Вы находитесь на странице: 1из 12

Resumen

En este contexto nos enfocaremos particularmente en el ejercicio de la ética en

la práctica pediátrica, abarcaremos temas de amplia importancia como los son

la propia ética desde sus antecedentes históricos.

Gracias a la bióetica, término adoptado por el doctor Van Rensselaer Potter, la

práctica médica ha sufrido diversos cambios en la relación médico-paciente. En

el paciente pediátrico sucede una situación peculiar, ya que la mayoría de las

veces éste carece de criterio o madurez suficiente para tomar sus propias

decisiones.

Un problema tan común como la anorexia, por citar un ejemplo, involucra los

hábitos del hogar y la familia, los cuales deben ser modificados y orientados

por un profesional de la salud.

Summary

In this context, we will focus particularly in the exercise of ethics in the pediatric

practice; we will cover several topics of great importance, such as the ethics

itself since its very own historical beginnings.

Thanks to the bioethics, terms adopted by Doctor Van Rensselear Potter,

medical practice has been through diverse changes in the doctor-patient’s

relationship. With the pediatric patient happens a particular situation, because in

most of the cases he or she lacks of criteria or enough maturity to take his or

her own decision.

For example, even a common problem, such as anorexia, involves familiar

habits and integrants, which must be modified and oriented by a health care

professional.

Ética en la práctica pediátrica 1


Introducción

Marco teórico

La práctica de la medicina que es la ciencia y el arte de curar a los enfermos y

preservar su salud significa para el profesional, el deber de desplegar una

actividad técnicamente perfecta y someterse a la disciplina ética de su

profesión. Preservar la salud tiene un valor inestimable y a pesar de los

avances del desarrollo humano en otras áreas de la vida, albergar la esperanza

o aliviar parcialmente el sufrimiento, o en el mejor de los casos, devolver la

salud al paciente tiene una gran connotación para los enfermos y los familiares

que han puesto su confianza en el personal de la salud.

La bioética es una rama de la filosofía que reflexiona sobre el “debería ser”.

Consiste en una disciplina que nos ayuda a tomar decisiones prudentes en

condiciones de incertidumbre. La medicina, no es una ciencia exacta como la

física o las matemáticas por lo que los profesionales de la salud tomamos

decisiones probabilísticas en la clínica y no de certeza.

Antecedentes históricos

En el año de 1970, Van Rensselaer Potter, oncólogo y profesor de la

Universidad de Wisconsin, introduce el término de Bioética como una disciplina

que debía conjugar las ciencias naturales y humanísticas, a la que

posteriormente anexó los problemas vinculados con la Medicina,

fundamentalmente como consecuencia del impetuoso desarrollo tecnológico y

su aplicación en los pacientes. Por su trabajo es considerado el padre de la

bioética.

Justificación

Si esto se lleva al campo de la pediatría, donde el enfermo o paciente se trata

de un niño, un ser evolutivamente en desarrollo, con una inmadurez física y

Ética en la práctica pediátrica 2


emocional, permeable a las influencias externas (familia, sociedad y cultura), la

práctica de la medicina adquiere entonces mayor relevancia y cuidado.

Para el adecuado tratamiento del niño por parte del personal médico y

paramédico, se crearon en muchos países las disciplinas de pediatría social,

pediatría integral y más recientemente medicina del adolescente. Todas ellas

con gran contenido de ética, moral, derechos humanos, psicología del

desarrollo, conducta infantil, familia y sociedad, sin olvidar claro esta de un

actualizado y completo conocimiento científico sobre la salud y las

enfermedades de los niños y adolescentes.

En los últimos años la práctica de la pediatría ha sufrido cambios significativos,

adaptándose a los nuevos tiempos, en los cuales, el niño o adolescente pasó

de ser un ente pasivo a un ente activo de la consulta, donde se les ha

involucrado en el proceso de la recuperación de la salud y prevención de

enfermedades, así como se les ha tomado en cuenta su opinión en la

aplicación de los tratamientos e intervenciones medico-quirúrgicas, esto

constituye el consentimiento informado en pediatría (asentimiento del menor +

permiso informado de los padres o tutores).

Sin embargo hay que valorar que las decisiones tomadas por los padres y el

menor sean con el fin de proporcionar lo mejor al paciente.

Cabe señalar que en países como Estados Unidos y Canadá, incluidos algunos

de Europa y América del Sur, es legal prestar servicios de salud a menores

(adolescentes mayores de 14 años) sin la autorización de sus padres (tutores)

o sin la asistencia de los padres a la consulta, entre estos servicios se cuentan:

la curación de enfermedades de transmisión sexual, orientación para la

anticoncepción, atención por embarazo o por adicción a las drogas, servicios

de salud mental y tratamiento por abuso sexual o violación.

Ética en la práctica pediátrica 3


Tradicionalmente, la ética en la práctica médica se ha guiado por los principios

hipocráticos de "hacer el bien y evitar el mal", sin tener en cuenta la opinión del

paciente (medicina paternalista). En los últimos tiempos la figura del medica

cambiado a la de un prestador de servicio y se ha aceptado el papel

fundamental del paciente, o de los padres o tutores legales en el caso de

pacientes pediátricos, en la toma de decisiones médicas. Se considera que la

práctica médica debe basarse en una serie de principios básicos bioéticos

descritos por primera vez en el año de 1979:

Autonomía

El paciente, siempre que tenga capacidad mental y tras ser informado

adecuadamente, es quien debe tomar las decisiones finales sobre los

tratamientos que hay que realizar. Es difícil saber a qué edad alcanza el niño la

autonomía personal, cuándo se le debe informar, en qué grado y cuando debe

ser él quien tome las decisiones, por lo que cada caso debe ser valorado

individualmente.

Beneficencia

Toda actuación médica debe buscar el bien del paciente. Este principio obliga a

ofrecer al paciente todas las posibilidades diagnósticas y terapéuticas que sean

beneficiosas, extremando los beneficios y disminuyendo los riesgos, explicando

al paciente el criterio profesional acerca de cuál es la mejor opción terapéutica.

Justicia distributiva

Se debe tratar a todos los pacientes con la misma consideración. Existe la

obligación de prestar la misma asistencia a todas las personas,

independientemente de su raza, sexo, religión y situación socioeconómica,

garantizar la igualdad de oportunidades y favorecer una distribución equitativa y

Ética en la práctica pediátrica 4


eficiente de los recursos. Se debe intentar conseguir los mejores resultados

con el menor coste humano, social y económico.

No maleficencia

No se debe actuar para causar mal. Sólo se deben utilizar aquellos

tratamientos que proporcionan un beneficio y se deben evitar terapias que

puedan producir daño, o lo que es lo mismo, estén contraindicadas.

A continuación vamos a referirnos a algunos de los dilemas éticos a los que

nos enfrentamos en la vida cotidiana los profesionales dedicados a la Pediatría,

sin pretender abarcarlos todos:

El procedimiento mas habitual para la toma de decisiones en las salas de

cuidados intensivos pediátricas es un consenso entre todos los miembros del

equipo medico o la unidad y la mayor parte de las veces, aunque no siempre,

se toma en cuenta las opiniones de los padres, esto nos demuestra que aun

hoy en día y contrario a lo que debiese practicarse todavía permanece el

modelo paternalista que mantiene a la familia al margen de decisiones en las

que debería claramente intervenir, esto puede ser por el deseo de proteger al

paciente o por miedo a que no se tenga la misma opinión que el medico. Sin

embargo, las recomendaciones éticas no ofrecen ninguna duda hoy en día

sobre el papel activo que les corresponde a los padres en la toma de

decisiones sobre los cuidados críticos de sus hijos, y la experiencia demuestra

que en la práctica el desacuerdo entre el equipo médico y la familia es

excepcional, y cuando lo hay suele resolverse con el diálogo.

Un problema tan común como la anorexia y que representa del 20 al 30 % de

los motivos de consulta en niños, puede acompañarse a otras afecciones más

serias, con signos o síntomas tal vez más alarmantes, sin embargo es el que

más le preocupa a la madre y le produce angustia, por lo que, aunque

Ética en la práctica pediátrica 5


conocemos que posiblemente sea propio de la afección que presenta el niño y

que debe restablecerse cuando esta finalice, es deber nuestro ser

comprensibles ante su reclamo.

Pero si se trata de un trastorno de la conducta alimentaria genera mayor

ansiedad y preocupación en el seno familiar y el niño se convierte más aún en

el centro de la atención, por lo que debemos ser capaces con toda ética, de

orientar el manejo de esos niños, lo que implica romper con hábitos

inadecuados de alimentación, muchas veces de costumbres familiares, y con

las conductas empleadas para que el niño ingiera los alimentos.

Relacionado a esto encontramos el alto grado de obesidad en niños en nuestro

país. Esta enfermedad predispone a algunas secundarias como DM e HTA, lo

cual a nivel internacional es signo de alarma y se puede prevenir con la

colaboración del paciente junto con el gran apoyo de la familia.

Otro de los dilemas de la práctica pediátrica es la atención del niño con

dolencias crónicas, discapacidades, en especial el retraso mental y las

enfermedades oncológicas. En los primeros casos puede que el niño sea

rechazado o por el contrario se convierta en lo más importante para la madre,

pero en ambos, distorsiona toda la dinámica familiar y cambia el rumbo de la

vida de todos los integrantes de esta, por lo que todos sus miembros deben

encontrar en nosotros no solo atención médica, sino además un gran respeto y

comprensión y contribuir a disminuir o prevenir la estigmatización que

habitualmente condicionan estas enfermedades ante la familia y el medio

social.

Es también otro dilema ético el diagnóstico prenatal, tanto la realización de los

estudios que debe basarse en el principio de autonomía como la decisión de

que nazca un niño aun cuando se conozca que va a nacer enfermo, incluso con

Ética en la práctica pediátrica 6


enfermedades incompatibles con la vida. Ello pone a prueba toda nuestra

capacidad de persuasión y sentido ético, no solo por la calidad de vida del feto,

sino de la propia madre y la familia.

Las creencias religiosas pueden surgir o acentuarse cuando el niño enferma,

consideramos debemos respetarlas cuando no son perjudiciales para la salud

del individuo, pero, ¿Qué hacemos cuando implica algún riesgo? Muchos de

nosotros ante situaciones como éstas han tenido que dedicar horas para

impedir que la salud del niño pueda ser perjudicada, en ocasiones apoyados

por otros miembros del equipo de salud como las enfermeras y los psicólogos.

El manejo del niño maltratado merece una seria atención, no solo aquél que

obviamente acude por algún acto de violencia o maltrato físico, sino además el

abuso sexual y los casos de síndrome de Munchausen donde se le inventan

síntomas o le son provocados por algún tóxico, medicamento o agente

infeccioso, o se alteran muestras de laboratorio para conseguir la atención de

la familia y el personal de salud, o no se atiende la alimentación, higiene o

salud del niño. En todos los casos una vez detectado puede suceder que la

familia no quiera que se apliquen las medidas judiciales, por lo que resulta un

verdadero dilema ético el manejo de estos casos.

El papel del médico que todo lo sabe y todo lo decide debe sustituirse también

en el paciente pediátrico por el de co-guardián de la salud del niño

conjuntamente con él, cuando sea posible y con sus familiares.

Es deber del médico permitir que los padres, familiares o tutores del paciente

decidan libremente acerca del tratamiento sin presionar para que acepten o

rechacen las opciones que se le ofrecen, con intención de influir para que

hagan lo que el desea o lo que el cree que es mejor, proporcionándoles

Ética en la práctica pediátrica 7


información suficiente, clara, oportuna y veraz, ya que los padres o familiares

de los pacientes.

Tienen derecho a que se les brinde una información completa sobre el

diagnóstico, pronóstico y tratamiento ajustados a la realidad, además de que

esto les ayuda a tomar las decisiones más fácilmente.

El Colegio Nacional de Pediatras Mexicanos, Confederación Nacional de

Pediatría de México A.C., recientemente acaba de publicar un código de ética

que consta de 38 artículos divididos en 2 capítulos, el primero habla de

disposiciones generales y el segundo de los deberes del medico pediatra.

Además de 4 artículos transitorios.

En el artículo 4 de este código nos habla de los valores éticos pero enfocados

hacia el bien del paciente pediátrico. Estos valores son: Bondad, Sabiduría,

Respeto, Responsabilidad, Relaciones Profesionales, Confidencialidad y

Honestidad. Esto nos da a entender que estos valores medico son importantes

para cualquier profesional de la salud, no importando que edad tenga el

paciente, esto ultimo es corroborado en el articulo 6.

Estos valores debemos de tratar de cumplirlos siempre pero sobre todo debido

a los problemas que puede haber en la practica pediátrica, debemos poner

especial atención a la honestidad, ya que como se sabe a veces creyendo

buscar el bien del paciente podemos ocultarle cosas a los padres con miedo a

que ellos piensen diferente o que no entiendan lo que esta sucediendo y se

creen conflictos.

En el artículo 7 nos habla de algo muy importante que es la comunicación que

se debe tener con los padres o los responsables del paciente, sin ocultarles

ninguna información, tratar de tener una excelente comunicación con los

padres ya que ellos son los encargados del paciente y además al igual que el

Ética en la práctica pediátrica 8


medico tratante buscan el bienestar del paciente, si es posible se debe tratar de

que el menor participe en la decisiones de su tratamiento y este enterado de lo

que este pasando ya que su opinión también es importante pues nos pueden

ofrecer alternativas que no habíamos considerado y que pueden ser una mejor

opción. Si el medico expone adecuadamente lo que se cree que es mejor para

el menor los padres muy pocas veces estarán en desacuerdo con la opinión del

medico y se podrá dar un mejor tratamiento sin confusiones o problemas

futuros. Aun así a veces aunque el medico exponga correctamente los

tratamiento del niño los padres estarán en desacuerdo, a veces esto puede ser

por religión, costumbres, entre otra cosas, el medico debe entonces si la vida

del menor peligra acudir a otras instancias como podría ser la ayuda judicial.

Es deber del medico permitir que los padres, familiares o tutores del paciente

decidan libremente acerca del tratamiento sin presionar para que acepten o

rechacen las opciones que se le ofrecen, con intención de influir para que

hagan lo que el desea o lo que el cree que es mejor, proporcionándoles

información suficiente, clara, oportuna y veraz, ya que los padres o familiares

de los pacientes tienen derecho a que se les brinde una información completa

sobre el diagnóstico, pronóstico y tratamiento ajustados a la realidad, además

de que esto les ayuda a tomar las decisiones más fácilmente.

La investigación en los menores de edad solo está permitida realizarse como

investigaciones terapéuticas, es decir aquellas que solo buscan un beneficio

directo para el paciente, y bajo la condición que sea imprescindible que sean

hechos en esta edad.

El permiso debe obtenerse del responsable legal.

Ética en la práctica pediátrica 9


Los padres del menor o sus representantes no están facultados para autorizar

ninguna acción que menoscabe los derechos del niño. En pos, por ejemplo solo

conocer más sobre una patología.

Ejemplos de dilemas éticos en la investigación en niños:

o Uso de placebo: Al valorar la eficacia de un nuevo tratamiento se

necesita tener grupos control con uso de placebo, en diseños aleatorios

que involucren múltiples centros y sujetos. Sin embargo, cuando se han

realizado estos estudios con seguimiento a largo plazo, y se ha definido

la seguridad y efectividad de un tratamiento dado que viene a constituir

el nuevo estándar, deja de ser ético plantear nuevas investigaciones

utilizando placebo, en especial si de por medio esta en riesgo la vida de

los sujetos. Este es el caso del uso de surfactante para recién nacidos

afectos de síndrome de distres respiratorio. Luego de veinte años de

investigación, el patrón de oro contra el cual se deben comparar nuevas

moléculas o tratamientos.

o Pruebas genéticas: Dado que los avances tecnológicos en el área del

diagnostico genético anteceden considerablemente a los referentes al

tratamiento definitivo o preventivo de los trastornos genéticos, el uso de

esta tecnología debe estar siempre enfocado al mejor interés del niño.

Cronograma:

o Primera reunión de equipo 31 de Octubre de 2007

o Investigación de artículos 3 de Noviembre de 2007

o Comparación de datos encontrados 5 de Noviembre de 2007

o Inicio de redacción de trabajo 5 de Noviembre de 2007

o Ajuste final de trabajo 12 de Noviembre de 2007

Ética en la práctica pediátrica 10


o Imprimir trabajo final, engargolar y respaldar información en formato

digital 14 de Noviembre de 2007

Conclusiones:

La bioética se rige por varios principios básicos, los cuales ayudan a nosotros

como profesionales de la salud a tomar decisiones razonables en aquellos

momentos donde de otra forma nos podrían orillar las circunstancias a decidir

erróneamente.

El paciente pediátrico ha llegado a ser un ende activo durante la interacción

medico-paciente.

Al interactuar con un paciente pediátrico nos envolvemos en una situación

especial ya que necesitamos estar en contacto con el familiar o tutor en las

tomas de decisiones gran parte de los casos, tomando en cuenta que el

paciente es una persona la cual carece de la madurez o juicio para acertar en

las decisiones.

Las investigaciones son situaciones especiales en donde solo se permite tratar

al paciente mediante esta evaluando el equilibrio de riesgo-beneficio, y solo

esta permitido aquellos protocolos en los que se han obtenido buenos

resultados en humanos descartando aquellos con resultados en animales

experimentales o con resultados de laboratorio

Bibliografía

1. Dra. Martha Ortiz García, Dra. Orietta Portuondo Alacán, Dra. Lilia Ahuar

López y Dra. Isis Rodríguez Rivalta; La ética en la práctica pediátrica, Rev

Cubana Pediatr v.76 n.3 Ciudad de la Habana jul.-sep. 2004

http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0034-

75312004000300010&script=sci_arttext

Ética en la práctica pediátrica 11


2. A Rodríguez Núñez, J López-Herce Cid, Mª T Hermana Tezanos, C Rey

Galán; Ética y reanimación cardiopulmonar pediátrica, http://db.doyma.es/cgi-

bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.fulltext?pident=13097359

3. Bonet de Luna, La Bioética en la práctica: Análisis a partir de casos clínicos

Burgos 2007, http://www.aepap.org/apapcyl/bioetica_practica.pdf

4. Hernández González, Dr. Eduardo R.; Bioética en Pediatría,

http://www.compumedicina.com/pediatria/ped_010405.htm

5. Ética para la investigación médica en niños,

http://www.cgcom.org/notas_prensa/2007/07_10_05_amm.html

6. Del Valle Miguel; Siede Liliana Virginia; Stepansky Nuria; Andrián Graciela;

Duro Eduardo, Niños en investigaciones científicas,

http://www.bioetica.org/bioetica/doct22.htm

7. http://www.aceb.org/bioet.htm

8. Gianantonio, Dr. Carlos A.; Ética clínica en pediatría, Rev Med Uruguay

1990; 6: 3-5

9. Código de Ética del

Colegio Nacional de Pediatras Mexicanos,

Confederación Nacional de Pediatría de México A.C. ,

http://www.conapeme.org/etica.htm

Ética en la práctica pediátrica 12

Вам также может понравиться