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282 CARL KIRSCHNER Hy 1:2 (1984) JOOS, M. 1962. The five clocks. Bloomington; indiana University Research Center 1976. Bilingualism in the Bi- gual and the verb + particle com- ladelphia: University of Pennsyl- lism and thought. In Alatis, ed, 1970: 26-45. [Bilingual strategies: the social function of code- switching, Ling VALDES FALLIS, SOBRE LA SINTAXIS DE LAS ORACIONES EXCLAMATIVAS* IoNacto Bosque Universidad Complutense de Madrid ln te fit part ofthe paper wo dierent entactic sirastres te pro- suggested to have a predicational structure! claimed tl spanish are generated wi structure survives in some literary uses of present-day Spanish. n presents some peculiar properties of indirect exelamatory sentences and concealed exclamation. La sintaxis de las oraciones exclamativas espafiolas no ha sido objeto de atencién detallada, en parte porque en las referencias que a ellas se hacia cen los trabajos tradicionales predominaba, salvo contadas excepciones, su “valor expresivo”, su “cardcter emocional” 0 su capacidad para manifestar " tivos” individualmente marcados. Si a ello se une las evi- ides formales con las interrogativas, se entenderd, al menos el escaso interés que por lo general ha despertado su estructura abajo nos centraremos tinicamente en unas pocas es- tructuras exclamativas espafiolas y, en particular, en las diferencias formales: ue existen entre interrogativas y exclamativas. 1, DOS ESTRUCTURAS SINTACTICAS. Consideremos atenta- mente las dos oraciones de (1): ue bien que habla Juan! ué bien que hable Juan! 108 por el momento de Ja entonacién, comprobaremos que es s6lo se diferencian en un foriema, Sin embargo, como intentaremos mostrar, su estructura sintéctica es claramente distinta, En primer luger, el subordinante que es opcional en (la)—para ser més pr més frecuerte en la lengua cologuial—pero resulta imprescindible e1 @) 2. Qué bien habla Juan! b. *iQué bien hable Juan! En segundo lugar, debe seftalarse que Ia estructura que comesponde a (Ia) *Queremos agradecer a Carlos Piere ya Marfa Luisa Rivero sus observaciones a una primera version de este trabajo, Ni que decir iene que ninguno de ellos es en absoluto responsable ‘de los errores que pudiera contener. | 284 IGNACIO BOSQUE WB h:2 (1984) ‘no s¢ limita a las exclamativas adverbiales como ésta, sino también a las nominales, adjetivales y preposicionales: bordinante estd vedada en (A) a, "Qué libros que lee? {Con qué gente que 5 te, las palabras exclamativas que no inciden sobre alguna de las categorfas que se indicin en (3) quedan excluidas de esta construccién. El adverbio exclamativo cudnto es Ia vnica excepcion: (ef. Ga) jdad de (5a) 0 (Sb) es producto de un josincrésico de esas palabras exclamativas 0 se deduce, por el contratio, de algiin principio mas general. Nos inclinamos por la pri- mera opci6n, al menos para (5b), ya que en francés existen oraciones como Comment quil est grand! (Gérard 1980:50) {Cuél puede ser Ia estructura sintactica de oraciones como (1a) 0 (3a)? Estudiaremos brevemente algunas opciones que parecen presentarse. La es~ tructura (6) (©) iinlQué cosas;Jolcomples queloltu amigo dice «)}] ‘agma nominal (SN) con una subordinada de te~ ma qu- (Squ-) se mueve primero a COMP, y después, desde sta posicién a la del antecedente, Este tipo de movimiento desde COMP al ncleo ha sido propuesto por Ve-gnaud (1974) para algunas relativas en francés, y por Rivero (1980a) para las construcciones espafiolas del tipo lo fuertes que eran o lo bien que cantan. En nuestra opinién, (6) no es una ‘estructura correcta para (3a). En primer lugar, este extrafio movimiento desde COMP al antecedente no resulta enteramente didfano desde los postulados iento. De hecho, Plann (1980, 1982) de- fiende que la estructura correcta de la citada oracién lo fuertes que eran no s (6) argumentando que Qué cosas aparece en ‘que ocupa sin haber legado a ella a través de ninguna regla de puesto que las construcciones exclamativas permiten sintagmas ORACIONES EXCLAMATIVAS: = (8) a. iQué cosas! (=SN) teresada en estudiar psicologta! (=SN) En tal caso, podria decirse que Qué cosas mantiene una relacién an- africa con e, pero sin ocupar su posicién como resultado de una regla de movimiento, Recuérdese que en el anilisis que propone Chomsky (1981, §5:4) para John is easy to please, el SN John no se mucve a la posicién sujeto que ocupa (frente a algunos andlisis anteriores), sino que mantiene una relacién anaférica con la catzgoria vacfa e que constituye el objeto de please. Tampoco seria vilido adaptar esta solucidn a (6), a nuestro parecer, nal en dicha estructura, no resulta tar oraciones agramaticales como las de (9), () a, *iQué gente de (1a) que se fia Juan! que se entera uno! cen las que se produce el movimiento de un SP al subordinante COMP que cencabeza la relativa, Si susttuimos la estructura (6) por la (10), précticamente idéntica, como se observard, a le estructura (7b) de Plana, 0) olcowrl Qué cosas quelo[tu amigo dice e}j 108 el problema de evitar (9), al tiempo que explicamos con sencillez mes de (11): iDe qué gente (que) se fia Juan! Qué cosas (que) se entera u iA qué extremos (que) bemos legado! Podria aducirse que sobre (10) Ia’ ventaja de que sélo en la primera estructura se da la relacién de “mando de constituyente"! entre qué frecuente excepeién al filtro citado. (La estructura argo, como argumenta Plann (1982:298) para la (7 El no puode referirse a Pedro en la primera oracién (ef. sin embargo, Pedro se fio de sf ‘miomo}, pero su si puede hacero en (io) porque el nado SN, bajo el que se ra el 286 }OSQUE, de Chomsky y Lasnik (1977:434) que exige que el Squ- movido a COMP Gs). Asi, si bien podemos tener en el espasol col hhan venido! no puede darse como relativa *cuantos que han venida. (Ct. en cambio la forma correcta cuantos han venido). Rivero observa que el espaol medieval si admitia esta posibilidad y propone una estructura de relativo en la que cuanros ocupa la posicién del antecedente: quantoslo[coyplavelote Ia udieron)}] al cuantos Ia opera ) est més" cerca de (6) que de 1 cologuiales del espaol act seouencias de (3), para (3a) que no resulta oracién corresponde 80 y 1982), En ella, ‘como podria decirse nta gente corriendo!. Cre~ mente pre- a que en espafiol no existan estructuras se predica de un SN. Declerck (1981) analiza se- las luces, que se han fiundido como respuesta @ la pregunta {Qué occure?, 0 Juan, que practica su leccién de piano como respuesta a {Qué es ese ruido?, y muestra que no se trata de relativas apasiti- ino de verdaderas predicaciones de un SN. En nuestra opinién, no es ‘caso de (3a). El andlisis de Ja predicacién no puede explicar, en imer lugar, Ia oposicién entre (9) y (11). En segundo lugar, no parece exist predicacién si hay “movimiento de qu-” en estructuras como las ci- tadas (de forma que (Es) Maria, con la que sale Luis no es un caso de predicacién sino de aposicién). Tampoco creemos que exista predicacién Ciudnta gente corriendo! 0 en Qué cosas tan rarast. Las oraciones de (13) (13) a, ;Cufinta gente cortiendo que se ve tltimamente por aqult . (Qué cosas tan raras que dice tw amigo! muestran que, por el contrario, dichas secuencias son SSNN que aparecen bajo un mismo constituyente dentro de la estructura exclamativa que veni- mos analizando. Las oraciones de (3) no pueden aparecer subordinadus. Se trata, por de estructuras radicales (root), en el sentido de Emonds ad- ford (1982), que estudia oraciones equivalentes en italiano, observa que tam- ‘ign fo son algunas interrogativas con estructura no muy diferente de la que aqui proponemos, como la oracién francesa Ou que tu vas? (lit. "~Dénde ORACIONES EXCLAMATIVAS: 287 que vas?"), Notese que 1a oracién espaiiola (colo | como ta anterior) {Cémo que te quieres marchar ya? se ajusta perf te quieres marchar ya?). Los los de (3) en que rechazan en ambos casos la subordina (14) a, Es incretbie qué cosas (%que) dice. b. No me explico eémo (*gue) te quieres marcher ya to). Aunque no tenemos la ex; lad de subordinar las exclamativas de (3), fas indirectas como (14) sugiere que puede ex ddicha propiedad y Ia presencia de un nudo COMP coblemente lleno, sobre todo si tenemos en cuenta que tampoco se pueden subordinar las oraciones francesas ya citadas, Comment qu'il est grand! 0 On que tu vas? Debe sefalarse que la opcioxalidad del subordinante que en (3) no tiene ninguna relacién con la aparente opcionatidad del mismo subordinante (¢s- tudiada por Rivero (1980b) y Plana (1982)) en oraciones como (15): (15) Te preguntan (que) pare qué quieres el dinero. Este que aparece tnicameme, de acuerdo con Plann (1982), como un exponente del discurso directo tras los verbos que aceptan este tipo de dis- curso (decir, preguantar, repetir) y nunca tras los que Jo rechazan (contar, confesar, revelar), aunque sean verbos de comunicacién, La opcionalidad bordinante que en (3) no depende, por el contrario, de verbo alguno. A cello debe afiadirse que, en nuestro andlisis, qué cosas que aparece en (10) en un mismo nudo COMP, mieatras que 1982) muestra que en (15) que para qué no ocuparia un nico constituyente, sino dos subordinantes distintos: (16) Te preguntan & {coy quelolcomplpara quélolquieres el dinero e}}] Radford (1982) ha estudiado, como ya hemos recordado, oraciones pa- recidas a las que nos interesan en italiano, y ante la posibilidad de decidirse por una estructura nominal o una oracional opta por fas dos. Su argumento basico Lo constituyen las oraciones de (17): Con cudntes chicas que ha sazze con cai & uscito! (= lit, ;Cudntas chicas con las ‘que ha salido!) Queremos hacer notar que nuestros informantes italianos rechazaron la oracién (17b), que el mismo Radford considera algo forzada, y también Be tie) Qué cosas be que habla!) yceusano (= *)Cudntos delitos de que le Ello parece indicar que el aspecto. Por el contrario, coincidimos con Radford en que las ¢ 108 no aceptan la estructura oracional, y han de an- vas de infiniti tuvieran la estructura que hemos visto en (10), en lugar de la que corre- sponde a una oracién de relativo, deberfamos esperar oraciones como (19a), ero s6lo tenemos (19b): + (19) a *ofcoyelCon cudnta gente quelo[tratarse e]] (a(Cudnta gente]o{coyplcon la quejoltratarse eT] por idéntica razin, oraciones como *;De cudntas casas en cambio, ;Cudntas cosas de que hablar!, El doble andlisis que propone Radford para estructuras como las de (17) queda reducido en espafol a las exclamativas del tipo jlas cosas que hace! 9 jlos libros que lee!, ya que podemos tener “movimiento de qu-” hacia el COMP inicial de la estructura oracional, como en (20), y también hacia el COMP de Ia relativa en la estructura nominal sin que el nticleo se vea afec- tado, como en (21): (20) a. jA la gente que habré condenado ese jucz! Tos erfmenes que es culpable! | €. {Alas cosas que habré renunciadot 21) a. {La gente a la que abr condenado ese juez! ‘i. Los crimenes de los que es culpable? a8 cosas @ las que hab En (22) se representan ambas estructuras: (22) a. olcoelA le gente que’ ofese jez habré.condenado el] Bb. Siete gentelolcowela la qué}olese juez habré condenado}}) En el cuadro siguiente se resumen los distintos andlisis: Estructura nominal Estructura oracional {Cudntos libros que lee! NO sl iCudntos libros que leer! si NO jLos libros que lee! si SL Las eraciones de (20) no deben confundirse con las estructuras excla- rativas cuya preposicién inicial no es resultado de movimiento alguno, como las de (23): @3) {Con el dinero que tiene Pedro! . {Con lo aburrido que estaba yo entonces! c, (Con la gente que habla Una diferencia importante entre ambos tipos de estructura t hecho de que estas ttimas son SSPP y no pueden actuar como exclamnati subordinadas, ya que se violarfa claramente la subcategorizacién estricta del verbo principal: com las chicas que sale Pedro, ‘oon el dinero que tiene Pedro, ‘con a gente que es amable Li “eon la gente que habia De ello se deduce que ejemplos como Mirad con la devocién que estd puesto de rodillas, que extrac Kriiger (1960:33) de un texto de Calderén de In Barca, deben analizarse como las oraciones de (20), y no como las de (23). Se trata, por tanto, de un complemento oracional y no de cchbiihler y Rivero (1983) han propuest 24) a, Note imaginas{ b. Yate pone { pone la subcategorizacién. En el lo citado analizan oraciones: las de (25), (25) a. No sabes de las tonterfas de que es capaz tu primo. b. Sé con los problemas con que se enfrentan c, Darte a entender, Panza, en el error en que ests. y proponen para cllas estructures como las de (26): (26) No sabes plp{de tas tonteriaslo{comp(de quelo{ta primo es capaz ej) Esta estructura de 10 posee un niicleo preposi dinada a cuyo nudo COMP puede moverse el Squ-.? Tales estrus sumamente frecuentes en Ia lengua clésic aparece en el Quijote como estructura subordinada, segiin indican los autores citados).? feecuentes en la lengua colog fn el espanol clisico "No debe descu al se esté dando un cambio progresivo desde (couple las tonterias quel primo es expaz) El carter opeional de Ia segunda preesicion dee {fn cont. on p. 290) 290 IGNACIO BOSQUE Hh 1:2 (1984) Queremos hacer notar que el aceptar (10) como estructura correcta para a) no plantea conflicto alguno con este andlisis, ya que son claramente agramaticales oraciones como las de (27), QD) a. En enéntos Ios en gue te metes! b! *{Con cudatos problemas con que se enfrentan! c. *De qué cosas de que es capea! Jo que viene a confirmarnos en la necesidad de un tinico subordinante para estas estructuras, La diferencia esencial entre 1 dos oraciones de (1), que nos interesa Qué bien en (1b) es un SN, pero ‘obtiene:al comparar las dés oraciones 28) a. (Qué cosas que dic b, iQué cosas, las que Creemos que éste es el mot este apartado, Para oraciones totalmente diferente a las ant @ La estructura (29) es un tipo ce estructura predicativa, en el sentido de Williams (1980 y 1982), y de estructura radical (root) en el de Emonds (1976). En ella puede decirse que X se predica de N sin que sea necesario acudir a verbo copulativo alguno. X puede representar cualquiera de las categorfas mayores, ¢ incluso sintagmas qu-: aX=A * (30) a, {Muy bueno, el partido del jueves! jecidido a venir! s de entender, sus cinco itimas nove- to adecuado para volver al comienzo de (28b) 0 (1b) proponemos una estructura, s, que se puede tepresentar asf ccalamaes! 1s consejos! que tarde tanto! bxX=N Un buen chico, este Pepe! ‘Qué gente, con la que se trata tu primo! ©. {Qué familia, la de Maria! ©) X= Py Adv. 33) a. (De gran cafidad, su ut b. jDemasiado lejos de Ia ciudad, cc. {Qué de buen gusto, ese deta! nueva casa de Pedro! mane €] hecho de que fos cuales 0 fe choca con el caricter euatifieativo feado que tal vex nfluya en ivos definidos especificos en ‘mismo nudo COMP, mientras que en el segundo aparece en un nudo ‘como se indica en (34) 4) &. olcomplQué bie b. olan {Qué bien! i e] subordinante que de (1b) de la misma forma que otras estructuras predicativas similares. cel que aparece en (3 Las restricciones seménticas que impone X a N en (29) son las que exige ‘cualquier atributo en una copalativa ordinaria. Es I6gico, por consiguiente, {que estén excluides los predicados identificativos pero no los atributivos:* su trabajo es fon deste. 65) a Su ebeo es {en } {Un desasie a » 1 Sl ecicbalel iDe cuidado, este chi iBntre rejas, Juan! debe afiadirse que, siguiendo la norma general en las oraciones ‘X debe designar tm valor extremo, sea léxica o pragmiéticamente. 1) para ef que resulla acept- ro no *Un garcon, ce pauvre jUn tunante, tu amigat. Podemos replanteamnos ahora el porqué de la alternancia modal que se observa en (1), Sien la estructura (29), N=0, e1 modo del verbo que aparez- cca en dicha oracién estaré seleccionado por X, exactamente igual que en las copulativas. Tenemos, por tanto, Es una suerte que puedas quedarte (y no 1. Mque puedes quedarte) y también {Qué suerte que puedas quedarte! (y no. . . *que puedes quedarie). Las alternancias que se muestran en (37) se deducen de forma natural de este andl 6)» Qotexmpendoae [Re un 0. Qu exupenamente we {a at En efecto, el modo indicative resulta rechazado en (37a) porque el ad- jetivo estupendo selecciona subjuntivo. En (37b) no tenemos la estructura (29), sino 1a que ya analizamos en (10). En ella, qué estupendamente esté “Nos ocupamos més detonidamente de estas diferencias ente los dos en Bosque (19836), donde atendermos, er ‘ecidir ene os pronombres qué, gun y copulatives 3 Jo clleris semdnticos necesarios para 292 Bie tues en COMP y no ejerce ninguna influencia sobre el modo. La alternancia que -vimos en (2) tampoco requiere comentario especial, ya que (2b) no se ajusta 1 (29) por carecer de subordinante. La oracién (38) podria ser ambigua entre ‘una estructura con movimiento y ctra sin él, (38) {Qué bien que has Hegado boy! serfa en ciertas zonas de América (entre ellas, una parte del jetivo bueno 0 el adverbio bien pueden selecci tivas, como en jQué bueno que llegast Para el resto de los hispanohablantes, la oracién (38) no puede ajustarse a Ja estructura (29), y, a la inversa, jQué bien que hayas legado hoy! no puede ajustarse a la que vignos en 2. ALGUNAS DIFERENCIAS SINTACTICAS ENTRE INTERRO- GATIVAS Y EXCLAMATIVAS. 2.1. Como es sabido, los pronombres y adverbios interrogatives son morfolégicamente idk Jos exclamativos, con la excepcidn de cudn, ‘que no aparece en i 3s (salvo en usos retdricos), De hecho, s6lo Ja entonacidn suele diferenciar con frecuencia una oraci6n interrogativa de una exclamativa: (39) a, {Qué dicen? bb. {Cusinto trabajan? cc. {Cémo viven? (40) a. 1Qué . Bb, jCuénto trabajant ¢, (Cémo viven! Como patente reflejo de a inestabilidad de los signos de puntuacién (2D, debe recordarse que en espaiiol es correcto, aunque ya desusado, cemplear ambos signos en una misma oracién, como en (Cémo que no estés de acuerdo?. Puedlen verse numerosos ejemplos en Cuervo (1953-54, 2:240). vos qué y cucn inciden sobre sintagmas adje- jonales en las exclamativas, pero no pueden at) a 1b, *zCul Qué bi hizo? (ef. {Qué de mala gana lo hi |e 4Qu |. *4Qué de mata gana El uso de 1 te adjet vos (\Cx ‘mente frecuente en los siglos XVI y XVI y aun después, aunque para Cuervo (1953-54, 2:656) se trata de posticas poco dignas de imitacion”. En la lengua actual cudnto puede mo- dificar a SSAA tnicamente en construcciones comparativas (0 dulces sertar «om | mee sted out {et Creemos que se trata de ur uso paralelo al del relativo cuanto en es- ‘tructuras como las de (43): a. Cuanto {I 1g (6) cam {25 wt 4 nfs ti oun Existe una diferencia interesante entre el uso exclamativo de cudnto y el interrogativo, que se relaciona también con las estructuras comparativas. Notese que (44) es una oraciéa agramatical, pero (45a) no lo es: ay | {{Cufintos libros més Ieerias si tuvieras tiempo’? . *{Cuntos mas termpo? (45) a. {Cuéintos mi b. jCudatos libros mas leerfas si tuvieras tiempo! La explicacién de icha alternancia es la siguiente: Antes del movi- ivas Ia misma posicién en , pero ocupa el mismo (44b) es agramatical por (45a) es gramatical por la misma razén que es por Ia misma razén que muchos libros mds. Al no existir nes equivalentes a estas con SSAA (of. *bastante alto mds) nunca podemos tener *|Cudnto es alto mds Juan! ni *;Cudinto es alto mas Juan?. La generalizacién que se extrac de los ejemplos de (44) y (45) no debe basarse tnicamente, sin embargo, en los signos de puntuaciéa, que, como hhemos indicado, fluctéian y hasta se mezclan en una misma oracién. De nuestro andlisis se deduce que si encontramos en un texto la oracién {Cudnto més dinero se gastaria Pedro?, debemos interpretarla como una interroga- cidn necesariamente ret6rica, y précticamente idéntica, por tanto, a la ex- clamativa correspondiente. Por el contrario, la oracién {Cudnto dinero mas se gastarfa Pedro? debe interpzetarse como una pregunta real, De las ora~ ciones de (44) y (45) podemos deducir, en conclusién, que aunque las pal- bras interrogativas y las exclamativas coincidan morfol6gicamente, no siempre lo hacen las estructuras sintagméticas de las que las extraemos en las reglas 2.2. Las exclamativas adjetivales y adverbiales poseen en espafiol una peculiar estructura sintéctica y una interesante evoluciGn diacr6nica. En esta seccién nos centraremos en is de las exclamativas con cdmo. Con- sideremos las oraciones de (46) 294 IGNACIO BOSQUE: HH A:2 (1984) 46) no es gramatical en el espatol esténdar actual, pero lo XVI y, como sefiala Kany (1969:344), se encuentra con suma frecuencia en textos de autores americanos det presente siglo. ‘Tomamos los ejemplos de (47) de Cuervo (1953-54, 2:241), los de (48) de Keniston (1937, §14:855) y los de (49) de Kany (1963:344) (47), a, jCémo eres ignorante! (Hemnén Pérez del Pulgar, b. 1470) ', jCémo eres hermosa! (Fr, Litis de Le6n 1560) , {Cémo eres discretal (J. de Montemayor 1559) (48) a. jC6mo es largala historia! (Fr. Luis de Leon 1583) ‘Cémo los hombres estén enamorados de este Cavall 1565) Gamboa, Mé 3s las mujeres! 1938) Romero, Argentina, 9) . 1Cémo es diffel vi . Argentina, 1941) En nuestra opiniGn el cdmo inicial de las oraciones de (47), (48) y (49) se genera directamente en COMP. Se trata de una propuesta ya apuntada por Kayne (1975:33) para el francés y adoptada para esta misma lengua pot ‘Gérard (1980:37). En francés son correctas las otaciones Comme il est bon! © Comme il est grand, y en italiano también lo son secuencias como Come sei bravo!, para las que Radford (1982:191) propone asimismo un ancélisis sin movimiento. Milner (1974:275) no defiende abiertamente este plantea- ‘miento para tales estructuras, pero sf para oraciones como Comme vous ha biter dans une belle maison!. En sus palabras, “comme serait alors un ad- vere du type apparemment, vraiment, probablement se distinguant simplement d'étre marqué [+ qu-].” Notese que (48c) rio es una exclama- cin en la que se pondere Ia forma 0 Ja manera de set maravillosa la sat ddurfa divina, y que la persona que usara (47a) 0 (47b) no se estaba admi- rando 0 extrahando por “la forma de ser ignorante o hermoso” de alguien “Tampoco nos parece correcto afirmar que se trata de adverbios excl de grado © cantidad movidos a COMP, porque junto 2 (4c) rara (co ces y ha sido siempre agramatical en espafiol si cémo ocupa en él el lugar de “qu-". En ningtin perfodo de la historia de la lengua (incluyendo el pres- tente) hemos tenido oraciones como *,Cémo alto es?, *,Cémo libros ley6? 0 *,Cémo deprisa corre?, ni sus correspondientes versiones exclamativas 'EL siguiente ejemplo, extraldo por Cuervo (1953—54, 2:241) de un texto de Fr. Luis de Granada es ilustrativo del fenémeno que nos interesa y nos confirma en la ausencia de movimiento en tales estructuras: ‘ORACIONES EXCLAMATIVAS —_ {Cémo dura poco el alegria en la tietra, y cémo se siente mucho el 3 después de mucha prosperi ‘Conviene recordar que en el espatiol tun uso del adverbio cémo que no es resul guna, Si un lector moderno se encuentra las ijote (ejemplos de Cuervo 1953-54, 2:241) es posible que las inter- prete mal: (32). Les cont mo leat a cra a I eens Dlcne del Tobosn b. Se supo cémo estabar alojados (... .) seis milla lejos entre dos | arroyos. ce) Supo cémo Luscinda habfa faltado de casa de sus padres. ‘Asi pues, la oracién (52a) no significa “les cont6 el modo en que lievaba ni ($2b) es sindnima de “se supo la forma en que estaban alojados =". Bn el espafiol actual usariamos no se deduce que cémo no fuera en el en otros contextos. De hechi uso de cémo permanece en hijo: Sabrés cémo nos encont Les conté que Ilevaba la carta. inte, cémo es también un su- dichas estructuras, aungue no se haya movido a COMP desde aunqur.neasiorsn exis roalaadn rngine investgadoe Habs 9 Te specto (seria interesante que alguien Ia hiciera), debe sefialarse que Cuervo no menciona el tipo (46b) antes de Lope de Vega. Veamos algunas estruc- turas posibles para las oraciones que nos interesa analizar: En (53a) tenemos, simpli Is estructura que propone Rivero (1980a) para oraciones como {Cémo es de alto? o {Cémo era de rdpido?. Creemos {que Ja misma estructura es valida para las correspondientes oraciones ex: 296 IGNACIO BOSQUE WH 1:2 (1984) clamativas. El paso de (46e) a (466) supone, por tanto, el cambio de una fstructura sin movimiento por una con movimiento. Es cierto que la propasi- tidn de que aparece en (53a) resulta rechazada por algunos adverbios, mucho oe on a am pero ello no constituye ux verdadero problema, sobre todo si recordamos {gue las secuencias agramaticales de (54) no lo eran hace algunos siglos. No os éste, sin embargo, el lugar adecuado para analizar altermancias como las que se dan en el espafiol medieval (y aun después) entre muchos omnes y ‘muchos de omnes, pocos dias y pocos de dfas, asaz util y asaz de titi! 0 tantas cosas ¥ tanias de cosas. Un detenido estudio de 1a Gltima de ellas se ‘encontrar en Narbona (1978, $1.3.6) ‘La altemancia entre (532) y (S3b) ha sido detalladamente analizada por ‘Obenauer (1976, §1.1.2) para las interrogativas francesas. (53b) ha sido des- ccartada pot este autor y por Rivero (19808) para I pondientes del tipo {Cudntos llegaron de nifios?. Por Exclamativas espafiolas, creemos cue (53b) s6lo es vélida para estructuras ‘como jCudnto sabe de fibo mo anda de trabajo!, en tas que, frente a las anteriores, el adverbio y el sintagma cuantificado no estén directamente dominados por una misma categoria X, y la preposicién de no tiene en eltas el’ valor partitivo que le reconocemos en (53a) La estructura (53e)—en la que no hay hemos! propuesto para Jas oraciones de tiende también a las introducidas por (55b), extrafdos por Cuervo; (55), por K (85) a, Cudinto es infelice! b. jCudnto vives engafado! “quanto to perdi Je ha sido grave to a COMP—es la que iCémo vende amor caro su g! y no (53c) la estructura adecuad: ‘en el espariol medie- ante que apoya esta iedo ovo y Tanto ovo miedo, ambas frecuentes, como observa Narbona Si bien alguien podria pensar que la segunda de Ia primera, Narbona muestra claramente, siguiend gue no hay tal. Tanto es tn adjetivo en la primera secuencia y un adverbio en la segunda. En sus (ORACIONES EXCLAMATIVAS 297 palabras, “su valor adverbial envaelve a toda fa frase” y posee “un signi- nes posteriores del tipo hasta tal p ejemplos de textos del siglo X! tanto avién el dotore antes para nuestros propés (03) tanto eres avariento eran las feridas firmes ¢ afi que la relacién con los ejempl (55) es mucho més evider que el adverbio cémo de (47)-(45) 0 el cuanto de (S5b) equivalen también, aproximadamente, a hasta qué punto. Puede concluirse, pot tanto, que Se ismo hecho de que no se encuentren del tipo jCudntos llegaron hombres! es! sugiere que el andlisis (53c) es en Ia lengua medieval construcci (= (63d) y si iCuantos Uegan de preferible al (53d). 3, EXCLAMATIVAS INDIRECTAS E INTERROGATIVAS INDI- 1d formal se esconden diferencias muy marcadas. Veamos 1s. Las oraciones que aparecen en cursiva en (56) son ex- (56) 8, Es curioso quién viene ahora a protestar. b. Es asombroso cdma han marcado ese gol. ©. Date cuenta de a quién ienes al lado, Las subordinadas de (56) reciben una intetrogativa, por la naturaleza semdntica nan. Otros predicados que aceptan exclamativas indirectas son ser un cri- men, pasar de castafo oscuro, sorprender, result 2, ser una vergilenza (wna delicia, una terpretacién exclamat dicados que aceptan tanto interrogativas indirectas como © ditectas, Las oraciones de (57) son ambiguas entre ambas interpretaci (57) a, Ya sabes qué nos espera. a) Las exclamativas indirectas mantienen una conexién interesante con 298 JGNACIO BOSQUE, 1H 1:2 (1984) las estructuras factivas, y ello posee algunas consecuencias formales. Si ‘comparamos las oraciones de (58), (68)!a. Es un misterio c6mo tos recibleron. sb. Es un crimen eémo los tesibieron. observaremos que (58a) admite Gnicamente la lectura interrogativa, y (58b) Gnicamente la exclamativa. La primera oracién podrfa continuarse con « si es que llegaron a recibirlos, pero la segunda no admite esa continuacién. El carfecter cuasi-factivo de esas estructuras explica que, frente a las int rogativas, no puedan existir exclamativas indirectas totales (o “de sf 0 no”), ‘como se observa en (59): rextraho oo {ie | sorprendente: Es dificil poner a prueba la factitividad de los predicados en las subor- dinadas indirectas, Aplicando la rrueba habitual de la negacién podemos decir que tanto (57c) como su correspondiente negativa (=Marfa n plicé cémo vivla Pedro) entrafian, en una de sus lecturas, “Pedro ‘bien o muy mal.” No esté enterancente cl poco en nuestro énimo profundizar aqui en ro mantiene la presuposicién de esta orac istencia de exclamativ . ¥ a apuntar que la relaci6n entre Jas estructuras exclamativas y las factivas deberia ser investigada con mayor profuundidad. 'b) Ross (1973) observé que las interrogativas indirectas admiten SSNN coordinados mediante una conji isyuntiva, Aunque no se refiere di- rectamente a las exclamativas i predicados que no aceptan, en su opinion, esta propiedad son precisamente los que seleccionan exclamativas: (60) 0, Bs evidente quiéa ha ganado: Juan {} Pedro b. Es sorpendente quin be ganado! Juan {a} edo. Existe otra propiedad interesante que se refiere a Jos sustantives que bien pueden aparecer en estructuras | como las de (58), no las aceptan en Jos complementos prepo- ‘Compfrense las oraciones de (58) con la alternancia que se ob- misterio «+ 0 hse (62) a, _Es-una verglienza cémo auments el paro. ee ee ev acueatndll ail, ORACIONES EXCLAMATIVAS 299 __ Asi pues, un SN puede tener como complemento una intesrogativa in- directa, pero no una exclamativa inditecta. ) En espaol no existen, como ya vimos, diferencias morfolégicas entre palabras interrogativas y exclamativas. No tenemos, por tanto, altemancias ‘como las que muestra Milner (1974) para el francé (63) a, Regarde comme on me trait bi. Regarde comment on me trate, [interro directas. Nos permite © , por ejemplo, por qué (64a) son sinénimas, pero Sion de (64b) no lo son: ‘cuanto (64) a, No sabes fei tape a b. Nosé {ize} se lo aradeci6. (no sinénimas| cémo favorece claramente la interpretazién exclamé imaginas, Date cuenta, Fijate), y las diferencias semdanticas que se observan ‘en (64) no son, por tanto, sino consecuencia de las que vemos en la nota 5, La misma conclusién podemos extraer de los ejemplos de (65): seine} caine} come. (65) a Yo imaginas i: reweiewr {ssioo} — Las oraviones de (65a) pueden ser sinénimas (aunque no deban serto), pero las de (656) no podrfan serlo munca, ya que el predicado al que se subordinan las oraciones qu- exelamativa 0 in- terrogativa en (65a), pero s6l : Existe en espaiiol un uso coloqui terrogativo qué con los verbos de medida en contextos en los que la lengua esténdar prefiere cudnto. Nos referimos a oraciones como {Qué mides? Qué pesard? ;1 Qué suele tardar el tren? Como dicho uso esté rest 5b). fen las de (i). Cf. asimismo B [staninas} {Cotato le gusta et aroz? bi. (Cémo le gusta el arroz? |" sindnimar) 300 TONACIC MOSQUE, $18 1:2 (1984) custo en suo ee a ale wrt {tn os Es bien sabido que indirectas admiten también SSNN de interpretacién atwra depende de la humedad, No sé et dificil encontrar “exclamativas encubiert taci6n exclamativa) que no incorporen una relati stituyen ejemplos claros oraciones como jFijate e cl significado de “Dirige tus ojos hacia el arbitro") 0 (Dare brero de Marta! Si aceptamos oraciones de relativo en el SI son faciles de encontrar: (67) a. Bs una vergienza la respuesta que me dio. raginas los libros que le gustan. ‘que se ha comprado. esa especialmente sefia'ar que, aunque los SSNN que aparecen xpretacidn exclamativa, no dejan por ello de ser in, por fo que el coche que je en la repre- los ejemplos piedad formal interesante que poseen los SSNN a Dichos sintagmas no mantienen la concordancia de género y niimero con el ‘adjetivo que aparece en el predicado que los selecciona: (68) a. Es curioso la forma de andar que tiene b. Es curiosa la forma de ander que (69) a, Bs increible fas 7 refbles 185 p Jas que ha visto t pr jas que ha visto tu poran exclamativas indirectas, pero is ordinarias. Aparentemente, como un arguinento a favor jones, Trataremos de mostrar que idad se deduce det fa no seleccionan que seria In preposicién de esperar: “izsehbahler y Rivero (1983) observan que verbos como arordarse alteran Ia subeatego- riencin en ies preguntas encubierias gue contienen relavos. Fiarse se comport an ths er imperativa) en ls correspondientes exclamativas, tenerse en cuenta, de todas formas, que was ORACIONES EXCLAMATIVAS. 301 (70) a. Ya han decidido el proximo secretaro del pat b. Ya han decidido al proximo seeretario de Nétese que de (70) no se deduce que el préximo secre i6n, sino més bien que los SSNN que reciben a misma conclusién puede aplicarse a las oraciones de (68) y interpretaciGn exclamativa. Parece légico con- indicar entre ios rasgos de subcategorizacién verbal la presencia de un SN, sino que es necesario precisar si este SN pucde aceptar 0 10 una interpretaciin interrogativa o exclamativa en la forma légica, Desde este punto de vista, las diferencias que se observan en (70) se explican igual que las que tenemos en (71): ) a. Estudian ef delegado que enviarin, b. Estudian al delegado que enviarda, ‘As{ pues, ademds de oractones, e! predicado ser SSNN ordinarios, (680), y también SSNN 4 jona como complemer que han elegido para es que podemos decir incluso que la agramat ciones como *No sé el blanco (frente a No sé el blanco al que tiras) se explica de la misma forma que la de *Es curioso ta forma de andar: Si _gramética sefiala que los SSNN de interpretacién exclamativa o interrogativa hhan de alter la concordancia o la seleccién preposicional, puede decir ademas que los niicleos de tales SSNN no pueden prescindir de sus relativas. No debe oculterse, sin embargo, que la estructura oracional es inexcusable en ‘oraciones como las de (72): \go més compleja. Existon, on primer lugar, verbos que a0 tiva SSNN euyo nucleo sea un nombee de persona, a (» cmt ‘el asesino de Juan 6. Med cen des {P08} Pee. 302 IGNACIO BOSQUE 11:2 (1984) (72) a. Fijate con fa gente que se trata i. Es increible a las cosas que se atreven. No lo seria si pudiéramos tener en espafiol relativas libres con antece- dente vacfo subordinadas a los predicados que seleccionan exclamativas. Sin embargo, la ambigiiedad entre relativa libre y exclamativa que observa liott (1974:236) en la oracién (73) no puede darse en espaiiol, como se mues- tra en (74): (73) Where they went on ther vacation is fantastic. [ambigua, segiin El- iow (1974)) {a Ape Jo ce i enecrans clet n rae, psa poumes ter ones is de ra (95) V. «Sls @lolcom(Seu-lol- « ¢- EI mismo hecho de que junto a (72b) tengamos Bs increible las cosas a las que se atreven sugiere que el doble andlisis que se muestra en (22) ha de extenderse, por tanto, a los SSNN con relativas que reciben una inter- pretacién exclamativa Existe una pregunta esencial en el estudio de las exclamativas encu- biertas para la que no tenemos respuesta: {Cul es exactamente la relacisn sintéctica que existe entre cl verbo y el SN que aparece junto a é1? Es evi- dente que no es st sujeto en (6ta) como revela la concordancia, ni sw objeto directo en (70a), ya que si sustitimos secretario por secretaria no podamos tener *La han décidido. En la oracié iro! nunca podriamos fjtelo!. Si bien de ello n0 se deduce que et drbitro sea sintacticamente oracién, sf se deduce que no es un objeto directo ordinario. {Qué es mnces? La pregunta se relaciona directamente con el problema de di SN, ¥ es necesario iferencia clara entre los SSNN ausencia de ‘ORACIONES EXCLAMATIVAS 303 jos, pero (76b) dnicamente posee (76a) una interpretaci6n referencial (= “qué clase de I’bros”) y otra cuan- interpretaciones* s6lo las dos ttimas (7) a. Juan sabe el by. Bs curioso el delegado que eligicton, concretanente, Luis Queda, pues, por elaborar una teorfa detallada que nos permita entender Jos factores que regulan Ia interpretacién exclamativa de los SSN. Tanto i dicha teorfa debe acudir a principios pragmaticos come si no los requiere, Jo cierto es que queda al margen de nuestros objetives en este trabajo y, probablemente, de nuestras posibilidades. ABOUT THE AUTHOR Ignacio Bosque is Caredrético de Lengua Espaiola in the Facultad de Fil- ologia, Universidad Complutense de Madrid. REFERENCIAS. BAUERLE, R. et al., eds. 1979. Semantics from Different Points of View. Berlin: mario de construceién y régimen de la lengua cas- to Caro y Cuerv lifters. Lingua 54:135~168. mar of exclamations. Foundations of Language ial Approach to English Syntax: Root, Strue- HIRSCHBUHLER, P. y M. L. in Catalan and Spanish and the projection principle, The Linguistic Review 2,4 ‘no est del toco claro si son factoresIsieos o pragmatics los que nos hacen decidir entre dos primecas hay ene. sdloaributval et patio a { 304 IGNACIO BOSQUE W1:2 (1984) KANY, C. 1963. American-Spanish Syntax. Chicago, IL: The University of Chi- ‘cago Press. VersiGn espaitola: Sintaxis Hispanoamericana. Madrid: Gredés, 1969. KAYNE, R. 1975. French Syntax, The Transformational Cycle. Cambridge, MA: MIT Press, KENISTON, H. 1937. The Syntax of Castilian Prose: The Sixteenth Century. Chi- ‘cago, IL: The Univers KRUGER, F. 1960, peninsulares. Es _Investigaciones LAZARO CARRETER, 7 MILNER, J. C. 1974. Les atives et le complementizer. 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