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Boletín de la Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica

Año 4 No. 1, Mayo 2010


(Asogehi)

Noticias
Nos complace presentar en este º Próxima publicación de “La genealogía
descendente de María de Aguilar: evidencia del
número un excelente trabajo mestizaje colonial temprano en Costa Rica”…
elaborado por nuestros asociados
Mauricio Meléndez y Ramón Villegas,
Genealogías de...
intitulado “Ascendencia de Da. Laura
Chinchilla Miranda, presidenta de º Ascendencia de Da. Laura Chinchilla Miranda,
Costa Rica (2010-2014). También presidenta de Costa Rica (2010-2014…)
incluimos en esta edición “La º Genealogía descendente del General Lorenzo
Salazar Alvarado…
genealogía descuente del general
Lorenzo Salazar”, de Emilio Obando,
última parte del libro en proceso “Los Historias de...
º Historia del cantón de Atenas…
generales Blanco y Salazar: entre el º Evolución del sistema electoral costarricense (1859-
heroísmo y el estigma”. 1870)…

En la sección de Historias, se
Relatos
presenta la Historia del cantón de º En un laberinto de signos…
Atenas, de Isidoro Ramírez Solera, º Un barrio en Goicoechea…
otro aporte de Ramón Villegas, así º La tumba del wesfaliano…
º Un partido de foot ball en la plaza Rafael
como un trabajo referente a la González…
Evolución del sistema electoral
costarricense, del historiador Hugo
Vargas González, colaboración hecha
Píldoras de archivo
por Sergio Salazar, tataranieto del º Una conchería poco conocida de Aquileo…
general Lorenzo Salazar. Flora
Ovares, Manuel Morales, José Fabio
Ovares y Álvaro Rojas, nos deleitan
Bolados
con sabroso relatos de distintos º Antigua- historia y arqueología de las
temas. Ana Isabel herrera participa civilizaciones…
con el descubrimiento de una º Archivos históricos arquidiocesanos de
Tarragona…
exquisita conchería de nuestro poeta º Historia social en la Edad Moderna…
nacional Aquileo Echeverría.

Como se observa este primer número

1
de AsogehInforma en nuestro cuarto Actividades
aniversario, contiene numeroso y º Tertulia “Tras las huellas del abuelo. Diálogo
entre Genealogía e Historia”…
variado material sobre Genealogía e
Historia.

Es nuestro interés que los asociados


participen más intensamente con sus
investigaciones, ya que
ASOGEHInforma es una magnífica
oportunidad para divulgar sus
estudios, relatos y anécdotas. De todo un poco...
º Sobre el Sistema de consultas y actos civiles
Envíe a su editor Emilio Gerardo y electorales…
Obando Cairol sus colaboraciones,
para publicarlas en próximos boletines
y enriquecer este medio de
divulgación. Nuestras direcciones
electrónicas son:
emiliobando@ice.co.cr
Emilio.obando@gmail.com.

NOTICIAS

Nuestros compañeros Bernal Morera y Mauricio Meléndez Obando publicarán en breve “La genealogía
descendente de María de Aguilar: evidencia del mestizaje colonial temprano en Costa Rica” en la revista
Cuadernos de Investigación de la UNED Vol. 2(1): 3-13, que aparecerá el próximo mes de junio del 2010. En
dicho trabajo, cotejan la genealogía descendente desde María de Aguilar (n.h. 1662, c.1677 c. Baltazar de
Segura) presunta hija adoptiva del alférez José Calderón, con los resultados de ADN mitocondrial de algunos
de sus descendientes de la actualidad. De acuerdo con los documentos se puede deducir que ella perteneció
a la etnia española, dominante en la sociedad Colonial temprana en el siglo XVII. Por mucho tiempo
historiadores y genealogistas han interpretado que la elite dominante que se formó tras la conquista española
era exclusivamente europea. Posteriormente, a su genealogía matrilineal pertenecieron importantes
personalidades de la vida nacional del siglo XX, como el expresidente Daniel Oduber Quirós y el arzobispo
Carlos Humberto Rodríguez Quirós. En tanto, el linaje ADNmt observado, pertenece al haplogrupo A2, lo que
corresponde con un origen indígena. De hecho se trata de uno de los haplotipos más ampliamente
distribuidos en el continente americano. Estos resultados corroboran que un flujo de genes amerindios tuvo
lugar hacia el grupo español en las primeras generaciones de la sociedad colonial en Costa Rica, en contraste
con las ideas generalmente aceptadas de que la elite española evitaba los matrimonios exogámicos con
grupos de otros orígenes étnicos.

GENEALOGÍAS DE...1)

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Ascendencia de Da. Laura Chinchilla Miranda,
presidenta de Costa Rica (2010-2014)

Óscar Meléndez Jiménez, in memóriam

Mauricio O. Meléndez Obando


melendus@yahoo.com
Ramón Alfredo Villegas Palma
ravip66@yahoo.com
Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica

El presente trabajo es el resultado de dos investigaciones separadas: por un lado, Ramón Villegas investigó las
raíces maternas de doña Laura Chinchilla Miranda, elegida presidenta de Costa Rica para el periodo 2010-2014, y,
por otro, Mauricio Meléndez rastreó la genealogía paterna de doña Laura; en ambos casos hasta sus octavos
abuelos. Asimismo, Meléndez realizó el análisis genealógico que se presenta en este artículo. Por supuesto, los
errores son responsabilidad de los autores.
Como siempre, en los trabajos de ambos investigadores, se han consultado las principales fuentes documentales
que permiten elaborar una genealogía ascendente: Registro Civil, Archivo Histórico Arquidiocesano Bernardo
Augusto Thiel y Archivo Nacional de Costa Rica (este último en menor medida).
Antes de continuar, debemos llamar la atención a un problema ético que se está presentando nuevamente en la
genealogía costarricense, el cual era muy común antes de 1990. Nos referimos a la ausencia de respaldo
documental para dar filiaciones, que luego son publicadas y difundidas por Internet; luego estas son tomadas y
reproducidas en otros trabajos sin la más mínima actitud crítica, lo que genera la difusión de filiaciones equivocadas
y a veces antojadizas, con un efecto multiplicador de consecuencias imparables al parecer…
Ciertamente la genealogía es una disciplina a la que ingresan personas de las más diversas profesiones y también
personas sin ninguna formación académica, lo cual no debería ser obstáculo para fomentar la seriedad en la
investigación genealógica.
La genealogía como toda disciplina de las ciencias sociales no es de absolutos, pero para establecer filiaciones
(relaciones de parentesco) existe un método científico que deben aplicar rigurosamente quienes pretenden elaborar
trabajos serios que sirvan para el conocimiento de nuestros antepasados.
Por ejemplo, uno de estos casos, que se originó en la década de 1950, da por compañera del capitán Antonio
Álvarez Pereira a “Dulcehe de Quepo”, también llamada “Inés Corrohore” o “La Biriteca”, sin mayor respaldo
documental e inferido de un expediente en que consta que el capitán Álvarez Pereira rescató a la hija del cacique
de Quepo, Corrohore (citada en el documento como Dulcee). En este expediente ni en ninguno otro, consta que
luego el capitán haya contraído matrimonio o que procreara hijos con esta indígena. ¡Si alguien lo halló, que lo
divulgue!
Por supuesto, no es imposible que tal relación se haya dado, la pregunta es ¿se puede probar o, al menos, hay
suficientes indicios que lo sugieran?
Además, Ernesto Quirós Aguilar, sin la más mínima prueba documental ni indicial, afirmó que fruto de esta relación
no probada nació doña Inés Álvarez Pereira e incluso otros dan por hijo de esta unión a Gaspar Lorenzo Pereira
Cardoso, quien nació en la isla portuguesa de Madeira…
Este error fue reproducido y divulgado (y lo más alarmante es que todavía se sigue haciendo) por muchos
genealogistas y también algunos historiadores. Sobre este caso, nos referiremos en otra oportunidad.

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Laura Chinchilla Miranda, presidenta de Costa Rica. (Foto Jorge Arce / Cortesía de El Financiero)

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Época colonial
Debido a que mucha de la información de los antepasados de doña Laura Chinchilla Miranda se refiere al periodo
colonial, que acabó en 1821 con la Independencia, creemos conveniente dar un vistazo a la realidad sociorracial de
las personas que vivieron en la entonces Provincia de Costa Rica, la cual formaba parte de la Capitanía General de
Guatemala, también conocida como Reino de Guatemala, uno más de los extensos territorios españoles en
Ultramar.
Para esta apretada síntesis, Meléndez ha empleado varios artículos de su autoría y de otros estudiosos.
La historia de la América española, más que la de otras regiones del mundo, ha estado llena de diversidad étnico-
cultural. Esto se debe a que en esta amplia región tuvieron su encuentro inicial tres grandes grupos de culturas: las
amerindias, las africanas y las españolas. Cada una de ellas, a su vez, llena tanto de similitudes (unidad) como de
diferencias (diversidad) respecto de las otras.
De las relaciones iniciales entre los tres grupos surgieron tres tipos básicos de mestizos: el que se ha llamado
propiamente mestizo, o mestizo primario (procreado por español con india, o viceversa), el mulato (procreado por
español con negra, o viceversa) y el zambo (procreado por india con negro, o viceversa).
De esta manera, la sociedad colonial hispanoamericana se estructuró según el origen racial de las personas. Los
españoles peninsulares y los nacidos en América (llamados después criollos) ocupaban la cúspide de la pirámide
social. Luego seguían los caciques indígenas, que gozaban legalmente de los privilegios de los hijodalgos (aunque
consta que a menudo no recibían el tratamiento de tales). Después los mestizos; los mulatos, pardos y negros
libres; los zambos, y, finalmente, los esclavos (fueran estos negros o mulatos) –quienes ocupaban la base
piramidal–. Los indios formaban una república aparte, como vasallos del Rey de España, para quienes existían una
serie de legislaciones especiales, las que muchas veces no pasaban de ser buenas intenciones pues algunas
instituciones creadas por la corona (la encomienda, por ejemplo) sometía a los indígenas al abuso indiscriminado de
los españoles e incluso de otros grupos.
A su vez, el grupo de españoles no era del todo homogéneo, pues se dividió según el origen social del peninsular:
en nobles (aquí estaban los propiamente nobles y los hidalgos) y plebeyos (o del pueblo llano). Además, aquellos
españoles que llegaban nombrados en altos cargos muchas veces entraron en conflicto con las élites españolas

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criollas, que se sentían con más derecho de gozar de privilegios reales que aquellos recién llegados.
Muchos de los primeros hijos nacidos en América de los conquistadores fueron mestizos, resultado de sus uniones
con indias (ocasionalmente cacicas o hijas de caciques), ya que en un primer momento no vinieron mujeres del
Viejo Continente. No obstante, muchos de estos mestizos biológicos gozaron de todos los privilegios de sus padres
y formaban parte del estrato español.
Asimismo, los conquistadores también tuvieron hijos con esclavas negras, y de ahí nacieron los primeros mulatos.
Más tarde llegaron mujeres europeas que dieron a los conquistadores hijos sin mezcla.

En las pinturas de castas se dio representación gráfica a las diferentes mezclas raciales
en la América española. Aquí, español con india da mestiza.

Debemos decir que, si bien los matrimonios interraciales no fueron frecuentes en la América española (tal vez solo
aumentaron a partir del siglo XVIII), las relaciones sexuales interétnicas sí lo fueron desde el principio, desde el
arribo de las huestes de los conquistadores en el siglo XVI; asimismo, fueron una constante durante toda la época
colonial y aun en periodos posteriores.
Para designar las diferentes mezclas raciales que integraron las sociedades hispanoamericanas y las posiciones
que cada una ocupaba, se usó el término castas. En este sentido, las sociedades hispanoamericanas estuvieron
altamente jerarquizadas, y en ellas cada grupo social ocupaba una posición específica definida en gran medida por
su origen racial. Por supuesto, estas diferencias a veces se atenuaban en las zonas periféricas y de poca
importancia relativa. Sin embargo, no ocurría así, por ejemplo, en ciudades como México y Lima.
Como es de esperar, tales divisiones sociorraciales provocaban múltiples fricciones entre los grupos españoles e
indígenas, entre estos y los mulatos y pardos, y entre estos y los españoles. Como resultado de estas fricciones, en
Centroamérica quedaron registradas algunas revueltas de los grupos subalternos, a menudo sofocadas exitosamente
por las autoridades reales.
Entonces, como vemos, la sociedad colonial estuvo segmentada de acuerdo con criterios raciales (biológicos), pero
a estos criterios se sumaron algunos factores sociales y económicos, razón por la cual se aplica el término
sociorracial.

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De español y negra, nace mulata.
Los factores biológicos, como el color de la piel y del cabello, se expresaban por las diferencias raciales. De esta
manera, los españoles ocupaban las máximas posiciones como presuntos portadores de la pureza de sangre y el
honor, entre otros elementos; mientras que los demás sectores estaban por debajo de ellos. Esto no quiere decir
que entre los españoles no hubiera subdivisiones, ya que, como dijimos antes, no era lo mismo ser hijodalgo que
del pueblo llano.
La posición inferior la ocupaban los negros esclavos y sus descendientes –tanto esclavos como libres–, a quienes
estaba vedado, según las leyes, cualquier posibilidad de ascenso a la “cúspide”.
Por otra parte, entre los factores no biológicos sino socioeconómicos que definían la jerarquización social y
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fortalecían las separaciones raciales de los grupos, se pueden citar el honor, la vestimenta, la lengua, el tipo de
trabajo, las relaciones de influencia y el poder económico.
Estos elementos socioeconómicos hacían mucho más compleja la estratificación, pues las castas –en particular los
afrodescendientes– lograron ascender lentamente a mejores posiciones gracias al acceso a trabajos, vestimenta,
lengua y dinero exclusivos en un primer momento de los españoles. Esta situación hizo que las fronteras de las
divisiones sociorraciales se tornaran muchas veces borrosas.

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De mestizo e india, da coyote.
Originalmente, la élite española fundamentó su rechazo de los otros grupos raciales en razones religiosas. Por un
lado, primero los indios fueron considerados infieles, y después cristianos nuevos; por otro, existía el temor de la
contaminación de los negros por el posible contacto en África con el Islam. Pero poco a poco, ese rechazo adquirió
una fuerte carga etnocéntrica contra esos grupos que carecían –según la visión hispana– de pureza o limpieza de
sangre, honor y otras virtudes características de “lo español”, que per se daban grandeza, honor y dignidad a ese
grupo frente a los otros.
De esta manera, las sociedades que integraban el Reino de Guatemala (Cartago incluida) estaban estructuradas
sociorracialmente, donde una élite básicamente “blanca” procuraba reducir al mínimo el ascenso de los grupos
considerados inferiores: indios, negros y sus descendientes mezclados (castas).
Sin embargo, este rechazo de los españoles a la mezcla con los demás grupos –considerados por ellos como
inferiores– se refirió invariablemente a las relaciones matrimoniales (legales), porque fuera de la ortodoxia
matrimonial las uniones sexuales entre los distintos grupos sociorraciales se dieron intensamente durante las tres
centurias de dominación hispana.
Por esa razón, ya para el siglo XVIII, había gran cantidad de familias, algunas en claro ascenso socioeconómico,
que tenían entre sus antepasados esclavos o indios, y a veces ambos. Algunos de sus miembros, que evadían las
limitaciones legales impuestas por el orden de castas mediante declaraciones y documentos falsos, se destacaron
como sacerdotes, escribanos y hasta procuradores de la Real Audiencia de Guatemala.
Hemos dado un vistazo general sobre esta situación común a toda la América hispana, pero debe tenerse presente
que la pragmática social podía variar en el tiempo y en el espacio, según las particularidades de los territorios y la
laxitud de las autoridades en la aplicación de las leyes vigentes, entre otros factores.
Tanto las autoridades eclesiásticas como las civiles (representantes del Rey en sus territorios ultramarinos) ejercieron

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durante todo el periodo colonial un control constante, aunque la continua mezcla racial lo ponía en peligro.

Algunos detalles de la genealogía de doña Laura

Sus primeros pasos como presidenta electa la han mostrado como una mujer de temple firme, pero profundamente
interesada –al menos eso parece– por lo que piensan sus oponentes y muy respetuosa de quienes piensan
diferente de ella. Todo indica que está cumpliendo lo que dijo a El Financiero cuando aún era candidata (edición
754): que le imprimiría un sello de negociación a su gestión, gracias al cual esperaba construir acuerdos.
¿Será acaso que la ascendencia típicamente criolla de doña Laura Chinchilla Miranda le deparó la herencia de dos
virtudes –negociación y conciliación– otrora consideradas “nacionales” y que permitieron construir una Costa Rica
próspera, igualitaria y pacífica, que por cierto parece ser más un recuerdo del pasado que una realidad presente?
Pues bien, esto no lo sabemos con certeza y no deja de ser más que una especulación, pero en algo debe haber
influido el que la mayoría de los antepasados de doña Laura en los últimos 300 años hayan nacido en Costa Rica,
pues para llegar a algún ancestro extranjero hay que remontarse a principios del siglo XVIII.
Ahora bien, hasta aquí, la suya no se diferenciaría mucho de la genealogía –igualmente criolla– de don Óscar Arias
Sánchez, dos veces presidente, premio Nobel de la Paz, ministro, etc., sin embargo, a diferencia de los
antepasados de don Óscar (donde hay diputados, abogados, curas y hacendados), los de doña Laura no ocuparon
puestos relevantes de carácter nacional, si acaso encontraremos algún alcalde de pueblo o jefe político rural. De
igual manera, aunque Chinchilla y Arias comparten algunos antepasados, el parentesco más cercano se da por
Elizondo, a mediados del siglo XVIII.

El presidente Óscar Arias Sánchez (derecha) dio fuerte impulso a la candidatura de Laura
Chinchilla. (Foto Archivo / Cortesía de El Financiero).

Doña Laura –primera mujer costarricense elegida para el cargo de presidenta– es hija de don Rafael Ángel
Chinchilla Fallas, funcionario público de destacada trayectoria, y doña Emilce Miranda Castillo, ama de casa; él, de
raíces casi exclusivamente aserriceñas –salvo algún desamparadeño–; ella, de orígenes mayoritariamente
atenienses –salvo algún ramonense–. Ambos descendientes de agricultores, muy excepcionalmente hacendados; la
mayoría de los ancestros maternos pequeños propietarios. Todas sus antepasadas “de oficios domésticos”, como
se solía consignar en los documentos públicos de los siglos pasados.

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En definitiva, la Presidenta es una de los miles de ticos que les correspondió nacer en una Costa Rica de
oportunidades para una nueva clase que surgió al calor de los cambios de mediados del siglo pasado, en cuenta la
posibilidad del voto femenino (1948). En cambio, don Óscar Arias, su antecesor, nació en cuna de oro, hijo de
familia acomodada, nieto de diputados y cafetaleros, aunque ciertamente por algunas ramas tiene orígenes
bastante humildes, sobre todo antes de 1850.
Podemos decir sin temor a equivocación que la ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda es la de una
costarricense criolla por sus cuatro costados pues todos sus antepasados hasta sus sextos abuelos fueron nacidos
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en Costa Rica (excepto –quizás– Bernardo Marcelo Díaz, o Uriarte [176], esposo de Tomasa Monge [177] , cuyo
origen no se ha podido esclarecer) y casi todos los sétimos abuelos (256 personas nacidas a principios del siglo
XVIII) también nacieron en la entonces Provincia de Costa Rica (excepto Pedro Bernardo Mesén, o Mesena [358],
natural de Panamá; Faustino Ángel Mayorga [432], natural de Puebla, México, y posiblemente Luis González de
Villalón [434], cuyo origen se desconoce por el momento).
Por esta razón, es muy posible que a la mayoría de los costarricenses del Valle Central le resultará fácil vincularse
genealógicamente con la Presidenta, pues ella tiene raíces en San José y Alajuela –sobre todo–, pero también en
Cartago y Heredia.
Entre sus octavos abuelos (512 personas nacidas en la segunda mitad del siglo XVII), tenemos que no nacieron en
Costa Rica Juan Rodríguez de Castro [564], de Castilla La Vieja, España; Juan de Zavaleta [606], País Vasco,
España; Francisco Fallas de la Vega [718], Sevilla, España; Juan de Ugalde [814], Cádiz, España; Juan Francisco
de Avendaño [596], de Guatemala; Antonio Solórzano [800], Cartagena de Indias (Colombia); y posiblemente
Gregorio de Ureña [520] y José de la Cruz y Morales [678], ambos de origen desconocido por el momento.
Por otra parte, la mayoría de sus antepasados, tanto paternos como maternos, tienen sus orígenes en el Valle
Central, donde se desempeñaron como agricultores; aunque los paternos –como se dijo– son mayoritariamente de
dos cantones del sur de la capital –Aserrí, sobre todo, y Desemparados–, y los maternos de los cantones
alajuelenses de Atenas y de San Ramón (de este, unos pocos).
Aunque los padres de doña Laura presentan orígenes geográficos muy distintos (aserriceño el padre; ateniense la
madre), los dos comparten antepasados remotos comunes. Ambos descienden –entre otros– del capitán don José
Antonio Castro Aguirre (1710) y doña Josefa Nicolasa Elizondo Falcón, su esposa; del capitán Francisco Monge
Quesada (1734) y doña Josefa Rita de Aguilar Solano, su esposa; y de Juan de Dios Badilla (h. 1723) y Gertrudis
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Vargas, su esposa. Estas tres parejas son los antepasados comunes más próximos de ambos, pues si nos
remontamos al periodo de la conquista y primeros años de la Colonia son más los ancestros que comparten, como
resulta frecuente en Costa Rica entre costarricenses que tengan antepasados en ese periodo.

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Su raíces atenienses

En la colonización del territorio que se conoce hoy como Atenas se pueden delimitar tres fases bien definidas. La
primera fue en tiempos coloniales, cuando algunas personas, de Cartago, Heredia y Alajuela, miembros de las élites
locales, adquirían vastas extensiones de terreno en esta zona, que para esa época era conocida y citada así en los
documentos notariales como “el otro lado del Río Grande”, término vago porque lo único que dejaba claro era
precisamente eso, que estaba al otro lado del río.
Entre estos primeros colonos, cuya permanencia no era permanente sino ocasional, para atender probablemente
asuntos relacionados con la explotación de sus tierras, podemos citar como los más conocidos a don Matías
Sandoval Porras y doña Josefa Jiménez Lebrón, algunos de cuyos descendientes viven en Atenas y aún poseen
parte de los terrenos originales. El paso de don Matías por este cantón quedó inmortalizado al bautizar una
quebrada con su nombre, la “quebrada de Matías”.
Don Matías fue miembro de la Junta Superior Gubernativa del 1 de enero de 1823 al 20 de marzo de 1823. Ocupó
los cargos de teniente de Milicias del Batallón Provincial, teniente de gobernador (1803), comandante de armas
(1814) y alcalde constitucional en 1814 y 1820. Testó el 2 de noviembre de 1819 y el 12 de julio de 1842. Como un
dato interesante valga decir que una de sus hijas llamada María Josefa Sandoval Jiménez fue casada con José

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María Alfaro Zamora, presidente de la República de Costa Rica en los periodos 1842-1844 y 1846-1847.
Otros pioneros fueron don Ramón Jiménez, padre y abuelo de dos presidentes de la República, a saber don Jesús
Jiménez y don Ricardo Jiménez. Este poseía terrenos en lo que hoy es Santa Eulalia; se cuenta que su esposa
acostumbraba traer para el tiempo de cuaresma y semana santa un misionero para que viniera a predicar y
administrar los sacramentos.
El más destacado de los pioneros, en lo que a colonización se refiere, fue don Anselmo Arias González, esposo de
doña Encarnación Salazar Carballo, porque una vez que ya existía la suficiente cantidad de personas para formar
una nueva población, él mismo ofreció una manzana de tierra para cada familia que quisiera avecindarse en la
nueva población de Atenas, nombre que poseía desde 1833.
Así pasamos a una segunda fase de doblamiento constituido por familias que se trasladaron a esta región de
seguro por las nuevas condiciones que se ofrecían; hay que destacar que Atenas era un lugar de paso obligado
para los viajeros que iban hacia el resto de Centroamérica, y sus terrenos, según el señor Álvaro Rojas Espinoza,
eran aptos para el cultivo del café, que para las décadas de los 40 y 50 del siglo XIX ya se había consolidado como
actividad comercial rentable. Precisamente en esta ola migratoria en los alrededores de San Mateo, Desmonte y
Barroeta se asentaron algunos antepasados de doña Laura Chinchilla, como los Miranda, Castro y Mayorga,
además a otros distritos, como San Isidro y Barrio Mercedes, llegaron las familias Vargas y Garita.
Por lo general los colonos tenían la costumbre (al menos en la primera generación) de contraer matrimonio con
individuos procedentes de la misma zona geográfica, esto aumentaba el índice de matrimonios consanguíneos,
situación en la que también incidía el relativo aislamiento en que estaban, dadas la precarias vías de comunicación
existentes en la época. Sin embargo en el caso de los antepasados estrictamente atenienses de doña Laura, la
incidencia de matrimonios consanguíneos entre ellos no es elevada, aunque los casos existentes se dieron entre
parientes relativamente cercanos: Cecilio Miranda Castro [24] y María de Jesús Solórzano Miranda [25] (casados en
1872), eran primos hermanos, y el de Juan Vargas Garita [62] con Francisca Garita Zamora [63] (casados en 1866),
eran primos segundos. (Véase apartado sobre matrimonios consanguíneos).
Una tercera fase del poblamiento de Atenas se dio a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando se dio un
auge en la afluencia de familias de San Isidro de Heredia, San Rafael de Heredia, Santo Domingo de Heredia,
Heredia Centro, y unas pocas de Escazú, Piedras Negras, Ciudad Colón y Santa Ana.
Las familias provenientes de estos cantones se asentaron en distritos determinados, así por citar algunos ejemplos,
los que venían de Santo Domingo de Heredia, como los León, Chaves, Bolaños, o los Vargas, se avecindaron en
Concepción, más conocido como Río Grande; las que provenían de San Isidro de Heredia y San Rafael de
Heredia, como los Arce, Chaves y Palma, se avecindaron en San Isidro de Atenas.
En el contexto de la segunda fase de poblamiento citada anteriormente, fue que se asentó en Atenas la familia de
Andrés Castillo Hernández y Guadalupe Castillo Alfaro, quienes para 1852 ya aparecen como vecinos de Atenas.
Muchos de sus descendientes viven en Los Ángeles de Atenas, y pese a que por muchos años fueron campesinos
que se dedicaron a las labores agropecuarias, más recientemente sus descendientes han cobrado protagonismo
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en el campo de la política, así se pueden citar al señor Noé Gerardo Vargas Castillo, diputado por Puntarenas en
el periodo 1990-1994, el abogado penalista Francisco Castillo González, y el Lic. Luis Alberto Víquez Arias,
magistrado suplente de la Sala Tercera.
De los antepasados directos de doña Laura cabe rescatar la figura de don Tomás Castillo López, personaje muy
recordado en Atenas por su puesto de jefe político, que desempeñó con acierto –según la voz popular– por muchos
años. Don Tomás casó con doña Adela Jara Vargas, de raíces ramonenses por su padre José Isabel Jara Monge;
este hecho convierte a muchos ramonenses en sus parientes.
Precisamente por el apellido López, doña Laura resulta ser parienta de Óscar López, excandidato presidencial del
PASE.
Como se puede apreciar, el árbol genealógico de la madre de la Presidenta está ligado de muchas formas al
nacimiento y desenvolvimiento del cantón de Atenas, donde es común escuchar comentarios de algunos vecinos
quienes son sus parientes cercanos.

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Orígenes sociorraciales diversos

Como dijimos, doña Laura presenta una genealogía muy criolla; sin embargo, al remontarnos a tiempos coloniales
encontraremos los tres componentes básicos del costarricense promedio: el indígena, el español y el africano.
En el caso del componente indígena, está presente en varias antepasadas remotas, del periodo de la conquista y
del siglo posterior. Destacan la compañera innominada del conquistador Alonso Jiménez, cuya ascendencia se
sabe era amerindia por los modernos exámenes de ADN mitocondrial realizados en diversos costarricenses
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descendientes de ella y cuyo estudio llevaron a cabo Bernal Morera, Ramón Villegas y Mauricio Meléndez ,
Catalina Tuia –también conocida como Catalina Pereira–, quien hubo dos hijos mestizos con sendos españoles y de
quien descienden más del 60% de los presidentes de Costa Rica y posiblemente igual porcentaje de costarricenses;
y Juana Hernández Palacio, india ujarrací, compañera del capitán Gregorio de Chaves (1650), español nacido en
Cartago.
En cuanto al componente español, sus raíces más próximas a España se remontan a inicios del siglo XVIII (es
decir, 300 años atrás). Entre estos antepasados españoles –invariablemente varones– destacan el alférez Juan
Rodríguez de Castro, natural de La Nava del Rey, en Castilla La Vieja, fundador de una de las familias Castro más
prolíficas del país, de la que descienden innumerables figuras públicas; del capitán Juan de Ugalde, natural de
Cádiz; del capitán Francisco Fallas de la Vega, natural de Sevilla; del alférez Sebastián de Zamora, también
sevillano; y del alférez Juan Bautista Retana, natural de la villa de Landa, Álava, País Vasco. Ugalde, Fallas y
Zamora son antepasados de infinidad de costarricenses en todo el Valle Central (y fuera de este luego de la
expansión de la frontera agrícola a partir de 1850) y cuentan con muchos descendientes destacados; en el caso de
Retana, su progenie se estableció principalmente en los cantones del sur de San José y luego se extendió a la zona
de Los Santos y la zona sur del país.
Aunque en el presente trabajo no enumeramos los novenos abuelos, se destaca el alférez Juan Fernández
Martínez –padre de doña María Fernández de Acosta [687]–, nacido en 1668, en la villa de Sedano, en las
montañas de Burgos, de cuya descendencia se han publicado diversos artículos genealógicos pues muchos de sus
miembros se vincularon al poder principalmente en el siglo XIX (nos referimos sobre todo a los descendientes de la
rama josefina que llevaban el apellido de primero o segundo). Entre otros presidentes de Costa Rica que
descienden de Juan Fernández Martínez, están Juan Mora Fernández, primer jefe de Estado; José María
Montealegre Fernández, Próspero Fernández Oreamuno, Rafael Iglesias Castro, José Joaquín Trejos Fernández,
Óscar Arias Sánchez y Miguel Ángel Rodríguez Echeverría.
Para el periodo de la conquista, igualmente sobresalen algunos españoles, como Alonso Jiménez, Juan Vázquez de
Coronado, Juan de Peñaranda, Sabina de Artieda, Jerónimo de Retes, Gaspar de Chinchilla, Juan López Cerrato,
Francisco Ramiro Corajo y Felipe Monge.
Doña Laura incluso desciende del conquistador de México y Guatemala Gaspar Arias Dávila (pariente cercano del
tristemente célebre Pedrarias Dávila, conquistador de Panamá y Nicaragua), de familia de judíos conversos, y de
Cristóbal de Quesada, también conquistador de México, quien participó como pintor en la expedición de las “Siete
ciudades de Cíbola”, con don Francisco Vázquez de Coronado, por cierto tío de Juan Vázquez de Coronado.
Como nota curiosa, doña Laura tiene entre sus ancestros al maestre de campo don Juan Francisco Sáenz Vásquez,
quien fue gobernador de la Provincia de Costa Rica entre 1674 y 1681. Sáenz Vásquez (abuelo de los capitanes
Juan Francisco Sáenz [794] y Gregorio Sáenz [936]) era natural de la villa de Madrid, donde nació en 1620 y es uno
de los gobernadores españoles de la época colonial con más descendientes en Costa Rica.
8
Asimismo, algunos de sus nexos españoles más remotos (por intermediación de la familia Méndez de Sotomayor
9
de la que desciende varias veces la Presidenta), vinculan a doña Laura –como a la gran mayoría de la población
costarricense que tiene raíces antiguas en el Valle Central– con la realeza europea, pues esa familia descendía de
Carlomagno y el rey Fernando III, de Castilla y León. Entonces, estas ascendencias vinculan a doña Laura –e
insistimos a la mayoría de los ticos– con muchas de las casas reales europeas del pasado y del presente: Noruega,
Inglaterra, España, Suecia, Hungría, Italia, Francia, Escocia, Polonia, Grecia, los antiguos estados alemanes y el
Imperio de Constantinopla.

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Es decir, que el traspaso de poderes doña Laura contará con la presencia de un pariente muy lejano: el príncipe de
Asturias, don Felipe de Borbón.
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En cuanto a la tercera raíz –la africana–, doña Laura presenta varias ancestrías afromestizas: desciende de
Dominga Fallas (1678), mulata blanca, esclava de doña Mariana Solano y el capitán Francisco Fallas; de Sebastián
Cabrales (1694), mulato, esclavo de doña María Josefa de la Vega Cabral; de Félix Ángel Mayorga, mulato libre,
orfebre, natural de Puebla, México; de Bartola Ancheta (h. 1715), mulata libre, natural de Cartago e hija del capitán
de pardos Blas de Ancheta; y de Antonia Fernández Barrios (h. 1798), mulata libre, natural de Cartago.
Por el lado de su padre, doña Laura procede de los Fallas (tanto de la línea mulata como española); por el de su
madre, de Cabrales, Mayorga, Ancheta y Fernández. Doña Laura está entre los mandatarios costarricenses que
tienen raíces afromestizas y esclavas comprobadas; los otros son don Óscar Arias Sánchez –su antecesor en el
cargo–, don Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, don Rafael Ángel Calderón Fournier, don Rodrigo Carazo Odio,
don Rafael Ángel Calderón Guardia y don Manuel Aguilar Barquero.

Miguel Ángel Rodríguez Echeverría es uno de los


presidentes de Costa Rica que tiene raíces africanas
plenamente documentadas. (Foto: nacion.com).

El caso de Dominga Fallas es excepcional en la historia costarricense pues, aunque nacida como mulata libre en
algún lugar de Panamá, hacia 1678, fue traída a Cartago por su padre y entregada a doña Mariana Solano Vásquez
de Coronado para que la criara como libre pues la madre de la niña era mulata libre. No obstante, se le hizo pasar
oficialmente como esclava a partir de 1684 y vivió como tal durante toda su vida; muchos de sus descendientes
vivieron también como esclavos hasta 1789, cuando una resolución de la Real Audiencia de Guatemala dio por
libres a todos los descendientes de Dominga que estuvieran aún viviendo bajo el yugo de la esclavitud.
Doña Laura desciende dos veces de Dominga y otras tantas del capitán Francisco Fallas de la Vega y doña
Mariana Solano Vázquez de Coronado, su esposa, quienes precisamente esclavizaron a Dominga. ¡Esta es una de
esas paradojas genealógicas en que una persona termina descendiendo de esclavos y sus amos! No obstante,
doña Laura no supera a don Óscar Arias Sánchez en la cantidad de antepasados afromestizos comprobados; de los
64 cuartos abuelos de doña Laura, cuatro tienen ascendencia afromestiza; de los 64 de don Óscar, seis tienen esa
ascendencia. Indudablemente, don Óscar sigue siendo el presidente de Costa Rica con mayor cantidad de
antepasados de origen africano.
Por supuesto, no podemos olvidar que dentro del componente español, hay dos ancestrías que indudablemente
marcan a los latinoamericanos: la mora y la judía. En el caso de la primera, debido a que todo el sur de España

12
estuvo bajo este influjo durante varios siglos y el segundo porque igualmente muchos judíos se convirtieron al
cristianismo y se integraron plenamente a la nación española.
Aunque muchas veces resulta difícil documentar estas ancestrías, algunas veces se puede comprobar en estudios
serios que se han realizado en España.
Así, en el caso de los costarricenses, todos los que desciendan de don Gonzalo Vázquez de Coronado, II
Adelantado de Costa Rica, e hijo de Juan Vázquez de Coronado y doña Isabel Arias Dávila, tendrán ascendencia
judía por doña Isabel, quien descendía de judíos conversos en la Península Ibérica. Doña Laura Chinchilla tiene
como antepasado a don Gonzalo varias veces en su genealogía, tanto por el lado paterno como materno.
En el caso de la sangre mora, no la hemos podido documentar plenamente, aunque sospechamos que los Méndez
de Sotomayor descendían de moros pues de uno de sus antepasados (Pedro de Contreras) se dice en algunos
documentos producidos por la Santa Inquisición en España que era cristiano nuevo. Establecida esta familia en
Córdoba, España, zona dominada por los moros durante siglos, es posible que él y su familia hayan sido moros
conversos.

Don Felipe de Borbón, príncipe de Asturias, y doña Laura


Chinchilla, presidenta de Costa Rica, descienden del rey
Fernando III de Castilla y León (1199-1252).
(Foto www.diariocritico.com).

11
El Chinchilla de doña Laura

Documentalmente, el antepasado más antiguo de doña Laura por línea exclusiva de varón al que hemos llegado se
llamó Pedro Chinchilla [256] –también conocido como Pedro Polo–, esposo de María Manuela Vásquez, o Sáenz
[257]. Sin embargo, no hemos podido identificar plenamente a este Pedro Chinchilla.
No obstante, a principios del siglo XVIII encontramos a un Pedro de Chinchilla casado con María Manuela Orozco,
quien también fue conocido como Pedro Polo. Pedro y la Orozco estaban ya casados en 1723 y tenían una hija
nombrada Catalina Chinchilla, también citada como Catalina Polo, (antepasada de buena parte de los Chinchilla de
Aserrí, Alajuelita, Acosta y zonas aledañas); de hecho, por otra línea, doña Laura también desciende de esta pareja
por su antepasada María Catalina Chinchilla Orozco [645], también conocida como María Catalina Polo.
Como sabemos que María Manuela Orozco fue bautizada en 1698, en Cartago, y los varones eran habitualmente
mayores que sus esposas o de su misma edad, habría que suponer que Pedro de Chinchilla nació también hacia
1698. Por tanto, de haber casado este Pedro en segundas nupcias con la Vásquez, para 1762 y 1768, cuando
todavía se bautizan dos hijas de Pedro y la Vásquez, él habría tenido 70 años. No imposible, pero poco probable.

13
No obstante, el primer hijo del matrimonio Chinchilla Vásquez fue bautizado en 1749…
En todo caso, la coincidencia de nombres nos lleva a postular dos hipótesis principales: a) Pedro Chinchilla, o Polo,
esposo de María Manuela Vásquez (o Sáenz), es el mismo Pedro de Chinchilla, o Polo, casado con María Manuela
Orozco; y b) Pedro Chinchilla, o Polo, esposo de María Manuela Vásquez (o Sáenz), fue hijo de Pedro de
Chinchilla, o Polo, y, quizá, María Manuela Orozco, su esposa.
La posibilidad de probar alguna filiación entre ellos está por investigarse más profundamente y, por fortuna, hay
diversos documentos que pueden dar alguna luz al respecto.
La familia Chinchilla está ampliamente extendida en diversos cantones del sur de San José, principalmente en
Alajuelita, Aserrí, Acosta y, en menor medida, Desamparados, donde es difícil que una persona con al menos un
antepasado en esta zona no tenga este apellido.
En cuanto al cambio de apellido, muchas veces no se logra determinar la razón o no se cuenta con suficiente
información para determinarlo.
En este caso particular, todo parece indicar que Pedro Chinchilla, o Polo, –el esposo de María Manuela Orozco (que
puede ser el mismo Pedro casado con María Manuela Vásquez, o su progenitor)–, está relacionado con la familia
Chinchilla Vargas, de Cartago, pues nombró a su hijo Manuel y un nieto suyo recibió el nombre de Marcos. (Véase
cuadro Posible ascendencia de los Chinchilla Orozco).
Veamos en detalle la composición de la familia Chinchilla Vargas radicada en Cartago, capital de la entonces
provincia de Costa Rica:

FAMILIA CHINCHILLA VARGAS (CARTAGO)


Gaspar de Chinchilla (hijo de Marcos de Chinchilla y doña Francisca del Castillo) contrajo matrimonio hacia 1675
con Sebastiana de Vargas [o Araya], al parecer viuda de José de Espinosa y quizá hija de Cristóbal de Vargas e
Isabel de Araya.
Hijos:
•José de Chinchilla (confirmado en Cartago, 1690) casó con María Gertrudis Ricardo.
•Alf. Marcos de Chinchilla (confirmado en Cartago, 1690) casó con Micaela de Orozco.
•Juana de Chinchilla (bautizada en Cartago, el 12 de junio de 1680)
•Manuel de Chinchilla (bautizado en Cartago, el 10 de febrero de 1682, y confirmado en la misma ciudad, en
1690).
•Micaela de Chinchilla (confirmada en Cartago, 1690) casó en Cartago, el 10 de febrero de 1700, con Juan
12
Rafael Ramírez (hermano de la Orden Tercera de San Francisco)
•Francisca de Chinchilla (confirmada en Cartago, 1690)

Ahora, veamos las primeras dos generaciones de la familia Chinchilla Orozco (o Polo Orozco), cuyos miembros son
consignados casi siempre como españoles o mestizos:

I GENERACIÓN
FAMILIA CHINCHILLA OROZCO/POLO OROZCO (CARTAGO)
Pedro de Chinchilla [Polo 1739] casó con María Manuela de Orozco (bautizada en Cartago, en 1698; confirmada
en la misma ciudad, en 1711), hija legítima del Sarg. Francisco de Orozco y Margarita de Piedra.
Hijos:
•Manuel Chinchilla casó con Baltasara Leitona. Sigue en Rama A.
•María Catarina Chinchilla casó con Diego Antonio de Quirós. Sigue en Rama B.

II GENERACIÓN
RAMA A. CHINCHILLA LEITÓN [POLO LEITÓN] (CARTAGO)
José Manuel Chinchilla [Polo 1739 y 1768] casó con Baltasara Leitona [Leitón], hija legítima de Juan Vicente
Leitona y María Antonia Maroto. Baltasara contrajo segundo matrimonio en Cartago, el 1° de febrero de 1748, con

14
José Salvador de Mora.
Hijos:
•María Antonia Chinchilla [Polo 1768] casó en Cartago, el 1° de julio de 1768, con Miguel Granados.
•Marcos Chinchilla casó en Cartago, el 3 de mayo de 1768, con María Mercedes [sic], mestiza, viuda de José
Ramírez.

RAMA B. QUIRÓS CHINCHILLA (CARTAGO/SAN JOSÉ)


María Catarina Chinchilla [Polo 1739 y 1753] casó:
Primera vez en Cartago, el 27 de setiembre de 1739, con Diego Antonio de Quirós, “hijo de padres no conocidos”.
Hijo:
•Francisco [Quirós] Chinchilla (bautizado en 1740) casó con Ana María Monge Reyes.

María Catarina casó segunda vez en San José, el 14 de noviembre de 1743, con Manuel Durán, viudo de Petronila
Castro. Manuel contrajo terceras nupcias en la misma villa, el 4 de enero de 1753, con María Gregoria Quesada.
•No se conoce descendencia de este matrimonio.

Como vemos, el nombre Marcos está presente en estas familias de manera continua. Ahora bien, sobre el parentesco
entre Pedro Polo –esposo de la Orozco– y los Chinchilla Vargas solo podemos lanzar algunas hipótesis. Me inclino a
13
creer que Pedro Polo fue nieto de Gaspar de Chinchilla (quizá hijo de Marcos de Chinchilla y, tal vez, una señora de
apellido Polo; aunque Marcos tuvo un hermano nombre José Chinchilla, ya había muerto para 1691). Pedro Polo parece
ser de una generación menor que los Chinchilla Vargas.
De ahí que Pedro haya nombrado Manuel a un hijo suyo (como a un presunto tío suyo), María Catarina a otra (como a
su presunta bisabuela paterna-paterna –Catalina Palacios–) y Marcos a un nieto (como a su presunto padre y también a
su presunto bisabuelo).
Hay que resaltar que Pedro Polo contrajo matrimonio con Manuela de Orozco, mientras que Marcos de Chinchilla, su
presunto progenitor, casó con Micaela de Orozco. Micaela era tía de Manuela. Cobraría sentido que el padre “natural”
de Pedro haya logrado negociar el matrimonio de una sobrina política suya con su hijo. El matrimonio múltiple de
miembros de una familia con los miembros de otra era frecuente en esa época (todavía lo era en Costa Rica hasta la
década de 1950).
Y aunque en cuestiones de filiación genealógica siempre existen diversas posibilidades, de momento no contamos con
otros indicios.
No obstante, de ser Pedro Polo hijo de Marcos de Chinchilla (esposo de Micaela Orozco) y nieto de Gaspar de
Chinchilla (esposo de Sebastiana Vargas), entonces habría sido bisnieto de Marcos de Chinchilla (esposo de doña
Francisca del Castillo) y tataranieto de Gaspar de Chinchilla, el primero de su apellido que llegó a Costa Rica a
principios del siglo XVII, pues en 1600 se le cita como escribano de la ciudad de Cartago y tiempo después como
tesorero. (Véase cuadro Posible ascendencia de los Chinchilla Orozco).

15

Gaspar de Chinchilla, el fundador, había nacido hacia 1575 en Cuenca, Castilla La Nueva, España, y llegó a Costa Rica
procedente de Honduras con su cuñado Miguel Calvo, viudo de Mariana de Chinchilla, y su madre (de Gaspar), Elvira
Díez de Jilera. El padre de Gaspar y homónimo suyo, Gaspar de Chinchilla, también era natural de Cuenca y procedía
de una dilatada familia de escribanos de esa ciudad. Castilla La Nueva colinda con Albacete, provincia española donde
está la ciudad de Chinchilla, que da origen a este apellido.
En Cartago, Gaspar contrajo matrimonio con Catalina Palacios, hija del conquistador Matías de Palacios –quien también
llegó a la entonces Provincia de Costa Rica procedente de Honduras– y Luisa Hernández –hija otro conquistador de
Costa Rica, Domingo Hernández–.
Gracias a este enlace, Gaspar llegó a ser encomendero del pueblo de Ciruro (con 160 indios), que había gozado su
suegro, quien se la traspasó a su hija, Catalina.

16
Mariana, hermana de Gaspar, había contraído matrimonio en Trujillo, Honduras, con el sevillano Miguel Calvo, fundador
de la familia Calvo de Costa Rica.
El cambio de Polo a Chinchilla se explicaría entonces en que Pedro era reconocido socialmente como miembro de la
familia Chinchilla y por eso se le consigna como tal. Por supuesto, no podemos ser categóricos y aunque hemos
revisado gran cantidad de información, lo aquí planteado es solo una hipótesis de trabajo que deberá agotar todas las
fuentes disponibles...
En cuanto al apellido Chinchilla, este tiene su origen en el nombre de una ciudad de la provincia de Albacete,
España. Luego el apellido se extendió por ambas Castillas y Andalucía. Como título nobiliario, se cuenta con el
Marquesado de Chinchilla, que fue otorgado por el rey Felipe V a don Antonio de Chinchilla y Fonseca, alférez
mayor de Almuñecar (Granada) y procurador de esta ciudad (http://www.misapellidos.com).
La ciudad de Chinchilla, en Albacete, según el Diccionario Enciclopédico UTHEA (1951), “está emplazada al pie de
un cerro sobre el cual se eleva un castillo, cuyo origen se remonta a la época romana, pero cuya fábrica actual es
del siglo XV con diversas adaptaciones que a fines del siglo XIX lo convirtieron en presidio del Estado. Por su
carácter de fortaleza de origen tan remoto, esta ciudad, cuyo título de tal le fue otorgado por Juan II de Castilla en
1422, ha figurado en muchos sucesos de la historia de España. En la antigüedad fue llamada Sáltige y los árabes la
denominaron Ghenghalet”.
El apellido arribó al Nuevo Mundo poco después de la llegada de Cristóbal Colón; se puede citar a don Alonso de
Chinchilla, conquistador que acompañó a Hernando de Soto en la exploración del río Misisipi, y Pedro de Chinchilla,
uno de los compañeros de Hernán Cortés en la conquista de México, donde estableció residencia.
La descripción de las armas de Chinchilla: En campo de oro una torre de su color superada de otras dos más
pequeñas, con dos águilas afrontadas en lo alto y dos ciervos en la misma posición a la puerta de dicha torre
situada sobre un campo de sinople.

Parentescos curiosos

No resulta extraño entonces que todos los costarricenses actuales compartan antepasados en los siglos XVIII, XVII
y XVI, pues la población del país tiene su origen en un puñado de españoles que se mezclaron con indias nacidas
en el territorio costarricense, a cuya mezcla se sumaron muy pronto los africanos y sus descendientes (esclavos y
libres).
Como ya hemos citado en muchos de nuestros trabajos, todos los costarricenses con raíces antiguas en el Valle
Central son invariablemente parientes lejanos. Por eso, hace algunos años, Meléndez Obando hizo la prueba con
una docena de personas que eran compañeras de trabajo en El Financiero, quienes no se reconocían como
parientes próximos ni lejanos.
Esto lo hizo Meléndez Obando para el libro que prepara sobre las raíces indígenas de los costarricenses y según se
pudo comprobar, todos los compañeros de trabajo investigados eran descendientes, por ejemplo, de Gaspar de
14
Rojas, mestizo, hijo de Catalina Tuia –india curridabateña– y el capitán Francisco de Ocampo Golfín –español
extremeño–. Por cierto, doña Laura desciende varias veces de esta pareja.
Entonces, si un costarricense que tiene alguna raíz antigua vallecentraleña (siglo XVIII) hiciera su genealogía, muy
invariablemente compartirá uno o varios antepasados con la Presidenta. Obviamente, a más antepasados remotos
en el Valle Central, más raíces comunes habrá.
A continuación, citamos –en negritas– el nombre del antepasado de doña Laura, el número que le corresponde en
su genealogía y seguidamente los nombres de otros descendientes conocidos en el medio costarricense.
15
Juan Rodríguez de Castro , alférez, nació en las montañas de Burgos, hacia 1660 [564]: los presidentes José
María Castro Madriz, José María Montealegre Fernández, José Joaquín Rodríguez Zeledón, Rafael Iglesias Castro,
José Joaquín Trejos Fernández, Óscar Arias Sánchez, Mario Echandi Jiménez y Rodrigo Carazo Odio; los
16
excandidatos presidenciales Antonio Álvarez Desanti y Otto Guevara Guth , los escritores Jorge Debravo, Ana
Istarú y Fernando Contreras Castro; la exprimera dama Josette Altmann Borbón; el presidente del Banco Central,
Francisco de Paula Gutiérrez Gutiérrez; el economista Ronulfo Jiménez Rodríguez, el ministro Marco Antonio

17
Vargas Díaz, el empresario Mario Sotela Blen, el exministro Juan Diego Castro Fernández, la exministra Karla
González Carvajal, la historiadora Brunilda Hilje Quirós, la antropóloga Giselle Chang Vargas, el economista Dennis
Meléndez Howell, y los periodistas Yanancy Noguera Calderón, directora de La Nación; José David Guevara
Muñoz, director de El Financiero, Thaís Aguilar Zúñiga, editora de Perfil; Isabel Ovares Ramírez, directora de
Revistas de Grupo Nación; Silvia Castillo Nieto, editora de EF, y Kattia Bermúdez Mora, editora de EF.

Don Luis Alberto Monge Álvarez desciende del capitán


Juan de Ugalde, al igual que doña Laura Chinchilla.

17
Juan de Ugalde, capitán, nació en Cádiz, hacia 1680 [814]: los presidentes Abel Pacheco de la Espriella , Otilio
Ulate Blanco, Luis Alberto Monge Álvarez, Cleto González Víquez y Alfredo González Flores; el excandidato
18
presidencial Rolando Araya Monge ; su hermano Johnny Araya Monge, alcalde de San José; Rodrigo Bolaños
Zamora, presidente del Banco Central designado; el economista Ronulfo Jiménez Rodríguez; el abogado y
editorialista Julio Rodríguez Bolaños, el exministro Fernando Zumbado Jiménez, el ministro Leonardo Garnier
Rímolo y el periodista de EF Rodolfo González Ulloa.
Sebastián de Zamora, alférez, nació en Sevilla hacia 1632, abuelo de María Zamora Delgado [791]: los presidentes
José María Alfaro Zamora, Bernardo Soto Alfaro, Jesús Jiménez Zamora, Ricardo Jiménez Oreamuno, Alfredo
González Flores, Otilio Ulate Blanco y Daniel Oduber Quirós; también de Rodrigo Bolaños Zamora, presidente
designado del Banco Central.

18
Don Ottón Solís Fallas, al igual que doña Laura
Chinchilla, desciende de Dominga Fallas (1678),
mulata esclava. (Foto: elfinancierocr.com).

19
Dominga Fallas, mulata, esclava, nació hacia 1678 [531]: el excandidato presidencial Ottón Solís Fallas , el
escultor Jorge Jiménez Deredia, el exdiputado Juan José Vargas Fallas y el abogado Óscar Barahona Streber.
Sebastián Cabrales, también conocido como Sebastián del Camino mulato, esclavo, nació hacia 1694, padre de
20
Dorotea Nicolasa del Camino Arias [961]: el excandidato presidencial Antonio Álvarez Desanti , el sindicalista
Albino Vargas Barrantes; la periodista Roxana Zúñiga Quesada, directora de Repretel, y el economista Manfred
Víquez Alcázar.

Matrimonios consanguíneos

Los matrimonios consanguíneos que con cierta frecuencia se daban antes de 1950 representan otro de los
aspectos que llaman hoy la atención en asuntos genealógicos. En el caso de doña Laura, hay varios matrimonios
entre parientes, el más próximo se da –por la rama paterna– entre Daniel Fallas Badilla [10] y Gregoria Díaz
Quesada [11], quienes casaron en Aserrí, en 1895, y descendían, respectivamente, de Antonio Morales López [82]
y Gertrudis Morales López [95], hermanos.
Asimismo, Pedro Chinchilla Ulloa [8] y Desideria Araya Fallas [9] tenían impedimento para contraer matrimonio por
ser parientes; aunque no solicitaron dispensa al Obispado cuando casaron en Aserrí, en 1870. La abuela paterna de
Desideria (María de Jesús López Chacón [37]) era hermana de la bisabuela materna-materna (Mercedes López
Chacón [71]).
También eran parientes Juan Ángel Araya Meléndez [36] y María de Jesús López Chacón [37], quienes casaron en
San José en 1818, aunque no hemos podido desentrañar el parentesco exacto, aunque suponemos que fue por
Elizondo. Igualmente fueron parientes Juan Quesada Ureña [46] y Juana Monge Morales [47], quienes contrajeron
matrimonio en San José, en 1824; suponemos que eran parientes por Morales.
Por la rama materna de Da. Laura, tenemos a Cecilio Miranda Castro [24] y María de Jesús Solórzano Miranda [25],
casados en San Ramón, Alajuela, en 1872, quienes eran primos hermanos, como hijos de Adriano Miranda Arrieta
[48] y María de la Cruz Miranda Arrieta [51], respectivamente.
Asimismo, Juan Vargas Garita [62] y Francisca Garita Zamora [63], quienes contrajeron matrimonio en Atenas,
Alajuela, en 1866, eran parientes próximos, pues fueron hijos de Gertrudis Garita Carballo [125] y José María Garita
Barboza [126], respectivamente.

19
Apellidos más comunes

No pretendemos ser exhaustivos en el análisis de la genealogía de la Presidenta, pero se pretendió abordar


diferentes aspectos que pudieran interesar a nuestros lectores. Así, el apellido que más veces se repite entre sus 8
bisabuelos es Fallas (dos veces); entre los 16 tatarabuelos son Fallas (tres veces), Monge (dos) y Miranda (dos);
entre los 32 cuartos abuelos son Monge (cuatro veces), López (cuatro), Fallas (tres), Morales (dos), Ureña (dos),
Araya (dos), Badilla/Padilla (dos) Jiménez (dos), Alfaro (dos), Miranda (dos), Arrieta (dos), Garita (dos), Castillo
(dos); y entre los 64 quintos abuelos son Monge (seis), López (seis; aunque de dos López diferentes), Chacón
(cuatro), Araya (tres), Ureña (tres), Fallas (tres), Castro (tres), Rojas (tres), Badilla/Padilla (tres), Morales (tres),
Alfaro (tres), González (tres), Alvarado (tres), Chinchilla (dos), Jiménez (dos), Mora (dos), Vargas (dos), Miranda
(dos), Corella (dos), Castillo (dos), Campos (dos), Murillo (dos), Garita (dos), Chaves (dos), Arrieta (dos), Salazar
(dos) y Arias (dos).
Así las cosas, si la Presidenta llevara el apellido que más veces tiene entre sus 64 quintos abuelos se habría
llamado Laura Monge o Laura López. Asimismo, si uno escogiera generaciones más antiguas, quizá los apellidos
más frecuentes serían otros.

21
Cómo leer esta genealogía

Uno de los sistemas más simples y prácticos para escribir un árbol genealógico ascendente total, también conocido
como genealogía de costados (o árbol de costados), es el método Sosa-Stradonitz, así denominado por Durye. En
este método, la numeración fue ideada por el genealogista español Jerónimo de Sosa en 1676 y divulgada
ampliamente por el alemán Stephane Kikule von Stradonitz a partir de 1898.
Este sistema consiste en numerar cada uno de los antepasados y el límite lo establece el investigador mismo pues
se puede prolongar hasta el infinito (teóricamente, porque en realidad se puede continuar hasta donde las fuentes lo
permitan).
Así, a toda persona le corresponderá un número. Al individuo del que se realiza la genealogía (en este caso doña Laura
Chinchilla Miranda) llevará el número uno (1).
Partiendo del número 1, obtendremos, al aplicar la regla matemática, que el número del padre de este será igual a
1X2=2; y al sumarle 1 (2+1=3) da el número que le corresponde a la madre (3); estos conforman la segunda
generación ascendente. Esta operación es válida para cualquier número y se deduce, entonces, que los números
pares siempre antecederán a los varones y los impares a las mujeres. Por supuesto, si uno quisiera podría invertir
este orden tradicional, producto de la genealogía patriarcal, y dar a las mujeres los números pares y a los varones
22
los impares. (Véase Cuadro genealógico).
Ahora bien, idealmente, no debería ser solo una lista (a la que podríamos llamar esqueleto genealógico básico),
habría que anotar los datos biográficos y familiares que permitan conocer al individuo y su familia, estos pueden
presentarse después de los nombres de cada pareja de antepasados. Se deben añadir las fuentes de información
de las que se toman los datos. En esta genealogía, por razones de espacio, apenas hemos citado algunos datos
biográficos básicos de los antepasados de doña Laura; por supuesto, para algunos habrá más información que para
otros; incluso para algunas personas no resulta sencillo encontrar información.

20
Por supuesto, se podría añadir información referente al periodo histórico que le correspondió vivir a la persona y
cómo tales hechos influyeron o pudieron haber influido en su vida.

En todo caso, la existencia de genealogías exhaustivas es excepcional porque precisamente se requeriría de la


23
consulta sistemática de todas las fuentes existentes. Parafraseando a Palacios Botero , estamos ante una
genealogía en construcción: su estructura está completamente definida y diseñada, pero su contenido debe
complementarse, enriquecerse, ilustrarse a medida que los estudios de los antepasados, en este caso de doña
Laura, se completen y profundicen.

Los cuatro abuelos del número 1 conforman la tercera generación ascendente, y para conocer los números que se
les deben asignar se efectúa la operación ya citada; se multiplica la cifra del padre de doña Laura por dos (2X2=4) y
se obtiene así el número que le corresponde al abuelo paterno (4) y si se le suma a este 1 (4+1=5) da como
resultado el número de la abuela paterna (5); por otra parte, si se multiplica el número de la madre de doña Laura
por 2 (3X2=6), se obtiene el número que corresponde al abuelo materno (6) y al sumarle la unidad (6+1=7),
logramos el número de la abuela materna (7).

Por supuesto, el sistema permite avanzar o retroceder en la genealogía fácilmente: Si se quiere saber, en cambio,
de quién es padre una persona, el número se divide entre 2 (por ejemplo, tenemos el número 8; entonces, 8÷2=4);
pero si se trata de una mujer, primero le restamos 1 y luego lo dividimos entre 2; así sabremos de quién es madre
(por ejemplo, 13; entonces, 13-1=12÷2=6).

Este tipo de genealogía quedaría ordenada de la siguiente manera:


1. Doña Laura Chinchilla Miranda

21
Hija de:
2. Padre de doña Laura
3. Madre de doña Laura
Nieta de:
4. Abuelo paterno de doña Laura
5. Abuela paterna de doña Laura
6. Abuelo materno de doña Laura
7. Abuela materna de don Laura
Bisnieta de (o Segundo nieto de):
8. Bisabuelo paterno-paterno.
9. Bisabuela paterno-paterna.
10. Bisabuelo paterno-materno.
11. Bisabuela paterno-materna.
12. Bisabuelo materno-paterno.
13. Bisabuela materno-paterna.
14. Bisabuelo materno-materno.
15. Bisabuela materno-materna.
(Véase Cuadro Genealógico 1, que incluye hasta los tatarabuelos de doña Laura).

Luego de los bisabuelos –cuarta generación ascendente–, se continuaría con los 16 tatarabuelos (o terceros abuelos),
que conforman la quinta generación ascendente; después con los 32 cuartos abuelos (sexta generación ascendente);
luego con los 64 quintos abuelos (sétima generación ascendente); después con loas 128 sextos abuelos (octava
generación ascendente); luego con los 256 sétimos abuelos (novena generación ascendente) y, finalmente, con los 512
octavos abuelos (décima generación ascendente); y en todos los casos, para numerarlos, se sigue la misma regla
matemática.

22
Asimismo, se indicará la generación que se va a describir, como se muestra anteriormente, así entre los bisabuelos
y tatarabuelos, se escribirá “Tataranieto de:” o “Tercer nieto de:”; entre los tatarabuelos y los cuartos abuelos,
“Cuarto nieto de:”, y así subsecuentemente.
Si se desconoce el nombre de algún antepasado, el número que se le debía asignar no se usará para otro “abuelo”,
simplemente no se escribe (o se consigna el número pero con el término “desconocido” o “desconocida” o “sin más
datos por el momento”), como tampoco las cifras que hubieran correspondido a los antecesores de esa persona
cuyo nombre desconocemos.
Debemos aclarar que cuando anotamos “se desconoce”, quiere decir simplemente que al momento de esta
investigación no se pudo determinar el nombre del antepasado que correspondía a tal número; es decir, que
eventualmente, tras una pesquisa más exhaustiva, podría llegarse a conocer.
En el caso de doña Laura, por razones de espacio, hemos llegado hasta sus octavos abuelos, aunque contamos
con información para la época de la conquista de Costa Rica y, excepcionalmente, periodos anteriores en otras
partes de América y España. Esperamos poder completar con más detalle la genealogía y darla a conocer
próximamente.
Por una cuestión pragmática y para facilitar su identificación, hemos citado hasta los sétimos abuelos de doña Laura
con dos apellidos, según la usanza moderna, aunque no necesariamente corresponde a la época en que vivieron
estas personas.
Asimismo, para la época colonial (antes de 1821), cuando le atribuimos don o doña a una persona quiere decir que
invariablemente es citada con tal tratamiento; si está entre paréntesis, significa que no siempre recibe ese
tratamiento en la documentación que hemos visto. El tratamiento de don y doña en tiempos coloniales era exclusivo
(en buena teoría) para los hidalgos y nobles españoles; no obstante, sabemos que en la práctica no siempre fue
así. Sin embargo, era un elemento importante para determinar la procedencia sociorracial de una persona y su

23
ubicación en las esferas sociales.
Aunque un lector poco avezado en asuntos genealógicos coloniales pueda pensar que se están perpetuando
diferencias odiosas y clasistas, no es nuestra intención. Pretendemos que se pueda comprender más fácilmente la
condición social que vivieron esas personas, y por esa razón, las diferencias sociorraciales y las formas de
tratamiento de distinción nos pueden decir mucho de las leyes y prejuicios que enfrentaron tales personas.

Laura Chinchilla Miranda en su época de escolar. (Foto: Cortesía de El Financiero).

Ascendencia de doña Laura


Esperamos que la mezcla que hace descender a doña Laura de conquistadores y conquistados, de amos y
esclavos, de sencillos labriegos y otros no tanto, marque una impronta en su mandato; porque su genealogía nos
recuerda que todos compartimos orígenes –muchos más de los que imaginamos–, que todos somos
“hermaniticos”, término con que se solían tratar los costarricenses entre sí a mediados de XIX –y de donde surgió el
mote de “ticos”–, cuando quizá todos sabían que los unía algo más que una historia común, razón por la que
trabajaban y se apoyaban como una gran familia. ¿Aún lo somos?
A continuación, la ascendencia de doña Laura, hasta sus octavos abuelos. ¡Que la disfruten!

24
Doña Emilce Miranda Castillo, con su primogénita, Laura Chinchilla Miranda, en 1959.
(Foto: Cortesía de El Financiero).

1. Laura Chinchilla Miranda


Nació en el distrito El Carmen, del cantón central de San José, el 28 de marzo de 1959 (cédula 1-548-818).
En la función pública, esta politóloga fue viceministra de Seguridad Pública (1994-1996) y ministra de Seguridad
Pública (1996-1998), primera vicepresidenta de la República y ministra de Justicia y Gracia (2006-2008).
Si se desea conocer más sobre su biografía puede acceder a http://es.wikipedia.org/wiki/Laura_Chinchilla_Miranda.
Doña Laura contrajo primer matrimonio ante notario público en el distrito Catedral, cantón central de San José, el 23
de enero de 1982, con Mario Alberto Madrigal Díaz (nació en el distrito Catedral, cantón central de San José, el 16
de enero de 1957), hijo de Mario Madrigal Mora y Ángela Eugenia Díaz Gómez. Laura y Mario Alberto se
24
divorciaron el 22 de mayo de 1985.. No tuvieron hijos.
Laura contrajo segundo matrimonio el 26 de marzo del 2000, con José María Rico Cueto (nació en Granada,
España, el 12 de agosto de 1934; costarricense por naturalización), hijo de José Rico Gaya y Carmen Cueto
Narváez.
Hijo:
•José María Rico Chinchilla, nació en el distrito Catedral, cantón central de San José, el 1 de mayo de 1996.

Doña Laura, su hijo, José María, y su esposo, José María Rico. (Foto: Cortesía de El Financiero).

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HIJA DE:
2. Rafael Ángel Chinchilla Fallas
3. Emilce Miranda Castillo
Rafael Ángel nació en Aserrí centro, provincia de San José, el 18 de noviembre de 1932.
Don Rafael Ángel llegó a ocupar el cargo de contralor general de la República en dos periodos 1972-1987.
25
Doña Emilce nació en Atenas centro, provincia de Alajuela, el 28 de junio de 1940.
Hijos:
•Laura Chinchilla Miranda, nació el 28 de marzo de 1959, politóloga; casó con Mario Madrigal y José María
Rico.
•Rafael Alberto Chinchilla Miranda, nació en el distrito El Carmen, San José, el 25 de febrero de 1961;
productor de TV; casó 1° el 14 de mayo de 1983 (divorciado 11 de setiembre de 1984) con María del Rocío
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Amador Herrera , nació el 28 de diciembre de 1958, hija de José Joaquín Amador Granados y Carmen
Herrera Sandí (sin sucesión); Rafael Alberto casó 2° el 10 de enero de 1987 (divorciado el 18 de junio de
27
1991) con María Lourdes Cortés Pacheco , nació el 30 de mayo de 1961, hija de Maximiliano Cortés
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González y Trinidad Pacheco Gutiérrez (sin sucesión); tuvo sucesión con María Gabriela Alfaro Salvatierra ,
el 10 de noviembre de 1965, hija de Víctor Manuel Alfaro Porras y Lucy Salvatierra Cubillo (Rafael Emiliano
Chinchilla Alfaro, nació el 28 de mayo de 1985).
•Eugenio Chinchilla Miranda, nació en el distrito Hospital, San José, el 8 de julio de 1966; casó en Francia, el
7 de noviembre del 2001, con Myriam Rebiha Ouis, hija de Brahim Ouis y Anne Marie Gabrielle Nicolle. (Hijos:
Tomás Emil Chinchilla Ouis, nació el 27 de junio del 2003, e Ilies Chinchilla Ouis, nació el 5 de julio del 2007).
•Adrián Chinchilla Miranda, nació en el distrito Hospital, San José, el 9 de febrero de 1968, economista; casó
el 29 de marzo del 2008, con Laura Cristina Patiño Ortiz, nació el 12 de marzo de 1972, hija de Rodolfo Patiño
Gutiérrez y Sonia Ortiz Tason. (Sin sucesión).

Primer plano, don Rafael Ángel Chinchilla, su hijo Adrián, doña Emilce y su hijo Eugenio; atrás, sus dos
hijos mayores Rafael Alberto y Laura. (Fotografía: Cortesía de El Financiero).

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NIETA DE:
4. José María Aníbal de Jesús Chinchilla Araya
5. María Rosa Etelgive Fallas Díaz
José María nació en Aserrí, el 11 de abril de 1894 y fue bautizado en la parroquia de San Luis de Aserrí, el 15 de
abril.
Etelgive nació en Aserrí, el 21 de agosto de 1898 y fue bautizada en la parroquia de San Luis de Aserrí, el 30 de
agosto de 1898.
José María había contraído primeras nupcias con Ismelda Salazar Quesada.

6. Amando Orlando María Miranda Alvarado


7. Isabel Zelmira Castillo Jara
Amando nació en Atenas, Alajuela, el 10 de setiembre de 1911, fue bautizado el 24 de octubre del mismo año.
Zelmira nació en Atenas, Alajuela, el 11 de junio de 1916, fue bautizada el 12 de junio y su padrino fue Ramón
Castillo.

BISNIETA DE:
8. Pedro de la Trinidad Chinchilla Ulloa
9. Juana Silveria de los Dolores Araya Fallas
[conocida como Desideria Araya Fallas]
Pedro nació en Desamparados, donde fue bautizado el 1 de mayo de 1849, en la partida de bautizo se le cita como
hijo legítimo de José María Chinchilla y Juana Ulloa; como abuelos paternos se consigna a Pedro Chinchilla y María
Fallas. Los padrinos fueron Simón Ulloa y Teresa Mora, los abuelos maternos. Lo bautizó el cura Matías Zavaleta.
Ella –más conocida como Desideria– fue bautizada Juana Silveria de los Dolores, en la ciudad de San José, el 20
de junio de 1853; fue consignada como hija legítima del señor Antonio Araya y Ceferina Fallas, vecinos de Aserrí.
Su madrina fue la señora Josefa Landamber. La bautizó el cura José María Esquivel.
Pedro y Desideria contrajeron matrimonio en Aserrí, provincia de San José, el 20 de julio de 1870; en esta partida
ella es consignada como Silveria. Fungió como testigo Francisco Hidalgo y los casó el cura Esteban Murillo. Se
consigna que el novio tiene 20 años, y la novia, 17.
Habían solicitado autorización para contraer matrimonio el 2 de julio de 1870, en Aserrí, y fue autorizado en la
misma fecha.
Fungieron de testigos Francisco Hidalgo, Mariano Mora y José Zúñiga.
Él era menor de edad, labrador y vecino del pueblo; ella era también menor de edad, por lo que ambos necesitaron
la autorización de sus madres, pues los padres ya habían fallecido. Ninguno de los dos sabía firmar.
Y aunque tenían impedimento para contraer matrimonio (segundo con tercer grado de consanguinidad), pues la
abuela paterna de Desideria (María de Jesús López Chacón) era hermana de la bisabuela materna materna
(Mercedes López Chacón) de Pedro, no consta que hayan pedido dispensa de tal impedimento de consanguinidad.

10. José Tito Daniel Fallas Badilla


11. Gregoria María Díaz Quesada
Daniel nació en Aserrí, San José, el 9 de febrero de 1871 y fue bautizado en el mismo lugar al día siguiente.
Gregoria nació el 12 de marzo de 1877 y fue bautizada en Aserrí, el 14 del mismo mes; sus padrinos fueron
Saturnino Castro y María Mónica Castro. La bautizó el cura Rafael B. de Jesús Chinchilla.
Daniel, quien fue comerciante, y Gregoria contrajeron matrimonio en Aserrí, el 3 de noviembre de 1895, con quien
tenía parentesco de cuarto grado de consanguinidad. Fueron testigos de la boda don Juan Zeledón y doña Cristina
Castro.
Habían solicitado dispensa del parentesco que los unía, el 31 de octubre anterior. Según declaran, el parentesco se
debía a que Antonio Morales y Gertrudis Morales habían sido hermanos; el primero tuvo por hija a Guillerma
Morales, quien fue madre de Juan Fallas, padre del novio, Daniel Fallas; por su parte, Gertrudis fue madre de Juana
Monge Morales, madre de Josefa Quesada Monge, madre de la novia, Gregoria Díaz. Es decir, Daniel y Gregoria
compartían al menos un tatarabuelo.
En el expediente matrimonial, se añade que la novia es huérfana de padre, que este brindó “servicios distinguidos”
a la Iglesia y que con el matrimonio se pretenden evitar “los peligros del matrimonio civil”.
Asimismo, pidieron dispensa de las tres proclamas amparados en tres razones:
“1. La urgencia del matrimonio para evitar comentarios.
2. Evitar incomodidades producidas por la envidia.
3. Demasiada vergüenza de la pretendida”.

27
Finalmente, se presentan como testigos José Chinchilla, Mariano Rojas y Rafael Ramírez, quienes confirman el
parentesco que los unía.
Los novios recibieron dispensa de la consanguinidad y de las proclamas.
Él novio firmó Daniel Fallas (rubricado) y la novia, Gregoria Diaz (rubricado).
Gregoria falleció Aserrí, a primera hora del 24 de noviembre de 1929, “de hemorragia por ulceración en el cuello”.

12. Dionisio Miranda Solórzano


13. María de la Ascensión Alvarado Mayorga
Dionisio nació en Atenas, el 4 de octubre de 1879, bautizado el 9 de octubre del mismo año.
María nació el 14 de mayo de 1882, bautizada en Atenas, el 17 de mayo de 1882.
Dionisio y María casaron en Atenas, el 13 de febrero de 1909.
Dionisio falleció en el barrio Jesús María de Atenas, a primera hora del 23 de setiembre de 1942, “de pulmonía”.

14. Tomás de Jesús Castillo López


15. Adela Jara Vargas
Tomás nació en Atenas, el 7 de agosto de 1883, fue bautizado el día siguiente, ocupó el cargo de jefe político en
Atenas.
Adela nació el 10 de setiembre de 1893, fue bautizada en Atenas, el 16 de setiembre del mismo año. Tomás y
Adela casaron en Atenas, el 22 de abril de 1914.

TATARANIETA DE:
16. José María Chinchilla Fallas
17. Juana Ulloa Mora
29
José María fue bautizado en San José, el 3 de mayo de 1824 y falleció en Aserrí , el 23 de mayo de 1867.
Juana testó en su hogar, en Aserrí, a las 2 p.m. del 13 de abril de 1875; ya era viuda de José María Chinchilla,
quien es consignado como agricultor. La mortual se inició en el mismo pueblo, el 28 de mayo de 1875.

18. Antonio Araya López


19. Ceferina Fallas Gamboa
Antonio y Ceferina contrajeron matrimonio en Aserrí, el 23 de noviembre de 1840; fungieron como testigos Pasión
Mora y José Sosa.
30
Antonio fue sepultado en Aserrí , el 30 de diciembre de 1854.

20. Juan de Dios Fallas Morales


21. María Estéfana de Jesús Badilla Cordero
Él fue bautizado como Juan de Dios, en San José, el 8 de abril de 1846, cuando fue consignado como hijo legítimo
de José Fallas y Guillerma Morales; su madrina fue Josefa Landamber y lo bautizó el cura Juan Andrés Bonilla.
31
Ella fue bautizada como María Estéfana de Jesús, en San José, el 3 de agosto de 1841; fue consignada como
hija legítima de Miguel Badilla Araya y María Cordero Chaves; sus padrinos fueron Ramón Umaña y María
Gutiérrez; la bautizó el cura José María Esquivel.
Juan y Estéfana contrajeron matrimonio en Aserrí, el 23 de febrero de 1870. Antes de casar pidieron dispensa de
amonestaciones ante el Obispo, el 14 de febrero.
Juan detalla las razones para ello:
“1º que tiene urgencia de hacer un viaje y quiere que antes de todo efectuar su enlace.
2º que la novia sufriría mucho su pudor si así no fuese y
3º que dicha retardación resultaría cuentas que podrían ver la causa de impedir su matrimonio”.
Además, Estéfana declara que hace 14 meses “prestó su palabra de casamiento” a Vicente Fallas, quien poco
después de eso se ausentó y actualmente se dice que está en Santa Cruz, Nicoya o Liberia (provincia de
Guanacaste), por lo que se siente “desobligada”, “y absolutamente y de un todo desiste de llevar a efecto tal
proyecto”.
Se presentan por testigos Policarpo Ulloa, Gaspar Quirós y José Manuel Abarca. La dispensa les fue dada el 17 de
febrero, en el Palacio Episcopal.
Juan falleció en su hogar, en Aserrí, el 21 de agosto de 1916, “de agotamiento”, según se consigna en su partida de
defunción. El valor de los bienes no superó los 3.200 colones.

28
22. Juan Andrés Teodoro Díaz Alfaro
23. Josefa Quesada Monge
Él fue bautizado como Juan Andrés Teodoro, en San José, el 5 de febrero de 1819.
Juan Andrés y Josefa contrajeron matrimonio en Aserrí, provincia de San José, el 6 de junio de 1876; fueron
testigos José Barboza y Policarpo Ulloa.
Juan Andrés había contraído primeras nupcias en Desamparados, el 1 de enero de 1840, con Ramona Zúñiga
Valverde; los casó el cura fray Policarpo Meléndez Castro y fungieron como testigos José León Cordero y Manuela
Bendibur.
Juan Andrés y Ramona recibieron dispensa para casar pues eran parientes en cuarto grado de consanguinidad
pues Hilario Monge y Tomasa Monge habían sido hermanos; el primero fue padre de María Monge, quien fue padre
de José Zúñiga y este padre de la pretendida (Ramona); mientras que Tomasa fue madre de Joaquín Díaz, quien
fue padre de Juan Rafael Díaz, padre del pretendiente (Juan Andrés).
Entre otras cosas, en la solicitud de dispensa el novio dice:
“Item si saben que no solo por la frecuencia que he tenido en casa de mi pretendida sino también por haber sido
proclamados, esta solicitud se ha divulgado; si saben que ambos estamos muy emparentados en el barrio y si por lo
dicho es probable que se dificulte matrimonio a mi pretendida, aunque honrada siendo pobre, y fecha a Usted
suplico se sirva dirigir al señor Vicario del Estado para la dispensa que rendidamente pedimos, juro y lo necesario y
por no saber firmar lo hace a mi ruego el que aparece”. Nicolás Gallegos.
Sobre el parentesco declararon por testigos Juan Monge, José María Agüero y Hermenegildo Retana.
Los novios declaran que ellos sabían que eran parientes, pero no sabían que era en grado prohibido; además,
añaden que “no se han conocido carnalmente”.
32
Juan Andrés fue sepultado en Aserrí , el 12 de octubre de 1895. Había fallecido el día anterior, a las 5 a.m.,
repentinamente.
Ramona falleció el 14 de abril de 1876. Los bienes que poseía el matrimonio Díaz Zúñiga estaban en Candelaria,
San Sebastián y San Rafael de Desamparados.
Los bienes que poseía al momento de la muerte fueron valorados en 30.000 pesos (aún el colón no era la moneda
de curso), cifra nada despreciable. Los bienes inmuebles estaban localizados en San Sebastián y Aserrí.

24. Cecilio Miranda Castro


25. María de Jesús Solórzano Miranda
Cecilio fue bautizado en San José, el 1 de febrero de 1849. María de Jesús nació en Atenas, el 8 de setiembre de
1849, bautizada al día siguiente.
Cecilio y María de Jesús casaron en San Ramón, el 11 de mayo de 1872.

26. Isidoro del Pilar Alvarado Ávila


27. María Gabriela Mayorga Segura
Isidoro nació y fue bautizado en Alajuela, el 4 de abril de 1846. María Gabriela nació y fue bautizada en Atenas, el
18 de marzo de 1857.
Isidoro y María Gabriela casaron en Atenas, el 14 de agosto de 1875

28. Joaquín Castillo Castillo


29. Rafaela Aurora López Murillo
Joaquín fue sepultado en Atenas, el 8 de enero de 1900. Rafaela Aurora nació y fue bautizada en Atenas, el 16 de
marzo de 1850. Aurora fue sepultada en Atenas, el 17 de diciembre de 1908, murió a las 4 a.m., de “influenza”, en
el barrio de Los Ángeles. Los bienes que ella tenía al morir, cuando ya era viuda, ascendían a 2.130 colones.
Joaquín y Rafaela casaron en Atenas, el 1 de agosto de 1868.

30. José Isabel Jara Monge


31. Florencia Isabel Vargas Garita
José Isabel nació en San Ramón, el 7 de julio de 1865, bautizado el día siguiente. Florencia nació en Atenas, el 8
de julio de 1871, fue sepultada en Atenas, el 21 de noviembre de 1947.
José Isabel y Florencia casaron en Atenas, el 23 de enero de 1889

CUARTA NIETA DE:


33
32. Pedro Chinchilla Ureña

29
34
33. María Fallas Retana
Pedro fue bautizado en la Villa Nueva (hoy San José), el 29 de junio de 1801. Fue consignado como mestizo.
Pedro y María contrajeron matrimonio en la ciudad de San José, el 21 de enero de 1824; fueron sus padrinos José
Ángel Fallas y Justa Gamboa; testigos: Félix Dobles y Anastasio Castro. Los casó el cura Cecilio Umaña, aunque la
partida fue firmada por Juan de la Cruz Pérez. Se dice que el novio tiene 23 años y la novia, 22.

34. Simón Ulloa Jiménez


35. Teresa de los Ángeles Mora López
Ella fue bautizada como Teresa de los Ángeles, en San José, el 27 de agosto de 1809; consignada como mestiza,
hija legítima de José Ángel Mora y Mercedes López. Su madrina fue Benita Chacón y fue bautizada por José
Francisco Mondragón.
Simón y Teresa contrajeron matrimonio en la ciudad de San José, el 12 de mayo de 1828. Fueron testigos: Jesús
Campos y Francisca Ureña. Los casó el cura José Julián Blanco Zamora.
Simón, luego de enviudar de Teresa, contrajo segundas nupcias con Estéfana Castillo.
Simón otorgó su testamento en Aserrí, a las 6:30 p.m. del 5 de febrero de 1867, y justo después de dictarlo, falleció.
Su mortual se inició el 18 de febrero.

36. Juan de los Ángeles Araya Meléndez


[conocido como Juan Ángel Araya Meléndez]
37. María de Jesús López Chacón [es hermana de la número 71 y 81]
María de Jesús fue bautizada en la villa de San José, el 14 de diciembre de 1798, cuando fue consignada como
mestiza.
Juan Ángel y María de Jesús contrajeron matrimonio en San José, el 18 de mayo de 1818; en esta partida, él
aparece citado al margen como Juan de los Ángeles –tal y como fue bautizado–; sin embargo, en el texto se le cita
como Juan Ángel. Según consta en esta misma partida: “estos casaron con dispensa que les concedió su señoría
ilustrísima Dn. Fray Nicolás García y Jerez”, de seguro por algún parentesco consanguíneo que no hemos podido
desentrañar, pero que sospecho que era por Elizondo (Lizondo). Sus padrinos fueron Juan Rodríguez y Micaela
Meléndez. Como testigo fungió don Anastasio Castro. Los casó el cura Manuel de Alvarado. El matrimonio Araya
López fue vecino de Desamparados, provincia de San José.
Aunque no es más que una sospecha, el parentesco que fue dispensado habría sido de la siguiente manera:
Juan Ángel fue hijo de Juana Micaela Meléndez Castro, quien fue hija de Mariana Castro Lizondo, quien lo fue de
Josefa Nicolasa Lizondo Falcón; María de Jesús fue hija de José de la Concepción López Monge, quien fue hijo de
Ramón Lorenzo López, quien sospecho fue hijo de Casilda Lizondo Falcón (y Miguel López, también citado como
Miguel López Gamboa). Josefa Nicolasa y Casilda fueron hermanas carnales. Con una investigación más profunda
quizá podamos confirmar, o descartar, esta hipótesis.
Juan Ángel y María de Jesús son citados como ya difuntos el 11 de junio de 1834, cuando se inicia la mortual.
Ambos eran vecinos de Palo Grande (San Rafael de Desamparados). La pareja también tenía algunos bienes en
Patarrá.

38. José Ángel Fallas Monge


39. María Justa del Sacramento Gamboa Padilla
Ella fue bautizada como María Justa del Sacramento, en la villa de San José, el 19 de febrero de 1799. Recibió la
misma advocación de su bisabuela paterna Francisca del Sacramento.
José Ángel y Justa contrajeron matrimonio en San José, el 8 de abril de 1818.

40. José Fallas López


[también citado como Atanasio Fallas]
41. Guillerma de los Santos Morales Monge
Guillerma, quien se dice de mayor de 65 y viuda José Fallas López, testó ante Gregorio Martínez Soto, el 16 de
diciembre de 1891. Al momento de testar era casada en segundas nupcias con Celedonio Mora López.
Aunque José es citado algunas veces como Atanasio, tal parece que se debe a que lo confundían con un hermano
del mismo nombre, según se desprende de la mortual de Lorenza López Chacón, su madre.

42. Miguel Badilla Araya


43. María de la Cruz Cordero Chaves
Miguel y María de la Cruz contrajeron matrimonio en San José, el 1º de mayo de 1843; fueron sus Pilar Saurez y

30
José Zamora; los casó Juan Andrés Bonilla.

44. Juan Rafael Díaz Mesén


45. Ángela Alfaro Rojas
Juan Rafael y Ángela contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 6 de julio de 1814; sus padrinos fueron José
Manuel Ureña y Rita Segura; los casó el cura don Francisco de la Rosa Zumbado.

46. Juan Quesada Ureña


47. Juana Monge Morales
Juan y Juana contrajeron matrimonio en San José, el 11 de junio de 1824; se cita que necesitaron dispensa, pero
no se especifica qué tipo de dispensa (lo más probable de consanguinidad). Fueron padrinos Gregorio Quesada y
María Quesada. Los casó el cura Cecilio Umaña Fallas.
Ellos eran parientes por Monge, aunque en grado no prohibido, por lo que suponemos que el impedimento pudo
haber sido por Morales, pero se deberá investigar más profundamente.

48. Adriano Miranda Arrieta


49. Valeria Castro Valverde
Adriano nació el 7 de setiembre de 1817, bautizado en Alajuela, el día siguiente.
Adriano fue sepultado en Atenas, el 6 de julio de 1872. Valeria fue sepultada en Atenas, el 6 de enero de 1900.
Adriano y Valeria casaron en Atenas, el 25 de noviembre de 1846.

50. José Manuel Solórzano Jiménez.


51. María de la Cruz Miranda Arrieta
José Manuel casó 2º en Atenas, en 1853 con Josefa de las Mercedes López González.
María de la Cruz nació el 13 de setiembre de 1819, bautizada en Alajuela, el día siguiente; fue sepultada en
Atenas, el 29 de enero de 1851
José Manuel y María de la Cruz casaron en Alajuela, el 12 de febrero de 1840

52. Nicolás Alvarado Espinoza


53. María Josefa Ávila
Nicolás nació el 5 de diciembre de 1814, bautizado en Alajuela, el día siguiente.
Nicolás y María Josefa casaron en Alajuela, el 29 de abril de 1840

54. Tiburcio Mayorga Fernández


55. Ana María Segura Salazar
Tiburcio nació en Cartago, el 10 de agosto de 1816, fue bautizado el día siguiente. Ana María fue bautizada en San
José, el 14 de noviembre de 1824. Sepultado en Atenas, el 18 de enero de 1866. Ana María casó 2º en Atenas, en
1870, con José Simón Saborío Mora.
Tiburcio y Ana María casaron en Alajuela, el 28 de noviembre de 1843

56. Andrés del Espíritu Santo Castillo Hernández


57. Guadalupe Castillo Alfaro
Andrés nació en Alajuela, el 29 de noviembre de 1820, bautizado en Alajuela el día siguiente. Sepultado en Atenas,
el 28 de enero de 1907. Guadalupe fue sepultada en Atenas, el 24 de octubre de 1907.
Andrés y Guadalupe casaron en Alajuela, el 11 de noviembre de 1839.

58. Santiago López Sáenz


59. Rufina Murillo González
Santiago casó 2º en Atenas, el 24 de mayo de 1884, con Francisca de las Mercedes Oconitrillo Vega.
Santiago y Rufina casaron en Atenas, el 23 de abril de 1849.

60. José Indalecio Jara Ovares


61. María Asunción Monge Guerrero
José había casado 1º en San Ramón, el 27 de noviembre de 1852, con Mercedes Castillo Hernández.
José Indalecio y María casaron en San Ramón, el 19 de noviembre de 1856.

31
62. Juan Vargas Garita
63. Francisca Garita Zamora
Juan nació en Heredia, el 23 de junio de 1844, bautizado al día siguiente. Francisca fue bautizada en Heredia, el 16
de enero de 1841.
Juan y Francisca casaron en Atenas, el 31 de enero de 1866.

QUINTA NIETA DE:


35
64. Antonio Miguel Chinchilla Quirós
36
65. Juana de Jesús Ureña Durán
Antonio Miguel y Juana contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 13 de mayo de 1798.
Juana Ureña, al casar con Antonio Miguel, era viuda de Manuel de los Santos Morales, con quien casó en la misma
villa, el 30 de mayo de 1790.
37
66. José Fallas Calderón [hermano del número 160]
38
67. Josefa de la Trinidad Retana Aguilar
José nació hacia 1779 y fue confirmado en la villa de San José, en 1782.
José y Josefa contrajeron matrimonio en la misma villa, el 28 de noviembre de 1792. José otorgó su testamento en
la ciudad de San José, el 28 de marzo de 1849.

68. José Antonio Ulloa


69. María del Pilar Jiménez Retana
José Antonio y María del Pilar contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 28 de enero de 1793. En esta
partida, ambos fueron consignados como mestizos y José Antonio fue registrado como “hijo de padres no
conocidos”, lo que indudablemente apunta a un origen fuera de la ortodoxia del matrimonio, en que uno de sus
progenitores, o ambos, tenía impedimento para casar al momento de la concepción.

70. José Ángel Mora Castro [es primo hermano de la número 73]
71. Mercedes López Chacón [es hermana de la número 37 y 81]
José Ángel fue bautizado en la villa de San José, el 7 de diciembre de 1775.
No se halló la partida matrimonial de José Ángel y Mercedes, pero muy posiblemente casaron hacia 1799, pues el
primer hijo del que tenemos noticia fue bautizado en San José, en 1800.
José Ángel contrajo segundas nupcias con María del Rosario Padilla Monge, viuda de Juan Félix Morales Obando e
hija de Antonio Padilla y Antonia Monge. Juan Félix fue hijo legítimo de Pedro Morales y Gertrudis Obando
Cabrales. Hija de Juan Félix y María del Rosario fue Teodora Morales Padilla, antepasada de Otto Guevara Guth.
José Ángel testó en Desamparados, ante José Francisco Fernández, a las 2 p.m. del 7 de noviembre de 1854. Él ya
había muerto para el 21 de julio de 1856, cuando se inició la mortual. Los bienes que poseía estaban en
Desamparados.

72. Cayetano Araya Coto [es hermano del número 170 y de la número 187]
73. Doña Juana Micaela Meléndez Castro [es prima hermana del número 70]
Juana Micaela fue bautizada en la villa de San José, el 10 de noviembre de 1771.
Cayetano y Juana Micaela contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 17 de julio de 1791. El matrimonio
Araya Meléndez fue vecino de Desamparados, provincia de San José, donde quedó abundante descendencia.
Cayetano era viudo de Dionisia Monge Reyes.

74. José Concepción López Avendaño [hermano del número 142 y 162]
[también citado como José del Espíritu Santo López]
75. María de la Luz Chacón Zavaleta [hermana de la número 143 y 163]
[también citada como Josefa de la Luz Chacón]
Concepción y Luz contrajeron matrimonio en Villa Nueva (hoy San José), el 31 de enero de 1787, cuando fueron
consignados como españoles. Sus hijos fueron consignados indistintamente como mestizos y españoles.

76. Francisco Casimiro Fallas


77. Doña María Gertrudis Monge Rojas
Francisco, quien es consignado como “hijo de padres no conocidos”, contrajo matrimonio con María Gertrudis en la

32
villa de San José, el 27 de abril de 1785, cuando fueron consignados como españoles, incluso ella recibe el
tratamiento de distinción (doña). Los padrinos fueron Juan Fallas y su esposa, Bárbara Ureña.

78. Esteban Gamboa Chaves


79. [Doña] Margarita Gertrudis Padilla Monge
[también citada como Margarita Badilla]
Esteban y Margarita contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 6 de febrero de 1793, cuando fueron
consignados como mestizos, aunque ella en otras oportunidades recibe el tratamiento de distinción de doña (es
decir, es consignada como española).
Sus hijos la mayoría de las veces son consignados como mestizos y ocasionalmente como españoles.

80. Manuel Fallas Chinchilla


[también conocido como Juan Fallas, aunque parece más bien una confusión]
81. Lorenza de la Trinidad López Chacón [es hermana de la número 37 y 71]
Juan y Lorenza contrajeron matrimonio hacia 1835, pero no se halló la partida.
Lorenza testó en San José, ante Juan Diego Bonilla, alcalde tercero, a las 12:30 del 25 de diciembre de 1877; ella
falleció el 18 de febrero de 1883. Los bienes que poseía estaban en Aserrí y el valor de estos ascendió a 2026
pesos.
Lorenza había contraído segundas nupcias con Tomás Vega Moya, con quien no tuvo sucesión.

82. Juan Antonio Morales López


83. María de los Ángeles Monge Chacón
Antonio fue bautizado en la villa de San José, el 19 de agosto de 1789, cuando fue consignado como mestizo.
María de los Ángeles fue bautizada en la misma villa, el 4 de agosto de 1795, cuando fue consignada como
española.
Antonio y María contrajeron matrimonio en la misma villa, el 14 de julio de 1813; fueron testigos Manuel Monge y
Gregorio Fernández. Los casó el cura don José Francisco Mondragón.

84. José de Jesús Badilla Morales


85. Doña María Magdalena Araya Campos
José y María Magdalena contrajeron matrimonio en la Villa Nueva de San José, el 22 de mayo de 1798; fungieron
como testigos don Manuel Barquero, doña Lucía Corrales y José Castro. Los casó el cura don Pero José Alvarado.

86. José María Cordero Vargas


87. María Chaves Umaña
José María y María casaron en San José, el 21 de noviembre de 1818.

88. Joaquín Díaz Monge


89. Rosa Josefa Mesén
Joaquín fue bautizado en San José, el 4 de agosto de 1765.

90. José Romualdo Alfaro Rodríguez


91. Ángela Micaela Rojas Ureña [es la misma número 155]
Romualdo y Micaela contrajeron matrimonio en San José, el 3 de junio de 1778.
Ángela Micaela era viuda de Anselmo Monge.

92. Juan José Quesada Echavarría


93. Juana Gertrudis Ureña Araya
Juan José fue bautizado en la ciudad de Cartago, el 24 de junio de 1779.
Juan José y Juana Gertrudis contrajeron matrimonio en San José, el 2 de agosto de 1804; fueron consignados
como mestizos.

94. Manuel de Jesús Monge Loaiza


95. Gertrudis Morales López
Manuel y Gertrudis contrajeron matrimonio en la Villa Nueva de San José, el 10 de febrero de 1813; fueron sus
padrinos José Antonio Mora y Juana Monge. Los casó el cura don Francisco de la Rosa Zumbado.

33
96. Eduardo Miranda Corella
97. Juliana Arrieta Alvarado
Eduardo fue sepultado en Alajuela, el 16 de agosto de 1849. Juliana fue sepultada en Alajuela, el 9 de junio de
1846.
Eduardo y Juliana casaron en Alajuela, el 30 de setiembre de 1816

98. Don Juan José Castro Cascante


99. Doña Luciana Valverde Chacón
Luciana fue sepultada en Atenas, el 4 de setiembre de 1873
Juan José y Luciana casaron en San José, el 5 de febrero de 1821

100. José Antonio Solórzano González


101. María de los Ángeles Jiménez Arias
José Antonio fue sepultado en Alajuela, el 14 de mayo de 1833

102. Eduardo Miranda Corella


103. Juliana Arrieta Alvarado
Eduardo fue sepultado en Alajuela, el 16 de agosto de 1849. Juliana fue sepultada en Alajuela, el 9 de junio de
1846.
Eduardo y Juliana casaron en Alajuela, el 30 de setiembre de 1816

104. Calixto Alvarado Álvarez


105. Leona Espinoza Salazar
Calixto fue bautizado en Heredia, el 14 de noviembre de 1787. Sepultado en Alajuela, el 18 de mayo de 1851.
Leona nació y fue bautizada en Alajuela, el 28 de junio de 1792. Sepultada en Alajuela, el 20 de diciembre de 1827.
Calixto casó 2º en Alajuela, el 21 de octubre de 1830, con María Alfaro Araya, y 3º en Alajuela, el 22 de agosto de
1844 con Ramona González, viuda de José Solano.
Calixto y Leona casaron en Alajuela, el 2 de diciembre de 1809.

106. Se desconoce
107. Juana Ávila ¿será Juana Ávila hija de Aniceto Ávila y Josefa Morera?

108. Pedro Mayorga González


109. Antonia Fernández Barrios
Fueron vecinos de Cartago; Pedro y Antonia no fueron casados. Pedro casó en Cartago, el 18 de agosto de 1821,
con Da. Anacleta Arnesto de Troyo.

110. Santana Segura Rojas


111. Leona Salazar Zúñiga
Santana fue sepultado en Atenas, el 2 de enero de 1853. Leona fue sepultada en Atenas, el 29 de setiembre de
1855.
Santana y Leona casaron en San José, el 25 de enero de 1815.

112. Miguel de la Concepción Castillo Osés


113. Gertrudis Hernández Oviedo
Miguel fue sepultado en Alajuela, el 7 de diciembre de 1847. Gertrudis fue sepultada en Alajuela, el 2 de junio de
1846.
Miguel y Gertrudis casaron muy posiblemente en Alajuela, hacia 1803. El primer libro de matrimonios de Alajuela se
perdió desde hace muchos años.

114. Juan Camilo Castillo Soto


115. María de los Santos Alfaro Campos
Camilo fue bautizado en Heredia, el 13 de setiembre de 1776. Sepultado en Alajuela el 28 de enero de 1837. Fue
casado en primeras nupcias con Gertrudis Soto Herrera (tía abuela de Bernardo Soto Alfaro, presidente de la
República), y en terceras nupcias en Alajuela, el 1 de setiembre de 1834, con Antonia Prudencia Acuña.

34
Camilo y María de los Santos casaron en Alajuela, el 22 de abril de 1805.

116. Manuel de Jesús López Herrera


117. Cleta Sáenz Alfaro
Cleta fue sepultada en Atenas, el 31 de junio de 1856.
Manuel y Cleta casaron en Alajuela, el 25 de setiembre de 1815

118. Javier Murillo Arias


119. María Josefa González Saborío
Javier fue sepultado en Atenas, el 28 de abril de 1849. María Josefa fue sepultada en Atenas, el 20 de junio de
1868.
Javier y María Josefa casaron en Heredia, el 14 de julio de 1810.

120. José María Jara


[muy posiblemente Jara Ramírez]
121. Juana Rosa Ovares Murillo
José María fue bautizado en Heredia, el 22 de setiembre de 1781 y fue sepultado de limosna en Heredia, el 6 de
marzo de 1844. Juana Rosa fue bautizada en Heredia, el 2 de noviembre de 1797, consignada como mestiza.

122. Reyes Monge Padilla


[también citado como Antonio]
123. Lorenza Guerrero Mora
Reyes fue bautizado en San José, hacia 1810. Lorenza fue bautizada en San José, el 2 de agosto de 1812, fue
consignada como mestiza.
Reyes y Lorenza casaron en San José, el 26 de agosto de 1830, él en la partida fue consignado como Antonio.

124. Feliciano Vargas Esquivel


125. Gertrudis Garita Carballo
Feliciano fue bautizado en Heredia, el 10 de julio de 1809. Sepultado en Atenas, el 12 de febrero de 1881. Gertrudis
nació y fue bautizada en Heredia, el 7 de mayo de 1815.
Feliciano y Gertrudis casaron en Heredia, el 1 de junio de 1831

126. José María Garita Barboza


127. Manuela Zamora Pérez
José María fue sepultado en Atenas, el 6 de julio de 1866. Manuela fue sepultada en Atenas, el 9 de junio de 1882.
José María y Manuela casaron en Heredia, el 18 de noviembre de 1822.

SEXTA NIETA DE:


128. Blas Antonio Chinchilla Sáenz
[también citado como Blas Antonio Chinchilla Vásquez]
129. María Nicolasa Quirós González [es hermana de la número 189]
[también conocida como María Nicolasa Loaiza]
Blas Antonio fue bautizado en la ciudad de Cartago, entonces capital de la Provincia de Costa Rica, el 4 de febrero
de 1749.
Blas Antonio y Nicolasa contrajeron matrimonio en la ciudad de Cartago, el 16 de enero de 1771. En esta partida
ella es consignada como María Nicolasa Quirós, hija legítima de Pantaleón Quirós y Petronila González. Los hijos
de este matrimonio son citados casi siempre como mestizos y algunas veces como españoles.
Entre otros hijos:
•María de los Ángeles Chinchilla Quirós (b.C.5.2.1772)
•Manuel Esteban Chinchilla Loaiza (b.C.27.12.1772) casó en San José, el 16 de junio de 1794, con Getrudis
Morales, “hija de padres no conocidos”.
•José Francisco Chinchilla Loaiza (b.C.4.10.1775) casó en San José, el 8 de octubre de 1803, con Josefa
Fallas.
•María de la Luz Chinchilla Quirós (b.SJ.13.7.1778)
•Antonio Miguel Chinchilla Quirós casó en San José, el 13 de mayo de 1798 con Juana de Jesús Ureña.

35
•José Ramos Chinchilla Quirós (b.SJ.21.3.1780)
•Manuel de Jesús Chinchilla Quirós (b.SJ.29.8.1783) casó en San José, el 8 de octubre de 1803, con
Petronila Fallas.
•Pedro José Chinchilla Quirós (b.SJ.29.4.1785)
•María Rafaela Chinchilla Quirós (b.SJ.26.10.1786)
•María Chinchilla Quirós casó en San José, 23 de enero de 1806, con Ramón Fallas.
•María del Pilar Chinchilla Quirós (b.SJ.18.6.1788) casó con Félix Fallas.
•María Gertrudis Chinchilla Quirós (b.SJ.16.8.1789)
•Manuela de Jesús Chinchilla Quirós (b.SJ.17.1.1796)
•Antonio Miguel Chinchilla Quirós casó en San José, el 13 de mayo de 1798 con Juana de Jesús Ureña.
•José María Chinchilla Quirós casó con Antonia Chacón.

130. José de la Trinidad Ureña Morales


131. Juana Josefa Durán Zúñiga
José de la Trinidad debe haber nacido hacia 1757, y Juana fue bautizada en la villa de Heredia, el 13 de marzo de
1751.
José de la Trinidad y Juana Josefa contrajeron matrimonio en la villa de Heredia, el 21 de enero de 1769. Su
descendencia es consignada mayoritariamente como mestiza.

132. Juan Antonio Fallas [es el mismo número 320]


133. Francisca Josefa Calderón [es la misma número 321]
Juan Antonio nació hacia 1735, mulato esclavo del Cap. Dn. Manuel de la Trinidad Fallas. Compró su propia libertad
el 10 de diciembre de 1760.
Francisca Josefa era mestiza, hermana de José Calderón.
Juan Antonio y Francisca Josefa contrajeron matrimonio hacia 1757.

134. José Gregorio Retana Monge


135. [Doña] Francisca Petronila Aguilar Solano [hermana de la número 319, 377 y 489]
[también citada como Petra Aguilar]
Él fue bautizado como José Gregorio en la naciente villa de San José, el 20 de mayo de 1741. Su madrina fue su tía
Efigenia Monge.
Ella fue confirmada en la misma villa, en 1739.
Gregorio y Francisca Petronila contrajeron matrimonio en la citada villa, el 27 de enero de 1762; sus madrinos
fueron Ramón Gamboa (también conocido como Ramón López) y Manuela Monge. La descendencia de los Retana
Aguilar es consignada indistintamente como española o mestiza.

136. Se desconoce
137. Se desconoce

138. Manuel Jiménez


139. Juana de la Trinidad Retana
Manuel y Juana de la Trinidad contrajeron matrimonio hacia 1769.
Tras enviudar, Juana Trinidad casó en la villa de San José, el 8 de julio de 1793, con José Antonio Sotelo.

140. Don Benito Atanasio Mora Barrantes


141. Doña María Josefa Castro Elizondo [hermana de la número 147]
Benito Atanasio y María Josefa contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 27 de mayo de 1772; la mayoría
de las veces reciben el tratamiento de don y doña –respectivamente– y sus hijos casi siempre son citados como
españoles.

142. Alférez don Manuel José Antonio López Monge [hermano del número 74 y 162]
143. Doña Antonia Benita Chacón Zavaleta [hermana de la número 75 y 163]
José Antonio fue bautizado en la villa de San José, el 6 de abril de 1760.
José Antonio y Benita contrajeron matrimonio en la misma villa, el 11 de febrero de 1778; casi siempre reciben el
tratamiento de distinción (don y doña) y son consignados como españoles, tanto ellos como sus hijos.

36
José Antonio llegó a ocupar el cargo de alférez en las milicias de San José.

144. Sargento José de Araya Salazar [es el mismo número 340 y 374]
145. [Doña] Catalina de Coto Rojas [es la misma número 341 y 375; muy posiblemente hermana de la número
693]

146. [Don] José Rafael Meléndez González


147. Doña Mariana Castro Elizondo [hermana de la número 141]
José Rafael nació hacia 1750, posiblemente en Cartago, y doña Mariana nació en San José, propiamente en
Desamparados, donde su familia se había establecido desde fines del siglo XVII.
José Rafael y doña Mariana contrajeron matrimonio en San José, el 14 de mayo de 1771. Rafael es consignado
ocasionalmente como español, e incluso recibe el trato de don; sin embargo, en el padrón que se realizó en 1777 él
es consignado como mestizo. En cambio, Mariana recibe invariablemente el tratamiento de doña y es consignada
como española en el citado padrón.
José Rafael murió y fue sepultado en San José, el 21 de mayo de 1803; por su parte, Mariana falleció y fue
sepultada también en San José, el 13 de diciembre de 1810.

148. Don Ramón Lorenzo López [es el mismo número 284, 324, 330 y 382]
[también citado como Ramón Lorenzo Gamboa]
149. Doña Manuela del Rosario Monge [es la misma número 285, 325, 331 y 383]
[también conocida como Manuela del Rosario Avendaño]
Ramón Lorenzo y Manuela del Rosario contrajeron matrimonio posiblemente antes de 1753, pues su hijo José
Jacinto –de seguro el primogénito– contrajo primeras nupcias en 1773; si suponemos que casó hacia los 20 años,
debió haber nacido aproximadamente en 1753.
Don Ramón otorgó su testamento en San José, el 12 de octubre de 1774.
Tras enviudar, doña Manuela contrajo segundas nupcias en la villa de San José, el 12 de setiembre de 1781, con
don Antonio Silvestre Chacón.
Conocemos la filiación de Manuela del Rosario por diversos matrimonios consanguíneos. Por ejemplo, en el
expediente matrimonial de Pío Retana y Antonia Zúñiga López, consta que eran parientes en cuarto grado de
consanguinidad dobles, pues Pío era hijo de Hermenegildo Retana, quien fue hijo de Gregorio Retana, quien lo fue
de Juliana Monge; por su parte, Antonia Zúñiga fue hija de Eugenio Zúñiga, quien fue hijo de María Monge, hija a su
vez de Hilario Monge; y Antonia Zúñiga también fue hija de Paula López, hija de Manuel Antonio López, hija de
Manuela Monge.
Como se conocen los progenitores de Hilario Monge, suponemos que tanto Juliana como Manuela fueron hermanas
carnales de Hilario y, por tanto, habrían sido hijas de Cristóbal Monge y Petronila Bonilla (también conocida como
Petronila Villarreal).

150. Francisco Cayetano Chacón Matamoros [es el mismo número 286 y 326]
151. Doña Ramona Zavaleta [es la misma número 287 y 327]
[también citada como doña Ramona Bermúdez]
Francisco y Ramona contrajeron matrimonio hacia 1760 y fueron vecinos de Desamparados, donde quedó la mayor
parte de su descendencia. Sus descendientes son consignados como españoles o mestizos.

152. Se desconoce
153. Se desconoce

154. Anselmo Monge Quesada [hermano del número 318 y 376]


155. Ángela Micaela Rojas Ureña [es la misma número 91]
Anselmo y Ángela Micaela contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 22 de abril de 1761. La mayoría de sus
hijos fueron consignados como mestizos.
Ángela Micaela contrajo segundas nupcias en la villa de San José, el 3 de junio de 1778, con Romualdo Alfaro.

156. Miguel de Jesús Gamboa Morales


157. [Doña] Juana Vicenta Chaves Jiménez
Miguel de Jesús y Juana Vicenta contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 18 de mayo de 1769.
Ellos y su descendencia (muy abundante por cierto) son citados como españoles la mayoría de las veces.

37
158. [Don] Francisco Javier Padilla Vargas [hermano del número 490]
[también citado como Francisco Javier Badilla]
159. [Doña] Josefa Cayetana Monge Aguilar [hermana del número 188]
Francisco Javier y Josefa Cayetana contrajeron matrimonio hacia 1778. Su descendencia es consignada como
española o mestiza.
Entre otros hijos, tuvieron al presbítero José Gabriel Padilla Monge (cura párroco de San Juan Nepomuceno, ciudad
de Alajuela, entre otros lugares).
Véase artículo “Retratos hablados de algunos milicianos del Valle Central (entre 1741 y 1745)”, de Mauricio
Meléndez Obando, publicado en la Revista de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas Nº41,
Noviembre del 2001, pp. 543-544.

160. Simón Fallas Calderón [hermano del número 66]


161. Bruna Chinchilla Monge
[también citada como Carmen Chinchilla]
Simón fue bautizado en la villa de San José, el 27 de noviembre de 1774.
Simón y Bruna contrajeron matrimonio en la misma villa, hacia 1798.

162. José Concepción López Avendaño o López Monge [hermano de los números 74, 142 y 165]
[también citado como José del Espíritu Santo López]
163. María Josefa de la Luz Chacón Zavaleta [hermana de la número 75 y hermana de la número 143]

164. Juan Morales [es el mismo número 190]


165. Ángela López Monge [es la misma número 191; hermana de los números 74, 142 y 162]
Juan y Ángela contrajeron matrimonio hacia 1786; su descendencia es consignada casi siempre como mestiza.
Tras enviudar, Ángela casó por segunda vez en San José, el 12 de noviembre de 1800, con Simón Cascante.

166. Manuel de Jesús Monge


167. [Doña] María Josefa Chacón
De momento no hemos hallado la filiación de esta pareja. Habrá que investigarla más profundamente. Sin embargo,
deben haber casado hacia 1783, pues hallamos el primer hijo bautizado en San José, a fines de 1784. Su
descendencia es consignada como mestiza, la mayoría de las veces, y como española, ocasionalmente.

168. Pablo Badilla


169. María Josefa de Encarnación Morales
[también citada como Encarnación Fonseca]
Se sabe con certeza que Encarnación fue hija de doña Juana Josefa Morales, pero no sabemos si fue hija de Juan
Francisco Fonseca, aunque ella es citada alguna vez con este apellido, lo cual podría sugerir que también fue su
padre. Sin embargo, como sabemos que hay casos en que los hijastros usan el apellido de su padrastro, no
podemos estar plenamente seguros de tal filiación.
Aunque en un expediente se afirma que Pablo y Encarnación convivían juntos pero no eran casados, tal parece que
contrajeron matrimonio en algún momento pues su hijo José de Jesús Badilla Morales es consignado como “hijo
legítimo” en la partida de matrimonio (1798) con doña Magdalena Araya Campos.
Encarnación había casado en primeras nupcias en San José, el 11 de enero de 1769, con Francisco Antonio
Rodríguez. Se cita como hijo legítimo de este matrimonio a José de Jesús Rodríguez Fonseca, bautizado en la
misma villa el 12 de abril de 1773. Es muy sugerente que sea el mismo nombre con que luego se cita un hijo de
Pablo Badilla y la misma Encarnación.

170. Don Juan Miguel Araya Coto [es hermano del número 72 y de la número 187]
171. Doña María de los Ángeles Campos Masís
Él fue bautizado como Juan Miguel en la villa de San José, el 10 de mayo de 1750.
Miguel y María de los Ángeles contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 7 de junio de 1769. Esta pareja y
sus descendientes son citados casi siempre como españoles y con el tratamiento de distinción de don y doña,
según el caso.

38
172. Alfonso Cordero Elizondo
[también conocido como Ildefonso Cordero]
173. Josefa Vargas Solano
[también conocida como Andrea Vargas]
Alfonso y Josefa contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 6 de agosto de 1783. La mayoría de sus
descendientes son citados como mestizos.

174. José María Chaves Barrantes


175. Doña Gabriela Umaña Fallas
José María y Gabriela contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 27 de febrero de 1802.
Tras enviudar, doña Gabriela contrajo segundas nupcias en el mismo lugar, el 21 de noviembre de 1818, con José
María Cordero.
Los hijos de José María y Gabriela son consignados como mestizos o españoles.

176. Bernardo Marcelo Díaz


[también citado una vez como Bernardo Marcelo Uriarte]
177. Tomasa de Jesús Monge [hermana de la número 269 y 149]
[muy posiblemente Monge Bonilla]
Bernardo y Tomasa contrajeron matrimonio en San José, el 10 de mayo de 1747; fungieron como padrinos
Hermenegildo Retana y Juliana Monge (hermana de Tomasa).

178. Don Francisco Saborío


179. Doña Nicolasa Mesén Fallas
Doña Nicolasa otorgó su testamento en Las Cañas, San José, el 25 de abril de 1805; había sido casada con
Francisco Javier Aguilar, pero antes tuvo una hija con don Francisco Saborío.
Tras su muerte, Francisco Javier Aguilar contrajo segundas nupcias en San José el 21 de noviembre de 1808, con
Manuel Rojas Mesén, sobrina de Nicolasa Mesén.

180. Diego de Alfaro de la Fuente


181. Efigenia Rodríguez Godínez
Diego y Efigenia contrajeron matrimonio en Cartago, capital colonial, el 1 de febrero de 1734.

182. Gregorio de Rojas Mora [es el mismo número 310]


183. María Josefa Ureña [es la misma número 311]
[también citada como María Josefa López]

184. Eugenio Cayetano Quesada Trejos


[bautizado como Efigenio Cayetano Quesada Trejos]
185. Felipa Echavarría Núñez
[también citada como Felipa Chavarría]
Eugenio y Felipa contrajeron matrimonio en la capital colonial de Costa Rica, Cartago, el 9 de noviembre de 1771,
cuando fueron consignados como mestizos.

186. Pedro Manuel Ureña Morales


187. María Araya Coto [es hermana del número 72 y del número 170]
Pedro y María contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 24 de mayo de 1777. Sus hijos son consignados
como españoles o mestizos.

188. Manuel José Monge Aguilar [hermano de la número 159]


189. María del Carmen Quirós González [es hermana de la número 129]
[también conocida como María del Carmen Quirós, María del Carmen González y María del Carmen
Loaiza]
Manuel y María del Carmen contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 6 de mayo de 1792; María del
Carmen contrajo primeras nupcias en la misma villa, el 23 de julio de 1777, con Joaquín Fallas Hidalgo (quien testó
en Los Cedros, San José, el 17 de febrero de 1814).

39
190. Juan Morales [es el mismo número 164]
191. Ángela López Monge [es la misma número 165; hermana de los números 74, 142 y 162]

192. Anselmo Miranda


193. Juana María Corella

194. Valentín Arrieta Orozco


195. Romualda Alvarado Vega

196. Don José Nicolás Castro Lisondro


197. Lugarda Cascante Angulo
Casaron en San José, el 19 de febrero de 1787

198. Don Francisco Valverde Sáenz


199. Doña Josefa Chacón Aguilar

200. Lorenzo Solórzano Salas


201. María de la Trinidad González Hidalgo
María de la Trinidad fue sepultada en Alajuela, el 24 de mayo de 1802. Lorenzo casó 2º en Alajuela, el 16 de
octubre de 1816, con María Guadalupe Campos Oses.
39
202. Don Francisco Antonio Jiménez Vega
203. Doña María Dolores Arias Ugalde
Casaron en Heredia, el 7 de enero de 1782.

204. Anselmo Miranda


205. Juana María Corella

206. Valentín Arrieta Orozco


207. Romualda Alvarado Vega

208. José Miguel Alvarado Oviedo


209. María Josefa Álvarez Araya
José Miguel y María Josefa casaron en Heredia, el 21 de abril de 1773

210. José Felipe Espinoza


211. Lucía Salazar

212. Se desconoce
213. Se desconoce

214. [Tal vez Aniceto Ávila]


215. [Tal vez Josefa Morera]

216. Francisco Javier Mayorga Ancheta


217. Doña Francisca González de Villalón
Francisco Javier, nació en Cartago, donde testó el 22 de diciembre de 1804, y el 14 de junio de 1814. Firmaron
carta dotal en Cartago, el 6 de abril de 1790.
Francisco Javier y Francisca casaron en Cartago, el 25 de julio de 1790.

218. Se desconoce
219. Se desconoce

220. José Antonio Segura Montero


221. María Dolores Rojas Varela
José Antonio fue bautizado en San José, el 13 de junio de 1772, consignado como mestizo.

40
José Antonio y María Dolores casaron en San José, el 12 de febrero de 1794.

222. Don Manuel José Salazar Barrantes


223. Doña María de la Cruz Zúñiga Porras
Manuel y María de la Cruz casaron en San José, el 12 de junio de 1783

224. José Castillo


225. Manuela Osés

226. Gregorio Hernández Umaña


227. Juana Oviedo Herrera
Juana fue bautizada en Heredia, el 21 de julio de 1765. Gregorio y Juana casaron en Heredia, el 27 de noviembre
de 1782. Gregorio una vez viudo casó 2º en Alajuela, el 22 de junio de 1807, con María Antonia Soto, sobrina de su
primera esposa.

228. Antonio Valentín Castillo Osés


229. María Cayetana Soto Araya
Valentín fue bautizado en Heredia, el 15 de enero de 1736.
Valentín y Cayetana contrajeron matrimonio hacia 1760 y establecieron su residencia en la villa de Heredia. La
mayoría de sus descendientes son citados como mestizos.
Cayetana fue sepultada en Alajuela, el 23 de agosto de 1811.

230. Enrique Alfaro Sánchez


231. Felipa Segura Campos
Casaron en Heredia, el 7 de julio de 1787.

232. Manuel Antonio López de la Rea


233. Doña Lorenza Herrera González
Lorenza fue bautizada en Heredia, el 10 de agosto de 1767.
Manuel Antonio y Lorenza casaron en Heredia, el 1 de julio de 1778.

234. Don Valerio Sáenz Mata


235. Doña Ana Juliana Alfaro Arias
Valerio fue bautizado en San José, el 11 de febrero de 1771, consignado como español. Ana Juliana fue bautizada
en Heredia, el 12 de febrero de 1775, consignada como española.
Ana fue sepultada en Alajuela, el 22 de octubre de 1839.

236. Javier Murillo Ulate


237. María Dolores Arias Rodríguez
Javier y María Dolores casaron en Heredia, el 1 de febrero de 1769

238. Don Eugenio González Alfaro


239. Doña María Antonia Saborío Segura
Eugenio y María Antonia casaron en Heredia, el 25 de julio de 1775. Eugenio también fue conocido como “Juan
Agustín”.

240. [Muy posiblemente Miguel de la Trinidad Jara Amores]


241. [Muy posiblemente María Francisca Ramírez Villegas]
[también citada como María Sánchez]
Miguel y María contrajeron matrimonio en la villa de Heredia, el 31 de enero de 1779; consignados como mestizos.

242. Rafael Ovares


243. María Murillo
Rafael y María posiblemente contrajeron matrimonio hacia 1794.

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244. Don José Ángel Monge Aguilar
245. María de los Santos Badilla Solís
José Ángel fue bautizado en San José, el 21 de enero de 1768
José Ángel y María de los Santos casaron en San José, el 25 de mayo de 1788

246. Eusebio Guerrero Godínez


247. Martina Mora Vargas

248. Jacinto Vargas Alvarado


249. María Silvestra Esquivel Mena
María Silvestra fue sepultada en Heredia, el 31 de mayo de 1882
Jacinto y María Silvestra casaron en Heredia, el 21 de setiembre de 1809.

250. José Bernardino Garita Barboza


251. María de los Ángeles Carballo Ramírez
Bernardino fue bautizado en Cartago, el 17 de octubre de 1787.
María de los Ángeles fue bautizada en Heredia, el 19 de julio de 1795.
Bernardino y María de los Ángeles contrajeron matrimonio hacia 1812, pues el primer hijo aparece bautizado a
principios de 1813.

252. Pablo José Garita Carrillo [es el mismo número 500]


253. María Josefa Andrea Barboza Ramírez
Pablo fue bautizado en Cartago, el 19 de enero de 1762.
Pablo y Andrea contrajeron matrimonio en la ciudad de Cartago, el 14 de mayo de 1783. Su descendencia trasladó
su residencia a la entonces villa de Heredia. Fueron consignados como mestizos y también como mulatos libres.

254. Juan Zamora Ballesteros


255. Micaela Pérez
[también conocida como Micaela Amores]
Juan y Micaela casaron en Heredia, el 9 de enero de 1792

SÉTIMA NIETA DE:


256. Pedro Chinchilla
[también citado como Pedro Polo]
257. María Manuela Vásquez
[también citada como María Josefa Sáenz]
Aún no hemos podido identificar plenamente a este Pedro Chinchilla, también conocido como Pedro Polo.
No obstante, a principios del siglo XVIII encontramos a un Pedro de Chinchilla casado con María Manuela Orozco,
quien también fue conocido como Pedro Polo. Pedro y la Orozco ya estaban casados en 1723 y tenían una hija
nombrada Catalina Chinchilla (antepasada de buena parte de los Chinchilla de Aserrí, Alajuelita y zonas aledañas).
Como sabemos que María Manuela Orozco fue bautizada en 1673, en Cartago, y los varones eran habitualmente
mayores que sus esposas o de su misma edad, habría que suponer que Pedro de Chinchilla nació al menos hacia
1673. Por tanto, de haber casado Pedro en segundas nupcias, para 1762 y 1768, cuando todavía se bautizan dos
hijas de Pedro Chinchilla y María Manuela Vásquez (o Saénz), habría tenido casi 100 años. No imposible, pero muy
poco probable.
En todo caso, la coincidencia de nombres nos lleva a postular la hipótesis de que Pedro Chinchilla, o Polo, esposo
de María Manuela Vásquez, debe haber sido pariente próximo de Pedro de Chinchilla, o Polo, casado con María
Manuela Orozco. ¿Acaso el primero hijo del segundo? ¿O nieto?
La posibilidad de probar alguna filiación entre ellos está por investigarse más profundamente.
Hijos:
•Ángela Polo Vásquez (b.C.5.2.1762), consignada como mestiza.
•Josefa Benita Chinchilla Sáenz (b.SJ.22.3.1768)
•José Nicolás Chinchilla Sáenz casó 1 en San José, el 21 de enero de 1784, con Margarita Mora y 2 en San
José, 2 de agosto de 1808, con Bibiana Salazar.
•Antonio Chinchilla Vásquez casó con María Nicolasa Quirós.

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•Micaela Jerónima Chinchilla casó en San José, 26 de octubre de 1790, con Juan Antonio Delgado.

258. Antonio Pantaleón Quirós Loaiza [es el mismo número 378]


[también citado como Pantaleón Loaiza]
259. Petronila Josefa González Segura [es la misma número 379; hermana de la número 293]
Antonio y Petronila contrajeron matrimonio en la ciudad de Cartago, el 10 de febrero de 1747.
379. Josefa Petronila González Segura [es la misma número 259; hermana de la número 293]

260. Juan Eugenio de Ureña López [es el mismo número 372]


261. Cayetana Marcelina Morales Mora [es la misma número 373]
Juan Eugenio fue bautizado en la ciudad de Cartago (capital colonial de Costa Rica), en 1721.
Juan Eugenio y Cayetana Marcelina contrajeron matrimonio en la naciente villa de San José, el 24 de noviembre e
1739; su descendencia recibe la categoría sociorracial de español o mestizo.

262. José Cristóbal Durán Muñoz [hermano de la número 853]


263. Juana Josefa Zúñiga
Él fue bautizado como José Cristóbal, en la villa de Heredia, el 28 de marzo de 1721.
Cristóbal y Josefa deben haber contraído matrimonio, posiblemente en Heredia, hacia 1750. Sus hijos y demás
descendencia son citados casi siempre como mestizo o españoles.

264. Se desconoce
265. Gertrudis Fallas [es la misma número 641]
Gertrudis nació hacia 1712, “mulata lora” (mulata blanca), esclava de la familia Fallas de la Vega Solano, liberada
por doña Antonia María Fallas Solano, el 19 de octubre de 1745.

266. Se desconoce
267. Se desconoce

268. José Hermenegildo Retana Fuentes


269. Juliana Monge [hermana de la número 149 y 177]
[muy posiblemente Monge Bonilla]
Hermenegildo y Juliana contrajeron matrimonio en la naciente villa de San José, el 7 de octubre de 1739; los casó
el bachiller Eusebio Meléndez Araya.
Ambos fungieron como padrinos en la boda de Bernardo Marcelo de Uriarte (Díaz) y Tomasa de Jesús Monge
(hermana de Juliana), en San José, el 10 de mayo de 1747.
Juliana falleció en San José, el 20 de marzo de 1762.

270. [Don] Juan José de Aguilar [es el mismo número 638 y 754]
[muy posiblemente Aguilar Chaves]
271. Doña Juana María Solano [es la misma número 639 y 755]

272. Se desconoce
273. Se desconoce
274. Se desconoce
275. Se desconoce
276. Se desconoce
277. Se desconoce
278. Se desconoce
279. Se desconoce

280. Capitán Juan de Mora Martínez [hermano de la número 621]


281. Doña Efigenia Barrantes Villalobos
Juan otorgó testamento en San José, primera vez el 3 de enero de 1761 y segunda vez el 23 de julio de 1761;
falleció en la misma villa, el 22 de enero de 1762.
Ella falleció en la misma villa, el 26 d e abril de 1771.

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282. Capitán don José Antonio Castro Aguirre [es el mismo número 294 y 392]
283. [Doña] Josefa Nicolasa Elizondo Falcón [es la misma número 295 y 393; hermana de la número 297, 569,
649. 661 y 765]
[citada casi siempre como Nicolasa Lizondo]
José Antonio nació hacia 1711, pues el 13 de junio de 1731, se dice de 20 años, cuando pide que le entreguen su
herencia. Por su parte, Josefa Nicolasa fue bautizada en la ciudad de Cartago, el 23 de abril de 1713; sus padrinos
fueron el capitán Juan Sancho y doña Juana de Alvarado.
José Antonio y Josefa Nicolasa contrajeron matrimonio en la ciudad de Cartago, el 6 de setiembre de 1731. Toda su
descendencia es consignada como española y reciben invariablemente el tratamiento de distinción.
Ella fue sepultada en la villa de San José,, el 28 de febrero de 1764; su viudo, quien llegó a ocupar el cargo de
capitán en las milicias españolas de San José, testó en esa villa, el 21 de enero de 1767.

284. Don Ramón Lorenzo López [es el mismo número 148 y 324]
[también citado como doña Ramón Lorenzo Gamboa]
285. Doña Manuela del Rosario Monge [es la misma número 149 y 325; hermana de las número 177 y 269]
[también citada como doña Manuela del Rosario Avendaño]

286. Francisco Cayetano Chacón Matamoros [es el mismo número 150 y 326]
287. Doña Ramona Zavaleta [es la misma número 151 y 327]
[también citada como doña Ramona Bermúdez]

288. Agustín de Araya [es el mismo número 680, 748 y 918]


289. Jacoba de Salazar Chaves [es la misma número 681, 749 y 919]
Jacoba fue confirmada en Cartago, capital colonial, en 1690 y su padrino fue Gregorio de Chaves.
Agustín y Jacoba contrajeron matrimonio hacia 1710.

290. Diego de Coto Chacón [es el mismo número 682 y 750]


291. Manuela de Rojas Aguilar [es la misma número 683 y 751]
Diego y Manuela fueron confirmados en la ciudad de Cartago, en 1690; el padrino de Diego fue Francisco Salas y la
madrina de Manuela fue doña Tomasina de Ocampo.
Diego y Manuel contrajeron matrimonio hacia 1712.
Manuela contrajo segundas nupcias con el capitán Marcos de Zamora, con quien también tuvo sucesión.

292. Francisco Meléndez González


293. María Manuela González Segura [es hermana de la número 259 y 379]
Francisco fue bautizado en la ciudad de Cartago, el 26 de junio de 1713; su madrina fue su tía Micaela Meléndez
Pelaéz.
Francisco y María Manuela contrajeron matrimonio en la misma ciudad, el 8 de junio de 1738; padrinos el alférez
José Antonio Alvarado y doña Antonia de Acosta.

294. Capitán don José Antonio Castro Aguirre [es el mismo número 282 y 392]
295. [Doña] Josefa Nicolasa Elizondo Falcón [es la misma número 283 y 393; hermana de la número 297, 569,
649. 661 y 765]
[citada casi siempre como Nicolasa Lizondo]

296. [tal vez Miguel López Gamboa] [es el mismo número 568, 648, 660 y 764]
297. [tal vez Casilda Elizondo Falcón] [es la misma número 569, 649, 661 y 765; hermana de la número 283 y
295]
[citada casi siempre como Casilda Lizondo]

298. Hermano Cristóbal Monge [es el mismo número 354, 538, 570, 650 y 662]
299. [tal vez Petronila Bonilla] [es la misma número 355, 539, 571, 651 y 663]
[también citada como Petronila Guevara y Petronila Villarreal]
Cristóbal nació hacia 1694; Petronila, hacia 1696.
Contrajeron matrimonio en Cartago, capital colonial, el 12 de setiembre de 1714; fueron padrinos Manuel Monge y

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María de Segura. Los casó el cura Diego de Angulo Gascón. Su descendencia es citada como española o mestiza.

300. José Chacón [es el mismo número 652 y 572]


301. [Doña] Cayetana Matamoros [es la misma número 653 y 573]

302. Se desconoce
303. Doña Manuela Petronila Zavaleta Osés Navarro [es la misma número 655 y 575]

304. Se desconoce
305. Se desconoce
306. Se desconoce
307. Se desconoce

308. Capitán Francisco Monge Gómez [es el mismo número 636 y 752]
309. María de Quesada Madrigal [es la misma número 637 y 753]
Francisco y María contrajeron matrimonio en la villa de Heredia, el 14 de febrero de 1729.
Francisco llegó a ocupar el grado de capitán en las milicias de Heredia.

310. Gregorio de Rojas Mora [es el mismo número 182]


311. María Josefa Ureña [es la misma número 183]
[también citada como María Josefa López]

312. Esteban Gamboa


313. Doña Francisca del Sacramento Morales Cordero
Esteban y Francisca contrajeron matrimonio en la villa de Heredia, el 11 de enero de 1733.
Aunque a Esteban se le cita como hijo legítimo del teniente José de Gamboa y doña Petronila Vélez de Guevara,
parece que en realidad fue hijo del teniente Gamboa con otra mujer. Incluso en el testamento de José de Gamboa
se cita solamente que crió a Esteban.
Doña Francisca testó en la villa de San José, el 5 de setiembre de 1780.

314. Sargento mayor José Chaves


315. Doña Antonia Josefa Jiménez
Contrajeron matrimonio hacia 1749.

316. Soldado Juan de Dios Padilla [es el mismo número 980]


317. Gertrudis Vargas [es la misma número 981]
Juan de Dios nació hacia 1723, fue soldado de la Compañía del capitán Camilo de Mora en 1745.
Juan de Dios y Gertrudis contrajeron matrimonio hacia 1740.
Véase artículo “Retratos hablados de algunos milicianos del Valle Central (entre 1741 y 1745)”, de Mauricio
Meléndez Obando, publicado en la Revista de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas Nº 41,
Noviembre del 2001, pp. 543-544.

318. Capitán José Francisco Monge Quesada [es el mismo número 376 y 488; hermano del número 154]
319. Doña Josefa Rita de Aguilar Solano [es la misma número 377 y 489; es hermana de la número 135]

320. Juan Antonio Fallas [es el mismo número 132]


321. Francisca Josefa Calderón [es la misma número 133]

322. Francisco del Rosario Quirós Chinchilla


[más conocido como Francisco Chinchilla]
323. Ana María Monge Reyes
Francisco fue bautizado en Cartago, el 3 de julio de 1740, cuando fue consignado como mestizo.
Francisco otorgó su testamento en la villa de San José, el 1 de abril de 1806.
Aunque su apellido paterno fue Quirós y él lo cita así en el testamento, fue más conocido con el apellido materno.

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324. Don Ramón Lorenzo López [es el mismo número 148 y 284]
[también citado como doña Ramón Lorenzo Gamboa]
325. Doña Manuela del Rosario Monge [es la misma número 149 y 285]
[también citada como doña Manuela del Rosario Avendaño]

326. Francisco Cayetano Chacón Matamoros [es el mismo número 150 y 286]
327. Doña Ramona Zavaleta [es la misma número 151 y 287]
[también citada como doña Ramona Bermúdez]

328. Se desconoce
329. Se desconoce

330. Don Ramón Lorenzo López [es el mismo número 148, 284 y 324]
[también citado como doña Ramón Lorenzo Gamboa]
331. Doña Manuela del Rosario Monge [es la misma número 149, 285 y 325]
[también citada como doña Manuela del Rosario Avendaño]

332. Se desconoce
333. Se desconoce
334. Se desconoce
335. Se desconoce
336. Se desconoce
337. Se desconoce

338. [tal vez Juan Francisco Fonseca]


339. Doña Juana Josefa Morales Fallas
Juana Josefa nació aproximadamente en 1726.
Juana Josefa contrajo matrimonio con Juan Francisco, hacia 1755.
Juan Francisco murió en San José, el 6 de mayo de 1768.

340. Sargento José de Araya Salazar [es el mismo número 144 y 374]
341. Doña Catarina de Coto Rojas [es la misma número 145 y 375]

342. Miguel de Jesús Campos Aguilar


343. Doña Rita Josefa Masís Fernández
Miguel y Rita contrajeron matrimonio en Cartago, entonces capital colonial de la Provincia de Costa Rica, el 1 de
julio de 1745, cuando fueron consignados como españoles, e incluso ella recibe el tratamiento de distinción.

344. Sebastián Cordero


345. María Cecilia Elizondo
Sebastián y María Cecilia contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 9 de enero de 1749.

346. José Antonio Vargas Coto


347. Ramona de Jesús Solano Salazar
José Antonio nació hacia 1740, al igual que Ramona de Jesús. Contrajeron matrimonio en la naciente villa de San
José, el 24 de octubre de 1761.
Tras enviudar, Ramona contrajo segundas nupcias en San José, el 15 de agosto de 1771, con Esteban Jiménez.

348. José Casimiro Chaves Meléndez


349. [Doña] Juana María de la Sala Monge [o Salas Monge]
[más conocida como Juana María Barrantes]
José Casimiro y Juana María contrajeron matrimonio posiblemente hacia 1759, pues en 1760 se halla el primer
bautizo de un hijo suyo.

350. Don Pedro José Umaña Chacón


351. Doña Manuela Fallas

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Pedro y Manuela, quienes invariablemente son citados como españoles y consignados con el tratamiento de
distinción de la época (don y doña), contrajeron matrimonio en la villa de San José, el 21 de julio de 1777; doña
Manuela Fallas fue consignada como “hija de padres no conocidos”.

352. Se desconoce
353. Se desconoce

354. Hermano Cristóbal Monge [es el mismo número 298, 538, 570, 650 y 662]
355. [muy posiblemente Petronila Bonilla] [es la misma número 299, 538, 571, 651 y 663]

356. Se desconoce
357. Se desconoce

358. Capitán Pedro Bernardo Mesén


[también citado como Pedro Bernardo Mesena]
359. Doña Efigenia Fallas de la Vega Solano
Pedro Bernardo era natural de Tierra Firme (nombre que recibió Panamá en la época colonial). Efigenia fue
bautizada en Cartago, el 10 de enero de 1704, Sus padrinos fueron el capitán Manuel García Hergueta y doña
Antonia Loínez de Iztueta. Los testigos: Mateo Ortiz y Rafael García de Hergueta. La bautizó Fray Carlos López
de la Flor.
Él murió en Panamá, hacia 1753. Ella testó en San José, el 30 de junio de 1774. La mortual de ambos se inició en
1804, pero está inconclusa.

360. Juan de Alfaro Oviedo


361. Isabel de la Fuente
Juan e Isabel contrajeron matrimonio en la capital colonial, Cartago, el 1 de junio de 1704.

362. Alférez Antonio Rodríguez


363. Isabel Godínez

364. Alférez Toribio de Rojas [es el mismo número 620]


365. María de Mora Martínez [es la misma número 621]

366. Se desconoce
367. Doña Josefa López [es la misma número 521 y 623]

368. Francisco Javier de Quesada Castillo


369. Antonia de Trejos Astorga
Francisco Javier y Antonia contrajeron matrimonio en Cartago, el 12 de enero de 1746.
Tras enviudar, Francisco Javier contrajo segundas nupcias en Cartago, el 15 de abril de 1782, con Josefa Cayetana
González, viuda de Juan Portugués.

370. Juan Agustín de Chavarría


371. María Núñez
Juan Agustín y María contrajeron matrimonio en la ciudad de Cartago, el 30 de mayo de 1750; María era viuda de
Juan Gutiérrez. Sus descendientes son citados invariablemente como mestizos.

372. Juan Eugenio Ureña López [es el mismo número 260]


373. Cayetana Marcelina Morales Mora [es la misma número 261]

374. Capitán José de Araya Salazar [es el mismo número 144 y 340]
375. [Doña] Catarina Coto Rojas [es la misma número 145 y 341]

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376. Capitán José Francisco Monge Quesada [es el mismo número 318 y 488; hermano del número 154]
377. Doña Josefa Rita de Aguilar Solano [es la misma número 319 y 489; hermana de la número 135]

378. Antonio Pantaleón Quirós Loaiza [es el mismo número 258]


[también citado como Pantaleón Loaiza]
379. Josefa Petronila González Segura [es la misma número 259; hermana de la número 293]

380. Se desconoce
381. Se desconoce

382. Don Ramón Lorenzo López [es el mismo número 148, 284 y 324]
[también citado como doña Ramón Lorenzo Gamboa]
383. Doña Manuela del Rosario Monge [es la misma número 149, 285 y 325]
[también citada como doña Manuela del Rosario Avendaño]

384. Se desconoce
385. Se desconoce
386. Se desconoce
387. Se desconoce

388. Sargento Miguel de Arrieta


389. Rosa María de Orozco
Miguel y Rosa María casaron en Heredia, el 28 de noviembre de 1760.

390. Juan Alvarado


391. Agustina Vega

392. Capitán don José Antonio Castro Aguirre [es el mismo número 282 y 294]
393. [Doña] Josefa Nicolasa Elizondo Falcón [es la misma número 283 y 295; hermana de la número 297, 569,
649. 661 y 765]
[citada casi siempre como Nicolasa Lizondo]

394. Antonio Dionisio Cascante


395. Josefa Dorotea Angulo Zamora
Antonio Dionisio nació entre 1736 y 1741, y Josefa Dorotea entre 1736 y 1741.
Dionisio y Dorotea contrajeron matrimonio hacia 1760; la partida matrimonial hoy está extraviada.

396. Capitán Juan Francisco Valverde Villalobos


397. Doña María Josefa Sáenz Martínez

398. José Chacón


399. Micaela de Aguilar

400. Capitán Miguel Solórzano Morera


401. Doña Juana del Rosario de las Alas
Miguel y Juana casaron en Barva de Heredia, en 1734

402. Teniente de alférez Juan González Meléndez


403. María de la Asunción Hidalgo Morera
Juan testó en Heredia, el 6 de marzo de 1763.

404. Manuel Jiménez


405. Lucía Salomé Vega

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406. Don Nicolás Arias Álvarez de Oviedo
407. Doña Martina de Ugalde
Da. Martina fue confirmada el 17 de diciembre de 1733
Casaron en Heredia, el 21 de abril de 1751.

408. Se desconoce
409. Se desconoce
410. Se desconoce
411. Se desconoce
412. Se desconoce
413. Se desconoce
414. Se desconoce
415. Se desconoce
416. Se desconoce
417. Se desconoce
418. Se desconoce
419. Se desconoce
420. Se desconoce
421. Se desconoce
422. Se desconoce
423. Se desconoce
424. Se desconoce
425. Se desconoce
426. Se desconoce
427. Se desconoce
428. Se desconoce
429. Se desconoce
430. Se desconoce
431. Se desconoce

432. Faustino Ángel Mayorga


433. María Bartola Ancheta
Faustino era natural de Ciudad Real, Chiapas, provincia de Soconusco. María Bartola era viuda de José Chavarría,
con quien había casado en Cartago. María Bartola era mulata.
Faustino y María Bartola casaron en Cartago, el 25 de setiembre de 1755

434. Don Luis González de Villalón


435. Doña Manuela Clemencia Almandos y Zavaleta
Da. Manuela Clemencia fue bautizada en Cartago, el 9 de julio de 1735; su padre, el capitán don Pedro Zavaleta,
era natural de la villa de Hernani, en Guipúzcoa.

436. Se desconoce
437. Se desconoce
438. Se desconoce
439. Se desconoce

440. Juan Ventura Segura


441. Ana Efigenia Montero Barboza
Juan Ventura y Ana Efigenia casaron en San José, el 11 de agosto de 1765

442. Juan José Rojas


443. Juana de los Ángeles Varela
Juan José fue consignado como español. Juana de los Ángeles era viuda de Esteban Herrera.
Juan y María de los Ángeles casaron en San José, el 22 de abril de 1773.

49
444. Marcos Antonio Salazar
445. Lucía de los Ángeles Barrantes
Marcos Antonio y Lucía casaron en San José, el 6 de diciembre de 1756.

446. José Antonio Zúñiga Durán


447. Doña María Manuela Porras Avendaño
José Antonio fue bautizado en Villa Vieja, el 22 de agosto de 1736.
José Antonio y María Manuela casaron en San José, el 20 de junio de 1758.
José Antonio falleció de repente en la Villa Nueva (San José), el 24 de mayo de 1780.

448. Se desconoce
449. Se desconoce
450. Se desconoce
451. Se desconoce

452. Juan Manuel Hernández


453. Doña Teresa Umaña de las Alas
Teresa era viuda de don Juan Soto

454. Ignacio Oviedo González


455. Doña María Natividad Herrera Solórzano
Ignacio y María Natividad casaron en Heredia, el 8 de octubre de 1761.

456. Juan Miguel del Castillo


457. María Osés
[citada también como María Morera]

458. Juan José Soto Moya


459. Andrea Araya Salazar

460. Juan Alfaro


461. Magdalena Sánchez

462. Miguel Segura


463. Juana Campos

464. Don Juan José López de la Rea


465. Doña Juana Josefa Piedra Hidalgo
Dn. Juan José casó en segundas nupcias en Cartago, el 21 de enero de 1772, con Rita Gertrudis de la Rosa.

466. Don Antonio Cayetano Herrera Fonseca


467. Doña Mariana González Rodríguez

468. Don Juan José Sáenz Castro


469. Doña Francisca Mata Arias
Juan José y Francisca casaron en San José, el 29 de febrero de 1764. Juan José testó en San José, el 10 de
noviembre de 1809, el testamento quedó protocolizado en Cartago, en dicho testamento consta que uno de los hijos
de don Juan José y doña Francisca se llamó José Valerio, y fue casado con Ana Juliana Alfaro.

470. José Trinidad Alfaro González


471. María Josefa Arias Ugalde
Fueron vecinos de Heredia.

472. Juan Murillo


473. Doña Teresa Ulate

50
474. Don José Manuel Arias
475. Doña Clara Rodríguez Martínez
Dn. José Manuel era labrador, fue bautizado en Villa Vieja, el 19 de abril de 1722.

476. Capitán Gaspar González Murillo


477. Doña Catarina Alfaro Morera
Da. Catarina murió en el Valle de Barva, en 1755, año en que se efectuó su mortual. Gaspar una vez viudo casó 2º
con Da. María de la Trinidad de Villalobos.

478. Capitán José de Saborío


479. Doña Felipa Segura Pérez de Cote

480. [Muy posiblemente Pedro José Jara]


[también conocido como Pedro José Hernández]
481. [Muy posiblemente Francisca Amores]

482. Sargento Antonio Ramírez


483. Dionisia Villegas

484. Se desconoce
485. Se desconoce
486. Se desconoce
487. Se desconoce

488. Capitán José Francisco Monge Quesada [es el mismo número 318 y 376; hermano del número 154]
489. Doña Josefa Rita Aguilar Solano [es la misma número 319 y 377; hermana de la número 135]

490. Sargento José Narciso Badilla Vargas [hermano del número 158]
491. Doña María Josefa Serfarina Solís Castro
Narciso fue bautizado en la villa de San José, el 5 de noviembre de 1741; Narciso y Josefa contrajeron matrimonio
en San José, el 3 de agosto de 1764.
Tras enviudar, Narciso contrajo segundas nupcias en Escazú, el 24 de agosto de 1803, con María Araya Monge,
hija de Juan Araya y María Monge.

492. José de la Candelaria Guerrero


493. Juana Josefa Godínez
Casaron en San José, el 12 de octubre de 1776

494. Antonio Mora


495. Josefa Vargas

496. Se desconoce
497. Se desconoce
498. Se desconoce
499. Se desconoce

500. Pablo José Garita Carrillo [es el mismo número 252]


501. María Josefa Andrea Barboza Ramírez [es la misma número ]

502. Bernabé Carballo Sánchez


503. María de la Rosa Ruiz Araya
[citada también como María Ramírez]
Bernabé y María contrajeron matrimonio en Heredia, el 2 de agosto de 1794. Invariablemente son citados como
mestizos.

51
504. José Garita [es el mismo número 1000]
505. María del Rosario Carrillo [es la misma número 1001]

506. José Raimundo Barboza Leitón [es el mismo número 1002]


507. María Sebastiana Ramírez Ortega [es la misma número 1003]
[también citada como María Sebastiana Bonilla]
José Raimundo y María Sebastiana contrajeron matrimonio en la ciudad de Cartago, el 11 de junio de 1755. Sus
descendientes son consignados casi siempre como mestizos.

508. Juan Manuel Zamora


509. Francisca Ballesteros

510. Se desconoce
511. Se desconoce

OCTAVA NIETA DE:


512. ¿Marcos de Chinchilla Vargas?
513. ¿Señora de apellido Polo?

514. Se desconoce
515. Se desconoce

516. Domingo de Quirós [es el mismo número 756]


517. Juana Loaiza [es la misma número 757]

518. Sargento Miguel González [es el mismo número 586 y 758]


519. Antonia de Segura [es la misma número 587 y 759]

520. Alférez Gregorio de Ureña [es el mismo número 744]


521. Doña Josefa López [es la misma número 367, 623 y 745]

522. Juan Francisco Morales [es el mismo número 746]


523. Manuela de Mora [es la misma número 747]

524. Sargento Juan Durán


525. María de la Rosa Muñoz

526. Se desconoce
527. Se desconoce
528. Se desconoce
529. Se desconoce

530. Se desconoce
531. Dominga Fallas
Véase “Un siglo de engaños”, de Mauricio Meléndez, en Entre dios y el diablo (EUCR, 1993), de Tatiana Lobo
Wiehoff; también puede consultar una versión más reciente en http://www.mtholyoke.edu/acad/latam/africania.html
(en la sección de textos de ese proyecto).

532. Se desconoce
533. Se desconoce
534. Se desconoce
535. Se desconoce

536. Antonio Miguel Retana Sandoval


537. María de la Candelaria Fuentes

52
538. Hermano Cristóbal Monge [es el mismo número 298, 354, 570, 650 y 662]
539. [tal vez Petronila Bonilla] [es la misma número 299, 355, 571, 651 y 663]
[también citada como Petronila Guevara y Petronila Villarreal]

540. [Muy posiblemente Pedro de Aguilar] [es el mismo número 1276 y 1508]
541. [Muy posiblemente María de Chaves] [es la misma número 1277 y 1509]

542. Se desconoce
543. Se desconoce
544. Se desconoce
545. Se desconoce
546. Se desconoce
547. Se desconoce
548. Se desconoce
549. Se desconoce
550. Se desconoce
551. Se desconoce
552. Se desconoce
553. Se desconoce
554. Se desconoce
555. Se desconoce
556. Se desconoce
557. Se desconoce
558. Se desconoce
559. Se desconoce

560. Sargento Baltasar de Mora [es el mismo número 730]


561. Lucrecia Martínez Enríquez [es la misma número 731]

562. Capitán Benito Barrantes


563. Doña Lucía de Villalobos Sibaja

564. Alférez Juan Rodríguez de Castro [es el mismo número 588]


565. Doña Sebastiana de Aguirre [es la misma número 589]
Él era natural de La Nava del Rey, montañas de Burgos, Castilla La Vieja, España. Ella, de Cartago.

566. Miguel Ángel Elizondo [es el mismo número 590]


[más conocido como Miguel Ángel Lizondo, o Lizondro]
567. Gertrudis Falcón Romero [es la misma número 591]

568. [tal vez Miguel López Gamboa] [es el mismo número 296, 648, 660 y 764]
569. [tal vez Casilda Elizondo Falcón] [es la misma número 297, 649, 661 y 765; hermana de la número 283 y
295]
[citada casi siempre como Casilda Lizondo]

570. Cristóbal Monge [es el mismo número 298, 354, 650 y 662]
571. [tal vez Petronila Bonilla] [es la misma número 299, 355, 651 y 663]

572. José Chacón [es el mismo número 300 y 652]


573. [Doña] Cayetana Matamoros [es la misma número 301 y 653]

574. Se desconoce
575. Doña Manuela Petronila Zavaleta Osés Navarro [es la misma número 303 y 655]

576. Se desconoce
577. Se desconoce

53
578. Alférez Miguel de Salazar
579. Francisca de Chaves Hernández

580. Juan Bautista de Coto Núñez


581. María de los Santos Chacón Sojo

582. Sargento Francisco de Rojas Oñate


583. Juana de Aguilar

584. Capitán Sebastián Meléndez Chacón


585. Ana González

586. Sargento Miguel González [es el mismo número 518 y 758]


587. Antonia de Segura [es la misma número 519 y 759]

588. Alférez Juan Rodríguez de Castro [es el mismo número 564]


589. Doña Sebastiana de Aguirre [es la misma número 565]

590. Miguel Ángel Elizondo [es el mismo número 566 y 594]


[más conocido como Miguel Ángel Lizondo, o Lizondro]
591. Gertrudis Falcón Romero [es la misma número 567 y 595]

592. Se desconoce
593. Se desconoce

594. Miguel Ángel Elizondo [es el mismo número 566 y 590]


[más conocido como Miguel Ángel Lizondo, o Lizondro]
595. Gertrudis Falcón Romero [es la misma número 567 y 591]

596. [tal vez don Juan Francisco Avendaño] [es el mismo número 708, 1076, 1140, 1300 y 1324]
597. María Monge Chacón [es la misma número 709, 1077, 1141, 1301 y 1325]

598. Se desconoce [es el mismo número 710, 1078, 1142, 1302 y 1326]
599. Bernarda Gómez [es la misma número 711, 1079, 1143, 1303 y 1327; y posiblemente es la misma número
617]

600. Bernardo Chacón Peñaranda


601. [posiblemente Juana Pérez ¿o Pereira?]

602. Se desconoce
603. Petronila de Matamoros

604. Se desconoce
605. Se desconoce

606. Sargento mayor don Juan de Zavaleta


607. Doña Antonia de Osés Navarro Calvo
Él era natural de Fuenterrabia, Guipúzcoa, País Vasco. Ella, de Cartago.

608. Se desconoce
609. Se desconoce
610. Se desconoce
611. Se desconoce
612. Se desconoce
613. Se desconoce

54
614. Se desconoce
615. Se desconoce

616. Felipe Monge


617. Bernarda Gómez [posiblemente es la misma número 599, 711, 1143, 1303 y 1327]

618. Agustín de Quesada


619. Petronila Madrigal

620. Alférez Toribio de Rojas [es el mismo número 364]


621. María de Mora Martínez [es la misma número 365; hermana del número 288]

622. Se desconoce
623. Doña Josefa López [es la misma número 367 y 521]

624. Teniente José de Gamboa


625. [¿Doña Petronila Vélez de Guevara?]

626. Teniente Francisco Morales


627. Juana Cordero

628. Se desconoce
629. Se desconoce
630. Se desconoce
631. Se desconoce

632. Juan Cristóbal Padilla


633. Se desconoce

634. Se desconoce
635. Se desconoce

636. Capitán Francisco Monge Gómez [es el mismo número 308 y 752]
637. María de Quesada Madrigal [es la misma número 309 y 753]

638. [Don] Juan José de Aguilar [es el mismo número 270 y 754]
[muy posiblemente Aguilar Chaves]
639. Doña Juana María Solano [es la misma número 271 y 755]

640. Se desconoce
641. Gertrudis Fallas [es la misma número 265]

642. Se desconoce
643. Se desconoce

644. Diego Antonio de Quirós


645. María Catalina Chinchilla Orozco
[también conocida como María Catalina Polo Orozco]

646. Manuel Monge [es hijo del número 298, 354, 570, 650 y 662, y posiblemente hijo de la número 299, 355, 571,
651 y 663]
[posiblemente Monge Bonilla]
647. Manuela de los Reyes Mora

55
648. [tal vez Miguel López Gamboa] [es el mismo número 296, 568, 660 y 764]
649. [tal vez Casilda Elizondo Falcón] [es la misma número 297, 569, 661 y 765; hermana de la número 283 y
295]
[citada casi siempre como Casilda Lizondo]

650. Hermano Cristóbal Monge [es el mismo número 298, 354, 538, 570 y 662]
651. [Tal vez Petronila Bonilla] [es la misma número 299, 355, 539, 571 y 663]

652. José Chacón [es el mismo número 300 y 572]


653. [Doña] Cayetana Matamoros [es la misma número 301 y 573]

654. Se desconoce
655. Doña Manuela Petronila Zavaleta Osés Navarro [es la misma número 303 y 575]

656. Se desconoce
657. Se desconoce
658. Se desconoce
659. Se desconoce

660. [tal vez Miguel López Gamboa] [es el mismo número 296, 568, 648 y 764]
661. [tal vez Casilda Elizondo Falcón] [es la misma número 297, 569, 649 y 765; hermana de la número 283 y
295]
[citada casi siempre como Casilda Lizondo]

662. Hermano Cristóbal Monge [es el mismo número 298, 354, 538, 570 y 650]
663. [Tal vez Petronila Bonilla] [es la misma número 299, 355, 539, 571 y 651]

664. Se desconoce
665. Se desconoce
666. Se desconoce
667. Se desconoce
668. Se desconoce
669. Se desconoce
670. Se desconoce
671. Se desconoce
672. Se desconoce
673. Se desconoce
674. Se desconoce
675. Se desconoce
676. Se desconoce
677. Se desconoce

678. Capitán José de la Cruz y Morales


679. Doña Marcelina Fallas de la Vega Solano

680. Agustín de Araya [es el mismo número 288, 748 y 918]


681. Jacoba de Salazar Chaves [es la misma número 289, 749 y 919]

682. Diego de Coto Chacón [es el mismo número 290 y 340]


683. Manuela de Rojas Aguilar [es la misma número 291 y 751]

684. José Campos


685. Catarina de Aguilar

56
686. Capitán Juan Masís
687. Doña María Fernández de Acosta

688. Se desconoce
689. Se desconoce
690. Se desconoce
691. Se desconoce

692. Manuel Vargas


693. Gabriela de Coto [muy posiblemente hermana de la número 145, 341 y 375]
[muy posiblemente Coto Rojas]

694. Cristóbal Solano


695. Francisca Salazar

696. Sargento Justo Pastor de Chaves


697. Doña María del Carmen Meléndez

698. José de la Sala


699. [Doña] Juliana Monge Bustamante

700. Don Tomás de Umaña Núñez Bejarano


701. Doña Micaela Chacón Matamoros

702. Se desconoce
703. Se desconoce

708. [tal vez don Juan Francisco Avendaño] [es el mismo número 596, 1076, 1140, 1300 y 1324]
709. María Monge Chacón [es la misma número 597, 1077, 1141, 1301 y 1325]

710. Se desconoce [es el mismo número 598, 1078, 1142, 1302 y 1326]
711. Bernarda Gómez [es la misma número 599, 1079, 1143, 1303 y 1327 y posiblemente es la misma número
617]

712. Se desconoce
713. Se desconoce
714. Se desconoce
715. Se desconoce
716. Se desconoce
717. Se desconoce

718. Capitán Francisco Fallas de la Vega


719. Doña Mariana Solano Vásquez de Coronado
Él era natural de Sevilla, España; ella, de Cartago.

720. Alférez Juan de Dios de Alfaro del Peso


721. Juana de Oviedo Tapia
[también citada como Juana Sánchez de Oviedo]

722. Ayudante Roque Jacinto de la Fuente


723. María de Aguilar

724. Se desconoce
725. Se desconoce
726. Se desconoce
727. Se desconoce

57
728. Se desconoce
729. [tal vez Lucía de Rojas]

730. Sargento Baltasar de Mora [es el mismo número 560]


731. Lucrecia Martínez Enríquez [es la misma número 561]

732. Se desconoce
733. Se desconoce

734. Juan López


735. Doña Gertrudis Solano Vásquez de Coronado

736. Matías de Quesada


737. Micaela del Castillo

738. Matías de Trejos


[también citado como Matías de Trejo]
739. Isabel de Astorga

740. Francisco Chavarría


741. Inés Núñez

742. Se desconoce
743. Se desconoce

744. Alférez Gregorio de Ureña [es el mismo número 520]


745. Doña Josefa López [es la misma número 367, 521 y 623]

746. Juan Francisco Morales [es el mismo número 522]


747. Manuela de Mora [es la misma número 523]

748. Agustín de Araya [es el mismo número 288, 680 y 918]


749. Jacoba de Salazar Chaves [es la misma número 289, 681 y 919]

750. Diego de Coto Chacón [es el mismo número 290 y 682]


751. Manuela de Rojas Aguilar [es la misma número 291 y 683]

752. Capitán Francisco Monge Gómez [es el mismo número 308 y 636]
753. María de Quesada Madrigal [es la misma número 309 y 637]

754. [Don] Juan José de Aguilar [es el mismo número 270 y 638]
[muy posiblemente Aguilar Chaves]
755. Doña Juana María Solano [es la misma número 271 y 639]

756. Domingo de Quirós [es el mismo número 316]


757. Juana Loaiza [es la misma número 317]

758. Sargento Miguel González [es el mismo número 318]


759. Antonia de Segura [es el mismo número 319]

760. Se desconoce
761. Se desconoce
762. Se desconoce
763. Se desconoce

58
764. [tal vez Miguel López Gamboa] [es el mismo número 296, 568, 648 y 660]
765. [tal vez Casilda Elizondo Falcón] [es la misma número 297, 569, 649 y 661; hermana de la número 283 y
295]
[citada casi siempre como Casilda Lizondo]

766 Se desconoce
767. Se desconoce
768. Se desconoce
769. Se desconoce
770. Se desconoce
771. Se desconoce
772. Se desconoce
773. Se desconoce
774. Se desconoce
775. Se desconoce
776. Se desconoce
777. Se desconoce
778. Se desconoce
779. Se desconoce
780. Se desconoce
781. Se desconoce
782. Se desconoce
783. Se desconoce
784. Se desconoce
785. Se desconoce
786. Se desconoce
787. Se desconoce
788. Se desconoce
789. Se desconoce

790. José Antonio Angulo


791. María Zamora Delgado

792. Capitán Sebastián Valverde


793. Feliciana Villalobos

794. Capitán Juan Francisco Sáenz


795. Doña Francisca Martínez Venegas

800. Capitán Antonio Solórzano León


801. Casilda Morera Azofeifa
Antonio es el fundador de la familia Solórzano en Costa Rica, era natural de la ciudad de Tunja, en Cartagena de
Indias (Colombia).

802. Capitán Mateo de las Alas


803. Francisca Loría Arrieta

804. Miguel González de Oviedo


805. Gertrudis Meléndez

806. Se desconoce
807. Se desconoce
808. Se desconoce
809. Se desconoce
810. Se desconoce

59
811. Se desconoce

812. Capitán Nicolás Arias


813. Doña Gertrudis Álvarez de Oviedo.

814. Capitán Juan de Ugalde


815. Doña María de la Rosa Rodríguez

816. Se desconoce
817. Se desconoce
818. Se desconoce
819. Se desconoce
820. Se desconoce
821. Se desconoce
822. Se desconoce
823. Se desconoce
824. Se desconoce
825. Se desconoce
826. Se desconoce
827. Se desconoce
828. Se desconoce
829. Se desconoce
830. Se desconoce
831. Se desconoce
832. Se desconoce
833. Se desconoce
834. Se desconoce
835. Se desconoce
836. Se desconoce
837. Se desconoce
838. Se desconoce
839. Se desconoce
840. Se desconoce
841. Se desconoce
842. Se desconoce
843. Se desconoce
844. Se desconoce
845. Se desconoce
846. Se desconoce
847. Se desconoce
848. Se desconoce
849. Se desconoce
850. Se desconoce
851. Se desconoce

852. Antonio de Zúñiga


853. María Josefa Durán Muñoz [hermana del número 262]

854. José Manuel de Porras Chaves


855. Cecilia Avendaño Solís

856. Se desconoce
857. Se desconoce
858. Se desconoce
859. Se desconoce
860. Se desconoce

60
861. Se desconoce
862. Se desconoce
863. Se desconoce
864. Se desconoce
865. Se desconoce
866. Se desconoce
867. Se desconoce
868. Se desconoce
869. Se desconoce
870. Se desconoce
871. Se desconoce
872. Se desconoce
873. Se desconoce
874. Se desconoce
875. Se desconoce
876. Se desconoce
877. Se desconoce
878. Se desconoce
879. Se desconoce
880. Se desconoce
881. Se desconoce
882. Se desconoce
883. Se desconoce
884. Se desconoce
885. Se desconoce
886. Se desconoce
887. Se desconoce
888. Se desconoce
889. Se desconoce
890. Se desconoce
891. Se desconoce
892. Se desconoce
893. Se desconoce
894. Se desconoce
895. Se desconoce
896. Se desconoce
897. Se desconoce
898. Se desconoce
899. Se desconoce
900. Se desconoce
901. Se desconoce
902. Se desconoce
904. Se desconoce
905. Se desconoce

906. Cristóbal de Umaña


907. Tomasina de las Alas

908. Juan Oviedo


909. Josefa González

910. Don Ventura Herrera Esquivel


911. Doña María Francisca Solórzano Morera

912. Se desconoce
913. Se desconoce

61
914. Se desconoce
915. Se desconoce

916. Manuel de Soto


917. Doña Nicolasa Cayetana de Moya

918. Agustín de Araya [es el mismo número 288, 680 y 748]


919. Jacoba de Salazar [es la misma número 289, 681 y 749]

920. Se desconoce
921. Se desconoce
922. Se desconoce
923. Se desconoce
924. Se desconoce
925. Se desconoce
926. Se desconoce
927. Se desconoce
928. Se desconoce
929. Se desconoce
930. Se desconoce
931. Se desconoce

932. Hermano Matías Herrera Esquivel


933. Doña Mariana Fonseca Jara

934. Teniente Isidro González Alfaro


935. Doña Manuela Efigenia Rodríguez Gallegos

936. Capitán Gregorio Sáenz Vásquez


937. Doña Francisca Rodríguez de Castro

938. Benito Mata


939. Antonia de Arias

940. Don José de Alfaro


941. Doña María Manuela González

942. José Timoteo Arias


943. Luisa de Ugalde

944. Se desconoce
945. Se desconoce

946. [Posiblemente capitán Antonio Álvarez de Ulate]


947. [Posiblemente doña Francisca Hidalgo]

948. Don Felipe Arias Alfaro


949. Doña Victoria Jiménez Olivares

950. Alférez Gregorio Rodríguez


951. Juana de Jesús Martínez

952. Antonio González González


953. Águeda Murillo Quirós

62
954. Hermano Nicolás de Alfaro
955. María Morera Azofeifa

956. Capitán José de Saborío


957. Doña Juana Josefa Ballestero

958. Se desconoce
959. Se desconoce

960. [Muy posiblemente Pedro Hernández Jara]


961. [Muy posiblemente Dorotea Nicolasa del Camino Arias]
[Más conocida como Nicolasa Arias]

962. Se desconoce
963. Se desconoce
964. Se desconoce
965. Se desconoce
967. Se desconoce
968. Se desconoce
969. Se desconoce
970. Se desconoce
971. Se desconoce
972. Se desconoce
973. Se desconoce
974. Se desconoce
975. Se desconoce
976. Se desconoce
977. Se desconoce
978. Se desconoce
979. Se desconoce

980. Soldado Juan de Dios Padilla [es el mismo número 316]


981. Gertrudis Vargas [es la misma número 317]

982. Felipe Solís


983. Doña Rita de Castro

984. Se desconoce
985. Se desconoce
986. Se desconoce
987. Se desconoce
988. Se desconoce
989. Se desconoce
990. Se desconoce
991. Se desconoce
992. Se desconoce
993. Se desconoce
994. Se desconoce
995. Se desconoce
996. Se desconoce
997. Se desconoce
998. Se desconoce
999. Se desconoce

1000. José Garita [es el mismo número 504]


1001. María del Rosario Carrillo [es la misma número 505]

63
1002. José Raimundo Barboza Leitón [es el mismo número 506]
1003. María Sebastiana Ramírez Ortega [es la misma número 507]

1004. Bernardo Carballo


1005. Petronila Sánchez
[citada también como Tecla Sánchez]

1006. José Domingo Ruiz


[citado también como Domingo Ramírez]
1007. María Candelaria Araya

1008. Se desconoce
1009. Se desconoce
1010. Se desconoce
1011. Se desconoce

1012. José Barboza


1013. María del Pilar Leitón

1014. Juan Ramírez


1015. María de la Trinidad Ortega

1016. Se desconoce
1017. Se desconoce
1018. Se desconoce
1019. Se desconoce
1020. Se desconoce
1021. Se desconoce
1022. Se desconoce
1023. Se desconoce

Notas:
1
Apartado tomado del artículo “Genealogía de don José Joaquín Trejos Fernández (hasta sus sextos abuelos)”, de Mauricio Meléndez, por salir
en Orígenes 1, revista de la Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica.
2
Entendido como la buena reputación y posición social que daba el pertenecer a una familia hidalga.
3
Los números entre paréntesis remiten al número que le corresponde al antepasado de doña Laura, según el método de Sosa-Stradonitz.
4
Véase artículo “Retratos hablados de algunos milicianos del Valle Central (entre 1741 y 1745)”, de Mauricio Meléndez, en Revista de la
Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas N° 41, Noviembre del 2004. Pág. 543.
5
Este apartado fue tomado del trabajo Genealogías de Atenas y Palmares hasta 1940 (inédito), de Ramón Villegas Palma.
6
De acuerdo con el abogado Federico Mata Herrera.
7
Véase artículo al respecto en la revista Orígenes 1 (próxima a salir), de la Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica.
8
Algunos genealogistas han investigado estas ascendencias, particularmente destacan los trabajos (inéditos) de German Bolaños Zamora y
(publicados) de Carlos Hernán Segura Rodríguez (q.d.D.g.).
9
Algunos de los antepasados de doña Laura que descienden de los Méndez de Sotomayor son Francisca de Chaves Hernández [579], Jacoba
de Salazar Chaves [681] y el sargento Justo Pastor de Chaves [696].
10
Sobre los orígenes africanos de los costarricenses del Valle Central puede verse el libro Negros y blancos, todo mezclado (EUCR), de Tatiana
Lobo y Mauricio Meléndez.
11
Información tomada y adaptada del artículo “Los Chinchilla de San José”, de Mauricio Meléndez Obando publicado en Raíces
(http://www.nacion.co.cr/ln_ee/ESPECIALES/raices/raices34.html).
12
Antepasados de Mauricio Meléndez Obando, por parte de padre y madre.
13
En el artículo sobre los Chinchilla de San José, Meléndez había dado más fuerza a la posibilidad de que Pedro fuera hijo de Gaspar de
Chinchilla; revalorando las fechas, Meléndez se inclina más por la posibilidad de que fuera nieto suyo, quizá hijo de Marcos de Chinchilla.

64
14
Sobre la descendencia de Catalina Tuia, véase el artículo “Las raíces indígenas de los ticos”, de Mauricio Meléndez
(http://www.nacion.co.cr/ln_ee/ESPECIALES/raices/raices19.html).
15
Sobre la familia Castro, véase el artículo “Los Castro de Costa Rica”, de Mauricio Meléndez
(http://www.nacion.co.cr/ln_ee/ESPECIALES/raices/raices14.html).
16 Sobre otros parentescos entre políticos, pueden verse los artículos “A la sombra de un mismo árbol”, de Mauricio Meléndez
(http://wvw.nacion.com/ln_ee/ESPECIALES/raices/raices27.html).
17
Sobre la genealogía ascendente de don Abel Pacheco, véase artículo “Genealogía de Abel Pacheco de la Espriella, presidente de la
República, elegido para el periodo 2002-2006”, de Mauricio Meléndez
(http://wvw.nacion.com/ln_ee/ESPECIALES/raices/2005/mayo/31/raices45.html) y sobre algunos parentescos suyos véase “Parientes
reconocidos”, de Mauricio Meléndez (http://wvw.nacion.com/ln_ee/ESPECIALES/raices/parientes23.html).
18
Sobre otros parentescos entre políticos, véase el artículo “Parientes reconocidos”, de Mauricio Meléndez
(http://wvw.nacion.com/ln_ee/ESPECIALES/raices/parientes23.html).
19
Sobre otros parentescos entre políticos, véase el artículo “A la sombra de un mismo árbol”, de Mauricio Meléndez
(http://wvw.nacion.com/ln_ee/ESPECIALES/raices/raices27.html).
20
Sobre otros parentescos entre políticos, véase el artículo “Parientes reconocidos”, de Mauricio Meléndez
(http://wvw.nacion.com/ln_ee/ESPECIALES/raices/parientes23.html).
21
Este apartado se tomó y adaptó para este caso del artículo “Genealogía de don José Joaquín Trejos Fernández (hasta sus sextos abuelos)”,
de Mauricio Meléndez, por salir en Orígenes 1, revista de la Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica.
22
Es decir, la madre de la novia sería el 2 y el padre el 3; el 4 correspondería a la abuela materna; el 5, al abuelo materno; el 6, a la abuela
paterna y el 7, al abuelo paterno; y luego se aplicarían las fórmulas para seguir construyendo el árbol.
En todo caso, hay diversos métodos de presentar genealogía y lo más importante es explicar cuál es el que se escogió y aplicó.
23
Palacios Botero, Francisco Alonso (2002). Raíces ancestrales del Libertador Simón Bolívar. Medellín, Colombia: Biblioteca Jurídica Diké. Pág.
13.
24
Mario Alberto contrajo segundas nupcias, en 1994, con Viria Pilar de la Trinidad Campos Trejos (divorciados en el 2005) y terceras, en el
2007, con Viviana Cersósimo Bolaños.
25
Hay una homónima llamada María Emilce Miranda Castillo, conocida como María Emilce Miranda Arce, nacida en el barrio San José, cantón
central de Alajuela, el 16 de marzo de 1943.
26
Contrajo segundas nupcias el 21 de noviembre del 2003 con Philipe Jacques Huguenin.
27
Contrajo segundas nupcias con el periodista y escritor Carlos Cortés Zúñiga.}
28
Contrajo matrimonio, el 14 de julio de 1989, con Guillermo Rafael Arriaga Moreno (divorciados).
29
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr, consultada en abril del
2010), Yves de la Goublaye afirma que José María Chinchilla (número 16) era Chinchilla López, cuando en realidad es Chinchilla Fallas; además,
cita que fue sepultado en Santiago de Puriscal, cuando en la partida de defunción dice claramente Aserrí. El artículo está publicado en la llamada
Revista Electrónica de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas; sin embargo, los contenidos de esta “publicación” son cambiados y
hasta eliminados, según nos consta, con criterios de actualización de un sito web, mas no de una publicación periódica, que no debería
presentar esta costumbre aunque sea digital.
30
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr, consultado en abril del
2010), Yves de la Goublaye afirma que Antonio fue sepultado en Santiago de Puriscal, pero la partida dice claramente Aserrí. Quizá se equivoca
por la referencia errónea que tienen los mormones en su sitio web, donde las defunciones de Aserrí aparecen clasificadas como de Santiago de
Puriscal.
31
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr, consultado en abril del
2010), Yves de la Goublaye la cita como Estefanía; sin embargo, en los documentos que nosotros consultamos siempre es citada como
Estéfana.
32
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr, consultado en abril del
2010), Yves de la Goublaye afirma que fue sepultado en Santiago de Puriscal, pero la partida dice claramente Aserrí.
33
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr, consultado en abril del
2010), Yves de la Goublaye afirma que el número 32 corresponde a Manuel de Jesús Chinchilla Quirós, ignoramos la fuente en que se basó,
pero en la partida de bautizo de Pedro Chinchilla Ulloa constan claramente los nombres de sus abuelos paternos: Pedro Chinchilla y María
Fallas. Véase, además, número 16.
34
Véase nota anterior.
35
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr, consultado en abril del
2010), Yves de la Goublaye afirma que el número 64 corresponde a Blas Antonio Chinchilla, quien en realidad es el número 128. Por tanto, los
antepasados del Antonio Miguel Chinchilla Quirós presentan algunos errores. Para las siguientes generaciones mejor comparar los nombres que
brindamos nosotros y los que da De la Goublaye.
36
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr, consultado en abril del
2010), Yves de la Goublaye afirma que María Nicolasa Quirós González corresponde a la número 65, cuando en realidad es la número 129. El
nombre que da De la Goublaye para la número 65 y los antepasados de ella están totalmente equivocados.
37
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr, consultado en abril del

65
2010), Yves de la Goublaye afirma que el número 66 es Concepción López, lo cual es un error pues se trata de José Fallas Calderón. Ignoramos
la razón para tal equivocación.
38
En el trabajo “Ascendencia de doña Laura Chinchilla Miranda (avance de investigación)” (httt://www.genealogia.or.cr), Yves de la Goublaye
afirma que la número 67 corresponde a Luz Chacón, cuando lo correcto es Josefa Retana Aguilar. Ignoramos la razón para tal equivocación.
39
Aunque la partida matrimonial de don Antonio Solórzano y doña María Jiménez no fue hallada, en la partida de bautizo de Bárbara de Jesús
Solórzano Jiménez, en Alajuela, el 8 de noviembre de 1815, consta el nombre de los abuelos paternos y maternos.

Los generales Blanco y Salazar: entre el heroísmo y el estigma


Segunda parte
Capítulo VII

Genealogía descendente del General Lorenzo Salazar Alvarado

Emilio Gerardo Obando Cairol


Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica, Presidente
emiliobando@ice.co.cr.

1
De su historia familiar

El patrimonio más emblemático de los Salazar es la Hacienda o Finca Las Ánimas en el barrio de La Uruca, en San
José, porque fue una propiedad que se traspasó de generación en generación, desde el siglo XIX hasta el siglo XX.

La finca Las Ánimas surgió de una segregación de la Hacienda “Las Cajas”, que pasó a llamarse luego Entre Ríos,
ya que cubría todo el sector oeste de La Uruca y constituía, digamos una caja, cuyos lados o límites lo fijaban el río
Virilla por los sectores norte y oeste y el río Torres por el sector sur.

El nombre de Las Ánimas dado a la finca parece provenir de la creencia de que en sus predios había una botija,
resguardada celosamente por un alma o ánima en pena, que a cambio de entregarla debía compensársele con su
rescate del purgatorio, a fin de que gozara del descanso eterno.

Con motivo de la muerte de don Lorenzo Chacón, padre de doña Braulia, la esposa de don Lorenzo Salazar, le
correspondió a ésta el 23 de noviembre de 1870 heredar un lote de siete manzanas 4.491 varas cuadradas,
identificado como parte del lote No. 4 de la Hacienda Entre Ríos, en partición que hizo su hermano Rafael Chacón
Fernández.

Al abrirse la mortual de don Lorenzo Salazar el 23 de octubre de 1872, la finca Las Ánimas, dedicada al cultivo y
procesamiento del café para exportación, y valorada en 704 pesos 71 centavos, fue heredada por su viuda, doña
Braulia Chacón Ulloa. En ese entonces, únicamente dos de sus hijos eran mayores y casados, Manuel Antonio y
María, representados por su tío Francisco Chacón Ulloa. Los restantes, Filadelfo, Liboria Práxedes de Jesús,
Carlos, Francisco José, Julia, de 12 años, y Gerardo Salazar Chacón, eran menores de edad. Por decisión conjunta
la finca pasó en su totalidad a poder de doña Braulia, agregándose a ella el lote que doña Braulia había heredado
de su padre.

Luego de diversas transacciones, la finca Las Ánimas quedó configurada en tres bloques, dos de ellos integrados
por 39 manzanas 8.733 varas cuadradas, propiedad de doña Braulia Chacón y una tercera sección heredada por
Alejandro Jiménez Bonnefil, a la muerte de su padre Alejo Jiménez, valorada en 5.891 pesos. Lo anterior según
escritura de 2 de octubre de 1884.

Con fecha 20 de julio de 1890, doña Braulia vende la Finca Las Ánimas, por partes iguales a sus hijos Filadelfo y
José Francisco Salazar Chacón, por la suma de dos mil pesos. Al morir Filadelfo el 14 de octubre de 1893, nueve
días después de la muerte de doña Braulia, la mitad de la finca que era de Filadelfo es adjudicada a su primo

66
Manuel Salazar Montealegre, por la suma de 2.700 pesos. En esa oportunidad, Manuel decide vender esa mitad a
Francisco Salazar Chacón, su primo, por la suma de 3.293 pesos, quedando así la totalidad de la hacienda en
poder de este último

Luego de diversas transacciones, la parte que pertenecía a Alejandro Jiménez pasa a ser propiedad de Pedro
Zumbado Guzmán, quien el 17 de enero de 1901 opta por venderla a Francisco Salazar, en la suma de 15.000
colones. El 1° de junio de 1916 don francisco traspasa la propiedad a su hizo Carlos Salazar Chavarría, por el
simbólico monto de cien pesos.

Con fecha 28 de enero de 1954, a poco de que muriera su madre el 26 de ese mismo año, don Carlos Salazar,
traspasa la finca, con un valor de 113.896 colones, a “Finca Las Ánimas, Sociedad de Responsabilidad Limitada.

A inicios de la década de los setenta del siglo pasado, la finca es vendida a terceros, reservándose una parte de ella
para ser urbanizada por la empresa Carrez S. A., adquiriendo el nombre de Urbanización Cristal La mayor parte de
los hijos de don Carlos, de la rama Salazar Jiménez residen actualmente en esa urbanización.

Casa principal del beneficio de la Finca Las Ánimas, en la Uruca

En la actualidad, la familia Salazar, en las personas de José Enrique y Sergio, tataranietos del general Lorenzo
Salazar, conservan, con algunas remodelaciones, la casa principal del beneficio que tenía la Hacienda Las Ánimas,
en la Uruca. Es una hermosa y amplia construcción, que tiene todavía algunas paredes de adobe, columnas de
troncos de madera, y un portón de madera. Que da a la calle central que comunica las instalaciones del Hospital
México con otrora Finca de la Caja, hoy ocupada en su mayor parte por la ciudadela La Carpio.
Don Carlos, productor y exportador de café, poseía, además de la Finca Las Ánimas, distintas propiedades en
diferentes zonas del país. Algunas de ellas fueron la Finca la Uruca, ubicada en Cinco Esquinas de Tibás, la
hacienda Pirro, a la entrada de Heredia, otra finca en San Roque de Barba, la Hacienda Toro Amarillo, en Guápiles,
así como otras propiedades en Guanacaste. Dichos activos eran manejados, entre otros por sus empresas
Cafetalera Río Pirro Ltda. y Espinos de la Montaña Ltda., Sociedad Agrícola de Barva Elena de Salazar Sucesores
Limitada, Inversiones El carmen Sociedad Anónima.

67
Hombre emprendedor, manejaba con estricto
orden la administración y producción de sus
propiedades, contando para ello con la
colaboración de su fiel amigo José Manuel
Quesada, hijo de María Quesada y quien
casó con Angelina Ugalde Brenes, de quien
tuvo diez hijos, nueve de los cuales fueron
apadrinados por Francisco Salazar Chacón y
Elena Chavarría, a veces juntos, a veces uno
o el otro. La tradición familiar de los Salazar
presume que José Manuel Quesada era hijo
de don Francisco y por tanto hermano de don
Carlos.

Don Carlos Salazar Chavarría

La honestidad y transparencia con que don


Carlos manejaba sus negocios se refleja en una
anécdota que contara al autor su hijo Carlos
Manuel Salazar Jiménez. Resulta que don
Carlos poseía una propiedad en Cinco
Esquinas de Tibás, donde luego se ubicaría el
Complejo Kamakiri y más recientemente la
terminal de la empresa Caribeños, que brinda
servicio de transporte a la zona atlántica. A don
Carlos le ofrecieron vender una propiedad de la
Cervecería Traube, colindante con la suya y a
orillas del río Torres. Don Carlos que era socio
de la Florida Ice & Farm Co., desde su
creación, junto con Jaime Solera Bennet y
Manuel Jiménez De la Guardia, e integrante de
su Junta Directiva durante más de 40 años,
consideró que hacer la negociación era poco
prudente pues sentía que había un conflicto de
intereses y que era más razonable que fuera la
propia Florida la que efectuara la transacción.
Esa era don Carlos, un hombre probo y con un
alto sentido de la palabra honestidad, que
aplicaba en su vida personal y en sus negocios.
Don Carlos Salazar, último de pie, a mano derecha, en sesión de 2
Junta Directiva de la Florida Ice & Farm Co. Año 1957.
Fuente: 100 años Florida Ice & Farm Co. Pág. 13.

68
Don Lorenzo Salazar poseía una
elegante y amplia casa en el
distrito El Carmen, en San José,
sita 100 metros al norte de la
Iglesia del Carmen, en la esquina
frente al terreno que ahora ocupa
el Hotel Europa, en avenida 5ª y
calle central, casa en la que
nacieron sus hijos a partir de
1847 y también su nieto Carlos
Salazar Chavarría en 1894. para
agosto de 1901, ya pasaba frente
a ella en la calle central, el
tranvía de San José, inaugurado
el 18 de agosto de 1901.
Casa de Lorenzo Salazar en el Barrio El Carmen

Es probable que para 1910, al adquirirse la Casa Rosada, de la que se tratará a continuación, don Francisco
Salazar y doña Elena Chavarría vendieran su propiedad en el barrio El Carmen, ya menos tranquila con el bullicioso
ruido del nuevo tranvía, que introducía la modernidad en la boyante ciudad que comenzaba a ser San José. La
nueva propiedad se situaba en una zona alejada del centro de la ciudad.

La Casa Rosada, antigua y bella edificación ubicada al costado sur del Parque Nacional, en San José, fue otra
propiedad que formó parte del patrimonio de los Salazar. La casa pertenecía al Hospicio de Incurables, hoy llamado
Asilo de Ancianos Carlos María Ulloa.

“El asilo estuvo instalado durante varios años en la Casa de Adobes (o casa Rosada) que había en ese lugar, hasta
que pudo adquirir la propiedad donde ahora se encuentra, al norte de la ciudad de San José, en las inmediaciones
del río Torres. Después de haber construido un amplio edificio en su nueva propiedad, el asilo vendió la Casa de
Adobes por la suma de treinta y dos mil colones. La casa fue comprada por doña Elena Chavarría y en la escritura
respectiva se dice que está compuesta por “una sala, tres aposentos corredor, cuarto caedizo (próximo a caerse),
3
cocina, y algunas otras piezas interiores”.

Don Carlos vivió en esa casa por 79 años., lo cual indica que la propiedad pudo haber sido adquirida por ahí de
1910 por su madre doña Elena Chavarría, con la autorización de su esposo don Francisco Salazar Chacón. Dona
Elena vivió en esa casa hasta julio de 1954 cuando falleció. La casa fue heredada por don Carlos, quien le hizo
algunas remodelaciones.

69
En esa casa residió doña Elena con don
Carlos, quien la adoraba hasta el punto que
nunca se casó. Su interés primordial fue velar
por ella y acompañarla en su viudez, desde
que falleció su padre don Francisco en
febrero de 1922. A la muerte de su primera
compañera, Gloria Rojas Salas (o Villalobos)
el 24 de mayo de 1929, don Carlos asumió
directamente la crianza de sus hijos Flora y
Carlos Francisco Salazar Rojas, de 6 años y
medio, y cinco años, respectivamente,
quienes también vivieron en esa propiedad.
Don Carlos fue, no obstante, un padre
responsable, inclinado a la armonía y
unificación familiar con su primera familia
Salazar Rojas y con las otras descendencias
que originó: los Salazar Jiménez, con Zelmira
Jiménez Cascante y los Salazar Vargas, con
Alicia Vargas Gutiérrez.

La Casa Rosada

Don Carlos tenía otra propiedad en Aranjuez,


en la que hoy se sitúa el Colegio México y,
más al oeste, un complejo deportivo. Ahí
tenía algunas vacas, las que eran ordeñadas
en la madrugada, deleitándose su propietario
en beber la leche “al pie de la vaca”, por lo
que todas las mañanas se la llevaban a la
Casa Rosada para que acompañara su
desayuno, siendo posiblemente vertida la
leche en una jarra de porcelana, de la misma
vajilla que solía usar doña Braulia de Salazar,
4
su abuela.

Pieza de la vajilla grabada con el nombre de Braulia de


Salazar.

A la muerte de don Carlos el 19 de agosto de 1989, sus herederos convinieron en vendérsela a la Asamblea
Legislativa, a fin de incorporarla a su complejo de edificios, integrado entonces por su edificio principal, el Castillo
Azul, las antiguas instalaciones del Colegio de Sión. El objetivo era instalar en la Casa Rosada algunas oficinas de
los diputados. “El Directorio de la Asamblea Legislativa aceptó la compra el 28 de agosto de 990 y pagó cincuenta y
dos millones de colones.”

De su familia y descendencia

Lorenzo de los Ángeles, quien nació en San José el 17 de agosto de 1813, fue el primogénito de la familia Salazar
Alvarado, con raíces cartaginesas, integrada por Benito Salazar Alpízar y María Alvarado Lis.

70
Doña Braulia Chacón Ulloa General Lorenzo Salazar Alvarado

Aunque en las Genealogías de Cartago hasta 1850, de Monseñor Víctor Manuel Sanabria, se indica que Lorenzo
casó con Braulia Chacón, sin agregar más datos, lo cierto es que no se ha encontrado evidencia de ello, a pesar de
haberse investigado en distintas parroquias de Cartago y San José. Braulia fue hija de Lorenzo Chacón y de Juana
Ulloa.

De la relación del general Lorenzo Salazar con doña Braulia, nacieron 11 hijos, de los cuales Clotilde (1849),
Rafaela Timotea (1854), y Gregorio Laureano (1855) murieron en su infancia. Filadelfo (1851), Carlos (h. 1856), y
Gerardo (1860) alcanzaron una edad adulta, pero permanecieron solteros y no tuvieron descendencia. Jesús
(1852), cuyo nombre completo era Liboria Práxedes de Jesús tuvo una hija natural.

En cuanto a Carlos, se conoce, por la mortuoria hallada en el Archivo Nacional que su deceso ocurrió el 31 de mayo
de 1879. Era soltero y agricultor. Murió de apoplejía. En la mortual se consigna que tenía 23 años, por lo que podría
haber nacido en 1856. Sin embargo en un otorgamiento de poder fechado el 9 de diciembre de 1878, se manifiesta
que tenía 26 años, de manera que su nacimiento hubiera sido en 1863. Sin embargo, en el período indicado no se
pudo localizar la correspondiente partida de bautismo.

María casó el 17 de setiembre de 1868 con Manuel Sinforiano Esquivel, hijo de Manuel Esquivel Sáenz y Gordiana
Fernández. Previo a este enlace, se gestionó una dispensa a causa de impedimento por afinidad en 4° grado por
línea colateral igual, ya que Manuel Esquivel era primo tercero de Braulia Chacón Ulloa. La abuela del primero,
Cayetana Ulloa era hermana de Gregorio Ulloa, el abuelo de la segunda. María Salazar Chacón falleció, a la edad
de 25 años, el 6 de abril de 1873, sin que hubiera sucesión.

Julia (1859) casó a su vez el 2 de julio de


1877 con Manuel Leiva Villafranca, natural de
Tegucigalpa, Honduras, hijo de María
Santiago Leiva, también hondureña. De esa
unión nacieron los Leiva Salazar, familia
integrada por 5 mujeres y 2 varones. Muy
posiblemente Julia murió a principios de
1894, ya que su esposo Manuel Leiva casó
por segunda vez el 20 de mayo de 1894 con
Mercedes (Castro) Mata, hija de Prudencia
Mata. Una de sus hijas, María Julia Mercedes
Eusebia Leiva Mata, nacida el 27-4-1895,
tiene como sus padrinos a José Francisco
Salazar Chacón y Herminia Leiva Salazar.
Julia Salazar Chacón, con sus hijas Evangelina y
Herminia y su esposo Manuel Leiva.

El primogénito de la familia Salazar Chacón, Manuel Antonio, nacido el 2 de junio de 1847, casó con Mercedes
Montealegre Mora el 17 de setiembre de 1868. Mercedes era una moza de 18 años, hija del doctor José María
Montealegre Fernández, presidente provisorio de Costa Rica del 14 de agosto de 1859 al 29 de abril de 1860 y

71
Presidente constitucional del 29 de abril de 1860 al 8 de mayo de 1863, y de Ana María Mora Porras, hermana del
presidente de nuestro país Juan Rafael Mora Porras, quien gobernó del 30 de diciembre de 1849 al 14 de agosto de
1859.

Entre los padres de los contrayentes, general Lorenzo Salazar y doctor José María Montealegre había una estrecha
amistad, pues Lorenzo había apoyado el golpe de estado que derrocó a don Juanito Mora en agosto de 1859 y llevó
a la jefatura del gobierno a don José María Montealegre.

Debido a que existían además lazos de parentesco entre ambas familias, los contrayentes se vieron obligados a
solicitar una dispensa de impedimento por consanguinidad en 4° grado con 5° grado en la línea transversal
desigual. Braulia Chacón era prima segunda de José María Montealegre, al ser el padre de aquella, Lorenzo
Chacón primo de Gerónima Fernández Chacón, madre de José María. Lorenzo era a su vez hijo de Cayetano
Chacón, hermano de Petronila, madre de Gerónima.

De la unión de Manuel Antonio con Mercedes hubo un único hijo, llamado también Manuel Antonio, quien nació el
29 de enero de 1873. Este varón no se casó pero sí mantuvo una relación sentimental con Amada Arroyo Campos,
nacida en San José el 20 de marzo de 1901, con la que engendró tres hijos: Gladys (1926); Juan Manuel (1928) y
Edwin (1929).

Gladys, la primogénita, casó el 20 de diciembre de 1947 con Carlos Manuel Castillo Jiménez, cartaginés, hijo de
Enrique castillo Masís y María Luisa Jiménez navarro. Su descendencia, ya con el apellido Castillo ha llegado hasta
nuestros días.

Correspondió a Juan Manuel y a Edwin, en esta rama de la familia, prolongar el apellido Salazar hasta la sexta y
actual generación, pues el primero casó dos veces, formando las familias Salazar Quesada y Salazar Abarca.
Además, tuvo otro hijo, Carlos Manuel Salazar Araya de una relación previa sus matrimonios. Edwin, por su lado,
casó el 25 de octubre de 1952 con María Cecilia Villalobos González, dando origen a la familia Salazar Villalobos,
cuyos hijos extendieron el apellido del general Lorenzo Salazar hasta nuestros días.

Francisco (1858) el noveno hijo de la familia Salazar Chacón, tuvo un único hijo con Elena Chavarría, nativa de
Liberia, Guanacaste e hija de Francisca Chavarría, a quien se le bautizó como José Carlos Miguel Ángel, conocido
como Carlos, quien nació el 29 de setiembre de 1894 con el apellido Chavarría, siendo posteriormente reconocido
por Francisco y adquiriendo los apellidos Salazar Chavarría. Francisco casó con Elena el 2 de diciembre de 1921, a
escasos dos meses de morir, pues falleció en San José, de tuberculosis, el 3 de febrero de 1922.

Don Francisco Salazar Chacón Doña Elena Chavarría

Presumiblemente, Francisco tuvo un matrimonio anterior, por la vía civil, con una dama extranjera, de quien no se
conocen más datos. En una escritura de traspaso de propiedades de fecha 16 de enero de 1901, se identifica su
estado civil como divorciado.

72
Don Carlos tuvo una extensa progenie, que también ha fortalecido hasta nuestros días la descendencia de los
Salazar, con sus tres ramas troncales Salazar Rojas, producto de su unión con Gloria Salazar Villalobos (o Salas),
Salazar Jiménez, con su compañera Zelmira Jiménez Cascante, y Salazar Vargas, vástagos de su relación con
Alicia Vargas Gutiérrez (o Lizano Vargas).

Es muy posible que los descendientes del general Lorenzo Salazar rememoren con orgullo la distinguida actuación
que tuvo su ancestro en la Campaña Nacional de 1856 y 1857, en que arriesgó su vida al servicio de la Patria, para
defenderla de la invasión del filibusterismo comandadazo por William Walker. Pero también, deben sentirse dolidos
del estigma que se ciñó sobre el general con los sucesos ocurridos en torno al derrocamiento en agosto de 1859 del
presidente Juan Rafael Mora Porras. Es valido argumentar que don Lorenzo era un militar de carrera y, acorde con
los mecanismos políticos de entonces, estaba aliado con los grupos de poder dominantes, que imponían sus
posiciones a quienes ejercían como jefes de estado o presidentes.

La descendencia del general Salazar proviene, como se observó de sus dos hijos Manuel Antonio y de Francisco y
a enero de 2010, está conformada por 11 hijos, 10 nietos, 17 bisnietos, 60 tataranietos, 88 choznos y 13 quintos
nietos, sean 199 personas.

Familia antecesora Salazar Alvarado


(Hijos de Benito Salazar Alpízar y María Alvarado Lis)
5
1.-Lorenzo de los Ángeles (n. SJ 17-8-1813; b. Curato de San José 17-8-1813; m. SJ 11-9-1871).
Casó con Braulia Chacón Ulloa (m. SJ 5-10-1893), hija de Lorenzo Chacón y Juana Ulloa. Sigue Línea troncal
Salazar Chacón.
6
2.-José María de Jesús (b. Curato de San José 8-9-1815).
7
3.-José Manuel de los Ángeles (b. Curato de San José 9-7-1817).
8
4.- Isabel de las Mercedes (b. Curato de San José 8-7-1819).
9
5.-Patricio de los Ángeles (b. Curato de San José 22-3-1822; m. SJ 18-12-1877).
10
6.-Carlos Ramón de Jesús (b. Curato de San José 4-11-1825; m. SJ 3-11-1825).

Primera generación

Línea troncal Salazar Chacón


(hijos de Lorenzo Salazar Alvarado)
11
1.-Manuel Antonio Rafael (b. Curato de San José 2-6-1847). Cafetalero.
Casó en Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ el 12-2-1872 con Ana Mercedes Montealegre Mora (b. Curato de
San José, SJ 1-11-1854; m. SJ 17-7-1922), hija de José María Montealegre Fernández y Ana María Joaquina Mora
Porras. Sigue Línea troncal Salazar Montealegre.
12
2.-María Magdalena de Jesús (b. Curato de San José 22-7-1848; m. SJ 6-4-1873).
Casó en Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ el 17-9-1868 con Manuel Sinforiano Esquivel (b. Curato de San
José 22-8-1842), hijo de Manuel Esquivel Sáenz y Gordiana Fernández Ramírez. Sin sucesión.
13
3.-Ramona Clotilde de los Dolores (b. Curato de San José 16-9-1849; m. SJ 26-8-1853).
14
4.-Juan Ramón Filadelfo (b. Curato de San José 30-3-1851; m. SJ 14-10-1893). Soltero.
15
5.-Liboria Práxedes de Jesús (b. Curato de San José 23-7-1852).
Tuvo hija natural. Sigue Línea troncal Salazar.

73
16
6.-Rafaela Timotea (b. Curato de San José 22-1-1854).
17
7.-Gregorio Laureano (b. Curato de San José 4-7-1855).
18
8-.-Carlos (n. San José 1856; m. SJ 31-3-1879). Soltero.

9.-Francisco José Alejandro [José Francisco) (n. SJ 21-3-1858; b. Curato de San José 21-3-1858; m. SJ 3-2-
19
1922). Cafetalero.
Casó en Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ el 2-12-1921 con Elena Chavarría (n. iberia, Guanacaste 9-9-1867;
b. Liberia. Guanacaste 11-9-1867; m. SJ 26-7-1954), hija de Francisca Chavarría. Sigue Línea troncal Salazar
Chavarría.
20
10.-Clotilde Julia de las Piedades (n. SJ 14-11-1859; b. Curato de San José 15-11-1859).
Casó en Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ el 2-7-1877 con Manuel Leiva Villafranca, natural de Tegucigalpa,
Honduras, hijo de María Santiago Leiva, también hondureña. Sigue Línea colateral Leiva Salazar.

11.-Francisco Gerardo del Rosario (n. SJ 4-12-1860; b. Curato de San José 5-12-1860; m. SJ 30-1-1891). Soltero.
21

Segunda generación

Nietos de Lorenzo Salazar Alvarado

Línea troncal Salazar Montealegre


(hijo de Manuel Salazar Chacón)

1.-Manuel Antonio Francisco de las Mercedes (n. SJ 29-1-1873; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 30-1-
22
1873).
Tuvo hijos con Amada Amparo de la Trinidad Arroyo Campos (n. Miramar, Montes de Oro, Puntarenas 20-3-1901;
b. Esparza, Puntarenas 23-4-1901), hija de Juan Arroyo y María Campos. Línea troncal Salazar Arroyo.

Línea troncal Salazar


(hija de Liboria Práxedes de Jesús Salazar Chacón)

1.-Ramona Mercedes Juana Merenciana de Jesús (n. SJ 23-1-1877; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 23-
23
1-1877).

Línea troncal Salazar Chavarría


(hijo de Francisco Salazar Chacón)

1.-José Carlos Miguel Ángel (n. San José 29-9-1894; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 29-11-1894; m. SJ
24
19-8-1989). Productor y exportador de café.
Tuvo hijos con Gloria Rojas Villalobos (Salas).m. SJ 24-5-1929, hija de Félix Rojas y Rosalina Salas. Sigue Línea
troncal Salazar Rojas.
Tuvo hijos con Zelmira Victoria del Carmen Jiménez Cascante (n. San Pablo, Heredia 23-4-1909; m. SJ 18-2-1995),
hija de Pedro Jiménez Argüello y Estelita Cascante Cortés. Sigue Línea colateral Salazar Jiménez.
Tuvo hijos con Alicia Victoria del Socorro Lizano Vargas (conocida como Alicia Vargas Gutiérrez (n. Heredia 13-11-
1915), hija de Alberto Lizano Hernández y Oliva Vargas Gutiérrez. Siguen Líneas troncales Salazar Lizano y
Salazar Vargas.

74
Línea colateral Leiva Salazar
(hijos de Julia Salazar Chacón)

25
1.-María Herminia del Carmen (n. SJ 25-4-1878; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 28-4-1878).

2.- María Ceferina Oliva del Carmen (n. SJ 26-8-1879; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 3-9-1879; m. SJ
26
1-6-1880).

3.- María Cándida Evangelina Oliva del Carmen (n. SJ 10-3-1881; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 27-3-
27
1881).
Casó en Iglesia Nuestra Señoras de las Mercedes, SJ el 18-2-1901 con Francisco Fernández Mora, hijo de
Francisco Fernández y Marcelina Mora. Sigue Línea colateral Fernández Leiva.

4.-Juana Braulia Carmen de Jesús (n. SJ 26-6-1883; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 15-7-1883; m. SJ
28
24-8-1883).

5.-José Antonio Manuel Rafael del Carmen (n. SJ 18-6-1884; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 4-8-
29
1884).
30
6.-María Rosalía Teodora del Carmen (n. SJ 11-8-1885; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 4-10-1885).
31
7.-Carlos Miguel Ángel del Carmen (n. SJ 29-7-1887; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 29-1-1888).

Tercera generación

Bisnietos de Lorenzo Salazar Alvarado

Nietos de Manuel Salazar Chacón

Línea troncal Salazar Arroyo


(hijo de Manuel Salazar Montealegre)
32
1.-Gladys Mercedes Lourdes (n. SJ 11-2-1926; b. Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, SJ 2-1-1927).
Casó en Iglesia Nuestra Señora de La Soledad, San José el 20-12-1947 con Carlos Manuel Castillo Jiménez (n.
Central, Cartago 15-12-1919; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, Cartago 26-2-1920; m. Cartago 14-6-1996),
obrero, hijo de Enrique Castillo Masís y María Luisa Jiménez Navarro. Sigue Línea colateral Castillo Salazar.

2.-Juan Manuel del Carmen (n. SJ 27-5-1928); b. Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, SJ 20-1-1929).
33
Mecánico.
Tuvo hijo con María Teresa Araya Cedeño (n. SJ 23-12-1927: m. San Juan de Dios, Desamparados, SJ 15-6-
2001), hija de María Araya Cedeño. Sigue Línea troncal Salazar Araya.
Casó en Iglesia Nuestra Señora de la Soledad, SJ el 17-1-1949 con Argentina Quesada Piedra (n. SJ 22-4-1931; b.
Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 10-5-1931; m. SJ 15-2-2004), hija de Esteban Quesada Umaña y Rosalina
Piedra Pérez. Divorciados el 24-8-1983. Sigue Línea troncal Salazar Quesada.
Casó 2° civil en Alcaldía de Hatillo, SJ el 9-12-1985 con Claudina Abarca Ramírez (n. San Juan de Dios,
Desamparados, SJ 2-6-1932), hija de German Abarca Fallas y Sebastiana Ramírez Monge. Sigue Línea troncal
Salazar Abarca.

3.-Carlos María Edwin de Jesús (n. SJ 7-12-1929; b. Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, SJ 10-10-1934; m.
34
Guadalupe. Goicoechea, SJ 20-11-2005). Chofer.
Casó en Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, SJ el 25-10-1952 con María Cecilia Villalobos González (n. SJ 1-
7-1935; b. Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, SJ 19-1-1936: m. Guadalupe, Goicoechea, SJ 21-2-2000),
costurera, hija de Ernestina Villalobos González. Sigue Línea troncal Salazar Villalobos.

75
Nietos de Francisco Salazar Chacón

Línea troncal Salazar Rojas


(hijos de Carlos Salazar Chavarría)

1.-Gloria María Flora (n. SJ 1-11-1922; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ como Gloria María Flora Rojas.
35
Reconocida legalmente como Gloria María Salazar Rojas; m. SJ 20-12-2003).
Casó en Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, SJ el 25-11-1944 con Ricardo Camacho Vargas (n. SJ 16-8-1914;
m. SJ 21-1-2010), oficinista, hijo de Ricardo Camacho Muñoz y María Francisca Vargas Rojas. Sin sucesión.

2.-Carlos Francisco (n. SJ 15-1-1924; b. Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ 18-12-1924 como Carlos
36
Francisco Rojas. Reconocido legalmente como Carlos Francisco Salazar Rojas). Empresario.
Tuvo un hijo con Pilar Miranda Zumbado. Sigue Línea colateral Miranda Zumbado (Recte Salazar Miranda).
Casó en Iglesia Nuestra Señora del Carmen, SJ el 17-10-1957 con Flora María Elizondo Solís (n. SJ 23-6-1931),
hija de María Cristina Elizondo Solís. Sigue Línea troncal Salazar Elizondo.

Línea troncal Salazar Jiménez


(hijos de Carlos Salazar Chavarría)

1.-María Rosa del Carmen (n. SJ 30-8-1929; b. Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, SJ 14-10-1929). Murió
37
infante.

2.-Carlos Manuel de la Trinidad (n. Heredia 7-9-1930; b. Iglesia Inmaculada Concepción, Heredia 21-9-1930 como
38
Carlos Manuel de la Trinidad Jiménez, reconocido posteriormente como Salazar Jiménez). Ingeniero Agrónomo.
Casó en Capilla del Sagrario, SJ, registrado en Iglesia Nuestra Señora de La Soledad, el 16-4-1955 con Elizabeth
Vargas Murillo (n. Orotina, Alajuela 30-8-1935; m. SJ 16-12-1983), hija de Eugenio Vargas Loría y Rosa Murillo
Alfaro. Sigue Línea troncal Salazar Vargas.
Casó 2° en Iglesia San Rafael, Escazú el 26-12-1987 con Teresa Espinoza Saborío (n. Escazú 2-9-1953), hija de
Jesús Espinoza Zúñiga y Teresa Saborío Guerrero. Sigue Línea troncal Salazar Espinoza.

3.-Eduardo Francisco de Jesús (n. Heredia 3-12-1931; b. Iglesia Inmaculada Concepción, Heredia 20-12-1931
como Eduardo Francisco de Jesús Jiménez, reconocido posteriormente como Salazar Jiménez; m. SJ 10-7-1968).
39

Casó en Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, SJ el 31-3-1951 con María Teresa de Jesús Herrera García (n. SJ
22-10-1927), hija de Amado Herrera Molina y Ana María García Masís. Divorciados el 19-10-1957. Sigue Línea
troncal Salazar Herrera.
Casó 2° en la República de Panamá el 23-12-1961 con Emilia María del Carmen Molina Cordero (n. Heredia 12-2-
1937; m. SJ 24-6-2007, hija de Ricardo Alberto Molina Wilson y Claudia Cordero Arias. Sin sucesión.
40
4.-Mario Alberto Heriberto (n. Barva, Heredia 24-2-1935).Empresario.
Tuvo hijos con Heidy Loría Fallas (n. SJ 21-12-1938), hija de Víctor Manuel Loría y Leonor Zita Fallas Ramírez.
Sigue Línea troncal Salazar Loría.
Casó en Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, Heredia el 4-4-1966 con Isabel María Estrada Alfaro (n. Palmares,
Alajuela 7-7-1943), hija de Ezequiel Estrada Fernández y Yolanda Alfaro Vaglio. Divorciados el 20-6-1975. Sigue
Línea troncal Salazar Estrada.
41
5.-María Elena (n. SJ 25-11-1942).
Casó en Mata Redonda, SJ el 13-10-1970 con Carlos Luis Mora Chavarría (n. SJ 17-2-1946), hijo de Carlos Luis
Mora Castillo y Trinidad Chavarría. Divorciados el 28-6-1994. Sigue Línea colateral Mora Salazar.
42
6.-Fernando Miguel (n. SJ 12-5-1945). Empresario.
Casó en Gobernación de San José el 26-5-1966 con María Eugenia de la Trinidad Arias Jiménez (n. Santa Bárbara,
Heredia 23-9-1941), hija de Víctor Manuel Arias Herrera y Sofía Jiménez Rodríguez. Sigue Línea troncal Salazar
Arias.

76
Tuvo hijo con Ana Lorena Murillo Padilla (n. SJ 23-9-1958), hija de Olger Murillo Adams y Hortensia Padilla Navarro.
Sigue Línea colateral Murillo Padilla.
Tuvo hijos con Eugenia Garrón Acosta (n. Central, Alajuela 14-9-1967), hija de Jorge Garrón Orozco y María de los
Ángeles Acosta Ramírez. Sigue Línea troncal Salazar Garrón.
43
7-Liliana Ramona (n. SJ 31-8-1946.
Casó en Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, SJ el 5-12-1969 con Edgar Barzuna Ulloa (n. SJ 9-10-1944), hijo de
Edgar Barzuna Sauma y Clemencia Ulloa Vargas. Sigue Línea colateral Barzuna Salazar.
44
8.-María Eugenia (n. Heredia 1-2-1948).
Casó en Iglesia Dulce Nombre de Jesús, San José el 13-3-1981 con Rodrigo Antonio Baldioceda Castro (n. Central,
Limón 28-7-1948), hijo de Marco Antonio Baldioceda Castro y Hilda castro Mora. Sigue Línea colateral Baldioceda
Salazar.
45
9.-Jorge Alberto (n. SJ 8-4-1951). Médico cirujano.
Tuvo hija con Rita Santamaría Porras (n. San Ramón, Alajuela 26-10-1956), hija de Alexis Santamaría Jiménez y
Sara Porras Arias. Sigue Línea troncal Salazar Santamaría.
Casó civil en Catedral, SJ el 14-4-1980 con Ligia Mayela Sánchez Suárez (n. SJ 4-2-1956), hija de Eduardo
Sánchez Carvajal y Yolanda Suárez Alfaro. Sigue Línea troncal Salazar Sánchez.

Línea troncal Salazar Lizano


(hijo de Carlos Salazar Chavarría)
46
1.-Manuel Francisco (n. Heredia 11-9-1941) Conocido como Manuel Francisco Salazar Vargas. Industrial.
Casó civil en Heredia el 11-12-1973 con Laura María Zamora Zumbado (n. San Antonio, Belén, Heredia 22-6-1952),
hija de Alfredo Zamora González y Miriam Zumbado Ramírez. Sigue Línea troncal Salazar Zamora.

Línea troncal Salazar Vargas


(hijo de Carlos Salazar Chavarría)
47
1.-José Miguel (n. Heredia 10-11-1946). Empresario.
Tuvo hija con Ana María Zúñiga Villalobos (n. Heredia 13-11-1951), hija de Enrique Zúñiga Campos y María
Villalobos Solís. Sigue Línea troncal Salazar Zúñiga.
Casó en Iglesia San Rafael, Heredia el 6-4-1975 con María Teresa del Niño Jesús Chaves Esquivel (n. Heredia 13-
11-1956), hija de Rafael Ángel Chaves Carvajal y Lía Esquivel Herrera. Divorciados el 15-7-1977. Sin sucesión.
Casó 2° civil en Carmen, SJ el 30-7-1982 con Ana Gabriela Fernández Meza (n. Heredia 7-9-1957), hija de Rafael
Ángel Fernández Rothe y Teresita Meza Castro. Sigue Línea troncal Salazar Fernández.

Nieta de Julia Salazar Chacón

Línea colateral Fernández Leiva


(hija de Evangelina Leiva Salazar)
48
1.-Juana María Rafaela del Carmen (n. SJ 24-6-1902; b. Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, SJ 3-8-1902).

77
Cuarta generación

Tataranietos de Lorenzo Salazar Alvarado

Nietos de Manuel Salazar Montealegre

Línea colateral Castillo Salazar


(hijos de Gladys Salazar Arroyo)
49
1.-Ana Lorena (n. SJ 22-5-1948). Profesora.
50
2.-Carlos Manuel (n. SJ 19-12-1949). Comerciante.
Casó en Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, Hatillo, SJ el 31-7-1971 con Gretty Isabel Cordero Sánchez (n. SJ 20-4-
1951), hija de Asdrúbal Cordero calderón y Zoila Sánchez Aguilar. Sigue Línea colateral Castillo Cordero.
Casó 2° civil en Puntarenas el 23-2-1990 con Linette Betina González Rojas (n. Central, Puntarenas 27-11-1962),
hija de Fernando González Escalante y Alice Rojas Sibaja. Sigue Línea colateral Castillo González.
51
3.-Anabelle del Rosario (n. SJ 1-12-1950).
Casó en Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, SJ el 18-3-1972 con Muilton Eduardo González Umaña (n. SJ 20-3-
1950), hijo de Jorge González Mora y Nora Umaña Soto. Sigue Línea colateral González Castillo.
52
4.-Hazel (n. SJ 7-3-1952).
Casó en Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, Hatillo, SJ el 16-12-1983 con Bolívar Valverde Guerrero (n. SJ 2-4-
1944), hijo de Manuel Valverde Valverde y Alba Guerrero Salazar. Sigue Línea colateral Valverde Castillo.
53
5.-Luis Enrique (n. SJ 9-2-1963). Profesor.
Casó en Iglesia San Antonio de Padua, Curridabat, SJ el 10-11-1990 con Ivette María Román Chavarría (n. SJ 19-
10-1967), hija de Jesús Román Rodríguez y Blanca Chavarría Monge. Sigue Línea colateral Castillo Román.

Línea troncal Salazar Araya


(hijo de Juan Manuel Salazar Arroyo)
54
1.-Carlos Manuel (n. SJ 23-5-1946). Carpintero.
Casó en Iglesia San Luis de Tolosa, Aserrí, SJ el 14-5-1970 con Ana Cecilia Quesada Valverde (n. San Juan de
Dios, desamparados, SJ 3-11-1952), hija de José Quesada Pereira y Graciela Valverde Hidalgo. Sigue Línea
troncal Salazar Quesada.

Línea troncal Salazar Quesada


(hija de Juan Manuel Salazar Arroyo)
55
1.-Yolanda (n. SJ 31-3-1953).
Casó en Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, SJ el 3-12-1977 con Juan de la Cruz Motelli Mongalo, nicaragüense,
hijo de Ángel Motelli Lehner y Adelina Mongalo Parodi. Divorciados el 2-7-1990. Sigue Línea colateral Motelli
Salazar.
Tuvo hijos con Álvaro Enrique Oviedo Castro (n. SJ 21-10-1966), hijo de Álvaro Oviedo Darce y Berta castro Soto.
Sigue Línea colateral Oviedo Salazar.

Línea troncal Salazar Abarca


(hija de Juan Manuel Salazar Arroyo)
56
1.-Olga Marta (n. San Juan de Dios, Desamparados, SJ J 16-1-1953).
Casó en Iglesia San Sebastián, SJ el 20-10-1968 con Orlando Solano Umaña (n. SJ 23-5-1948), hijo de Miguel
Ángel Solano Abarca y Dora Umaña Bermúdez. Sigue Línea colateral Solano Salazar.

78
57
2.-Juan Manuel (n. San Juan de Dios, Desamparados, SJ 7-3-1955). Oficinista.
Casó en Iglesia San José Obrero, Paso Ancho, SJ el 27-10-1980 con Rocío Elena Chavarría Vega (n. SJ 16-1-
1962), hija de Elena Chavarría Vega. Sigue Línea troncal Salazar Chavarría.

Línea troncal Salazar Villalobos


(hijos de Edwin Salazar Arroyo)
58
1.-Edwin Antonio (n. SJ 17-11-1970).
Casó en Los Ángeles, San Rafael, Heredia el 29-9-2001 con Ileana María Rodríguez González (n. Uruca, SJ 2-5-
1973), hija de Rafael Ángel Rodríguez Chaverri y Elemberta González Granados. Sigue Línea troncal Salazar
Rodríguez.
59
2.-Cristian Mauricio (n. SJ 11-10-1975).
Casó en La Garita, Alajuela el 31-3-2007 con Montserrat de la trinidad Chavarría Umaña (n. SJ 14-8-1978), hija de
Alfredo Chavarría Rosabal y Elizabeth Umaña Sequeira. Sigue Línea troncal Salazar Chavarría.
60
3.-Marlene Mayela (n. SJ 3-4-1956).
Casó civil en Carmen, SJ el 18-10-1979 con Alexander González Soto (n. Guadalupe. Goicoechea, SJ 28-9-1957),
hijo de Manuel González Calderón e Isabel Coto Trejos. Divorciados el 6-5-1999. Sin sucesión.
Casó 2° en San Pedro, Montes de Oca, SJ el 1-7-2001 con Rodolfo de San Gerardo Rodríguez Campos (n. SJ 5-2-
1967), hijo de Guillermo Rodríguez matamoros y Carmen Campos Bermúdez.
61
4.-Marvin Martín (n. SJ 9-4-1955).
Casó en Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, Goicoechea, SJ el 19-2-1977 con Georgina María Ríos Guillén (n.
SJ 30-8-1958), hija de Jorge Enrique Díaz Díaz y Ada Guillén Paz. Sin sucesión.
Casó 2° en San Pedro, Montes de Oca, SJ el 19-6-2000 con Margot de los Ángeles Quesada Quesada (n. San
Isidro, Montes de Oro, Puntarenas 14-10-1957), hija de Ruberico Quesada Gómez y María Isabel Quesada Gómez.
Sigue Línea troncal Salazar Quesada.
.
62
5.-Ronald Gerardo de Jesús (n. SJ 13-7-1953).
Casó en Iglesia San Francisco, Heredia el 14-2-1980 con Jeanneth de Lourdes Soto Montero (n. Central, Heredia
24-2-1953), hija de Guillermo Soto Alfaro y María Rosa Montero Villalobos. Sigue Línea troncal Salazar Soto.

Nietos de Carlos Salazar Chavarría

Línea colateral Miranda Zumbado (Recte Salazar Miranda)


(hijo de Carlos Francisco Salazar Rojas)
63
1.-Francisco Eduardo del Socorro (n. Central, Heredia 14-1-1951). Soltero.

Línea troncal Salazar Elizondo


(hijos de Carlos Francisco Salazar Rojas)
64
1.-María Elena (n. SJ 2-4-1951).
Casó en Madrid, España, registrado en SJ, el 25-3-1972 con Alexis Salvador Curiel Quintero. Divorciados el 20-9-
1995. Sigue Línea colateral Curiel Salazar.
Casó 2° en Escazú, SJ el 5-11-1999 con Glen Jesús Lutz París,(n. SJ 4-2-1944), hijo de German Lutz Salazar y
Rolanda París. Divorciados el 18-5-2006. Sin Sucesión.
65
2.-Flora María (n. SJ 8-6-1952).
Casó en Capilla Nuestra Señora de Fátima, San Pedro, Montes de Oca, SJ el 24-10-1974 con Álvaro José
Santisteban Larrad (n. SJ 17-1-1951), comerciante, hijo de Álvaro Santisteban Castro y Violeta Larrad Luján. Sigue
Línea colateral Santisteban Salazar.

79
66
3.-Carlos Francisco (n. SJ 12-7-1953). Empresario.
Tuvo hija con Lilliam Aguilar Arroyo. Sigue Línea troncal Salazar Aguilar.
Casó en Iglesia San Juan Bosco, Zapote, SJ el 2-7-1977 con Flor Jiménez Ulloa (n. SJ 23-6-1955), hija de Roy
Jiménez Castro y Flor María Ulloa Ramírez. Sigue Línea troncal Salazar Jiménez.
Tuvo hija con Roxana Elena de Jesús Rodríguez García (n. SJ 12-6-1971), hija de Carmen Rodríguez García.
Sigue Línea troncal Salazar Rodríguez.
67
4.-Ana Cecilia (n. SJ 4-12-1955).
Casó en Capilla Santa Margarita, SJ el 22-1-1983 con Rodrigo Jaikel Gazel (n. SJ 20-2-1952), hijo de Willy Jaikel y
Mary Gazel Jop. Sigue Línea colateral Jaikel Salazar.
68
5.-José Luis (n. SJ 9-10-1961; m. SJ 21-2-1990).

Línea troncal Salazar Vargas


(hija de Carlos Manuel Salazar Jiménez)
69
1.-Roberto (n. SJ 17-7-1956). Empresario.
Casó civil en Carmen, SJ el 14-1-1984 con Ana Lorena Umaña Sauma (n. SJ 20-6-1962), hija de Tobías Umaña
Parra y Liliana Sauma Rivas. Divorciados el 19-4-1996. Sigue Línea troncal Salazar Umaña.
Casó 2° civil en Carmen, SJ el 22-1-2000 con Ana María Sanz Arteaga (n. Perú 17-3-1968), hija de Pedro Sanz
Tupac y Ana Talía Arteaga Campos. Divorciados el 15-12-2003. Sigue Línea troncal Salazar Sanz.
70
2.-Rolando Arturo (n. SJ 15-11-1958).
Casó en República del Perú, registrado en SJ, el 9-2-1996 con Gladys Nilda Cabrera Minaya, hija de Luis Cabrera
Ramos y Nilda Minaya Acevedo. Sigue Línea troncal Salazar Cabrera.
71
3.-José Enrique (n. SJ 11-3-1960). Ingeniero Civil.
72
4.-Juan Carlos (n. SJ 20-12-1961; m. SJ 14-8-1964).
73
5.-Silvia María (n. SJ 9-1-1963).
Casó en La Uruca, SJ el 31-8-1991 con Paul Gerhard Bucher Chavez (n. Goicoechea, SJ 10.6-1948), hijo de
Theodor Bucher Degen y María del Pilar Chavez Orozco. Sigue Línea colateral Bucher Salazar.
74
6.-Juan Mauricio (n. SJ 26-1-1965). Empresario.
Casó civil en Asunción, Belén, Heredia el 8-12-1989 con Ruth Ester Yarhi Carrión (n. calle Blancos, Goicoechea,
SJ 3-10-1965), hija de Enrique Yarhi Choueka y Rosa María Carrión Cornejo. Sigue Línea troncal Salazar Yarhi.
75
7.-Sergio David (n. SJ 12-3-1967). Comerciante.

Línea troncal Salazar Espinoza


(hija de Carlos Manuel Salazar Jiménez)
76
1.-Gloriana Isabel (n. SJ 25-8-1988). Soltera.

Línea troncal Salazar Herrera


(hijo de Eduardo Salazar Jiménez)
77
1.-Carlos Eduardo (n. SJ 6-10-1951). Empresario.
Casó civil en Gobernación de SJ el 23-10-1978 con Carmen Martina Ramona (Olga) Navarro Campos (n. Caño
Seco, Golfito, Puntarenas 31-5-1957), hija de Ramón navarro Umaña y Oliva Campos Méndez. Sigue Línea
troncal Salazar Navarro.

80
78
2.-Ana Isabel (n. Barva, Heredia 18-3-1955).
Tuvo hijos naturales. Sigue Línea troncal Salazar Herrera.
Casó en EE. UU. con Enrique Sánchez Ibáñez.

Línea troncal Salazar Loría


(hijo de Mario Alberto Salazar Jiménez)
79
1.-Carlos Alberto (n. SJ 2-5-1958). Licenciado en Administración.
Tuvo hija con Elena María Sánchez Abea. Sigue Línea troncal Salazar Sánchez.
Casó en Heredia, Costa Rica el 10-2-1996 con Sylvia Ester Muñoz Mata (n. SJ 4-6-1974), hija de Carlos Enrique
Muñoz Corea y María Ester Mata Naranjo. Sigue Línea troncal Salazar Muñoz.
80
2.-Katia Marita del Milagro (n. SJ 5-6-1965).
Casó civil en Carmen, SJ el 14-11-1983 con Henry Aguilar Jiménez (n. SJ 28-11-1962), hijo de Henry Aguilar Araya
y María Ester Jiménez Núñez. Sigue Línea colateral Aguilar Salazar.
Tuvo hijos con Reynaldo José Jurado Solórzano (n. SJ 25-10-1962), hijo de Reynaldo Jurado Guardia y Mercedes
Solórzano Huete. Sigue Línea colateral Jurado Salazar.

Línea troncal Salazar Estrada


(hijo de Mario Alberto Salazar Jiménez)
81
1.-Mario (n. SJ 30-5-1967).
Casó en Santo Domingo, Heredia el 25-3-1995 con Marianella de los Ángeles Barrantes Zamora (n. SJ 19-2-1971,
hija de Eugenio de Jesús Barrantes Zamora y Rosita Zamora Villalobos. Sigue Línea troncal Salazar Barrantes.
82
2.-Eduardo (n. SJ 22-12-1971).
Tuvo hijo con Evelyn López Hernández (n. SJ 21-5-1985), hija de Alfredo López Salazar y Martha Eugenia
Hernández Mojica. Sigue Línea troncal Salazar López.
Tuvo hija con Viviana González Rudín (n. SJ 16-8-1974), hija de José Francisco González Lizano e Ida Rudín
Bulgarelli. Sigue Línea troncal Salazar González.

Línea colateral Mora Salazar


(hijos de María Elena Salazar Jiménez
83
1.-Carlos José (n. SJ 5-9-1971). Comerciante.
Casó en Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, SJ el 7-7-2007 con María del Milagro Hidalgo Peraza (n. Central,
Alajuela 4-1-1978), hija de Melba Hidalgo Peraza. Sigue Línea colateral Mora Hidalgo.

Línea troncal Salazar Arias


(hijos de Fernando Miguel Salazar Jiménez
84
1.-Patricia Eugenia (n. SJ 16-10-1966.
Casó en Escazú, SJ el 8-2-1997 con Rodolfo Sáenz Agüero (n. SJ 26-3-1969), hijo de Rodolfo Sáenz Chinchilla y
Liliana Mayela Agüero Mora. Sigue Línea colateral Sáenz Salazar.
85
2.-Ana Gabriela (n. SJ 23-10-1973).
Casó en Central, Heredia el 5-7-2003 con Arnoldo Guzmán Wa Chong (n. SJ 13-4-1973), hijo de Arnoldo Guzmán
Rodríguez y Victoria Eugenia Wa Chong Murillo. Sigue Línea colateral Guzmán Salazar.
86
3.-Johanna (n. SJ 26-5-1975).
Casó en Iglesia San Rafael, Escazú el 26-5-1975 con José Pablo Castillo Valverde (n. SJ 12-12-1972), hijo de Jorge
Castillo Quesada y Olga Isabel Valverde Morales. Sigue Línea colateral Castillo Salazar.

81
Línea colateral Murillo Padilla
(hijo de Fernando Miguel Salazar Jiménez
87
1.-Marlon (n. SJ 16-6-1976).
Casó en San Rafael Abajo, Desamparados, SJ el 30-6-2001 con Susan Adriana Aguilera Castro (n. SJ 12-6-1979),
hija de Jorge Eduardo Aguilera Fonseca y Myriam Castro Barboza. Sigue Línea colateral Murillo Aguilera.

Línea troncal Salazar Garrón


(hijos de Fernando Miguel Salazar Jiménez
88
1,-José Pablo (n, SJ 8-11-1987).
Tuvo hijo con María José Rojas Montero (n. SJ 8-6-1983), hija de Luis Fernando Rojas Coles y Nelly Marlene
Montero Sáenz. Sigue Línea colateral Salazar Rojas.
89
2.-Fernando (n. SJ 25-7-1994).

Línea colateral Barzuna Salazar


(hijos de Liliana Salazar Jiménez
90
1.-Sylvia Lorena (n. SJ 31-7-1971). Administradora de Empresas.
Casó en Santa Ana, SJ el 25-10-1997 con Fabio Alberto Alfaro Héctor (n. SJ 3-2-1967), hijo de Fabio Alfaro campos
y Cecilia Héctor Contreras. Sigue Línea colateral Alfaro Barzuna.
91|
2.-Edgar Eduardo (n. SJ 23-8-1972).
Casó en La Uruca, SJ el 8-7-1995 con Ana Catalina Fallas Coto (n. SJ 10-11-1976), hija de Carlos Manuel Fallas
Salazar y Anabelle Coto Brenes. Sigue Línea colateral Barzuna Fallas.
92
3.-Carolina (n. SJ 18-4-1980).
Casó, registrado en SJ, el 28-7-2008 con David Stewart Darlington, hijo de David Lynn Darlington y Diana Kathleen
Darlington. Sigue Línea colateral Darlington Barzuna.
93
4.-Esteban Andrés (n. SJ 29-11-1982)
Casó en Carmen, SJ el 17-9-2007 con María Fernanda Guerrero López (n. Alajuela 13-2-1989), hija de Marco
Antonio Guerrero Herrera y Ramona María López Alfaro. Sigue Línea colateral Barzuna Guerrero.

Línea colateral Baldioceda Salazar


(hijos de María Eugenia Salazar Jiménez
94
1.-Ignacio (n. SJ 21-10-1982).
95
2.-María (n. SJ 4-2-1985).
96
3.-Irene (n. Calle Blancos, Goicoechea, SJ 7-4-1987).

Línea troncal Salazar Santamaría


(hija de Mario Alberto Salazar Jiménez
97
1.-María Rebeca (n. Alajuela 4-2-1978).
Tuvo hijos con Kenneth Eduardo Villalta. Sigue Línea colateral Villalta Salazar,

82
Línea troncal Salazar Sánchez
(hijos de Jorge Alberto Salazar Jiménez
98
1.-Jorge Eduardo (n. SJ 24-10-1980).
99
2.-José Pablo (n. SJ 23-7-1982).
100
3.-Ana Cristina (n. SJ 9-2-1984).
101
4.-Carlos Andrés (n. SJ 21-11-1991).

Línea troncal Salazar Zamora


(hijos de Manuel Francisco Salazar Lizano)
102
1.-Natalia (n. SJ 24-12-1979).

Línea troncal Salazar Zúñiga


(hija de José Miguel Salazar Vargas)
103
1.-Angie Marcela (n. SJ 11-3-1978).
Casó en Curridabat, SJ el 29-11-2003 con Iván Agustín Meza Kawas (n. Oriental, Cartago 28-7-1978), hijo de
Agustín Bernardo Meza Badilla y Mireya Kawas Ortega. Sigue Línea colateral Meza Salazar.

Línea troncal Salazar Fernández


(hijos de José Miguel Salazar Vargas)
104
1.-María José (n. SJ 18-2-1983).
Casó en Iglesia San Pablo, Heredia el 9-1-2010 con Ricardo Vindas Valerio (n. Central, Alajuela 29-4-1982), hijo de
Rodrigo Alberto Vindas Araya y Olga Valerio Quesada.
105
2.-María Fernanda (n. SJ 25-1-1985).
106
3.-José Miguel (n. SJ 15-9-1986).
107
4.-Marisol (n. SJ 11-8-1988).
108
5.-José Gabriel (n. SJ 8-7-1994).

Quinta generación

Choznos de Lorenzo Salazar Alvarado

Nietos de Gladys Salazar Arroyo

Línea colateral Castillo Cordero


(hijo de Carlos Manuel Castillo Salazar)
109
1.-Manfred (n. SJ 17-6-1987).

Línea colateral Castillo González


(hijos de Carlos Manuel Castillo Salazar)
110
1.-José Pablo (n. SJ 25-11-1992).
111
2.-Luis Carlos (n. SJ 11-12-1994).

83
Línea colateral González Castillo.
(hijos de Anabelle Castillo Salazar)

112
1.-Michael (n. SJ 9-8-1985).
113
2.-Dayanna (n. SJ 31-8-1990).

Línea colateral Valverde Castillo


(hijos de Hazel Castillo Salazar)
114
1.-Alba (n. SJ 17-9-1986).
115
2.-Marianella (n. SJ 12-12-1987).

Línea colateral Castillo Román


(hijos de Luis Enrique Castillo Salazar)
116
1.-Silvia Elena (n. SJ 6-6-1992).
117
2.-Luis Enrique (n. SJ 3-10-1997).

Nietos de Juan Manuel Salazar Arroyo

Línea troncal Salazar Quesada


(hijo de Carlos Manuel Salazar Araya)
118
1.-José Moisés (n. SJ 18-9-1986).

Línea colateral Motelli Salazar


(hija de Yolanda Salazar Quesada)
119
1.-Karina María (n. SJ 20-9-1978).
Casó en San Juan de Tibás, SJ el 11-11-2000 con Reynaldo José Ballestero Sibaja (n. Alajuela 6-4-1974), hijo de
Wilber Gerardo Ballestero Martínez y Etilma Eleanete Sibaja López. Separados judicialmente el 29-1-2003.
Divorciados el 8-3-2004. Sin sucesión.
Casó 2° en Uruca, SJ el 16-8-2008 con Alfredo Antonio Gallegos Villanea (n. SJ 16-2-1980), hijo de Alfredo
Gallegos Jiménez y María Gabriela Villanea Villegas. Divorciados el 16-6-2009.

Línea colateral Oviedo Salazar


(hijos de Yolanda Salazar Quesada)
120
1.-Pablo Josué (n. SJ 14-1-1989).
121
2.-Sarai Tatiana (n. SJ 30-4-1993).

Línea colateral Solano Salazar


(hijos de Olga Marta Salazar Abarca)
122
1.-Ana Patricia (n. SJ 14-12-1969).

84
123
2.-Nancy Susana (n. SJ 12-5-1977).
Casó en Aserrí, SJ el 19-4-1997 con Willy Gerardo Arias Monge (n. SJ 18-10-1975), hijo de Rafael Ángel Arias
Valverde y Hermicenda Monge Monge. Sin sucesión.
124
3.-Orlando Mauricio (n. SJ 7-10-1979).
Casó en Aserrí, SJ el 8-12-2007 con Jacqueline Andrea Cordero Porras (n. SJ 28-4-1979), hija de Rodolfo Cordero
Valverde y Alba María Porras Mora. Sigue Línea colateral Solano Cordero

Línea troncal Salazar Chavarría


(hijo de Juan Manuel Salazar Abarca)
125
1.-Michael Douglas (n. SJ 16-1-1978).

Nietos de Edwin Salazar Arroyo

Línea troncal Salazar Rodríguez


(hijo de Edwin Salazar Villalobos)
126
1.-Esteban Antonio (n. SJ 19-5-2004).

Línea troncal Salazar Chavarría


(hijos de Cristian Salazar Villalobos)
127
1-Gabriel (n. SJ 17-2-2009).

Línea troncal Salazar Quesada


(hijo de Marvin Salazar Villalobos)
128
1.-Diana Sabrina (n. SJ 29-12-1986).

Línea troncal Salazar Soto


(hija de Ronald Salazar Villalobos)
129
1.-Jeannette (n. SJ 14-3-1980).

Nietos de Carlos Francisco Salazar Rojas

Línea colateral Curiel Salazar


(hijos de María Elena Salazar Elizondo)
130
1.-Gustavo José (n. Madrid, Espáña 9-8-1973).
Casó el 27-9-2003, registrado en San José, con Marianina del Valle Brazon Sosa, hija de Francisco Alberto Brazon
Rodríguez y Ceferina Sosa Guzmán. Sigue Línea colateral Curiel Del Valle Brazon.
131
2.-Laura Cristina (n. SJ 20-1-1976).
Casó en Escazú, SJ el 24-6-2000 con Álvaro José Gutiérrez Cuadra (n. Nicaragua 16-10-1970), hijo de Francisco
José Abel Gutiérrez Useda y Vivian de Jesús Cuadra Lacayo. Sigue Línea colateral Gutiérrez Curiel.

85
Línea colateral Santisteban Salazar
(hijos de Flora Salazar Elizondo)
132
1.-Geovanna María (n. SJ 28-5-1976).
Casó el 20-2-2002, registrado en San José, con Sidney Patricio García Brenes (n. SJ 30-4-1969), hijo de Carlos
Alberto García Saborío y Ana Brenes Navarro. Divorciados el 3-10-2005. Sin sucesión.
Casó 2° en San Pedro, Montes de Oca, SJ el 24-10-2007 con Víctor Hugo Jiménez Villalta (n. SJ 29-6-1978), hijo
de Víctor Hugo Jiménez Villalobos y Ana Mireya Villalta Álvarez.
133
2.-Álvaro Enrique (n. SJ 29-9-1978).
134
3.-Federico (n. SJ 5-4-1982)
Línea troncal Salazar Aguilar
(hija de Carlos Francisco Salazar Elizondo)
135
1.-Mariela María (n. SJ 12-10-1983).

Línea troncal Salazar Jiménez


(hijos de Carlos Francisco Salazar Elizondo)
136
1.-Esteban (n. SJ 15-7-1979).
137
2.-Diana María (n. SJ 1-10-1986).

Línea troncal Salazar Rodríguez


(hija de Carlos Francisco Salazar Elizondo)
138
1.-Jazmín Isabel (n. Central, Heredia 26-1-2003).

Línea colateral Jaikel Salazar


(hijas de Ana Cecilia Salazar Elizondo)
139
1.-Carolina de los Ángeles (n. SJ 8-3-1986).
140
2.-Priscila (n. SJ 20-3-1990).

Nietos de Carlos Manuel Salazar Jiménez

Línea troncal Salazar Umaña.


(hijos de Roberto Salazar Vargas)
141
1.-Tatiana (n. SJ 13-8-1986).
142
2.-Roberto (n. SJ 17-12-1990).

Línea troncal Salazar Sanz


(hijos de Roberto Salazar Vargas)
143
1.-Mariana (n. SJ 3-8-2000).

86
Línea troncal Salazar Cabrera
(hijos de Rolando Salazar Vargas)
144
1.-María de los Ángeles (n. Perú 8-8-1997).
145
2.-Alejandra Fabiola (n. Perú 8-2-1999).

Línea colateral Bucher Salazar


(hijo de Silvia Salazar Vargas)
146
1.-Paul Harald (n. SJ 23-12-1992).
147
2.-Werner Otto (n. SJ 23-3-1994).
148
3.-Anne Liese (n. SJ 23-10-1995).

Línea troncal Salazar Yarhi


(hijo de Mauricio Salazar Vargas)
149
1.-Andrea (n. SJ 30-11-1990).
150
2.-Daniel Eduardo (n. SJ 12-9-1993).
151
3.-Rodrigo Andrés (n. SJ 1-7-1996).

Nietos de Eduardo Salazar Jiménez

Línea troncal Salazar Navarro

(hija de Carlos Eduardo Salazar Herrera)


152
1.-Lizza Tatiana (n. SJ 1-12-1974).
Casó en Carmen, SJ el 18-12-1993 con Erik Miguel Calvo Valverde (n. SJ 21-5-1973), hijo de Miguel Calvo Cartín y
Gisela Valverde Obando. Divorciados el 21-8-2007. Sin sucesión.
Tuvo dos hijos. Siguen Líneas colaterales Martínez Salazar y García Salazar.
153
2.-Carol (n. SJ 5-2-1979).
Tuvo dos hijas. Sigue Línea colateral Moreno Salazar.
154
3.-Carlos Eduardo (n. SJ 3-9-1988).
155
4.-Mariana (n. SJ 22-12-1991).
156
Línea troncal Salazar Herrera
(hijos de Ana Isabel Salazar Herrera)

1.-Lucía (n. EE.UU. 7-6-1981).


Casó en EE.UU. con Lorenzo Diamond. Sigue Línea colateral Diamond Salazar.

2.- Diego (n. EE.UU. 16-1-1992)

87
Nietos de Mario Alberto Salazar Jiménez

Línea troncal Salazar Sánchez


(hijos de Carlos Alberto Salazar Loría)
157
1.-Natasha Joanna (n. Los Ángeles, California EE.UU 11-12-1983).
Casó en Catedral, SJ el 21-12-2000 con Jason José Ospino Parreaguirre (n. SJ 3-11-1981), hijo de José Antonio
Ospino Vargas y Ligia María Parreaguirre Coronado. Divorciados el 1-10-2004. Sigue Línea colateral Ospino
Salazar.
Tuvo hijo con Jorge Antonio Ballar Trigueros (n. SJ 13-8-1980), hijo de Jorge Eduardo Ballar González y Teresita
Trigueros Quesada. Sigue Línea colateral Ballar Salazar.

Línea troncal Salazar Muñoz


(hijos de Carlos Alberto Salazar Loría)
158
1.-Arantxa (n. Oriental, Cartago 22-10-1996).
159
2.-Miranda (n. Oriental, Cartago 25-9-1999).
160
3.-Julián Lorenzo (n. Heredia 28-2-2008).

Línea colateral Aguilar Salazar


(hija de Katia Salazar Loría)
161
1.-Krizia (n. SJ 10-12-1985).

Línea colateral Jurado Salazar


(hijas de Katia Salazar Loría)
162
1.-Daniela (n. SJ 1-11-1996).
163
2.-Giulanna (n. SJ 27-9-2000).

Línea troncal Salazar Barrantes


(hijos de Mario Salazar Estrada)
164
1.-José Pablo (n. SJ 11-11-1997).
165
2.-Sebastián (n. SJ 30-12-2001).
166
3.-Mariángel (n. SJ 3-11-2004).

Línea troncal Salazar López


(hijo de Eduardo Salazar Estrada)
167
1.-Daniel Mario (n. SJ 11-8-2001).

Línea troncal Salazar González


(hija de Eduardo Salazar Estrada)
168
1.-Ximena (n. Calle Blancos, Goicoechea, SJ 26-10-2002).

88
Nietos de Elena Salazar Jiménez

Línea colateral Mora Hidalgo


(hijo de Carlos José Mora Salazar)
169
1.-Pamela (n. SJ 30-3-1999).
170
2.-Agustín (n. SJ 10-8-2001).
171
3.-Gabriel (n. SJ 12-12-2002).
172
4.-Monserrat (n. SJ 28-3-2007).

Nietos de Fernando Miguel Salazar Jiménez

Línea colateral Sáenz Salazar


(hijos de Patricia Salazar Arias)
173
1.-Daniela (n. SJ 11-5-2002).
174
2.-Alberto (n. SJ 22-2-2006).
175
3.-Diego (n. SJ 22-2-2006). Gemelo del anterior.

Línea colateral Guzmán Salazar


(hijo de Ana Gabriela Salazar Arias)
176
1.-Arnoldo de Jesús (n. SJ 1-12-2009).
Línea colateral Castillo Salazar
(hija de Johanna Salazar Arias)
177
1.-María Fernanda (n. SJ 28-4-1998).

Línea colateral Murillo Aguilera


(hijos de Marlon Murillo Padilla)
178
1.-Mariana (n. SJ 19-9-2001).
179
2.-Santiago (n. SJ 11-6-2007).
180
3.-Luis Emilio (n. SJ 22-5-2009).

Línea colateral Salazar Rojas


(hijo de José Pablo Salazar Garrón)
181
1.-Juan José (n. SJ 30-10-2005).

Nietos de Liliana Salazar Jiménez

Línea colateral Alfaro Barzuna.


(hijos de Sylvia Lorena Barzuna Salazar)
182
1.-Fabio de los Ángeles (n. SJ 2-8-1999).

89
183
2.-Marianne (n. SJ 24-1-2005).

Línea colateral Barzuna Fallas


(hijos de Edgar Barzuna Salazar)
184
1.-Valeria María (n. SJ 27-7-1998).
185
2.-Antonio José (n. SJ 28-4-2000).
186
3.-Santiago (n. SJ 6-2-2007).

Línea colateral Darlington Barzuna


(hijos de Carolina Barzuna Salazar)
187
1.-Matteo (n. SJ 4-11-2009).
Línea colateral Barzuna Guerrero
(hijos de Esteban Barzuna Salazar)
188
1.-José Andrés (n. SJ 13-9-2006).

Línea colateral Villalta Salazar


(hijos de María Rebeca Salazar Santamaría)
189
1.-Denise (n. New Jersey, EE. UU 10-1-2004)
190
2.-Victoria (n. New York, EE.UU. 26-7-2005).

Nietos de José Miguel Salazar Vargas

Línea colateral Meza Salazar


(hijos de Angie Marcela Salazar Zúñiga)
191
1.-Ana María (n. SJ 9-4-2004).
192
2.-Lucía (n. SJ 23-6-2007).

Sexta generación

Quintos nietos de Lorenzo Salazar Alvarado

Nietos de Olga Marta Salazar Abarca

Línea colateral Solano Cordero


(hijo de Orlando Solano Salazar)
193
1.-Bryan Mauricio (n. SJ 8-11-1998).
194
2.-Cristel (n. SJ 12-3-2001)

90
Nietos de María Elena Salazar Elizondo

Línea colateral Curiel Del Valle Brazon


(hijo de Gustavo Curiel Salazar)
195
1.-Juan Pablo (n. Venezuela
Línea colateral Gutiérrez Curiel
(hijos de Laura Curiel Salazar)
196
1.-Daniela Cristina (n. SJ 16-3-2002).
197
2.-Santiago (n. SJ 9-10-2004).

Nietas de Carlos Eduardo Salazar Herrera


198
Línea colateral Martínez Salazar
(hijo de Lizza Salazar Navarro)

1.-Carlo (n. EE.UU.


199
Línea colateral García Salazar
(hija de Lizza Salazar Navarro)

1.-Tyna (n. EE.UU.


200
Línea colateral Moreno Salazar
(hijas de Carol Salazar Navarro)

1.-Irene (n. EE. UU)

2.-Arianna (n. EE.UU.

Nietos de Ana Isabel Salazar Herrera


201
Línea colateral Diamond Salazar
(hijos de de Lucía Salazar)

1.-Khashmier Saxton (n. EE.UU. 9-1-2003).

2.-Lorenzo Daimon (n. EE.UU. 27-2-2008).

Nietos de Carlos Alberto Salazar Loría

Línea colateral Ospino Salazar


(hija de Natasha Salazar Sánchez)
202
1.-Nicole María (n. SJ 9-5-2001).
Línea colateral Ballar Salazar
(hijo de Natasha Salazar Sánchez)
203
1.-Luka (n. Calle Blancos, Goicoechea, SJ 26-5-2007.

91
Notas:
1
La historia registral de la Finca Las Ánimas se ha reconstruido con base en documentos obtenidos por doña Elena Salazar Jiménez y
facilitados al autor el 2 de enero de 2010.
2
Esta vivencia de don Carlos Salazar, le fue contada al autor por su hijo don Carlos Salazar Jiménez, en conversación sostenida el 28 de
diciembre de 2009.
3
Obregón Loría, Rafael. El Poder Legislativo en Costa Rica. Segunda edición reformada. Pág. 535, Asamblea Legislativa, República de Costa
Rica, 1995.
4
Esta otra vivencia de don Carlos Salazar, le fue contada al autor por su hijo don Carlos Salazar Jiménez, en conversación sostenida el 28 de
diciembre de 2009.
5
ABAT, LB EC, SJ No. 9, f. 165, a 423. Prbro. Francisco de la Rosa Zumbado. Madrina: María Manuela Fallas. Aunque en Las Genealogía de
Cartago hasta 1850, de Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, se indica que Lorenzo está casado con Braulia, no fue posible hallar su
partida de matrimonio. Lorenzo murió de disentería. Su deceso se registra en L. Def. EC, SJ No. 17, f. 44, a. 347. Braulia Chacón murió de
pulmonía. Su fallecimiento aparece registrado en LD EC, SJ No. 20, f. 140, a. 695.
6
ABAT, LBEC, SJ No. 9, f. 345, a. 462. Prbro. Antonio Castro. Padrinos: José Luis Coto y María Manuela Fallas.
7
ABAT. LB EC, SJ No. 10, f. 63, a. 339. Prbro. Antonio Castro. Padrinos: José Luis Coto y María Manuela Fallas.
8
ABAT. LB EC, SJ No. 10, f. 175, a. 388. Prbro. Cecilio Umaña. Padrinos: José Luis Coto y María Manuela Fallas.
9
ABAT. LB EC, SJ No. 11, f. 155, a. 162. Prbro. Cecilio Umaña. Madrina: María Manuela Fallas. Su deceso aparece en L. Def. EC, SJ No. 18, f.
8, a. 484.Prbro. Fray Cipriano fuentes. Patricio murió de úlceras cancerosas.
10
ABAT LB EC, SJ No. 12, f. 156, a. 684. Prbro. José Julián Blanco. Padrino: Prbro. Cecilio Umaña.
11
ABAT LB EC, SJ No. 19, f. 204, a. 383. Prbro. José María Esquivel. Padrino. Lorenzo Chacón, abuelo materno. El bautizo de Mercedes
Montealegre se registra en LB EC, SJ No. 22, f. 47, a. 445. Prbro. Antonio Fernández. Madrina. María Montealegre; ABAT. LM EC, SJ No. 12, f.
90, a. 95. Prbro. Matías Zavaleta. Testigos: Lic. Concepción Pinto Ana Joaquina Mora. ABAT. Fondos Antiguos. Caja No. 287, tomo 1.
Expediente No. 236. Existía para la boda impedimento de consanguinidad en 4° grado con 5° grado por la línea transversal desigual, como
sigue:
Cayetano Chacón, hermano de Petronila Chacón.
Lorenzo Chacón, primo de Gerónima Fernández Chacón
Braulia Chacón prima segunda de José María Montealegre Fernández
Manuel Salazar Chacón primo tercero de Mercedes Montealegre Mora
Hecha la dispensa, se declaró legítima la prole que hubiera.
El deceso de Mercedes aparece en L. Def. No. 22, f. 59, a. 348. Murió de afección cardiaca.
12
ABAT. LB EC, SJ No. 19, f. 317, a. 436. Prbro. José María Esquivel. Padrino. Lorenzo Chacón, abuelo materno. El bautizo de Manuel
Sinforiano Esquivel aparece en ABAT, LB EC, SJ No. 17, f. 242, a. 245. Prbro. José Antonio Castro. Madrina: Ursula Sáenz; LM EC, SJ No. 12, f.
13, a. 47. Prbro. Dr. Carlos María Ulloa. Testigos. Manuel A. Salazar y Gordiana Esquivel.; ABAT. Fondos Antiguos. Exp. No. 134, folios 455 A a
458 A. 169-1868. Había impedimento de afinidad en 4° grado por línea colateral igual. El parentesco es como sigue:
Cayetana Ulloa prima hermana de Gregorio Ulloa
Úrsula Sáenz Ulloa prima segunda de Juana Ulloa
Manuel Esquivel Sáenz primo tercero de Braulia Chacón Ulloa
Manuel Sinforiano Esquivel primo cuarto de María Salazar Chacón
13
ABAT LB EC, SJ No. 20, f. 143, a. 688. Prbro. Cecilio Umaña. Padrino: Lorenzo Chacón, abuelo materno. Su deceso se consigna en ABAT. L.
Def. EC, SJ No. 11, f. 140. Prbro. José María Esquivel.
14
ABAT. LB EC, SJ No. 21, f. 29, a. 238. Prbro. José María Esquivel. Padrino;: Lorenzo Chacón, abuelo materno. Su deceso aparece en L. Def.
EC, SJ No. 20, f. 140, a. 697. Murió de ataque al corazón.
15
ABAT LB EC, SJ No. 21, f. 199, a. 1129. Prbro. José María Esquivel. Padrino: Lorenzo Chacón, abuelo materno.
16
ABAT. LB EC, SJ No. 21, f. 404, a. 860. Prbro. Rudecindo Mora. Padrino: Lorenzo Chacón, abuelo materno.
17
ABAT LB EC, SJ No. 22, f. 118, a. 364. Prbro. Francisco Soto. Padrino: Lorenzo Chacón, abuelo materno.
18
Según la Mortuoria de Carlos Salazar (ANCR. Serie Jurídica, Juzgado 2° Civil de San José No. 8372), se consigna que Carlos murió de
apoplejía el 31-5-1879. Era soltero, agricultor. Se indica que tenía 23 años, por lo que habría nacido en 1856. En un otorgamiento de poder de
fecha 9-12-1878, se señala que tenía 26 años, es decir, que su nacimiento pudo ser en 1853. Sin embargo en ninguno de esos años, ni en los
años intermedios, se halló partida alguna de bautizo. Su deceso se registra en L. Def. EC, SJ No. 18, f. 147, a. 12 A.
19
ABAT LB EC, SJ No. 23, f. 60, a. 140. Prbro. Francisco Calvo. Padrino: Lorenzo Chacón, abuelo materno; LM EC, SJ No. 23, f. 46, a. 91.
Prbro. Mariano Zúñiga. Testigos: Alberto Rampazini y Rosa Villalta, cónyuges. Francisco murió el 3 de febrero de 1922, de tuberculosis. Su
deceso se consigna en L. Def. EC, SJ Año 1922, f. 307, a. 9. Elena Chavarría murió el 26-7-1954 de embolia. Su deceso aparece registrado en
L. Def. EC, SJ Año 1954, f. 567, a. 15. En la partida correspondiente, se consigna que era hija de José Chavarría y de María Dolores Chavarría,
contrario a lo que indica su partida de matrimonio, en cuanto a que era hija de Francisca Chavarría. Según indicara su nieta Elena Salazar
Jiménez al autor en conversación de fecha 2 de enero de 2010, Francisco Salazar había casado por primera vez con una extranjera, quizá
francesa, pero su matrimonio duró poco tiempo. En una escritura de traspaso de propiedades de fecha 16 de enero de 1901, suministrada por la
misma Elena, José Francisco aparece identificado en su estado civil como divorciado. No fue posible hallar partida matrimonial alguna, ni en los
archivos eclesiásticos ni en el Registro Civil.
20
ABAT LB EC, SJ No. 24, f. 61, a. 403. Prbro. Francisco Soto; Padrino: Lorenzo Chacón, abuelo materno; LM EC, SJ No. 15, f. 30, a. 32.

92
Prbro. Dr. Carlos María Ulloa. Testigos: Manuel Dengo y Enriqueta Carazo., ABAT. Fondos Antiguos, caja No. 238. Expediente No. 144.En
Fondos Antiguos, Caja No. 109. expediente No. 224, se hallan documentos del primer matrimonio de Manuel Leiva Villafranca con Rosa Mora,
hija de José María Mora y Joaquina Rodríguez Manuel enviudó el 28 de febrero de 1877. Se indica ahí que es natural de Tegucigalpa,
Honduras. Manuel Leiva casó por 3a. vez, luego de enviudar de Julia Salazar, el 20-5-1894 con Mercedes (Castro) Mata, hija de Prudencia Mata.
Testigos: Demetrio Yglesias y Gerardo Lara. Ahí se indica que es hijo de María Santiago Leiva, natural de Honduras. Una de sus hijas, María
Julia Mercedes Eusebia Leiva Mata, nacida el 27-4-1895, tiene como sus padrinos a José Francisco Salazar Chacón y Herminia Leiva Salazar.
21
ABAT LB EC, SJ No. 24, f. 152, a. 673. Prbro. Juan Pablo Salazar. Padrino: Lorenzo Chacón, abuelo materno. Su deceso aparece registrado
en L. Def. EC, SJ No. 19, f. 117, a. 7. Murió de ataque cerebral.
22
ABAT LB EC, SJ No. 30, f 52, a. 62. Prbro. Manuel Araya. Padrinos: Francisco Montealegre y Amalia Montealegre. El nacimiento de Amanda
aparece en RC Nac. Puntarenas t 5, a. 5396. Su bautizo se registra en LB Esparza Año 1901, f 335, a. 61. Prbro. Diego de Jesús Rodríguez.
Madrina: Esperanza Monterrey. Amanda tuvo un hijo natural, Edgar Abundio del Socorro Arroyo Campos (n. Miramar, Puntarenas 11-7-1921; b
25-9-1921). LB Esparza Año 1921, t. 236, a. 336. Prbro. Francisco Castillo. Padrinos: Víctor Brenes y Luisa Hernández. Casó civil en san
Vicente. Moravia, San José el 16-1-1965 con Gladys Oquendo Gutiérrez (n. Limón 20-1-1928; m. SJ 23-7-2009, registrada en RC Nac. Limón
t18, a. 587), hija de Isolina Oquendo Gutiérrez. Con sucesión Arroyo Oquendo. Tuvo hijos con Soledad Carmona Mora (n. Santiago, San Ramón
Alajuela 15-3-1928; m. Cartago 9-12-2004), registrada en RC Nac. PE, t. 2, a. 259, hija de Fidelina Carmona Mora. Con sucesión Arroyo
Carmona.
23
ABAT LB EC, SJ No. 33, folios 67 y 68, a. 397. Prbro. José Manuel Monge. Padrino: Lisandro Mora.
24
ABAT. LB EC, SJ No. 42, f. 16, a. 430. Prbro. Dr. Carlos María Ulloa. Madrina: Clotilde Julia Salazar Chacón. El deceso de Carlos Salazar
aparece en RC. Def. SJ, t 368, f. 147, a. 293. El deceso de Gloria Rojas aparece en L. Def. EC, SJ No. 23, f. 30, a. 34, murió de pulmonía. Había
nacido aparentemente en 1903. En este registro, su madre se consigna como Rosalina Salas, aunque en la referencia que de ella se hace en el
registro de nacimiento de sus hijos, se identifica como Rosalía Villalobos. El nacimiento de Zelmira Jiménez aparece en RC Nac. Heredia, t. 280,
a. 688. Su deceso se registra en RC Def. San José, t. 397, f. 377, a. 753. El nacimiento de Alicia Vargas aparece en RC Nac. Heredia, t. 391, a.
932. Se consigna como Lizano Vargas, aunque sus hijos, en sus registros de nacimiento la identifican como Alicia Vargas Gutiérrez.
25
ABAT. LB EC, SJ No. 34, f. 22, a. 25. Prbro. Francisco Soto. Padrinos: Gregorio Quesada Gómez y Luisa Durán.
26
ABAT LB EC, SJ No. 34, f. 22, a. 125. Prbro. Francisco Soto. Padrinos: Filadelfo Salazar y Braulia Chacón. Su deceso aparece en L. Def. Año
1880, f. 284, a. 758. Murió de fiebre.
27
ABAT LB EC, SJ No. 35, f. 95, a. 646. Prbro. Francisco Soto. Padrinos: Gregorio Quesada Gómez y Braulia Chacón.
28
ABAT LB EC, SJ No. 37, f. 170, a. 229. Prbro. Bruno Pereira. Padrinos: Filadelfo Salazar y Braulia Chacón. Su deceso aparece en L. Def. EC,
SJ Año 1883, f. 57, a. 130.
29
ABAT LB EC, SJ No. 38, f. 17, a. 82. Prbro. Moisés Ramírez. Padrinos: Gregorio Quesada Gómez y Braulia Chacón.
30
ABAT LB EC, SJ No. 39, f. 137, a. 375. Prbro. Santiago Zúñiga. Padrinos: Gregorio Quesada Gómez y Dolores Chacón.
31
ABAT LB EC, SJ No. 40, f. 5, a. 43. Prbro. José Calderón. Padrinos: Pánfilo Valverde y Ema de Valverde, cónyuges.
32
ABAT LB LaMd, SJ No. XII, f. 500, a. 8. Prbro. Roberto López. Madrina: Libia de ;Martínez; LM LS, SJ No. 5, f. 527, a. 157. Prbro. José Rafael
Cascante. Testigos: William Ramírez Navarro y Carmen Ramírez Navarro. El nacimiento de Carlos Manuel Castillo aparece en RC Nac. Cartago,
t. 68, a. 700. Su deceso se registra en RC Def. SJ, t. 150, f. 367, a. 733.
33
ABAT LB LaMd No. XXXI, f. 362, a. 56. Prbro. Fray Feliciano Álvarez. Padrinos: Julián Peña Pons y Graciela Sáenz; el nacimiento de María
Teresa Araya aparece en RC Nac. SJ, t. 183, a. 553; LM LS, SJ No. 6, f. 62, a. 8. Prbro. José Rafael Cascante Vargas. Testigos: Antonio Araya
Oreamuno y Aurora Cordero. Su divorcio aparece registrado en RC Mat. SJ, t. 78, f. 27, a. 41; el nacimiento de Argentina Quesada se consigna
en RC Nac. SJ, t. 210, a. 202. Su deceso se registra en RC Def. SJ, t. 455, f. 249, a.498; RC Mat. SJ, t. 275, f. 358, a. 716. El nacimiento de
Claudina Abarca se consigna en RC Nac. SJ, t. 216, a. 910.
34
ABAT LB LD No. 15, f. 24, a. 450. Prbro. Fray Agustín P. Losada. Padrinos. Moisés Aguilar y Ana María Pérez; su deceso aparece registrado
en RC. Def. SJ t, 466, f. 238, a.476; LM LaMd No. 22, f. 8, a. 111. Prbro. Hermenegildo Fernández. Testigos: Alcides Sánchez Cordero y Ana
María Pérez Zeledón. El nacimiento de María Cecilia Villalobos aparece en RC Nac. SJ t. 245, a. 164. Su deceso se registra en RC Def. SJ t.
429, f. 174, a. 348.
35
ABAT LB EC, SJ No. 14, f. 204, a. 433. Prbro. Mariano Zúñiga. Padrinos: Humberto Alvarado y Evangelina Leiva de Fernández, RC. Mat. SJ t.
67, f. 57, a. 88. Prbro. Recaredo Rodríguez. Testigos: Aníbal Chacón Martínez y Clarita Moreno Cañas de Martínez Suárez. El deceso de Flora
Salazar se consigna en RC Def. SJ t. 454, a. 320. El nacimiento de Ricardo Camacho consta en RC Nac. SJ t. 255, a. 112.
36
ABAT LB EC, SJ No. 14, f. 204, a. 434. Prbro. Mariano Zúñiga. Padrinos: Humberto Alvarado y Evangelina Leiva de Fernández, RC. Mat. SJ t.
106, f. 327, a. 606. Prbro. Recaredo Rodríguez. Testigos: Mario Elizondo Solís y María Cristina Elizondo. El nacimiento de Margarita Zumbado
aparece en RC Nac. Heredia t. 52, a. 503. El nacimiento de Flora Elizondo se registra en RC Nac. SJ t. 383. a- 856.
37
ABAT LB EC, SJ No. 32, f. 311, a. 750. Prbro. Feliciano Álvarez. Padrinos: José Manuel Quesada y Angelina Ugalde de Quesada.
38
ABAT LB EC, SJ No. 32, f. 427 a. 376. Prbro. Gregorio de Jesús Benavides. Padrinos: José Manuel Quesada y Angelina Ugalde de
Quesada; RC Mat, SJ t. 98, f. 25, a. 29. Prbro. José Rafael Cascante. Testigos: Eduardo Salazar Jiménez y Teresa Herrera García. El nacimiento
de Elizabeth Vargas se consigna en RC. Nac. Alajuela t 178, a.879; RC Mat. SJ t. 293, f. 116, a. 251. El nacimiento de Teresa Espinoza aparece
en RC Nac. SJ t. 479, a. 908.
39
ABAT LB EC, SJ No. 32, f. 646, a. 516. Prbro. Gregorio de Jesús Benavides. Padrinos: José Manuel Quesada y Angelina Ugalde de
Quesada; RC Mat.. SJ t. 84, f. 115, a. 191; el nacimiento de María Teresa Herrera se consigna en RC Nac. SJ t. 259, a. 301; el divorcio fue
dictado por el Juez Civil de San José el 19-10.-1957.; RC Mat. SJ t. 151, f. 397, a. 766. El nacimiento de Emilia Molina aparece en RC Nac.
Heredia t. 87, a. 710; El deceso de Eduardo Salazar aparece en RC Def. SJ t. 276, a. 910.
40
RC Nac. Heredia t. 71, a. 841, El nacimiento de Heidy Loría Fallas aparece en RC Nac. SJ t. 270, a. 775; RC Mat. Heredia t. 26, f. 330, a.

93
630.El nacimiento de Isabel Estrada se consigna en RC Nac. Alajuela t 224, a.374.
41
RC Nac. SJ t. 309, a. 874.; RC Mat. SJ t. 164, f. 282, a. 526. Divorcio dictado ante Juez Segundo de Familia el 28-6-1994. El nacimiento de
Carlos Luis Mora aparece en RC Nac. SJ t. 338, a. 712.
42
RC Nac. SJ t. 330, a. 567; RC Mat. SJ t. 141, f. 120, a. 232. El nacimiento de María Eugenia Arias se consigna en RC Nac. Heredia t. 86, a.
35. El nacimiento de Alicia Bejarano aparece en RC Nac. SJ t. 446, a. 596. El nacimiento de Ana Lorena Murillo aparece en RC Nac. SJ t. 496, a.
720. El nacimiento de Eugenia Garrón se consigna en RC Nac. Alajuela t. 431, a. 351.
43
RC Nac. SJ t. 343, a. 109; RC Mat. SJ t. 157, f. 439, a. 814. El nacimiento de Edgar Barzuna Ulloa aparece en RC Nac. SJ t. 353, a. 799.
44
RC Nac. SJ t. 96, a. 684; RC Mat. SJ t. 240, f. 186, a. 372. El nacimiento de Rodrigo Baldioceda se consigna en RC Nac. Limón t. 42, a. 207.
45
RC Nac. SJ t. 394, a. 816; RC Mat. SJ, t. 225, f. 381, a. 762. El nacimiento de Rita Santamaría aparece en RC Nac. Alajuela, t. 317, a. 248. El
nacimiento de Ligia Sánchez aparece en RC Nac. SJ t. 469, a. 274.
46
RC Nac. Heredia t. 83, a. 493, RC Mat Heredia t. 32, f. 414, a. 826. El nacimiento de Laura María Zamora aparece en RC Nac. Heredia t 102,
a. 1126,
47
RC Nac. Heredia t. 91, a. 842.; el nacimiento de Ana María Zúñiga se registra en RC Nac. Heredia, t. 101, a. 925; RC Mat. Heredia t 34, f.
289, a. 578. Divorciado en juzgado Sexto Civil, Heredia el 15-7-1977. El nacimiento de María Teresa Chaves aparece en RC Nac. Heredia t. 113,
a. 638.; RC Mat. SJ t. 204, f. 107, a. 214. El nacimiento de Ana Gabriela Fernández se consigna en RC Nac. Heredia t. 115, a. 475.
48
ABAT. LB LaMd No. VIII, f 6., a 365.
49
RC Nac. PE t. 17, a. 411.
50
RC Nac. SJ t. 379, a. 657; RC Mat. SJ t. 166, f. 390, a. 779. El nacimiento de Gretty Cordero se consigna en RC Nac. SJ t. 398, a. 1115; RC
Mat. Puntarenas t. 61, f. 129, a. 258. El nacimiento de Linette Betina González aparece en RC Nac. Puntarenas t. 170 a. 844.
51
RC Nac. PE t. 31. a. 370; RC Mat. SJ t. 170, f. 270, a. 538. El nacimiento de Milton González aparece en RC Nac. SJ t. 410, a. 419.
52
RC Nac. SJ t. 420, a. 318: RC Mat. SJ t. 256, f. 180, a. 360. El nacimiento de Bolívar Valverde se consigna en RC Nac. SJ t. 335, a. 333.
53
RC Nac. SJ t. 598, a. 312; RC Mat SJ t. 318, f. 417, a. 813. El nacimiento de Ivette Román se registra en RC Nac. SJ t. 719, a. 323.
54
RC Nac. SJ t. 339, a. 273; RC Mat SJ t. 159, f. 382, a. 645. El nacimiento de Ana Cecilia Quesada aparece en RC Nac. SJ t. 496, a. 691.
55
RC Nac. SJ t. 411, a. 800; RC Mat. SJ t. 216, f. 242, a. 483. El nacimiento de Álvaro Oviedo se consigna en RC Nac. SJ t. 686, a. 445.
56
RC Nac. SJ t. 426, a. 104; RC Mat. SJ t. 152, f. 260, a. 519. El nacimiento de Orlando Solano aparece en RC Nac. SJ t. 367, a. 850.
57
RC Nac. SJ t. 500, a. 876; RC Mat. SJ t. 230, f. 96, a. 181. El nacimiento de Rocío Chavarría se registra en RC Nac. SJ t. 573, a. 400.
58
RC Nac. SJ t. 953, a. 944; RC Mat Heredia t. 80, f. 335, a. 670. El nacimiento de Ileana María Rodríguez se consigna en RC Nac. SJ t. 851, a.
434.
59
RC Nac. SJ t. 122, a. 609; RC Mat. Alajuela t. 205, f. 339, a. 880. El nacimiento de Monserrat Chavarría se registra en RC Nac. SJ t. 1008, a.
994.
60
RC Nac. SJ t. 572, a. 740; RC Mat. SJ t. 221, f. 377, a. 553. El nacimiento de Alexander González aparece en RC Nac. SJ t. 572, a. 824; EC
Mat. SJ t. 422, f. 491, a. 981. El nacimiento de Rodolfo Rodríguez se consigna en RC Nac. SJ t. 589, a. 393.
61
RC Nac. SJ t. 550, a. 94; RC Mat. SJ t. 203, f. 50, a. 99. El nacimiento de Georgina Díaz se consigna en RC Nac. SJ t. 623, a. 124: RC Mat.
SJ t. 412, f. 310, a. 620. El nacimiento de Margot Quesada aparece en RC Nac. Puntarenas t. 134, a. 223.
62
RC Nac. SJ t. 524, a. 938; RC Mat. Heredia t. 41, f. 14, a. 27. El nacimiento de Jeannette Soto se registra en RC Nac. Heredia t. 104, a. 7.
63
RC. Nac. Heredia, t. 100, a. 653.
64
RC Nac. SJ t. 481, a. 175: RC Mat. SJ t. 191, f. 476, a. 951: RC Mat. SJ t. 405, f. 495, a. 989. El nacimiento de Glen Lutz se consigna en RC
Nac. PE, t. 1, a. 118.
65
RC Nac. SJ t. 481, a. 176; RC Mat. SJ t. 186, f. 195, a. 390. El nacimiento de Álvaro José Santisteban aparece en RC Nac. SJ t. 433, a. 555.
66
RC Nac. SJ t. 481, a. 177; RC Mat. SJ t. 205, f. 32, a. 64. El nacimiento de Flor Jiménez se consigna en RC Nac. SJ t. 446, a. 585.El
nacimiento de Roxana Rodríguez consta en RC Nac. SJ t. 701, a. 344.
67
RC Nac. SJ t. 481, a. 178; RC Mat. SJ t. 249, f. 43, a. 85. El nacimiento de Rodrigo Jaikel Gazel se registra en RC Nac. SJ t. 449, a. 45.
68
RC Nac. SJ t. 565, a. 259. Su deceso aparece registrado en RC Def. SJ t. 371, f. 243, a. 485.
69
RC Nac. SJ t. 461, a. 989; RC Mat. SJ t. 255, f. 468, a. 935. El nacimiento de Ana Lorena Umaña aparece en RC Nac. SJ t. 583, a. 355.
Divorciados en Juzgado 1° de Familia, SJ el 19-4-1996; RC Mat. SJ t. 408, f. 192, a. 383. El nacimiento de Ana María Sanz se consigna en RC
Naturalizaciones t. 64, a. 316. Divorciados en Juzgado 1° de Familia, SJ el 15-12-2003..
70
RC Nac. PE t. 47, a. 51; RC Mat. SJ t. 411, f. 158, a. 3162.
71
RC Nac. SJ t. 527, a. 328.
72
RC Nac. SJ t. 569, a. 811. Su deceso aparece registrado en RC Def. SJ t. 257, a. 956.
73
RC Nac. SJ t. 596, a. 283; RC Mat. SJ t. 326, f. 318, a. 536. El nacimiento de Paul Gerhard Bucher aparece registrado en RC Nac. SJ t. 364,
a. 466.
74
RC Nac. SJ t. 650, a. 374; RC Mat. Heredia t. 56, f. 177, a. 354. El nacimiento de Ruth Yarhi se consigna en RC Nac. SJ t. 657, a. 896.

94
75
RC Nac. SJ t. 694, a. 639.
76
RC Nac. SJ t. 1361, a. 911.
77
RC Nac. SJ t. 400, a. 122: RC Mat. SJ t. 215, f. 14, a. 27. El nacimiento de Carmen Navarro consta en RC Nac. Puntarenas, t. 131, a. 410.
78
RC Nac. Heredia, t. 110, a. 586. Información adicional suministrada por Elena Salazar Jiménez en correo electrónico de Miércoles 03/02/2010
05:31 p.m.
79
RC Nac. SJ t. 491, a. 504; RC Mat. Heredia t. 67, f. 479, a. 947. El nacimiento de Sylvia Muñoz se consigna en RC Nac. SJ t.8 83, a. 514.
80
RC Nac. SJ t. 656, a. 673; RC Mat. SJ t. 254, f. 236, a. 472. El nacimiento de Henry Aguilar se consigna en RC Nac. SJ t. 593, a.
661.Divorciados en Carmen, SJ el 23-2-1994. El nacimiento de Reynaldo Solórzano aparece en RC Nac. SJ t. 588, a. 945.
81
RC Nac. SJ t. 700, a. 232.
82
RC Nac. SJ t. 814, a. 994. El nacimiento de Evelyn López consta en RC Nac. >SJ t. 1244, a. 14. El nacimiento de Viviana González se
consigna en RC Nac. SJ t. 885, a. 945.
83
RC Nac. SJ t. 806, a. 325; RC Mat. SJ t. 488, f. 140, a. 280. El nacimiento de María del Milagro Hidalgo consta en RC Nac. Alajuela t. 525, a.
737.
84
RC Nac. SJ t. 685, a. 732; RC Mat. SJ t. 378, f. 141, a. 282.El nacimiento de Rodolfo Sáez aparece en RC Nac. SJ t. 743, a. 585.
85
RC Nac. SJ t. 862, a. 919; RC Mat. Heredia t. 84, f. 193, a. 386. El nacimiento de Arnoldo Guzmán consta en RC Nac. SJ t. 853, a. 56.
86
RC Nac. SJ t. 910, a. 598; RC Mat. SJ t. 414, f. 426, a. 852. El nacimiento de José Pablo Castillo se consigna en RC Nac. SJ t. 843, a. 219.
87
RC Nac. SJ t. 940, a. 964; RC Mat. SJ t. 422, f. 481, a. 962. El nacimiento de Susan Aguilera consta en RC nc. SJ t. 1037, a. 872.
88
RC Nac. SJ t. 1336, a. 28.
89
RC Nac. SJ t. 1580, a. 848.
90
RC Nac. SJ t. 804, a. 243; RC Mat. SJ t. 387, f. 335, a. 669. El nacimiento de Fabio Alfaro aparece en RC Nac. SJ t. 695, a. 22.
91
RC Nac. SJ t. 834, a. 311; RC Mat. SJ t. 362, f. 450, a. 900. El nacimiento de Ana Catalina Fallas consta en RC Nac. SJ t. 954, a. 241.1
92
RC Nac. SJ t. 1066, a. 515; RC Mat. SJ t. 498, f. 351, a. 702.
93
RC Nac. SJ t. 1158, a. 11; RC Mat. SJ t. 489, f. 298, a. 596. El nacimiento de María Fernanda Guerrero aparece en RC Nac. Alajuela t. 656, a.
244.
94
RC Nac. SJ t. 1155, a. 130.
95
RC Nac. SJ t. 1232, a. 404.
96
RC Nac. SJ t. 1300, a. 733.
97
RC Nac. Alajuela t. 526, a. 780.
98
RC Nac. SJ t. 1084, a. 695.
99
RC Nac. SJ t. 1143, a. 819.
100
RC Nac. SJ t. 1199, a. 52.
101
RRC Nac. SJ t. 1492, a. 673.
102
RC Nac. SJ t. 1058, a. 218.
103
RC Nac. SJ t. 1001, a. 841; RC Mat. SJ t. 449, f. 434, a. 867. El nacimiento de Iván Meza aparece en RC Nac. Cartago t. 354, a. 429.
104
RC Nac. SJ t. 1165, a. 346. RC Nac. SJ t. 1165, a. 346. Información sobre matrimonio suministrada por Elena Salazar Jiménez en correo
electrónico del Miércoles 17/02/2010 10:33 a.m. El nacimiento de Rodrigo Vindas aparece en RC Nac. Alajuela, t 570, a. 841.

105
RC Nac. SJ t. 1231, a. 129.
106
RC Nac. SJ t. 1290, a. 751.
107
RC Nac. SJ t. 1361, a. 531.
108
RC Nac. SJ t. 1576, a. 159.
109
RC Nac. SJ t. 1320, a. 188.
110
RC Nac. SJ t. 1520, a. 376.
111
RC Nac. SJ t. 1591, a. 840.
112
RC Nac. SJ t. 1251, a. 138.
113
RC Nac. SJ t. 1488, a. 461.
114
RC Nac. SJ t. 1292, a. 366.
115
RC Nac. SJ t. 1337, a. 289.
116
RC Nac. SJ t. 1508, a. 240.

95
117
RC Nac. SJ t. 1689, a. 437.
118
RC Nac. SJ t. 1293, a. 2.
119
RC Nac. SJ t. 1014, a. 128; RC Mat. SJ t. 416, f. 393, a. 786. El nacimiento de Reynaldo Ballestero consta en RC Nac. Alajuela t. 492, a.
788; El 6 de agosto de 2007, el Vicario Judicial Prbro. José Manuel Garita Herrera concedió la dispensa por no consumación del matrimonio de
Karina Motelli con Reynaldo Ballestero; RC Mat. SJ t. 499, f. 216, a. 431. El nacimiento de Alfredo Gallegos se consigna en RC Nac. SJ t. 1062,
a. 248.
120
RC Nac. SJ t. 1436, a. 937.
121
RC Nac. SJ t. 1538, a. 58.
122
RC Nac. SJ t. 761, a. 574.
123
RC Nac. SJ t. 968, a. 742; RC Mat. SJ t. 380, f. 217, a. 434. El nacimiento de Willy Gerardo Arias se consigna en RC Nac. SJ t. 923, a. 479.
124
RC Nac. SJ t. 1049, a. 239; RC Mat. SJ t. 490, f. 196, a. 391. El nacimiento de Jacqueline Cordero aparece en RC Nac. SJ t. 1034, a. 996.
125
RC Nac. SJ t. 992, a. 251.
126
RC Nac. SJ t. 1906, a. 730.
127
RC Nac. SJ t. 2049, a. 27.
128
RC Nac. SJ t. 1301, a. 732.
129
RC Nac. SJ t. 1422, a. 253.
130
RC Nac. SJ t. 934, a. 9; RC Mat. SJ t. 446, f. 482, a. 964.
131
RC Nac. SJ t. 929, a. 810; RC Mat. SJ t. 412, f. 496, a. 992. El nacimiento de Álvaro José Gutiérrez aparece en RC Naturalizaciones SJ t. 62,
a. 554.
132
RC Nac. SJ t. 940, a. 259; RC Mat. SJ t. 428, f. 492, a. 984. El nacimiento de Sidney García se consigna en RC Nac. SJ t. 785, a. 813; RC
Mat. SJ t. 490, f. 404, a. 808. El nacimiento de Víctor Hugo Jiménez aparece en RC Nac. SJ t. 1005, a. 425.
133
RC Nac. SJ t. 1013, a. 597.
134
Nac. SJ t. 1135, a. 27. Aparece registrado erróneamente en el Registro Civil como Federico Santiesteban Salazar, siendo lo correcto, al
igual que sus hermanos Giovanna María y Álvaro Enrique, Santisteban Salazar.
RC Nac. SJ t. 1185, a. 911.
135
RC Nac. SJ t. 1185, a. 911.
136
RC Nac. SJ t. 1041, a. 563.
137
RC Nac. SJ t. 1293, a.191.
138
RC Nac, Heredia t. 258, a. 683.
139
RC Nac. SJ t. 1272, a. 655.
140
RC Nac. SJ t. 1422, a. 502.
141
RC Nac. SJ t. 1287, a. 866.
142
RC Nac. SJ t. 1450, a. 704.
143
RC Nac. SJ t. 1784, a. 444.
144
RC Nac. PE t. 11, a. 383.
145
RC Nac. PE t. 11, a. 384.
146
RC Nac. SJ t. 1524, a. 25.
147
RC. Nac. SJ t. 1565 a. 571.
148
RC Nac. SJ t. 1623, a. 772.
149
RC Nac. SJ t. 1450, a. 266.
150
RC Nac. SJ t. 1547, a. 391.
151
RC Nac. SJ t. 1646, a. 717.
152
RC Nac. SJ t. 938, a. 897; RC Mat. SJ t. 347, f. 266, a. 532. Lizza es hija adoptiva de Carlos Eduardo Salazar. El nacimiento de Erik Calvo
aparece en RC Nac. SJ t. 854, a. 259.
153
RC. Nac. SJ t. 1925, a. 813.
154
RC Nac. SJ t. 1369, a. 524.
155
RC. Nac. SJ t. 1485, a. 911.
156
Información adicional suministrada por Elena Salazar Jiménez en correo electrónico de Miércoles 03/02/2010 05:31 p.m.
157
RC Nac. SJ t. 1269, a. 520; RC Mat. SJ t. 417, f. 418, a. 835. El nacimiento de Jason José Ospino aparece en RC Nac. SJ t. 1120, a. 326. El

96
nacimiento de Jorge Antonio ballar consta en RC Nac. SJ t. 1076, a. 948.
158
RC Nac. Cartago t. 498, a. 21.
159
RC Nac. Cartago t. 520, a. 209.
160
RC Nac. Heredia t. 278, a. 718.
161
RC Nac. SJ t. 1262, a. 998.
162
RC Nac. SJ t. 1662, a. 251.
163
RC Nac. SJ t. 1795, a. 311.
164
RC Nac. SJ t 1694, a. 261.
165
RC Nac. SJ t 1833, a. 384.
166
RC Nac. SJ t. 1921, a. 662.
167
RC Nac. SJ t. 1818, a. 617.
168
RC Nac. SJ t. 1858, a. 686.
169
RC Nac. SJ t. 1739, a. 225.
170
RC Nac. SJ t. 1821, a. 589.
171
RC Nac. SJ t. 1863, a. 946.
172
RC Nac. SJ t. 1990, a. 853.
173
RC Nac. SJ t. 1840, a. 375.
174
RC Nac. SJ t. 1955, a. 647.
175
RC Nac. SJ t. 1955, a. 648.
176
RC Nac. SJ t 2074 a. 267.
177
RC Nac. SJ t. 1805, a. 657.
178
RC Nac. SJ t. 1824, a. 530.
179
RC Nac. SJ t. 1994, a. 530.
180
RC Nac. SJ t. 2057, a. 615.
181 RC Nac. SJ t. 1950, a. 868.
182
RC Nac. SJ t. 1767, a. 727.
183
RC Nac. SJ t. 1932, a. 869.
184
RC Nac. SJ t. 1716, a. 578.
185
RC Nac. SJ t. 1775, a. 645.
186
RC Nac. SJ t. 1984, a. 917.
187
RC Nac. SJ t. 2071, a. 633.
188
C Nac. SJ t. 1978, a. 24.
189
RC Nac. PE t. 123, a. 117.
190
RC Nac. PE t. 123, a. 118.
191
RC Nac. SJ t. 1902, a. 787.
192
RC Nac. SJ t. 1997, a. 358.
193
RC Nac. SJ t. 1725, a. 975.
194
RC Nac. SJ t. 1805, a. 944.
195
Información suministrada por Elena Salazar Jiménez en corre4o electrónico del Lunes 15/02/2010 02:30 p.m.
196
RC Nac. SJ t. 1840, a. 231.
197
RC Nac. SJ t. 1919, a. 620.
198
Información suministrada por Elena Salazar Jiménez en correo electrónico de Viernes 19/02/2010 09:10 a.m.
199
Información suministrada por Elena Salazar Jiménez en correo electrónico de Viernes 19/02/2010 09:10 a.m.
200 I
nformación suministrada por Elena Salazar Jiménez en correo electrónico de Lunes 15/02/2010 10:33 a.m.
201
Información adicional suministrada por Elena Salazar Jiménez en correo electrónico de Miércoles 03/02/2010 05:31 p.m.
202
RC Nac. SJ t. 1811, a. 743.
203
RC Nac. SJ t. 1995, a. 156.

97
Nota del autor:

Agradecimiento especial a doña Elena Salazar Jiménez, por los valiosos aportes hechos a este trabajo.

HISTORIAS DE...

Historia del cantón de Atenas *

Isidoro Ramírez Solera **


Atenas, antes de llamarse así, se llamó Sabana Larga y el presidente don José Rafael Gallegos, de mucho gusto
por los estudios griegos, le dio el nombre de Atenas en el año 1833.

Antes de la independencia las tierras de este centro hasta San Francisco las denunció un señor Espinoza, de
Heredia. La de Ángeles y parte de Concepción fueron denunciados por don Matías Sandoval; las de la otra parte de
1
Concepción, un señor Elizondo que vendió a don Anselmo Arias, abuelo de don Liborio Arias, quien es a su vez
2
abuelo del doctor Ovares .

El sitio donde está “La Boca” fue denunciado por don Eduardo González, de Alajuela, bisabuelo de don Juan
González y padre de don Francisco González Brenes, quien fue gobernador de Alajuela; casó una de sus hijas con
3
el Dr. Padilla .

Barrio de Mercedes fue de un señor Acosta y después de don Javier Sánchez. Don Ramón R. Jiménez, de Cartago,
abuelo del Sr. Presidente Lic. Don Ricardo Jiménez, fue dueño de los terrenos de Santa Eulalia y San José Norte y
Sur, cuyas fincas probablemente se llamó Santa Olalla, su señora esposa mandó construir un oratorio donde está
hoy la escuela de San José Sur, punto señalado por don José María Castillo a don Ramón Campos Morera. La
finca estaba dedicada a la cría de ganado y la familia se venía de Cartago por un camino que venía entre Grecia y
Atenas (sic).

Cuando la señora Zamora de Jiménez venía a veranear, traía para la cuaresma un misionero y mandaba a
sabaneros, dentro de los que hay que contar a don José María Castillo, quien entonces tenía 8 años, a convidar a
don Anselmo Arias y su señora doña Encarnación Salazar, oriundo de Heredia, dueños de todo el resto, o sitio de
Concepción y parte de esta ciudad, junto con todos sus peones; a don Juan Rosa Arias, dueño de Sabana Larga, y
don Javier Sánchez, dueño de los terrenos de Mercedes y don Matías Sandoval, dueño de los terrenos de Los
Ángeles, para que fueran a oír misa los domingos y a cumplir con la cuaresma. Probablemente fue esto por los
años de 1830 a 1840 y entonces había unos mil habitantes.

Escobal, Guácimos y Barroeta, fue denunciado antes de la independencia, como por el año 1717 (sic), en tiempos
de la colonia, por don Juan Sandoval y don Juan Castro. Esta medida fue rectificada en 1822, ante las autoridades
de la República.

De esto correspondió Guácimos a don Juan Sandoval, de Alajuela, padre de doña Margarita Sandoval de Vega, con
4
1000 manzanas; don Tomás Sandoval de Alajuela, abuelo de doña Perfecta de Ramírez, Escobal, con 1000
manzanas, a don Juan Castro, otras 1000 manzanas que comprendían Barroeta con Quebradas, San Isidro y
Morazán fue lo que llamaron “La Legua” (un poco más de 5 kilómetros), vendida a más de 200 personas, en
pequeños lotes, entre los años de 1870 a 1880.

98
Estanquillo y Monte del Aguacate fue terreno indenunciable para facilitar las labores de las Minas.

Sacra Familia, donde varios tienen lotes pequeños sujetos a domicilio particular.

En 1830, alegando varios vecinos que había una población de 1000 habitantes, pidieron a la Curia la creación del
curato cuya solicitud no fue atendida sino hasta 1844. Como por los años de 1830 a 1840, la municipalidad de
Alajuela mandó construir “El Cabildo”, que fue durante mucho tiempo la única Escuela. (casa que queda al oeste de
la Escuela Livia de Saravia).

Desde 1844 hay curato. Antes tenían que recibir los auxilios de la Religión Católica en Alajuela. La primera ermita
se hizo en la esquina en que hoy está el establecimiento de don Alberto Jenkins, al suroeste de la plaza (hoy
parque) y desde 1836 a 1856 fue cura el padre Rojas de Medina, de origen guatemalteco. Después vino el padre
don Juan Inocente Ledezma de Alajuela, quien dio principio, en 1856, al templo que había antes del actual y en el
mismo lugar, y no lo terminó sino hasta en 1862.

Esa manzana la donó, junto con la de la plaza, (hoy parque) doña María Umaña, pariente de los actuales Umaña.
Posteriormente han sido curas el padre Ramírez, el padre Rodríguez, quien llegó en 1892, recién ordenado y duró
26 años de cura; a su iniciativa se levantaron las ermitas de los Ángeles y Concepción y el templo parroquial de
esta ciudad, obra que realizó en el corto término de 5 años. A este le siguió el padre Leoncio Piedra, luego el padre
Barquero, el padre Lombardo, Acuña, Lira, Rams, quien mandó construir la balaustrada de la manzana de la Iglesia
y sus aceras, y por último, el padre Clodoveo Hidalgo, (hoy monseñor con asiento en la ciudad de Alajuela). A éste
5
le siguió el padre Vargas, por muy corto tiempo, luego el padre Barboza, quien fue trasladado luego a Puntarenas ,
nombrando en su lugar para Atenas al padre Meneses, quien está actualmente al frente de la parroquia. El 7 de
agosto de 1868 se creó el cantón de Atenas y se nombraron sus autoridades.

En 1873, siendo Presidente de la República don Tomás Guardia, fue nombrado como Jefe Político, don Juan
6
Matamoros , oriundo de Cartago, que vino llamado por el padre Ledezma para que hiciera el templo, éste era
casado con doña Chepita Sandoval, siendo éstos los padres del ingeniero don Luis Matamoros. Este señor
persiguió la embriaguez, los escándalos y el juego, haciendo de este pueblo uno de los más morales del país. A
iniciativa de él se construyó la escuela “Livia de Saravia” y se abrió el camino carretero que nos une con San
Ramón.

El producto de la venta de “La Legua” se repartió en tres partes: un tercio para los Fondos de Educación y con esos
fondos se hizo la escuela “Livia de Saravia” en los años de 1875 a 1880; otro para fondos comunes, con lo cual se
hizo la cárcel y algunas otras mejoras, y el otro se llamó fondos propios, sirvió para pagar empleados de la
municipalidad.

El mercado de abastos fue construido en diciembre de 1906 por la municipalidad.

La escuela “José Carlos Umaña” se hizo con ¢8000º de detalles, ¢6000 ofrecidos y decretados por el entonces
presidente don Rafael Iglesias, los que fueron entregados durante la administración de Esquivel, y parte con fondos
correspondientes de algunos turnos. Por todo se gastó la suma de ¢24000. Las Juntas de Educación, mientras duró
la construcción, trabajaron con celo muy ejemplar. Se terminó en el año 1905. Los primeros habitantes vinieron de
Alajuela, Heredia y San José.

Antes de establecerse el Ferrocarril al Pacífico, pasaban varios días hasta 200 carretas por la mañana con rumbo a
Puntarenas y 200 por la tarde para San José y la misma cantidad por la noche, para Puntarenas y viceversa. De
este lugar (Atenas), viajaban con su yunta de bueyes, como si fueran hombres, varias mujeres, entre ellas, Manuela
Solares, quien había sido esclava de don Manuel Solares, de la ciudad de Heredia.

La vida en ese tiempo era sumamente alegre por las ventas de café y comidas, colocadas en las orillas de la
carretera, donde generalmente había quien tocaba guitarra, acordeón y marimba. Los sesteos, lugares de descanso
de tantas carretas, eran al este de La Garita, al oeste de la quebrada “Poza Azul”, en la Boca donde había una casa
de la Nación y el Desmonte.

99
Visitando casas por los alrededores de San José, don Víctor Cruz encontró en una de ellas a una viejecita como de
90 años de edad, que al preguntarle de donde era, le contó lo siguiente: “yo conocí a Atenas cuando era muchacha.
Veníamos mi padre y yo de Hacienda Vieja, (hoy Orotina) y como entonces se pasaba por un puente que llamaban
de “Los Españoles”, el cual estaba como a 500 al sur del actual Puente de Río Grande, carretera Nacional de
Cartago a Puntarenas, estando en la orilla oeste de dicho puente, bajo un fuerte temporal, y antes de hacer la
carretera, como el puente era muy angosto, solo podían pasar las personas en una misma dirección y antes de
tomar la cabeza del puente mi padre y yo, vimos que un señor que venía de Alajuela, tomó el puente con animales y
bestias cargadas, junto con su esposa e hijos; cuando iban por el centro del puente, una cabeza de agua de una
gran creciente, se llevó el puente con todos ellos. Nosotros nos regresamos hacia donde es Atenas y encontramos
que por la noche había una fiesta en una casa situada detrás del templo actual. Era la celebración del matrimonio
de uno de los hijos, mejor dicho, de los jóvenes Silvestre González Rodríguez y María Umaña Trejos, hijos de los
principales vecinos del lugar, don José María González y doña María Cruz Rodríguez, y de con Leandro Umaña y
doña Cecilia Trejos y que los muchachos que habían casado en la mañana de ese día en el templo de Alajuela,
habían podido pasar el puente para llegar a Atenas a la hora del almuerzo.

Buscando en los libros parroquiales de Alajuela el matrimonio de esos jóvenes, se puede averiguar el día en que
7
quedó incomunicada la costa con el interior del país .
8
El hijo mayor de ese matrimonio fue don Leandro González Umaña; tendría ahora como de 82 a 84 años y esa
fecha puede encontrarse por el año 1842.

Los terrenos de don Leandro Umaña (abuelo del anterior) eran los que ahora son de don Rafael González y doña
Carolina Umaña de Mirambell (en la actualidad de José María González los que eran de doña Carolina). Don
Leandro tuvo varios hijos, entre ellos don Pedro que casó con doña Engracia Hernández, y fueron éstos, padres de
9
don José Carlos Umaña (abuelo de José Carlos Umaña González).

Por resolución Nº 25 de 25 de febrero de 1840 se indemnizó a los dueños de terrenos que ocupa la población de
10
Atenas y por primera vez se le da el nombre de Atenas a Sabana Larga. La Junta de Caridad de Atenas se creó
por decreto Nº 24 del 28 de junio de 1905.

Por ley Nº 5 de 5 de mayo de 1909, el gobierno auxilió a la municipalidad de este cantón para que construyera la
cañería y tiempo después volvió a auxiliarla el 31 de julio de 1912.

Por medio de un plebiscito levantado en los distritos de Santiago y Candelaria, que se llevó a cabo el 19 de abril de
1911, quedaron estos distritos perteneciendo al cantón de Palmares.

* Nota del copiador


Hasta aquí la historia antigua del cantón de Atenas, según datos recopilados en un cuaderno que me facilitó gentilmente la estimable y culta
señorita maestra, Claudia Garro Arias y que emanan del caballero (ya fallecido) don Isidoro Ramírez Solera. Miramar, 12 de junio de 1956.
(copiado por don Luis Vargas González).

** Isidoro de Jesús Ramírez Solera nació y fue bautizado en Atenas el 10-4-1866. Su padre Juan Manuel Ramírez López casó 1º en Atenas el
5 de octubre de 1864 con Margarita Solera Torres, hija de Fernando Solera y Tomasa Torres, y 2º en Atenas el 14 de mayo de 1893 con Antolina
Vindas Baptista, hija de Domingo Vindas y Patricia Baptista.
(datos facilitados por Ramón Villegas Palma).

Notas:

1
Se refiere a Lucas Elizondo Barquero, uno de los pioneros de la zona de Atenas, Palmares y San Ramón.
2
Corresponde al doctor Julio César Ovares Arias, médico ateniense que se destacó entre otras cosas por su celo profesional y
por socorrer a las personas pobres, a las que no cobrara por la consulta. Su memoria aún se mantiene con suma gratitud por
muchos atenienses.
3
Se trata del doctor Mariano Padilla Matute, guatemalteco, quien casó con Teodora González Alfaro en Alajuela, el 11 de enero
de 1867.

100
4
Doña Perfecta nació en Atenas el 16 de noviembre de 1868, y fue hija natural de José María Sandoval Rodríguez, (conocido
como Chito Sandoval), hijo de don Tomás Sandoval Jiménez y Perfecta Rodríguez Cruz (ésta hermana del maestro imaginero
Lico Rodríguez). Tanto José María como Tomás fueron diputados.
5
Esto porque en ese tiempo Puntarenas pertenecía a la diócesis de Alajuela.
6
Don Juan Matamoros Lobo fue hijo natural de María Tomasa Lobo Gómez, y casó en Atenas, el 23 de agosto de 1858, con
María Josefa Sandoval Rodríguez, hija de Juan Sandoval y Nicolasa Rodríguez.
7
Los “jóvenes” casaron en Alajuela, el 5 de noviembre de 1834.
8
En realidad la hija mayor fue Josefa González Umaña, nació y fue bautizada en Alajuela, el 2 de setiembre de 1835, murió a
los dos meses, fue sepultada en Alajuela, el 13 de noviembre de 1835.
9
Como es bien sabido el verdadero padre de José Carlos Umaña fue el inglés John Jenkins Moarshead.
10
En realidad desde 1833 la población fue conocida como Atenas, según refiere él mismo líneas atrás.

Evolución del sistema electoral costarricense (1859-1870)


Lic. Hugo Vargas González
Historiador Universidad de Costa Rica

Mucho se ha escrito en torno a los orígenes de la democracia costarricense. En la actualidad, esta se confunde con el
ejercicio de prácticas electorales, cada cuatro años, para designar a las autoridades de los poderes ejecutivo y
legislativo así como en las municipalidades. Partimos que la democracia es más que eso, por lo cual en principio puede
concluirse que el sistema democrático costarricense es restringido e insuficiente para satisfacer los requerimientos
reales de participación política.

En el presente artículo analizaremos el subsistema electoral como parte del sistema político, en el período 1859-
1870. Dicho período ha sido poco estudiado, por lo cual el proceso en él desarrollado es prácticamente
desconocido. De ahí que esta década sea identificada casi exclusivamente por la influencia en las esferas de poder
político de los generales Lorenzo Salazar y Máximo Blanco. Esta reducción tan fuerte del proceso histórico
desarrollado en dicho período limita la comprensión de una diversidad de aspectos que contribuyeron al desarrollo
posterior del sistema político costarricense, y específicamente del sistema electoral.

Entre estos aspectos están la apertura del régimen de ciudadanía, en 1859, al eliminarse los requisitos que
impedían a muchos costarricenses ser ciudadanos y electores, es decir, el primero y segundo grados del proceso
electoral (las mujeres tuvieron derecho al voto hasta 1949). Igualmente debe mencionarse el proceso que condujo
al surgimiento del sistema de partidos en Costa Rica, que se manifiesta con fuerza en el período que estudiaremos
y se consolida en la década de los ochentas y noventas del siglo XIX.

A.-Golpe de estado y ampliación de la ciudadanía


Con el golpe de Estado al presidente Juan Rafael Mora Porras (1849-1859), se vislumbraron cambios en las luchas
políticas en Costa Rica. Valga señalar que por entonces el Estado Costarricense había alcanzado un grado
importante de consolidación, gracias fundamentalmente a la resolución temprana de los conflictos localistas y a la
obtención de una base económica fuerte con la producción y exportación del café. Dicho Estado asumió
inicialmente una forma oligárquico-patrimonial, donde pequeños grupos competían por su control a través de la vía
electoral o la militar. El primer caso posibilitó el desarrollo de una amplia cultura electoral dentro de un sector de la
población, caracterizada por la práctica constante y estable del sufragio. Sin embargo, el recurso armado estuvo
presente en no pocas ocasiones aun cuando, salvo la caída de Francisco Morazán (1842), su ejercicio correspondió
a pocos actores. De hecho, elecciones y golpes de estado convivieron en una unión forzada y poco convencional,
siendo este un rasgo de la vida política costarricense durante las primeras cinco décadas de vida independiente.

La situación inmediata al golpe a Mora, en 1859, se caracterizó, ante todo, por un estado de tensión. En efecto, los
movimientos de Juan Rafael Mora en Estados Unidos y Centro América, el apoyo otorgado a este por algunos
gobiernos (como Nicaragua y El Salvador), las diversas rebeliones armadas dentro de su territorio y la desconfianza
hacia los que, por oportunismo, se adhirieron a Montealegre una vez consumado el golpe, contribuyó a generar esa
situación. La Gaceta Oficial manifestó con preocupación, pocos días antes de la invasión de Mora, que

101
“Tal estado de cosas, mantiene al país en constante expectación y alarma, engendra la desconfianza, paraliza las
1
transacciones y arruina la agricultura.

Esta situación obligó, desde un inicio, a dar muestras de apertura y tolerancia, que convencieran a amplios sectores
de la población sobre las ventajas del nuevo régimen. Sin embargo, alrededor del presidente provisional, José
2
María Montealegre, existían múltiples intereses. La columna vertebral del apoyo que recibió se situaba en el
sentimiento antimorista. Los conflictos financieros, los resentimientos de algunos militares, las envidias, los favores
no concedidos, la represión a las libertades y la perpetuación en el poder fueron las causas que motivaron el golpe
3
, dentro del cual los diversos actores pretendían obtener ventajas personales. No debe extrañar que la mayoría de
los altos funcionarios del anterior gobierno dieran su apoyo al nuevo, renegando de todo lo que habían apoyado con
supuesta vehemencia.

A Mora solo lo acompañaron sus más cercanos amigos y colaboradores. Quienes disfrutaron las mieles del poder
en el gobierno de éste, no tuvieron el valor o el deseo de defenderlo. De hecho se acomodaron a las nuevas
circunstancias y a ellas supieron sacarle provecho, demostrando así el carácter inestable y muy transitorio de las
facciones. Así, por ejemplo, en los momentos inmediatos al golpe contra Mora los golpistas establecieron contacto
con los gobernadores de las provincias, negociando con ellos el apoyo al nuevo régimen. El resultado fue su
adhesión al gobierno de Montealegre, gracias a lo cual conservaron sus puestos, contribuyendo de esta manera a
consolidar la nueva situación.

Pero otros sectores no tenían acceso a tales beneficios, y su identificación con el régimen parecía no contar con
una razón sólida que la generara y conservara. El apoyo de los pequeños propietarios del barrio del Mojón, que
eventualmente podrían haberse visto desposeídos a causa de un decreto del gobierno de Mora, no era suficiente.
Si este regresaba, muchos de los nuevos aliados podrían volcar su adhesión según variaran las circunstancias del
juego político; tal era su volátil fidelidad.

Un apoyo popular sólido, con el cual Mora pareció también contar, se hacía necesario. El obispo Anselmo Llorente
y Lafuente, enemigo de don Juan Rafael, estableció en forma clara la posición oficial de la Iglesia Católica. En
febrero de 1860, al ejército que regresaba de Liberia, tras sofocar una revuelta morista, les dijo:

“Oyendo la voz de la Autoridad Civil que os llamaba y exigía de vosotros tantos sacrificios, cumplisteis con el
4
mandato del mismo Dios que por boca de su divino hijo nos manda la obediencia a las autoridades.”

La influencia de la Iglesia podía no ser suficiente, por lo cual era necesario recurrir a más que sermones y rogativas.
Por eso los nuevos gobernantes decidieron satisfacer a los pequeños y medianos propietarios, marginados de
cualquier participación política en la elección de las diversas autoridades. La condición de ciudadano que se les
otorgó lo posibilitaba, al menos en su primer grado. El otorgamiento de la capacidad de sufragar, entendido como la
adquisición de derechos de ciudadanía, representó la posibilidad de adquirir el visto bueno de un sector de la
población. Debe verse que la eliminación de requisitos directos, de carácter económico, permitió que muchos
“marginados” pudieran optar, incluso, a la condición de elector o de ejercer cargos públicos. Enrique Twight,
redactor del periódico NUEVA ERA se hizo eco de la satisfacción de esas aspiraciones afirmando que

“La prerrogativa más noble del hombre libre como ciudadano es la de poder elegir a los que considera dignos de
mandarle en la paz o en la guerra. Esa prerrogativa es, sino la libertad, a lo menos la seña de la libertad, y según
5
las bases más amplias o más estrechas de aquella, juzgamos a un país más o menos libre.

La coyuntura surgida al calor de los eventos que rodearon la caída de Mora permitió que algunos individuos, con
inclinaciones liberales, hicieran valer sus posiciones ideológicas. No todos los involucrados en el golpe tenían
similares aspiraciones, pues en realidad algunos creían que las cosas debían permanecer tal como antes, solo que
con otros hombres. De hecho, un proyecto de Constitución propuso un marco de ciudadanía limitada, señalando
6
que para ser ciudadano se requería un capital libre de mil pesos, y para ser elector uno de dos mil pesos . Esto,
por supuesto, fue rechazado. La justificación del nuevo gobierno, como vimos, no podía aceptarlo.

Quienes promovían el desarrollo de instituciones liberales no dejaron de percibir los obstáculos que, sin embargo,
se presentarían. En las reuniones de los círculos, en las actividades sociales, en los encuentros en el Club del

102
Hotel de Costa Rica (luego Hotel de San José) y en el Club de la Unión, las discusiones al respecto se presentaban
7
. Esto obligó a Uladislao Durán, firme convencido de la apertura que debía darse, a señalar:

“Se ha dicho: que por el indiferentismo político no hay virtudes cívicas, y que sin virtudes cívicas no puede existir la
República. Esta es una sutileza filosófica, si se nos quiere aplicar, exacta en la forma; pero para nosotros
inadmisible. Concedemos que las repúblicas no se improvisan, porque son raras las cosas que se pueden
improvisar, y Repúblicas menos; pero deducir del principio que las instituciones no pueden ser liberales y
republicanas, no lo podemos admitir. Hoy no somos nada, mañana seremos algo y por último vendrá la República.”
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Durán admitía que aun no se vivía bajo un régimen republicano verdadero dentro de un marco liberal, pero hacia
ahí era necesario marchar. La existencia de un indiferentismo político en el país, junto a esa “índole suave e
indolente de los costarricenses”, según las palabras del mismo Durán, motivaron a este a manifestar que tales
condiciones indicaban cual debía ser el espíritu que dominara la nueva Constitución
9
“...espíritu impulsivo y vivificador, y que tal espíritu sólo puede encontrarse en las leyes liberales y republicanas.

Por último, apoyaba su posición indicando que las condiciones sociales necesarias para lograrlo ya estaban
presentes en Costa Rica, rebatiendo con esto criterios contrarios que sostenían que la inmadurez política del país
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no justificaba una apertura. De hecho, los sectores que desde 1838 venían restringiendo el marco de la
ciudadanía, imponiendo así fuertes desigualdades, tenían una fuerte presencia gracias a su influencia política y su
poder económico. En una interesante interpretación de las circunstancias de entonces, que otros hombres como
Fernando Estreber también efectuarían, y en donde ya se vislumbraban los orígenes de un discurso oficial relativo a
la identidad del costarricense, señala don Uladislao que

“Si mal no recordamos, Costa Rica por la extensión de su territorio, por el carácter y moralidad de sus habitantes,
por la homogeneidad de la raza, por sus costumbres sencillas y laboriosas, y por sus condiciones sociales, tiene en
su favor por lo menos las tres cuartas partes que los publicistas señalan a los pueblos para ser capaces de
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instituciones liberales y republicanas.

Al respecto, vale la pena mencionar lo que publicó LA GACETA OFICIAL en 1863, en un debate sobre el ejército,
pues también reprodujo un elemento básico de ese mismo discurso:

“Solamente la Suiza que tiene la más perfecta analogía con nuestro sistema político, se ha emancipado de la
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necesidad de un ejército permanente sin perjuicio de su fuerza defensiva...

La derrota definitiva del expresidente Mora, y el fusilamiento de este y el general Cañas, produjo un suspiro de alivio
entre sus enemigos. Las eventuales represalias de aquel se esfumaron con su muerte, y quienes admiraron la
figura de don Juan Rafael se encontraron desorganizados y sin líderes. El clima de tensión anterior desapareció, al
13
punto que los nuevos gobernantes podían sentirse ahora más relajados . El morismo ya no era problema, y con
ello la causa que generó la unión de los vencedores dejo de existir. Sin embargo, las reformas al sistema electoral
no dieron marcha atrás. La Constitución de 1859, y la Ley Electoral de 1862, permitieron un mayor grado de
participación política al eliminar los requisitos de carácter económico de los anteriores cuerpos normativos, que
restringieron el derecho al sufragio para amplios sectores de la población. A su vez, la lucha política adquirió un
nueva carácter, el cual sirvió de base para la dinámica electoral posterior. El liberalismo, que incursionó sigiloso
pero a paso seguro, encontró tierra fértil donde desarrollarse.

B. En la era del cambio: prensa, políticos e intelectuales

Los acontecimientos políticos en otros países no eran desconocidos en Costa Rica. La prensa, a pesar de sus
limitaciones, sirvió como órgano transmisor de tales experiencias. Los políticos costarricenses tuvieron acceso a
información sobre las luchas de partidos en Estados Unidos o Europa, los cambios en la legislación electoral y la
14.
doctrina constitucional más avanzada Si bien la divulgación de los conflictos políticos internos fue escasa, y
cuando se presentó se hizo generalmente tras el filtro oficialista, lo acontecido en el extranjero contó con un

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aceptable espacio en los periódicos. Basta señalar algunos ejemplos.

En 1849, EL COSTARRICENSE, órgano oficial, contó con una sección denominada “Correo de Ultramar” (algo así
como Noticias Internacionales). En ella se incluyó una información sobre las elecciones en Francia, exponiendo la
desorganización que sufría el partido Socialista a causa de la represión de la cual era objeto. Esta se manifestó con
el cierre de sus periódicos, la prohibición de abrir locales y realizar reuniones, y las amenazas y encarcelamiento de
sus dirigentes. El redactor se manifestó sorprendido sobre cómo, a pesar de lo anterior, por pocos votos los
15.
socialistas no alcanzaron el triunfo Por su parte, LA GACETA de 1853 dio a conocer a sus lectores las
16.
elecciones practicadas en Nueva York y los pormenores de la lucha entre Whigs y Demócratas

No menos interesantes fueron las noticias aparecidas en CRÓNICA DE COSTA RICA, en el año de 1859, sobre el
desarrollo de las corrientes sufragistas. Señaló este periódico:

“Agítense con más calor cada día en Inglaterra las cuestiones de reforma electoral. Lord J. Rusell, promovedor de
tales opiniones, deberá estar arrepentido del impulso que dio, cuyo giro ha sobrepasado en mucho a los límites que
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el innovador le demarcaba: algunos creen imposible poner barreras al vértigo popular.”

Tal información debió llamar la atención, sino sorprender, a los intelectuales y políticos de la época. Lo mismo
sucederá en Inglaterra con las propuestas de pensadores como Brught y Cobden. Entre ellas están el Parlamento
por trienio, la extensión del sufragio tomando como base la ley de los pobres, el escrutinio secreto y la distribución
igual de asientos en el Parlamento conforme al censo de población. Y concluía el redactor informando que

“Este programa, que a los ojos de los aristócratas parece desorganizado es juzgado por los demócratas acérrimos
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demasiado aristocrático, y piden a gritos el sufragio universal.”

Es indiscutible que, para 1860, las personas involucradas en las disputas por el poder tuvieron un claro panorama
de lo que acontecía en el mundo, en particular sobre el sufragio y el desarrollo de la democracia. Percibieron las
diferencias entre un sistema de voto restringido y otro más abierto, y lo que implicó el establecimiento del sufragio
universal, secreto y directo. La GACETA OFICIAL, en 1866, es un buen ejemplo de ello. El 20 de octubre publicó
la legislación alemana que regularía la elección de los miembros del Parlamento de la Confederación del Norte.
Sus normas más relevantes fueron:

• El artículo 2 sobre la extensión del sufragio, limitado solamente a las personas bajo autoridad de tutor o
curador, o cuyos bienes están en proceso de quiebra, al igual que aquellas que reciben de fondos públicos
(o recibieron hasta un año antes) socorros como pobres. También por mala conducta o malas costumbres.
• El artículo 11 sobre el voto en boletas cerradas sin firma, depositadas en una urna.
• El artículo 12 sobre la elección directa, teniendo lugar con la mayoría de todos los sufragios emitidos en la
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circunscripción electoral.

A la vez la circulación de periódicos extranjeros fue notable, al punto que los avisos invitando a su suscripción no
fueron extraños. Esto se nota desde la década de 1840, alcanzando una plena consolidación en los años
siguientes. En un periódico costarricense de 1865, LA PATRIA, se cuenta como

“La población acomodada, no toda por desgracia, tiene con facilidad a su alcance todos los periódicos extranjeros,
únicos que comunican a los quince días, las noticias que pueden importar, sea a la curiosidad o a los intereses de
los lectores (...) No así nuestro pueblo, la gente campesina apenas si sabe que existe otra publicación en el mundo
20
que la Gaceta Oficial.”

La literatura política que circulaba y podía ser localizada en la Biblioteca de la Universidad de Santo Tomás, o
adquirida en la Librería de la Imprenta El Álbum, fue otra fuente de conocimiento. En esta última, por ejemplo, fue
posible encontrar obras como “Mis Prisiones” del patriota italiano Silvio Pellico y “Los Derechos del Hombre” de
21
Thomas Paine o los clásicos de Montesquieu o de Say. También contribuyeron a la difusión del pensamiento
político las relaciones con los muchos extranjeros residentes en el país, en gran número europeos, testigos del
desarrollo de los movimientos sociales y las luchas políticas en sus respectivos países. Basta mencionar la

104
presencia de una importante colonia alemana, numerosa a tal grado que, para 1856, ya contaba con su propio
22
periódico: La Gaceta Alemana.

Uno de los más destacados de estos extranjeros lo fue el prusiano Fernando Estreber, hombre de gran agudeza al
describir el juego político costarricense. Sin duda, contribuyó a generar, sino profundizar, inquietudes liberales entre
quienes se relacionaron con él. Extrañamente, ha pasado inadvertido para la historiografía de nuestro país. El
escritor alemán WILHEIM MARR lo presenta como una conocida personalidad democrática en 1848, por cuyos
23
hechos debió huir de su país. Gran pensador, ejerció la docencia en derecho, además de litigar y laborar como
periodista. Se involucró en las luchas políticas, destacando la relación que mantuvo con el gobierno de
Montealegre. Es notable, además, la participación en la campaña electoral de 1868, donde se manifestaron más
directamente sus habilidades.

Entre quienes se aventuraron a externar su pensamiento por la prensa, fue Estreber uno de los más sobresalientes.
Pero no tanto por su activismo político, campo en el cual difícilmente tendría éxito, sino por su conocimiento de las
24
prácticas electorales y el desarrollo de los partidos en Europa.

Otra personalidad de gran relevancia fue don Manuel José Carazo, político costarricense, hombre de gran astucia y
25
extraordinaria cultura. Sobre él, el alemán Wilhelm Marr manifestó que había tenido oportunidad de residir
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algunos años en los Estados Unidos, república a la cual admiraba y temía. Su contacto con las instituciones
norteamericanas lo otorgó un criterio más amplio sobre el sistema democrático y los principios que rigen el Estado
de Derecho. No dudamos de su influencia en la Constituyente de 1859, donde no sólo era diputado sino miembro
de la Comisión que redactó el proyecto final de la Constitución, el cual fue aprobado casi sin modificaciones.
27
También formó parte de las Constituyentes de 1869 y 1870.

De esta forma, se nota como la presencia de políticos y extranjeros con una formación política y conocimiento
personal de las experiencias de otros países, contribuyó a cambiar el sistema electoral gracias a sus inquietudes e
iniciativas.

C. De la facción al partido: proselitismo y elecciones

Al quedar resuelto el problema Mora Porras, los aliados antimoristas rompieron definitivamente su unidad. Ya
desde Julio de 1860, dos meses antes de la invasión al país del expresidente, se vieron inmersos en disputas
internas, algo inevitable ante tanta diversidad de intereses. El carácter de aquellas llegó a evidenciar una mayor
estabilidad de los grupos en pugna, desembocando en una lucha de gran amplitud y competitividad. El uso de la
prensa como instrumento para la lucha electoral, así como un mayor nivel de organización en esos grupos serían la
tónica de esta década. Debe destacarse el amplio desarrollo de actividades proselitistas, propio de un sistema más
abierto. Sin embargo, la sombra de los militares siguió de cerca tal proceso. En este contexto la GACETA OFICIAL
informó sobre un conflicto entre el Poder Judicial y el Legislativo. Señaló el periódico:

“Cuestiones de grande interés han surgido en los primeros días de la administración constitucional; cuestiones que
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han dividido en opuestos bandos a los que pertenecían antes a uno solo..” .

Crisanto Medina, socio financiero de Mora, presentó una denuncia contra dos magistrados ante el Congreso. Este,
sorpresivamente y tras una larga discusión, votó a favor de darle causa a la acusación. Ello ocasionó que los
ánimos se exaltaran, renunciando en pleno los magistrados de la Corte. Fue necesaria la mediación del poder
Ejecutivo para que los altos miembros del Poder Judicial dieran marcha atrás en su decisión. Los eventos de los
meses siguientes abrieron definitivamente el portillo para que cada grupo actuara conforme a sus intereses. El
gobierno de Montealegre dio pasos firmes hacia el desarrollo de un sistema democrático liberal, a lo cual contribuyó
la personalidad tolerante del Presidente.

La Constitución de 1859 estableció en tres años el periodo de gobierno. Por este motivo, en 1863 se efectuaron
elecciones presidenciales, las segundas bajo la “nueva era”, resultando electo don Jesús Jiménez. En 1866 se
realizaron las siguientes, siendo designado el doctor José María Castro Madriz. En ambas medió el acuerdo político.
Los diversos grupos llegaron finalmente a un entendimiento sobre quien debía asumir la dirección del Ejecutivo, sin
necesidad que en el proceso electoral se dirimiera tal asunto. Sobra señalar que esta situación contó con el beneplácito

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de los militares. Sin embargo, las pugnas entre esos grupos fueron acrecentándose, a tal punto que la campaña de
1863 tuvo una mayor intensidad que la de 1860. Lo mismo aconteció en 1866 con respecto a la de 1863. Para 1868, la
situación alcanzó un desarrollo de competitividad tal que brotaron los primeros indicios de un partido político. Esta
coyuntura particular presentó elementos interesantes que se consolidarían en las décadas siguientes.

Los principales grupos políticos, a escala nacional, fueron tres. El montealegrismo, liderado por los hermanos
Montealegre (José María, Francisco, Mariano y Leopoldo), Manuel José Carazo, Aniceto Esquivel y el general
Máximo Blanco (hasta 1863). El segundo fue el llamado “de Tinoco” o “iglesista”, donde se encontraban Julián
Volio, Francisco María Iglesias, José María Castro Madriz, Ramón Quirós y los generales Lorenzo Salazar y Pedro
García. Por último el morista, con figuras de menor peso, representado por Manuel Argüello Mora y el periodista
29
Mauro Aguilar.

Estos tres grupos se dividieron el apoyo general, aunque en mayor medida entre los dos primeros. Durante la
década de los 60’s ellos se disputaron el control del Ejecutivo, lo cual denota una mayor estabilidad en los grupos
de interés. Sus diferencias no fueron sustanciales, caracterizándose más bien por la rivalidad y las aspiraciones
personalistas, con un cierto grado de fidelidad hacia el grupo aunque no de forma significativa. Al respecto don
Manuel Argüello Mora, un testigo de la época, escribió:

“Como se ve, los tres bandos eran más bien grupos unidos no por las ideas sino por las personas, y por eso
ninguno se engalanaba con el nombre de liberal, democrático, republicano ni cosa parecida; todos éramos semi-
liberales o semi-democráticos y republicanos en la forma. La verdad es que el pueblo tan solo aspiraba a vivir en
paz, bajo un gobierno que le garantizara la propiedad, la vida y la tranquilidad, y los jefes de los partidos lo que
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querían era mandar uno con exclusión del otro.”

El gobierno de Montealegre lo fue de consenso entre dos grupos principales, que a la postre fueron los vencedores
de Mora. Por un lado, Francisco Montealegre fue el Secretario de Hacienda y Aniceto Esquivel el Secretario del
Interior. Por el otro, Francisco María Iglesias ejerció como titular de Relaciones Exteriores y carteras anexas. La
elección de Jesús Jiménez fue el producto del acuerdo entre los distintos grupos. Los moristas lo aceptaron por su
conducta neutral en el conflicto de Mora con sus opositores. De hecho la vinculación de Jiménez con el gobierno de
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Montealegre fue débil. Por su parte, el gobierno buscó en él alguien que pudiera conciliar los intereses de los dos
principales grupos, al menos para las elecciones, y evitar con ello la agitación electoral a la cual no estaban
acostumbrados (y a la cual parecían temerle con especial horror).

En las décadas precedentes se consideró que las disputas abiertas eran sinónimo de inestabilidad, pues
difícilmente se encauzaban por medios pacíficos. A la vez, cualquier cuestionamiento a las acciones de un
gobierno era refutado por éste como fruto de “las ciegas pasiones de los partidos”. Por el contrario, bajo un marco
que pretendía mostrar un régimen de mayor libertad la oposición debía tolerarse. Las elecciones, a su vez, se
convirtieron en la norma, lo cual conllevó la realización de un proceso electoral. Reprimir cualquier intento en este
sentido era negar los propósitos que habían dado sustento al Gobierno de Montealegre. Si existían diversos grupos
estos aspirarían a controlar el Ejecutivo, para lo cual en primera instancia acudirían a los mecanismos que la ley
otorgaba. La costumbre de enfrentar a dos o más candidatos presidenciales en un torneo electoral abierto no se
encontraba asentada en Costa Rica. Y las consecuencias de ello eran algo todavía desconocido. Sobre estas
consideraciones Montealegre actuó.

Cinco años después, el 20 de octubre de 1868, la GACETA OFICIAL contó los pormenores de dicha situación:

“...conocido es por todos que el movimiento eleccionario que precedió a la elección del señor Jesús Jiménez y
terminó en una transacción de los partidos, fue dirigida por el Presidente Dr. José María Montealegre; que el acto de
compromiso llevó en primera línea su nombre y que él personalmente recogió las firmas de muchos electores de la
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Provincia de San José”

El espíritu de negociación se diluyó rápidamente. Posiblemente a causa de la personalidad de don Jesús Jiménez,
33
y propiamente por políticas adoptadas para su gobierno. Algo podía suponerse cuando el nuevo Presidente tuvo
dificultades para conformar su gabinete. De hecho, ni Francisco ni Mariano Montealegre aceptaron la Secretaría de
Hacienda; contando sólo con Juan José Ulloa como Secretario de Gobernación, una semana después de asumido

106
34
el cargo. Hasta el 20 de mayo nombró, como Secretario de Hacienda, Guerra, Marina y Caminos, a don
Francisco Echeverría. Una situación presentada en los primeros meses del gobierno de Jiménez, vino a confirmar
el nuevo estado de cosas.

El asunto tenía que ver con la compatibilidad de ejercer un cargo en el Congreso y otro en una Municipalidad. El
gobierno alegó que la Constitución prohibía esto, pues las Municipalidades se consideraban subordinadas al
Ejecutivo y no era posible ejercer cargos en ambos poderes. Por supuesto, los diputados a los cuales se achacaba
esta situación habían manifestado cierto grado de oposición al gobierno. Este, para quitárselos de encima, expuso
la tesis anterior, provocando la división entre los partidarios de la compatibilidad y los de la incompatibilidad. Dicha
circunstancia, al parecer, fue reflejo del conflicto entre montealegristas y “tinoquistas”, pues los diputados opositores
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pertenecían a aquel grupo y, posiblemente, representaban la mayoría en el Congreso. Todo concluyó con el
cierre de las cámaras del Legislativo. Era la segunda vez que esto sucedía en la historia del país, pues la primera
la había efectuado Juan Rafael Mora en 1852 (“Golpe de Frankfurt”). Como bien lo afirmó don Cleto González, tal
situación era inexplicable pues aconteció en una época en que “las buenas prácticas republicanas comenzaban a
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tener cierta efectividad”. En adelante, tinoquistas y moristas rodearían al Presidente.

El proceso electoral que culminó con la designación de José María Castro Madriz, en 1866, evidenció rasgos
interesantes relativos al proselitismo. Las fuentes estudiadas dan más luz para esta campaña que sobre las
precedentes. En efecto, en los anteriores procesos la prensa daba escasa divulgación a los diversos
acontecimientos electorales. Se hacía mención del trabajo de las juntas calificadoras, de la convocatoria a
elecciones o de los resultados. De vez en cuando algún artículo sobre la importancia de acudir a votar, pero en
general el despliegue no era relevante. El conflicto político se publicitaba por otros medios: el volante, la pinta en
pared, los carteles oficiales, las reuniones privadas, etc. Esta vez se manifestó un mayor uso de la prensa, aunque
todavía un tanto reservado. La campaña de 1868 sería todavía más rica en este aspecto.
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Cuatro periódicos circularon en 1865: La Gaceta Oficial, El Ensayo, La Patria y la Hoja de Avisos. Este último no
tuvo relevancia política, pues su naturaleza fue más bien de carácter comercial. Por su parte, la Gaceta Oficial,
hasta el 7 de Abril de 1866, hizo mención al proceso electoral, precisamente el resultado. Antes solamente se
había publicado la convocatoria, que fue el 29 de Julio de 1865. Es decir, en nueve meses no hizo referencia a
ningún aspecto de la elección. En cambio los otros dos periódicos si tuvieron un marcado carácter político. En
realidad, fueron el mismo periódico pero con distinto nombre, pues contaron con el mismo director (Mauro Aguilar) y
uno se comenzó a imprimir cuando el otro ya había desaparecido. Así, El Ensayo circuló hasta el 6 de abril de
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1865, mientras que La Patria comenzó a circular ocho meses después, el 24 de setiembre de 1865.

Estos dos periódicos asumieron una línea castrista. Llama la atención como, desde abril de 1865, se hacían sentir
las candidaturas. Se hablaba de Aniceto Esquivel, Juan José Ulloa (ministro de Gobierno) y José María Castro. Tal
premura en un proceso electoral era novedosa, como lo fue también la organización de uno de los grupos para
enfrentar la campaña. Quienes impulsaron al Dr. Castro obtuvieron, desde temprano, la garantía del apoyo de los
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generales Blanco y Salazar, cada cual alcanzada por aparte, Esto no lo conocía el grupo de los Montealegre.

¿Cómo se efectuaba el proselitismo? Indiscutiblemente, el activismo político debió orientarse hacia los sectores de
mayor prestigio y poder económico. La disputa se desarrolló a este nivel, pues era de él de donde surgían
principalmente los electores de segundo grado. El ciudadano medio no contaba con un nivel aceptable de
participación política, reduciendo su papel a ejercer el voto y algunas actividades menores. La evolución de la
prensa no permitió alcanzar todavía un desarrollo de la opinión pública en condiciones tales que se extendiera en
40
forma paralela al régimen de ciudadanía. Pero también estaba el elemento clave de la organización partidista,
fundamental para la integración de muchos sectores en una participación política más activa. Es acá donde se
convierten, al menos, en un factor de decisión que inclinará la balanza.

El medio para reunir a la “buena sociedad” fue el baile de salón. Quienes rodearon al Dr. Castro supieron hacer uso
de este recurso, extendiéndolo a todas las ciudades. Una persona de gran peso, principalmente alto militar o
prestigioso empresario, giraba una invitación a los vecinos principales para que concurrieran, con sus familiares, a
un baile en el sitio público de mayor relevancia. El de Cartago fue realizado en el Palacio Municipal por el
Comandante Militar, General Pedro García. Se efectuó en agosto de 1865, y en la tarjeta de invitación se informó

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que era dedicado al “estimadísimo candidato nuestro, Doctor don José María Castro.” En diciembre se
realizaron los de Heredia y Alajuela. Estos bailes lograron comprometer a las personalidades más importantes,
dando igualmente una muestra de fuerza. Por supuesto, LA PATRIA se encargó de dar amplia publicidad a ello,
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contribuyendo así al efecto buscado.

El sábado 6 de enero de 1866 todo se definió. El motivo: en el baile de San José, el principal de todos, los
Generales Salazar y Blanco dieron su apoyo al Dr. Castro, lo cual se manifestó en su posterior triunfo con el voto
casi unánime de los electores ante la ausencia de un rival. Esta vez los Montealegre no tuvieron opción. Se
durmieron en sus laureles pues subestimaron el activismo de “los tinoquistas”. Tal vez por esto los miembros de su
grupo marcarían un hito en la historia política costarricense. Vendría entonces la época de la Convención
Constitucional, el primer intento de organizar un partido político en el país. Guardando las distancias, y a pesar de
su breve existencia, el esfuerzo es digno de mención.

D. Participación y clientelismo en el proceso electoral

Los cambios jurídicos que marcaron un notable desarrollo del sistema electoral determinaron el punto de partida para
alcanzar una mayor participación política. Esta se hizo presente tanto a través del ejercicio del sufragio como en la
posibilidad de involucrarse en actividades relacionadas con éste. Así, la discusión en torno a los temas electorales, la
colaboración en las funciones proselitistas, la práctica misma del voto, etc..., fueron precisamente manifestaciones de
esa participación.

La ampliación de la ciudadanía y el régimen de libertades no trajeron un efecto inmediato en los niveles de votación.
En primer momento, las facciones alcanzaron un mayor dinamismo, evolucionando en sus medios de lucha. En tal
sentido, las labores proselitistas y la organización contendrían cambios importantes. Serían, a su vez, antecedentes
de la competencia electoral en décadas posteriores. Pero el electorado no se desarrolló en forma paralela,
reflejando una cierta indeferencia en relación con las expectativas de los promotores del cambio. ¿Cuáles fueron
los motivos? Dentro de algunos sectores de la población ya se había internalizado suficientemente la dinámica de
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los procesos electorales, pero no era un asunto generalizado a la totalidad. Recordemos que la extensión del
derecho al sufragio era reciente y que las libertades en materia electoral tenían poco tiempo de gestación. La
opinión pública, entendida como el resultado del desarrollo de la prensa, del número de personas con capacidad
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para leer y escribir, y de la misma sociedad civil, no había progresado suficientemente. No debe extrañar, por
tanto, los fines de las tertulias patrióticas organizadas en las diversas ciudades del país, tras la caída de Mora. Así
se proponían, al menos dentro de las personas con cierta condición económica e intelectual

“...conservar y estrechar los vínculos de armonía y fraternidad; discutir e ilustrar con la misma discusión cuestiones
políticas; reunir materiales de que las autoridades constituidas puedan hacer uso en los casos convenientes; de
45
estimular por medio de la publicidad la opinión pública y la legalidad”

De esta manera, el cambio jurídico se había adelantado al cambio social. La década de los sesentas reflejó las
aspiraciones de intelectuales y políticos por involucrar a más sectores, lo cual se lograría paulatinamente. El
proceso electoral para la presidencia en 1868 evidenció un crecimiento de la opinión pública, y en toda la década en
general se manifestó un desarrollo en la competitividad electoral por el control del aparato estatal. La presencia de
sectores mayoritarios de la población en esta dinámica, como parte de los cambios sociales y jurídicos, exigió
niveles mayores de organización. La estructura partidaria respondió a esta necesidad. Valga señalar que la
campaña en 1868 fue un anuncio de los eventos a presentarse 15 años después.

Mientras tanto existían algunas experiencias de participación popular. Nos referimos a las Juntas de Vecinos, que
reunieron a los jefes de familia de cada manzana para tomar decisiones sobre asuntos de interés común. De éstas
46
también formaron parte mujeres, las cuales tuvieron derecho al voto. Por ejemplo el decreto 2 del 24 de enero de
1867 dispuso, para enfrentar una posible presencia del cólera, que:

“...en cada manzana de población, y en los barrios que no las tengan, en cada sección en que los divida el
respectivo gobernador o algún comisionado de este, habrá del 15 de febrero próximo en adelante un Inspector de
Higiene, con su respectivo suplente, ambos de elección de los Jefes de familia de la manzana o sección, a mayoría
absoluta de votos concurrentes en junta presidida por uno de los mismos, encargado del gobernador para ello y

108
para convocar la misma junta, cada vez que aquel lo ordene y sea necesario, a juicio del mismo encargado, o lo
47
pidan tres vecinos.” ]

Llama la atención el nivel de organización comunal así como la práctica electoral en personas que no disfrutaban de
la ciudadanía. Así, incluso quienes no practicaron el sufragio, tanto en la designación de las autoridades
municipales como de los poderes del Estado, lo hicieron por otras vías. Tales juntas reunieron una importante
cantidad de personas, y no debe extrañar que se efectuaran periódicamente para tratar distintos aspectos de interés
del vecindario. Sin duda, deben tomarse en cuenta como espacios de participación y formación cívica.

Por otro lado la negociación formó parte de la dinámica política, siendo el clientelismo uno de los elementos
primordiales. De esta manera, se busca el amparo del candidato de turno o el personaje influyente para disfrutar
las prebendas del poder. El proyecto político se hace a un lado. Su manifestación extrema residió en el olvido
inmediato de las anteriores fidelidades para asumir otras nuevas. Señalamos arriba brevemente la coyuntura del
golpe a Mora y las negociaciones llevadas a cabo para consolidar al nuevo régimen, actuaciones que es posible
extender a todos los golpes de Estado en la historia costarricense.

Dentro del proceso electoral el clientelismo asumió rasgos particulares, pues la búsqueda de votos exigió satisfacer
las ambiciones de los líderes locales. La competitividad pudo fomentar, aún más, tales prácticas, al punto que el
éxito dependió, en cierta forma, del ofrecimiento de puestos públicos u otras dádivas. Este elemento constituyó una
de las bases de la política costarricense. No faltó quienes, incluso, otorgaron su apoyo a todos los competidores.
Situaciones como éstas estuvieron presentes (y aún lo están) en las luchas por el poder, formando parte de su
lógica interna: hay que ofrecer para vencer, hay que pedir para obtener.

El clientelismo percibido en la elección de Castro, que también existió en las décadas anteriores, tuvo una
manifestación significativa. Al asumir el poder, el 8 de mayo de 1866, don José María redujo a dos las secretarías
48
del gobierno, nombrando para ellas a Julián Volio y Aniceto Esquivel. Ambos se habían mantenido al margen de
la campaña. Esto causó gran malestar entre los partidarios de Castro, a muchos de los cuales se les había dado a
entender que ocuparían un puesto en el gabinete. A un testigo de estos eventos le avisaron dos de los frustrados
ministros, Eusebio Figueroa y Manuel Alvarado, que se retiraban del grupo de Castro y que conspirarían contra él
49
apenas tuvieran la oportunidad.

La campaña de 1868, manifestación primitiva de las elecciones presidenciales de las décadas siguientes (sin tomar
en cuenta la década de 1870), dio nuevo vigor a las prácticas clientelistas ante la lucha agresiva de los dos
contendientes. En Guanacaste, Víctor Guardia tenía su juego. Por motivos que desconocemos quería nombrar
como Comandante a Juan Estrada, para lo cual se apoyó en la coyuntura electoral y la necesidad de obtener el voto
de los electores. En carta al Dr. Castro Madriz, el 18 de octubre de 1868, le indicó:

“Aunque los periódicos de la oposición discutan tanto su triunfo, estoy informado por Tomás [Guardia] de que son
patadas de ahogado; pero también creo necesario seguir trabajando como lo hago, y ya cuento con mayoría en la
electoral. Esto no obstante si el Gobierno nombra Comandante a Juan Estrada, acabaremos de recoger todos los
50]
votos, porque él aunque no lo dice claro, está algo surtio [SIC] y lo tiene muy enervado.

Después continuó lanzando las baterías contra sus enemigos, pretendiendo así enemistarlos con el Presidente. De
sus afirmaciones, sin embargo, se desprende parte del juego político:

“Don Manuel Esquivel con promesas de Comandante de si triunfa Montealegre, Jesús Alvarado se porta muy mal,
no ha querido firmar la exposición y quiere quedarse a la carta de ganar: no merece la confianza del Gobierno y
está de acuerdo con M. Esquivel [Representante Suplente] trabajando bajo [ILEGIBLE] contra nosotros lo mismo
que don B. Baldioceda.(...) Le repito: nombren Comandante a Juan Estrada y respondo por veinte votos de esta
51
provincia.

A pesar de ser don Víctor su gobernador, el Dr. Castro contaba con otros colaboradores de mayor confianza, por lo
cual estaba mejor informado de lo que Guardia podía suponer. El 27 de octubre le contestó para aclarar cual era su
posición en torno al proceso electoral (o al menos la que le manifestó al Gobernador):

109
“Fuera de que tengo deberes de gratitud y de amistad para con don Jesús Alvarado que me impiden, sino en casos
excepcionales, ejercer acto alguno que pueda ofenderle, estoy resuelto a no tomar providencia alguna oficial de apoyo
de ninguna candidatura. Si lo hiciera por la de Volio, que es la que he suscrito como simple ciudadano y por la que en
calidad de tal trabajo, habría presión del poder. Esto es contrario a mis principios no menos que a mi honor; y si lo
hiciera, pondría a la Administración Volio el sello de la ilegitimidad, que más tarde explotarían sus enemigos y los
especuladores en revueltas.(...) De otra parte, Víctor, no hay necesidad de medidas irregulares ni dañosas a ninguna
persona. El triunfo está asegurado con más de doscientos electores que han suscrito la candidatura Volio, y los que en
52
esa la rechacen, lo harán sin éxito.”

El doctor Castro había madurado notablemente en sus actuaciones como estadista, de lo cual las amplias libertades
de prensa y electoral fueron un reflejo. Veinte años atrás, su participación en la elección de Mora como
Vicepresidente fue notoria, posiblemente malaconsejado por los aduladores que le rodeaban. En ese entonces
actuó como lo hacían casi todos en las lides electorales: desde algún puesto de mando intentar influir lo más
posible. En la campaña del 68 su posición parecía ser distinta, al punto que estaba condicionada por sus principios
y su honor. Pero Guardia era el reflejo de las prácticas contrarias. A éste el Presidente no dejó de hacerle una
observación, la cual debió afectar seriamente el ánimo de aquel:

“Se me ha asegurado, pero yo no lo creo, que Usted ha escrito a uno de los señores Lizano en conceptos nada
conformes con la opinión que usted ha manifestado a otras personas y a mi mismo acerca de la candidatura Volio.
53
Se la trasmito tan solo para que conozca las arterias puestas en juego.

Doble juego lo que Guardia achacaba a Alvarado pero el doctor Castro le insinuó lo mismo a su persona. La
conspiración y la traición merodeaban el ambiente, y el proceso electoral era un estímulo para ello.

E. La campaña de 1868 y la convención constitucional

El período presidencial del Dr. Castro Madriz vencía en 1869. El rumor general fue que pretendía impulsar la
candidatura de su ministro, Julián Volio. En la época se acostumbraba utilizar el concepto de “ministerial” para
referirse a algo con carácter oficial que proviniera del gobierno o representara a este. De esta manera, Volio era el
candidato ministerial y quienes lo apoyaban conformaban el “partido ministerial”. Tal representación causó
inquietud en los montealegristas, u oposición, lo cual les motivó a actuar decididamente.

Una característica destacable de esta campaña, que demostró además el grado de agitación entre los sectores
ilustrados, fue el notable desarrollo de la prensa. Esta vez ambos grupos hicieron un uso excesivo de este medio.
Los castristas alcanzaron, gracias a él, una gran ventaja en la campaña anterior; y sus opositores aprendieron la
lección. Ante todo fue la actitud tolerante del Dr. Castro lo que permitió tal situación. Las críticas al gobierno eran
constantes y mordaces, pero el Presidente no puso objeción a ellas. Cuenta don Rafael Carranza, uno de los
periodistas más destacados del Siglo XIX, que

“Algunos amigos del Gobernante, en vista del desborde, que así calificaban a la actitud de la prensa, le
aconsejaban que diera una medida enérgica que coartara la libertad. El Doctor don José María Castro Madriz les
respondió “Respeto la constitución, “la prensa contra la prensa”. Y puso en sus manos una imprenta independiente
54
para que sus amigos y partidario combatieran la oposición.

El número de periódicos que circuló durante la campaña electoral fue de 18, de los cuales determinamos 7 oficialistas y
55
8 de la oposición. No fue saber la orientación política de los otros 3. Esta situación refleja un alto grado de
competitividad.
56
El apoyo oficial a la candidatura de Volio provocó la reacción de los sectores opositores. Estos recogieron una gran
cantidad de firmas en todas las provincias, y cuando la lista abarcó un número determinado convocaron a una reunión
57
general, el 27 de julio, en el “salón de bailes” del comerciante José Chaves. El Dr. Lorenzo Montúfar fue el primero
en tomar la palabra. Su exposición refleja el interés de los propulsores de esta experiencia, por un lado enfatizando el
desarrollo republicano de Costa Rica, y por el otro intentando establecer diferencias entre ambos grupos. Señaló don
Lorenzo

110
“Los principios republicanos se han difundidos por toda la nación. Ninguno cree que existen personas privilegiadas que
nacieron sólo para mandar, y que otras han venido al mundo únicamente a tirar como bueyes el carro de sus señores
(...) En este instante hay excitaciones en todos los ángulos de la república. El pueblo que antes no intervenía en nada,
está ahora en todo (...) Casi siempre se había combatido por personas; pero ya debemos seguir las huellas de todos
58
los pueblos civilizados combatiendo por principios. Existen hoy dos partidos políticos.”

Continuó su discurso haciendo una distinción entre la Convención y el grupo oficialista. Entre los puntos que mencionó
como aspectos del programa de aquel, señalamos como los más significativos:

• Sustituir progresivamente las rentas de los monopolios por medio de disposiciones financieras “compatibles con
la civilización del Siglo XlX”.
• Establecer las vías de comunicación al Atlántico como la primera necesidad de Costa Rica, “como el único
medio de engrandecer y salvar la República”.
• Fomentar la instrucción popular removiendo todos los obstáculos que se le impongan.
• Fortalecer las municipalidades y otorgar a las provincias los medios para el desarrollo de sus intereses locales.
• Proteger la libertad de comercio, apoyar la agricultura y la minería y tener un particular cuidado con la hacienda
59
pública.

Evidentemente, atacó al grupo de Volio de propugnar por la arbitrariedad, pretender mantener al pueblo en la
60
ignorancia, apoyar los monopolios, concentrar el poder y no ejercer un control sobre el gasto público.

Tras la intervención del Dr. Montúfar se procedió a nombrar un directorio. Este quedó constituido por Manuel José
Carazo como presidente; Bruno Carranza en la vicepresidencia; Salvador Jiménez y Lorenzo Montúfar como primero y
segundo vocales respectivamente. Finalmente, la secretaría la ocupó León Fernández, mientras que se intentó impulsar
la candidatura de Francisco Montealegre. Todo lo anterior, junto a la redacción de unos estatutos y la solicitud de una
contribución voluntaria a sus “socios”, llevó a LA GACETA OFICIAL a admitir que la Convención Constitucional

“...no trata de formar un partido eleccionario, ni de manifestar al intento sus principios, pues su “programa” no está
redactado para presentarlo a un candidato, ni para ser adoptado por él; si no constituir un “club político” permanente que
pretenda ejercer ciertas atribuciones gubernativas. Ningún Gobierno puede compartir sus funciones, ni gobernar junto
61
con Club políticos. Así lo enseñan la historia y la razón”.

El apoyo oficialista a la candidatura de Volio fue el resorte que impulsó la creación de la Convención. Sus más
destacados líderes dirigieron, a su vez, un sinnúmero de periódicos. Por primera vez la oposición a un gobierno hacía
uso de la prensa como instrumento para la lucha electoral. En realidad el proceso había iniciado mucho antes. La
campaña de 1866 dejó numerosas enseñanzas a los opositores, entre ellas la del manejo de la opinión pública. Es
cierto que ésta todavía no se manifestaba con amplitud, pero debe destacarse que el número de lectores, y de posibles
electores, había aumentado desde 1860. Así, Lorenzo Montúfar fundó, en julio de 1867, El Mensual Josefino, que luego
pasaría a llamarse El Quincenal Josefino. En Alajuela apareció El Cencerro el 5 de octubre de 1867 y a fines de este
62
mismo año, un grupo de jóvenes encabezados por Rafael Carranza crearon El Travieso. En enero de 1868, don
Félix Mata comenzó a publicar El Duende, mientras que Bruno Carranza hizo lo mismo, el 27 de febrero, con La Estrella
63
del Irazú. En Heredia, Vicente Segreda publicó, dos semanas después, La Aurora.

Como vemos, en el trascurso de siete meses aparecieron seis periódicos de oposición. Esto fue reflejo de la agitación
64
del momento, de los “ánimos exaltados” tal como lo señaló El Duende. Hasta abril de 1868 los “volistas” contestaron.
De esta manera, J.R. Casorla crea El Porvenir; y al mes siguiente aparece El Ensayo. Poco después publican El Vapor,
65
periódico que manejó un tono muy agresivo en la campaña. Debe agregarse a estos la labor efectuada desde La
Gaceta Oficial.

En los meses siguientes continuó la aparición de nuevos periódicos. Del 9 de setiembre al 29 de octubre vieron la luz
seis de ellos, contabilizándose durante toda la campaña dieciocho en total. Nótese que en el país, por entonces,
existían cerca de diez imprentas. El nivel de agitación política manifestado por la prensa llevó, incluso, a la colocación
de bombas, como aconteció en una oportunidad cuando se reventaron dos libras de pólvora en la ventana de la casa
66
donde se imprimía El Cencerro. En efecto, la prensa jugó un papel de gran magnitud en este proceso estimulando el

111
interés de los ciudadanos hacia la lucha electoral. Acá se marcó un antecedente clave en el desarrollo del periodismo,
sobretodo para la naturaleza política que asumirá la prensa en la década de los ochentas. Prueba de esto es el
volumen de distribución alcanzado solamente por uno de los periódicos, El Travieso, que llegó a alcanzar una
67
circulación de 600 ejemplares.

A pesar de contar con una estructura determinada, una organización formal, diversos factores contribuyeron al fracaso
de la Convención Constitucional. Entre estos pueden citarse la negativa de Francisco Montealegre de asumir la
candidatura, la diversidad de sectores que la componían, los violentos ataques en la prensa y la fuerza de la
candidatura oficial. Sin embargo, las elecciones no se realizaron a causa de la intervención de los militares,
fundamentalmente del general Lorenzo Salazar, temeroso de las actuaciones del Ministro de Guerra y Marina, Pedro
68
García, por eliminar su poder.

En síntesis, puede concluirse que la década de los sesentas sentó las bases para la consolidación de un sistema de
democracia basado en las elecciones dentro de un marco representativo. Tras los gobiernos de Tomás Guardia (1871-
1882), donde los militares dejaron de tener un papel activo en las luchas políticas, Costa Rica consolidará un sistema de
partidos que estabilizará el sistema político y posibilitará una dinámica menos violenta en las luchas por la
administración del aparato estatal.

Notas:
1
La Gaceta Oficial. 8 de setiembre de 1860. Pág. 4.
2
Montealegre asumió la presidencia tras el golpe a Mora. El 8 de abril de 1860 resultó legalmente designado tras la votación de los electores,
asumiendo en mayo del mismo año.
3
González Víquez, Cleto. Obras históricas. San José, Librería e Imprenta Atenea, 1958. Págs. 213, 217 y 218.
4
La Gaceta Oficial. 15 de febrero de 1860.
5
Nueva Era 17 de agosto de 1859. Pág. 2
6
La Gaceta Oficial. 8 de octubre de 1859.
7
Fumero Vargas, Patricia. La Ciudad en la Aldea. Actividades y Diversiones Urbanas en San José a mediados del Siglo XIX. En: Molina, Iván y
Palmer, Steven, ed., Héroes al gusto y libros de moda: sociedad y cambio cultural en Costa Rica, 1750-1900. San José, Porvenir-Plumsock
Mesoamerican Studies, 1992. Págs. 83-84
8
La Gaceta Oficial. 19 de octubre de 1859. Pág. 4
9
Ibidem
10
Así por ejemplo algunos señalaban que: “No poseemos los elementos necesarios para gozar de la libertad en toda su extensión, somos muy
nacientes y por lo tanto muy débiles y sin la robustez que posee todo cuerpo de una edad completa.”. La Gaceta Oficial. 29 de octubre de 1859.
Pág. 3.
11
La Gaceta Oficial. 19 de octubre de 1859. Pág. 4
12
La Gaceta Oficial. 28 de junio de 1863. Pág. 4
13
González. Op cit. Pág. 403.
14
Sobre sitios de reunión y discusión ver: Molina. Op. cit. Pág. 84.
15
El Costarricense. 15 de setiembre de 1849. Pág. 327.
16
La Gaceta. 10 de diciembre de 1853. Pág. 2
17
Crónica de Costa Rica. 22 de enero d 1859. Pág. 2.
18
Ibidem
19
La Gaceta Oficial. 20 de octubre de 1866. Pág. 8
20
La Patria. 24 de diciembre de 1865. Pág. 2
21
Molina. Op. Cit. Págs. 157-158
22
Blen, Adolfo. El Periodismo en Costa Rica. San José, Editorial Costa Rica, 1983. Pág. 102.
23
Fernández Guardia, Ricardo, comp., Costa Rica en el Siglo XIX. San José, Editorial Universitaria Centroamericana, 1970. Pág. 177
24
Sobre Fernando Estreber: Arguello Mora, Manuel. Obras Literarias e históricas. San José, Editorial Costa Rica, 1963. Pág. 93.
25
Fernández Guardia. Op. Cit. P�g. 180.
26
Ibid. Pág. 181
27
Fernández Rivera, Felipe. El Senado en Costa Rica: sus presidentes. San José, Asamblea Legislativa, 1984. Pág. 34.
28
La Gaceta Oficial. 27 de junio de 1860. Pág. 4
29
Arguello. Op. Cit. Pág. 87 a 90.
30
Ibid. Págs. 101-102.
31
González. Op. Cit. Pág. 247.
32
La Gaceta Oficial. 20 de octubre de 1868.

112
33
En torno a la política costarricense de la época: La Gaceta Oficial. 13 de junio de 1863. Pág. 3.
34
La Gaceta Oficial. 17 de mayo de 1863. Pág. 1.
35
Arguello. Op. Cit. Pág. 98.
36
González. Op. Cit. Pág. 257.
37
Blen. Op. Cit. Pág. 177.
38
Ibid. Págs. 176-177.
39
Arguello. Op. Cit. Pág. 103.
40
Heller, Hermann. Teoría del Estado. México, Fondo de Cultura Económica, 1987. Págs. 190 a 199. Sobre su relación con el poder: Prelot,
Marcel. La Ciencia Política. Argentina, Editorial Universitaria Buenos Aires, 1986. Págs. 99 a 101.
41
Arguello. Op. Cit. Pág. 105.
42
La Patria. 4 de enero de 1866.
43
La Gaceta Oficial. 11 de octubre de 1866. Pág. 6.
44
Heller. Op. Cit. Pág. 190.
45
La Gaceta Oficial. 7 de setiembre de 1859. Pág. 3.
46
Archivo Nacional de Costa Rica. Serie Gobernación N° 28780 Folio 27.
47
Colección de Leyes y Decretos. Año 1867.
48
González. Op. Cit. Págs. 275 y 276.
49
Arguello. Op. Cit. Pág. 107.
50
Archivo Nacional de Costa Rica. Serie Gobernación N° 23547 Folio 1.
51
Ibidem.
52
Ibid. Folio 1 vuelto.
53
Ibid. Folio 2.
54
Carranza Pinto, Rafael. Apuntes y Memorias del Decano del periodismo costarricense En: Academia de Geografía e Historia. Documentos
Históricos. San José, Imprenta Nacional, 1990. Pág. 152.
55
A pesar de contar con información sobre la existencia de estos periódicos y su custodia por parte de la Biblioteca Nacional de Costa Rica,
lamentablemente ya no se encuentran en esta institución. Tal situación amerita una investigación por parte de las autoridades
correspondientes.
56
González. Op. Cit. Pág. 281.
57
La Gaceta Oficial. 22 de agosto de 1868. Pág. 2.
58
Montufar, Lorenzo. Memorias Autobiográficas. Guatemala, Tipografía Nacional. 1898. Pág. 419.
59
Ibid. Págs. 241 -242.
60
Ibidem.
61
La Gaceta Oficial. 22 de agosto de 1868. Pág. 2.
62
Carranza. Op. Cit. Pág. 150.
63
Blen. Op. Cit. Pág. 178 a 185.
64
Ibid. Pág. 182.
65 I
bid. Págs. 185-186.
66
Ibid. Pág. 179.
67
Ibidem.
68
Obregón Loría, Rafael. La segunda caída del Doctor Castro. San José, Universidad de Costa Rica, 1968. Pág. 30.

113
RELATOS

En un laberinto de signos

Flora Ovares
floraovares@yahoo.com
Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica

Durante muchos días, obsesivamente, persigo un nombre en las viejas páginas de los libros parroquiales, en los
legajos de la Colonia. Durante horas, me sumerjo en el inmenso universo de fechas y nombres, sometido a un
orden ajeno y, en cierto sentido, atemporal porque la disposición de los libros sacramentales, aunque cronológica,
se extiende ante mí como un mapa de datos simultáneos.

Intento un límite en el espacio y en el tiempo: voy a buscar al primero que llegó de España, de Irlanda, Colombia o
Cuba; ese momento será el del origen, el instante de la fundación. Y acepto con alivio ese lindero arbitrario, esa
frontera que instaura un orden.

Entonces, trato de rastrear el peregrinaje azaroso e irrepetible. Con un cuchillito de paciencia intento raspar los
senderos y trazar en ellos mi propio camino. Sobre el bastidor surgen hilos de colores: amarillo de Extremadura,
verde de Galicia, rojo de Andalucía, azul de Asturias. Poco a poco se apartan, se distinguen de otros recorridos y
conforman un único dibujo en esa tela de páginas quebradizas. Finalmente, como si fueran ríos, los hilos convergen
poco a poco en un punto vacío que se torna multicolor. En este vértice se concentra la mínima diferencia que me
identifica en la historia: una tonalidad que contrasta levemente con la de mis parientes, una fecha que me hace
distinta a mis hermanos.

¿Por qué perseguir insistentemente esa identidad huidiza? Si lo que encontramos son sombras de sombras,
nombres que refieren a otros nombres, esqueletos de palabras que ni siquiera convocan a los espectros del
pasado.

¿Qué hay detrás del nombre de Soledad Guzmán, esa abuela jovencísima, muerta a los veintiún años? ¿Qué
corazón ilusionado se cubrió bajo el nombre sonoro de Victoria Jiménez? Mis sueños con los paisajes verdes y
llenos de agua, ¿serán la memoria de la Asturias natal de mi abuelo Juan?

En un laberinto de signos convoco a los que partieron sin saber si fue cierto su paso por este mundo, si su huella
efímera no es una mentira, un error de escritura, un trazo engañoso en un papel que se deshace en mis manos.

Pero eso no importa. No buscamos la verdad en los libros de la Iglesia ni en los protocolos de la Colonia porque esa
verdad no existe, los nombres son sólo sílabas que remiten a fantasmas, las filiaciones son inciertas y las dudas
surgen a cada paso: mi abuela negra, esclava en Jamaica ¿cómo se llamaba? La india violada, ¿dijo acaso el
nombre del encomendero que la acechó en el río? ¿Por qué ocultaba el retrato de un sacerdote en su costurero
aquella mujer?

Bordamos con hilos de palabras un camino íntimo hacia un ayer incierto pero que guarda el enigma de nuestro
origen y que nos anuda con miles y miles de seres que nos precedieron. Combinamos los nombres, llenamos los
espacios en blanco como si fuéramos pequeños dioses escribiendo el libro de la vida de adelante para atrás, desde
aquí, desde nuestro presente hacia el primer misterio.

Y así, cada día, creyendo descubrir nuestro pasado, imaginamos la novela de nuestra propia vida, nos
inventamos una identidad para lanzarla hacia adelante en afán de supervivencia.

114
Un barrio en Goicoechea
Manuel Emilio Morales B.

Con límites muy claramente delineados, nuestro pequeño barrio se distinguía como un particular sitio ubicado entre
el Río Torres al sur, la vía principal hacia Guadalupe por el este, la calle de San Francisco por el norte y la cuesta
hacia el río Torres por el oeste. En síntesis, un hermoso “enclave” en el distrito de San Francisco, cantón de
Goicoechea.

Vista general de la entrada principal al barrio hace


sesenta años (dirección Este-Oeste)

La pulpería de Mel, el Asilo de Ancianos Carlos María Ulloa, mismo nombre del barrio, el puente de los Incurables,
la cantina El Dominante o la carnicería de Toño, lo mismo que la barbería Morales y el puente de Hamaca, eran
sitios muy familiares y de uso frecuente a la hora de ofrecer direcciones.

En esos cuatrocientos metros discurrió nuestra niñez y parte importante de la adolescencia. Sus calles polvorientas
fueron testigos de nuestros juegos, y la acequia que lo cruzaba del ingenio a la hora de construir pintorescos y
ocurrentes “lanchas y barcos”, que nos permitían soñar.

En aquellas edades, nada nos hacía falta en ese escenario que era nuestro mundo. Las mejengas en el Cerquillo, el
potrero de los Blanquillo o donde Aguirre eran eternas, sobre todos los sábados y domingos. Sabíamos siempre a
que hora iniciaba y el número de integrantes de cada equipo, lo que siempre fue un enigma era la hora del final y
los que terminaban cada juego.

Muchas veces el partido se trasladaba a las calles, donde el encuentro se complicaba cuando alguna bola iba
directo a los cristales de alguna de nuestras propias casas. Generalmente, allí acababa la fiesta deportiva.

Los pinos ubicados frente a la casa de los Valerio con su sombra nos cobijaban para que en los calurosos días de
verano, nos dedicáramos a jugar bolas de vidrio, trompo, bolsillo o las famosas chócolas.

Los juegos de escondido, puro, quedó y mecate junto a nuestros hermanos, hermanas y amigos, se desarrollaban
en el centro del barrio. Salva la banca o el tarro, eran otros de nuestros preferidos.

A riesgo de caer en imprecisiones, me atrevo a recordar a algunas de las familias que habitaban esa cruz
geográfica en que vivimos tantas experiencias enriquecedoras que nos formaron como seres humanos.

Hacia el norte los Sagot, Carrasquilla, Rojas, Quesada, Conejo, Sánchez, Villalobos y Segura. Al Sur los
Fernández-Castro, Freeman, Amador, Barrantes, Ulloa, Bonilla, Loaiza, Bolaños, Ortiz, Ledezma, Coronado,
Delgado, Gamboa, Vargas, Chacón, en dirección Oeste, los Arguedas, García, Saénz, Alvarado, Valerín, Acuña,
Dennis, Marín, Innecken, Paniagua, Aguilar, Jiménez y Ramírez, por último al este, los Morales, Arévalo,

115
Poltronieri, Bejarano, Aguirre, Blanco, Gamboa, Matamoros, y Francis, entre otros.

Mención especial merecen personajes del querido barrio.

Melchor, quien con un marcado acento jamaicano con paciencia nos vendía lo mismo carao, cocos o bananos. Con
su escaso español era difícil ponerse de acuerdo con aquel negro bonachón, por ello, generalmente terminábamos
entendiéndonos por señas.

Amado, el paternal panadero que se ganó el cariño de todos los niños y jóvenes. Durante las madrugadas
depositaba en nuestras casas el pan fresco, para luego en las tertulias convertirse en el más afanoso defensor de
su querido C. S. Herediano y, hasta en algún momento, medio entrenador de nuestro equipo de fútbol.

Piyino, quien lleva por nombre Angel, representó para nosotros el vecino simpático, dicharachero, sencillo,
colaborador y servicial. De intermitente presencia en el barrio, luego de algunos años de ausencia, decidió
afincarse por medio de una pulpería en el pleno corazón de la barriada.

Edgar el policía, fue siempre un hombre enigmático. Serio, tímido, aislado del resto de los vecinos, admirador de
los grandes clásicos de la música. Noche a noche era costumbre escuchar a todo volumen en su casa, las mejores
composiciones de Brahms, Beethoveen, Liszt, Wagner, Mozart y Chopin, entre otros.

Miembro de la desaparecida Policía Militar (P.M), su figura de


cerca de un metro noventa impresionaba cuando vestía el
uniforme de esa compañía de la Guardia Civil. Era de poco
hablar, de un saludo rutinario no pasaba.

Sin embargo, el personaje de marras se transformaba de forma


sorprendentemente cuando, al menos una vez al año, ingería
licor. El cambio era radical. Aquel hombre ausente y callado,
provocaba serios escándalos poniendo en riesgo la integridad de
su propia madre y una tía.

De norte a sur un conjunto de viviendas. En el extremo


Derecho no de los sitios preferidos de reunión de niños y
jóvenes. Foto J. Javier Morales

La ingesta alcohólica se prolongaba siempre por más de una o dos semanas, período en que el barrio cambiaba su
ritmo. Los niños vivíamos atemorizados ya que nos perseguía, lo mismo que a las mujeres.

La situación llegaba a tal extremo, que era necesario que sus propios compañeros de trabajo de la P.M., a ruego de su
progenitora, lo trasladaban en patrulla hasta las instalaciones de la Detención General, ubicadas en Cuesta Núñez en
la capital.

Pero si de recuerdos se trata, una imagen que no se me olvidará es la de Bucho el panadero. La mayoría de las veces
descalzo y en algunas con caites, tarde a tarde recorría nuestras calles con aquella hermosa canasta llena de panes y
olores.

De mediana estatura, fuerte complexión y de limpias ropas, caminaba desde el barrio la California hasta el nuestro.
Cerca de las dos o tres de la tarde era obligado observarlo de puerta en puerta ofreciendo las manos de pan, acemitas,
galletas, ilustrados, bizcotelas, pan dulce o salado.

La interesada compañía que los chiquillos le hacíamos durante su recorrido tenía una deliciosa recompensa. Al
terminar sus ventas, nos repartía las galletas que se habían quebrado. La rutina se repetía, mientras que en algunos

116
casos nos contaba alguna anécdota sin desprenderse del eterno puro o del tabaco que mascaba.

Su enorme canasta en diferentes oportunidades le jugó malas pasadas, incluso, en una ocasión frente al antiguo Cine
California, fue embestido por el tren. Por fortuna, luego se recuperó y regresó a su quehacer cotidiano.

La querida y robusta Berenice, también forma parte de nuestra niñez. Sus cajetas, cocadas y conservas siempre nos
deleitaron. Con su pañuelo anudado sobre el cabello, un delantal que sobresalía por su limpieza permanecía largas
horas frente al horno y su cocina.

Como ejemplo de hija, no dejó un solo instante a su enferma madre, doña Francis, quien padecía de serios problemas
para movilizarse. Siempre activa, era común observarla corriendo de un sitio a otro para cumplir con sus
responsabilidades y los pedidos de sus productos. Su gruesa figura no pasaba desapercibida tampoco.

El canónigo Antonio Forn, para nosotros el padre Forn, venido de España, además de ser el sacerdote del Asilo de los
Incurables y designado por su cultura y atestados como canciller de la Curia Metropolitana, había instalado su
residencia en la confluencia de las cuatro esquinas del barrio. Hombre bueno y dispuesto a la colaboración permanente,
contaba con el concurso de dos importantes colaboradoras, Hilda y Claudia, quienes también se integraron pronto al
quehacer del entorno.

Doña Cavita Castro, elegante, llena de simpatía, mostraba buen garbo pese a su pequeña estatura. Propietaria de la
tienda Reviens en los bajos del Gran Hotel Costa Rica, en la Avenida Central en San José, era una mujer de gran
sensibilidad y protectora de nuestros proyectos.

Su espíritu de colaboración siempre estuvo presente ante cuanta petición se le hacía, tanto para obras comunales,
problemas económicos de algunos vecinos, e incluso colaboró decididamente para nuestro primer uniforme del once
que formamos y que como agradecimiento llevó el nombre su tienda. Estamos seguros que con nuestro rendimiento
deportivo no la defraudamos.

Don Manuel García, era algo así como el dueño del “cine del barrio”. Una vez cada quince días al caer la tarde nos
ofrecía en el garaje de su casa una película. De origen boliviano y de hablar pausado, disfrutaba junto a doña Elsa y
sus hijos, ver a la pequeña huelga con sus ojos fijos sobre la sábana que servía de pantalla.

Propietario de una pequeña fábrica de sombreros y gorras, se esforzaba por tratar de ofrecernos alguna variedad, sin
embargo, la cinta Tarzán el Hombre Mono, confieso, que la vimos más de treinta veces.

Los granizados de Claribel también nos llamaban a cita los fines de semana. Esta alegre mujer se esmeraba en
ofrecernos deliciosos postres con leche en polvo. Junto a esta venta casual, se encontraba la zapatería de Raúl y
Chibeto, donde muchos llegábamos a travesear y jugar con las hormas en las que majábamos las suelas mojadas.

Se me quedaba en el tintero el recuerdo del policía de ronda que siempre echaba a perder la mejenga. Apenas
asomaba ya fuera por la equina de Mel o por la de la casa de los Sojo, había que esconder la bola y en muchos casos
buscar refugio en nuestras casas, para evitar una regañada del servidor del orden.

Era firme en el cumplimiento de su deber y no permitía que se violaran las reglas establecidas. De modales pocos finos
se mostraba orgulloso del uniforme que portaba.

Por su escasa estatura e insistencia en evitar que jugáramos en las calles, su presencia empezó a incomodarnos a tal
punto que pronto apareció un apodo, “tapón de chilera”.

Aún tengo presente el día en que algunos de nuestros compañeros de huelga, esperaron al humilde policía hasta que
llegara a cumplir con su tarea. De inmediato empezaron a pasarse el balón mientras que el policía corría de un lado
para otro de la calle con cara de furia mientras lanzaba órdenes que no eran atendidas. “Hasta un túnel le hice”,
comentaba después uno de los irreverentes amigos.

Esa aventura produjo que el guarda fuera a quejarse y a advertir a varios de los padres de familia sobre la falta de
respeto de los chiquillos. Estoy seguro que a más de uno le costó una fuerte llamada de atención de sus progenitores.

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El Asilo Carlos María Ulloa dedicado a la atención de los ancianos, tiene un especial significado. Prácticamente, todos
colaboramos con el Padre Forn en calidad de monaguillos. En este ejercicio disfrutamos el fortalecimiento de nuestra
fe, y logramos admirar la pasión y entrega que las hermanas de la Caridad de Santa Ana, han puesto durante muchas
décadas en este apostolado.

Capilla del Asilo Carlos María Ulloa, declarada Patrimonio Arquitectónico. En su interior se encuentran obras de 1897 de Paolo Serra, artista italiano
que realizó importantes pinturas para el Teatro Nacional. (Foto J.Javier Morales)

Asimismo, la finca del Asilo fue escenario de nuestros recorridos para obtener furtivamente naranjas, mangos,
guayabas, chayotes, tacacos y jocotes. También, para observar los jueves a las seis de la tarde algunas películas que
les ofrecían a los viejitos. Cabe señalar que pese a nuestra condición de monaguillos, debíamos burlar la vigilancia del
guarda Emilio, para poder llegar al salón de proyecciones, ya que las mismas eran “exclusivamente para los internos”.

De los amigos que logramos cultivar en ese centro de atención, el tartamudeo de Clemente me acongojaba cuando
trataba de darse a explicar, mientras que el ciego de pequeña figura que tocaba las campanas de la capilla del hospicio
me impresionaba por su facilitad para desplazarse por las instalaciones.

Pero de toda esta experiencia de acólito, una en particular aún tengo vívidamente presente como una mezcla de
travesura y pesadumbre, las carreras que realizábamos los amigos con los pacientes en sillas de ruedas. Los largos
corredores nos servían como pista para demostrar nuestras habilidades como conductores. Hoy, con el paso del
tiempo me cuesta perdonarme aquellos atrevimientos llenos de serios riesgos. Afortunadamente, en ningún momento
ocurrió un accidente, ya que tal situación hubiese sido lamentable.

La Junta Progresista del barrio fue timbre de orgullo para nuestros padres. José Innecken, Manuel Valerio, Jorge
Carrasquilla, Hugo Poltronieri, Edwin Ortiz y Manuel Morales, que recuerde, formaban parte de la misma. La cita
semanal que los reunía era una verdadera tertulia que iba más allá de los problemas locales.

La pavimentación de las calles fue un esfuerzo enorme de este grupo de trabajo y una decisión que cambió la cara del
barrio. Aún tengo presente la imagen del vehículo tipo regadera que rociaba el petróleo sobre la base de la calzada. La
iluminación pública y la construcción de algunas aceras y cordones de caño, también formó parte de su permanente
trabajo.

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Pero no todo era alegría, ya que como niños inquietos jugábamos sobre el petróleo fresco, lo que se traducía en
nuestras casas en pisos manchados, lo que además de una buena reprimenda, obligaba a las madres a un arduo
trabajo para mantenerlos limpios. La llegada de los medidores de agua también fue otra de las novedades.

En este cúmulo de recuerdos, las celebraciones de la Semana Santa reclamaba el concurso de niños, jóvenes y
adultos. Era, si se quiere, una convocatoria automática.

Encabezados por Mario Loaiza, existía un gran compromiso en construir los altares de la mejor manera. Desde horas
tempranas de la madrugada, tres o cuatro de la mañana, brocha y lata de cal en mano pintábamos las calles que
adornábamos también con flores y palmeras.

Las estaciones de la Pasión comprometían nuestros mayores esfuerzos. Sin falsa modestia, debemos concluir, que
eran hermosas y llenas de color y creatividad. El comentario de los vecinos de barrios cercanos alimentaba nuestro
orgullo.

Allí, además aparecían vestidas de ángeles con caras de cielo y pequeñas sonrisas nuestras hermanas y amigas. Este
mismo ritual se repetía durante la celebración del Corpus Cristhi.

Mención aparte merece en este relato nuestro equipo de fútbol, el querido Reviens. De las mejengas de la calle
decidimos pasar a una actividad deportiva más formal, para lo que no tuvimos que hacer mucho esfuerzo. Siempre
quisimos tener una organización y esta era la gran oportunidad.

Los jugadores estábamos, los deseos sobraban, pero los recursos eran escasos. Ante el dilema de contar con un
uniforme y los implementos necesarios para iniciar el proyecto, surgió la figura filantrópica de doña Cavita.

Una breve conversación y la mayor parte del problema económico estaba resuelto. Su donación de una esclava
imitación oro viejo nos permitió mediante una rifa reunir prácticamente todo el dinero para aquellas primeras camisetas
blancas de punto con una “R” sobre el pecho y números negros en la espalda, junto con pantaloneta y medias también
negras que completaban el uniforme.

A partir de allí, el Reviens fue la pasión de todos los jóvenes y de nuestras familias. Los campeonatos en Calle Blancos
y el Tajo en San Francisco, las excursiones a Turrialba, Acosta, Guanacaste y a diferentes cantones de Alajuela y
Heredia, los encuentros de noche, se convirtieron en nuestra principal preocupación. Las rifas para la compra de
balones e implementos, empezaron a brindarnos un respiro también para la inscripción en los torneos que
participábamos.

Fueron muchos los momentos felices, toda vez, que empezamos a ganarnos un importante prestigio en canchas
abiertas. Se constituyó un conjunto de respeto.

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Gerardo Jiménez, Juvenal Valerín, Manuel Emilio Morales, Ronald Bolaños, Everardo y Héctor Arévalo, Gerardo
Arguedas, Rodolfo Aguilar, Gerardo Conejo, Luis Ramírez, Paúl y Boris Paniagua, Hugo y Rizzieri Poltronieri, Sergio
Palomo, Eduardo Saénz, Fernando Vargas, integramos el primer equipo.

La lista de quienes también nos acompañaron como jugadores en esta odisea de más de diez años es extensa, pero
vale la pena citar algunos;
los hermanos Edgar, Cholo y el Negro Marín, Donald García, los hermanos venidos de Turrialba Mario, Arnoldo y
Guillermo Hernández , Misael Alvarado, Julio y Fernando Bonilla, Alejandro Granados ( Betancourt), Alvaro Ramírez (
El Negro), Miguel Calderón, Antonio Bonilla (Tony), Rodolfo Ramírez (Caribe), Mincho, Mario Quesada.

También es oportuno recordar a nuestros directores técnicos, Marcos Sánchez, Fernando Chinchilla, Amado Vargas,
Chino Arguedas, pero en la mayoría de los casos el equipo se “armaba” de consenso entre los propios jugadores, la
famosa “argolla”, que algunos criticaban.

Dos historias llaman la atención a lo largo de la existencia del Reviens. Lo ocurrido en la plaza de Juan Viñas, donde
fuimos invitados a jugar contra el conjunto local, invicto en aquel entonces durante los dos últimos años.

Luego de los primeros 45 minutos, ganábamos 2-0, situación que no hacía muy felices ni a los adversarios ni a los
asistentes al encuentro que por cierto rodeaban completamente el terreno de juego. Inició el segundo tiempo y
continuamos dominando las acciones. Vinieron dos nuevos goles a nuestro favor y uno de los contrincantes, pero el
tiempo empezó a acabarse, la derrota de los azucareros estaba escrita y el trago era amargo.

Un saque de banda pocos minutos antes de finalizar fue la acción que prendió la mecha. Un compañero nuestro fue
agredido, lo que provocó que los pocos vecinos que nos acompañaban se lanzaran en su protección, lo mismo que
algunos de nosotros.

Aquello fue Troya, ya que la escaramuza se extendió por todo el campo de juego y donde intervinimos todos.
Obviamente, estábamos en clara desventaja por lo que no hubo más salida que refugiarnos en el autobús de la
excursión y trasladarnos de inmediato hasta Turrialba, donde en el río del mismo nombre terminamos bañándonos.

La tensión había subido a tal punto que tuvimos que permanecer en aquella ciudad hasta horas avanzadas de la tarde
con el fin de pasar por Juan Viñas cuando la noche empezaba a caer. Teníamos temor de alguna revancha, situación
que afortunadamente no sucedió. Esta fue la última vez que jugamos en ese hermoso cantón cartaginés.

La otra anécdota fue la invitación que recibimos para jugar un encuentro dentro de las celebraciones patronales en
Cartagena, Guanacaste.

La amabilidad de los anfitriones fue extraordinaria desde nuestra llegada. Atenciones a más no haber. La noche del
sábado fuimos los invitados especiales al baile de coronación de la reina de las festividades, una actividad que parecía
no tener fin, y lógicamente, los ojos de los organizadores estaban puestos en los integrantes del equipo visitante,
mientras nosotros nos sentíamos particularmente halagados.

La fiesta concluyó cerca de las dos de la mañana, con todo lo que aquello implicaba para enfrentar un partido el día
siguiente al mediodía. Debo anotar que hubo algunos excesos en cuanto al cortejo de las hermosas guanacastecas,
comidas y bebidas.

El domingo a las siete de la mañana estábamos en pie desayunando. Los efectos de una noche de fuerte bohemia
afectaron a más de uno, lo que preocupaba por el compromiso que nos esperaba. Mucha agua y para algunos un par
de horas más de sueño fue la receta.

A las doce mediodía cuando el sol caía casi perpendicularmente en la pampa, arrancó el partido a plaza llena. Pasados
los primeros 15 minutos nos dimos cuenta de la desventaja en la que estábamos. Los integrantes del once opositor
corrían y mantenían gran vitalidad, no hay duda, estaban en su patio y con las ventajas del tiempo a su favor. Mientras
tanto, nosotros tratábamos a duras penas de evitar que nos marcaran goles.

El encuentro se fue equilibrando y pese a la presión contraria logramos realizar un encuentro digno e inteligente. La
poca brisa y el sol cada vez más quemante, aunado, a que llevábamos pocos compañeros para realizar sustituciones

120
nos obligaban a un esfuerzo extraordinario que nos llevó hasta el pitazo final con un merecido empate.

En esta ocasión, justo es decirlo, la amabilidad y cariño de los guanacastecos siempre estuvo presente.

De regreso a nuestro barrio, conviene destacar que la vida se desarrollaba dentro de una mezcla de familiaridad y
solidaridad. El problema de uno era el de todos. Momentos difíciles que experimentamos así lo ratifican. El grave
accidente y fallecimiento de Rosemarie Sagot, el atropello de Claudio Ulloa y la muerte de seres queridos nos unían
como una sola familia.

Aquí recuerdo también una hermosa costumbre que muy regularmente aplicaban doña Socorro Valverde, doña Carmen
Poltronieri y mi madre doña Rosa. Cada vez que cocinaban alguna comida que consideraban exquisita se
intercambiaban “un gallito”. Asimismo, compartían remedios y alguna que otra receta y secreto culinario.

Los rezos del Niño fue otra de las tradiciones que siempre cultivaron nuestras familias. A partir de febrero arrancaban
los mismos, que para nosotros niños y aún adolescentes se convertían en una cita automática.
La mayoría eran cantados, por lo que cuando los rezadores y los asistentes empezaba con el “ora pro nobis”, nosotros
nos alegrábamos porque estaba a punto de finalizar y empezaría la repartición de galletas, confites, refrescos, gallos,
pasteles, helados, y para los grandes, cigarros, café, aguadulce, rompope y algunas bebidas más fuertes.

Las pozas la Crista, el Polvito, la Selva y el Raicero, todas en el cauce del Río Torres, fueron también testigos de
aventuras. Posiblemente, la mayor parte de mis amigos aprendieron a nadar en ellas.

Con aguas todavía sin contaminar, sobre todo las dos primeras, fueron sitios de trances difíciles donde varios de los
inquietos muchachos estuvieron a punto de ahogarse. Había que recorrer ya fuera hacia el este la finca del Asilo de los
Incurables o bien río abajo del puente que une a Aranjuez con Guadalupe para llegar a ellas.

Era interesante escuchar a los asiduos bañistas contar sus exageradas experiencias. Varios de ellos debieron dejar
sus calzoncillos en las orillas de las pozas para evitar ser descubiertos por sus padres luego de estas aventuras.

El nacimiento de dos parejas de gemelos en el barrio a la mitad de la década de los cincuenta, fue todo un
acontecimiento. Primero las gemelas Ulloa Gólcher, Elsa y Maritza, posteriormente los Morales Bejarano, Jorge Arturo y
Jorge Alberto.

En el caso de mis hermanos, recuerdo bien que llegaron a este mundo en la propia casa de doña María, una enfermera
partera de pelo blanco y ojos celestes, de poco hablar pero amable y cariñosa, esposa del maestro Raúl Villalobos,
hombre de más de un metro ochenta y cinco, un tanto distante y serio.

Es conveniente destacar sobre este acontecimiento, que el doble parto en el caso de nuestra familia fue una verdadera
sorpresa, ya que siempre mis padres creyeron que se trataba de un solo nuevo miembro, la partida doble elevó a
nueve la prole.

Nunca podré olvidar la situación vivida por mi madre cuando mis compañeros de la escuela México visitaron la casa
para conocer a mis nuevos hermanitos. La locura mía por su llegada me hacía pasar todo el día hablando de ellos,
razón por la que invité a mi maestra junto al resto de los alumnos de la clase.

La invitación fue aceptada, y todavía me parece ver a los compañeros desfilar en fila india por el puente sobre el río
Torres camino a mi hogar. Yo encabeza el grupo de la mano de la Niña que llevaba un reglo para los recién nacidos.

No más llegados a la barbería que ocupaba el primer cuarto de la casa, el primer sorprendido fue mi padre. Ver a
cuarenta escolares dispuestos a conocer a los gemelos lo llenó de una mezcla de alegría y temor, por lo que de
inmediato se fue dar aviso a mamá de lo que se acercaba.

Bueno, el asunto se desbordó cuando todos en pandilla querían ver al mismo tiempo a los famosos gemelos de los
que yo les comentaba. Con aquella fogosidad propia de la edad, el escaso espacio del cuarto donde estaba
recuperándose apenas mi madre, los niños se subían a la cama, halaban la cuna, le pasaban por encima a mamá,
corrían por toda la casa, jugaban con las sillas de la barbería, en fin, un caos que solo fue controlado cuando la Niña

121
Nidia dio la orden de regresar a la escuela.

Durante muchos años viví con algún sentimiento de pesar por esta visita prematura de mis compañeros. En alguna
ocasión cuando se lo comenté a Mamá, se sonrió y me dijo con su semblante sereno y mirada dulce, ¡qué muchachos
más inquietos!

La época de Navidad era particularmente hermosa en el barrio. La coronas que se colocaban en las ventanas, lo
mismo que la confección de los portales y uno que otro árbol le brindaba un toque distinto a nuestras casas.

Eran también tiempos para empezar a cavilar sobre los encargos al Niño Dios y a Santa Claus. Reunidos en la esquina
de la barbería con alegría hacíamos largas listas de los regalos y juguetes que ansiábamos disfrutar.

La gran mayoría de los varones la encabezábamos con el uniforme de fútbol del equipo preferido, bola de fútbol,
velocípedos, triciclos, scooters, y mecanos. Entre tanto, las niñas con los tradicionales juegos de cocina, suizas,
sombrillas, bolas, juegos de mesa y ropa. Gracias al esfuerzo de nuestros progenitores, algunas de nuestras
peticiones se cumplían.

El chino Arguedas y el macho Ronald, fueron los dos primeros amigos de la huelga que contaron con bicicleta en
Nochebuena, posteriormente correspondió el turno a Rodolfo Ortiz, los Saénz, los Ulloa, y algunos otros más.

Así era nuestro querido barrio, testigo de mil travesuras, confidente de muchos secretos, compañero de aventuras y
particularmente testigo de nuestro nacer y crecer.

El tiempo, ese reloj que no se detiene, fue marcando con su ritmo acompasado la ruta de nuestros destinos.

Nuevas construcciones aparecen hoy junto a antiguas casas que datan de las décadas de los cuarenta, cincuenta y sesenta
(Foto J. Javier Morales

Varias familias lograron mejores condiciones económicas y trasladaron su residencia, otras por necesidades de los hijos
lo abandonaron, al paso de algunos años también nos tocó a nosotros tomar otro rumbo. Admito, que no fue fácil.

Allí quedaba lo más hermoso de la infancia, la adolescencia y años de nuestra juventud, y lo más importante, la gran
mayoría de mis primeros amigos.

Creo que el hecho que la barbería, el taller de mi padre, se mantuviera en el mismo sitio pocos años más, alivió en
mucho el traslado de nuestra familia a Moravia.

Hoy tantos años después, todavía cuando ocasionalmente recorro sus calles, los recuerdos y la nostalgia embargan lo
más profundo de mi ser.

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La tumba del westfaliano

Álvaro Rojas Espinosa


El hecho de que se negara la entrada a un cementerio a los restos del westfaliano Francisco Zuhorn y que, en
consecuencia se le enterrara en un potrero en Atenas, provocó una gran conmoción en la comunidad y alcanzó una
trascendencia nacional.

Este ciudadano alemán de origen westfaliano murió en Atenas el 19 de mayo de 1870. El padre Juan Vicente
Ledesma, cura del lugar, aduciendo su condición de disidente, no permitió que lo enterraran en el cementerio local
que estaba bajo su dirección.

Atenas siempre se ha caracterizado por su dedicación las actividades agrícolas, por su empeño en impulsar la
excelencia en la educación de sus hijos y fortalecer su existencia democrática y por buscar el mejoramiento de la
calidad de vida de sus habitantes. El suceso mencionado venía a sacudir la paz ejemplar de la comunidad.

Además, este hecho, repudiable y escandaloso, provocó el justo reclamo del cónsul alemán, que el Gobierno
aceptó, y la enérgica protesta de los liberales de su tiempo.

Es más, este enojoso asunto hizo posible que el Ministro Montúfar lograra la aprobación del decreto del 23 de mayo
de 1870, que disponía que en las cabeceras de provincia y de cantón se señalase un terreno de 20 varas por 25,
costeado por la Nación, para la sepultura de los no católicos, terreno que los disidentes podrían ampliar a su costa y
en el cual podrían edificar capillas o templos para su culto.

Monseñor Sanabria, al comentar el suceso, hizo la observación siguiente: “No podemos explicarnos por qué a estas
alturas el Gobierno no había establecido por su cuenta, en los lugares frecuentados por extranjeros, como Atenas,
un lugar separado para sepultura de los disidentes”.

Para muchos, este molesto hecho de la sepultura de Zuhorn provocó explícitamente la tolerancia y la misma libertad
de cultos en Costa Rica. Podemos decir que la secularización de los cementerios y el corazón generoso de los
costarricenses hacen posible que, para el descanso eterno, todos tengan una parcelita en los cementerios de la
República.

Casi ochenta años después del suceso mencionado, la Constitución política de la República, en el título VI, capítulo
VI resuelve legalmente situaciones como la anterior cuando establece: “Artículo único Nº 776. La religión católica,
apostólica y romana es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la
República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres”.

Durante algún tiempo traté de localizar el lugar donde descansa Zuhorn. Sin embargo, mis pesquisas han sido
inútiles porque lo único que averigüé es que fue sepultado en uno de los potreros del distrito central. Pero me
consuelo un poco pensando que tal vez contribuyó a que hoy las cosas sean diferentes la triste suerte de este
westfaliano, que se aventuró a conocer las brisas del nuevo continente.

Un match de foot-ball
en la plaza Rafael González
José Fabio Ovares Jenkins

Ante la pregunta de uno de mis nietos sobre el origen de mi afición por el fútbol, pienso que ésta posiblemente haya
nacido ya en el primer partido al que asistí.

Era el 10 de enero de 1925, tenía yo tres años y diez meses. Y aunque mis recuerdos son muy vagos, se pueden
completar con los detalles que me contaron otros asistentes y, sobre todo, con el programa del match, que alguien
me obsequió.

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De cómo un potrero se
convierte en estadio

En Atenas, los partidos


informales se jugaban en la plaza
central, donde actualmente se
encuentra el parque, “cancha”
ésta partida por un kiosco. A
veces, como recuerda Álvaro
Rojas, se jugaba “en los potreros
aledaños a la población, como los
de don Felipe Arguedas, don
Faustino Víquez Rojas y don Tuto
(Augusto) Ramírez, o en los
predios de la Junta de Protección
Social”.

Pero ninguna de estas canchas servía para un partido tan importante como sería el del 10 de enero, que contaría
con árbitros y jugadores uniformados, todos ellos incluso con zapatos de fútbol.

Para tener un espacio adecuado había que hacer muchas cosas:

1. Obtener el permiso de don Rafael González, propietario de una finca de ganado lechero que se extendía
desde Atenas e incluía los terrenos donde hoy está la Escuela Centroamericana de Ganadería.
2. Sacar el ganado del potrero una semana antes del partido para que las boñigas estuvieran secas y poder
removerlas fácilmente del campo de juego.
3. Chapear el potrero ya libre de boñigas.
4. Acondicionar el campo poniéndole los marcos de caña de bambú y marcando las áreas de juego. Por el
costado norte, no había ningún problema ni tampoco por el este; en cambio por el sur había que trazar la línea
inmediatamente delante de unos árboles de guapinol. Finalmente, por el oeste había que tener cuidado de no
acercarse mucho al árbol de uruca, porque sus ramas invadían el campo de juego. En todo caso, una ley especial
dictaba que cualquier bola que tocara las ramas de ese árbol se consideraría fuera del campo. Había solamente
una bola para el encuentro y era necesario rezar para que no se desinflara.

El organizador y supervisor de estas actividades era, por supuesto, mi padre, Santiago (Chalo) Ovares, siempre
activo, colaborador y mandón y miembro de la comisión de fiestas.
También fue él quien consiguió a los árbitros y los refuerzos para el equipo de Atenas que se enfrentaría al de
Puntarenas.

124
Es oportuno resaltar que el primer campeonato formal se
jugó en 1921, cuando se fundó la Federación Nacional de
Fútbol. Por eso, se usaban palabras en inglés ya que el
fútbol se había importado de Inglaterra. Algunos de los
términos empleados entonces eran:

Foot ball: balompié, hoy fútbol.


Referee: árbitro.
Goal keeper: guardameta, portero.
Back: defensor.
Half: medio campista.
Forward: delantero.
Corner: tiro de esquina, cona (costarriqueñismo).
Foul: falta.
Out side: bola fuera.
Off side: fuera de juego.
Match: encuentro, competición.

Fuente: s3.esoft.com.mx/udo/publico/aspirantes/vidaun...

La mañana del match

Esa mañana, mi tía Yeya se dirigió desde temprano a la plaza con mi hermano Enrique y conmigo. Desde luego, no
recuerdo la alineación pero en el programa veo que entre los jugadores del equipo de Atenas había algunos que
jugaron con equipos federados: Mayid Barzuna (refuerzo) jugador de La Libertad, Ricardo Rodríguez, que militó con
La Libertad y la Liga Deportiva Alajuelense. Chalo Ovares, quien jugó con La Libertad y con Heredia. Otros, como
Juan Rafael Alfaro, tenían condiciones para militar en las primeras divisiones del fútbol federado. }

El árbitro del encuentro, Manolo Rodríguez Torra, fue un sobresaliente arquero del Club Sport La Libertad en los
primeros años del fútbol federado costarricense y participó en la primera Selección Nacional.

Sin embargo, existía para los atenienses una gran limitante y era que no se podía ir y volver a San José de Atenas
el mismo día y, como se trataba de aficionados que no ganaban dinero, no podían instalarse en la capital.

Todavía en los años treinta, recuerdo que mis parientes Álvaro y Jorge Rojas, jugadores de la Liga Deportiva
Alajuelense, no tenían dificultades cuando estaban en Alajuela, donde estudiaban. Pero, en vacaciones, tenían que
salir de Atenas a caballo en la madrugada para poder asistir a un juego.

Yeya me contaba después que yo estaba tan feliz que ahí mismo le pregunté cuándo volvería a venir el Niño, para
que me trajera una bola. Y me la trajo: es más, las dos únicas bolas que había en Atenas eran la de nosotros y la de
Jorge y Álvaro Rojas.

El dedicado

Como indica el programa, el partido era un desempate entre el equipo de Puntarenas y el de Atenas. El primer
juego tuvo lugar en Puntarenas, donde se jugaba en la arena lo que resultaba muy difícil y cansado.
Los dos partidos estaban dedicados al general Jorge Volio. Aunque ya habían pasado las elecciones en que Volio
perdió la presidencia frente a Ricardo Jiménez Oreamuno, el General seguía siendo muy popular en Atenas, cantón
que, junto con los de Santa Ana, Belén y San Ramón fueron los únicos donde salió victorioso el Partido Reformista.
Por eso era “el dedicado”, quien obsequiaría el trofeo: una “preciosa copa de plata”.

No sé cuál fue el resultado de “la partida”. Lo que sí supe cuando crecí fue que la copa la ganaron mis paisanos y
que ésta permaneció algunos años en el Club Social Ateniense. Al desaparecer el Club, estuvo en la Municipalidad
y en la casa de varios distinguidos atenienses. Finalmente, se obsequió a la hija del general Volio, señora Marina
Volio, cuando fue ministra de Cultura, Juventud y Deporte en la administración de Rodrigo Carazo.

125
PÍLDORAS DE ARCHIVO

Una conchería poco conocida de Aquileo


Colaboración de Ana Isabel Herrera Sotillo
anaherrerasot@gmail.com
Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica

Rubén Darío escribió: "Costa Rica tiene un tranquilo pueblo de agricultores; y Costa Rica tiene un poeta. Tiene, es
verdad, otros poetas, pero 'su' poeta, el poeta nacional, el poeta regional, el poeta familiar se llama Aquileo J.
Echeverría."

Nuestro poeta nació en San José, Costa Rica el 22 de mayo de 1866.

El 1 de setiembre de 1885, se casó en Heredia con María Dolores Flores Zamora. Participó en la campaña militar
contra el presidente Justo Rufino Barrios, de Guatemala, quien pretendía restablecer la unión centroamericana. Al
finalizar la campaña se estableció en Nicaragua, al servicio del presidente Adán Cárdenas. Fue en ese país donde
conoció y entabló amistad con el poeta Rubén Darío. Al regresar a nuestro país en 1893, estableció una pulpería en
los alrededores de Heredia, donde aprendió la manera de hablar de nuestros campesinos. Falleció en una casa de
salud de Salamanca, España el 11 de marzo de 1909. Sus restos fueron traídos a Costa Rica en marzo de 1915, y
descansan en el Cementerio General.

Es de suponer que E. W. Hütt rescató varias obras de Aquileo J. Echeverría y las mandó a imprimir en 1918.
Actualmente tengo en mi biblioteca ese pequeño libro que era de mi padre, y hace poco me encontré una simpática
conchería que es muy poco conocida, o completamente desconocida en Costa Rica, ya que no se encuentra entre
las publicadas en distintas ediciones. Me recuerda bastante el estilo de "Mercando leña".

Comprando ayotes
Aquileo J. Echeverría

¿Cuánto me yeva por éste?


—Treintisinco y es botao.
Repare la clasia y béale
la cáscara y el tamaño
y el peso. Sobre una laja
que tenemos en el patio,
se crió como las craturas,
a sus anchas, bien chiniao.
Blasa le puso cariño dende que lo bido en cuajo,
y hasta la fecha di ayer
ha dormido cobijao:
cuando chiquiyo, con chuicas;
ya de adúltero, con sacos.
Hast’ayer, como le digo,
que bin’un bandido chancho
di un besino, y al bijiar
qu’en Misa Mayor andábamos,
y qu’el perro que tenemos
estaba bien amarrao,

126
se dio gusto con los seles;
y si a tiempo no yegamos,
se atoya los desasones.

—¿Y diay, nada reclamaron?

—Nada. P’alibio de males


el chanchiyo es del cuñao,
un hombre qu’es malo, bueno
y el mismo patas con guaro.
Blasa me dise: Mirá:
mejor quedate cayao
y pujá pa dentro; es pior
que formemos alegato.
Yo sé que sos di opinión,
por esu es que t’he cuartao.
¿Pa qué lo bás a matar
o pa qué salir matao?
¿Qu’él hirido o bós herido,
u entriambos a dos baldaos?
Pa que diga la gaseta:
“Ayer tarde en el Naranjo,
por custión di unos ayotes
que se comieron los chanchos,
ñor tal por cual y ñor otro
se dieron unos filasos.
¡Que la tierra les sea alebe!
¡Dios los haiga perdonao”!

***

Tenía una mat’e rosas


lo menos d’este tamaño;
parecí’un altar de Corpos;
pos el chanchísimo chancho
me le dió suelo.

—Caramba;
ya yo l’hubiera matao.

—Usté sí pero yo nó.


¿Sabe por qué no le mato?
Porque pa yo qu’ese indino
tiene frutiya y mi aguardo;
ole como los dijuntos;
usa los ojos muy gachos;
tiene las pisuñas suabes
y muy duro el espinaso,
y le dan como tarantas.

—Estará mal arreglao?

—No, le biene de nasión;


al tata lu encanfinaron.

127
—¿Era también de su hermana?

—No; de Jasinto Camacho.


En jamás de los jamases
en casa ni an uno han criao,
porque Tata los desía:
tengan perros; tengan gatos;
tengan bacas; tengan güeyes;
tengan mulas y cabayos
y gayinas y poyitos
y chompipes y carracos,
pero Dios guarde me traigan
a la casa ningún chancho.
No quiero esos animales
pa nada, ni sancochaos;
y el día que me traigan uno,
por éstas que se los mato...

—Bueno: bolbiendo al ayote


en treintisincu es muy caro.

—Yébeselo por los treinta.

—Sól’una peseta cargo.

—Arréselo; que caray,


y aguárdese y se lo parto;
es q’entero no le cabe
ni a mentadas en el saco.

—¡Yss! tiene las tripas negras


y está muy aguarapao.

—Ya lo bide; no lo yeve...

—Después de tanto cuidalo!...

—..¡Maldita sean los demonios!


¡Para chanchadas, los chanchos!

Febrero de 1906

Fuente: Aquileo J. Echeverría "Poesías... Concherías... Epigramas..." Propiedad E. W. Hütt. 1918.

128
BOLADOS

Antigua. Historia y Arqueología de las


civilizaciones es un portal temático de la Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes que ofrece estudios,
monografías, textos, imágenes, bibliografías y enlaces
relacionados con la Historia Antigua y el patrimonio
arqueológico de las grandes culturas y civilizaciones
de la Antigüedad (Próximo Oriente -Mesopotamia,
Egipto, Hatti, Asiria, Persia y la franja mediterránea
oriental-, Grecia, Roma, Hispania, América http://www.cervantesvirtual.com/portal/antigua/
Precolombina y el Oriente Lejano), información sobre
yacimientos arqueológicos y su patrimonio, y un
apartado con documentos y publicaciones de Historia
Antigua y patrimonio arqueológico del Gabinete de
Antigüedades de la Real Academia de la Historia.

Los Archivos históricos Arquidiocesanos de


Tarragona han puesto a disposición de los usuarios su
sitio WEB, donde hallará libros sacramentales
(bautizos, confirmaciones, matrimonios, defunciones y
otras partidas eclesiásticas), digitalizadas para la
parroquia de la Natividad de Vilaplana.
Para su acceso, debe primeramente registrarse en el
archivo en línea.

http://arxiu.historic.arquebisbattarragona.cat

Historia Social en la Edad Moderna es un


proyecto colectivo que pretende difundir las
investigaciones de un nutrido equipo de
especialistas en los siglos XVI al XVIII, coordinados
por el doctor Enrique Soria Mesa, profesor titular de
Historia Moderna de la Universidad de Córdoba, y
centrados desde hace ya años en el estudio de
distintos grupos sociales, así las élites urbanas y la
nobleza, como las minorías étnico-religiosas
(judeoconversos y moriscos).

En
http://historiasocialmoderna.com/miembros/index

129
ACTIVIDADES

Tertulia “Tras las huellas del abuelo. Diálogo entre Genealogía e Historia”

Con la presencia de asociados e invitados especiales se celebró en la residencia de nuestro presidente Emilio
Obando Cairol, sita en Moravia, la tertulia del sábado 27 de marzo de 2010, en que nuestro asociado y fiscal doctor
José Antonio Molina Fernández expuso su charla intitulada “Tras las huellas del abuelo: diálogo entre Genealogía e
Historia”.

El evento gozó del interés pero también del disfrute de los asistentes, ya que la exposición de José Antonio estuvo
matizada de información muy bien estructurada y presentada sobre sus antepasados españoles. Dado que su
tiempo en España fue limitado y con algunas limitaciones en el horario de las entidades visitadas, José Antonio
realizó una brillante investigación sobre otras familias antecesoras distintas a las Fernández, la cual en ese país es
numerosa y dispersa en distintas regiones españolas. Nuestra más sincera felicitación para el señor Fernández, que
confirmó nuevamente su dominio del ámbito histórico, complementado esta vez con el genealógico, para lograr una
valiosa mezcla en la búsqueda de sus antepasados.

José Antonio y asistentes a la tertulia ofrecida el 27 de marzo de 2010

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José Antonio y otros asistentes a la actividad
Ambas fotos tomadas por Isidro Sánchez Vargas

DE TODO UN POCO...

Con el interés de obtener un mejor aprovechamiento en el uso del sistema denominado “Consulta de hechos y
actos civiles y electorales”, que administra el tribunal Supremo de Eleciones en su sitio
http://www.tse.go.cr/consulta_persona/menu.htm, nos permitimos brindar los siguientes consejos, producto de la
experiencia acumulada desde que se habilitó esa información a mediados del año 2008.

Actualmente, el registro Civil ha introducido datos que van desde la época reciente hasta el primer quinquenio de la
década de los sesenta del siglo anterior. Por consiguiente, aparecen como solteras personas que casaron antes de
ese período y lógicamente y tampoco se consignan sus hijos. En este caso, es mejor trabajar con los apellidos de
los hijos e investigar uno por uno la posible descendencia. Para ello se anota en Nombre los respectivos apellidos y
el período que se debe buscar. Por ejemplo, Siles Calderon (el sistema no usa tildes), y el período 01/01/1920 a
01/12/2009. Es posible buscar hasta 500 nombres, si así se indica en la Cantidad de resultados a mostrar.

También usted puede buscar por un solo apellido, sea primero o segundo y aparecen todas las personas que lo
ostentan. Este recurso es funcional si no se trata de apellidos muy comunes. Por ejemplo Mathieu. Utiliza aquí
siempre la opción de mostrar 500 resultados.

No hay que confiarse en verificar únicamente los hijos que aparecen a esposo o esposa. Deben buscarse ambos,
pues a veces unos están adscritos al padre y otros a la madre.

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Lamentablemente, se incluyen en búsquedas, y en forma conjunta, apellidos que son muy similares: Mora, Morales,
Moraga, etc. El sistema tiene opciones de exclusión cuando aparecen los nombres, de manera que no se presente
el detalle.

En la búsqueda de datos múltiples, sean colectivos, la visualización del detalle (de matrimonios e hijos) es mejor
hacerlo luego que se han localizado las personas a investigar, pues si se regresa a la consulta anterior, el sistema
lo posicionará en la consulta inicial y debe nuevamente ir uno por uno en la investigación de nombres hasta el
máximo de la página, que es de cincuenta.

Aunque se trabaje con períodos específicos, por ejemplo de 01/01/1940 hasta 01/12/1970, el sistema pr4esentaará
la información de la persona hasta la actualidad, sea 2010.

Es conveniente utilizar de previo, la base de datos “Raíces”, que ofrecieron en su oportunidad la Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones), elaborada por el Ing. Oscar Tapia Rodríguez, para
orientarse mejor en las búsquedas que se haga de descendencia de familias.

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