espera ser atendido con diligencia. El tipo de requerimiento que jams podra confundirse con la llamada de un invitado, de un operario o de un repartidor. Ms tarde, pensara que al fin y al cabo es as como uno espera que llame la polica. Durante un par de segundos observ pensativo el cursor parpadeante al final de la ltima frase. La maana se le estaba dando bien, mejor que en las ltimas tres semanas, porque, aunque odiaba admitirlo, escriba ms a gusto cuando estaba solo en casa, cuando trabajaba sin horarios, liberado de las rutinarias interrupciones para la comida o la cena, y simplemente se dejaba llevar. En aquella fase de la escritura siempre era igual, Sol de Tebas estara terminada en un par de semanas, quiz antes si todo iba bien. Y hasta entonces aquella historia sera lo nico en su vida, su obsesin, lo que le ocupara da y noche, lo nico en lo que pensara. Lo haba experimentado con cada novela, una sensacin a la vez vital y demoledora, como una inmolacin que adoraba y tema experimentar a partes iguales. Un acto privado que, por experiencia, saba que en esos das no le converta en la mejor compaa. Levant la vista para dirigir una rpida mirada hacia el pasillo que separaba el saln donde escriba de la puerta de entrada, y de nuevo al cursor que pareca palpitar cargado ya de las palabras que tena que escribir.