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El trabajo en negro

Una de la nueva problemáticas de nuestro milenio es el trabajo en negro, “los nuevos


esclavos”, como son llamados por muchos periodistas y artistas contemporáneos, estas
personas llámense como se prefiera son la que sufren al trabajan sin las
contemplaciones que tiene un trabajo formal, como es el no realizar aportes, no
contemplar un obra social y no se encuentran con salarios mínimos regentes por la ley.
Según datos estadísticos en la argentina el 47,3 de los trabajadores se encuentran en
negro, esta es una gran realidad que nos toca muy de cerca y demos reflexionarla muy
atentamente.
Las malas políticas de nuestro país hacen develar en forma rotunda esta problemática.
Con el nombre de “gobierno” nos encontramos al empleador con más trabajadores en
negro existente que pasa desapercibido disfrazado con nombres de “plan trabajar” que
cobran sueldos por debajo del salario mínimo y sin los beneficios laborales.

EL FRENTE SOCIAL: DATOS DEL INDEC


El empleo en negro no cede: afecta al 47,5% de los asalariados

Pese a la mejora de la economía, 4,7 millones de personas trabajan sin beneficios


laborales. Y cobran 65% menos que los que están en blanco. Es un problema que
arrancó en los 90 y se multiplicó con la crisis.
Ismael Bermúdez.
ibermudez@clarin.com

Aun con el crecimiento sostenido de la economía, el Gobierno no logra frenar un


complejo problema social que se arrastra desde los 90, y que se multiplicó con la crisis:
el empleo en negro. Hoy, en la Argentina hay 4,7 millones de personas que trabajan en
relación de dependencia, pero que no reciben los beneficios laborales, como vacaciones,
salario familiar, y de la Seguridad Social. Esto representa, según cifras del INDEC
divulgadas ayer, al 47,5% de la gente que está en actividad.

Si bien en el último trimestre del año el trabajo en negro representaba al 48,9% de los
empleados en el país, la merma en la estadística es menor, y en buena parte se debe a
que mucha gente que no estaba registrada perdió sus puestos y pasó, por ende, a
engrosar nuevamente la fila de desocupados. Estas fueron 220 mil personas. Sólo una
minoría consiguió pasar a trabajar en blanco (55 mil personas). Este movimiento
determinó una suba del desempleo del 12,1% al 13%.

Este pase de asalariados en negro al desempleo se debe a que esos puestos de trabajo
eran coyunturales y se generaron por factores temporales como las fiestas de fin de año.
Con el inicio de las vacaciones, esos empleos desaparecieron y no fueron reemplazados
por otros.

Si la comparación se realiza contra igual trimestre de 2004, el empleo en negro se


reduce del 48,7% al 47,5% y el número de trabajadores ocupados aumenta en unas
300.000 personas. De este total, más del 90% del crecimiento del empleo
correspondería a trabajadores en blanco.

Aunque la economía ya registra niveles de producción similares a 1998, antes que se


disparara la recesión y la crisis, el trabajo en negro está 10 puntos por encima del que
existía en aquel momento. Esto representa a un total de 1,5 millón de trabajadores en
negro por encima de los que había 7 años atrás.
El trabajo en negro.

Las actividades con mayor proporción de trabajo no registrado son el servicio


doméstico, el agro y la construcción. Solamente en esos tres sectores hay unos 2,5
millones de trabajadores que reciben el sueldo sin beneficios. La mayor cantidad de
empleados en negro está en pequeñas empresas. En las firmas más grandes, la
proporción de trabajadores no registrados es menor. Sin embargo, estas compañías
recurren en mayor medida a personal contratado o a monotributistas, aunque esa gente
tenga una relación laboral dependiente.

Un factor que pesa en este alto nivel de trabajo no registrado es que los beneficiarios de
los planes sociales, a pesar de que están trabajando bajo la cobertura del Estado, son
trabajadores "en negro". Y eso se debe a que no cuentan con la cobertura de seguridad
social y ni siquiera tienen una relación laboral ya que sólo cobran una "ayuda" (no es un
sueldo) de 150 pesos.

Trabajar en negro significa no cobrar salario familiar, aguinaldo o vacaciones. En caso


de despido, el empleado no tiene derecho tampoco al pago de la indemnización
correspondiente.

Además, al no registrar aportes no tienen seguridad social, tampoco tienen derecho a la


jubilación o pensión, no cuentan con obra social ni seguro de accidentes de trabajo. Y
en promedio cobran menos de la mitad de lo que ganan los trabajadores que están
registrados.

Desde fines de 2001, los salarios en negro aumentaron el 20,4% con una inflación del
63%. En otras palabras, perdieron un poco más de la cuarta parte del poder de compra
que tenían antes de la devaluación. En cambio, los ingresos en blanco están levemente
arriba del aumento de los precios. Entre el salario en blanco y el salario en negro, la
diferencia es del 65%.

En las provincias del Noreste, el empleo en negro promedia el 55%, pero Tucumán es la
ciudad con la mayor proporción de trabajo en negro: 62,9%. Allí, este fenómeno va en
ascenso: en el cuarto trimestre de 2004 era del 60,2%. En cambio, en la Capital, la cifra
está en el 36,1% y el conurbano en el 51,1%.

Fuente: diario clarín.


Hijos y entenados
Marcelo Cantón
mcanton@clarin.com
La Argentina laboral está divida en dos, por mitades. Por un lado, los trabajadores en
blanco, con obra social y derecho a la jubilación, con doble indemnización para frenar
despidos. Son los beneficiados por las subas salariales por decreto, por el ajuste del
salario mínimo, por las negociaciones colectivas. Por el otro lado, los trabajadores en
negro. Sin derechos permanentes, sin acceso a planes de salud ni la certeza de tener
ingresos al retirarse. Las políticas de flexibilización laboral de los 90 sólo acentuaron la
tendencia. La recesión primero, y la crisis post devaluación, después, hicieron que al
problema se le hiciera la vista gorda para no agravar la situación social. Y sigue sin
cambio. Con la mitad de los trabajadores como hijos. Y la otra mitad, como entenados.
Discriminación Laboral

Habitualmente el concepto de discriminación genera un rechazo


importante en la mayoría de los miembros de una sociedad;
solemos negar tener prejuicios y ni que hablar de discriminar.
Discriminación laboral. La discriminación en el empleo y la
ocupación consiste en otorgar un trato desigual y poco
favorable a las personas debido a criterios como:
Raza
Género
Color de la piel
Religión
País de origen
Estado civil
Preferencia sexual (en algunos casos como se describe abajo)
Esto nos lleva a dejar de lado calificaciones y méritos reales de las personas,
desperdiciando talentos y perjudicando así el progreso económico de la sociedad., y
menospreciando a dichas personas. La Organización Internacional del Trabajo,
considera imprescindible la eliminación de la discriminación en el plano laboral, por el
bien de cada persona y de toda la sociedad.
¿Cuáles son algunos ejemplos de discriminación laboral?
El no entrevistar o negarse a entrevistar a una mujer competente debido a embarazo.
El despedir a un empleado hispano por faltar al trabajo mientras que no se despide a
otros empleados que también se ausentan.
El pagar menos por el mismo trabajo a empleados de etnias minoritarias en
comparación con empleados que no son minoría.
Tomar represalias en contra de empleados que se quejan o han presentado una queja de
discriminación.
No llegar a un acuerdo sobre creencias religiosas de un empleado, por ejemplo, no dar
permiso de ausentarse sin goce de sueldo a un empleado durante una fecha religiosa.

15-07-2006 20:34 | Sociedad


Discriminación laboral y por actividad gremial son las denuncias habituales en el INADI
La discriminación en el ámbito del trabajo y la segregación por motivos políticos e
ideológicos, en general por actividad gremial, son los motivos por los cuales se registró
mayor número de denuncias en el Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el
Racismo (INADI), según estadísticas oficiales.

Más de un tercio de las 6 mil denuncias recibidas en el INADI durante 2005 son por
discriminación laboral, la mayoría por motivos político-ideológicos, seguidas de cerca por
los casos de segregación de personas enfermas de sida, epilepsia y otras enfermedades.

Los siguientes son algunos de los últimos casos ingresados en el instituto:

* 22 de junio: el abogado de fe judía Carlos Wiater presentó una denuncia ante el INADI al
sentirse discriminado por el camionero Carlos Ayala, quien en rueda de prensa, cuando
explicaba los motivos de un "boicot" a supermercados chinos, afirmó, según la querella, que
"el italiano es jodido, el gallego es jodido y el judío es jodido, pero con ellos nunca tuvimos
los problemas que tenemos desde hace tiempo con los chinos".
* 29 de junio: artesanos de la Plaza 9 de Julio de la ciudad de Posadas, Misiones, pidieron la
intervención del INADI ante el inminente desalojo de sus puestos por parte de funcionarios
municipales, y consideraron que son discriminados porque la intendencia local permite en
el mismo espacio el comercio de otros productos, pero no de sus artículos.

* 4 de junio: la defensoría del Pueblo de Santa Fe pidió la intervención del INADI para que
determine si existió un acto de discriminación por parte de una empresa expendedora de
tickets, que se negó a vender a un discapacitado una entrada para asistir a la función de un
espectáculo circense en Buenos Aires, por co considerar que la silla de ruedas
"entorpecería" la circulación de los espectadores.

* Mayo: un grupo de policías de Tierra del Fuego acusó a los poderes públicos de la
provincia de discriminar a la fuerza por permitir la continuidad de una norma que les
prohíbe conformar un sindicato. Los efectivos presentaron un proyecto de ley para derogar
la prohibición y tras declaraciones cruzadas con el gobierno presentaron ante el INADI la
denuncia.

* Mayo: las comunidades aborígenes toba, wichis pilagás y quom de la provincia de Chaco
presentaron una denuncia al considerar que son discriminados en la adjudicación de tierras
fiscales por parte de la gobernación, y reclamaron mayor transparencia.
Discriminación Laboral.
El desempleo en las mujeres

La desocupación golpea más a las mujeres que a los varones. Y en particular a las
mujeres más jóvenes.

Según los datos del INDEC, mientras el desempleo entre los hombres es del 11,2%,
entre las mujeres trepa al 15,4%, y esto considerando a los que reciben planes sociales
—el grueso son mujeres— como ocupados.

Las más castigadas son las mujeres de menos de 29 años: en ese segmento, el
desempleo sube al 26,3%. Para la misma franja de edad, el desempleo entre los hombres
es del 19,2%.

La situación social más negativa para las mujeres se encuentra en el conurbano


bonaerense y en La Plata: en esas zonas, el desempleo femenino es del 18,7 y 18,8%. Y
el de las mujeres de menos de 29 años, en el Gran Buenos Aires trepa al 31,2%.

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