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CAPITULO 8 = ANALISIS COMBINATORIO EN LOS CONJUNTOS PARCIALMENTE ORDENADOS En los capftulas 2... 7 de esic libro se han deserito los métodos de resolucién de ios problemas combinaeri se hace cada vez mas evidente (en particular, cuatcdo se trate de reselver problemas de tipo extremal) la neeesidad imperiosa de Zar nis profun- damente fa estructura de los conjuntos diseretos. e esto depende direc- tamente la posibilidid del desarrollo ulterior de la teoria combinalaria general, como también, sobre todo, de Jas aplicaciones de la misma. El objetivo de este capfiulo consiste en introducir al fector en el dominio de jas tentalivas modernas de cxtender el analisis combinatorio a tos conjuntos de naturaleza mas general. Las principales de las propicdades estructurales de los conjuntos, que estudiaremos aqui, son as de ordenacién y de independencia. EI capitulo comicnza por la descripcion de los conjuntos discretos con ordenaciones parciales definidas sobre tos mismos. A continuacién sc analizan mds detallagumente Jos reticulos que represen(an una clase de eon- juntos mds estrecha, pero muy importante para cl anilisis combinatorio. Para poder operar con conjuntos parcialmente ordemudas se introducen las Algebras de incidencia. Una atencién especial se presia en este caso a la operacién de inversién y a la funcién de Moebius relacionada con dicha eperacién. Por fin, cn el capitulo han sido inchtidos los fundamentos de Ja teoria de tos matroides la cual representa amplias gcneralizaciones, quc permiten ligar las bases de la teorfa combinatoria con toda una serie de ramas de las matemAlicas, en primer lugar, con el algebra moderna y con la topologia. slematicamente TH embargo, 8.1. CONJUNTOS PARCIALMENTE ORDENADOS Sea (A, <) un conjunto ordenado parcialmente. Si | A | <9, el eon- junto parcialmente ordenado se denomina finite, Sia yh son clementos del conjunto parcialmente ordenado A y si, ademas, es, enlonces el conjunto la, b] = [x] agx dal del modo siguiente: ty siik. y af~'. Comprobemos que En otras palabras, introduzcamos &, entre af = 236 # n pose las propiedades requeridas. Si al’ M no se verifica, cualquiera que sea a€A, distinto de M. Por analogia, un clemento sé A se denomina mini- mo (primer elemento), si en A no existe un elemento @€A, distinto de mm, y tal que ag. E] elemento aA se llama maximal si para cada c€A 1 5. Para los cle- mentos maximal y minimal de un conjunto parcialmente ordenado se usa- ran también las designaciones | (unidad) y 0 (cero), respectivamente. Es f4- cil comprobar que todo elemento maximal es mAximo y todo elemento mi- nimal ¢s minimo. La afirmacién reciproca, hablando en general, no tienc Jugar. Asi, por ejemplo, en un conjunto trivial parcialmente ordenado tedo elemento es tanto maximo, como minimo, Otro ejemplo de clementos mini- mos pero no minimales nos lo dan los niimeros primos en el conjunto de numeros positivos enteros (2, 3, 4, 5, 6, ...], ardenado por divisibilidad igual guc en el ejemplo S$. Ef cero en el conjunta P(1) del ejemplo 7 sera (1%); en el booleano *(S), el conjunto vacio @, y en belliano B(S,), la parti- cién (aj, {@2},.+.5 (au). Las unidades en estos conjuntos parcialmente ordenados también cxisten y son iguales am. Sy S,, respectivameniec, Observemas que Ja definicién de elemento minimal se obtiene de Ja defi- nicién de elemento maximal sustituyendo simplemente el simbolo < por 2. De este mismo modo estan relacionados Jes conceptos de elementos ma- ximo y minimo. En general, al disponer de una afirmacién referente a un conjunto parcialmente ordenado y al sustituir < per >, obtenemos una afirmacién nueva, Las afirmaciones relacionadas entre si mediante el modo citado se llaman duales, Sea (A, <) un conjunto parcialmente ordenado. La relacion > (clonde a>b significa que b, obtendremos una afirmacién dual respecto de la afirmacién P. Principio de dualidad. Si una afirmacién # es cierta para todos Ios con- juntos parcialmente ordenados, la afirmacién dual sespecto a & también se- ra licita para todos los conjuntos parcialmente ordenados, 237 151-5 Este principio es valido por la sim: ple raz6n de que & tiene lugar en-et conjunto parcialmente ordenado (A, <) cuando y sélo cuando fa afirma- cién dual respecto de @ tiene fugar-en el conjunto parcialmente ordenads (A, 2) Sea (A, S) un conjunto parcial. mente ordenado. Diremos que un ele: mento @€A cubre e] elemento béB, o bien b se cubre por e} elemento a (fade- wets signacién es: ¢>—b, 0 bien b — by no existe céA, tal que se verifi- que a>c>b, El elemento a se llama RA RS domo, sia>— 0, y codtomo, sia—<1, Fig.8.1 Para el caso en que @ cubre bo coinci= de con este, la designacion sera az b. Se denomina diggrama de Hasse de un conjuato parcialmente ordenado A aun grafo ori¢ntado, cuyos vértices son los elementos del conjunto A, nuentras que el arco (a, b) esta presente cuando y sélo cuando a cubre-b en el conjunto parcialmente ordenado A. Se acostumbra a representar los arcos cn este gralo en direccién hacia abajo. En la fig. 8.1 se muestra el diagrama de Hasse del conjunto parcialmente ordenado P(S) del ejemplo-7. Los coatomos cn P(S) son (I, 4} y (2, 3); el atomo es (1°, 2). Bn P(8) s¢ ticnen en (otal 7 elementos. Los valores de | P(r) | creeen muy rapida: mente a medida que aumente 4; por ejemplo: | P(6)| = 11, PO) | = 42, | P(20) | = 627, | P(SO)| = 204226, | P(100)| = 190 569292, Los diagraimas de Hasse para cl boolcano .(S), donde S = (1, 2,3, 4} y para el conjunto parcialmente ordenada D(20) del ejemplo 6 se aducen en las figs. 8.2 y 8.3, respectivamente. En el primer conjunto los dtomos son todos los subconjuntos de un solo elemento, a saber, {1], (21..(3]. (4}. y en el segundo, tos numeros 2 y 5. Sea A un conjunto finito parciaimente ordenado. Entonces su diagrama de Hasse es un grafo oricntado sin coutornes. Por analogia con fa teoria de los grafos, se denomina satrizg de adyacencia dek diagrama de Hasse de un conjuoto parciaimente ordenada A a la matriz cuadrada Wey" de orden JA], en la que 4y = 1, si (a, @) ¢s un arco en el diagrama de Hasse (6 bien, Jo que es equivalente, aj—<.a, en A}, y ky = 0, en el caso contrario Esta matriz coincide con Ja matriz de la funcién de recubrimiento del Al gebra estandar de incidencia 5(A) (véase mas abajo el parrafo 8.3). Detengdamonos brevemente en fos métodos de numeracién, concordada, con el orden, cuya existencia se garantiza por el teorema 2. Diremos que el elemento a ¢s un escendiente del elemento b, o que b es un descendiente dea, siempre que a>é en A, aR 20 N fo t Fig.8.2. Fig 8.2, Veamos ef! problema siguiente que es de importancia en las aplicaciones: Dividause todos elementos de un conjunto parcialmente ordenada A cn capas de un modo tal que: a) todos los elementos de una capa dada no tengan deseendientes en la capa siguiente; b) los elementos de la primera capa no lengan descendientes, y los de la capa Gltima no tengan ascendicntes; c) cada capa conslittya una anticadena cn A. He aqui uno de los métodos de resolucién de este problema. Sea K una matriz de adyacencia del diagrama de Hasse de un conjunte parcialmente ordenado A. Denotemos con @, J los vectores columna de esta matriz. Cal- culemos el vector @, = >} @, y agreguémoslo a ta matriz X escribiéudolo aca ala derccha. Designemos con A; wn subconjunto del conjunto A, a cuyos elementos en ef vector columna 4 corresponden ceros. Estos ceros signifi- can que los elementos dei conjunto A; no tienen descendientes. Por eso cl conjunto A; forma fa primera capa. Calculemos ahora el vector @ = — 3} @. A fos ceros de este vector acAy columna @ corresponden los elementos del conjunte A, que forman la se- gimda capa. Calcutemos el vevlor ay = a — 3} @, y consideremos Jas ele- ofA, mentos del conjunto Ay, correspandicntes a los ccros del vector colunina, ubicados ¢n la tercer capa. Seguiremos con los cdlculos hasta que se obten- ga un vector columna compuesto exclusivamente por ceros. Considercmos todos fos elementos restantes del conjunto A situados en Ja tiltima capa, Pa- fa demostrar que la particién obtenida cs la buscada, observemos que cn eada etapa del cdiculo hallamos los clementes de! conjunto sin descendicn- tes. lustremos este métode con un ejemplo conercto. Sca A un conjunto 239 ; oo Figg, parcialmente ordenado cuyo diagrama de Hasse se expone en la fig. 8.4. To- dos los cdleulos para la resolucién del problema se aducen en la tabla. El diagrama de Hasse se da en la fig, §,5. Tabla 8&1 Ai | Ae aJo o © 1 © 1 @ 0 2}0 |x bio 0 0 6 0 o 9 0 x|x |x c7/O0 0 0 0 o o 4 9 o|x |x d}/o t 0 6 60 0 9 a o |x |x e]o0 0 0 @ a @ @ o rfijo flo 0 0 © 0 o 1 o o}|x |x s}9 0 0 © 9 @ © 0 x|xix hfo tooo oo 9 9 o}x |x ifr oo 0 1 Oo Oo @ a s|2]o ji}t 0 0 8 6 69 @ a UPd. bo k 0 0 1 0 0 o 0 Q 2 o x Capa 4 Elementos / Observacién. Al realizar el método examinado de particién en capas con ayuda de un ordenador, hace falta agregar a la matriz K la matriz 240 con el fin de distinguir los ceros (0) y lugares vacios (X). En este caso los ceros se hardin unidades, y las X, ceros. Al numerar arbitrariamente los elementos de un conjunto parcialmente ordenado A dentro de la capa I, luego, dentro de la capa 2, etc,, obtendre- mes una numeracién concordada con el orden del conjunto A. Por ejemplo, los elementos de un conjunto parcialmente ordenado cuyo diagra- ma de Hasse se expone en la fig. 8.4, podemos numerarlos asi: bghcdfkaeij, 0 bien gbcdhfakeji, o bien bgfdchakjie, etc. Hemos de notar que, aceptada tal numeracién de los elementos, K serd una matriz triangular superior. Es prdcticamente imposible numerar, con ayuda del método aducido, todas las permutaciones de Jos elementos del conjunto parcialmente orde- nado A concordadas con el orden de A, Por eso, recomendamos que el mis- mo lector elabore, a titulo de cjercicio, cl método de numeracién de las per- mutaciones de los elementos de un conjunto parcialmente ordenado con- cordadas con el orden del mismo, mas dicha recomendacién ha de realizarse después de estudiar el material del § 8,3. Una cadena, en fa que cada subconjunta no vacfo posee un elemento minimo, se Ilama bien ordenada, Un conjunto bien ordenado constituye una cadena finita, Un conjunto de nimeros naturales, ordenado de un mo- do natural, es también bien ordenado, Un conjunte de todos los numeros enteros no esta bien ordenado con relacién al orden natural, puesto que ne tiene cl elemento minimo, Sin embargo, se hace bien ordenado, si el orden se establece clel modo siguicnte: 1<2<3<4< 1... <0< -1< -2¢-3e mde. donde todos los nimeros positivos preceden a los restantes. Otro ejemplo de una cadena que no esté bien ordenada ¢s el segmento [0, I], pucs, por ejemplo, ef intervalo (4, ') nO Contiene ef elemento minimal. La importancia de los conjuntos bien ordenados consiste en la posibili- dad de aplicar el wérodo de induccién, o sea de la Namada induccidn irans- Jinita que se conoce por los conjuntos numerables y finitos en el caso de los conjuntos bien ordenados. La esencia de este método consiste en lo si- guiente: sea P una afirmacién concerniente a los elementos de un conjunto bien ordenado A. Si P se cumple para cl elemento minimal (o «primero») dei conjunto A, y de fa validez de la afirmacién P para todo x ... Sane... (aia. ..a. Supongamos que existen tales ai, On€B que ay>az>...>d,. En este caso, o bien a, es minimo en B, o bien existe un elemento a, +1€8 tal que a, >a, 41. De aqui concluimos que o bien #& tiene un elemento mfnimo, o bien existe una cadena infinita >a >...>G,>.., de elementos de B, Por hindtesis, es posible sdlo el primer caso. De un modo dual se establece la validez de la parte restante del teorema, el cual queda, pues, completamente demostrado. Ejercielo, Demuéstrese que 1, Si una cadena C y otra cadena, dual respecto de C, en un conjunto dual parcialmente ordenado estén bien ordenadas, entonces C contiene un mimero finito de elementos, 2. Si un conjunto parcialmente ordenado no contiene ni cadenas infinitas ni anticadenas infinitas, es finite. 3. Un conjunto finito satisface Jas condiciones de minimo y de maximo. 242 4, Si una cadena no es bien ordenada, contiene una subcadena que es dual respecto de una serie natural, 5. Un conjunto ordenado local finite parcialmente satisface la condicién dd mo. SiA es un conjunto parcialmente ordenado, entonces el conjunto de to- das las cadenas sera parcialmente ordenado de por s{ con ayuda de una inclusién tedrico-multiplicativa, Los elementos mdximos de este tltimo conjunto, Si existen, se denominan cadenas mAximas del conjunto A. En otras palabras, una cadena C del conjunto parcialmente ordenado A se Ila- ma cadena maxima, si para todo elemento a de A, no perteneciente a C, el Subconjunto CU [a] ya no es una cadena, Al estudiar los conjuntos infinitos hemos de emplear frecuentemente cl siguiente axioma de eleccidn: Dado un conjunlo A, existe una funcién yg que a todo conjunto ao vacio B de A le hace corresponder un elemento determinado y(B) de este subconjunto. Dicho de otro modo, la fulncién y marca el unico elemento en cada uno de los subconjuntos no vacies del canjunto A. Las numerosas itvestigaciones matematicas se apoyan en e] axioma de eleccién. La cuestion sobre las bases légicas de este axioma y la legitimidad de su cimpleo pertencce a los problemas mas dificiles y discutibles en Ja ar- gumentacién de la tcoria de conjuntos. En Ja exposicién ultcrior que viene mas adelante el axioma de eleccidn se supondrd valido. Pata los conjuntos numerables cl axioma de eleccién puede ser facilmente demostrado. En efecto, si los elementos del conjunto A ¢stin numerados con minieros natu- rales, obtencimos la funcién requerida al murcar en cada subconjunto B de A aquel elemento suyo que |leva el nimero minimal. Sea A un conjunto en cl que vienen definidas dos relaciones de orden parcial: < y=. Diremos que el orden =3 es una protongacién del orden <, si pata cualesquicra a, béA la relacién ac en 5S, si b>c en este A, obtendremos en S una ordenacién lineal, la cual ser, incluso, ordenacién total: toda cadena decreciente de elementos en S esta contenida {ntegramente en cierto subconjunto marcado 8, per la cual ha de romperse. Por fin, si b€S, entonces esta contenido en cierto subcon- junto marcado @ y define tanto en S, como en & un mismo segmento B’, con la particularidad de quc # = y{A \ B’). Con cllo queda demostrado el hecho de que S$ est4 marcada, Para finalizar la demestracién del teorema nos resta sefialar que si 5 fuese distinto de A, entonces en la contradiccién con la definicién de S ob- tendrfamos un subconjunto marcado superior a 5, agregando a § el elemen- to y{A \ 5) y considerando este elemento el siguiente tras todos los elemen- tos de S. El teorema queda demostrado. Del teorema 4 se deduce inmediatamente el Teorema 5 (Zermelo). En todo conjunto no vacio puede definirse un or den que lo convierte en un conjunto bien ordenado. 74 Mas aun, del teorema 5 proviene el axioma de cleccién. En efecto, si A es cierto conjunto no vacio, entonces, conforme al teorema 5, puede consi- derarse bien ordenado. Si B es un subconjunto no vacio del conjunto A, en- tonces, al designar con y(B) el elemento minimal del conjunto B, nos con- vencemos de que «(B) satisface al axioma de eleccién. De este modo, se ha demostrado la equivalencia de] teorema 4, del axioma de eleccién y del teo- tema de Zermelo. ‘Véanse (33, 90, 91] para familiarizarse mds detalladamente con cl axioma de eleccién y los teoremas equivalentes a él. Veamos un sistema (A, | «€Z) de conjuntos parcialmente ordenados, suponiendo que el conjunto L es también parcialmente ordenado. Conven- gamos en considerar que !os diferentes conjuntos del sistema a examiniar no tienen puntos comunes. Esto, sin embargo, no impide que algunos de ellos sean diferentes ejemplares de un mismo conjunto, Denotemos con A una reunidn teérico-multiplicativa de conjuntos de este sistema y con P, ¢l pro- ducto directo de los conjuntos del sistema (Aq | a¢L}, es decir, cl conjunto de funcioncs « que a todo conjunto A, le hace corresponder un clemento dy€Aq. Las funcioncs a pueden concebirse como una fila (aq), donde « re- corre el conjunto L. La existencia de tales funciones se desprende de la apli- cacion del axioma de elecei6n a U Aq. Por consiguiente, el producto direc- ath to de cualquier sistema de conjuntos no vacios és no vacio, Definamas sobre Puna relacién <, haciendo a < d, si de a¢ Ba, para cierto wéL se deduce que existe tal BEL que BB>Pi>hr>... de clementos de L, mas esto contradice la condicidéna del minimo de L (véase worema 3). Esto quiere decir que a = by el cardcter antisimétrice de la rela- cién ¢ estd demosirado, Comprobemos ahora Ja transitividad de nuestra relacidn, Supongamos que af by bee. Sia=66 b =¢, la transitividad es obvia. En cambio, siaOr> 66. Son de un modo tal que para cada a; (i = 1, 2, .,., 7) tiene lugar @,% Ba, 0 bien Be,€ Ca, Si, por ejemplo, a.,< du, entonces para cierlo Ba2>.. 1. >on > lo qtie contradice la con- dicién de minimo de L, Por lo tanto, la transitividad de la relacién ¢ esta demostrada y la demostracién del teorema queda terminada. El producto directo P, dotado de un orden descrito en el teorema 6 leva el nombre de producto ordenado de tos conjuntos parcialmente ordenados Aa Determinemos también sobre el conjunto / la relacién < , poniendo ag b, cuando y sélo cuando a, BEAL, ¥ T$b cn Aq, 0 bien a€Ag, CAB Y aa (b puede ser igual a a). Sea Q = PN [a, 6). Es evidente que | Q@| < | P|. Por consiguiente, segtin Ja hipdtesis de induccién, Q pucde descomponerse cn 5(Q) cadenas, mas 5(Q) = n =f, en virtud de la hipsdtesis. De aqui, al agregar a dichas cade- nas una cadena (a, &), obtendremos una descomposicidn de P en n cade- nas, Por consecuencia, en este caso d{P)} k, De este nodo, v = 4, y la primera afirmacion del lema queda demosirada. 2, Elirninemos en la red G todos los atcos dei corte minimo que separa la entrada s de la salida /. Entonees, en el grafo orientado obtenide no habra ningtin camino des af, Por eso, la potencia de este corte no es infe- rior al mimero minimo de arcos cuya climinacién rompe todos los eaminos de sat, Para finalizar [a demostracién de la segunda afirmacién del lema, demostremos que es cierta también 1a relacién inversa, En efecto, sea Tun conjunte ce arcos cuya climinacién rompe todos los caminos de sa fen la red G, y sea Sun conjunto de vertices que pueden ser alcanzades partiendo de la cntradiy, cou ayuda de tos caminos que no contienen un arco del con- junta 7, Esta claro que (S, VSS) es un corte en la red G. Ademas, (S, ¥NS)CF, Por eso, la potencia del corte minimo no sobrepasa | (8, ¥N\S)| y. por consiguiente, | 7]. El Jena esta demostrado. Enunciemos ahora ana serie de seoremas de Menger y demostrémosios tanto para los gralos orientados, como no orientados, hacienda uso del teo- yema H sobre el flujo miximo y ¢l corte minimo. ‘Yeorema 15. Sean s y / dos vértices en un grafo orientado G. EI némero nuiximo de caminos de sas, en G que no se intersecan pot los atcos cs igual a fa potencia minima del conjunto (5, ‘)-separador de arces det grafo G. Demosiracion. Vamos a considerar el grafo G como una red de entrada sy salida ¢, a todo arco def cual le esta asignada la capacidad de paso unila- tia. Eatonces, ef teorema en consideracién es un corotario del lemad y det teorema TH. Supongiumos que para wn grato mo orientado G existe el grafe oricntado 2(G), obtenido de G sustituyende cuda arista de éste por un par de arcos inversameate orienlados, que son incidentes respecto de los mismos vérti- ces. Entonces, en victud de los ejercicios 16 y 17, se deduce ta validez del leorema 15 pura el grafo no orientado. 254 ) ¢(e), Hegamos aque |’ | SN. Entonees, en virtud det x eek tvorema 15, existen A (y este mimero cs maxime) caminos de sa fen la red G‘ que ho se inlersecan por los arcos. Sea /(e) ef numero de arcos paralelos al arco @ en la red G*, ocupados por dichos caminos. En este caso f(e) es el flujo de sar de magnitud N 256 a ¥ y 3 2 5 s t 2 4 w 3 u w ‘A Fig.8.7 a b en la red G(Y £) (aqui se han empleado también Jos resultados del lema 4). La implicacién requerida estA demostrada Demostremos que del teorene 20 (le Menger) se deduce ta validez det feorenta 12 (ce Konig). Sea G(SU T, R).un grafo bipartido sobre ol conjunto de vértices SUT SAT = @. Obviamente, el conjunto de véctices A cubre todas Jas aristas del grafo G, cuando y sdto cuando 4 ¢s un conjtunto (5, Ty-separador de vértices del grafo G. Para toda combinacién de pares de naristas en cl grafo G pucden elegirse a cacenas que van de los vértices del conjunto S a los del conjunto 7, y viceversa, k cadenas de § a T, que no tienen vérlices comunes y contienen & arisias del grafo G que no sc interse- can por las vérlices. Por consiguiente, cl ntimero maximo de cadenas de S aT, Que no tienen vérlices comtines, cs igual al ndmero maximo de aristas de la combinaciéu de pares on el geafo G. Pero, en virtud del teorema 20, el ndmero mdximo de cadenas que van de los vértices del conjunto Sa los del conjunto Ty que no tienen vértices comines, cs igual a la potencia mini- ma del conjunto (S, T)-separador de vértices, Por consiguiente, el teorema 12 queda demostrado. Todas las implicaciones establecidas en el libro, entre los tearemas de> Menger, Konig, P. Hall, Dilworth y el de Ford-Futkerson sobre ef flujo ma- ximo expresado en ntimeros cnteros y el corte minimo est4n reunidas en el grafo oricntado (véase fig. 8.8), en ef cual los vértices corresponden a los lcoremas, y el arco (A, B) csla presente en el grafo cuando y sélo cuando queda demestzado que cl teorema 2 se deduce del (ecorema A. Scgiin pode- mos ver en cl grafo que se muestra en la fig, 8.8, para finalizar la demostra- cidn de la equivalencia entre los tcoremas citados es sifuciente, por ejemplo, deducic uno de fos teoremas de Menger a partir del teorema de Konig. Deduzcames ef teorema 18 (de Menger) del teorema 12 (de Kanig), re- curriendo al método de induccién matematica, La idea de tal demostracién surge de las obras (134, 135]. Con ello acabemos la comprobacién de la equivalencia entre los teoremas de Ford-Fulkerson, Menger, Konig, P. Hall y Dilworth y también ilustramos con un ejemplo concreto la idea de ta de- 237 17-6013 Teorema de Ford y Flukurson sobre el flujo Teoremas del typo maximo expresada en niimeres enieras y el de Menger sorte minino {teorema 11) (teoremas 18. 20} Teoren\as del tino da Kowig (teoremas 12y 13) Teovemas iil tino cla P.Jall sibre sisien toprasontantos climunos [teoremas 9 y +0) Vig.w x. mostracion de los teoremas de Menger por ef método de induccion matemitica. Lema 5, Supongamos que G(¥%, £) ¢s un gralo no orientado arbitrario, en el que se distinguen dos vértices no adyacenies s, fe ¥, y que XSV os un conjunto minimo {s, f)-separador de vértices det grafo G, tal que [X| = &. Entonces, en G(Y, £) existen & cadenas de sa ¢ que no se interse- can por los vértices. Demostracién, Un vértice del grafo G, distinta des y 4, y no adyacente 4 ningune de cllo cibe cl nonbre de vertice interior del grafo GC. De- mostrenios el lema por induccién respecto de 7 (cl ntimero de vértices inte- riores del grafo G). Sean = 0, es decir, en G no hay vértices interiores. En- tonees, el grafe G ticne la forma mostrada en fa lig. 8.9. Sean xi, x2, 2. xp los vértices det grafo G que son adyacentes tanta as, como 2 f, simulta- neamente, Bs evidente que x1, X42, 5 %»GX. Por cso, cuando pp = k, ol siste- ma buscado de & caclenas que na se itersecan por los vértices se halla en seguida. Si p<, construyamos un subgrafo G’, del grafo.G, suprimicndo todos los vértices x1, V2, . . «Xp junto con las aristas incidentes. Ahora, para demostrar el tema, basta con enconirar en el subgrafo G4 k — p cadenas de sa f, que no se intersecan por vértices. Asi pues, sea p 0. Veamos un grafo arbitrario G(¥% £) con un numero de vertices imteriores igual any y un Conjunto mini- mo {s, )-separador de los vérlices X, donde |X| = k. Sea x uno de los vértices interiores de este grafo. En el grafo G’, obtenido de G por elimina- cién del vértice x) junto con fas aristas incidentes, las condiciones del lema se cumplen como antes. Pero, en el grafo G’ el miimero de vértices interiores ya es inferior a ro, y, por lo tanto, en virtud de la hipdtesis de induccién, se encontraran kK cadenas de sa ¢, que no se intersccan por los vértices, en G",y por consiguiente, en el grafo G. El incumplimiento de las condiciones del oma significa que 41€X. Supongamas que Go cs un subgrafo del grafo G engendrado por el conjunto de vértices V\.X; V, es el conjunio de vérti- ces del subgrafo Ga unides con el vértice sen Go, y % = (KS X}N Vs. Sean G.y G, los subgrafos del grafo G engendrados por les conjuntos de vértiecs VN y WUX, respeetivamente, Sobre ol conjunto de vértices M = WUXUi') consiruyamos un grafo G), a partir del grato Gy, adi- cionando un nuevo vértice ¢’ y lodas jas aristas del tipo (x, f"), donde xX. Ademas, sobre e] conjunto de vertices ¥; = VUXU[s’} construyamos el grafo G2, a partir del grafo G,, juntando un nuevo vértice s’ y agregando todas las aristas del tipo (5°, v), donde vex. Los grafos G y Gy, Gz, cons- 17° 259 Fig «1 truidos a partir de G, se exponen en la fig. 8.11. Por construccién, en cl gra- fo G; se tiene un Conjunto minimo (s, /’)-separador de & vértices, y en cl grafo G2, un conjunto minime (s’, /)-separador cle & vértices, puesto que es precisaniente tal, por ejemplo, cl prapio canjunto x. En el grafo G; tos vértices s y r’ no son adyacentes, puesto que s¢ X. Ademas, cada vértice interior de G; es también interior en G, pero, al mtis- mo tiempo xi, siendo vértice interior en G, no lo es en G). Por eso ef name- ro de vértices infetiores def grafo Gy es inferior a to. Mas en este caso, por Ja hipstesis de induccién, se encontraran & cadenas de sa ¢’ en el grafo Gi, las cuales no se intersecan por los vértices. De un modo andlogo mostramos que se encontrardn & cadenas des’ a fencl grafo Gy, las cuales no se inter- secan por los vértices. De la construccion de los gralos Gy y Gz obicnemos automaticamente & cudenas de sa ren cl grafo G, las cuales no se interscean por los vértices, De cstc modo, ef lema queda demostrado. Si en cl grafo G con dos vérlices na adyacentes 5 y # se Licne un sistema de « cadenas de s a ¢ que no se intersecan por jos vértices, cntonces cl con- junto (s, f)-separador de vértices ha de contener por lo menos un vértice de cada cadena, o bien, dicho de otro modo, Ja potencia de cada conjunte (5, O-separador de vértices del grafo G no debe ser inferior ak. De aqui y del 260 c t a b © ¢ 2 t a , Ye Fig-8.12. > e ee ee ee lema 5 obtenemos directamente el teorema 18. Asi pues, la implicaci6n esta demostrada y, por consiguiente, queda establecida la equivalencia de los te- oremas de Ford-Fulkerston, Konig, P. Hall, Menger y Dilworth, Es de interés el problema de buscar (las demostraciones de) todas las implicaciones entre los tcoremas recién citudos del andlisis combinatorio. Proponemos gue cl mismo Icctor halle las implicaciones que faltan, En otras palabras, proponemos que el lector termine de construir cl grafo mostrado cn la fig. 8.8, hasta que se obtenga un grafo orientado compicio sin lazos. Una parte de las implicaciones que faltan o las demostraciones nuevas de las implicaciones ya establecidas pueden cncontrarse en las obras UI, (cap. 8, § 1), 8 25 (Caps 7 y 12), 28, 114 (cap. 5), 120, 122, 123 (§ 15.7) 124 (cap. 1V, § 4) ¥ 133, 135]. Ast, por ejemplo, en [122] Harary obtuvo, par- tiendo del teorema original de Menger [119] (véase cl teorema 18), diferentes teoremas de tipo de Menger, incluidos teoremas sobre el flujo maximo expresado en miuimeros enteros y el corte minimo, de Konig, P. Hall, Dil- worth y otros. En [120} se da un resumen de los teoremas de tipo de P.Hall sobre el sistema de representantes distintos (véase el tearema 10). lord y Fulkerson [28] obtuvicron, bassindose cn su (corema sobre el flujo maximo. de mimeyos enteros y cl corte minima, los teoremas de Konig, Menger, Dik worth y P. Hall (véanse las teoremas 4.1, 4.2, cap. I, § 8 y tearcma 10] [28]). En [121] el teorema sobre el (hijo maximo y el corte minimo se deduce del teorema de Menger, y en [25] se exponen detalladamente las correla- ciones entre los teoremas de Menger y de Konig sobre las combinaciones de pares para los grafos bipartidos. Sea G(M E) un grafo orientado finito y supongames que S, TS ¥ son tales que | S| = | T| = &. Construyamos un grafo bipartido G'(VU V’, £") sobre un conjunto de vertices VU V", donde V" es un ejemplar mas del conjunto V. Con »’€¥’ denotemos el vértice que corresponde al vértice ve¥, y con T’<¥’, ef conjunto correspondiente a TS V. El conjunto de aristas E’ en el grafo bipartido G’ se define mediante la relacién Et = {(u, v7) per UL a Ge EFL, Ul gralo Gy cl G’, construido a partir de ©, es 8.12. n representados en ta fig. 261 Lema 6. un grafu orientado Tinito y 8 7S V, tales que Is| = [7] = 4. Unel geafo G hay & caminos de Sa 7, que no se interse- can por los vértices, cuando y sélo cuanda existe en el geafo G’ una combi- nacién de pares M= (04, xf), -.- On xa)) tab que (m, x2, .. Xu) = VST (Pu Yar eo Jab = NS. Demostracion. Sea Pi, Pr, .. ., Px una familia de caminos de Sa T que no Se intersecan por los vértices, donde | S| = | 7] = k. Definamos ¢: WNT’ >¥NS, haciendo (ips u, si wgP; para todo i, i pi v, si weP;, y v sigue tras men Py. Es cvidente que y es una aplicavién biunivoca y que para todo WEEK NT" tenenios (plir'), «Jee. De esie modo, M = (plu), nu’) | ae ST’ | es una combinacién de pares y (pla) fu'ev NT?) = = ¥NS. Demostremos la afirmacion inversa. Sea M = (Qn, xf), -.- Om x2} una combinacién de pares en el grafo G’, donde (yi, ..., yn] = VNS,y Ix... te) = WNT. La aplicacién isomorfa yg: ¥’ \T’ VN S se define de una manera evident, a saber: y; = g(x) para cualquier xeV\ 7. Defi- names, para cada séS, el camino J*, en el grafo G que va del yértice s a uno d¢ los vértices del conjunto 7. Si s€SAT, entonces P, = fa], Si s¢ST, en- tonces sg7. Por eso siempre existe un vértice s'€V’N 7" tal que ols") = meV S. Si m€T, suponemos que Ps = [5, ua). Si wi ¢T, entonces, Por ser p inyectiva, se cncontrard un vérlice wm = p(u/)eVNS, tal que nz # uy. Sime, suponemos P, = (8, tt, tt), Si tagT, enlonces, por ser w inyectiva, se encontrard un vérlice uy = ply) = VSS, tal que us # In. Continuamos este proceso hasta que se cncuertre por primera vez el vértice we, y cntonces suponemos /, = (8, Wi, 43, .. 4 My}. Por ser fa aplicacién w inyectiva, deducimos que tos caminos P,, construidos para diferentes séS, no sc intersecan por los vértices. De este modo queda demostrado el lema. Para el grafo G (expuesto en la fig. 8.12) conf = (a f g) y T= la d, f) se¢ tienen tres itinerarios que no se intersecan por los vértices: P, = (a, ce), Py= W, Pe = (8 & @] que van de los vertices de conjunto S a los del conjunto 7, y a estos caminos les corresponde, segiin el lema 6, una combi- nacién de pares M = {(b, b’), (¢, a*), (d, ce"), (2 g’), tal que (8, 6 a e] = VNS,y (bt, a", 8, g') = VINT!. El lema 6 se emplea para generalizar los matroides transyersales con los grafos bipartidos G(SUT, R) (véase § 8.4, como también ef concepto de ganimoide en [1]). @ IAS tecreimits 12 y 19 a partir del ema 6 y del teorema (2. nudsirese el leorema V7? por el anctode de induceién matemética segin el mimero de vertives interiores Uel yeaa, ‘262 8.2, RETICULOS Sea (4, <) un conjunto arbitrario parcialmente ordenado, y sea Bun subconjunto no vacio del conjunto eilado, 11 elemento wed se denomina cola superior exacta (supremo) dcl conjunto 8, siempre que @> 0 para todo be€B, y si de la validez de la relacién u>b para todo LEB se deduce que v>a. De un modo dual se define la cora inferior exacia ((rfiina) del conjun- to B: el elemento @€A sc Hama cota inferior exacta, siau. De este modo, adv = inf(a, b] y el teorema queda demostrado. Observemos que los razonamientos duales permiten Hegar a las mismas deducciones que se obtienen al definir la celacion < por la condivién « 1 es un iso- morfismo del reticulo B sobre cl reticulo que se muestra en fa fig. 8.14 (en 8.15, respectivamente). Precisemos el concepto cle isomorfismo de los reticulos. Corrientemen- te, para fos reticulos sc introducen dos con jos equivalentes de isomorfismo. L. Los reticulos (Lo, <) y (1, <) sc denominan isomorfos, si son iso morfos como conjuntos parcialmente ordenadas. Ya hemos enpleado esta definicién de isomorfismo de los reticulos, 2. Los reticulos (Lo; A, V} ¥ (Li; A, V} sc denominan isomorlos, si existe un isomorfismo ¢ del conjunto Ly sabre e! J, tal que para cualesquicra a, béLo: aanrb) = plac) plavb) = vla)ve(b). Pese a la equivalencia de estas definicioncs, en lo que sigue adclante se distinguiran cstos dos conceptos de isomorfismo de los reticulos con el fin de evitar toda clase de confusidn al gencralizarlos. Reminciaremos también a fas dlesignaciones (3 A. Vv) y (L, <) para lot reticulos y conjuntos parcialmenie ordenados y escribiremos simplemente letras maylisculas, indicando los conjuntos principales, a excepcién de los casos en que esto sea necesario para una mejor asimilacién del texto. El isomorfismo de tos conjuntos parcialmente ordenados se generaliza del modo siguiente, Una aplicacién yg: Ag— A, sc llama fsdfona (0 bicn conservadora del or den) de un conjunto parcialmente ordenado Ao cn otro conjunto parcial- mente ordenado Aj, siempre que a G2, 2), 0 bien, lo que es cquivalente, wx; en P, y v>y en Q, siendo / = 1, 2. De aqui, en virtud de la detinicién de cota superior exacta, w2x1Vx2, ¥ ve MVI2, asi que (4, v)>(x1Vaz, 42) en PX QO. Esto demuestra que (x1Vx2, ¥1V)2) = Ot PVE, J2). De aqui se desprende que la unidn situada en el segundo miembro existe. Mediante les razonamicntos duales legamos a que (xx, yA) = Or, KALE 12), por lo cual P x Q es un reticulo y el teorema queda demostrado. Un reticulo que satisface la identidad (G@AbL)V(uAc} = aA(BV(anc)) © bien (Jo que es cquivalcnte) la condicidn siguiente: @2>0, leva consigo (aAc)Vb = aAtave) y se Mama moduder, Un ejemplo importante de reticu- fos modulares es ¢l de subespacios de un espacio lineal (véase el ejemplo 9 267 enel § 8.1). En efecto, si A, B,C son subespacios y si A> #, entonces, evi- dentemente, (B + CMA DB + (ANC). Viecversa, si cl vector @ se dispone en (B+ CIMA, entonces a= hb +c, donde EB y ceC. De aqui, cla — bye(CMA), cs decir, «a(R + (ANC) oy, por lo tanto, (B+ C)NASB + (ANC). De un mado undlogo s¢ comprucba que tal bién son modulares los reticulos de los divisores normales de un grupo ar- bitrario, de los idcales de un anillo y de los submedilos del médulo. Un ejemplo tipico de un reticulo no modular es cl diagrama que se expone en ja fig. 8.14. Demos a conocer ahora una representacion intuitiva de un «reticulo mas general» que esta engendrado por cierto conjunto de clementos y que salis- face ciertas correlaciones. Los «rcticulos mas generales» se denominaran cn adelante libres. Estos retfculos se construirdn por formacién sucesiva de ele- mentos «nuevos» con ayuda de las operaciones de unidn ¢ interseecién has- ta que se obtenga un reticulo, Ademas, los elementos «nuevos» se identifi- carin con los «antiguos», si y sdlo si las igualdades entre clos pueden dedu- cirse o bien de jas identidades del reticulo, o bien de tas correlaciones preti- jadas. Ihustremos lo clicho con un ejemplo de consiruccién de un «reticulo mas general» que estd engendiado por los elementos @, b, ¢ ¥ que satisface ja relacion ba. Formemos, ante toda, las uniones ¢ intersecciones ave, ave ac, bac, Ha de notarse que avbve = (avi)ve = ave, puesto que avb = a; andlogamente, aAbAc = bAc. Demastreios ahora que los sicte elementos a, b, 6, ave, Ve, anc y OAc, de los que ya disponemos, son dis- tintos dos a dos. Recordemos que dos de ellos serfan iguales, si fa igualdad entre ellos se deduciera de la relacion &) = (ec) en L (pave) = gle) en “, respectivamente). tonces la aplicacién pucde ser prolongads hasta que se oblenga un homomorfismo reticular ¥- Fx(A}> L, es decir, un isomorfismo tal que g(a) = ¥(a) para lode aA. EI reticulo Fx(A) se Hama tambien reticulo K-libre sobre ef conjunto parcialmente ordenado A. Cuando X coincide con la diversidad de todos les reticulos, omitiremos ¢l indice K y al reticulo libre sobre A lo Hamaremos F(A). Si-A es una anti- cadena y |A| =n, denotaremos Felt) 6 Fr) y Mamaremos este reticulo K-libre o, simplemente, libre de 7 elementos gencradores. En £900 Dedekind mostrd que un reticulo modular Libre F4,(3) de tres elementos generadores diene 28 elementos y su diagrama tiene la forma expresada cn ta fig. 8.19, donde los elementos generadores estan designados con.x, y, 2, nligntras que @ = BV Y)AQVZ)AG2), b= CenyyvQrnz) V(xAz), x= (rAa)vb, y= (WAa)vd, a = (zAa)vd. En el teorema que sigue se da una caracterizacion muy titil de los reticu- los modulares, Teorema 23. Un reticulo L es modular, si y sélo si no cont pentagonos. eAty Vat So bea] VigAz Po WAY AYA Hp R19, Demostracion, Sj [. es un reticulo modular, también es modular todo subreticulo suyo. Por cuanto el pentdgono no es un reticulo modular, no puede encajarse en L. La necesidad esta demostrada, A fa imversa, sea L un reticulo no modular. En este caso existen los ele- mentos @, 6, céL, tales que &Q, enlonces o bien a es un Atomo, o bien a>b>0 para cierto b€L. Sea ¢ un complemento relativo de! elemento 6 en el inter- valo {0, a]. Por induccién a lo largo del intervato [0, a] se demuestra que lus clementos 6 y ¢ son ambos una unidn de datomos. Pero, en tal caso, esto vs licito también para a = bvc. El teorema esta demostrada. Colorario 3, En un reticulo modular de longilud finita con complemen- tos cada elemento es una unién de dtomos contenidos en él. Se dice que un reticulo L satisface la condicién de recubrimiento por arriba, si para cualesquiera sus elementos a, b (a # b) Jas condiciones uAb—< b y ab—2. Sea a = = bj——a y (aVii)>—la. Por consiguicnic, a1—<(aivi.)—< —(@Ad), b> -(aAb) ya 4 &. Vintonees, ev virtua de la condicign de Jordin—Hélder (véase ejercicio 10): r(@) = r(b) = (cab) + 1. Sustituyamos estas igualda- des en la desigualdad mencionada en ja hipdtesis del teorema y obtendre- mos: ravb) 8 y ab = b; mas eSlO conlradice a que b>—{aAb}. Por consiguicnie, (@Vb)>—a. Andloga- muente se coniprueba que (avb)>—b. El teorema esta demostrado, Del teoremia 31 y de la dualidad de las condiciones de recubrintienlo por artiba y por debajo obtenemos cl siguente resultado: Corolario 4. Si en un reticulo L de longitud finita con 0 se cumple la condiciou de recubrimiente por debaje, entonces para cualesquiera a, BEL tiene Lugar laa dad: r(a) bo r(b)t. Parad Fla afirmacic H tlayv. . va.) = 4, enton- ges, por ser el reticuia semimadular tenemos (ayV. Va— ra) & e(suptA UB), de mode que Al ob |B) sea) 4 [AUR]. De aqui conchumos que mays |Al{ + lel —- |AuBl = Janel. Por otro lado, Me) 2r(b) = | AO BI], por cousiguieme, ru) = 20), y a=, es decir, inf[sup A, sup BY = supa 1A). De aqui proviene que g es un isomorfisme, y, en virtud del (corema 32, el conjunto de dtomes J ¢s independiente. El teorema esta demostrado. Un reticulo semimodular atéinico completo (es decir, cualquier elemen- to lo representamos en forma de una reunidn de dlomos) sin cadenas infini- las se Hama geomeéirico o matroidal. Demes a conocer algunas definiciones. Sea -# (5) un conjunto de todos los subconjuntos de S. Diremos que sobre cl conjunto § esta dado el eperador de clausura, si a todo elemento de A€(S) se la hace corresponder wiivocamente un determinado clemenio de 4¢7(5), Namado chausura de zt, con ba particuturidad de que dicha carrespondencia satisface, pi lodos los A, Be ? (5), las condiciones 282, siguientes: 1 ASA; _ 2. SLACB, entonces ASH (propiedad de conservacién del orden); 3. A = A (idempotencia), El conjunto A se Hama cerrado, si coincide con su clausura. . Se denomina pregeomieirfa (vw matroide) G(S) a un conjunto S con un operador de Ja clausura ~, que satisface las propiedades: 8) de sustitucidn: para cualesquiera_p,_geS y para todo Ay (S), de PEA U 1g) y péA se deduce que géA U fp); b) de base finita: para todo A é-7'($) existe un subconjunto finito 4¢c A tal que Ay = A. Se denomina geomesria conbinatoria (en adelante, siempre geometria) a una pregeometria en In que todos los subconjuntos de un solo elemento, como también cl conjunts vaio, san corrados. La definicién de una geomeiria sobre el conjunto S se diferencia de la definicion de una topologia sobre S cn que no se requiere ef cumplimiento de la condicién AUB = AUB para todos los A, Bey(S), pero subsiste la propiedad de sustitucion, !a cual, en general, puede no cumplirse para la clausura de fa topologi: Llamemos superficie a todo conjunto cerrado de wna geometrfa. Las su- perficies de una geometria G, ordenadas por inclusién, forman un reticulo completo L(G} con operaciones binarias Vo y A: AASB = ANB, AVA = AUB, donde at y # son las superficies de la geometrfa G. Teorema ¥. Sca G s, -) una geometria, Entonces, el retfeulo L(G) es geométrico, Viceversa, si 4. es un reticulo geométrico, S, un conjunto de atomos del reticulo £, y cl conjunto |@€S|a0) se denominarin k- superficics. En tal caso las I-superficies se Namariin puntos; 2-superficies, rectas; 3-superficics, planos, etc. Observemos que un plano es una unidn re- ticular de cualquier recta suya y un punto suyo no dispucste cn dicha recta, etc, Lo ultimo puede formularse del modo siguiente: (*") toda k-superficie y una !-superficie, no situada en la primera, yacer en la tiniea (k - 1)-superficic. Al representar las gcometrias, tis rectus se dibugan en forma de segenen tos (0 las curvas}. Dibujaremos solo aquellas &-superficics, que no pueden 284 Fig.8.26, ’ ser restablecidas univocamente segin el dibujo, si sélo se emplea la pro- piedad (*). Aclaremos esto con un ejemplo, En la fig, 8.24 estd representada una gcomeiria de rango 3 con un conjunto de puntos [24, & od eS el. con fa particularidad de que las rectas adi, ae, ag, bd, be, Lf bg, cf cg, df, dg, eg y los planos abcg, afe, cdeg, efy, adg, aeg, bdg, beg, bfe, ofg, dfe no estan trazados, puesta que pueden oblenerse con ayuda de la propiedad c). En las figs. 8.254 , . 8.28 estan representadas las geometrias, y en las figs. 8.25b ... 8.28b, jos diagramas de sus reticulos, respectivamente. Hemos de notar que lus representaciones de las geometrias son mucho mas sencillas en comparacidn con los diagramas complejos de sus reticulos, Los matroides (o geomelrias) surgen en gran cantidad, sobre todo en el algebra, teoria de los grafos, geometria, tcoria de las transversales, andlisis combinatorio, cle, El estudio de cllos comenzé por el conocido problema de los siete pucntes de Konigsberg resuelio por Culer hace 200 afios, La ex- posicién de fa tcoria de los matroides ia continuarenios en el § 8.4, donde dareimos a conocer otros cjeinplos de matroides y de sus aplicaciones. Detengdmonos brevemente en los resultados referentes a la anchura de los reticulos geométricos enunciados a tenor con el teorema | (de Sperner). Sea L un reticulo geomeétrico finite, Designemos con E(/) el conjunto e Fig. 8.27. 285 wtededn ARS. Fig 8.28 " de todos lus elementos det retivuto £ de rango i, v sea w= | kO]. Qbservemos que ef conjunto AG) es uma anticadena del reticndo 4. ‘Teorema 37. Sea Lun reticulo peometrica finito en el cual todo elemen- to ade rango ise cubre por &; cleinenlos y cubre ve clementos (los ndineros ky m,sélo dependen del tango ). Entonees, la anchura de © es igual a max HY, Osis) Demostracién, Supongamos que n= r(L) y max Wy = Wy. En este Osise caso E(k) es uaa anticadena con HW» clementos. Resta por demostrar que si 4 es una anticadena arbilraria ca L, entonces | A | ) (a ata es decir, |A| B(o bien g: BA, si | A| & | 2]. tat ne para toda deel (na ta todo a¢J, respectivamenme) son comparables los elementos @ y pte). Teorema 38. Sca L un reliculo geometrico finite de range nm. Si L cs une » Por fin, cade la desiguildad Wy<% nos dicta que sta) = Ss “Wy? lA] 286 modal y existe paridad entre E() y EG + 1) para todo i 0, y la desigualdad es vali- da para las anticadenas de menor didmetro. Por cuanto d(A)>0, en la anti- cadena A siempre existe wn elemento a, tal que r(a) # k; admitamos, para concrelar, rl@fc, ave] = lg be [bAG, 5] = 10, ). permite establecer un isomorfismo entre los intervalos [0, a} y [0, 6], ef cual se llama aplicacion perspectiva con el eje de la perspectiva c y se designa con P(a-b; c). No es dificil comprender que P(a— J; ¢) aplica un elemento x€[0, a] sobre otro elemento » = (xVvc)Abe|0, 6). Si L es un reticula com- puesto por un conjunto vacio, Jos puntos y las rectas del plano proyectivo y por el propio plano, Ja aplicacién perspectiva P(a> b; c) pone en corres- pondencia al punto x en la recta a y al punto ¥en la recta b (fig. 8.31). Preci- 19—6614 289 Fig 8.31. Fig.8.32. samente a esta circunstancia se debe la denominacién. Ademas, se ha es- tablecido aqui que los intervalos {0, a] y [0, 6} son proyectives, Por eso, por analogia con Ja proyectividad de los intervalos, emplearemos, para la nota- cidén de los elementos perspectivos a y 6, la designacién a~b. Lema 8. Sean a y b los puntos distintos (atomos) del reticulo geométrico modular £. Entonces, aVb contiene ef tercer punto ¢ cuando y sdlo cuando ay 6 son perspectivos. Demostracidn, Cualquier (ercer punto en avb es un complemento relati- vo comin para a y 4 en cl intervalo (0, a@Vb]. En este caso, ef elemento ev(aVb) = x seri complemento comin para a y b, cualquiera que sea el complemento (@Vb) del elemento avd, Viceversa, sean a y ) perspectivos. Entonces, | = aVvx = bVx cubre x, Pongamos ¢ = (aVd)Ax. Tendremos rc) = r(avb) + (r(x) — rluvevy)) = 2-1 = I, puesto que avbvx = | cubre x, Quicre decir que d< aVb es un punto, y ade~ nis, distinto de a y b, puesto que d0 con- ene un punto del retleulo, El lema queda demostrado, De los teorentas 29 y 34, como también del Iemma 10, obtenemos cl si- guiente resultado importante. ‘Teorema 43, Cualquier reticulo modular de longitud finita con comple- mentos es un producto directo (0, aj, donde a = sup Ej, y Ei son diferentes clases de relacién de perspectividad de los puntos del reticule L, Ejerciclos. Demuéstrese que 21. Todo reticulo geométrico cs isomorfo al producto directo de reticulos gcométricus di- rectamente indescompanibles. 22. Un reticulo geométrico es directaniente indescomponible cuando y s6lo cuando cunlesquicra dos Atoms suyos son perspectives, 3. En un retfculo geomiirice Ia relncion de pevspectivitlad de las puntos (Atnmes) ¢s rast ee a. La ellealog gcométricos Uistibulwas som dlgehras de Boole, y solo Algebras de Noo- Ie, de rango finito, 25. La clase de reticulos geumeétricos modulares est formada por productos directos de los reticulos de espacios proyectivas y slo por ésios. Las afirmaciones de los ejercicios 21, . .23 caracterizan las propiedades estructurales de los reticulos geométricos. Freron obtenidas por primera vez por F.Maeda {117}, y, en una forma mas estricta, por Sasaki U. y Fujiwara S. [118}. Los resultados de los ejercicios 24. . .28 son caracteristicas comple- tas de Jas clases de reticulos geométricos distributivos y de los reticulos gco- métricos modulates (se obtienen con facilidad de tos ejercicios 21, . .23). Las demostraciones de la mayoria de dichos resultados pueden hallarse en U, 34, 32 y 16). Los reticulos L que para cualesquicra mo, a1, a2, bo, bi, 22€L satisfacen fa desigualdad (ao Bo ACA BU AC@2V ba) S (eV Aaa) ((eVOADO), 291 199

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