdén (URSS). En las versiones de Ia historia de la psicologia que aparecen en los libros de texto, se ha perdido el hecho de que muchos otros eruditos que estaban en el tema cuando Ia psicologfa Iegé al laboratorio, no quedaron demasiado impresionados por Ia nueva empresa. Tendemos a olvidar que el mismo Wundt 12 | La ecologia del desarrollo humano crefa que muchos misterios psicolégicos estaban fuera del alcance de los mé- todos experimentales, creencia no siempre compartida por sus seguidores més entusiastas. Aun antes de que comenzaran a aparecer disensiones en las filas de los que seguian el camino de Wundt, se formularon resetvas més serias acerca de la utilidad de Jas técnicas de laboratorio para explicar nuestros pro- cesos internos, Wilhelm Dilthey fue un critico temprano y elocuente de la «nueva» psicologfa de Wundt. Tras largas deliberaciones, Dilthey llegé a Ia conclusién de que la psicologia debia abandonar la biisqueda de leyes ge- nerales para los procesos psicolégicos del hombre. En su lugar, sostenia que tenemos que esforzarnos por lograr una psicologia descriptiva que capte la complejidad unica del individuo, con todas sus idiosincrasias, Dilthey crefa que, al reducir la complejidad de la naturaleza humana a tiempos de reaccién medidos cuidadosamente o a relatos introspectivos detallados, Wundt y sus seguidores lograban poco. mds que enterrar Jos procesos psicolégicos humanos en una cripta construida con instrumentos de metal. La posicién de Dilthey no ha prevalecido en la psicologia académica, y por buenos motivos. Su punto de vista, muy tentador, de una descripeién psicolégica adecuada nunca nos ha satisfecho como modelo para un andlisis psi- coldgico completo. La marafia infinita de la experiencia pasada y las circuns- tancias presentes, que nos convierte en lo que somos, nos asfixia con detalles que desaffan a las explicaciones o a las generalizaciones; frente a tanta com- plejidad, cualquier procedimiento plausible de simplificacién puede parecer un salvavidas. Reconociendo las limitaciones de la psicologia, hacemos el chiste de que Henry James fue el gran psicélogo, y su hermano William, el novelista. La- mentando estas limitaciones, esperamos, sin embargo, que una disciplina ver- daderamente cientifica nos brinde una informacién més sistemdtica sobre noso- tros mismos que la que puede brindarnos una novela. A falta de esta disciplina rigurosa, hemos seguido en nuestros métodos el camino mds estrecho de Wundt, pero las limitaciones de la teorfa impuestas por tal eleccién no son sencillas, Nos enfrentamos con Ja paradoja de una ciencia préspera que nos dice bien poco acerca de las cuestiones que nos atraen hacia ella, Los que se dedican a la psicologfa como profesionales, o Ilegan a un acuerdo con sus limitaciones o bien terminan por aburrirse de los experimentos cuidadosos, cuyo significado permanece oscuro con demasiada frecuencia. Al no encontrar alternativas prometedoras, muchos prefieren Ja inactividad. Si bien ha habido muchos cambios en los detalles de la teorfa psicolégica desde los tiempos de Wundt y Dilthey, han prevalecido los dos enfoques extremos que generaron el cisma entre la psicologia descriptiva y la explica- tiva en primer lugar, al igual que las diferencias en la complejidad de sus métodos y su aceptacién como disciplinas. El estructuralismo de Wundt dio Jugar a nuevas escuelas de psicologia cientifica, todas completas, cada una con sus propios modelos y métodos estructurados, sistemdticos y constreflidos: Intraducoién | 13 la psicologia de la Gestalt, el funcionalismo, el conductismo y (més reciente- mente) la psicologia experimental cognitiva, La critica que hace Dilthey de este esfuerzo continuo para consttuir una ciencia psicolégica de lo universal hha sido redescubierta varias veces, de las cuales Ja mds reciente ha sido en las psicologias humanisticas de fines de la década del sesenta y de la del setenta, pero siempre sin los instrumentos analiticos cruciales para un andlisis descrip- tivo ni la facultad de explicar lo que describe. Unos pocos profesionales de la psicologia, aun en los primeros tiempos, buscaron maneras de unir el enfoque descriptivo y el explicativo, recono- ciendo en este cisma las semillas de la ruina de la psicologia como disciplina. Por ejemplo, en las primeras décadas del siglo xx eta comtin, especialmente en Alemania, donde nacieron ambos movimientos, encontrar discusiones sobre la «crisis» de la psicologia, para la cual diversos autores propusieron diversas soluciones, Inmediatamente después de una década de activismo social y cien- tifico en los afios sesenta (en el que participé activamente), el trabajo de Urie Bronfenbrenner representa la continuacién de los esfuetzos de este pequefio grupo de psicélogos, heterogéneo, pero significativo, por superar la «crisis» de la psicologia, construyendo una disciplina que sea a fa vez experimental y descriptiva de nuestras vidas, como nosotros las conocemos, Sus temas son los mismos que conciernen a todo aquel que espera que la psicologia arroje luz sobre nuestra experiencia. La promesa que nos ofrece es muy tentadora. La psicologia no necesita escoger entre rigor e importancia. Puede hacer algo més que explicar «conductas extrafias en lugares extraiios». Si se Ja interroga adecuadamente, puede decitnos de qué manera esos extra- fios lugares y esas extrafias conductas se relacionan con los contextos mun- danos que conocemos como nuestra «vida diaria». EI profesor Bronfenbrenner reealca su interés por especificar lo que hacen las personas de tal manera que pueda generalizarse més allé del contexto de nuestras observaciones. Destaca la importancia crucial de estudiar los ambien- tes en los que actuamos, si queremos apartarnos de las descripciones deta- Ilistas y los procesos sin contenido. En ambos casos, sigue los pasos de prede- cesores muy capaces, Pero, ¢qué nos hard creer que las recetas de Bronfenbrenner servirén, cuan- do el trabajo de otros hombres, en cuyas ideas se ha basado (Kurt Lewin, por ejemplo), parece haber desaparecido, hundido en las arenas del tiempo, 0 tan asimilado en nuestro saber popular colectivo que ya no puede extraerse para analizarse? La respuesta estd en su especificacién de los procedimientos, Jo suficientemente similares a los que usamos como para hacerlos compren- sibles, y sin embargo lo suficientemente diferentes como para proporcionar una mejor aproximacién a los fendmenos de la vida real. Casi todo el que ha leido acerca de expetimentos psicoldgicos ha tenido ocasién de quedar perplejo ante su significado. Los estudiantes de Stanford, eson sédicos o cobardes, tal como sugiere su conducta en los experimentos 14 | La ecologia del desarrollo humano en la prisién de Zimbardo? ¢Las personas son esclavas de una autoridad que voluntariamente inflige un dafio a un individuo indefenso, como nos dicen los estudios de Milgram sobre la obediencia? ¢Las personas son realmente indiferentes ante un extrafio en desgracia? ¢Es posible que los tests de CI nos digan algo sobre el valor de Ia guatderia? A cada una de estas, y a muchas otras preguntas, Bronfenbrenner nos da Ja Unica respuesta honesta imaginable, la misma que hubiera ofrecido su abuela si él hubiese podido discutir estas cuestiones con ella: «Todo depende.» En enguaje técnico, «todo depende» se traduce en Ia idea de que las explica- ciones de Jo que hacemos (suponiendo que logréramos hacer descripciones tiles) han de encontratse en las interacciones de Jas caracteristicas de las per- sonas y sus ambientes, pasados y presentes, Como dice Bronfenbrenner; «Los efectos principales estén en la interaccién,» También seguiria a Kurt Lewin al sugerir que, si queremos cambiar la conducta, debemos cambiar los am- bientes. Todas estas sugerencias de sentido comin imponen una reorientacién de nuestra manera de pensar sobre Jos procesos psicolégicos, que deben llegar a tratarse como propiedades de sistemas, sistemas en los que el individuo no es mds que un elemento. Estas ideas tendrdn éxito si Bronfenbrenner logra espolear, con sus audaces afitmaciones, a un mimero suficiente de eruditos, para que intenten demostrar que estd equivocado. Aunque los desafios siste- miticos pudieran invalidar sus aseveraciones especificas, teptesentarian un éxito. Vale la pena tener estas ideas una y otra vez, hasta que estemos dis- puestos a explotar su poder. Cuando Ilegue ese dia, la psicologfa se conver- tird en una ciencia unificada de la conducta humana, Mrcwart Cote Universidad de California, San Diego Prélogo Al escribir un volumen de este tipo, uno adquiere la plena eonciencia de que la ciencia es, sin duda, una comunidad de eruditos. Estamos de pie sobre los hombros de gigantes, y confundimos su amplia perspectiva con Ja nues- tra. En este caso, los gigantes son Kurt Lewin, George Herbert Mead, Sig- mund Freud, William I. y Dorothy $, Thomas, Edward C, Tolman, Lev Vygotsky, Kurt Goldstein, Otto Rank, Jean Piaget y Ronald A. Fisher. De ellos aprendf sobre todo a través de la lectura, Hay otros que intentaron ense- fiarme, y a menudo encontraron resistencia, Entre ellos, los principales fueron mis primeros profesores de psicologia: Frank $. Freeman, Robert M. Ogden y Walter Fenno Dearborn, Lauriston Sharp me introdujo en la antropologia cultural, Robert Ulich en la filosofia y Harry C. Carver en la estadistica mate- mitica y el disefio experimental. Pero las semillas de los conceptos ecolégicos que aqui se desarrollan se sembraron mucho antes de mi ingreso en la universidad. Tuve la suerte de educarme en Ja sede de una institucién piiblica para los que entonces se deno- minaban «débiles mentales», en la que mi padre era neuropatdélogo. Ademés de médico, era doctor en zoologfa, y naturalista de corazén, Los terrenos de Ja institucién ofrecian a su ojo atento un rico campo biolégico y social. Habia més de 12 km? de tierra de cultivo, colinas arboladas, bosques cubiertos de musgo y fétidos pantanos, todos repletos de vida vegetal y animal. En aquellos dias, la institucién cra una comunidad en funcionamiento; los pacientes pa- saban Ja mayor parte del tiempo fuera de Jas salas, no sélo en las aulas de la escuela, sino trabajando en la granja y en los talleres. Habfa cobertizos para vacas, caballos, cerdos, ovejas y pollos, una herreria, carpinterfas, una pana- derfa, y un almacén desde el cual se enviaban por el pueblo alimentos y mer- canefas en carros de caballos conducidos por Jos internos. Todas estas acti- vidades han desaparecido: los tribunales las han anulado por considerarlas setvidumbre involuntaria, 16 | La ecologia del desarrollo humaro Asi fue el mundo de mi infancia, Mi padre me Ilevé a dar innumerables paseos, desde su laboratorio, por las salas, los talleres y el campo (su sitio preferido para ver y hablar con sus pacientes), y sobre todo més alld de la cerca de alambre de ptias, por los bosques y las colinas que comenzaban en el umbral de nuestra casa. En cualquier sitio en que estuviéramos, solfa atraer Ja atencién de mis ojos distrafdos hacia las obras de Ja naturaleza, sefialando la interdependencia funcional de los organismos vivientes y sus entornos. Recuerdo con especial nitidez su angustia cuando los tribunales de la ciu- dad de Nueva York comenzaron a enviar a nuestra institucién, por error o (con. més probabilidad) por desesperacién, a nifios perfectamente normales. Antes de que pudiera desentedar la burocracia necesatia pata liberarlos, seria demasiado tarde. Después de pasar unas pocas semanas como uno de los ochenta internos en una pequefia casa de campo con dos enfermeras jefas, Jas puntuaciones que obtuvieron en Jos tests de inteligencia que se Jes apli- caron como tequisito indispensable para darlos de alta, demostraron que eran deficientes mentales: esto significaba que debfan permanecer en la institucién por el resto de sus vidas. Quedaba una salida para estos nifios, pero no surgié la oportunidad hasta que fueron mucho mayores. Uno de los lugares en los que se les podfa asignar trabajo a las internas adultas eran las casas del per- sonal de la institucién, donde colaboraban en los quehaceres domésticos, la cocina y el cuidado de los nifios. De este modo, Hilda, Ana y otras mas se convirtieron en miembros de facto de nuestra familia, y en figuras significa- tivas para mi educacién. Pero rara vez se quedaban mucho tiempo, En cuanto se hacian indispensables, como consecuencia del entrenamiento de mi madre en Jas tareas de Ja casa y por su propia iniciativa diaria, mi padre solfa dis- poner su alta, porque ya podfan superar el punto minimo critico del todopo- deroso Stanford-Binet. Pasé mucho tiempo, sin embargo, antes de que estas experiencias con- cretas se reflejaran en ideas conscientes sobre una ecologia del desarrollo humano. Estas comenzaron a surgir, en primer lugar, en un seminario sema- nal del cuerpo de profesores, informal pero intensivo, de un afio de duracién, que se celebré hace treinta afios, Mis colegas y yo éramos ambiciosos: querfa- mos trazarle nuevos horizontes a la teorfa y la investigacién sobre el desarrollo humano. El grupo inclufa, entre otros, a Robert B. MacLeod, Alexander Leighton y Robin Williams. Ellos fueron los que sacudieron los cimientos intelectuales de un joven investigador convencido del rigor del laboratorio y de los métodos psicométricos. Me abrieron los ojos al poder tanto de la feno- menologia como del contexto social. Mi conocimiento de este ultimo aumenté en el curso de tres décadas de investigacién en colaboracién con mi colega Edward C. Devereux. Con los dos Charles R. Henderson, padre ¢ hijo, estoy en deuda permanente por Jas lecciones sobre la elegancia y la adaptabilidad ecoldgica de Jos disefios de Fisher, Dos conjuntos de experiencias le dieron forma y sustancia a Jas nuevas Prélogo | 17 perspectivas que adquiri en el seminario del cuerpo de profesores. El primero se refiere a la realizacién de investigaciones de campo en un contexto cul- tural. Al principio, esto no me produjo un gtan impacto, porque, con una autoproteccién inconsciente, escogf trabajar en un terreno social que me resul- taba familiar: una pequefia comunidad rural en el norte del estado de Nueva York. Después, mi colega del seminario Alexander Leighton me convencié pata que trabajara con él durante un verano, cuando comenzé sus ¢studios, ahora clasicos, sobre los factores comunitarios que afectan a la salud mental. Bajo su tutela, en la costa francesa de Nueva Escocia, comencé mi carrera de investigaciones interculturales en Europa Occidental y Oriental, la URSS, Israel y otros lugares, incluido un vistazo profundamente aleccionador a la Republica Popular China. La experiencia en estas sociedades, produjo en mi dos efectos profundos, que se reflejan en este volumen, En primer lugar, amplié radicalmente mi conviccién de la capacidad de adaptaci6n, Ia versatilidad y Jas buenas perspec- tivas de la especie Homo sapiens, tal como lo demuestra su capacidad para adaptarse, tolerar y, sobre todo, crear las ecologias en las que vive y se de- sarrolla. Examinada en contextos diferentes, Ja naturaleza humana, a la que antes habfa considerado como un sustantivo singular, se volvié plural y plura- lista; porque los diversos ambientes producian diferencias perceptibles, no sdlo entre las sociedades, sino también dentro de ellas, en cuanto al talento, el temperamento, Jas relaciones humanas, y en especial a Jas formas en que la cultura o la subcultura educaban a la generacién siguiente. El proceso de con- vertir en humanos a los seres humanos, y su resultado, variaba, evidente- mente, segin el lugar y el tiempo, Desde una perspectiva tanto histérica como intercultural, esta diversidad sugeria la posibilidad de ecologfas nunca inten- tadas hasta entonees, con un potencial nunca visto pata las naturalezas huma- nas, tal vez con una mejor combinacién de poder y compasién que las mani- festadas anteriormente, Aunque esta ultima expectativa puede parecer producto de un idealismo superficial, est anclada en el firme terreno de la realidad intercultural. La segunda leccién que aprendi a través del trabajo en otras sociedades es que la politica oficial tiene poder suficiente para afectar el bienestar y el desarrollo de los seres humanos, al determinar sus condiciones de vida. El darme cuenta de esto me Ilevé a participar intensamente, durante los tiltimos quince afios, en los intentos de cambiar, desarrollar y poner en prdctica, en mi propio pais, las politicas que influyeran sobre las vidas de los nifios y las familias. La participacién en el Head Start Planning Committee, en dos Presi- dential Task Forces, y en otros organismos de asesoramiento cientifico a nivel nacional, del Estado y locales, al igual que el testimonio y Ja colaboracién con politicos y con funcionarios del gobierno en la legislacién, me llevaron a una conclusin inesperada, que constituye un tema recurrente en Jas pAginas 18 | La ecologia del desarrollo humano siguientes: es esencial para el progreso del estudio cientifico sobre el desarro- Ilo humano que los investigadores se preocupen por Ja politica oficial. Estas ideas avanzadas, cualquiera que fuera su mérito, no son tanto el pro- ducto de mis propios intentos como de los esfuerzos pacientes y constantes de mis colegas para abrirme los ojos a Jas realidades del mundo en que vivian y trabajaban.., En el campo de Ja investigacién intercultural, Jos siguientes son algunos de los mds pacientes y prolongados: Gerold Becker, Lydia Bozho- vich, Zvi El-Peleg y familia, Hsieh Ch'i-kang, Sophie Kav-Venaki, Kurt Liis- cher y familia, Richard y Gertrude Meili, Janusz Reykowski, Ruth Sharabany, Ron Shouval y familia, Sandor Komlosi y familia, Igor Kon, Aleksei Leon- tiev, Hartmut von Hentig y Aleksander V, Zaporozhets. En la etapa intermedia entre la investigacién sobre el desarrollo y Ja polf- tica oficial, mis principales colaboradores y mentores han sido Birch Bayh, Orville G. Brim, John Brademas, Robert Cooke, David Goslin, Nicolas Hobbs, Sidney Johnson, Alfred Kahn, Mary Keyserling, Walter F. Mondale, Evelyn Moore, Albert Quie, Julius Richmond, John Scales, Sargent y Eunice Shriver, Jule Sugarman, Harold Watts, Sheldon White y Edward Zigler. Este volumen nacié como parte de un estudio que emprendf hace varios afios, con el asesoramiento de varios colegas que coincidian conmigo, con el apoyo material de la Foundation of Child Development. El intento, conocido con el nombre de Programa sobre la ecologia del desarrollo humano, se llevé a cabo con el objeto de ampliar Ja teoria, el entrenamiento avanzado y la investigacién en los mismos ambientes en Jos que el ser humano vive y se desarrolla, Comencé a trabajar en el libro como Belding Scholar de Ja fun- dacién. En particular, quiero expresar mi profundo aprecio hacia Orville G. Brim, ptesidente de la fundacién, y Heidi Sigal, adjunta al programa, por su aliento, sus sabios consejos y su activa colaboracién en todos los aspectos del progra- ma, incluida la concepcién y preparacién de este volumen. Ademés, estoy en deuda, tanto intelectual como personal, con los consultores del programa: Sarane Boocock, Michael Cole, Glen Elder, William Kessen, Melvin Kohn, Eleanor Maccoby y Sheldon White. En innumerables cartas, conversaciones y llamadas telefénicas, me comunicaron reacciones que, poco a poco, fui asimi- Jando como propias. Me disculpo en la medida en que, inconscientemente, no Jes he dado crédito 0, peor aun, no he hecho justicia a sus pensamientos, También he tenido Ja suerte de contar con Ja generosidad de numerosos colegas y estudiantes de Cornell y de otros lugares, que han estado dispuestos aleer y criticar los bortadores de partes del manuscrito. Ellos son Harry Alker, Irwin Altman, Jay Belsky, John Clausen, Moncrieff Cochran, Michael Cole, William Cross, Glen Elder, James Garbarino, Herbert Ginsburg, Stephen Hamilton, Melvin Kohn, Barbara Koslowski, Michael Lamb, Tom Lucas, Bar- bata Lust y sus discipulos, Kurt Liischer, Eleanor Maccoby, Maureen Maho- ney, Rudolf Moos, David Olds, Henry Riceiuti, Morris Stambler, Eric Wan- Prologo | 19 ner, John Weisz, Sheldon White, y uno de los criticos mas astutos, Liese Bronfenbrenner, Dos de ellos, Michael Cole y Eric Wanner, también han sido los compi- Jadores especial y general del presente volumen, Su iniciativa, estimulo y con- sejo han mejorado el producto y aliviado el dolor perenne del trabajo de autor, Ademés quiero expresar un aprecio especial a los revisores andnimos de los diferentes capitulos y de la totalidad del texto, asi como también a Harriet Moss por su concienzuda compilacién del tiltimo manuscrito. Asimis- mo estoy en deuda con mi amigo y vecino Geoffrey Bruun, que nunca olvida Ja fuente o Ia sustancia de una cita. Mi sentido de la obligacin y la gratitud va més allé de os individuos. Una de las tesis principales de este libro sostiene que las capacidades humanas y su realizacién dependen, en gran medida, del contexto mds amplio, social ¢ institucional, de la actividad individual. Este principio puede aplicarse espe- cialmente en este caso, Desde su fundacién, la Universidad de Cornell, en su cardcter de Land Grant Institution mantenida en parte por donaciones y en parte por el Estado, ha alimentado una tradicién de libertad y responsabilidad, y ha estimulado a sus profesores a ir mds alld de las disciplinas tradicionales, para que se dieran cuenta de que la ciencia social, si ha de lograr sus propios objetivos, debe responder a las necesidades y aspitaciones del hombre. Este doble tema ha encontrado una expresién todavia més completa en la tarea del New York State College of Human Ecology de Cornell, bajo el liderazgo fake de tres decanos sucesivos: David C. Knapp, Jean Failing y Jerome Ziegler. Por ultimo, mi mayor deuda es la contraida con Joyce Brainard, que, con la dedicada colaboracién de Mary Alexander, Stephen Kaufman, Mary Miller y Kay Riddell, supervisé y realizé innumerables revisiones del manuscrito, con cuidado, habilidad y devocién. Stephen Hamilton preparé el resumen de Ja investigacién de Ogbu, inclui- do en el capitulo 10, para el informe elaborado conjuntamente para una conferencia. Los pasajes que aparecen en vatios capitulos representan revisio- nes del material publicado con anterioridad en Child Development, American Psychologist, Journal of Social Issues y Zeitschrift fiir Soziologie. Unie BRoNFENBRENNER Ithaca, Nueva York Primera parte UNA ORIENTACION ECOLOGICA ‘Copyrighted material 1 Objeto y perspectiva En este volumen ofrezco una nueva perspectiva tedrica para la investi- gacién en el desarrollo humano. La perspectiva es nueva en cuanto a su con- cepcién de la persona en desarrollo, del ambiente y, especialmente, de 1a interaccién que se desenvuelve entre ambos. Por lo tanto, en este trabajo se define el desarrollo como un cambio perdurable en el modo en que una petso- na percibe su ambiente y se relaciona con él. Por este motivo es necesario dar desde el comienzo una indicacién del concepto poco ortodoxo de ambiente que se presenta en este volumen, En lugar de comenzar con una exposicién formal, introduciré el concepto en primer lugar a través de algunos ejemplos concretos, El ambiente ecolégico se concibe como un conjunto de estructuras seria- das, cada una de Jas cuales cabe dentro de la siguiente, como las mufiecas rusas. En el nivel més interno est4 el entorno inmediato que contiene a la persona en desarrollo, Puede ser su casa, Ja clase 0, como suele suceder cuando se investiga, el laboratorio o la sala de tests. Aparentemente, hasta ahora nos hallamos en terreno conocido (aunque hay més para ver que lo que hasta ahora ha encontrado el ojo del investigador), Sin embargo, el paso siguiente ya nos conduce fuera del camino conocido, porque nos hace mirar mds alld de cada entorno por separado, a las relaciones que existen entre ellos. Estas interconexiones pueden ser tan decisivas para el desarrollo como lo que sucede dentto de un entorno determinado. Es posible que Ja capacidad del nifio para aprender a leer en los primeros cutsos no dependa menos de cémo se Ie ensefia que de la existencia y la naturaleza de los lazos que unen la es- cuela y el hogar. EI tercer nivel del ambiente ecoldgico. nos lleva atin mds lejos, y evoca la hipdtesis de que el desarrollo de Ja persona se ve afectado profundamente por hechos que curren en entotnos en los que Ja persona ni siquiera esta presente. Examinaré datos que sugieren que entre las influencias mas podero- 24 | Una orientacién ecolégica sas que afectan al desarrollo del nifio en las modernas sociedades industria- lizadas estén las condiciones de empleo de sus padres, Por ultimo, hay un fenémeno sorprendente que corresponde a los entor- nos de los tres niveles del ambiente ecolégico que hemos mencionado: en toda cultura o subcultura, los entornos de una determinada clase (como el hogar, la calle o la oficina) tienden a ser muy parecidos, mientras que entre las cul- turas presentan diferencias perceptibles, Es como si dentro de cada sociedad co subcultura existiera un plan para organizar cada tipo de entorno. Ademés, el plan puede cambiarse, con Io cual resulta que la estructura de los entornos de una sociedad puede alterarse notoriamente y producit los cambios corres- pondientes en lo que respecta a la conducta y el desarrollo. Por ejemplo, los resultados de la investigacién sugieren que si en la sala de maternidad se cambian Jas costumbres' en Jo que respecta a Ja relacién madre-recién nacido, los efectos que esto produzca siguen detectdndose cinco afios mds tarde. En otro caso, se observa cémo una seria crisis eeonémica que se produce en una sociedad tiene un impacto positive o negativo en el consiguiente desarrollo del nifio durante toda su vida, segin la edad que tenia en el momento en que su familia experimenté dificultades econémicas, La deteccién de una variedad tan amplia de factores que influyen en el desarrollo sdlo es posible si se emplea un modelo tedrico que permita su observacién. Ademds, como estos descubrimientos pueden tener implicaciones fundamentales tanto para la ciencia como para la politica oficial, es especial- mente importante que el modelo tedrico sea metodolégicamente riguroso, que proporcione formas de controlar su validez, y que permita que surjan resul- tados contrarios a las hipétesis originales del investigador. Este volumen representa un intento de definir los pardmetros bdsicos de un modelo teérico que cumpla estos requisitos sustantivos y metodolégicos. También pretende demostrar la utilidad cientifica del modelo ecolégico, para explicar lo que han descubierto otros estudios anteriores y para formular nuevos problemas y disefios para la investigacin, El ambiente, tal como se concibe en el esquema propuesto, difiere de for- mulaciones anteriores no sélo en alcance sino también en contenido y estruc- tura. En cuanto al primero, la orientacién ecolégica asume seriamente una posicién tedrica, que ha sido alabada con frecuencia en Ia literatura de las ciencias sociales, pero que rara vez se ha puesto en practica en Ja investiga- cidn, y la traduce en téminos operativos. Es la tesis, ampliada tanto por psicé- Jogos como por socidlogos, de que lo que cuenta para la conducta y el desarro- Ilo es el ambiente como se Jo percibe, més qué como pueda existir en la rea- lidad «objetivam, En las paginas siguientes se aplica este principio para exponer Jas ventajas y las desventajas del laboratorio y la sala de tests como contextos para evaluar los procesos de desarrollo, Hay pruebas de que existen diferen- cias sistemdticas en la conducta de los nifios y los adultos observados en el laboratorio y en el entorno de Ja vida real, Estas diferencias, a su vez, expli- Objeto y perspectiva | 25 can los distintos significados que estos tipos de entornos tienen para los parti- cipantes, en parte segtin su medio social y su experiencia, También se analizan varios tipos de entornos en funcién de su estructura. Aqui el enfoque se aparta en otro aspecto més del de los modelos conven- cionales de investigacién: los ambientes no se distinguen con referencia a variables lineales, sino que se analizan en términos de sistemas, Si comenzamos en el nivel mds interno del esquema ecoldgico, una de las unidades bdsicas de andlisis es la diada, o sistema de dos personas. Si bien Ja literatura sobre la psicologia del desarrollo se refiere con frecuencia a las diadas como estruc- turas que se caracterizan por las relaciones reciprocas, veremos que, en la practica, este principio se deja a un lado con frecuencia. De acuerdo con el sistema tradicional en los procedimientos del laboratorio de enfocar a un solo sujeto del experimento, habitualmente se obtiene informacién sobre una per- sona por vez, por ejemplo, sobre la madre 0 sobre el nifio, pero es raro que se obtenga sobre ambos al mismo tiempo. En Jos pocos casos en que sf se hace, el panorama que surge revela posibilidades nuevas y mas dindmicas para ambas partes. Por ejemplo, de los datos de la diada se deduce que si uno de los dos miembros experimenta un proceso de desarrollo, lo mismo le cocurriré al otro. El reconocimiento de esta relacién nos da la clave para com- prender los cambios evolutivos no sélo del nifio sino también del adulto que se ocupa de él habitualmente: la madre, el padre, los abuelos, los profesores y demds. La misma consideracién es valida para las diadas que incluyen al marido y la mujer, al hermano y Ja hermana, al patrén y el empleado, a los ‘amigos 0 los compaiieros de trabajo. Ademés, un modelo de sistemas de la situacién inmediata va mds alld de la diada y le asigna la misma importancia para el desarrollo a los Ilamados sistemas N + 2: triadas, tétradas, y estructuras interpersonales mds grandes. Varias conclusiones indican que la capacidad de una diada para servir como contexto efectivo para el desarrollo humano depende de forma crucial de la presencia y la participacién de terceras personas, como los esposos, familiares, amigos y vecinos. Si no hay terceros, o si desempefian un papel destructivo més que de apoyo, el proceso de desarrollo, considerado como sistema, se desintegra; como un taburete de tres patas, se cae con més facilidad si una pata estd rota o si es mds corta que las demds. El mismo principio triddico es valido para las relaciones entre entornos. Por lo tanto, se considera que la capacidad de un entorno (como el hogar, la escuela o el lugar de trabajo) para funcionar de manera eficaz como contexto para el desarrollo depende de 1a existencia y la naturaleza de las intercone- xiones sociales entre los entornos, Jo que incluye la participacién conjunta, Ja comunicacién y la existencia de informacién en cada entorno con respecto al otro, Este principio les asegura importancia a cuestiones como las siguientes: si el nifio o el joven entran en una situacién nueva, como la escuela, el cam- pamento o la universidad, solos o acompafiados de pares 0 adultos que conoce; 26 | Una orientacién ecolégica si Ja persona y su familia tienen informacién o experiencia acerca del nuevo entorno antes de entrar realmente en él; de qué modo este conocimiento previo afecta el curso posterior de la conducta y el desarrollo en el nuevo entorno. Las cuestiones como éstas destacan la significacién evolutiva y el poten- cial de la investigacién que no ha sido utilizado que tienen las Ilamadas transiciones ecoldgicas: cambios de rol o de entorno, que ocurren a lo largo de toda la vida. Algunos ejemplos de transiciones ecoldgicas pueden ser la Ie- gada de un nuevo hermano, la entrada en el preescolar 0 en Ja escuela, la pro- mocién a un curso superior, graduarse, encontrar un empleo, casarse, tener un hijo, cambiar de empleo, cambiar de casa y jubilarse, La importancia de las transiciones ecoldgicas para el desarrollo deriva del hecho de que casi siempre implican un cambio de ral, es decir, en las expec- tativas de conducta asociadas con determinadas posiciones en Ja sociedad. Los roles tienen un poder casi magico para modificar cémo se trata a una persona, cémo actia, lo que hace y, por lo tanto, incluso lo que piensa y sien- te. El principio es valido no sélo para la persona en desarrollo, sino para las demés personas de su mundo. Los hechos ambientales que afectan el desarrollo de una persona con ma- yor inmediatez y potencia son las actividades en Jas que participan los demas con esa persona o en su presencia. La intervencién activa en lo que otros hacen, o incluso el mero hecho de observarlo, con frecuencia inspiran a una persona a realizar actividades similares por su cuenta. Es mds probable que aprenda a hablar un nifio de tres afios si oye hablar a su alrededor, y espe- cialmente si le hablan directamente a él. Cuando el nifio comienza a hablar por si mismo, esto prueba que se ha producido un desarrollo real, en forma de una actividad molar recién adquirida (en contraste con una conducta mo- lecular, que es momenténea y se caracteriza por carecer de significado e inten- cidn), Por wilrimo, las actividades molares en las que interviene una persona constituyen tanto los mecanismos internos como Jas manifestaciones externas del desarrollo psicolégico. La secuencia de las estructuras ccoldgicas seriadas y su significacién evo- lutiva puede explicarse haciendo referencia al mismo ejemplo, Podemos for- mular la hipdtesis de que es mds probable que un nifio aprenda a hablar en un entorno que incluya roles que obliguen a Jos adultos a hablar con los nifios, 0 que estimulen o permitan que otras personas lo hagan (como ocurre cuando una de los padres hace los quehaceres para que el otro pueda leerle al nifio un cuento). Pero el hecho de que los padres puedan cumplir con eficacia su rol de educadores dentro de la familia, depende de la demanda de roles, el estrés y el apoyo que surjan de otros entornos, Como yeremos mds adelante, las evaluaciones que hacen los padres de su propia capacidad para funcionar, asi como también la opinién que tienen de su hijo, estén relacionadas con fac- Objeto y perspectiva | 27 tores externos como la flcxibilidad cn los horarios de trabajo, la adecuacién de los arteglos para el cuidado del nifio, la presencia de amigos y vecinos que pueden prestar ayuda en caso de emergencias grandes y pequefias, la calidad de Ja salud y Jos servicios sociales y la seguridad del bartio. La disponibi- lidad de entornos de apoyo depende, a su vez, de su existencia, y de la fre- cuencia en una cultura o subcultura determinadas. La frecuencia puede aumen- tarse si se adoptan politicas o costumbres oficiales que creen entornos adicio- nales y roles sociales que tiendan a Ja vida en familia. Una concepcidn tedrica del ambiente como algo que va més alld de la con- ducta de los individuos y que incluye sistemas funcionales tanto dentro como entre entornos, sistemas que también pueden modificarse y expandirse, con- trasta ampliamente con los modelos de investigacién vigentes. Estos modelos establecidos se caracterizan por emplear una lente cientifica que restringe, oscurece, y aun ciega la visién que tiene el investigador de los obstéculos y las oportunidades del ambiente, y del notable potencial de los seres humanos para responder de una manera constructiva a un medio compatible ecolégi- camente, cuando lo encuentran, Como consecuencia, las capacidades y los pun- tos fuertes del hombre tienden a subestimarse. La estructura del ambiente ecolégico también puede definirse en términos mas abstractos. Como ya hemos visto, se concibe el ambiente ecolégico como algo que se extiende mucho més alld de la situacién inmediata que afecta directamente a la persona en desarrollo: los objetos a los que responde, o Jas personas con las que interacttia cara a cara. Se les atribuye la misma impor- tancia a las conexiones entre otras personas que estén presentes en el entor- no, a la naturaleza de estos vinculos, y a su influencia indirecta sobre Ja per- sona en desarrollo, a través del efecto que producen en aquellos que se relacionan con ella directamente. Este complejo de interrelaciones dentro del entorno inmediato se denomina micrasistema. El principio de interconexién se aplica no sélo dentro de los entornos, sino también, con la misma fuerza y las mismas consecuencias, a los vinculos entre entornos, tanto aquellos en Jos que Ja persona en desarrollo participa real- mente, como aquellos en los que tal vez no entre nunca, pero en los que se producen hechos que afectan a lo que ocurre en el ambiente inmediato de la persona. Los primeros constituyen lo que Iamaré los mesosistemas, y los tlti- mos, los exosistemas. Por ultimo, se considera el complejo de sistemas seriados ¢ interconec- tados como una manifestacién de los patrones arqueados de Ja ideologia y la organizacién de las instituciones sociales comunes a una determinada cultura © subcultura. Estos patrones generalizados se denominan macrosistemas. Por lo tanto, dentro de una sociedad © grupo social en particular, la estructura y la sustancia del micro-, el meso- y el exosistema tienden a ser similares, como si estuvieran construidos a partir del mismo modelo maestro, y los siste- 28 | Una orlentacién ecolégica mas funcionan de manera similar, Por el contrario, entre grupos sociales dife- rentes, los sistemas constitutivos pueden presentar notables diferencias. Por lo tanto, analizando y comparando los micto-, los meso- y los exosistemas. que caracterizan a distintas clases sociales, grupos étnicos y religiosos 0 sociedades enteras, es posible describir sistemdticamente y distinguir las propiedades eco- ldgicas de estos contextos sociales mas grandes como ambientes para el desarro- Ilo humano. La mayorfa de los componentes del aspecto ambiental de Ia teorfa son conceptos familiares en las ciencias sociales y en las de la conducta: actividad molar, dfada, rol, entorno, red social, institucién, subcultura, cultura, Lo nuevo es el modo en que estas entidades se relacionan entre si y con el curso del desarrollo, En tesumen, en lo que respecta al mundo exterior, lo que aqui se presenta es una teoria de las interconexiones ambientales y su impacto sobre las fuerzas que afectan directamente el desarrollo psicoldgico, Ademés, un enfoque ecoldgico del estudio del desarrollo humano requiere una reorientacién del punto de vista convencional de la relacién adecuada entre la ciencia y la politica oficial. La posicién tradicional, al menos entre los estudiosos de las ciencias sociales, sostiene que, en la medida de lo posi- ble, Ia politica social deberia basarse en el conocimiento cientifico, La linea de pensamiento que desarrollo en este volumen apunta a una tesis contraria: segtin los intereses de la creciente investigacién fundamental sobte el desarro- Ilo humano, la ciencia elemental necesita a la politica oficial ain mas de lo que la politica oficial necesita a la ciencia elemental. Ademas, lo que se re- quiere no es sélo una relacién complementaria entre estos dos campos, sino su integracién funcional. El conocimiento y el andlisis de la politica social son esenciales para el progreso de Ja investigacién sobre el desarrollo, porque Iaman Ia atencién del inyestigador hacia aquellos aspectos del ambiente, tanto inmediatos como mds remotos, que son mas crfticos para el desarrollo cogni- tivo, emocional y social de la persona. Este conocimiento y este andlisis tam- bién pueden revelar las suposiciones ideoldgicas que sirven de base para la formulacin de problemas y disefios para la investigacién y, por lo tanto, el alcance de Jos posibles descubrimientos, y a veces la limitan profundamente. Una integracién funcional entre ciencia y polftica oficial no significa, por su- puesto, que ambas deban confundirse, Al examinar el impacto de las cuestio- nes de politica oficial sobte la investigacién elemental en el campo del desarro- Ilo humano, resulta mucho més esencial distinguir las interpretaciones que se basan en prucbas empiticas de las que se originan en la preferencia ideo- logica, Resulta evidente que el deseo de una relacién reciproca entre la ciencia y la politica social surge a rafz de la inclusidn, en el modelo tedrico del am- biente, de un nivel macrosistémico que implica unos patrones generalizados de ideologia y una estructuta institucional que caracteriza a una determinada cultura 0 subcultura. La politica oficial es una parte del mactosistema que Objeto y perspectiva | 29 determina las propiedades especificas del exo-, el meso- y el microsistema, que ocurren a nivel de Ja vida diaria y dirigen el curso de Ia conducta y el desarrollo. En especial en sus aspectos formales, la concepcién del ambiente como un conjunto de regiones en el cual cada una esta incluida en Ia siguiente, se basa, en gran medida, en las teorias de Kurt Lewin (1917, 1931, 1935, 1938). Indudablemente, este trabajo puede considerarse como un intento de darle sustancia psicolégica y sociolégica a Jos territorios topolégicos de Lewin, de brillante concepcidn. Tal vez la caracteristica menos ortodoxa de la teorfa propuesta sea su concepcién del desarrollo, Aqui no se destacan los procesos psicolégicos tradi- cionales de percepcién, motivacién, pensamiento y aprendizaje, sino su conte- nido: aquello que se percibe, se desea, se teme, se piensa, 0 se adquiere como conocimiento, y el modo en que la naturaleza de cste material psicolégico cambia segin la exposicién de la persona al ambiente y su interaccién con él. Se define el desarrollo como Ja concepcién cambiante que tiene una persona del ambiente ecolégico, y su relacién con él, asf como también su capacidad creciente para descubrir, mantener o modificar sus propiedades. Una vez més, esta formulacién demuestra la influencia de Lewin, en especial de la impor- tancia que le da a una interconexién y un isomorfismo estrechos entre la es- tructura de la persona y Ja de la situacién (1935). La concepcién propuesta también se apoya considerablemente en las ideas de Pracet, en particular las expuestas en The construction of reality in the child (1954). Sin embargo, la tesis actual va mucho més allé. En contraste con el organismo esencialmente «descontextualizado» de Piaget, destaca la naturaleza evolutiva y el alcance de Ja realidad percibida, tal como surge y se expande en la conciencia del nifio y en su participacién activa en el ambiente fisico y social. De este modo, en un principio el bebé sélo es consciente de lo que ocurre en su entorna inme- diato, en lo que he llamado el microsistema. Dentro de este campo proximal, el centro de atencién y de la actividad de desarrollo tiende a estar limitado aun més, al principio, a los hechos, personas y objetos que afectan al bebé de forma directa, Sdlo més adelante, el nifio pequefio se vuelve consciente de Jas relaciones entre los hechos y las personas en el entorno que no implican desde el comicnzo su participacién activa. Al principio, el bebé también es consciente de un solo entorno por vez, aquel que él ocupa en ese momento. Mi propio tratamiento del desarrollo. no sélo incluye la conciencia que tiene el bebé de Ja continuidad de las personas a través de los entornos, que esté implicita en el concepto de constancia perceptiva de Piaget, sino que también abarca su primer descubrimiento de las relaciones entre los hechos que se pro- ducen en entornos diferentes. De este modo, el nifio en desartollo comienza a reconocer la existencia y a desattollar un sentido incipiente del mesosistema. El reconocimiento de Ia posibilidad de las relaciones entre los entornos, junto 30 | Una orientacién ecolégica con la capacidad de comprender el lenguaje hablado y el escrito, Je permiten entender la existencia y la naturaleza de hechos que ocurren en entornos en los que atin no ha entrado por s{ mismo, como la escuela, o en otros en los que tal vez no entre nunca, como el Iugar de trabajo de sus padres, un lugar en un pais extranjero, o el mundo fantastico de otra persona, tal como se expresa en un cuento, una obra de teatro o una pelicula. Como destacé Piaget, el nifiotambién se vuelve capaz de crear ¢ imaginar un mundo propio que asimismo refleja su desarrollo psicolégico. Ademds, una perspectiva ecoldégica le confiere a su mundo fantdstico tanto una estructura camo wna ttayectoria evolutiva, porque el campo de la imaginacién del nifio también se extiende a Jo largo de un continuo, a partir del nivel micro-, hasta el meso-, el exo- ¢ incluso el nivel macro-, E] desarrollo del mundo fantdstico del nifio subestima el hecho de que sus percepciones y actividades incipientes no son un mero reflejo de lo que ve, sino que tienen un aspecto activo y creativo. Para usar la expresién adecuada de Piaget, el mundo fenomenolégico en desarrollo del nifio es verdaderamente una «construccién de Ja realidad», més que una mera representacién, Como sefialan tanto Lewin como Piaget, el nifio al principio confunde las carac- terfsticas subjetivas y objetivas del ambiente, y por lo tanto puede experi mentar frustracién, 0 incluso un dafio fisico, al intentar lo que fisicamente cs imposible. Pero poco a poco se vuelve capaz de adaptar su imaginacién a las limitaciones de la realidad objetiva, y hasta de reformar su ambiente para que sea més compatible con sus capacidades, sus necesidades y sus descos. Esta capacidad creciente para remodelar la realidad de acuerdo con los requi- sitos y aspiraciones humanos representa, desde una perspectiva ecoldgica, la maxima expresién del desarrollo. En funcién del método de la investigacién, la construccién de Ia realidad que va haciendo el nifio no puede observarse directamente; sélo puede dedu: cirse de los patrones de actividad, tal como se expresan tanto en la conducta verbal como en la no verbal, en especial en las actividades, roles y relaciones en los que Ja persona interviene. Estos tres factores también constituyen lo que se conoce como los elementos del mictosistema. En resumen, este volumen representa un intento de integracién teérica. Quiere proporcionar un esquema conceptual unificado pero muy diferenciado, para describir ¢ interrelacionar estructuras y procesos, tanto en el ambiente inmediato como en el mds remoto, que va dando forma al curso del desarrollo humano durante toda Ja vida. Se considera que este esfuerzo de integracién constituye el primer paso necesario para el estudio sistemdtico del desatrollo humano en su contexto humano. A lo largo de todo el volumen se presentan ideas tedricas en forma de defi. niciones de conceptos bisicos, proposiciones que, de hecho, constituyen los axiomas de Ja teoria, ¢ hipétesis que presuponen procesos y relaciones que estan sujetos a la investigacién empfrica, Objeto y perspectiva | 31 Si bien algunas de Jas hipétesis propuestas son puramente deductivas, v se derivan por légica de los conceptos definidos y de las proposiciones expues- tas, la gran mayoria procede de Ja aplicacién del marco tedrico propuesto a las investigaciones empiricas concretas. De este modo, no me he limitado de nin- guna manera a hacer una exposicidn tedrica. Me he esforzado en toda la obra por traducir las ideas en términos operativos. En primer lugar, he tratado de hallar estudios que ilustraran los puntos en cuestidn, ya sea por demostracién ©, a falta de ésta, por omisién: indicando lo que podrian haber hecho los investigadores, En segundo lugar, he utilizado investigaciones que ya han sido publicadas 0 mencionadas, para demostrar cémo pueden explicarse los resul- tados si se les aplican conceptos y proposiciones procedentes del marco teéri- co propuesto. En tercer lugar, donde no podian hallarse investigaciones ade- cuadas, he inventado estudios hipotéticos que, a mi entender, nunca han sido Ilevados a cabo, pero que pueden realizarse, Las investigaciones mencionadas han sido extraidas de diversas disciplinas y reflejan una vatiedad de orienta- ciones teéticas. Ademés, he intentado escoger investigaciones efectuadas en distintos entornos o relacionadas con ellos (como hogares, hospitales, guar+ derfas, preescolares, escuelas, campamentos, instituciones, oficinas, fabricas), contrastando contextos sociales mas amplios (clases sociales, grupos étnicos y teligiosos, y sociedades en general) y diferentes edades, desde la primera infancia, a lo largo de toda la vida, Lamentablemente, estos intentos por lograr una cierta representatividad a través de todo el espectro de la ecologfa y la edad, sélo alcanzaron un éxito parcial, En la medida en que existen, las investigaciones sobre el desarrollo que tienen una orientacién ecolégica, reali- zadas en entornos reales, han sido lleyadas a cabo, en su mayorfa, con bebés y preescolares estudiados en el hogar o en la guatderfa. Hay pocos disefios de investigacién aceptables, que se refieran a nifios en edad escolar, a adoles- centes 0 a adultos, observados en entornos extrafamiliares. Con estas metas, reconozco que el yolumen tiene un amplio alcance, Pero no lo incluye todo. No se ha intentado tratar el tema estdndar de la psicologia del desarrollo, es decir, describir la evolucién de los procesos cognitivos, emo- cionales y sociales durante el curso de la vida, Tampoco se le presta especial atencién a una segunda gran preocupacién de la investigacién contempordnea sobre el desarrollo: los mecanismos de socializacién, como el refuerzo y la imitacién. Las omisiones no reflejan una falta de interés en estos temas. Por el contrario, este trabajo esta motivado por mi conviccién de que, para seguir avanzando en Ja comprensién cientifica de los procesos bésicos intrapsiquicos e interpersonales del desarrollo humano, hay que investigarlos en Jos ambien- tes reales, tanto inmediatos como remotos, en los que viven los seres humanos. Esta tarea exige Ia construccién de un esquema tedrico que permita la des- cripcién y el andlisis sisteméticos de estos contextos, sus interconexiones y los 32 | Una orientacién ecolégica procesos a través de los cuales estas estructuras y vinculaciones pueden afectar el curso del desarrollo, tanto directa como indirectamente. Por Jo tanto, he evitado la organizacién convencional de los temas del desarrollo, tanto en funcién de niveles de edad sucesivos (como Ja primera infancia, la edad escolar y Ja adolescencia), como de procesos psicoldgicos clasicos (la percepcién, la motivacién, el aprendizaje, etcétera). Por el con- trario, las secciones y los capitulos de este libro reflejan el marco tedtico propuesto para una ecologia del desarrollo humano. Después de definir los conceptos bdsicos, los capftulos sucesivos se refieren a los elementos del mi- crosistema (capftulos 3 al 5), al efecto combinado de estos elementos segiin su funcién en entornos especificos (capitulos 6 al 8), y a las estructuras y las operaciones de los sistemas de un orden més elevado, en los niveles meso-, exo- y macro- (capitulos 9 al 11). Uno bien puede preguntarse de qué manera una ecologia del desarrollo humano difiere de Ja psicologfa social, por una parte, y de la sociologia o la antropologia, por la otra. En general, la respuesta estd en el punto central de esta tarea, en el fendmeno del desarrollo dentro de un contexto. No sélo son bastante mds amplias las tres ciencias sociales mencionadas, sino que, ademés, ninguna se ocupa en primer lugar del fenémeno del desarrollo. Si des- cribimos Ja ecologia del desarrollo humano como lo hacen Ia psicologia social, la sociologia o Ja antropologia del desarrollo humano, estamos pasando por alto Ja importancia crucial que tienen para el desarrollo psicolégico los fac- tores biolégicos, tales como las caracteristicas fisicas y, en particular, el impac- to de las propensiones gentticas. Sin duda, esta obra no les hace justicia a estas influencias bioldgicas, porque no puede hacérsela satisfactoriamente hasta que no se desarrolle un marco adecuado pata analizar el aspecto ambiental de la ecuacién, para que pueda especificarse Ja interaccién de las fuerzas biold- gicas y sociales. Por ultimo, en el centro mismo de una orientacién ecoldégica, y diferen- cidndola bien de los enfoques actuales del estudio del desarrollo humano, esté la preocupacién por una acomodacién progresiva entre un otganismo humano en desarrollo y su ambiente inmediato, y la manera en que esta rela- cidn se produce por medio de las fuerzas que emanan de regiones més remotas en el medio fisico y social mds grande. La ecologia del desarrollo humano se halla en el punto de convergencia entre las ciencias bioldgicas, psicoldgicas y sociales, que influyen sobre Ja evolucién del individuo en Ja sociedad. El objetivo fundamental de las discusiones detalladas sobre Jas investi- gaciones empiricas no consiste en proporcionat un anilisis exhaustive de un estudio en particular, en funcién de su contenido 9 su método, ni en Jograr una evaluacién definitiva de la validez de las conclusiones y de su interpre- tacién. En la medida en que se hagan estas evaluaciones, sirven para explicar la posibilidad practica, la utilidad cientifica y los posibles resultados sustan- Objeto y perspectiva | 33 tivos de un modelo ecoldgico para el estudio del desatrollo humano. Muchos de los trabajos mencionados tendrén virtudes o defectos convencionales que merecerian un comentario en un tratamiento més amplio, pero que no afectan a las cuestiones ecolégicas que estamos considerando, Tal vez resulte todavia mas desconcertante para el lector el hecho de que muchos de los estudios mencionados no cumplan, ¢ incluso violen, los princi- pios que se establecen en este volumen, hasta la misma proposicién que se supone que una investigacidn determinada debe ilustrar, Ese es el estado actual del campo. He intentado recoger los mejores ejemplos que pude encon- trar, pero la mayoria de ellos sdlo son satisfactotios en parte. La investigacién rigurosa del desarrollo humano, que utilice medidas con validez ecolégica tanto en la parte independiente como en la dependiente de la ecuacién del desarrollo y que, al mismo tiempo, preste atencidn a Ja influencia de los con- textos sociales mas grandes, sigue siendo 1a excepcién, mds que la regla. A lo sumo, se cumplen uno o dos tios importantes, pero otras caracteristicas siguen. oponiéndose a otros requisitos ecolégicos que tienen la misma impor- tancia, El esquema més tipico es aquel en el cual se cumplen las condiciones criticas por una parte de la hipétesis, pero no por la otra, Por ejemplo, una investigacién que se realice en un entorno real, con una descripcién y un and- lisis sistematicos de las condiciones fisicas y sociales cortespondientes, puede empleat las medidas obtenidas, tales como un test de CI, una técnica proyec- tiva o un procedimiento de laboratorio, cuyas posibilidades de aplicacién en los ambientes de interés cientifico sean desconocidas. Por el contrario, en otro estudio, las variables dependientes pueden estar basadas sélidamente en expe- riencias y contextos de la vida diaria, mientras que los factores independien- tes se limitan a etiquetas difusas, dicotémicas y a menudo valorativas (clase media y clase trabajadora, negros y blancos, familia con uno solo de los padres y familia intacta), sin proporcionar ninguna otra prueba contextual. El esque- ma unilateral es tan frecuente, que llamar la atencién sobre cada caso en que se produce seria inedmodo. Del mismo modo, en general sélo se identifican los casos que se apartan de los requisitos de un modelo ecoldgico, cuando se violan directamente los principios que se discuten, En este sentido, resulta importante destacar que no es ni necesario ni posi- ble cumplir todos los criterios para la investigacién ecolégica en una sola investigacién. Si el investigador reconoce qué condiciones se cumplen y cuales no, puede obtenerse una informacion cientifica itil, Otro inconveniente de los estudios mencionados también refleja el estado actual de la investigacién sobre el desarrollo, He adoptado la postura de que el desarrollo-implica cambios perdurables que se transmiten a otros lugares en otros momentos. A falta de pruebas sobre esta transmisidn, la alteracién que se observa en Ia conducta puede reflejar tan sélo una adaptacién pasajera a la situacién inmediata. Para muchas de las ideas presentadas en este volu- men, ha sido imposible encontrar un ejemplo, en la literatura de investigacién, 34 | Una orientacién ecolégica que cumpliera este importante criterio, La gran mayorfa de los estudios en el campo del desarrollo humano de hecho no investigan los cambios en una persona durante un tiempo considerable, porque es habitual que se apoyen en evaluaciones breves, Hlevadas a cabo en un labotatorio o en una sala de tests, y que rara vez se repiten mds adelante. A cada uno le corresponde asu- mir que los procesos que tuvieron lugar durante Ja corta sesién original, ten- drén un efecto duradero, Por tiltimo, dos desautorizaciones que no se relacionan con las investiga- ciones mencionadas en si, sino con Jas hipstesis que se supone que han origi- nado. En primer lugar, mi razonamiento puede parecer, en ocasiones, rebus- cado, Reitero que sélo utilicé los mejores ejemplos que pude encontrar, con Ta conyiccién de que un ejemplo que tuyiera alguna relacién, por mds remota que ésta fuera, con la realidad empitica, seria preferible a un caso hipotético. En segundo lugar, la justificacién de esta prictica es el objetivo qué se intenta dar a las hipotesis en este volumen, ya que no se oftecen como pro- Pposiciones definitivas, La probabilidad de que se las valide de Ja forma en que se exponen es, a mi juicio, bastante remota. La funcién de las hipdtesis propuestas es esencialmente heuristica: identificar cuestiones, ambitos y posi- bilidades que se consideren dignos de ser explorados. He escrito este libro con el objeto de contribuir al descubrimiento tedrico y empirico. Habré logrado mi objetivo, no si se comprueba que las ideas presentadas son correctas precisamente, lo que es improbable, sino en el caso de que su investigacién ofrezca una perspectiva nueva y reveladora para la comprensién cientifica de las fuerzas que dan forma al desarrollo de los seres humanos en el ambiente en el que viven. 2 Conceptos basicos Afirmar que ¢l desarrollo humano es producto de Ja interaccién del orga- nismo humano en desarrollo con su ambiente, es casi un lugar comin en las ciencias de la conducta. Es una proposicién que les resultaria familiar a todos los estudiosos de la conducta, que ninguno discutitfa, y que pocos considera- rian en cierto modo notable, en modo alguno revolucionaria, por sus impli- caciones cientificas, Yo soy uno de esos pocos. Esta afirmacién me parece notable debido al sorprendente contraste entre la importancia bilateral univer- salmente admitida que implica y la puesta en practica evidentemente unila- teral que este principio ha recibido en el desarrollo de Ja teoria cientifica y el trabajo empfrico. Para concrerar, el principio afirma que la conducta surge en funcién del intercambio de la persona con el ambiente, que se expresa simbdlicamente en la ecuacién clésica de Kurt Lewin: C = f(PA) (Lewtn, 1935, pag. 73). Por lo tanto, podria esperarse que la psicologia, definida como la ciencia de Ja conducta, les diera una importancia si no igual, al menos sustancial, a los dos elementos situados en Ja parte independiente de la ecuacién, que investigara a la persona y al ambiente, prestando especial atencién a su inter- accién. Lo que hallamos en la préctica, sin embargo, es una marcada asimetria, una hipertrofia de la teoria y la investigacién, relacionada con las propiedades de Ia persona, y sélo Ja concepcidn y la catacterizacién mds rudimentaria del ambiente en el que se encuentra, Para apreciar el contraste, no hay mds que examinar los textos bésicos, los libros de lecturas, los manuales y los periddicos de investigacién, en la psicologia en general, y en la psicologia del desarrollo en particular. Si se leen atentamente estos materiales, se descubrirén de inmediato innumerables con- ceptos y datos referidos a las cualidades de la persona. El investigador cuenta con un rico despliegue de tipologias de Ja personalidad, etapas del desarrollo, y constructos disposicionales, cada uno con sus cortespondientes técnicas de 36 | Una orientacién ecolégica medicién, que proporcionan perfiles bien diferenciados de las capacidades, el temperamento y las tendencias predominantes en Ja conducta del individuo. Por el lado del ambiente, sin embargo, la perspectiva es moderada en compa- racién, tanto en la teorfa como en los datos. Los conceptos que existen se limitan a unas pocas categorias brutas, no diferenciadas, que no hacen mucho més que colocar a las personas en funcién de su situacién social; el entorno del que provienen, De este modo, un examen de los estudios sobre las influen- cias ambientales que aparecen en una muestra representativa de textos, libros de lecturas y ejemplares de periédicos, sobre la psicologia infantil y otros temas similares, revela las siguientes tipologias modales para describir los contextos de la conducta y el desarrollo: el tamafio de Ja familia, la situacién en el orden, familias con uno o los dos padres, si se cuida al nifio en el hogar o si se le envia a la guarderia, los padres en contraste con los pares, y (lo que tal vez sea més frecuente) Ja variacién en funcién de la clase social o el grupo étnico. Ademés, los datos de estos estudios consisten en gran parte en informacién no sobre los entotnos de los que provienen las personas, sino sobre las caracteristicas de las personas mismas, es decir, cémo difieren entre sf las personas provenientes de diferentes contextos. En consecueneia, las interpretaciones de los efectos ambientales se expre- san a menudo en Jo que Lewin Iamé términos tedricos de clase; asi, las dife- rencias que se observan en nifios procedentes de uno u otro entorno (por ejemplo, de clase social baja o clase media; franceses 0 norteamericanos; cuidados en el hogar o en la guarderia), se «explican» como simples atributos del entorno en cuestién. Incluso cuando se describe el ambiente, se hace en funcién de la estructura estdtica, que no hace concesiones a Jos procesos de interaccién que se producen, por medio de Jos cuales se instiga, apoya y de- sarrolla la conducta de Jos. patticipantes. Por ultimo, y aunque resulte algo irdnico, los datos para estos estudios suelen obtenerse quitando a los sujetos de la investigacién de los entornos determinados que se investigan y colocdndolos en un laboratorio o en una sala de tests psicolégicos,! Sin embargo, el posible impacto que estos entornos bastante especiales pueden producir en la conducta que se pretende obtener, rata vez se tiene en cuenta. Es evidente que existen dos esferas de la investigacién en las que se logra un cierto grado de especificacién en el anilisis de los ambientes, pero el resul- tado no alcanza a cumplir los requisitos de un modelo de investigacién ecold- gico. Una de estas dreas, comprendida fundamentalmente en el campo de la psicologia social, es el estudio de las relaciones interpersonales y de los grupos 1, Esto no significa que estos entornos no tengan cabida en Ia investigacién ecoldgica, Per el contrario, sostengo que los experimentos de laboratorio son instrumentos poderosos, ya menudo. esenciales, para ilustrar las propicdades distintivas de un ambiente ecoldgico determinado, siempre que los resultados del Jaboratorio se complementen con los datos cortespondientes, procedentes de ottos entornos. Conceptos bésicos | 37 Ppequefios. Suponiendo que las personas con las que interactuamos cara a cara constituyen parte de nuestro ambiente, existe un cuerpo tedrico y de inves- tigacién significativo que se refiere al impacto del ambiente, en forma de influencias interpersonales, sobre la evolucién de Ia conducta. Indudable- mente, en la medida en que tenemos teorfas sobre el wrodo en que Jas influen- cias ambientales afectan a la conducta y al desarrollo, éstas son teorfas sobre Jos procesos interpersonales: refiterzo, imitacién, identificacién y aprendizaje social, Desde una perspectiva ecolégica, estas formulaciones presentan dos in- convenientes. En primer lugar, tienden a pasar por alto el impacto de los aspectos no sociales del ambiente, incluso 1a natutaleza real de las activi- dades en las que intervienen los participantes. En segundo lugar, y més impor- tante para lo anterior, limitan el concepto de ambiente a un Gnico entorno inmediato que incluye al sujeto, lo que en este libro denominamos el micro- sistema. No es frecuente que se preste atencién a la conducta de una persona en mds de un entorno, o a la manera en que las relaciones entre entornos pueden afectar a lo que ocurre dentro de ellos. Resulta atin mas extrafio que se reconozca que Jos hechos y las condiciones ambientales que se producen fuera de cualquier entorno inmediato que incluya a la persona, pueden tener una profunda influencia sobre Ia conducta y el desarrollo dentro de ese entor- no. Estas influencias externas, por ejemplo, pueden desempefiar un papel critico en la definicién del significado que Ja situacién inmediata tiene para la persona. Si no se tiene en cuenta esta posibilidad, en el modelo tedrico que gufa la interpretacién de los resultados, los descubrimientos pueden Ile- var a conclusiones engafiosas, que reduzcan y distorsionen nuestra compren- sidn cientifica de los determinantes, los procesos y el potencial del desarrollo humano, Existe un segundo cuerpo de trabajo erudito en el que se describen con bastante detalle los contextos ambientales externos, y se representa grdfica- mente su impacto sobte el curso del desarrollo, Estas investigaciones se llevan a cabo fundamentalmente en el campo de la antropologia y, en cierta medida, en el trabajo social, Ja psiquiatria social, la psicologfa clinica y Ja sociologfa. Pero en estos estudios, el material descriptivo es sumamente anecdético, y la interpretacién de las influencias causales es bastante subjetiva y deductiva. Aqui encontramos Io que considero un cisma desafortunado e innecesario en los estudios contemporgneos sobre el desarrollo humano. Sobre todo en Jos tiltimos afios, la investigacién en esta esfera ha seguido un curso dividido, pero siempre tangencial al progreso cientifico genuino, Corrompiendo una metéfora moderna, nos arriesgamos a quedar atrapados entre una roca y un lugar dlan- do, La roca es el rigor, y el lugar blando Ia importancia. El énfasis sobre el rigor ha producido experimentos con un disefio elegante, pero que a menudo tienen un alcance limitado, Esta limitacién deriva del hecho de que muchos de estos experimentos se refieren a situaciones desconocidas, artificiales y efi- meras, que requieren conductas inusitadas, que resultan diffciles de generalizar 38 | Una orientacién ecolégica en otros entornos. Desde esta perspectiva, puede decirse que buena parte de la psicologfa del desarrollo, tal como existe actualmente, es /a ciencia de la extratia conducta de los niftos en situaciones extrafias, con adultos extrafios, durante el menor tiempo posible? En parte como una reaccién frente a estos inconvenientes, otros estudio- sos han destacado Ja necesidad de la importancia social en la investigacién, pero a menudo han sido indiferentes al rigor, o Jo han rechazado abiertamente. En sus. manifestaciones mds extremas, esta tendencia ha llegado a excluir a los mismos cientificos del proceso de investigacidn. Una fundacién impor- tante tiene una politica que determina que sdlo se concederan subsidios para la investigacién a personas que sean por s{ mismas victimas de la injusticia social. Expresiones menos radicales de esta tendencia incluyen la confianza en enfoques existenciales en los que la «experiencia» ocupa el lugar de la observacién, y se elimina el andlisis en favor de una «comprensién» més per- sonalizada y directa, obtenida a través de la participacién intima en la situa- cién de campo. Mas frecuente y mds facil de defender cientificamente es el énfasis en Ja observacidn naturalista, pero con la condicién de que sea «tedri- camente neutra» (BARKER y WricHT, 1954, pag. 14), y por lo tanto no debe estar guiada por ninguna hipétesis explicita, formulada de antemano, ni contaminada por disefios experimentales muy estructurados, impuestos antes de la recopilacién de los datos, El argumento mds complejo en favor de la superioridad de los métodos naturalistas sobre los experimentales para el estudio del desarrollo humano, destaca la imposibilidad prdctica y ética de manipular y controlar variables que tienen una significacién fundamental para el desarrollo psicolégico. Por ejemplo, en una critica cuidadosa de las actuales investigaciones en la psico- logia del desarrollo, McCaxt (1977) parte de una posicién idéntica a la mia: «Se sugiere que, en la actualidad, carecemos esencialmente de una ciencia de los procesos del desarrollo natural, porque pocos estudios se preocupan del desarrollo tal como se manifiesta en los ambientes naturalistas, y porque rara vez recopilamos 0 analizamos datos que se tefieran verdaderamente al desarro- Ilo. Se ctee que este problema deriva de la veneracién por los métodos expe- rimentales manipulativos, que han llegado a dictar las cuestiones de la investi- gacién, mds que a servirlas» (pdg. 333). McCall prosigue sosteniendo que los métodos experimentales, aunque ideales para la investigacién en el laboratorio, estén mal adaptados al estudio 2. En una encuesta reciente de todas los estudios sobre ¢l desarrollo infantil (N = 902) que se publicaron entre 1972 y 1974 en tres importantes periddicos sobre la investigacién (Child Development, Developmental Psychology y Journal of Genetic Psychology), Lar- Son (1975) descubrié que el 76 por ciento de las investigaciones habfan utilizado el para- digma experimental del Jaboratorio; Ja caregorfa siguiente fue Ia investigacién que utiliza técnicas de lépiz y papel (el 17 por ciento); los estudios de observacién ocuparon el ul timo lugar (el 8 por ciento). Conceptos bdsicos | 39 de la «conducta tal como ésta se desarrolla habitualmente en Jas citcunstan- cias naturales de la vida» (pag. 334), ya que, por razones prdcticas y éticas, resulta imposible manipular y controlar todos los factores importantes. En pa- Jabras de McCall: No hay nada que sea malo por sf mismo en los estudios experimentales ma- nipulativos de Ia psicologia del desarrollo, pero esta metodologia.... a me- nudo resulta imposible de realizar... Por ejemplo, se requiere Ja exposicién a patrones visuales para el desarrollo de una serie de funciones visuales, pero cada nifio recibe la luz pautada adecuada. Ciertas actividades sensoriomoto- tas pueden ser propedéuticas para la adquisicién de construcciones del len guaje agente-accién-objeto, peto casi todos los nifios obtienen cantidades adecuadas de estas experiencias [...] Para determinar las causas necesarias del desarrollo se debe privar al organismo de Ja circunstancia hipotética. Sin embargo, cuando los nifios son el tema de estudio, Jas consideraciones éticas impiden tales privaciones experimentales, en la mayotia de los casos Simplemente debemos aceptar cl hecho, desde los puntos de vista légicos y practicos, de que es ptobable que nunca probemos cudl es la causa suficien- te o necesaria para el desarrollo naturalista de un gran numero de conduc- tas importantes, algunas de las cuales representan la esencia de nuestra dis ciplina (pdgs. 335-336). EI persuasive argumento de McCall supone que Ja tinica funcién que tiene el experimento pata la ciencia es la de establecer condiciones necesarias y suficientes, Como sostengo més adelante, esta suposicién subestima seriamente el valor cientifico del método experimental: el método experimental no sdlo es inestimable para verificar hipétesis; también se aplica, y tal vez mejor, para descubrirlas. Resumiendo, para la ciencia en general, y especialmente para la investigacién rigurosa sobre el «desarrollo dentro de un contexto», el expe- rimento es un instrumento heurfstico poderoso y esencial. Por estos motivos, la orientacién que sé propone aqui rechaza. tanto la dicotomia implicita entre rigor ¢ importancia, como Ja supuesta incompatibi- Tidad entre los. requisitos de la investigacién en situaciones naturales y la posibilidad de aplicar experimentos estructurados en una etapa temprana del proceso cientffico. Rechaza por espurio el argumento de que, como Ja observa- cién naturalista precede a Ja experimentacién, tanto en Jas ciencias ffsicas como en las bioldgicas, ‘esta progresién constituye la estrategia de eleccién necesaria para el estudio de la conducta y el desarrollo humanos. Esta inter- pretacién confunde una secuencia histérica con una causal, y representa otro ejemplo mas de Jos peligros Idgicos inherentes a la siempre seductora infe- rencia post hoc, ergo propter hoc.* En mi opinién, Ja ciencia del siglo xx posee unas estrategias de investigacién que, si hubieran estado a disposicién de los naturalistas del siglo xtx, les hubieran permitido saltearse afios de des- * Después de esto, luego a consecuencia de esto. En latin en el original, [T.1 40 | Una orientacién ecolégica cripciones dolorosas y exhaustivas, para llegar a formular los principios y Jas leyes biolégicas, Esto no implica que Ja taxonomia no sea una tarea esen- cialmente cientifica, sino sélo afirma que una fase puramente descriptiva de observacidn, registro y clasificacidn tal vez no sea una condicién necesaria para avanzat en la comprensién del proceso, y que la temprana aplicacién de para- digmas experimentales puede Mevar, de hecho, a taxonom{as més apropiadas para Jograr el trabajo indispensable de la ordenacidn sistematica de los fendme- nos naturales, ‘Una nueva restriccién se impone, innecesariamente, a Ja estrategia de la observacién naturalista, en especial cuando la aplican a los casos humanos sus principales defensores, los etnélogos (Jones, 1972; McGrew, 1972) y los ecologistas psicoldgicos de la escuela de Kansas (BARKER y ScHoGGEN, 1973; Barker y WriGHT, 1954), Ambos grupos han adaptado al estudio de Ja con- ducta humana un modelo que se desarrollé originariamente para observar especies subhumanas. En este modelo esté implicito un concepto del ambiente que puede resultar bastante adecuado para el estudio de la conducta en los animales, pero que apenas alcanza para el caso humano: se limita al entorno inmediato y concreto que incluye a Ja criatura humana y se concentra en la observacidn de la conducta de uno 0, a Jo sumo, dos seres humanos por vez. en un solo entorno, Como diré ms adelante, la comprensién del desarrollo Aumano exige algo més que la observacién directa de Ja conducta de una o més personas en cl mismo lugar; requiere cl examen de sistemas multiper- sonales de interaccién, que no se limiten a un solo entorno, y debe tener en cuenta los aspectos del ambiente que vayan mds alld de Ja situacién inme- diata que incluye al sujeto, A falta de una perspectiva tan amplia, buena parte de la investigacién contempordnea puede caracterizarse como el estudio del desarralla fuera de un contexto. Este trabajo ofrece una base para construir un contexto dentro del mo- delo de investigacién a los niveles de trabajo tanto tedricos como empiricos. Propongo primero una expansién y después una convergencia de los enfoques naturalistas y experimentales; para ser mds precisos, una expansién y una convergencia de las concepciones tedricas del ambiente que sitven de base a cada uno de ellos. A esta perspectiva cientifiea en evolucién 1a llamo la ecologia del desarrollo humano. Comienzo con algunas definiciones de importancia sustancial. DEFINICION 1 La ecologia del desarrollo humano comprende el estudio cientifico de la progresiva acomodacién mutua entre un ser humano activo, en de- sarrollo, y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que vive la persona en desarrollo, en cuanto este proceso se ve afectado por las relaciones que se establecen entre estos entornos, y por los contextos mas grandes en los que estén incluidos los entornos, Conceptos basicos | 41 Tres caracteristicas de esta definicién son dignas de una mencién espe- cial. En primer lugar, no se considera a la persona en desarrollo sélo como una tabula rasa sobre Ja que repercute el ambiente, sino como una entidad creciente, dindmica, que va adentr4ndose progresivamente y reestructurando el medio en que vive. En segundo lugar, como el ambiente también influye, y tequiere un proceso de acomodacién mutua, se considera que la interaccién de Ja persona con el ambiente es bidireccional, es decir, que se caracteriza por su reciprocidad. En tercer lugar, el ambiente, definido como importante para el proceso de desarrollo, no se limita a un Unico entorno inmediato, sino que se extiende para incluir las interconexiones entre estos entornos, y las influencias externas que emanan de los entornos més amplios. Esta concepcién extendida del ambiente es mucho més amplia y més diferenciada que la que se encuentra en la psicologfa en general, y en Ja psicolog{a del desarrollo en particular. El ambiente ecoldgico se concibe, topolégicamente, como una dis- posicién setiada de estructuras concéntricas, en la que cada una esta contenida en la siguiente. Estas estructuras se denominan micro-, meso-, exo- y macro- sistemas, y se definen de la siguiente manera: DEFINICION 2 Un microsistema es un patron de actividades, roles y relaciones in- ‘terpersonales que la persona en desarrollo experimenta en un entorno determinado, con caracteristicas fisicas y materiales particulares. Un extorno es un lugar en el que las personas pueden interactuar cara a cara facilmente, como el hogar, la guarderia, el campo de juegos y otros, Los factores de la actividad, el rol y la relacién interpersonal constituyen los elementos 0 componentes del microsistema. Un tétmino erftico en la definicién del microsistema es experimentan. Esta palabra se utiliza pata indicar que las caracterfsticas de un ambiente que tienen importancia cientifica no son sdlo sus propiedades objetivas, sino tam- bién el modo en que las personas de ese ambiente perciben estas propiedades, El énfasis que se pone en el punto de vista fenomenolégico no surge ni de una antipatia hacia los conceptos conductistas, ni de una predileccién por los sustentos filosdficos existenciales. Lo determina simplemente un hecho duro. Son muy pocas Jas influencias externas que afectan de una manera signifi- cativa la conducta y el desarrollo humano, que pueden describirse exclusiva- mente en funcién de las condiciones y los hechos fisicos objetivos; Jos aspectos del ambiente que modelan con més fuerza el curso del desarrollo psicolégico son, sin duda, aquellos que tienen significado para la persona en una situacién determinada. Evidentemente, esta formulacién no tiene nada de original. Se apoya, en 42 | Una orientacion ecolégica gtan medida, en el trabajo de los tedricos de una serie de disciplinas. De la filosofia y la psicologia, elige los conceptos fenomenoldgicos de Husserr. (1950), Kérter (1938) y Katz (1930). En sociologia, una formulacién and- Joga tiene sus rafces-en Ja teorfa de los roles de George Herbert Mean (1934), y_se resume en el concepto de «definicién de la situacién» de los Thomas (Tromas y THomas, 1928). En psiquiatria, SULLIVAN (1947) aplicéd con bri- Iantez este punto de vista al estudio de las relaciones interpersonales y a la psicopatologia, En educacién, esta orientacién se encuentra en el énfasis que Dewey pone en el disefio de curricula que reflejen la experiencia diaria del nifio (1913, 1916, 1931). En antropologia se ha ampliado este enfoque al andlisis de sistemas sociales mas grandes, entre los que se destacan los de Linton (1936) y Benepict (1934). Su significacién para el estudio general de Ja conducta humana se resume en una proposicién que tal vez sea la tinica en las ciencias sociales que enfoca el status de una ley inmutable, el inexora- ble dictamen de los Thomas: «Si los hombres definen a las situaciones como reales, son reales en sus consecuencias» (THOMAS y THOMAS, 1928, pag. 572). En general, sin embargo, la concepcién fenomenolégica del ambiente que sustenta la base de la teorfa, deriva su estructura y su racionalizacién de las ideas de Kurt Lewsn, en especial de su constructo del «espacio vital» o «cam- po psicolégico» (1931, 1935, 1951). Lewin adopta la posicién de que el am- biente que tiene mds importancia pata la comprensién cientifica de la conducta y el desarrollo es Ja realidad, no tal como existe en el llamado mundo objetivo, sino como aparece en la mente de la persona; en otras palabras, se concentra en el modo en el que el ambiente es percibido por los seres humanos que in- teractéan dentro de él y con él. Un aspecto de especial significacién en este ambiente percibido es el mundo de Ja imaginacién, la fantasfa y la irrealidad, Sin embargo, a pesar de su aparente riqueza, el mapa tedrico del campo psico- légico de Lewin carece, cutiosamente, de contenido. Para usar su propia ex- ptesion, la suya es una «psicologia topolégica», una desctipcidn sistemitica de un espacio sin sustancia, repleto de regiones vacias y estructuras seriadas, separado por limites, unido por interconexiones y caminos, y rodeado de barreras y rodeos, en su camino hacia metas no especificadas. El aspecto menos ortodoxo del esquema de Lewin es su forma de tratar Jas fuerzas motivacio- nales como si no emanaran desde dentro de la persona sino desde ¢l ambiente mismo. Los objetos, las actividades y, en especial, los demds, emiten Iineas de fuerza, valencias y vectores que atraen y repelen y, por Jo tanto, gufan a la conducta y al desarrollo. éQué significarfa todo esto, en términos concretos? Dejando a un lado la aplicacién, gqué sentido podria tener una teoria en la cual lo percibido se considera mas importante que lo concreto, lo irreal mas valido que lo real; en Ia que la motivacién que guia a la conducta es inherente a los objetos ex- ternos, las actividades y los demds, y en Ja que el contenido de todas estas estructuras complicadas atin no se ha especificado? Para ser més incisivos, Conceptos basicos | 43 gcémo podrian aplicarse abstracciones tan superficiales a los entornos de la vida real, 0, en lo que a eso respecta, por qué quetria alguien hacer esto? Una base para una respuesta plausible a estas preguntas se sugiere al con- siderar el primer escrito de Lewin: Kriegslandschaft (Paisaje de guerra), pu- blicado al final de Ja primera guerra mundial, después de que el autor pasara varios afios en el ejército, la mayoria en el frente, donde fue herido en com- bate, El articulo, que aparecié en el Zeitschrift fiir Angewandte Psychologie (1917), representa una prefiguracién maravillosa de todos sus conceptos ted- ricos bdsicos. En este extraordinario informe, Lewin describe cémo cambia la realidad percibida del paisaje, a medida que uno se acerca al frente. Lo que al principio aparece como una hermosa escena bucdlica de tierras de cultivo, campos y zonas boscosas, se va transformando poco a poco. La cima boscosa de Ja colina se convierte en un puesto de observacién; su ladera protegida, en un lugar para el emplazamiento de cafiones. Una cafiada poco expuesta se ve como una probable estacién de asistencia para un batallén. Los aspectos naturales del paisaje, que apenas unos kilémetros antes constituian un deleite, ahora se consideraban amenazadores: el peligroso desfiladero, el camuflaje de los drboles, la colina que esconde al enemigo oculto, el objetivo invisible del que hay que apoderarse, el lugar y el momento de seguridad después de la refriega; todas son caracteristicas del ambiente que amenazan, atraen, tran- quilizan, y guian nuestro camino a través de un terreno que no puede dis- tinguirse objetivamente de las escenas que estan detras del frente, apenas a una corta distancia. Estas son las premisas basicas de lo que més adelante constituirfa la teoria sistemdtica y explicita de Lewin: la primacia de lo fenomenoldgico sobre el ambiente real en Ja orientacién de la conducta; la imposibilidad de com- prender Ia conducta sélo a partir de las propiedades objetivas de un ambiente, sin hacer referencia al significado que tiene para las personas que estén en el entorno; el cardcter motivacional palpable de Jos objetos y los hechos ambien- tales, y, en especial, la importancia de lo irreal, Jo imaginado; el enemigo que no se ha visto, la promesa de una comida caliente, y la perspectiva de sobrevivir al suefio o de yacer despierto otra noche més. ¢Qué podria ser més real que esto? También se encuentra aqui la explicacién a la renuencia de Lewin a espe- cificar por adelantado el contenido del campo psicoldgico: es un terreno que todavia esté sin explorar. Esta exploracién constituye, por lo tanto, una de Jas grandes tareas de la ciencia psicolégica. Hay que descubrir empiricamente cémo perciben las situaciones las personas que participan en ellas. Una vez mas, sin especificar el contenido, Lewin distingue dos aspectos de cada situa- cién que tienen probabilidades de atraer la atencién de la persona. La primera es la Tatigkeit,* cuya mejor traduccién puede ser «actividad progresiva»; se * En alemén en el original. [T.] 44 | Una orientacién ecolégica refiete a las tateas o las operaciones en las que una persona participa o ve participar a las demés, La segunda caracteristica preeminente se refiere a Jas interconexiones que se perciben entre las personas que participan en el am- biente, no tanto en funcién de Jos sentimientos interpersonales, sino mas bien de las relaciones de las distintas partes entre si, como miembros de un grupo que realizan actividades comunes, complementarias o relativamente indepen- dientes. Ademés de estos dos aspectos de la situacién, que explica Lewin, el con- cepto de microsistema comprende una tercera caracteristica que se destaca en las teorfas sociolégicas de Mead y de los Thomas, es decir, la nocién de rol. Por el momento, podemos aplicar la definicién de rol que se usa habitual- mente en las ciencias sociales: un conjunto de conductas y expectativas que se asocian con una posicién en Ja sociedad, como la de madre, bebé, profesor, amigo y otras. La perspectiva fenomenclégica cs también importante en el siguiente y en los sucesivos niveles de la estructura ecolégica, DEFINICION 3 Un mesosistema comprende las interrelaciones de dos o més entor- nos en los que la persona en desarrollo participa activamente (por ejemplo, para un nifio, las relaciones entre el hogar, la escuela y el grupo de pares del barrio; para un adulto, entre la familia, el trabajo y la vida social). Un mesosistema es, por lo tanto, un sistema de microsistemas. Se forma o se amplfa cuando la persona en desarrollo entra en un nuevo entorno. Ade- mds de este vinculo primario, las interconexiones pueden adoptar varias formas adicionales: otras personas que participan activamente en ambos entornos, vinculos intermedios en una red social, comunicaciones formales ¢ informales entre entornos, y, volviendo al campo de lo fenomenoldgico, el grado y la naturaleza del conocimiento y las actitudes que existen en un entorno con respecto al otro, DEFINICION 4 Un exosistema se refiere a uno 0 mas entornos que no incluyen a la persona en desarrollo como participante activo, pero en los cuales se producen hechos que afectan a lo que ocurre en el entorno que com- prende a la persona en desarrollo, o que se ven afectados por lo que ocurre en ese entorno. Conceptos bésicos | 45 Algunos ejemplos de un exosistema, en el caso de un nifio de corta edad, podrfan ser el lugar de trabajo de sus padres, la clase a Ja que asiste un her- mano mayor, el citculo de amigos de sus padres, Jas actividades del consejo escolar del barrio, eteétera. DEFINICION 5 El macrosistema se refiere a las correspondencias, en forma y con- tenido, de los sistemas de menor orden (micro-, meso- y exo-) que existen 0 podrian existir, al nivel de la subcultura o de Ja cultura en ‘su totalidad, junto con cualquier sistema de creencias o ideologia que Sustente estas correspondencias. Por ejemplo, en una sociedad determinada (Francia, pongamos por caso) un jardin de infancia, una clase en la escuela, un campo de juegos en el par- que, un café, o una oficina de correos, tienen un aspecto y unas funciones bastante parecidas, pero todas se diferencian de sus equivalentes en los Estados Unidos. Como si en cada pais, los distintos entornos se hubieran construido a partir del mismo conjunto de esquemas, Una diferencia andloga en cuanto a su forma aparece en niveles que van mds all4 del microsistema. De este modo, Jas relaciones entre el hogar y la escuela son bastante diferentes en Francia y en los Estados Unidos. Pero también hay patrones sisteméticos de diferenciacién en cada una de estas sociedades. En ambos mundos, los hoga- tes, las guarderias, los barrios, los entornos de trabajo, y las relaciones entre ellos no son iguales para Jas familias acomodadas que para las pobres. Estos contrastes dentro de una sociedad también representan fendémenos del macro- sistema. Los esquemas de los sistemas varian para los distintos gtupos socio- econémicos, étnicos, religiosos y de otras subculturas, reflejando sistemas de creencias y estilos de vida contrastantes, que, a su vez, ayudan a perpetuar los ambientes ecoldgicos especificos de cada grupo. En la definicién de macrosistema, menciono delibetadamente a los patto- nes que «podrfan existir», a fin de emplear el concepto de mactosistema més allé de 1a limitacién al statu quo, para incluir los posibles esquemas para el futuro que se reflejan en la visién que tienen de una sociedad sus Iideres politicos, sus planificadores sociales, sus filésofos y los estudiosos de las cieri* cias sociales, que se dedican al andlisis critico y ala modificacién experimental de los sistemas sociales vigentes. Después de habernos sido presentada la estructura del ambiente ecoldgico, ahora estamos en condiciones de identificar un fenémeno general de movimien- to a través del espacio ecolégico,.un fenémeno que es producto y a Ja vez productor de cambios de desarrollo, 46 | Una orientacién ecolégica DEFINICION 6 Una transicién ecoldégica se produce cuando la posicién de una perso- na en el ambiente ecoldgico se modifica como consecuencia de un cambio de rol, de entorno, o de ambos a la vez, Durante toda Ja vida se producen casos de transiciones ecoldgicas, segtin esta definicién. Vamos a mencionar algunos: por primera vez se le ensefia a la madre su bebé recién nacido; la madre y el bebé vuelven a casa desde el hospital; hay una sucesién de personas que cuidan al nifio; el nifio ingresa en la guarderfa; llega un hermanito; Juan o Marfa van a la escuela, pasan de curso, s¢ gradiian 0, quizds, abandonan los estudios. Después vienen: en- contrar un trabajo, cambiar de trabajo, perder el empleo; casarse, decidirse a tener un hijo; que parientes © amigos vengan a vivit con uno (y que se vuelvan a ir); comprar el primer automévil, el primer aparato de televisién o Ja primera vivienda; salir de vacaciones o de viaje; cambiar de casa; divor- ciarse, volver a casarse; cambiar de carrera; emigrar; 0, pasando a temas atin més universales: enfermar, ir al hospital, sanar; volver al trabajo, jubilarse; y la tiltima transicién, para la que no hay excepciones: motir. Toda transicién ecolégica es, a la vez, consecuencia ¢ instigadora de los procesos de desarrollo, Como indican Jos ejemplos, las transiciones dependen conjuntamente de los cambios biolégicos y de la modificacién de las circuns- tancias ambientales; por lo tanto, representan ejemplos por excelencia del pro- ceso de acomodacién mutua entre el organismo y su entorno, que constituye el principal centro de lo que he llamado la ecologia del desarrollo humano, Ademés, las alteraciones del medio pueden producirse en cualquiera de los cuatro niveles del ambiente ccolégico. La Hegada de un hermanito 3 un fendmeno del microsistema, el ingreso en la escuela convierte el exo- en mesosistema, y la emigracién a otro pais (o quizds el mero hecho de visitar la casa de un amigo que pertenece a un nivel socioeconémico o cultural dife- rente) implica cruzar Jos limites del macrosistema, Por ultimo, desde el punto de vista de la investigacién, toda transicién ecoldgica constituye, de hecho, un experimento natural de confeccién, con un discfio «antes-después» incor- porado, en el que cada sujeto puede servir como testiga de si mismo. En resumen, una transicién ecolégica prepara Ja escena para que se produzcan y se estudien sisteméticamente los fendmenos del desarrollo. Volvemos a la pregunta fundamental de cémo concebir el desarrollo en el marco de una teorfa ecolégica. La formulacién que aqui presentamos parte de la proposicién de que el desarrollo no se produce nunca en el vacio; siem- pre estd incluido y se expresa a través de la conducta en un determinado contexto ambiental. Conceptos basicos | 47 DEFINICION 7 EI desarrollo humano es el proceso por el cual la persona en desarrollo adquiere una concepcién del ambiente ecoldgico mas amplia, diferen- ciada y valida, y se motiva y se vuelve capaz de realizar actividades que revelen las propiedades de ese ambiente, lo apoyen y lo rees- tructuren, a niveles de igual o mayor complejidad, en cuanto a su for- ma y contenido, Tres caracteristicas de esta definicién son especialmente dignas de mencién. En primer lugar, el desarrollo supone un cambio en Ias caracteristicas de la persona que no es efimero ni depende de Ja situacién; implica una reorga- nizacién que tiene una cierta continuidad tanto en el tiempo como en el es- pacio, En segundo lugar, el cambio del desarrollo tiene lugar, a Ja vez, en dos campos: el de la percepcién y el de Ja accién. En tercer lugar, desde un punto de vista tedrico, cada uno de estos campos tiene una estructura que es isomdrfica con los cuatro niveles del ambiente ecolégico, Entonces, en la esfera de la percepcidn, Ia cuestidn pasa a ser en qué medida el punto de vista que tiene del mundo la persona en desarrollo se extiende mds alld de Ja situacién inmediata, para incluir una imagen de otros entornos en Jos que ha participado activamente, Jas relaciones entre éstos, la natu- raleza y Ja influencia de los contextos externos con los que no ha tenido un contacto cara a cara, y, por tltimo, los patrones coherentes de orga- nizacidn social, sistemas de creencias y estilos de vida, que son especificos de su propia cultura y subcultura y de otras, Del mismo modo, al nivel de la accién, la cuestién es Ja capacidad de la persona para usar estrategias que resulten eficaces, primero, para proporcionar un feedback exacto sobre Ja naturaleza de Jos sistemas que existen en niveles cada vez mds remotos; segundo, para permitir que estos sistemas contintien funcionando, y tercero, pata reorganizar los sistemas existentes, o para ctear sistemas nuevos, de un orden comparable o superior, que estén mds de acuerdo con sus deseos. Mis adelante, me dedicaré a demostrar cémo puede aplicarse, de una mane- ra provechosa, esta doble concepcién ecoldgica del desarrollo, para obtener un rendimiento cientifico mds rico, a partir de las conclusiones de la inves- tigacién que estén vigentes, y para disefar investigaciones nuevas, que ex- pliquen mejor la naturaleza, el curso y las condiciones del desarrollo humano. Una concepcién ecolégica del desarrollo dentro de un contexto también tiene implicaciones para el método y el disefio de Ja investigacién, Para em- pezar, le concede una importancia clave y le proporciona la base teérica a una definicién sistemdtica de’ un constructo al que se hace referencia con frecuencia en las tiltimas discusiones acerca de la investigacién sobre el desa- 48 | Una orlentacién ecolégica rrollo: la validex ecoldgica. Aunque Ja expresién no tenga todavia una defi- nicién aceptada, de estas discusiones puede deducitse tna concepcidn basica comtin: se considera que una investigacién tiene validez ecoldgica si se lleva a cabo en un entorno natural, y comprende objetos y actividades de la vida cotidiana, Si bien esta nocién me atrajo en un principio, después de refle- xionar he Iegado a la conclusién de que no sdélo es demasiado simplista sino también insatisfactoria a nivel cientifico, en varios puntos. En primer lugar, si bien estoy completamente de acuerdo con la conveniencia de am- pliar las actividades de la investigacién més alld del Jaboratorio, cuestiono el hecho de que, de-una manera aparentemente automitica, se le dé legitimidad cientifica a una investigacién sélo porque se Ieva a cabo en un entorno real. Todavia més arbitraria es la implicacién contraria, que afirma que una investigacién Ievada a cabo en un entorno que no es natural carece nece- sariamente de validez ecoldgica, y por Id tanto se considera sospechosa, a nivel cientffico, por motivos puramente apriorfsticos, Desde Juego, esto es prejuzgar la cuestién, Ademds, la expresién validez ecoldgica, tal como se usa en la actualidad, no guatda ninguna relacién Iégica con la definicién clasica de validez, es decir, hasta qué punto un procedimiento de investigacién mide Jo que se supone que debe medir. Sin duda, hay un conflicto bésico entre Jas suposiciones tedricas que sustentan ambas concepciones, En Ja definicién clasica, Ia validez se determina, en wltima instancia, por Ja naturaleza del problema que se investiga, Por contraste, la validez ecolégica, tal como se Ja ha definido hasta ahora, parece que se determina, de una vez y para siempre, segiin el entorno en el que se lleva a cabo el estudio, sin tener en cuenta la cuestién que se investiga. En toda investigacién, esta ultima con- sideracién debe ser la mas decisiva para determinar cualquier tipo de validez. Al mismo tiempo, en Ja actual preocupacién por la yalidez ecolégica, hay implicito otro principio que ya no puede dejarse a un lado, segtin Jas prue- bas de que se dispone. Se trata de la proposicién que dice que las propie- dades de los contextos ambientales en los que se realiza la investigacién, o de los que provienen Jos sujetos del experimento, pueden influir en los proce- sos que tienen lugar dentro del entorno de la investigacién y, por lo tanto, afectan Ja interpretacién y la posibilidad de generalizacién de las conclu- siones, Por lo tanto, he procurado formular una definicidn de la validez ecold- gica que tenga en cuenta ambos principios. Una vez emprendida la tarea, Jograrla no fue dificil. Sélo se necesité una ampliacién légica de Ja definicién tradicional de validez. Esta definicién tiene un enfoque limitado, y no se aplica mds que a los procedimientos de medicién que se emplean en las ope- raciones de investigacién. La definicién de validez ecolégica que aqui se pro- pone, amplfa el dmbito del concepto original para incluir el contexto am- biental en el que se realiza la investigacién. Conceptos bésicos | 49 DEFINICION 8 La validez ecoldgica se refiere a la medida en la que el ambiente que los sujetos experimentan en una investigacién cientifica tiene las pro- piedades que el investigador piensa o supone que tiene, Una vez mas, el uso de la palabra experimentan en la definicién destaca Ja importancia del campo fenomenoldgico en la investigacién ecolégica. La validez ecolégica de todo esfuerzo cientffico se cuestiona en cuanto aparece una discrepancia entre la percepcién de la situacién de la investigacién, por parte del sujeto, y las condiciones ambientales que el investigador intenta © supone. Esto significa que ya no sdélo es deseable sino fundamental, en toda indagacidn cientifica sobre la conducta y el desarrollo humanos, que se tenga en cuenta el modo en que los sujetos del estudio percibieron ¢ inter- pretaron la situacién de Ja investigacién. La importancia de este mandato se haré evidente cuando, mas adelante, examinemos investigaciones especificas, desde la perspectiva de la validez ecolégica, y nos encontremos frente a in- terpretaciones alternativas plausibles que no se pueden resolver si no tenemos por lo menos algun conocimiento de la definicién de la situacién que da el sujeto. En uno de los pocos anilisis sisteméticos del concepto de validez ecolé- nica, Michael Coxe y sus colaboradores (1978) sefialan que la tarea de de- terminar el modo en que el sujeto percibe la situacién es extremadamente dificil, y que el investigador en psicologia atin no sabe cémo lograrlo. A con- tinuacién, sostienen que el énfasis que LEWIN pone en este requisito, al que considera tan fundamental para la validez ecoldgica (1943), resulta dificil de conciliar con Jas demandas cientificas de una formulacién alternativa del concepto, que propone el contempordneo de Lewin, Egon Brunswik (1943, 1956, 1957). Brunswik utilizé la expresidn en un sentido mucho més estre- cho, para aplicarlo a un problema mds tradicional en Ia psicologia de Ja per- cepcidn: la relacién entre una sefial proximal y el objeto distal en el ambiente con el que se relaciona, El elemento ecolégico de esta concepcién deriyaba de Ia insistencia de Brunswik en el «disefio representativo». Seguin él, para determinar la existencia de un proceso psicoldgico en particular, era nece- sario demostrar que ocurria en una muestra no sélo de sujetos sino también de situaciones. El propdésito de este muestreo ambiental era mostrar que el fenémeno «posee generalidad con respecto a las condiciones normales de vida» (1943, pag, 265). Si bien aplaudo el énfasis que Brunswik pone en Ja importancia de las condiciones de la vida diaria como referentes adecuados para la investigacién bésica, mds adelante (en el capitulo 6) discutiré la suposicién fundamental que sustenta el argumento de Brunswik, asi como también buena parte de 50 | Ue ees wt 1a Gens palpi conemporae, aie die gue fs sn pon oe Serer wh site ccs cnc Co de conducts ana tent Ahem manos laste crimes comeroe Por shown cars fs operons i smo de Cae y som, que tengo, ck ir oda eon eg Livy ae Bene Se icooycs ent Stcn Ic prs que veg eb fk te oe stance, dame temp eur cov ov cmb cals ac n fon dt sands psp or ese pare pare te pone a ivenanoe san Gp cor, son gs go ea ek ‘per logue Ix pala poe ofr poor uaa tomy (COLE, tees WBemrr, 1378 ig 50. scan Be Scena renee are. Ue primer com vesucn no rouse ol dem, sno so Gams sw ie: Smo ‘rotamee snc al spin que tne sna ja lao de Greig nor eriapun « scr cuore qin opal ld ‘Muvico sibel, ere eno df deseo hon, pus ult ai. 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En pines pr Mago din el suoo Gafaies Ln inperuoc Ge ear Ie onc {nel mol Bethe y mr compan eden sence ene roto {SIS Stacie is gue coef, Pr To tun, i mayo de or ‘Sats inher ae como la domi Ia amet, mrp Yh eto, no de oueatargur sc seen 2 srt de Tend nme eal se‘maencen vor ptranes de selcee En ‘epuno lop, tenn se cents eel ods eon inde ‘ceador dea uno por ve, por cpl, el invenndor nal conta 4 les, ode on eoilres, pern0 I ln yl adr come hil sls Pan expar ol mma pont coo Starpulse Te us del invino se ns sia tne ena elas dene pena een resent, an sae de ene Bia decoys msdn dan ent conc cote I fu ingen" acdes ler qe open mae woos enoror de vi cotuny, = dino tap del deo pe cnn eter eae farinie con lx on Ups de et Mee ineigan y ein sess else snares ao de ‘ues etden Se drm acces 4 fv cerns a Mei io sas de eee Se ce i {hips ences. La puns ete comin en pede nea Alto tnt geen cnr sce, gue clr uo ds | Air evn ps Sel du atin, nae tarde © on noche, nc oncom eas Sena econo de ante jn de denen, at ie fia nt sports que viliarn contneanene prs dsc seat hn no ets on cur ob ena fam fur codices idepenlenses pan ge comin noes Mote covesntcners av ate clare Coa tidal se Aiveunto ctersgenre cons; emote pielie, determin fie is skal npel de cman, reenact Feta dds ene iran nce scr complad de Mier de Insc ei beat co cad de olan Inter gues clans nse, peopectia temporal amply I nie istics secs, y br song dl camp elie pach 7 | to ema tere re ine Be ey seh reenter Sennen et eaen cee es seme Cea Ei 2 pea eres Showa’ eras Siac rae nem Sores Seeieeeceet names rae eisin 2 aecte Stas cicheiegatsae Sts ear cian peer maaes tr ie me dl ids mance se spun ere mete note Peete err pe eee Reet eee neam eens Becniah Semana oceeaumns ‘Spolsky Se se “ute don lenin mca, ge seo dant a ne Sc Severo ccd dpa pcp oo sc pny donk ie pe acy ee et ele cme se chan A, Fonte ht sin et crs Sl “ants pute rivet I spc penal de ‘os don tps de mace mare oe mma ts SS ee a plo norco. De wn pect ae oe ri el mone watson! y gee! deve Sy ‘esos shen neers, acta no compos Ca, for cl, rt, dexter, ter Slee, cna oe eee Sear tt lgenciind can) a sone ee oo he tsb de cote dl deol Ese tae ee ee ‘jr pate tengo 4c ace conan Ses ne ‘ed oho dural cp, Al mo Seopa = “ana mepe, Le ese inept in in hr sche onto, tm ea it pcos da ls) cme poste etn ssi nun de sess sci) koe a “lw incor de cntiar Iv cscs qe pean Ie lan eer cians rosa de ern Ls ole Se ae rpoonerde dee nyse sv sven dee olan 0 e teom oi cnc Ir sere» competi 7 t's no ar nbn atone gsc Semel lt apo bein pro snc areas Da) mars iene omer soeidn weap iets, Ps psn ov ene sce iy ue nein cl ins Hot 4 so, preteen, oa ane Sia esnay me pe de “Snel erm pra mime root ae 2h og lance ym re, jp, topes My mtn soy sen die ex pce or it vesetic arenes le aye es pan Pte ese frankie ilocos cal Mites sc de saci gue ngs co weed orem oe ded steeping, eo je Suen teu doc fpr gue Seek ts sce pes ag Fos de deraae en eects eco y is eocoones lat {Pacer 9) el aad cw ee vet ye in SS, wor oe Eder Unwired a Epos tons, te espn ico de romero id lt: saosin e pr rin gu eam fbr hopes iv peers be cele ocr La Uni Sonn ‘Soniye un tent Enns den wesinin pov ee tat aE pe y ss dale Eamon, 078 Leora Dot, Vora tha i Zante js 97, cian ei I can Io Ig on ais impress a thie eudeatond ys" po dees be in, se, cha mia Se a ‘So een a conan posi yor e pe ea Sin 19 Zaroromen 7 Esso, Tis Zaromunen fore; Zt, 197A el oe ion cen se fads ver ls Snporancia «Ios been actor de bo gue Fo rst Tan rlroe fr, ow ocgon de repeal oar gue tlio erro Toles gr on come eae sea de lor al ot Seopa, copa, cent nfermery ante, Exe vw desetpn 1 ‘ni complete de cas mvs enor a (Bunsen, 197) PS eg lords sven tn el forgo, eft So ge fon renaimene poe denurele J gue cor denaiunIa sma come ‘hm, Dee‘ penpciva noses, weep que el rds {in repre ve notaements ceva de one sly tne ee a een sents eto Senos sr In recone sve I peso nal poe pte de ee. les ois, en compacta co oe que ie ema ead oe Ear Unis yen oar saab orients (normeenson, 1967, [Sitl; Gananno y Baowronasoun, 1976 Kaviousy ae 1906 . Shouvay ots, 1973). Essen meson pete cee ee go eat fy lor Juego poten tlie con lt ance pace dee | Inciniva e indpedecin yet igaliasmo. ‘Sin dua poable que ; rs tees ecie oe oe ee ‘Semeiimor comenporinen, nto deo coma fers de ie xc Ap Aes or reir i essa onemendete gue set bate ‘rosea de lr cdc gue fe creas hs Ln ion dee emece conor de EGS" y mis nic Pasde preven lo ote, ie “ane spec del jeg, la fanaa yas ago mo ls elon eon Scat de in fornia» Ie storms tent a nl Sl de formas deeming cepen Eo ete sto hy ie Alacr qe, micerr hacamor parr lst para copa eo ‘igo de acids, beames as operconey cpus mi ‘ese pdian oho omen dl forgo fst Hetaperoc gue tenn be tts eee yl chin com aj prs el dear humans puede cxpeme en doe armen fis a cals o eine ain ninguna desu gue Haya By ve fide fn heck in urine, nie inert cma onto AB ae er abaconsmiome Ee primer lpr, co acu, oa pan de 18 as en Ets Unis cde compar ar cas : ‘eendoe in her ci ge acer aml waa Bt ge Sirs ‘mene et psc Stel env + aun, expr Fete State $i cece tae wn ced np dan ue ‘Span se pospone par See i sep acne ge pda se, «I rg, read sn ae tao, Enos Estas Uno, peo Se 8 3, dl 39 wi tm ti nn hei pi yi oa les ipeacons vhs son evident pegoe mi dew mete Pro, yo gnc cee temprnn, for imc ana elem, tel y ter xatnentencs send de oyna, omer oO fin Nengune scien puede mattenenedarnte mba emp mi eo fan asin sonbnds, In mnnacne 9 Io Pcs pu ays yet 4 tos ser abs ie enlarges cl, is cl enone fe rnc 19748, 974, 19TH) El be de ete cata, Sela sees os esa, si pcp oy lev le pel Pesico,horeferoon, or a fb)» de clin Sein eGo arate ean bo Sa superinin fe, per on spre mo pda core care de ee Bane ya tcc Jens tay Po leo, gee fore pian sty cte bn pena dea cnolnd gue en oe Alene ar (se, colar demi lo, bodes any fies aoe comerinn Ls seco dee gue rp cena ewes pre quccs i press. 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Esos von li cess mise darllen conc arm ie nad cen tes PME aur de odes. Aamo ox proce on sean ee Poco gr tl om in xe Se cons goe ets in lecen it Pires poser nls tao dl penne yn lien dl dt deel, nt en pec cooo ets de a ta pe Tor sonic, ch mis pct que on ito ala ls Dads foocieyy alc qu letras cn con gues lye enalia fi das rina, ue cen uss cata pra ilo condo amb Mon reine presence et sno entro "Acne col onde a ts forms das tne craves ie tions secxyen ee a det, polen cea sinleamante forsale nui y ov hp cvs rec, qu ken uli ate Mol sone un as ima Peo el ppl dl io we rede (cuir con nencto mista a mace a, doe ge | + ltt tides y lw penpals fe he oboe ee, tine par ao de i see de hips gt decir espe ‘in de ain tipo de erature ice ae es pee fe hy hiro Haar asec sre tn poeo nls a i, La ov piers pepsin qe tes oa ‘iment un id de dell lal gc os indo, impact its cr sonra ni 2 eo a ee Ce ees eect feral emis voce roresis 2 ‘ie cooerren on tne i se ene ect td te consderacons, se pu "condones pines pe el deals yal sprntile seem coon lain ores 3 Cuando dos pereoa prtcinn an un sti bie av su serine roirocon iia eencaios J pose en rit ened et es a ips sl del pron yf dente a fait con i prlacn do a fut on dstlosnptoos de acted voiocs cde Or Eoroton cor sre erone can fe uo nual aj donald Sago seco rs y sre, Sando agi a viene especie les popcdes dea que conden ior Pace pace consi de ve flo pote ene le em Dor ae ts sil en or psp eld eps seal tgs ak ves i opps La cn me Heep enact ingen de pine, Yoo ma Maced eeepc oo inp ee fists role dagen ce lr pricy, ie to nn is ns tere dot "Ret faded guano eos dl deal Sechelt Sse pe eli a cece on min ro Fee rie ube del elie 3 pecs Por oa oe impacto de desnrotide na dads aussi on ree ‘co ne reacidd, eo maton gue sea Ue comes pote. 7 du canbe grea el qa oo Peen, tose La hips gue sige se rere 4 Sos eats cejem gb pe ce como oan, vex, ects tps de daar : 1 rend pr bse alta cuando o beer ye rte uervgeconleran gus hac gw ton Forse oli Aunave lor ete lees See : iar se om ese recent o lads son baste cle socal ye adel dears pcs Sectament loneutiones dl deseo nagar ‘ot Une sve Je exit 9 tsar de ora dete mils de dna Ite alps de monn el eee) ‘eve I diem cote pra dl dora Ta tse de qu, td ie cons, snp ‘i en lado con cee El Bc de oem ve once {oc sa paras lon una peso que fee exes {Hens con uma epics y Gu psn gue & om fora iu inform, canto 8 el its Hsin soe seca porae, cm pcs eacpne, te Consent los Pes 5 proces ene Ey Suu smerny lintels etd ‘sy jd wept Bo sapien te I ne rede price en anlar decom get conde el venir se sno ‘20 spa lnc de a evade Wende Neos Tae ache i ondcse del jet experince Gal dle ak ‘el iveipnor para activa en etre, ‘Un colo de to ej de Kian, Keely su exe deb Ges Wetern Reserve Stal of Nec (suas 1977) Huse Rosca 4 Sis, 1976; Ko, Teas y Kua, 1975; Kemuat y obo tte Kus y Keomst, 1976; Ka y ox i970, 1972; Noten iT ee isn’ trey, 1973), Lo intesipaoes tomar com pant de ane ‘ie revlianpatrscrcompso,feploe tm cetacean Dre cn len nln pete de itselon ‘mente duds dl saranlt (Rueneoe, 965), Su cei ‘ee fine co oe ees mana. Alaa ae spleens bon Iwas toni vig dun opr isa conc oe 46 aie yl rea aco, lee venigadees medion ins etic ter euble| ‘Estas, date ator wa bor 1 ¥ date vas pinoy, ve nal panel de afc i ne de ss Us apo tie, scold al ar, experince pode sons ‘2g bur tn co shoes norenmetncs en ee SH sametaanente depts del puro, vata fr, eS ne cs pot, on eles de denier, Tuge vss de neo sc ES ee ee ten, 6 lo momen, por to Camps dro, Son tds en ccs I ee pri aver o-en cnt des hosts i ios de egimieno, seolagy documents de macs ape & desta lage pla a get, po, ea cca eto, pero en Te pres de I inverse Es si, tty ala ca ea, me ‘tn, 1974, p19), Ban mee opal de cle serene It ales pre al gr tein. Ngo der dos oes sabia gue al ero se eto orm ioe Sia cee al Glam ae, Ss wie a Beis sere eee ‘ait poe ea oy onan dee cote: cL mae cometeron 1 pn i cova he prea a de sro sot, an mss, ayn el coma de oe et mons (-] Lar mats dey be peat oa epic wns cn ima s+ do dat ee occ sar, peo con aa mas ead (pa 187 emus saa (Kea y ots 1972), son ona surve mt, ‘ke ners acon contac pogo Tite nena an mayer cntac val cond eta lo IBeeetan done sos ovr = montane dpc 4 at ATryn 3 lo imines fs Gs in lo te onto Oo ys, 1970). ba Perel prop de cots pene ron ge enn ne Jeo Ae Seen drt a i, vi oe the myorpothiad de oc pestencan jo sa sy clskoral {oh cto, ue taglines 9 go ie um cto de seqiiento Ronen y oto 1979), como It san on aoa oes ne pas covers de In ae fo ol io, durante ia pevlado de jugs lie, eh etme soe incl fy Uso patel deat madres elon go Alege tvs an conc cars cn dr darned pa ena: Dace a A a (7) 86 on amen dt etna Si nn mut mi a ewe ie Ply mse pss in a ‘spo testigo> (pig. 141), a tm eet peat me a aa a oun f= se ges has in fer hl Sie yen ds epi ml yn a fp cc Se i om piel tie ead Top pts nen ade ye Sante ilies tlie en peopl eo psa es ie itn y amy sgn ome ste id somata pe ew ah Se re od em pny et he I i apie ony ca Ho fi Hs ym cepa wie Se ti Se i= A SS Sn sng ct eg al Teepe she os hog 31 Eton tidy foe egies Sioa mae dl rapa cna a veto aed : “a as mas qu tion nts i ht ida nay imei ‘ene depot ego an min neo fo ‘Slpore eg oma memny Sl gop eae eye tome ae ‘nc atts ee pup de cuts feos y rope Calg Did un peepee wd ml ut minds sep icin ae Scene ae eee ieee ee fae becsiee Sd ig rh Sal asec) ai et Certo bts aire 2 eee oS ee See ale ii pte Sed ee aur aE fe 10) tn Fas opel se aps a Mid gr exe cn tai deo me hunt Cet 9 oa Ihre 3, Koc aso y Selo 73 p87) Te Bens porie aks dees woe awe te Sak drier dices Leech pte rea feel pm nn tempo, yr ee Ppl semsimiet, no poly habene peda, mena ope» uh wa de sever tka Pore "ri por a mae eu pte d desea "dh terse sol, Le pobiad in no beso epee fon el snl caper a, to de seen ee fo cations linia fn sjtos de vestinn, e eno ean nis sen iat Lose at a a se ee en ccte lbh gels ic no ao eran pe lpr sn esti Se stoves, so qo, ae Yd a ls mt gv ht depen jc mano gu, coe shina fortes (Keay {Sip nw, 17), econ da be senna Sd dara Sor ator « on cn er, en compete om Arie maces ce ol odes mie teams. ten Ia fedevia av cen rngin io acaca dee conte del bel tine drste el pera sno. ly etn, nen sire seamen. Rhian legs + snc de que, tons dl grape seg, ln ios dao ao. ee eon fenyet simu ary nin sp Cl mucosal, ‘Enemies oo st de lege ep) mucho ambi elan achar mass con oy eter ceo 5) La aicrenca de Cl ere de wticr de cte ney Adel orion pias cre bn mei dele cowped de las CEE bol anon por ues hai oy umd esi, y lvls et nin de copeson renin ie “hd io bw coe afi, coven de Peston oxclab ene 073. fale van cvcasnsiglcatva de O71 eae el de Tio cn toe y le cvtad Je teopo sox ie sujees ddan for bel nents Lv aimee ce lain que se Hao sbi estan un mese Ras Tene» Kis, 1975, bg 33) Fiiay ae sept es dine Jematindenn con esi, eo cc elder nro de wor. Sin eng, pet de enable aa de dno orca Selb de cai den, et Mle de expences presen pre conwncene de alia y Tae Tom cestcr gu rpreentun Toe concnts Is hipess gue st ah ‘De te modo, eset cen os vis (ungue9 e Tne) dt pron pe lca le acd cna del mae 9 el Min clo conics sa foscacén de oon dnda pena, 450 ee fn ces» dge el coo 6l Seal fata. Cao slo vemos Is timadacoavnacin tein, se puede pest el movin de ide 4,ral, el to de sou ya dey We de tenon dd os (& ha Ss, Peo a Io cei tla le tein La Se ‘aes det scomveiian deforma smtns eo Speed tose {aetna fone ps ane pee Heo vate dln estos de i Wester Reeve proportion hc Son an tamer pei eis y Pm micas cto ch tomes oe tial) aa eee i Saude sr poe a ron a aor van de ar roman Oss role ne nda in ec on Sy oe Sretaice nichesi qe dec it EE Sa rar or memes um oven mds dev eo pana ser de Wenn ROE ‘Sa be ws congo mea Sin sie oboe od Sv ae ae il lg mle ao cme as i ‘ds, un punto de vis cada vez mis amplio y mde dlferenciado dean sips i nin bn leise 2 eee prerieiaie 1 dem tbe oe mat de alg mperana a nd on cn els ices ere Pa a 1 ij) ye moi y a vie caps de empress Seige mas ua modo de "a ao conte un cao ema de ‘ean emblem cn un ayo ene a ee SS ae eeget ‘mt To tls deco pn determine ge hr eo dee sa SS emt, yen we ess pene smo ‘Sg Beersioesy actvidedes tei dearolads aes ‘sin duds, se: de desea. 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Ee cao indy madtes acs pregutsd um 9 eh Alissa de dos pero, invesigdores dea We temo in as neni pp tt tt ‘le puicpunes: By § Tocao nes tenigacoes fat ines oe OE en en eae io SLs ma bc poser ent many cep icons ae sobre iteran pce ne prpordana ov empl! el nn con py obi an sce etl ao, cn trminoecxliuent tio i 19939 ature poe complet al pure, sn toe en cin ee no sen dl pre cons le repo dl 80 acs de a mae st presen sv onc yo co Poti ee se lentes dlp en I. Ae Indies Ia Sorina code segundo oder Pa cape fx foe de propia fas line Soe teres cae eines crocs en a nergeséa de lon lemon‘ una aca Ete fond Se Saronic se spun aden orale teens ant apni » unt mire eed 'D seg ap 2 un toms ue compres a mi Je al oes en addi, lmaremorvatome Nor 2 Tee x ister tate Us atcastn de ce bs pet con ol es oe fpitanente ton va mode tsp, Deen Ie de ce pmo. Panee (1978) yoo colbeadr csr is pes con ij ren cio en entero de hs Sbermlar got sce te cde uo de x putes cu le tec fi cn tbe Ea edn cme ile lc ln np) Seis ceiataeh pon aceaes geocanae foie cod ably weet ms a pel nee io 1 onli de Paks cents co el poo de un ett de PEDERSON (api) en el co ele de seando cr un poo ie emo, Fee Is Beno re el tie is mina conven, Este Svein ani De nna de ‘eh arlene (sind pot alo de ents) a inet ee scm ee ket (leds end ne Tos resins se erm como sige: teleiénmaromaer canes taco lawned sate bebe Coda el pare soya 2 re [1 lea a bt con ml tala] Lah tenons yo eonlicos| ‘Eno dl sein se saan con a needs Ba pare de In mactew (pg 6, Polen tumble des que eats A dela de bei mii spin Ia cals de Brel, guards ne Feit ives con ely de tes » ano deo dl mano Descardo co cpm Se epoca deta ge In nd poi "euler det dar dieses Ls rela de Pade iodcn ue eet de segundo aden pond rol on eto tn natidr como facta Sin dy Lamb ner els sled eon tes expres pers, dels dem Z ‘nea eplcta para invesgar lon eects de segundo orden (List, 1976b, 1977, 1978), demain eos pr el seuso so de tide apres {Ei eo pate scien Inga de nem, eater de de bul con eo, Los no qe iene mete ves ns ator de ter Reson pan sstuma de do pena Krmalo gr uh dele pute 9 I peo lane compe pr Sr problema de rae en (Bn per ge toi x crime se Heaon coe labore fei, Como yu dems mis lave cpt alo i u t F F ‘ i F 1 a H g t Fi \ i fperinetos pie cols unato l na c denteirtsc longue se deron + oe mets son co repo ino din om Buta cl uno con fe, on compan cn eli. Aunque t er Pld oh as nas del ine poh» lore gue a. ti nrc an ei, ye ei que ecameraan ent cn " dum 1977, pe 60) at dts ssn om, ons a yr korn i de hi ean sets Sov aon spon go natn ene fated, stcias concab cect mony ve sper el bel in ccc 2 mo vreau ur soi es leit a stan de ts penne ano ade do Hoteretacin soe ace Linh de Is erence slcrad como an be sep en, edo ecostemene + la pen de ea mpeaa le ot ep de ata eto de coe dl stem te {erreurs nel etm (gopein D).Taben cp pl (ow tne reson ei ein cmd ato ce me He ce or ee oe pate ee pra eee Bee ee ae are pee ere oe pee nee Bee e eee Seer ae errr se ere een Denar eeienerrecrmon peas aan ee ee ee 2 eal Pen tn eet Sceeeemeeennnes Se Tera ae Se ee ce eee ee ee eee eal eee ee Poy pee a kt a fie eee pee nea rein tiretee ob rane foe ee ones ee Peper ee a oe ee eee aS vse ona epusedifente n el profeoe, deido Ets, cca por ol hemane mayor o orb pods eh Twnsiictprevo sl prfcor, © amie * ver? La Terre sastne de teuool dea Import de Sen Dulas lo sites nupesaas extents lv cor de on tl con sel ca popntin E cod woo de antes utc como nerdiain en wn fey conse «Guinan yum proforsleata else, Mids sco o an que, oy ara hacer mls peor Nit >, Que yo spe, so ob hah ming, cio copes sul ot mol jt de es Da a po sets, i for cs rity do lo come Semple ed ue Se dpe fad? Me fri, a ism po In fete ma ey a menos seve A experi ards se lac ge pres ex ead thes: Nt 2 hor clo span rn, Ea oe hops yas a i cin yor itr suo aie he tam del on ney, a erm I coe sec prs, hy veer amigo ween 96 fon icone, poorsnano eaprinentr de cof att on val {Ee coin latyorade'y a co canter Spin eel ea la eo ce ac propio wn. Lat yer von de on pos. tnt Fgiay pre toner tens co condo oe lo or or tern) le dew tabaci, or ago yor ween cen nt ste (Seo bre ana at mde pede) op mess de fain van y Ahcley dol aaj, er sca'y on ght de rect oe preter vin # fom nde seman 0 toe smn © Wo dean pees ene wccons Brn abi: Desperate mace va segundo ti, a sas benpen sl ila pts aa ome ses ede ocke stir cand ee nis fo oft mayors yea ao ep eel moments qu tm baste mayors, aba rey a lms ate vo pons au ade a nnn mane et, hay uot ‘Src un vray epi ov dean, on aon ma ted a ‘Steere seme, on scant Ee ambien ama dal seme, no Fog tempore como ft drt eves pale psc ects de green Se pede set 3 (Eos Sty gu ners, nate mac, cod el pce ‘Sum old sfc, o smo ve Ha el pt olde aides See cence oe certs “tna 7 mb tee ens = = i ee fai ne a ea en spun sed ae amie ‘Sate cuando pte eva Sel sn Tend en coi Ie cen BEG bee, prac en tos saeemoe dee sxe cote lect de pcs a te exermane sae po hut pa ‘ede cic Pes linet hemp ena Heats de {uwesgci, el he pls daar do etd gee al I exe ‘sii EL uimcre ce tbe nu de es pcs imetipcones ge Jt ese ete de um emi clin deo de I ania eo Giger il lft de gue nu moor ex mace de un spn fect dao fa Unc abo ace nis de rin ate po 2 et tte en ee campo (Batwa, 147), compende fovea de ‘ica de amd fl cl pine lo ane, rane epee lente ‘Siler io: Balin reamed nts fon fade Ted en ‘Sha snen ona forme in Sapren qu anspor de so io fer dene «sli neler ye onc etre Js puke 9 ‘kdb y' pdtv Baga is fei pero menos civ (A ‘sm Tameoublemeae de asad on ol modelo de inves tational, le de Bai a pale ees de In Wenn Reserve ¢ Suc ne con en tn dm mmr dn ‘room dor maa de cond de wo depts, ere nlxe ‘Feta! Lee cumbonor benno qe pan ater = ‘cht mu pees dole, te Hassan coo wap de Hetherigton y RNS emit deo sion qu iene ted pra pate de Se lon con an slo aden pal some cms de SEP.Jan oun dens (Gute, 1978), eins mesa una mon 25 Sane pce pororsoner unseat penn aden xo te ‘Gin gol de ov canon gorse pedcen ena fla al pst de eee erie ets prom a unde do Sn eS cde pe mete Geer dca de eden depots de onuado inte cr petal se nen date concrete ar ta Mes ae fen de fel itc, an ce cre ste enpleon Heh ite aes (ersten, Cox y Cam, 1976, 1979), enon ex Tepinine contenty sho cvs de pce de ie eda ae ‘BPtectace: eae qu acd eo amare, Le $m Con lo ie ornare a rvs de {ces 9 port de or abogen, Se esau DD 1 mis con Sofas conse stan sooo silt TREE SS ga ovina gue cers en 90, ead its, duc sere min dln ena go on il “ese ys inet gue ecean le pes ‘Sey thre del mation. Soo uiion en a. a a Deseo dr denen dnt ts i Gar ei emi oe os neni fuente de confusisn Be codacn de low hijos hack los pu ies een enna ee ene Leon ae Sion pe snare econ ob Da ring nf en ls nce (US, Bats of the Cem, 1977, Lo procaine de egos a Se a ee: ‘competion una gn wusoad mde er ine ee Jol wal dscns dence panes ooo ‘spaces sacranes de pues cif inven ee cgi na we, Ser Slr se pe ‘ao yen el bp,» del conrad los coed dete, {aoe en pa se Se que tS ‘como tani its y eae Sel coca dele poses For ambos pac yo efor, Eas ee se sie ‘mec ala y a sd abn densa eves ‘De cued onl ope a aac de earl cocoa, 2 se i, sn tana en pues, nw paca ac gor rai mor impacto deere dels Geese A ein ‘its imei y hrs de opr, ran ene sce de tesa Se ‘nee deepens dun ideind mere. Ps aster nee ine sabe to doputs de exc une ewe thea Reeeecenh poles gue exeinentun Iv mae y @ io ania ee a ‘age 3 note seclvan com tated, La signe naps Cee ‘is deo dtc, sbniiesy ern, sat arson ane ‘Sunda cn pein de abers de familias ge is eas see fice mania oh soe mr tcl en or sfeon prt ue esp pede em le pe, Wiesner ene clos season ta pote ming tats dps Aerio, dniayeron drt el ule fo aun ins macs eo, Guus sons sano tt contol cana sur eqns. Pee, Weleda en cuets nue tro de ade uns demrole, la onion Aen I de ln coor lng pao ley ine are de gel soe Inn Sr tre sn i mt ns osu? Ea una ea scents pi avn Iaide otce sore, wits el dora de bs Se i cme Taide, Hatsington yo see lego ta concn Se ge sure cringe nis pray tise pareniae ces mieten ere mds Pps de ur v pera Sloop io eno sca queso elim necenes> (Hiern on oxy Cox, 1977, ly. 31- Los ete ie evan acne ‘ays ide xciban ene lear prec a lace ¥ le thie ase teprcrntan van ample venad de eondones sotto er ey hes Go stn, con mt Hess ds apl 3 lc rp esta Na Sate al st vs at oie uma pee ee tc, ¥en mi een nape orn sen (at, 19781, Utz una mers de prabade nial oe ate Ince fans norcamrena gv tan jos lo menor io de ce a se ste» ces, le etd enrevituron nfo aun yal pie se fcs mi car de dt lloras se del io. La as abe Inn de pies ona peertaron wn pt semi ga sear dips al contol eosin el sara sinc ge dea ezine edn y Tos ingreso de lon pes a enc tect pcs fcumine cone sine dro uma de man Spline de oe ito der Be pts stig Ya cg crop a wa sea ca es i yu Pia gb Peete eninge ayn pr sm Su ‘olen gen exec 9 ene go, cs mayer pes fet Dries dios go ene io a na Tee Fae forbs Ge urd st foc ‘Sos prs pes (dp 33), Es important gues examin cade dele le ds pate Jose se mass el trator el del cores fm cot sl pode. Le Inorcnsrespndinesprce en vie He isameon y sts cldendore (1977), En cl capo socnemote ee hills etn pected exesinamar Sicande © e ee lf seca de denonar ut fale de'miveontaly de msioes Solita src. os anes tendon x prone peice in spo deal eal (nee mesrsun eo une mayor doce Ac ics mis ans de pres, oa menor pleco a i Isl) a sparc dl fate senda pt es eo Sse Mos am ier se can ati ene se pelos, vc, Ahan probes der elton draern fa le lence ya ps Made En eit, os sfrencinno suena ascacnla ot eat hl rem des elcnes heron Ls mie pe ne. gates co gu el pie bi as arr, nn ics us citer whos ssc con lesbos’ Ea gnc oe Sos mes oo las mujeres que eee en uu fama en sls fe {ian opr & print vad mana so Hei pcre de fami Ics x ee sl inks pee cu do sexo lemesion a apr ela produ porte. get dene mene Se Ill on pats sir con septa lov prblnes de utc de conics atc con lacs alana gue ede |___Screen: vac Song de oe tl ene mis probs de sr inguin, icp de ea agate frac nea, dees, agra, o Since Hever 9 ‘clare (1976, 1978) von ee deme com ut pods de ‘eco pec de angoona ene ache © hy que scone le fais divorce e ead, ‘a mis line de nerpetn eof come explain del rene leo intel eden, ump tl eo, de oi, alles 4 sili (epecimente Jor de eno mmealio} que cevea ee hope esis por la separ ye ivoran, Hetsngony mr ebro ‘emir ue el prac coatio ee producn dl rato de ke coe A ssn ea adn adel Appin cosines ope staan Sy eee, eae i aa eee ao ek meer ao os aoe arise ‘ncn de pens La nn Se prey ea — | mt ana cone ioee pel macalis oe ee aoe iia el emabend ph me! tn et apse ol es Sieacreecacmcs | fees smn aeroeeeee Eicccsmenceaes | ieee ian ane secon eine, dace age, oa lt bps gut be feo 9 lace cn lv condones que ma vec el dees aman. 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