PARCELA 27

En la imagen de
la izquierda, Julio
Fernández y su mujer
a la entrada de su
parcela. En el centro,
arriba, Eduardo
Fernández se asoma
a la puerta de su
casa. A la derecha,
dos ‘machacas’
vigilan la entrada
del recinto. Abajo, el

JAVIER CANDIAL
cubo de basura de la
parcela 27 en el que
la policía encontró 28
kilos de heroína.

SUPERMERCADO DE LA DROGA

ASÍ CAYÓ EL
Una lengua de unos 15 kilómetros, compuesta por
2.000 viviendas, se ha convertido en el mayor centro
de distribución de droga de la Comunidad de Madrid.
LA FAMILIA FERNÁNDEZ
BRUNO RECIBIÓ

‘FORT APACHE’
28 KILOS
DE HEROÍNA
DE LAS REDES TURCAS
~
DE LA CANADA REAL H
alil Ibarhim Ertugrul, alias Ibo,
era un profesional que hacía
todo lo posible por no llamar
la atención en un negocio, el
del tráfico de drogas, en el que
la discreción es fundamental.
La investigación sobre un turco, viejo conocido de la policía españo- Este turco de 50 años lleva casi dos déca-
das residiendo en España y apenas había
la, llevó a la Brigada Central de Estupefacientes a desmantelar uno tenido tropiezos con la policía, salvo una
de los mayores puntos de distribución de heroína de España, ubi- detención en 1994 en Málaga con dos kilos
de heroína. Ibo había residido en Barce-
cado en el corazón de la Cañada Real Galiana, en Madrid. La po- lona, en la Costa del Sol y en los últimos
años se había desplazado a la Comunidad
licía terminó así con todo un ‘Fort Apache’ desde el que se distribuía de Madrid, donde, desde el pasado mes de
marzo, comenzaron a controlarle los agen-
gran parte de la heroína que se vende en la Comunidad de Madrid. tes de la Sección II de la Brigada Central
JAVIER CANDIAL

[Manuel MARLASCA / Luis RENDUELES] de Estupefacientes, especializados en la

mmarlasca.interviu@grupozeta.es/ lrendueles.interviu@grupozeta.es represión del tráfico de heroína.

40 interviú 7 de julio de 2008 www.interviu.es interviú 41

 LOS TURCOS
Abajo, Ali Osman Simsek, un turco venido desde
Holanda, encargado de supervisar la llegada de la
heroína intervenida por la policía. A la derecha, el
traficante Halil Ibrahim Ertugrul, ‘Ibo’, acompañado
por Julio Fernández Saavedra.

JULIO FERNÁNDEZ Y SU SOCIO TURCO, ‘IBO’, NO HABLABAN POR TELÉFONO. SE CITABAN

PERIÓDICAMENTE EN UNA CAFETERÍA DE UNA PLAZA DE MADRID, NO LEJOS DE LA CAÑADA REAL
ASÍ CAYÓ EL ‘FORT APACHE’ DE LA CAÑADA REAL

Los investigadores observaron que Ibo
mantenía diversas reuniones con un miem-
bro de un conocidísimo clan gitano, Julio
Fernández Saavedra, sobrino de Manuel
Fernández Bruno, el Pajarito, un históri-
co traficante encarcelado hace unos años.
Julio es hijo de Eduardo Fernández Bruno,
Bocanegra, hermano del anterior. Tanto
Julio, como su mujer, María Ángeles Fer-
nández Jiménez, residían junto a Eduardo
Fernández Bruno en la parcela 27 de la
Cañada Real Galiana, una lengua de casas
ilegales cercana al mayor vertedero de ba-
suras de la ciudad, convertida desde hace
años en el mayor punto de venta de droga
de la Comunidad de Madrid. La familia
Fernández Bruno llevaba poco tiempo ins-
talada en la Cañada, hasta donde llegaron
desde La Quinta, un poblado chabolista ya
desmantelado y del que proceden una bue-
na parte de los residentes de la Cañada.
Las vigilancias sobre la parcela, una co- operación de mayor magnitud y que esa
rrala formada por tres viviendas, dejaron corrala no sólo era un punto de menudeo.
claro que se trataba de un despacho de trá- Julio e Ibo apenas hablaban por teléfono,
fico de drogas a pequeña escala, uno de los sino que se citaban periódicamente en una
muchos que hay en esa zona. Sin embargo, cafetería de la madrileña plaza de Conde
los contactos que Julio mantenía con el de Casal, a pocos minutos de la Cañada
turco hacían pensar que estaban ante una Real en coche.
Los seguimientos a Ibo permitieron a la
policía detectar la llegada de Ali Osman
Simsek, un turco llegado desde Holanda
que se alojó en un céntrico hostal de Ma-
drid. Los agentes de la Brigada Central de
Estupefacientes determinaron que el recién
llegado había sido enviado desde Holan-
da –su lugar habitual de residencia– por
los clanes turcos para supervisar la llega-
da de un alijo, un procedimiento habitual
en estas redes.
El pasado 19 de junio, los acontecimien-
tos de precipitaron, ante la evidencia de
que la operación de venta de heroína esta-
ba en marcha. La policía detuvo en primer
ARMAS Y DINERO lugar a Eduardo Fernández y a Ibo cuando
Arriba, una salían de una vivienda de la calle Chan-
pistola Glock tada, con un bolsa cargada con 140.000
semiautomática euros, parte del pago de la partida de heroí-
encontrada en
na que acababa de llegar a España. Según
la parcela 27 de
la Cañada Real. fuentes policiales, el clan gitano pagaba la
Junto a estas droga a unos 17.000 euros el kilo. Además,
líneas, 180.000 el turco llevaba 30.000 euros en su poder
euros intervenidos cuando fue arrestado. La vivienda era un
en la operación. piso de seguridad que Fernández Bruno
tenía para guardar a buen recaudo dinero,
droga y armas. De hecho, la policía en-
contró allí cinco armas largas en perfecto
estado. Al mismo tiempo, fue arrestado en
Gran Vía Ali Osman Simsek, el delegado
que la organización turca había enviado
para supervisar la operación.
Casi simultáneamente fueron detenidos

42 interviú 7 de julio de 2008

ASÍ CAYÓ EL ‘FORT APACHE’ DE LA CAÑADA REAL
EL ASALTO
La Brigada Central
de Estupefacientes
asaltó la parcela 27
de la Cañada Real
Galiana después
de la detención
de los principales
implicados. Dentro
encontraron dinero,
cocaína y prendas
de ropa sin estrenar
con las que los
toxicómanos pagan
sus dosis.
Campo de cultivo de opio.
LA NUEVA RUTA DEL MAR NEGRO
L
a ruta de los Balcanes,
el tradicional camino que
los traficantes de heroína
empleaban para introducir la
droga en Europa occidental, ha
sido casi abandonado por las
organizaciones turcas que sur-
ten de opiáceo al continente, que
utilizan ahora lo que se conoce
como la ruta del Mar Negro. Se-
gún explicaron a interviú fuentes
policiales, los laboratorios más
44 interviú 7 de julio de 2008
importantes de transformación
de heroína se encuentran actual-
mente en las zonas fronterizas
de Irán y Turquía. Desde allí, la
droga viaja hacia los almacenes
que las redes tienen, sobre todo,
en Bulgaria, aunque la presión
policial en ese país ha hecho
que los traficantes busquen
almacenes en Ucrania. Desde
allí, la heroína atraviesa varias
repúblicas bálticas, hasta llegar
a Polonia y, desde allí, entra en
Alemania y Holanda, las lanzade-
ras que las organizaciones turcas
tienen para meter la droga en el
sur de Europa.
Según la policía, la heroína in-
cautada al clan de los Fernández
Bruno había llegado, casi con toda
seguridad, por ese camino. De la
operación policial logró escapar
el transportista, un búlgaro que
introdujo la droga en España.
en las inmediaciones de su domicilio de la
Cañada Real Galiana el matrimonio for-
mado por Julio Fernández y María Ánge-
les Fernández. Mario Martota Calvo fue
arrestado después de sacar de la vivienda
de los Fernández Bruno un cubo de basura
que levantó las sospechas de la policía. En
efecto, en su interior los agentes encon-
traron 54 paquetes de heroína, que arro-
jaron un peso de 28 kilos. En el poblado
se había corrido rápidamente la voz sobre
la detención del matrimonio y Mario, un
machaca del grupo de traficantes, intentó
deshacerse de la droga en el contenedor
de basura.
El registro efectuado en la parcela de la
Cañada Real ocupada por la familia Fer-
nández Bruno dejó clara la importancia
de esta corrala en el tráfico de heroína en
Madrid. Allí, la policía encontró 10.000
euros en monedas de uno y dos euros,
producto del pago de pequeñas dosis de
droga. Además de la heroína intervenida
se hallaron 50 gramos de cocaína y un
enorme alijo de prendas de marca (Bur-
berry, Ralph Lauren, Carolina Herrera…),
valorado en más de 2.000 euros, con los
EN CASA DE LOS
FERNÁNDEZ BRUNO
HABÍA 10.000 EUROS
EN MONEDAS DE 1 Y 2
EUROS, CON LAS QUE
LOS ‘YONQUIS’ PAGABAN
LAS DOSIS DE DROGA
precintos magnéticos aún puestos, que los
toxicómanos roban en tiendas y grandes
almacenes y emplean como pago de la
droga. En la parcela de la Cañada tam-
bién había aparatos de electrónica, joyas
y una pistola Glock semiautomática de 9
milímetros lista para disparar.
El interior de las viviendas que forma-
ban la corrala en la que vivía la familia
Fernández Bruno estaba dotado de todo
tipo de lujos y comodidades: televisores
de plasma, consola Play Station 3, antenas
parabólicas, sofás de piel de diseño…
El punto de venta desmantelado es muy
importante, porque no sólo daba servicio a
los toxicómanos que diariamente acuden
a millares hasta la Cañada Real, sino que
la familia Fernández Bruno también distri-
buía su heroína a los escalones intermedios
del narcotráfico. De hecho, la partida de
28 kilos incautada por la policía iba a ser
rápidamente vendida a la clientela habitual
de los Fernández Bruno, según fuentes po-
liciales. Traficantes de media España iban
a comprar posturas de uno o dos kilos para
cortarlas y revenderlas.