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Sermón textual para la clase de Homilética de la Corporación Universitaria Reformada, escrito por el estudiante de teología Jhon Fredy Alvarado Cervantes.
Sermón textual para la clase de Homilética de la Corporación Universitaria Reformada, escrito por el estudiante de teología Jhon Fredy Alvarado Cervantes.
Sermón textual para la clase de Homilética de la Corporación Universitaria Reformada, escrito por el estudiante de teología Jhon Fredy Alvarado Cervantes.
SERMN TEXTUAL: DOS PUEBLOS Y UNA SABIDURA PODEROSA
JHON FREDY ALVARADO CERVANTES
MILCIADES PA GMEZ Magister en Artes en Estudios Teolgicos
CORPORACIN UNIVERSITARIA REFORMADA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES
TEOLOGA
Barranquilla D.E.I.P., Atlntico
Septiembre de 2016
Dos pueblos y una Sabidura Poderosa
Texto: 1 Corintios 1:22-24
Introduccin Haba dos pueblos vecinos que slo tenan un puente de escape para salir en cualquier tipo de emergencia, pero era menospreciado por ambos, an decan que era totalmente absurdo e intil haberlo construido. Uno de los pueblos, que se deca ser experto en arquitectura, argumentaba que sus bases eran endebles y no poda ser seguro pasar por all, y que los puentes verdaderamente tiles eran los que se construan segn sus parmetros. El otro pueblo, aunque deca que los puentes son tiles, deca que este puente en especfico no iba a ser utilizado jams, ya que su territorio nunca se iba a presentar ninguna emergencia. Pero en un momento dado hubo un terremoto que sacudi a ambos pueblos y los habitantes ms tercos y orgullosos quisieron salir por cualquier lugar menos por el puente que fue construido para ese fin y lamentablemente no sobrevivieron. Pero otros habitantes, que escucharon una advertencia por transmisin va radio antes de la catstrofe, salieron de sus pueblos y utilizaron el puente para sobrevivir a esta gran calamidad. A manera de ilustracin la anterior historia nos muestra que en los inicios de las primeras comunidades cristianas hubo dos pueblos que no queran creer en el mensaje de la cruz de Cristo, pero an en medio de estos dos pueblos Dios empez a construir Su pueblo, el cual somos nosotros. Cuerpo del Sermn 1. Los judos quieren ver seales y los griegos buscan sabidura: Pablo como judo Heleno poda explicar a ambos grupos de manera bastante precisa. Pablo hace esta distincin por efectos retricos, ya que quiere evidenciar que para ambos el significado de la Cruz es necedad, es decir, el mensaje del Evangelio es una tontera difcil de aceptar. a) Los Judos quieren ver seales: Cuando Jess ejerca su ministerio en Israel, los evangelios registran que los grupos ms sobresalientes del Judasmo del primer siglo le pidieron seales milagrosas (cf. Mt. 12:38-39; 16:1-4; Jn. 4:48). Es por ello que Pablo recalca que los judos son llevados por las seales, pero esto es manifiesto por motivo de que en el AT las revelaciones de Dios eran acompaadas por una seal milagrosa, un ejemplo de ello
b)
2.
a)
b)
3. a)
puede ser la liberacin del pueblo de Israel de la esclavitud egipcia
al atravesar el mar. Pero el rechazo, en este sentido del texto, no es que Pablo estuviese en contra de lo milagroso, sino que los judos rechazaban la cruz de Cristo como manifestacin de Dios. Los griegos buscan sabidura: Los griegos eran conocidos por su anhelo de conocer (Keener), esto lo podemos evidenciar en Hechos 17:21. Aunque es necesario aclarar que la palabra griegos es mucho ms amplia que simplemente los ciudadanos de Corinto, an la nacin griega, porque el trmino apunta a un tipo de persona influenciada por la cultura, filosofa y lengua griega. La motivacin de buscar la sabidura era que queran saber el porqu de su existencia en este mundo (un ejemplo son los estoicos y epicreos cf. Hch. 17.18ss). Pero nosotros anunciamos a un Mesas crucificado. Esto le resulta ofensivo a los judos, y a los no judos les parece tontera. Pero nosotros anunciamos a un Mesas crucificado: La centralidad del kerygma paulino era la Cruz de Cristo, y la explicacin de ese evento es hecho por l y sus colegas (cf. 1 Co. 2:2). Esto le resulta ofensivo a los judos, y a los no judos les parece tontera: Tanto para los judos, como para los paganos (no judos) la predicacin de un Mesas crucificado les era ofensivo y tonto. Para los judos un crucificado era un hombre maldito por Dios. Ni siquiera se poda mencionar a tal persona, porque hera la sensibilidad religiosa juda (cf. Dt. 21:22-23; Gl. 3:13). As que para los judos ponerle el ttulo de Mesas a un crucificado era sinnimo de maldicin. Para los paganos o no judos era completamente estpido siquiera pensar en proclamar un mensaje acerca de una persona que fue clavada a una cruz, las autoridades romanas por lo general crucificaban a esclavos criminales, por lo tanto, la cruz era eptome de debilidad, puesto que para la sociedad romana que estaba edificada por el poder y los niveles sociales, la imagen de salvador era normalmente dioses, reyes y benefactores pudientes. Pero para los que Dios ha llamado, sean judos o griegos, este Mesas es el poder y la sabidura de Dios. Pero para los que Dios ha llamado, sean judos o griegos: los que Dios ha llamado (klhto;V) son para Pablo el pueblo escogido de Dios, ya que cuando el inicia la carta se muestra como llamado (1:1) y a los creyentes de la comunidad de Corinto tambin les dice llamados (1:2, 9). Este es un ttulo que le hace al pueblo de Dios en general es un sinnimo de la Iglesia de Cristo.
Este llamado es realizado por Dios, indistintamente sean judos o
griegos, y son stos los que creen mensaje de la cruz. b) Poder de Dios: Cristo es el poder de Dios. Pablo conecta la palabra poder, no con la obra de creacin, sino con la obra de recreacin (cf. 1:18), es decir, Cristo es el poder de Dios en la redencin de su pueblo. Esta palabra poder es la respuesta a los judos que pedan seales. c) Sabidura de Dios: Pablo no afirma que Cristo es la personificacin de la sabidura, sino que Cristo es la respuesta divina a los griegos que consideran que el mensaje de la es una tontera. La sabidura de Dios aparece en contraste con la estupidez de los griegos. Conclusin Debemos ser agradecidos con Dios, porque nos llam para ser Su pueblo. As como en Corinto hubo creyentes que fueron judos y griegos incrdulos al mensaje de la Cruz, nosotros en otro tiempo fuimos de esa manera. Por ello debemos vivir como llamados y escogidos de Dios, que glorifique Su nombre en todos los aspectos de la vida cotidiana, porque los llamados son llamados a ser santos (cf. 1 Corintios 1:2).