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de la creacin
Sal Schkolnik
Ilustraciones de Ren Moya
Coleccin
Sal Schkolnik naci en Santiago de Chile el ao 1929. Obtuvo el ttulo profesional de arquitecto en la Universidad de
Chile y la licenciatura en Filosofa con especializacin en Epistemologa en el Instituto Pedaggico de la misma institucin
acadmica. Durante aos ejerci ambas profesiones, tanto en
el mbito de la construccin como en el universitario.
El 1979 public su primer libro, titulado El cazador de cuentos, con el que obtuvo en Colombia el Primer Lugar en el
Primer Concurso Latinoamericano de Literatura Infantil
convocado por la UNESCO. A contar de entonces, varias otras
importantes distinciones literarias le fueron otorgadas por diversas instituciones extranjeras (Alemania, Colombia, Espaa,
Venezuela) y nacionales.
A la fecha lleva publicado casi un centenar de obras tanto de
cuentos para nios y jvenes como de novelas y poesa para
adultos. Entre sus obras ms destacadas figuran las siguientes:
Cuentos para adolescentes romnticos (1979); rase una vez
un hermoso planeta llamado Tierra (1979); Colorn colorado,
ovulito fecundado (1981); El Zorro Culpeo (1982); La historia
de Fog, un sapo como cualquier otro (1985); Alop: por qu
llora la princesita? (1988); Por qu los relojes hacen tic-tac?
(1988); El ratn forzudo y el resorte (1989); Los derechos del
nio (1993); Del Cuzco al Cachapoal (2001); Cuentos transversales (2001); Cuentos para tiritar de miedo (2003); Quieren saber por qu les cuento cuentos aymaras? (2004).
Una constante en su obra literaria es la preocupacin por temas ecolgicos, tnicos y ticos.
ndice
EL DA PRIMERO DE LA CREACIN:
Estrellitas a estrellones.......................... 49
EL DA QUINTO DE LA CREACIN:
El descanso.............................................. 91
P R EM B UL O
1. En el principio cre Dios los
cielos y la tierra.
(Gnesis. Captulo 1).
EL D A PR I M ER O DE L A
C R EAC I N
aminaba Dios por el inmenso vaco cuando, de repente, plof !, se sinti violentamente empujado por la
espalda.
Casi... casi... va a dar al abismo.
Por fortuna varios de sus acompaantes lo alcanzaron a sujetar.
Quin fue el imprudente que
me empuj? pregunt con su voz
ms atronadora, haciendo que las
aguas que all existan se sobresaltaran, agitndose con (lo que ms tarde
seran) olas gigantescas.
Fui yo, Tata Dios solloz un
ngel pequeito. Te prometo que
lo hice sin querer. La verdad es que
no te vi.
Cmo puedes afirmar eso?
se indign uno de los arcngeles.
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