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| . CO FNUR AUNT Dt SNES) TEOLOGIA ESPIRITUAL Hacia la plenitud de la vida en el Espiritu ge COLECCION SINTESIS Charles André Bemard nacié en Berckpla- ge (Francia) en 1923, Entrd en la Compania de Jestis en 1943; se doctoré en filosofia en 1951; se ordend sacerdote en 1954; en 1958 consi- RuIS un segundo dactorado con una tesis sohre La théologie de lespérance chez saint Thomas (Vrin, Paris 1961). Desde 1962 ensefia teologia espirinual en Ja Universidad Gregoria~ na de Roma y desde 1987 preside el Instituto rosas sus obras monograficas y sus asticulos, citados frecuentemente en las notas hibliogrAfi- cas de este tratado; recordamos especialmente Jos ensayos Teofogia ‘imibolica (1984) y Teolo- gia affettiva (1985), La spiritualita del Cuore di Cristo (4989), publicados por Jas Ediciones Paulinus de Italia. Ademis de su actividad aca- démica, el padre Bernard se Jedica al ministe- rio partoquial ¥ sobre sodo a la direcciGn espiritual y a la predicacién de los ejercicios ignacianos. EI fruto de este aitimo trabajo apostolico ha sido el tibro Pour mieux donner les Exercices ignatiens. CIS, Rota 1979. La presente. Teologia espiritnal aporta como novedad en su campo el recurso constante 2 [a Sagrada Escritura como fuente de todo pensamiento cristiano y el amptio espacio dedicado a la integracin de las nuevas perspec- tivas psicolégicas y teolégicas: algunos temas como la afectividad, ia dualidad hombre-mujer, el simbolismo, la influencia del ambiente, las manifestaciones del Espiritu Santa se exponen con serenidad y apertura, con la finatidad de clarificar los problemas de fa direccién espiritual. Pero quizds las caracteristi- cas mas liamativas son la insistencia en el aspecto dindmica y el método adoptado: mas que la descripcién de las estructuras de ta vida cristiana, una invitacidn al lector recorre un camino vital que'le conducica a desear aleanzar la plenitud de la vida en el Espiritu. ISBN 84-7020-352-5 i! ] I oMreaaro!2a3se de Espiritualidad anejo a la misma. Son numé~=. SINTESIS 6/3 Son muchos los creyentes yur desean conocer una SINTESIS obje- tiva, completa ¢ imparcial de las diversas ramas del saber y del actuar religioso. Con frecuencia se encuentran necesitados de una respuesta ripida breve a multiples preguntas del hombre de hoy en materia de fe, de dogma, de moral, de derecho, de espiritualidad, de histo- ria, La riqueza que en fodos esos campos ha logrado !a doctrina religiosa cristiana no est al alcance del hombre medio de nuestro tiempo si fio se la damos en una SINTESIS breve, pero completa; sencilla, pero sin esconder la profundidad de algunos temas; infor- mativa de toda opinién que pueda considerarse ser -Esto es lo que intenta ofrecer a sus lectores la coleccién SINTESIS. CHARLES ANDRE BERNARD TEOLOGIA ESPIRITUAL Hacia la plenitud de la vida en el Espiritu 2.2 Edicién SOCIEDAD DE EDUCACION ATENAS Mayor, 81 * 28013 MADRID - 1997 Traduce: Alfonso Ortiz Garcia, del original italiano Teologia Spirituale, Edizioni Paoline, 1989 Con licencia eclesidstica ISBN: 84-7020-352-5 Depésito legal: M-5.096-1997 Printed in Spain. Impreso en Espafia por: M.G. Comunicacién Grafica Aldea del Fresno, 27 - 28045 Madrid PROLOGO Al presentar esta nueva Teologia espiritual, me gustaria indi- car brevemente al lector los dos motivos principales que me han movido a emprender este trabajo. EI primero guarda relacibn con Jos cambios que en Jos ulti- mos decenios ban afectado a la investigacion teologica.. Mien- tras que la teologia escoldstica clasica se esforzaba en definir un cuadro teologico completo basado en el uso de nociones precisas, aptas para poner de relieve las grandes estructuras de la realidad cristiana (Dios uno y trino, la encarnacion, la Iglesia, los sacramentos, etc.), la investigacion reciente ha intentado atender con mayor fidelidad a la vida cristiana considerada en su dinamismo, estudiando por ejemplo la his- toricidad del Misterio de la salvaci6n, la misma experiencia cristiana, el compromiso moral en_la sociedad, etc. Desde el punto de vista metodol6gico este esfuerzo ha llevado a recono- cer la maxima importancia al estudio de la sagrada Escritura como fuente de todo el pensamiento cristiano y a insistir en la dinamicidad de toda la vida cristiana, asi como en su cardc- ter comunitario-eclesial. Es verdad que Ia teologia espiritual, por su misma naturale- 2a, siempre se ha mostrado mds atenta a la realidad concreta de la vida cristiana que a la especulacion teolégica. Pero bay que reconocer que muchos tedlogos espirituales, al intentar seguir el camino seguro de la teologia dogmatica, se ban contentado con sacar directamente de ella las aplicaciones practicas que consti- tuyen la substancia de su ensenanza espiritual, de esta manera, la espiritualidad no se apoyaba en sus principios propios, sino que se bacia dependiente por completo de los planteamientos dogmaticos. Ea Al contrario, en el presente tratado he inteniado poner de relieve los conceplos propios de la teologia espiritual: la nocién de vida espiritual, la de experiencia, o bien el concepto de progreso hacia la plenitud. ¥ cuando me be inspirado en las aportaciones de la teologid dogmatica algo que resultaba inevitable, dado que la vida cristiana procede de un fundamento sobrenatural que se conoce por medio de la fe ¥ que es iluminado por la refle- xi6n teolégica-, he procurado siempre considerarlos en su carac- ter dindmico y en su impacto existencial. Vista en esta perspecti- ua, la teologia espiritual, aun sin adquirir una independencia total, manifiesta una autonomia que puede darle la categoria de una auténtica disciplina teolégica en el dmbito de la doctrina Cristiana. El segundo motivo por el que he emprendido la composicion de este libro es de orden practico. No pocos anos de ensenanza en la Universidad Gregoriana me ban convencido de que podia resultar util una nueva presentacién de la teologia espiritual a todos aquellos que se interesan no sélo por entender la realidad cristiana, sino también por vivirla mejor. En los tratados anterio- res se reservaba muy poco espacio a ciertos temas que hoy se con- sideran muy importantes, como la influencia del ambiente en la vida espiritual, la afectividad, la dualidad hombre-mujer, el sim- bolismo, la manifestacion del Espiritu. En todos estos puntos reco- jo y pongo al dia en este libro algunos de los estudios que he publicado en otros lugares Los que se dedican al estudio de la espiritualidad se daran muy pronto cuenta de la utilidad de una exposicion sintética. Pero también los que se interesan por la ayuda concreta que puede brindarles un estudio mas sensible a las exigencias de la Psicologia moderna encontraran en este libro muchas observa- ciones capaces de iluminar los problemas de la direcci6n espiri- tual. Creemos, por ejemplo, que no existe ningiin otro manual que presente un comentario a las reglas ignacianas del discerni- miento de espiritus. El largo trato con los problemas y con los estudios de espiri- tualidad me han hecho ademas consciente de una gran dificul- tad vinculada a la teologia espiritual, dificultad que guarda relacion con la tarea de indicar la bibliografia sobre las diver- sas Cuestiones tratadas; ;ciertamente abundan las publicaciones espirituales! Por fortuna existen diccionarios que contienen véli- das indicaciones bibliograficas; los dos principales, a los que ba de recurrir todo el que iniente estudiar mas ampliamente un tema especifico son el Dictionnaire de Spiritualité Ascétique et Mystique (= DSAM) (publicado por Beauchesne, Paris, desde 8 1937 y todavia incompleto) y el Nuevo Diccionario de Espiritua- lidad (= NDE) (Ediciones Paulinas, 1983 ). Quizds resuite extrato al lector el hecho de que con frecuen- cia cite mis publicaciones en matena espiritual. Este preferencia encuentra una doble justificacién: por una parte (lo he insinua- do hace poco) muchos de estos temas han sido objeto de un estu- dio previo personal; por otra, be querido presentar los resultados de mi actividad dialéctica y los argumentos mas profundos que sirven de apoyo a mis posiciones. Antes de entrar en materia, permitaseme presentar las lineas directrices de toda la problemdtica de esta obra. El eje de toda la exposicién es el concepto de experiencia espi- ritual. Con esta expresi6n entendemos la toma de conciencia de la realidad vital inserta en nuestro espiritu (para los cristianos se trata de una realidad sobrenatural que se deriva de la participa- cton en la vida divina) y sostenida por un dinamismo intrinseco que la lleva basta una actuacién cada vez mas plena mediante nuestra cooperacion libre. ;Cémo se manifiesta esta experiencia cristiana? Hay que evitar destacar sélo algunas formas; una ver! dadera teologia espiritual tiene que dar cuenta de la capacidad extraordinaria que tiene esta experiencia de renovarse constan- temente y de presentar en cada persona una variedad infinita. Por mi parte, he intentado atender a la totalidad de la experien- cia espiritual (en la medida de mis conocimientos), sin excluir la que se desarrolla fuera del ambito cristiano. En este ambito, la experiencia espiritual puede, con todo derecho y sin caer en una autologia, calificarse como experien- cia en el Espiritu Santo. De esta manera el acento se pone en el aspecto personal de la vida espiritual cristiana: su protagonista es el Espiritu del Padre y del Hijo, que nos conduce al conoci- miento de Cristo, infundiendo en nosotros la caridad. Nosotros, por nuestra parte, respondemos a la accién constante del Espiri- tu, cooperando con el compromiso de toda nuestra personali- dad. Por tanto, el lector no se maravillaré de que a lo largo de toda esta exposicién bagamos referencia al Espiritu Santo: lo encontramos al comienzo, cuando imprime su sello a la vida espiritual cristiana; volvemos a encontrarlo en el estudio del misterio trinitario, fuente de toda vida; lo encontramos de nuevo en la presentacion de la caridad; finalmente, en el tiltimo capitulo volvemos a tocar su funcién determinante en el perfec- cionamiento del desarrollo espiritual. Si tuviera que indicar en pocas palabras el tema central de este estudio, yo diria con san Pablo: «Si vivimos gracias al Espiritu, procedamos también segtin el Espiritu» (Gal 5, 25). 9 Fiel a mi propésito de considerar toda la experiencia cristia- na, no he escogido una espiritualidad particular. Esto no impide, como podré observar facilmente el lector, que algunos autores me resulten mas familiares: por efemplo san Ignacio de Loyola y san Juan de la Cruz, Esta’opcién no es ciertamente casual, Nos per- mite en particulay Tatar la espiritualidad cristiana prescindien- do de la oposicién que muchos vishimbran entre la vida apostoli- ca y la vida contemplativa; una teologia espiritual que no fuese capaz de poner de relieve las riquezas y las exigencias de la una ¥y de la otra fallaria ciertamente en su finalidad de presentar una «inteligencia de la vida espiritual., tal como se vive en la Iglesia; y tampoco responderia a las esperanzas del pueblo cristiano de boy, en el que se bace sentir un despertar de la espiritualidad tanto apostélica como contemplativa. Sefialemos ademas que la vida espiritual se desarrolla nece- sariamente en el tiempo, en virtud de un dinamismo que la con- duce a través de diversas etapas a su término. Mi discurso ba querido adberirse a este caracter progresivo del camino hacia la plenitud; de este planteamiento se deriva precisamente su carac- teristica quizds mds original: todas las nociones, lejos de ser tra- tadas tan solo una vez, vuelven a aparecer en contextos diversos segtin el desarrollo espiritual; por consiguiente, su contenido se va enriqueciendo cada vez mas y manifiesta aspectos nuevos que, sin embargo, permanecen en continuidad con las acepcio- nes ya estudiadas, por ejemplo,los conceptos de mistica, de vida teologal, de participacion en Cristo, de conocimiento espiritual etc. El lector debera tener en cuenta esta complementariedad de los diversos capitulos; de todas formas, el indice analitico indica- 1 los lugares principales en donde podran encontrarse los diver- sos conceptos. Finalmente, me gustaria dar vivamente las gracias, por su colaboracién preciosa, asidua y luminosa, a Maria Giovanna Muzj, cuya competencia teolégica y espiritual ba permitido ofre- cer este libro al lector italiano. Roma, Universidad Gregoriana : __ 18 julio 1982 CHARLES ANDRE BERNARD S.J. PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION La primera edicién de Teologia espiritual se agot6 en el breve espacio de cuatro meses noviembre 1982 - febrero 1983). Es algo que naturalmente me llena de alegria. Como por un lado siguen apremiando las peticiones del piiblico y por otro tardan en llegar las recensiones de la obra —jes comprensiblet-, esta segunda edi- cién que envio a la imprenta no contiene ninguna modificacién respecto a la primera: la reproduce con fidelidad. Roma, Universidad Gregoriana 2 febrero 1983 CH. A. BERNARD PROLOGO A LA TERCERA EDICION Cuatro atios después de la edicién italiana salié también la edicion francesa de este libro (Traité de théologie spirituelle, Cerf, Paris 1986). La preparacién del texto francés ba estimulado ulte- riormente la reflexién del autor, sugiriéndole las no pocas nove- dades que se introducen ahora en la tercera edicion italiana. Se ha atadido sobre todo un capitulo entero (nuevo respecto 4 la misma edicion francesa), que lleva por titulo: La dualidad hombre-mujer, para completar el capitulo séptimo sobre la vida afectiva. Ast adquiere su justo relieve un tema tan importante como delicado. Se han hecho ademas muchas correcciones y mejoras estilisti- cas en numerosisimas paginas del texto, que por eso mismo resul- 1a abora mds preciso y legible. Las citas de mayor importancia se ban aislado gréficamente vy se han impreso con caracteres mas pequenos: esto las pone de relieve y ofrece al lector la posibilidad de gustar mejor los textos de la Sagrada Escritura 0 los pasajes mas bellos de la literatura espiritual. Varias notas bibliograficas se ban visto enriquecidas con nuevos titulos; se han anadido otras totalmente nuevas. Finalmente parece superfluo recordar que los indices se han reformado por completo. Espero que el lector agradezca estos cambios y anadidos, que hacen de esta tercera edicién un libro nuevo en cierto sentido. Roma, Universidad Gregoriana 2 febrero 1988. CH, A. BERNARD 13 LISTA DE ABREVIATURAS ce LIBROS DE LA SAGRADA ESCRITURA Hemos utilizado las siglas usadas en La Biblia, de La Casa de la Biblia, cuya traduccion adoptamos generalmente. DOCUMENTOS DEL CONCILIO VATICANO IT AG = Ad gentes, Decreto sobre la actividad misionera de la Igle- DV = Dei Verbum, Constitucién dogmitica sobre la divina reve- lacion. = Gaudium et spes, Constitucién pastoral sobre la Iglesia en el mundo contemporaneo. LG = Lumen gentium, Constitucion dogmitica sobre la Iglesia. OT = Optatam totius, Decreto sobre la formaci6n sacerdotal. PC = Perfectae caritatis, Decreto sobre la renovaci6n de la vida religiosa. = Sacrosanctum Concilium, Constitucién sobre la sagrada Liturgia. DICCIONARIOS, OBRAS COLECTIVAS, REVISTAS DS = Denzinger-Schonmetzer, Encitridion symbolorum, 341967 DSAM = Dictionnaire de Spiritualité Ascétique et Mystique, Beauchesne, Paris 1937ss. Gr = Gregorianum, Roma 1920 ss. NDE = Nuevo diccionario de espiritualidad, Ediciones Paulinas, Madrid 1983. NRT = Nouvelle Revue Théologique, Louvain 1879ss. PG = Patrologia graeca, ed. J.-P. Migne, Paris 1857-1866 PL = Patrologia latina, ed. J.-P. Migne, Paris 1844-1864. RAM = Revue d“Ascétique et Mystique, Toulouse 1920s. S. Ch = Sources chrétiennes, Paris 1941ss. Th. = Summa Theologiae, de santo Tomas (rad. espaftola: BAC, Madrid 1947-1960). 15 ' INTRODUCCION Intentamos, en este tratado, trazar un cuadro general de la teologia espiritual; para ello, ya en la introduccién metodolégica (cap. Il: Espiritualidad y teologia) procuraremos determinar su colocacién exacta en el ambito de la teologia dogmatica y de la teologia moral. El problema se ha hecho hoy mas dificil por el hecho de que estas dos disciplinas estén sufriendo profundos cambios, En lineas generales, los te6logos actuales tienen mas en cuenta la realidad cristiana en su concrecién y por eso ape- lan, mucho mas que en el pasado, a la experiencia cristiana social e individual. De aqui se sigue que la teologia dogmatica se acerca més, tanto a la teologia espiritual, que considera el desasrollo personal de la vida cristiana, como a la teologia pas- toral, que trata de las condiciones sociolégicas y de la comuni- cacion del mensaje cristiano. Ademés de esto, hay que recordar que la metodologia teol6- ica hace ya tiempo que ha abandbnadé la forma escolastica usual hasta mediados del siglo XX; ahora mantiene un contacto estrecho con la sagrada Escritura, de la que deriva sus pro- Pios temas, y atribuye mas importancia a la tradici6n patristica. ‘También en esta perspectiva los limites entre la teologia dogma- lica y la teologia espiritual resultan menos definidos. En esta situacion de hecho ni siquiera podemos definir a priori qué es la teologia espiritual, por lo que tenemos que empezar nuestra tarea tomando en examen el método de la teo- logia espiritual juntamente con su contenido. Respecto a la colocaci6n de la teologia espiritual en el con- junto de la «sacra doctrinas, hay dos posibilidades que corres- ponden a las dos tendencias principales de los actuales estudios sobre nuestra materia. ae a. Para algunos la teologia espiritual es teologia en sentido estricto, es decir, aplicacion de las conclusiones de la dogmatica a las situaciones de la vida concreta: jcémo tiene el cristiano que hacer suya la vida que ha recibido en el bautismo? ¢c6mo tiene que responder el sacerdote 0 el laico a su propia vocacion en el estado de vida que es el suyo? Generalmente los teslogos catélicos admiten la subordinacién de Ia espiritualidad a la dog- matica; pero se dividen en lo que atafie a la eleccian de la teo- logia de base sobre la que han de fundarse las deducciones espirituales. A. DaGNino, La vita cristiana, Ed. Paoline, Roma 1969: -La teologia espiritual es una aplicacion de la dogmaticar (p. 41). Después de una presentacin de la doctrina tomista clasica, el autor hace varias aplicaciones a la vida espiritual. A. Benicar, Compendium Theologiae Spiritualis, Secretaria Missionum O. F. M., Roma 1959: sigue la teologia de san Bue- naventura K. Feckts, Die Lebre vom christlichen Vollkommensheitss- treben, Herder, Freiburg i. Br. 1969: construye su teologia espiritual sobre el esquema del bautismo. B, Catatt (y colaboradores), Spiritualita, fisionomia e compiti, LAS, Roma 1981 Dentro de esta perspectiva, de la que podriamos citar otros muchos ejemplos, resulta dificil definir la originalidad de la teo- logia espiritual. En particular, no es posible dentro de ella dar cuenta de la multiplicidad de las espiritualidades que han ido floreciendo en la tradicion eclesial, ni de la continua evolucién de la vida espiritual. Nosotros, por nuestra parte, atribuiremos la mayor importancia a la riquisima variedad y a la capacidad de renovacion que hay en la vida cristiana b. Otra corriente, mas sensible a la experiencia de la vida espiritual no sélo en el catolicismo, sino también en las otras reli- giones, concibe la espiritualidad como antropologia, esto es, como ciencia del hombre religioso. Se insiste entonces en los aspectos psicolégicos de la vida religiosa y el problema funda- mental de Ia teologia espiritual se convierte en el estudio de las relaciones que existen entre la vida psicolégica y la vida religiosa Hemos de reconocer en seguida que es pricticamente impo- sible, en el estudio de la espiritualidad cristiana, prescindir de las espiritualidades no cristianas en las que se encuentran las mismas estructuras psicolégicas. Pero aunque las diversas formas 20 de oracién estan presentes en todas las espiritualidades 0 aun- que la experiencia mistica reviste formas muy semejantes en todas las espiritualidades, parece bastante arbitrario empefiarse en hacer derivar todas estas formas, que asume la vida espiri- tual, de la comunicacion de la gracia cristia c. En conformidad con toda la tradicién catélica, afirmamos que la espiritualidad no puede prescindir ni de la revelacién ni de la comunicaci6n de la vida divina, tal como ocurre en la vida cristiana. Lejos de considerarla como una realizacion particular de vida cristiana comGn a toda la humanidad, pensamos que la vida espiritual encuentra en el cristianismo su expresion mas per- fecta. Por consiguiente, la teologia espiritual no puede ser una simple antropologia basada en el acontecimiento histérico de Cristo: deriva sus principios fundamentales de la fe en el Verbo encarnado, en el que se lleva a cabo la obra de la salvaci6n. Asi pues, aun sin convertirse en una mera aplicacién de la teologia dogmitica a las situaciones personales, la teologia espiritual depende de la doctrina comin que define los aspectos principa- les de la vida divina que se nos ha comunicado en Cristo. Por otra parte, la teologia espiritual tiene que considerar el desarrollo concreto de la vida cristiana. Esto significa que, para nosotros, la consideracién de la experiencia cristiana —es decir, la realizacion personal de la vida de fe- constituye otro princi- pio para la elaboracion de la teologia espiritual, principio que no puede reducirse a una simple deducci6n a partir de las con- sideraciones de la teologia dogmatica. Lo mismo que la sagrada Escritura o la liturgia o la tradicion constituyen lugares teolégi- cos diversos, asi también la experiencia cristiana tiene que con- siderarse como un lugar teolégico que contiene elementos espe- cificos para una inteligencia ma§ profunda de la vida cristiana: Empezaremos esta primera parte con una descripcion de la vida espiritual cristiana a través de la experiencia de toda la Igle- sia, a fin de destacar mejor el concepto de espiritualidad; podre- mos entonces determinar en qué medida es original la vida espi- ritual cristiana respecto a la vida religiosa de la humanidad en general (cap. 1). Esto nos permitira reconocer con mayor clari- dad la relacion que existe entre la vida espiritual (y por consi- guiente la teologia espiritual) y la teologia dogmatica (cap. ID). ‘lrataremos luego del estatuto cientifico de la teologia espiritual, dle la que daremos nuestra propia definicién (cap. IID. En este momento volveremos sobre el tema de la vida espiritual que se habia esbozado en el primer capitulo, para poner mas de relieve sus elementos principales, tal como surgen en la reflexién teo- ok

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