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EL EDIFICIO CELULAR: UN MULTIFAMILIAR SISMORRESISTENTE DE BAJO COSTO HECTOR GALLEGOS RESUMEN En el hébitat urbano la vivienda incluye todos los aspectos relativos a: 1) la tierra; 2) la infraestructura, el equipamiento y los servicios, y 3) las unidades habitacionales. ‘Como consecuencia, la forma de atender la demanda habitacional condiciona la posibilidad econémica de atender la demanda integral. Para evaluar dicho condicionamiento es esencial tener en cuenta que lo que interesa, y lo que debe buscarse, en iiltima instancia, es la ciudad de costo minimo y no necesariamente la unidad habitacional de costo mfnimo. Diferentes andlisis de las situaciones y los problemas urbanos de los pafses en desarrollo asocian a la densidad urbana creciente con la solucién urbana de costo minimo. Es por ello, que si se ha de comenzar a mitigar el grave problema urbano de los pafses en desarrollo, las futuras unidades habitacionales y sus ciudades tendrén que ser provistas preferentemente en multifamiliares de mediana altura, normalmente de cuatro a seis niveles. El presente documento analiza: 1) la racionalidad que respalda la que tendr4 que ser , en tltima instancia, una decisi6n politica, y 2) las tecnologfas ya existentes que la hardn posible. EL PROBLEMA La construccién de unidades habitacionales en la mayoria de los paises en desarrollo es esencialmente un proceso de autoayuda, que puede durar décadas, que es carente de ingenierfa, y que se Hleva a cabo, tanto en las zonas rurales como en las urbanas. En las zonas urbanas este proceso ocurre mayoritariamente en las Areas marginales de un medio urbano transitorio, en répida y continua expansiéa, en el contexto de una economia de escasez y, muchas veces, de miseria. En el Pert, un pais altamente sfsmico, donde la poblacién ha pasado de ser 65% rural en el afio 1940 a 196 ser 65% urbana en 1980, mientras que al mismo tiempo doblada su nfimero, 90% de las nuevas unidades habitacionales son fruto de la autoconstrucci6n. La tendencia fundamental del autoconstructor es la de tratar de obtener, con materiales facilmente asequibles, una construcci6n de costo minimo; adicionalmente, sobre todo, en las 4reas urbanas, también busca una inversin permanente que sea segura y resistente al fuego y al robo. Las expresiones visibles finales del proceso de autoayuda son: a) En las zonas rurales: construcciones de muros de adobe de uno o dos niveles con entrepiso y techo livianos. b) En las zonas urbanas: construcciones de dos y tres niveles, algunas veces més, con muros de albafiileria simple enmarcada por elementos de conereto armado, y entrepisos y techo de losas nervadas (aligeradas) unidireccionales de concreto armado (ver figura 1). ‘Los muros de adobe de la construcci6n rural conducen inevitablemente a una estructuraci6n no diafragmada, en la que predominan las acciones s{smicas perpendiculares al plano del muro, que ha probado ser extremadamente vulnerable a los peligros sismicos. A pesar de ello debido a que las condiciones sociales y econémicas prevalecientes no ticnen visos de mejora, cs previsible que el adobe se continuara usando en las dreas rurales de los pafses en desarrollo todavia por muchas décadas. Aunque las técnicas arquitecténica, estructural y constructiva de la edificaciones de adobe han sido plenamente entendidas desde hace algin tiempo ellas, al no haber incorporado los aspectos sociales pertinentes, no han culminado en una tecnologia y por ello, no han sido levadas eficientemente a la préctica. Es por ello, evidente que el logro de la seguridad en las construcciones de adobe ya no se encuentra en buscar soluciones en el Ambito técnico, sino, més bien, en determinar métodos y aplicar procedimientos para transmitir eficientemente el conocimiento existente a los autoconstructores (1). Si bien en la construcci6n de autoayuda urbana se incurre en grave desperdicio de materiales, acto contrario al propésito de ahorro a ultranza que dio origen al proceso de autoconstructor, él no conduce necesariamente a aumentar la sismorresistencia 197 BL inter HWASION DE AREAS MARGINALES, SE BAULEAN MATERLALES PERECIBLES - ESTERAS DE FIBRAS VECETALES ~ PARA LAS PRECARIAS ‘CONSTRUCCLOME: 1 PROCESO: GRADUALMENTE SE ANICIA LA SUSTETUCION DE LOS MATERIALES EN LAS UNIDADES HABLTACTONALES, EL SISTEMA: LOS MUROS SON CONSTRUE DOS DE ALSARILERIA REFORZADA (CONFINADA): PAROS DE ALBARILERIA SIMPLE SON ENMARCADOS (CON ELEMENTOS. VERTICA LES ¥ WORIZONTALES DE CONCRETO ARMADO. FIGURA 1, EL PROCESO DE CRECIMIENTO URBANO POR AUTOCONSTRUCCION 198 sino, muchas veces, a reducirla. Mas bien, el hecho de que los entrepisos y techo de concreto armado cumplan, sin que sea su designio, alguna funcién de diafragma horizontal integrando a los elementos verticales, ha reducido la vulnerabilidad de estas edificaciones e impedido por ello la ocurrencia de desastres. En cualquier caso las formas de superar los excesos en el proceso constructivo y las mejores técnicas de configuraci6n sismorresitentes son posibles de enseiiar eficientemente en el medio urbano mediante campaiias de divulgaci6n relativamente simples y econémicas (2). El problema medular del proceso de autoconstrucci6n urbana no es pues el antes dicho, sino que s6lo es posible la construccién en lotes unifamiliares, hecho demostrado por el insistente fracaso de intentos de integrar el esfuerzo de grupos familiares para construir unidades habitacionales y conduce, por ello, a la generacion de ciudades de baja densidad poblacional. Por ejemplo: Lima, una ciudad tipicamente unifamiliar de lotes pequefios, con una incidencia actual de mas del 50% de unidades autoconstruidas, tiene, en promedio, una densidad poblacional de 140 habitantes por hect4rea bruta. En contraposicién: ciudades tan distintas como lo son Paris y El Cairo, que usan prioritariamente el multifamiliar, tienen densidades de 250 habitantes por hectérea bruta. Como los costos de la tierra y del equipamiento e infraestructura, asf como el costo de su mantenimiento, y también en gran medida el de la prestacién de los servicios son, para todos los fines prdcticos, inversamente proporcionales a la densidad, y como todos ellos deben ser afiadidos al costo de la unidad habitacional para determinar el costo real de la vivienda, resulta que no es necesariamente cierto que la unidad de menor costo, incluso la de costo cero, provea el menor costo de la vivienda. Aspectos similares y complementarios a este breve andlisis se encuentran en documentos que detallan la politica urbana de China; ver al respecto las referencias (3 y 4). Es ast que la solucién del problema urbano no se puede reducir a un procedimiento para obtener el menor costo posible de la unidad habitacional. El puede ser asimilado més bien a un procedimiento de minimizacién de la suma total del costo y mantenimiento de una serie de inversiones (transporte, comunicaciones, agua, desagile, basura, energia, educacién, salud, abastecimientos, proteccién y recreacién) y del costo, por supuesto, de la unidad habitacional. Por ello, desde el punto de partida de un anilisis acerca del costo de la vivienda debe reconocerse un hecho fundamental: lo que interesa es el costo de la urbe y no el de la unidad habitacional. 199 UN ATISBO DEL CAMINO A LA SOLUCION Dentro del marco conceptual precedente, diversas investigaciones y experiencias (3, 4-y 9) han cuantificado algunos aspectos importantes que resefiamos a continuacién: a) b) ©) 4) El costo directo por unidad de drea de las unidades habitacionales construidas por el sector formal utilizando conceptos arquitect6nicos e ingenieriles correctos, cs sustancialmente igual para unidades unifamiliares que para unidades en multifamiliares de hasta seis niveles, Por encima de esta altura, debido al necesario cambio de sistema estructural y a la incorporacién de equipos mecdnicos de transporte vertical y de abastecimiento de agua, el costo unitario de las unidades en multifamiliares es bastante mayor. La densidad ideal por hect4rea bruta para urbanizaciones con unidades unifamiliares puede alcanzar 300 habitantes, mientras que con unidades en multifamiliares, en edificios de cuatro y seis niveles, excede el doble de esta cantidad. Estas densidades ideales cuando se ubican en el entorno del 4rea urbana real se reducen mas 0 menos a la tercera parte. Es decir: con unifamiliares no se puede esperar ciudades que tengan mucho mas de 100 habitantes por hectérea bruta, mientras que con multifamiliares esa cifra es de mds de 200. Dado que la extensi6n urbana es inversamente proporcional a la densidad, la tendencia resultante asociada a Ja utilizaci6n de multifamiliares en vez de unifamiliares es a reducir a la mitad el drea de la ciudad y, aproximadamente al 70% las distancias de origen-destino. Con base en las precisiones anteriores resulta obvio que la politica de vivienda (0 politica urbana) debe considerar prioritario impulsar la construccién de unidade:, en 200 multifamiliares, en vez de las unifamiliares. La realidad es que las acciones que identifican a politicas muchas veces no explicitadas, hacen exactamente lo contrario: proveen unifamiliares "baratos’ para los pobladores de los sectores econémicos medios y terreno marginales, muchas veces sin servicio, para los sectores de bajos ingresos. Se requiere cambiar drésticamente estas politicas dado su inmediatismo, y se requiere, también, en muchos caso, explicitarlas. Este cambio de politica implica necesariamente tres acciones que pueden ser simulténeas. ‘Una primera accion, que es de naturaleza tecnolégica, es decir, de naturaleza técnica y social, est4 destinada a optimizar el costo de las unidades. Ella consiste de un proceso de integracién de las diferentes técnicas involucradas y del desarrollo y perfeccionamiento de los materiales industriales que necesariamente constituyen la base de la construcci6n urbana, en conjunto con proyectos arquitect6nicos que sean respuesta a las expectativas legitimas y a los modelos de vida preservables de los pobladores. En términos de aplicacién inmediata supone el disciio y la construccién de modelos de multifamiliares que recojan los resultados de dichos procesos y de la experiencia existente y promuevan la aplicacién de soluciones estandarizadas; es notorio que en muchas sociedades de economfa de mercado la actividad privada ha logrado ya avances muy importantes en los aspectos antes mencionados. La segunda accién, de naturaleza financiera y econdémica, est4 orientada a redirigir la fuerza de trabajo dedicada a la autoconstrucci6n a la ejecucién de tareas comunales. Esto implica que la sociedad a través del Estado, asuma por lo menos una parte del costo directo de los multifamiliares en vez de asumir posteriormente, como lo hace ahora, practicamente el total de los mayores costos diferenciales de la construccién y mantenimiento de la infraestructura y equipamiento, asf como de los. subsidios que se otorgan a los servicios. La tercera accién es de naturaleza netamente politica y consiste en generar la Iegislacién necesaria, entre ellas, la del inquilinato y la de erradicacién de tugurios, para promover y acelerar luego la indispensable renovaci6n urbana. Esta permitird el rescate y la densificaci6n de las reas ya construidas de la ciudad, los que al incluir usualmente zonas hist6ricas, con valor turistico, sirven para autoalimentar el proceso de renovacién urbana. 201 LA TECNOLOGIA Los sistemas estructurales posibles para edificios multifamiliares sometidos @ ataques sismicos son esencialmente dos, ambos necesariamente con entrepisos ) techo con la competencia debida para actuar como diafragmas horizontales que integren los elementos verticales y los conduzcan a un comportamicnto coplanar. Uno de estos sistemas el que provee la maxima flexibilidad en la distribuci6n y la total temporalidad en el uso del espacio construido, es la estructura de esqueleto de columnas y vigas; en este sistema los muros de cierre y participacién no tienen funcién estructural alguna derivada del conjunto, Ja tienen s6lo para las demandas generadas por su propia existencia. El otro sistema, en el que la distribucién del espacio construido debe ser predeterminada y, es précticamente inamovible, es la estructura celular de muros portantc; en este sistema el muro cumple todas las funciones: es estructura el sistema resistente vertical, cierre y partici6n, aislamiento, alojamiento de las instalaciones eléctricas y, en muchos casos, también acabado (ver figura 4). Las comparaciones de las experiencias constructivas con ambos sistemas y de los anilisis te6ricos de los mismos, indican que, en la medida en que la estructura celular sea aplicable como lo es en el caso del multifamiliar, el sistema celular provee, con mucho margen la solucién de menor consumo de materiales. Adicionalmente es de considerable importancia tener en cuenta que el edificio celular tiene cualidades sismorresistentes inherentes. Una de estas cualidades es su elevada rigidez, que impide la ocurrencia de dafios secundarios (no estructurales) que en muchos sismos han sido la causa principal de cuantiosas pérdidas. Otra cualidad es que cumplen facilmente, debido a la gran redundancia de elementos verticales, con la exigencia de no-colapso ante sismos extraordinarios contenida en todas las normativas sismorresistentes (10). La economia y la sismo-competencia, cualidades naturales de los edificios celulares, explican el interés puesto en este sistema estructural y los esfuerzos levados a cabo en diferentes paises durante las filtimas décadas para racionalizar su comportamiento estructural y optimizar su aplicaci6n en edificios de varios niveles. Esta optimizaci6n, implica la integraci6n y la definicién del balance debido de las demandas arquitectonicas, estructural y de los subsistemas de instalaciones, asf como la definicién de los materiales y de los procesos constructivos adecuados ambos a 202 realidades urbanas concretas. Ex otras palabras, se trata de conducir al sistema estructural celular, a través de un proceso tecnolégico, a ser una tecnologia. Como la tecnologia es una técnica competente adecuada a una realidad social y econémica especifica, cada situaci6n urbana tendré su versién ptima, en cierta forma intransferible, del edificio celular. Como parte esencial del proceso tecnolégico es necesario definir las caracteristicas de los muros. Los muros que son la parte critica de la estructura celular, pues representan la mayor parte de su peso y costo ¢ insumen el mayor tiempo de construcci6n, pueden ser prefabricados 0 construidos in situ. Salvo en el caso de la construccién de los edificios celulares con paneles ligeros de madera o de fibras vegetales, en ningtin pais se ha decidido prefabricar muros en raz6n de su menor costo. El uso de elementos elaborados en una fabrica, o simplemente fuera de su lugar definitivo, ha sido basado en razones politicas y de organizacién social (como ha sido el caso en Cuba y China) 0 demandado por situaciones de emergencia (como en los paises europeos después de la gran guerra) o justificado por la necesidad de trabajar en condiciones climéticas extremas (cl caso de Rusia). En los pafses donde estas situaciones no han existido el uso de muros prefabricados ha sido, en el mejor de los casos, insignificante. La raz6n es que nunca ban sido competitivos econémicamente con la construcci6n in situ. En resumen: los muros construidos de los dos materiales de uso general concreto armado y albaiiilerfa reforzada deben ser construidos in situ cuando se busca el menor costo (ver figura 2). De otro lado mientras que, tanto el disefio como la construccién de los muros de concreto armado siguen patrones estandarizados y técnicas que hoy son universales y, que conducen a comportamientos, eldstico y plastico, esencialmente predecibles, los muros de albafillerfa reforzada no gozan adn de este respaldo. Es usual todavia que las edificaciones de albaiiileria se proyecten y construyan fuera del contexto de control que es la ingenierfa, Mas atin: la gran diversidad de formas y materias primas de las unidades y, la variedad de sistemas de refuerzo, convierten a la albafilerfa en un material estructural que, salvo algunos rasgos universales, es local. Esta situacién demanda que para lograr la debida seguridad y optimizar la albaiilleria reforzada sea necesario que, a través de investigaci6n y ensayos locales, se definan las propiedades, caracterfsticas y pardmetros, que permitan dominar al material: es decir, que 203 MUJROS DE CoNCRETO ‘ARNADO. ESPESOR DE MUROS 12 CH MUROS DE ALBARILERIA (REFORZADA) ARKADA: ABMADURA VERTICAL Y HORIZONTAL DIFUNDIOA EX ALVEOLOS Y CANALES DE LAS UNIDADES QUE LUEGO SE LLENAN COW CONCRETO LIQUIDO. ESPESOR DE MUROS 12 CH MUROS DE ALBARILERIA (REFORZADA) CONFINADA: PASOS. DE ALBARILERIA ‘SIMPLE ENMARCADOS POR ELEMENTOS VERTICALES ¥ HORIZONTALES DE CONCRETO ARHADO. ESPESOR DE MuROS 4 cH FIGURA 2, DIFERENTES MATERIALES EN LOS MUROS DE LA CONSTRUCCION CELULAR EN AREAS SISMICAS. 204 posibiliten disefiarlo con seguridad y economia, calcular sus dimensiones y refuerzos, predecir su comportamiento elistico y pléstico, elaborar planos y especificaciones, adquirir insumos normalizados y, construir y supervisar bajo condiciones estandarizadas. Esta tarea ya ha sido levada a cabo en muchos paises; en las figuras 3 y 4 se muestra un resumen del proceso de desarrollo tecnolégico llevado a cabo en el Pert. Una tarea fundamental en el andlisis de materiales y sistemas de refuerzos para los muros de los edificios celulares a la bisqueda dei menor espesor posible. La reduccién del espesor aporta ventajas importantes. Fuera de la economia directa de insumos, el menor peso de la edificaci6n, peso al cual contribuyen los muros de manera significativa, conduce a reducciones de las fuerzas de inercia y, consecuentemente, a ahorro en el consumo del acero necesario para lograr ia sismorresistencia. Adicionalmente, se obtiene mas espacio til o alternativamente, se reduce el 4rea bruta construida, lo que ciertamente es una cualidad importante cuando las unidades habitacionales son proyectadas con criterios minimos. Es evidente que la reducci6n del espesor tiene dos limitantes, una estructural que se definird en cada caso en funcién de la configuracién y de la calidad de los materiales y otra, que proviene de la demanda de aislamientos térmico y acistico minimos, En general, los espesores minimos de 10 a 12 cm son perfectamente viables en edificaciones celulares de scis niveles cuando los muros son de concreto armada, ain de la reducida resistencia (Pe menos de 120 kg/cm2) aconsejada por la minimizacin del agrictamiento originado en la contracci6n de fragua; en albafillerfa reforzada es posible legar a espesores de 12cm cuando se dispone de unidades adecuadas para producir albafilerfas de resistencia a la compresién 80 a 100 ke/cm2 (medida en prismas estandarizados) y, cuando el sistema de refuerzo consiste en difundir las armaduras vertical y horizontal (5, 6 y 7). Dado que la diferencia de espesores entre los muros de concreto y albaiileria es casi inexistente y que los materiales son estructuralmente intercambiables, aunque existan claras diferencias de aspecto final, la definicién del material estructural mas adecuado est4 realmente sujeta en cada caso a la competencia de su costo directo. En resumen, el sistema estructural celular se caracteriza por su natural competencia sismica y por reunir en su elemento resistente vertical (el muro) todas las funciones requeridas de un sistema constructivo. Es mediante esta incorporacién 205

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