CLAUSURA

23 - VI - 10
En primer lugar, me gustaría agradecer su colaboración a todos
aquellas personas e instituciones que durante este curso han
ayudado al crecimiento del Centro, porque clausuramos hoy, de
manera festiva aunque no oficial, un curso complicado: con un
principio de curso difícil y con un recorrido, como siempre,
complejo. Sin embargo, ya estamos terminando y quiero
comenzar mencionando dos aspectos que me han parecido más
destacables de este curso que ahora clausuramos. El primero, es
algo más institucional y el segundo, es de tipo más personal.

En la vida todo llega y, aunque a algunos nos parezca mentira por

lo que hemos peleado para conseguirlo, ha llegado el momento en
que termina nuestra primera promoción del Ciclo Formativo de
Atención Sociosanitaria. Es una satisfacción como miembro de
esta Comunidad y como Director de la misma, que el Centro haya
conseguido aumentar su oferta educativa y haya podido dar una
salida formativa a las demandas existentes. Hay que agradecer a
este alumnado y a sus profesores la paciencia que han tenido con el
problema de los talleres y la implicación y el interés que han
mantenido en su formación, por la que ahora se les abren nuevas
perspectivas profesionales. Como es fácil deducir, este es el primer
aspecto.

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La verdad es que era difícil imaginárselo, pero lo han conseguido.
Con su esfuerzo y nuestra ayuda (y también nuestro empeño,
porque no decirlo) han titulado alumnos que hace tres, o incluso
dos años, pocos pensábamos que podían hacerlo. Además, si ya
tituló hace unos años un alumno rumano ahora lo hace otro
saharaui, muestra también de la adaptación del centro a realidades
nuevas y diversas. Es también una satisfacción personal puesto que
he formado parte de un equipo de profesores y profesoras que les
hemos dado clase durante dos años y hemos visto su crecimiento
personal y cómo nos han enriquecido a nosotros como docentes.

Pero, lo anterior, no debe empañar ni empequeñecer el

reconocimiento al resto, a todos aquellos que han conseguido su
título de Secundaria o de Bachillerato (puesto que al alumnado de
Ciclo me he referido antes). Todos y todas tienen un mérito
tremendo por su trabajo y son los verdaderos protagonistas de este
acto. Pero la vida no se para aquí, aunque ahora tengamos que
disfrutar de ello, porque a partir de ahora tienen que estar
preparados para los futuros retos que deben ir asumiendo. Además
quiero, también, felicitar a todas y todos aquellos que van a ser
reconocidos por sus variados méritos.

Cambiando de tercio, quiero hacer una pequeña reflexión. Para

algunos expertos en temas educativos, el protagonista fundamental
de la educación es el alumnado. Para otros, también estudiosos de
estos temas, lo fundamental es la familia. Sin embargo, para otros
especialistas, el verdadero eje de la educación es el profesorado.

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Pues bien, yo pienso que no tiene razón ninguno…, al menos
totalmente, puesto que la educación es cosa de todos, no puede ir
cada uno por su lado, ni echar siempre a los demás la culpa de los
problemas. Tenemos que tener muy claro, no como un eslogan ni
como una frase simpática y ocurrente, que PARA EDUCAR HACE
FALTA TODA LA TRIBU y la tribu somos nosotros, todos
nosotros y juntos, no por separado, porque si no, somos una
banda que no conseguirá mejorar y que desafinará continuamente.
Y ya está bien de pesimismo, aunque los tiempos que corren no
sean los más adecuados para ello, tenemos que ser optimistas
porque tenemos estupendos alumnos (el 30 % con media de
notable o sobresaliente en los últimos seis años), tenemos familias
comprometidas y un profesorado implicado y muy profesional y,
entonces, ¿qué nos falta?, pues, solamente, poner de acuerdo esta
fuerza conjunta para conseguir ver el futuro más claro y poder
ofrecer runa educación de más calidad a nuestro alumnado.

Finalmente, quiero utilizar, porque pueden resumir lo que este

Centro intenta conseguir, dos tipos de opiniones. Por una parte, la
opinión de un antiguo alumno que ha realizado en mayo el
período de prácticas del máster de profesores de Secundaria en el
Centro, y que afirma en su memoria:”es un centro que se adapta a
lo que yo concibo por enseñanza, y que para nada está estancado,
todo lo contrario. Creo, sinceramente, que el cambio del centro
que conocí como estudiante al que he conocido ahora es increíble
y, por los comentarios de otros compañeros que fueron a otros
muchos centros, no creo que sea exagerado decir que he realizado

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las prácticas en uno de los mejores centros, al menos, de las
provincias de Cádiz y Sevilla”. Creo que no hacen falta
comentarios.

Por otra parte, leer la opinión de dos alumnos de 2º de

Bachillerato. Un comentario afirma que “lo bueno siempre acaba y
los seis años que hemos pasado aquí serán imposibles de olvidar, al
igual que a los profesores puesto que sus clases y sus enseñanzas no
se han quedado en las aulas únicamente”. La segunda sólo dice:
“me he sentido muy a gusto en este Centro”. Si conseguimos esto,
podemos considerar que nuestro trabajo se ve recompensado de
manera muy gratificante.

Que todas y todos tengáis suerte para ese “camino a Ítaca”, o lo

que es lo mismo, para lo que os espera de aquí en adelante, pero
sabiendo que siempre nos tendréis a vuestro lado.

Por todo esto, gracias. Y gracias por hacer que me sienta orgulloso
de dirigir y, sobre todo, de pertenecer a esta Comunidad.