DE LA CLEMENCIA Y DE LA SEVERIDAD, Y SI VALE MAS SER AMADO QUE
TEMIDO Todos los prncipes desean ser tenidos por clementes y no por crueles, deben cuidarse de emplear mal esta clemencia. Un prncipe no debe preocuparse por que o acusen de cruel, y siempre cuando su crueldad tenga por objeto el mantener unidos y fieles a los sbditos; con pocos castigos ejemplares ser ms clemente que aquellos que, por excesiva clemencia dejan manipular sus rdenes. Por ende, a un nuevo prncipe le es muy difcil evitar la fama de cruel pero finalmente eso es necesario para mantener un orden. De esto se deriva el dilema: si vale ms ser temido que amado, ya que por naturaleza del hombre, ste tiende a atreverse ms a ofender a quien se hace amar que a quien se hace temer, por una simple razn: el miedo al castigo inmediato, que es algo que nunca abandona a los hombres. De este lado el prncipe que se hace temer, sin al propio tiempo hacerse amar, debe evitar que le aborrezcan, ya que cabe inspirar un temor saludable y exento de odio, cosa que lograr con slo abstenerse de poner mano en la hacienda de sus soldados y de sus sbditos, as como de despojarles de sus mujeres, o de atacar el honor de cada una de stas. Si le es indispensable derramar la sangre de alguien, no debe determinarse a ello sin suficiente justificacin y patente delito. Si el prncipe con semejante temperamento, hubiera conservado el mando, habra alterado a la larga su reputacin y su nombramiento.
Es El Impuesto Que Grava A Los Ingresos Extraordinarios Obtenidos Por Las Empresas Que Han Suscrito Contratos Con El Estado para La Explotación y Exploración de Recursos No Renovables