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EL MONSTRUOY SU IMPORTANCIA EN EL PROGRAMA DE LA ALQUIMIA EMBLEMATICA Héctor Santiesteban Universidad Aurénoma de Baja California Sur ALQUIMIA El monstruo presenta estrechas relaciones con la antiquisima disciplina de la alquimia, Este aspecto, ‘poco usual a nuestros ojos, resulta patente si se le observa desde el Ambito teratolégico. Al principio, tal vez sorprenda la asociacién monstruo-alquimia, pero a lo largo del presente trabajo veremos que dichos tazos no son easuales. Finalmente mostraré la importancia que tiene para la ciencia emble- ‘mitica esta inusitada intbricacién disciplinae; he tornado por ejemplo el libro de Maier, La fuga de Atalanta, Bartholomeo de Inglatera nos informa que el basilsco -monstruo de rancio abolengo-redu- cido a cenizas, es titil en alquimia, sobre todo en la transmutacién de los metales.' También puedo sefalar que existe una opinién en la alquimia en la que “el crecimiento de los metales seria comparable a la embriologia animal”? Un desarrollo anormal opera cicrtamente como productor de monstruos, ‘veremos qué tan anormal resulta la “embriologia alquimica”, Aunque bien es cierto que para noso- tos, més importante resulta Ja significacién simbélica de las relaciones alquimico-terdticas. Ponga- ‘mos un ejemplo claro de esta animacién de los elementos; el que podemos aducir de las palabras de Eliade: “Por ello, el nacimiento de los metals imperfectos deberios verlo como th caso parccido al de los abortos y los monstruos, que Gnicamente se producen porque la naturaleza se ve desviada en sus acciones y se encuentra con una resistencia que le ata las manos y con obsticulos que le impiden actuar con la regularidad que es habitual en ella.” Ahora bien, para complicar mds las cosas, o para hacetlas mas interesantes, pero siempre con Ia finalidad de encontrarle mejores explicaciones al fenémeno, permitaseme aunar a lo que acabo de decir ¢l concepto de la metempsicosis. En la alquimia se considera que los elementos tienen alma, ¥y que ésta puede transmutarse. Dentro del pensamiento alquimico, si un ser tiene en su naturaleza tanto elementos de un género, como de otro, se le denominara hermafrodito (cabe decir que el ser que contenia en si las dos sexos fue considerado monstruoso durante siglos): “Se pensaba que el caricter transformable de la prima materia era ella misma 6 su esencia o anima, respectivamente. Se deno- miné Mercurio a ésta, entendiéndose con esta denominacién un paraddjico ser doble que fue llamado ‘monstruo, hermafrodita 0 rebis"* yr Thorne, Mistry of Map and Experience! Sconce, Nueva York, Colurtia Unversity Pres. 1923,v0h Ip. 433. Mircea Eade, lovin asic, Mico, Pais One, 1993 9.91 Mucea Eade, Trade de Historia de arenes, Méves, Ea, 18.989 (Ca Gust hing, Paoli alin, Barcelea, lara & Janes, 1989, 9p 375.376. EL MONSTRUO Y SU IMPORTANCIA EN LA ALQUIMIA EMBLEMATICA, Esta materia prima mercurial, que comporta esencias varias, sufre cambios importantes. En este dmbito, la forma es importante en tanto que se transforma. Las transformaciones del ser y sus implicaciones son relevantes desde el punto de vista alquimico; ya Jung nos sefala que “La transfo- rmabilidad y multiformidad de Mercurio es una idea bisica de la alquimia”.’ Recuerda esto a aque! “monstruo’ de Proteo siempre cambiante. Si por otra parte, me apoyo en la psicologia para aclarar conceptos relacionados con la alqui- mia, no estoy realizando algo innovador. Tal relacién se denota ya en el titulo del libro de Jung, Psico- logia y alquimia, donde muestra una faceta desconocida de esta “preciencia” -por Ilamarla de algin mode-, vinculada generalmente mas a la idea de precursora de la quimica que a un programa espiri- tual. Tenemos normalmente una imagen de la alquimia en la que se nos presenta a. un entusiasta de esta disciplina intentando trabajos vanos en pos de un resultado irreal desde el principio; otra forma frecuentemente uilizada de representarnos la alquimia la encontramos en estrecha relacin a la nece- dad e incluso a la codicia humana: un monarca estafado por un supuesto alquimista, oun alquimista sincero derrotado después de haber desperdiciado toda una vida de trabajo, ilusiones y experimentos en la empresa de la transmutacién del plomo en oro. Nos conviene abordar la materia desde un punto de vista simbélico. Desde este punto de vista, la psique o el alma esta formada por simbolos religio- sos. La implicacién resultante seria que la deidad sea una parte psiquica de nuestra mente. La divini- dad estaria en nosotros, pero como forma psiquica. Esto no tiene forzosamente que ser solipsismo. ‘Ahora bien, la alquimia tiene un programa gnoscolégico y funcional que en algunos puntos asemeja, influye e incluye parcialmente en sus nociones a la teratologfa. La transmutacién de las materias y la transmutacién de las esencias son metéforas de la transmutacién del espiritu mismo de una escalada vital y espiritual. Sus implicaciones filos6ficas han sido largamente soslayadas a lo largo de varios siglos, en los que cada vez més se van perdiendo los referentes interpretativos y se comprende cada, ‘vez menos sus postulados ¢ intenciones. En la alquimia tradicional las cosas son diferentes de como nos las han presentado desde el Iluminismo hasta nuestros dias. No se trata de una codicia material del ‘oro, ni de un sinénimo de necedad avariciosa, sino una bisqueda de conocimiento y espiritualided. Eliade nos lo explica cuando seiala categérico: “El objetivo del alquimista chino es, pues, claro. No ‘busca el oro para enriquecerse, Tampoco se afana por obtener una gran cantidad del mismo .. no era loro en su calidad de metal lo que ellos deseaban, sino el oro de una calidad trascendental capaz de ppromover la espiritualizacién del euerpo".* Lo mismo se busca en la alquimia occidental. Queda reiterado, pues, el fin espirtual que se persigue, dejando a un lado lo material.’ Los materiales interesan en tanto poseen wn poder tras- cendente. “Y es que, ademis de las virtudes magicas que poseian dichas substancias, éstas eran los ‘emblemas del principio celeste y solar":* De esta manera, la alquimia no és, mis que secundariamente, tuna precursora de la quimica. Con Io anterior no quiero afirmar que no haya sido La precursora real de la quimica; quiero decir que no es su propuesta principal. La alquimia es ante todo wa manera de ‘entender el mundo, Con respecto a la alquimia india se puede decir que: “Mientras no se demuestre lo contrario, no enconteamos preocupaciones ‘cientificas', ni el menor interés por el conocimiento de la naturaleza y de sus leyes. Lo que por doquier nos sale al encuentro es el etemo motivo de la mistica: Shad. 386, 6 Blade, Alain esia..op. isp. 16 “Y eajustamente de irporaidad-yno de metal Ilamado ro-de lo qe se mnstraban vids los chines cuando bases a pies Aloo Por era pace meal ences, que abundabs en China. no fue consierado siempre pecioso y smc coo en ‘aril habia soe enabria desde ls ersposprastrics” p28, la cursive smi). 8 Bid. 9.18 38 Hicror SANTIESTERAN Ia inmortalidad; se trata de técnicas magicas, por medio de las cuales se intenta reconfortar la vida. ‘humana”? ‘Yeamos, pues, con detenimiento el tema, Vilanova nos asegura que “La piedra filosofal devuelve a juventud a los viejos”.'° De forma que Io anterior nos parece indicar que el secrete y la finalidad principal del opus alchimiicune se vincula al poder del alquimista sobre el tiempo, sea éste fenomenol6gico o mitico."' Resulta evidente, entonces, que la alquimia tiene implicaciones filos6ficas, simbéticas y psicolégicas. El alquimista entenderd la Naturaleza por medio del conocimiento alquimico. Habra algo de 4 como demiurgo," pero en cierto modo, funciona mas como catalizador de procesos naturales: "La transformacién natural de los metales en oro esté inscrita en el destino de los primeros, por el simple hecho de que la naturaleza tiende a la perfeccién”."* En principio, el oro mis que valor lucrativo tiene 1un valor mistico y religioso desde tiempos inmemoriales. Lo encontramos ya expuesto en las Brah- ‘manas: “El oro ¢s la inmortalidad”.* El oro tiene valor extendido por varias culturas, y derivaciones especificas como en Ja alquimia. Su identificacién con el sol es extendida. Se trata también de variados simbolismos. Incluso el cristianismo esta presente en estas pro- posiciones: “Heinrich Kunrath, hermético del siglo XV1, equiparaba la piedra filosofal con Jesucristo, cl “hijo del macrocasmos’, y pensaba que su descubrimicnto revelaba la verdadera naturaleza del ‘macrocosmos, como Cristo habia otongado su integridad a ese microcosmos que es el hombre”. Jung. aprecid esto y le concedié trabajo y tiempo al estudio sobre el paralelismo entre Cristo y Ja piedra. filosofal Comprendemos ahora que el sentido mistico de la alquimia viene de muy ards y se relaciona intimamente con la preocupacién del hombre por la trascendencia de su ser. Esa preocupacién no solo se centra ef el hombre, sino que en ella convergen la naturaleza y la ereacién toda, Eliade resume: En conclusin, podemos afirmar que el alquimista consurn6 la vhtima fase de un proyecto muy antiguo que habia nacido cuando los primeros hombres emprendieron la tarea de transformar Ia naturaleza, El concepto de transmutaciéa alquimica ¢3, pues, Ia ltima expresién de esta ereenei inmemorial de Ia naturaleza. El mito de I alquimia es uno de los raros mitos optimistas: efectivamente, el opus aichimicum no se limita a transforma, perfeccionar o regenerar la naturaleza, sino que confiereperfecciGn ala exis- tencia humana, otonzndole sald, juventud etema ¢inclaso inmoralidad.” De esta manera, desde la perspectiva de la historia de las religiones, nos parece que la alqui- ‘mia abogase porque el hombre recupere su perfeccién original, cuya perdida ha inspirado multitad de leyendas trigicas en todo el mundo. Esto seria, en cierto modo, un “Retorno al Paraiso Perdido”. Bajo esta concepcién, la idea alquimica en su conjunto estaria impulsada animicamente por el sentimiento psicolégico al que me he referido en otra parte como “nostalgia del paraiso”, 9. Bid, p49. 10, Vitanva pul Elin, Aiqumiaatien...op cit p.92. 1. Cf em 12. Mismas que pasemos ebsrary complement en el presen: capt algunos eos aprtades, tks comme epscobgi yt el zoe en Het Satsteban, Onlopa leratagie, tess devil, Unersad de Salamanca, 198 13, Alibrar fa epeneracién el hoe se conve en una especie de dos. “Para el alge, el hombre es un creado, repenea It ‘mtrcleza y deri el empo” (Bad, id, 106) 14 Bic, 9.89, 1S. Cf iid, 9.90. 16. fed, 79.9556, 17. Bi, 106, EL MONSTRUO Y SU IMPORTANCIA EN LA ALQUIMIA EMBLEMATICA Por otro lado, tenemos que considerar que, efectivamente, la alquimia cuenta con una parte ‘ms pragmatica que estudia los-fendmenos fisicos. Respecto a estos intereses materiales es importante Ja nocién de “Teirasomia”, es decir, la teoria griega antigua de los Cuatro Elementos: Agua, Tierra, Fuego, Aire. Pero este ambito fisico es trascendido ya que a estos cuatro principales se les suma un 4quinto elemento, un mediador entre ellos, de caricter ya no fisco, sino mas bien metafisico. Por ser el quinto se le denominé “Quintaesencia”. * Muchas son las cuestiones pertinentes al mejor entendi- rmiento de su programa, mismas que no ineluyo por el espacio limitado,"* ‘No obstante, habri que decir que Espatia juega un papel importante en el panorama alquimico ‘medieval. Moffitt recuerda que el primer gran resurgir de Ia alquimia en Europa se debi6, en un prin- io. alos escritos espafioles, una vez que Toledo queda al mando de los cristianos (finales del siglo X1), y tuvo como resultado que, finalmente, los manuscritos cientificos drabes, mismos que podrian ser 0 bien originales, o bien, copias anteriores de tratados griegos, se tradlucen y se pueden leer en lengua latina, comprensible para el piiblico ilustrado europeo.” Posteriormente se trabaja en. Europa con textos originales , a partir del siglo Xitl, en Fenguas vernculas.”* La alquimia tuvo una importancia dificil de comprender ahora. Muestra de dicha importancia Ja tenemos en los numerosos libros y manuscritos que sobre el tema se encuentran, La misma Univer- sidad de Salamanca tiene buenos ejemplares de ello. Veamos ahora unos ejemplos. No obstante lo anterior, las opiniones son variadas. Ramén Llull, en su Libro de las Maravillas, ataca ala alquimia* ALQUIMIA, FUTURO ¥ PARALSO Pero volvamos al punto que une alquimia y paraiso, la recuperacién del pasado mitico, del tiempo ido. Rosenkreutz, autor de Confessio, manifiesto publicado en 1615, sefiala cierta vinculacién espiritual ‘entre monstruo, admoniciones y alquimia.” 18 GE-Pritga” de Joba Moshi on Michael Maser, La fuga de Malan: alguna yemblemitica, roduc ye rita de San- ‘ago Sebati, traced debe epiramas de ils Pedraza, exo mia de José Ma. Sena Alea, prilogo de Jotm Moff, Mati, Toro, 1989, pp x3 19, ‘Se wabjatainn conf idea la comespondenia de os siete metals com los site planets: Cobre Venus Hiro Marie; Etao- Jip: Plme-Satimo; Azogue Mercurio; Plats Luns Or-Sol. Elorécamiento de earespondcneis ene su propia jeraauay ‘eterinoic, coro determina estn las bs de los cups cess. La obra alqinse sigue ua ita jar, pando de 1a pier nara "grea pied bianca “ated” eal pontriorment se tuna foe, "ubedo™ Los tras ermedion erin, con usa metfora arma una ola de pavo eal, aude peor (CJ. Moti, pe, pi) La alge pica busca a peda flowed {ps Plisophorum, qos rer una especie de catalzador qi init a taramacin ce los males (Cf Moi op. cit. x6). Ena ‘linia see daa fos mets una era anima, Los esultades esperados sen deur coeepeie pofund: "El elt es gue liceconrnes tabaja sole el macrecsios, manipulando sus mifstacone seas se elena eto cone fin de evel el plan ‘colin dee sbidra divin que orden el todo. As pus, homie se wansfere pouncaamien uta forza diva” (ae) Es pues, hombre, on demir, un dos gue pede recabers a materia y loa concep. La wansrarin el plo eh eo es UB subliockn eprint Home gu se unite conocimseri 9 eenca sneer 9a be nos. dol Mati op ip. “Of bid pp. Rasnund Lal, De rt altiml,(p. 145) manusrit que se encuenza en la Universidad de Salamanca (ws). Enel Fria del Amina De unortaltate ene, © aes 5 eseptin 2 cut a las tasintacioes. Es ya bien conocido que dha hea rovene ‘e's Inia. Coo piesophicum fiber de nauree mir, Piipum Ustad, Cedotm, 1685 (me sa. 11) Tra dl ibe llc. tleresiney wali al espa. De fault pllasophia paperbus ef evangels vrs De quia exma) ms sl 1208). Cuyrpriner iio vers sobre alguns. 2 UD. dr ue, Jas de Rupe Sci Es pequeto: fl. $y-65t 23. Vad Raman Ul ep cpp. 85s 25, “Ese segundo manfisto subraya el mensaje del primero, aunqse con mayor exaacn mista y apace pues anancaba un tinal inminente cn signos ceksts, premontorics de hecos marmilluo, como presi de ee meno de rsd, em que 32 solver eto de Adin ene puro. Proto se alent el conrate ene con seo del mesa eligisoy fowico fete al ‘Saree nto del marco en ete preset al mera, Saag Sebati, Induce Maro eB 26 BEB 60 Héctor SaNTIESTERAN. Diversos son los caminos que guian a la consecusién del Parafso. Juan Valentin Andrade, sacerdote Tuterano, escribe en 1619 Republicae Christianopolis Descriptio, obra inserta en la co- rriente utépica que se vive en Europa en ese momento, cuando Bacon escribe su Nueva Adintida; ccorriente iniciada acaso con la Utopia de Toms Moro de 1516, Es de remarcar que la idea wt6pica adquiere forma despues de la conquista de América. Adquiere forma y continente (en los dos senti- dos de la palabra) filosdfico, pero puede decirse que est presente ya en el inconsciente humano. La alquimia tiene importantes implicaciones psicol6gicas. Jung, en su trabajo, hace sallar a Ja vista la importancia de las relaciones entre alquimia y teratologia: los animales simbolizados en ser monstruos 0 animales fantisticos. Este autor ha trabajado especialmente la figura "EL unicomio no es un estado de cosas firmemente definido, sino un ser Fabutloso sujeto ‘a riltiples variantes. Ast hay caballos, asnos, peces, dragones, escarabajos et. de un cuemo. Se trata aqui, para expresarlo con mas precisién, del motivo de la “unicornicidad"” Pertenece al unicorio un simbolismo significativo dentro de la alquimia “El unicornio, como ele6n es un simbolo de Mercurio” * De esta manera, tenemos que “En la tabla de simbolos de Penoto (theatr: herm.) el wnicomio esta subordinado al oro, conjuntamente con el leén, el guila y el dragén”.” Ahora bien, es de sobra conocida la profusién de unicomios medievales atrapados por doncellas. Jung recuerda que: La doncella representa la parte femenina, pasiva de éste;eTeén 0 el unicomio, en cambio, la parte salvaje, indomable, varonl, la fuerza penetrante del spiritus mercurialis. Dado que el simbolo del unicomio fue ‘conocido en toda la Edad Media como allegoria Chistiy del Espiritu Santo, esta relacin era corriente ‘también para el alquimista; de manera que, cuando se servia de este simbolo, no dudaba en ver el paren- tesco incluso hasta la identidad de Mercutio y Crist. El unicomio ha sido usado profusamente como una figura crstica. “Prisciliano ha dado a Dios el nombre de unicorne: unicornis est Deus, nobis petra Christus, nobis lapis angularis Jesus, nobis ‘hominum homo Christus” ® Honorio de Autun, Speculum de mysteriis ecclesiae, escribe también sobre la materia, ynos ilustra de la siguiente manera a este animal: Se llama unicomio al animal ferocisimo que tine s6lo un cucmo, Para cazarlo, se lleva al campo una virgen, a la que entonces acude el animal, que se echa en el regazo de la doncela, siendo eapturado asi Cristo es representado por este animal, cuyo cuerno es expresin de la fortaleza invencible del seo Et que se eché en el regazo de la doncela a sido capturado por los cazadores, es decir, fue hallado en form ‘humana por los que le aman.” * Plinio también describe al unicornio,” Hemos observado ya que el unicomio no es una figura univoca. Tenemos en el Fisiologus Graecus, a propésito del unicornio, “que ¢s un animal que corre muy veloz que tiene un cuemo e idea acciones malvadas contra el hombre”. Y san Basilio dice: “Ten cuidado también ti, joh hombre!, y guérdate del unicorio, o sea del demonio, pues esté pensando ‘maldades contra los hombres y es diestro en maldades. 25. dung.op ct,» 376 26 it. y 378 2. fit, p IM. 2B. Di.» 378 29. Bop. 300, 30. En (bid, pp. 381-382. 48. E Vens esta imagen lap 37. 31. En Morte nara, io VI, eaptale 2. Pino el Vij, Hitoie Nawvele, 37 ol, Pat "Les eles ets" 977 6 EL MONSTRUO Y SU IMPORTANCIA EN LA ALQUIMIA EMBLEMATICA Para Jung la figura del unicomio en religiOn esta fuertemente ligada a su figura alquimica. ‘También exhibe relaciones entre el lenguaje de Ia Iglesia crstiana y tos simbolos zndstico-paganos.* Entonces, qué es lo que hace al unicomio una figura tn rica de significaciones simbslicas y alqui cas? El psicoanalista suizo nos lo apunta de la siguiente manera: “En su condicién de animal mitico originariamente monstruoso, contiene tn antagonismo interior, una comiunctio oppasitorum. Esta cit cunstancia fo hace especialmente apropiado para ser expresién del monstrum Hermaphroditim de la alquimia”. Filstrato resalta las virtudes del cuerno de este animal en Vita Apoloniis.» donde el cuerno del unicomio es un antidoto contra los venenos; un restituyente de la vida con todo lo que ello supone. De esta manera, si restituye la vida, neutraliza el efecto negativo de algiin ffrmaco que contra lla tuviera; restablece el orden y la armonia de la normalidad y la salud, “Por lo tanto, la serpiente, ‘como el cuerno del unicomio, es un alevipharmacon y, ademas, el principio que inspira la mscurez {y perfeccién de todas las cosas”. El cuemo del rinoceronte, tal y como lo es el del unicornio, es un ‘lexipharmacon (contravaeneno).” Es bien sabido que el euerno del unicornio, como se constata en el Fisidlogo griego, actéa de purificador de venenos, y preserva de los sonilegios." En alquimis, el

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