Вы находитесь на странице: 1из 3
nos, Si es inconvenionte, en efeeto, transforinar Por in mala dein do usa prom pron da jorido y vigorosa, en pasta comin, insipida y si fuerza; si esto es ya una especie do. traicidiay jeudnto més lo serd cuando 4 esus infidelidades veladas & quo se entroga el actor presontindolas al piblico cobijadas por un nombre ilustro, alla dovvotuntas fantasies sacadas de 40 propio 02 rebro? bie eto isrtoprocra siempre, sensi qu ni po obendowo ti por falta de culdado dijo txpresar i que pula, poribir con fuerza ine {ancl Js movlaentos dada, movinielal ued! ton bion wutibe no dear de exponen onvonentemento,y guarda learitee yi eed presién gus deten apr tun en oe momen Tago’ hath, CAPITULO VI! carte no consiste on expresar mucho ‘ino en expresar bien, se ha dicho, [La moderacién y tomplanza son siem- pre grandes virtades al paso que In exagera— cin sera siempre gravisimo defecto. Hl talento de un actor casi puede mediese por su sobrieiad, Hay situaciones violentas que Se deseubren por una simple aecién 6 movi- miento. ninguna de las matorias relativas & Ia de- clamacién pueden darse roglas para cada cas, ‘As{ diremos en tesis general que el orador_ debe expresar por medio del gesto sin prodigarlo nunea; ahorrando las acciones més. significati~ ‘yas; no deseuidando los recursos que le ofrecen Jos gestos de las manos; siguiendo los preceptos convenientes para que salgan bellos los de los Draxos; no dejando en general un gesto sin sig- 216 ect nifleacién, ni una idea importante sin geb valiéndose do lox abundantes y-preciosos me= dios de expresién que ofvece Is fisonomia pero sin desencajaria; accionando con naturalidad soltnra; procurando no incurrir en los dos ex= tromos de muy fHio ¢ demasiado expresivo, es Aleeir, en el do no accionar nunca 6 en e! de Aeeirlo toilo acompanado de movimientos de pos y manos y cabeza, cuya prudencia y mode- racién dari por rosultado una bolla vatiedad. 4 Jn declamacién. Té aqui ahora unos pérrafos de Coquelin que explican endl ha de ser Ia sobriedad en los de= talles: No se debe hacer easo omiso de los detalles pintorescos pero tampoco se debe tomar como: punto de partida en Ia composicidn de un papel tal 6 eual rasgo pietérien: si hi. lugar, éste stm gird de si mismo. Todo dimana dol’ enniefer, |= Penetraos del espiritu de vuestro personaje ¥- naturalmente deduciréis la parte externa de ste: el alina construye al euorpo. Si Mefistofolos es foo es porque su alma es ‘monstruosa. Yo he visto represontarle superior mente en Viena, por Lewinski, quo nos Ie muestra corcobndo ¥ eojo; lo cual’ es apropiado al personaje. Pero en el caricter de Mofisteles jestd ol no hacor un ademén que no sea pinto- rosco y el colocarse en camente? debe el maniqui imponerse al actor? »No, la naturaleza no es tan pintoresea yo se Ia amolia tan pronto, sin degenerar en in ea ricatnra gen Io convencional Hasta deste el punto le vista de inmediato hay error, pronto como la impresisn Io aspecto pintoreseo, Una ver hecha vuestra presentacidn, el piblico no piensa en vos, y el fetecto fracasa si mo esti sostenide por la die- cid, por la expresidn del earécter; en una palae bra, por el estilo Hay més todavia, Si por un rebuscamiento de caracterizacién exterior legdis 4 tn resibio, toned euidado; en vex do ‘os hardis pesado, y el piblieo, aum= ‘que haya reido primeramente, se cargard’ pron to, y no tardaré en demostrirosio del modo més desagradable.» La sobriedad hn do ser tanto mayor en los Aetalles euanto mis vivo y animado os el dilo- ‘go. Cuando ha de dar carieter d una obra 6 es= ena Ia vivezn y animacién, seria reprobable pperjudicar estas condiciones propias y més esen- iales por el afin do buscar detalles, asi como sorin impropio buscar viveza y animaciin en ‘una escena imponente, seria y solemne. Donde no llegue la sobriedad del actor, le~ ariel talento y diserecién del director para dcterminar y emplear cada recurso y para la) acertada aplicacién del convencionalismo artis= tio en cada caso ‘Si hay sfectaciin en querer ser naturel 4) toda costa, Ia hay también eu pretender que, venga 6-no & cuento, se sienta el artista. ‘Ala manera quo el autor falto de ingenio | para hallar chistes de buena ley echa mano. dal barroquisto y de la pornografia para aleanzary 4 falta de otro, el deshonroso aplauso que tri Duta algunas veces Ia plobe a ta falta de decen= cia y las indecorosas alusiones, el actor que no tiene talento para conquistar aplausos con tina declamacién sobria yy verdaderamente artis: = tica, snole apelar & los efectos. de relumbrdn, Ja asainotada earicatura y 4 las apayasadas chas| ‘yacanerias, Y sucede esto con muchisima fre-1) ‘cuencin, especialmente entre dctores carncteri: ticos y ebmicos, los cuales varisimas veces 0) mantienen deutro los limites de una disorota © sobriedad, pues aun «los mas artistas y que me= jor saben justipreciar esta cualidad, un aplauso fnmerecido les arrastra y descompone. Tino conocemos, sin embargo, pero uno solo, ‘para quien ni las impaciencias, ni el eansancio, £1 halago fc son bastante para sacarle del terme: no del arte, Nos referimos é un actor que indudas ‘Memento conocern muchos de nuestros lectores, algunos de los cuales recordarén todavia. aque- Jas preciosas expresiones expansionales que 86 redueian é una sobria gosticulacién y una. sim- ple exclamacién, por medio de las cuales mani festaba en brevisinios instantes confianza, aton- ccm, recelo y estupor de una manera. gradual unque rapidisima, No cabe expresar mejor el voeleo que le da el corazin al convencerse de que habia sido burlado por parte de quien esta~ bia muy lejos de sospechar capaz de cometer ‘una fochoria Enel actor aludido podrian aprender nues~ ‘ros eimicos y caracteristicos para sostoner me- Jjor los tipos y para aleanzar el nombre de verdaderos artistas

Вам также может понравиться