Quisiera hablar en nombre de los padres y las madres de
los nios que acaban de recibir por primera vez la Comunin. Para nosotros, los padres, recordar este encuentro con Jess, que hemos vivido juntos, es continuar dando ejemplo de vida cristiana a nuestros hijos, la Comunin no es un punto final, sino un punto seguido. Para nuestros hijos, que hoy han recibido a Jess, recordar esta Primera Comunin, es mantener la necesidad y el compromiso de recibir a Jess, para ser mejores en la vida y mejorar el mundo. Queremos mostrar nuestro agradecimiento ms sincero, por su dedicacin y esfuerzo, a todas aquellas personas que han hecho posible esta celebracin: a D. Andrs y a las catequistas que han conseguido que nuestros hijos se acerquen a recibir a Jess. Nuestra celebracin de la Eucarista ha concluido. Sin embargo la paz y la alegra de Jess, la que l nos ha comunicado en esta celebracin entraable, se va a extender all donde estis. A todos nosotros, a todas las familias, amigos y personas que nos acompaan, te pedimos Seor que nos ayudes, da a da, para que continuemos todos unidos en mantener viva la fe en nuestro pueblo.