5 DE JUNIO: DIA MUNDIAL DEL AMBIENTE.

Juan Eduardo Gil Mora1

El tema ambiental ha ganado cada vez más atención y preocupación por

parte de las organizaciones internacionales, los organismos no
gubernamentales y los gobiernos. La sociedad civil considera hoy no sólo
un asunto para la reflexión sino que el tema ambiental constituye parte
del quehacer diario en las propuestas de desarrollo. El abuso o mal uso
de los recursos naturales, el empleo de tecnologías deteriorantes y el
precario respeto de la legislación que los propios estados han aprobado
para el uso de los recursos ambientales lo han puesto en peligro. El aire y
el agua se contaminan y se agotan, los bosques se están reduciendo y
muchas especies animales se están extinguiendo por la caza ilegal, la
pesca excesiva, por la destrucción de sus hábitats naturales, por las
exploraciones y explotaciones mineras, hidrocarburíferas o construcción
de carreteras sin adecuados estudios de impacto ambiental.

Actualmente, temas como el calentamiento global, el cambio climático, la

desertificación,
la reducción de
la capa de ozono
y la escasez de
agua adquieren
mayor urgencia
y necesidad de
acción a nivel
mundial; empero
sus repercusiones son muy locales y
localizadas. En este contexto los gobiernos en sus tres niveles deberían
acrecentar sus propuestas y acciones y trabajar con mayor intensidad
para conseguir acuerdos y políticas nacionales y regionales que ayuden a
conservar el ambiente y a frenar su deterioro.

El Perú es uno de los 10 países con mayor biodiversidad en el mundo. Sin

embargo de ello, esto lo hace particularmente vulnerable, ya que su alta
complejidad y riqueza ecológica le añade un riesgo adicional, debido a su
propia sensibilidad ante los cambios repentinos, pues en sus

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M.Sc. en Ciencia y Tecnología Ambiental. Consultor en temas de Gestión Ambiental.
mundoandino2005@yahoo.es

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ecosistemas habitan especies que son únicas en el mundo. En el Perú el
cambio climático amenaza especialmente a los más pobres, que son la
mayoría de la población nacional y repercute en los programas de la
lucha contra la pobreza porque son las poblaciones con menos recursos
las que sufren los efectos en salud, seguridad alimentaria, falta de agua,
pérdida de suelos por erosión y vulnerabilidad ante desastres por eventos
naturales, lo que mina el camino hacia la mejora del desarrollo humano.
Por lo tanto, aquí existe responsabilidad compartida de los gobiernos
regionales y municipales en asignar presupuestos a fin de que se
implementen programas y proyectos en beneficio de los más pobres y
que tienen directo acceso a los recursos naturales.

El Día Mundial del Ambiente se

conmemora del 5 de junio de cada
año, siendo el vehículo a través
del cual las Naciones Unidas
estimulan la concienciación sobre
el ambiente a nivel mundial,
además de promover la atención y
acción política. El lema para el
2010 es "Muchas Especies. Un
Planeta. Un Futuro", un mensaje
que se enfoca en la importancia
vital para el bienestar de la humanidad y para las especies y ecosistemas
del planeta, por lo que se busca lograr principal atención en la
importancia vital para el bienestar de la humanidad y para las especies y
ecosistemas del planeta.

El Secretario General de la ONU Ban Ki-moon en su mensaje alusivo a

esta fecha señala que: “el lema apoya el Año Internacional de la Diversidad Biológica
celebrado este año. Un total de 17,291 especies están amenazadas en vías de extinción,
incluyendo las pocas plantas conocidas e insectos hasta las carismáticas aves y mamíferos.
Esto es solo una parte, muchas especies desaparecen antes de que hayan sido descubiertas e
identificadas. ¿La razón? Actividades humanas.
Hemos causado la tala de muchos de los
bosques originales, drenado la mitad de los
humedales del mundo, empobrecido las tres
cuartas partes de la población de peces, y
emitido suficientes gases que retienen calor.
Hemos sostenido el calentamiento de nuestro
planeta por siglos. Hemos acelerado la
extinción de especies, la cual ocurre a 1000
veces mayor que la tasa natural. A partir de
ello, el objetivo de este año es lograr humanizar
los problemas ambientales, motivando a las
personas a que se conviertan en medios activos
del desarrollo sostenible y equitativo,
promoviendo el cambio de actitud en temas ambientales. Millones de personas y millones de
especies comparten el mismo planeta, y solo juntos pueden disfrutar un futuro más seguro y
más próspero”. El Secretario General da la voz de alarma sobre la
biodiversidad en el Día Mundial del Ambiente; si la Organización más
importante del planeta Tierra alude la responsabilidad que tenemos todos

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de cuidar el ambiente, entonces es menester que las propuestas de
solución sean pragmáticas y localizadas.

Nuestros pueblos en el Perú, a lo largo de la historia, han tenido una

relación muy estrecha con el entorno. Una relación de doble sentido: las
personas influyen en el entorno y éste condiciona a su vez su modo de
vida. Nuestros ancestros prehispánicos supieron convivir con los
recursos del entorno, respetándolos, protegiéndolos; sus asentamientos
nunca estuvieron en las planicies ganaderas o en valles productivos o
bloqueando cauces de ríos; supieron controlar la erosión, gestionar el
agua, distribuir la riqueza y desterrar la pobreza; sin embargo, en las
últimas décadas, la intervención del hombre sobre el medio se ha
acelerado. Hoy tenemos en el país más de 12 millones de ha. con severos
procesos erosivos, se talan más de 50,000 ha cada año, por acción de la
minería ilegal se tienen más de 200,000 ha. deterioradas; la ocurrencia de
deslizamientos, derrumbes, inundaciones, anegamientos, etc. afectan la
economía de los gobiernos; éstos, son sólo algunos de los graves
problemas que amenazan para que muchas personas, no disfruten de una
vida digna y de un ambiente equilibrado.

El Perú es un país rico en recursos naturales y con escenarios

excepcionales; sin embargo es un país empobrecido por las políticas de
desarrollo impulsado por los
gobiernos, aún actualmente
todavía las políticas favorecen a
la exportación de materias
primas, con grandes facilidades
a los inversionistas,
especialmente en el pago de
tributos y escaso acceso al
derecho que tienen los pueblos
locales a su propio desarrollo.

El Perú es el centro de origen de

numerosas especies vegetales,
se identifican 187 domesticadas que fueron de origen nativo, mayormente
de la zona andina y amazonía. El imperio incaico, que tuvo en la
agricultura, su fuente de sustento y progreso, se asentó en la sierra, dada
la riqueza ecológica que evidencia. La llegada de los españoles, primero y
el inadecuado manejo de tecnologías no compatibles, la introducción de
especies exóticas, después; ha convertido a este espacio en una zona
deteriorada; luego la actividad minera extractivista de materia prima y con
economía de enclave, severamente contaminante con relaves, metales
pesados y productos químicos han inducido a la degradación de sus
zonas de vida natural; por lo tanto si no se acometen programas en el
marco de un desarrollo sostenible, la sierra, no podrá sustentar una
agricultura competitiva y que resuelva los problemas de pobreza.
Consecuentemente, se hace indispensable y acaso urgente que en la
sierra se dé la prioridad para conservar y potenciar sus recursos
naturales: suelo, agua, pastos, biodiversidad a fin de evitar en el futuro el

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desgaste ecológico que ya se presenta en algunas zonas y que en
algunos casos son irreversibles.

La zona andina de nuestro país, es el origen de los ríos y de la

hidroenergía, consumida especialmente en la costa; sin embargo, es la
que menos disfruta de la energía eléctrica y es muy escasa en el ámbito
rural. Nada tenemos que reclamar respecto de los grandes programas de
riego instalados en los desiertos de la costa haciendo uso de los ríos
andinos y que endeudan al país y que todos tenemos que pagar; sin
embargo, por equidad y justicia es necesario exigir que en la zona andina,
donde se encuentran los mejores suelos y extensas áreas productivas,
también se implementen programas de riego que sustenten la ganadería,
especialmente de camélidos y la agricultura; sólo así podremos disminuir
la pobreza extrema existente.

La mayor superficie de las tierras agrícolas del Perú se hallan en la zona

andina, 2 834 000 ha; es decir el 51.7%
del total nacional. La zona andina es la
región por excelencia de los pastos
naturales del Perú. En esta región se
hallan 15 947 400 ha; estas pasturas
sustentan el 100% del forraje para
camélidos y más del 70% para ovinos y
vacunos. Debido a la periodicidad de las
lluvias, los pastos tienen definidos dos
periodos. Uno de desarrollo y verdor que
dura seis meses y otro de descanso o
dormancia durante el periodo seco o de
estío. Esta periodicidad afecta la regular
alimentación del ganado. Sólo el 1% de los pastizales tienen la condición
de excelente y el 64% se halla en condición de pobre y muy pobre. Esta
condición de los pastizales aunado a un mal manejo que se traduce en no
utilizar la correcta carga animal, conduce al deterioro de las pasturas
naturales y a procesos erosivos, en muchos casos irreversibles. Los
pastizales altoandinos constituyen el 94.3% del total de los pastos
naturales del país.

La sierra puede catalogarse

como la región ganadera del
Perú, por su alta
participación en la crianza de
la mayoría de las especies
que se explotan en el país.
En la zona andina se hallan
el 78.8% de vacunos; el
96.2% de ovinos; el 59.4% de
porcinos; el 67.5% de
caprinos; el 99.9% de
camélidos andinos. Los
camélidos andinos son los

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de mayor significación económica y el recurso genético animal más
importante en la sierra de nuestra patria. Es quizás la única, que en el
corto plazo, si se le da el apoyo económico y tecnológico, puede sacar a
sus criadores y dependientes de la pobreza extrema.

El aporte de la zona andina a la producción del país en lo referente a

cultivos alimenticios es de suma importancia; el total de productos
alimenticios cosechados a nivel nacional fue de 8 921 000 TM,
correspondiendo a la sierra 4 863 000 TM, es decir el 54.5%. Este
resultado permite reflexionar sobre la necesidad imperiosa de mejorar la
productividad de la agricultura en la sierra, con base tecnológica y mejor
uso de los recursos hídricos mediante programas de irrigación. Un
aspecto de interés a efecto de que el campo no siga subsidiando a las
ciudades o enriqueciendo a los intermediarios, es que la venta de los
productos en chacra guarde una relación justa entre el agricultor y el
comprador o transportista, pues el precio en chacra de un producto
agrícola es, a veces, una ínfima parte de lo que paga el consumidor en
cualquier mercado o centro comercial. Esta grave distorsión debe ser
corregida con apoyo del Estado, favoreciendo al productor, sea
promoviendo la asociatividad, la conformación de empresas o la
organización de ferias de productores y apoyando las gestiones de
comercialización.

La agricultura andina para su desarrollo, requiere un riguroso programa

de irrigaciones que aseguren
su disponibilidad y
oportunidad. Hoy en día que el
comercio de los minerales e
hidrocarburos en el país está
alcanzando precios
competitivos y expectantes, el
Estado debe invertir gran parte
de las regalías en obras de
infraestructura, especialmente
irrigaciones que aseguren una
producción agropecuaria de
altos rendimientos y de
calidad. Además, los
gobiernos regionales tienen que programar acciones de desarrollo
vinculantes a la disminución de la pobreza y al involucramiento de la
producción agrícola y pecuaria en el mercado nacional e internacional.
Esto último implica promover la asociatividad de los productores,
impulso en la organización para el comercio, mejoramiento genético de
pastos y ganado, control de calidad, incentivos a quienes generan
empresas con protección del ambiente, etc.

Los recursos naturales que alberga nuestro territorio tienen que merecer
la debida atención para su apropiado uso, en ese sentido los planes de
ordenamiento territorial, la zonificación económico-ecológica, los
estudios de impacto ambiental, constituyen herramientas de gestión. Un

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aspecto interesante es que hoy los gobiernos regionales tienen
competencias constitucionales para promover y regular actividades en
agricultura, pesquería, agroindustria, turismo, energía, minería,
educación, salud y medio ambiente; además, de promover el uso
sostenible de los recursos forestales y de biodiversidad. Sin duda un
mecanismo inherente a la gestión de los recursos y el ambiente es la
implementación del sistema regional de gestión ambiental y la aplicación
de estrategias regionales respecto a la diversidad biológica y sobre el
cambio climático.

Por lo tanto, las más de 100,000 ha. de pasturas andinas, las 900,000 ha.
con aptitud agrícola; las 984,000 ha. con aptitud forestal, los más de 800
cuerpos de agua existentes, las casi dos millones de ha. afectadas con
erosión, existentes en la región Cusco, merecerán la debida atención
mediante programas que conduzcan a un aprovechamiento sostenible en
beneficio del millón doscientos mil habitantes que se hallan asentados en
esta privilegiada Región.

Cusco, Junio del 2010