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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Medicina

Ética del Ejercicio Profesional

La Ética en la práctica de la Hematología

Profesor: Dr. Jair García Guerrero

Nombre de los alumnos:

Juan Dionisio García Castillo

Salvador Eloy García Valenzuela

Noviembre de 2007
INDICE

Resumen……………………………………………………………………………………. 3

Introducción……………………………………………………………………………….. 4

• Marco Teórico

• ¿Qué consideraciones éticas existen en esta práctica tan frecuente y benéfica, pero

potencialmente peligrosa?

• Antecedentes Históricos
9
Justificación…………………………………………………………………………………..
10
Material y Método…………………………………………………………………………..
11
Resultados…………………………………………………………………………………..
12
Conclusiones…………………………………………………………………………………
14
Bibliografía……………………………………………………………………………………
RESUMEN
La posición de los Testigos de Jehová, con respecto a las transfusiones de sangre

y hemoderivados se ha convertido para la práctica médica y para la bioética en un reto

compuesto de diversas facetas: una demanda ética que apela a premisas religiosas,

las posibilidades de las ciencias médicas de dar con procedimientos médico-quirúrgicos

alternativos, reconocimiento de las diferencias de los individuos, la afirmación de la

autodeterminación de los pacientes y las obligaciones del Estado y sociedad para con

ellos. Sin embargo, desde una mirada lejana a los Testigos de Jehová, es posible notar

que el análisis de su posición ética puede entrañar elementos ajenos a sus creencias,

que deben ser discernidos para reconocer los contenidos éticos que permitan articular

una posición que oriente a los diversos sujetos que intervienen en la práctica médica.

The position of Jehovah's Witnesses, with regard to blood transfusions and blood

products has become for medical practice and for bioethics in a challenge made up of

various facets: a demand that calls for ethics religious premises, the possibilities of

science medical finding alternative medical procedures, recognition of the differences in

individuals, the affirmation of self-determination of patients and obligations of the state

and society towards them. However, from a distant look at the Jehovah's Witnesses, it is

possible to note that the analysis of its ethical position may involve elements alien to

their beliefs, which must be detected to recognize the ethical content allowing articulate

a position to guide the various subjects involved in medical practice.


INTRODUCCION
Marco Teórico

La transfusión sanguínea es un recurso terapéutico aceptado por las ciencias

médicas y todavía de inigualable beneficio en medicina, particularmente útil en las

áreas de neonatología, hematología, oncología, traumatología, medicina crítica. Su

empleo, muchas veces representa la diferencia entre una buena o mala evolución; sin

embargo, a pesar de sus beneficios indiscutibles, la transfusión es un procedimiento

con riesgo, ya que puede dar origen a serias complicaciones, incluso mortales. Hasta

hace pocos años las complicaciones alcanzaban el 20%. Gracias a los mejores y

rigurosos controles actuales esta cifra ha descendido en forma notable.

¿Qué consideraciones éticas existen en esta práctica tan frecuente y benéfica,

pero potencialmente peligrosa?

A pesar de ser un procedimiento de riesgo, en la práctica médica ha prevalecido

una actitud sumamente laxa respecto a sus indicaciones. Los médicos utilizamos las

transfusiones como medidas que no siempre se justifican, tales como mejorar terceros

espacios; como fuente de proteínas o inmunoglobulinas; para elevar la cifra de

hemoglobina a más de 10 g en el preoperatorio; para mejorar la eficiencia respiratoria

en niños graves. En tales situaciones no hay suficiente base científica que apoye su

uso. Esto obliga a hacer énfasis en que la primera obligación moral es la competencia,

es decir, la pericia técnica a fin de que el médico utilice prácticas clínicas validadas, que

incluso representan la primera obligación legal.


Un aspecto importante en el uso de transfusiones es el referente a los Testigos de

Jehová, que genera un gran dilema moral. Las personas que profesan esta fe creen

que la transfusión de sangre es una acción médica contraria a las leyes de Dios y están

dispuestas a aceptar la muerte antes que recibir sangre o sus derivados.

Antecedentes Históricos

Esta organización religiosa cristiana fue fundada en 1879; cuenta en México con

cerca de un millón de fieles y uno de sus fundamentos se basa en el pasaje bíblico

señalado en el Génesis 9:4, en que Dios da indicaciones a Noé y sus hijos sobre el

nuevo orden del mundo: “Lo único que no deben comer es la carne con su alma, es

decir, con su sangre”. Para la cultura hebrea la sangre contiene el alma, o sea la vida.

Para ellos, las transfusiones quebrantan la ley de Dios.

Desde el punto de vista ético y legal los adultos deben otorgar su consentimiento

para realizar procedimientos de riesgo en sus niños. Sin embargo, en caso de urgencia

extrema, los médicos pueden realizar procedimientos medico-quirúrgicos salvadores de

la vida aun sin la autorización usual. Pero, si el adulto rehúsa recibir transfusiones, el

médico está obligado a respetar sus decisiones. Habitualmente no se solicita el

consentimiento de las personas para efectuar transfusiones. Cuando se trata de

menores de edad, los padres toman las decisiones por sus hijos, considerando que

actúan de manera racional buscando la protección y beneficio del niño. El punto crucial

ocurre cuando los padres se niegan a que sus hijos reciban transfusiones e incluso
aceptan dejarlos morir. Esto representa un gran dilema para los pediatras. El médico a

cargo puede asumir una actitud pasiva y aceptar los deseos de los padres, lo que

puede ocasionar el deceso del menor. En algunos países los médicos han recurrido a

la autoridad judicial para transfundir y salvar la vida a niños graves. Esto no ha

sucedido en México. Moral y legalmente los padres son los responsables de los

asuntos que competen a sus hijos y naturalmente en lo relacionado a la salud y la vida,

ponderados como los bienes mayores de las personas. La obligación de los padres de

acuerdo a la ley natural es procurar protección y bienestar de sus vástagos, así como

su salud física y mental. Este derecho social conceptuado de la máxima jerarquía está

plasmado en el Artículo 4º constitucional y en el Artículo primero de la Ley General de

Salud de México.

El Estado Mexicano es laico, con libertad de culto. Ninguna persona puede ser

hostilizada por causa de sus creencias, pero no exime en ningún caso del cumplimiento

de las leyes de este país y nadie podrá alegar motivos religiosos para evadir las

responsabilidades y obligaciones descritas en la ley. Esto tiene el propósito de

conservar el orden y la moral públicos y la tutela de derechos de terceros. Los actos de

naturaleza jurídica que conculquen las disposiciones de esta ley serán nulos de pleno

derecho y las conductas contrarias a la salud o integridad física de los individuos o el

oponerse a las leyes del país serán objeto de sanción. Todo ello está tipificado en la

Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, publicada en el Diario Oficial de la

Federación el 5 de julio de 1992, artículos 1, 2, 29 y 35.


Las Declaraciones Internacionales, que en un momento dado pueden fungir como

leyes también están a favor de los infantes. El Artículo 3º de la Declaración Universal

de los Derechos Humanos precisa el derecho que tiene todo individuo a la vida, a la

libertad y a la seguridad de su persona. Los primeros artículos de la Declaración

Internacional de los Derechos de los Niños señalan el derecho a la vida y a su

bienestar como los derechos principales y nadie, ni los propios padres, tendrán derecho

a violentar estos bienes.

Legalmente los niños no pueden tomar decisiones sobre los tratamientos a que han

de sujetarse; las decisiones han de tomarse por los padres, quienes ejercen su

autonomía y libertad para favorecer las mejores condiciones para sus hijos. Hasta aquí

no existe conflicto alguno, pues se supone que los padres actuarán con

responsabilidad y raciocinio para decidir siempre en beneficio de sus hijos. Pero

cuando los padres se niegan a que sus hijos reciban transfusiones aún a costa de la

vida de los hijos anteponiendo sus valores religiosos, su actitud podría considerarse

como una acción de maleficencia, de abuso de la autonomía con la que legalmente

cuentan y atropella grave- mente derechos inalienables de los niños. Esta actitud de los

padres de ejercer su libertad religiosa se puede englobar en la doctrina del “liberalismo

radical” que permite que cada quien haga lo que le parezca aunque lesione la libertad

de otros, lo que moral y legalmente es incorrecto. En estos tiempos es inadmisible que

la vida de un niño se sacrifique en aras de creencias religiosas. Es preciso señalar que

cuando las decisiones se toman en base al fanatismo religioso, ahí se acaba la ética.

Ejemplos de ellos ocurren diariamente en diversas partes del mundo. En esta situación

los fundamentos bioéticos del principalísimo se polarizan fuertemente; por un lado se


encuentra la autonomía de los padres y por otro los principios básicos de lo que es

bueno, propio y justo para la salud y la vida del niño.

A través del tiempo los médicos han adoptado una actitud pasiva en esta compleja

situación y han permitido lo que debe considerarse como el abuso contra estos

menores. Ello ha ocasionado muchas muertes prematuras e injustas. Esto hace

necesario que los pediatras actúen en defensa de estos niños, y que estemos

conscientes de que la ley protege a los menores y simultáneamente a los médicos. Es

deseable y necesario que los hospitales cuenten con una estrategia ágil y expédita

para obtener órdenes judiciales a fin de que los niños reciban los tratamientos

necesarios. Diversos países del primer mundo, cuentan con esta forma de resolución

de estos dilemas. Las personas que profesan la fe de los Testigos de Jehová son seres

humanos con las mismas prerrogativas de todas las personas y deben ser tratados con

la misma consideración y respeto, pero como todos los demás ciudadanos, son sujetos

de derechos y obligaciones al ser partícipes de un orden social. Cuando los hijos de

padres Testigos de Jehová se encuentran en situación extrema de riesgo inminente de

muerte y hay necesidad de transfusiones se recomienda intentar convencer a los

padres. Muchas veces darán su consentimiento. Sin embargo, cuando ello no es

posible y los padres respaldan su conducta esgrimiendo el argumento de que es asunto

de conciencia, aun a costa de la vida de su hijo, los pediatras deberían actuar con

mayor determinación en defensa de la vida del niño, que es su misión y luchar por que
las instituciones cuenten con una alternativa jurídica respetuosa, justa y del mayor

beneficio para el niño, aún en contra de las creencias de los padres.


JUSTIFICACION

La racionalidad ensayada en estas páginas consiste en dar oportunidad a distintas

visiones del rechazo a las transfusiones de sangre. De ello se sigue la exposición del

fundamento bíblico que afirman los Testigos de Jehová, pero también de lo

contemplado por la legislación y el cuerpo médico. Otro elemento de la racionalidad

que se aplica en estas situaciones es el del reconocimiento de las particularidades de

los sujetos, instancias y circunstancias. La exigencia no es la misma si se trata de un

paciente que puede elaborar y rechazar por sí mismo su oposición al tratamiento, a un

paciente menor de edad en estado de urgencia o con severa discapacidad cognitiva y

volitiva que no cuenta con dicha facultad, requiere de la mediación de representantes

legítimos o cuyo estado de salud no admite dilación. En cuanto es un asunto de ética

aplicada, se circunscribe a un ámbito social y profesional específico --probablemente al

resto del equipo de salud no le afecte tanto el rechazo a las transfusiones de sangre

como al médico que es el que decide qué procedimiento se utiliza-- y a sus

particularidades (confesión religiosa no mayoritaria, apelación a principios morales

distintos, conocimiento o desconocimiento de terapias alternativas por parte de los

médicos, papel del Estado para con los ciudadanos y con los médicos). Es una

exigencia ética tomar en cuenta todos los puntos de vista reunidos y buscar un balance

entre ellos de manera que se logre lo correcto, lo cual no necesariamente sería lo mejor

para todos.
MATERIAL Y METODOS

Material:

• Computadora
• Internet
• Biblia de los Testigos de Jehová
• Artículos sobre la transfusiones sanguíneas en pacientes Testigos de Jehová

Método:

• Realizamos varias juntas para recopilar ideas del rumbo que iba a tomar este
ensayo y definir la idea principal.
• Posteriormente proseguimos a la búsqueda de información basándonos en
internet en busca de artículos, foros de opiniones, entrevista a personas
conocidas que fueran Testigos de Jehová, libros en donde se hablaran de la
visión de los Testigos de Jehová en relación a la transfusión sanguínea, y los
ideales por lo que rehúsan a la realización de la misma.
• Buscamos información sobre la posición de los médicos en casos donde se
debe realizar transfusión y los pacientes se rehúsan.
• La posición de la ética en este dilema.
• Es aspecto legal, y las consecuencias que puede traer, por la aplicación de la
ética del medico en contra de los pacientes Testigos de Jehová, además de la
aplicación de la ley en menores de edad, con dilema en la transfusión
sanguínea.

RESULTADOS

El desarrollo dado aquí permite ver que los criterios religiosos juegan un papel

ambivalente en la argumentación que exponen los Testigos de Jehová, ya que su

posición en contra de la terapia transfusional está basada expresamente en la Sagrada

Escritura, y por ende en la Voluntad de Dios. Sin embargo, para efectos de validar

socialmente su posición, el recurso al principio de autonomía de un sujeto, les facilita

ganar carta de ciudadanía y fortalecer su posición desde un criterio no religioso. Para

efectos del debate, las razones religiosas se subordinan a la autonomía del paciente y

su ejercicio de libertades: confesar el credo religioso de su agrado, aceptar o rechazar

un procedimiento médico-quirúrgico. No obstante, el ejercicio de la autodeterminación

es entendido por los Testigos de Jehová como un deber colectivo, grupal, más que

individual, de incumbencia de la familia, autoridades y toda la congregación. Ello entra

en contradicción con su defensa de la autonomía del paciente para rechazar o aceptar

un tratamiento. Frente a la inviolabilidad de la vida humana defendida por los distintos

Códigos de la legislación costarricense se erige la autonomía del paciente como un

argumento congregacional. La voz del paciente permanece silenciosa en tanto hablan

sus representantes y líderes y la apelación al principio de la autonomía sería solamente

una estrategia para justificar su posición --religiosa-- en sociedades en las cuales

coexisten y dominan otros mundos morales y religiosos.


CONCLUSIONES

La revisión de los argumentos a favor y en contra, al respecto de la posición de los

Testigos de Jehová, no se agota, solo se detiene por ahora, ya que el propósito era

introducir algunas de las razones mayores que intervienen en este dilema en torno a la

terapia transfusional. Al abrir el debate ético se muestra su complejidad por varias

direcciones: la participación de diversas instancias --médicos, Estado, Testigos de

Jehová--, cada una con una cuota de responsabilidad sobre la vida de los pacientes, ya

sea protegiéndola de cualquier acción que la deteriore (deber del Estado y de los

médicos para con sus pacientes) o bien, el deber/derecho de los Testigos de Jehová de

consagrar por entero sus vidas a Dios, al punto de sacrificarlas en nombre de la

obediencia a su Designio. El dilema aumenta por cuanto se suman a la discusión la

consideración de puntos de vista morales distintos, y por ende apelaciones a principios

que no riñen pero que no se subordinan fácilmente con miras a resolver este dilema. Es

el caso de la inviolabilidad de la vida humana como queda consignada en el Código de

Moral Médica y en la legislación costarricense, y de la autonomía" absoluta", defendida

por los Testigos de Jehová, de los pacientes frente a las acciones y disposiciones

médicas, principio moral carísimo a las sociedades liberales como la norteamericana.

Procedimentalmente, esta complejidad adquiere otro relieve al intentar en el

análisis y presentación de argumentos, sopesar los principios que entran en juego y las

posibilidades de solución que se pueden esbozar. Si seguimos la propuesta bioética de

una comprensión moral prima facie de los dilemas éticos, el análisis conduce a buscar
un acuerdo de mano de los individuos involucrados, nunca de un observador que

permanezca afuera y mire la situación desde la distancia. Así las cosas, se hizo

necesario tomar en cuenta, de manera sucinta los argumentos que se esgrimen en

torno esta situación. Corresponde a nuestra misión sopesarlos y lanzar líneas de

comprensión, no dar soluciones, lo cual le compete a los sujetos que están obligados a

decidir.
BIBLIOGRAFIA

• 125 Reunión Bienal de Investigación Pediátrica 2007

Dr. Guillermo Sólomon-Santibáñez, Dr. Armando Garduño Espinosa


www.revistasmedicasmexicanas.com.mx

• Álvarez, Adolfo. Los testigos de Jehová y la cuestión de la sangre. El aspecto


religioso implicado.

Rev. Latinoam. Der. Méd. Medic. Leg, 1 (1), 3-8.

• Jehovah's Witnesses and Blood Transfusions: The Blood Issue. Oct. 2000. (cited
Jan., 2001).

Disponible en URL: http://www.freeminds.org/

• Los testigos de Jehová: El desafío quirúrgico / éticoReimpresión efectuada con


el consentimiento de la Asociación Médica Estadounidense y tomada de The
Journal of the American Medical Association (JAMA) del 27 de noviembre de
1981, volumen 246, núm. 21, páginas 2471, 2472. Propiedad literaria 1981,
Asociación Médica Estadounidense.

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